- Contexto histórico y
social - Sócrates y Jesús
dos maestros y sus discípulos - Qué es la fe? Qué
es al fe positiva? - La diferencia entre la
religión positiva cristiana y la religión llena
de fantasías de los griegos - Arriesgar la vida por un Estado
que solo asegura la conservación de la propiedad no
tiene sentido - Conclusión
- Bibliografía
- Con la presente
monografía pretendo rescatar los
principales aspectos filosóficos de Hegel presentes
en el texto.
Para Hegel, en efecto, la historia
universal no representa otra cosa que la idea del
espíritu, tal como se revela en la realidad, como serie de
formas exteriores. Esta obra es redactada en el contexto de la
Revolución
francesa, revolución
que representa el acontecimiento "espiritual" más
importante de la humanidad. Así en sus escritos de
juventud en
donde la historia presenta por
primera vez un programa moral en el
que los hombres deben ser iguales, libres y
fraternos.
Es aquí donde Hegel se pregunta en este contexto
de esperanza ¿cómo debe ser una religión para un
pueblo de hombres libres?.
Pero si volvemos al concepto de fe y
lo comparamos con los testimonios prestados por la Biblia, en su
antiguo testamento, vemos que esto va mucho más
allá, a lo que el espíritu puede llamar fe, sino
más bien una gran obediencia y temor por Dios.
Un ejemplo lo encontramos en el Génesis en el que
Dios prueba a Abraham obligándolo a que ofreciera a su
único hijo, Isaac, en holocausto.
"Entonces habló Isaac a Abraham, y dijo: he
aquí el fuego y la leña; más ¿donde
esta el cordero para el holocausto?
A lo que Abraham respondió: Dios se
proveerá de cordero para el holocausto.
Y cuando llegaron al lugar que Dios le había
dicho, edificó Abraham un altar, y compuso la leña,
y ató a Isaac, y Loa puso en el altar sobre la
leña.
Y extendió Abraham su mano y tomó un
cuchillo para degollar a su hijo.
Entonces el ángel de Jehová le dio voces
desde el cielo, diciendo: no extiendas tu mano sobre el muchacho,
ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto
no me rehusaste tu hijo, tu único.
Entonces Abraham alza sus ojos y miro un carnero trabado
en un zarzal por sus cuernos; y tomo del carnero, y lo
ofreció en holocausto en lugar de su hijo.
Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Dios
proveerá. Por tanto se dice hoy: en el monte de
Jehová será provisto".[1]
Filosofía, Fe y Teología
Son muy frecuentes las confusiones en torno a la
cuestión de la filosofía y la Fe. Por ello es
necesario, antes de todo, que comencemos con una idea de
Fe.
Si la fe consistiera en algo meramente relacionado a
nuestra actividad sentimental, no habría por qué
contraponerla o enfrentarla a la totalidad de la
filosofía; bastaría estudiarla dentro de ella, como
uno de los puntos de la psicología
afectiva.
¿Qué es entonces la fe? ¿Que
significa ser creyente?
Aunque la fe en el creyente produzca o determine
sentimientos, no es formalmente un sentimiento más. La fe
concierne, de una manera propia e inmediata, al entendimiento
humano. Creer o no creer son actos que sólo la facultad
intelectiva realiza.
"Creer es el acto del entendimiento que asiente a la
Verdad Divina, imperado por la voluntad, a la que Dios mueve
mediante la gracia".[2]
Es el entendimiento no la voluntad, la que tiene la
facultad de asentir o disentir ante cualquier afirmación.
Pero en el caso de una Verdad Divina, que se propone como objeto
de creencia en tanto que no es evidente, el entendimiento no
puede asentir de una manera espontánea, pues de esta
manera sólo lo que es evidente despierta o produce nuestro
asentimiento. El hecho, sin embargo, de que una
proposición no sea evidente no significa que sea evidente
su falsedad.
Para que algo se nos proponga a título de
creencia es preciso que no sea evidente, ni como verdadero ni
como falso. De ahí que el asentimiento a las verdades de
fe suponga un impulso de la voluntad sobre la facultad
intelectiva.
Querer creer concierne a la voluntad; de lo puramente
natural, es preciso que la voluntad sea movida por Dios; lo cual
ocurre, precisamente, mediante la Gracia.
