- Claudio Arrau y
Pinochet - Norma Aleandro y los militares
argentinos - Mario Vargas Llosa y
Fujimori - Wolle Soyinka y
Abacha - Salman Rushdie y el Ayatollah
Khomeini - Reinaldo Arenas y
Castro - Fuentes
1-Introducción:
Desde hace buen tiempo los
artistas e intelectuales
se han convertido en una importante fuerza de la
oposición antidictatorial en las naciones en vías
de desarrollo
Ciertamente, con el poder que
poseen en las sociedades,
artistas y escritores han cambiado muchas veces la historia de torturas y
muertes por el respeto a los
derechos
humanos y la introducción de la democracia en
países como Argentina, Nigeria, Perú y
Sudáfrica.Es más, célebres personalidades
culturales y del entretenimiento no sólo defienden causas
nacionales sino también problemas
mundiales como la lucha contra la extrema pobreza, la
mutilación genital femenina en el África, la
desertificación, las costumbres islámicas
antifemeninas, el SIDA–VIH, y la
extinción de animales
silvestres en las junglas tropicales del Sudeste Asiático
y el África Oriental. No hay duda, que diversas estrellas
del arte y la
literatura han
realizado obras que superan fácilmente las expectativas de
la opinión internacional.
Desde principios de los
años setenta, el famoso actor y productor artístico
Zakes Mokae empezó a realizar diversas giras por los
Estados
Unidos y Europa
presentando obras inspiradas en el injusto sistema racista
del apartheid,entre ellas Lazos de sangre. De esta manera,
Mokae daba a conocer al mundo los crímenes atropellos que
se cometían contra la población negra en Rhodesia (hoy Zimbabwe),
Namibia, y Sudáfrica (incluyendo las
pseudorepúblicas negras de Transkei, Bophutatswana, Venda
y Ciskei). Al igual que otros artistas e intelectuales
antiapartheid, desde la cantante Miriam Makeba hasta la escritora
Nadine Gordimer, el actor negro utilizó su talento
artístico para sembrar las primeras semillas de la lucha
contra los gobiernos y administraciones coloniales racistas en el
África del Sur. Eran los tiempos en que las autoridades
blancas de Suráfrica se esforzaban por captar artistas
nacionales y extranjeros a través de importantes contratos
económicos y apoyo cultural. Asimismo, se insistió
en promocionar la imagen de una
sociedad
separada, pero con una población negra con un
índice de desarrollo
humano superior al de cualquier país del Continente
Negro.
Existen artistas e intelectuales del Tercer Mundo que
formados en sociedades del Mundo del Atlántico traicionan
sus experiencias y principios democráticos al apoyar y
simpatizar con dictaduras asiáticas, latinoamericanas y
africanas. En cambio existe
otro grupo de
personalidades de la cultura que partiendo de sus experiencias
democráticas vividas en el Reino Unido o Canadá
rechazan todo tipo de dictaduras o gobiernos
pseudodemocráticos. De hecho, el talentoso pianista
Claudio Arrau dejo un importante legado: su rechazo a las
dictaduras.
El chileno Arrau fue una de las principales
figuras culturales de América
Latina en el siglo pasado. El mérito del mejor
intérprete para piano de las obras de Bethoven es
aún mayor considerando la poca tradición que posee
Latinoamérica en el campo de la música
clásica. Sin embargo, no sólo fue un excelente
artista sino también un gran demócrata. A partir de
los años del decenio de los setenta, el pianista
sudamericano, fiel a su formación democrática en el
Mundo del Atlántico, se negó a celebrar conciertos
en Chile, su tierra natal,
en señal de rechazo contra el gobierno del
dictador Augusto Pinochet Ugarte. Aunque en 1984 realizó
una corta visita a Santiago, Arrau nunca permitió que el
gobierno militar sellará su nombre sobre su talento
artístico,pese a su oposición al marxismo-leninismo. Con anterioridad, exactamente
en 1979, adoptó la ciudadanía
estadounidense a raíz de los problemas que tuvo que
atravesar por presentar un pasaporte bajo el clima de una de
las dictaduras más odiadas de la
Tierra.
