- Resumen
- Planteamiento de la necesidad
del cambio de cultura empresarial - Acercamiento al término
de "cultura empresarial" - Consideraciones
finales - Bibliografía
En la ponencia se aborda el tema de la cultura
empresarial como concepto y
herramienta del management actual y la función
que ha de desempeñar en el escenario económico
contemporáneo de Cuba. En este sentido se plantea la
necesidad del cambio de
cultura
organizacional y las premisas fundamentales acerca del
proceso de
cambio, el cual no puede efectuarse al margen de las
características actuales y del proceso de construcción de un modelo de
desarrollo
económico y social propio.
La necesidad del cambio se sustenta fundamentalmente en
la búsqueda de niveles adecuados de eficiencia,
eficacia y
efectividad de la empresa cubana
actual, en el contexto de su inserción en a economía
internacional, marcada por estándares cada vez más
competitivos. De forma general no se establece una fórmula
única en este proceso, dado lo irracional del hecho, sino
que se establecen las bases en el tránsito de nuestras
empresas a un
nivel superior de gestión
empresarial, donde sin dudas la cultura organizacional
jugará un papel decisivo.
PALABRAS CLAVES
Cultura empresarial. Cambio. Empresa cubana
actual. Competitividad. Empresario.
Muchos han sido los cambios operados en el acontecer
económico, social y político de Cuba en los
últimos años. Abordar causas, consecuencias,
medidas correctivas, transformaciones u otros aspectos afines, es
redundar en elementos sumamente tratados por
estudiosos del tema económico de la última
década.
Sin embargo, alrededor del mismo todos coinciden en que
la economía cubana está llamada a lograr niveles de
eficiencia, eficacia y efectividad en pos del desarrollo,
pero sobre todo como complemento al gran proyecto social
que desarrollamos en aras del pleno bienestar de la sociedad.
En este sentido abordamos un aspecto que adquiere suma
importancia en el debate sobre
el tema: el papel de la cultura empresarial en el logro del
avance económico y social del país.
La ponencia tiene como objetivo
demostrar la necesidad que tiene Cuba de lograr que en el
escenario económico y social contemporáneo la
empresa y el empresario se conviertan en protagonistas del cambio
en la búsqueda de la competitividad y el éxito.
Operar cambios en la cultura organizacional,
quizá sea uno de las más difíciles tareas a
las que puedan enfrentarse las administraciones de las empresas
cubanas, dadas las condiciones actuales y sus
antecedentes.
Sin embargo el cambio se impone, y aunque el
tránsito en este sentido se ha iniciado desde hace algunos
años, cada día es más importante avanzar
instrumentando en cada una de nuestras empresas, a partir de
herramientas
gerenciales donde los principios y
fundamentos socialistas constituirán una fortaleza
innegable, estrategias que
reviertan la situación actual.
DESARROLLO
A partir del año 1989 se produjeron en el
ámbito internacional una serie de acontecimientos que
provocaron un impacto muy fuerte en la estructura
y desarrollo de la economía cubana. La humanidad fue
testigo de profundas transformaciones económicas,
políticas y sociales ocurridas en los
países de Europa del
Este, que tuvieron su punto culminante a inicios de la
década del 90 y que desembocaron en la
desintegración del campo socialista y de la propia
Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (URSS).Estos hechos significaron para Cuba, la ruptura de
todo un conjunto de relaciones que se habían
establecido y desarrollado a lo largo de más de 30
años, además de profundas transformaciones en
el orden interno desde el punto de vista económico y
social.La situación cubana estuvo caracterizada por
fuertes descensos económicos y comerciales, el
país perdió más de las tres cuartas
partes de su mercado,
tanto de suministros de materias primas para las producciones
nacionales y de productos
para el consumo,
como sus productos de exportación. En el plano
económico comenzamos a convivir con una brusca
reducción de recursos y
la necesidad de buscar nuevos mercados,
caracterizados por ser sumamente agresivos y
dinámicos.Las condiciones creadas exigieron un reordenamiento
de la economía del país, la definición
de nuevas áreas de desarrollo, nuevas concepciones
estratégicas , la búsqueda de otros mercados y