Tanto la filosofía como la fe coinciden en tener
su lugar de entendimiento, pero difieren en la manera como en
él tiene lugar, en la filosofía se origina en el
entendimiento de una manera puramente natural y humana, pues su
objetivo son
las verdades asequibles a nuestra capacidad intelectual, sin la
mediación de un especial socorro sobrenatural o divino. La
fe por el contrario, requiere una especial iluminación, se trata de verdades reveladas
y además, Dios mueve mediante la gracia, a la voluntad que
se determina a creer, por que su objeto lo constituyen verdades
que, por trascender nuestra natural capacidad intelectiva, no se
pueden presentar como evidentes.
Así la filosofía se basa sobre la propia
razón humana y la fe tiene su última y definitiva
garantía en la autoridad
divina.
Lo único que distingue a la teología de la
filosofía es que aquella parte de una revelación
dada de antemano, que luego trata de explicar por la razón
de sus efectos en el mundo, mientras que la filosofía
llega a esa revelación racionalmente.
El razonar, pues, a pesar del proceder inverso de ambas
disciplinas, es su común denominador. Y si
tuviéramos que contraponerlas de algún modo,
diríamos que el teólogo fundamenta el pensamiento en
la verdad, mientras que el filósofo fundamenta la verdad
en el pensamiento.
Desarrollo
Antes de comenzar a desarrollar los temas presentes en
el texto es fundamental aclarar unos puntos de importancia sobre
el contexto en que es enunciado este texto para poder entender
los argumentos que en el se presentan. La filosofía de
Hegel surge estrechamente vinculada con la situación
social cultural y filosófica de su época.
Así su filosofía supone una lucha por la falta de
libertad y de
la razón. A su juicio la situación,
histórico – social en que vivía estaba
necesitada por una mayor libertad.
La guerra de los
Treinta Años dejó a Alemania
atrasada tanto política como
económicamente, no existía un estado
moderno, sino un estado carente de justicia
centralizada y fundamentado sobre un despotismo feudal.
Además, el campesinado aún era muy numeroso, la
industrialización era mínima y carecía de
una clase media
poderosa que pudiese transformar ese estado de cosas. Alemania no
era un estado, la libertad estaba sometida y la censura atenazaba
la libertad de expresión. Hegel vivió la Alemania
de su tiempo como un
ataque a sus aspiraciones democráticas y a la libertad, y
concibió la necesidad de un estado moderno y racional.
Donde la "polis" griega aparece como un modelo frente
a la situación de Alemania. En la "polis" griega se
cumplía la armonización del individuo con
la sociedad: la
vida del hombre
nacía, se desarrollaba y moría en la vida y en el
espíritu de la polis, hasta el punto de que el individuo
no era nada separado de la comunidad
política, social y cultural de la ciudad.
Hegel en su obra Escritos de Juventud la cual escribe a
sus 30 años, en un periodo fascinante, que solo puede
comparase con la filosofía iniciada por Sócrates.
De igual modo ocurre lo mismo con el movimiento
iniciado por Kant, quien se
puede decir produjo una revolución copernicana, y en el
lapso de cuarenta años desde su Crítica
de la Razón Pura publicada en 1781, hasta la
Filosofía de Derecho de Hegel publicada en 1821, se
suceden grandes filósofos, movimiento conocido como el
Idealismo
Alemán en el que Hegel es el punto culminante.
En el pleno apogeo de la Revolución Francesa,
estallada en 1789 lo que para Hegel significo el triunfo de la
razón, y que sirvió de limite entre dos
épocas de la historia, constituyo el más grave
acontecimiento moderno, después de la Reforma, y fue la
resultante de un vasto movimiento en oposición al antiguo
régimen. Los acontecimientos de la Revolución
Francesa suscitaron en el un gran entusiasmo y ejercieron sobre
su pensamiento un efecto duradero. En donde sus obras de juventud
presentan un interés
preferentemente religioso – político.
Hegel nos presenta en dos partes a La positividad de la
religión cristiana, la primera de ellas abarca entre los
años 1795 y 1796 en la que toma como principio para
fundamentar los juicios sobre las diferentes formas y
modificaciones, y sobre el espíritu de la religión
cristiana:
"Que la finalidad y la esencia de toda religión
verdadera es la moralidad de
los hombres y que todas las doctrinas más
específicas de la religión cristiana, todos los
medios para
propagarla y todas sus obligaciones
se aprecian, en su santidad y en su valor, de
acuerdo a su vinculación más estrecha ö
más lejana a ese fin."
