Monografias.com > Educación
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La educación y tecnología



    1. Educación, técnica y
      tecnología
    2. Características de la
      sociedad de la información

     1.1.
    EDUCACIÓN, TÉCNICA Y
    TECNOLOGÍA.

    Es necesario justificar el papel que juega la
    tecnología y el desarrollo
    tecnológico en la sociedad,
    así como analizar su incidencia en distintos
    ámbitos sociales, ya que como se ha puesto de manifiesto
    en numerosas ocasiones, el desarrollo técnico de las
    nuevas tecnologías de la información y comunicación va por delante del estudio de
    sus repercusiones sociales.

    La sociedad moderna se inicia con la Revolución
    industrial producida a lo largo de los siglos VIII y XIX. La
    industria se
    convierte en el motor de la
    actividad económica y las herramientas
    artesanales son sustituidas por las máquinas
    (máquina de vapor, máquinas eléctricas…),
    nuevas
    tecnologías que modifican profundamente los sistemas de
    producción y comunicación.

    Se inicia la secuencia progreso tecnológico =
    desarrollo económico = bienestar social, tal como
    economistas y científicos sociales han confirmado (Parejo,
    1997). Un gran cambio se
    produce también a nivel social, la burguesía se
    consolida como la clase social
    hegemónica, comprometida con la financiación de los
    nuevos procesos
    tecnológicos, mientras surge con fuerza como
    clase social el proletariado.

    La relación entre cambio social y desarrollo
    tecnológico
    es evidente a lo largo de la historia, sin embargo la
    responsabilidad real de la tecnología en la
    transformación social es una cuestión debatida
    ¿hasta qué punto el cambio de las sociedades
    desarrolladas es causa o efecto de las nuevas tecnologías?
    Esta cuestión sigue generando discursos
    encontrados que aparecen cada vez que se descarga la
    responsabilidad de determinadas conductas y hábitos
    sociales en los nuevos medios de
    comunicación (televisión, Internet,..).

    Así surgen preguntas como ¿es la juventud
    más agresiva como consecuencia de su exposición
    a la
    televisión o aumenta la agresividad en los medios de
    comunicación de masas porque la sociedad es cada vez
    más agresiva y competitiva?, ¿generan los videojuegos
    pautas de actuación machistas o sólo son una
    prolongación de las pautas existentes en nuestra
    sociedad?, etc.

    El cambio tecnológico que estamos experimentando
    y el auge de nuevas formas de comunicación, hace
    imprescindible una reflexión desde la educación sobre el
    impacto de estas nuevas herramientas de comunicación,
    tanto en los comportamientos y los procesos de
    pensamiento de todos los grupos humanos
    como en las actitudes de
    la sociedad hacia estos nuevos medios y los modos de vida que
    sustentan, sin olvidar su impacto en las instituciones
    educativas y los nuevos procesos de enseñanza y aprendizaje que
    se posibilitan.

    La tecnología ha generado planteamientos y
    actitudes muy diferentes
    a lo largo de la historia, hay
    épocas de escepticismo, de optimismo y de desasosiego ante
    los logros y las posibilidades de la
    tecnología.

    En el mundo antiguo se reconoce la necesidad de
    la tecnología pero se sospecha, se desconfía de la
    misma, se piensa que es necesaria pero peligrosa, ya que ocasiona
    deterioros en la fe (confianza en los dioses como providencia).
    Los poetas y filósofos griegos (Platón,
    Socrátes, Homero,
    Jerofonte…) se muestran recelosos ante la opulencia y el estado de
    bienestar que traen consigo las "technai" si no se delimitan
    correctamente las fronteras de su actuación. Las personas
    se habitúan a las cosas fáciles y eligen lo menos
    perfecto cuando lo bello se encuentra en la dificultad y la
    perfección se encuentra en el extremo opuesto de lo
    sencillo.

    La tecnología no puede ser la finalidad
    última de la mente humana, pues no puede liberar a
    ésta de las cuestiones mundanas. Mirando hacia la
    tecnología la persona no
    podrá nunca desarrollar una sabiduría espiritual,
    como máximo podrá alcanzar la sabiduría de
    las "technai". La desconfianza frente a la tecnología
    presidió la cultura de
    occidente hasta finales de la Edad
    Media.

    El Renacimiento y la
    Ilustración cambia la postura de los hombres hacia la
    tecnología considerando que ésta es
    intrínsecamente buena y que sólo una accidental
    mala utilización de la misma puede causar efectos
    perniciosos. Bacon fue uno de los primeros autores en rechazar la
    idea de que la técnica ejercía una influencia
    corruptora sobre la moral, al
    contrario, defendió que los hombres encontrarían en
    la tecnología la forma de mitigar el sufrimiento propio de
    la condición humana. Su obra "New Atlantis" (1627) ha sido
    considerada una de las primeras utopías científicas
    al contemplar una sociedad urbana que progresa gracias a los
    adelantos técnicos frente a la concepción
    clásica de progreso ligado al refinamiento de las formas
    socio-políticas.

    Adoptando una postura irónica, Bacon
    afirmará que la invención de la pólvora, la
    imprenta o el
    compás han hecho más por la humanidad que todos los
    discursos y debates filosófico-políticos que han
    tenido lugar a lo largo de la historia.

    Posteriormente autores como D´alembert, Kant, Hume,…
    van a expresar su confianza en la acción
    tecnológica de los individuos.

    Como consecuencia de la expansión
    tecnológica que tiene su hito más llamativo en la
    Revolución Industrial en la Inglaterra del
    siglo XVIII y los problemas
    sociales que ésta genera, surge el movimiento
    romántico. El Romanticismo
    puede entenderse como una reacción crítica
    a la racionalidad científica moderna. Sus representantes
    defienden la importancia y legitimidad de la imaginación y
    el sentimiento de forma angustiada y ambigua, y cuestionan la
    esclavitud que
    se oculta bajo el disfraz de lo bueno. Rousseau
    (1750) en su obra "Discurso sobre
    los Efectos Morales de las Artes y las Ciencias"
    escribe:

    "A medida que aumentan las comodidades de la vida,
    a medida que las artes son llevadas a la perfección y
    que el lujo se extiende, el verdadero coraje languidece, las
    virtudes desaparecen. (…) El dinero
    aunque compra todo lo demás no puede comprar moral y
    ciudadanos. (…) Los políticos del mundo antiguo
    estaban siempre hablando acerca de moral y virtud; los nuestros
    no hablan de otra cosa que no sea comercio y
    dinero.
    (…) Nuestras mentes han sido corrompidas en la misma medida
    que las artes y las ciencias han mejorado"
    (Cit. en
    Mitcham, 1989b: 22).

    La revolución
    tecnológica actual se equipara en cuanto a trascendencia a
    esa primera revolución industrial (Castells, 1986). Si
    bien en ésa el elemento clave fue el control de
    diferentes fuentes de
    energía, ahora la clave se encuentra en el control de la
    información, por lo que se ha denominado la
    Revolución de la Información. Este
    fenómeno tendría como características
    básicas:

    • Los desarrollos tecnológicos afectan a los
      procesos en mayor medida que a los productos.
    • El desarrollo en redes genera una
      interconexión entre los sujetos sin barreras espaciales
      y temporales de un gran impacto para la
      comunicación humana.
    • El dominio de los
      países industrializados sobre el resto, apoyada en el
      control de los procesos de información y de la gestión de sus redes a nivel
      mundial.

    Quizá podríamos calificar la
    posición actual sobre la tecnología de "confianza
    absoluta", se nos vende la tecnología como modernidad, como
    solución a todos nuestros problemas y la
    sociedad asume que la tecnología nos hace más
    libres, más independientes, nos abre nuevas posibilidades
    de comunicación y de información. Pocas son las
    voces que se alzan contra la hipnosis de las nuevas
    tecnologías y los discursos críticos, que provienen
    del mundo de la filosofía, sociología, pedagogía,.. son acalladas con las
    espectaculares aplicaciones pragmáticas que el mercado nos
    ofrece.

     La
    Tecnología: Técnica y Ciencia.

    La Tecnología se ha situado entre la ciencia y
    la técnica, entre los componentes teóricos de la
    primera y las ejecuciones prácticas de la segunda, siempre
    orientada a la resolución de los problemas que la
    humanidad se ha ido encontrando, aunque en algunos momentos se
    replantee las dimensiones éticas de los avances
    conseguidos.

     Ciencia y Tecnología.

    La palabra ciencia, etimológicamente, proviene
    del latín "scientia", el equivalente del griego
    "episteme": conocimiento
    riguroso, metódico, organizado. Remontándonos a
    Platón,
    éste diferenciaba entre el saber "episteme" y el saber
    "doxa".

    La doxa, como saber cotidiano, es apariencial, se
    nos presenta indemostrable e irrepetible en sus datos y preceptos
    y está en contraposición a la ciencia y al saber
    verdadero. La episteme, como saber de la ciencia, presenta
    un doble sistema de
    referencia: sus "verdades", por un lado, deben ser válidas
    en la realidad (praxis), y,
    por otro, deben ser ubicadas dentro de un sistema cognoscitivo.
    Desde esta concepción del saber, conocer un
    fenómeno no significa simplemente poder
    reaccionar ante él, sino conocer la conexión que lo
    liga a otros fenómenos y captar el lugar que ocupa entre
    éstos.

    Se puede decir que ya desde el principio, el conocimiento
    científico se plantea como algo que va más
    allá del conocimiento cotidiano, es decir, pretende
    alcanzar la esencia y las leyes de los
    fenómenos y los hechos. Para ello se estructura
    sobre algunos supuestos (Ander-Egg, 1.983: 30) 

    • El conocimiento es posible: éste es un
      principio que da por sentado tanto el hombre
      común como el científico.
    • Existe un mundo objetivo, y
      la realidad tiene una contextura independiente del conocimiento
      que el hombre puede
      tener de ella.
    • De esta realidad se puede afirmar algo de sus
      propiedades estructurales y relacionales, que se captan por una
      serie de procedimientos
      y por la imaginación y la intuición del
      hombre.
    • Esta realidad es la base y el punto de arranque del
      conocimiento. En consecuencia, el
      conocimiento científico queda acotado al terreno o
      ámbito de la realidad.
    • El conocimiento científico procura establecer
      una conexión universal de los
      fenómenos.
    • Para que el conocimiento tenga carácter científico, es necesario
      elaborar instrumentos que garanticen y controlen la validez de
      los conocimientos adquiridos.

     De todo ello se desprende que los
    conocimientos no aislados, sino incorporados a un sistema,
    constituyen una ciencia. Ahora bien ¿qué
    relación se puede establecer entre la ciencia y la
    tecnología?
    . Se puede distinguir una secuencia que
    iría desde la investigación básica a la
    investigación aplicada y de ésta al desarrollo
    tecnológico.

    La noción de ciencias puras y aplicadas extrae
    parte de su dureza de una imagen aparecida
    en el S.III en Occidente: la del árbol de la ciencia de
    Porfirio.

    Según esa concepción, los conocimientos se
    parecerían a un árbol, en el sentido de que ciertos
    conocimientos fundamentales formarían el tronco que se
    dividiría en varias ramas gruesas que, a su vez, se
    ramificarían abundantemente. De este modo, las preguntas
    que se plantean en ciencias fundamentales son preguntas de
    ciencias paradigmáticas (o, retomando la expresión
    de Khun, "ciencia normal"). Así es como se puede creer
    que, hasta cierto punto, esas investigaciones
    fundamentales producen un saber "puro" de toda interacción con la sociedad. Pero, "tal
    visión es evidentemente parcial, ya que las
    investigaciones fundamentales se corresponden finalmente
    también con cierta demanda social
    y con ciertos intereses"
    (Fourez, 1994: 143).

    Podríamos clarificar los diferentes conceptos en
    estos términos: Las ciencias básicas se
    orientan a la adquisición de nuevos conocimientos,
    responden a demandas internas de la propia disciplina,
    estudian problemas definidos en el mismo paradigma que
    domina el campo de conocimiento y los criterios de validez de los
    resultados los establece la misma comunidad
    científica.

    Las ciencias aplicadas tienen un destino social
    directo, responden a demandas sociales externas y la validez de
    los resultados será juzgada por un grupo social
    diferente al de los investigadores. Finalmente, las
    tecnologías se consideran aplicaciones concretas
    dentro de un contexto social determinado. La relación
    entre estos tres conceptos es dinámica, influyéndose mutuamente.
    Ciencias y tecnologías aparecen en la actualidad
    estrechamente vinculadas y en muchos casos resulta difícil
    determinar qué tipos de desarrollos pueden ser
    considerados como técnicos y cuáles como
    científicos. Las diferencias entre Ciencia y
    Tecnología
    , siguiendo a Bunge (1981) y Sancho (1994a:
    21) podrían resumirse en:

    • La tecnología no informa de lo que va a
      ocurrir, aunque sí de los métodos
      para evitar o cambiar lo que va a ocurrir.
    • La tecnología es más pobre y menos
      profunda, ya que reduce y simplifica el conocimiento de acuerdo
      con las necesidades.
    • La tecnología estudia variables
      externas, en tanto que la ciencia estudia variables
      intermedias.
    • La ciencia es un instrumento para el
      tecnólogo.
    • La tecnología busca la eficacia, la
      ciencia la verdad.
    • El científico contrasta teorías mientras el tecnólogo las
      utiliza.
    • La ciencia persigue leyes y la tecnología
      normas.

    Respecto a las características
    epistemológicas de la tecnología, Sarramona (1990)
    le confiere las siguientes: Racionalidad (las decisiones
    adoptadas deben apoyarse en decisiones razonadas), Sistematismo
    (los elementos que intervienen en el proceso son
    contemplados en sí mismos y en relación con los
    demás), Planificación (la tecnología demanda
    un proceso anticipatorio sobre la acción), Claridad de las
    metas (el proceso tecnológico se desarrolla para alcanzar
    metas claramente especificadas de antemano), Control, Eficacia y
    Optimización.

    Por su parte, García Carrasco (1996) identifica
    el objeto artificial (a diferencia del natural) y el diseño
    del mismo (a diferencia de una representación a
    posteriori) como los conceptos clave de la tecnología. En
    relación a estos dos conceptos, las características
    de la tecnología serían:

    • Se diseña o planea con la ayuda de
      algún tipo de conocimiento expresable y utilizable por
      otros.
    • El diseño es de carácter
      estratégico.
    • La acción técnica se
      aprende.
    • La acción técnica es legal o normativa,
      es decir, se rige por especificaciones y reglas.

