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La Positividad de la Fe Cristiana, de Hegel




Enviado por andresss_32



    1. Contexto histórico y
      social
    2. Sócrates y Jesús
      dos maestros y sus discípulos
    3. Qué es la fe? Qué
      es al fe positiva?
    4. La diferencia entre la
      religión positiva cristiana y la religión llena
      de fantasías de los griegos
    5. Arriesgar la vida por un Estado
      que solo asegura la conservación de la propiedad no
      tiene sentido
    6. Conclusión
    7. Bibliografía
    1.   Con la presente
      monografía pretendo rescatar los
      principales aspectos filosóficos de Hegel presentes
      en el texto.

    Para Hegel, en efecto, la historia
    universal no representa otra cosa que la idea del
    espíritu, tal como se revela en la realidad, como serie de
    formas exteriores. Esta obra es redactada en el contexto de la
    Revolución
    francesa, revolución
    que representa el acontecimiento "espiritual" más
    importante de la humanidad. Así en sus escritos de
    juventud en
    donde la historia presenta por
    primera vez un programa moral en el
    que los hombres deben ser iguales, libres y
    fraternos.

    Es aquí donde Hegel se pregunta en este contexto
    de esperanza ¿cómo debe ser una religión para un
    pueblo de hombres libres?.

    Pero si volvemos al concepto de fe y
    lo comparamos con los testimonios prestados por la Biblia, en su
    antiguo testamento, vemos que esto va mucho más
    allá, a lo que el espíritu puede llamar fe, sino
    más bien una gran obediencia y temor por Dios.

    Un ejemplo lo encontramos en el Génesis en el que
    Dios prueba a Abraham obligándolo a que ofreciera a su
    único hijo, Isaac, en holocausto.

    "Entonces habló Isaac a Abraham, y dijo: he
    aquí el fuego y la leña; más ¿donde
    esta el cordero para el holocausto?

    A lo que Abraham respondió: Dios se
    proveerá de cordero para el holocausto.

    Y cuando llegaron al lugar que Dios le había
    dicho, edificó Abraham un altar, y compuso la leña,
    y ató a Isaac, y Loa puso en el altar sobre la
    leña.

    Y extendió Abraham su mano y tomó un
    cuchillo para degollar a su hijo.

    Entonces el ángel de Jehová le dio voces
    desde el cielo, diciendo: no extiendas tu mano sobre el muchacho,
    ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto
    no me rehusaste tu hijo, tu único.

    Entonces Abraham alza sus ojos y miro un carnero trabado
    en un zarzal por sus cuernos; y tomo del carnero, y lo
    ofreció en holocausto en lugar de su hijo.

    Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Dios
    proveerá. Por tanto se dice hoy: en el monte de
    Jehová será provisto".[1]

       1
    Introducción

    Filosofía, Fe y Teología

    Son muy frecuentes las confusiones en torno a la
    cuestión de la filosofía y la Fe. Por ello es
    necesario, antes de todo, que comencemos con una idea de
    Fe.

    Si la fe consistiera en algo meramente relacionado a
    nuestra actividad sentimental, no habría por qué
    contraponerla o enfrentarla a la totalidad de la
    filosofía; bastaría estudiarla dentro de ella, como
    uno de los puntos de la psicología
    afectiva.

    ¿Qué es entonces la fe? ¿Que
    significa ser creyente?

    Aunque la fe en el creyente produzca o determine
    sentimientos, no es formalmente un sentimiento más. La fe
    concierne, de una manera propia e inmediata, al entendimiento
    humano. Creer o no creer son actos que sólo la facultad
    intelectiva realiza.

    "Creer es el acto del entendimiento que asiente a la
    Verdad Divina, imperado por la voluntad, a la que Dios mueve
    mediante la gracia".[2]

    Es el entendimiento no la voluntad, la que tiene la
    facultad de asentir o disentir ante cualquier afirmación.
    Pero en el caso de una Verdad Divina, que se propone como objeto
    de creencia en tanto que no es evidente, el entendimiento no
    puede asentir de una manera espontánea, pues de esta
    manera sólo lo que es evidente despierta o produce nuestro
    asentimiento. El hecho, sin embargo, de que una
    proposición no sea evidente no significa que sea evidente
    su falsedad.

    Para que algo se nos proponga a título de
    creencia es preciso que no sea evidente, ni como verdadero ni
    como falso. De ahí que el asentimiento a las verdades de
    fe suponga un impulso de la voluntad sobre la facultad
    intelectiva.

    Querer creer concierne a la voluntad; de lo puramente
    natural, es preciso que la voluntad sea movida por Dios; lo cual
    ocurre, precisamente, mediante la Gracia.

