Monografias.com > Política
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Obreros y estudiantes… ¿Unidos adelante?




Enviado por gmp_666



    La relación del Primer y
    Segundo Gobierno de
    Perón
    con las masas obreras y los estudiantes
    universitarios

    1. Diez ideas caracterizadoras de la
      década
    2. Primer Gobierno de Juan D.
      Perón (1946 – 1952)
    3. Plan Quinquenal (1947 –
      1951)
    4. La Reforma Constitucional de
      1949
    5. Segundo Gobierno de Perón
      (1952 – 1955)
    6. Segundo Plan
      Quinquenal
    7. ¿Quiénes apoyaron
      y quiénes se enfrentaron a
      Perón?
    8. El papel de los sindicatos y de
      los obreros
    9. La oposición de los
      estudiantes
    10. Conclusión
    11. Bibliografía

    Prólogo

    Frente a los múltiples aspectos que
    caracterizaron el Primer y Segundo Gobierno del General
    Perón, haremos hincapié en la cuestión
    obrera y en la relación entre los estudiantes
    universitarios y el movimiento
    surgido el 17 de Octubre de 1945, para señalar lo que
    entendemos como los mayores aciertos y los peores errores
    cometidos en esa época de la historia
    argentina.

    Al mismo tiempo, para
    señalar al sector del que mayor apoyo recibió
    Perón y a uno de sus opositores. Paradójicamente,
    cuando Perón estaba en exilio en España,
    con su movimiento prácticamente proscripto, cuando las
    masas populares se levantaban contra los gobiernos militares, una
    de las consignas que más despertaban la adhesión de
    la mayoría era aquella de "obreros y estudiantes, unidos
    adelante". Por ejemplo, los que se habían enfrentado en el
    ‘45/’46 y en el ’55, se unían en el
    ’69 (Cordobazo).

    Para situarnos en las cuestiones más importantes de esa
    década es necesario hacer una pequeña reseña
    de sus momentos más destacados; pero también de las
    ideas, posiciones e intereses de los sectores sociales de la
    época.

    Por razones vinculadas a lo que pensaban sobre la defensa
    nacional, en las décadas del ’30, ’40 y
    ‘50, el Ejército Argentino era partidario de la
    industrialización y sus ideas en este sentido
    coincidían históricamente con la vaga tendencia de
    la burguesía industrial (los nuevos empresarios de la
    argentina surgidos en el proceso de
    "sustitución de importaciones").

    La primera consecuencia de esa coincidencia fue la puesta en
    marcha de una política
    económica proteccionista por parte del gobierno
    militar del General Farell, donde Perón fue su
    Vicepresidente y Secretario de Trabajo y
    Previsión.

    La reacción del "imperialismo"
    norteamericano –que al promediar la Segunda Guerra
    Mundial había reemplazo al inglés– y de las fuerzas internas pro
    imperialistas ligadas al antiguo orden, fue inmediata y
    determinó la adhesión de las masas populares hacia
    el nuevo régimen. Perón comprendió la
    transformación que se había operado en el
    país. Mientras las fuerzas políticas
    de la vieja Argentina se polarizaban alrededor de la democracia
    formal incumplida, Perón desafió el potencial
    económico de los intereses imperialistas, de los grandes
    diarios, de la burguesía mercantil de Buenos Aires, de
    la mayoría de la intelectualidad y apeló a los
    sectores populares decepcionados del radicalismo, a las peonadas
    del interior que habían votado bajo la voluntad del
    caudillo lugareño a radicales o conservadores, pero sobre
    todo, su campo de acción
    inmediato, fue el proletariado industrial de las ciudades sin
    conexiones con los partidos de izquierda (socialistas y
    comunistas) carentes de prestigio en las masas.

    El sentimiento de que el capital
    extranjero era la causa de todos los males era generalizado,
    sobre todo entre los más humildes y entre los cuadros
    jóvenes del Ejército. La composición social
    del Ejército Argentino, cuyos oficiales no
    pertenecián a las clases altas, favoreció la mayor
    comprensión de la fuerza que
    anidaba en el pueblo, y explica en parte, por que el
    Ejército no reprimió a los obreros en Octubre de
    1945 en Plaza de Mayo, a pesar de su temor a las masas en las que
    siempre vio, por la educación
    profesional y política recibida, el
    espectro del comunismo.

