- Breve reseña
histórica de la remolacha - Estructuras productivas: Los
campesinos remolacheros de la Región del
Maule - El conflicto de la remolacha en
el contexto del actual sistema económico del
país - Conclusiones
- Anexo: Ley nº
19.897 - Bibliografía
La presente monografía pretende mostrar una realidad
que se vive en el medio rural, pero también urbano, puesto
que, los conflictos
entre campesinos, empresarios y gobierno,
atraviesan transversalmente estos dos contextos. En este sentido,
el medio rural ya no puede abstraerse de los acontecimientos que
afectan al país en particular y al mundo en general. Esta
visión de las cosas, podría enmarcarse en lo que se
ha dado en llamar "Nueva Ruralidad", por cuanto lo tradicional y
lo moderno se entrecruzan para mostrar una misma realidad. Cual
es, la situación en que se encuentran los cultivos de
remolacha en nuestro país, las leyes que los
rigen, el futuro de esta actividad económica y social y
como afecta, tanto a los campesinos productores de remolacha,
como a la gran industria
azucarera.
En este sentido, existiría un alto grado de integración del país en general y la
actividad rural en particular, con respecto al proceso de
globalización, variable que ha cobrado una
gran importancia en los últimos tiempos. En efecto,
podemos comprobar como los proceso globalizadores afectan a
nuestro país, poniéndolo en desventaja gracias a
los requerimientos de la
Organización Mundial del Comercio, por
ejemplo. Esta organización, ha ejercido gran presión en
el gobierno chileno, para que termine con el sistema de bandas
de precios para
el azúcar
y el trigo, lo cual quedó finalmente establecido en la
ley nº
19.897, que pone término a este sistema de
protección de nuestros productos, el
año 2014. Esta situación llevará a un
desmedro laboral y
económico, a unos 50.000 campesinos que en estos momentos
están produciendo remolacha, en las regiones VI y VII de
nuestro país.
He querido por tanto, conocer esta realidad en "terreno", al
entrevistar a cuatro campesinos pertenecientes a la localidad de
Longaví, en la provincia de Linares. Como lo señalo
más adelante, estas entrevistas no
representan una muestra
válida científicamente, sin embargo, pude conocer
la realidad de los campesinos desde ellos mismos: sus problemas, sus
luchas, lo que esperan para el futuro del cultivo de la remolacha
y cual es su visión del conflicto al respecto.
El presente trabajo ha
sido estructurado en tres apartados. En el primero, se presenta
una breve reseña histórica acerca de los
orígenes de la planta de remolacha, como se cultivaba y
los lugares donde comenzó a producirse, en el mundo.
Luego, como llegó a nuestro país, el éxito
que tuvo inicialmente su cultivo, especialmente por la
creación de fuentes de
trabajo que permitieron mejorar la calidad de vida
de un gran sector rural. Gracias a lo cual, se crea a
través de CORFO, la Industria Azucarera Nacional, que tuvo
un enorme impacto social y económico. Los problemas por
los que atravesó esta empresa estatal y
su posterior privatización en el contexto del gobierno
militar.
En el segundo apartado he intentado entregar las
características sociales y económicas más
relevantes de los campesinos remolacheros de la VII Región
del Maule. Lamentablemente no he encontrado estudios
específicos acerca de este importante grupo social,
de manera que sólo entrego datos parciales
de su realidad. Además se inserta un resumen de los
aspectos más relevantes y coincidentes, de las entrevistas
realizadas a los cuatro campesinos de Longaví.
Finalmente, presento el conflicto de la remolacha en el
contexto del actual sistema económico del país. Las
luchas de los campesinos, la postura de IANSA y otras industrias a las
que también afecta esta situación, etc.
Además, desde el punto de vista organizacional, un
análisis de los actores que intervienen y
los factores detonantes del conflicto. Para arribar a algunas
conclusiones, que dejan más preguntas que respuestas. Es
importante destacar que esta pequeña monografía, representa una
aproximación solamente a un importante problema
sociológico, que afecta a un significativo grupo social,
cuales son los campesinos remolacheros, pero también a
empresarios azucareros y a la economía del
país en general. En este sentido, constituye una puerta
abierta a la realización de una investigación seria al respecto.
Breve reseña
histórica de la remolacha.
Planta de remolacha en su medio
natural.
Las primeras referencias a la familia
botánica denominada Beta, se encuentran en
la literatura
griega alrededor del 420 a.C. Aparecían descritas como
"plantas de
jardín versátiles"; se mencionaban variedades
oscuras y claras. Poco a poco, se extendió el cultivo de
la remolacha en Francia y
España,
a menudo en monasterios, pero también entre los
campesinos. En el siglo XV, este cultivo se encontraba en toda
Europa.
Al principio, la planta de la remolacha se cultivaba por
sus hojas, que probablemente en aquella época
equivalían a las espinacas o las acelgas. Más
adelante, la raíz ganó popularidad, especialmente
la de la variedad roja conocida como remolacha. En 1600, el
agrónomo francés Olivier de Serres relataba:
"cuando se cocina este manjar da un jugo almibarado". En esa
época nadie se preguntó de dónde
provenía el sabor dulce de la raíz.
