Se presenta una caracterización general de la
fauna silvestre de la provincia Granma, teniendo en cuenta el
criterio zoogeográfico de las cuatro comunidades
faunísticas descritas para el archipiélago cubano:
hidrófila, higrófila, xerófila y
antropóxena. Se exponen las características y
localización de estas comunidades, así como algunos
ejemplos de las principales especies existentes en ellas, con el
nombre científico que poseen y el común más
reconocido; se incluyen, además, algunos comentarios sobre
las mismas.
La Fauna Cubana posee características
intrínsecas, debido a su origen y evolución y a la condición de
archipiélago del territorio que esta habita; es pobre
relativamente en grupos
representados; pero con la presencia de grandes procesos de
radiación
adaptativa, los grupos presentes se han diversificado
extraordinariamente, al extremo de que hay grupos de animales que
están emparentados entre sí, pero pueden, incluso,
tener habitats distintos y utilizar recursos del
medio diferentes, existiendo un fuerte endemismo con una
proporción de endémicos muy alta en todo el
territorio.
La fauna silvestre existente en la provincia Granma, al igual
que la del archipiélago en general, también es
pobre en cuanto a los grupos representados, pero los presentes
están muy diversificados y con tendencia a la
microlocalización.
Son los mamíferos los de menos representatividad
dentro de la fauna (jutías y murciélagos
principalmente), siendo los más numerosos: insectos,
moluscos (terrestres y acuáticos), anfibios, reptiles y
aves. En los
cuatro primeros grupos se encuentra el mayor número de
endémicos.
Debe destacarse que en la provincia se localiza una gran parte
de uno de los tres grandes centros de diversificación de
la fauna, formado por las montañas de la Sierra
Maestra.
Teniendo en cuenta el criterio zoogeográfico de las
cuatro comunidades faunísticas descritas para el
archipiélago cubano, pueden describirse las siguientes
para la provincia de Granma:
- Fauna hidrófilaHotwordStyle=BookDefault;
.
Se encuentra principalmente en los manglares de la zona
costera relacionada con el Golfo del Guacanayabo, incluyendo las
ciénagas asociadas a las pocas zonas bajas de la costa
sur, en la zona lacustre de Birama y Buey; en los ríos,
embalses o presas construidos, que han incrementado los espejos
de agua en la
provincia y, por ende, han favorecido el desarrollo de
la fauna asociada a estos.
En estas comunidades se incluyen pocas especies de animales
terrestres. Abundan: cangrejos (Género
Uca, Cardisoma), jaibas
(Callinectes), ermitaños
(Coenobita), camarones (Penaeus),
entre otros; arácnidos como los escorpiones:
Microtityus fundorai, Centruroides anchorellus y
Cazierius gundlachii, todos endémicos; varias
especies de arañas, algunas luciendo bellos colores, y que
tejen fuertes y grandes telas. También habitan varias
especies de mosquitos; los más comunes son: Aedes
taeniorhynchus, A. solicitans y
Anopheles albimanus, principal vector de la malaria
en Cuba.
Polícromas mariposas le dan colorido a estos parajes, como
las especies endémicas Krecogonia cabrerai,
Atlantea perezi, Oarisma brumeri, Holguinia
holguin, y otras muy comunes en estas zonas.
En los vertebrados, los peces
fluviales tienen sus representantes en las siguientes especies:
Herichthys tetracantha, nuestra conocida y
endémica biajaca; los guajacones, que según Poey
son criollos de pura cepa: Gambusia punctata, G.
rhizophorae, G. puncticulata, además de
Limia vittata, especie endémica, al igual
que los representantes del género Girardinus
(G. metallicus, G. microdactylus y G. falcatus).
Otros representantes de la fauna ictiológica son, sin
dudas, también conocidos como: el quimbolo o maporro, muy
usado en la pesca
deportiva como carnada (Symbranchus marmoratus); un
endémico, bien cubano, Cubanichthys
cubensis; una especie migratoria de las zonas litorales
Anguilla rostratra y otras especies muy comunes en
esteros y marismas de las zonas costeras, manglares y
ciénagas como Dormitator maculatus (mapo),
Cyprinodon variegatus (guajacón),
Centropomus undecimals (robalo), Guavina
guavina (guavina) y otras más.
