Este trabajo
pretende esbozar algunos de los elementos que intervienen en el
proceso de
intercambio que ocurre en la frontera tanto física como
semiótica y explicar cómo se relacionan entre
sí.
Teniendo en cuenta la necesidad de encuadrar y
especificar los términos empleados y la brevedad del
presente trabajo, considero conveniente no definir
individualmente los conceptos utilizados en éste, sino
remitirme a las definiciones originales que cada autor citado en
la bibliografía utiliza
para el caso.
El esquema realizado debe leerse de izquierda a derecha y
viceversa, ya que la transmisión de información generadora de sentido ocurre
fronteras adentro y fronteras afuera en un constante ir y venir.
Se puede considerar el universo
semiótico como un conjunto de distintos textos y lenguajes
cerrados unos con respecto a los otros.
La semiósfera es el espacio semiótico fuera del
cual es imposible la existencia misma de la semiosis. Las
semiósferas no se encuentran aisladas, sino que tienen
carácter grupal, "están
vinculadas en una interacción y no pueden funcionar sin
apoyarse unas en las otras" (Lotman; 1996) intercambiando
información constantemente.
Entre dos semiósferas existe un espacio de constante
intercambio, es la llamada "frontera", lugar
no-físico, abstracto en el cual ocurren fenómenos
muy particulares. Este "conjunto de formaciones
semióticas" está formado por textos y lenguajes
necesarios para el diálogo y
para la generación de sentido, además "precede
al lenguaje"
ya que "sin semiósfera el lenguaje no
sólo no funciona, sino que tampoco existe" (Lotman;
1996)
La frontera "une dos esferas de la semiosis", "se
interseca con las fronteras de los espacios culturales
particulares" (Lotman; 1996), es decir que delimita la
semiósfera; pero este límite no es definido,
espacialmente decimos que hay un interior y otro exterior, a
veces contundentes, otras lábiles, presenta espacios
intersticiales que permiten el flujo de información y este
varía según la semiosis de que tratemos.
La frontera semiótica no es inexpugnable, es el lugar
donde se puede traducir, donde se producirán los
intercambios, es la "suma de ‘filtros’
bilingües pasando a través de los cuales un texto se
traduce a otro lenguaje que se halla fuera de la
semiósfera dada", es decir que existe una
"traducibilidad mutua de los textos" (Lotman; 1996) La
traducción puede ocurrir entre centro y
periferia, entre dos o más semiósferas, entre
géneros (hombre y
mujer), entre
oralidad y escritura,
todo está codificado y entre todos ellos hay
traducciones.
|
TRADUCCIÓN (traductores) (zona de negociación generadora de (transmisión de |
|
LENGUAJE (textos) (mensajes externos) |
F R O N T E R A | LENGUAJE (no-textos) (lenguajes internos) |
SEMIÓSFERA. (interior) (adentro) | SEMIÓSFERA (exterior) (afuera) | |
CENTRO-PERIFERIA | PERIFERIA-CENTRO | |
CULTURA (espacios semióticos) | CULTURA (espacios no-semióticos (hechos | |
SOCIEDAD | PODER (relaciones | SOCIEDAD |
Debido a que "el ‘carácter
cerrado’ de la semiósfera se manifiesta en que
ésta no puede estar en contacto con los textos
alosemióticos o con los no-textos" es indispensable
que esta frontera suponga y permita el pasaje de
información, pero "para que éstos textos
adquieran realidad para ella, le es indispensable traducirlos a
uno de los lenguajes de su espacio interno o semiotizar los
hechos no-semióticos" que permitan la
comprensión de significados, es decir que pasen de un
lenguaje a otro. "El texto transmitido debe contener elementos
de transición a la lengua ajena,
de lo contrario el diálogo es imposible." Sin embargo
ese "espacio ‘no-semiótico’ puede resultar
ser el espacio de otra semiósfera" (Lotman; 1996)
dependiendo de la posición del observador, es decir, lo
que para una cultura en
particular es un "mundo no-semiótico externo"
será la "periferia semiótica" para otra
cultura
La "función de
frontera de la semiósfera es desempeñada por las
regiones con diversas mezclas
culturales" (Lotman; 1996). Esta "zona de bilingüismo
cultural, garantiza los contactos semióticos entre los dos
mundos". El contacto de lenguas está considerado como
un aspecto del contacto de las culturas y la interferencia
lingüística como difusión de
las culturas y
aculturación.
Cuando en una región o país se ponen en contacto
e interactúan dos comunidades diferentes que hablan
diferentes lenguas, como resultado de este contacto pueden darse
tres posibilidades: Que una de las lenguas prevalezca sobre la
otra y la haga desaparecer; Que se produzca una mezcla de las dos
lenguas formando una tercera; Que se use el cambio de
código,
alternando en el habla trozos de ambas lenguas. "Todas estas
posibilidades, a su vez, contribuyen a ocasionar sutiles cambios
en el lenguaje, en las formas de ver y pensar el mundo, en las
prácticas rituales y hasta en la propia comprensión
que la colectividad tiene de sí misma" (Appadurai;
2001)
Las interferencias, en cambio, son ocasionales y generalmente
consisten en la introducción de palabras tal como se
pronuncian en la lengua de origen. La mezcla de lenguas puede
producir enriquecimiento, empobrecimiento y sustitución y
en nuestra habla cotidiana se dan en forma profusa estos tres
fenómenos.
Existe una traducción perpetua de un código a
otro código por mecanismos homólogos, la semiosis
es infinita, es decir que el proceso de significación
alude a la dinámica de la significación en
constante movimiento y
cambio.
Esta traducción genera sentido y nueva
información incorporando elementos de otra
semiósfera donde "los significados de autoridad
cultural y política son
negociados" (Bhabha; 2000)
Al interior de la semiósfera están los
códigos más estables, legítimos, modelos;
"en los sectores periféricos, organizados de manera menos
rígida y poseedores de construcciones flexibles, los
procesos
dinámicos encuentran menos resistencia y,
por consiguiente, se desarrollan más
rápidamente".
En la periferia los procesos semióticos son más
acelerados y activos hay menos
estabilidad de las significaciones y "tienden a dirigirse
hacia el centro y luego desalojarlo" (Lotman; 1996) Como dice
Bhabha (2000) "los márgenes de la nación
desplazan el centro: los pueblos de la periferia regresan a
rescribir la historia y la ficción
de la metrópolis"
Estas semiósferas (vecindarios) que constituyen y
requieren contextos, poseen no solo una "conciencia
relacional" con sus vecinos sino también "un
sentido autónomo de interpretación, de valoración y de
práctica material" (Appadurai; 2001) En un mundo de
globalización y comunicación, la pluralidad de culturas
encontradas es algo más común y "quizá
menos imaginaria", de "múltiples
‘dialectos’" (Vattimo; 1990) En este ambiente
fronterizo ocurre la fusión de
culturas, de sociedades, de
lenguajes, es un "vecindario interpretativo
múltiple" (Appadurai; 2001) en donde "la cultura
crea no sólo su propia organización interna, sino también
su propio tipo de desorganización externa". (Lotman;
1996)
Este constante intercambio y fusión de culturas
presenta una situación compleja e imprevisible, es en la
frontera donde existe la mayor tensión.. Es la sociedad quien
debe controlarlas, "cada momento de la vida de la sociedad es
de autoconstitución, de autorreproducción y de
autorenovación" (Bauman; 2001). "Tiene que lidiar
con dos dimensiones opuestas y establecer mecanismos de control de las
zonas fronterizas entre una y otra. Poder es el
nombre que se le da a la capacidad de administrar ese control,
capacidad para producir efectos de determinación o de
realidad socialmente reconocibles" (Sodré; 1998)
Este mecanismo de control es ejercido por el poder
político o jurídico, es el ejercido por el
Estado–nación
al que pertenece cada cultura.
"El Estado-nación -que funciona como bisagra
normativa-, basa su legitimidad en la intensidad de su presencia
significativa en la masa de territorio continuo contenido dentro
de determinadas fronteras. Funciona patrullando dichas fronteras,
produciendo su gente, construyendo sus ciudadanos, definiendo sus
ciudades, sus capitales, sus monumentos, sus aguas y sus suelos y
construyendo también sus locales para la memoria y
la conmemoración". (Appadurai; 2001)
"Cuando en la modernidad se
habla de poder, las referencias están dirigidas a los
aparatos del Estado, al ordenamiento jurídico y a las
construcciones ideológicas" (Sodré; 1998)
Existe una tensión constante entre lo ideológico y
el poder.
Todo poder genera resistencia, por ello pone en
práctica estrategias
semióticas principalmente en el discurso.
"El discurso transporta y produce poder; lo refuerza pero
también lo mina, lo expone, lo torna frágil y
permite detenerlo" "No es algo que se adquiera, arranque o
comparta, el poder se ejerce a partir de innumerables puntos, y
en el juego de
relaciones móviles y no igualitarias" (Foucault; 1983),
por eso el que hace irrita, porque el que hace ejerce su potencia y hace
que se vuelva acto y el hecho de hacerlo genera poder. Esa
actuación hace que lo posible se convierta en acto, que
signifique.
"La frontera tiene rostro de Janus y el problema del
adentro/afuera debe siempre ser en sí mismo un proceso de
hibridación, incorporando nuevos ‘pueblos’ en
relación con el cuerpo político, generando otros
espacios de significado e, inevitablemente, en el proceso
político, produciendo sitios desguarnecidos de antagonismo
político y fuerzas impredecibles para la
representación política" (Bhabha; 2000)
Existen diferentes grupos de poder
cuyas relaciones están tramadas en todos los niveles
sociales, en todos nuestros intercambios semióticos,
allí se crean las jerarquías y las
asimetrías productos del
orden.
Sin embargo trasciende las fronteras físicas "tal
como se encarna en la circulación mundial de capital e
información, se hace extraterritorial, en tanto que las
instituciones
políticas existentes siguen siendo locales,
igual que antes" (Bauman; 2003) O como dice Vattimo (1990) La
historia está llena de nobles, monarcas o burgueses que
llegaron al poder, sin embargo, aquellos aspectos de la vida que
se consideran ‘bajos’ no ‘hacen
historia’
Al exterior de la frontera hay una otredad que usualmente es
considerada amenazante o peligrosa por el centro, "el objetivo de
las presiones asimilatorias es privar a los ‘otros’
de su ‘otredad’; hacerlos indiscernibles del resto
del cuerpo de la nación, digerirles completamente y
disolver su idiosincrasia en el compuesto uniforme de la identidad
nacional" (Bauman; 2003), sin embargo, para la periferia,
el vecindario marca encuentros
cotidianos repletos de significado porque "el poder es siempre
el aspecto clave de las relaciones contextuales entre vecindades
y hasta los primeros contactos siempre suponen diferentes
relatos, producidos por las distintas partes involucradas"
(Appadurai; 2001)
"En muchas sociedades, los límites
son zonas de peligro que necesitan de un mantenimiento
ritual especial. En otros tipos de sociedades, las relaciones
sociales son inherentemente fisionables, dando lugar a una
persistente tendencia a la disolución de algunos
vecindarios" (Appadurai; 2001) El vecindario de la frontera,
debe tomar decisiones que le garanticen un mejor estar, permite
las interferencias, las mixturas y los intercambios de
códigos enriqueciendo o empobreciendo sus culturas,
multilingüe o multicultural.
"Vivimos permanentemente en una situación de
precariedad; corremos riesgos en
cualquier caso, hagamos lo que hagamos, y aunque en algunos
aspectos nuestras decisiones pueden ser mejores o peores, nunca
serán impecables o mejores en todos los aspectos
importantes". (Bauman; 2001)
Bibliografía
APPADURAI A. – "La producción de lo local" en La
modernidad desbordada – Montevideo –
Buenos Aires
– Trilce – F.C.E. – 2001 – pp. 187 a
207
BAUMAN Zygmunt – "De la igualdad al
multiculturalismo" en Comunidad –
Buenos Aires – Siglo XXI – 2003 – pp. 107 a
129
BAUMAN Zygmunt – Excurso 3: "Posmodernidad y
crisis
moral y
cultural" en En busca de la política
– Buenos aires – F.C.E. – 2001 – pp.
149 a 161
BHABHA Homi K. – "Narrando la
nación" en La invención de la
nación – FERNÁNDEZ BRAVO, A.
(compilador) – Buenos Aires – Manantial – 2000
– pp. 211 a 219
FOUCAULT M. – "Método" en
El discurso del poder – Buenos Aires
– Folios Editores – 1983 – pp. 174 a 182
LOTMAN I. – "Acerca de la semiósfera"
en La semiósfera. Semiótica de la cultura y
del texto – Madrid
– Cátedra – 1996 – pp. 21 a 42
SODRÉ M. – "El poder" en
Reinventando la cultura – Barcelona –
Gedisa – 1998 – pp. 61 a 87
VATTIMO G. – "Posmoderno: ¿Una
sociedad transparente? en La sociedad
transparente – Barcelona – Piados –
1990 – pp. 73 a 87
Prof. Claudia Colazo Lloret
Profesora en Educación
Preescolar (Instituto Superior del Profesorado "Antonio Ruiz
de Montoya")
Profesora en Portugués (Facultad de Humanidades y
Ciencias
Sociales – Universidad
Nacional de Misiones)
Especialista en Alfabetización Intercultural (Facultad
de Humanidades y Ciencias
Sociales – Universidad Nacional de Misiones)