El primer hito en la historia del azúcar
europeo, lo marcó un notable descubrimiento del
científico alemán Andreas Marggraf. En 1747,
demostró que los cristales de sabor dulce obtenidos del
jugo de la remolacha eran iguales a los de la caña de
azúcar. En 1801, se construyó la primera
fábrica de azúcar en Cunern, Baja
Silesia.
A pesar del descubrimiento de Marggraf, a principios del
siglo XIX la caña de azúcar seguía siendo la
principal fuente de azúcar. La remolacha azucarera no
recibió la atención que merecía hasta el
bloqueo de las líneas comerciales francesas durante las
guerras
napoleónicas.
En 1806, la caña de azúcar
prácticamente había desaparecido de las tiendas
europeas. En 1811, unos científicos franceses presentaron
a Napoleón dos barras de azúcar
obtenido a partir de remolacha. Tan impresionado quedó
Napoleón que ordenó plantar 32.000 hectáreas
de remolacha, y contribuyó al establecimiento de
fábricas. En pocos años, había más de
cuarenta fábricas de azúcar de remolacha,
especialmente en el norte de Francia, pero también en
Alemania,
Austria, Rusia y
Dinamarca.
Cuando se levantó el bloqueo de los puertos del
continente y reapareció la caña de azúcar,
muchos países dejaron de producir azúcar de
remolacha. Sin embargo, el gobierno francés apoyó
la selección
y explotación de las variedades con mayor contenido de
azúcar y los avances en las técnicas
de extracción de éste.
Esta política hizo posible
que la remolacha se convirtiera en una opción viable.
La industria de la remolacha ha tenido altibajos a lo largo de su
historia, pero en la actualidad Europa produce 120 millones de
toneladas de remolacha al año, que se usan para producir
16 millones de toneladas de azúcar blanca. Francia y
Alemania siguen siendo los principales productores, pero se
produce azúcar de remolacha en todos los países de
la UE excepto en Luxemburgo. Casi el 90% del azúcar que se
consume en Europa es de producción interna, lo que habría
resultado impensable hace tan sólo doscientos
años.
En nuestro país, la producción de
remolacha, se remonta a los años 1940. En una visita de
autoridades a Europa en aquella época, les llamó la
atención el cultivo de remolacha. Las condiciones de las
siembras eran similares a las del sur de Chile y la introducción de este nuevo cultivo
–de uso intensivo de tecnología–
podía ser beneficiosa para la agricultura
nacional.
Los ensayos en
terreno arrojaron buenos resultados y se dio forma al proyecto de
producción de remolacha azucarera. El objetivo
central, era fomentar el desarrollo
agrícola y mejorar la calidad de
vida de los sectores rurales. En este sentido, la remolacha
combinaba un conjunto de rasgos favorables: gran requerimiento de
mano de obra en los meses de invierno, mejoramiento de los
suelos gracias a
los residuos de la fertilización, forraje invernal para el
ganado, que consiste en hojas y coronas que no van al proceso
industrial, además de incorporación intensiva de
tecnología, como se señalara anteriormente.
Además, la producción de azúcar nacional
también era atractiva desde el punto de vista
estratégico, ya que en aquella época, toda el
azúcar que se consumía en el país, era
importada y sólo la refinación se hacía en
Chile.
En este contexto, CORFO creó la industria
Azucarera Nacional S:A: y puso en marcha en Los Ángeles la
primera planta industrial. Su impacto económico y social
en la zona fue tan profundo, que motivó la
ampliación del proyecto. En una decisión
técnicamente equivocada, la segunda planta fue instalada,
en 1958, a orillas del lago Llanquihue, lugar donde el 60 por
ciento de la zona potencial de cultivo era agua, por lo
que operó sólo dos décadas y luego fue
vendida para otros usos.
En los años siguientes fueron levantadas cuatro
nuevas plantas: Linares (1959), Chillán (1967), Rapaco, La
Unión (1970) y Curicó (1974).
Acorde con su objetivo original, el criterio de administración de la compañía
era el beneficio social. Ello se tradujo en estructuras de
costo
ineficientes e importantes pérdidas. En contraste, a nivel
agrícola e industrial existía una
preocupación permanente por mantener un alto nivel
tecnológico y una relación cercana con los
líderes mundiales del sector, por lo que la empresa
siempre estuvo a la vanguardia en
estos aspectos.
Bajo el gobierno militar fue una de las empresas
más cuestionadas, dado su carácter estatal y las fuertes
pérdidas que había generado, y se consideró
seriamente la posibilidad de cerrarla. En este contexto, entre
1980 y 1981 las plantas de Linares y Los Ángeles fueron
vendidas a CRAV y la fábrica de Rapaco fue comprada por
INDUS.
Poco después sobrevino la crisis
económica internacional que significó una fuerte
caída del precio
internacional del azúcar y el colapso de CRAV, producto de
las importantes operaciones que
había realizado en los mercados del
azúcar. Sus plantas pasaron a manos del Banco del
Estado
-entidad que había financiado la compraventa- y
permanecieron cerradas durante una temporada. La crisis
económica y social que ello desató en las zonas de
Linares y Los Ángeles dio paso a una profunda
revisión del futuro de este sector.
