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Pre – adolescentes




Enviado por adrianmazzuglia



    1. Problemas básicos de la
      adolescencia
    2. Adolescente
      hoy
    3. Los números de la
      abulia
    4. Desorientación
      Vocacional
    5. La escuela y el
      adolescente
    6. Contradicciones entre las
      características de la escuela media y la etapa
      adolescente
    7. Educación estatal y
      privada
    8. Articulación entre los
      sectores y niveles
    9. Resultado de las encuestas
      realizadas en un colegio de gestión
      estatal
    10. Resultado de las encuestas
      realizadas en un colegio de gestión
      privada
    11. Conclusión
    12. Carta de un hijo a todos los
      padres del mundo
    13. Bibliografía
      consultada

    Introducción

    Teniendo en cuenta la riqueza de matices que presenta la
    etapa adolescente y el considerable cambio que ha
    sufrido el entorno en el cual está se desarrolla,
    realizaremos un análisis de este tema partiendo de la
    siguiente hipótesis:

    "El nivel socio-económico de los alumnos
    condiciona la representación que el docente tiene del
    adolescente".

    Para dicho análisis se efectuaran encuestas a
    docentes de
    distintas instituciones
    (publicas y privadas), se indagará sobre las
    representaciones que estos tienen acerca del adolescente de hoy y
    si estas características se cumplen en las instituciones
    de destino. Posteriormente se compararán los resultados
    obtenidos para confirmar o no la hipótesis
    planteada.

    Esta comparación se sustentará a su vez en
    un marco
    teórico, el cual hará referencia a las
    características propias de la etapa
    adolescente.

    "Para decirlo brevemente, lo antiguo entra en lo nuevo
    con la significación que lo nuevo le da y no
    podría entrar en lo nuevo de otra manera."

    C. Castoriadis

    Los medios de
    comunicación suelen presentar a nuestros adolescentes a
    través de arquetipos.

    Entre aros y tatuajes, entre curiosos peinados y horarios que
    sorprenden, entre cifras y escenas alarmantes, los vemos llegar,
    con su andar desgarbado y desafiante, como justos portadores del
    rótulo de juventud
    perdida
    .

    Sin embargo, no debemos aceptar tan rápidamente estas
    imágenes. Debemos, al menos, interpelarlas,
    dudar de ellas, cuestionarlas. Porque el trabajo
    cotidiano en las aulas también dicta otras cosas.

    Nuestra experiencia dice que nuestros adolescentes pueden
    ser:

    • curiosos (saben indagar muy profundamente en los temas que
      los convocan);
    • desafiantes (en el sentido de no conformistas);
    • sensibles (tienen una percepción especial, a veces
      increíble);
    • solidarios (la solidaridad es
      uno de sus valores
      más afirmados);
    • críticos (aunque a veces en exceso, no aceptan con
      facilidad lo evidente);
    • talentosos (con frecuencia nos sorprenden con sus saberes y
      habilidades: el arte, la
      tecnología, los idiomas, son sólo
      algunos ejemplos);
    • vitales (desbordan de energía);
    • leales (fieles a sus adhesiones, la lealtad es otro de sus
      principales valores);
    • cuestionadores (en la línea de interrogar lo que se
      les presenta, saben preguntar y no toman rápidamente
      cualquier respuesta);
    • creativos (originales en sus apreciaciones y aportes).

    Según el diccionario,
    adolecer es caer enfermo o padecer una dolencia
    habitual
    .

    Debemos preguntarnos, entonces, en la línea de la
    aún no superada polémica innato – adquirido,
    cuánto de aquello de lo que adolece un
    adolescente es aportado por el contexto.

    Por el orden social, por un mundo mal organizado, injustamente
    administrado; caótico, sin un rumbo cierto pero creyendo
    que lo tiene.

    Cuánto de lo que un adolescente padece es un
    sobreagregado social, más allá de los avatares
    propios e innegables del crecimiento, de los sacudones de
    la pubertad, del
    devenir de la Naturaleza.
    Cuánto del contexto hace al texto adolescente.

    Cuánto, en definitiva, de lo que vemos, en esas
    imágenes producidas por los medios, no es
    más que lo proyectado por el propio colectivo social.

    Y como ocurre que la manera de nombrar las cosas no es casual
    y sin consecuencias, hablemos, entonces, de jóvenes
    mejor que de adolescentes. Empezaremos, así, a
    poner el acento en lo nuevo. En la novedad del cambio.

    En esta línea, se vuelve relevante la tarea de la
    escuela, que
    enfrentará, de este modo, el desafío de ser un
    lugar facilitador de la creación, habilitador y liberador
    de potencialidades.

    Un lugar vivible, versión de un mundo posible
    diferente. Mediador, que no trabaje con adolescentes, ni
    con alumnos (etimológicamente, alumno es
    el que carece de luz), sino que sea capaz de
    acompañar a jóvenes inteligentes, en el sentido
    más amplio y potente del término.

    Y esto, sin demora y a cada paso. Porque de nuestros
    jóvenes no es sólo el porvenir. También les
    pertenece el presente.