La segunda parte de La positividad de la religión
cristiana, escrita en 1800, declara no indagar si el cristianismo
tiene doctrinas positivas, sino inquirir en si, en cuanto tal, es
o no una religión positiva.
Hegel se mostró siempre critico frente a los
discursos, que
exasperan el principio jacobino de la subjetividad (fe y saber).
En la fenomenología del espíritu,
dibujando el sistema
científico del verdadero saber sobre la premisa de
"sólo en el concepto encuentra la verdad el elemento de su
existencia", hace la critica más radical de la
filosofía romántica y del magro sentimiento de lo
divino. Quiere que el jucio final sea sin
apelación:
"Si en el hombre la
religión se basa tan sólo en un sentimiento,
entonces él perro sería el mejor cristiano"
[3]
Lo religioso en Hegel se reducía al problema de
la religión popular, aquella en la cual el individuo
realizaba su destino a través de lo general.
Hegel se siente fascinado por el mundo antiguo,
particularmente el griego, donde el individuo vive en perfecta
armonía con el mundo y se desenvuelve en
él.
El Judaismo, en
cambio, es la
expresión de la conciencia
desgraciada, como decía en la "Filosofía del
Espíritu" una religión elaborada por un pueblo
esclavizado y perseguido.
Con el cristianismo se convierte en una religión
privada donde el absoluto es relegado a un más halla
separada inevitablemente del mundo. Es una religión
positiva fundada en la autoridad y en el temor de Dios con el que
ya el Judaísmo estableció una relación de
amo esclavo. Abraham se separa del mundo, seja su familia y su
mundo para someterse al mandato divino, rompiendo con el seno
mismo de la vida, de su vida.
3
Sócrates y Jesús dos maestros y sus
discípulos
Lo infinito se separa de Loa finito y el hombre queda
librado a su propia individualidad. Por eso según Hegel,
Jesús mueve a los hombres en pos de su salvación
personal,
concepto típicamente hebreo.
Un griego o un romano jamas habrían pensado en
esto, pues un griego era ante todo un ciudadano, un miembro de la
polis. Por eso Sócrates prefiere morir pese a las
vías de escape que sus discípulos le brindan,
simplemente por que el no puede vivir fuera de la polis, su amada
Atenas que sin embargo la condeno a las más injustas de
la muerte. Al
escuchar la sentencia de su muerte
dirigiéndose a los jueces atenienses, afirmo: "ha llegado
la hora de que nos vayamos, yo a morir y vosotros a vivir,
sólo Dios sabe quien de nosotros se encamina a un destino
mejor".
Así como Sócrates acepta su muerte
sabiendo que era injusta. Cristo sabe que la condena es injusta
pero responde con un amor
más grande y la acepta por amor a la humanidad. En
Sócrates falta en este gesto por el amor a los
demás, pero se da como una especie de fidelidad así
mismo. Quiere hacer ver a sus discípulos que es fiel a la
ley respetando
los acuerdos hasta el final. En Cristo su muerte significa
salvación para todos, Cristo salva, algo que
Sócrates no puede hacer, Él sólo nos entrega
un valor. Pero ambos mueren por lo que creen y por Loa que hacen
y creen en Loa que hacen y dicen. Y de aquí el amor de sus
discípulos por:
Es necesario considerar en la forma en que los
dos hablan de sus enemigos. Sóctrates a diferencia de
Cristo, no perdona. Quizás en su sentimiento tenia la
intención de perdonar, pero a los jueces que le votaron a
favor de su muerte les dice -"Estén atentos pues ahora mis
discípulos os atacaran". Cristo no predica venganza y sus
discípulos fueron los primeros en perdonar y evangelizar a
sus mismos enemigos.
Sócrates enseña el valor de una investigación humilde, pues sabe que los
seres humanos no podemos agotar el saber. Sócrates afirma
que el saber humano es débil. Existe un pasaje, en el que
Sócrates dice: "Cuando no puedo encontrar la verdad puedo
hacer cuatro cosas: fiarme de la experiencia; fiarme de un
maestro; encontrar un argumento y ver si es coherente consigo
mismo, o fiarme de la revelación divina."