    Podríamos decir, a tenor de lo expuesto y a modo
    de síntesis,
    que la distinción entre ciencias y tecnología
    extrae su sentido de la diferencia de los contextos sociales en
    los que los saberes científicos y tecnológicos se
    aplican
    . Así, los saberes científicos se
    aplican en un lugar restringido, los laboratorios, y están
    unidos a una investigación particular: la comunidad
    científica. Por el contrario, los saberes
    tecnológicos o las ciencias aplicadas se utilizan en la
    realidad social tomada globalmente, en el mundo
    exterior.

    Por otra parte, es necesario insistir en la idea de que
    las ciencias y las tecnologías no son
    neutras
    , no son instrumentos puramente materiales,
    sino que también remiten a un sistema social. Las opciones
    tecnológicas condicionan el tipo de vida social de un
    grupo y las ciencias responden a determinadas motivaciones
    sociales. Por su parte, Mitcham (1990) establece la
    relación moderna entre ciencia, tecnología y
    sociedad
    en base a las siguientes proposiciones:

    1. La ciencia y la tecnología deben estar
      separadas, aunque se establezcan entre ambas complejas
      interrelaciones.
    2. Tanto la ciencia como la tecnología deben
      estar controladas democráticamente por la sociedad o la
      política.

    La creciente importancia social de la ciencia y la
    tecnología ha provocado el surgimiento de un campo de
    investigación interdisciplinar denominado "Ciencia,
    tecnología y sociedad", cuyo objetivo es el estudio del
    desarrollo científico y tecnológico y de sus
    consecuencias sociales.

    "Cuando uno comienza a entrever la complejidad que
    subyace en este tipo de problemas, caracterizados por el
    descubrimiento de una plétora de dimensiones humanas
    encarnadas en nuestros conceptos de ciencia y
    tecnología, y de las dimensiones tecnológicas
    que conforman nuestra imagen del ser humano, aparece con
    más claridad la importancia de la filosofía hacia
    terrenos aún sin desbrozar como el de los Estudios de
    Ciencia, Tecnología y Sociedad, que tratan de
    sistematizar una concepción interdisciplinaria de la
    ciencia y la tecnología que trae a la superficie este
    intercambio de dimensiones"
    (Bustamante, 1993:
    21)

    En mi opinión es acertado el análisis de Bustamante (1993: 13), para
    quien la capacidad transformadora de la tecnología se
    muestra en una
    doble vertiente: tecnología como instrumento de construcción de la realidad, y como
    creadora de imágenes y
    modelos del
    hombre y la sociedad. Ciertamente, la ciencia y la
    tecnología, la investigación científica y el
    desarrollo tecnológico (I+D) son recursos
    críticos para la competitividad
    económica de un país y también,
    indirectamente, para la calidad de
    vida y el bienestar social.

    En las sociedades avanzadas actuales el desarrollo
    científico y el cambio técnico no sólo
    afecta a las estructuras
    productivas (cada vez más intensivas en ciencia y
    tecnología) sino también al conjunto de las
    estructuras e instituciones sociales.

    Así, se pueden distinguir tres teorías que
    se ocupan del estudio de esta relación: la teoría
    instrumental, la teoría substantiva y la teoría
    crítica. (Feenberg, 1991; Sancho 1994a)

    La teoría instrumental, que coincide con
    la visión dominante de los gobiernos modernos y de las
    políticas científicas en las que confían,
    trata la tecnología como subordinada a los valores
    establecidos en otras esferas sociales (por ejemplo, la
    política y la cultura). En esta visión subyace la
    idea de sentido común de que las tecnologías son
    herramientas preparadas para servir a quienes las
    usan.

    La teoría substantiva, sin embargo,
    atribuye a la tecnología una fuerza cultural
    autónoma que anula todos los valores tradicionales o en
    competencia. Su
    argumento es que la tecnología constituye un nuevo tipo de
    sistema cultural que reestructura todo el mundo social como un
    objeto de control. Este sistema se caracteriza por una
    dinámica expansiva que, en definitiva, mediatiza cualquier
    enclave pretecnológico y configura toda la vida
    social.

    La teoría crítica de la
    tecnología traza un recorrido difícil entre la
    resignación y la utopía. Argumentan que la
    conquista de la naturaleza no
    es un hecho metafísico, sino que comienza en la
    dominación social. Por lo tanto, el remedio se
    encontrará en el avance democrático. La
    liberación de la humanidad y la liberación de la
    naturaleza se conectan en la idea de una reconstrucción
    radical de la base tecnológica de las sociedades modernas.
    Al elegir nuestras tecnologías nos convertimos en lo que
    somos, lo que a su vez condiciona nuestro futuro.

    En los debates actuales sobre la informatización
    de la sociedad y los aspectos filosóficos de la inteligencia
    artificial se manifiesta el esfuerzo que llevan a cabo
    filósofos y científicos sociales para aportar
    nuevos elementos que nos permitan comprender mejor la naturaleza
    y el impacto de una tecnología que de forma a veces
    disimulada propone imágenes y modelos de cómo el
    ser humano debería ser y funcionar. Dicho de otra manera,
    ese "nuevo tipo de sistema cultural" que, según Feenberg,
    constituye la tecnología, se vivencia como problema: la
    deshumanización. Esto es, la posible pérdida de
    perspectiva de los valores y
    fines humanos que la tecnologización de los distintos
    aspectos de la vida en una sociedad avanzada puede
    generar.

    Desde una perspectiva crítica, Alvarez y
    Méndez (1995) van más allá, cuestionando el
    imperativo tecnológico no sólo en sus repercusiones
    sociales sino también y fundamentalmente en sus procesos
    de configuración y
    desarrollo.

    Estos autores mantienen que la dinámica del
    cambio sociotécnico no es unidireccional, sino que al
    mismo tiempo que la
    tecnología construye la sociedad, los grupos y actores
    sociales, con sus valores e intereses, configuran la
    tecnología. Esta idea le lleva a introducir
    términos como "tecnología en acción",
    "tecnología trenzada con la ciencia y la sociedad",
    "ingeniería heterogénea", con los
    cuales quieren presentar una nueva concepción de las
    relaciones entre ciencia, tecnología y sociedad, superando
    la identificación de la tecnología con los
    artefactos, analizando cómo se configuran las diferentes
    tecnologías y poniendo de manifiesto cómo la
    tecnología está al servicio de
    determinados intereses sociales, o incluso de determinadas
    clases
    sociales.

    Desde esta óptica
    defienden que las actividades y productos de la acción del
    hombre traspasan la mera construcción de herramientas y
    máquinas y se pueden entender mejor si se agrupan en
    cuatro figuras:

    1. Tecnologías organizativas: establecen reglas
      de acción para las personas y comunidades, gestionan la
      distribución de bienes y el
      reparto de lugares y funciones de la
      sociedad.
    2. Tecnologías artefactuales: instrumentos
      físicos que gozan de cierta independencia de los agentes humanos para
      desarrollar su actividad.
    3. Tecnologías simbólicas: se identifican
      con signos,
      rituales, símbolos, representaciones
      geométricas y topográficas, etc.
    4. Biotecnologías: tecnologías cuyo
      componente principal y predominante incide sobre la vida
      biológica.

    El análisis de las distintas tecnologías
    que el hombre elabora y de las que se sirve en función de
    determinados valores e intereses, nos lleva a no perder de vista
    que la historia de la ciencia y de la tecnología, lejos de
    moverse por la pura racionalidad y la perfección de las
    máquinas, está marcada por los deseos, las
    necesidades y los propósitos de la sociedad, de los
    hombres y mujeres que la forman.

     Técnica y
    Tecnología.

    El término griego "téchne" (arte, destreza)
    es la raíz común de las palabras técnica y
    tecnología; el sufijo "logía" proviene del griego
    "logos" (palabra, habla, tratado). En un análisis
    puramente etimológico-semántico, podemos decir que
    "la tecnología es el tratado o ciencia que estudia la
    técnica", y ¿qué se entiende por
    técnica?.

    Se puede decir que la conceptualización de la
    técnica como "saber hacer de forma eficaz", y con
    el sentido de "realización material y concreta de algo"
    parece encontrar un amplio consenso. Así, se podría
    definir como: "un conjunto de procedimientos dirigidos a hacer
    bien una cosa" (Fullat, 1.978: 20) o "una acción
    técnica, proceder técnico o intervención
    técnica, un modo de saber empírico, artesanal,
    precientífico" (Benedito, 1.987: 57).

    La técnica se vincula, además, a los
    procesos de transformación de la naturaleza por parte del
    hombre con objeto de cubrir diferentes tipos de necesidades,
    desde las más básicas ligadas a la supervivencia,
    hasta necesidades relacionadas con el ocio y la calidad de
    vida.

    En este sentido, las diferentes concepciones de la
    "técnica" reflejan distintas actitudes
    , en unos casos
    favorables al desarrollo tecnológico de las sociedades, en
    otros muy críticas ante el mismo.

    Ortega y Gasset (1939) analiza el concepto de
    técnica desde una perspectiva antropológica,
    concluyendo que la dimensión más importante de la
    técnica no reside en la satisfacción de las
    necesidades humanas sino en la ampliación del campo de
    posibilidades de acción del hombre sobre su
    entorno.

    También desde una perspectiva
    antropológica, el filósofo Zubiri (1986:331) aborda
    en concepto de técnica y a su juicio, la técnica
    expresa "la unidad intrínseca entre el saber y el hacer" y
    cuando el hacer se refiere a la inteligencia
    surge la invención creativa del hombre, creación
    que se aplica fundamentalmente a la resolución de
    problemas reales. Y que llega a producir de forma artificial lo
    mismo que la naturaleza, nuestra técnica no se limita a
    fabricar artefactos, sino que puede producir entes naturales y
    controlados. En este sentido, el autor parecía prever el
    espectacular desarrollo que se iba a producir en las áreas
    de biotecnología e ingeniería
    genética, ciencias de gran impacto en la
    actualidad.

    En el polo opuesto encontramos autores críticos
    como Mumford y Winner, el primero vincula el avance
    científico y técnico con intereses
    económicos y políticos y el segundo se pregunta
    qué formas de tecnología son compatibles con las
    sociedades democráticas.

    Definido el concepto de técnica y puesto de
    manifiesto las diferentes actitudes hacia el desarrollo
    tecnológico, cabe preguntarse ¿qué
    diferencia existe, si la hay, entre técnica y
    tecnología?. La respuesta podría resumirse en
    considerar que la tecnología es una ciencia aplicada a
    la resolución de los problemas que se basa en la
    utilización de técnicas
    avaladas por el conocimiento científico.
    La
    diferenciación entre tecnología y técnica se
    puede establecer, siguiendo a Bunge (1980), en la
    consideración de la ciencia. Si la ciencia aporta formas
    de saber, la tecnología aporta formas de hacer
    basándose en los conceptos científicos. La
    tecnología se vincula fundamentalmente a las
    técnicas industriales, mientras que la técnica se
    relaciona con habilidades prácticas vinculadas a procesos
    artesanales.

    Algunos autores se expresan en este sentido cuando
    tratan de caracterizar lo que es la tecnología:

    "La tecnología aparece cuando el problema de
    acción que se pretende resolver mediante la
    aplicación de técnicas es objeto de
    reflexión teórica; de ahí, entonces, que
    se pueda afirmar que la tecnología es la teoría
    de la técnica"
    (Colom, 1.986: 18).

    "La Enciclopedia francesa prestó una gran
    atención a todas las técnicas, en
    particular a las mecánicas, incorporándolas al
    "saber" (la ciencia). Esta incorporación ha sido tan
    completa que en algunos momentos se ha llegado a considerar no
    sólo que la técnica es un saber, sino que el
    saber es fundamentalmente técnico. Esta fusión
    indisoluble (y aparentemente indispensable) entre ciencia y
    técnica abre un nuevo espacio de conocimiento, el de la
    tecnología, como una técnica que emplea
    conocimientos científicos y que a su vez fundamenta a la
    ciencia al darle una aplicación práctica. La
    tecnología se configura como un cuerpo de conocimientos
    que, además de utilizar el método
    científico, crea y/o transforma procesos
    materiales"
    (Sancho, 1.994a: 19).

    Dos características fundamentales parecen
    dibujarse del análisis de las definiciones expuestas: la
    referencia a la resolución de problemas prácticos
    por parte de la tecnología y la referencia asimismo a su
    carácter teórico, estableciendo por esta vía
    la relación entre Ciencia y Tecnología. Por otra
    parte, la tecnología como proceso humano puede entenderse
    que forma parte de la cultura y como elemento cultural la
    tecnología lleva asociados determinados valores, plantea
    determinadas relaciones del hombre con la naturaleza y entre las
    propias personas. Por lo tanto, es necesario el análisis y
    reflexión sobre las dimensiones humanas y sociales
    asociadas al desarrollo tecnológico, teniendo como
    ángulo de visión las repercusiones educativas de
    los cambios culturales y sociales que conlleva el desarrollo
    tecnológico.

     Ciencia, Tecnología y
    Sociedad.

    Se puede decir que las características más
    genuinas de la sociedad actual son el cambio y la complejidad.
    Tal afirmación es explicada por Sancho (1993, 1997) debido
    al aumento extraordinario del volumen de
    conocimientos científicos, tecnológicos y sociales
    experimentados desde finales del siglo XIX, la utilización
    masiva de las tecnologías de la información y la
    comunicación en todos los ámbitos de la vida,
    unidos a las tendencias político-económicas
    vigentes desde los años 80. En este contexto se
    están cuestionando y redefiniendo muchas concepciones
    tradicionales de lo que significa ser una persona culta, educada
    y profesional, el valor de los
    conocimientos y habilidades personales y profesionales, el papel
    de los sistemas
    educativos escolares, el sentido de la formación
    más allá de la enseñanza reglada, etc. La
    educación debe responder a la necesidad de afrontar
    cambios de forma continuada, no sólo a nivel profesional
    sino también personal, social
    y cultural; de enfrentarse a situaciones complejas que requieren
    el desarrollo de nuevas capacidades y habilidades, incluso nuevos
    modelos culturales, sistemas de valores, pautas de
    actuación y modos de vida; de saber vivir en un mundo que
    rebosa información pero en el que las personas no saben
    más.

    También se caracterizan las sociedades
    industriales avanzadas por la
    globalización de la economía, la
    revolución de las tecnologías de la
    información y de la comunicación y un profundo
    cambio cultural en los valores y formas de vida occidentales
    (Castells, 1994). Este cambio en los modos, usos y costumbres
    culturales vienen dados, entre otras causas, por el
    tránsito desde valores materialistas propios de una
    sociedad industrial hacia valores postmaterialistas (pacifismo,
    ecología,
    calidad de vida) representativos de una sociedad postindustrial,
    postmoderna o informacional (Inglehart, 1991).