    Tanto la filosofía como la fe coinciden en tener
    su lugar de entendimiento, pero difieren en la manera como en
    él tiene lugar, en la filosofía se origina en el
    entendimiento de una manera puramente natural y humana, pues su
    objetivo son
    las verdades asequibles a nuestra capacidad intelectual, sin la
    mediación de un especial socorro sobrenatural o divino. La
    fe por el contrario, requiere una especial iluminación, se trata de verdades reveladas
    y además, Dios mueve mediante la gracia, a la voluntad que
    se determina a creer, por que su objeto lo constituyen verdades
    que, por trascender nuestra natural capacidad intelectiva, no se
    pueden presentar como evidentes.

    Así la filosofía se basa sobre la propia
    razón humana y la fe tiene su última y definitiva
    garantía en la autoridad
    divina.

    Lo único que distingue a la teología de la
    filosofía es que aquella parte de una revelación
    dada de antemano, que luego trata de explicar por la razón
    de sus efectos en el mundo, mientras que la filosofía
    llega a esa revelación racionalmente.

    El razonar, pues, a pesar del proceder inverso de ambas
    disciplinas, es su común denominador. Y si
    tuviéramos que contraponerlas de algún modo,
    diríamos que el teólogo fundamenta el pensamiento en
    la verdad, mientras que el filósofo fundamenta la verdad
    en el pensamiento.

    Desarrollo

     2 Contexto
    histórico y social

    Antes de comenzar a desarrollar los temas presentes en
    el texto es fundamental aclarar unos puntos de importancia sobre
    el contexto en que es enunciado este texto para poder entender
    los argumentos que en el se presentan. La filosofía de
    Hegel surge estrechamente vinculada con la situación
    social cultural y filosófica de su época.
    Así su filosofía supone una lucha por la falta de
    libertad y de
    la razón. A su juicio la situación,
    histórico – social en que vivía estaba
    necesitada por una mayor libertad.

    La guerra de los
    Treinta Años dejó a Alemania
    atrasada tanto política como
    económicamente, no existía un estado
    moderno, sino un estado carente de justicia
    centralizada y fundamentado sobre un despotismo feudal.
    Además, el campesinado aún era muy numeroso, la
    industrialización era mínima y carecía de
    una clase media
    poderosa que pudiese transformar ese estado de cosas. Alemania no
    era un estado, la libertad estaba sometida y la censura atenazaba
    la libertad de expresión. Hegel vivió la Alemania
    de su tiempo como un
    ataque a sus aspiraciones democráticas y a la libertad, y
    concibió la necesidad de un estado moderno y racional.
    Donde la "polis" griega aparece como un modelo frente
    a la situación de Alemania. En la "polis" griega se
    cumplía la armonización del individuo con
    la sociedad: la
    vida del hombre
    nacía, se desarrollaba y moría en la vida y en el
    espíritu de la polis, hasta el punto de que el individuo
    no era nada separado de la comunidad
    política, social y cultural de la ciudad.

    Hegel en su obra Escritos de Juventud la cual escribe a
    sus 30 años, en un periodo fascinante, que solo puede
    comparase con la filosofía iniciada por Sócrates.
    De igual modo ocurre lo mismo con el movimiento
    iniciado por Kant, quien se
    puede decir produjo una revolución copernicana, y en el
    lapso de cuarenta años desde su Crítica
    de la Razón Pura publicada en 1781, hasta la
    Filosofía de Derecho de Hegel publicada en 1821, se
    suceden grandes filósofos, movimiento conocido como el
    Idealismo
    Alemán en el que Hegel es el punto culminante.

    En el pleno apogeo de la Revolución Francesa,
    estallada en 1789 lo que para Hegel significo el triunfo de la
    razón, y que sirvió de limite entre dos
    épocas de la historia, constituyo el más grave
    acontecimiento moderno, después de la Reforma, y fue la
    resultante de un vasto movimiento en oposición al antiguo
    régimen. Los acontecimientos de la Revolución
    Francesa suscitaron en el un gran entusiasmo y ejercieron sobre
    su pensamiento un efecto duradero. En donde sus obras de juventud
    presentan un interés
    preferentemente religioso – político.

    Hegel nos presenta en dos partes a La positividad de la
    religión cristiana, la primera de ellas abarca entre los
    años 1795 y 1796 en la que toma como principio para
    fundamentar los juicios sobre las diferentes formas y
    modificaciones, y sobre el espíritu de la religión
    cristiana:

    "Que la finalidad y la esencia de toda religión
    verdadera es la moralidad de
    los hombres y que todas las doctrinas más
    específicas de la religión cristiana, todos los
    medios para
    propagarla y todas sus obligaciones
    se aprecian, en su santidad y en su valor, de
    acuerdo a su vinculación más estrecha ö
    más lejana a ese fin."

