Las nuevas exigencias de la sociedad
cubana a la formación del hombre que
ella necesita para preservar la riqueza de su cultura,
trazan pautas para el reconocimiento del valor
educativo de la creatividad en defensa de una cultura general
integral. La escuela como
centro promotor cultural más importante de la comunidad,
deberá desde las edades más tempranas potenciar
la
educación en las tradiciones del entorno, para que
estas a su vez enriquezcan la creación de nuevos valores de la
cultura.
La educación de la creatividad presupone tener
en cuenta el contexto cultural donde se desarrolla el niño
y las influencias culturales que del mismo emanan, así
como su propio modo de actuación cultural, que es donde se
expresa su sentido de identidad y
pertenencia al entorno.
Dentro de las direcciones principales del trabajo
educacional en Cuba, la
formación de valores constituye una prioridad
(1) por ser el núcleo básico para
el logro de un modo de actuación cultural en
correspondencia con las exigencias sociales. Las instituciones
educativas de todos los niveles deben ofrecer alternativas para
que los proyectos
educativos se conviertan en proyectos culturales, que involucren
a todos los factores educativos, logrando el rescate de la
identidad cultural, tradiciones y costumbres enriquecidas por la
creatividad.
De ahí la enorme responsabilidad que tiene la escuela en la
educación de la creatividad para que la cultura se
conserve, se enriquezca y se consolide, lo que implica que la
institución educativa debe convertirse en un verdadero
laboratorio de
aprendizaje
cultural.
La creatividad no nace con el niño, sin embargo el
niño al nacer trae un potencial creativo el cual viene
determinado en gran medida por la riqueza estimuladora del medio
sociocultural en que este se desarrolla. Teniendo en cuenta estas
reflexiones, se asume que la creatividad no puede desarrollarse
de forma espontánea, esta debe ser guiada, orientada, en
interacción dialéctica con los
requerimientos sociales, lo que quiere decir, que la creatividad
se desarrolla bajo las condiciones de un proceso
formativo, el cual es comunicativo por su esencia.
La educación de la creatividad genera modos de
actuación necesarios para defender la cultura de cualquier
país en los momentos históricos que se están
viviendo, de ahí que sea propósito de este trabajo
reflexionar sobre la necesidad de descubrir el verdadero valor
educativo de la creatividad para que la cultura se conserve, se
enriquezca, y se consolide.
Educar como decía José Martí
es "Depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha
antecedido; es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente,
hasta el día en que vive, es ponerlo a nivel de su
tiempo para
que flote sobre él y no dejarlo debajo de su tiempo con lo
que no podrá salir a flote, es preparar al hombre para la
vida" (2)
La creatividad es también un problema social
indisolublemente ligado al desarrollo
humano, por lo que no se puede educar al margen del desarrollo del
propio hombre, ni de las condiciones de vida y educación
en que este se desarrolla La psicóloga cubana A.
Mitjáns al referirse a la creatividad la define como "un
proceso de descubrimiento o producción de algo nuevo, valioso y
original, que cumple con las exigencias de una determinada
situación social; y en la cual se expresa el
vínculo entre lo cognitivo y lo afectivo de la
personalidad" (3)
De esta forma se puede valorar el nivel de compromiso que
tiene una persona creativa
para con la sociedad, en tanto la misma es punto de partida y de
llegada para la creación de valores espirituales y
materiales.