todo ello en medio de un brutal recrudecimiento del bloqueo
de EE.UU.Los cambios y reformas que se emprendieron a partir
de entonces en el orden económico, las medidas que se
instrumentaron de forma paulatina, con serenidad e inteligencia, a fin de preservar los avances
sociales de la Revolución, tenían su punto de
mira en el objetivo de frenar el decrecimiento
económico y avanzar hacia un desarrollo ulterior,
equilibrado y sostenible.En los momentos actuales, dada la coyuntura
económica, política y social internacional, se ha
generalizado la necesidad de mejorar la competitividad de las
empresas, como principal vía para incrementar y
mejorar el posicionamiento en el mercado y la
obtención de superávit comercial. En este
sentido Cuba no es la excepción: sumergida en una
profunda crisis
económica y empeñada en proteger e incluso
potenciar su proyecto social deben buscarse respuestas acorde
a nuestras condiciones concretas, lo que requiere de
planteamientos novedosos, pertinentes, y sobre todo
verosímiles y coherentes.Es en este análisis donde cabe resaltar el papel
que desempeña la empresa y el empresario en la
búsqueda de estas respuestas, dada su posición
protagónica de forma incuestionable en el escenario
económico nacional.Específicamente en los Principios Generales
del Perfeccionamiento Empresaria se señala que la
empresa estatal es el eslabón fundamental de la
economía y que debe potenciarse su nivel de
eficiencia, autoridad
y ejecutividad y por otra parte que los cuadros de dirección juegan un papel fundamental
en la consecución de los objetivos
del nuevo sistema de
gestión empresarial, dadas sus
habilidades, constante preparación, entrenamiento
para el cambio, etc.De forma general puede decirse que la empresa y el
empresario cubano se enfrentan a nuevos retos que demandan
cambios sustanciales en su proyección orientada a la
eficiencia y eficacia inherentes a una óptima
adaptación al entorno y a la obtención de la
competitividad tan proclamada.- Planteamiento
de la necesidad del cambio de cultura
empresarial. - Acercamiento al
término de "cultura empresarial".
Es útil en el análisis que desarrollamos
plantear algunos conceptos e ideas relacionados con el
término "cultura empresarial u organizacional". Este es
uno de los conceptos más tratados en los últimos
años por los estudiosos del tema de comportamiento
organizacional y su relación con las diferentes
técnicas de dirección que se han
desarrollado.
De forma general el término se refiere al
conjunto de valores,
creencias, entendimientos importantes, que los integrantes de una
organización tienen en común. La
cultura ofrece formas definidas de pensamiento,
sentimiento y reacción que guían la toma de
decisiones y otras actividades de los participantes en
la
organización.
Las diferentes definiciones de Cultura Organizacional
comparten conceptos comunes: subrayan la importancia de los valores y
creencias compartidos y su efecto sobre el comportamiento.
La cultura es el pegamento social o normativo que
mantiene unida a una organización. Expresa los valores o
ideales sociales y creencias que los miembros de la
organización llegan a compartir, manifestados en elementos
simbólicos, como mitos,
rituales, historias, leyendas y un
lenguaje
especializado.
La cultura organizacional incluye lineamientos
perdurables que dan forma al Comportamiento. Cumple con varias
funciones
importantes al:
- Transmitir un sentimiento de identidad a
los miembros de la organización. - Facilitar el compromiso con algo mayor que el yo
mismo. - Reforzar la estabilidad del sistema
social. - Ofrecer premisas reconocidas y aceptadas para la toma
de decisiones.
Sin lugar a dudas la cultura cumple funciones
importantes en la organización. Los artefactos culturales,
incluyendo el diseño
y el estilo de administración, transmiten valores y
filosofías, socializando a los miembros, motivan al
personal y
facilitan la cohesión del grupo y el
compromiso con metas relevantes.
Las definiciones sugieren lo que todos sabemos por
nuestras experiencias personales: las organizaciones
tienen culturas diferentes – objetivos y valores, estilos de
administración y normas – para
realizar sus actividades. Igualmente coinciden en que las
organizaciones comprometidas con el éxito están
abiertas a un constante aprendizaje,
diseñando estructuras
más flexibles para el cambio producto del
aprendizaje.