    Perón logró rápidamente el sostén
    de un sector social hasta entonces excluido, la clase obrera
    de origen provinciano. El desarrollo
    industrial explica el gran movimiento de masas que
    desembocó en Perón. En 1943 la CGT contaba con
    sólo 200.000 afiliados. La gran mayoría de los
    trabajadores se mantenía indiferente o marginal a la
    organización sindical, que habría de llegar
    durante el régimen de Perón a los seis millones de
    afiliados.

    Si tal política se personificó en un hombre fue
    porque ella coincidía con la realidad de la clase
    trabajadora argentina en una fase de su desarrollo
    histórico, que era, al mismo tiempo, el de la industria
    nacional. Esa masa hasta entonces dispersa, en poco tiempo dio un
    salto histórico formidable hacia su unidad de clase en
    medio del desconcierto general de los partidos acostumbrados a
    "comprar" voluntades o hacer fraude electoral.
    El apoyo desde arriba a la masa trabajadora, fortaleció al
    gobierno de Perón como a la clase obrera.

    En ese contexto, los estudiantes universitarios y sobre todo
    los dirigentes estudiantiles nucleados en la Federación
    Universitaria Argentina (FUA), se opusieron al surgimiento de
    Perón y a su gobierno y así como apoyaron en 1945 a
    los partidos tradicionales que constituyeron la Unión
    Democrática (radicales y conservadores, junto a
    socialistas y comunistas, con el apoyo del embajador
    norteamericano Braden) también apoyaron el golpe contra
    Perón de la "Revolución
    Libertadora" en 1955.

    DIEZ IDEAS CARACTERIZADORAS
    DE LA DÉCADA.

    1. El peronismo
      llegó al poder
      exhibiendo un pensamiento político debido casi
      exclusivamente a su líder. Perón venía
      exponiendo sus ideas desde 1943. Su ideología condensó influencias
      que iban desde el nacionalismo y las encíclicas papales
      de acento social hasta su admiración por la Italia
      fascista. El nuevo presidente contaba con la incondicional
      adhesión de grandes sectores populares, sustentada a
      través de una sensibilidad popular marcada y una
      especial aptitud para manejar un lenguaje
      directo como uno de los rasgos políticos más
      sobresalientes de su personalidad.

    2. El ascenso de Perón.

      Sin duda alguna este es el día más
      importante de nuestra historia
      contemporánea porque señaló la falencia
      de los partidos tradicionales y de los factores de poder
      vigentes hasta entonces, para exaltar un elemento que todos
      habían invocado siempre, pero que no existía
      como hecho físico concreto:
      la masa, el puro pueblo, el hombre
      común que rompió los esquemas de sus
      dirigentes, aun de los más respetables, para imponer
      su voluntad. De allí en adelante queda abierto el
      camino de Perón hacia el triunfo electoral.

    3. El 17 de octubre de 1945.

      No puede desestimarse la seguridad,
      el regocijo, la exaltación con que el alma
      nacional se vistió en aquellos años. Las
      grandes mayorías argentinas confiaban en Perón
      y en Eva
      Perón. Pero no solamente les agradecían los
      bienes
      materiales
      a que habían accedido en pocos años. Era una
      nueva dignidad
      la que sentían: y por eso mismo, porque su gratitud no
      tenía fundamentos venales, siguieron agradeciendo y
      añorando durante muchos años ese tiempo
      irrepetible.

    4. El primer gobierno.

      Es en este ámbito donde pueden contabilizarse
      algunos de los logros más perdurables del gobierno
      justicialista. Con la intención de realizar una
      más equitativa redistribución del ingreso se
      planearon mejoras sociales que implicaron mejores salarios y
      el reconocimiento de conquistas obreras, algunas de vieja
      dada y de inspiración socialista que se reactivaron:
      legislación laboral,
      indemnizaciones por despido, salario
      familiar, vacaciones pagas, etc. Uno de los más
      importantes méritos del peronismo reside justamente en
      estas medidas. El gobierno insistió con su
      política de reformas sociales (sobre todo en la
      primera presidencia) constituyéndose en un verdadero
      portavoz y defensor de la clase obrera.

    5. Política social.

      El gobierno encaró una política
      económica que incluyó la nacionalización
      de importantes empresas de
      servicios
      públicos y la creación de otras, lo que
      produjo el apoyo de diversos e importantes sectores de la
      población, entre ellos cabe destacar a
      abundantes grupos
      pertenecientes a las fuerzas armadas. También se
      advirtió el apoyo dado a la industria liviana. En el
      plano social, esta política se complementó con
      una legislación laboral que contempló las
      reales necesidades de los sectores obreros. En cuanto al
      campo, se propiciaron leyes que
      beneficiaron al trabajador rural.

