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Historia siglo XX (página 2)




Enviado por carlosvladimir2005



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    1. Gamal Abdel Nasser, (1918-1970), estadista
      egipcio que, partiendo de unos orígenes humildes,
      llegó a ser presidente del país (1956-1970)
      y el líder político más
      influyente en el mundo árabe de su
      época.

      Nasser nació en Asiut el 15 de enero de
      1918, hijo de un cartero. Tras estudiar en una escuela de enseñanza secundaria de El Cairo,
      ingresó en la Real Academia Militar, donde se
      graduó en 1938. Allí y durante los
      posteriores años de servicio hizo amistad con varios oficiales, con los que
      fundó una sociedad revolucionaria secreta, los
      Oficiales Libres. Egipto
      estaba gobernado en esa época por una
      pequeña clase
      terrateniente poseedora de una tercera parte de la
      tierra del país y que dominaba el Parlamento.
      El poder británico era omnipresente y el peso
      político del rey Faruk I, escaso.

      Los Oficiales Libres se conjuraron para expulsar
      de Egipto a los británicos y al rey. El fracaso
      militar egipcio, en 1948, durante la primera Guerra
      Árabe-israelí, fortaleció su
      determinación. El 23 de julio de 1952 dieron un
      incruento golpe de
      Estado y destronaron al rey Faruk. Aunque Nasser era
      el auténtico jefe, permaneció inicialmente
      en un segundo plano.

      Pronto se tomaron medidas drásticas: se
      limitaron o se nacionalizaron los latifundios y se
      prohibieron los partidos opositores. En 1953 se
      abolió la monarquía y se proclamó una
      República de partido único. Estuvo
      presidida en sus inicios por el general Muhammad Naguib,
      pero en 1954 Nasser asumió el poder como primer
      ministro. Más tarde negoció un tratado con
      Gran Bretaña que puso fin a los 72 años de
      control británico sobre Egipto. En
      1956 fue oficialmente elegido presidente.

      En la Conferencia de Bandung, celebrada en 1955
      por varios Estados asiáticos y africanos que
      acababan de conseguir su independencia, Nasser surgió como
      una figura mundial, pero su adhesión a una
      política exterior que seguía
      las pautas de la
      Organización de Países No Alineados (de
      la que se convirtió en uno de sus dirigentes
      más destacados), deterioró sus relaciones
      con Occidente.

      En 1956 Gran Bretaña y Estados
      Unidos retiraron su ayuda económica al
      proyecto de la presa de Asuán. Con
      el propósito de financiar dicha obra, Nasser
      nacionalizó el canal de Suez. Esta decisión
      precipitó la invasión de Egipto por
      Francia y Gran Bretaña, aliados con
      Israel. Sin embargo, los invasores, bajo la presión ejercida por Estados Unidos
      y la Unión Soviética, se vieron obligados a
      retirarse, tras lo cual se interpuso, entre Egipto e
      Israel, una fuerza
      militar de las Naciones
      Unidas que evitara el enfrentamiento.

      El intento de Nasser de unificar el mundo
      árabe se plasmó en febrero de 1958 mediante
      la federación de Siria con Egipto,
      estableciéndose la República Árabe
      Unida bajo su presidencia. Sin embargo, esta unión
      fue disuelta en 1961 tras un golpe de Estado
      en Siria (en 1959 se había producido la
      secesión de Yemen, unida a la federación
      desde marzo de 1958). En política interior
      creó la Unión Socialista Árabe como
      partido gubernamental, desarrolló una
      política que sintetizaba el nacionalismo árabe y la planificación socialista por la que
      los bancos
      y las empresas de servicios
      públicos fueron nacionalizados con el fin de
      financiar la industrialización del país,
      para lo que contó con el apoyo financiero
      soviético.

      En 1967 las relaciones
      árabe-israelíes se habían
      deteriorado de nuevo. Tras la retirada, a petición
      de Nasser, de la fuerza pacificadora de las Naciones
      Unidas, el Ejército egipcio impidió que
      barcos israelíes cruzaran el golfo de Aqaba.
      Israel respondió fulminantemente: atacó
      Egipto y ocupó la península del
      Sinaí y el canal de Suez, en la llamada guerra de
      los Seis Días. Nasser asumió la responsabilidad del desastre y
      dimitió, pero se vio obligado a regresar al poder
      ante la aclamación popular, recuperando su papel
      de máximo representante del panarabismo, e
      interviniendo como mediador en varios conflictos árabes. El 28 de
      septiembre de 1970 murió de un ataque al corazón, siendo aún
      presidente del país.

    2. Nasser asume el poder
      en Egipto

      Congo, República Democrática del
      (nombre oficial, République Démocratique du
      Congo, República Democrática del Congo),
      república situada en el centro de África
      que limita al norte con la República
      Centroafricana y Sudán; al este con Uganda,
      Ruanda, Burundi y el lago Tanganica (que la separa de
      Tanzania); al sureste con Zambia; al suroeste con Angola,
      y al noroeste con la República del Congo. En el
      extremo occidental, a orillas del océano
      Atlántico, posee una faja costera de 37 km de
      longitud que separa la región de Cabinda (un
      enclave angoleño entre la República
      Democrática del Congo y la República del
      Congo) del resto de ese país.

      Se denominó Congo Belga hasta que se hizo
      independiente, en 1960; en ese año pasó a
      denominarse República Democrática del
      Congo, nombre que se sustituyó por el de Zaire en
      1971. En mayo de 1997, el país recuperó su
      anterior denominación de República
      Democrática del Congo. La parte más ancha
      del país tiene una extensión de unos
      1.930 km; su mayor longitud de norte a sur es de
      2.010 kilómetros. Su superficie total es de
      2.344.885 km². La capital y principal ciudad del país
      es Kinshasa.

      La historia
      antigua del Congo es todavía una gran desconocida,
      pero se cree que los primeros habitantes de esta zona
      fueron los pigmeos. Las exploraciones europeas de la
      región se iniciaron en el siglo XV; los
      portugueses iniciaron contactos con el reino bantú
      de Kongo en 1482, cuando el navegante portugués
      Diogo Cam visitó la desembocadura del río
      Congo. Se considera que en esta época el reino se
      extendía desde la región que forma hoy
      Angola hasta Gabón. En 1489 se envío una
      embajada congoleña al rey de Portugal y en 1490 se
      instalaron en la zona misioneros franciscanos y artesanos
      portugueses

      . El rey del Kongo se convirtió al
      cristianismo, pero sus tentativas de
      convertir a su pueblo desencadenaron una violenta
      oposición. Su hijo, Alfonso (que le sucedió
      en 1507), se propuso cristianizar el país; el
      nuevo monarca, que leía y escribía en
      portugués, adoptó el modelo
      luso de gobierno y construyó muchas
      iglesias. Sin embargo, el reino entró en una etapa
      de decadencia y apenas quedan restos de esta
      época.

      El creciente interés por África como
      fuente de riqueza se incrementó debido a los
      informes de los exploradores, sobre todo
      del periodista anglo-estadounidense Henry Morton Stanley,
      que viajó al interior del Congo en 1877. Tras una
      conferencia con Stanley, el rey Leopoldo II de
      Bélgica creó la denominada
      Asociación Internacional del Congo (1878). La
      nueva organización contrató
      inmediatamente a Stanley para que regresara al territorio
      con el fin de establecer enclaves comerciales y entablar
      relaciones amistosas con los jefes locales. El explorador
      fundó varios puestos comerciales, entre ellos la
      ciudad de Léopoldville (actual Kinshasa), y
      también se aseguró los derechos
      sobre extensas regiones a orillas del río
      Congo.

      Las pretensiones territoriales en la
      región del Congo de varios países europeos,
      sobre todo Portugal y Francia, dieron lugar a la
      Conferencia de Berlín (1884-1885), en la que,
      entre otros asuntos, se reconoció la soberanía de la Asociación
      Internacional del Congo, se abrió el
      Estado Libre del Congo, como se denominó a la
      región, al comercio
      internacional y se declaró ilegal el comercio de esclavos. En julio de 1885, el
      nuevo Estado se situó bajo la soberanía
      personal del rey
      Leopoldo II.

      La explotación y la opresión
      creciente que sufrían los habitantes del Estado
      Libre del Congo provocaron un descontento
      sistemático que dio lugar, a comienzos del
      siglo XX, a la protesta internacional. La opinión pública
      obligó a Leopoldo a establecer una comisión
      de investigación en 1904 cuyo informe reveló que los habitantes
      de la zona eran víctimas de un sistema de trabajo esclavista y de numerosos abusos
      de todo tipo. El rey introdujo ciertas reformas que no
      fueron muy eficaces, por lo que el Parlamento belga
      votó a favor de la anexión del Estado Libre
      del Congo, convirtiéndolo en una colonia que se
      denominó el Congo Belga (1908).

      Durante la I Guerra
      Mundial, las tropas congoleñas ayudaron de
      forma efectiva a la causa aliada en África y
      conquistaron el territorio alemán de
      Ruanda-Urundi, que la Sociedad de Naciones puso bajo el
      mandato de Bélgica en 1919.

      La II Guerra Mundial provocó una
      importante expansión económica en el Congo,
      en especial en lo que se refiere al aumento de la
      producción de uranio, cobre,
      palmera de aceite
      y caucho. En los años de posguerra se
      produjeron aún mayores incrementos en la productividad de la colonia y se iniciaron
      una serie de reformas que establecerían la
      autonomía del territorio. El 8 de diciembre de
      1957, los habitantes de la colonia de origen africano
      participaron por primera vez en las elecciones para
      elegir a los integrantes de los consejos municipales,
      obteniendo 130 de los 170 escaños.

      Después de que los nacionalistas que
      solicitaban la independencia se amotinaran en
      Léopoldville en 1959, el gobierno belga
      anunció la celebración de elecciones en el
      Congo que establecieron un sistema de gobierno
      autónomo; pero los principales partidos
      nacionalistas insistieron en su demanda de plena independencia y los
      belgas decidieron renunciar a la colonia. En las
      elecciones que se convocaron antes de la independencia,
      unos 40 partidos presentaron candidatos.

      El Movimiento Nacional del Congo, dirigido
      por Patrice Lumumba, obtuvo el mejor resultado, en tanto
      que la Abako (Asociación del Bajo Congo),
      presidida por Joseph Kasavubu, se colocó en
      segundo lugar. Tras un acuerdo entre los dos partidos
      más importantes, Lumumba fue designado primer
      ministro y Kasavubu, presidente. El 30 de junio de 1960,
      el rey Balduino I de Bélgica proclamó la
      independencia de la República del
      Congo.