Su patria se encontraba marginada producto de un
boicot internacional contra la dictadura del
general Pinochet; después de Sudáfrica, Chile era
el país más criticado y cuestionado en materia de
derechos humanos, incluso por encima de las situaciones de
Camboya o El Salvador.El boicot estaba liderado no sólo
por las naciones del Mundo Soviético sino igualmente por
democracias europeas como Suecia, Dinamarca e Italia,
además de un gran número de organizaciones
nacionales de Alemania,
Francia y el
Reino Unido. En tanto si bien es cierto que la nacionalidad
estadounidense otorgó al pianista chileno mayor presencia
en el mundo, en su país de origen fue parcialmente
criticado , aunque todo parecía indicar que era en
respuesta a la falta de apoyo al régimen.
.3-NORMA ALEANDRO
y LOS MILITARES ARGENTINOS
En las primeras décadas del siglo pasado, el
cine argentino
se perfiló como uno de los mejores de América
Latina. De hecho este éxito
fue interrumpido cuando Argentina cayó en manos de los
últimos gobiernos militares del siglo XX (1976-1983). Sin
embargo, el año 1986 fue una fecha memorable para la
perseverante y difícil industria
cinematográfica de Iberoamérica, el filme argentino
Historia oficial obtuvo el galardón norteamericano
Oscar a la mejor película extranjera, después de
vencer a las cintas originarias de Alemania Federal (Angry
harvest), Hungría (Colonel redl), Francia (Three men and
cradle) y Yugoslavia. Con anterioridad, Historia oficial
ganó varios premios internacionales, incluyendo el
Festival de Cannes (Premios de Interpretación Femenina y Premio del Jurado
Ecuménico Católico Protestante), pero la crítica
especializada no la consideraba en posibilidades de derrotar a
los filmes de Europa Occidental, que por tradición
contaban con el apoyo de un jurado compuesto mayormente por
personalidades del Mundo del Atlántico.
No hay duda que Historia oficial se
enriqueció por una razón: cineasta y Norma
Aleandro, la actriz principal ,eran partidarios de exhibir el
verdadero rostro de las violaciones a los derechos humanos de la
dictadura
militar, aún cuando se trabajó bajo amenazas de
muerte.
"Es una película muy particular porque fue un
trabajo cuyo
significado cambió mucho desde el momento en que la
hicimos hasta que se exhibió y pasó todo lo
demás", sostuvo la argentina Aleandro. En tanto sobre
la actriz Aleandro poco o nada se sabía en Hollywood y en
una buena parte de América Latina, aunque había
ganado algunos premios internacionales (Golden Globe de Nueva
York y Premio Donatello de Italia). En los años sesenta y
setenta, ella era una reconocida actriz de teatro en la
Avenida Corrientes de Buenos Aires, la
principal meca del teatro latinoamericano. Sin embargo, tuvo
buenas participaciones en el cine nacional: Los siete
locos y La tregua (finalista a mejor película
extranjera-Oscar).
En 1976 una junta militar derrocó a la
presidenta María Estela de Perón,
viuda del extinto gobernante Juan Domingo Perón, en medio
de una grave crisis
económica y rebeliones terroristas en casi todo el
territorio argentino El dictador anticomunista Jorge Rafael
Videla, nuevo gobernante del país, en su afán por
exterminar el terrorismo
aplicó una severa política de
violaciones a los derechos humanos, lo cual incluso
traspasó los límites
del respeto a la vida de los niños.
Bajo este clima, la actriz Norma Aleandro denunció
públicamente los crímenes de la dictadura militar,
aún cuando sabía perfectamente que podía
terminar asesinada con el sello de los escuadrones de la muerte.
Más tarde una bomba destruyó parte de su casa, pero
con anterioridad hubo un atentado similar mientras actuaba en un
teatro de Buenos Aires. Posteriormente, estas experiencias la
llevaron al exilio en Uruguay y
España.
Al regresar a la Argentina, a principios de los ochenta,
recibió la oportunidad de participar en dos obras
teatrales del escritor Mario Vargas
Llosa: La Señorita de Tacna y Kathie
y el hipopótamo.