     Cultura y Tecnología.

    La relación entre la educación y la
    cultura
    en nuestra sociedad actual es un tema que se
    está replanteando a través de la reflexión
    sobre los valores: los valores en el curriculum,
    los valores en los medios de
    comunicación, los valores en la sociedad post-moderna,
    etc. Y esto es así porque la cultura se entiende como un
    conjunto de reglas de conducta y
    representaciones de la realidad, pero también como un
    conjunto de valores e ideas.

    En el hecho cultural, Quintanilla, filósofo de
    reconocido prestigio, destaca la presencia de ideas y valores,
    así como la existencia de lenguajes que asumen el papel de
    instrumentos de comunicación para esas ideas y valores,
    constituyendo una identidad
    compartida. La cultura puede concebirse como

    "el conjunto de representaciones, reglas de
    conducta, ideas, valores, formas de comunicación y
    pautas de comportamiento aprendidas (no innatas) que
    caracterizan a un grupo social"
    (Quintanilla, 1992:
    2).

    El filósofo destaca dos tipos de valores
    tecnológicos: intrínsecos y extrínsecos. Los
    primeros incluyen la eficiencia, la
    eficacia y la fiabilidad. La eficiencia técnica alude a la
    adecuación entre medios y fines. Los valores
    extrínsecos se vinculan a la idoneidad de una
    tecnología destinada a un determinado grupo humano y las
    consecuencias para los individuos, el entorno o la estructura
    social. Las diferentes culturas tecnológicas se
    establecen en función de que se primen valores
    tecnológicos intrínsecos o extrínsecos
    (Quintanilla, 1992). La cultura es considerada, pues, como un
    entorno artificial que va creando el hombre, para lo cual utiliza
    máquinas y lenguajes. En relación a los medios
    tecnológicos, se puede abordar el concepto de cultura
    tecnológica, como una parte importante de la cultura
    compartida en las sociedades avanzadas.

    Desde una postura crítica, Bautista (1994a) nos
    alerta sobre dos dimensiones sociales de la tecnología
    ciertamente controvertidas: a) la tecnología y su alianza
    esencial con el poder; y b) la tecnología como
    dinámica de dominación. Por este motivo, antes de
    introducir los recursos tecnológicos en ámbitos
    educativos, es preciso cuestionar los significados que llevan
    asociados, pues muchos de ellos o bien contienen valoraciones
    como considerar neutral la tecnología, e incluso son poco
    respetuosos con la diversidad multicultural que llega a los
    centros educativos.

    En una perspectiva crítica se sitúan
    también los estudios de Ciencia, Tecnología y
    Sociedad
    , que conciben la tecnología y la cultura como
    sistemas dependientes entre sí, entendiendo que la
    tecnología contemporánea conforma un sistema que
    envuelve prácticamente todos los aspectos de la vida
    cotidiana de nuestro tiempo. Observada desde esta perspectiva,
    representa una forma cualitativamente diferente de
    relación del ser humano con la naturaleza:

    El fuerte impacto producido por la tecnología
    (información automatizada, microelectrónica…) en
    las sociedades actuales, independientemente de su nivel de
    desarrollo, es un hecho aceptado por todos. Sus efectos se hacen
    evidentes: transformación de las formas de trabajo y
    producción, ocupación del tiempo
    libre, modo de vida de los ciudadanos, dinámicas de
    relación entre distintos grupos
    sociales, modalidades de comunicación, etc. La
    educación, como sistema específico integrado en la
    sociedad, tampoco escapa a sus influencias.

     Educación y
    Tecnología.

    Si definimos la educación como un proceso
    de perfeccionamiento intencional coadyudado por la influencia
    sistematizada del educador dentro de un contexto socio-cultural
    (Castillejo, 1985), es decir, como un proceso interior y personal
    dirigido de forma intencional por otros e influido por el medio,
    al cual podríamos caracterizar como una sociedad
    tecnificada, tenemos que afirmar que la educación en estos
    momentos está necesariamente tecnificada, ligada al
    desarrollo tecnológico. Los procesos de
    culturización son asumidos en parte por las instituciones
    educativas pero también por las propias sociedades en
    sentido genérico. En este sentido la familia
    desempeña un importante papel y la influencia de las
    tecnologías de la información y comunicación
    (prensa, televisión, radio,
    Internet..) es cada vez mayor. La escuela pierde
    relevancia social y cultural mientras que ganan prestigio las
    tecnologías de la información. La identidad de la
    escuela se desdibuja en medio de una amplia oferta de
    productos culturales, la brecha entre la educación formal
    y la educación informal se abre cada vez
    más.

    A pesar de que vemos que la tecnología va
    cambiando muchos ámbitos de nuestro entorno (industria,
    transporte,
    medicina,…)
    y la vemos en nuestras casas, coches, oficinas…,
    difícilmente nos ha servido para cambiar el discurso sobre
    la enseñanza, raramente se ha integrado en la estructura
    del método de
    enseñanza, en lo que hay que enseñar y cómo
    hacerlo.

    La tecnología casi no ha entrado en el sistema
    educativo formal y cuando lo ha hecho, ha sido
    tímidamente y sin alterar apenas la esencia de los
    procesos educativos tradicionales. Si esta es la
    situación, se impone una reflexión sobre el por
    qué. Por qué ante este cambio social y
    culturalmente relevante, en el que las nuevas tecnologías
    y medios de comunicación
    social ocupan un papel fundamental, la escuela sigue la
    política del avestruz y se mantiene inamovible. Area
    (1995) alude a algunas razones que pueden explicar esta
    posición de la escuela al tiempo que se plantea nuevos
    interrogantes sobre la relación entre la escuela y la
    sociedad actual concluyendo de forma rotunda que el reto para la
    escuela
    pública es sacar la cabeza del agujero para dar a
    todos los alumnos las mismas posibilidades.

    A mi modo de ver, se trata de que los profesores
    empiecen a plantearse el papel de la tecnología y, en
    especial, las nuevas tecnologías de la información
    en los procesos curriculares y que estén dispuesto a
    redefinir, de alguna manera, sus roles docentes, lo
    que siempre supone un riesgo que hay
    que estar dispuesto a correr.

    Estableciendo una analogía con la empresa, se
    puede decir que es necesario redefinir muchos puestos de trabajo,
    en especial aquellos que consisten básicamente en una mera
    transmisión o en un simple almacenamiento de
    información, tareas que son desempeñadas en gran
    parte por los educadores. El educador, pues, ha de transformarse
    en un diseñador, gestor, animador y asesor de experiencias
    de aprendizaje no condicionadas por el horario, por la distancia
    o por sus propias limitaciones personales.

    En el ámbito empresarial, el modelo OITP
    (Organización, Individuos,
    Tecnología, Procesos) que trata de aproximar tres
    elementos clave de la empresa: la
    organización, la tecnología empleada y los
    individuos que la integran, para conseguir la
    transformación y mejora de los procesos propios de la
    empresa, se podría traspolar a la enseñanza en el
    sentido de clarificar qué aspectos de los procesos
    educativos pueden delegarse eficazmente en las herramientas
    tecnológicas y cuáles deben quedar en el
    ámbito del contacto humano personal.

    Llevando estos planteamientos a la enseñanza nos
    podemos preguntar ¿cuáles son las competencias de
    los profesionales de la enseñanza
    ? ¿puede
    hablarse de competencias amplias de la propia institución
    educativa? ¿qué competencias puede proporcionar la
    tecnología en los procesos formativos generados en el
    sistema educativo? ¿qué competencias docentes son
    necesarias para responder a las necesidades surgidas de la
    transformación social? ¿qué competencias han
    de considerarse en los programas de
    formación para la utilización efectiva de los
    recursos? ¿qué relevancia tiene la creatividad y
    la flexibilidad en la integración de los recursos
    tecnológicos en la enseñanza?

    Asimismo, cabría preguntarse qué
    papeles debe adoptar la educación escolar
    , como
    institución que refleja, cultiva o rechaza, más o
    menos críticamente, unos sistemas de valores (Sancho,
    1995) ¿desentenderse y pensar que lo que se haga en la
    escuela poco o nada influirá en lo que pase fuera?
    ¿subirse a la corriente y fomentar el saber, las
    actitudes, las capacidades y habilidades que pongan al alumnado
    en situación de "triunfar" en el gran mundo? ¿Ha de
    generar respuestas para una gran mayoría que,
    evidentemente, nunca triunfará? ¿ha de arrogarse el
    papel de defensora de valores sociales a modo de contravalor de
    las propuestas hegemónicas? ¿ha de considerar otras
    visiones del mundo aunque entren en conflicto con
    las del alumnado, las familias, otras instancias sociales?
    ¿Cuál es el papel de la Tecnología
    Educativa…?

    La tecnología debe y puede colaborar activamente
    en los procesos de cambio generados en el propio sistema
    educativo. La integración de la tecnología debe
    partir de las propias posibilidades de ésta y del
    reconocimiento de la trascendencia de las personas implicadas
    en todo proceso educativo
    . Esta es una de las claves de la
    transformación del sistema. La escuela, en los recursos
    que adopta, refleja los parámetros de la sociedad que los
    desarrolla, la cual trata de perpetuar una determinada cultura.
    De este modo la escuela se convierte en un instrumento social
    para transmitir determinados valores y modos de actuación,
    sin que éstos formen parte de su ideario.

    Las características que las sociedades
    desarrolladas presentan (internacionalismo, conflictos
    derivados de la intransigencia de las culturas, desarrollo de la
    industria como superestructura, alarmantes índices de
    contaminación medioambiental, profunda
    incidencia de la tecnología en la esfera personal y
    profesional de los ciudadanos, consumismo, influencia de los
    medios de comunicación de masas generando opiniones
    comunes y estableciendo un fuerte control social,
    uniformización de la sociedad, incertidumbres generadas
    por la saturación informativa, existencia de grandes
    desigualdades sociales,…) entran en conflicto con la idea de
    una educación liberadora, democrática,
    concienciadora, crítica, etc.

    Situándonos en este concepto de la
    educación, las tecnologías han de ser supeditadas
    al método, al discurso formativo de la escuela, a sus
    procedimientos y valores. De modo que es necesario la
    deconstrucción de las asunciones que estudiantes y
    profesores tienen asociadas con los artefactos
    tecnológicos y reconstruir críticamente el
    significado y uso que tales artefactos tienen en la sociedad
    actual (San Martín, 1995).

    La escuela ha de navegar contra corriente,
    contraponiendo los medios grupales a los medios de masas,
    permitiendo la elaboración de mensajes abiertos en los que
    participen todos los sujetos, fomentando la creatividad,
    generando experiencias compartidas y contextualizadas,
    permitiendo la expresión libre de los miembros de los
    grupos que se educan, educando en la diversidad, trabajando para
    conseguir una sociedad igualitaria, democrática y libre.
    La tecnología en este contexto ha de estar atenta a las
    necesidades formativas de los profesionales de la
    educación en este ámbito, así como a las
    necesidades educativas de los estudiantes, dando respuesta a las
    situaciones educativas diferenciales y especiales. Respuesta en
    la que se ha de implicar la sociedad desde la perspectiva
    pública, del servicio social que el Estado debe
    procurar en cuanto a las prestaciones
    educativas. Por su parte, los educadores han de profundizar en la
    comprensión del mundo en el que viven, de los procesos de
    cambio tecnológico y social para tratar de adaptar las
    instituciones educativas a las condiciones de los nuevos tiempos,
    mejorarlas y aumentar su calidad.

     1.2.
    CARACTERÍSTICAS DE LA SOCIEDAD DE LA
    INFORMACIÓN.

    La información y las comunicaciones
    dan nombre a estos tiempos. Las relaciones sociales,
    económicas y políticas, los saberes, nuestra
    percepción de la realidad y de nosotros
    mismos, todo está hoy configurado por las comunicaciones,
    por el imperio de lo mediático. El fenómeno
    más decisivo, en cuanto a cambio social, económico,
    político y cultural del uso de las tecnologías de
    la Sociedad de la Información es lo que denominamos
    globalización; es éste un fenómeno de
    profundo calado sociopolítico que define el nuevo entorno
    en que deberá desarrollarse la Sociedad de la
    Información.

     El fenómeno de la Globalización.

    El fenómeno de la globalización,
    también denominado mundialización, se produce
    principalmente a nivel económico, pero también
    cultural y social, como producto de
    una nueva cultura planetaria, propiciada por la ruptura de las
    barreras geográficas y económicas que supone el uso
    de la Tecnología
    de la Información y la Comunicación, y por las
    políticas socio-económicas impulsadas por los
    diferentes gobiernos y organismos internacionales. Esta nueva
    etapa plantea una serie de interrogantes en relación a sus
    consecuencias a medio y largo plazo, siendo en muchos casos uno
    de los argumentos utilizados para cuestionar la "bondad" de su
    uso, en cuanto al riesgo de desaparición de las culturas
    minoritarias y con menos poder socio-económico. Sus
    dimensiones más importantes son:

    a) Globalización de la actividad
    económica

    Se trata de una de las tendencias económicas
    dominantes de la economía de la última
    década, hasta el punto de que se ha acuñado el
    concepto "desarrollo intensivo basado en vinculaciones
    internacionales"
    para referirse a las nuevas oportunidades
    y retos que ofrece el nuevo contexto internacional a los
    países. La globalización afecta a las distintas
    facetas de la actividad económica: los intercambios
    comerciales y financieros, la internacionalización del
    I+D, de la tecnología y de la producción, y la
    regulación de los mercados.

    b) Transformación del mercado de trabajo y de las
    estructuras laborales. Nuevos modelos educativos y nuevas
    necesidades de formación

    Ya no se duda que el impacto sobre el mundo del
    trabajo es enorme, pero se asume que la solución no
    está en retrasar la introducción de tecnologías, sino
    por el contrario aprovechar las nuevas formas de
    organización del trabajo (reingeniería, organizaciones
    planas, teletrabajo)
    que posibilitan las infraestructuras de telecomunicación
    y los sistemas de proceso de información.

    En la pasada década estas tecnologías
    han sido un potente factor de reestructuración sectorial
    de los recursos humanos. En el mundo desarrollado se han
    perdido muchos millones de puestos de trabajo en el sector de
    la manufactura,
    aunque se han creado más en el sector servicios.
    Sin embargo, no está resuelto el problema del "pleno
    empleo" ni
    la continua readaptación de las "habilidades y
    conocimientos" que exigen los nuevos paradigmas
    productivos.

