Conducta en el hogar y en la unidad asistencial no especializada ante el niño quemado
En el servicio de
caumatología del Hospital Infantil Norte de Santiago de
Cuba se
realizó un trabajo
educativo dirigido a médicos, enfermeras de la familia y
personal de
salud asistencial
no especializado. Este trabajo nace de un estudio
epidemiológico de 578 niños
quemados ingresados en el período 1996-2000
constatándose a través de las encuestas
realizadas que un número importante de los familiares
presentaron mal manejo en el auxilio de los lesionados en el
momento del accidente por tener ideas equivocadas y
tabúes. Se valoró
a través de las remisiones médicas deficiencias en
la atención en las áreas de salud y
cuerpo de guardia donde fueron atendidos por primera vez. Se
concluye que el manejo inicial del quemado en el lugar del
accidente y en el centro asistencial donde es atendido por
primera vez influye en su pronóstico y evolución.
Descriptores: QUEMADURAS; ACCIDENTES;
PRIMEROS
AUXILIOS.
Desde que el hombre
descubrió el fuego, las lesiones por quemaduras se
convirtieron en un problema de salud1-4. En nuestro
medio sufren este tipo de lesiones un número importante de
niños con el riesgo de
fallecer o quedar con secuelas funcionales, estéticas y
psicológicas, que al producirse en el comienzo de la vida
pueden constituir impedimento para una adecuada reinserción
social.
En el quinquenio 1996-2000 se realizó un estudio
epidemiológico que incluyó a 442 niños con
quemaduras ingresados en el servicio de caumatología del
Hospital Infantil Norte constatándose a través del
interrogatorio que un número importante de los familiares
realizaron mal los primeros auxilios por tener ideas
erróneas y tabúes que aun se arrastran desde la
época de nuestros abuelos. Esto se evidenció
más en áreas rurales y suburbanas coincidiendo con
otros estudios5-7.
Se constató a través de las remisiones
médicas mal manejo terapéutico inicial en los
centros asistenciales donde fueron atendidos por primera vez,
tales como pacientes remitidos con las quemaduras sin cubrir,
pacientes con hidratación que por sus lesiones no la
requerían y viceversa , etc.
Si prestamos ayuda adecuada a una persona que se
está quemando evitamos que las quemaduras sean extensas y
profundas o que se infecten por mala manipulación o por un
traslado inadecuado8-11. Un número importante
de nuestros pacientes suele llegar de sus casas a nuestro
servicio, con las quemaduras expuestas a la contaminación ambiental. Todo esto influye
desfavorablemente en su evolución y en el
pronóstico de vida, por lo que decidimos realizar este
trabajo con el objetivo de
dar a conocer a enfermeras, médicos de la familia,
así como al personal de salud asistencial no especializado
una serie de recomendaciones que les permitan adoptar la conducta
más apropiada ante el niño lesionado por
quemaduras, reducir la mortalidad y elevar la calidad de
vida en aras de un futuro mejor para nuestra
niñez.
¿Qué hacer cuando ocurre una quemadura en el
hogar ya sea por fuego directo, líquidos inflamables y
líquidos hirvientes?
Cuando una persona es víctima del fuego lo primero que
tenemos que hacer es apagarlo para detener su acción.
Hay diferentes formas de lograrlo, esto depende de lo que
tengamos a nuestro alcanze7.
El fuego es una reacción química
(oxidación) con una rápida elevación del
calor que para
que se produzca debe existir oxígeno
y un material combustible en presencia de una fuente de calor.
Este es el llamado triángulo del fuego, el cual tenemos
que romper para extinguirlo.
Lo ideal es quitar el oxígeno echándole
preferentemente agua u otro
líquido que no sea inflamable sobre la región
incendiada7.
El mismo efecto se obtendrá envolviendo al paciente con
una manta o cobija y ponerlo sobre el suelo, si
éstas están mojadas mejor5, 12.
Hemos tenido casos en que el paciente ha permanecido de pie,
por lo que no ha habido una completa hermeticidad al cubrirlo y
por debajo ha continuado penetrando aire
(oxígeno) aumentando las llamas prendiéndose la
ropa del lesionado con resultados desfavorables, ya que en muchos
casos los familiares pensaban que habían sofocado el fuego
trayendo como consecuencia quemaduras extensas y profundas.
También se puede apagar echándole al paciente
tierra, arena,
ramas verdes, nunca secas porque pueden prenderse
avivándose el fuego5.
Este proceder se hace en última instancia de no existir
otro medio para sofocar el fuego, pues las lesiones pueden
infectarse determinando una mala evolución para el
paciente.