El peruano Vargas Llosa, el famoso novelista que
con especial pasión defiende los principios
democráticos en el Tercer Mundo, sólo tiene frases
de elogio y admiración para aquella dama argentina que se
enfrentó con coraje a la tiranía de Videla. Casi a
mediados de los años ochenta, el cineasta Luis Puenzo
lanzó la cinta Historia oficial. A decir verdad, la
cinta está inspirada en la historia de las víctimas
de la política militar de los desaparecidos de la
última época de regímenes dictatoriales de
la Argentina. Al respecto, Aleandro afirmó lo siguiente:
"Acababa de volver del exilio y tenía mucho miedo de
hacerla. Hablé con mi marido y mi hijo y llegamos a la
conclusión de que era casi una obligación ciudadana
mostrar algo que algunos ya sabíamos, que otros
sabían y no querían verla, y que otros directamente
no lo sabían…"
Historia oficial que cobró fama
internacional a partir del Oscar 1985, no sólo fue un
triunfo cultural latinoamericano, sino también de manera
especial un fuerte respaldo para todas aquellas democracias
emergentes
4-MARIO VARGAS LLOSA y
FUJIMORI
Sorprendentemente, importantes escritores se han congratulado
con diferentes sistemas
dictatoriales a lo largo del siglo pasado. La lista es amplia,
dolorosa e imperdonable. Durante la ocupación nazi de
Noruega, el famoso novelista local Knut Hamsun dio la espalda a
su país y cooperó con las fuerzas invasoras del
genocida Adolfo Hitler. Al
ganador del Premio Nobel de Literatura 1920, poco le
importó el salvajismo y las atrocidades que cometieron los
nazis durante las matanzas de sus compatriotas, incluyendo
niños, ancianos y mujeres. Tampoco prestó
importancia alguna al saqueo de las ricas tierras y bosques
nórdicos.
Después del fin de la Segunda Guerra
Mundial, este triste episodio dejó hondas heridas en
el espíritu de los noruegos que consideraban a Hamsun poco
menos que un héroe nacional, sobre todo
por que sus reconocidas obras describen la vida y la geografía noruega
como ningún otro escritor lo había realizado, con
la sola excepción de Henrik Ibsen.Al mismo tiempo, era una
figura muy respetada por la gran aceptación que
tenían sus obras en casi toda Europa, entre ellas
Hambre(1890), Misterios (1892) y Pan (1894).
También, su antigua popularidad nacional tuvo mucho que
ver con su niñez y juventud en
medio de la extrema pobreza, algo que sus compatriotas valoraban
como un paradigma
especialmente después que logró coronarse con el
galardón sueco. De hecho, a partir de fines del decenio de
los años cuarenta, la mayoría de noruegos quemaron
las obras de Hamsun ,entre ellas Hambre, Misterios,
El cultivo del suelo, La Reina Tamara y
Bajo la estrella de otoño, en señal de
protesta por su cooperación con las fuerzas hitlerianas. A
principios de la década de los cincuenta, el novelista
murió en una casa para ancianos en medio de la sombra del
rechazo y del olvido de sus compatriotas.
No hay duda que cada dictadura posee con mucha vanidad
su Knut Hamsun. En ciertos casos, singulares dictaduras
reúnen más de un Hamsun, especialmente aquellas
tiranías marxistas-leninistas que aparentemente no
representan amenaza alguna a los derechos humanos y la democracia
al exhibir orgullosamente parciales avances en el desarrollo
humano. La tiranía del comunismo de la
edad de piedra del ególatra Enver Hoxha tuvo al novelista
Ismael Kadare a su mejor embajador universal en un mar de
condenas internacionales por el genocidio masivo a las
autoridades y población religiosa en Albania, la peor
economía
europea después de la Segunda Guerra
Mundial. El régimen estalinista benefició al
famoso escritor,eterno candidato al Premio Nobel, con todo tipo
de privilegios y lujos desconocidos por la empobrecida
población albanesa:ropa importada, relojes suizos,
libros
occidentales, artículos de arte,un automóvil de
último modelo y una
residencia de verano. Triste postura para un escritor cuya
máxima novela
Crónica de la ciudad de piedra dio la vuelta al
mundo a partir de 1970.
A pesar de las experiencias negativas que han arrojado
ciertos escritores amantes del culto a la
personalidad, el unipartidismo vitalicio y el manejo de la
economía como una herencia familiar
en países del Tercer Mundo y Europa del Este, existe una
importante corriente de intelectuales no divorciados de la
responsabilidad democrática en la comunidad
mundial. Ciertamente, Amin Maalouf, Wole Soyinka, Salman Rushdie
y Mario Vargas Llosa son los nombres de un grupo de escritores
defensores de la universalidad de la democracia. Son
intelectuales que defienden la democracia en el Tercer Mundo ante
esa línea divisoria horizontal en la cual los valores de
los derechos humanos no son los mismos en Cuba y Burundi
o Myanmar y Eritrea, como lo fueron en el pasado Etiopía y
Chile o Corea del Norte y Guatemala.
