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El lenguaje simbólico en la celebración eucarística




Enviado por jesusrangel



    1. Abreviaturas y
      siglas
    2. Justificación
    3. Objetivo
      general
    4. Objetivos
      específicos
    5. Conceptos
    6. La Eucaristía
      símbolo del banquete del Reino
    7. El símbolo en el
      interior del culto litúrgico
    8. Conclusión
    9. Bibliografía

    ABREVIATURAS Y SIGLAS

    CD Christus Dominis

    CIC Catesismo de la Iglesia
    Católica

    DP. Documento de Puebla

    DSD Documento de Santo Domingo.

    1. Dei Verbum

    MEDELLÍN Documento de Medellín.

    IGM Introducción General al Misal
    Romano.

    LG Lumen Gentium

    MR Misal Romano

    OGMR Ordenacion General del Misal Romano

    OT Otatam Totuis

    Ph Revista
    Phase

    SC Sacrosanctum Concilium.

    INTRODUCCION

    Durante mis siete años de formación en el
    Seminario San
    Buenaventura de Mérida, Venezuela,
    contaba la Sagrada Escritura, la
    cristología y la Liturgia como mis materias preferidas. En
    ellas encontraba la base de mi formación para lo que en
    adelante iba a ser mi vida y donde la Eucaristía
    sería el centro de la misma. Combiné mis
    últimos semestres de Teología con una
    participación activa en los Medios de
    Comunicación de la Arquidiócesis, un periódico
    y una televisora regional, Pueblo había lanzado el
    desafío y se preparaba Santo Domingo donde se
    llevaría la experiencia para asumir nuevos retos.
    Consideraba entonces la importancia de la imagen en la
    misión
    de evangelizar; los medios
    estaban, había que
    aprovecharlos,

    En un momento de mi vida, que aun no llego a comprender, quise
    tomar como un tiempo para
    reflexionar o tal vez para "estar seguro de mi
    vocación". Me aparte del Seminario. Enrumbé mi vida
    por la
    Comunicación, sin apartarme de los principios y de
    toda mi formación que ocuparon la mayor parte de mi
    adolescencia y
    juventud.

    Pasaron mas de diez años. Pocas veces deje de cumplir
    con el precepto dominical de "oír misa" no siempre en una
    misma parroquia, no siempre comulgando, pero si tratando de vivir
    cada celebración como el mas grande Misterio de nuestra
    vida cristiana donde se nos da Cristo como el mas preciado
    regalo.

    En cada celebración, encontraba diferentes formas,
    "métodos"
    "dinámicas" aun cuando el rito era el mismo. Un día
    decidí, como el hijo pródigo del Evangelio regresar
    y encontré la mano amiga y paterna de Monseñor
    Baltazar Porras. Inicio un proceso de
    adaptación y de retomar mis estudios teológicos y
    varios meses después me envía al ITEPAl a cursar
    estudios. Cosas de Dios, inicio el Diplomado con el tema de
    Pastoral Litúrgica, mi tema, y con profesores muy bien
    preparados en todo lo que tiene que ver con simbologia,
    mistagogia…., lo que interprete como un signo
    providencial. De allí, él por qué este tema:
    EL LENGUAJE SIMBÓLICO EN LA CELEBRACIÓN DE LA
    EUCARISTÍA.

    JUSTIFICACION.

    A cuarenta años del Concilio Vaticano II, centro de la
    gran reforma litúrgica donde se pasa de una
    celebración estática a
    una mas dinámica, de unos ritos mas bien
    preocupados de lo riguroso a unos de signos, donde
    la vida misma debe ser sacrificio espiritual, alimentado y
    expresado con los signos de la fe con participación
    positiva de los fieles como expresión del sentido mismo de
    su vida, donde pasamos a una liturgia de asamblea
    Eucarística, centrada en su celebración como culmen
    y fuente de toda la vida cristiana. Donde considero la liturgia
    como como "la fuente primera y necesaria del genuino
    espíritu del cristiano"(O.T. 16)…en la que han de
    beber los fieles el espíritu(…)y por lo mismo los
    pastores de almas deben aspirar a ella con diligencia en toda su
    actuación pastoral por medio de una educación adecuada"(
    S.C. 14=, encontramos en nuestro alrededor y en reiteradas
    ocasiones expresiones de católicos, al referirse a las
    celebraciones litúrgicas, tales como ": fui a misa", "voy
    a escuchar misa". O "la misa estuvo Chevere", "estuvo aburrida la
    misa". Ignorando por completo el sentido de la palabra CELEBRAR
    que nos hace participes, no solo de la Eucaristía, sino de
    todos y cada uno de los sacramentos de nuestra vida de
    cristianos. Surge entonces una interrogante: Es que acaso
    nuestros pastores no cumplieron o no están cumpliendo con
    lo dispuesto por la reforma conciliar "formen con diligencia y
    paciencia la educación
    litúrgica y la participación activa de los fieles,
    interna y externa(…)cumpliendo así una de las
    funciones
    principales del fiel dispensador de los ministerios de
    Dios" (S.C. 19). O es que se ha descuidado en los últimos
    años esta labor, reduciendo las celebraciones a meramente
    verbalistas, donde la riqueza simbólica y gestual esta
    perdiendo su verdadero sentido, corriendo entonces el peligro de
    caer en unas celebraciones "aburridas" donde el sacerdote las
    toma por deber y el fiel por obligación.

    Medellín, Puebla y Santo Domingo, estas ultimas tres
    Conferencias del Episcopado Latinoamericano, desarrolladas
    después de la reforma conciliar han continuado la
    línea de acción,
    en el sentido de realzar el valor de la
    liturgia "como acción de Cristo Cabeza y su cuerpo que es
    la Iglesia (Medellín 9(4) y dando una serie de fundamentos
    partiendo desde un Jesús liturgo M. 11(13). En Puebla los
    Obispos presentan la liturgia como "el ejercicio del sacerdocio
    de Cristo, es cumbre y punto de la vida eclesial, encuentro con
    Dios y con los hermanos…"(DP 918) resalta al hombre como
    ser sacramental que a nivel religioso "expresa sus relaciones con
    Dios en un conjunto de signos y símbolos, Dios igualmente los utiliza
    cuando se comunica con los hombres" (D.P.918).