    Es importante recordar las grandes crisis
    evolutivas por las que transcurre el ser humano hasta llegar a su
    etapa adulta:

    1. el nacimiento: crisis de "desadaptación y
      adaptación" en la que predomina el aspecto
      biológico.
    2. alrededor de los tres años de vida:
      predominantemente psicológica caracterizada por el
      descubrimiento del yo como entidad separada y diferenciada del
      medio que lo rodea.
    3. alrededor de los seis o siete años:
      predominantemente social. En esta etapa se produce la
      definitiva introducción del niño al marco
      cultural. Debe incorporar conductas, formas de sentir, usos,
      costumbres, inclusive hoy en día en determinados
      estratos socio-económicos debe participar de los
      esfuerzos para satisfacer sus necesidades de subsistencia.
    4. pubertad y adolescencia: es la última y se
      extiende hasta alcanzar la adultez. Su carácter es biológico,
      psicológico y social.

    Problemas básicos de la adolescencia:

    Desde el punto de vista biológico, la pubertad implica
    la aparición de caracteres sexuales y la
    trasformación somática que ello implica. La
    consecuencia de esto es que el adolescente debe descubrir
    paulatinamente su cuerpo, para él nuevo casi en su
    totalidad, que lo acompañará y diferenciará
    del otro por el resto de su vida. Descubre también su
    sexo, el sexo
    contrario, la fisiología y el apetito sexual.

    Desde el punto de vista psicológico el adolescente debe
    efectuar un nuevo descubrimiento de sí mismo. A los tres
    años se diferenció de su contexto, en la
    adolescencia debe buscar su identidad: saber quién es,
    cómo es, cuál es su papel en el mundo
    . En la
    búsqueda de esta identidad
    podemos encontrar el secreto de las oscilaciones, cambios o
    exageraciones en las que suelen incurrir los adolescentes.

    En la búsqueda de su propia identidad también
    descubre la alteridad, es decir la presencia de otro que
    es diferente a él. Pero no debe quedarse sólo en el
    paso de reconocer su existencia, debido a que en su vida adulta
    deberá convivir con ese otro.

    La adolescencia es un proceso de
    tránsito, es un período de transición, un
    recorrido que realiza todo ser humano desde la niñez hasta
    llegar a la juventud, tomada como el inicio de la vida adulta.
    Durante este período el ser humano debe asumir como propio
    el patrimonio
    cultural heredado. En etapas anteriores el patrimonio cultural se
    le presenta al niño como algo externo a él que no
    puede modificar ni cuestionar. Es durante la adolescencia que el
    ser humano alcanza la libertad
    necesaria que le permite negar, rechazar, cuestionar y aceptar
    este patrimonio cultural que le fue heredado.

    Este proceso se une a otro no menos complejo: el
    desgarramiento familiar. Hasta este momento el niño
    vivía con su familia original;
    a partir de ahora se transforma en independiente, y en poco
    tiempo
    más capaz de construir su propia familia, en la cual se
    convertirá en padre o madre afrontando las
    responsabilidades y obligaciones
    que ello implica. Debe necesariamente alcanzar la independencia,
    madurez, capacidad psicológica y social definitiva del
    adulto; ser capaz de afrontar sus problemas, de
    buscarles solución y a su vez de servir de cabecera o
    apoyo a los nuevos seres que de él dependerán en un
    futuro, material o espiritualmente.

    Para ello el niño protegido y cuidado integralmente por
    su medio familiar debe comenzar a transitar un largo
    período de superación y desprendimiento de ese
    medio a fin de alcanzar la adultez con plenitud, siendo capaz de
    desempeñar cabalmente sus papeles profesionales, sociales
    y familiares,

    Este proceso de desgarramiento familiar se combina con el
    cuestionamiento del patrimonio cultural adquirido, constituyendo
    ambos la columna vertebral de la problemática adolescente
    desde el punto de vista social y educativo.

    Estos procesos de
    búsqueda de identidad explican la búsqueda de
    modelos en los
    cuales apoyarse a fin de reconocerse a sí mismo, encontrar
    su destino y afirmar su patrimonio cultural. Es por ello que los
    adolescentes, a pesar de su agresividad exterior en algunos casos
    o de su aparente soberbia intelectual, pedantería o
    crítica
    despiadada hacia el marco familiar, son presa fácil para
    los promulgadores de cualquier ideología que les ofrezcan una
    explicación simple y omnicomprensiva de cuanto sucede a su
    alrededor unida a una imagen de
    fortaleza interior y apoyo irrestricto que se vincule con su
    figura, no hace más que brindarle todo lo que el
    adolescente estaba buscando y no encontraba.

    Numerosos estudios han demostrado que los adolescentes en el
    paso de la vida dependiente a la independiente, para poder llegar a
    ser adultos necesitar sentir la presencia de límites.
    Necesitan pelear en contra de las creencias y los mandatos de
    otros para dilucidar que es lo que piensan y lo que creen.
    La
    comunicación entre adultos y adolescentes está
    íntimamente relacionada con los límites.

    Adolescente hoy:

    Es importante poder pensar al adolescente en tanto sujeto
    situado en un tiempo histórico determinado. En este
    sentido el adolescente hoy se encuentra atravesado por la
    cultura de la
    postmodernidad.