      Los violentos desórdenes provocados por
      las disputas étnicas, la decepción de los
      partidos excluidos del gobierno y las numerosas revueltas
      militares fueron la pauta generalizada a la semana de
      declararse la independencia. El Ejército belga,
      que todavía se hallaba en el Congo, se
      desplegó con el fin de restaurar el orden y
      garantizar la seguridad de la población blanca contando incluso
      con tropas de apoyo belgas, a pesar de la
      oposición de Lumumba. Esta acción, que se interpretó
      como un intento de volver a imponer la autoridad belga, provocó actos de
      violencia contra los europeos. El panorama
      político se complicó aún más
      cuando el 11 de julio Moïse Kapenda Tshombé,
      entonces primer ministro de la provincia de Katanga,
      proclamó la independencia de la provincia (la
      más rica del Congo y donde los intereses
      económicos occidentales eran muy fuertes) y
      solicitó ayuda militar a
      Bélgica.

      Como respuesta a una demanda de Lumumba, el
      Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas
      autorizó al secretario general Dag Hjalmar
      Hammarskjöld a reclutar una fuerza militar y
      enviarla al Congo para restaurar el orden; el Consejo de
      Seguridad también exigió la retirada de las
      tropas belgas. Los cascos azules de la ONU
      (que contaban con unidades militares integradas por
      efectivos de países africanos, de Suecia y de
      Irlanda) fueron suplantando progresivamente a las tropas
      belgas. Cuando el Consejo de Seguridad decidió que
      las tropas de la ONU no se deberían utilizar para
      alterar la evolución o el resultado de
      ningún conflicto interno de la provincia,
      Tshombé permitió que las tropas de la ONU
      entraran en Katanga.

      En septiembre, técnicos y asesores
      soviéticos se instalaron en el Congo provocando el
      recelo de Estados Unidos. La tensión se
      agudizó cuando el presidente Kasavubu
      destituyó al primer ministro Lumumba, y
      éste se sublevó contra Kasavubu. El 13 de
      septiembre las tropas de la ONU cedieron el control de
      los aeropuertos y de Radio
      Kinshasa a Lumumba.

      Sin embargo, el Ejército gubernamental,
      dirigido por el coronel Joseph-Désiré
      Mobutu (que más tarde cambiaría su nombre
      por el de Mobutu Sese Seko), un partidario de Kasavubu,
      se hizo con el poder y expulsó a los embajadores
      soviético y checoslovaco del país. El 29 de
      septiembre, el presidente Kasavubu transfirió el
      poder
      ejecutivo y administrativo del Congo al Colegio de
      Altos Comisionados, un gobierno provisional apadrinado
      por Mobutu. En noviembre, la Asamblea General de la ONU
      reconoció la delegación de
      Kasavubu.

      En diciembre de 1960, Antoine Gizenga, antiguo
      diputado en el gobierno de Lumumba, se proclamó
      primer ministro y designó a Stanleyville (actual
      Kisangani) como capital del Congo, siendo reconocido por
      muchos países árabes y comunistas,
      así como por Ghana. En enero de 1961 partidarios
      de Lumumba invadieron la parte norte de Katanga y el
      mando de la ONU en el Congo envió tropas para
      evitar el estallido de una guerra civil.

      El presidente Kasavubu reemplazó el
      gobierno provisional de Mobutu en febrero por un nuevo
      gobierno presidido por Joseph Ileo. Lumumba, que fue
      hecho prisionero en Katanga, escapó, pero fue
      asesinado en su huida (12 de febrero). Nunca se
      establecieron claramente las responsabilidades de esta
      muerte.

      En febrero de 1961, el Consejo de Seguridad
      autorizó a la ONU a utilizar la fuerza para evitar
      el estallido de una guerra civil en el Congo y
      exigió la retirada de todo el personal militar
      extranjero, excepto el que estaba bajo el mando de la
      ONU. Oponiéndose a la decisión del Consejo
      y con la esperanza de adelantarse a la
      intervención de la ONU, 18 dirigentes de varias
      facciones del Congo (entre los que no se encontraba
      Gizenga) acordaron el 12 de marzo abolir el gobierno
      central y sustituirlo por una confederación de
      estados soberanos.

      En una reunión posterior, Tshombé
      retiró su cooperación. Detenido y acusado
      de traición, se aseguró su
      liberación al acordar destituir a los mandos
      posteriores y a los asesores extranjeros de Katanga
      cuando regresara a Élisabethville (actual
      Lubumbashi). Mientras tanto, el secretario general de la
      ONU, Hammarskjöld, murió en misteriosas
      circunstancias en un accidente de aviación en
      Ndola, Rhodesia del Norte (actual Zambia), cuando
      intentaba conseguir un alto el fuego entre los cascos
      azules y las fuerzas de Katanga.

      Entretanto, Gizenga accedió a reconocer
      al gobierno central después de que el primer
      ministro del Congo, Cyrille Adoula, prometiera continuar
      con la política de Lumumba. Gizenga fue nombrado
      viceprimer ministro, pero en enero de 1962 fue
      destituido.

      En la primera mitad de 1962, Tshombé
      mantuvo conversaciones intermitentes con Adoula, pero los
      dos líderes no lograron ponerse de acuerdo. Para
      obligar a Tshombé a llegar a un acuerdo, el
      secretario general de la ONU en funciones, U Thant, propuso un plan
      de pacificación que implicaba el fin de la
      secesión de Katanga.

      En diciembre, y ante las dilaciones de
      Tshombé, los cascos azules entraron en Katanga y
      ocuparon Élisabethville. Tshombé
      huyó aunque se rindió en enero de 1963 ante
      la promesa de amnistía para él y para sus
      seguidores.

      Unos pocos meses más tarde, el primer
      ministro Adoula formó un nuevo gabinete, con
      representantes de Katanga y con una mayor
      representación de los lumumbistas. Sin embargo,
      las huelgas y rebeliones continuaron asolando al
      país y, en junio de 1964, Adoula dimitió.
      Se aprobó una nueva constitución y se formó un
      gobierno encabezado por Tshombé. En agosto,
      Stanleyville cayó bajo el control de los rebeldes
      lumumbistas. Después de que las tropas del
      Ejército Nacional del Congo (con la ayuda de
      mercenarios blancos) iniciaran una ofensiva para
      reconquistar la ciudad, los rebeldes amenazaron con matar
      a los blancos que retenían como rehenes. El 24 de
      noviembre, paracaidistas belgas, transportados en aviones
      estadounidenses, y tropas congoleñas
      reconquistaron la ciudad. Las tropas belgas abandonaron
      el país al finalizar su misión de rescate.

      A comienzos de 1965, una frágil
      coalición organizada por Tshombé
      ganó las elecciones parlamentarias, pero poco
      después Kasavubu le destituyó del cargo de
      primer ministro. A finales de 1965, Mobutu intervino de
      nuevo y se designó a sí mismo presidente,
      reemplazando a Kasavubu.

      En 1966, Mobutu instituyó una forma
      presidencial de gobierno formalizada a través de
      una nueva constitución aprobada en 1967. En sus
      primeros años en la presidencia, Mobutu
      consiguió cierta estabilidad política en el
      país, aunque siguieron produciéndose
      revueltas locales y los estudiantes continuaron
      protestando contra su gobierno dictatorial. En 1966, se
      nacionalizaron algunas empresas mineras extranjeras y se
      reemplazaron los nombres europeos de algunas ciudades por
      nombres africanos (Léopoldville pasó a
      llamarse Kinshasa; Stanleyville, Kisangani).

      En 1970, Mobutu fue elegido presidente para un
      periodo de siete años y, a comienzos de la
      década de 1970, emprendió un amplio
      programa de africanización: en
      1971, el nombre del país se cambió por el
      de República Democrática del Congo y al
      año siguiente, el presidente cambió su
      nombre por el de Mobutu Sese Seko, al tiempo
      que exigía a otros zaireños que abandonaran
      sus nombres no africanos. En 1973, el gobierno se
      enfrentó a dificultades económicas como
      consecuencia de la excesiva dependencia de las exportaciones de cobre, cuyo precio
      había descendido de forma notable desde mediados
      de la década de 1960.

      En 1980, debido en gran parte al consiguiente
      descenso en los ingresos de la República
      Democrática del Congo derivados de las
      exportaciones, la deuda
      externa del país se incrementó hasta
      alcanzar los 4.000 millones de dólares; al mismo
      tiempo aumentaron los índices de desempleo e inflación.

      En 1977 y en 1978, Zaire (con la ayuda de
      Bélgica, Francia, Marruecos y otros países)
      repelió la invasión desde Angola de
      antiguos residentes de la región de Katanga (que
      entre 1972 y 1998 fue denominada Shaba).

      A comienzos de la década de 1980, el
      principal problema al que se enfrentaba Zaire continuaba
      siendo la debilidad de su economía. La deuda externa del
      país se reconsideró en 1981 y el Fondo
      Monetario Internacional (FMI)
      concedió un crédito de 1.000 millones de
      dólares; la ayuda posterior en 1983-1984 estuvo
      acompañada de la devaluación de la moneda y otras
      medidas de austeridad. Sin embargo, en 1986, Zaire
      abandonó el programa del FMI y la economía
      sufrió otro golpe.

      En 1989, el gobierno adoptó una nueva
      reforma económica y en 1990, tras varias huelgas y
      otras demostraciones del descontento popular, Mobutu
      legalizó los partidos de la oposición. El
      descontento con el régimen autoritario y con la
      corrupción desenfrenada que
      parecía estar asociada al régimen, se
      intensificó a comienzos de la década de
      1990, a medida que se deterioraba la
      economía.

      La Conferencia Nacional sobre el futuro de Zaire
      se disolvió en diciembre de ese año tras
      haber elegido al Alto Consejo de la República
      (HCR), dominado por la oposición, para que actuara
      como cuerpo legislativo provisional. Las luchas por el
      poder entre el HCR y Mobutu condujeron a la
      formación de dos gobiernos rivales en 1993.
      Mientras, la economía se había desintegrado
      hasta el punto de estar cerca del colapso y se
      había iniciado un proceso de hiperinflación. La presión
      internacional para la instauración de un sistema
      democrático vino acompañada de una
      paralización de las ayudas
      económicas.

      En enero de 1994, como medida de compromiso, el
      HCR y la Asamblea Nacional (dominada por los miembros del
      Movimiento Popular para la Revolución, leal a Mobutu) formaron
      conjuntamente un cuerpo legislativo, el Alto Consejo de
      la República-Parlamento de Transición
      (HCR-PT). Este organismo estableció una fecha
      límite de 15 meses para volver a la democracia; en este tiempo, se
      aprobaría una constitución, se
      convocaría un referéndum y se
      celebrarían elecciones legislativas y
      presidenciales. También se adoptó el Acta
      Constitucional de Transición, que definía
      las relaciones entre el gobierno y Mobutu y reforzaba el
      poder del primero, al concederle el control del
      Ejército y del banco
      emisor.