    Las políticas de flexibilización del
    trabajo (movilidad geográfica y funcional) o la
    desregulación del mercado de trabajo (facilidad de
    entrada y salida de trabajadores) no son solamente medidas
    necesarias para incrementar la productividad y
    la competitividad de las empresas, son
    sobre todo una muestra de la nueva "racionalidad" que parece
    imponerse en un mundo en el que sobra "trabajo" y faltan
    "puestos de trabajo".

    c) Trabajo colaborativo internacional, sin mayor
    restricción que la disponibilidad de tecnologías,
    accesibles con mínimas inversiones

    En este nuevo entorno los responsables públicos
    y los agentes económicos y sectoriales de los distintos
    países tratan de definir estrategias
    competitivas que les permitan liderar o al menos participar
    activamente en la construcción de la Sociedad de la
    Información.

    d) Transnacionalización de las actividades de
    ocio y cultura

    e) Pérdida de soberanía de los Estados en favor de su
    integración en bloques
    económicos/políticos

    Disminución progresiva del sector
    público como consecuencia del replanteamiento del
    estado de bienestar. Creciente protagonismo de lo regional y
    local frente al Estado.

    En conclusión, podemos afirmar que el
    fenómeno de la globalización incidirá en los
    diferentes ámbitos y sectores profesionales. Las empresas,
    organizaciones, instituciones, etc. atenderán a los
    intercambios económicos, sociales y culturales que puedan
    establecer utilizando las tecnologías de la
    información y la comunicación, con instituciones y
    profesionales de su sector o ámbito de trabajo con el fin
    de no quedar rezagados.

     Las Tecnologías de la Información
    y Comunicación (TIC).

    La globalización tiene una de sus manifestaciones
    más relevantes en las denominadas Tecnologías de la
    Información y Comunicación, las cuales han
    permitido llevar la globalidad al mundo de la
    comunicación, facilitando la interconexión entre
    las personas e instituciones a nivel mundial, y eliminando
    barreras espaciales y temporales. Se denominan Tecnologías
    de la Información y las Comunicaciones, en adelante TIC,
    al conjunto de tecnologías que permiten la
    adquisición, producción, almacenamiento,
    tratamiento, comunicación, registro y
    presentación de informaciones, en forma de voz,
    imágenes y datos contenidos en señales
    de naturaleza acústica, óptica o
    electromagnética. Las TIC incluyen la electrónica como tecnología base que
    soporta el desarrollo de las telecomunicaciones, la informática y el audiovisual. El profesor Julio
    Cabero (1996b) ha sintetizado las características
    distintivas de las nuevas tecnologías en los siguientes
    rasgos: inmaterialidad, interactividad, instantaneidad, innovación, elevados parámetros de
    calidad de imagen y sonido,
    digitalización, influencia más sobre los procesos
    que sobre los productos, automatización, interconexión y
    diversidad. A continuación, describiremos brevemente las
    características más importantes que presentan las
    TIC en contraposición a las tecnologías de corte
    más clásico:

    1. Inmaterialidad

    1. Uno de los cambios más importantes en la
      nueva Sociedad de la Información es la ruptura de las
      coordenadas espacio-temporales como único marco de
      actividad humana. Las redes informáticas eliminan la
      necesidad, que durante muchos años se tenía, de
      coincidir en el espacio y tiempo para la participación
      en actividades. Las TIC, en concreto
      la posibilidad de digitalización, convierten a la
      información, tradicionalmente sujeta a un medio
      físico, esto es a todas las condiciones que el medio
      imponía, en inmaterial. Mediante la
      digitalización es posible almacenar grandes cantidades
      de información, en dispositivos físicos de
      pequeño tamaño (discos, CD, etc.).
      A su vez los usuarios pueden acceder a información
      ubicada en dispositivos electrónicos lejanos, que se
      transmite utilizando las redes de comunicación, de una
      forma transparente e inmaterial.

      Esta característica, ha venido a definir lo
      que se ha denominado como "realidad
      virtual", esto es, realidad no real. Mediante el uso de
      las TIC se están creando grupos de personas que
      interactúan según sus propios intereses,
      conformando comunidades o grupos virtuales. Es posible, que
      dentro de estos grupos existan personas que no han tenido un
      trato directo o presencial, pero que interactúan de
      forma dinámica con estos medios. El uso de las TIC
      configura el propio proceso de comunicación, puesto
      que la mediación del artefacto no es un proceso
      transparente y tiene sus propios condicionantes. De este
      modo, se crea un espacio mediador denominado
      genéricamente cibercultura, que viene determinado por las
      culturas propias de los sujetos que se comunican y por la
      cultura y normas establecidas por el propio medio de
      comunicación. Así, las informaciones que son
      transmitidas por un usuario dependerán de su propio
      entorno cultural, mientras que el receptor de estas
      informaciones realizará la interpretación de las mismas en
      función de su propia experiencia y cultura. En este
      espacio virtual, pierden importancia los condicionantes
      físicos y espaciales de los interlocutores,
      acrecentándose la importancia de los condicionantes
      culturales.

      Podemos transmitir la información
      instantáneamente a lugares muy alejados
      físicamente, mediante las denominadas "autopistas de
      la información". Si bien es cierto, que la rapidez de
      transmisión de la información depende en gran
      medida de las capacidades de los dispositivos físicos
      utilizados, cuyas limitaciones ha llevado a definir las
      autopistas de la información como "carreteras con
      baches", y que existen los denominados "cuellos de botella"
      que hacen que la rapidez en la transmisión no alcance
      los límites deseados. También es
      cierto que estas tecnologías son actualmente un medio
      rápido y fiable para obtener información desde
      cualquier lugar.

      Se han acuñado términos como
      ciberespacio, para definir el espacio virtual,
      no real, en el que se sitúa la información, al
      no asumir las características físicas del
      objeto utilizado para su almacenamiento, adquiriendo ese
      grado de inmediatez e inmaterialidad.

    2. Instantaneidad
    3. Aplicaciones Multimedia

    Las aplicaciones o programas multimedia han sido
    desarrollados como un interface amigable y sencillo de
    comunicación, para facilitar el acceso a las TIC de
    todos los usuarios. Las características más
    importantes de estos entornos son:

    Interactividad: Es
    posiblemente la característica más significativa.
    Mientras que las tecnologías más clásicas
    (TV, radio) permiten una interacción unidireccional, del
    medio al usuario, esto es de un emisor a una masa de
    espectadores pasivos, el uso del ordenador interconectado
    mediante las redes digitales de comunicación,
    proporciona una comunicación bidireccional
    (sincrónica y asincrónica), persona a persona y
    persona a grupo. Se esta produciendo, por tanto, un cambio
    hacia la comunicación entre personas y grupos que
    interactúan según sus intereses, conformando lo
    que se denomina "comunidades virtuales". Así, el
    correo
    electrónico permite una comunicación
    bidireccional entre los dos usuarios en modo asincrónico
    (no coincidencia temporal), mientras que con los chat nos
    podemos comunicar con varios usuarios de forma
    sincrónica (coincidencia temporal). De este modo,
    mediante las TIC podemos interactuar con otros sujetos alejados
    de nosotros espacialmente. Pero, además, el medio
    tecnológico también interactúa con
    nosotros estableciendo unos parámetros de
    comunicación propios del sistema. El usuario de TIC es
    por tanto, un sujeto activo, que envia sus propios mensajes y,
    lo más importante, toma las decisiones sobre el proceso
    a seguir: secuencia, ritmo, código, etc.

    Información
    multimedia:
    Otra de las características
    más relevantes, y que mayor incidencia tienen sobre el
    sistema educativo, es la posibilidad de utilizar las TIC para
    transmitir información a partir de diferentes medios
    (texto,
    imagen, sonido, animaciones, etc.). Por primera vez, en un
    mismo documento se pueden transmitir informaciones
    multi-sensoriales, desde un modelo interactivo.

    La Sociedad del Conocimiento y del
    Aprendizaje.

    La proliferación de herramientas para generar,
    almacenar, transmitir y acceder a la información y la
    constatación de que la "materia prima"
    más preciada en este momento es la propia
    información, la generación de conocimiento y la
    capacidad para seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida, han
    llevado a conceptos como Sociedad del Conocimiento. El impacto de
    la Sociedad de la Información sobre la Educación y
    la Formación es directo, así lo señalan los
    diversos documentos,
    estudios, congresos, etc. auspiciados por la Unión
    Europea sobre la Sociedad de la Información. Como se
    señala en el "Libro blanco
    sobre la educación y la formación" de la
    Comisión Europea (1995), la sociedad del futuro
    será una sociedad del conocimiento en la que

    "La educación y la formación
    serán, más que nunca, los principales vectores de
    identificación, pertenencia y promoción social. A través de la
    educación y la formación, adquiridas en el
    sistema educativo institucional, en la empresa, o de una manera
    más informal, los individuos serán dueños
    de su destino y garantizarán su desarrollo"

    (Comisión Europea, 195: 16).

    Al mismo tiempo que se destaca el importante papel que
    el conocimiento y el aprendizaje
    tienen en la Sociedad de la Información, se resalta la
    importancia del aprendizaje a lo largo de todo el proceso
    vital
    , diferenciándose dos fases en este
    proceso: 

    • una primera fase centrada en la adquisición de
      una cultura general, que sea un instrumento para la
      comprensión del mundo, y la base en la que se sustenten
      futuras especializaciones y aprendizajes, y
    • una segunda fase en la que se debe producir un
      acercamiento entre las instituciones formativas y el mundo
      profesional (empresas, organizaciones, etc.), con el fin de
      desarrollar aptitudes para el empleo y la actividad
      profesional.

    El primer informe del
    Foro de la Sociedad de la
    Información (1996) es claro al respecto:

    "La Sociedad de la Información debe
    convertirse en la 'sociedad del aprendizaje permanente', lo que
    significa que las fuentes de educación y la
    formación deben extenderse fuera de las instituciones
    educativas tradicionales hacia el hogar, la comunidad, las
    empresas y las colectividades sociales. Las profesiones de la
    enseñanza necesitan ayuda para adaptarse a la nueva
    situación y aprovechar plenamente estas nuevas
    posibilidades"
    (Foro de la Sociedad de la
    Información, 1996: 7).

    Este aprendizaje, por tanto, no se produce en una etapa
    concreta de la vida, sino que se precisa un "aprendizaje
    permanente", a lo largo de toda la vida. Como señala
    Zabalza (2000: 165), hemos convertido "la agradable experiencia
    de aprender algo nuevo cada día en un inexcusable
    principio de supervivencia". Están surgiendo nuevos
    trabajos y aumentando las profesiones vinculadas a la
    información y el conocimiento que precisan emplear
    herramientas de las TIC. Los profesionales necesitan adaptarse
    continuamente a los cambios y avances producidos en la Sociedad
    de la Información, por ello, resulta imprescindible que se
    articulen medios de formación continua, adaptados a las
    necesidades de los profesionales -horario flexible, tiempo
    reducido, imposibilidad de desplazamiento, etc.-. El uso de las
    TIC en los cursos de formación profesional continua
    permite atender a estas necesidades y se está
    desarrollando un tipo de formación a distancia denominado
    "teleformación" que utiliza las nuevas tecnologías
    como nexo de unión entre los alumnos, los contenidos y los
    formadores. El resultado es una formación a la carta, en
    cualquier lugar y momento. El estudio financiado por FUNDESCO
    (1998) sobre las condiciones de la teleformación es una
    obligada referencia para profundizar en esta modalidad
    formativa.

    La flexibilidad parece resumir la nueva forma de
    entender la formación. Flexibilidad de tiempos, de
    espacios, de conocimientos, de tareas, de relaciones, de trabajo,
    etc. Flexibilidad entendida como un valor que el trabajador debe
    poseer para poder seguir aprendiendo. Flexibilidad para
    acomodarse a nuevas situaciones y contextos laborales, para
    desplazarse sólo o con su familia a otro
    país o continente; flexibilidad para aprender nuevas
    habilidades en el lugar donde se encuentre, en el trabajo, en
    casa o en un hotel;
    flexibilidad para coordinarse con trabajadores de otras partes
    del mundo que participan en el proceso de producción
    dentro de su propia empresa (Marcelo, 2001). La nueva
    economía orientada a obtener cada vez mayores
    índices de rentabilidad y
    competitividad, junto con las posibilidades y exigencias actuales
    de la formación que ya hemos apuntado, están
    provocando el aumento creciente de teletrabajadores,
    profesionales cuyo puesto de trabajo es volante, lo que lleva a
    una intensificación en las condiciones de trabajo, es
    decir, trabajar mucho más así como a la
    disgregación e individualización de los procesos y
    de los propios trabajadores.

    Desde el punto de vista organizativo, se podría
    hablar del Paradigma de la Gestión del
    Conocimiento
    , el cual trata de promover el valor del
    conocimiento real y potencial de los miembros de la comunidad
    educativa, estableciendo vías de comunicación que
    posibiliten un mejor entendimiento y posible colaboración
    tanto internamente como con otras instituciones externas. Las
    tecnologías de la información (redes, herramientas
    inteligentes de búsqueda, herramientas para el desarrollo
    en Internet, intranets) proporcionarían la infraestructura
    básica para la gestión del
    conocimiento. Se podría entender el concepto de
    "Gestión del Conocimiento" como un conjunto de actividades
    y prácticas orientadas a la adquisición más
    eficiente de la habilidad asociada a ese conocimiento y su
    correcta utilización, con el objetivo de obtener los
    mejores resultados en el desarrollo de las actividades de una
    determinada organización.

    Cuando se habla de "conocimiento", interesa distinguir
    este concepto de lo que se puede entender por
    "información". Así, el término
    información alude a cualquier expresión verbal,
    numérica, gráfica o de otro tipo que posee un
    significado determinado dentro de un contexto concreto, y cuyo
    último objetivo es comunicar algo. En cambio el
    "conocimiento" se podría definir como la capacidad para
    actuar, en base al uso de una cierta información, y como
    consecuencia de la capacidad de comprender e interpretar la
    naturaleza de algo y la aplicación de ciertas habilidades
    o capacidades complementarias. En este sentido, únicamente
    se puede hablar de aprendizaje cuando hemos interiorizado la
    información nueva a nuestras estructuras mentales,
    adquiriendo con ello nuevos conocimientos. El acceso a la
    información es una condición necesaria, pero no
    suficiente para que se produzca el conocimiento, esto es para que
    se aprenda.