En los anfibios, el sapo común (Peltaphryne
peltacephala), endémico de Cuba, es un
representante típico. También nuestra conocida rana
platanera, Osteopilus septentrionalis, es un
habitante común y poco admirado. Una especie introducida y
muy aplatanada en las aguas fluviales es la muy apreciada rana
toro, Rana catesbeiana, sometida en ocasiones a una
fuerte depredación para utilizar sus sabrosas ancas. Sin
embargo, no son estos anfibios los más abundantes en esta
comunidad,
pues las conocidas ranitas o ventorrillas, son verdaderas joyas
de nuestra herpetofauna endémica (en su mayoría),
las cuales llenan con sus cantos, confundidos con los grillos,
los crepúsculos y días de lluvias, todas ellas
pertenecientes al género Eleutherodactylus,
con varias especies descritas.
En los reptiles debe destacarse un habitante muy común
de estos parajes: el temido y mal llamado caimán,
Crocodylus acutus. También nuestra conocida
jicotea, Trachemis decussata, que se ha convertido
en un reptil muy utilizado en la alimentación, en las
liturgias religiosas o en simple mascota en las casas. Los
lagartos tienen en los representantes del género
Anolis, a los más abundantes de estas
áreas como A. sagrei, A. porcatus, A.
allisoni (con la cabeza azul en el macho), A.
equestris (el endémico y respetado chipojo), A.
birama (endémico de la zona), A. argenteolus
(con su delgado cuerpo y grandes patas, un verdadero trepador).
Un raro ejemplar es la culebrita de cuatro patas,
Diploglossus delasagra, común, pero no muy
abundante. Es también menester destacar la presencia del
geco o salamanca más grande de Cuba, la dormilona,
Tarentola americana, además de varias
especies del género Spaerodactylus,
endémicas de Cuba.
En cuanto a los ofidios son comunes: el jubo cubano,
Alsophis cantherigerus; el jubito de magdalena,
Antillophis andreae andreae, con sus colores negro
en el dorso y blanco en la región ventral, y
endémico de Cuba; los majasitos: Tropidophis
melanurus, T. pardalis y T. wrighti; el reconocido
catibo de manglar, serpiente introducida desde la Florida
(Nerodia sipedon), y el catibo,
típico de las aguas dulces, Tretanorhinus
variabilis, de aspecto repugnante y muchas veces
maldecido por los pescadores al ser atrapado en los anzuelos.
En estas comunidades, las aves son las de mayor presencia, en
especial las llamadas aves acuáticas (zancudas,
ánades, gallaretas, etcétera) como: pelícano
(Pelecanus occidentalis), rabihorcado
(Fregata magnificens), flamenco
(Phoenicopterus ruber ruber), garza blanca
(Egreta thula thula), garcita bueyera
(Bubulcus ibis ibis), garza azul (Florida
caerulea), aguaticaimán (Buturoides
virescens maculatus), yaguasa (Dendrocygna
arborea), pato de la florida (Anas
discors), pato inglés
(Anas platyrhynchos), sevilla (Ajaia
ajaia ), gallinuela de agua dulce (Rallus elegans
ramsdeni), gallinuela de manglar (Rallus
longirostris), gallareta de pico blanco (Fulica
americana), gallito (Jacana spinosa).
También están representadas algunas aves de presa
como: guincho (Padion heliaetus), gavilán
caracolero (Rostrhamus sociabilis levis),
endémico de Cuba, cernícalo (Falco sparverius
sparverioides), también endémico, y nuestra
conocida tiñosa (Cathartes aura aura). Otras
aves muy comunes son: el títere playero (Charadius
wilsonia), el martín pescador (Ceryle
alcyon) y algunas especies de palomas como: paloma
rabiche (Zenaida macroura), tojosa (Columbina
passerina), y torcaza cabeciblanca (Columba
leucocephala). Se observan además algunas especies
de pájaros, como los endémicos totí
(Dives atroviolaceus), chichinguaco
(Quiscalus niger), y bobito chico (Contopus
caribaerus); además el sinsonte (Mimus
polyglottos) y la señorita del manglar
(Seiurus noveboracensis).
En los mamíferos, la jutía conga (Capromys
pilorides) y el murciélago pescador
(Noctilio leporinus mastivus) son los principales
representantes. Debe destacarse la presencia de una especie
acuática en peligro de extinción: el manatí
(Trichechus manatus).
2- .Fauna higrófilaHotwordStyle=BookDefault;
.