      En junio, Kengo wa Dongo fue elegido primer
      ministro por el HCR-PT y formó un gobierno con una
      participación igualitaria de los miembros de la
      agrupación presidencial y de los de la
      oposición. Se programaron elecciones para julio de
      1995, pero fueron pospuestas debido a que los problemas económicos y la
      inestabilidad general del país no
      permitirían que se celebraran de forma abierta y
      democrática.

      El país se vio envuelto en el drama que
      afectó a la vecina Ruanda entre 1994 y 1996,
      cuando tuvo que alojar a un millón de refugiados a
      lo largo de su frontera oriental; poco después
      tuvo lugar un brote del virus
      de Ébola en torno
      a la ciudad de Kikwit, a unos 550 km al este de
      Kinshasa. El virus (bautizado con el nombre de la zona de
      Ébola, en el noroeste de la República
      Democrática del Congo, lugar en el que se
      detectó por primera vez la enfermedad en 1976)
      mató al menos a 160 personas antes de que pudiera
      controlarse por la intervención de la
      Organización Mundial de la Salud
      (OMS).

      Las secuelas de la crisis
      ruandesa tuvieron prolongada continuación al
      iniciarse 1997. La masiva presencia de refugiados hutus,
      entre los que se encontraban un número
      considerable de responsables directos del genocidio
      acontecido en Ruanda, junto con el descontento
      generalizado entre la población zaireña
      (particularmente en las regiones orientales del
      país) provocó la rebelión de los
      tutsis que habitan en las montañas del este de la
      República Democrática del Congo.

      Esta rebelión, dirigida por
      Laurent-Désiré Kabila y respaldada por
      Estados Unidos y por algunos de los países vecinos
      (Uganda, Ruanda, Burundi, Angola), se propagó
      rápidamente por las regiones orientales y
      centrales, encontrando el apoyo entusiasta de una
      población que había sufrido el saqueo de
      unas tropas gubernamentales en retirada hacia Kinshasa.
      En menos de dos meses, los rebeldes tomaron Kisangani y
      Lubumbashi, capitales, respectivamente, de la Provincia
      Oriental (antiguo Alto Zaire) y de Katanga (antigua
      Shaba), y se adentraron por la región de Kasai
      Oriental y Kasai Occidental durante el mes de abril,
      poniendo en jaque a un debilitado Mobutu, respaldado por
      Francia en el exterior y por los grupos
      sociales favorecidos por su régimen
      clientelista y dictatorial en el interior.

      Finalmente, tras el avance imparable de las
      fuerzas de Kabila en la primera quincena del mes de mayo
      por las regiones más occidentales del país,
      las tropas rebeldes entraron entre el 16 y el 18 de ese
      mismo mes en Kinshasa, capital de Zaire, que pasó
      a ser denominado nuevamente República
      Democrática del Congo. Mobutu huyó a
      Marruecos (donde falleció pocos meses
      después), mientras que Kabila juró pocos
      días después como nuevo presidente del
      ‘gigante africano’, comprometiéndose a
      llevar adelante la plena democratización del
      país, pese a lo cual las potencias occidentales y
      numerosas organizaciones no gubernamentales han
      venido observando con recelo el lento y poco decidido
      proceso de cambio
      iniciado por las nuevas autoridades.

    3. Nace el Congo

      Suez, Canal de (en árabe As-Suways),
      vía fluvial artificial que corre de norte a sur a
      través del istmo de Suez en el noreste de Egipto.
      Comunica Port Said (en árabe Bus Said)
      en el mar Mediterráneo con el golfo de Suez, un
      brazo del mar Rojo. El canal sirve de atajo para los
      barcos que operan entre los puertos europeos o americanos
      y los de Asia
      meridional, África oriental y Oceanía, que gracias a él no
      tienen que bordear el continente africano.

      El primer canal entre el delta del Nilo y el mar
      Rojo se excavó alrededor del siglo XIII a.C.,
      probablemente durante el reinado del faraón
      egipcio Sethi (o Seti) I o de Ramsés II. Durante
      los siguientes mil años, hubo largos periodos de
      tiempo en los que no se le prestó la menor
      atención. Sin embargo, en varias
      ocasiones, algunos gobernantes volvieron a excavarlo o lo
      modificaron.

      En el siglo VIII d.C., fueron definitivamente
      paralizados los intentos de mantenerlo en buen estado. No
      obstante, de vez en cuando los intentos de excavar un
      canal a lo largo del istmo se retomaban, pero no se
      realizó ningún intento serio de retomar las
      obras hasta que en 1854 el ingeniero y diplomático
      francés Ferdinand Marie, vizconde de Lesseps
      consiguió que el virrey egipcio Said Pasha se
      interesara en el proyecto de construcción del canal. En 1858 La
      Compagnie Universelle du Canal Maritime de Suez se
      creó para construir el canal y gestionarlo durante
      99 años, a cuyo término la propiedad del canal pasaría a manos
      del gobierno egipcio. La compañía era
      originariamente una compañía egipcia
      privada, cuyo capital estaba fundamentalmente en manos de
      egipcios y franceses. En 1875 el gobierno
      británico adquirió la parte de la
      compañía que era de Egipto.

      Las obras de excavación del canal
      empezaron el 25 de abril de 1859, y fue abierto al
      tráfico el 17 de noviembre de 1869. El coste total
      fue de varios millones de libras esterlinas, en su
      valor
      actual, y además se invirtió unas tres
      veces esa cantidad en reparaciones posteriores y mejoras.
      Las dimensiones originales eran de 22 m de anchura
      máxima en el fondo, de 8 m al nivel de la
      superficie del agua,
      y de 8 m de profundidad.

      Un acuerdo internacional firmado en el
      año 1888 establecía que el canal quedaba
      abierto al tráfico de barcos de todas las
      naciones, sin discriminación alguna, tanto en
      tiempos de paz, como de guerra. Gran Bretaña, no
      obstante, consideraba que el canal desempeñaba un
      papel muy importante en el mantenimiento de su poder marítimo
      y de sus intereses coloniales, sobre todo, como
      vía de comunicación con la India.
      Mediante el tratado firmado en 1936, entre Inglaterra y Egipto, los ingleses
      adquirieron el derecho de mantener en la zona del canal
      tropas para la defensa del mismo, con lo que se hizo con
      el control de los accesos al canal. Después de la
      creación del estado de Israel en Palestina, en
      1948, el gobierno egipcio prohibió durante la
      mayor parte del tiempo el tráfico de barcos desde
      o hacia Israel.

      Insistentemente, los nacionalistas egipcios
      pidieron durante mucho tiempo que Gran Bretaña
      abandonara la zona del canal de Suez, y, finalmente, en
      1954, ambos países firmaron un acuerdo de siete
      años de validez, que suplantaba al de 1936 y que
      establecía la retirada gradual de las tropas
      inglesas de la zona. En junio de 1956 las tropas inglesas
      dejaron definitivamente la zona y Egipto tomó
      posesión de las instalaciones del
      canal.

      El 26 de julio de 1956, poco después de
      que los Estados Unidos y Gran Bretaña retiraran
      sus ofertas de contribuir económicamente a la
      construcción de la presa de Asuán, el
      gobierno egipcio nacionalizó el canal de Suez en
      virtud de un decreto dictado por el presidente Gamal
      Abdel Nasser, quien anunció que Egipto se
      proponía usar las ganancias del canal para
      financiar la construcción de la presa. El 29 de
      octubre de 1956, Israel invade Egipto. Dos días
      después, tropas inglesas y francesas unidas
      atacaron Egipto para asegurar el tráfico gratuito
      a través del canal.

      Como represalia, Egipto hundió en el
      canal cuarenta barcos, bloqueándolo por completo.
      Gracias a la intervención de las Naciones Unidas
      (ONU), en noviembre se firmó una tregua, y a
      finales de año las tropas británicas,
      francesas e israelíes abandonaron la zona.
      Después de que un equipo de rescate de la ONU
      retirara los barcos hundidos en el canal, éste se
      reabrió en marzo de 1957. En 1958 Egipto y la
      Compañía del Canal llegaron a un acuerdo
      para fijar las condiciones de financiación del
      canal, y en 1962 se hicieron los últimos pagos a
      los propietarios originales.

      El canal de Suez desempeñó un
      papel importante durante los enfrentamientos entre Egipto
      e Israel en las décadas de 1960 y 1970.
      Permaneció cerrado durante la guerra de los Seis
      Días, en 1967, debido al hundimiento en el canal
      de varias embarcaciones que lo bloquearon por completo.
      El canal se reabrió en junio de 1975,
      después de que un destacamento de fuerzas
      internacionales lo desbloqueara. Ese mismo año,
      Egipto permitió que mercancías de carácter no militar pudieran ser
      transportadas desde o hacia Israel a través del
      canal. Finalmente, con el tratado de paz entre Egipto e
      Israel de 1979 se permitió a Israel usar el canal
      sin ningún tipo de restricciones.

    4. Se abre el Canal de Suez
    5. Namibia se independiza
  1. AFRICA

Namibia (nombre oficial, Republic of Namibia,
República de Namibia), república del suroeste de
África; limita al norte con Angola y Zambia, al este con
Botsuana y Suráfrica, al sur con Suráfrica, y al
oeste con el océano Atlántico. Tiene 824.269
km² de superficie.

Movidos por las medidas que el gobierno surafricano
había seguido para establecer el apartheid en el
territorio del mandato, Etiopía y Liberia llevaron el caso
al Tribunal Internacional de Justicia, pero
éste rechazó la querella en 1966 por principios
técnicos.

En octubre de ese año Suráfrica
extendió las leyes de
apartheid al país. La ONU continuó debatiendo la
cuestión y, en junio de 1971, el Tribunal Internacional de
Justicia declaró ilegal la presencia de Suráfrica
en Namibia, lo que no impidió que Suráfrica
continuara gobernando el territorio. Como consecuencia, el SWAPO,
un movimiento nacionalista africano negro dirigido por Sam
Nujoma, intensificó su campaña de guerrilla para
expulsar a los surafricanos, creando el Ejército de
Liberación del Pueblo de Namibia. A finales de la
década de 1970, las principales potencias occidentales, en
especial Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y
Alemania
Occidental, empezaron a tomar partido en la cuestión de
Namibia. Suráfrica continuó resistiéndose a
abandonar el territorio hasta diciembre de 1988, fecha en la que
acordó permitir a Namibia su independencia a cambio de la
expulsión de las tropas cubanas de Angola.

En noviembre de 1989, se celebraron elecciones para la
Asamblea Constituyente, compuesta por 72 miembros, bajo la
supervisión de la ONU, y el SWAPO
emergió como el partido mayoritario. Después de que
la Asamblea aprobara una nueva Constitución y nombrara
presidente de la República a Nujoma, Namibia
consiguió la independencia el 21 de marzo de 1990 y
recuperó la soberanía sobre Walvis Bay. Nujoma fue
reelegido como jefe de Estado en 1994 en las elecciones
parlamentarias y presidenciales.

