El presente trabajo parte
de los aspectos relacionados con el surgimiento del lenguaje en
cuanto a los factores biológicos, sociales y del entorno
así como de algunas de las tesis de
Marx y Engels
sobre la función
del trabajo en este proceso.
Desde el punto de vista teórico se introduce en
la lingüística como la ciencia que
estudia y sistematiza todos los conocimientos acerca del
lenguaje.
Aunque el lenguaje ha
ido evolucionando conjuntamente con la sociedad hay
un elemento que por su importancia requiere de un llamado de
alerta: El quebrantamiento de las normas esenciales
de la lengua de cada
comunidad
lingüística o el lenguaje callejero, los vulgarismos
propios del argot o jerga callejera entorpecen en grado sumo la
frescura del lenguaje y sus cualidades permanentes. El trabajo
muestra en
ejemplos concretos algunas de las manifestaciones que tipifican
esta distorsión.
¨ La lengua es el producto y
forma en voces del pueblo que lentamente la agrega y acuña
¨ José Martí.
La lingüística es la ciencia que
estudia y sistematiza todos los conocimientos sobre el lenguaje y
se le ha llamado ciencia de la
comunicación humana porque ella, entre las ciencias
sociales, es la que se ocupa del lenguaje, actividad
específicamente humana que constituye el medio de comunicación más importante en las
relaciones sociales.
Delfina García, citado por Colectivo de
autores(1983), se refiere al lenguaje como un hecho social y
plantea que durante los miles de años que transcurrieron
entre el hombre
propiamente dicho y sus antepasados, los monos antropoides, el
cerebro, y con
él sus instrumentos inmediatos, los órganos de
los sentidos,
sufrió lenta pero firme transformación que lo hizo
más complejo a mediada que se adaptaban a su actividad
reflejo-condicionada hasta llegar a alcanzar la facultad de
pensar.
El lenguaje, una vez aparecido, ejerció una
influencia decisiva en el progreso alcanzado por el hombre en su
trabajo en común con los demás. Los hombres al
tener la necesidad de decirse algo los unos a los otros crearon
el órgano : La laringe.
El lenguaje es la realidad inmediata del pensamiento en
la conciencia real
práctica del hombre. La relación entre el lenguaje
y el pensamiento es uno de los postulados fundamentales de la
lingüística materialista. La función principal
del lenguaje es la comunicativa y puede caracterizarse como la
capacidad para comunicar información por medio de la
palabra.
Constituye la lengua uno de los rasgos de la identidad de
los pueblos, no procede verla solo en el sentido formal sino que
constituye también un reflejo de su pensamiento, de
ahí que estemos comprometidos a cuidarla, enriquecerla y
en sentido general contribuir a su prestigio y engrandecimiento
de manera que sintamos un sentimiento de lealtad
lingüística y una actitud de
orgullo hacia esa lengua que hablamos.
Es indudable la influencia que ha ejercido en el
enriquecimiento de nuestro léxico fenómenos como el
triunfo de la Revolución
en el año 1959. A partir de este momento y aparejado a las
transformaciones en los órdenes político, social,
cultural, económico, van surgiendo nuevas realidades y
junto a ellas nuevos vocablos.
Las propias transformaciones en el orden educacional
contribuyen a cambios significativos del nivel cultural de la
población lo que trae consigo la
elevación de norma social del uso de la lengua.
Tendencias negativas en este sentido deben llamar la
atención de organismos, organizaciones y
de la ciudadanía en general y ponernos en alerta
para contrarrestar y combatir dichos males a fin de no permitir
que apaguen lo que la mayoría de nuestra población
a logrado con una actitud de defensa y de enaltecimiento del
más importante medio de comunicación entre los
hombres y mujeres siendo el objetivo del
presente trabajo contribuir a despertar el interés
por el dominio y uso
correcto de la lengua
materna.
El castellano, uno
de los idiomas de mayor diversidad geográfica y cuya
característica más apreciable por lo mismo, es su
multiciplidad en recursos
significantes, variables en
cada país donde tiene asiento, se enriquece desde esas
mismas fuentes, pero
en una lenta operación temporal de selección
y decantación de las voces que aparecen primero como
expresiones marginales, cuyo origen no puede determinarse de
inmediato por su marcada complejidad, sumadas con cierto grado de
violencia a
los esquemas establecidos de oralidad formal y significativa y
luego aceptados a distintos e incluso opuestos niveles de la
práctica verbal de valor
generalizado. En conclusión: el lenguaje se mueve en dos
direcciones ostensibles, una hacia la pérdida de
cualificación por el ejercicio pedestre de sus
posibilidades formales y otra hacia la recuperación del
acervo con la incorporación de aquellas locuciones que el
uso continuado ha garantizado como validas.