Tanto Jesús como Sócrates fueron maestros
y tuvieron sus discípulos en lo que existe una diferencia
en la forma en que respetaban y acataban Loa que su maestro les
enseñaba.
En el nuevo testamento encontramos un pasaje en el que
nos relata la forma de enseñar de Jesús:
"y cuando termino Jesús estas palabras, la gente
se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien
tiene autoridad, y no como los estribas"[4]
Los escritos del nuevo testamento nos hablan de una
predicación primitiva que no es ninguna manera libre, sino
que es prerrogativa de los apóstoles, para ello diputados
por Cristo, y que permanecen bajo su vigilancia. El orgullo de
los discípulos era reproducir lo que Jesús
hacía y decía, creían en él y aceptan
lo que Jesús hace y dice. No se caracterizaban por ser
unos hombres de Estado, eran un conjunto de pescadores, y se
destacaban por su rectitud y por su sostenimiento a la doctrina
de su maestro, por su humildad y amabilidad. Y es este uno de las
razones por las cuales la filosofía socrática no se
expandiera como religión publica ni en Grecia ni en
otra parte.
Los discípulos de Sócrates eran
pertenecientes a los elegidos de Atenas, aman a Sócrates
por la verdad y por la virtud, todo su esfuerzo se basa en
imitarlo y superarlo. No creen en su persona sino en
lo que él dice y hace. Así cada uno de ellos
elaboró sus propias ideas engendradas por su maestro
llegando a ser hombres tan grandes e independientes como
Sócrates, quien su interés fue siempre por un
Estado en el que en ese momento valía la pena interesarse
en él,
Hay quienes sugieren en cierta forma de que puede que la
filosofía griega haya influido sobre los judíos.
Por ejemplo, Filón, un filósofo judío de
Alejandría, estuvo en gran medida bajo la influencia del
filosofo griego Platón,
considerado por Filón como persona que había
recibido inspiración divina. El Léxico del
judaísmo (Lexikom des judentums), declara que Filón
unió el lenguaje y
las ideas de la filosofía griega (Platón)
con la fe revelada por de los judíos.
4 Que es la Fe,
que es la Fe Positiva
La fe puede concebirse como el comparsa del dogma o bien
como su verdadera causa eficiente, si la fe fuera una necesidad
no sería en absoluto meritoria, esta es la
transformación de lo contingente en necesario y de lo
necesario en contingente. De esta forma la fe no es una creencia
sino que es el acto de creer así como el acto de conocer
no es un conocimiento.
La fe tampoco es una certeza sino que es la oposición a
toda certeza. La razón por lo tanto no puede impulsarse
por sí misma, sin intuición es ciega. Pero se debe
creer en la libertad cuando no se presentan los seres
fantásticos que vendrán a salvarte o de quien pueda
vivir alejado de los dogmas impuestos por una
religión que aplasta los sentidos y
deja al hombre sólo con la única respuesta a todos
sus predicamentos: Dios
Hegel nos propone a ser consientes de nuestra dignidad
humana, así como lo diría Fitche en Sobre la
Dignidad del Hombre, donde plante que solo el hombre es capaz de
realizar su propia autonomía.
Si existe alguna anestesia para el pecado no se puede
llegar a encontrarla bajo el perdón divino sino mas bien
en mi propio arrepentimiento. No renunciar de todos modos a la fe
sino a la fe positiva. Por esto la fe no debe ser ni una
necesidad ni una entelequia finalista sino un acto libre. No
podríamos renunciar todo de nosotros mismos para
reconquistarnos la fe pura solo sabe que sabe no esta atada por
cualquier grupo de
enunciados que por lo que le hubiera dicho alguna autoridad debo
considerar que sean verdaderos y confiarme de
ellos.
El creer se transforma en confiar y es la clave de la fe
positiva, la obligación el deber en creer y es donde la
soberanía del YO y toda su dignidad carecen
de todo valor.
El principio luterano de la fe con el que Hegel declara
su plena solidaridad
considerando su filosofía como el pleno desarrollo y
maduración del mismo:
"Lo que Lutero inició como creencia en el
sentimiento y en el testimonio del espíritu, es lo mismo
que el espíritu madurado ulteriormente, se ha esforzado
por comprender el concepto".[5]
Lutero, escribe Hegel, quebrantando los votos religiosos
en la cristiandad y la estructura
jerárquica de la iglesia, con
su –todos somos pastores, obtuvo la libertad y la
autonomía del espíritu que se despliega en si y
para sí y solo con él comienza el germen de la
libertad del espíritu. Y cuando se pierde la libertad de
la razón de la autonomía es todo el inicio para dar
origen a una religión positiva.