    6. Política económica.

      El triunfo de 1946 había sido la victoria del
      sentimiento nacional herido por la intromisión del
      Departamento de Estado en
      nuestra política interna. La política
      internacional de Perón se movía dentro de
      límites cada vez más estrechos a
      medida que la situación del país tendía
      a deteriorarse. En suma, se movió con la relativa
      independencia que le permitían las
      relaciones coyunturales del mundo, en el contexto del pico
      más álgido de la "guerra
      fría". En la medida de las posibilidades, mantuvo
      el principio de autodeterminación de los pueblos y la
      solidaridad con los pequeños
      países, que contribuían a fortificar la
      conciencia
      nacional e individualizar la posición argentina en el
      mundo.

    7. Política internacional.

      Perón encontró una eficaz colaboradora
      en su esposa María Eva Duarte. Desde la
      Fundación que llevaría su nombre supo
      granjearse la simpatía y el agradecimiento de los
      sectores más desvalidos: niños, ancianos y especialmente el de
      las mujeres, por quienes bregó hasta conseguir el
      reconocimiento de sus derechos
      cívicos.

      Evita desarrolló una fuerza arrolladora que
      convocó a millones de argentinos hasta convertirla en
      un polo de poder tan grande como el del propio Perón.
      La prematura muerte (26
      de julio de 1952) de Evita – tenía 33 años –
      renovó los sentimientos de adhesión al
      peronismo y fue motivo para la expresión de un
      auténtico dolor en vastos sectores populares de
      nuestra sociedad.

    8. Eva Perón.

      Con la iniciación del segundo gobierno, la
      política peronista comenzó a poseer una
      conducta
      más demagógica y propagandista, presionando
      más a los opositores y buscando todo el respaldo
      posible de aquellos a los que había beneficiado hasta
      ese momento (los obreros del campo y la ciudad); sobre todo
      que comenzaban a aparecer los primeros signos de
      la crisis
      económica que sobrevendría.

    9. Segundo gobierno.

      En el segundo gobierno se advirtieron algunos signos
      de inquietud en la tendencia general de la economía: falta de reservas monetarias,
      pérdida del crédito exterior, inflación. Los
      empresarios ya no tenían las tasas de ganancia que
      habían alcanzado en el primer período, a pesar
      de la puesta en marcha de las conquistas obreras, y el Estado
      ya no contaba con las reservas monetarias que había
      tenido como fortaleza en los primeros años.

      En una concentración de homenaje al
      Presidente Perón estallaron bombas;
      por lo cual entre las filas opositoras fue tomando cuerpo la
      idea de un golpe armado para superar la situación. El
      oficialismo se presentaba débil y la oposición
      cada vez más fortificada. Y así llegó el
      golpe del ‘55.

    10. La
      crisis.
    11. Exilio de Perón: hechos
      concretos.

    En el terreno de los hechos concretos dejó a la
    clase obrera con una clara idea de su poder, organizada en
    poderosos sindicatos,
    así como una industria apta y experimentada que no
    permitiría el retroceso del país a la
    economía pastoril. Esto permitió, que luego de 18
    años, Perón volviera del exilio apoyado por los
    obreros y los empresarios industriales en su Tercera
    Presidencia en 1973.

    Primer Gobierno
    de Juan D. Perón (1946 – 1952)

    Perón asumió y con él se
    terminó un período corto de Gobierno Militar. Al
    acceder al poder la Argentina se encontraba en una
    situación delicada y esta debía mejorar, las
    palabras del General parecía convencer a muchos. Se
    prometía la implantación de la justicia
    social sobre la base de la soberanía política y la
    independencia económica.

    Su llegada al poder fue desde la Secretaria de Trabajo,
    ocasión que le convendría ya que le
    brindaría la posibilidad del apoyo popular, cosa que supo
    aprovechar. Se asocio con una de las CGT desplazando a la otra
    (ya que se encontraban divididas); persiguiendo a dirigentes
    socialistas y comunistas.