Si no ocurriera este movimiento de
restitución cualitativa mediante frases, giros, palabras,
el lenguaje empobrecería por agotamiento y por
deformación consecuente de la inercia que
padecería. La Real Academia de la Lengua Española
acepta nuevas voces y las sumas al diccionario
mucho después que el habla popular y también la
culta, ya la ha adoptado entre sus recursos expresivos
comunicativos.
La utilización mayor del español
culto de Cuba, el
enriquecimiento del fondo léxico y democratización
de la lengua en sentido general son realidades palpables en el
quehacer diario, no obstante se observa también una
tendencia, fundamentalmente entre jóvenes y en grupos que
mayoritariamente poseen un escaso dominio de la lengua, al
utilizar una serie de palabras y expresiones que restan
prestigio, elegancia y propiedad a la
comunicación. Muchas de estas situaciones se dan
íntimamente relacionadas con determinas manifestaciones de
irrespetuosidad, no valoradas así en muchos casos por
ellos por falta de capacidad y dominio para valorar el alcance de
estas actitudes
asumidas.
En el marco del presente trabajo de abordará lo
relacionado con formas de tratamiento, uso de vocablos y
expresiones con otra significación y al deterioro de la
comunicación.
Dentro de las normas establecidas para la convivencia
entre las personas existen patrones establecidos que
actúan como modelos y
cuando transgredimos algunos de ellos estamos afectando su
cumplimiento, se esta actuando ya sea por ignorancia, negligencia
o malintención irrespetuosa, negativamente.
En este orden es frecuente cómo adolescentes,
a veces de niveles preuniversitarios, y universitarios y en
algunos casos incorporados al estudio, dirigirse a profesores,
dirigente, personas mayores de edad de forma inadecuada con la
utilización del tuteo, en el caso de los profesores
llamarlos por le nombre y cuando se trata de personas de edad media o
avanzadas llamarles por mi tía, mi tío, abuelo,
abuela, la pura, el puro, veterano, etc.
En muchos casos se detecta inmediatamente el
desconocimiento o falta de dominio de su propia lengua cuando
alternan las formas de tratamiento, a veces inician con un
pronombre personal, (usted)
y al intercalar las formas complementarias hacen una
selección inadecuada al utilizar la correspondiente a
tú.
Así se escuchan ideas como las siguientes en boca
de un interlocutor joven dirigiéndose a una persona que
merece ser tratada de usted: Usted sabe lo que sucede que ayer te
vi y no pude hablar contigo para explicarte lo que me
sucedió. Se revela aquí, a través del uso
incorrecto de la lengua una falta de educación y
respetuosidad hacia la persona con quien se comunica. Se debe
valorar además de la imagen que este
joven esta dando de su falta de competencia
lingüística así como de ciertos valores, lo
maltrata que se siente la persona a quien se
dirige.
En una llamada telefónica , a veces, la
comunicación requiere de un intermediario (generalmente
recepcionistas o secretarias) que sin conocer al interlocutor
añaden con frecuencia expresiones como: si, mimi; no,
mamita; no es posible; etc. ¿ Por qué llamar de
esta forma a alguien que se desconoce? ¿ Qué
sentido tienen estas palabras? ¿Qué relación
existe entre el aspecto semántico y el formal a partir de
esta función que se le ha dado?
En establecimientos públicos son frecuentes tanto
en clientes como
dependiente vocablos y expresiones en las que las palabras
cambian el significado que aparecen en el diccionario y que
además se conoce por el uso, así se
escucha:
- Mi tía, dame una fría
(cerveza), un
lague (cerveza), un lagarto
(cerveza). - Dame una bala (cigarrillo)
En lugares públicos, en la calle no faltan
palabras y expresiones como:
- Voy para la pincha
(trabajo). - Voy para el gao (casa) a ver a la
pura ( madre). - ¡ Qué clase de
tacos ( zapatos) ! - Le dio tremendo viaje (
golpe). - Se lo llevaron para el tanque (
cárcel) . - A él le mandan fulas (dinero en
dólares) del yuma (EE UU) . - Se fue para el verde (Servicio
Militar General o Campo). - Me eché (ingerí,
comí) tremendo (grande)
buque (plato de comida), - Ese tipo ( persona) gana un baro
largo (bastante dinero). - Andaba en el chivo (bicicleta) y se me
ponchó.