    En las Conclusiones de Santo Domingo, la celebración
    litúrgica "es acción de Cristo Total cabeza y
    miembros y como tal debe expresarse el sentido mas profundo de su
    oblación al Padre (DSD.34) Hace hincapié en
    promover "una liturgia que en total fidelidad al espíritu
    que el Concilio Vaticano II quiso recuperar en toda su pureza
    busque dentro de las normas dadas por
    la Iglesia, la adopción
    de las formas propias de las culturas de América
    Latina y del Caribe(DSD53), mas explícito aun en las
    Líneas Pastorales: Evangelización Inculturada,
    ofrece la promoción y acogida en la liturgia, de los
    símbolos, ritos y expresiones religiosas de las culturas
    indígenas, compatibles con el claro sentido de la fe,
    manteniendo el valor de los símbolos universales en
    armonía con la disciplina
    general de la Iglesia(Cf. DSD. 248)

    El Papa Juan Pablo II en discursos,
    cartas y
    encíclicas ha resaltado el valor de la inculturacion en la
    liturgia y sobre todo el valor y vitalidad que "puede despertar
    la celebración eucarística en contacto con las
    formas, los estilos y las sensibilidades de las diversas
    culturas" (Ecclesia de Eucharistia 52)

    Darían estos documentos,
    respuesta a las exigencias del Magisterio post conciliar puesto
    que abre nuevas perspectivas, siempre y cuando se adapten a las
    reglas establecidas que de por sí contienen una riqueza
    simbólica y gestual que hacen de una celebración
    una realidad amena, gustosa y sobre todo evangelizadora donde la
    riqueza de la Palabra que lleva a una buena utilización de
    los símbolos, puede producir mas frutos, teniendo siempre
    como guía a Jesús el gran Maestro de la pedagogía simbólica.

    OBJETIVO GENERAL

    Presentar algunas reflexiones, a la luz de los
    documentos de la Iglesia, la tradición, los Manuales de
    Liturgia, las obras escritas sobre el tema, pero teniendo como
    fuente primordial la Sagrada Escritura, sobre la importancia de
    la utilización del lenguaje simbólico que puedan
    llevar a la celebración a alcanzar aquel sentido sagrado
    propio de la dimensión de los Santos Misterios que son el
    núcleo de toda acción litúrgica, con
    énfasis en la Celebración Eucarística, como
    centro y cumbre de la vida de la Iglesia y de nosotros como
    cristianos.

    OBJETIVOS ESPECIFICOS

    1.-Presentar la Eucaristía como el centro sacramental
    donde el lenguaje
    simbólico nos permite entrar en contacto con lo
    inaccesible.

    2.- Resaltar el contenido y la riqueza de los signos y
    símbolos eficaces en la celebración y adentrarnos
    en la comprensión del papel que juegan en el universo
    litúrgico

    I
    .-CONCEPTOS:

    En esta parte del trabajo,
    tratare de conceptualizar los principales terminos que
    desarrollare. No se trata de profundizar ni entrar en pormenores
    sobre la evolución del concepto,
    simplemente teniendo como fuente los diccionarios
    de Liturgia y Teología al igual que el Magisterio, en
    algunos casos, nos darán la luz para la interpretación de los mismos.

    1.1.-SIGNO

    El diccionario de
    Liturgia lo define "como una realidad sensible que revela en si
    misma una carencia y remite a otra realidad ausente o no presente
    de la misma manera"

    Se puede concebir el signo como todo aquello que, con una base
    histórica, permite el
    conocimiento del misterio creando las condiciones para la
    relación interpersonal. El signo y el lenguaje expresivo
    son fuentes de
    comunicación, pero, por su naturaleza
    ambigua, requiere la intervención de la palabra para
    explicarlo.

    Tradicionalmente los sacramentos se han definido como signos
    eficaces de la gracia. Tal vez el concepto mas tradicional
    eclesiásticamente es el de San
    Agustín: "El signo es una realidad que, mas
    allá de la imagen de si mismo, que imprime en los sentidos,
    lleva al conocimiento
    de otra cosa" Entendido así, diríamos que el signo
    hace presente esa otra cosa.

    Cuando se usa en un sentido mas especifico (y sobre todo en
    relacion a símbolo), con él normalmente se entiende
    una realidad sensible que se remite a un significado preciso pero
    de carácter convencional: mas determinado pero
    mas limitado; y por tanto entre el significante y el significado
    no hay una relacion de comunión y presencia; otros hablan
    de una relacion inmotivada (no fundada naturalmente) y por tanto
    no necesaria (Como convención). Pero hay muchos estudiosos
    que prefieren conservar para el termino signo una acepción
    general, e introducen, para indicar el sentido mas especifico de
    la palabra, otros términos de significados no siempre
    unívoco, como señal, índice, icono, imagen,
    emblema, etc.

    El mismo diccionario citado, trata de igual
    manera el signo que el símbolo. Sin embargo en la Biblia
    apenas se usa el termino símbolo en Os. 4,12; Sap. 2,9; 16,6.
    Mientras que signo se emplea 80 veces en el Antiguo Testamento y
    70 veces en el Nuevo Testamento. Pero, al margen de los terminos,
    el lenguaje simbólico, profundamente connatural a la
    mentalidad semita, es una de las características de la
    Sagrada Escritura, por lo demás la pedagogía de los
    signos es una constante en la acción del Dios vivo en
    medio de su pueblo.

    Para el evangelio de San Juan, signo es lo que una vez visto,
    mueve a creer. Por eso los que desconfían de Jesús
    dicen: "¡Que signos haces para que los veamos y creamos
    en ti?" (Jn. 6.30)
    El signo permite ver y creer porque es la
    intersección de la intervención divina en la
    visibilidad humana. El signo indica un lugar y un momento de la
    intervención de Dios por medio de Cristo, en el mundo de
    los humanos. Diríamos entonces que signo es la dimension
    visible de la intervención libre de Dios para curar,
    rehacer y santificar a las criaturas humanas.

    San Juan presenta en su evangelio siete signos
    prodigiosos:

    El agua
    cambiada en vino (Jn. 2,11)

    -La curación del hijo del oficial real "Si no veis
    señales
    y prodigios no creéis
    " Jn. 4,48)

    -La curación del Paralítico de la Piscina (Jn
    5,1-18)

    -La Multiplicación de los panes, cuando la gente al ver
    el signo que había hecho Jesús dice "Este es el
    profeta que había de venir al mundo" (Jn. 6,14)

    -Jesús camina sobre las aguas (Jn. 6,16-21)

    -La curación del ciego de Nacimiento (Jn. 9)

    -La Resurrección de Lázaro (Jn 11). Este milagro
    mueve a decir a quienes no creen "Este hombre realiza muchos
    signos prodigiosos"

    Estos signos por el hecho de causar admiración en
    quienes los contemplan llevan el pensamiento
    mas allá del hecho puntual producido por la
    intervención divina.

    1.2 SIMBOLO

    Es poca la diferencia que hace el diccionario de Liturgia
    entre signo y símbolo. Otros diccionarios lo toman desde
    diferentes aspectos. Como lo dije al principio de este capitulo,
    tratare de tomar su etimología para una
    aproximación conceptual.