    En la primera etapa se desarrollo una política
    diseñada para un período de posguerra. Se
    especuló con la posibilidad de una nueva guerra y se
    puso en marcha el plan quinquenal
    comprando equipos industriales, y material bélico. La
    exclusión Argentina del plan Marshall en 1948
    agudizó la crisis, al reducirse las reservas de oro y las
    divisas
    Perón decidió entonces un cambio
    drástico en la política económica.
    Nombró para ello un nuevo equipo encargado de ordenar la
    situación reduciendo el déficit en la balanza de pagos
    y obteniendo un préstamo en los Estados
    Unidos.

    Plan Quinquenal (1947
    – 1951)

    Este fue presentado el 21 de octubre de 1946 ante el
    poder legislativo y se informó de su puesta en marcha
    desde el 01 de enero de 1947. Constaba de cuatro aspectos
    fundamentales para su éxito:

    – Prever las necesidades de materia prima
    de origen nacional, combustibles, energía
    eléctrica (hidráulica y térmica)
    maquinarias y transportes.

    Conocimiento y
    verificación del estado y eficiencia de los
    sistemas de
    explotación, producción y distribución de esos elementos.

    – Desarrollar el programa
    mínimo de inversiones y
    obras necesarios para asegurar los suministros de materias
    primas, energía y combustible y desarrollar así la
    industria y agricultura.

    – Descentralizar la industria, diversificar la
    producción, crear fuentes de
    energía, vías de comunicación, medios de
    transporte y
    aumentar los mercados
    consumidores.

    Se incluyeron también una serie de medidas para
    reformar la educación en todos
    los niveles, organizar la sanidad y los servicios
    públicos.

    La Reforma
    Constitucional de
    1949

    El 3 de septiembre de 1948 Perón anunció al
    país la próxima reforma de la Constitución Nacional.

    El 9 de marzo de 1949 se aprobaron las reformas
    propuestas.

    Las principales reformas incorporadas incluían los
    derechos del trabajador, la familia y
    la ancianidad, el derecho a la propiedad
    privada con una función
    social y el capital al servicio de la
    economía nacional. Por el artículo 40 se
    nacionalizaban los minerales, las
    caídas de agua, los
    yacimientos de petróleo, de carbón y de gas y las
    demás fuentes de energía exceptuando los vegetales.
    Nacionalizaba también los servicios públicos y
    prohibía su enajenación o concesión a
    particulares. No estableció un monopolio
    rígido estatal sino que prohibió el lucro privado
    permitiendo sociedades
    mixtas o cooperativas.

    Segundo Gobierno de
    Perón (1952 – 1955):

    En lo económico esta etapa de crisis e inflación
    contrastó con la de los primeros tiempos y lo llevó
    al Presidente a revisar más de un tema de su
    política de gobierno.

    A partir de 1953 se dio un acercamiento entre los EE.UU. y la
    Argentina, se alentó la incorporación a la
    economía nacional de capitales extranjeros.

    Logró una serie de importantes acuerdos
    económicos con Chile, Ecuador,
    Paraguay,
    Bolivia,
    Nicaragua y finalmente con Brasil, la
    Unión Económica. Estos acuerdos promovieron la
    reducción de las barreras aduaneras, liberación de
    impuestos de
    ciertos productos y la
    apertura de una línea de crédito entre los
    países firmantes.

    Fue sancionada una Ley de
    Inversiones Extranjeras, duramente cuestionada por la
    oposición, que tuvo como objetivo
    alentar la participación del capital privado en
    áreas claves de la economía, como la
    energética.

    El ritmo inflacionario se desaceleró notablemente desde
    la última parte del año ' 52 y se produjo un
    crecimiento de las exportaciones
    agropecuarias en 1953.

    Segundo Plan
    Quinquenal

    El 1 de enero de 1953 entró en vigencia el Segundo Plan
    Quinquenal. En él se admitía el "estrangulamiento"
    que se presentaba en el comercio
    exterior, en el transporte, la energía y la
    producción agropecuaria. Por estas razones se
    estableció un orden de prioridades en materia de
    inversiones públicas:

    1) agro, energía, minería,
    siderurgia, química;

    2) transporte, vialidad, obras sanitarias e
    hidráulicas;

    3)puertos y vías navegables, comunicaciones
    y desarrollo forestal.

    En 1953 se dictó una nueva ley sobre inversiones
    extranjeras. Se firmaron convenios con Mercedes Benz, Kaiser
    Motors y Fiat para producir automotores y tractores. Se
    negoció un préstamo con el Eximbank para financiar
    la acería de San Nicolás.