De hecho, Mario Vargas Llosa es uno de los principales
defensores de la democracia en la región de América
Latina y el Caribe. El impacto de las violaciones a los derechos
humanos y la corrupción
gubernamental durante la época de las dictaduras militares
latinoamericanas, llevó al escritor peruano a entregarse
por la causa de la democracia. Desde entonces, no cesaría
por iniciar cruzadas antidictatoriales en las naciones del Sur,
inclusive mucho antes de la Caída del Muro de
Berlín. A diferencia de muchos intelectuales y
políticos tercermundistas que viven señalando los
éxitos de la democracia del Mundo del Atlántico e
ignorando por completo los avances y progresos
democráticos en las naciones en vías de desarrollo,
Vargas Llosa nos recuerda como la democracia avanza gradualmente
en la región, aún cuando existen una serie de
amenazas y problemas. Su sabiduría política sobre
esta región sorprende a propios y extraños cuando
viaja alrededor del planeta. Ciertamente, ninguna dictadura se ha
escapado de sus comentarios y oratoria, en
especial el extinto gobierno autocrático de Alberto
Fujimori y el actual gobierno totalitario de Fidel
Castro.
Entre los años 1992-2000 el Perú se vio
envuelto en un extraño co-gobierno autocrático
cívico-militar
electoral, cuyos arquitectos fueron Alberto Fujimori y Vladimiro
Montesinos. Después de Kuniwo Nakamura y Toshio Nakayama ,
gobernantes de las repúblicas de Palau y Micronesia
(Estados insulares ubicados en el Pacifíco Sur), Fujimori
se convirtió en el tercer gobernante de origen
japonés en el Tercer Mundo, figura que explotó
dentro del marco de la admiración latinoamericana por la
alta industrialización y desarrollo humano de la sociedad
nipona, además de las economías florecientes de los
Cuatro Dragones Asiáticos. Bajo el lema de la lucha
antiterrorista-narcotráfico y críticas a la
política tradicional, Fujimori y Montesinos sutilmente
crearon un tipo de pseudodemocracia confundida dentro del
área del multipartidismo de América Latina.
Para unos era una democracia parcial, pero para otros
simplemente una dictadura. No obstante, desde el autogolpe de
1992, el escritor Vargas Llosa no renunció a tipificar al
gobierno peruano como dictatorial. Como orador invitado en alguna
prestigiosa universidad
germana o como periodista de opinión en la prensa europea,
el autor de la La guerra del fin
del mundo nunca se cansó de señalar punto por
punto los lados oscuros de la tiranía andina, como la
corrupción gubernamental, el trato especial
de una terrorista japonesa y la ambigua lucha contra el
narcotráfico. En tanto, Vargas Llosa figuraba en la lista
negra del régimen, al lado de los periodistas Gustavo
Gorriti y César Hildebrant.
Desde hace buen tiempo, la critica vargallosiana se ha
convertido en una sombra sobre la dictadura de Fiel Castro. En
todos los idiomas y en diferentes partes del mundo, él ha
explicado y denunciado el verdadero rostro del régimen
cubano, antiguo aliado de dictadores de la talla de Juan Velasco
Alvarado y Alberto Fujimori Fujimori. Mientras algunos escritores
y artistas eran recibidos con todos los honores por los hermanos
Castro en La Habana, Santiago de Cuba, Cienfuegos o el balneario
de Varadero, el escritor peruano cuestionaba los miles de
millones de dólares invertidos por Moscú en la
construcción de la Revolución
Cubana, gigantesca ayuda que era pieza clave en los gastos de la
propaganda
cubana en el exterior, la militarización cubana en el
África, la educación
marxista-leninista, el desarrollo humano, el deporte, la cultura y la
cooperación a ciertos países aliados del Sur
(Nicaragua, Granada, Angola, Etiopía, Guyana,etc).
"El hombre muere
en todo intento lo que guarda silencio frente a una
tiranía", afirmó categóricamente
Akinwande Oyuwolw Soyinka, escritor y activista por los derechos
humanos en Nigeria. Ciertamente,después de largos
años de lucha antidictatorial en el territorio nacional y
como embajador de la oposición democrática
nigeriana para las presiones internacionales contra la dictadura,
en el año 1999 Soyinka logró el sueño de
millones de nigerianos: establecer la democracia, el derecho
político que fue negado a los habitantes del país
africanos desde la fecha de su independencia.