La filosofía de Hegel, no tiene la misión de
comprender qué es la religión, sino de suprimirla y
realizarla. Suprimirla, suprimiendo la diferencia entre el
espíritu finito y el infinito; y realizarla porque conocer
a Dios es el único fin de la religión y su
realización es la filosofía.
5
La diferencia entre la religión positiva cristiana y la
religión llena de fantasías de los griegos y la
doctrina de la corrupción
de la naturaleza
humana y su extensión del dominio con lo
divino
No se puede confundir al
paganismo con el ateísmo o con el
indiferentismo.
Los paganos no tenían fe, porque
desconocían la revelación. Nadie puede responder a
un mensaje que no le ha llegado. El pagano es, por
definición, aquél que no ha escuchado la palabra de
Dios. La increencia del pagano lo es con referencia a la palabra.
Sin embargo, los paganos son ordinariamente muy religiosos.
Tienen en gran estima la virtud de la religión tanto los
escritores como los filósofos antiguos. Por otra parte, el
pagano es un tipo humano casi desaparecido, a saber, el hombre
que se relaciona con la trascendencia mediante la sola
razón, sin haber oído la
revelación.
Este pagano está en situación de
ignorancia insuperable; sólo conoce mitos y
poemas en los
que los hombres hablan de los dioses. No se ha visto en la
situación de escuchar una palabra en la que Dios habla
sobre el hombre al hombre, a él mismo.
No obstante, en las sociedades
occidentales postindustriales, a principios del
siglo XXI, hay de nuevo personas en situación de
paganismo. Quienes han sido educados así, reviven la
situación de los paganos antiguos.
El testimonio del pensamiento antiguo -precristiano y
extranjero al pueblo de Israel-, les
puede proporcionar luz sobre la
orientación natural de la razón hacia
Dios.
El Cristianismo y el Descubrimiento de la "Subjetividad"
y de la "Conciencia". Con respecto a la polis griega, el
Cristianismo viene a significar, negativamente, la
disolución de la vida armónica y en comunidad
social. Positivamente, significa el descubrimiento del concepto
de "subjetividad", que será interpretado por Hegel como un
momento absolutamente necesario para la realización plena
de la libertad y el desarrollo y perfección del
espíritu. La religión constituye para Hegel un
aspecto fundamental de la vida de un pueblo. El concepto de
subjetividad vendrá a significar, en último
término, una crítica y un opuesto al concepto
"positivización" que puede hacerse de la vida
política
– social. El término "positividad" viene a
significar un 'límite' que se le impone a la vida desde
una realidad impuesta de un modo exterior y por la fuerza de la
tradición, sin estar fundada y justificada ante la propia
razón.
"Positividad" vendría a equivaler a
"alienación". El hallazgo de la subjetividad y su carácter de principio racional y libre
representará para Hegel un principio rector en la
organización social y política de la vida del
espíritu. Hegel distingue tres estadios en este progreso
de la conciencia en libertad que constituye la trama de la
historia:
Oriente. Es el primer período, la infancia de la
humanidad, que se caracteriza por la ausencia de libertad. Los
orientales no saben que el hombre como tal es libre, y, como no
lo saben, no lo son. Solamente un hombre era libre: el
déspota. Es la época de despotismo en la que el
poder del Estado se concentra en un solo individuo. El individuo,
pues, está absorbido por el Estado. En
la relación individuo – colectividad prevalece el elemento
comunidad. Pertenecen a este periodo China,
India, Persia,
Asia Menor y
Egipto.
Occidente: Grecia y Roma. Es el
segundo periodo, que contiene la historia del mundo grecorromano.
Es la etapa de la adolescencia
de la humanidad. Se inicia la conciencia de la libertad, y por
ello se lucha por la libertad. Pero entre Griegos y romanos
sólo sabían que algunos hombres eran libres, pero
no que el hombre como tal lo fuera. Por ello se dio la esclavitud. Sigue
prevaleciendo el elemento comunitario sobre el elemento
individual (polis griega).