    La crisis energética obligó a Perón a
    replantear lo dispuesto por el art. 40 de la Constitución
    de 1949 que establecía que las riquezas del subsuelo eran
    propiedad imprescriptible e inalienable de la Nación.
    El país no podía gastar sus reservas de divisas en
    la compra del 60% de los combustibles que utilizaba. En abril de
    1955 el gobierno firmó contrató con la Standard Oil
    de California para la explotación de un área de
    50.000 Km. ² en el sudoeste de la provincia de Santa Cruz.
    El proyecto no
    logró salir del Congreso porque el propio movimiento
    peronista hizo imposible el cambio de rumbo que su líder
    reclamaba.

    ¿Quiénes apoyaron y
    quiénes se enfrentaron a

    Perón?

    Las instituciones
    políticas de la nación
    no estaban equipadas, en ese momento, para absorber grandes
    grupos de nuevos participantes políticos. Las estructuras,
    los programas y los
    dirigentes de los partidos
    políticos existentes no eran capaces de ofrecer nada
    de valor a la
    clase trabajadora. Hasta 1940 el Congreso estuvo dominado por los
    conservadores, que parecían totalmente indiferentes a los
    problemas de
    los trabajadores; durante los tres años siguientes los
    radicales utilizaron su mayoría parlamentaria para poner
    en dificultades al Presidente e impedir la aprobación de
    cualquier tipo de programa.

    Éste era el escenario en 1943 cuando los jefes de
    las fuerzas armadas asumieron nuevamente el papel
    protagónico y depusieron al gobierno conservador. En el
    gobierno militar que surgió del golpe, el poder se fue
    concentrando gradualmente en las manos de un coronel destinado a
    dominar el curso de la política
    argentina durante los 30 años siguientes: Juan
    Domingo Perón.

    Perón fue uno de los pocos hombres de la
    revolución que percibió que había algo que
    satisfacer en el pueblo y que hacerlo iba a ser el elemento
    legitimador de la revolución. Perón uno de los
    hombres del G.O.U (Grupo de
    Oficiales Unidos) quien desde los cargos que ocuparía en
    progresivo ascenso sabría "oír" las necesidades del
    pueblo argentino y comenzar a planear un movimiento de
    opinión.

    Después de que Rawson y Ramírez
    pasaran fugazmente por el sillón presidencial hubo un
    cambio importante, el tono gremial del Gobierno cambió
    debido a que el coronel Perón, secretario del Ministerio
    de la Guerra, asumió la jefatura del Departamento Nacional
    de Trabajo, que un mes después se transformaría en
    Secretaría.

    La vicepresidencia de la nación estaba vacante y
    por este motivo la oficialidad del ejército, puesta en
    asamblea, votó a los candidatos y ganó, por escaso
    margen, Perón contra Perlinger. Perón fue designado
    vicepresidente con retención de sus dos cargos anteriores.
    La suma del poder se encontraba en sus
    manos
    .

    La llegada del embajador norteamericano, Spruille
    Braden, radicalizó el proceso político interno y
    las fuerzas opositoras encontraron en el representante de Truman
    un verdadero jefe, cuya primera decisión fue suspender los
    acuerdos que se habían logrado semanas antes con una
    misión
    económica norteamericana. De allí en adelante,
    Braden y Perón se agredieron prolijamente. Se clarificaba
    rápidamente el panorama político y las dos grandes
    alternativas que habían de plantearse los argentinos en
    términos electorales redondeaban sus respectivas
    propuestas. De un lado, la democracia liberal,
    políticamente formalista y convencional, deseosa de
    retornar al sistema anterior
    a la revolución del 43 con las correcciones debidas. Del
    otro lado, un fervoroso caos popular que tenía a
    Perón por líder indiscutido y se abrigaba un
    profundo contenido nacional y una adelantada actitud en el
    campo social.

    Varios de los partidos políticos y diversas
    agrupaciones cívicas postulaban desde tiempo atrás
    la unión de todas las fuerzas democráticas para
    enfrentar al gobierno militar. La Unión Cívica
    Radical aprobará el 13 de noviembre de 1945 la
    formación de la Unión Democrática de Fuerzas
    Opositoras, con el lema: "Por la libertad
    contra el fascismo". Tras
    dicha unión, el radicalismo elige a José P.
    Tamborini y Enrique M. Mosca para integrar la fórmula que
    sostendrá en los comicios presidenciales de 1946. Le dan
    su apoyo los partidos Socialista, Democrático Progresista
    y Comunista; y también lo harán, aunque no
    oficialmente, numerosos distritos del Partido Demócrata
    Nacional.