    Como toda realidad fundamental y envolvente del hombre, parece
    escapar a cualquier intento de definición.
    Etimológicamente "symbolom" es un objeto cortado en dos
    trozos cada uno de los cuales queda en posesión de una
    persona. Dos
    personas que se quieren, dos huéspedes, dos peregrinos,
    dos compañeros que tienen que separarse, se quedan cada
    uno con una parte, mas tarde al juntar las dos partes
    reconocerán los lazos que les une. De esta manera el
    símbolo es el operador de un reconocimiento mutuo, es
    mediador de identidad. En
    este sentido primigenio, la Iglesia se reconoce a si misma en el
    credo o símbolo de los Apóstoles

    En la Introducción al Diccionario de los
    símbolos se reconoce con claridad " "El estudio general de
    los símbolos no esta aun lo bastante avanzado, como para
    permitir una teoría
    capaz de dar cuenta satisfactoriamente de todos los hechos
    acumulados"

    A partir de la etimología ya señalada, el
    símbolo puede calificarse como una realidad- puente.
    Tiene, en efecto, la propiedad de
    juntar, de sintetizar en una misma expresión un componente
    preracional, con sus raíces en el estrato síquico
    del inconsciente cargado de resonancias cósmicas, y otro
    componente racional, perteneciente al estrato de la conciencia, del
    "logos", de la palabra.

    Podríamos agregar algo mas. El símbolo es el
    lazo que une el ser del hombre con el ser total. El
    símbolo permite al hombre "la libre circulación en
    todos los planos de lo real"

    En definitiva, la función
    del conocimiento simbólico, será revelar la
    realidad total, inaccesible a los demás medios del
    conocimiento; descubrir las modalidades mas secretas del ser
    mismo del hombre y la vertiente "cualitativa" del Cosmos en su
    conjunto; en una palabra, la función de los
    símbolos será ampliar los limites de lo real para
    el hombre.

    De aquí que la presencia de los símbolos resulte
    indispensable en el universo
    religioso, cuando se trate de expresar lo inexpresable, y de
    comulgar" con lo absolutamente otro". De esta manera, queda
    patente la pertinencia, o mejor dicho, la necesidad de los signos
    para la vida litúrgica.

    1.3.- CELEBRACIÓN:

    El termino celebración (del latín celebratio)
    puede significar, de acuerdo al diccionario, gentío,
    afluencia numerosa de personas, solemnidad, etc. En el contexto
    litúrgico, usamos el termino celebración para
    indicar el cumplimiento ritual del sacrificio eucarístico,
    o bien la celebración solemne de uno de los misterios de
    la salvación, mediante la eucaristía que es el rito
    eclesial por excelencia.

    Celebrar es siempre realizar una "acción publica"
    ligada a una comunidad y hecha
    con cierta solemnidad. Se asocia celebración con fiesta o
    solemnizacion. El objeto de la fiesta de la Iglesia es, desde el
    principio el acontecimiento Cristo; y de la celebración de
    su memorial nacen y se desarrollan las fiestas cristianas.

    El Concilio Vaticano II recuerda que cada vez que los ritos
    suponen una celebración comunitaria, caracterizada por la
    presencia y la participación activa de los fieles,
    ésta debe preferirise a la celebración individual y
    casi privada. Esto vale sobre todo para la misa y para los
    sacramentos.

    1.4.-EUCARISTIA

    Es el sacramento central de la Iglesia. Centro de culto y de
    la vida Cristiana. En su etimología griega, significa
    acción de gracias, agradecimiento, el Nuevo Testamento lo
    utilizara para traducir el termino hebreo berakah
    (bendición) que se basa en el recuerdo de los beneficios
    extraordinarios recibidos de Dios.

    La Eucaristía es el sacramento central del septenario
    sacramental que hace presente al mismo Cristo.

    "La celebración de la Misa como acción de Cristo
    y del Pueblo de Dios ordenado jerárquicamente es el centro
    de toda la vida cristiana para la Iglesia Universal y Local y
    para todos los fieles individualmente" Es esta la
    afirmación clara y solemne con que se inicia el primer
    capitulo del nuevo Misal (OGMR, 1) haciéndose eco de
    tantas tomas de posición del Vaticano II. No es
    difícil de justificar si en la celebración de la
    Misa se toma la presencia dinámica e irradiante del
    misterio de Cristo en singular, esto es la globalidad del acto en
    su redención, o en plural, como presencia de los misterios
    de Cristo o sea de los aspectos o momentos del único
    acontecimiento salvífico.

    Es así la Eucaristía un sacramento complejo, ya
    que la cena del Señor es ante todo el memorial eficaz de
    su único sacrificio el rito sacramental que actualiza la
    Pascua. Pero ha sido instituida para la Iglesia para permitirle
    recibir, mediante la comunión el fruto del sacrificio del
    Señor, uniéndose a él en la ofrenda al
    Padre.

    II.- LA
    EUCARISTIA SIMBOLO DEL BANQUETE DEL REINO.

    Coinciden, muchos autores, al hablar de la Eucaristía
    en que es el sacramento por excelencia pues en ella de manera
    eminente se cumple todo aquello que se puede decir sobre los
    sacramentos y la sacramentalidad. Comenta el Papa Juan Pablo II
    que en este sacramento volvemos a vivir el Misterio de la
    Redención Culminante en el Sacrificio del
    Señor.

    2.1.-LA EUCARISTÍA CIMA Y FUENTE DE LA VIDA
    CRISTIANA

    La Eucaristía, es fuente y centro de la vida de Dios
    ofrecida a los hombres ya que ella hace la Iglesia: constituye el
    pueblo como Iglesia de Dios ungido por el Espíritu
    Santo. Es el manantial del amor que Dios
    nos tiene para que ejercitemos el amor
    fraterno. Es el eje vertebrador de la Pastoral de la Iglesia y de
    su misión evangelizadora, ya que es el eje de toda la
    comunidad eclesial. Es la cima de la vida cristiana porque es la
    comunión mas plena con Cristo Nuestra Vida.

    La Eucaristía esta situada en nuestra tierra, en
    nuestro tiempo : es el pan amasado por la gente d nuestro pueblo,
    el vino procedente de los racimos estrujados por los pies de
    nuestros campesinos. Pero, mas que signos de la tierra,
    están apuntando a Cristo glorificado, eterno e invisible y
    Cristo glorioso se sirve de este pan y de este vino para
    comunicarnos realmente su presencia entre nosotros.

    En esta parte del trabajo queremos que los contenidos queden
    claros y se encuentren dentro de la perspectiva simbólica
    de la sacramentalidad y de la Iglesia. El Orden del tiempo, como
    lo presentan muchos autores, se da comenzando por el futuro,
    porque desde esta perspectiva se entiende lo que es la
    Eucaristía como prenda, pregustacion y símbolo real
    de los bienes
    futuros, centrados en Cristo. Si rememoramos la Pasión del
    Señor, ocurrida en el pasado y contemplamos y agradecemos
    en el presente la gracia de Cristo, es precisamente para alcanzar
    los bienes futuros que esperamos, su venida gloriosa.

    2.2.- ANTICIPACION DE FUTURO

    El Cristianismo
    es la religión que anticipa simbólicamente
    las realidades divinas en las cuales creemos y confiadamente
    esperamos de Dios mismo.. La fuerza de la
    Eucaristía consiste en anticipar la presencia de Cristo,
    termino final de toda historia humana. Si Cristo
    es el Señor del tiempo, la Eucaristía es la
    anticipación de la plenitud divina, que nos ha prometido y
    que esperamos con fe. Es él, en su infinita bondad que ha
    querido anticipar entre sus amigos su presencia y su gracia.
    Sintetizamos que la Eucaristía es la presencia anticipada
    de Jesús glorioso que se entrega a la comunidad reunida y
    a cada uno de los comensales en el banquete del pan y del vino.
    La comunidad cristiana se hace signo de la presencia de Dios en
    el mundo, pues con el sacrificio Eucarístico pasa con
    Cristo al Padre.