    La segunda parte de La positividad de la religión
    cristiana, escrita en 1800, declara no indagar si el cristianismo
    tiene doctrinas positivas, sino inquirir en si, en cuanto tal, es
    o no una religión positiva.

    Hegel se mostró siempre critico frente a los
    discursos, que
    exasperan el principio jacobino de la subjetividad (fe y saber).
    En la fenomenología del espíritu,
    dibujando el sistema
    científico del verdadero saber sobre la premisa de
    "sólo en el concepto encuentra la verdad el elemento de su
    existencia", hace la critica más radical de la
    filosofía romántica y del magro sentimiento de lo
    divino. Quiere que el jucio final sea sin
    apelación:

    "Si en el hombre la
    religión se basa tan sólo en un sentimiento,
    entonces él perro sería el mejor cristiano"
    [3]

    Lo religioso en Hegel se reducía al problema de
    la religión popular, aquella en la cual el individuo
    realizaba su destino a través de lo general.

    Hegel se siente fascinado por el mundo antiguo,
    particularmente el griego, donde el individuo vive en perfecta
    armonía con el mundo y se desenvuelve en
    él.

    El Judaismo, en
    cambio, es la
    expresión de la conciencia
    desgraciada, como decía en la "Filosofía del
    Espíritu" una religión elaborada por un pueblo
    esclavizado y perseguido.

    Con el cristianismo se convierte en una religión
    privada donde el absoluto es relegado a un más halla
    separada inevitablemente del mundo. Es una religión
    positiva fundada en la autoridad y en el temor de Dios con el que
    ya el Judaísmo estableció una relación de
    amo esclavo. Abraham se separa del mundo, seja su familia y su
    mundo para someterse al mandato divino, rompiendo con el seno
    mismo de la vida, de su vida.

    3
    Sócrates y Jesús dos maestros y sus
    discípulos

    Lo infinito se separa de Loa finito y el hombre queda
    librado a su propia individualidad. Por eso según Hegel,
    Jesús mueve a los hombres en pos de su salvación
    personal,
    concepto típicamente hebreo.

    Un griego o un romano jamas habrían pensado en
    esto, pues un griego era ante todo un ciudadano, un miembro de la
    polis. Por eso Sócrates prefiere morir pese a las
    vías de escape que sus discípulos le brindan,
    simplemente por que el no puede vivir fuera de la polis, su amada
    Atenas que sin embargo la condeno a las más injustas de
    la muerte. Al
    escuchar la sentencia de su muerte
    dirigiéndose a los jueces atenienses, afirmo: "ha llegado
    la hora de que nos vayamos, yo a morir y vosotros a vivir,
    sólo Dios sabe quien de nosotros se encamina a un destino
    mejor".

    Así como Sócrates acepta su muerte
    sabiendo que era injusta. Cristo sabe que la condena es injusta
    pero responde con un amor
    más grande y la acepta por amor a la humanidad. En
    Sócrates falta en este gesto por el amor a los
    demás, pero se da como una especie de fidelidad así
    mismo. Quiere hacer ver a sus discípulos que es fiel a la
    ley respetando
    los acuerdos hasta el final. En Cristo su muerte significa
    salvación para todos, Cristo salva, algo que
    Sócrates no puede hacer, Él sólo nos entrega
    un valor. Pero ambos mueren por lo que creen y por Loa que hacen
    y creen en Loa que hacen y dicen. Y de aquí el amor de sus
    discípulos por:

      Es necesario considerar en la forma en que los
    dos hablan de sus enemigos. Sóctrates a diferencia de
    Cristo, no perdona. Quizás en su sentimiento tenia la
    intención de perdonar, pero a los jueces que le votaron a
    favor de su muerte les dice -"Estén atentos pues ahora mis
    discípulos os atacaran". Cristo no predica venganza y sus
    discípulos fueron los primeros en perdonar y evangelizar a
    sus mismos enemigos.

    Sócrates enseña el valor de una investigación humilde, pues sabe que los
    seres humanos no podemos agotar el saber. Sócrates afirma
    que el saber humano es débil. Existe un pasaje, en el que
    Sócrates dice: "Cuando no puedo encontrar la verdad puedo
    hacer cuatro cosas: fiarme de la experiencia; fiarme de un
    maestro; encontrar un argumento y ver si es coherente consigo
    mismo, o fiarme de la revelación divina."

    Tanto Jesús como Sócrates fueron maestros
    y tuvieron sus discípulos en lo que existe una diferencia
    en la forma en que respetaban y acataban Loa que su maestro les
    enseñaba.