El Premio Nobel de Literatura 1986 luchó contra
la tiranía nigeriana a partir de la guerra de Biafra,
conflicto que
lo llevó a la cárcel (1967-1969) por denunciar los
crímenes cometidos en la provincia separatista. Desde
entonces no se apartó de su compromiso en contribuir en el
establecimiento de la democracia, en el respeto a los derechos
humanos y la identidad
nacional.En su vocación democrática influyo sus
estrechos lazos culturales con el Reino Unido y también
por ser miembro de la comunidad yoruba, una de las culturas
africanas más avanzadas en materia de democracia.
Siguiendo los pasos de Miriam Makeba y Athol Fugard contra la
dictadura del apartheid de Sudáfrica, su prestigio como
novelista, dramaturgo y poeta lo canalizó como una
plataforma para buscar presiones contra la dictadura nigeriana
dentro del marco de la Comunidad Británica de Naciones,
agrupación a la cual pertenece Nigeria en su
condición de ex colonia del Reino Unido.
Eran los tiempos en que Nigeria se alzaba como un
importante productor y exportador de petróleo a los mercados del
Mundo del Atlántico y Japón.
Asimismo, en el calendario de denuncias internacionales poco
importaba el genocidio que se cometía en Nigeria, pues
primero estaban Sudáfrica, Chile, Israel, El
Salvador, Corea del Sur y el Sahara Occidental.De hecho, el Mundo
Soviético no exhibía interés
alguno por denunciar las atrocidades de un importante aliado en
el seno de las Naciones Unidas. A decir verdad, el gran acierto
el escritor Soyinka fue sintonizar con la universalidad de la
democracia y los derechos humanos como instrumentos para salvar a
Nigeria del marginal grupo de Países Menos Adelantados del
Mundo, categoría que reinaba en aquellas naciones que
habían abrazado el unipartidismo poco después de la
independencia. A diferencia del unipartidismo, cuyo máximo
representante era el influyente y carismático Julyus
Nyerere, la democracia africana contaba con pocos aliados.
A mediados del decenio de los años noventa,
ignorando por completo las solicitudes internacionales y las
amenazas de sanciones económicas, el régimen
dictatorial ejecutó al escritor Ken Saro-Wiwa y a otros
ocho activistas en la prisión de Port Harcourt. El
asesinato de los ecologistas ratificó por completo la
exposición antidictatorial del escritor
Soyinka en los Estados Unidos,
Francia y el Reino Unido. Después de la muerte de Abacha,
se inició una nueva etapa en la historia de Nigeria: se
instauró los primeros pasos para la consolidación
de la democracia, entre estos la redacción de una nueva Constitución y la celebración de
elecciones presidenciales multipartidistas (1999). En la
actualidad se recuerda que la presencia de Soyinka fue uno de los
aportes más valiosos en el ingreso de la democracia en
Nigeria. Aún cuando Soyinka es un escritor de
categoría mundial al igual que otros talentosos escritores
del Sur, es importante reconocer que los ojos del mundo se
posaron sobre él sólo cuando ganó el Premio
Nobel de Literatura.
6-SALMAN RUSHDIE y EL
AYATOLLAH KHOMEINI
En la mayoría de los casos la intolerancia de las
tiranías hacia los escritores se transforma en claros
ejemplos de irracionalidad, tal fue el caso de Salman Rushdie, el
escritor angloindio. Antes de finalizar los años ochenta,
la teocracia
gubernamental de Irán condenó a muerte al novelista
por supuestamente blasfemar a la religión musulmana en
su obra Versos Satánicos. En el Reino Unido,
él tuvo que vivir por largo tiempo en la clandestinidad
con el propósito de esquivar la muerte a manos de los
grupos
terroristas iraníes.
Como ciudadano británico, el gobierno de Margaret
Thatcher le otorgó seguridad al
más alto nivel. "Puede ser una ironía en un
Estado
autoritario, donde uno le debe lealtad al régimen, pero no
lo es en una democracia auténtica", respondió
Rushdie al ser interrogado sobre su condición de ciudadano
protegido del Reino Unido. De hecho, una gran cantidad de
escritores son asesinados o forzados al exilio sobre todo en
sociedades con grupos terroristas y gobiernos tiránicos
sin fuertes presiones internacionales por el respeto de los
derechos humanos, basta mencionar los casos de Argelia, Myanmar,
Bangladesh, Haití y Cuba.