Representada por las especies habitantes de los bosques
semideciduos y mesofíticos en la zona de premontaña
y de montañas pequeñas de varios municipios
granmenses como: Guisa, Buey Arriba, Bartolomé
Masó, Campechuela, Media Luna, Niquero y Pilón, en
estos dos últimos ocupando áreas del Parque
Nacional "Desembarco del Granma". Una gran diversidad de especies
de moluscos terrestres, arácnidos, insectos, reptiles y
aves se encuentran allí. También debe destacarse la
fauna asociada a los bosques montanos y de pinares que aparecen
aislados en las montañas con altura de más de 800
metros en el macizo de la Sierra Maestra correspondiente a la
provincia.
Se pueden encontrar numerosas especies de hábitat
arbóreo como moluscos terrestres pertenecientes a los
géneros Emoda, Chondropoma, Helicina, Cerion,
Obeliscus, Oleacina, Caracolus, Zanchrysia, Coryda, y
Hemitrochus, destacándose además las
bellas conchas de los caracoles pertenecientes a las especies
endémicas Liggus vittatus y
Polymita venusta. Insectos, como las
bellas mariposas diurnas, pertenecientes a las especies
Parides gundlachianus, Phoebis avellaneda, Papilio
caiguanabus, Papilio oxynius, Burca concolor,
Choranthus radians, todas ellas endémicas de Cuba.
Debe destacarse la presencia de otros insectos como mosquitos de
los géneros Psorophora, Aedes, Culex, Wyeomia,
Anopheles y Uranotaenia, de marcado interés
médico – veterinario. También varias especies de
formícidos (hormigas) del género
Leptothorax con el incansable ir y venir por las
ramas y troncos de árboles
y arbustos, caracterizan estas comunidades, junto a avispas,
abejorros y las hacendosas abejas de los géneros
Apis (la introducida abeja de la miel),
Melipona y Xylocopa. No debe dejarse
de mencionar a la amplia fauna de coleópteros, con una
gran variedad de hábitat y formas que pueblan los bosques,
dentro de los géneros Cycloneda, Derancistrus,
Chlorida Phylophaga, entre otros.
Son también habitantes de estas comunidades
representantes de arácnidos como los escorpiones:
Alayotityus granma, endémico local,
Rhopalurus junceus, Cazierius gundlachii parvus,
Centruroides archonellus, que son endémicos de
Cuba, junto a otras especies del mismo grupo comunes
en otras comunidades, así como de arañas,
amblipigios, palpígrados, uropígios, opiliones y
seudoescorpiones, entre otros grupos.
En los vertebrados pueden encontrarse, habitando los
ríos y arroyos, representantes de la Ictiofauna fluvial,
pertenecientes a los géneros Gambusia, Girardinus,
Limia y Herichthys, ya mencionados en las comunidades
hidrófilas. Vale la pena destacar una amplia fauna de
anfibios que todavía está en estudio, perteneciente
a los géneros Peltaphryne (sapos),
Eleutherodactylus (ranitas y ventorillas) con
varias especies como E. limbatus (ranita cubana),
E. auriculatus , E. ionthus, E. varleyi, E
atkinsi, E. planirostris y otras de marcado endemismo,
sin dejar de mencionar a nuestra conocida rana platanera
(O. septentrionalis); todos ellos con alegres y a
veces confundibles cantos que dan riqueza a los atardeceres en
nuestra campiña.
Son los reptiles pertenecientes a los saurios o lagartos, los
vertebrados que junto con las aves, tienen mayor presencia visual
en estas comunidades. Deben destacarse los gecónidos,
conocidos como salamancas o salamanquesas, con el género
Sphaerodactylus, conteniendo las más
llamativas y delicadas especies endémicas como S.
nigropunctatus ocujal (endémico local), S.
notatus, S. argus y otras. También está
presente el gigante de los gecos cubanos, Tarentola
americana. Pero es otra familia la que
contiene a la mayoría de los saurios:
Iguanidae, con el género
Chamaeliolis, con 3 especies, una de las cuales es
endémica del Parque Nacional
"Desembarco del Granma", descrita por primera vez en el
año 1996 y nombrada como Ch. agueroi, en
honor a un destacado profesor de
Zoología de Holguín, fallecido, quien fue su
descubridor. Pero es el Género Anolis el que
agrupa al mayor número de especies, debiéndose
destacar algunas de marcado interés local por su
endemismo: A. guafe, A. confusus, A. equestris
verreonensis y otras como: A. centralis, A.