    La cultura de la postmodernidad es una época del
    desencanto, del fin de las utopías, de la ausencia de los
    grandes proyectos que
    descansaban en la idea del progreso. Expresiones tales como
    "reciclaje",
    "relax", "consumo",
    "imagen", "zapping" son propias de esta época.

    Esta época se caracteriza por la existencia de una
    cultura de la imagen donde la multiplicación de la misma
    produce "saturación" y "provoca impacto para orientar una
    conducta que se
    reforzará con nuevas imágenes", "collage
    electrónico" con división, simultaneidad y
    fragmentación de la narración en planos y
    significados, simulación
    de escenas, fusión,
    superposición, ausencia de palabras: mundo hipermediado
    que genera nuevas estructuras
    para la recepción y adquisición cognitiva.

    Época en la que se acentúa el individualismo
    acompañado por una ausencia de trascendencia, ya no solo
    en el sentido religioso sino la trascendencia orientada hacia un
    ideal.

    Época en la que se exalta el cuerpo, exaltación
    acompañada de los sentidos y de
    un hedonismo que termina conspirando contra la salud.

    Época en la que el consumo define el ser: "soy lo que
    tengo".

    Época en la que triunfa el libre despliegue de la
    personalidad íntima, con el derecho a la
    expresión sin límites.

    Época en la que se propone a la adolescencia como
    modelo social
    y a partir de ello se "adolescentiza" a la sociedad
    misma.

    En este escenario, descripto someramente, está el
    adolescente de hoy y también el adulto.

    La adolescencia hoy tiende a prolongarse en el tiempo y no es
    vivida como "tránsito a". El estado de
    adolescencia se prolonga según las proyecciones que los
    jóvenes reciben de los adultos y de la sociedad toda.
    Entonces se torna imprescindible que reflexionemos y analicemos
    quienes son los adultos de hoy.

    El adulto hoy está atravesado por una profunda
    pérdida del saber y del poder, entendido como ejercicio
    del liderazgo y de
    la autoridad.

    La familia está en transformación, alejada del
    modelo de vinculaciones propias del modelo burgués,
    atravesada por el cuestionamiento de los discursos
    totales, la pérdida de rigidez de los mandatos y la
    decadencia de la autoridad.

    Familia con formas relacionales propias de lo fraterno. Los
    padres se ven atenuados en su capacidad de contención,
    así el adolescente se enfrenta a grados de libertad que se
    tiñen de incontinencia y abandono.

    En este devenir, pensemos en los duelos propios del
    adolescente, y la serie de transformaciones que sufren en este
    período.

    A partir de una investigación del CONICET dirigida por
    Marta SCHUFER se ha observado que los adolescentes hoy tienen
    muchísima información pero no tienen al adulto que le
    sirva de contención, ya sea para identificarse o para
    confrontarlo; sus vínculos son breves, superficiales,
    exhibicionistas, que tienden a la exaltación de la
    violencia en
    todas sus formas. Poseen vacíos de modelos, que son
    recreados por modelos colectivos. Francoise DOLTO pronostica el
    culto de la agrupación y la vuelta a la lucha por las
    grandes causas ligada a asociaciones humanitarias. La
    confrontación generacional ocupa un segundo o tercer
    plano, si bien se observa un cuestionamiento en cuanto a lo
    cotidiano de la vida familiar, éste no se presenta
    respecto a los valores de
    los padres, la actitud
    común es la indiferencia y el aislamiento, cada uno con lo
    suyo.

    "Lo que más hace sufrir a los adolescentes es ver que
    los padres tratan de vivir a imagen de sus hijos y quieren
    hacerles la competencia. Es
    el mundo al revés."

    "Y los chicos y las chicas aprenden cada vez más
    tempranamente a manejarse solos. Los padres dejan hacer y se
    abstienen de educar. Si ya no hay niños,
    tampoco hay adultos".

    Los adolescentes se ven obligados a ser padres de sí
    mismos, situación que les da más libertad pero para
    lo que no cuentan con elementos suficientes. A veces en este
    estado de
    abandono, la
    televisión se transforma en la única fuente de
    referencia, adoptando a tanto adolescente huérfano.

    En cuanto a los duelos, ¿hay duelos en la
    postmodernidad? Esta época ofrece una vida soft, emociones light,
    sin drama, se evita el sufrimiento. Para que los duelos tengan
    lugar necesitan una crisis, angustia, esfuerzo psíquico
    para superarlos. Tradicionalmente se hablaba de los duelos por
    los que debía atravesar el adolescente para convertirse en
    adultos, ¿hoy siguen siendo duelos?. Según Arminda
    ABERASTURY el adolescente tenía que superar tres duelos
    para convertirse en adulto:

    • El duelo por el cuerpo: hoy el adolescente ingresa
      en un estado reconocido "como ideal". Pasa a ser poseedor del
      cuerpo que hay que tener, el que sus padres y hasta abuelos
      desean mantener.
    • El duelo por el rol y la identidad infantil: hoy se
      valida seguir actuando y deseando como cuando se era
      niño, los valores de la infancia se
      mantienen socialmente.
    • El duelo por los padres de la infancia: convertirse
      en adulto significa desidealizar, confrontar las
      imágenes infantiles con lo real, rearmar las figuras
      paternas, ser hijo de un simple ser humano. El adolescente hoy
      encuentra que sus padres tienen sus propias dudas, no mantienen
      valores claros y coherentes, y hasta comparten sus mismos
      conflictos.
      Está más cerca de sus padres y hasta los idealiza
      más que antes, y paradójicamente se fomenta
      así más la dependencia.