Pueblos Germánicos. Representan la ancianidad de
la humanidad. Es un periodo que se prolonga desde la llegada del
Cristianismo hasta la época actual (de Hegel, se
entiende). La libertad, que surgió con el Cristianismo, no
llegó a tener inmediata expresión en las leyes y en las
instituciones
porque con el triunfo cristiano perduró la esclavitud. Ha
sido necesario un largo proceso de
desarrollo de los pueblos antes del reconocimiento
explícito de la libertad. Se produce la
reconciliación de la escisión sujeto – objeto =
individuo – colectividad. Sólo las naciones
germánicas han llegado a la conciencia de que el hombre es
libre como hombre. Es la etapa de madurez de la Historia: todos
somos libres. Todos los hombres se sienten y son libres
(abolición de la esclavitud), y realizan su libertad a
través del Estado.
"todas las religiones no son más
que el reflejo fantástico en el cerebro humano de
las fuerzas exteriores que dominan su vida
cotidiana".[6]
Esto quiere decir que el hombre, desde que tiene
conciencia de su propia existencia, ha tratado de explicar y
explicarse a sí mismo, los hechos que no puede entender de
alguna manera. Pero, ¿cómo explicar algo que no
entendemos?; la forma más fácil es la de inventar
seres sobrenaturales, que sobrepasen nuestras capacidades, que
tengan total poder sobre el universo; he
aquí el concepto de Dios. Esto -el tratar de explicar lo
inexplicable de esta manera-, el positivismo lo
llama "espontaneidad", el cual es el primer punto, el comienzo de
la historia de la religión. Al principio, se creó
un Dios para cada suceso natural (fenómenos
climatológicos como los rayos, lluvia, vientos, etc.) o
cualquier otro fenómeno no explicable, al cual se le
rendía culto, obteniendo de esta manera esperanza,
necesidad básica del hombre. Aquí se crean los
mitos, los cuales son historias fantásticas, que tratan de
explicar esto sucesos sobrenaturales. Luego, se decidió
pasar del politeísmo, al monoteísmo, concentrando
todas las propiedades de todos los dioses en uno solo. He
aquí el surgimiento de la religión, el…"reflejo
fantástico"…, la imagen
trastornada reflejada en el espejo del entendimiento humano, pues
el hombre ve las cosas a su modo, como él cree y a veces –
por no decir siempre- no como realmente son. Inventa mundos
ficticios, historias fantásticas, de lo que sucede a su
entorno (tanto los fenómenos naturales ya mencionados como
conceptos más complejos como la muerte, la vida, el
alma, el
hombre, etc.) y no comprende.
"En el hombre primitivo es fundamentalmente el
miedo lo que produce ideas religiosas: miedo al hambre, a los
animales
feroces, a la muerte."[7]
La religión le da sentido a la vida, le brinda a
los seres humanos una razón para vivir y una razón
para vivir correctamente -como el Dios lo indica- y con
felicidad, dándole además una "guía
práctica" de normas morales,
las que le ayudaran a vivir con esta corrección y
felicidad. Esta es la idea de religión para los creyentes,
es decir, para aquellos que la apoyan, pero la religión,
vista desde un punto de vista "totalmente objetivo", no es
más que una cadena que rodea el cuello del hombre,
sometiéndolo a la más profunda esclavitud, ya que
limita la acción
humana en infinitos ámbitos, y esto, no es más que
privar al hombre de la libertad ", a pesar de que el hombre puede
hacer lo que desee, está siendo amenazado por otro lado,
ya que se le dice que si hace esto o aquello, le pasará
esto o aquello también, y siempre, todas las acciones que
no sean correctas para la Biblia -en el cristianismo-, nos
mandaran directamente al infierno y allí cumpliremos
nuestro castigo por nuestro error terrenal. El tratar de
"controlar" a los individuos por medio de la represión
mental es la mayor esclavitud, ya que un hombre preso dentro de
sí mismo no tiene forma de escapar, pues, ni siquiera es
consiente de su encierro, por lo tanto no desea liberarse. Hay
que tener cuidado también en separar, la religión
(como concepto, como idea, como "teoría") de su
utilización.