Si las ropas arden el lesionado no debe permanecer de pie ni
correr pues esto aumenta las llamas que al ascender pueden
ocasionar quemaduras profundas en zonas importantes como cara,
cuello y lo que es peor en vías respiratorias, lasa cuales
son siempre graves.
Si el lesionado se encuentra solo puede autoayudarse,
acostándose en el piso e ir rotando sobre el eje de su
cuerpo de manera que se vaya apagando lentamente. También
puede lograrlo pegándose a la pared u otro objeto
apropiado, buscando el medio que permita suprimir el
oxígeno5. Todo esto se hace si no tiene agua a
su alcance.
No se debe desprender las ropas quemadas cuando las mismas se
encuentran adheridas a la piel, primero
porque se debe evitar la manipulación de las quemaduras y
segundo porque se puede romper la piel y crear una puerta de
entrada a los gérmenes, por ambas vías el paciente
puede adquirir una infección. Esto se realizará una
vez llegado el paciente al hospital por personal calificado.
En caso de quemaduras con líquidos hirvientes se
retirará cualquier prenda empapada con el
mismo9.
Una vez apagado el lesionado o retirada las prendas mojadas
con líquidos calientes el segundo paso que no se debe
obviar es neutralizar la intensidad del calor y reducir el
tiempo de
acción del mismo, ya que éstos son los dos factores
que determinan la profundidad y extensión de las
quemaduras, esto se hace aproximadamente durante diez minutos
hasta que el dolor y el ardor disminuyan echándole al
paciente abundante agua u otro líquido preferentemente
frío13. No se debe aplicar hielo porque el
frío también produce quemaduras y con el mismo
incrementaríamos la profundidad de las lesiones,
además de amentar el riesgo de hipotermia y shock en el
gran quemado13-15.
Muchas personas acostumbran a echar pasta de diente, manteca,
lociones grasas y
ungüentos, esto no se debe hacer porque no contribuye al
enfriamiento, más bien preserva el calor, aparte de que
puede infectar las lesiones por la
manipulación7.
El edema es un signo clínico inevitable de las
quemaduras de segundo grado que conlleva al aumento de
tamaño de la zona lesionada, el mismo se produce
después del trauma térmico por lo que el personal
de la salud que recibe al quemado, debe retirar todo objeto que
se encuentre en la zona quemada, aretes, cintos, anillos, pulsas,
pues las mismas se ciñen y se dificulta su
retirada13, a esto nos enfrentamos frecuentemente
sobre todo en aquellos pacientes que viven en zonas rurales y
áreas alejadas a nuestro hospital y que su llegada al
mismo demora horas7,14.
Algunos familiares acostumbran a romper las ampollas, esto no
se debe hacer ya que se deja una zona abierta a la
contaminación ambiental además de manipular las
lesiones con las manos que son vías portadoras de
gérmenes patógenos contribuyendo a la
infección.
Una vez tomadas estas medidas se debe cubrir las zonas
afectadas con un tejido limpio, sábanas, fundas,
pañuelos7, etc en de pendencia de la
extensión de las lesiones y proceder al traslado del
paciente a un centro de salud ya sea consultorio,
policlínico u hospital para su valoración por
personal calificado que es el que determina su traslado a un
servicio de caumatología.
El traslado a un centro de salud por parte de los familiares
de ser posible no debe hacerse en vehículos descubiertos
(motocicletas) pues las lesiones corren el riesgo de infectar con
el polvo del camino y el humo que emite el vehículo, de
tener que hacerlo debe cubrirse muy bien las lesiones. Nuestra
experiencia ha sido muy desfavorable con este tipo de traslado ya
que los pacientes han tenido evolución desfavorable por
presentar infección de las quemaduras y a punto de partida
de las mismas algunos pacientes con quemaduras extensas han
presentado un cuadro de sepsis importante.
Cuando el paciente llega al cuerpo de guardia de un centro
asistencial que no cuenta con servicio de quemados la conducta
normada nacionalmente en nuestro país que debe seguir el
personal no especializado si es un niño quemado con
lesiones extensas de 10% (ver Esquema #1) o más es
canalizar inmediatamente una vena periférica o profunda
(si hay medios) y
ponerle una venoclisis de 1000 ml por m2 de superficie
corporal de una solución electrolítica a un goteo
de acuerdo con el peso de 10 a 40 gotas por
minuto18.