Las pérdidas históricas de la empresa,
obedecían en gran medida a las reiteradas fijaciones del
precio de venta del
azúcar a niveles de subsidio por motivaciones
político/sociales. El mismo General Pinochet, encarga un
estudio a Odeplan, para verificar la viabilidad económica
de esta industria, con el propósito de determinar su
cierre definitivo, reestructuración o
privatización. El estudio concluyó que, dado sus
bajos costos, la
producción de azúcar en nuestro país era
viable en el mediano y largo plazo. En la medida que se lograra
estabilizar las variaciones de los precios internacionales, el
negocio no requería subsidios. Se consideraron las fuertes
distorsiones que, igual que hoy en día, afectan al
mercado
externo del azúcar como consecuencia de los enormes
subsidios que reciben los productores y que se traducen en agudas
fluctuaciones de precios.
Por lo tanto, en 1982 se puso en marcha un Programa
Remolachero, destinado a lograr la producción de
azúcar en condiciones competitivas frente al mercado
externo. Este proceso finalizó en los años 1986 y
1988, con la privatización de la empresa. En 1986, fue
publicada la ley de bandas de precios, mecanismo que ha jugado un
papel clave en el desarrollo del sector, al evitar que los
precios internos del azúcar estén completamente
expuestos a distorsiones del mercado internacional. Además
permite que se reflejen en nuestro país, las tendencias
del precio mundial de mediano y largo plazo. En este contexto,
Chile exhibe sostenidamente uno de los precios de azúcar
de remolacha al consumidor
más bajos del mundo.
Estructuras
productivas: Los campesinos remolacheros de la Región del
Maule – Chile.
En nuestro país se ha mantenido en los
últimos años, una cierta tendencia hacia la
urbanización, que se traduce en que hacia fines de los 90,
casi un 86 % de la población vive en áreas urbanas.
Esto ha sido resultado tanto de los fenómenos migratorios
campo-ciudad como de la introducción de
características propias del medio urbano en zonas y
poblados tradicionalmente rurales.
En este contexto, y con relación a la
situación de pobreza de la
población en el país, el 83,6 % de la
población pobre residía en zonas urbanas (poco
menos de 2.58 millones de personas) y el 16,4 % restante en zonas
rurales (505 mil personas). Sin embargo, las incidencias
relativas de pobreza eran más altas en el sector rural
(23,8%) que en el urbano (20,1%). Por otra parte, la distribución de la población en
pobreza extrema o indigencia a nivel nacional, se acercaba a las
850 mil personas. El 79,2 % de esta población, se ubicaba
en zonas urbanas y sólo un 20,8 % en zonas rurales. Al
igual que en el caso de la pobreza, la
proporción de población indigente era más
alta en el sector rural que en el urbano (8.3 % y 5.3 %,
respectivamente). Estos agudos contrastes se mantienen en el
año 2000, en términos de localización de la
pobreza, entre las diferentes regiones. En este contexto, la
Región que presenta mayores niveles de pobreza en el
país, es la Novena con un 32,7%, en cambio la
Séptima Región del Maule, que es la que nos
interesa para efectos de este trabajo, presenta un coeficiente de
pobreza en un rango aproximado de 23% a 27 %.
La capital de
esta región es Talca y está compuesta
además, por las provincias de Curicó, Linares y
Cauquenes. Desde el punto de vista económico, la
Región del Maule, posee una variada agricultura,
proveedora de materias primas a las industrias
vitivinícola, molinera, azucarera, aceitera, maderera y de
celulosa.
Existen los cultivos tradicionales de trigo, leguminosas y papas
y los cultivos industriales de remolacha y arroz.
Al efectuar una rápida búsqueda de
posibles estudios de caracterización de los remolacheros
de la Región del Maule, no he encontrado investigaciones
al respecto. Es por esto que sólo entrego datos parciales
de la realidad de este grupo social. En esta región
existen aproximadamente unos 50.000 productores de remolacha. En
la temporada agrícola 2001/2002, el 64% de estos
agricultores sembró remolacha en superficies de menos de 5
hectáreas, el 29 % lo hizo en extensiones de 5 a 20
hectáreas y apenas el 2 % sembró superficies de
más de 50 hectáreas, como lo demuestra el siguiente
gráfico :
Estos campesinos remolacheros, han estado enfrentados a
un grave conflicto, que les afecta directamente a sus cultivos y
por tanto a su fuente de trabajo y subsistencia. El
término de las bandas de precios del azúcar
estipulado a través de la promulgación en
Septiembre de 2003 de la nueva ley nº 19.897, del Ministerio
de Hacienda, que modifica el artículo 12 de la ley 18.525
y el Arancel aduanero. En este contexto, la industria azucarera
del país, iría reduciéndose
considerablemente y tal vez, podría acabarse, de
aquí a unas décadas más.
Sin embargo, es importante considerar que no todos los
pequeños productores de remolacha, están
exclusivamente dedicados a su producción, ya que
también están cultivando comercialmente, porotos,
trigo, cebada cervecera, frambuesas, además de tener
animales.