    En el nuevo testamento encontramos un pasaje en el que
    nos relata la forma de enseñar de Jesús:

    "y cuando termino Jesús estas palabras, la gente
    se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien
    tiene autoridad, y no como los estribas"[4]

    Los escritos del nuevo testamento nos hablan de una
    predicación primitiva que no es ninguna manera libre, sino
    que es prerrogativa de los apóstoles, para ello diputados
    por Cristo, y que permanecen bajo su vigilancia. El orgullo de
    los discípulos era reproducir lo que Jesús
    hacía y decía, creían en él y aceptan
    lo que Jesús hace y dice. No se caracterizaban por ser
    unos hombres de Estado, eran un conjunto de pescadores, y se
    destacaban por su rectitud y por su sostenimiento a la doctrina
    de su maestro, por su humildad y amabilidad. Y es este uno de las
    razones por las cuales la filosofía socrática no se
    expandiera como religión publica ni en Grecia ni en
    otra parte.

    Los discípulos de Sócrates eran
    pertenecientes a los elegidos de Atenas, aman a Sócrates
    por la verdad y por la virtud, todo su esfuerzo se basa en
    imitarlo y superarlo. No creen en su persona sino en
    lo que él dice y hace. Así cada uno de ellos
    elaboró sus propias ideas engendradas por su maestro
    llegando a ser hombres tan grandes e independientes como
    Sócrates, quien su interés fue siempre por un
    Estado en el que en ese momento valía la pena interesarse
    en él,

    Hay quienes sugieren en cierta forma de que puede que la
    filosofía griega haya influido sobre los judíos.
    Por ejemplo, Filón, un filósofo judío de
    Alejandría, estuvo en gran medida bajo la influencia del
    filosofo griego Platón,
    considerado por Filón como persona que había
    recibido inspiración divina. El Léxico del
    judaísmo (Lexikom des judentums), declara que Filón
    unió el lenguaje y
    las ideas de la filosofía griega (Platón)
    con la fe revelada por de los judíos.

     4 Que es la Fe,
    que es la Fe Positiva

    La fe puede concebirse como el comparsa del dogma o bien
    como su verdadera causa eficiente, si la fe fuera una necesidad
    no sería en absoluto meritoria, esta es la
    transformación de lo contingente en necesario y de lo
    necesario en contingente. De esta forma la fe no es una creencia
    sino que es el acto de creer así como el acto de conocer
    no es un conocimiento.
    La fe tampoco es una certeza sino que es la oposición a
    toda certeza. La razón por lo tanto no puede impulsarse
    por sí misma, sin intuición es ciega. Pero se debe
    creer en la libertad cuando no se presentan los seres
    fantásticos que vendrán a salvarte o de quien pueda
    vivir alejado de los dogmas impuestos por una
    religión que aplasta los sentidos y
    deja al hombre sólo con la única respuesta a todos
    sus predicamentos: Dios

    Hegel nos propone a ser consientes de nuestra dignidad
    humana, así como lo diría Fitche en Sobre la
    Dignidad del Hombre, donde plante que solo el hombre es capaz de
    realizar su propia autonomía.

    Si existe alguna anestesia para el pecado no se puede
    llegar a encontrarla bajo el perdón divino sino mas bien
    en mi propio arrepentimiento. No renunciar de todos modos a la fe
    sino a la fe positiva. Por esto la fe no debe ser ni una
    necesidad ni una entelequia finalista sino un acto libre. No
    podríamos renunciar todo de nosotros mismos para
    reconquistarnos la fe pura solo sabe que sabe no esta atada por
    cualquier grupo de
    enunciados que por lo que le hubiera dicho alguna autoridad debo
    considerar que sean verdaderos y confiarme de
    ellos.

    El creer se transforma en confiar y es la clave de la fe
    positiva, la obligación el deber en creer y es donde la
    soberanía del YO y toda su dignidad carecen
    de todo valor.

    El principio luterano de la fe con el que Hegel declara
    su plena solidaridad
    considerando su filosofía como el pleno desarrollo y
    maduración del mismo:

    "Lo que Lutero inició como creencia en el
    sentimiento y en el testimonio del espíritu, es lo mismo
    que el espíritu madurado ulteriormente, se ha esforzado
    por comprender el concepto".[5]

    Lutero, escribe Hegel, quebrantando los votos religiosos
    en la cristiandad y la estructura
    jerárquica de la iglesia, con
    su –todos somos pastores, obtuvo la libertad y la
    autonomía del espíritu que se despliega en si y
    para sí y solo con él comienza el germen de la
    libertad del espíritu. Y cuando se pierde la libertad de
    la razón de la autonomía es todo el inicio para dar
    origen a una religión positiva.

    La filosofía de Hegel, no tiene la misión de
    comprender qué es la religión, sino de suprimirla y
    realizarla. Suprimirla, suprimiendo la diferencia entre el
    espíritu finito y el infinito; y realizarla porque conocer
    a Dios es el único fin de la religión y su
    realización es la filosofía.