"la religión es el opio del
pueblo"…[8]
Como es sabido, el opio es un alucinógeno,
una droga, que
"eleva" mentalmente a los humanos a un plano ficticio de la
realidad. Esta es una metáfora sumamente sutil, en la cual
nos dice que la religión no es más que una "droga",
un vicio del ser humano, que no hace más en enceguecer al
hombre y que le muestra una gran
fantasía, producto de
sus ambiciones, quizás, o sus anhelos.
La religión es algo que existió desde
tiempos inmemoriales, existe hoy en día y existirá
durante mucho tiempo más. La mayor parte de las personas
en este planeta creen en alguna religión. Ellos creen,
porque necesitan creer, porque el universo o todo
lo que pertenece a él supera su entendimiento, porque hay
sucesos que no comprenden y quizás se siente inferiores o
simplemente ajenos, entonces encuentran la salvación en
este ser superior, todopoderoso, en este padre protector, y en su
mirada encuentran seguridad.
Aquí surge la religión.
Aquí surge la historia de la
humanidad.
Para Hegel, con la aceptación de la
religión cristiana, no desapareció inmediatamente
la esclavitud, ni se organizaron racionalmente los gobiernos y
las constituciones no se fundaban en el principio de la libertad.
Desde el comienzo mismo de su desarrollo fisiológico,
Hegel aceptó el rechazo kantiano de toda religión
supraracional y estatuaria. Lo que originó que Hegel se
apartase de Kant, no fue una opinión más elevada
del cristianismo tradicional, sino de los griegos. En el
contraste entre cristianismo y Grecia que hace Hegel en sus
escritos religiosos, queda clara la primacía del mundo
griego sobre el cristianismo. Por tanto, la idea principal de la
filosofía de la historia de Hegel sería que: La
historia es el relato del desarrollo de la libertad humana, el
último momento en que se desarrolla el espíritu y
el momento en que la idea toma conciencia de sí misma. Por
todo esto, podemos ciertamente decir que el cristianismo es la
religión de la esperanza.
En la fe cristiana debe el hombre encontrar siempre una
luz y una confirmación del sentido de sus anhelos,
porque:
"en Cristo el cielo ha bajado
a
la tierra y ha
echado raíces"[9]
Para Hegel, con la aceptación de la fe cristiana,
no desapareció la esclavitud ni se organizaron
racionalmente los gobiernos y las constituciones no se fundaban
en el principio de la libertad.
En el contraste entre cristianismo y Grecia que hace
Hegel queda clara la primacía del mundo griego sobre el
cristianismo, donde se desprende la filosofía de Hegel: en
que la historia es el relato del desarrollo de la libertad
humana. Para Hegel el espíritu del pueblo da plenitud al
individuo
6 Arriesgar
la vida por un Estado que solo asegura
la conservación de la propiedad no
tiene sentido
La interpretación que hace Hegel del Estado
hay que situarla dentro de una época determinada y tal vez
no valga para otra época. Hegel crítico sin embargo
esta definición Kantiana por cuanto tiene en cuenta
solamente el lado negativo del derecho como limitación de
la libertad. En Kant como en otros teóricos del liberalismo,
la sociedad misma y el Estado aparecen ante todo como
limitaciones o restricciones frente a la libertad, pensada como
libertad negativa.
Para Rousseau y
para Hegel en cambio, en un estado de derecho
democrático las leyes no son una limitación de la
libertad sino más bien la expresión o la
realización de la misma como voluntad general.
Pero el orden ético, ese estadio que
constituyó la base de la filosofía de la
Ilustración y que alcanzara su momento cumbre con el
imperativo categórico kantiano:
"obra de modo tal que el motivo que te
ha llevado
a obrar pueda convertirse en una ley
universal"[10]
Resulta invalidado abruptamente en función
del absurdo y de la paradoja. Esa generalidad, base de la
ética
kantiana (y que encontraría en Hegel su máxima
expresión con la Filosofía del Derecho), se ve
reducida a la nada en el salto al estadio religioso.
De esta manera Hegel en su marco
teórico nos describe que, con la extinción de
todas las libertades políticas
desapareció todo interés en el Estado, esto es
lógico ya que todas las personas siempre desean actuar,
desenvolverse y vivir dignamente cuando son capaces de actuar en
su favor. Pero cuando su único fin de la vida queda
reducido a la nada, es ahí donde se pierde toda la fuerza,
y más aun cuando se esta frente a un Estado soberbio que
restringe la propia realización de un fin determinado por
los hombres y solamente se preocupa por su propia identidad y
por el miedo de los pueblos vecinos ante la posibilidad de una
guerra.