Asimismo, muchos de ellos cultivan una huerta para el sustento
familiar, produciendo papas, cebollas, tomates, lechugas,
betarragas, zanahorias, etc. Por lo cual, el término del
cultivo de remolacha, en el largo plazo, es decir unos diez
años más, no debiera tener un impacto
económico y social, tan determinante, en sus estructuras
productivas. Ellos han sabido ir diversificando su
producción agrícola.
En este contexto, he entrevistado en la localidad de
Longaví, perteneciente a la provincia de Linares, a cuatro
campesinos que en promedio llevan unos 10 años produciendo
remolacha. Si bien es cierto, no constituye una muestra
significativa para ninguna investigación seria, al menos
permite conocer "en terreno" la opinión que los propios
campesinos tienen de su situación. Ellos coinciden en
algunos aspectos generales, tales como:
- La producción de remolacha ya no es rentable y
más bien se están descapitalizando. - IANSA (Industria Azucarera Nacional S.A.) empresa que
les compra su producción, fija arbitrariamente los
precios de la remolacha y por tanto, no se han respetado los
acuerdos. - Los precios han bajado, además, por las
fluctuaciones a la baja del dólar, lo cual, ya no hace
conveniente producir remolacha. - En estos momento, el cultivo de la frambuesa se
presenta como una buena alternativa a la producción de
remolacha. - No se visualizan en el mediano plazo, cultivando
remolacha. Incluso de los cuatro entrevistados, sólo uno
tiene actualmente plantada remolacha y los demás ya han
comenzado con otros productos, como porotos, trigo, cebada,
frambuesa. - Sólo uno de los entrevistados pertenece a la
FENARE (Federación Nacional de Remolacheros). Los
demás, coinciden en que las huelgas que ha realizado
esta organización en la lucha por conseguir precios
más convenientes desde IANSA, no han servido de nada.
Esta industria fija igualmente los precios que ella estima
conveniente y no ha respetado los acuerdos.
Uno de estos acuerdo fue el precio fijo para cuatro
años, que fuera acordado, el 31 de
Julio 2003, en Valparaíso, según lo
interpretaron en esa oportunidad los dirigentes de
FENARE.
- Reconocen que IANSA, les presta apoyo en cuanto a
créditos para abonar y plantar,
además de las visitas de personal
técnico para la supervisión de los cultivos.
El conflicto de la
remolacha en el contexto del actual sistema económico del
país.
El conflicto de la remolacha, en los últimos
años, se ha transformado en una verdadera guerra, que ha
tenido enfrentados a IANSA, agricultores y obreros
agrícolas de la remolacha, con los industriales
productores de confites, bebidas y productos alimenticios.
Además, se involucra también al gobierno, que
gracias a la firma de tratados
comerciales y "recomendaciones" de la OMC
(Organización Mundial del Comercio), promulgó el
año pasado la ley nº 18.987, a la que aludimos en
párrafos anteriores. De acuerdo a esta ley, la facultad de
establecer derechos específicos
y rebajas al arancel, expiraran el año 2014, para el trigo
y el azúcar. Es decir, los valores
piso y techo que han sido establecidos hasta ahora para estos
productos, que se denominan bandas de precios, dejarán de
funcionar a partir de esa fecha.
Cabe considerar que el mecanismo de las bandas de
precios ha perdurado desde la dictadura
militar, como una forma de proteger a la industria nacional.
"Los aranceles
aduaneros han constituido tradicionalmente una barrera de
protección para defender a las producciones nacionales;
así como las bandas de precios para eliminar los efectos
negativos que la volatilidad de los precios internacionales
pudieran ejercer sobre la producción nacional. Este
método ha
demostrado ser bastante efectivo, pero está siendo
cuestionado por socios comerciales de Chile". Estas bandas de
precios, impiden que ingresen productos
del extranjero (especialmente mezclas que
contienen azúcar en un alto porcentaje, como la fructosa)
a un valor inferior
al piso, aunque su valor internacional sea menor, protegiendo de
esta forma a la industria nacional de las fluctuaciones en los
mercados internacionales de los valores de
esos productos, y así evitar que los productores
nacionales desaparezcan.
En el contexto de la
globalización, podemos comprobar que nuestro
país ha debido insertarse con más desventajas que
ventajas en la comercialización internacional de muchos de
nuestros productos. Puesto que, en pro de los tratados de
libre
comercio, ha debido ceder y acatar, como
señaláramos antes, "recomendaciones" de organismos
internacionales, como la OMC, que definitivamente ha demostrado
que los intereses de los países ricos son mucho más
importantes de cubrir que los de países más
pobres.
Los países desarrollado protegen sus productos
nacionales abierta y directamente frente a las fluctuaciones de
precios internacionales en este sector, no sólo a
través de aranceles, sino mediante barreras de distinta
naturaleza,
con el fin de defenderse contra las importaciones en
períodos de precios bajos. Es el caso de EE.UU. y de la
Unión
Europea. Estos grupos
económicos, los más poderosos del mundo, han
entrado en conversaciones de liberalización del comercio
mundial del azúcar con compromisos que, de alguna manera,
han operado más bien como sistema de banda de precios,
particularmente la UE, con tasas efectivas de protección
altísimas.