"Los islamistas argelinos han inaugurado la era del
asesinato mediático, en la que se mata a gente, tengan el
nombre o la posición que sea. Les resulta más
rentable, mucho más que matar a mil policías. Y les
es más útil ideológicamente, ya que son
intelectuales y no el poder quienes constituyen la única
salida contra una victoria del integrismo en Argelia",
sostuvo el escritor Rachid Mimouni en una entrevista a
Le Nouvel Observateur de Francia. Ciertamente, el
país norafricano conoce muy bien la violencia
terrorista contra los opositores: el Frente Islámico de
Salvación (FIS) asesinó a los escritores Tahar
Djaout y Abdel Kader Alloula, a principios de los noventa.
7-REINALDO
ARENAS y FIDEL CASTRO
Aunque no encontraron la muerte en campos de
concentración o cárceles miserables de gobiernos
dictatoriales escasamente sancionados por el mundo, los
escritores Reinaldo Arenas, Ma Thida, Rene Depestre y Taslima
Nasrin han sufrido el exilio luego de ser víctimas de
torturas psicológicas, una de las especialidades
predilectas de los regímenes totalitarios. Tal vez una de
las historias más dramáticas de la supervivencia y
la lucha de un escritor opositor dentro del marco de una
tiranía se encuentre en la vida y obra del singular
novelista cubano Reinaldo Arenas, autor de las obras Celestino
antes del alba (1967), El mundo alucinante
(1969) y El palacio de las blanquísimas
mofetas (1980).
Por su condición homosexual y como tenaz opositor
al régimen de Fidel Castro, el ex revolucionario nacido en
Holguín pasó dos años en la prisión
de El Morro, uno de los antiguos campos de concentración
del régimen totalitario.Con anterioridad, en los
años setenta, el gobierno cubano prohibió los
derechos de
autor, lo cual perjudicó económica y moralmente
al escritor ganador del Premio de la Novela
Extranjera de Francia. "En realidad no he tenido ningún
derecho. En Cuba yo tenía muy pocos derechos o ninguno
puesto que los derechos los tiene Estado y el Estado es
una persona. Dentro
de esta persecución de todos los intelectuales, el
escritor es el peor enemigo. Se prohíben los derechos de
autor. Era un delito que se
hiciese un contrato, un
delito penado por ley.
¿Qué ocurre entonces?. Que aunque hay veintiuna
ediciones de mis libros, no he ganado ni un centavo", sostuvo
Arenas.
Borrado de la intelectualidad cubana por su no
disimulado desprecio a la ausencia de libertad
política y derechos sexuales en la Revolución
Cubana, en 1980 Arenas fue expulsado de la Isla a través
del puente de barcos de refugiados de Mariel. Durante su exilio
en Miami, escribió sin parar en tajante respuesta a los
años que perdió como novelista mutilado por un
gobierno dictatorial. Muchas de sus obras reflejan su pasado en
la Isla, destacando como testimonios de la realidad de la
Revolución Cubana: Otra vez el mar (1982), La
loma del ángel (1987), El portero (1988) y
Viaje a La Habana (1990). En vísperas de su muerte,
publicó su famosa autobiografía titulada Antes
que caiga la noche, una novela que refleja la
intolerancia y brutalidad de la dictadura cubana hacia la
homosexualidad
y la postura política anticastrista de Reinaldo Arenas. Al
igual que otros personajes del Tercer Mundo, la vida y obra de
Arenas fue llevada al cine bajo el título de su
última novela, aunque se combinan pasajes de otras
novelas como
El mundo alucinante y El color del
verano.
"Creo que es la voz de muchos cubanos a quienes no
hemos oído, una
voz ultrajada llena de humor que ha convertido el sufrimiento en
extraordinaria belleza. De una vida de dificultades surgió
una de las voces con más talento de
Latinoamérica.Su extraordinario talento lo
convirtió en una de las mayores espinas para el
régimen de Fidel Castro…"opinó el cineasta
Julian Schnabel, responsable de la película Antes que
caíga la noche (2001).
