¿Es posible en nuestro medio hablar de
armonización contable?. ¿Cuáles son los
inconvenientes para desarrollar este proceso?.
¿estamos frente a problemas de
adopción o
armonización?
Para responder todos estos interrogantes es necesario
tener en cuenta algunos procesos como
resultado de la
globalización e internacionalización de las
economías, que están resultando determinantes en
los esquemas de: estandarización y armonización
internacional.
Podría decirse que los actuales procesos de
estandarización y armonización, se explican desde
posturas teóricas ligadas a la globalización, que en su origen se muestran
unidas a la dinámica de las grandes corporaciones
internacionales.
En realidad podemos decir que la armonización no
es mas que el resultado de las grandes corporaciones
internacionales, que buscan orientar sus procesos hacia el logro
de objetivos que
tienen que ver mas con sus ganancias y ahorros económicos
que con el intereses general comunitario de los países y
como es normal esta tendencia se postula mas bajo la presión
que ejercen las grandes
corporaciones.
Sin duda, el tema es mas complejo si se mira la
existencia de las diferencias económicas y financieras que
caracterizan el sistema
internacional. Estas diferencias se hacen notables especialmente
a los países en vía de desarrollo, es
claro que la pretensión de grandes corporaciones
internacionales perfilan estos modelos hacia
el logro y consolidación de sus intereses
económicos, desde luego la armonización hace
referencia al ejercicio de un poder que
tiene alcances nacionales e internacionales; como tal, su
contenido tiene que establecer una fuerza
vinculante de los Estados, para que en forma comunitaria decidan
el logro de objetivos: económicos, jurídicos,
sociales, contables y que deberá estar mediada por la
legitimidad, la integración, la cooperación, la
coordinación, como requisitos
indispensables para que el desarrollo
comunitario se dé efectivamente.
Por supuesto la armonización debe recorrer un
amplio camino, superando las contradicciones que se presentan
entre los diferentes modelos micro y macroeconómicos de
cada país
Este documento expone las razones por las cuales la
búsqueda de la armonización contable se ha dado
como una consecuencia de los fenómenos anteriormente
mencionados y la necesidad de encontrar un lenguaje universal en
las economías de todos los países.
PALABRAS CLAVES:
Armonización; estandarización;
globalización; Internacionalización; ALCA; TLC;
adopción; adaptación; normalización.
¿PRÓXIMAMENTE UN
LENGUAJE UNIVERSAL?
La búsqueda de armonización contable
resulta una clara respuesta a la necesidad del mundo
económico de compartir un lenguaje que facilite la
comunicación de los mercados
internacionales, que bien se hacen a través del pensamiento
humano.
Es por esto, que para darle satisfacción a esta
necesidad que nos trae los procesos de globalización, los
cuales evidentemente nos sorprendieron con la
implementación de grandes avances
tecnológicos en los sistemas de
comunicación, se requiere de un
normatividad común, que debería ser sinónimo
de aceptación, pero es claro que no resulta relativamente
fácil, pues a pesar de que la contabilidad
es una disciplina
universal, las necesidades contables responden básicamente
a las políticas
económicas y sociales de cada país, donde
predominan los problemas monetarios y en cadena los
requerimientos sociales de los habitantes.
La información contable debe ser
identificable, y su principal meta, es presentar la suficiente
claridad a sus usuarios de tal manera que se logre la
optimización de los resultados que se presenten,
ningún mercado
internacional quiere quedarse atrás en la obtención
e implementación de sistemas que permitan mantenerse en la
competencia.
Es entonces cuando viene la solución que
encuentran los organismos internacionales y proponen así
mismo, llevar la contabilidad al campo de la
globalización, y con esto, favorecer a las
economías en no dejarlas atrás en el proceso de
modernización que enfrenta el mundo en nuestros tiempos, y
ahí se habla de "Estándares Internacionales de
Contabilidad", donde entonces viene el gran conflicto
entre los estudiosos de nuestra disciplina en Colombia, pues
les resulta un buen tema de análisis, y es el hecho de querer
establecer normas iguales a
las de otros países en los que sin lugar a duda nos
encontramos en una monstruosa diferencia de condiciones, en
diversos campos, pero también es claro que existen
realidades indiscutibles, como es la esencia de la norma tratando
en lo posible de buscar una razonable uniformidad en
éstas, con criterio pragmático, es casi imposible
sostener que, a nivel mundial, todos los países acepten
ceñirse a un modelo
único, con diferentes realidades políticas y marcos
constitucionales, convierte una idea de este tipo en casi
utópica.