Es importante destacar que Chile ha demostrado un alto
nivel de competitividad
en la producción de azúcar, llegando a ser el
número uno mundial entre los países remolacheros.
Su eficiencia
está sustentada en los bajos costos de
producción agrícola e industrial, junto con los
altos índices de rendimiento obtenidos tanto en el cultivo
de remolacha, como en las operaciones de fábrica.
¿Por qué entonces, nuestra industria azucarera,
enfrenta una alta presión competitiva? ¿Por
qué el gobierno cede a las presiones de la OMC, para poner
término al sistema de bandas de precios, en vez de
proteger esta industria nacional, importante para nuestro
país, tanto social como económicamente?
El proteccionismo que ofrecen las bandas de precios y
que se terminarán el 2014, permitirá la entrada de
azúcar importada a precios más bajos que los
precios internos. Este hecho llevará al término de
un sector dedicado a la producción de azúcar en
nuestro país. Pero a quienes más afectará,
será a los miles de pequeños productores de
remolacha, el 65% de los cuales, cultivan en pequeños
predios de no más de cinco hectáreas, como
señaláramos en el apartado anterior.
Este año, el conflicto resurgió entre los
remolacheros e IANSA, por la fijación del precio que debe
pagar esta empresa por la remolacha en la actual temporada.
Según la FENARE, la empresa habría establecido un
precio de 44,5 dólares por tonelada, fijo durante cuatro
años, en un acuerdo establecido el 31 de Julio 2003, en
Valparaíso. IANSA desconoce este acuerdo, y ofrece un
precio de 41 dólares para las siembras de otoño,
señalando a través del gerente de
recursos
humanos de la Empresa, que "el acta que se firmara en aquella
oportunidad, no es más que la interpretación que dio el secretario de la
comisión a las intervenciones de las partes(…)de llegar
a pactar un precio fijo por cuatro años, Iansa
correría el riesgo de ser
acusada de actuar concertada con los productores, lo que
podría derivar en la apertura de un panel en la OMC".
Finalmente, se optó por reabrir las conversaciones entre
remolacheros y representantes de IANSA, para la fijación
de un nuevo precio, adecuado a ambas partes, para la remolacha de
la temporada.
Sin embargo, este conflicto deja traslucir las fuertes
presiones y condicionantes que establece la Organización
Mundial del Comercio a nuestro país y su industria
nacional, no sólo en la producción de
azúcar, sino en todos nuestro productos que se transan en
los mercados internacionales.
Desde el punto de vista organizacional, la
posición en la estructura
productiva rural, define a los campesinos afiliados a FENARE,
como trabajadores por cuenta propia, por cuanto son dueños
de sus predios agrícolas. Son además de labradores,
ganaderos rurales, ya que la gran mayoría de ellos, posee
animales. Pero también podemos señalar que esta
asociación posee un carácter reivindicativo,
especialmente por el contenido ideológico de su discurso.
Por otra parte los dueños de IANSA, se
caracterizan como empresarios nacionales modernizados, ya
que están muy vinculados a los mercados capitalizados y
utilizan tecnologías de punta. Poseen gran capacidad de
procesamiento y como vemos le dan gran valor agregado a su propia
producción, al diversificar sus productos. Cabe
señalar que esta empresa, es dueña de otras
empresas hortofrutícolas, de alimentos,
fertilizantes, así como servicios
financieros. Además, tiene presencia en Brasil y
Perú.
Podríamos caracterizar tanto a FENARE como IANSA,
como movimientos sociales, tanto en cuanto, ambos están
organizados en torno a objetivos
definidos, ejercen poder entre
sus afiliados y su base social es heterogénea,
especialmente para el caso de FENARE, organización que
agrupa no sólo a los campesinos más pobres, sino
que también a otros campesinos con mayores niveles
socioeconómicos.
En este contexto, los factores que han detonado el
conflicto FENARE-IANSA, descrito anteriormente, están
conformados tanto por aspectos coyunturales, como la
fijación del precio de la remolacha, que este año
ha estado especialmente condicionado por la baja del precio del
dólar. Cómo situaciones de más largo alcance
y que involucran a otros actores sociales, como el gobierno con
la dictación de la ley señalada anteriormente que
pone término a las bandas de precios y la OMC, que ejerce
presión para que esto se lleve a cabo efectivamente, en
nuestro país. Por lo tanto, las razones que han llevado a
las movilizaciones efectuadas por FENARE, estarían
ubicadas más bien de forma externa a la
organización.
Cabe destacar que para IANSA, tampoco resulta nada
beneficioso el término de las bandas de precios, pues
podría significar el término de la
producción azucarera, que le afectaría
directamente. En este sentido, IANSA, comparte con los
remolacheros el malestar por esta situación y por otra
parte se conflictúa con ellos en torno al tema de los
precios de la remolacha. Lo cual nos muestra las distintas
posiciones que tienen los actores sociales, en torno a una misma
situación que concierne a ambos. Para los remolacheros,
significa terminar con la producción de remolacha y
comenzar a producir otros productos que puedan ser rentables para
su propio sustento y el de sus familias. Para IANSA, en cambio,
significa redireccionar capitales hacia otros negocios que
ya está operando, como la industria de alimentos o los
servicios financieros u otros que eventualmente podría
desarrollar en el futuro.