jubar, A. angusticeps, A. guazuma, A. isolepis, A. alutaceus, A.
loysianus, A. argenteolus (con sus grandes y delgadas
patas), A. porcatus, también
endémicas, y las más comunes A.
sagrei y A. allisoni (con la cabeza azul en
el macho). Habitando los suelos de estas
comunidades es común ver a las simpáticas
lagartijas del género Leiocephalus,
endémicas, como L. carinatus aquarius, L. macropus
phylax y L. cubensis. No falta tampoco en estas
comunidades nuestro mayor lagarto Cyclura nubila,
con el nombre vernáculo de iguana, heredado de los
indocubanos. Otras especies son también comunes como
Diploglossus delasagra (culebrita de cuatro patas),
Ameiva auberi (lagartija de la cola azul) y una
especie endémica y muy primitiva por su origen, la
lagartija de la hojarasca, Cricosaura typica,
inicialmente descrita para la zona de Cabo Cruz, pero que
actualmente se conoce que habita otros lugares de la zona sur
oriental. Otro endémico, común en la hojarasca y
debajo de rocas, es
Amphisbaena cubana, curioso reptil ápodo,
llamado culebrita ciega. Los ofidios tienen sus
representantes en estas comunidades, debiéndose destacar
en primer lugar nuestra mayor boa, Epicrates
agulifer, o majá de Santa María, de bellos
colores en su piel y una mal
ganada fama en nuestros campos. También existen otras
especies que a veces el desconocedor confunde con crías
del antes mencionado majá; estos son los majasitos
endémicos, del género Tropidophis,
inofensivos, tímidos y maltratados en ocasiones por culpas
que no les corresponden. Las culebras, más estudiadas,
tienen en el jubo cubano, Alsophis cantherigerus, a
su mayor representante y al más conocido, el jubito de
Magdalena, Antillophis andreae, con sus llamativos
colores negro y blanco brillantes, que es representante
endémico. Pero son las bellas culebritas del género
Arrhyton las más numerosas y de mayor
endemismo.
Las aves, con su riqueza en cantos y colores del plumaje,
amenizan todos los rincones de estas comunidades,
repitiéndose algunas especies ya vistas en zonas
hidrófilas. Deben destacarse especies de falconiformes
como C. aura aura (tiñosa), Buteo
jamaicensis (gavilán del monte), B.
platypterus cubanensis, Falco sparverius
(cernícalo), columbiformes como Columba
leucocephala, C. squamosa (torcaza
cuellimorada, Columbina passerina (tojosa),
Zenaida asiatica (paloma aliblanca), Z. macroura,
Starnoenas cyanocephala (perdiz cubana), endémica
en género y especie; psitácidos como nuestra
endémica cotorra Amazona leucocephala
leucocephala; cuculiformes como la guacaica o arriero,
Saurothera merlini merlini, endémica, y el
negro judío, Crotofaga ani; estrigiformes
como nuestra lechuza, Tyto alba
furcata, nuestros sijúes endémicos como
Glaucidium siju siju (platanero), Gymnoglaux
lawrenci (cotunto); apodiformes como nuestro
endémico zunzún esmeralda, Chlorostilbon
recordii recordii, y el ave más pequeña del
mundo: nuestro zunzuncito o pájaro mosca, Mellisuja
helenae. Dentro de las trogoniformes aparece nuestra
endémica ave nacional, el tocororo, Priotelus
temnurus temnurus, que exhibe los colores de la bandera
cubana y es símbolo de libertad. Es
la cartacuba, Todus multicolor, una de nuestras
más bellas y delicadas aves endémicas,
pertenecientes a las Coraciformes. Las Piciformes tienen en los
carpinteros representantes inconfundibles como los
endémicos Melanerpes superciliaris (jabado)
y Xiphidiopicus percussus (verde). Constituye el
grupo de los pájaros o Passeriformes los de más
amplia representatividad, debiéndose destacar los
conocidos pitirres, del género Tyrannus, y
los bobitos como Contopus caribaeus
caribaeus (chico) y Myarchus stolidus
(grande). No debe faltar entre los pájaros nuestro gran
imitador: el sinsonte, Mimus polyglottos orpheus,
el zorzal real, Mimocichla plumbea schistacea,
endémico, el pequeño sinsontillo Polyoptila
lembeyei y el juan chiví, Vireo gundlachii
gundlachii, ambos endémicos. También son
muy comunes varias especies de bijiritas, algunas visitantes
invernales y otras como el pechero, Teretistris
fornsi, endémico de la zona oriental. Entre los
pájaros con plumaje negro están los
ictéridos, destacándose Quiscalus
niger (chichinguaco), Dives atroviolaceus
(totí), Icterus dominicensis melanopsis
(solibio), todos endémicos. Aparecen comúnmente los
conocidos tomeguines, Tiaris canora (del pinar) y
Tiaris olivacea (de la tierra), al
igual que el conocido y muy apreciado por los criadores de
pájaros, el negrito, Milopyrrha nigra
nigra, y una especie muy bella por sus colores, el
cabrero, Spindalis zena zena, ambos
también endémicos de Cuba.
Los mamíferos, aunque pobres en diversidad, tienen en
las jutías congas, Capromys pilorides, y la
jutía andarás (Capromys melanurus), y
en los murciélagos como Pteronotus
quadridens, P. macleayi macleayi,
Artibeus jamaicensis parvipes y Natalus
lepidus (mariposa), a sus representantes más
comunes, junto a otras especies de estos últimos. No deben
dejarse de mencionar especies que el hombre ha
sido responsable de su introducción y propagación, con los
conocidos efectos negativos en la vida silvestre como son: el
perro jíbaro (Canis familiaris), el gato
jíbaro (Felis catus) y las ratas
(Género Rattus ) y ratones (Género
Mus).
3.- Fauna xerófilaHotwordStyle=BookDefault;
.
Constituye la fauna asociada a los matorrales xerofiticos
costeros y subcosteros que se encuentran principalmente en la
porción sur de la provincia, desde Cabo Cruz hasta
Pilón, incluyendo en ella las famosas y bien consideradas
terrazas marinas que forman parte del Parque Nacional
"Desembarco del Granma". La variedad de animales no es muy
grande, siendo los principales grupos representados, los
insectos, como escarabajos, hormigas y mariposas; los moluscos
terrestres, las arañas y los escorpiones. Entre los
vertebrados, numerosos lagartos, algunas aves y unos pocos
mamíferos como la jutía conga y algunos
murciélagos.
4.- Fauna antropóxena
Esta comunidad faunística, la más extendida por
el territorio de la provincia, asociada a las áreas donde
la mano del hombre ha
desaparecido la vegetación natural, convirtiendo estas
áreas en asentamientos humanos y zonas de cultivos,
principalmente. Comprende en general zonas llanas relacionadas
con cuencas fluviales.
La comunidad se caracteriza por una amplia diversidad de
especies de insectos, además de la presencia de moluscos
terrestres y fluviales, anfibios (ranas y sapos), lagartos de
varias especies, algunos ofidios, una relativa variedad de aves,
relacionadas con otras comunidades, algunas especies de
murciélagos fruteros e insectívoros, así
como las especies sinantrópicas que acompañan al
hombre (Bos taurus, Ovis sp, Capra sp, Sus sp, Canis
familiarias, Felis catus, Oryctolagus cuniculus, Gallus
gallus, etcétera).
La biodiversidad faunística de la provincia Granma es
rica y representa un recurso natural que debemos conservar para
las futuras generaciones, para que ellas, al igual que nosotros,
tengan la oportunidad de escuchar el bello canto de nuestras aves
al amanecer o el de nuestras desconocidas ranitas, cuando cae
el sol; que
cuando miren al cielo puedan ver el revolotear de una hermosa
mariposa, o simplemente admirar a nuestras diversas lagartijas en
los árboles y sobre la tierra. Es
esta una gran responsabilidad a la que no debemos renunciar en
el presente.
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Instituto de Zoología. Academia de Ciencias de
Cuba. La Habana. - ________________ (1980). Mamíferos de Cuba.
Editorial Gente Nueva. Ciudad de la Habana.
Autores:
Lic. Jesús Fernando Garcés
Fonseca,
P. Auxiliar,
Facultad de Integrales de
SB. Universidad
Pedagógica de Granma "Blas Roca
Calderío"
jfernando[arroba]ispgrm.rimed.cu
Lic. Olaida Cedeño Reyes,
Asistente,
Departamento de Preparación para la Defensa,
Universidad Pedagógica de Granma "Blas Roca
Calderío".
Este Trabajo es
parte de los resultados de un proyecto de
investigación sobre la biodiversidad de la provincia
Granma, que se viene desarrollando por un colectivo
multidisciplinario de la Univ. Pedagógica de
Granma.