  1. Nelson Mandela elegido presidente de
    Sudáfrica

Mandela, Nelson (1918- ), político
surafricano, premio Nobel de la Paz que durante más de 25
años fue el preso político más famoso del
mundo y que, en abril de 1994, se convirtió en el primer
presidente de raza negra de la República de
Suráfrica (cargo que desempeñó hasta junio
de 1999), al mismo tiempo que comenzaba a ser considerado
unánimemente como una de las grandes personalidades del
siglo XX.

Nacido el 18 de julio de 1918 en Umtata (en la
región de Transkei, en la actual provincia de El Cabo
Oriental), estudió leyes en la Universidad de
Fort Hare (Alice), donde entró en contacto con la
política y conoció a Oliver Tambo. Ambos tomaron
parte en una huelga
estudiantil en 1942 que supuso su expulsión del centro.
Más tarde conocería a Walter Sisulu, quien le
proporcionó un trabajo en un despacho jurídico
después de haber obtenido la licenciatura en Derecho a
través del servicio de educación a
distancia de la Universidad de Suráfrica
(Pretoria).

En 1944, junto a Sisulu, Tambo y Anton Lembede, fue
miembro fundador de la rama juvenil del Congreso Nacional
Africano (ANC). Se convirtió en el presidente juvenil de
esta organización en 1951, tres años después
de que el Partido Nacional, con Daniel-François Malan al
frente del gobierno, comenzara a aplicar una política
legislativa encaminada a obtener la supremacía de la
población blanca, minoritaria en la República.
Aunque en principio se oponía a colaborar con otros
grupos
raciales, Mandela cambió de opinión en 1952,
durante el transcurso de la denominada "Campaña del
Desafío". A partir de entonces propugnó la
acción conjunta contra la política gubernamental
del apartheid. En esta época había fundado con
Tambo el primer despacho de abogados dirigido por negros en
Suráfrica.

En diciembre de 1952 fue detenido en virtud de la
Suppression of Communism Act (Ley de
Represión del Comunismo).
Aunque su condena de nueve meses quedó en suspenso, se le
prohibió acudir a mítines o abandonar el distrito
de Johannesburgo. Esta prohibición se renovaría
repetidamente durante los siguientes nueve años. A pesar
de esta inhabilitación, continuó trabajando con el
resto de los dirigentes del ANC. En diciembre de 1956 fue, junto
con otras 156 personas, juzgado por traición. El juicio se
prolongó hasta 1961 y concluyó con la
absolución de todos los cargos. En 1958, un año
después de divorciarse de su primera esposa, Evelyn Mase,
contrajo matrimonio con
Nkosikazi Nomzamo Madikizela, quien pasaría a ser conocida
como Winnie Mandela.

Tras la matanza de Sharpeville, en la que 69 ciudadanos
negros murieron asesinados por las fuerzas de seguridad
surafricanas durante una manifestación en contra del
apartheid en marzo de 1960, fueron prohibidos el ANC y el
Congreso Panafricano (PAC). En marzo de 1961, con el fin de
evitar su detención y una nueva inhabilitación,
Mandela pasó a la clandestinidad y, junto a Sisulu,
recorrió en secreto el país para organizar una
huelga de tres días.

En junio de 1961, los dirigentes del ANC decidieron
iniciar la lucha armada y crearon el Umkhonto we Sizwe
(‘Lanza de la Nación’), brazo armado del ANC, con
Mandela como máximo dirigente. En enero de 1962
abandonó Suráfrica y poco después
viajó a Argelia, donde recibió entrenamiento
para la lucha guerrillera, y por último a Londres, ciudad
en la que se reunió con los líderes de la
oposición en el exilio.

Regresó a su país en julio de 1962 y fue
detenido el 5 de agosto, acusado de rebelión y abandono
ilegal del país, por lo que fue condenado inicialmente a
cinco años de prisión. Mientras se encontraba en la
cárcel, la policía registró el cuartel
general del ANC en Rivonia (en las afueras de Johannesburgo). La
mayor parte de los miembros dirigentes de esta
organización fueron arrestados; además se
confiscaron diversos documentos, entre
los que estaba el diario escrito por Mandela durante su viaje por
el extranjero. Él y otros activistas fueron juzgados, en
lo que se conoce como el juicio de la traición de Rivonia,
que duró desde octubre de 1963 hasta junio de 1964.
Mandela, que llevó a cabo su propia defensa y la de los
otros acusados, fue condenado a cadena perpetua.

Pasó dieciocho años en la prisión
de máxima seguridad de la isla de Robben (próxima a
la Ciudad de El Cabo, en la bahía de Table), antes de ser
trasladado a la de Pollsmoor (asimismo cercana a la Ciudad de El
Cabo) en 1982, año en el que se inició una
campaña internacional en favor de su liberación.
Durante su largo confinamiento se convirtió en un
símbolo internacional de la resistencia
contra la represión de la libertad de
pensamiento, y
comenzó a escribir su autobiografía, que
aparecería en 1994 bajo el título de Long walk to
freedom (El difícil camino hacia la libertad).

En 1985, Mandela rechazó la oferta del
presidente de la República Pieter Willem Botha de
otorgarle la libertad condicional al considerar que éste
no estaba dispuesto a modificar su posición sobre el
régimen del apartheid. El gobierno del presidente Frederik
Willem de Klerk liberó a Mandela en febrero de 1990,
después de legalizar el ANC y otros partidos
políticos y tras acoger favorablemente las numerosas
presiones internacionales e incluso las de su propio país.
Mandela asumió el liderazgo del
ANC y dirigió las conversaciones con el gobierno entre los
difíciles años de 1990 y 1994, cuando en muchas
ocasiones parecía que las negociaciones se iban a romper y
que estallaría una guerra civil. En 1991, el
régimen surafricano abrogó la última de las
leyes que constituían la base legal del apartheid. Mandela
y De Klerk compartieron en 1993 el Premio Nobel de la Paz por sus
esfuerzos para establecer la democracia y la armonía
racial en Suráfrica.

En mayo de 1994, tras las primeras elecciones generales
en las que todos los grupos raciales (incluidos los negros)
tenían derecho al voto, Mandela se convirtió en el
primer presidente de raza negra de la República de
Suráfrica. Tras la aprobación parlamentaria en mayo
de 1996 de la nueva Constitución surafricana, el propio
Mandela la firmó en diciembre de ese año ante miles
de personas, en Johannesburgo; se ponía así fin al
periodo de transición democrática iniciado con su
salida de la cárcel en 1990 y se daba por terminado el
gobierno de coalición formado por el ANC y por el Partido
Nacional de Frederik Willem de Klerk. Mandela se convirtió
definitivamente en 1997 en un líder indiscutible de las
relaciones
internacionales africanas. Sirvió de mediador en
varios conflictos, como en el de Zaire (actual República
Democrática del Congo), que en la primera mitad de ese
año acabó por suponer el fin del régimen de
Mobutu Sese Seko.

En diciembre de 1997, 16 meses antes de una nueva
convocatoria de elecciones generales, fue sustituido en la
presidencia del ANC por Thabo Mbeki (hijo del líder
histórico del partido Govan Mbeki), quien en realidad ya
venía ejerciendo la dirección del mismo desde hacía
algún tiempo. Contrajo terceras nupcias en julio de 1998
con Graça Machel (viuda del que fuera presidente
mozambiqueño Samora Moises Machel), dos años
después de haber obtenido el divorcio de su
segunda esposa, Winnie Mandela. Ésta se había visto
envuelta en un polémico juicio en el que fue acusada sin
éxito
de haber cometido asesinato durante los años en que su
esposo se encontraba en prisión y en los cuales ella
encabezó la lucha para acabar con el apartheid y lograr la
liberación de Mandela.

En octubre de ese año presentó junto al
presidente de la Comisión de la Verdad y la
Reconciliación, el arzobispo Desmond Tutu, el informe que
reflejaba las conclusiones de aquélla (compuesto por cerca
de 3.500 páginas). En él se acusaba a los gobiernos
de crímenes cometidos durante la aplicación de la
política de segregación racial en Suráfrica,
pero también al movimiento de liberación de la
mayoría negra, incluido el propio ANC, que había
promovido la creación de la Comisión.

El ANC reaccionó de forma airada ante el informe,
pero Mandela se distanció de su propio partido al apoyar
los resultados del texto
publicado por la Comisión. El 3 de marzo de 1999
anunció que no se presentaría a la
reelección presidencial. Celebradas las elecciones
generales el 2 de junio de ese año, resultó
sucedido en la jefatura del Estado por el vencedor de las mismas,
Mbeki, que había sido hasta entonces el vicepresidente de
la República.

3.6 África: la OUA pasará a denominarse
Unión Africana

El 11 de julio, durante la celebración en
Lomé (Togo) de la XXXVI Cumbre de la Organización
para la Unidad Africana (OUA), los jefes de Estado y de gobierno
de los países asistentes a la misma firmaron el acta
constitutiva de un nuevo organismo que se llamará
Unión Africana y que reemplazará a la OUA. La
Unión Africana entrará en vigor 30 días
después de que sea ratificada por los parlamentos de al
menos dos tercios de los 53 países que pertenecen
actualmente a la OUA. Un año después de la
ratificación de la UA, que también tendrá su
sede en Addis Abeba, la OUA desaparecerá.

    1. Organización de Estados Centroamericanos
      (ODECA), asociación fundada en 1951 para promover
      los lazos políticos, económicos, sociales y
      culturales entre los países de
      Centroamérica. La intención de los
      fundadores era construir un mercado regional, que se logró al
      crearse en 1960 el Mercado Común Centroamericano.
      Hoy está integrada por Costa
      Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. En 1962
      se firmó una nueva carta,
      aunque los programas y actividades de la
      Organización se hallan en suspenso desde 1973. Su
      órgano de gobierno es el Consejo Ejecutivo, que
      suele reunirse cada dos semanas y está formado por
      los ministros de asuntos exteriores de los estados
      miembros, o sus representantes. La Secretaría
      General, que se encuentra en San Salvador, constituye la
      sede administrativa. La Organización obtiene sus
      fondos a través de las aportaciones efectuadas por
      las naciones que la integran.

      En cuanto al Mercado Común
      Centroamericano, que se había fijado como objetivo el establecimiento de una
      unión aduanera, la tensión existente entre
      Honduras y El Salvador obligó a la
      congelación del proyecto a mediados de la
      década de 1970. Los antagonismos políticos
      en la zona han impedido la reactivación de este
      interesante programa de integración regional.

    2. Se organiza la ODECA

      Proceso revolucionario que a partir de 1959
      convirtió a Cuba
      en un país socialista liderado por Fidel
      Castro, si bien, por extensión, también
      se considera como tal al conjunto de radicales
      transformaciones que el gobierno de aquél
      provocó desde entonces en la isla.

      El golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, que
      derribó a Carlos Prío Socarrás
      (1948-1952) e impuso la dictadura de Fulgencio Batista, fue el
      germen sobre el que habría de tener lugar la
      Revolución Cubana. A partir de
      estos acontecimientos, el descontento del pueblo cubano
      fue en aumento y no concluyó hasta el triunfo
      definitivo de los revolucionarios. El 26 de julio de
      1953, con el asalto al cuartel de Moncada, comenzó
      la insurrección contra la dictadura de Batista. El
      ataque, dirigido por Fidel Castro al mando de unos 200
      hombres, fracasó y su jefe fue condenado a 15
      años de prisión en la isla de Pinos
      (renombrada en 1978 como isla de la Juventud).

      Amnistiado en 1955, Castro se exilió en
      México, creó el Movimiento
      26 de Julio, reorganizó a los insurgentes y
      entró en contacto con el revolucionario argentino
      Ernesto Che
      Guevara.

      En diciembre de 1956, a bordo del yate Granma,
      Castro desembarcó en la playa de las Coloradas,
      situada en la ensenada del Turquino (en el extremo
      suroccidental de Cuba), y se adentró en sierra
      Maestra. Allí recibió el apoyo de buena
      parte del campesinado y comenzó una guerra contra
      el gobierno que duró dos años. La isla
      estaba, en este periodo, completamente entregada al
      capitalismo estadounidense, que controlaba
      el 90% de las minas y de las haciendas, el 40% de la
      industria azucarera, el 80% de los
      servicios públicos y el 50% de los
      ferrocarriles y de la industria petrolera.

      A fines de 1958, la guerrilla asentada en su
      base principal de sierra Maestra, así como el
      denominado II Frente Oriental, había acabado
      prácticamente con la resistencia del
      Ejército de Batista. El 8 de enero de 1959, Castro
      entró en La Habana, de donde ya había huido
      el dictador Batista a Santo Domingo, y se designó
      presidente a Manuel Urrutia Lleó, aunque el poder
      efectivo estaba en manos del principal dirigente
      revolucionario, que pronto se convirtió en primer
      ministro.

      En julio de 1959, Urrutia, descontento por la
      negativa de Castro a celebrar elecciones, fue sustituido
      por Oswaldo Dorticós. El nuevo gobierno
      adoptó medidas radicales: Ley de Reforma
      Agraria, que entregaba la tierra
      a los campesinos, creación de un Ejército
      nacional y alfabetización de la
      población.

      En 1961, fracasó el desembarco de
      bahía de Cochinos, un intento de invasión
      de la isla organizado por la agencia estadounidense CIA,
      y Cuba pasó a convertirse progresivamente en un
      Estado socialista cada vez más vinculado con la
      otra superpotencia: la Unión de Repúblicas
      Socialistas Soviéticas (URSS). En 1962, los
      soviéticos instalaron rampas de misiles en la
      isla, las cuales, ante el bloqueo dictado por el
      presidente John Fitzgerald Kennedy, fueron finalmente
      desmanteladas, resolviéndose de este modo la
      gravísima vicisitud internacional planteada entre
      Estados Unidos y la URSS que pasó a ser conocida
      como crisis de los misiles.

      En 1965, en sustitución del Partido Unido
      de la Revolución Socialista, se constituyó
      el Partido Comunista de Cuba, de carácter
      marxista-leninista, con Castro como secretario general.
      Como cabeza de la revolución comunista en el
      Tercer Mundo, Cuba intervino militarmente en diferentes
      conflictos: Angola, Congo, Guinea-Bissau, Somalia,
      Etiopía, Mozambique y Yemen del Norte.

      Desde diciembre de 1991, y aun desde algunos
      años antes, la disolución del principal
      valedor y apoyo internacional del régimen cubano,
      la URSS, agravó los problemas
      socioeconómicos de la isla, lo que no
      impidió que la aplicación de los principios
      marxistas-leninistas de Castro (quien, desde 1976, no
      sólo encabezaba el gobierno, sino la misma
      jefatura del Estado), así como su decidida
      política exterior de signo antiimperialista
      (entendida ésta como un claro enfrentamiento ante
      las decisiones boicoteadoras estadounidenses), fuera el
      comportamiento habitual del gobierno de
      Cuba.

    3. Revolución Cubana

      Watergate, nombre dado al mayor escándalo
      político estadounidense, iniciado con el
      allanamiento e intervención de las líneas
      telefónicas del cuartel general electoral del
      Partido Demócrata, que sirvió para acusar
      posteriormente al presidente Richard Nixon y a muchos de
      sus colaboradores de haber llevado a cabo una serie de
      actos ilegales. El escándalo culminó con la
      primera dimisión de su cargo efectuada por un
      presidente de Estados Unidos.

      El allanamiento fue cometido el 17 de junio de
      1972 por cinco hombres que fueron detenidos en las
      oficinas del Comité Nacional del Partido
      Demócrata en el edificio Watergate de la ciudad de
      Washington. Con el paso del tiempo, su arresto
      desveló un plan de espionaje promovido por la Casa
      Blanca contra sus oponentes políticos, que
      implicó a altos cargos del país, como el
      antiguo fiscal
      general (ministro de Justicia) John Mitchell, el
      consejero presidencial John Dean, el jefe de Personal de
      la Casa Blanca H. R. Haldeman, el asesor especial de la
      Casa Blanca para Asuntos Nacionales John Ehrlichman y el
      propio presidente Nixon.

      El 30 de abril de 1973, Nixon aceptó la
      dimisión de Haldeman y Ehrlichman, y
      anunció el cese de Dean. El procurador general
      Richard Kleindienst también presentó la
      dimisión. Su sucesor, Elliot Richardson,
      nombró un procurador especial, Archibald Cox, para
      que dirigiera una investigación sobre las escuchas
      del Watergate.

      En mayo de 1973 el Comité del Senado
      sobre Actividades Presidenciales inició las
      comparecencias, que dieron como resultado una serie de
      asombrosas revelaciones. Dean testificó que
      Mitchell ordenó el allanamiento y que se
      había intentado encubrir la implicación de
      la Casa Blanca. Además, manifestó que el
      presidente había autorizado el pago a los
      asaltantes para que guardaran silencio. La
      administración Nixon negó
      vehementemente esta acusación.

      El 16 de julio de 1973, Butterfield, asesor de
      la Casa Blanca, testificó que Nixon había
      ordenado la instalación en la Casa Blanca de un
      sistema para grabar automáticamente todas las
      conversaciones; de este modo podría ser verificado
      lo que el presidente hubiera dicho. Cox exigió la
      entrega inmediata de ocho grabaciones, que
      confirmarían el testimonio de Dean. Nixon se
      negó a entregarlas y el sábado 20 de
      octubre de 1973 ordenó a Richardson que cesara a
      Cox. Richardson presentó su dimisión y fue
      el fiscal general del Estado quien cesó a Cox. La
      destitución provocó la unánime
      protesta de la opinión pública. En
      respuesta, Nixon nombró otro procurador especial,
      Leon Jaworski. Algunas de las conversaciones pedidas
      desaparecieron y los expertos determinaron que las
      grabaciones habían sido manipuladas y borradas en
      parte.

      En marzo de 1974, el Gran Jurado acusó a
      Mitchell, Haldeman, Ehrlichman y otros cuatro
      funcionarios más de la Casa Blanca de participar
      en el encubrimiento del caso Watergate y consideró
      a Nixon como 'conspirador sin encausar'. El Tribunal
      Supremo ordenó a Nixon la entrega de la totalidad
      de las grabaciones.

      En la noche del 29 al 30 de julio de 1974, una
      comisión judicial nombrada por la Cámara de
      Representantes aprobó tres impeachment
      (formulación de una acusación contra el
      presidente o algún alto funcionario del gobierno
      de Estados Unidos) que acusaban a Nixon de abuso del
      poder ejecutivo, de obstrucción a la justicia y de
      no protección de la
      Constitución.

      Tan pronto como el escándalo Watergate
      salió a la luz,
      fueron desveladas una serie de actividades ilegales
      paralelas: desde 1971 un grupo
      perteneciente a la Casa Blanca, había intentado
      obstaculizar las filtraciones de información a los medios
      de comunicación. El Gran Jurado acusó a
      Ehrlichman, al consejero especial de la Casa Blanca,
      Charles Colson y a otros funcionarios de irrumpir en el
      despacho de un psiquiatra a fin de obtener documentos
      para ser utilizados en contra de Daniel Ellsberg, quien
      había publicado los denominados 'papeles del
      Pentágono'.

      Además, los investigadores descubrieron
      que la administración Nixon había
      solicitado grandes cantidades de dinero
      durante una campaña ilegal de donativos
      (utilizadas para financiar el espionaje político y
      para pagar más de 500.000 dólares a los
      asaltantes del edificio Watergate) y que ciertos
      funcionarios gubernamentales habían mentido
      sistemáticamente sobre su participación en
      la intervención de las comunicaciones y en el posterior
      encubrimiento de los hechos. Por otra parte, funcionarios
      de la Casa Blanca testificaron que en 1972 habían
      falsificado documentos para implicar al presidente John
      Fitzgerald Kennedy en el asesinato del presidente
      survietnamita Ngô Dinh Diêm (1963) y para
      acusar al senador Hubert Horatio Humphrey de conducta inmoral.

      Todo este proceso erosionó la imagen
      de Nixon. El 5 de agosto de 1974, tres nuevas grabaciones
      revelaron que el presidente había ordenado que el
      FBI (Oficina Federal de Investigación)
      dejara de investigar las escuchas del Watergate.
      También demostraban que el propio Nixon estaba
      involucrado de forma directa en el encubrimiento de la
      participación de la administración en el
      escándalo.

      Para evitar hacer frente al casi seguro
      impeachment, Nixon dimitió el 9 de agosto, siendo
      el primer presidente de Estados Unidos en renunciar a su
      cargo. Un mes más tarde su sucesor, Gerald Ford,
      le exoneró de todos los delitos que pudiera haber cometido durante
      su mandato. Nixon quedó entonces a salvo de
      cualquier acusación.

    4. Watergate

      Guerra de las Malvinas, conflicto bélico que, en
      1982, enfrentó al Reino Unido y a Argentina por la
      soberanía de las islas
      Malvinas. Sus causas se remontaban a una disputa
      anglo-española por la titularidad de dichas islas,
      que tuvo lugar en el siglo XVIII, a la que siguió
      un posterior intento de colonización por parte de
      Argentina para hacer constar sus derechos sobre las
      antiguas posesiones de España. En 1833, Gran
      Bretaña (denominación abreviada que designa
      igualmente al actual Reino Unido) reafirmó su
      soberanía y expulsó a la población
      argentina de las islas.

      En 1981, cuando se acercaba el 150 aniversario
      de esta expulsión, una nueva Junta Militar
      argentina presidida por Leopoldo Fortunato Galtieri, que
      obligó a dimitir a Roberto Viola, dio
      máxima prioridad a la devolución de las
      Malvinas. No existían indicios que hicieran pensar
      que el gobierno británico estuviera especialmente
      interesado en conservar la colonia: la población
      no llegaba a los 2.000 habitantes y su crecimiento
      decrecía poco a poco, al igual que lo hacía
      la economía local, que dependía de la
      exportación de lana, y estaba
      dominada por la Falkland Island Company (FIC,
      Compañía de las Islas
      Malvinas). Sin embargo, los isleños se
      resistían a cualquier tipo de cesión de
      soberanía a Argentina.

      La Junta Militar argentina decidió llevar
      a cabo una ofensiva diplomática intensiva e
      inflexible que, en caso necesario, culminaría en
      una acción militar en otoño de 1982. En
      febrero de ese mismo año, se celebraron en Nueva
      York varios contactos diplomáticos, sin que
      hubiera ningún resultado. Al mes siguiente,
      algunos chatarreros argentinos llegaron a otra isla
      británica, situada al sureste del
      archipiélago de las Malvinas, Georgia del Sur.
      Gran Bretaña sospechó que su objetivo era
      establecerse allí de forma permanente, por lo que
      envió un barco patrulla, el HMS Endurance, para
      desalojar a los trabajadores. Este hecho hizo que el
      gobierno militar argentino pensara que Londres estaba
      aprovechando la oportunidad para reforzar su
      posición en las Malvinas. En vista de la
      situación, el 26 de marzo de 1982, la Junta
      Militar argentina decidió iniciar la ofensiva
      militar y el 2 de abril tuvo lugar la invasión, a
      la que hizo frente un pequeño destacamento de
      soldados de infantería de la Marina
      británica. Al día siguiente, Georgia del
      Sur también fue tomada por las tropas
      argentinas.

      Gran Bretaña había alertado al
      gobierno de Estados Unidos cuando la invasión
      pareció inminente, lo que dio lugar a un
      infructuoso llamamiento de última hora por parte
      del presidente estadounidense Ronald Reagan al presidente
      argentino Galtieri. El gobierno británico de la
      primera ministra Margaret Thatcher se enfrentó a
      una grave crisis política, que provocó la
      dimisión inmediata del ministro de Asuntos
      Exteriores, lord Carrington. Margaret Thatcher
      decidió la ‘liberación’ de las
      islas.

      Rápidamente se reunió un
      importante destacamento de fuerzas, formado por dos
      portaaviones y unos 28.000 hombres. Cuando este
      destacamento inició su viaje de 8.000 millas hasta
      el Atlántico sur, se produjo una intensa actividad
      diplomática por parte del secretario de Estado
      (ministro de Asuntos Exteriores) de Estados Unidos,
      Alexander Haig, el cual trató de convencer a
      Argentina de que tenía más posibilidades de
      alcanzar su objetivo aceptando entablar negociaciones
      diplomáticas, pero al fracasar en sus esfuerzos,
      el 30 de abril anunció formalmente el apoyo
      estadounidense a Gran Bretaña.

      El 25 de abril, las fuerzas británicas
      reconquistaron Georgia del Sur. A comienzos de mayo, tras
      el despliegue del grueso de sus fuerzas en la zona, los
      aviones de la RAF (Fuerza Aéreas
      británicas) comenzaron a atacar las posiciones
      argentinas, en especial la pista de aterrizaje de Puerto
      Stanley (Puerto Argentino, antiguo Puerto Soledad).
      Aunque los británicos no lograron expulsar a las
      fuerzas aéreas y navales argentinas, el submarino
      nuclear Conqueror provocó el hundimiento del
      crucero argentino General Belgrano, falleciendo 360
      hombres. A continuación, un misil Exocet lanzado
      por la aviación argentina hundió a un
      destructor británico, el HMS Sheffield.

      Los británicos se prepararon para un
      desembarco anfibio en la Gran Malvina (una de las mayores
      islas del archipiélago), una operación
      militar bastante difícil. Fuerzas especiales
      reconocieron la isla para determinar las posiciones de
      las tropas argentinas e identificar los lugares
      más apropiados para el desembarco. Mientras tanto,
      la actividad diplomática continuaba, primero a
      iniciativa del gobierno peruano y, después, del
      secretario general de la Organización de las
      Naciones Unidas (ONU) Javier Pérez de
      Cuéllar. Una vez más, el gobierno argentino
      se negó a contemplar la posibilidad de una
      retirada militar si no se le garantizaba que las
      negociaciones directas desembocarían en una
      transmisión de soberanía.

      El 21 de mayo, unos días después
      de que concluyeran los esfuerzos de la ONU, sin que se
      produjera ningún avance, las tropas
      británicas desembarcaron en San Carlos (en la Gran
      Malvina). El desembarco se llevó a cabo con
      éxito, pero durante los días siguientes no
      cesaron los ataques aéreos contra los buques
      británicos que trataban de desembarcar suministros
      en tierra. Fueron hundidos tres buques de guerra y un
      mercante, el Atlantic Conveyor, varios
      helicópteros se perdieron y numerosos aviones
      argentinos fueron derribados.

      El principal combate en tierra, después
      del desembarco, se produjo el 28 de mayo, cuando un
      contingente británico formado por 600 hombres
      derrotó a una guarnición argentina mayor en
      número en Goose Green (en Malvina del Sur), tras
      un duro enfrentamiento. Los británicos avanzaron
      hacia la principal guarnición argentina que estaba
      situada en la capital, Puerto Stanley (Puerto Argentino),
      y el 8 de junio se produjo su mayor desastre, cuando el
      buque de transporte Sir Galahad fue destruido por
      aviones argentinos en Port Fitzroy.

      Poco a poco, mediante ataques combinados de
      artillería e infantería para acabar con la
      intermitente resistencia argentina, los británicos
      tomaron las tierras altas que rodean Puerto Stanley
      (Puerto Argentino). El 14 de junio, la guarnición
      argentina, a las órdenes del general
      Menéndez, se rindió. La Junta Militar que
      controlaba el poder en Argentina dimitió poco
      después de la derrota. Las islas fueron
      fortificadas por los británicos, manteniendo su
      carácter de colonia, aunque a sus habitantes se
      les concedió la plena ciudadanía
      británica.

    5. Guerra de las Malvinas
    6. MERCOSUR
  1. AMÉRICA

Mercado Común del Sur, organización
regional del espacio sudamericano constituida en virtud del
Tratado de Asunción. Fue éste firmado el 26 de
marzo de 1991 por los presidentes de Argentina (Carlos
Saúl Menem), Brasil (Fernando
Collor de Mello), Paraguay
(Andrés Rodríguez) y Uruguay (Luis
Alberto Lacalle). El principal objetivo establecido en el Tratado
de Asunción era lograr la progresiva eliminación de
barreras arancelarias entre los estados miembros con el fin de
constituir un mercado común antes del 31 de diciembre de
1994.

Los orígenes del Mercosur se
remontan a un encuentro que tuvo lugar en 1986 entre los entonces
presidentes de Brasil, José Sarney, y de Argentina,
Raúl Alfonsín. El acuerdo comercial bilateral entre
ambos países se transformó con el tiempo en la idea
de crear una zona de libre comercio en
Sudamérica, proyecto que cobró fuerza cuando
Uruguay y Paraguay se sumaron a tal intento. Según lo
previsto en el cronograma del Tratado de Asunción, el
día 1 de enero de 1995 se puso en vigor la unión
aduanera y la libre circulación de bienes entre
los cuatro países firmantes: Argentina, Brasil, Paraguay y
Uruguay.

El espacio que engloba el Mercosur constituye un mercado
de más de 200 millones de personas. Esta cifra se aproxima
a la población de América
del Norte y no dista demasiado de los 300 millones de habitantes
de la Unión
Europea (UE). El producto
interior bruto (PIB) del
área integrante del Mercosur alcanza los 800.000 millones
de dólares, aproximadamente el 60% del PIB
regional.

La administración y ejecución del Tratado
de Asunción y de los acuerdos específicos y
decisiones adoptadas durante el periodo de transición
estuvieron a cargo del denominado Consejo del Mercado
Común (cuya presidencia tiene un carácter
rotatorio, establecido cada seis meses) y del Grupo Mercado
Común.

El Consejo del Mercado Común es el órgano
superior del Mercosur. Le corresponde la conducción
política del mismo, así como la toma de
decisiones que aseguren el cumplimiento de los plazos y
objetivos para
su constitución definitiva. Está integrado por los
ministros de Relaciones Exteriores de los estados parte, que
deben reunirse al menos una vez al año. El Grupo Mercado
Común es el órgano ejecutivo del Mercosur, debe
velar por el cumplimiento de las decisiones adoptadas por el
Consejo y está coordinado por los ministros de Relaciones
Exteriores.

El Tratado está abierto a la adhesión,
previa negociación, del resto de los países
miembros de la Asociación Latinoamericana de
Integración (ALADI), cuyas
solicitudes serán consideradas después de cinco
años de su entrada en vigor. Sólo podrán ser
analizadas antes de este plazo las presentaciones de
países que no formen parte de esquemas de
integración subregional o de una asociación
extrarregional.

El Mercado Común tiene tres objetivos
fundamentales:

1) libre circulación de bienes, servicios y
factores productivos entre los países firmantes del
Tratado de Asunción mediante, entre otras medidas, la
eliminación de los derechos aduaneros y restricciones
paraarancelarias;

2) fijación de una tarifa externa común
y adopción
de una política comercial común con
relación a terceros países o bloques regionales,
y coordinación de las posiciones en foros
comerciales de la región e internacionales;

3) coordinación de políticas macroeconómicas y de
comercio
exterior, agrícolas, industriales, fiscales,
monetarias, cambiarias y de capitales, de servicios, aduanera,
de transportes y comunicaciones, y otras que se acuerden en el
futuro, a fin de asegurar condiciones adecuadas de competencia
entre los estados parte.

Por lo que se refiere a la estrategia del
Mercosur, ésta se basa en tres soportes interrelacionados:
profundización (negociación de temas nuevos),
consolidación (cumplimiento y aplicación efectiva
de los compromisos acordados) y relaciones exteriores, que se
fundamentan en negociaciones con países de la
Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI),
de la UE y de otras entidades y organizaciones
supranacionales.

Con el fin de hacer efectiva la estrategia
consolidadora, se tratan de asegurar los mecanismos de
solución de controversias y de garantizar la seguridad
jurídica del proceso de integración. La
decisión número 17/98 de la XV Reunión del
Consejo del Mercado Común reglamentó el Protocolo de
Brasilia para la Solución de Controversias.

En el contexto de la estrategia tendente a la apertura
comercial se ha implementado una política de relaciones
exteriores muy activa. De esta forma, en el marco de la ALADI se
ha trabajado de modo intenso en la renegociación de los
acuerdos preferenciales preexistentes con los demás
países miembros de la misma. Con ocasión de la
Cumbre de Presidentes de San Luis (1996) se firmó el
Acuerdo de Complementación Económica
Mercosur-Chile, que entró en vigor el día 1 de
octubre de 1996 y que constituyó un vigoroso instrumento
que sentó las bases fundamentales para la
conformación de un "espacio económico
ampliado".

En el caso particular de Bolivia, en la
Cumbre de Presidentes celebrada en Fortaleza (1996) se
firmó el Acuerdo de Complementación
Económica Mercosur-Bolivia, con alcances similares al
suscrito con Chile. También se progresó con los
demás países de la ALADI. Así, se propuso a
los cuatro socios restantes de la Comunidad
Andina (Colombia,
Ecuador,
Perú y Venezuela) la
negociación de un acuerdo de libre comercio similar a los
suscritos con Chile y Bolivia. Con respecto a México, se
han celebrado rondas de negociaciones en las que se
consideró la posibilidad de establecer un acuerdo
estrictamente comercial.

En 1997 cada uno de los países del Mercosur
prorrogó sus acuerdos bilaterales hasta que se alcance el
Acuerdo General. En abril de 1998 se firmó el Acuerdo de
Cooperación en materia de
comercio e inversión entre el Mercosur y los
países integrantes del Mercado Común
Centroamericano (MCCA, integrado por Costa Rica, El Salvador,
Guatemala, Honduras y Nicaragua). De forma paralela, y en un
contexto americano ampliado, en la Cumbre Hemisférica de
Miami de 1994 se establecieron las bases para poner en marcha una
zona de libre comercio continental a partir del año 2005,
el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). En 1995
fue suscrito en Madrid el
Acuerdo Marco Interregional de Cooperación entre el
MERCOSUR y la UE.

Asimismo, se realizan reuniones de exploración
con el CER (Closes Economic Relations, integrado por Australia y
Nueva Zelanda), con la Asociación de Naciones del Sureste
Asiático (ASEAN) y con otras organizaciones.

4.6 Cumbre de países de América del
Sur

El 31 de agosto y el 1 de septiembre tuvo lugar una
cumbre que reunió, en Brasilia, a los jefes de Estado de
12 países de América del Sur. Todos los
participantes se comprometieron, con la firma del llamado
Comunicado de Brasilia, a construir un "nuevo espacio
sudamericano", en palabras del presidente de Brasil, Fernando
Henrique Cardoso, que permita el desarrollo
económico y social de toda la región. La
reunión sirvió también para aprobar un
proyecto para la modernización de las infraestructuras y
redes de
comunicación en el subcontinente. Los doce deberán
implementar un plan de integración que abarca aspectos
como la lucha contra el narcotráfico o la cooperación
tecnológica, y se comprometen a crear, antes de 2002, una
zona de libre comercio en el subcontinente que fusione el
Mercosur y la Comunidad Andina,
y que integre también a Guyana y Surinam.

La Cumbre de Brasilia, aunque dio un respaldo global al
Plan Colombia, sirvió también para dejar patentes
las reticencias que la estrategia diseñada por el
presidente Andrés Pastrana para acabar con el
narcotráfico ha despertado en algunos de sus vecinos, como
Brasil, Venezuela o Perú. Estos últimos temen la
extensión del conflicto colombiano, el éxodo masivo
de refugiados y narcotraficantes hacia sus fronteras y los
efectos perniciosos sobre el medio ambiente
de las fumigaciones sobre las plantaciones de coca.

Los líderes latinoamericanos respaldaron
igualmente la reivindicación argentina sobre las islas
Malvinas.

5.
COLOMBIA

5.1 Rojas Pinilla (1953-1957)

Rojas Pinilla, Gustavo (1900-1975), militar y
político colombiano, presidente de la República
(1953-1957). Nació en Tunja (Boyacá).
Estudió en la Escuela Militar de Cadetes de Bogotá.
Al mando de las Fuerzas Armadas dirigió el golpe de Estado
contra el presidente interino Roberto Urdaneta Arbeláez
(que sustituía a Laureano Gómez desde 1951) y fue
proclamado presidente de la República. Durante su mandato
se produjeron abundantes disturbios, reprimidos con dureza, se
cerraron periódicos, creció la deuda,
aumentó la corrupción y se realizaron importantes
obras públicas.

Fue derrocado por un levantamiento popular en 1957 y se
exilió. Regresó un año después y fue
condenado a la pérdida de sus derechos políticos y
de su rango militar, pero quedó rehabilitado en 1967.
Fundó el partido ultraderechista Alianza Nacional Popular
(ANAPO) en 1965 y estuvo a punto de ganar las elecciones de 1970.
Sus numerosos seguidores no aceptaron el resultado electoral y
hubo que proclamar el estado de sitio. Murió en 1975 en
Melgar.

5.2 Pacto Andino

Pacto Andino, programa político común
acordado por los países firmantes del Acuerdo de Cartagena
(1969), que dio lugar a la fundación del Grupo Andino
(rebautizado en 1996 con el nombre de Comunidad
Andina).

Cartagena, Acuerdo de, tratado firmado en 1969 por
Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú en la ciudad
colombiana de Cartagena, con el fin de crear un mercado
común de ámbito regional. Sus resultados fueron la
conclusión de un programa de política común
(el Pacto Andino) y
la integración de los países firmantes en el
denominado Grupo Andino (desde abril de 1996 rebautizado como
Comunidad Andina).

Los objetivos iniciales consistían en erradicar
por completo los aranceles
entre los países firmantes y la creación de un
único Arancel Externo Común (AEC) frente a
terceros. Venezuela se adhirió en 1973, pero el Grupo
sufrió la baja de Chile en 1976 como consecuencia de las
nuevas directrices políticas implantadas por Augusto
Pinochet, jefe del Estado chileno desde 1973. A pesar de tener
que enfrentarse a importantes problemas (sobre todo debido a las
frecuentes tensiones territoriales entre Ecuador y Perú),
el Acuerdo mantiene sus objetivos.

Comunidad Andina, organización internacional del
ámbito sudamericano conocida por el nombre de Grupo Andino
hasta abril de 1996, fecha en que su última Asamblea
General cambió su denominación de Grupo por el de
Comunidad. La finalidad de la Comunidad Andina es facilitar el
desarrollo de
los estados miembros a través de la cooperación
económica y social.

El Grupo Andino fue creado en 1969 por el Acuerdo de
Cartagena, y en 1994 englobaba a Bolivia, Colombia, Ecuador y
Venezuela y Perú, habiéndose visto modificada su
estructura
primigenia tras la adhesión de Venezuela en 1973 y la
retirada de Chile en 1976. La autoridad suprema de la Comunidad
la constituye una Comisión, formada por un representante
de cada país. La presidencia es rotatoria y varios
órganos subsidiarios coordinan la política relativa
a cuestiones como el comercio, la industria, el turismo, el intercambio
monetario, la planificación financiera y la
legislación.

En 1984 se lanzó una moneda única, en un
esfuerzo por reducir la dependencia con respecto al dólar
estadounidense. Algunos de los más ambiciosos programas
del grupo, como el establecimiento de una unión aduanera,
fueron modificados por el Protocolo de Quito de 1987.
Más tarde, en la cumbre celebrada en mayo de 1991, se
acordaron tres importantes compromisos: crear un mercado
común andino, que entraría en vigor en 1995;
introducir el sufragio
universal para elegir al Parlamento Andino; y otorgar a los
países miembros la igualdad de
derechos en lo concerniente al espacio aéreo y aeropuertos
enmarcados dentro del territorio del grupo. Su sede se halla en
Lima, capital de Perú.

5.3 Concluye el Frente Nacional

A finales de 1958 el candidato liberal Alberto Lleras
fue reelegido presidente (lo había sido ya entre 1945 y
1946). La coalición liberal-conservadora trajo cierta
estabilidad a Colombia durante la década de 1960. La
coalición tenía la mayoría en ambas
cámaras del Congreso, pero rara vez podía ganar las
dos terceras partes requeridas en ambas para llevar adelante
proyectos
legislativos. Por ello, el gobierno frecuentemente caía en
periodos de inactividad.

El presidente Guillermo León Valencia, candidato
conservador elegido en 1962, declaró el estado de sitio el
año siguiente con el fin de vencer el desacuerdo
político. Bajo el mando del presidente Carlos Lleras
Restrepo, candidato liberal que sucedió a Valencia en
1966, se continuó gobernando mediante decretos. En las
elecciones de 1970 el Frente
Nacional derrotó a la oposición del anterior
dictador Rojas Pinilla y se eligió a Misael Pastrana
Borrero como presidente.

Cuando la coalición llegó a su fin en
1974, se eligió como presidente al liberal Alfonso
López Michelsen, aunque se concedieron ciertos cargos del
gabinete a los conservadores. El alto nivel de desempleo
persistió y se produjeron incidentes a causa del
descontento de trabajadores y estudiantes, así como la
actividad aislada de grupos guerrilleros. En 1978, en unas
elecciones caracterizadas por el bajo número de votantes,
otro liberal, Julio César Turbay Ayala, ganó la
presidencia por un margen muy estrecho; posteriormente
llamó a cinco conservadores para que participaran en su
gabinete.

Hacia el año 1979, los insurgentes izquierdistas
habían adquirido más fuerza conforme el
Ejército fracasaba en sus intentos por vencerlos. Un
año después, un grupo guerrillero ocupó la
embajada dominicana en Bogotá durante 61 días,
reteniendo a numerosos diplomáticos extranjeros como
rehenes.

El candidato conservador, Belisario Betancur, anterior
ministro de Trabajo, ganó las elecciones presidenciales de
1982, estableciendo una ley de amnistía que afectó
a numerosos guerrilleros; en mayo de 1984 se anunció la
tregua acordada entre el gobierno y los grupos rebeldes. Ese
mismo mes, Betancur tomó medidas enérgicas contra
el floreciente tráfico de drogas en el
país.

Sin embargo, durante 1985 las organizaciones
guerrilleras recuperaron su fuerza y la lucha contra el
narcotráfico fue perdiendo su ímpetu inicial
conforme los traficantes de drogas y los rebeldes unían
sus fuerzas en varias regiones. En noviembre de ese año
las tropas del gobierno y la guerrilla se enfrentaron en un
violento combate después de que grupos guerrilleros
tomaran el Palacio de Justicia en Bogotá e hicieran
rehenes a docenas de personas. Al final del sitio habían
muerto un centenar de personas, entre las que se encontraba el
presidente de la Corte Suprema y otros diez
magistrados.

Para añadir aún más dramatismo a la
situación del país, a finales de ese mes una
avenida de lodo volcánico del Nevado del Ruiz
provocó la muerte y la
desaparición de 25.000 personas.

Los liberales ganaron las elecciones de 1986 y Virgilio
Barco Vargas, su máximo dirigente, se convirtió en
presidente el 7 de agosto. En agosto de 1989, respondiendo a la
ola de asesinatos en los que estaban implicados los
cárteles de la cocaína de
Colombia, el gobierno arrestó a más de 10.000
personas y confiscó las propiedades de presuntos
traficantes de drogas.

5.4 Virgilio Barco es elegido nuevo
presidente

Barco, Virgilio (1921- ), político colombiano,
presidente de la República (1986-1990). Nació en
Cúcuta. Miembro del Partido Liberal,
desempeñó diversos cargos entre 1958 y 1969:
ministro de Obras Públicas con Alberto Lleras Camargo
(1958-1962), embajador en Gran Bretaña, ministro de
Agricultura
con Guillermo León Valencia (1962-1966) y alcalde de
Bogotá (1966-1969). Nombrado embajador en Estados Unidos
en 1977, regresó a Colombia pocos años
después para preparar su carrera hacia la
presidencia.

En 1986 fue elegido presidente del país y durante
su mandato hubo de enfrentarse a la actividad guerrillera, por un
lado, y por otro al terrorismo de
los narcotraficantes. A pesar de algunos acuerdos logrados con la
guerrilla y a la lucha contra el narcotráfico, los logros
de la deseada pacificación fueron muy
precarios.

5.5 Nueva constitución
política

Durante el siglo XX, los partidos políticos
tradicionales, la oposición política de izquierda,
la insurgencia armada y las disidencias políticas
constituidas como "terceros partidos", cuestionaron y trataron de
reformar la Constitución Política de 1886. Las
transformaciones sociales y económicas del país, la
violencia
social y política, y la indiferencia ciudadana frente
al Estado y la democracia, habían llevado a nuestro
país a límites
peligrosos de ilegitimidad.

Entre 1910 y 1954, diferentes gobiernos adelantaron
reformas a la Carta de 1886
con el fin de reducir la duración de la presidencia, de
incorporar nuevos derechos económicos y sociales, de
modernizarla administrativamente y de adaptarla a nuevos
proyectos económicos y políticos. Desde 1957 el
proceso reformista y sus obstáculos le dieron un giro
decisivo a nuestra historia contemporánea.

Ese año, por medio de un plebiscito, se dio vida
constitucional al Frente Nacional. En esta oportunidad los
partidos tradicionales introdujeron, en medio de la expectativa
general de la sociedad por la pacificación nacional, la
prohibición de reformar la Constitución por
vía plebiscitaria.

En 1968, el gobierno de Carlos Lleras Restrepo
logró sacar ade lante una reforma constitucional,
fortaleciendo la autoridad presidencial dencial, con amplias
facultades para intervenir en la economía del país,
y con una enorme influencia sobre el Congreso de la
República. En 1977, el presidente Alfonso López
Michelsen propuso una reforma constitucional más;
planteó la urgencia de la descentralización administrativa, la
reforma de la justicia, y la creación de una Corte
Constitucional; sin embargo, la propuesta
fracasó.

El proceso se aceleró con el asesinato de Luis
Carlos Galán, en agosto de 1989; en marzo d 1990, y
gracias a la convergen cia de un movimiento estudian til surgido
como protesta freni. a la crisis, de la intervención de
los principales medios de comu
nicación y de sectores de los partidos tradicionales y de
la oposición, los colombianos vota ron la séptima
papeleta, que convocaba al constituyente primario a manifestarse
a favor de una reforma.

Con las elecciones para presidente, en mayo de 1990, se
votó afirmativa y copiosamente en pro de la convocatoria a
la Asamblea Nacional Constituyente. Sus principales promotores
llamaron la atención sobre la imposibilidad de que el
Congreso hiciera la reforma, la importancia de renovar la "clase
política" tradicional y el hecho de que todos los
colombianos se encontraran alrededor de una causa que
debía sacar al país de la crisis, con la ampliacion
de sus derechos, la modernización del Estado y el
fortalecimiento de la justicia.

El ambiente no
podía ser más tenso y crítico: en marzo
había sido asesinado el candidato presidencial de la
Unión Patriótica, Bernardo Jaramülo; poco
tiempo después, en mayo, lo fue Carlos Pizarro
Leongómez, candidato presidencial y dirigente del
M-19.

El 9 de diciembre de 1990 los colombianos que
respondieron a la convocatoria, eligieron 70 constituyentes que
se encargaron de estudiar, debatir y redactar la Nueva
Constitución Política de Colombia. Se presentaron
116 listas que recogieron a partidos y movimientos
políticos. A pesar de ello, el porcentaje de
abstención electoral fue enorme: 75.34%. Pero, frente a
este hecho, se rescató la tendencia del voto de
opinión, liberado de las maquinarias partidistas y a favor
de la expresión de su malestar e inconformidad, y de su
convicción por el cambio pacífico.
Contribuyó enormemente a ello, la introducción del tarjetón
electoral.

El 5 de febrero de 1991 se instaló la Asamblea
Nacional, cuyo trabajo se organizó en cinco comisiones, a
saber: la Comisión I, integrada por 17 miembros, se
encargó de los "Principios, derechos, deberes,
garantías y libertades fundamentales, mecanismos e
instituciones
de protección, participación democrática,
sistema electoral, partidos políticos, estatuto de la
oposición, mecanismos de reforma
constitucional".

La Comisión //, integrada por 13 miembros, se
encargó del "Ordenamiento territorial, del Estado, la
autonomía regional y local". La Comisión III con 17
miembros, se encargó de los siguientes temas: "Gobierno y
Congreso, fuerza pública, régimen de estado de
sitio, relaciones internacionales". La Comisión IV,
integrada por 9 miembros, lo hizo de la "administración de
justicia y del ministerio público"; y la Comisión
V, con 18 miembros, de los "asuntos económicos, sociales y
ecológicos"

.La Constitución se proclamó y se
firmó en una ceremonia transmitida a todo el país
por los canales de televisión
y emisoras de radio, el 4 de julio siguiente. Tiene 13
títulos y 380 artículos, e introdujo 8
capítulos de disposiciones transitorias que
contenían 59 artículos.

Los principios constitucionales reconocieron los
mecanismos para que la democracia se hiciera realidad. No
sólo quiere decir que los colombianos debemos y podemos
participar electoralmente, sino que también podemos
ejercer nuestra soberanía a través de varios
mecanismos de participación ciudadana, tales como el
plebiscito, el referendo, la
consulta popular, el cabildo abierto, la iní ciatipa
legislativa y la revocatoria
del mandato (art. 103 de la Constitución de
1991).

Esta convocatoria a la participación
democrática aspiraba a involucrar a los trabajadores en la
gestión
de las empresas, y a la comunidad educativa en la
dirección de las instituciones de educación. La
sociedad estaría, en consecuencia, en capacidad de
vigilar, sancionar e intervenir, con base en el ejercicio de las
libertades consagradas por la Constitución, en la
orientación económica y social de su barrio,
ciudad, región y país.

Las posibilidades reales del ejercicio pleno de la
democracia política y del compromiso del ciudadano con su
país y su comunidad, necesariamente descansa en la
existencia de condiciones sociales y económicas; la
Constitución encargó al Estado la responsabilidad
de garantizar esos derechos, los cuales apuntan al bienestar de
los colombianos: empleo,
servicios públicos, protección de la familia,
derechos de la
mujer, los niños,
los adolescentes y
los ancianos, la salud y la
educación.

En conjunto, todo ello quiere decir que el Estado, en
nuestro país, adquirió una enorme responsabilidad y
función
social: estar al servicio y bienestar de la comunidad, promover
su prosperidad y asegurar la justicia y equidad, para
lo cual debe, en primera instancia, garantizar la
satisfacción de las necesidades básicas de los
colombianos.

Las posibilidades de ejercer la democracia, con base en
las libertades consagradas, se concretarían en la
transformación de los cuerpos colegiados, en la
elección popular y directa de Alcaldes, Gobernadores,
Vicepresidente y Presidente, en la consagración del
Estatuto de la Oposición, la institucionalizacion de los
partidos políticos, el ejercicio de los organismos de
control público, la reforma del sistema jurisdiccional y
la reorganización de las entidades
territoriales.

Uno de los escenarios más importantes para
construir la democracia participativa fue el municipio,
revitalizando con nueva vida a través de la
participación popular y de la introducción del voto
programático.

Este mecanismo garantiza que la responsabilidad del
municipio sea colectiva, es decir, que comprometa tanto a los
funcionarios elegidos —sea Alcalde o Gobernador— como
a los electores, o sea, a los ciudadanos, quienes podemos y
debemos evaluar la gestión y el cumplimiento de los
compromisos adquiridos por esos funcionarios.

5.6 Colombia: visita de Clinton en apoyo al Plan
Colombia

El 30 de agosto, un día antes de que comenzara
una cumbre que reunió a 12 jefes de Estado de
países de América del Sur, el presidente de Estados
Unidos, Bill Clinton, viajó a Colombia para impulsar el
llamado Plan Colombia, la estrategia diseñada por el
presidente Andrés Pastrana para acabar con el
narcotráfico y la guerrilla, y fomentar el desarrollo
económico, institucional y social de su país. El
gobierno estadounidense ha contribuido a dicho plan con 1.300
millones de dólares, fundamentalmente en ayuda militar. La
mayor parte de esta ayuda se destinará a la
fumigación de cultivos ilícitos y a la
destrucción de laboratorios clandestinos para el
procesamiento de la droga.

La visita de Clinton generó numerosas protestas
en Colombia. Organizaciones no gubernamentales, diversos sectores
sociales y la propia guerrilla expresaron su temor a que con el
plan, tal y como ha sido concebido, se produzca de hecho una
intervención militar estadounidense que llevaría a
la intensificación de los enfrentamientos armados y a la
"vietnamización" del conflicto.

Países vecinos a Colombia, como Brasil, Venezuela
y Perú, manifestaron también su preocupación
por la posible extensión del conflicto, la previsible
llegada de refugiados a sus fronteras y los posibles efectos
medioambientales que pueda acarrear la fumigación de las
plantaciones de coca.

(Para más información, véase el
artículo de julio de 2000 "Colombia: apoyo
económico internacional al Plan Colombia".)

Carlos

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