Después de iniciada la hidratación por la vena
canalizada debe administrarse benadrilina y duralgina
según dosis y peso además se administrará
oxígeno por catéter o careta a razón de 5 L
por minuto lavado en agua. Luego se envuelve al lesionado en una
sábana estéril procediéndose a su traslado a
un centro que tenga servicio de quemados lo más pronto
posible17.
Si es un niño con quemaduras leves o menos graves se
debe proceder a lavarla con una solución detergente como
cetavlón o agua jabonosa luego retirar el mismo con una
solución como: hibitane a 1×1000, benzalconio 1x 5000 o
con agua estéril y cubrir con un apósito
estéril. No usar ningún medicamento de base grasa
ni mercurocromo ni rojo aseptil pues dificulta la
valoración clínica de la profundidad de las
lesiones además de producir dolor al tratar de
retirarlo18.
En nuestro medio por la frecuencia que se producen las
quemaduras en la edad pediátrica se impone realizar
acciones
preventivo educativas en la comunidad para
lograr este propósito es importante la colaboración
del médico y la enfermera de la familia que al estar
más directamente relacionado con la población que atiende y su medio ambiente
pueden detectar los riesgos
capaces de existir en cada hogar y desarrollar eficazmente
acciones de salud de carácter preventivo.
Concluimos que un número importante de los niños
que sufren lesiones por quemaduras en el hogar no reciben un
tratamiento adecuado por sus familiares ni en los centros
asistenciales no especializados antes de su remisión.
Los primeros auxilios en el lugar del accidente y la
terapéutica inicial aplicada por el personal de salud no
especializado son decisivos en la evolución y
pronóstico de los lesionados por quemaduras.
Es obvia la necesidad de elevar los conocimientos de la
población y del personal de salud no especializado tanto
en la prevención como en el enfrentamiento de las lesiones
por quemaduras en el niño.
ESUQEMA # 1
TÍTULO: CLASFICACIÓN DE LA
EXTENSIÓN DE LAS QUEMADURAS SEGÚN LUND Y
BROWDER
Para ver el gráfico seleccione la
opción "Descargar" del menú superior
ESQUEMA #2
TÍTULO: PASOS A SEGUIR EN EL LUGAR
DEL ACCIDENTE ANTE UN NIÑO LESIONADO POR
QUEMADURAS
EL NIÑO SE QUEMÓ
¿QUÉ
HACER?
APAGARLO
¿CÓMO?
ENVOLVERLO ECHARLE AGUA ROTAR EN EL
PISO
EN COLCHAS SOBRE SU PROPIO EJE
¿AHORA QUÉ HAGO?
ENFRIAR LAS LESIONES
CON ABUNDANTE AGUA DURANTE 10
MINUTOS
NO APLICAR NINGÚN MEDICAMENTO NI
ROMPER AMPOLLAS
CUBRIRLO CON UN TEJIDO LIMPIO
NO TRASLADAR EN VEHÍCULOS
DESCUBIERTOS (MOTOS, BICICLETAS, ETC.)
LUEGO LLEVARLO A UNA UNIDAD
ASISTENCIAL
CERCANA AL ACCIDENTE
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Caumatología y Cirugía Plástica. La
Habana: Editorial Pueblo y Educación, 1984; 7-8.
1. Dra. Ela Maritza Olivares Louhau
Especialista de 1er Grado en Caumatología y
Cirugía Plástica
Diplomada en Terapia Intensiva Pediátrica
Polivalente
Profesor Instructor de la Cátedra de Cirugía
2. Dra. Gisela Gondín Brañas
Especialista de 1er Grado en Caumatología y
Cirugía Plástica
Diplomada en Terapia Intensiva Pediátrica
Polivalente
3. Dra. María del Carmen Franco Mora
Especialista de 1er Grado en Caumatología y
Cirugía Plástica
Especialista de 2do Grado en Medicina
Intensiva y Emergencias.
Profesora Instructora de la Cátedra de
Cirugía
4. Dr. Raúl Rizo González
Especialista de 1er Grado de Medicina General Integral
Residente de 4to Año de Caumatología y
Cirugía Plástica
5. Dr. Emilio De La Peña Folgar
Especialista de Primer Grado en Anestesiología y
Reanimación
Diplomado en Cuidados Intensivos y
Emergencias.
6.Dr. Humberto Diaz Garcia
Especialista de Primer Grado en Medicina
Interna
Dirigir correspondencia: Dra. Ela Maritza Olivares
Louhau.
Dirección: Hernán Cortés # 53.
Santiago de Cuba
Institución: Hospital Infantil Norte de Santiago
de Cuba.
Hospital Provincial Clínico Quirúrgico
"Saturnino Lora"
Santiago de Cuba