    5
    La diferencia entre la religión positiva cristiana y la
    religión llena de fantasías de los griegos y la
    doctrina de la corrupción
    de la naturaleza
    humana y su extensión del dominio con lo
    divino

      No se puede confundir al
    paganismo con el ateísmo o con el
    indiferentismo.

    Los paganos no tenían fe, porque
    desconocían la revelación. Nadie puede responder a
    un mensaje que no le ha llegado. El pagano es, por
    definición, aquél que no ha escuchado la palabra de
    Dios. La increencia del pagano lo es con referencia a la palabra.
    Sin embargo, los paganos son ordinariamente muy religiosos.
    Tienen en gran estima la virtud de la religión tanto los
    escritores como los filósofos antiguos. Por otra parte, el
    pagano es un tipo humano casi desaparecido, a saber, el hombre
    que se relaciona con la trascendencia mediante la sola
    razón, sin haber oído la
    revelación.

    Este pagano está en situación de
    ignorancia insuperable; sólo conoce mitos y
    poemas en los
    que los hombres hablan de los dioses. No se ha visto en la
    situación de escuchar una palabra en la que Dios habla
    sobre el hombre al hombre, a él mismo.

    No obstante, en las sociedades
    occidentales postindustriales, a principios del
    siglo XXI, hay de nuevo personas en situación de
    paganismo. Quienes han sido educados así, reviven la
    situación de los paganos antiguos.

    El testimonio del pensamiento antiguo -precristiano y
    extranjero al pueblo de Israel-, les
    puede proporcionar luz sobre la
    orientación natural de la razón hacia
    Dios.

    El Cristianismo y el Descubrimiento de la "Subjetividad"
    y de la "Conciencia". Con respecto a la polis griega, el
    Cristianismo viene a significar, negativamente, la
    disolución de la vida armónica y en comunidad
    social. Positivamente, significa el descubrimiento del concepto
    de "subjetividad", que será interpretado por Hegel como un
    momento absolutamente necesario para la realización plena
    de la libertad y el desarrollo y perfección del
    espíritu. La religión constituye para Hegel un
    aspecto fundamental de la vida de un pueblo. El concepto de
    subjetividad vendrá a significar, en último
    término, una crítica y un opuesto al concepto
    "positivización" que puede hacerse de la vida
    política

    – social. El término "positividad" viene a
    significar un 'límite' que se le impone a la vida desde
    una realidad impuesta de un modo exterior y por la fuerza de la
    tradición, sin estar fundada y justificada ante la propia
    razón.

    "Positividad" vendría a equivaler a
    "alienación". El hallazgo de la subjetividad y su carácter de principio racional y libre
    representará para Hegel un principio rector en la
    organización social y política de la vida del
    espíritu. Hegel distingue tres estadios en este progreso
    de la conciencia en libertad que constituye la trama de la
    historia:

    Oriente. Es el primer período, la infancia de la
    humanidad, que se caracteriza por la ausencia de libertad. Los
    orientales no saben que el hombre como tal es libre, y, como no
    lo saben, no lo son. Solamente un hombre era libre: el
    déspota. Es la época de despotismo en la que el
    poder del Estado se concentra en un solo individuo. El individuo,
    pues, está absorbido por el Estado. En
    la relación individuo – colectividad prevalece el elemento
    comunidad. Pertenecen a este periodo China,
    India, Persia,
    Asia Menor y
    Egipto.

    Occidente: Grecia y Roma. Es el
    segundo periodo, que contiene la historia del mundo grecorromano.
    Es la etapa de la adolescencia
    de la humanidad. Se inicia la conciencia de la libertad, y por
    ello se lucha por la libertad. Pero entre Griegos y romanos
    sólo sabían que algunos hombres eran libres, pero
    no que el hombre como tal lo fuera. Por ello se dio la esclavitud. Sigue
    prevaleciendo el elemento comunitario sobre el elemento
    individual (polis griega).

    Pueblos Germánicos. Representan la ancianidad de
    la humanidad. Es un periodo que se prolonga desde la llegada del
    Cristianismo hasta la época actual (de Hegel, se
    entiende). La libertad, que surgió con el Cristianismo, no
    llegó a tener inmediata expresión en las leyes y en las
    instituciones
    porque con el triunfo cristiano perduró la esclavitud. Ha
    sido necesario un largo proceso de
    desarrollo de los pueblos antes del reconocimiento
    explícito de la libertad. Se produce la
    reconciliación de la escisión sujeto – objeto =
    individuo – colectividad. Sólo las naciones
    germánicas han llegado a la conciencia de que el hombre es
    libre como hombre. Es la etapa de madurez de la Historia: todos
    somos libres. Todos los hombres se sienten y son libres
    (abolición de la esclavitud), y realizan su libertad a
    través del Estado.