Los estudios que se han hecho al respecto permiten
contar con una amplia fundamentación sobre el tema y
numerosas herramientas que permiten crear y fomentar una cultura
de éxito en nuestras empresas. Afortunadamente en los
últimos tiempos nos hemos ido acercando a esto, donde el
papel de la Universidad y la
Academia de forma general no puede soslayarse.
En este punto se hace preciso cuestionarnos, planteada
ya la necesidad del cambio, qué es preciso para iniciarlo.
El epígrafe a continuación se dedica al
"cómo cambiar".
Dadas las características del sector
empresarial y del propio hombre
que dirige o administra nuestras organizaciones
sería un error craso pensar que los cambios pueden
efectuarse al margen de la cultura existente. Aunque se
imponen nuevas tendencias orientadas a la búsqueda
de la eficiencia, la eficacia y la competitividad, a la
adaptación al entorno, en fin, al cumplimiento de
las metas de nuestras empresas en el proceso de
recuperación económica, el proceso de cambio
debe partir de la adaptación de
nuestra cultura y forma de hacer y pensar en las
organizaciones a estas nuevas metas.Es en este contexto donde cabe preguntarnos hacia
dónde deben dirigirse nuestras acciones. ¿Cuál debe ser
nuestro comportamiento futuro? ¿Qué cambios
deben operarse en nuestro sistema de valores, creencias,
códigos de actuación en las organizaciones
empresariales?En los últimos años como parte del
proceso de recuperación económica se han dado
cambios estructurales y financieros que nos han permitido
revitalizar paulatinamente nuestro sistema empresarial
adecuándolo a las nuevas condiciones en este caso a
partir del redimensionamiento de las empresas
estatales.El propio proceso de Perfeccionamiento
Empresarial, como un nuevo sistema de gestión
integral que permitirá a nuestras entidades obtener
productos y servicios cada día más
competitivos, así lo avala. Varios han sido los
cambios que se han dado en este sentido con resultados, que
aunque discretos, alientan en el proceso de
recuperación.No obstante, consideramos que en cualquier
condición, y en especial en las nuestras, el
éxito y la vitalidad organizacional dependen en gran
medida del desarrollo de culturas y valores apropiados
teniendo en cuenta que la cultura constituye la base del
funcionamiento organizacional y fuente invisible donde
estrategias, estructuras y sistemas
adquieren su energía. Es por ello que deben
transformarse no solo las características formales
de las empresas (estrategias, estructura organizacional,
sistema gerencial, etc.) sino también e
inevitablemente, los valores básicos, presunciones,
sistema de significados, es decir, la cultura de la
empresa.El hecho de que el cambio debe manifestarse en el
comportamiento humano hace que este sea difícil de
obtener. Las administraciones deben centrarse en la
compleja tarea de revolucionar la cultura de sus
organizaciones, partiendo de la cultura motriz y
reemplazando las creencias, valores y símbolos (los necesarios) por una
cultura que propicie la realización de sus
metas.En este sentido en Cuba es necesario fomentar una
cultura adaptativa, abierta, flexible, cuyos valores
organizacionales estén orientados hacia la calidad,
la eficiencia, la innovación, el emprendimiento, la
aceptación del riesgo, el
cambio y sobre todo hacia la potenciación del papel
de la empresa socialista, la preservación de la
propiedad social y el avance mancomunado de
la economía nacional.Esto requiere disciplina y sistematicidad en las acciones
que se lleven a cabo. En una cultura con estos valores,
funcionarán las metas y las estrategias
organizacionales, así como las personales de cada
trabajador, las sociales inherentes al sistema que
construimos, existiendo una plena identificación
entre ellas y por tanto una alta motivación, productividad y estabilidad.Sin lugar a dudas Cuba necesita de esa cultura y
está en nuestra manos fomentarla. Proporcionar una
fórmula o receta única sería
irracional: la fórmula debe ser encontrada por cada
empresario, administrador en cada una de nuestras
organizaciones, basada siempre en la premisa de
adaptación de nuestra cultura base a las nuevas
condiciones nacionales e internacionales y a los retos que
enfrentamos en busca del cambio en los valores y principios
de funcionamiento de nuestras empresas.- ¿Cómo cambiar?