Lista interminable de expresiones como las anteriores de
escuchan en determinados medios… pero
se debe reflexionar al respecto y al margen de que puedan estas
formas enmarcarse dentro del registro popular
o del vulgar, la realidad si es que interfieren una de las
funciones
principales de la lengua : la comunicación pues resultan
incomprensibles para otras personas que no corresponden a ese
círculo, se convierte de hecho en comunicación
exclusiva entre determinado interlocutores.
El gráfico anterior muestra como para la
población mas joven le es común estos vocablos y
expresiones y por tanto son capaces de entender su significado en
el contexto de un diálogo,
participe o no directamente, pero es de destacar que existe un 26
% que no es capaz de entender a plenitud esta jerga popular. En
sentido contrario se comporta este parámetro cuando se
trata de la población mayor de 40 años pues el 51 %
no logra la comunicación o el entendimiento cabal cuando
se emplean frases o vocablos de la jerga popular tal como se
aprecia en el siguiente gráfico.
No se hace referencia a otras expresiones bastantes
comunes en las que también se denominan determinadas
realidades con expresiones no registradas pero que no tienen la
connotación vulgar que se aprecia en las mencionadas y que
se pudieran consignar dentro del lenguaje coloquial. Se debe
estar consciente de que el idioma es un vivo instrumento de
comunicación y de expresión, caracterizado por esa
función social e intima tan condicionada por factores
personales y por variadas y complejas circunstancias.
El hecho lingüístico, la comunicación
inteligible no se produce si hay alguien que quiere expresar
algo, y alguien capaz de entenderlo. El lenguaje como tal
lenguaje, no tiene realidad más que en una comunidad en
que se use un sistema verbal
generalmente entendido. El español funciona como lenguaje
en los pueblos que lo hablan, lo mismo que entre dos personas que
se hablaran en español entre personas que no lo
entendieran.
El análisis realizado sobre algunos usos que
se hacen de palabras y expresiones no se opone a lo que plantea
Herminio Almendro en sus notas acerca del idioma y de su enseñanza, cuando expresa :No es el idioma
un sistema estático, el idioma evoluciona, cambia, cambia
en el uso que de él hacen los que de él se sirven,
y esa es una de las características de su naturaleza que
hay que considerar y tener presentes.
A pesar de la situación existente poco
halagüeña resulta alentador lo que se augura para
años venideros, pues es indudable que la aplicación
consciente de los diferentes Programas de la
Revolución rendirán sus frutos que influirán
innegamente en una tendencia de responsabilidad y comprensión mayor hacia
el uso correcto de nuestro idioma.
El triunfo de la Revolución
Cubana trajo aparejado un grupo de
vocablos que contribuyeron al enriquecimiento del léxico
.
Existe dentro de la sociedad actualmente, sobre todo
entre los jóvenes, cierta tendencia a la
utilización de palabras, frases, giros solo comprensibles
entre determinados círculos sociales.
Muchos de los errores que se cometen están dado
por falta de dominio y conocimiento
de la estructura de
la lengua, de su gramática.
La aplicación de los distintos programas de la
revolución vislumbran un ascenso significativo en la
comprensión y la responsabilidad de la sociedad ante el
uso correcto de su idioma.
Una actitud crítica
y consciente hacia la necesidad de conservar y enriquecer nuestro
idioma por parte de profesionales y ciudadanos en general
conscientes de esta necesidad.
- Colectivo de autores: Curso para maestros primarios.
Origen del lenguaje. Ministerio de Educación. Editorial
Pueblo y Educación. La Habana. Cuba. (1983). - García E. : Lengua y Literatura.
Editorial Pueblo y educación. La Habana.
Cuba.(1992). - Marinello J. : La palabra comunicación y
creación. En: Anuario M.L. No6. Instituto de Literatura
y Lingüística, La Habana. Cuba. (1976). - Sapir E. et al : Del idioma y su enseñanza.
MINFAR. Dirección Política, La
Habana. Cuba. (1968)
Autor:
Amarilys de la Caridad León
Paredes
Universidad de Pinar del Rio, Cuba.
Tomasa Cruz Vigoa
Universidad de Pinar del Rio, Cuba.
Iselys González López
Universidad de Pinar del Río, Cuba.