     "todas las religiones no son más
    que el reflejo fantástico en el cerebro humano de
    las fuerzas exteriores que dominan su vida
    cotidiana".[6]

    Esto quiere decir que el hombre, desde que tiene
    conciencia de su propia existencia, ha tratado de explicar y
    explicarse a sí mismo, los hechos que no puede entender de
    alguna manera. Pero, ¿cómo explicar algo que no
    entendemos?; la forma más fácil es la de inventar
    seres sobrenaturales, que sobrepasen nuestras capacidades, que
    tengan total poder sobre el universo; he
    aquí el concepto de Dios. Esto -el tratar de explicar lo
    inexplicable de esta manera-, el positivismo lo
    llama "espontaneidad", el cual es el primer punto, el comienzo de
    la historia de la religión. Al principio, se creó
    un Dios para cada suceso natural (fenómenos
    climatológicos como los rayos, lluvia, vientos, etc.) o
    cualquier otro fenómeno no explicable, al cual se le
    rendía culto, obteniendo de esta manera esperanza,
    necesidad básica del hombre. Aquí se crean los
    mitos, los cuales son historias fantásticas, que tratan de
    explicar esto sucesos sobrenaturales. Luego, se decidió
    pasar del politeísmo, al monoteísmo, concentrando
    todas las propiedades de todos los dioses en uno solo. He
    aquí el surgimiento de la religión, el…"reflejo
    fantástico"…, la imagen
    trastornada reflejada en el espejo del entendimiento humano, pues
    el hombre ve las cosas a su modo, como él cree y a veces –
    por no decir siempre- no como realmente son. Inventa mundos
    ficticios, historias fantásticas, de lo que sucede a su
    entorno (tanto los fenómenos naturales ya mencionados como
    conceptos más complejos como la muerte, la vida, el
    alma, el
    hombre, etc.) y no comprende.

     "En el hombre primitivo es fundamentalmente el
    miedo lo que produce ideas religiosas: miedo al hambre, a los
    animales
    feroces, a la muerte."[7]

    La religión le da sentido a la vida, le brinda a
    los seres humanos una razón para vivir y una razón
    para vivir correctamente -como el Dios lo indica- y con
    felicidad, dándole además una "guía
    práctica" de normas morales,
    las que le ayudaran a vivir con esta corrección y
    felicidad. Esta es la idea de religión para los creyentes,
    es decir, para aquellos que la apoyan, pero la religión,
    vista desde un punto de vista "totalmente objetivo", no es
    más que una cadena que rodea el cuello del hombre,
    sometiéndolo a la más profunda esclavitud, ya que
    limita la acción
    humana en infinitos ámbitos, y esto, no es más que
    privar al hombre de la libertad ", a pesar de que el hombre puede
    hacer lo que desee, está siendo amenazado por otro lado,
    ya que se le dice que si hace esto o aquello, le pasará
    esto o aquello también, y siempre, todas las acciones que
    no sean correctas para la Biblia -en el cristianismo-, nos
    mandaran directamente al infierno y allí cumpliremos
    nuestro castigo por nuestro error terrenal. El tratar de
    "controlar" a los individuos por medio de la represión
    mental es la mayor esclavitud, ya que un hombre preso dentro de
    sí mismo no tiene forma de escapar, pues, ni siquiera es
    consiente de su encierro, por lo tanto no desea liberarse. Hay
    que tener cuidado también en separar, la religión
    (como concepto, como idea, como "teoría") de su
    utilización.

    "la religión es el opio del
    pueblo"…[8]

     Como es sabido, el opio es un alucinógeno,
    una droga, que
    "eleva" mentalmente a los humanos a un plano ficticio de la
    realidad. Esta es una metáfora sumamente sutil, en la cual
    nos dice que la religión no es más que una "droga",
    un vicio del ser humano, que no hace más en enceguecer al
    hombre y que le muestra una gran
    fantasía, producto de
    sus ambiciones, quizás, o sus anhelos.

    La religión es algo que existió desde
    tiempos inmemoriales, existe hoy en día y existirá
    durante mucho tiempo más. La mayor parte de las personas
    en este planeta creen en alguna religión. Ellos creen,
    porque necesitan creer, porque el universo o todo
    lo que pertenece a él supera su entendimiento, porque hay
    sucesos que no comprenden y quizás se siente inferiores o
    simplemente ajenos, entonces encuentran la salvación en
    este ser superior, todopoderoso, en este padre protector, y en su
    mirada encuentran seguridad.
    Aquí surge la religión.

    Aquí surge la historia de la
    humanidad.