    2.3.-MEMORIAL DEL PASADO

    ¿Cómo puede ser anticipación y al mismo
    tiempo memorial que asume y rememora la pasión de Cristo?
    Un tema profundamente teológico que trataremos de expresar
    en cortas líneas. Tanto el Principio como el Fin son
    divinos, presididos por el Verbo encarnado, crucificado y
    resucitado de entre los muertos. El es quien culmina y sostiene
    todas las intervenciones de Dios en la historia. El Verbo hecho
    carne, muerto y glorificado como el Cordero del Apocalipsis, es
    el principio y el término, el primero y él ultimo
    que permanece eternamente.. Puede hacerse memoria, porque
    Cristo mismo ha asumido personalmente una historia pasada de
    Pasión, Muerte y
    apertura a la vida divina para él y para nosotros. Las
    lecturas inherentes de manera intrínseca a la
    celebración de la Eucaristía rememoran con fe y con
    gozo una historia que, en la persona del glorificado, se ha hecho
    eterna, por eso el sacramento memoriza y anticipa, porque todo lo
    centra en la persona de Jesucristo, "el mismo ayer, hoy y por los
    siglos" (Hb 13,8). La Eucaristía es memorial porque es lo
    que permanece de Jesús y nos hace recordar su
    pasión. En una sola palabra tradicional y expresiva:
    Cristo nos ha dado su cuerpo glorificado por el Espíritu,
    con su sangre derramada
    y gloriosa, símbolo de la vida divina

    2.4.- PRESENTE DE GRACIA

    El Señor del tiempo es el mismo, ayer, hoy y siempre.
    El memorial nos arraiga en el pasado. La prenda del futuro nos
    lanza hacia el Reino de Dios. ¿Qué tenemos en el
    Presente, en el hoy de la Eucaristía?. En primer lugar
    tenemos el pan vivo que nos baja del cielo, como
    anticipación del banquete celestial, en sintesis la mente
    llena de gracia que nos viene de la presencia pascual del
    Señor.. A la Eucaristía la hemos de contemplar como
    signo y como realidad al mismo tiempo, es decir como Cristo en la
    gloria del Espíritu, entregado a la comunidad eclesial y
    oculto bajo el velo del pan y del vino como signos. En el Antiguo
    Testamento encontramos como una preparacion de Cristo entregado
    por el Padre a los hombres.

    "La sabiduría ha edificado una casa

    Ha labrado siete columnas, ha hecho su sacrificio, ha
    mezclado su vino, ha preparado su mesa, ha enviado a sus
    criados

    Y anuncia en la cima de los montes de la ciudad:

    "Si alguno es sencillo que venga
    aquí"…

    y al que es sabio le dice:

    "Venid y Comed de mi Pan,

    Bebed de mi vino que he mezclado;

    dejas de necedades y viviréis

    y dirigidos por los caminos de la inteligencia"
    (
    Prov. 8,1-6)

    2.4. "PALABRA Y PRESENCIA" SEGÚN LA ENCICLICA
    MYSTERIUM FIDEI DEl PAPA PABLO VI.

    Esta encíclica es una buena síntesis
    de la enseñanza del Magisterio sobre el Misterio
    Eucarístico. Se presta a una actualización que,
    lejos de adulterar los contenidos los pone con el relieve
    debido. Tomamos algunos puntos de la parte teologica de la
    encíclica:

    1. La Eucaristía es un Don otorgado por Cristo a la
      Iglesia (n.1)

    2 En la vida de la Iglesia, la Eucaristía ocupa el
    primer lugar: el centro y el Corazón (n
    2)

    3 El sacrificio Eucarístico representa el Sacrificio d
    Cristo en La Cruz; es la esencia de la Eucaristía (nn 5 y
    27) y es la ofrenda de la Iglesia (n. 6)…El sacrificio no
    se puede separar del sacramento, por el cual Cristo se hace
    presente de manera especial en la Eucaristía ( n 34)

    4 El fruto de la devoción eucarística es la
    unidad de la Iglesia (n.6). El Misterio de la fe es el misterio
    de la unidad. En efecto, Cristo dejo la Eucaristía a su
    Iglesia "como símbolo de su unidad y caridad por medio de
    la cual él quiere ver a todos los cristianos, unidos entre
    ellos"

    5 La iglesia se ofrece ella misma. Con Cristo Sacerdote, a
    Dios, el Padre (n 31). En este ofrecimiento se encuentra la
    raíz de la santidad humana. El encuentro del hombre con
    Dios siempre supone el dinamismo de la ofrenda. Después
    que el Padre ha entregado (ofrecido) su hijo a la Iglesia y a la
    humanidad, ahora, en la Eucaristía, se realiza la ofrenda
    de afecto y de servicio de
    toda la Iglesia, Cuerpo de Cristo y d sus miembros al Padre y a
    todos los seres humanos.

    6 La Eucaristía es la acción de Cristo y de la
    Iglesia (n32) Es la acción Publica y social de la Iglesia
    entregada al Padre y a todos los humanos. Quiere decir que la
    presencia publica de la Iglesia en la sociedad tiene
    su centro y culminación en la Eucaristía.

    7 Los sacramentos son acción de Cristo porque suponen
    su presencia. En la Eucaristía, "Cristo está
    presente como alimento espiritual de los fieles bajo las especies
    del pan y el vino" (34 .38)

    La presencia de Cristo en la Iglesia que ora y en la Iglesia
    que predica la Palabra de Dios es subrayada por la
    encíclica que sigue fielmente Sacrosanctum Concilium n 7,
    sobre las diversas maneras de estar presente Cristo en los
    distintos elementos y momentos de la celebración..

    III.- EL
    SIMBOLO EN EL INTERIOR DEL CULTO LIRURGICO

    La Liturgia es la expresión del hombre total, en su
    dimensión natural y cultural, en su vertiente
    cósmica y social. El hombre es radicalmente cuerpo y como
    ser corporal es propio del hombre expresarse tanto con el
    lenguaje oral, como con el lenguaje gestual. La palabra habita la
    liturgia en su múltiple variedad de registros:
    clamor, lamentación, ruego, narración.
    Proclamación…; pero la acción cultural
    utiliza también gestos y acciones
    corporales: la marcha, la posición de pie, la
    inclinación y la genuflexión, el beso del libro o del
    altar, la elevación de las manos, de los ojos, el
    apretón de manos, el abrazo fraterno, el comer…. El
    canto, síntesis original de palabra y gesto corporal,
    puede ser considerado como el corazón mismo de la
    liturgia.