Pues bien, este asunto nos atropelló de frente,
somos protagonistas en la opinión y discusión al
respecto, pues es la contaduría la implicada, y empezamos
el camino al analizar que este proceso se interesa
únicamente por las grandes economías, las
multinacionales y otros entes económicos de gran
envergadura y desconoce en mayor medida los problemas
sociales y los atropellos a los pequeños agentes de
mercado que habrían al instaurar otros aspectos que
también responde a la globalización como el ALCA y
El libre comercio
entre monstruos de la producción y pequeños países
productores con técnicas a
su nivel casi rudimentarias.
Realmente nos encontramos ante una imposición de
los Estados Unidos
que aprovechó la necesidad de fácil intercambio de
información para ser ellos, sin participación
alguna de los que también adaptarían y
sufrirían estos cambios, no negaríamos en
ningún momento que corregir las necesidades de
comunicación en cuestión de las herramientas
que son los Estados
Financieros y otros de sus derivados; en todos estos campos
se aprecia claramente la intervención de la política mundial en
acaparar todas las áreas que les afecten en buena medida,
y obviamente la contabilidad tiene que interesarles dado que su
papel consiste en sustentar la elaboración de
información orientada a determinar la magnitud de la
riqueza creada en los procesos productivos y en establecer la
asignación de tal resultado entre los diversos agentes
participantes en el proceso de distribución.
Nuestras inclinaciones responden a la creencia
académica en Colombia de que este tema de que los llamados
parámetros, normas o estándares se han acostumbrado
a versiones criollas de todo y a redactar con nuestras propias
palabras los distintos elementos que conforman los
problemas.
En Colombia no existe una adecuada identificación
del concepto de
normas y estándares. Para ello incluso se utilizan
traducciones poco serias que crean más confusión.
Identificar normas con estándares podría ser cierto
en los círculos legales, normativos, pero no lo es en
ambientes interdisciplinarios y sistémicos.
Hoy, en una economía globalizada,
se impone una cultura de
estandarización, frente a la cual ceden los
regímenes normativos locales no solo en lo referente a
contabilidad, auditoria y contaduría profesional, sino en
toda la amplia gama de los negocios
(bienes y
servicios).
El problema, en Colombia, implica, por consiguiente, una
dura decisión para el gobierno
nacional, por un lado puede seguir jugando a lo normativo, que es
el camino fácil y que impone por la fuerza de la ley, pero que es
inefectivo en la práctica, o va a tener que aprender a
jugar a la estandarización.
Estas posturas inflexibles sobre un tema de tanto
impacto, parecen ignorar aspectos fundamentales como son las
particularidades de nuestro entorno, la conveniencia
práctica, las características de los negocios, el
tamaño de la economía y otros varios factores que
por lo menos recomendarían un proceso juicioso antes de
tomar cualquier decisión afirmativa de cambio
rotundo.
Se refuerza también desde sectores
gubernamentales la necesidad de la rápida
armonización por los compromisos que al respecto ha hecho
el gobierno nacional por un lado con la banca
multilateral y por otro con la
Organización Mundial del Comercio,
O.M.C., que en el primer caso supone según ellos, el deber
de iniciar un proceso inmediato de adopción como parte de
las condiciones de financiación impuestas por esos
organismos y en cuanto a la O.M.C. por la obligación
contraída con ese organismo con el cual, se señala
"el Estado
colombiano tiene la palabra empeñada". Estas explicaciones
suenan irrespetuosas con la condición de independencia
que fundamenta el trabajo del
Contador Público quien no puede ser objeto de influencia
alguna y menos en temas tan delicados como el de la
armonización contable que de hecho afectan tantos
intereses, entendido además, que tales principios deben
surgir de los estamentos profesionales y académicos y no
de organismos estatales.
Un acuerdo de tales características no puede
obligar a la profesión de contador a seguir disposiciones
que carecen del debido proceso de investigación, estudio y análisis
que son de rigor para una adecuada socialización, consecuente
apropiación y adecuada implementación.
La Contaduría Pública es una disciplina,
encerrar su filosofía bajo una sola doctrina así se
llame normas internacionales, ayuda a los usuarios de la
información, pero afecta apreciablemente la
investigación y por lo tanto a la academia. Es
lógico que si somos profesionales globales y aspiramos a
entrar en las bolsas internacionales debemos hablar y entender
el lenguaje
técnico y de comunicación que allí se
utiliza.