- Los principios socialistas como fortaleza en el
proceso de cambio.
El hecho de que la preservación de la propiedad
estatal en el país no se ha debido exclusivamente a su
carácter de atributo esencial de la
economía
socialista, sino que ha devenido en premisa económica
y política para dirigir el proceso de superación de
la crisis económica en beneficio de la sociedad toda, da
una idea de la importancia que tiene la revitalización de
la empresa estatal socialista.
El propio proceso de Rectificación de errores y
tendencias negativas iniciado en los años 80 llamó
a la revisión de los mecanismos de funcionamiento de las
empresas en busca de la ampliación de facultades de forma
que los productores recuperaran la iniciativa en la producción, comercialización e innovación;
existieran directivos capaces de asumir las nuevas
características que ha adoptado la gestión
empresarial, el logro de la eficiencia, eficacia y competitividad
del sistema empresarial socialista cubano.
De lo anterior se deduce que este proceso de cambio en
la cultura empresarial no está divorciado del proceso de
fortalecimiento de la construcción del Socialismo, o un
poco más allá, de las transformaciones al modelo
teórico de la economía socialista en la actualidad.
Debe recordarse que fue el propio Comandante en Jefe Fidel Castro
quien en 1984 orientara la necesidad de que los cuadros de
dirección estudiaran las modernas técnicas de
dirección desarrolladas por la ciencia
económica universal – comúnmente conocidas
bajo el nombre de Management-. Valorada esa indicación y
otros pasos que se han ido dando en estos años puede
afirmarse que la adaptación a nuestras condiciones de esos
conocimientos y de forma general las nuevas técnicas y
concepciones gerenciales constituyen un factor importante a la
hora de evaluar la capacidad demostrada por el sistema socialista
para remontar la crisis económica.
Más allá de decir que la adaptación
de estos conocimientos a nuestras condiciones no contradice los
postulados del sistema socialista en la actualidad, puede
afirmarse que los principios socialistas y revolucionarios de la
masa de trabajadores y cuadros de dirección en Cuba
constituyen una fortaleza en el proceso de cambio en la cultura
empresarial. El hecho de que nuestro pueblo esté formado
bajo conceptos de sacrificio, heroísmo, voluntad y haya
demostrado en numerosas ocasiones la capacidad para hacer frente
a difíciles situaciones demuestra la posibilidad real de
obtener la victoria en la batalla de recuperar la vitalidad de
nuestra economía, a la que estamos abocados
todos.
- Cuba, inmersa en profundas transformaciones en busca
de la adaptabilidad a la inestable situación
internacional existente y la preservación de su modelo
político y social, debe potenciar el papel de la empresa
estatal socialista como eslabón fundamental del
desarrollo económico. - En esta tarea juega un papel fundamental la
adaptación de la empresa estatal a las nuevas
condiciones internas y externas, transformando estructuras,
funciones, pero sobre todo valores y códigos que le
permitan desenvolverse bajo premisas de eficiencia, eficacia y
competitividad. - El entender la cultura empresarial como el conjunto
de valores, creencias, entendimientos importantes, que los
integrantes de una organización tienen en común
da una idea de la importancia de operar cambios en esta en la
búsqueda del éxito empresarial en
Cuba. - Como parte del proceso de cambio debe crearse una
cultura adaptativa, flexible, acorde a las
características propias de cada organización, y
donde los principios socialistas constituirán una
fortaleza indiscutible. - La construcción del Socialismo en Cuba y de
diseño de un modelo propio de desarrollo
económico y social exigen adaptar a nuestras condiciones
técnicas, herramientas de corte gerencial en el proceso
de fortalecimiento del funcionamiento de nuestras
empresas. - En este proceso de apropiación de
conocimientos y técnicas al desempeño de nuestras empresas el papel
de la Universidad y la Academia de forma general es vital, dada
la fuerte relación entre ambos sectores.
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Angie Fernández Lorenzo
Estudiante de 5to año de Licenciatura en
Economía
Facultad de Ciencias
Económicas
Universidad de Pinar del Río
Calle Martí #
270 Esquina Agramonte
Pinar del Río, Pinar del Río
Cuba
Teléfono: (53) (82) 779360