El cultivo de la remolacha ha dado trabajo y sustento a
un número considerable de familias sureñas de
nuestro país, por más de 60 años, desde que
en 1940, autoridades de la época trajeran esta planta y
comenzaran los ensayos para su cultivo masivo. Gracias a la
generosidad y riqueza de nuestros suelos y clima, la
producción de remolacha se extendió
rápidamente, hasta llegar a cultivarse en una importante
área de dos regiones VI y VII, dando también paso a
la creación de grandes empresas en torno a este producto.
Sin embargo, en estos momentos, esta importante industria
nacional se ve amenazada de muerte,
gracias a la inserción de nuestro país, en los
mercados internacionales, a pesar que se ha demostrado su gran
eficiencia y los más bajos costos de producción de
azúcar de remolacha, en comparación con otros
países que también la producen.
Al respecto, resulta importante preguntarse por que este
producto nacional atraviesa por esta situación. Al
terminarse la producción de azúcar nacional,
entrará al país azúcar importada a precios
más bajos, sin embargo, esto no es tan cierto, pues en
todos los países del mundo donde se produce azúcar,
ya sea, de caña o remolacha, existe algún sistema
de protección.
Lo más grave es el impacto social que pueda
causar este hecho, ya que, resulta muy significativo que
más de 50.000 campesinos de nuestro país
estén cultivando remolacha, en momentos tan
difíciles para esta industria, en torno a la cual,
además existen otros trabajadores como transportistas, los
que también se verán directamente
afectados.
Podemos comprobar de que manera lo económico y
social se escinde definitivamente, a pesar de todo el discurso
gubernamental del "crecimiento
económico con equidad". No
puede hablarse de equidad cuando está en peligro la fuente
laboral de tan importante grupo social, detrás del cual
hay también familias, con todo lo que ello involucra.
Además, el ir terminando con diversos cultivos
agrícolas ha llevado a una reducción significativa
del mundo rural y la producción agraria. Esto no es bueno
para el país, que terminará importando todos
aquellos productos que nuestra generosa tierra produce
con excelente calidad.
¿Cómo podemos entender entonces, el curso
que toma el crecimiento social y económico de nuestro
país, cuando los gobiernos ceden a presiones externas, que
ponen en desventaja los precios de nuestros productos en los
mercados internacionales?
¿Los tratado de libre
comercio son beneficiosos para nuestro país, cuando
debe ceder a presiones tan desventajosas para nuestros
productos?
En este sentido, esta pequeña aproximación
a un problema tan importante, cual es el futuro de nuestra
industria azucarera, significa como señalara en la
introducción una primera mirada a la situación
descrita, dejando más interrogantes que respuestas. Sin
embargo, puede significar el planteamiento de un interesante
problema a investigar.
MINISTERIO DE HACIENDA
SUBSECRETARIA DE HACIENDA
LEY NUM. 19.897
MODIFICA EL ARTICULO 12 DE LA LEY Nº 18.525 Y EL
ARANCEL ADUANERO
Teniendo presente que el H. Congreso Nacional ha dado su
aprobación al siguiente
Proyecto de ley:
"Artículo 1º.- Sustitúyese el
artículo 12 de la ley Nº 18.525, por el
siguiente:
"Artículo 12.- Establécense derechos
específicos en dólares de los Estados Unidos de
América, por unidad arancelaria y rebajas a
las sumas que corresponda pagar por derechos ad valórem
del Arancel Aduanero, los que podrán afectar la importación de trigo, harina de trigo y
azúcar, en la forma prevista en la presente ley.
El monto de tales derechos y rebajas será fijado en la
forma establecida en este artículo por el Presidente de la
República, mediante decreto supremo expedido a
través del Ministerio de Hacienda, bajo la fórmula
"por orden del Presidente de la República", seis veces
para el trigo por cada período anual comprendido entre el
16 de diciembre y el 15 de diciembre del año siguiente, y
doce veces para el azúcar por cada período anual
comprendido entre el 1 de diciembre y el 30 de noviembre del
año siguiente, en términos que, aplicados a los
niveles de precios que los mencionados productos alcancen en los
mercados internacionales, permitan dar estabilidad al mercado
nacional.
Para la determinación de los derechos y rebajas hasta el
período anual que finaliza el año 2007, se
considerarán los valores piso y techo utilizados para el
trigo y el azúcar, en la elaboración de los
decretos exentos del Ministerio de Hacienda Nº 266 y Nº
268, publicados en el Diario Oficial con fecha 16 de mayo de
2002, expresados en términos FOB en dólares de los
Estados Unidos de América por tonelada. Deberán
establecerse, por una parte, derechos específicos cuando
el precio de referencia sea inferior al valor piso de 128
dólares para el trigo y 310 dólares para el
azúcar, y, por la otra, rebajas a las sumas que
corresponda pagar por derechos ad valórem del Arancel
Aduanero, cuando el precio de referencia sea superior al valor
techo de 148 dólares para el trigo y 339 dólares
para el azúcar.