¡o juremos con gloria morir! Que es lo que les
lleva a los hombres a perder su vida en batalla, conservar su
ciudad sólo le interesaría para proteger su
propiedad y el goce de ella, pero este medio para llegar a
proteger algo, directamente con la muerte anula su fin, su
propiedad y el bienestar de ella. Así muriendo se
reafirmaba el derecho de la defensa de la propiedad como el de
tenerla. Pero de este sentimiento no era posible de tenerlos los
pueblos oprimidos quienes tan solo se satisfacían por
tener ulna propiedad mediante un acto de fe. Tal es el caso del
pueblo hebreo y su tierra prometida. La experiencia clave para el
hebreo es la que vive en colectividad, origen del posterior
pueblo, descendientes de la promesa hecha a Abraham. Este grupo,
en Egipto, padece el de ser considerados esclavos. El esclavo es
nada como persona. En el pensar griego sería el NO
SER.
Con su liberación pasan de la nada, a ser, a
existir, donde conducidos por Moises (quien por capricho de Dios
no llega a pisar esa tierra, que era por todo lo que había
luchado, abandonado aun ciertos lujos y placeres como cuando el
estaba junto al faraón) llegan a las puertas de la tierra
prometida. Josue los introduce y hace las primera localidades de
las primeras tribus nómadas hebreas. Con David toman
conciencia de conformar un pueblo. Las tradiciones ancentrales de
las diversas tribus son fundamento de ese comprenderse
existencialmente como alguien, existir como pueblo.
Para concluir con el análisis me interesa retomar las
principales ideas de Hegel presentes en el texto, él
trataba la religión como el penúltimo paso en el
movimiento fenomenológico desde la conciencia hasta la
autoconciencia, en lo que él denominaba "conocimiento
absoluto".
Concluía su filosofía de la
religión con la presentación de la religión
perfecta como la negación de la limitación y de la
particularidad de estas religiones
finitas o determinadas. Identificó la religión
perfecta, en su realización histórica, con el
cristianismo, y especialmente con su propia tradición
cristiana luterana. Hegel elaboró su filosofía de
la religión, como movimiento de pensamiento, en la forma
de ese movimiento del espíritu que se autodesarrolla
internamente. Puesto que identificaba este movimiento con el
desarrollo de Dios como sujeto divino, interpretó la
religión como un movimiento de subjetividad divina. Era un
movimiento desde Dios como sustancia a Dios en cuanto
diferenciado internamente, y por tanto verdadero sujeto divino o
persona. Era ciertamente un movimiento de subjetividad divina
global, desde el momento en que llegó a considerar a Dios
como ser que incluye la finitud o el mundo. Así la
religión era, para Hegel, un movimiento de
reconciliación entre lo humano y lo divino, una
reconciliación que tiene lugar en la forma de una
postulada subjetividad divina inclusiva.
Hegel sentía gran interes por el pueblo griego,
aquellos quienes miraban el mundo como un lugar ordenado en donde
todo se revelaba para un proposito especifico o fin ultimo,
llamado thelos , insistía en que la religión,
incluyendo la religión cristiana tal como la reflejaba la
teología cristiana, no hace realmente accesible la verdad
de la reconciliación a la humanidad en general. Pero
siempre mitigó esta valoración positiva de la
religión con una nueva reserva. Sostenía que es
tarea de la filosofía siempre identificar la coherencia
lógica
y racional internas de las creencias religiosas.
Ahora bien si la religión a tenido tanto éxito a
lo largo de los tiempos se debe en parte a que proporciona
significado y propósito a los individuos, lo que resulta
más difícil de obtener en una sociedad consumista.
La religión le ayuda a enfrentarse a lo desconocido
especialmente si se tiene mucha fe, hay quienes abrazan una
religión, o la redescubren cuando se han dado cuenta de un
cambio en su vida.
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de J. Ripalda. F.C.F México.
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Historia Universal. La Aventura del Hombre en la
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Juan Andrés Herrera
Universidad
Nacional de Entre Ríos
Facultad de Ciencias de la
Educación
Licenciatura en Comunicación Social
Cátedra: Corrientes del Pensamiento
Contemporáneo
Año de cursado: 2004