    A la liturgia se ha incorporado una serie de símbolos
    cósmicos fundamentales, profundamente arraigados en el
    inconsciente colectivo y en la memoria
    histórica de la humanidad: la luz, el agua, la
    tierra o la ceniza, el pan…símbolos que no han
    perdido su poder de
    evocación y resonancia tampoco para el hombre de nuestro
    tiempo a pesar de los adelantos de la informática; se convierten así, en
    la liturgia, en parte de nuestra corporeidad cósmica, y
    nos remiten, quizá a un nivel no consciente pero real.

    Toda la Biblia de la que se nutre directamente la liturgia y
    de forma particular el libro de los Salmos, evocan constantemente
    estos símbolos cósmicos a un nivel literario:
    así la luz, arquetipo universal de la alegría, de
    la verdad y de la felicidad; las tinieblas, su realidad
    antagónica, que simboliza la tristeza, la mentira y la
    opresión; el cielo que evoca la morada divina, la nube que
    señala la manifestación ocasional de Dios, el
    monte, el lugar de la presencia y eventual actividad divina
    dentro de la esfera humana, etc. así como también
    las alteraciones de dia y de la noche, el paso regular de las
    estaciones, que se prestan a tantas evocaciones en el plano de la
    experiencia humana, individual y colectiva.

    3.1.NOVEDAD CRISTIANA

    En régimen cristiano los símbolos no son
    meramente cósmicos, son portadores de un nuevo proyecto de
    existencia, ligado a la Palabra reveladora de Dios en la
    historia. Ya Israel
    había efectuado esa transposición de los ritos
    cósmicos a un nivel histórico. Con la llegada del
    Nuevo Testamento, se traspasa un nuevo umbral y se verifica una
    cristologizacion total del culto. En consecuencia, todos los
    símbolos cristianos asumen un sentido nuevo. La Pascua,
    símbolo cósmico del nacimiento de la primavera,
    fiesta de la liberación del pueblo de Dios, será
    ahora, celebración, presencia y comunión con
    la muerte y
    resurrección de Cristo.

    A la luz de la investigación neotestamentaria actual vemos
    que la eucaristía cristiana encuentra su suelo primigenio
    en la comensalidad de Jesús. Varios autores, partiendo de
    allí, hablan de una triple raíz constituyente de la
    eucaristía en el Nuevo testamento, formado por las comidas
    comunitarias del Jesús historico, la ultima cena y las
    comidas pospascuales de Cristo ya resucitado. Ahora bien, si
    Cristo eligio el Pan y el Vino para simbolizar el don de la vida,
    podríamos arriesgarnos a decir que cualquier ser humano es
    capaz de ver simbolizado en el alimento diario lo que le
    fortifica y sustenta su vida.

    3.2.-EL LENGUAJE DE LOS SIMBOLOS

    Para nosotros la historia de la salvacion tal como ha quedado
    plasmada en la Biblia, y sobre todo en Cristo Jesús y su
    evangelio es toda una enciclopedia del símbolo; Dios nos
    ha alcanzado con su salvacion por medio de la Palabra y la
    Acción. En la Vigilia Pascual damos gracias a Dios porque
    tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo nos ha hecho
    conocer y nos ha comunicado su salvacion con acciones
    simbólicas, por ejemplo a través del agua.

    Como lo decía anteriormente, en nuestra liturgia las
    acciones simbólicas tienen una base antropológica(
    comer y beber juntos, bañarse en agua, ungirse con
    perfumes), que reciben su pleno contexto cuando las entendemos
    desde la Biblia y las resonancias que de ella reciben. En
    Vaticano II ya decía que los signos de la liturgia reciben
    su significado de la Biblia .

    Sobre todo es el mismo Cristo el que se ha manifestado como el
    gran sacramento, icono y símbolo del Padre. Él es
    el signo eficaz por excelencia de la cercanía de Dios, de
    su amor y de su perdón. Además el mismo modo de
    actuar de Cristo, para transmitirnos los valores de
    su reino, ha sido siempre de genero
    simbólico:

    Quiere comunicarnos la luz; le devuelve la vista a un
    ciego.

    Quiere ser alimento para el camino; y da de comer a una
    multitud.

    Quiere asegurarnos la vida y resucita a Lázaro.

    Convierte el agua en vino.

    Se deja bautizar en el Jordán

    Lava los pies a sus discípulos

    La Palabra y la acción simbólica,
    complementariamente, son su modo de realizar el Reino.

    Pues bien este lenguaje tiene en la liturgia una
    realización privilegiada. La liturgia es una acción
    simbólica continuada, además de anuncio verbal,
    oración y alabanza. Celebramos con la palabra, el canto y
    el silencio, ya que son en rigor lenguaje simbólico. Pero
    además lo hacemos con ritos simbólicos no-
    verbales, que llegan muchas veces mas lejos que las palabras. Son
    precisamente a estos ritos no verbales a los que tenemos que
    rescatar y realzar pues constituye parte del objetivo de
    este trabajo.

    3.3.— ENTRAR EN EL MISTERIO POR LOS SIMBOLOS

    El titulo del trabajo me remite a esta parte del Misterio.
    Pero quisiera hacerlo desde la perspectiva de sintonizar lo
    sagrado en el misterio que celebramos, que es la actuación
    salvadora de Cristo y de su Espíritu. Como lo dije
    anteriormente, siguiendo las leyes de la
    Historia de la salvación y de la Liturgia, es precisamente
    el símbolo, el que nos facilita este acceso y este
    encuentro con el misterio de Dios.

    A través de los símbolos cósmicos,
    basados en lo mas primario de nuestra humanidad corpórea
    –el agua, la luz, el pan, el vino, el aceite, el
    incienso, etc.- Dios se expresa y nosotros nos expresamos y se
    produce el encuentro. El Símbolo nos ayuda a salvar el
    abismo de lo visible a lo invisible.

    Se trata entonces, desde esta perspectiva de que por medio de
    los símbolos sacramentales consiga el Pueblo de Dios un
    acceso más eficaz al misterio que celebra. O sea, que el
    símbolo sea mediador del misterio, facilitando una
    celebración profunda, que es la finalidad de toda la
    liturgia bien entendida.

    El símbolo no apunta solo o primariamente a la
    notificación de un concepto, sino a la comunicación
    de un sentimiento y a la dinámica del encuentro. No afecta
    solo a la mente sino a la totalidad de la persona humana: nos
    introduce y nos pone en relacion con un orden de cosas que ya el
    mismo símbolo contiene de alguna manera.

    En el concepto de símbolo decíamos que significa
    precisamente unir dos partes de una misma realidad. Es decir,
    une, agrega, reúne. Tomándolo desde la liturgia
    podríamos afirmar que el hombre queda integrado con su
    historia, con sus orígenes. El símbolo da sentido y
    unidad al pasado, al futuro y al presente. Hace presente lo que
    pasó, adelanta lo que será y todo lo concentra en
    el "hoy". El símbolo, al modo también
    del"memorial", nos ayuda a encontrarle el sentido a la existencia
    y al tiempo.