    En la Sociedad de la Información, por tanto, el
    aprendizaje será la base que permitirá el
    desarrollo y el progreso de las sociedades, por lo que las
    políticas educativas que favorezcan sistemas de
    formación permanente tendrán un papel crucial, y
    deberán atender a la igualdad de
    oportunidades de los diferentes sectores poblacionales,
    atendiendo principalmente a los más desfavorecidos
    socialmente. En la situación actual existe la necesidad de
    facilitar el acceso a Internet a toda la población, independientemente de su
    género
    y situación económica, por ello, resulta
    especialmente importante que dentro de los sistemas educativos
    públicos se posibilite tanto el aprendizaje, como la
    formación, «en» y «con» las
    Tecnologías de la Información y la
    Comunicación.

     Problemas socioculturales de la Sociedad de la
    Información.

    La comunicación social tiene cada vez mayor
    trascendencia en la construcción del espacio
    público, en el ejercicio de la ciudadanía. Los medios técnicos son
    cada vez más sofisticados, más inteligentes,
    más fáciles de usar, más baratos, lo que
    facilita que mucha gente se convierta en emisora potencial de
    información. Al menos en teoría, todos podemos
    comunicarnos con todos, sin pasar por ningún control
    central. Se habla de democratización y
    globalización y emergen dos tendencias de signo contrario:
    la proliferación de pequeños medios de
    comunicación y la concentración de medios en
    grandes empresas.

    La concentración de medios significa que
    la aldea global profetizada por McLuhan tiene un solo minarete.
    Es imposible hacer un mapa de la propiedad de
    los medios que es decir la identidad de los emisores, porque casi
    a diario se suceden las noticias de
    compras y
    fusiones.. Las
    relaciones humanas se ven afectadas por los cambios que produce
    la introducción de las tecnologías. La
    horizontalidad de las relaciones se ve favorecida en cierto
    sentido, ya que se puede hacer partícipe a más
    personas de más información y ofrecer más
    posibilidades de comunicación. Los expertos prevén
    que pronto, en el sector de la informática y de las
    telecomunicaciones, no habrá más de siete u ocho
    empresas a escala mundial,
    pero lo preocupante no es sólo la concentración de
    la propiedad de los medios, con la consiguiente merma de
    pluralidad, sino que éstos están en manos de
    grandes transnacionales. Se calcula que alrededor del 90% de las
    noticias extranjeras que aparecen en los medios de
    comunicación proceden de las cuatro grandes agencias
    occidentales, con lo que el punto de vista y la selección
    de las noticias, en consecuencia, es occidental.

    Por otra parte, la concepción de un medio como
    Internet (comunicación en red) va cambiando a pasos
    agigantados, pasando de tener un carácter fundamentalmente
    académico, cooperativo y libre a un espacio más al
    servicio de las grandes corporaciones. Las fuerzas
    políticas y económicas dominantes tratan de
    establecer todos los mecanismos posibles para controlar los
    contenidos de la red, su publicación, difusión y
    uso. Se discuten propuestas de autorregulación, se
    producen fuertes operaciones
    comerciales, se promociona el comercio electrónico en un
    entorno digital seguro, en
    definitiva, se ve Internet como la base de una nueva
    economía.

    Interesa en esta argumentación destacar que no se
    trata de criticar que el ámbito empresarial se beneficie
    de las posibilidades de los nuevos medios sino que sean los
    criterios económicos los que dirijan el desarrollo del
    mundo digital, chocando con la lógica
    de la comunicación, que ha estado en la base del
    desarrollo de Internet. Que poco a poco deje de ser un espacio
    social en el que los individuos y los grupos sociales
    interactúan para resolver necesidades individuales y
    públicas, a través de la difusión libre de
    información, para convertirse en un medio de intercambio
    privado de mercancías.

    Otro problema que se plantea hoy en día la
    Sociedad de la Información es la manipulación
    informativa,
    aunque es una cuestión ya denunciada
    formalmente desde los años setenta. El Movimiento de los
    No Alineados reclamó, en su 8ª Conferencia
    celebrada en 1976 en Nairobi, un nuevo Orden Informativo como
    requisito urgente e imprescindible para mejorar y democratizar
    las relaciones
    internacionales, proteger los intereses de los países
    más pobres y garantizar su participación en la
    toma de
    decisiones. El informe elaborado por la UNESCO titulado Un
    solo mundo, voces múltiples
    , denuncia el control
    ejercido por las transnacionales sobre los medios de
    comunicación y propone sustituir la comunicación en
    sentido único por un intercambio de mensajes en todas
    direcciones y completar la comunicación vertical con la
    horizontal. En esta propuesta encaja Internet como anillo al
    dedo. Este medio hace posible una comunicación no
    piramidal, sino entre iguales, en la que los papeles de emisor y
    receptor son alternativos e intercambiables. Se ofrece un espacio
    social compartido en el que cualquier persona puede comunicarse
    con el resto, un medio universal.

    Hay que analizar cuáles son las posibilidades de
    resistencia al
    pensamiento
    único, posibilidades de construcción de redes,
    posibilidades de comunicación e intercambio entre personas
    y comunidades. Sin embargo, de momento la universalización
    del acceso a los medios, en concreto a Internet, es sólo
    en teoría. La existencia de desigualdades ante las
    nuevas
    tecnologías ha sido denunciada desde
    distintos ámbitos. Por ejemplo, en el informe de la
    Administración Nacional de Información y
    Telecomunicaciones de EE.UU., recogido, en parte, en El
    País (10-VII-99: 30) se apunta que un 47% de los hogares
    de americanos blancos tienen ordenador en casa, y el 26,7% tiene
    acceso a Internet. A un nivel inferior están los hogares
    de los negros e hispanos, donde un 23% tiene ordenador y un 8,7 %
    acceso a la red. La desigualdad entre países europeos
    queda recogida en los resultados del Eurobarómetro: los
    europeos y la Sociedad de la Información que
    elaboró la consultora británica INRA (El
    País, 27-VII-99: 24). Indica que la media europea de los
    hogares que tienen ordenador es de 30.8%, y conectados a Internet
    es de 8.3%. España
    está a un nivel inferior, 28.4 y 5% respectivamente. Otro
    dato interesante es el ofrecido por el profesor Manuel Area
    respecto al perfil medio del ciudadano español
    que accede a Internet: varón, entre 20 y 44 años,
    con estudios universitarios, residente en núcleos urbanos
    y de clase social media o alta.

    En la misma línea el informe del PNUD (Programa de
    Naciones Unidas para el Desarrollo) de 1999 muestra las
    desigualdades de acceso para unas personas y para otras en
    función de su procedencia social, para unos grupos y para
    otros en función de su situación geográfica
    y cultural. Uno de los datos que aporta es que el 20% más
    pudiente de la población mundial controla el 93% de los
    accesos a la red informática (ver El País
    12-VII-99: 28); sentenciando que "la red se ha convertido en una
    tela protectora para aquellos que consiguen acceder a ella, pero
    en una barrera que margina cada vez más a quienes no
    pueden acceder a esta fuente de información y
    comunicación". Cebrián (1998), por su parte,
    considera un problema las desigualdades en el acceso porque el
    saber del futuro va a ser digital, de la misma forma que ya lo es
    la circulación de la información y del
    conocimiento.

    La posesión de equipos y sus usos se convierten
    en factor fundamental de desigualdad no sólo en
    términos de capacidad adquisitiva sino también de
    contextos sociales, de conocimientos técnicos y
    códigos culturales (Réseaux, 1999). En
    términos culturales se denuncia, también, la
    fractura entre los productores de contenidos y quienes consumen
    los contenidos y servicios ajenos, produciendo de desequilibrios
    culturales e identitarios además de los económicos.
    Así como la comercialización de la cultura, aplicando
    criterios de mercado a espacios antes públicos, gratuitos
    o de bajo coste, lo que ha producido, por ejemplo, el deterioro
    de la influencia de las radiotelevisiones públicas o la
    presión
    contra las bibliotecas
    públicas, acusadas de drenar las remuneraciones
    editoriales. En este mismo sentido, se ha puesto de manifiesto la
    mercantilización de la educación sometida a una
    dinámica exigente de "eficacia" en su adecuación al
    mercado y la progresiva degradación de la educación
    pública (Moeglin y Tremblay, 1999). En definitiva, la
    tecnología puede tanto reducir como ampliar las
    desigualdades existentes, todo depende del desarrollo
    tecnológico seguido en una sociedad. Bautista (2000, 2001)
    distingue dos modelos de desarrollo: el técnico o
    instrumental, en el cual las decisiones sobre el camino a seguir
    son hechas por grupos económicos asesorados por expertos;
    y el práctico o situacional, en el que participan todos
    los miembros de una sociedad en procesos de reflexión
    sobre qué productos tecnológicos hay que
    desarrollar para facilitar su relación con el
    entorno.

    "Entiendo que a mayor participación en el
    desarrollo tecnológico existe una menor dependencia de
    sus productos técnicos y un menor control y
    gobernabilidad de los participantes. El grado de independencia
    y desarrollo
    personal de los sujetos, situará a éstos en
    condiciones desiguales para captar el mundo y relacionarse con
    él"
    (Bautista, 2001).

    Para este autor los dos peligros más relevantes,
    en relación al incremento de las desigualdades son: la
    desigualdad de base proporcionará un acceso diferencial a
    la futura cultura digital y la confirmación de la hipótesis del distanciamiento social. Esta
    hipótesis plantea
    que cuando se incrementa la circulación de la
    información a través de los medios de
    comunicación de masas en un sistema social, los segmentos
    de población más instruidos o con un status
    socioeconómico más alto tienden a seleccionar y a
    procesar dicha información de una manera más amplia
    que aquellos menos instruidos o con un status
    socioeconómico más bajo. Por lo tanto, el aumento
    de información, en vez de aproximar, contribuirá a
    incrementar el distanciamiento en el conocimiento y,
    consecuentemente, la aparición de brechas
    socioculturales.

    Sin acceso equitativo a las nuevas redes y a las TIC no
    es posible ya sostener el mito fundador
    de la igualdad de oportunidades que sustenta las economías
    (cada vez más, sociedades) de mercado y a las democracias
    políticas. El acceso a las nuevas redes y nuevos servicios
    de comunicación no es ya sólo un instrumento
    crucial para la igualdad de oportunidades sino también
    para las otras funciones del Estado de Bienestar (el derecho a la
    subsistencia y al trabajo, el derecho a la protección
    social), es decir, para todo el desarrollo de una sociedad
    postindustrial como tal (Burgelmann, 1999). Ante los anteriores
    peligros hay cierta unanimidad en recomendar la
    introducción de las nuevas tecnologías (NN.TT.)
    en los centros
    educativos con la intención de formar
    al profesorado y al alumnado en el dominio técnico de
    aparatos y en el desarrollo de ciertas competencias
    (búsqueda de información, selección,
    aprender a aprender…) relacionadas con los nuevos
    medios.

    "Habría que reconvertir las funciones de las
    NN.TT. que predominan, y presentar los significados o esencias
    de artefactos dirigidos a crear, decir, comunicar, denunciar…
    como fundamentales para resistir y atajar las miserias
    existentes. Uno de dichos frentes es el educativo, en el cual
    hay que desarrollar las funciones primarias de todos los
    productos tecnológicos en dicho sistema escolar, para
    hacer usos prácticos, situacionales que generen una
    concienciación sobre el estado del planeta y, desde este
    conocimiento, que los participantes en la vida escolar
    emprendan propuestas desde sus respectivas posiciones dirigidas
    a una transformación y solución de las miserias
    sociales, de situaciones relacionadas con el hambre, las
    injusticias… es decir, de cualquier vulneración de los
    derechos
    humanos"
    (Bautista, 2001).

    La aplicación democrática de las Nuevas
    Tecnologías de la Información y Comunicación
    (NTIC) a la comunicación y la educación exige,
    además de la generalización de equipos
    informáticos, conexiones a Internet y tarifas baratas, y
    de forma inseparable con lo anterior (Bustamante,
    2001):

    1.-La creación de contenidos de calidad,
    adaptados a las culturas y necesidades locales, que sólo
    pueden realizarse en interacción con los creadores y
    mediadores (comunicadores, profesores), con el valor
    indispensable de "proximidad cultural".

    2.- La formación de esos mediadores, para
    adquirir el saber hacer necesario para cambiar la metodología comunicativa misma: no
    sólo instrumento complementario de la actividad
    tradicional, sino ocasión para un nuevo concepto del
    conocimiento y de su transmisión, como plataforma para
    ese comunicador-profesor transformado en "guía del
    conocimiento" en lugar del "sabio sobre el estrado" (U.E.,
    1996-97).

    3.-Finalmente, la voluntad de poner esos nuevos
    instrumentos del conocimiento en posición de una
    auténtica apropiación por los usuarios,
    individuales y colectivos, con arreglo a sus necesidades
    sociales.

    Por su parte, Poole (1999) realiza un análisis
    sobre las desigualdades asociadas a la Sociedad de la
    Información, planteando la existencia de desigualdades en
    cuanto a los recursos informáticos y la preparación
    de los profesores entre las escuelas para alumnos privilegiados
    económicamente y los desfavorecidos. Para el autor, las
    causas de estas diferencias no están únicamente en
    la diferencia de los recursos utilizados, sino principalmente en
    que en algunos de estos centros más desfavorecidos los
    profesores no están realmente convencidos de los
    beneficios que el uso de la informática puede tener sobre
    el proceso educativo. Con el fin de evitar las desigualdades
    sociales producidas por el uso diferencial de la
    tecnología de la Sociedad de la Información en
    función del nivel socioeconómico, es necesario que
    los poderes políticos, realicen un esfuerzo en los centros
    educativos públicos, importante, tanto a nivel de recursos
    como de preparación del profesorado, puesto que es la
    única garantía de la que disponemos en este momento
    para que la Sociedad de la Información sea una sociedad de
    todos y para todos, y no únicamente la sociedad de los
    privilegiados.

    Al igual que ocurre con la sociedad entera, la evolución tecnológica afecta a los
    sistemas de enseñanza, no solo en los medios
    didácticos sino en todos los elementos del proceso
    educativo: los objetivos de
    la educación para la era de la información, han
    cambiado su paradigma. Las redes de información
    constituyen un claro desafío para la educación en
    la era de las comunicaciones, ya que de esta depende el progreso
    de toda la sociedad.

    Las apuestas iniciales de Enlaces estuvieron centradas
    en relevar el rol de los profesores frente a un proceso de
    incorporación de nuevas tecnologías; los
    protagonistas son las personas y los recursos digitales son
    sólo un medio que se pone a disposición de las
    necesidades de la escuela. Para apoyar a estos docentes que
    inician el proceso de incorporación de las nuevas
    tecnologías a su práctica, se creó una Red de Asistencia
    Técnica, conformada por universidades de todo el
    país e inaugurando con ello una alianza sin precedentes en
    nuestro sistema escolar.