Los valores son base de la cultura. "La cultura es un concepto que
abarca todo en la vida social. Todo lo que ha sido creado por
el hombre,
abarca la creación de valores espirituales y materiales
que garantizan la satisfacción de necesidades de la
época" (4)
La cultura es el reflejo material y espiritual de la realidad,
es un proceso colectivo de creación y recreación
de la herencia
acumulada por las generaciones anteriores, por lo que la misma
tiene un carácter histórico y social. Cada
pueblo tiene su cultura, en dependencia de la cual se crean
valores y se recrean en función de
las necesidades socioculturales de la época. La cultura
entendida como "el conjunto de valores materiales y espirituales,
así como de los procedimientos
para crearlos, aplicarlos y transmitirlos, obtenidos por el
hombre en el proceso de la práctica social, es un
fenómeno histórico que se desarrolla en dependencia
del cambio de las
formaciones económicas sociales.(5)
En la clausura del primer congreso nacional de
educación y cultura, celebrado en Cuba, el comandante
Fidel Castro
expresó: "… La cultura forma parte de la
educación, las mejores obras culturales, las mejores
creaciones artísticas del hombre y de la humanidad deben
estar al alcance del pueblo, valoramos las creaciones culturales,
y artísticas en función de la utilidad para el
pueblo, en función de lo que aportan al hombre, a la
liberación del hombre… " (6)
El planteamiento anterior posibilita darle respuesta a la
siguiente interrogante: ¿Para qué queremos que
nuestros niños
sean creativos? Fundamentalmente, para que en el futuro sean
hombres y mujeres que aporten a la sociedad, y que ese aporte a
nivel general se revierta en el desarrollo de nuestra
cultura.
El análisis anterior permite reafirmar que la
cultura tiene doble función: una reproductiva, y otra,
generadora o creativa, revelándose en esta última,
la relación cultura – creatividad – valor, lo que
presupone tener en cuenta un enfoque dialéctico y cultural
en el estudio de la creatividad, y no solamente entenderla en el
sentido artístico.
El planteamiento anterior precisa asumir el vínculo
necesario que debe existir entre la escuela y la comunidad. En
este sentido, F. Chivas asume que .."Cada escuela tiene su
entorno específico, y dentro de él se debe
potenciar las tradiciones que pueden facilitar la creatividad.
Incluso, determinadas construcciones conscientes pueden
facilitarla; porque la cultura comunitaria no es solamente un
problema de tradiciones, es también un problema de cultura
consciente."(7)
De ahí la enorme responsabilidad que tiene la escuela
en la educación de la creatividad como punto de partida y
llegada para que la cultura no se destruya, sino que se conserve,
se enriquezca, y se consolide.
Las reflexiones anteriores conducen a resaltar el papel del
maestro en la educación de la creatividad de sus alumnos,
siendo él conjuntamente con la sociedad, la familia y
demás el principal conductor de normas, reglas y
modos de comportamientos sociales, de ahí la necesidad de
que el maestro conozca el contexto cultural donde crecen y se
desarrollan sus alumnos. La Dra. C. G. Fariñas
expresó: "Para poder aspirar
a niveles mayores de creatividad en nuestras escuelas tiene que
considerarse la creatividad un valor cultural, que impregne a
toda la sociedad, la familia, y a la
misma escuela…" (8)
Para lograr la educación de la creatividad, el maestro
debe conocer a sus alumnos, amarlos, perfeccionar constantemente
su trabajo, estar actualizado, tener una amplia cultura y las
condiciones psicológicas morales necesarias para poder
dirigir su labor formativa.
El maestro que quiere desarrollar la creatividad debe
desarrollar a su vez, capacidades comunicativas, organizativas,
que se encaminen a regular la dirección de la actividad creadora del
alumno.
En las escuelas cubanas de los diferentes niveles de enseñanza se implementan nuevos programas, los
que están dirigidos a resolver las necesidades culturales
más apremiantes de las nuevas generaciones con el fin de
elevar su cultura general integral, lo que requiere de una mayor
vinculación de las instituciones culturales con la
escuela.
En estudios realizados por especialistas de la Psicología y la
Pedagogía en Cuba (9), se ha
demostrado que una de las vías para lograr estimular el
desarrollo de la creatividad en el modo de actuación
cultural de los niñas y niños desde las edades
más tempranas es la literatura
infantil, de ahí la importancia de introducirlos en el
mundo de la creación popular y a la vez darle a conocer
los mejores libros de
escritores de libros infantiles, artistas plásticos
e intelectuales
de su comunidad.
Mediante la literatura el niño
comprende y se acerca más al mundo exterior del hombre,
fija sus representaciones, completa sus experiencias, desarrolla
sus sentimientos, y amplía sus relaciones con los
demás y con su entorno cultural ( la narración
oral, las dramatizaciones, la poesía,
las canciones infantiles, entre otras). Todas ellas favorecen la
formación de nuevas ideas y vivencias éticas y
estéticas que conllevan a la formación de un modo
de actuación cultural coherente con su contexto, con sus
necesidades comunicativas y con su época.
Con este trabajo se pretende sensibilizar a todas las personas
que están implicadas en la educación de los
niños y niñas en cómo encaminar desde las
edades más tempranas el desarrollo cultural de estos,
siendo la creatividad el punto de partida y de llegada en esta
acometida.
Las nuevas exigencias de la sociedad cubana a la
formación del hombre que ella necesita para defender las
conquistas del socialismo y
preservar la riqueza de su cultura, trazan pautas para el
reconocimiento del valor educativo de la creatividad en defensa
de su cultura. La escuela como centro promotor cultural
más importante de la comunidad, deberá desde las
edades más tempranas potenciar la educación en las
tradiciones del entorno, para que estas a su vez enriquezcan la
creación de nuevos valores de la cultura.
La educación de la creatividad presupone tener en
cuenta el contexto cultural donde se desarrolla el niño y
las influencias culturales que del mismo emanan, así como
su propio modo de actuación cultural, que es donde se
expresa su sentido de identidad y pertenencia al entorno.
Para lograr el desarrollo de la creatividad en el proceso
docente educativo, el maestro debe conocer a sus alumnos,
amarlos, perfeccionar constantemente su trabajo, estar
actualizado, tener una amplia cultura y las condiciones
psicológicas morales necesarias para poder dirigir su
labor formativa.
Se elevara la calidad
educativa, si en la institución infantil se genera un
estilo de dirección potenciador de la creatividad, que
convierta a la misma en un verdadero laboratorio de aprendizaje
cultural..
(1)- Esther Baxter Pérez . La formación de
valores: Una tarea pedagógica.
Pág. 3
(2)- José Martí.
La Edad de Oro. Editorial
Cultural S.A, La Habana, 1959, p183.
(3)- Albertina Mitjáns. Creatividad, Educación y
Desarrollo. Ciudad de La Habana
(4)- José Ramón
Fabelo. Práctica, conocimiento y
valor. La Habana, Ed.
Ciencias Sociales, 1989. Pág. 18.
(5 )- José Ramón Fabelo. Práctica,
conocimiento y valor. La Habana, Ed.
Ciencias Sociales, 1989. Pág. 18.
(6)- Fidel Castro Ruz. Discurso
pronunciado en el Primer Congreso Nacional de Educación y
Cultura. Ciudad de La Habana, abril de 1971.Pág 3.
(7)- Felipe Chivas Ortiz. Ser uno mismo. Hablando sobre
creatividad. En revista Educación. Ciudad de la
Habana, may- agosto, 1996. Pág. 5.
(8)- Gloria Fariñas León. Ser uno mismo.
Hablando sobre creatividad. En revista Educación.
Ciudad de la Habana, may- agosto, 1996. Pág. 6.
(9)- María Nela Barba Téllez. La
narración oral. Alternativa didáctica para estimular la creatividad en
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Imprenta
nacional .Cuba. 1961, La Habana.
Océano Compect MCMXCIX. Océano Grupo
Editorial. SA Milanesat 21-23
Autora:
Dra. C Marìa Nela Barba Téllez
Síntesis curricular
Especialista en psicología y pedagogía,
Master en educación y Doctora en ciencias
pedagógicas.
Asesora del centro de estudios para la formación
doctoral en ciencias pedagógicas y ciencias de la
educación (CEIDE) de la universidad Pedagógica
"José Martí" de Camagüey. Cuba.