Por lo pronto puede plantearse que los principios
contables de aceptación general, malos o buenos
actualizados o desactualizados, lo importante es que se sigan
fielmente de tal manera que aporten en forma efectiva a los
propósitos de alcanzar transparencia en la
información. Los recientes escándalos mundiales
validan claramente esta apreciación. Recientemente ha
surgido un elemento nuevo, que se refiere al costo en que
tendrían que incurrir las empresas cuando
accedan al mercado internacional de capitales y que por lo tanto
deberían adecuarse a las correspondientes normas; El tema
de la normalización en la realidad de nuestra
economía, nos encontramos que las empresas, que por lo
menos hoy, o en el inmediato futuro pueden llegar con algunas
posibilidades a las bolsas internacionales, se podrían
contar con los dedos de la mano.
La fecha límite para adoptar se ha fijado para
presionar de mala manera, la inmediata adopción de las
normas internacionales. En la medida en que la fecha se
acercó y no se alcanzó el propósito, se
observó que también se atenúa la evidente
forma de presión.
Por tanto no se puede continuar con la práctica
nociva de adaptar normas creadas para entornos diferentes al
nuestro, ya que las experiencias nos han demostrado que esto solo
crea un sistema sin bases, sin fundamentos que termina
fracasando.
A nivel de la profesión el problema interno es
grave, si observamos el grado máximo de
despreocupación demuestra su principal estamento, la Junta
Central de Contadores "Un ente del Estado que en
vez de responder a los intereses comunes de la profesión y
los involucrados en ella (empresarios… sociedad), lo
hace para defender un modelo de la profesión
(todavía arraigado en la fe pública).
El profesor
HAROLD ALVAREZ quien si bien, es consciente de la urgencia que
tiene el país para tomar una decisión, hace
especial énfasis en que ésta debe ser una buena
decisión que, no debe ser tomada a la ligera, ya que
está en juego el
bienestar común, según él "la toma de esta
decisión debe hacerse teniendo como fundamento un estudio
profundo y detenido del contenido normativo, así como
también los aspectos económicos, financieros,
sociales y políticos que implican tal decisión".
Esta posición aunque conservadora es muy
sensata.
Los promotores de la adopción están
impulsando la idea de dolarización, cuya misión es
la de procurar las condiciones para que prevalezcan las
economías más fuertes "sin importar que los
índices de desempleo,
pobreza–
miseria, analfabetismo,
etc., vayan en aumento, con el argumento de que la
liberación de los mercados traerá el progreso
mundial".
Con lo anterior podemos remarcar el hecho de que la
globalización no nos beneficiaría, ya que no
poseemos las características necesarias para competir de
tal manera que podamos obtener algún beneficio.
Al respecto del tema de la globalización Harold
Alvarez opina: "No pretendemos aislarnos del proceso de
globalización mundial, sino que entremos en él sin
los afanes irracionales que ya han significado la pérdida
de buena parte de la riqueza nacional de nuestro país, y
de otros países, sino el ingreso pausado, planificado, a
partir de respetuosos procesos armonizadores y de
adecuación jurídico- económica, que preparen
las circunstancias y posibiliten la permanencia de nuestras
empresas en condiciones competitivas y convenientes para el
interés
nacional".
En otras palabras la armonización nos
permitiría entrar a un proceso de reconciliación en
el cual se reconozca nuestra idiosincrasia a fin de evitar una
desestabilización económica, contable y social. El
problema radica en que no hay tiempo para
este proceso, lo que para nosotros es
lamentable.
Existen algunos organismos mundiales especialistas en
armonizar la situación de todo el mundo, algunos son de
carácter público como la Organización de Naciones Unidas
(ONU) y la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE); y otros de carácter
profesional como son la Federación Internacional de
Contadores (IFAC) y el Consejo de Normas
Internacionales de Contabilidad (IASB). En torno a la
Armonización mundial se mueven grandes intereses, los
medios de
comunicación dedican gran espacio a este tema, escritores
políticos, sociólogos, ilustres contables se han
encasillado en discutir al respecto, pero la gran verdad es que
la Armonización es ineludible, una prueba de ello es que
el plazo para la adopción de estándares
internacionales se cumplió el 1 de enero del 2005 y no fue
posible puesto que las diferencias económicas y entorno
contable que existe en cada país, el proceso de
armonización tiende a ser largo y cauteloso para lograr no
ser tan doloroso. A pesar de que esta armonización es
tediosamente lenta es la decisión adecuada para
contrarrestar la adopción que era intransigente e
imposible de imponer en nuestro país.
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MARIA LORENA GONZALEZ PATINO
PAULA ANDREA SUAREZ URIBE
PAULA ANDREA AGUIRRE CALDERON
UNIVERSIDAD DEL QUINDIO