    Las elecciones de 1946 sorprendieron a los partidos
    tradicionales. Las fuerzas en ascenso, las clases populares y los
    empresarios que se habían beneficiado con la
    industrialización de la última década,
    más los radicales yrigoyenistas (los jóvenes de
    FORJA, por ejemplo) apoyaron decididamente a Perón, en
    esas elecciones que fueron, desde el punto de vista de la libre
    emisión del voto, las más impecables de cuantas se
    habían realizado en el país hasta ese
    momento.

    El papel de los
    sindicatos y de los
    obreros

    Cuando Perón llega como interventor al Departamento
    Nacional de Trabajo y Previsión Social –que luego se
    convertiría en Secretaría de Trabajo– y luego
    con la acumulación de poder que obtiene con Vicepresidente
    de la Nación y Ministro de Defensa, pone en marcha una
    impresionante lista de medidas obreristas que le terminará
    granjeando la adhesión de las clase obrera.

    En 1944 firma 143 convenios colectivos que favorecen a
    1.400.000 obreros, crea los Tribunales de Trabajo, funda la Caja
    de Jubilaciones y Pensiones para empleados de Comercio,
    promueve el Estatuto del Periodista (Cabe recordar que los
    diarios más importantes de ese entonces, La Prensa y la
    Nación, pertenecían a la clase oligarca pero los
    empleados, periodistas, no), impulsa el Policlínico
    Ferroviario, suprime las agencias particulares de
    colocación, dicta el Estatuto del Peón,
    prohíbe el pago de salarios en vales o especies, congela y
    reduce alquileres, etc. En el ’45 se crean escuelas
    técnicas, se nacionalizan los servicios
    sanitarios de Partidos de Gran Bs. As., se firman 347 convenios
    colectivos que benefician a 2.186.868 obreros, etc. Al mismo
    tiempo impulsa el surgimiento de nuevos gremios o de sindicatos
    paralelos a los de la oposición comunista. Aparece la
    F.O.T.I.A. y sindicatos paralelos en la construcción, textiles, carne y
    metalúrgicos.

    En octubre del ’45 Perón es desplazado por
    fuerzas de ultraderecha que pasan a controlar el Gobierno
    Militar, por otro lado, la Unión Democrática exige
    la entrega del Gobierno a la Corte Suprema de Justicia. La
    dirigencia sindical vacila pero el 16 se declara huelga general
    para el 18 en oposición a los socialistas y comunistas.
    Sin embargo, ya desde el 15 hay movilizaciones obreras
    espontáneas que inciden para la declaración de la
    Huelga General por la CGT para el día 18. Pero es el 17 de
    octubre donde la movilización obrera consigue el retorno
    de Perón a la Secretaría de Trabajo y comienza ese
    movimiento de mazas que será conocido como el
    peronismo.

    Se completa la formación de la clase obrera y su
    concentración en grandes ciudades del litoral por el
    acelerado desarrollo industrial y las migraciones internas. Por
    otro lado, se pasa de un sindicalismo
    "heroico" pero defensivo, a una participación política mas abierta
    por el surgimiento de Peronismo.

    El apoyo sindical al Peronismo significó una ruptura de
    la tradición anarco-sindicalista, que sostenía en
    que la política debilitaba y dividía al movimiento
    sindical. Este apoyo unificó al viejo movimiento sindical
    con los migrantes recientes.

    Es evidente que la política de Perón consigue la
    adhesión de los distintos sectores y tradiciones de la
    clase trabajadora. Además alienta la participación
    de los trabajadores en la vida político-electoral a
    través de un partido político. En el partido
    laborista aparece un puñado de dirigentes sindicales que
    rompen con la tradición anti política del
    gremialismo argentino. El nivel de acuerdo entre ellos era el
    apoyo a Perón y el mantenimiento
    de la autonomía política del nuevo partido. Partido
    que sirvió a Perón como herramienta electoral.

    Ese primer acuerdo entre los dirigentes sindicales y
    Perón, luego se profundizaría por la
    incorporación del sindicalismo al Estado y el abandono de
    la tradición de lucha "revolucionaria" de los sindicatos.
    Aunque en esta fase se sigue manteniendo cierta relación
    entre el desarrollo
    económico y las respuestas obreras, aparece el papel
    muy activo del Estado, que se caracteriza por su intervensionismo
    en la vida social.

    El aumento del salario real entre el 1946 – 1950 y la
    aplicación de una legislación social que aumenta
    considerablemente los ingresos de los
    trabajadores se reflejan en una participación de las
    remuneraciones en
    el ingreso nacional de alrededor del 50%. Además, la
    redistribución de la renta social permitió mejorar
    otros aspectos como la vivienda, la sanidad pública o la
    educación.

    Con relación a la vivienda, el renovado Banco Hipotecario
    Nacional impulsó la creación de numerosas Barrios
    Obreros. Con lo referido a la sanidad pública, se
    logró hacer bajar la mortalidad infantil al nivel de los
    países más desarrollados, se erradicó el
    paludismo y se
    construyeron cientos de hospitales, policlínicos y salas
    de primeros
    auxilios.

    El mismo avance se registra en la infraestructura educativa.
    Se crean numerosas escuelas de enseñanza media, técnicas y la
    Universidad
    Obrera que posteriormente pasaría a llamarse Universidad
    Tecnológica Nacional. Por último, se observa un
    avance considerable en el esparcimiento de los trabajadores. El
    pago del aguinaldo y las vacaciones se hacen cumplir
    rigurosamente y se construyen colonias de vacaciones en distintos
    gremios.

    En el decenio peronista el bloque en el poder se conforma
    alrededor de los intereses de la empresa
    industrial mediana y pequeña, protegida por el Estado, de
    la burocracia
    política y sindical que fue emergiendo en el proceso, de
    una fracción industrialista –al principio
    mayoritaria– del Ejército y de algunos sectores de
    la gran empresa
    industrial que se vieron beneficiados por la política del
    gobierno.

    Ese bloque de poder, luego se fue rompiendo y esa ruptura
    más la crisis económica de los primeros años
    de la década del ’50 permitió la
    recomposición de la oposición y el golpe militar
    del ’55. Allí, entre los opositores, siempre
    estuvieron los estudiantes.

    La oposición de los
    estudiantes

    Así como los partidos de izquierda (socialistas y
    comunitas) tenían como objetivo la lucha contra el
    "nazismo y el
    fascismo" y el apoyo a la Unión Soviética, la
    dirigencia estudiantil de la Federación Universitaria
    Argentina también. Tampoco ésta supo ver lo que
    pasaba en las profundidades de la sociedad argentina y su lucha
    contra el gobierno militar de Farrel y contra el "Eje",
    llevó a la FUA también a adherir a la Unión
    Democrática. Así, a pesar de las proclamas,
    terminó apoyando a los conservadores y al embajador
    norteamericano Braden.

    Es cierto que a fines del ’45, a pesar de no comprender
    los acontecimientos del 17 de Octubre, la FUA dudó en
    apoyar a la Unión Democrática, por algunas
    candidaturas que rechazaban. Sin embargo, los partidos
    tradicionales incorporaron a su programa de gobierno todas las
    exigencias de la cúpula estudiantil para la universidad:
    autonomía universitaria y cogobierno entre profesores y
    estudiantes (las grandes consignas de la Reforma Universitaria de
    1918). Allí la FUA se embarcó en la
    oposición decidida a Perón. Creyó que sus
    consignas a favor de la Libertad podían atraer a los
    obreros, mientras que éstos no querían tener la
    "libertad de morirse democráticamente de hambre" como en
    la Década Infame (tras la caída de Irigoyen).

    Por otro lado, a la Universidad concurrían los hijos de
    las capas medias urbanas de la ciudad, los hijos de los
    profesionales y de las clases más pudientes. Por supuesto
    que no los obreros ni los peones rurales, precisamente los que
    adhirieron mayoritariamente a Perón. Fue Perón, por
    otra parte, quién promovió la creación de
    escuelas industriales para los trabajadores y terminó
    creando la Universidad Obrero (luego Tecnológica).

    Esa condición de clase de los estudiantes
    universitarios y sus ideas antifacistas –que terminaron a
    favor de los aliados (Inglaterra, EEUU,
    Francia y
    Rusia)–
    los alejaron de la posibilidad de entender que el sentimiento
    antiimperialista de las masas populares había crecido a
    tal extremo que para la inmensa mayoría los males de la
    Argentina eran culpa de los "oligarcas y pitucos" y del
    imperialismo norteamericano. El propio Perón
    resumió en una frase ese sentimiento: "Braden (embajador
    norteamericano en la Argentina) o Perón"; mientras que la
    FUA hablaba de "Libertad y Progreso".