    Para Hegel, con la aceptación de la
    religión cristiana, no desapareció inmediatamente
    la esclavitud, ni se organizaron racionalmente los gobiernos y
    las constituciones no se fundaban en el principio de la libertad.
    Desde el comienzo mismo de su desarrollo fisiológico,
    Hegel aceptó el rechazo kantiano de toda religión
    supraracional y estatuaria. Lo que originó que Hegel se
    apartase de Kant, no fue una opinión más elevada
    del cristianismo tradicional, sino de los griegos. En el
    contraste entre cristianismo y Grecia que hace Hegel en sus
    escritos religiosos, queda clara la primacía del mundo
    griego sobre el cristianismo. Por tanto, la idea principal de la
    filosofía de la historia de Hegel sería que: La
    historia es el relato del desarrollo de la libertad humana, el
    último momento en que se desarrolla el espíritu y
    el momento en que la idea toma conciencia de sí misma. Por
    todo esto, podemos ciertamente decir que el cristianismo es la
    religión de la esperanza.

    En la fe cristiana debe el hombre encontrar siempre una
    luz y una confirmación del sentido de sus anhelos,
    porque:

    "en Cristo el cielo ha bajado
    a

    la tierra y ha
    echado raíces"[9]

    Para Hegel, con la aceptación de la fe cristiana,
    no desapareció la esclavitud ni se organizaron
    racionalmente los gobiernos y las constituciones no se fundaban
    en el principio de la libertad.

    En el contraste entre cristianismo y Grecia que hace
    Hegel queda clara la primacía del mundo griego sobre el
    cristianismo, donde se desprende la filosofía de Hegel: en
    que la historia es el relato del desarrollo de la libertad
    humana. Para Hegel el espíritu del pueblo da plenitud al
    individuo

     6 Arriesgar
    la vida por un Estado que solo asegura

    la conservación de la propiedad no
    tiene sentido

    La interpretación que hace Hegel del Estado
    hay que situarla dentro de una época determinada y tal vez
    no valga para otra época. Hegel crítico sin embargo
    esta definición Kantiana por cuanto tiene en cuenta
    solamente el lado negativo del derecho como limitación de
    la libertad. En Kant como en otros teóricos del liberalismo,
    la sociedad misma y el Estado aparecen ante todo como
    limitaciones o restricciones frente a la libertad, pensada como
    libertad negativa.

    Para Rousseau y
    para Hegel en cambio, en un estado de derecho
    democrático las leyes no son una limitación de la
    libertad sino más bien la expresión o la
    realización de la misma como voluntad general.

    Pero el orden ético, ese estadio que
    constituyó la base de la filosofía de la
    Ilustración y que alcanzara su momento cumbre con el
    imperativo categórico kantiano: 

    "obra de modo tal que el motivo que te
    ha llevado

    a obrar pueda convertirse en una ley
    universal"[10]

     Resulta invalidado abruptamente en función
    del absurdo y de la paradoja. Esa generalidad, base de la
    ética
    kantiana (y que encontraría en Hegel su máxima
    expresión con la Filosofía del Derecho), se ve
    reducida a la nada en el salto al estadio religioso.

    De esta manera Hegel en su marco
    teórico nos describe que, con la extinción de
    todas las libertades políticas
    desapareció todo interés en el Estado, esto es
    lógico ya que todas las personas siempre desean actuar,
    desenvolverse y vivir dignamente cuando son capaces de actuar en
    su favor. Pero cuando su único fin de la vida queda
    reducido a la nada, es ahí donde se pierde toda la fuerza,
    y más aun cuando se esta frente a un Estado soberbio que
    restringe la propia realización de un fin determinado por
    los hombres y solamente se preocupa por su propia identidad y
    por el miedo de los pueblos vecinos ante la posibilidad de una
    guerra.

    ¡o juremos con gloria morir! Que es lo que les
    lleva a los hombres a perder su vida en batalla, conservar su
    ciudad sólo le interesaría para proteger su
    propiedad y el goce de ella, pero este medio para llegar a
    proteger algo, directamente con la muerte anula su fin, su
    propiedad y el bienestar de ella. Así muriendo se
    reafirmaba el derecho de la defensa de la propiedad como el de
    tenerla. Pero de este sentimiento no era posible de tenerlos los
    pueblos oprimidos quienes tan solo se satisfacían por
    tener ulna propiedad mediante un acto de fe. Tal es el caso del
    pueblo hebreo y su tierra prometida. La experiencia clave para el
    hebreo es la que vive en colectividad, origen del posterior
    pueblo, descendientes de la promesa hecha a Abraham. Este grupo,
    en Egipto, padece el de ser considerados esclavos. El esclavo es
    nada como persona. En el pensar griego sería el NO
    SER.