    La EUCARISTIA, nuestra acción simbólica
    principal, es condensación del ayer pascual del
    éxodo de Cristo, el mañana definitivo de su reino y
    el hoy de su comunicación a nosotros como alimento y
    bebida.

    Del mismo modo el domingo, nuestro sacramento en el tiempo
    semanal, símbolo hecho tiempo de nuestra salvacion es
    convergencia y confluencia del día primero, la Pascua del
    Señor, pero también del día octavo, el
    día definitivo de su aparición gloriosa , y todo
    ello en el día que adquiere sentido pleno la
    reunión eucarística de la comunidad del
    Señor Resucitado

    3.4.-EL ACTUAR DE LOS SÍMBOLOS

    En los símbolos litúrgicos hay una continuidad
    con la vida y su lenguaje, pero hay también una
    discontinuidad, y debe hacerse un esfuerzo para que en la
    celebración cristiana se dé el salto a lo
    trascendente, sin quedarse solo en lo humano. Por eso la
    dinámica del símbolo litúrgico requiere una
    iniciación y en ella se debe tomar en cuenta toda la serie
    de resonancias y connotaciones bíblicas,
    históricas, eclesiales, que de alguna manera hay que
    aproximar con una catequesis mistagógica.

    Si a una acción simbólica le falta la fe
    interior puede quedar vacía. Los símbolos
    litúrgicos, sobre todo los centrales, están
    pensados para que sirvan de puente al misterio, pero esto sucede
    dentro de un contexto de fe. Podemos ver como otro peligro del
    símbolo que nos quedemos en su materialidad externa, sin
    llegar a la realidad profunda que comporta. Los judíos
    se quedaron con el becerro de oro, y a el le
    dedicaron sus cantos y su fiesta: el simbolo no les llevo al Dios
    que les había salvado.

    En este adentrarse al lenguaje de los simbolos se pueden caer
    en exageraciones a veces demasiado extremistas, pero la solucion
    esta en el simbolo bien entendido. Se debe entender que es algo
    nuestro, expresión nuestra, lenguaje humano. Pero a la vez
    es accion de Cristo y participacion de su misterio.

    3.5.-ALGUNOS SIMBOLOS EN LA
    CELEBRACION

    Hemos tratado de presentar el sentido de los signos partiendo
    de que el conocimiento del significado concreto de
    los diferentes gestos, ritos y símbolos liturgicos es
    fundamental para que los misterios que la Iglesia celebra puedan
    ser plenamente comprendidos y vividos por todos los que
    participamos en ellos. ElCatecismo de la Iglesia, resalta el
    significado de los signos desde la Antigua Alianza. En el
    concepto de signo, resalte la visión del evangelista Juan
    sobre los signos prodigiosos de Jesús y el CIC resalta que
    desde Pentecostes, el Espíritu realiza la santificacion a
    traves de los signos sacramentales de su Iglesia. "Los
    Sacramentos de la Iglesia no anulan, sino purifican e integran
    toda la riqueza de los signos y de los símbolos del cosmos
    y de la vida social. Aun mas, cumplen los tipos y las figuras de
    la Antigua Alianza, santifican y realizan la salvación
    obrada por Cristo y prefiguran y anticipan la la gloria del cielo
    (CIC 1145-1152)

    En el siguiente cuadro trato de presentar algunos de los
    símbolos mas usados con su referencia bíblica mas
    importante. Algunos, tienen mas citas e interpretaciones.

     ELEMENTOS Y

    SIMBOLOS

    LOS SIGNIFICADOS

    REFERENCIAS

    BIBLICAS

    USOS

    LITURGICOS

    PAN Y VINO

    ALIMENTO OFRENDA

    UNIDAD- CUERPO

    MUERTE- RESURECCION

    Gn.14,18;Sal 104,14-15

    1Co. 10,16-17

    Jn. 12,24

    EUCARISTIA

    LUZ

    PRESENCIA DIVINA

    CRISTO LUZ ETERNA

    FIESTA

    Ex.27,20; Ap. 4,5

    Lc. 2,32; Jn.8,28

    Hch 20,8

    LA LUZ ESTA PRESENTE EN TODAS LAS
    CELEBRACIONES.

    INCIENSO

    ORACION

    SACRIFICIO DE ALABANZA

    HONOR

    Sal 141,2

    Lc. 1,10-11

    Ap. 8,3-5

    EUCARISTÍA, PROCESIONES, DEDICACION DE UN
    ALTAR,

    EXCEQUIAS.

    AGUA

    MUERTE VIDA

    NUEVO NACIMIENTO

    ESPÍRITU SANTO

    Rom. 6,3 ss

    Jn. 3,5

    Jn. 7,37-38

    EN EL BAUTISMO, LA EUCARISTÍA, ASPERSIONES,
    BENDICIONES, EXCEQUIAS.

    FUEGO

    RESUREECION

    ESPÍRITU SANTO

    Mt 3,11

    Hch 2,3

    VIGILIA PASCUAL, DEDICACION DE UN
    ALTAR.

    Para la elaboracion del cuadro, he tomado algunos de los
    símbolos resaltados por el Padre Aldazabal, y de otros
    autores lo refernte a las citas biblicas. Es de hacer notar que
    el Pan y El Vino, que se convierten en el Cuerpo yla Sangre
    delSeñor Ewsucitado, es el gesto simbólico que mas
    ayuda a entender la Eucaristía, que ademas de signo de
    unidad fraterna reconciliada y festicva, en ella se nos da el
    mismo Cristo como comida y bebida para el camino.

    Si el Antiguo Testamento comienza con el "no comais", en
    el Nuevo Testamento se escucha el encargo de "tomad y comed".Si
    entonces la consecuencia seria "el día que comieras de el,
    moriras", ahora la promesa es lo contrario: "el que come este pan
    vivira para siempre". El Catecismo de la Iglesia expresa: "Lo que
    el alimento material produce en nuestra vida corporal, la
    comunion lo realiza de manera admirable en nuestra vida
    espiritual. La comunion con la carne de Cristo Resucitado,
    conserva acrecienta y renueva la vida de gracia recibida en el
    bautismo" (CIC N. 1392)

    3.6.-COLORES
    LITÚRGICOS

    Tratare de señalar en esta parte los colores mas
    usados en la celebración de la Eucaristía a lo
    largo del año litúrgico. El Misal Romano resalta su
    importancia: "La diversidad de colores en las vestiduras sagradas
    tiene su sentido, pues por un lado tratan de expresar lo
    caracteristico de los misterios de la fe que se celebra, y por
    otro lado, exteriorizan con mas eficacia externa
    el sentido progresivo de la vida cristiana a lo largo del
    año litúrgico" (MISAL ROMANO- IGMR 307)

    COLOR LITÚRGICO SIGNIFICADO
    USO

    BLANCO

    PUREZA- INOCENCIA

    CELEBRACIÓN DE PASCUA , NAVIDAD,del SEÑOR (EXEPTO LA
    PASION),DE LA VIRGEN,LOS ANGELES Y DE LOS SANTOS NO
    MARTIRES

    ROJO

    SANGRE Y FUEGO

    (ESPÍRITU SANTO)

    DOMINGO DE LA PASION (RAMOS), VIERNES SANTO,
    PENTECOSTES, FIESTA DE LOS APOSTOLES, EVANGELISTAS Y
    MARTIRES.

    VERDE

    ESPERANZA

    CELEBRACIÓN del TIEMPO ORDINARIO

    MORADO

    PENITENCIA

    CELEBRACIÓN DE
    ADVIENTO,CUARESMA.

    3.7.- GESTOS EN LA LITURGIA.

    En esta parte del trabajo, desarrollare algunos de los
    gestos que realizamos en nuestra s celebraciones
    eucarísticas. Muchos de estos se utilizan también
    en los demás sacramentos. El conocer el sentido de los
    mismos y su adecuada utilización, serian elementos para
    hacer cada celebración mas participativa, mas interactiva,
    manteniendo siempre el sentido de lo sagrado. Fuente principal es
    el Misal Romano en sus notas prenoctandas y el Instructivo
    General del Misal Romano del Padre Roberto Russo.

    3.7.1.- LA SEÑAL DE LA CRUZ

    El primero que hizo la "Señal de la Cruz" fue el
    mismo Jesús. "Extendió sus brazos en la Cruz"
    (Plegaria Eucarística segunda", y " sus brazos extendidos,
    dibujaron entre el Cielo y la Tierra, el signo imborrable de tu
    Alianza" (Plegaria Eucarística primera de la
    Reconciliación) De allí la Señal de la Cruz
    es parte de nuestra vida.

    Cuando damos inicio a la celebración
    Eucarística, cuando vamos a escuchar la lectura del
    Santo Evangelio, cuando recibimos la bendición final, nos
    signamos con la cruz. Es un movimiento
    sencillo y expresivo, por una parte hacemos con nuestras manos un
    gesto que recuerda la cruz, signo mas característico de
    los cristianos. Y, por otra, la trazamos sobre nuestro cuerpo,
    deseando que la salvación de Cristo nos envuelva
    completamente.

    Empezar la Eucaristía con la señal de la
    Cruz grande, es como un recuerdo simbólico del bautismo.
    Vamos a celebrar en cuanto somos bautizados, pertenecemos al
    pueblo de los seguidores de Cristo y la Eucaristía, apunta
    precisamente a la cruz: es memorial de la muerte salvadora de
    Cristo y quiere hacernos participar de toda la fuerza que de esa
    cruz emana.

    Al momento de la lectura del
    Evangelio, hacemos la Señal de la Cruz en forma triple,
    sobre la frente, la boca y el pecho. En rigor del Misal (IGMR 95)
    parece indicarlo solo al lector ya sea el diácono o el
    sacerdote, pero es costumbre que toda la comunidad lo haga en ese
    momento. El sentido es bastante claro, queremos expresar nuestra
    acogida a la Palabra que se va a proclamar.

    En la bendición final,, el sacerdote la
    envía a todos en forma de Cruz y cada uno de nosotros nos
    la apropiamos con una cruz grande.

    3.7.2.- GOLPES DE PECHO

    Es uno de los gestos penitenciales mas clásicos.
    Nos golpeamos el pecho con nuestra mano abierta o cerrada indica
    humildad. Es lo que hacia aquel publicano humilde que cuando
    oraba en el templo "se golpeaba el pecho diciendo: oh Dios, ten
    compasión de mi que soy un pobre pecador" (Lc. 18,9-14).
    Cuando rezamos "yo confieso" hacemos nosotros lo mismo mientras
    decimos "Por mi culpa…" Golpearse el pecho, desde el
    evangelio es entonces reconocerse débil y pecador,
    apuntando a nuestro mundo interior, que es donde sucede el
    mal.

    3.7.3.-LA GENUFLEXION

    El Sacerdote que preside la Eucaristía hace tres
    genuflexiones: Después de la Consagración del Pan,
    del Vino y antes de comulgar. Si hay sagrario hace también
    una genuflexión antes de llegar al altar y al retirarse,
    finalizada la celebración. Es uno de los gestos
    también mas clásicos para expresar la
    adoración y el reconocimiento de la Grandeza de Cristo,
    también la actitud de
    humildad y penitencia.

    3.7.4-‘BESAR EL ALTAR.

    Es un gesto de reverencia. Al iniciar la
    celebración y al finalizarla. Se hace en silencio.
    Reverencia a Cristo.

    3.7.5 BESAR EL LIBRO DE LOS
    EVANGELIOS
    .

    Al hacerlo, el Sacerdote o el diácono dice en voz
    baja, "Las Palabras del evangelio borren nuestros pecados" Esta
    frase expresa el deseo de que la palabra evangélica ejerza
    su fuerza salvadora perdonando nuestras culpas. Es un gesto de fe
    en la presencia de Cristo que se nos comunica como Palabra
    Verdadera.

    3.7.6.-IMPONER LAS MANOS

    Hay dos momentos en la Celebración
    Eucarística en que este gesto simbólico tiene
    particular énfasis: Ante todo cuando el presidente en la
    Plegaria Eucarística, invoca por primera vez al
    Espíritu (epiclesis), extendiendo sus manos sobre el pan y
    el vino "santifica estos dones sobre la efusión de tu
    espíritu"

    El segundo momento es la bendición final. Este
    gesto nos habla también del Don de Dios y la
    mediación eclesial: Unas manos extendidas hacia una
    persona o una cosa y unas palabras que oran o declaran. Las manos
    elevadas apuntando al don divino y a la vez mantenidas sobre
    estas personas o cosas, expresando la aplicación o
    atribución del mismo don divino a estas
    criaturas.

    3.7.7.-LAS GOTAS DE AGUA EN EL
    VINO

    Con este signo el sacerdote le pide a Dios que una nuestras
    vidas a la suya. Al momento de preparar sobre el altar el pan y
    el vino, el sacerdote dice en secreto estas palabras "el agua
    unida al vino, sean signo de nuestra participación en la
    vida divina de quien ha querido participar nuestra
    condición humana"

    3.7.8.-LAVARSE LAS MANOS ANTES DE LA CONSAGRACION

    Lo hace como un gesto de purificación. El presidente se
    lava las manos para pedirle a Dios que lo purifique de sus
    pecados.

    3.7.9.-PARTIR EL PAN

    El origen de este gesto en la Eucaristía lo conocemos
    todos. La cena judía, sobre todo la pascual, comenzaba con
    un pequeño rito; el padre de familia
    partía el pan, para repartirlo a todos, mientras
    pronunciaba una oración de bendición a Dios.

    Cristo también lo hizo en su ultima cena: "Tomó
    el Pan, dijo la bendición, lo partió y lo
    dio…" Es mas, fue este el gesto que mas impresiono a los
    discípulos de Emaus en su encuentro con Jesús
    Resucitado y fue este rito simbólico que vino a dar nombre
    a toda la celebración Eucarística en la primera
    generación.

    El Misal Romano explica "por la fracción de un solo pan
    se manifiesta la unidad de los Fieles" (IGMR 48) "El gesto de la
    fracción del pan que era el que servia en los tiempos
    apostólicos para denominar la misma Eucaristía,
    manifestara mejor la fuerza y la importancia del signo de la
    unidad de todos en un solo pan y de la caridad por el hecho de
    que un solo pan se distribuye entre los hermanos (IGMR 283)

    3.7.10.-COMER EL PAN

    Al comer el pan estamos convencidos de que nos alimentamos con
    el Cuerpo de Cristo. Su palabra ("Esto es mi Cuerpo") sigue
    eficaz y su espíritu es el que ha dado a este pan que
    hemos depositado sobre el altar su nueva realidad: ser el cuerpo
    del Señor glorificado que ha querido ser nuestro alimento.
    Este es el primer sentido que Cristo ha querido dar a la comida
    Eucarística: " mi carne es verdadera comida"

    También hay otros valores y
    gracias que Cristo expresa en el Evangelio con este simbolismo de
    la comida: el perdón, la alegría del reencuentro,
    la fiesta, la plenitud y la felicidad del reino futuro. Basta
    ver: El Hijo Pródigo, la multiplicación de los
    Panes y peces,
    etc.

    Pablo, mas tarde entenderá la "comida" como
    símbolo de fraternidad eclesial..

    3.8.-A MANERA DE CONCLUSION DEL CAPITULO

    En el desarrollo de
    esta parte, hemos resaltado la importancia de conocer el
    símbolo, el signo, el gesto. En la celebración el
    símbolo no se explica, no se habla de el, es él que
    nos habla. En que nos sirve de puente para conocer lo
    trascendente. Es esencial que los gestos que hacemos o la forma
    con que disponemos nuestros cuerpos en el espacio hablen por si
    mismos, Si en cada una de las celebraciones Eucarísticas
    se trataran de explicar los símbolos o gestos, se
    volverían interminables. No obstante al participar en la
    celebración hay que vivir el símbolo. Que el
    símbolo pueda hablar por si mismo, en el corazón
    mismo de la acción simbólica, antes de que
    intentemos hablar de él.

    Así es como, en los primeros siglos de la Iglesia,
    entendían las cosas nuestros padres en la fe. En el camino
    de Emaus, no fue por la narración de la historia de la
    salvación por lo que los discípulos reconocieron al
    Maestro.(Cfr. Lc. 24,25-27), Si no al partir el pan (Lc.24, 31)
    pues el símbolo les recordó el obrar de
    Jesús en la ultima Cena.

    IV.-
    CONCLUSION

    El símbolo no lo es todo en la celebración,
    claro esta. Por una parte esta la invisible acción de
    Cristo y de su Espíritu, y por la otra nuestras invisibles
    actitudes
    interiores de fe, de alabanza o de conversión. Y en medio,
    la palabra, el canto, el silencio. Y también, como
    lenguaje muy característico de la celebración
    litúrgica, la acción simbólica. Todo resulta
    complementario para expresar globalmente el encuentro entre lo
    trascendente y lo humano. Si el símbolo da corporeidad a
    la palabra, la palabra ilumina y quita equívocos al
    símbolo.

    En la celebración los símbolos tienen una
    función muy densa. No solo representan una realidad
    invisible sino que la contienen. Tienen capacidad de
    mediación. Cuando realizamos los gestos simbólicos,
    no son solo los otros los que llegan a conocer lo que queremos
    decir. Somos nosotros mismos los primeros que tomamos conciencia
    de algo, y con la acción simbólica nos realizamos,
    ahondando en la actitud que sentimos en ese momento.

    En el cristianismo es muy importante la palabra. El Evangelio
    es Buena Noticia. Pero la acción simbólica, a
    partir de la misma persona de Cristo, símbolo denso del
    Padre, da fuerza a la palabra y hace accesible la realidad
    misterica de la presencia de Cristo en nuestra existencia.

    En la liturgia lo fundamental es la acción invisible de
    Dios y la respuesta también invisible de nuestra fe y
    nuestra sintonía interna. Pero la acción
    simbólica, lenguaje característico de la liturgia
    nos ayuda a expresar y comprender vivencialmente este encuentro
    intimo con Dios.

    Jesús, fue un gran maestro de la pedagogía
    simbólica. También en el A.T. muchos profetas lo
    fueron. Nuestros presidentes de celebración deben
    renovarse cada día en la liturgia. No se puede caer en el
    mero simbolismo sin sentido o para decirlo de otra forma en el
    ritualismo, cumplir rito por rito olvidándose de todo
    aquello por lo que esta hecho y sobre todo de aquellos para los
    que esta hecho.

    Tampoco se puede caer en la observancia escrupulosa, pero
    superficial, de las rubricas, esas pequeñas notas escritas
    en rojo que indican en los libros
    litúrgicos lo que hay que hacer y como hay que hacerlo. Es
    decir, ejecutar materialmente las prescripciones sin
    espíritu, sin comprometer en ellas, no ya la propia fe o
    la propia piedad, sino ni siquiera el cuerpo. Extender los
    brazos, porque lo dice el ritual, pero no es ese verdaderamente
    mi intención gestual.

    Tanto el que preside la celebración como el que
    participa en ella debe vivirla a cada momento, si no la misa
    podría ser, como la toma un humorista venezolano, una
    especie de clase de
    aeróbicos, pararse, sentarse, arrodillarse….

    Sobre este tema del simbolismo litúrgico,
    podríamos trabajar muchisimo. Sobre cada gesto, cada
    símbolo se podrían realizar innumerables tesis. En este
    trabajo, por ejemplo he obviado el canto, elemento muy importante
    en la celebración y tal vez muchos otros. La misma
    preparación del lugar, en los evangelios
    sinópticos, en los relatos previos a la cena a la Cena
    Jesús encarga a sus discípulos, la necesidad de
    preparar cuidadosamente, la sala grande, necesaria para celebrar
    la Cena Pascual (cf Mc. 14,15; Lc.
    22,12).

    Desde la justificación del trabajo, hacia ver la
    insistencia de las ultimas Conferencias del Episcopado
    Latinoamericano y los documentos del Papa Juan Pablo II, en la
    necesidad de enriquecer la liturgia, de tomar parte de ritos de
    las culturas de nuestro continente que puedan introducirse en la
    liturgia, sin alterar las normas pero enriqueciéndola cada
    vez mas. Los símbolos serán los mismos pero junto a
    sus connotaciones de tradición y de raíces,
    necesita también llegar a la personalidad
    cultural y subjetiva de la comunidad que celebra, y por tanto
    necesita un instinto de adaptación continuamente
    despierto,

    Sentido de lo sagrado. Sentido del símbolo. Dos
    direcciones interesantes de reflexión para que las
    celebraciones litúrgicas vayan teniendo mayor profundidad
    y verdad y sean por tanto mas eficaces para alimentar nuestra
    sintonía con la salvación que Dios nos ofrece en
    ellas.

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