Para la determinación de los derechos y rebajas desde el
período anual que finaliza el año 2008 y hasta el
año 2014, los valores piso y techo establecidos en el
inciso anterior, se ajustarán anualmente multiplicando los
valores vigentes en el período anual anterior por el
factor 0,985 en el caso del trigo. En el caso del azúcar,
éstos se establecerán multiplicando por el factor
0,980 hasta el año 2011 y por el factor 0,940 a partir del
período anual que finaliza el año 2012. El
año 2014 el Presidente de la República
evaluará las modalidades y condiciones de
aplicación del sistema de bandas de precios, considerando
las condiciones de los mercados internacionales, las necesidades
de los sectores industriales, productivos y de los consumidores,
así como las obligaciones
comerciales de nuestro país vigentes a esa fecha.
Los derechos y rebajas a que se refiere este artículo,
corresponderán a la diferencia entre los valores piso o
techo determinados en los incisos precedentes y un precio de
referencia FOB, multiplicado por el factor uno (1) más el
arancel ad valórem general vigente para estos productos.
El precio de referencia FOB estará constituido por el
promedio de los precios internacionales diarios del trigo, del
azúcar refinada y del azúcar cruda, registrados en
los mercados de mayor relevancia durante un período de 15
días corridos para el trigo y de un mes calendario para el
azúcar, ambos contados desde la fecha que para cada
decreto fije el reglamento.
Los derechos y rebajas que se determinen para el azúcar
refinada se aplicarán a las mercancías cuyas
características cumplan con los requisitos de los grados 1
y 2 de la Norma Chilena Oficial NCh 1242 del Instituto Nacional
de Normalización. En el caso de las
demás importaciones de azúcar refinada, al precio
de referencia determinado de conformidad al inciso precedente, se
le restará el monto correspondiente al 60% del valor de la
prima de refinación vigente, la que corresponderá a
la diferencia entre los precios de referencia calculados para el
azúcar refinada y el azúcar cruda.
En el caso de la harina de trigo, se aplicarán los
derechos y rebajas determinados para el trigo multiplicados por
el factor 1,56.
Los derechos y rebajas aplicables para cada operación de
importación, serán los vigentes a la fecha del
manifiesto de carga del vehículo que transporte las
correspondientes mercancías.
Los derechos que resulten de la aplicación de este
artículo, sumados al derecho ad valórem, no
podrán sobrepasar el arancel tipo consolidado por Chile
ante la Organización Mundial del Comercio para las
mercancías a que se refiere el inciso primero,
considerando cada operación de importación
individualmente y teniendo como base de cálculo el
valor CIF de las mercancías comprendidas en la respectiva
operación. Las rebajas establecidas que resulten de la
aplicación de este artículo, en ningún caso
podrán exceder a la suma que corresponda pagar por
concepto de
derecho ad valórem en la importación de las
mercancías. El Servicio
Nacional de Aduanas
deberá adoptar las medidas necesarias para dar
cumplimiento a lo señalado en este inciso.
El Presidente de la República, mediante un decreto supremo
expedido a través del Ministerio de Hacienda y suscrito,
además, por el Ministro de Agricultura,
establecerá, en conformidad a lo señalado en este
artículo, las épocas de dictación y los
períodos de aplicación de los derechos
específicos y rebajas al arancel. Asimismo,
establecerá los mercados de mayor relevancia para cada
producto, los procedimientos y
fechas para el cálculo de los precios de referencia y
otros factores metodológicos que sean necesarios para la
aplicación del presente artículo."
Artículo 2º.- Los productos
afectos al sistema de bandas de precio, tanto puros como
mezclados, o asociados con otras materias, deberán
clasificarse en la partida del Arancel Aduanero que les confiera
el carácter esencial, salvo que constituyan una
preparación contemplada como tal en el texto de una
partida o en una nota de sección o de capítulo del
arancel aduanero.
Cuando el azúcar se presente mezclada o asociada con otras
materias en una proporción en peso seco superior al 65%,
se presumirá que el azúcar le confiere su
carácter esencial.
Los interesados podrán solicitar la modificación de
la clasificación de mercancías, efectuada de
conformidad a lo establecido en el presente artículo, ante
el Director Nacional del Servicio Nacional de Aduanas,
según las normas y
procedimientos técnicos establecidos mediante
resolución del mismo Director, publicada en el Diario
Oficial.
Asimismo, los interesados podrán solicitar al mismo
Director, la reconsideración de las determinaciones que
efectúe en conformidad al inciso precedente, quien se
pronunciará en definitiva acerca de la
clasificación arancelaria, previo informe de una
Comisión Técnica Asesora, integrada por un
representante del Ministerio de Hacienda quien la
presidirá; un representante del Ministerio de
Economía, Fomento y Reconstrucción; un
representante del Ministerio de Agricultura y dos representantes
del sector privado, nombrados por el Presidente de la
República propuestos en una quina confeccionada por la
Junta Nacional de Aduanas.