    Con su liberación pasan de la nada, a ser, a
    existir, donde conducidos por Moises (quien por capricho de Dios
    no llega a pisar esa tierra, que era por todo lo que había
    luchado, abandonado aun ciertos lujos y placeres como cuando el
    estaba junto al faraón) llegan a las puertas de la tierra
    prometida. Josue los introduce y hace las primera localidades de
    las primeras tribus nómadas hebreas. Con David toman
    conciencia de conformar un pueblo. Las tradiciones ancentrales de
    las diversas tribus son fundamento de ese comprenderse
    existencialmente como alguien, existir como pueblo.

     Conclusión:

    Para concluir con el análisis me interesa retomar las
    principales ideas de Hegel presentes en el texto, él
    trataba la religión como el penúltimo paso en el
    movimiento fenomenológico desde la conciencia hasta la
    autoconciencia, en lo que él denominaba "conocimiento
    absoluto".

    Concluía su filosofía de la
    religión con la presentación de la religión
    perfecta como la negación de la limitación y de la
    particularidad de estas religiones
    finitas o determinadas. Identificó la religión
    perfecta, en su realización histórica, con el
    cristianismo, y especialmente con su propia tradición
    cristiana luterana. Hegel elaboró su filosofía de
    la religión, como movimiento de pensamiento, en la forma
    de ese movimiento del espíritu que se autodesarrolla
    internamente. Puesto que identificaba este movimiento con el
    desarrollo de Dios como sujeto divino, interpretó la
    religión como un movimiento de subjetividad divina. Era un
    movimiento desde Dios como sustancia a Dios en cuanto
    diferenciado internamente, y por tanto verdadero sujeto divino o
    persona. Era ciertamente un movimiento de subjetividad divina
    global, desde el momento en que llegó a considerar a Dios
    como ser que incluye la finitud o el mundo. Así la
    religión era, para Hegel, un movimiento de
    reconciliación entre lo humano y lo divino, una
    reconciliación que tiene lugar en la forma de una
    postulada subjetividad divina inclusiva.

    Hegel sentía gran interes por el pueblo griego,
    aquellos quienes miraban el mundo como un lugar ordenado en donde
    todo se revelaba para un proposito especifico o fin ultimo,
    llamado thelos , insistía en que la religión,
    incluyendo la religión cristiana tal como la reflejaba la
    teología cristiana, no hace realmente accesible la verdad
    de la reconciliación a la humanidad en general. Pero
    siempre mitigó esta valoración positiva de la
    religión con una nueva reserva. Sostenía que es
    tarea de la filosofía siempre identificar la coherencia
    lógica
    y racional internas de las creencias religiosas.

    Ahora bien si la religión a tenido tanto éxito a
    lo largo de los tiempos se debe en parte a que proporciona
    significado y propósito a los individuos, lo que resulta
    más difícil de obtener en una sociedad consumista.
    La religión le ayuda a enfrentarse a lo desconocido
    especialmente si se tiene mucha fe, hay quienes abrazan una
    religión, o la redescubren cuando se han dado cuenta de un
    cambio en su vida.

    BIBLIOGRAFIA:

     Hegel, G.W.F. Escritos de Juventud. Edición
    de J. Ripalda. F.C.F México.
    1978.

     Hegel, G.W.F. Filosofía de la Historia
    Universal. Traducción de J, Gaos. Ediciones

    anaconda. Bs As. 1996

     Hegel, G.W.F. fenomenología del
    Espíritu. Ediciones anaconda. Bs As. 1993

    Marx, Karl. Crítica de la Filosofía de
    Derecho de Hegel. Trad AR y MHA.

    Ediciones nuevas. Bs As. 1965.

     La Santa Biblia. Antiguo y Nuevo Testamentos.
    Sociedades Bíblicas unidas.

    México. DF.1993

     Bakunin, Mijail. Dios y el Estado. Grupo Editor
    Altamira. Bs As. 1992

     Carpio, Adolfo P. Principios de Filosofía.
    Edit, Glauco. Bs As. 1995

     Marinoff, Lou. Más Platón y menos
    Prozac. Ediciones BSA. Barcelona. 2000

     KUNG, H. La encarnación de Dios.
    Introducción al pensamiento de Hegel como
    prolegómenos a una cristología del futuro. Herder.
    Barcelona. 1974

     Historia Universal. La Aventura del Hombre en la
    Historia. Edit El Ateneo. Bs As. 1984

       

    Juan Andrés Herrera

     Universidad
    Nacional de Entre Ríos

    Facultad de Ciencias de la
    Educación

    Licenciatura en Comunicación Social

    Cátedra: Corrientes del Pensamiento
    Contemporáneo

    Año de cursado: 2004

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