9-FUENTES:
-Anuario Océano 1996, Editorial Océano,
Barcelona 1997
-Bach, Caled. "Mario Vargas Llosa mundo sin
límites", Americas, Washington DC, abril 2004
-Bonilla, Juan José-Payan, Miguel-López,
José-Villalba, Susana. Diccionario
Mundial de Actores, Ediciones JC, Madrid,
1998
-Bowen, Sally. El expediente Fujimori, Perú
Monitor, Lima,
2000
-Diccionario de Literatura
Cubana (tomos I y II), Editorial Letras Cubanas, La Habana,
1980
-Diccionario Sopena de Literatura de Literatura (tomo
I), Editorial Ramón
Sopena, Barcelona, 1991
-Gorriti, Gustavo. Sendero: Historia de la Guerra
Milenaria en el Perú (tomo I), Editorial Apoyo, Lima,
1990
Guevara Onofre, Alejandro. "Crisis de Supervivencia en
Cuba", Diario El Peruano, Lima, 25 de agosto de 1992
——————–"Dictadura y Cultura: El
Régimen de Fidel Castro" en www.monografias.com
——————–"Fidel Castro y Dictadura"
en www.monografias.com
——————–"Historia de las Dictaduras en
el Tercer Mundo" en www.avizora.com
-Guía del Mundo 1993-94, Instituto del
Tercer Mundo, Montevideo, 1992
-Gutiérrez, María Alejandra. "Cine
argentino", Americas, Washington
DC, junio del 20004
-Guzmán, Patricio. Documental: La Batalla
de Chile (II)/Chile/ 1977
————————– Documental: El Caso
Pinochet /Chile/ 2001
Hidalgo Vega, David. "Los expedientes infames",
Diario El Comercio,
Lima, 18 de julio 2005
-Informatodo 1970, Editorial Reader´s
Digest, México,
1969
-Mazenod, Lucienne-Schoeller, Ghislaine.
Diccionario de mujeres célebres, Anaya and María
Muchnick, Madrid, 1996
-Perry, Ellen. Documental:La Caída de
Fujimori / Estados Unidos/ 2005
-Revel, Jean-Francois. El rechazo del Estado,
Editorial Planeta,
Barcelona, 1985
-Robinson, William."Todavía no ha llegado
la hora final de Castro",
Noticias Aliadas, La Habana, 29 de abril de
1993
-Roca, Ana. "Charlemos con Reinaldo Arenas: un
escritor en el exilio", Americas, Washington DC, septiembre de
1981
-Stinson, Douglas. "Artistas cuentan la triste
historia de Ayacucho", Noticias
Aliadas, Lima, 21 de junio de 1994
-Taufic, Camilo. Chile en la Hoguera, Ediciones
Corregidor, Buenos Aires,1974
-The World Almanac and Book of Facts 1975-2004,
The World Almanac Books, New York, New Jersey
-Vargas Llosa, Mario. El lenguaje de
la pasión, Peisa, Lima, 20001
-Yates, Pamela. Documental: Estado de Miedo,
Estados Unidos-Perú, 2005
10-PERFIL DEL AUTOR:
Alejandro Guevara Onofre (Lima/Perú).
.
El peruano Alejandro es un apasionado escritor sobre diversos
asuntos del Tercer Mundo (historia, igualdad de
género,
terrorismo, realidad nacional, cultura, biografías,
deporte…). En la actualidad trabaja en la publicación de
dos textos sobre el sistema dictatorial de la Revolución
Cubana.En el decenio de los noventa fue uno de los líderes
juveniles del Foro
Universitario sobre Naciones Unidas.
En 1998 se convirtió en el primer investigar
latinoamericano en publicar en forma individual una enciclopedia
sobre datos
mundiales.
En los siguientes años, edito varios
libros, entre ellos Historia de la Mujer de los
Estados Unidos. Guevara Onofre posee un archivo de
más de 300 investigaciones y
ensayos: La
Tiranía "Ilustrada" del África: Mugabe de
Zimbabwe / La Historia del Deporte en el Tercer Mundo
/ La Revolución del Poder Femenil/ Las
Dictaduras del Tercer Mundo/ Pol Pot: El Imperio de la
Muerte/ Taiwán: Un importante Avance en la
Democracia y el Desarrollo Humano en el Tercer Mundo/
Alberto Fujimori: El Último Dictador de
Sudamérica/ La Democratización del Sur
/La primera Gobernante del Mundo/ Perú: Tierra
de Iconos Universales /Fidel Castro y
Dictadura/ Mujer y Deporte.
Por:
Alejandro Guevara Onofre