    Al apropiarse de estos nuevos recursos, la comunidad
    educativa ha ampliado sus posibilidades de uso. Es así
    como la red de infraestructura computacional instalada a lo largo
    de todo el país por Enlaces, se ha convertido en un
    importante soporte para posibilitar la equidad en el
    acceso a estas nuevas tecnologías.

    Hoy Enlaces es un realidad incorporada al contexto
    escolar. Desde el quehacer de la escuela surgen nuevos
    desafíos que este proyecto aborda y
    apoya en conjunto con todos los programas del Ministerio de
    Educación: es necesario aprovechar al máximo las
    posibilidades que estas herramientas ofrecen a nuestra
    educación. Que los estudiantes de cualquier lugar del
    país tengan las mismas posibilidades y a partir de su
    formación escolar puedan construir el futuro que ellos
    anhelan, abriendo todo un mundo para los niños y
    jóvenes.

    Actitudes de los estudiantes y docentes hacia
    la computadora
    y los medios para el aprendizaje.

    La incorporación generalizada de las computadoras
    en la educación básica a nivel mundial durante la
    pasada década trajo consigo una multitud de posturas y
    antagonismos, pero sobre todo grandes expectativas acerca de
    cambios y transformaciones de base. Algunos voceros de la
    opinión
    pública esperaban el abandono de prácticas
    "obsoletas" del profesorado y sobre todo un aprovechamiento sin
    precedentes de los contenidos educativos por parte de los
    estudiantes. La computadora
    había llegado para que los alumnos aprendieran más
    y mejor en un tiempo menor. Sin embargo, los estudios realizados
    (Grégoire, Bracewell y Laferrière, 1996) muestran
    una clara predominancia de efectos motivacionales e incremento de
    habilidades comunicacionales y técnicas, que poco tienen
    que ver con los contenidos específicos del currículo, que los estudiantes deben
    aprender mediante esta herramienta.

    Algunos expertos (Milken Exchange, 1999) han
    señalado que, así como no se ha logrado un efecto
    patente en la productividad general a partir de la
    introducción de la tecnología informática en
    el aparato social productivo, de la misma manera el impacto de la
    tecnología en la educación es un proceso
    multideterminado, que ocurre en un periodo de años. Los
    cambios sustantivos en la educación no se podrán
    observar en el corto plazo; como todo proceso de
    renovación social, los efectos del uso de la
    tecnología en las estrategias de enseñanza y los
    logros patentes en el aprendizaje precisan una estimación
    en el largo plazo. Pero, ¿por qué es necesario
    esperar tanto tiempo? La respuesta no es sencilla, porque se
    trata de un proceso, pero al menos se pueden entrever tres
    razones.

    Primero, los cambios dependen en un primer nivel de un
    amplio fenómeno de incorporación social de la
    tecnología, que está sujeto a políticas y
    condicionantes económicos que marcan las prioridades de la
    sociedad, la difusión entre los diversos grupos sociales
    que impactan a la opinión pública, y el proceso de
    adopción
    social que necesita de una práctica y uso regular por lo
    que se ha llamado una "masa crítica" de
    personas.

    Segundo, la mayoría de las personas sólo
    puede rendir frutos -en el trabajo o el estudio- una vez que han
    dominado conceptualmente al objeto de su rendimiento y los medios
    a través de los cuales ejercen ese dominio, de tal manera
    que los cambios en la tecnología o la metodología
    empleadas perturban el proceso habitual por el que los individuos
    generan sus productos conceptuales y materiales, tornando ese
    proceso más largo al menos, si no es que más
    complicado.

    Tercero, el impacto de la tecnología sólo
    puede esperarse, en el terreno individual, cuando se opera un
    cambio de actitud,
    acorde con el cambio social que implica la tecnología y
    que afecta al individuo en
    su contexto. En este sentido, no es suficiente la
    manifestación de una actitud positiva general hacia la
    tecnología, sino que es necesario desarrollar una
    disposición para adoptar las herramientas
    tecnológicas en el propio entorno. Es decir, se necesita
    formar actitudes que llevan a la acción.

    Evidentemente, los cambios sustanciales no provienen de
    la voluntad individual sino de un consenso colectivo, que
    involucra tanto a los usuarios -docentes y estudiantes- como a
    las autoridades administrativas, la política educativa que
    ellas establecen y los programas de uso de la computadora que se
    derivan. Sin embargo, no puede prosperar la política usual
    de las administraciones que incorporan la tecnología sin
    un propósito educativo, sin tomar en consideración
    las necesidades de los usuarios para asegurar su
    participación y compromiso. Los usuarios deben estar
    convencidos de la utilidad de esta
    herramienta en su trabajo escolar. De esta manera, los programas
    de informática educativa necesitan, para su
    implantación efectiva, de una atmósfera humana de
    aceptación mínima o demanda grupal de los usuarios,
    que perciben la necesidad de su uso en el desarrollo de sus
    cometidos. Quizás en algunos casos sea necesario como
    primer paso la promoción de tales condiciones.

    En efecto, uno de los aspectos cruciales con los que se
    enfrentan los programas de informática educativa de los
    países latinoamericanos que incorporan las nuevas
    tecnologías en la educación, es el uso adecuado y
    productivo de las computadoras con que se equipa a las escuelas
    en número creciente. Regularmente los programas de
    informática educativa registran varios componentes que son
    parte de las estrategias de introducción de esta
    tecnología: el equipamiento, la capacitación y formación, el modelo
    de uso y el seguimiento. Sin embargo, cuando la
    capacitación no está suficientemente ligada con la
    utilización, a través de la formación
    permanente, se producen fracturas en el programa que dan como
    resultado una disminución gradual o drástica del
    entusiasmo natural del inicio, en el que los usuarios -docentes y
    estudiantes- abandonan la herramienta para volver a sus
    prácticas habituales.

    Para una introducción efectiva de la computadora
    en las escuelas, es necesario propiciar la
    motivación permanente mediante la introducción
    de los soportes adecuados de software y
    metodología de trabajo, con los cuales el maestro y el
    alumno pueden enseñar y aprender de manera efectiva, en un
    entorno enriquecedor.

    Se ha hablado acerca de que un medio es efectivo cuando
    desaparece de la conciencia del
    usuario, de tal manera que el tiempo de conocimiento de la
    herrramienta no debería contar en los anales del uso
    efectivo. Sin embargo, en nuestro contexto latinoamericano los
    tiempos y recursos
    humanos y materiales son escasos para diseminar acciones
    particularizadas que cubran necesidades específicas de
    capacitación, formación y desarrollo de los
    usuarios. Las acciones pertinentes son las que resultan efectivas
    para la mayoría de la población a atender mientras
    que las necesidades particulares se canalizan hacia la
    responsabilidad del mismo individuo, o a través de
    programas remediales.

    En México,
    los programas de informática educativa para la
    educación básica que tuvieron una presencia real en
    la educación pública se iniciaron a mediados de la
    década pasada con el Programa Computación Electrónica en la
    Educación Básica COEEBA-SEP, el cual
    implantó diversos modelos de uso en el nivel educativo de
    secundaria, los más importantes en torno al uso de
    la computadora como auxiliar didáctico y el taller de
    cómputo (ILCE, 1986).

    A pesar de que la utilización de la computadora
    en las escuelas de educación básica tiene ahora una
    trayectoria de aproximadamente 15 años, hasta ahora no se
    había producido una investigación formal acerca de
    las actitudes de alumnos y profesores hacia esta
    tecnología, aunque existe un importante acervo documental
    en el ILCE en torno a la investigación sobre el programa
    COEEBA, particularmente sobre el nivel de conocimientos alcanzado
    por los alumnos que aprenden con el software, el nivel
    diferencial de aprovechamiento en diversos subsistemas
    educativos, la opinión de profesores y alumnos en torno a
    la herramienta y la aceptación y rendimiento de los
    programas de software elaborados para ser usados por el docente
    como auxiliares didácticos (Avila, 1997).

    En nuestros días, ante un avance fundamental del
    Programa de Informática Educativa que ha dado lugar a la
    creación de la Red Escolar en la educación
    básica mexicana, resulta indispensable incorporar el
    pensamiento y la actitud de maestros y alumnos hacia la
    tecnología informática y los diversos componentes
    del entorno y la cultura escolar, para la conformación de
    modelos de incorporación y capacitación apegados a
    las necesidades y expectativas de los maestos y los alumnos. Este
    es el cometido final de esta investigación: dar cuenta del
    pensamiento, la sensibilidad y la disposición de los
    profesores y estudiantes del nivel secundaria hacia la
    adopción de la tecnología en su contexto
    escolar.

    ¿Educar para qué tipo de sociedad del
    conocimiento?

    Qué clase de sociedad del
    conocimiento?

    Es imposible en las limitaciones de un capítulo
    explicar la totalidad de los factores y rasgos que componen la
    sociedad de la información. Pero si deseamos caracterizar
    la actual evolución tecnológica, las TICs-
    tecnologías de la información y comunicación
    con su acelerado ritmo, como la responsable de la
    modificación de la base material y simbólica de
    nuestra sociedad. Desde la finalización del siglo pasado
    (Castells, M. 2002) (1) ha comenzado a ser muy común la
    expresión de "sociedad de la información y / o
    conocimiento", entre otras. Todas nociones que aparecen
    más a una utopía que una realidad. Sin embargo
    supone la creación de una nueva sociedad con el uso
    intensivo de tecnologías , involucradas en un nuevo y
    limpio estilo de producción, distribución y
    utilización de productos dentro de una muy flexible
    modalidad.

    Esta sociedad significa históricamente una
    evolución desde la mitad del pasado siglo XX , desde una
    sociedad industrial con fábricas humeantes y sucias hacia
    una sociedad postindustrial / de mass- media/ de consumo para a
    su vez, desembocar en otro estadio basado en el intercambio
    sinérgico de información y conocimiento visto
    optimisticamente como lleno de oportunidades inigualables. Las
    mismas se hallan inspiradas en altas inversiones en
    educación, capacitación ,investigación,
    comunicación, desarrollo, innovación, TICs
    telemáticas, etc. cuyo impacto en comunidades,
    organizaciones y personas en general demuestran la necesidad de
    nuevas calificaciones para responder a este mundo en
    contínua modificación y
    alteración.

    Por lo tanto, nos estamos enfrentando a nuevas
    realidades las que brindan una potencial sensación de
    cambio, tal vez más allá del cambio en sí
    mismo. El gran impacto dado por la generación del
    conocimiento y el procesamiento de la información a
    través de las TICs aparece con neologismos en el lenguaje y
    construcciones conceptuales nuevas, en procesos y resultados
    dentro de un marco académico y socio político
    definido. Ello distribuye una nueva clase de "energía" a
    la totalidad de las actividades humanas inscripta en un nuevo y
    ubicuo paradigma tecnológico el que abarca y se refiere a
    las variables sociales, culturales, políticas,
    económicas, organizacionales, etc.

    Esta energía que "mueve" a las sociedad se halla
    en las ideas, en el aprendizaje, en el conocimiento. Trabajo y
    producción , hogar y consumo , comercio y entretenimiento
    , socialización y transmisión de datos
    entre las diferentes organizaciones establecen caudalosos flujos
    informacionales que circulan e impactan en cualquier
    lugar.

    Inciertos tiempos de fractales, digitalización,
    virtualización, cyberespacio , redes con TICs que
    atraviesan todas y cada relación social , con la
    posibilidad de "prosumisión" como producción y
    consumo en el mismo protagonista, (Drucker, 1993) (2), globalización económica e
    internacionacionalización de mercados y capitales, de
    nuevos espacios para la participación socio-politica , de
    nuevos modelos de organización empresarial con
    deslocalizacion territorial industrial , con propuestas
    educativas transnacionales dada por la aparición de nuevas
    herramientas de hardware y software
    aplicables a la gestión del conocimiento , desafían
    con inequidades y desfazajes digitales , atentan a la privacidad
    para obtener un efectivo control social y una
    normatización cultural de nuestras vidas ….para solo
    nombrar algunos pocos pero complejos rasgos.

    Sus impactos en todas las dimensiones sociales y por
    ende en la educación, no podrán ser enfrentados con
    concepciones y prácticas antiguas porque no
    satisfacerán requerimientos mínimos….Una nueva
    sociología de factura
    recursiva y de interacción no lineal , mediada por
    artefactos electrónicos- aunque no sólo- , con
    procedimientos y conceptos sofisticados que subrayan puntos en
    contraste, se evidencian . Además se puede
    advertir:

    1) Redes convergentes de TICs que aceleran a velocidades
    enormes la generación, transmisión y
    distribución de información en tiempos
    instantáneos sin distinción de formato de
    transporte y distancia;

    2) Generalizacion de migración
    y dispersión de grupos, servicios, etc. que establecen
    gran flexibilidad de innovaciones organizacionales en las
    relaciones sociales, comerciales, laborales, jurídicas;
    etc coadyuvadas por la omnipresencia y entrega de datos
    ,

    3) Economía intensiva de conocimiento demandada
    por una "sociedad de aprendizaje "- que incluye el desarrollo de
    diferentes modelos que transforman información en
    conocimiento para alcanzar una efectividad social .

    Para facilitar el tránsito a esta sociedad y sus
    necesidades formativas se debería apostar a configurar la
    "sociedad del aprendizaje a lo largo de la vida" a fin de
    fortificar el protagonismo en mentes y voluntades de personas en
    los nuevos entornos. La nueva arquitectura de
    la enseñanza estratégica y de los procesos de
    aprendizaje , establecen nuevas hipótesis para el proceso
    de mediación tecnológica : enseñar y evaluar
    información critica en su
    utilización/aplicación en la búsqueda de un
    uso inteligente y en una alta calidad para cubrir la demanda con
    equidad social.
    El aprendizaje a lo largo de la vida (o lifelong learning :
    Longworth, 2001) (3) significa oportunidades educativas
    diseñadas de modo flexible y personalizado extendidas como
    acompañamiento a lo largo de la vida personal y colectiva
    con procesos de aprendizajes globales integrados, reales y
    virtuales.
    Esta " pedagogía informacional " necesita antes de una
    alfabetización tecnológica y de una
    enseñanza de la criticidad no solo para superar la
    "info-intoxicacion" sino para impulsar el cambio de mentalidades
    a través de la flexibilidad colaborativa en situaciones
    diversas de organizaciones y sus programas.