    Por otra parte no podemos dejar de incluir en esta
    reflexión que el adolescente de hoy está atravesado
    por una crisis económica severa que lo inducide
    seductoramente a vivir las delicias de un consumo exaltado como
    sentido posible de la vida, se enfrenta con la pobreza y la
    desocupación, y también la
    exclusión en todo su despliegue, su inserción en el
    mundo productivo se ve retrasada e impedida, modificando los
    modos y tiempos del pasaje a la autonomía.

    Ser adolescente hoy implica habitar un mundo pleno de
    transformaciones e incertidumbres. Debemos entonces repensar y
    recrear nuestro ser adulto, nuestro ser docente, recrear los
    modos para acompañarlos.

    La sociedad impone normas,
    prisiones, modas de consumo que a veces tildan con la muerte:

    • Embarazo adolescente
    • Consumo de alcohol y
      drogas
    • Falta de solidaridad/ individualismo
    • Relaciones violentas
    • Desesperanza
    • Falta de proyectos
    • Hiperconsumo
    • Falta de espacios de desarrollo
      interior/ exhibicionismo

    "Lo importante no es lo que hacen de nosotros sino lo que
    nosotros hacemos de lo que hicieron de nosotros". Jean Paul
    SARTRE.

    Los números de la
    abulia:

    Una problemática importante que afectan a los
    adolescentes de hoy es la abulia. Esto repercute tanto en el
    hogar como en la escuela, en ésta última donde los
    docentes muchas veces se desorientan en sus prácticas
    pedagógicas, tomando ciertas miradas y adoptando actitudes
    hacia los adolescentes que no siempre son acertadas.

    Hay cifras que parecerían demostrar que la abulia es un
    rasgo que está muy presente en los adolescentes:

    • Según datos del
      INDEC, de los 6,5 millones de adolescentes argentinos,
      1.300.000 no estudian ni trabajan (no hace falta aclarar que
      muchos de ellos querrían hacer una o ambas cosas)
    • El 78 % no quiere saber nada con la política, dice un
      estudio de la consultora Demoskopia.
    • El 56 % no tiene interés
      por la lectura
      al punto que ni siquiera hojea el diario (Catterberg y
      Asociados).
    • Según una investigación publicada por el
      rector de la UBA, Guillermo Jaim Etcheverry, el 86 % de los
      alumnos del secundario dejaría el colegio si pudiera y
      el 68 % se aburre mucho en el aula.

    Son datos estadísticos, pero a la vez son un signo
    inequívoco del derrotero que siguen muchos pibes en estos
    tiempos.

    Susana Torrado, socióloga experta en Demografía, no tiene dudas: "Si los
    jóvenes están mal es porque sus padres están
    mal. Es una generación de adolescentes de difícil
    reinserción que en el futuro seguramente ocasionará
    diferentes formas de conflictividad social."

    Por su parte, Sergio Balardini, otro sociólogo que se
    dedica a estudiar el tema –está a cargo del proyecto juventud
    de la Facultad Latinoamericana de Ciencias
    Sociales (FLACSO) – afirma que hoy los chicos ni
    siquiera pueden aspirar a tener un nivel de vida como el que
    alcanzaron sus padres. Y la mayoría le teme al futuro. No
    saben si podrán conseguir un buen empleo o
    simplemente un empleo a secas. No saben si podrán hacerse
    cargo del sostén de la familia que
    les toque formar; si podrán "ser alguien". Son conscientes
    de las dificultades que viven sus propios padres, y saben que
    están ante la última posibilidad de orientar su
    biografía.

    Además, para los adolescentes la mirada de los
    otros, la de sus mayores, los agobia. Encima, en la escuela los
    docentes, en muchos casos, son la encarnación de un deber
    ser que ya pasó hace rato la fecha de vencimiento. Los
    docentes, especialmente los docentes mayores, suelen mirar a los
    chicos a partir del recuerdo de su propia juventud, se enfrentan
    a un enigma y reaccionan como pueden, con lo que tienen a mano en
    su mochila de vida. Cuando a estos docentes les tocó ser
    jóvenes, no tuvieron que navegar en la incertidumbre; todo
    lo contrario, confrontaban con las certidumbres del sistema, con
    verdades fuertes, con las autoridades. Los chicos de hoy, en
    cambio, navegan en aguas turbulentas. ¿Será el
    miedo a ahogarse el que los hace quedarse tan
    quietos?

    Desorientación Vocacional:

    La psicóloga Claudia Messing es una experta en el
    tema, ya que dirige la Escuela de Posgrado en Orientación
    Vocacional. Ella vio miles de adolescentes desorientados,
    aunque hoy le sorprende el nivel de desmotivación que
    encuentra en cada mano a mano. Es así, que más que
    hablar, los adolescentes expresan su apatía con gestos de
    cansancio, de desgano, de desinterés, de agobio. La
    característica más preocupante es la falta de
    vitalidad en la comunicación. Solo son vitales cuando se
    enojan. Incluso los chicos que muestran una actitud más
    soberbia o desafiante, sufren el mal de la
    apatía.

    Para Messig esta problemática le llamó la
    atención de tal manera que decidió
    llevar a cabo un estudio a fondo. Pasaron cinco años, tuvo
    158 largas entrevistas
    con flamantes egresados del secundario; habló con ellos de
    la vocación, sí, pero también de sus
    familias y de sus hábitos. El resultado es alarmante. Para
    empezar, el 85 % de los chicos no lograba armar un proyecto de
    carrera, y el 43% dejaba la que elegía antes de llegar al
    segundo examen final. Pero eso no es lo peor: siete de cada diez
    padecían de apatía y desmotivación, y el 56
    % de los encuestados tenía dificultades de aprendizaje a
    pesar de que eran jóvenes inteligentes. Hasta allí,
    los datos, pero ¿qué lleva a los adolescentes a
    este estado?

    Según Messing, la causa de los problemas
    vocacionales no es una sola. Las dificultades que atraviesan los
    padres desde hace años para construir nuevos modelos de
    autoridad y contención, se potencian con la crisis
    socioeconómica que se vive. Los padres establecen, toleran
    y/o no logran revertir vínculos simétricos con sus
    hijos: permiten que ellos los enfrenten de igual a igual e
    incluso toleran conductas autoritarias, sin conocer el daño
    que esto les produce en la maduración de sus intereses.
    Los chicos crecen sin tener que pelear en serio por nada, y se
    convierten en adolescentes que no toleran la frustración.
    Cuando salen a la calle, no logran vencer los obstáculos
    de la vida cotidiana y caen inmediatamente en la
    desmotivación y apatía. Habituados a disfrutar de
    un confort de un mundo materno en el que todos sus deseos son
    adivinados, los chicos no creen necesario aprender a
    comunicarse.

    Los hijos suplantan la falta de límites con una gran
    distancia emocional con sus padres. Esta pérdida de
    contacto afectivo y comunicativo con los padres se extiende al
    resto del mundo, en el cual la escuela queda involucrada. De a
    poco se van aislando de todo, y llega un día que ya no
    llegan a motivarse por nada.

    Claves para reconocer el
    fenómeno:

    De acuerdo con un estudio de la asociación civil
    Psicólogos y Psiquiatras de Buenos Aires, el
    65 % de las consultas de adolescentes es por problemas afectivos,
    de relaciones o vocacionales. Entre los síntomas
    más comunes, mandan el miedo, las fobias, la angustia y la
    depresión. En general, la actitud de
    desinterés por todo no se puede mantener para siempre, y
    tarde o temprano llega el momento de pedir ayuda.

    Los síntomas que denotan que hay algo mal en los
    adolescentes son:

    • Bajo rendimiento en el colegio.
    • Desconcentración.
    • Cambios notables en los hábitos de comida y
      sueño.
    • Expresión de deseo de escaparse de la casa.
    • Comportamiento autodestructivo.

    En el caso de los problemas vocacionales, las señales
    de alerta más frecuentes son las siguientes:

    • El joven muestra desgano
      y no sabe que estudiar.
    • Es sumamente contestatario y nada le viene bien.
    • Cambió varias veces de carrera pero no
      encontró su vocación. Nada lo convence. Si se
      engancha con algo, al poco tiempo pierde el
      interés.
    • Nada lo convence. Si se entusiasma con algo, al poco tiempo
      pierde el interés.

    La escuela y el adolescente:

    Con la modernización y la
    globalización, la familia y la escuela, como agencias
    socializadoras sobre la vida adolescente, se encuentran inmersas
    en una realidad de permanente cambio, en la que quedan siempre a
    la retaguardia. Hay un conflicto de
    temporalidades que se evidencia en el desfasaje que existe entre
    el discurso
    educativo y la realidad en la que se inserta el adolescente. La
    figura de la escuela sigue siendo "la distribuidora" de un
    conocimiento
    impuesto por
    otros modelos reflotados de nuestro pasado, o provenientes de
    otros países, en lugar de proceder a la construcción del conocimiento propio y
    actual.

    La sociedad, cada vez más preocupada, ha actuado sobre
    ella con modalidades contradictorias que casi nunca se limitan al
    espacio institucional educativo. Por esta razón, la vida
    de los adolescentes "educativos", concentra las
    características dominantes de la sociedad que conmueve a
    la escuela con distintas reacciones que van de la indiferencia a
    la idealización. En ese camino quedan expresiones de
    exclusión, discriminación, desconocimiento social de
    los códigos y demandas efectivas de la adolescencia.

    Las instituciones educativas deben aprender a usar sus
    autonomías, generando espacios que permitan la
    reflexión conjunta del adulto y del adolescente.
    Atendiendo a sus necesidades, debe considerarse el abordaje de
    temáticas que aún son percibidas como tabú
    en el reino de las aulas. No se debe privar al alumno de la
    capacidad de acción,
    se debe alentar su participación en proyectos
    socializadores y comunitarios. El adolescente necesita ser
    reconocido, ser protagonista del hacer escolar. Se debe terminar
    con la inacción, replanteándose permanentemente el
    cómo hacer, desde un sentimiento positivo, desde un punto
    de vista conceptual, democrático, que implica la apertura
    a un rico y complejo debate que
    recorre el campo filosófico, jurídico,
    pedagógico y psicosocial, basado en principios de
    equidad,
    calidad e
    integración social del adolescente.

    El desafío de educar
    adolescentes hoy

    Las prácticas escolares son una forma de
    intervención diseñada para facilitar el proceso de
    mediación social necesario, que apoya y orienta el paso de
    los adolescentes a la vida adulta y su posterior inserción
    en el mundo laboral. Cada una
    de estas etapas apoya el proceso de adquisición de nuevas
    y más potentes formas de aprender, comprender y actuar
    sobre la realidad, reconstruir la identidad personal, adoptar
    valores y proyectos de vida. En definitiva, es el proceso por el
    que el adolescente puede avanzar hacia una conducción cada
    vez más autónoma y conciente de la propia vida.

    Según Miras, "la escuela presenta como
    característica distintiva la de planificar de manera
    explicita su acción educativa, lo que le permite tomar en
    consideración de forma expresa lo que los adolescentes
    traen de los otros diversos escenarios en que crecen y aprenden".
    Esta situación le otorga a la escuela la posibilidad
    única de jugar un papel articulador entre los diferentes
    contextos en el desarrollo adolescente. Así, la escuela
    genera un proceso de reconstrucción crítica de las
    informaciones e influencias que reciben las adolescentes.

    La importancia de la escuela en la transición
    adolescente es hoy más relevante por la falta de apoyos
    contextuales con la que ellos se enfrentan en la actualidad. La
    pérdida de la importancia o significado social de ciertos
    contextos tradicionales y ritos o formas de pasaje a la vida
    adulta; los cambios constantes y la relativa situación de
    crisis de las institución familiar; las rápidas
    modificaciones del rol de los adultos y la importancia que en la
    vida de los adolescente toman ciertos contextos periféricos, plantean, sin duda, retos
    importantes a la institución escolar, y exigen cambios
    profundos en ella.

    Contradicciones entre las características de
    la
    escuela media
    y la etapa adolescente:

    Universalmente la escuela media constituye el nivel educativo
    formal coincidente, de manera principal con respecto a los
    restantes niveles, con la etapa evolutiva corrientemente
    denominada adolescencia.

    Adolescencia

    Dinámica

    Evolución, cambio

    Búsqueda, tanteos, ensayos

    Asunción de la independencia
    (ejercitación paulatina de la libertad con su
    correlato de la responsabilidad)

    Ruptura del cascarón

    Escuela Media

    Estática

    Rigidez, uniformidad

    Obligatoriedad absoluta con caminos
    prefijados

    Poco espacio para el ejercicio de la libertad y la
    responsabilidad

    Encierro

    Educación estatal y
    privada:

    El rol del Estado es primordial en la forma en que se
    desarrolla el sistema
    educativo de un país. Sin embargo esta función
    puede ser cumplida de innumerables maneras en lo que se refiere a
    las múltiples alternativas y necesidades de la escuela de
    hoy. Un ejemplo de estas cuestiones a tener en cuenta al analizar
    el funcionamiento de la educación, es ver
    cómo se distribuye la tarea de enseñanza entre la educación estatal y
    la privada y de que manera trabajan.

    En el sector de la educación media, secundaria o
    polimodal se observan diferencias entre lo que sucede en
    países de los que se consideran en desarrollo, donde el
    sector privado ocupa un 30 % de la población escolar y en los desarrollados,
    donde sólo alcanza el 15%. La evolución de la actividad en este sentido,
    muestra unatendencia a prever cierto cambio en estos
    porcentajes.

    Mientras que en los países en desarrollo y
    principalmente como consecuencia de ls dificultades
    económicas que afectan a la clase media,
    se observa un descenso de la matrícula privada, en los
    países desarrollados la estabilidad en esta área
    comienza a mostrar un leve incremento.

    NIVEL

    SECTOR PRIVADO

    SECTOR PÚBLICO

    TENDENCIA

    Inicial

    50 % o más

    50%

    Expansiva en el sector estatal

    Primario /E.G.B.

    10 a 15 %

    85% / 90%

    Estable

    Secundario/ Polimodal

    Países en desarrollo 30%

    Países desarrollados 15 %

    70%

     

     

    85%

    Descenso del porcentaje de la matrícula
    privada

    Estable , aunque mostrando un leve
    aumento

    (Datos extraídos de la revista Zona
    Educativa Año 2 Nº 14)

    Articulación entre los sectores y
    niveles

    Para poder apreciar el funcionamiento del sistema todo,
    resulta interesante conocer de que manera los distintos tipos de
    administración y los distintos niveles se
    relacionan entre sí.

    En algunos países desarrollados se puede observar
    una preocupación por estatizar la Educación
    básica. Esta presencia del Estado tiene que ver con la
    preocupación que este tiene para que haya una muy buena
    cobertura educativa para toda la población.

    Este acento en la educación básica ha sido
    muy eficaz para lograr equidad e igualdad de
    posibilidades.

    La razón radica en que al tener todos la misma
    base educativa de calidad, se tienen las mismas posibilidades de
    ingresar y proseguir sus estudios universitarios sin
    problemas.

    Regulación del
    Estado

    El Estado es el encargado de regular la actividad del
    sector oficial y del privado y de esta forma encarar las posibles
    problemáticas que pudieran surgir en relación a
    estos dos sistemas.

    En esta regulación se tiene que tener en cuenta
    la aplicación de iguales contenidos curriculares,
    manteniendo de esta manera la unidad dentro de la diversidad
    establecida en ambos sectores.

    Calidad

    La calidad, por otro lado, es un elemento a tener en
    cuenta al momento de implementar herramientas
    de comprobación en el sistema en su conjunto. Establecer
    los resultados de ambos sistemas sirven para comprobar las
    acciones
    llevadas a cabo tanto en el sector oficial como en el
    privado.

    Resultado de las encuestas realizadas en un colegio
    de
    gestión
    estatal

    Con respecto a las características generales de
    la etapa adolescente, las que predominaron son aquellas que hacen
    referencia a la inestabilidad emocional, el cambio de actitudes
    típico de ese período y principalmente la necesidad
    de ser aceptados en determinados grupos de pares,
    muy tendientes a la masificación con un marcado
    interés por diferenciarse de los adultos, fundamentalmente
    de aquellos adultos más cercanos a ellos, como por
    ejemplo: sus padres, docentes, etc. Aunque estos sean modelos de
    personas que mas cerca tienen y por ende marcarán de
    algún modo u otro sus vidas. Otras características
    son: la lucha por la búsqueda de justicia,
    trasgresión, rebeldía, interés por
    determinados temas como la música, la moda, los
    boliches, etc.

    Con respecto a la caracterización que los
    docentes realizan del adolescente de hoy, la que se prioriza es
    la visión de falta de un futuro promisorio, es decir, un
    futuro incierto que no tiene mucho para ofrecerles.
    También es relevante como característica de esta
    etapa el interés por pasarla bien, no tener
    responsabilidades (se ve claramente en la escuela), falta de
    motivaciones, de compromiso, de metas, es por ello que solo les
    importa las relaciones con el sexo opuesto, se pone de evidencia
    la gran crisis de valores que sufre la sociedad y que
    también se refleja en los adolescentes, quienes
    están inmersos en esta crisis que perjudica mucho
    más a los jóvenes ya que estos están en
    plena formación y carentes de modelos coherentes que
    guíen sus caminos.

    Las características expuestas anteriormente son
    claramente visibles en las instituciones donde fueron realizadas
    las encuestas, ya que los docentes que realizaron las mismas no
    pueden dejar de estar influenciados en sus pensamientos por la
    realidad que viven a diario en estas instituciones. Es
    más, al hacer caracterizaciones del adolescente de hoy
    seguramente tomaron como modelo de observación a los alumnos de esta escuela.
    Las características mencionadas se sustentan en su gran
    mayoría (en este contexto) en la falta de
    contención familiar y la falta de oportunidades que
    perciben dichas familias y sobre todo la falta de límites
    y pautas coherentes por parte de los adultos responsables de
    ellos. Un factor que no se puede dejar de lado es el pobre
    contexto socioeconómico y cultural del que provienen estos
    adolescentes en particular.

    Resultado de las encuestas realizadas en un colegio
    de gestión privada

    Los resultados de la siguiente encuesta
    fueron realizados a docentes de escuelas privadas cuyas edades
    van desde los 26 años hasta los 60 años con una
    antigüedad que varia desde los 3 a los 40
    años.

    Con relación a las características
    generales de la etapa adolescente, las que más se destacan
    son: la rebeldía, debido a que el adolescente está
    en plena búsqueda de su identidad, la cual va formando a
    través de los distintos modelos que lo rodean y muestran
    su disconformidad hacia los límites impuestos por los
    adultos; la inseguridad
    hacia los nuevos cambios que se le presentan; el sentido critico
    ya que son constantes cuestionadores del actuar del adulto: la
    necesidad de pertenencia a un grupo, es
    decir, compartir sus intereses con grupos de pares en sus
    distintos ámbitos (escuela, barrio, etc).

    La caracterización que realizan los docentes
    acerca del adolescente de hoy se basa principalmente en
    señalar el interés que presentan los jóvenes
    con respecto a su futuro. Otra característica es la
    ambivalencia, ellos quieren mostrarse independientes, ser
    artífices de su propio destino pero sienten temor a
    enfrentar los desafíos y se muestran inestables
    emocionalmente con una gran falta de objetivos y
    valores y con pocos modelos y metas a seguir. Para los
    adolescentes de hoy es primordial la amistad como eje
    de sus relaciones sociales. Ellos buscan estar siempre con amigos
    para compartir sus inquietudes y experiencias, dejando poco lugar
    al diálogo
    con sus familias.

    La descripción dada por los docentes se ve
    reflejada en el actuar de los adolescentes de esta
    institución, ya que les toca vivir tiempos de doble
    mensajes, con una sociedad en crisis que los hace más
    vulnerables y apáticos, transformándolos en espejos
    de la incertidumbre y de la falta de valores que muestra la
    sociedad actual.

    CONCLUSIÓN

    Como reflexión final, consideramos este trabajo de
    suma importancia por la elocuencia de los datos reflejados en las
    encuestas. Se puede apreciar en las mismas las congruencias con
    los aportes expuestos en el marco teórico.

    A pesar de que las realidades de la escuela de gestión
    estatal y la de gestión privada difieren de manera
    significativa, pudimos identificar en las encuestas varios
    aspectos que son comunes para la representación que los
    docentes tienen de los adolescentes en ambos tipos de escuelas.
    Éstas tienen que ver con los rasgos
    psicológicos–evolutivos (además de ciertos
    valores y actitudes) característicos que poseen estos
    jóvenes. Entre varios ejemplos podemos mencionar: la
    rebeldía, la ambivalencia, la actitud de mostrarse
    independientes, el temor al futuro, entre otros. Aún
    así los docentes mostraron conocimiento sobre las
    implicancias que el nivel socio-económico tiene sobre la
    vida del adolescente, delineando los distintos cursos de vida y
    las distintas necesidades que estos jóvenes sienten
    según su nivel socio-económico que los diferencia.
    Desde esta perspectiva, se apoyan las representaciones que tienen
    los docentes de sus alumnos adolescentes. Esto, evidentemente,
    tiene efectos significativos sobre la práctica docente, la
    relación alumno-docente, el triángulo docente
    – alumno – escuela, sobre los diseños y
    prácticas curriculares, sobre las expectativas de logro,
    etc.

    Es así que, estamos en condiciones de afirmar por medio
    de los aportes vertidos en este trabajo que la hipótesis:
    "El nivel socio-económico de los alumnos condiciona la
    representación que el docente tiene del adolescente" se
    confirma.

    Antes de concluir con el presente trabajo, deberíamos
    pensar en cuales son las necesidades que nuestros alumnos tienen,
    a fin de elaborar propuestas que los atraigan, en vez de
    quejarnos constantemente por la forma en que ellos se comportan.
    A modo de cierre, transcribimos una carta que un
    adolescente le escribe a todos los padres del mundo en la que, a
    nuestro criterio, se resume lo dicho.

    CARTA DE UN HIJO A TODOS LOS PADRES DEL
    MUNDO

    • No me des todo lo que pida. A veces sólo pido para
      ver hasta cuanto puedo alcanzar.
    • No me grites. Te respeto
      menos cuando lo haces, y me enseñas, a gritar a mi
      también, y yo no quiero hacerlo.
    • No des siempre órdenes. Si en vez de órdenes,
      a veces me pidieras las cosas, yo las haría más
      rápido y con más gusto.
    • Cumple las promesas, buenas o malas. Si me prometes un
      premio, dámelo, pero también si es castigo.
    • No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o
      hermana. Si tú me haces lucir mejor que los
      demás, alguien va a sufrir, y si me haces lucir peor que
      los demás, seré yo quien sufra.
    • No cambies de opinión a menudo sobre lo que debo
      hacer; decídete y mantén esa decisión.
      Déjame valerme por mí mismo. Si tú haces
      todo por mí, yo nunca podré aprender.
    • No digas mentiras delante de mí, ni me pidas que las
      diga por ti, aunque sea para sacarte de un apuro. Me haces
      sentir mal y perder la fe en lo que dices.
    • Cuando yo hago algo malo, no me exijas que te diga "el por
      qué lo hice". A veces ni yo mismo lo
      sé.
    • Cuando estás equivocado en algo, admítelo y
      crecerá la opinión que yo tengo en ti. Y me
      enseñarás a admitir mis equivocaciones
      también.
    • No me digas que haga una cosa y tú no la haces. Yo
      aprenderé y haré siempre lo que tú hagas
      aunque no lo digas, pero nunca lo que digas y no hagas.
    • Cuando te cuento un
      problema mío, no me digas "No tengo tiempo" o "Eso no
      tiene importancia". Trata de comprenderme y ayudarme.
    • Y quiéreme y dímelo. A mi me gusta
      oírtelo, aunque tú no creas necesario
      decírmelo.

    ("Amigos del Hogar" Rep.Dominicana)

    BIBLIOGRAFÍA
    CONSULTADA:

    • ZANOTTI, Luis Jorge, "Los objetivos de la escuela Media",
      Ed. Kapelusz, Argentina, 1994.
    • BURRIEZA, Valeria, "Adelescentes: revolución en casa", DOSSIER, Cuarta
      entrega..
    • MIRAS, M., "Educación y desarrollo. Infancia y
      Aprendizaje. Alianza, Madrid,
      1999.
    • Documento de trabajo para instituciones educativas de Nivel
      Polimodal y Bachillerato para Adultos de gestión estatal
      y gestión privada. Dirección General de Cultura y
      Educación. Gobierno de la
      Provincia de Buenos Aires. Subsecretaria de
      educación.
    • HARGREAVES, Andy y otros, "Una educación para el
      cambio", Octaedro, Barcelona. 1998.
    • Revista Zona Educativa Año 2 Nº 14 Junio 1997
      Rep. Argentina – Publicación mensual del
      Ministerio de Cultura y Educación.

    Adrián Fabio Mazzuglia

    Licenciado y Profesor en
    Ciencias de la
    Educación. Actualmente se desempeña como
    Director de escuelas y Profesor Universitario en la Ciudad de
    Buenos Aires.

    Sugiero que el presente trabajo se ubique bajo la
    clasificación: Educación primaria -.
    Educación Media.

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