Los interesados deberán presentar la
reconsideración dentro del plazo de quince días,
contado desde que el Servicio Nacional de Aduanas resuelva acerca
de la clasificación arancelaria. Esta Comisión se
pronunciará dentro de un plazo de treinta días
contado desde la petición de informe. En su cometido la
Comisión deberá ponderar los antecedentes recibidos
y los planteamientos que los interesados hagan valer. Presentada
la reconsideración, el Director Nacional de Aduanas
deberá, dentro del término de cinco días,
solicitar el informe de la Comisión Técnica Asesora
y pronunciarse en definitiva dentro del plazo de diez días
hábiles, contado desde la fecha de recepción del
informe de la Comisión.
Los integrantes titulares de la Comisión Técnica
Asesora, así como sus miembros suplentes, serán
nombrados, a proposición de la entidad que representan,
mediante resolución del Ministerio de Hacienda, la que
deberá publicarse en el Diario Oficial.
Artículo 3º.- Sustitúyense los
incisos tercero y cuarto del artículo 1º, de la ley
Nº 19.772, de 2001, por los siguientes:
"Establécense para el ítem arancelario 1701.9100
"azúcar de caña o de remolacha y sacarosa
químicamente pura, con adición de aromatizante o
colorante", un contingente arancelario de treinta mil toneladas
anuales libre de derechos de aduana y un
contingente arancelario de quince mil toneladas anuales libre de
derechos de aduanas, el que podrá ser utilizado en las
subpartidas arancelarias 1701.91 y 1701.99.
Ningún importador podrá, directa o indirectamente,
hacer uso de más de un veinte por ciento (20%), de los
contingentes arancelarios establecidos en este
artículo.
Facúltase al Servicio Nacional de Aduanas para establecer
las normas aplicables a la
administración de los referidos contingentes
arancelarios, los que estarán destinados a la
importación de insumos empleados en la elaboración
industrial de productos alimenticios que se clasifiquen en una
posición arancelaria diferente del Arancel Aduanero.
El Servicio Nacional de Aduanas deberá informar, en el
primer trimestre de cada año, a las Comisiones de Hacienda
y de Agricultura de la Cámara de Diputados, acerca de la
utilización de los contingentes establecidos en esta ley,
así como respecto del comportamiento
de las importaciones de los productos afectos al Sistema de
Bandas de Precios y aquellos de los capítulos 10, 11, 17,
18, 19, 20 y 21 del Arancel Aduanero.".
Artículo primero transitorio.- El
artículo 1º de esta ley entrará en vigencia a
contar del 1 de diciembre del año 2003 para el
azúcar y a contar del 16 de diciembre del año 2003
para el trigo y la harina de trigo.
Artículo segundo transitorio.-
Facúltase al Presidente de la República, para que
con cargo a los contingentes arancelarios señalados en el
artículo 3º de la presente ley y en el marco de
profundización de acuerdos comerciales, establezca
preferencias arancelarias, las que serán formalizadas
mediante decreto supremo, expedido a través del Ministerio
de Hacienda, bajo la fórmula "Por Orden del Presidente de
la República.".
Y por cuanto he tenido a bien aprobarlo y sancionarlo;
por tanto promúlguese y llévese a efecto como Ley
de la República.
Santiago, 17 de septiembre de 2003.- RICARDO LAGOS ESCOBAR,
Presidente de la República.- María Eugenia Wagner
Brizzi, Ministra de Hacienda (S).- Jaime Campos Quiroga, Ministro
de Agricultura.
Lo que transcribo a Ud., para su conocimiento.-
Saluda atentamente a Ud., María Eugenia Wagner Brizzi,
Subsecretaria de Hacienda.
1.- CEPAL-ECLAC (Juan Carlos Feres): La pobreza en
Chile en el año 2000. Santiago de Chile, Julio de
2001.
2.- Sergio Gómez E.: La "Nueva
Ruralidad": ¿Qué tan nueva?, LOM Ediciones,
Santiago de Chile, Junio 2002.
3.- http://www.eufic.org/sp/food/pag/food29/food294.htm:
Los orígenes del azúcar de
remolacha.
4.- http://www.empresasiansa.cl/historia.htm:
Nuestra historia.
5.- http://viachile.relacionarse.com/index.php/112229:
Viajando por Chile. Séptima Región del
Maule.
6.-
http://www.anfitrion.cl/actualidad/20ulle/03092519897.html:
Actualidad Jurídica. Base de datos
del Diario Oficial.
7.- Revista del
Campo de El Mercurio: IANSA y Remolacheros: La tregua
duró un año. Santiago de Chile, 7 de Junio
2004.
8.-CENDA (Jacobo Satán). Citado en:
http://www32.brinkster.com/grrlaplata/Julio2003/Guerra-azucar.html:
Chile: La polémica guerra del azúcar. Julio
2004.
EDITH REBOLLEDO MOLLER
Socióloga.
Primer Semestre 2004.
UNIVERSIDAD DE CHILE
Facultad de Ciencias
Sociales – Escuela de
Postgrado
Departamento de Sociología.