    Pero también el peronismo cometió errores que
    alejaron aún más a los estudiantes de su
    movimiento. Intervino la Universidad y puso al frente a uno de
    los personajes más nefastos de la educación
    argentina, el ultra-conservador y clerical, Oscar Ivanissevich;
    el mismo que volvió a la Universidad en el Gobierno de
    Isabel Perón –tras la muerte de
    Perón y antes del golpe de ’76-. Este personaje y la
    intervención a las universidades, persiguieron a los
    profesores opositores (cientos de ellos fueron expulsados o
    dejaron la Universidad en el primer año del Gobierno de
    Perón), no permitieron ninguna posibilidad de
    autonomía universitaria y menos de co-gobierno. En fin,
    pusieron en prácticas ideas totalmente contrarias a los
    postulados de la Reforma Universitaria, con lo que se ganaron la
    oposición cerrada de la cúpula estudiantil.

    Por eso, cuando los conservadores, una parte importante de los
    militares, los radicales y gran parte del clero, comenzaron a
    unirse para derribar a Perón, allí estuvieron los
    estudiantes apoyando a la Revolución Libertadora. Claro,
    pocos meses después del golpe, fueron los primeros en
    oponerse a Aramburo y Rojas, pero ya era tarde…

    CONCLUSIÓN

    Lo que hizo Perón en cuanto a la
    industrialización del país y las cuestiones
    sociales, fue algo excepcional. Le permitió a la clase
    obrera una inserción en la vida económica,
    política y social que antes no tenía. En ese
    sentido, su gobierno fue revolucionario. Por ejemplo, un
    trabajador ahora podía tener una jubilación, un
    salario digno, derechos laborales, educación, y varios
    logros que antes eran inimaginables por la "democracia" de
    entonces. Hasta llegó a hacer que la renta sea la
    más equitativa. En ese entonces, llego a distribuirla casi
    en un 50% para la clase rica y la otra mitad para los
    trabajadores. Los trabajadores argentinos alcanzaron un nivel de
    vida inédito en América
    Latina, quizás sólo superado por la Revolución
    Cubana.

    Cabe destacar que esa clase trabajadora fue el instrumento que
    le dio su poder político y le permitió hacer todo
    lo que hizo. Sin embargo, su gestión
    para la clase trabajadora se vio opacada por el trato que tuvo
    con la oposición, porque pensaba que su movimiento era la
    totalidad de la Nación ("Para un peronista no hay nada
    mejor que otro peronista"). Todos los que se le oponían
    eran "gorilas", entre ellos la cúpula estudiantil
    universitaria.

    Perón no quería que se hiciera política
    en la Universidad y desconfiaba absolutamente de los estudiantes
    que en ese momento eran universitarios, porque precisamente esa
    era una de las cunas de la oposición. Y mientras asfixiaba
    a la Universidad tradicional, por otro lado creaba becas para que
    los hijos de las clases populares pudieran acceder a los estudios
    universitarios y al mismo tiempo creaba estudios industriales y
    hasta una Universidad Obrera.

    Por eso, cuando pasaron los años y los golpes de estado
    se sucedían en la Argentina y la mayoría
    quería el regreso de Perón, la consigna "obreros y
    estudiantes, unidos adelante" demostraba el cambio operado en la
    Argentina después de la caída de Perón. El
    mismo cambio que hizo que a su regreso, para su Tercera
    Presidencia en 1972, su consigna fuera "Para un argentino no hay
    nada mejor que otro argentino")

    Bibliografía:

    • "De la Cultura del
      Trabajo al Malestar del Desempleo"
      (Daniel Cieza) Universidad de Nacional de La Plata y
      Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires.
      2000.
    • "Estudiantes: Reforma y Revolución" (Gustavo
      Hurtado) Editorial Cartago. 1990.
    • "La formación de la conciencia nacional"
      (Hernández Arregui). Editotrial Plus Ultra. 1973.

    Realizado por:

    Pons, Matías

    Navarro Mugas, Martín

    TRABAJO PRÁCTICO PARA LA CATEDRA DE INGENIERIA Y
    SOCIEDAD

    UTN

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter