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Abandono de la tercera edad en la familia




Enviado por chuchoboy25



    1. Abandono o
      desplazamiento
    2. Repercusiones
    3. Llegar a la tercera edad en
      Chile es una condena
    4. Sentido y valor de la
      vejez
    5. Conclusión

    INTRODUCCIÓN

    El abandono que sufre la tercera edad es una dinámica que se vive a diario, son
    innumerables las historias que existen sobre el abandono,
    desplazamiento o el destierro del núcleo familiar.
    Historias que describen la realidad de miles de adultos
    mayores.

    Es por esto de la elección del tema a describir,
    la importancia que se le debe atribuir al abandono,
    situación que todos como personas sufrimos en alguna etapa
    de nuestras vidas, pero ante la mirada de la sociedad no es
    mucho lo que se hace para remediar esto, educando a la sociedad
    para evitar este hecho.

    Debemos que la población mundial crece día a
    día y que un gran porcentaje de este rendimiento
    será atribuido por la tercera edad, siendo esto ultimo,
    objeto de la aplicación de leyes y políticas
    sociales a favor de la tercera edad.

    Desde el punto de vista personal creo que
    toda intervención que se realice tanto en los niños,
    mujeres y adultos en general, es importante y es materia de
    estudio para profesionales a futuro, no obstante no es mucho lo
    que se hace para conocer este tipo de situaciones o para evitar
    esto.

    Es importante ondear en temas de esta índole, ya
    que todos llegaremos a esta etapa de la vida o alguien cercano a
    nosotros cómo un familiar, amigo o como ser
    social.

    Tenemos como futuros profesionales, saber identificar
    las carencias visibles en la gestión
    laboral
    existente en nuestros días. Tengo la sensación que
    es relevante dar la importancia que se debe a lo nuevo y a lo
    antiguo en conjunto en pos de una construcción social horizontal sin desmedro
    de ninguna etapa de la vida (niñez, adultes, vejez, etc.).
    la familia
    necesita mantener y cuidar la historia que se encuentra en
    la vida y los recuerdos de la tercera edad, en lo personal mi
    familia
    perdió esa instancia y es triste el ya no poder
    recuperar u oír de los labios de mi abuela como
    ejemplo.

    En un grupo familiar
    hay distintas etapas en donde se clasifica o se encasilla cada
    miembro de la familia como por ejemplo etapa infantil, adultes y
    vejez o en otras palabras la tercera edad. El o los miembros que
    se encuentran o han llegado a esta etapa, en la mayoría de
    os casa son excluidos o desplazados por el resto o mayoría
    de los miembros de la familia.

    Existiendo una ruptura en los planos afectivos, de
    comunicación, interacción como ser social, dentro de un
    grupo familiar social.

    La familia como grupo social tiene cambios y es mutable
    a la época que se vive, en donde se da mas importancia a
    lo personal que a las relaciones que existen dentro de los
    componentes sociales.

    ABANDONO O DESPLAZAMIENTO

    Una de las razones mas comunes es cuando una persona de la
    tercera edad es cuando ha cumplido con su vida laboral
    útil, persona que no es productiva en términos
    económicos para un grupo familiar, transformándose
    en una carga potencial de gastos para la
    familia a la que pertenece. Situación que se transforma en
    causal de rompimiento de interacción humana, relaciones,
    comunicación y hasta la afectividad, etc. Siendo esta
    ultima de gran importancia para el fortalecimiento y crecimiento
    de una familia.

    Al producirse un quiebre en los puntos antes nombrados
    (comunicación, afectividad, etc.), la tercera edad se
    repliega o es desplazada a un "rincón" del hogar,
    reduciéndose su mundo social provocando en el sujeto
    (tercera edad)una serie de repercusiones tales como abandono
    familiar social, aislamiento transformación o cambios en
    los lazos afectivos, cambios bruscos en los estadios de animo,
    etc.

    Otro de los casos recurrentes es en situaciones en donde
    el sujeto de la tercera edad es padre o madre y recibe a su hijo
    (a) con su familia (allegados), siendo estos una apropiamiento
    del hogar en una forma temática y paulatina de este
    (hogar), desplazando al sujeto en estudio a dependencias
    reducidas el ignoro de su opinión y/o en muchas
    situaciones se produce un ambiente de
    agresión tanto fisco, verbal y psicológico,
    ocasionando en el agredido daños psicológicos,
    neuronales, emocionales, conductuales y en algunos casos
    físicos que por la avanzada edad del sujeto son
    daños irreparables médicamente hablando

    Cuando el sujeto en cuestión pertenece a un grupo
    familiar extenso y nadie de los componentes de la familia se
    quiere preocupar o hacerse cargo del cuidado de este. Viviendo
    periodos cortos en los hogares de quien le haya tocado el turno
    de cuidarlo, haciendo sentir que es una carga. Circunstancia que
    lo lleva a estados de depresión,
    desequilibrio emocional, rechazo y el estado
    anímico decae, llevándolo a cuadros depresivos que
    en muchos casos se desea que llegue al momento de morir para
    llegar al termino de su calvario. Siendo esta etapa de la vida la
    más dura y triste para una persona que debería
    disfrutar y descansar con agrado hasta el término de su
    vida, instancia que todo persona desea.

    Las situaciones antes descritas son unas de las muchas
    que existen a diario en perjuicio de las personas de la tercera
    edad, situaciones que tienen una repercusión dañina
    para un grupo familiar y para la sociedad en
    sí.

    Existe una perdida de identidad para
    la familia y la sociedad, se extingue la historia que se trasmite
    verbalmente, sabiduría que se adquiere a través de
    los años y el adulto mayor la posee.

    REPERCUSIONES

    El abandono o desplazamiento tiene consecuencias sobre
    las personas como ser social y problemas que
    afectan directamente sus emociones,
    salud,
    sentimientos, etc. Algunas de las repercusiones son gracias a las
    razones o circunstancias antes nombradas y descritas
    anteriormente.

    La tercera edad es afectada en un principio con un
    abandono social familiar, es decir, se rompe la
    comunicación dentro del grupo familiar, los
    sentimientos pasan al olvido en combinación con el
    aislamiento desplazando al sujeto a un margen del olvido que es
    una persona y no un objeto que sirve para decorar el
    hogar.

    Los lazos afectivos se rompen ocasionando un quiebre
    dentro de una familia al igual que las personas afectadas. La
    comunicación se interrumpe cortando toda relación e
    interacción entre los componentes familiares y el sujeto
    de la tercera edad.

    Sus emociones también sufren un cambio en el
    proceso del
    olvido, transformándose (adulto mayor) en personas
    sensibles y que se ven afectadas por cualquier tipo de
    situación y/o problemas que hacen que caigan en cuadros
    depresivos que en consecuencia afectan su salud, su percepción
    d los estímulos y sensaciones.

    La conducta se
    transforma su sensibilidad crece y todo a su alrededor le
    molesta, ruidos, cosas en general, etc. Como por ejemplo si un
    niño pasa corriendo le molestará reaccionado en
    forma violenta y agresiva en el trato que tendrá con el
    niño. Esto a su vez provoca un mayor aislamiento en
    perjuicio de si mismo.

    La soledad que afecta al adulto mayor se ve reflejada
    muchas veces en el desear la muerte,
    para no ser carga de nadie y también para no ser una
    molestia . Anímicamente decaen siendo vulnerables a
    cualquier cosa que los pudiese afectar.

    La salud psicológica se ve afectada, la
    percepción de la realidad cambia no es la misma que los
    demás perciben , a esto último debemos agregarla
    responsabilidad que tienen el abuso físico
    que muchos adultos mayores sufren por parte de sus familiares
    (hijos, nueras, yernos, nietos, etc.), esto además de los
    estímulos externos , en sus alteraciones nerviosas, etc.
    Ocasionando un desequilibrio en su personalidad
    afectan sus relaciones cono ser social.

    LLEGAR A LA TERCERA EDAD EN CHILE ES UNA
    CONDENA

    Cada vez que sale a la luz un nuevo caso
    de ancianos maltratados, ignorados o abandonados, llueven las
    acusaciones a diestra y siniestra sobre quién asume la
    responsabilidad. Generalmente, estas personas que durante muchos
    años aportaron con su trabajo o con
    su experiencia, se ven enfrentados al olvido y pasan a ser una
    molestia para esta sociedad, que no permite defectos tan poco
    gratos como ser un fracasado, ser pobre, discapacitado, gordo o
    viejo.

    Entonces todos nos pasamos la pelota, que el Gobierno, que las
    instituciones
    de caridad, que los inescrupulosos que lucran con los pobres
    "abuelitos", etc. Llegar a viejo en Chile es casi una condena, es
    un tema del que no se quiere hablar, y no sólo es un
    problema que viven los ancianos pobres.

    En este país se subestima a los ancianos. No
    todos están enfermos de la cabeza para que los traten y
    les hablen como si fueran unas guaguas. Tener dificultades para
    desplazarse no significa que no puedan hacer pequeñas
    tareas que los hagan sentirse útiles.

    El que disminuyan su capacidad auditiva no quiere decir
    que no puedan mantener una conversación interesante. El
    que tengan 80 años no quiere decir que dejaron de tener
    sueños.

    Muchos ancianos se desconectan del mundo porque
    están terriblemente solos, porque son marginados de toda
    actividad familiar, porque nosotros los jóvenes no les
    damos cabida. No nos hacemos el tiempo para
    caminar un poco más lento, ni para escuchar una frase mal
    articulada.

    A los ancianos hay que escucharlos, con mucha paciencia.
    Ellos son los que nos han legado todo lo que alguna vez le
    legaremos a los que vienen luego de nosotros. El deterioro
    sería menos penoso si cada uno que tiene un familiar, un
    amigo o un vecino de la tercera edad comenzara por ponerle
    atención, por tratarlo como un igual que
    tiene cosas que decir; basta un saludo, una sonrisa y no
    subestimarlo.

    SENTIDO Y VALOR DE LA
    VEJEZ

    Las expectativas de una longevidad que se puede
    transcurrir en mejores condiciones de salud respecto al pasado;
    la perspectiva de poder cultivar intereses que suponen un grado
    más elevado de instrucción; el hecho de que la
    vejez no es siempre sinónimo de dependencia y que, por
    tanto, no menoscaba la calidad de la
    vida, no parecen ser condiciones suficientes para que se acepte
    un período de la existencia en el cual muchos de nuestros
    contemporáneos ven exclusivamente una inevitable y
    abrumadora fatalidad.

    Está muy difundida, hoy, en efecto, la imagen de la
    tercera edad como fase descendiente, en la que se da por
    descontada la insuficiencia humana y social. Se trata, sin
    embargo, de un estereotipo que no corresponde a una
    condición que, en realidad, está mucho más
    diversificada, pues los ancianos no son un grupo humano
    homogéneo y la viven de modos muy diferentes.

    Existe una categoría de personas, capaces de
    captar el significado de la vejez en el transcurso de la
    existencia humana, que la viven no sólo con serenidad y
    dignidad, sino
    como un período de la vida que presenta nuevas
    oportunidades de desarrollo y
    empeño. Y existe otra categoría -muy numerosa en
    nuestros días- para la cual la vejez es un trauma.
    Personas que, ante el pasar de los años, asumen actitudes que
    van desde la resignación pasiva hasta la rebelión y
    el rechazo desesperados. Personas que, al encerrarse en sí
    mismas y colocarse al margen de la vida, dan principio al proceso
    de la propia degradación física y
    mental.

    Es posible, pues, afirmar que las facetas de la tercera
    y de la cuarta edad son tantas cuantos son los ancianos, y que
    cada persona prepara la propia manera de vivir la vejez durante
    toda la vida.

    En este sentido, la vejez crece con nosotros. Y la
    calidad de nuestra vejez dependerá sobre todo de nuestra
    capacidad de apreciar su sentido y su valor.

    Rectificar la actual imagen negativa de la vejez, es,
    pues, una tarea cultural y educativa que debe comprometer a todas
    las generaciones. Existe la responsabilidad con los ancianos de
    hoy, de ayudarles a captar el sentido de la edad, a apreciar sus
    propios recursos y
    así superar la tentación del rechazo, del
    auto-aislamiento, de la resignación a un sentimiento de
    inutilidad, de la desesperación.

    Por otra parte, existe la responsabilidad con las
    generaciones futuras, que consiste en preparar un contexto
    humano, social y espiritual en el que toda persona pueda vivir
    con dignidad y plenitud esa etapa de la vida.

    CONCLUSIÓN

    Es indispensable el aceptar que todos algún
    día llegaremos a un estado de
    vejez, tenemos que aprender a convivir con ello y con personas
    que ya son adultos mayores y el abandono no es una
    solución para olvidar esto.

    No tenemos que sentarnos ajenos a esta situación
    (abandono), esta arraigada en la sociedad y debemos extirparla
    para que no se propague y no nos afecte directamente.

    Es lamentable el olvido que tiene la sociedad para con
    la tercera edad, ellos son personas, historia y conocimiento,
    personas que nos pueden entregar una infinidad de
    sabiduría y cosas útiles, tanto para el desarrollo
    propio, familiar y de la sociedad con una visión de
    fortalecimiento de la misma.

    La sociedad necesita y debe entregar amor, se debe
    empezar por la familia fortaleciendo este lindo vinculo que nos
    une el
    amor.

    A modo de sugerencia se deberían implementar
    técnicas para el desarrollo de la
    aceptación de personas de la tercera edad.

    Desarrollo de la conducta humana
    siendo más tolerable ante toda persona con el apoyo de la
    psicología
    conductista, virtud de un crecimiento y una comunicación
    sana, interacción, afectividad, y principalmente
    fortalecer los sentimientos, para que así la tercera edad
    sea tomada en cuenta como cualquier otro ser social y que es
    parte de la vida social.

    Responsable:

    Gastón Gutiérrez R.

    28 de junio, 2005

    UNIVERSIDAD DEL MAR

    ESCUELA DE TRABAJO SOCIAL

    ANALISIS PSICOSOCIAL DEL SUJETO
    SOCIAL

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