    Esto es así porque lo central en los escenarios
    de esta sociedad son los productos intangibles y los servicios
    creados por la información y el conocimiento , es decir la
    riqueza está en las ideas. Dentro del mismo
    análisis de un constructivismo
    social , los estudios toman en cuenta a la incidencia de las TICs
    en las actividades científicas, la dinámica de la
    cultura , los movimientos sociales, la constitución de la identidad, el desarrollo
    económico dentro del mundo globalizado. Aquí,
    la producción , distribución y consumo de productos
    y servicios materiales y simbólicos se hallan organizados
    para estrategias mundiales y de un mercado estimulado por la mas
    mediática y la telemática.

    Internet es la red de redes , juega el enorme rol en
    general y especialmente en educación sin olvidar el nuevo
    espacio cultural dentro de la globalidad , que configura
    diferentes identidades y culturas nacionales y regionales,
    saturadas de referencias transnacionales.

    Canclini, (1999) (4) sostiene que la actual cultura es
    una mezcolanza como un revelador aspecto de la condición
    posmoderna , dado por el impacto de la acelerada
    interacción de las veloces TICs dentro de una
    interdependencia multietnica e intercultural.

    Esto evidencia paradojas y contradicciones vistas por la
    debilidad de la distinción entre el mundo interno /
    externo debido a la transnacionalizacion de los flujos
    simbólicos, la aparición de nuevos regímenes
    de soberanía y la redefinicion de las obligaciones
    del estado—nación,
    la multiplicación de los conflictos de valores y
    tradiciones entre civilizaciones y comunidades, desafiando la
    legitimidad de una global governanza . Así, la nueva
    sociedad constituye una nueva civilización que debe
    decidir que es lo que necesita, lo que le conviene para transitar
    del estadio de los datos en el pasado , hacia la
    información para llegar al conocimiento, la
    comprensión y la sabiduría en el futuro.

    Para configurar la sociedad del conocimiento ,- lo que
    tomará varias generaciones- es necesario ayudar y ayudarse
    a reconstruir representaciones mentales y socioculturales acordes
    a los nuevos tiempos históricos , desmistificar falsas
    panaceas e ilusiones , superar sentidos comunes por una mayor
    racionalidad critica y transformativa para explorar
    potencialidades y promesas tecnológicas como sus riesgos y
    limitaciones como para tomar sus ventajas y fortificar sus
    fortalezas sociales .

    De este modo , por un lado , la extensión,
    intensidad , velocidad e
    impacto que proponen el flujo global de las redes e interacciones
    de las TICs obliga a personas y países a reformular
    relaciones entre la política, economía, la
    sociedad, la cultura y por ende, la educación. Y por el
    otro, la estructuración de sistemas
    telemáticos.

    Ello al mismo tiempo, facilita aquéllos procesos
    al crear nuevos entonos. Pero esta posibilidad existirá
    solo para aquéllos países y sociedades que accedan
    a las TICs y superen diversos desfazajes, lo que conducirá
    a decidir frente a la opción de ratificar/ rectificar
    valores y voluntades para vivir en paz y en governanza global de
    acuerdo a reglas consensuadas de convivencia.

    En este contexto sociológico de entornos
    culturales digitales , las personas reformularán vidas y
    trabajos porque sus repertorios anteriores ya no les serán
    más útiles y valiosos.
    Para intuir riesgos y posibilidades de estos tiempos fractales y
    globales, pensamiento y acción se muestran en un espiral
    de contradicciones sin fin que critican enérgicamente las
    esperanzas tecnológicas manifestadas en el estilo "pompas
    de jabón" que, en general pero en regiones emergentes
    más aun, dieron por resultado más y más ,
    fragmentación social, pobreza ,
    violencia y
    fundamentalismos culturales .

    Tomar en cuenta todas las consideraciones realizadas es
    urgente porque dejarlas de lado costaría muy caro a cada
    grupo social porque significaría alejarse de los tiempos
    histórico-culturales vigentes que reclaman más
    inteligencia , lucidez y reciprocidad entre personas y regiones.
    Por ello, la cuestión acerca de qué clase de
    sociedad del conocimiento estamos construyendo, o yendo o
    llegando" posee alta relevancia.
    Porque si bien esta sociedad implica una gran
    transformación socio tecnológica, toda sociedad a
    lo largo de la historia lo ha implicado y ha sido de
    "conocimiento" . En cada sociedad conocida a lo largo del tiempo
    , la información y los saberes fueron decisivos: en poder,
    en riqueza, en organización social, etc. Por lo cual
    remite a equivocaciones referirse a la " sociedad del
    conocimiento " de modo único. Consecuentemente debemos
    así, precisar qué clase de conocimiento hubo antes,
    existe ahora y cuál es el deseado/necesario para
    configurar tal sociedad en cuestión, lo que
    dependerá de necesidades y decisiones culturales,
    económicas, tecnológicas, sociales y
    políticas contextualizadas.

    Nuestra pregunta: ¿la sociedad del
    conocimiento es una herramienta político-económica,
    un constructivo o simplemente un concepto
    vacío?

    Será muy importante esclarecerlo a fin de
    analizar su génesis, desarrollo y proyecciones para la
    educación –como una variable dependiente – lo que
    constituye el punto central de esta discusión. Así
    acceder a la información y a su procesamiento
    permitirá gerenciar la re-construcción de una
    sociedad , que si bien hoy nos inunda como nunca antes con enorme
    información, los mecanismos para llegar a ello no son
    exclusivamente tecnológicos. Ello significa que cada
    sociedad histórica se halla caracterizada por la
    implementación de estrategias y metodologías para
    elegir , construir, transmitir , compartir y recrear saber que
    contribuyan a integrar personas y regiones.

    El desafío hoy es explorar las funciones
    superiores de pensamiento y los valores de respeto y
    solidaridad
    para promover el acceso equitativo a datos a ser procesados con
    "cabezas bien puestas" (Morin, 1999) (5), para desarrollar "
    mentes inteligentes" (Gardner, 1987) (6) y "analista
    simbólicos " (Reich, 1993) (7), quienes puedan
    transformar, sintetizar y aplicar con pertinencia y alta
    responsabilidad, información/ conocimiento para resolver y
    anticipar problemas.

    De este modo la sociedad de la información y el
    conocimiento aparece como el nuevo paradigma cultural de "
    aprendizaje a lo largo de la vida " que prepara gente
    según necesidades diferentes de aprendizaje diversos. Lo
    que supone:

    1. reconocer la diversidad de la gente,
    prácticas, saberes, valores y significados o sentidos
    sociales a evaluar antes/durante la acción si se trata de
    fortalecer el aprendizaje para poder vivir juntos (Touraine,
    1997) (8) dentro de un amplio abanico cultural de posibilidades
    que establece el cambio,

    2. superar exclusiones diversas y desfazajes digitales
    entrenando gente en las nuevas actividades productivas basadas en
    la comunicación telemática y las TICs en otros
    espacios socio tecnológicos,

    3. fortificar los procesos de anticipación y
    participación protagónicas a través de una
    práctica educativa que impulse la cooperación, el
    dialogo y la
    empatía emocional sostenida.

    Pero realmente se trata de reales y substanciales
    tendencias o son propuestas teóricas? Como decíamos
    antes cada sociedad posee sus saberes, sus procedimientos
    técnicos y sus creencias, usa sus artefactos y se inspira
    en sus valores que brotan de su cultura especifica .Estos rasgos
    no podrán ser más estandarizados dentro del
    capitalismo
    occidental planetario y hegemónico si se reconoce y
    respeta la diversidad . Qué rol le caben a las TICs en
    este contexto? Qué margen existe para apropiar
    tecnología en diferentes contextos socioculturales si se
    respetan necesidades y perfiles diferentes?

    Muchas preguntas y pocas respuestas que desafían
    a la educación de los nuevos tiempos que debe debatir y
    construir qué clase o modelo de organización social
    según sus culturas requiere, desea, debería tener ,
    decidirá en alcanzar…para construirla ..De lo contrario
    continuará siendo una "sociedad de dos velocidades" o sea
    fragmentada con una serie de riesgos.

    Entonces el problema emerge cuando nos planteamos
    porqué, para qué, y cuáles son los objetivos
    a alcanzar al formar a las personas y grupos en el uso (y
    producción….) de TICs en un marco social y cultural . La
    incorporación y articulación de la TICs en
    educación (en todas su formas : cursos de aprendizaje
    electrónico o e-learning ,
    interacción con hipermedias, programas basados en
    Internet, etc.) significa una apuesta a una construcción
    socio/epistemológica de mentes , emociones y
    acciones hecha día a día a través del
    esfuerzo cotidiano en la negociación con la incertidumbre , la
    inseguridad y
    la violencia diaria que caracteriza al mundo hoy.

    Porque esta nueva sociedad de profundos cambios en
    construcción requiere mentalidades más que comparar
    equipos tecnicos – los que son necesarios pero no
    definitorios……Por lo cual, ello significa desarrollar
    habilidades a adaptar , – no a adoptar irracionalmente – en
    propuestas creativas y equitativas a partir de entornos
    diversos.

    Entonces si la cognición es un producto situado ,
    no se crea que los tránsitos y reconversiones que se
    están enumerando serán automáticas ,
    más aun para el Sur del mundo ….sino que
    sólo tomando medidas políticas a implementar y
    evaluar según escenarios y actores, se podrían
    llegar a integrar la enorme cantidad de personas y regiones que
    están al margen de los cambios epocales
    señalados.

    Tal es el caso de los países latinoamericanos que
    necesitan reconstruir integralmente su identidad al estar
    sumergidos a la par, en la pobreza como
    en la vorágine de los cambios socio tecnológicos
    hegemónicos . Deberán elegir a ser meros objetos
    subordinados en la red global de este "nuevo desarrollo", o
    convertirse en protagonistas dinámicos o sujetos que co
    participan en el cambio social. En todos los casos, formar
    /capacitar personas para participar y compartir innovaciones
    tecnológicas con TICs , en redes conectivas para
    consolidar nuevas competencias , es indispensable.

    Otras dudas.

    Como hemos señalado serias dificultades referidas
    a la concepción e implementación de las ideas
    relativas a una economía y sociedad globalizadas
    demuestran severos resultados tales como inequidad, inseguridad,
    generalizada violencia, exclusión y fragmentaciones
    diversas, religiosos y étnicos fundamentalismos, etc. Tal
    vez todo ello sea peor para los países periféricos y del sur del mundo que reciben
    transferencias lineales indiscriminadas de oleadas
    socioculturales dadas por los "avances
    tecnológicos" que se adoptan, no se adaptan.
    Sólo así, creemos que si se incluye la
    consideración en la concepción y diseño de
    los procesos de interactividad, conectividad, hiper e
    intertextualidad, etc. de las producciones hipermediales
    intervinientes en las mediaciones tecnológico educativas
    se podrían evitar serios riesgos de normatizacion social y
    disciplinamiento cultural.(Roszak, Th. 1990. ) (9).

    Este abordaje critico pretende superar el anacronismo y
    las débiles interpretaciones que de la historia y la
    cultura de los países fueron elaboradas por los mercaderes
    de sofisticados equipos desconociendo diferentes realidades ,
    perfiles y expresiones culturales, sin entender y estudiar el
    pasado y el presente para una prospectiva en el tiempo futuro
    .

    Por lo tanto es necesario un anclaje en escenarios y
    actores locales quienes conocen y son los que deben actuar ,
    participar , producir, anticipar , contrastar .Relacionado a
    ello, lo que hace la diferencia es lo que la gente hace con lo
    que sabe en las situaciones que les toca actuar con el sentido
    que le otorgan…. (Grulke, 2001) (10) Ten future lessons,
    Pearson Education, Madrid). Si
    esto es así , es importante no reproducir propuestas
    irreflexivas de los discursos dominantes de los países
    centrales que solo perciben bondades y buenos deseos en el
    tránsito a la sociedad del conocimiento. Creemos en la
    necesidad de apropiar (dentro del marco de la Tecnología
    Educativa Apropiada y Crítica (Fainholc, 1990; Fainholc,
    2001) (11) el concepto de la "sociedad del conocimiento "
    otorgándole otro sentido que responda a otras condiciones
    socio político y culturales al observar una
    construcción alternativa de una sociedad de las TICs
    .

    Las nuevas realidades claman por aproximaciones
    interdisciplinarias para un planeamiento,
    entendimiento e investigación en Universidades y
    Parlamentos sin lo cual no se arribará a ninguna
    comprensión para adoptar medidas correctas a largo plazo.
    "Quienes no planifican con sólidos conocimientos , se
    convierten en esclavos de planes ajenos" ( Bunge, 2004)
    (12).

    Formar al profesorado en tecnología
    ¿Por qué y para qué fines?

    La formación del profesorado para el uso
    pedagógico de las nuevas tecnologías considero que
    no debe plantearse exclusivamente en términos de
    cómo cualificar a los docentes para que sepan utilizar los
    recursos informáticos (tanto de hardware como software) y
    gestionar su uso dentro del aula. Hacerlo así sería
    caer en un planteamiento reduccionista y simplista de la
    complejidad cultural que encierran la enseñanza. Aquellos
    planes formativos destinados a convertir al profesorado en meros
    usuarios de las máquinas digitales así como en
    gestores didácticos de estos medios en el aula son
    planteamientos que tienden a alienar profesionalmente al
    profesorado.
    Parto del
    supuesto de que los ordenadores no tienen efectos mágicos
    sobre la enseñanza y el aprendizaje. Ningún experto
    o profesor por el mero hecho de introducir ordenadores en su
    docencia puede
    creer que, de forma casi automática, provocará que
    sus alumnos aprendan más, mejor y que además
    estén motivados. Esto es una forma de utopismo o fe
    pedagógica sobre el potencial de las máquinas
    digitales sin suficiente fundamento racional.

    Hoy en día, sabemos que los ordenadores son
    objetos o herramientas que adquieren su potencialidad
    pedagógica en función del tipo de actividades y
    decisiones metodológicas realizadas por los docentes. Lo
    relevante para la innovación pedagógica de la
    práctica docente, en consecuencia, es el planteamiento y
    método de enseñanza desarrollado y el proceso de
    aprendizaje que dicho método promueve en los alumnos, no
    las características de la tecnología utilizada.
    Dicho de otro modo, ningún experto o docente puede creer
    ingenuamente que la mera utilización de ordenadores genera
    una enseñanza será de más
    calidad.

    Por ello, y en conclusión, la formación
    del profesorado tiene que abarcar ámbitos formativos
    dirigidos no sólo a ofrecerles conocimiento técnico
    de los programas y recursos de comunicación de redes
    digitales, sino y sobre todo conocimiento pedagógico,
    cultural y experiencial de lo que representa incorporar estas
    tecnologías a la práctica de enseñanza tanto
    del aula como el centro escolar. Esto no es una pequeña
    innovación de un ámbito particular de
    enseñanza, sino una alteración sustantiva de todo
    el modelo pedagógico y de las formas culturales que un
    profesor debiera prodigar en su aula.

    Creo, en definitiva, que el reto no es solo cualificar
    al profesorado para que sea un usuario de la tecnología en
    la clase, sino para que sea un profesional que sabe enfrentarse a
    la complejidad de los problemas culturales del alumnado que
    están surgiendo en un contexto social en el que las nuevas
    tecnologías están omnipresentes y que tiene la
    capacidad para planificar y poner en práctica soluciones
    educativas tanto en su aula como en su centro.

    Adolescentes y tecnología. Mucha
    información, ¿poco conocimiento?

    Los tiempos han cambiado notablemente y los ordenadores,
    hoy en día, son parte consustancial de la vida cotidiana
    tanto de los profesores como de los alumnos. Actualmente la
    tecnología informática no sólo está
    extendida y omnipresente en las oficinas, los hogares, las
    empresas, las instituciones, …, sino que ésta es
    fácil de usar para cualquier sujeto sea un niño, un
    adolescente, o una persona adulta. Esta popularización del
    uso de los ordenadores, evidentemente, también tiene sus
    contrapartidas generando la aparición de fenómenos
    o problemas educativos hasta ahora desconocidos.

    Debido a que las generaciones más jóvenes,
    es decir, los nacidos a lo largo de la década de los
    noventa, han sido socializados culturalmente bajo la
    influencia de las nuevas tecnologías
    de la
    información y comunicación en sus diversas
    variantes (televisión digital, telefonía móvil, Internet,
    videojuegos, …) éstos presentan una serie de rasgos de
    comportamiento social y cultural diferenciados respecto a los
    niños y adolescentes
    de décadas anteriores. Lo cual, en consecuencia, requiere
    que los padres y docentes nos planteemos nuevos modelos
    educativos y métodos de enseñanza.
    El alumnado actual de educación secundaria y bachillerato
    es una generación que ha sido amamantada culturalmente en
    contacto permanente con variadas tecnologías audiovisuales
    e informáticas. Para estos adolescentes es algo cotidiano
    acceder a múltiples canales de televisión y zapear
    de unos a otros, escribir sus trabajos de clase en un ordenador,
    llamar y recibir mensajes a través de telefonía
    móvil, navegar por Internet en busca de
    información, y comunicarse con su pandilla a través
    de un chat. Dicho de otro modo, los alumnos de secundaria son
    usuarios de numerosas y diversas tecnologías siendo
    éstas un elemento familiar de su vida, y hasta cierto
    punto, indispensables. Esta generación necesita
    las tecnologías digitales para divertirse, para realizar
    sus trabajos académicos, y para relacionarse socialmente
    con sus amigos.

    A diferencia de generaciones precedentes, los
    estudiantes de hoy en día, al igual que el resto de
    ciudadanos, están expuestos a un continuo flujo de
    información que provoca saturación de datos. La
    televisión, Internet, el cine, la
    publicidad,
    la radio, …,
    permanentemente están difundiendo acontecimientos,
    noticias, opiniones, ideas que llegan como una avalancha
    interminable. En consecuencia, la cantidad de información
    que los alumnos poseen sobre los acontecimientos de la realidad
    -sea de tipo político, deportivo, musical, o de sucesos-
    es abrumadora. Pero mucha información, no
    significa necesariamente más conocimiento
    . Todo
    lo contrario.

    El problema educativo que se deriva de este hecho
    consiste en cómo ayudar al alumnado a dar sentido y forma
    a todo ese cúmulo de información que éstos
    obtienen desde que se levantan hasta que se acuestan. El
    nuevo reto para la docencia es ayudar a reconstruir dicha
    información con la finalidad de convertirla en un
    conocimiento comprensible y con significado
    .

    Esta meta educativa requiere que en las aulas se
    potencie y se desarrolle en los alumnos las habilidades y
    competencias relacionadas con la búsqueda de
    información, con saber discriminar lo que es
    información útil y de interés
    para ciertos propósitos, analizar y contrastar datos
    obtenidos de diversas fuentes, así como aprender a
    organizarla, reconstruirla y difundirla. En definitiva, es
    enseñar a utilizar la enorme información disponible
    y ofertada por las TICs (Tecnologías de Información
    y Comunicación) de forma inteligente y
    crítica.

    Computadoras y el rendimiento
    escolar.

    Periódicamente aparecen artículos
    periodísticos, ponencias académicas, informes
    estadísticos que interrogan la influencia de la
    computadora en educación. La tecnología parece
    destinada a tener que rendir un examen perpetuo.

    La tenacidad de estos estudios es saludable, aunque se
    nos permitirá elucubrar algunas sospechas: ¿de
    dónde viene esa desconfianza que parecen compartir
    distintos actores sociales y que se potencia cuando
    se constituye como opinión pública? ¿por
    qué se tiende a simplificar los problemas con conclusiones
    que son muy difíciles de sostener? ¿Qué
    relación tiene esto con otros temas en agenda como la
    demonización del los cybercafés (donde parece que
    sólo se pudiera consultar sitios hot o el prejuicio al
    chat (incitador de jóvenes asesinos)?

    Queremos decir con esto, que es legítimo examinar
    a la tecnología y por lo tanto existe esa misma
    legitimidad para examinar a los examinadores. No es un
    trabalenguas sino un paso necesario para llegar a conclusiones
    claras, útiles –e imprescindibles- en el campo
    educativo.La semana pasada el diario publicó los resultados de
    un estudio realizado en Europa por la
    inglesa Royal Economic Society que –según se
    desprende de la lectura-
    tiene un resultado contundente: los chicos que usan menos
    computadora, tienen mejor rendimiento escolar. Si bien eso queda
    muy claro leyendo el titular y los primeros párrafos, la
    nota no abunda en detalles y los que se apuntan contribuyen a
    crear confusión.

    Lo que en principio es "rendimiento escolar",
    después pasa a ser "rendimiento en matemáticas y literatura y al final de la
    nota se habla de "conocimientos primarios de conocimientos
    primarios como la matemática
    y la lectura".

    Asimismo, no se especifica qué incluye la
    expresión "uso de computadoras": ¿se trata del uso
    recreativo, como parece aludirse en un fragmento de la nota
    ("distrae en las tareas") o se habla del uso educativo? Y en este
    último caso, ¿de qué uso educativo se trata:
    internet, software
    educativo, herramientas de office, trabajos
    en colaboración, etc.? La variantes son infinitas. Sucede
    que "uso de la PC" es un sintagma muy complejo para ser el sujeto
    de una conclusión sin más y contribuye a opacar
    más que a aportar elementos para una evaluación
    que deber ser llevada a cabo pero en términos más
    precisos y profundos. En la misma noticia publicada en el
    sitio
    de la BBC de Londres
    titulares y textos expresan
    opiniones más relativizadas.

    El titular es "Dudas sobre el uso de computadoras en
    escuelas". Asimismo, el texto explica los detalles del trabajo y
    la evaluación que los mismos autores realizan de los
    resultados. Thomas Fuchs and Ludger Woessmann, de la
    organización Cesifo de Munich, señalan que los
    números no muestran las causas del problema que por el
    momento sólo se pueden postular hipotéticamente.
    Entre las causas hipotéticas se encuentra que tal vez sea
    el uso excesivo de computadora el que contribuya a disminuir el
    rendimiento o que los resultados pueden estar ponderados por
    factores como la dinámica de las aulas que hace que los
    chicos con más problemas tengan menos oportunidades para
    utilizar efectivamente las máquinas de las
    escuelas.

    Esto le suma más complejidad a la cuestión
    porque llama la atención sobre los distintos actores y
    variables que intervienen en el momento en que un alumno usa la
    computadora en una escuela: el trabajo en
    equipo, el rol del docente, los planes de estudio, el
    funcionamiento institucional, entre muchos otros más.
    De todas maneras, los resultados de la investigación son
    un llamado de atención. Así los lee Tim Rudd de
    Becta, la oficina del
    gobierno inglés
    dedicada a la informática, que señala que tal vez
    se deba revisar la certeza de que las computadoras son buenas en
    educación introduciendo variables como la edad o la
    disciplina, aunque particularmente en matemática parece
    bastante probado su eficacia y su contribución a la
    renovación del estudio.

    Sin una buena información de base no se pueden
    sacar conclusiones útiles sino seguir alimentando mitos
    colectivos tecnofóbicos. Falta, además, tiempo para
    evaluar los rendimientos, investigación académica e
    interdisciplinaria para proveernos de conceptos y trabajo de
    campo –como este de Munich-, operativos estatales de
    evaluación para sumar miradas y puntos de vista un
    debate
    fundamental

    Un comentario pesimista. ¿Es realmente un
    problema relevante la tecnología en la
    educación?

    Todavía impactado por el secuestro y
    matanza de niños y padres en una escuela rusa por
    terroristas chechenos en donde han muerto más de 250
    personas y hay más de 700 heridas, me pregunto si
    realmente "la tecnología en la educación" es uno de
    los temas/problemas más relevantes actualmente para
    nuestro sistema educativo.

    La violencia, en sus múltiples formas (sea
    atentado terrorista, guerra,
    asesinato, robo, violación, agresión
    doméstica, etc.) está creciendo y se está
    convirtiendo en un elemento de la vida cotidiana alcanzando cotas
    de horror que difícilmente se habían presenciado en
    décadas precedentes (piénsese en los atentados del
    11-s en EEUU, del 11-M en Madrid, las Guerras de
    Afganistán, Irak, o los
    conflictos étnicos de extremada violencia en el
    África Central.

    Ante todo ello, tengo la sensación que las
    afirmaciones gradilocuentes que solemos realizar los expertos en
    Tecnología Educativa, en el sentido de que Internet
    revolucionará la enseñanza, o que la sociedad de la
    información representa una nueva etapa histórica de
    la humanidad, o de que los ordenadores están cambiando
    nuestra sociedad y civilización, a veces, me parecen
    ingenuos y excesivamente inocentes.

    Hasta la fecha nunca se desarrolló tanta
    educación como en la actualidad. Todos los países
    del primer mundo ofrecen educación gratuita a sus
    ciudadanos, en gran parte de los países en desarrollo
    existen importantes y notorias (aunque insuficientes) inversiones
    en educación, etc. Sin embargo, la violencia aumenta. Y
    ello es decepcionante.

    Lo relevante en el mundo sigue siendo el poder o la
    capacidad de imponer por la fuerza los intereses de unos grupos
    sobre otros. La tecnología simplemente es un elemento
    más de ese ejercicio del poder.

    Desigualdades y exclusión en el acceso a la
    tecnología.

    Las nuevas tecnologías de la información
    son un hecho imparable y que reporta importantes y variados
    beneficios a quienes las utilizan. Sin embargo tienen efectos
    secundarios perniciosos sobre nuestro sistema social. Entre
    ellos, el segmentar y separar más las distancias
    económicas y culturales entre los sectores integrados en
    el desarrollo tecnológico y la población excluida
    de dicho desarrollo.
    Es un hecho empírico que las nuevas tecnologías son
    un nuevo factor de desigualdad
    social debido a que las mismas están empezando a
    provocar una mayor separación y distancia cultural entre
    aquellos sectores de la población que tienen acceso a las
    mismas y quienes no. Fenómeno que desde una ética
    democrática y progresista resulta a todas luces
    cuestionable y preocupante. Este fenómeno está
    generando un nuevo tipo de analfabetismo
    que consiste en la incapacidad para el acceso a la cultura
    vehiculada a través de nuevas tecnologías. De este
    modo, se hace imprescindible la necesidad de articular un
    conjunto de medidas o acciones educativas desde los poderes
    públicos de modo que se facilite el acceso y
    formación en las nuevas tecnologías a la mayor
    parte de la población.
    En una sociedad como la nuestra que se proclama
    democrática la exclusión o marginación de
    cualquier grupo social es un fenómeno que
    intrínsecamente es contradictorio con el propio concepto
    de democracia y
    de justicia
    social.

    El contexto sociocultural representado por la
    hegemonía de la tecnología en nuestra sociedad
    (saturación de información, mercantilización
    de la información, la cultura como espectáculo)
    requieren replantear las metas y naturaleza de la
    educación potenciando el aprender a aprender y el saber
    buscar, seleccionar, elaborar y difundir información a
    través de cualquier lenguaje y
    tecnología
    de la comunicación.
    Desde un punto de vista sociopolítico el problema estriba
    en la igualdad de oportunidades de acceso a los recursos
    tecnológicos más avanzados ya que ser usuario de
    esta red comunicativa tiene consecuencias culturales y laborales.
    Compensar estas desigualdades de origen requieren medidas, entre
    otras, como integrar las nntt en el sistema escolar; reformar
    sustantivamente el curriculum incorporando una educación
    para los medios y tecnologías; adecuar la formación
    ocupacional a las nuevas necesidades y demandas sociolaborales;
    potenciar el uso de las nntt desde las comunidades locales
    permitiendo su acceso a una gran variedad de grupos sociales;
    incorporar las nuevas tecnologías a las redes culturales
    ya existentes comos son las bibliotecas, asociaciones culturales,
    juveniles, vecinales, …
    El debate creo que debe consistir en cómo construir un
    modelo democrático de la sociedad de la información
    y del papel de la educación en dicho proceso.
    Evidentemente no dispongo de las respuestas, aunque podría
    esbozar algunas ideas y cuestiones para el debate.

    Entre las mismas sugiero las siguientes:
    ¿cuáles deben ser las metas y contenidos de planes
    de formación o alfabetización tecnológica?
    ¿cuál debe ser el papel del sistema escolar, la
    formación ocupacional, y la educación no formal en
    este proceso? ¿cómo garantizar el acceso a la
    tecnología y cultura digitales a todos los ciudadanos
    (fundamentalmente a los que actualmente están excluidos);
    ¿qué políticas deben desarrollar los poderes
    públicos para la creación y desarrollo de
    organizaciones y empresas productoras de contenidos y servicios
    digitales alternativos a las propuestas culturales de las grandes
    corporaciones mundiales? ¿cuáles debieran ser los
    criterios de calidad cultural de los contenidos vehiculados a
    través de tecnologías digitales?,
    ¿cómo estimular el desarrollo de Internet como un
    servicio de comunicación democrático para la
    mayoría de los ciudadanos?. Educar es un proyecto de
    futuro.

    Einstein Alejandro Morales Galito

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter