Monografias.com > Estudio Social
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Todos los problemas tiene solución y, los temibles medios de comunicación social




Enviado por ruanowilly



    1. Todos los problemas tienen
      solución
    2. Pecado reconocido es pecado
      perdonado; compartir los problemas es diluirlos y por lo
      tanto resolverlos
    3. Técnica y
      resolución de problemas
    4. Los problemas,
      dificultades, complicaciones y conflictos
    5. Los temibles medios de
      comunicación social

    TODOS
    LOS PROBLEMAS TIENEN SOLUCIÓN

    Y ES MEJOR SI LES ENTRAMOS EN
    EQUIPO

    Aquellos tiempos, si es que sirvieron, en que
    creíamos que una sola persona
    tenía la capacidad hasta para hacer el café y,
    al mismo tiempo
    invertir en acciones
    adecuadas, sin descuidar la ejecución, planificación y administración de una organización o institución
    pública o privada, ya quedaron atrás.

    Hoy, con nuestro mundo globalizado, con la Internet en la sala de
    nuestra casa y con los grandes o medianos bloques
    económicos, es indispensable hacer las cosas como Dios
    lo manda.

    Y en política, ya sea en nuestro grupo o
    partido, o bien haciendo Gobierno, el
    papel del líder
    es rodearse de una serie de líderes, o personas capaces en
    su propia disciplina,
    para ir conformando una serie de equipos para cada rama
    específica.

    Desarrollar cualquier organización o
    institución, darle vida, mantenerla y sacarla adelante,
    seguros que
    durará un buen tiempo en el mercado, ya sea
    económico o en el social y político, es y debe ser
    la meta de
    cualquiera que se precie de estar en el mundo de la dirigencia y
    del liderazgo.

    Contar con una serie de seres humanos, y ojalá,
    altamente calificados para que nos acompañen en la
    aventura de iniciar la carrera hacia la Presidencia de la
    República, nos permitirá estar seguros de lograrlo
    y, una vez en el Poder
    Público, ejercerlo en servicio a la
    comunidad y no
    en servicio personal de los
    miembros del team político que llegamos a disfrutar la tan
    ansiada miel del poder público.

    Todas las personas tenemos nuestra facilidad para algunas
    cosas y, unos más que otros somos, si pudiéramos
    decirlo, expertos en temas específicos.

    Esta potencialidad ya puesta en práctica con siete,
    diez o veinte mujeres y hombres dispuestos a conjugar el verbo
    Gobernar y sacar adelante los problemas, vicisitudes y
    emergencias de los gobernados, debe ser la meta del Señor
    Presidente.

    Y no saquear la nación.

    Hacer negocitos.

    O endeudar a nuestros nietos y bisnietos.

    Los mecanismos de control para que
    el grupo primario, es decir los asesores y consejeros, puedan
    mantener organizados a los demás miembros del equipo
    humano de trabajo, es
    decir el Gabinete conformado por ministros, secretarios y
    comisionados, debe estar enmarcado en el seguimiento, evaluación, retroalimentación, readecuación de
    los planes, cambios y por sobre todo medir la eficacia y
    eficiencia de
    los resultados obtenidos por medio y en la opinión
    pública.

    No olvidemos que es la opinión pública la que
    sostiene políticamente a los gobernantes.

    Y la opinión pública la conforman las
    expresiones a las que podemos tener acceso por los medios de
    comunicación social, periódicos, radio, televisión, cable, Internet, volantes,
    vallas, opiniones y editoriales, hasta lo que nos llega por medio
    de chismes, chistes,
    chismorreos, bolas, caricaturas y comentarios populares.

    Sin olvidar que un estudio científico de la
    opinión pública, como lo son las encuestas,
    estudios de opinión y preguntas inocentes en reuniones,
    pero periódicas y diseñadas para saber la verdad y
    no para auto babosearnos, nos permiten, al grupo, al Gabinete y
    al Presidente, saber con exactitud casi milimétrica lo que
    estamos haciendo, cómo lo hacemos y el grado de
    satisfacción o disgusto ocasionados por nuestras
    actividades políticas
    en el Gobierno Nacional.

    Claro que si no nos van a servir esos resultados para un
    carajo, y si no los utilizamos como mecanismos externos de
    corrección a nuestras actuaciones, no sólo
    demostramos una soberbia digna de una vedette o de una
    cabaretera, sino una enorme irresponsabilidad con la población a la que sólo se le
    permite –y la culpa es del Sistema Electoral
    obsoleto que tenemos- pronunciarse sobre las gestiones
    políticas de los políticos un día cada
    cuatro, cinco y seis años ante una cajita que, con su voto
    en mano, el día de las elecciones, castiga al grupo que no
    supo ni quiso interpretar los problemas
    sociales del país.

    Claro, y es comprensible, que si es problemático
    ponernos de acuerdo hasta con nuestro cónyuge, no digamos
    de tener un grupo de ocho o diez personas, y luego una serie de
    grupos adentro
    del Gabinete y de los cuadros medios del
    Gobierno, como que se ve complicado, complejo y una vana
    ilusión el obtener resultados satisfactorios al
    respecto.

    Pero para eso es que les presento este manual.

    Para considerar nuevas y novedosas formas de solucionar los
    clavos y problemas del día a día.

    Claro y por supuesto que los problemas se agudizan cuando le
    meten la mano las personas que conforman grupos, organizaciones y
    asociaciones.

    Pero eso sucede porque metimos perros y gatos en
    un saco y les pedimos que desmenucen una situación y
    presenten opciones de solución.

    Los resultados son pobres, precisamente, porque no hay una
    línea adecuada por la cual deban caminar y conducirse los
    participantes.

    Si a tres profesores de educación primaria
    les pedimos un análisis y la presentación de
    soluciones a
    los inconvenientes que padecen los miembros de la comunidad en la
    que dan sus clases, por supuesto que obtendremos una
    visión.

    Pero si a ese pequeño grupo le sumamos la presencia de
    uno o dos líderes comunitarios, del cura o pastor, del
    alcalde auxiliar, y de cualquier otro u otros representantes, el
    análisis se profundizará y las soluciones y
    propuestas tomarán en cuenta otros aspectos que a los tres
    profesores se les habrían pasado por alto.

    Y si a ese mismo grupo le agregamos y sumamos el concurso de
    un sociólogo, un ingeniero, un médico, un abogado,
    una trabajadora social y el apoyo de otros profesionales en las
    áreas que tienen que ver con y en la comunidad al
    respecto, sin ninguna duda que el resultado del trabajo
    emprendido por ellos será una pieza maestra en lo que a
    desarrollo
    humano y social de la comunidad se refiera.

    Y esa es la idea central de este capítulo.

    Presentar la serie de beneficios que se obtienen cuando en un
    grupo multidisciplinario todos trabajamos con un mismo
    propósito y fin; que no es otro que encontrar salidas
    adecuadas a los problemas y dificultades nacionales.

    También debemos saber, y estar listos, cuándo es
    mejor tomar decisiones personales y rápidas, pues como son
    de vital importancia no podemos darnos el lujo de convocar al
    grupo y esperar su integración, discusión, estudio y
    propuestas, mientras eso sucede se muere el paciente.

    ¿Verdad?.

    El mecanismo de la oportunidad y el momento adecuado para
    decidir son las armas del
    líder de líderes; y se supone que eso es lo que
    representa y es el Señor Presidente de la República
    para su amado pueblo.

    Y que por ellos vive, se desvela y estudia, así como
    dirige, controla y ejecuta.

    ¿Qué otra cosa si no eso son las hartas obligaciones
    presidenciales para con los habitantes?.

    El título de este capítulo es muy significativo,
    pues afirmar, como lo hacemos en esta parte (se fijó que
    sigo poniendo en práctica el método de
    no hablar nunca en primera persona), que todos los problemas
    tienen solución, pueda parecerles a algunos como cosa del
    diablo y harto exagerada.

    Pero no.

    Quizá unas pocas cosas y situaciones no tengan la
    solución que más nos satisfaga, pero en general,
    dicen los grandes pensadores que cuando aparece el problema,
    instantáneamente con él, surge la
    solución.

    Es decir que nos presentan a estas cosas como una dualidad y
    polaridad en la que, de un lado o extremo está el
    problema, y del otro, su correspondiente solución.

    Y, como con toda polaridad o dualidad, que están
    enmarcadas en una misma línea, hay una serie de
    gradaciones, tanto para agrandar o menguar el problema, como para
    su oportuna, conveniente y proporcional y apropiada
    solución, desde esa perspectiva debemos enfocarnos y
    alistar nuestras baterías.

    Por si no ha quedado claro el concepto de las
    dualidades y polaridades, y de la misma línea en que
    están problema y solución, perdámonos un
    poco y divaguemos al respecto.

    El Norte y el Sur, representan un muy buen ejemplo.

    Resulta que si empezamos a caminar al norte, y continuamos en
    esa línea, de repente nos encontramos en dirección al sur.

    Y si nos situamos en la línea ecuatorial, que es la que
    se supone divide equitativamente los hemisferios, con cada paso
    que demos hacia el norte o hacia el sur, de manera gradual nos
    estaremos acercando a cualquiera de sus extremos hasta llegar al
    Norte absoluto o al Sur total; pero si damos un paso más,
    después de esos extremos, por lógica,
    nos encaminamos en dirección opuesta.

    Al llegar del sur al Polo Norte y
    continuar nuestro camino, éste nos conducirá por el
    sur hasta el otro extremo, que es el Polo Sur.

    Las otras dualidades o polaridades interesantes son las que
    forman el Amor-Odio y
    la Debilidad-Fuerza.

    ¿Quién no ha repetido eso que del amor al odio
    no hay más que un paso?.

    ¿O aquella otra frase de sacó fuerzas de su
    flaqueza o debilidad?.

    Bueno, hoy sí, mis querid@s lectores, lo mejor es que
    continuemos.

    Pues bien, les decía, y perdonen que meta mi primera
    persona en esto, pero de vez en cuando no es tan malo hacerlo,
    que ahora ya podemos entender quizá mejor la idea central
    de este capítulo.

    Como ya sabemos que no existe una sola y única
    respuesta, propuesta y solución a un específico
    inconveniente, problema o emergencia, sino tantos como los puntos
    que hay en una línea (recordemos eso de las polaridades y
    dualidades que están en una misma línea y las
    líneas están compuestas de miles de puntitos, que
    en este caso representan esas variadas, locas y hasta
    despampanantes propuestas de solución), eso nos
    indicará que mientras más cabezas estén
    enfocando su atención a un algo, se espera por lo menos
    una propuesta por persona participante.

    Y le corresponde al Líder conjugar las respuestas y
    sacar la más apropiada, tomando en cuenta otra serie de
    factores para implementarla o cambiarla si las reacciones e
    impacto social es contraproducente para la comunidad o para el
    Gobierno.

    Para la lluvia, bendita agua que nos
    obsequia la madre naturaleza,
    algunos avispados seres humanos consideraron la posibilidad de
    sacar un dinerito extra de esa condición ambiental y
    surgieron la sombrilla, el paraguas, los protectores, capas, ropa
    especial impermeable, gorras, sombreros, botas y zapatos de hule
    y toda una gama de productos.

    Pero a nadie se le ocurrió poner en práctica
    nada que detuviera las lluvias pues el impacto negativo en el
    medio ambiente
    lo desprestigiaba.

    Aunque muchos sí influimos en las pocas lluvias que
    ahora caen en nuestros países pues, con la descontrolada
    deforestación, calentamiento y uso de
    substancias que degeneran a la naturaleza, hoy las lluvias no son
    como antes.

    Pero también podemos observar que las empresas y
    personas que tienen que ver con este problema, han tratado que la
    opinión pública no los trate tan mal, y unos ya
    promueven su imagen con
    publicar que ya no usan tal o cual tóxico o que los
    combustibles ahora tienen componentes que evitan gases y
    químicos nefastos para el medio ambiente,
    así como los grandes fabricantes nos juran que sus
    vehículos traen depuradores y filtros capaces de reducir
    notablemente la
    contaminación.

    Por igual, con la serie de propuestas, impactos,
    complicaciones e implicaciones, que pueden causar cualquier
    solución que nos propongan a los problemas nacionales,
    debemos estar listos para ir graduando, para arriba o para abajo,
    depende de las reacciones e impacto causado, y entonces estaremos
    listos para decir que estamos Gobernando nuestro país.

    ¿Ve usted qué simple y tranquilo representa
    gobernar, dirigir y presidir una nación?.

    Claro que en la búsqueda de soluciones adecuadas,
    prácticas y oportunas, si lo hacemos de manera correcta
    por medio de un grupo y de una serie de grupos, ahí, en la
    búsqueda, surge otro problemón del tamaño de
    la Basílica del Señor de Esquipulas, en Guatemala, mi
    amado terruño (un saludo cordial y abrazos para todos mis
    paisanos, me gustaría nombrarlos a todos, pero se me
    pueden quedar algunos nombres y después cómo me lo
    reclaman; así que salud y vida
    jóvenes), y hacer que perdamos la compostura, los buenos
    modales y hasta la razón.

    Antes de seguir disculpen el saludo a mis cuates y amig@s
    esquipultec@s, pero detalles como este son los que valen ante la
    comunidad y elevan los puntos en encanto, popularidad y amistad.

    ¿O no?.

    Más cuando como en mi caso es algo sincero y
    cordial.

    Y mis paisanos, amigos, desconocidos (ahora hay muchos
    extranjeros viviendo en Esquipulas que no conozco pero que ellos
    sí me conocen), uno que otro mal amigo y a los que les
    debo y que me deben, saben que hablo con el corazón en
    la mano.

    Les decía que la rivalidad existente y normal y
    esperada en los miembros de un grupo, unida a la ojalá
    sana competencia,
    celos, envidia y hasta el desafío que representan como
    motivaciones, estímulos y acicates para los que conforman
    los equipos de
    trabajo, puede ser tomado como otro problema adicional, o ser
    aceptado como una cosa muy positiva.

    Ahí si que depende del cristal con que veamos las
    cosas.

    A mí en lo personal representan más cosas buenas
    y positivas que negativas o problemas.

    Principalmente por que esos aguijones, si tenemos la capacidad
    de liderar, gerentear y dirigir a nuestros colaboradores,
    tendremos, así mismo, el genio para jalar de las cuerdas y
    orientar toda esa energía a nuestro favor y en beneficio
    de nuestro pueblo.

    Ahora bien, aquel que es un perfecto pusilánime y poco
    conocedor de los mecanismos de control de grupos y personas, se
    lo va a llevar la gran…, a él y a su Gobierno, y
    desgraciadamente al pueblo.

    El Presidente, tanto como el dirigente de su
    organización o institución, sólo tiene que
    tener los atributos, las agallas o sea el valor supremo
    que dan los pantalones bien puestos que mujeres y hombres por
    igual poseemos, para hacer una cosa sencilla: Administrar el
    procedimiento
    con los grupos.

    PECADO RECONOCIDO ES
    PECADO PERDONADO.

    COMPARTIR LOS PROBLEMAS ES DILUIRLOS Y POR LO TANTO
    RESOLVERLOS

    Y que mejor que comprender estas afirmaciones si ponemos un
    buen ejemplo, además que exponemos nuestros puntos de
    vista con bases sólidas y comprensibles.

    Veamos que es lo que sucede en un país, como cualquiera
    de la América
    Latina, en materia de
    seguridad,
    prevención y protección de la vida, bienes y
    derechos de los
    habitantes; en donde nuestros gobiernos, con esa
    obligación constitucional que tienen de mantener un
    clima estable
    en esta materia tan delicada, son totalmente incapaces de
    hacerlo.

    Para muestra un
    botón.

    Tomemos cualquier periódico,
    lo podemos hacer por la Internet, de cualquiera de nuestros
    países y la serie de delitos,
    crímenes, violaciones, robos y asaltos, aparte de todas
    las actividades derivadas por los
    señores que operan adentro del crimen
    organizado, narcotráfico, robo de carros, asaltos a
    bancos,
    secuestros, etc., etc., sencillamente se nos pararán los
    pelos de todo nuestro cuerpo.

    Eso sólo significa que la capacidad operativa de
    delincuentes, criminales y bandoleros es inmensamente superior a
    la capacidad preventiva de las fuerzas de seguridad
    pública, ya sea la policía, los fiscales del
    Ministerio Público, como los agentes del Gobierno que se
    mueven en la inteligencia
    militar o civil.

    Con esta triste realidad, y con el dilema de la inseguridad
    que a todos nos afecta, es bueno que veamos la manera de
    compartir el problema y reconocer las limitaciones del Gobierno y
    podemos empezar a diluirlo y encontrar por medio del concurso de
    las fuerzas vivas del país, la visión y el panorama
    adecuado para dar pasos en la buena dirección y detener e
    impedir que los chicos malos continúen teniendo de
    rodillas a los ciudadanos honrados, trabajadores e
    indefensos.

    Lo primero que hay que hacer es reconocer que con las actuales
    estructuras,
    miembros, personal, equipo e instituciones,
    ya es imposible continuar pues la corrupción, indiferencia e impunidad
    tienen carcomida las bases mismas del Estado como
    para poder hacer algo en beneficio de la población y en
    contra de delincuentes y criminales.

    Mucho menos que se pueda hacer algo contra los compadres y
    socios que los pícaros y malandrines tienen desde los
    más míseros puestos públicos hasta donde se
    sientan ministros, secretarios de Estado, inclusive casos hay que
    han llegado hasta la Presidencia, pasando por los mandos
    medios.

    Reconocido, con la suficiente humildad y solvencia moral esta
    serie de limitaciones, esta serie de barreras, debemos dar el
    segundo paso y convocar a las fuerzas vivas de nuestro
    país para que nos sentemos todos, sin salir de
    allí, hasta encontrar puntos y soluciones que nos permitan
    implementar cosas nuevas, creativas y novedosas capaces de
    sacarnos de la crisis
    profunda en inseguridad e impunidad que nos manejamos.

    Si ni con esa serie de recomendaciones, e
    implementación de las nuevas líneas propuestas,
    conseguimos detener o limitar al crimen y a los delitos, la
    población ya no achacará la culpa de esto
    exclusivamente al Gobierno de turno, menos al Presidente de la
    República; y los medios de comunicación y las personas que emiten
    opinión pública al respecto, tendrán que
    reconocer que se hicieron los más y mejores esfuerzos en
    conjunto con la ciudadanía para paliar este peliagudo
    problema.

    Por lo tanto se diluirán las consecuencias, los
    costos
    políticos y las facturas que en otro caso, como en el
    actual, sólo el sector gubernamental tiene que asumir y
    enfrentar.

    Caramba, si el problema lo dividimos entre todos, las
    consecuencias de un posible fracaso también, así
    mismo, habrá que dividirlo entre todos.

    Vaya pues, dirá la gente y los medios, ni entre todos
    pudimos, con razón no podía el Presidente, el
    Ministro o el Director de la Policía.

    Pero si hay pequeños, medianos o grandes éxitos
    en el combate a la inseguridad y a la impunidad, por supuesto que
    los habrá pues será cosa consensuada la nueva
    línea de acción
    y políticas que se implementarán, el único
    que sale ganando, en materia política, es el Gobierno y
    con él su Presidente a la cabeza; y quedará el
    Primer Mandatario como el gran héroe nacional.

    ¡Qué gran líder tenemos!.

    ¡Qué gran Conductor de la Nación
    elegimos!.

    ¿No valdrá la pena hacer los cambios adecuados
    en la Constitución para permitirle a este
    benefactor nacional que se reelija cuantas veces quiera?.

    Tampoco.

    No empecemos a confundir el sebo con la manteca.

    Por supuesto que la ciudadanía también salimos
    beneficiados, pues conseguimos vivir en un ambiente menos hostil
    y más seguro para
    invertir, trabajar y lucir nuestros bienes ganados
    legítimamente.

    ¿Les quedó claro este concepto de diluir y
    compartir los problemas nacionales con los demás?.

    Claro que, si en materia de Seguridad y Prevención nada
    se puede hacer, lo que nos quedará será la
    implementación de la Ley de Orden
    Público y decretar un Estado de Excepción,
    restringiendo algunas garantías y derechos
    constitucionales hasta que las cosas mejoren o cambien.

    Muy bien, entonces continuemos.

    Primero que nada tenemos que hacer un mapa de las vicisitudes
    y grandes temas nacionales, y ya con este trazo y sabiendo sus
    implicaciones, tenemos que convocar a todos los sectores y sus
    representantes a un Gran Pacto de Gobernabilidad.

    Luego de eso listar los grandes problemas nacionales y
    comisionar personas de gran arraigo, respeto y
    notabilidad, para que se hagan cargo de presidir las mesas
    respectivas y que junto a los convocados, expertos y
    especialistas en cada materia específica, conozcan,
    discutan y propongan acciones, cosas y actividades en busca de
    soluciones.

    No hay que olvidar que nuestro respectivo país, por su
    propia estructura
    socio política, está o puede estar dividido en
    estados, regiones, departamentos o provincias, municipios y
    comunidades, como para que no montemos, en cada una de esas
    divisiones, a su vez, esquemas y modelos en su
    escala respectiva
    para tratar los temas, problemas y dilemas estatales, regionales,
    departamentales o provinciales, municipales y comunitarios.

    Todo por supuesto, bajo la figura, imagen y presencia, sin
    olvidar las bendiciones, del Señor Presidente de la
    República, como el responsable directo de este gran
    diálogo
    nacional.

    ¡Que viva tan conspicuo ciudadano!.

    Y permítame aquí hacer otro
    paréntesis.

    Por si usted no sabe eso de conspicuo, que a mi en lo personal
    me pasó y cuando me dijeron que yo era un conspicuo
    guatemalteco, mi primera reacción, y lo hice, se los juro
    que lo hice, fue enfrentarme con el fulano ese tan malcriado y
    abusivo, según mi ignorancia en el tema, y ni bien
    había terminado de decírmelo, en el tono más
    grandioso, que yo gritarle con todas mis fuerzas y no lo niego un
    poco más que encabronado,… más conspicuo lo
    serás vos, hijo de tantas por cuales…

    Tuvo que ser otro amigo, que se metió entre ambos antes
    que corriera sangre, que me
    explicó, como hoy lo hago con algunos de ustedes, que
    conspicuo es una palabra que encierra grandes atributos y en vez
    de ser un insulto, como yo, torpe de mí, lo había
    tomado, era un halago grandilocuente.

    Y que se refiere a alguien que es o ha sido notable, insigne,
    distinguido, grande, glorioso, célebre y que puede llegar
    a ser hasta inmortal.

    Bueno es hora de regresar al punto en que nos quedamos antes
    de este pequeño lapso.

    El secreto del éxito
    de estas técnicas
    políticas, para el que decida aplicarlas, está en
    que no debemos ser nosotros, los gobernantes y mucho menos el
    Presidente, quienes propongamos nombres de los representantes de
    la sociedad civil y
    mucho menos las condiciones bajo las cuales se deberán
    sentar tales representantes.

    El Gobierno y el Presidente nombrarán a sus respectivos
    representantes que tendrán un papel de árbitros y
    de jefes o directores de debates, que de otra cosa.

    Y las únicas condiciones que se impondrán
    serán el respeto mutuo y la libertad de
    acción, sin ninguna cortapisa, limitación o estorbo
    gubernamental o presidencial.

    Los medios de comunicación, de acuerdo a la
    línea constitucional, deberán tener libre acceso a
    las fuentes de
    información y podrán trasladar libremente lo
    que se trate y los puntos que consideren interesantes resaltar en
    sus respectivos medios.

    Con esta nueva fórmula que tiene ingenio, creatividad y
    participación ciudadana, será
    difícil no encontrar salidas, así mismo,
    ingeniosas, creativas y que representen el verdadero sentir de
    las mayorías pues estamos actuando de manera madura y
    consensuada.

    Eso sí, la única condición del Presidente
    y de su Gobierno, que deberá hacerse pública y
    refrendarse ante los convocados, será la de respetar las
    deliberaciones, propuestas y consensos, así como la de
    hacerlos vinculantes en la política gubernamental y
    trasladarlos al Congreso de la República para que los
    señores diputados, en un gesto patriótico, puedan
    convertirlos en Política de Estado o Políticas
    Públicas.

    Si nos acostumbramos a compartir los grandes y medianos
    problemas nacionales, así como a escuchar sugerencias,
    planteamientos y propuestas, tanto como a evaluarlas y ponerlas
    en práctica, podemos dejar una grandiosa
    contribución cívica nacional puesto que predicamos
    con el ejemplo en materia democrática.

    Todas las personas tienen algo digno y adecuado que
    proponer.

    Y merecen el respeto de ser escuchados y tomados en
    cuenta.

    Que de a sombrero que sólo para las elecciones tomemos
    en cuenta a la población y de manera avorazada salgamos a
    encuestarlos para saber que esperan de los políticos para
    proponérselo los candidatos y hacer puntos, pero
    sólo pensando en el día de las elecciones.

    Tomar en cuenta a la población, integrada
    principalmente por los jóvenes y mujeres que asumen el
    control de sus hogares por la irresponsabilidad de nuestros
    machos latinoamericanos que se dedican a engendrar muchachitos
    sin importarles el futuro de los hijos o el de las madres, debe
    de ser la clave en esta nueva tónica social.

    Durante los casi tres, cuatro o cinco años y meses que
    transcurren entre campaña y campaña electorales en
    nuestros países, los políticos lo que menos hacemos
    es tomar en cuenta a la población.

    Si nos tocó la maravillosa suerte de haber convencido y
    persuadido a más ciudadanos que los que convenció
    la oposición y nos hacemos acreedores a ganar las
    elecciones y gobernar nuestro país, lo primero que hacemos
    es cerrar filas, romper las estructuras partidarias, que no es lo
    mismo que el partido político que nos llevó al
    poder público, y según nosotros dedicarnos a
    ejercer el poder.

    Y si no ganamos las elecciones y somos de los grupos que no
    teniendo de otra nos proclamamos de la oposición al
    régimen, por igual nos enconchamos durante esos tristes
    tres, cuatro o cinco años y fracción, sin levantar
    muchas olas, no vaya a ser que nos desgastemos antes de
    tiempo.

    La razón principal de los partidos
    políticos, no vaya usted a creer que es proclamar
    candidatos y llegar al poder, eso decimos los que tenemos
    especial interés en
    mantener esa visión; el verdadero rumbo e interés
    de un partido político es la interpretación, intermediación y
    representación del sentir ciudadano, de los problemas y
    situaciones de la población en general, y la defensa de
    los intereses nacionales, de la democracia y
    de la constitución, para fortalecer el estado de
    derecho.

    Presentar candidatos a puestos de elección popular es
    una consecuencia de la interpretación, de la
    intermediación y del grado de representación que
    tenga cada partido político en la vida nacional, estatal,
    regional, departamental o provincial y municipal.

    Es ese sentido, y en este tema tan importante, es necesario
    insistir en la imperiosa necesidad de sentarnos muchos
    representantes y hablar, exponer, pelear, discutir, proponer y
    hacer todo lo posible por que las estructuras obsoletas que
    actualmente tenemos cambien y que surja, por nuestra
    participación activa, una nueva nación y una nueva
    forma de gobernar.

    Se supone que el Congreso de la República, por medio de
    los señores y señoras que representan a sus
    respectivos distritos electorales, mejor conocidos como diputados
    y diputadas, son los encargados no sólo de legislar, sino
    que, por su misma investidura de representantes o delegados de
    cientos de miles de pobladores, deberían de ser los
    encargados de manejar y buscar precisamente las mejores salidas,
    soluciones y propuestas a la grave crisis que padece nuestro
    país.

    Pero los chicos del Congreso se han dedicado a otras cosas y
    la población sigue en el mismo marasmo de subdesarrollo,
    atraso, inseguridad, impunidad, serios problemas
    económicos y una caótica situación para
    nuestros hijos y futuras generaciones.

    Uno de los temas, indispensables a tratar en esta modalidad de
    sentarnos a desmenuzar a nuestra nación, será,
    indiscutiblemente, las tareas específicas y la
    fiscalización que debe asumir el Congreso como
    institución y los diputados como los más altos
    representantes de nuestra población.

    Ellos, en el Congreso, han conformado Comisiones de Trabajo
    dependiendo de los temas nacionales. Así tenemos una
    Comisión de Gobernación, de Asuntos Municipales, de
    Protección
    al Consumidor, de Derechos Humanos
    y en fin de varios otros tópicos.

    ¿Han contribuido para el bienestar nacional?.

    ¡NO!. Para nada.

    Pero el mecanismo es excepcionalmente adecuado.

    ¿Por qué si a los dignos representantes
    nacionales no les ha funcionado podrá funcionar esta
    propuesta que hoy hacemos?.

    Por una simple razón.

    El interés político, electoral, muchas veces
    económico, de negocios y
    financiero, de los señores diputados, es otro al nacional,
    estatal, departamental o provincial, municipal y comunitario.

    Analizar la problemática de nuestro país, bajo
    la óptica
    del interés nacional, con la fiscalización de los
    grupos de ciudadanos de la sociedad civil
    y de los medios de comunicación, puede garantizar el
    relativo éxito de esta empresa y
    propuesta.

    ¿No le parece que merece la pena probarla?.

    TÉCNICA Y
    RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS

    Exactamente así se llamaba una materia que cursé
    en la Facultad de Ingeniería de la Gloriosa Universidad de
    San Carlos de Guatemala, allá por los años 1975 y
    1976, no recuerdo muy bien la fecha ni él o los
    catedráticos que nos impartían esa delicada y
    básica cátedra, pero en esa clase y
    asignatura se nos daban los pasos lógicos,
    matemáticos y de sentido común para entrarle a los
    problemas en orden.

    Eso es importantísimo para tenerlo en cuenta.

    El orden en que demos los pasos para entrar en la posible
    solución, permitirá convertirla, con certeza, en
    una real solución.

    La secuencia, disposición de ánimo, los métodos
    legales, morales y basados en la Constitución, la
    disciplina del grupo de trabajo, el respeto a la jerarquía
    legal de nuestro ordenamiento gubernamental y la
    proporción exacta, para no perder el norte ni la
    dimensión del lugar en donde estamos, es el resumen de esa
    técnica estudiada en la Facultad de Ingeniería de
    la USAC para resolver problemas.

    Cualquier problema, que no se nos olvide.

    La proporción y dimensión pueden variar, pero en
    esencia esos son los pasos que tenemos y debemos dar.

    El entusiasmo, la emoción y, aún la
    excitación, no son suficientes para resolver las
    cosas.

    Los excesos en las emociones y
    sentimientos, así como la terquedad y el machismo, tanto
    el masculino como el femenino (el machismo femenino es tremendo),
    lo que hacen es que primero nos permiten cosechar aplausos y
    hasta los votos para ganar una elección, pero cuando nos
    tenemos que enfrentar a esa triste, amarga y dura realidad, hasta
    peligrosa para otros, ya encaramados en puestos altos o en la
    Presidencia de la República, nos hunden y tragan por
    completo.

    Por supuesto que las emociones y los sentimientos, como la
    tenacidad que no terquedad, son las chispas que nos permiten
    encender grandes acontecimientos y movimientos sociales, pero
    deben estar acompañados por grandísimas sumas de
    sentido común, lógica, matemático proceso y una
    gran proporción racional.

    Por supuesto que los sueños y las ilusiones son los
    motores del
    desarrollo, pero, sin una pizca de proporción racional, no
    son más que vanagloria y pesadillas que hacen que surjan
    los grandes fantasmas y
    monstruos que más temprano que tarde nos cobran las
    facturas por el engaño hecho, la estafa de conciencias y
    el desencanto dejado en nuestros semejantes.

    ¿Cumplir o no cumplir?.

    ¡Eh ahí el dilema!.

    La eficacia y la eficiencia son los factores, juntos los dos,
    que nos permitirán conseguir esas soluciones graduales a
    los problemas nacionales.

    Producir efectos positivos, palpables, medibles y evidentes,
    pero por sobre todo de beneficio general, serán posibles
    sólo si tenemos montada una estructura eficiente y eficaz,
    pues de qué nos sirve tener un carro último
    modelo sin
    llantas y sin motor, o bien uno
    completo pero sin un piloto que lo conduzca adecuadamente.

    De nada. Eso sería como no tener nada.

    Y así luce un Presidente o un Ministro y Secretario de
    Estado que, incapaces de generar hechos tangibles, medibles y
    positivos en el país, tendrán que sufrir el
    escarnio, la vindicta pública y la pérdida de
    credibilidad, confianza y simpatía que se suponía
    tenían al llegar al Gobierno y cuando fue electo como
    Presidente en las elecciones.

    La técnica para solucionar inconvenientes, problemas,
    conflictos y
    emergencias es una en la cual el elemento quizá más
    importante está en la comprensión de los seres
    humanos que lo padecen, pues sensibilizados al máximo de
    la situación padecida o afrontada por una comunidad o en
    el nivel nacional, y asumiendo una posición de
    identificación personal en eso, el Presidente de la
    República, si fuera el caso o los representantes del
    Primer Mandatario, que lo pueden ser ministros, secretarios o
    funcionarios de mediana y alta categoría en el Gobierno,
    podrán hablar el mismo idioma con los que lo padecen.

    Es decir que la persona a la que se acuda, por parte de una
    comunidad en busca de solución a su problemática,
    tiene dos cosas que hacer.

    La primera, después de escuchar o leer los
    planteamientos comunitarios, es asumir una comprensión
    total de la situación y si no se tiene, preguntar y hurgar
    hasta tenerla.

    Con eso nuestros interlocutores, la ciudadanía que
    padece las limitaciones del problema que nos plantean, van a
    guardar una tranquilidad y descanso pues depositaron la carga en
    alguien en quién confían va a encauzar las cosas en
    su beneficio.

    Y la segunda, es que nos tenemos que identificar plenamente
    con el problema y con quienes lo padecen, para entrar en
    sintonía y armonía, es decir la
    sensibilización social con la comunidad.

    Claro que si pasado un tiempo prudencial sin que esas personas
    sepan de nosotros y sin que experimenten que no fueron baboseados
    o tonteados una vez más, y no les hagamos llegar noticias
    nuestras, tanto a favor o negativas, la intercomunicación,
    el canal y la simpatía que abrimos mutuamente, se pierde
    por completo y lo peor es que se corre la voz que no somos
    más que farsantes iguales o peores que los que
    anteriormente ocuparon nuestro puesto.

    La desilusión y el desengaño son terribles para
    la población.

    Las expectativas que se generaron, por nuestra postura de
    comprensión e identificación con ellos, se
    transforman en falta de confianza, incertidumbre y llega,
    inmediatamente, hasta la enemistad.

    Pues bien, siguiendo con la línea, luego del
    planteamiento del problema, y luego de asumir nosotros la
    responsabilidad de ser canales para traer y tener
    la mejor solución, debemos de concentrarnos en el problema
    en sí.

    Y con el equipo de trabajo, bajo nuestro cargo y al servicio
    de la institución en la que estamos, proceder a buscarle
    todas las aristas al asunto.

    Una lluvia de ideas, o tormenta de ideas como la llaman otros,
    es primordial pues deja que nos conectemos con los pro y contra
    de las cosas; y permitirá afianzar nuestros conocimientos,
    ampliarlos e interiorizarlos para futuras ocasiones.

    El equipo, como ya lo dijimos, deberá estar conformado
    por personas de diferentes disciplinas, pero no debemos permitir
    que la última palabra la tome un técnico, un
    profesional o profesionista en equis o ye materia.

    La última palabra la tenemos que tomar nosotros, los
    políticos, pues tenemos, o se supone que tenemos, la
    sensibilidad en la piel y los
    sentimientos en la mano, capaces de evitar que la decisión
    fría, sin corazón ni sentimientos de un profesional
    o un técnico, en vez de fortalecer y solucionar las cosas,
    las puedan empeorar.

    Un político, ya lo sabemos, es aquella persona que
    encuentra las mejores soluciones de aplicación general y
    que antepone el interés personal, individual y local, por
    uno universal.

    Los técnicos, los expertos profesionales en la materia,
    son excelentes para que recopilen datos, chequeen y
    retroalimenten las computadoras y
    también para que interpreten los resultados.

    Hasta ahí.

    Los políticos somos los que debemos asumir la
    responsabilidad de proponer soluciones, de llevarlas a cabo y de
    rectificar si fuera el caso.

    La mejor solución, y por supuesto es la que todos
    andamos buscando encontrar para implementarla, es aquella que
    permite que todos salgamos ganando.

    Si logramos contribuir en las comunidades y en el
    ámbito nacional con una solución integral
    –ojalá que no se nos olvide esta palabrita de
    integral-, estaremos contribuyendo a la superación y
    desarrollo
    humano y social de nuestros conciudadanos, pues eso significa
    que no dejamos puntos ni cabos sueltos y que durante la construcción y búsqueda de
    soluciones, nuestro equipo y nosotros, contemplamos todas las
    posibilidades, efectos, impacto y huellas.

    La solución no es tan simple como llevar alguno que
    otro satisfactor a la comunidad y asunto acabado.

    Esta visión fantasmagórica de muchos torpes
    metidos a políticos es la que ha contribuido al
    desprestigio de tan noble profesión y es la que ha
    ocasionado corrupción e impunidad en ambas
    vías, en el funcionario y en algunos "empresarios" que,
    por meterle mano al Presupuesto de
    Ejecución, no parpadean por vender hasta su madre.

    Por supuesto que a la madrecita de ellos, de los
    pícaros y largos.

    Solución política es la decisión profunda
    que toman y asumen los dirigentes que se precian de tener
    sabiduría, cordura y sensibilidad social, que tienen como
    fin único el provocar una respuesta lo más
    rápido posible pero que reúna las condiciones de
    llevar satisfacción y que tenga la intención de
    servicio comunitario.

    Por supuesto que los réditos cívicos,
    políticos y hasta económicos que se puedan obtener,
    como una consecuencia de hacer las cosas correctas y adecuadas,
    por supuesto bajo condiciones de moralidad y de
    legalidad de
    nuestro país, ahí están y es legítimo
    reclamarlas sin ninguna presión y
    mucho menos por haber condicionado a los beneficiarios.

    Si cometemos el infantil error de dejar o fijar condiciones
    políticas, electorales, sexuales o monetarias en aquellos
    o aquellas a los que llegará la solución, el pago
    de esa tontera y brutalidad es espantosamente caro.

    El desprestigio, desconfianza y patanería nos
    acompañará de por vida, y se acrecentará
    conforme se vaya sabiendo de boca en boca.

    Así que mucho ojo y cuidado con ser un patán o
    un gángster en esto.

    Solitas vienen las cosas, no hay ni que presionar ni que
    exigirlas.

    El resultado de un buen trabajo, y solucionar las cosas sin
    pedir nada a cambio, al
    contrario dejando una excelente impresión de servicio,
    siempre quedará a la vista de cualquier persona,
    institución y organismo.

    Recordemos que si no me quieren hacer caso, porque se creen
    más listos que yo, sólo pensemos un momento en que
    los que vendrán a ocupar nuestro lugar, por medio de las
    implacables elecciones y votos de aquellos a quienes
    creímos babosearnos, nos pueden contar las costillas y eso
    sólo puede significar la diferencia entre el prestigio y
    la cárcel.

    ¿Usted qué decide?.

    No se le vaya a ocurrir ni pretender que usted es más
    listo que este manual.

    Okey.

    Bueno sigamos con el tema.

    Cuando dejamos apuntado lo legítimo en reclamar y
    buscar los réditos o ganancias cívicas,
    políticas y hasta económicas, quisimos dejar
    sentado unas cuantas cosas que no tienen nada que ver con el
    despojo o con el saqueo de los bienes del Estado o de cualquier
    otro ser humano en la vida particular.

    No.

    Por supuesto que si tenemos el prestigio y el carisma de ser
    buenos administradores de la cosa pública, en cualquier
    elección o selección
    que se haga y en la que nos presentemos a competir, nuestras
    cartas de
    presentación estarán en la dirección del
    servicio desinteresado, humano y social que promovimos.

    Podemos ganar elecciones.

    Podemos estar en juntas directivas de asociaciones y
    organizaciones nacionales, estatales, regionales, departamentales
    o provinciales y municipales; y aspirar a puestos en los niveles
    internacionales, pues no tenemos ni dejamos colas que nos pisen o
    machuquen.

    Y luego de nuestro paso por la administración
    pública, con esa gran experiencia adquirida, con
    nuestro espíritu lleno de servicio comunitario y con la
    visión adecuada para promover soluciones integrales,
    será cosa fácil ir a empresas, instituciones y
    organizaciones, nacionales, extranjeras y transnacionales, con
    una pretensión salarial de primer orden.

    Y así se obtienen todos los réditos
    cívicos, políticos, humanos y económicos que
    llenarán de orgullo a nuestra descendencia.

    Ya imagino la vergüenza de aquellos descendientes de
    gobernantes corruptos, ladrones y matones.

    Claro que la disfrazan con el cambio de nombre y con la
    fortuna heredada.

    Que viva la corrupción y el crimen, dirían
    algunos.

    LOS PROBLEMAS,
    DIFICULTADES, COMPLICACIONES Y
    CONFLICTOS

    En nuestros países del Tercer Mundo, como el
    subdesarrollo es la fuente de todos los problemas, dilemas y
    complicaciones, es necesario trasladarnos a las manifestaciones y
    padecimientos que realmente sufre en carne propia la
    población.

    El grueso de las personas, por las condiciones de extrema
    pobreza y de
    pobreza que padecen, sus mayores dificultades son del orden
    económico, pues el hambre, la falta de vivienda, la ropa y
    la falta de oportunidades para trabajar y superarse, representan
    el dolor de cabeza en su familia.

    Claro y por supuesto que si consigue que por el día
    alguien les paga cuatro o mejor si son seis o diez
    dólares, tiene que hacer verdaderos malabarismos para
    evitar que un ladronzuelo cualquiera lo asalte y le quite el
    sustento de su familia.

    O lo peor que lo dejen mal herido en un robo. O muerto que
    sería el acabose para su familia.

    Entonces podemos partir, o dividir, en dos causes la
    problemática de nuestra población.

    Por un lado el esfuerzo para conseguir el dinerito para pasar
    el día y por el otro la serie de tretas y trucos para
    esconderlo hasta llegar al hogar sin que algún vivillo
    malandrín, de los que tanto abundan, se lo arrebate en un
    asalto callejero.

    Aunque también se combina con el otro asalto a mano
    armada que hacen con nuestros centavitos los comerciantes e
    industriales, ya que por los productos y mercancías que
    ponen a la venta, con los
    precios de los
    artículos de consumo
    popular y diario, mejor conocidos como canasta básica, se
    esfuma nuestra plata en un dos por tres; y la cantidad de cosas
    que antes podíamos comprar y conseguir con la misma
    cantidad de dinero, hoy,
    apenas significan o la mitad de ellas o menos.

    ¿A cómo irán a amanecer los precios
    mañana y dentro de un mes?.

    Esto de verdad es otro atraco a nuestras economías
    familiares.

    Ya vimos anteriormente, en uno de los primeros
    capítulos de este manual, toda esa cascada de
    inconvenientes que se derivan del subdesarrollo, y también
    expresamos nuestra solución para eso; lo que debemos
    hacer, cada uno de nosotros, no sólo los gobernantes sino
    que también y en mayor escala los gobernados, es colaborar
    para ir destruyendo las causas de los inconvenientes
    sociales.

    Y una buena medida para esto radica en fortalecer o crear, si
    no existe, la
    organización de grupos de vecinos para que ellos
    puedan participar directamente en su propia comunidad.

    Por medio de esta actividad podemos ejercer un mejor control
    sobre nuestras autoridades locales, municipales, provinciales,
    estatales y nacionales y pedirles cuentas de las
    obligaciones pendientes con nuestras comunidades.

    Claro y por supuesto que también debemos participar y
    formar parte de organizaciones cívicas y políticas
    (que no necesariamente partidos políticos) para ir, poco a
    poco, depurando las existentes de personas que únicamente
    han estado allí buscando resolver sus propios problemas
    sin acordarse de la pobre gente que vive en condiciones
    inhumanas.

    Vuelvo a repetirlo, los medios de comunicación
    social, al alcance de la población, son eso, un medio,
    una manera y un canal del sentimiento, padecimientos, logros y
    vivencias de los habitantes de un lugar.

    Y no hay peor cosa, para un político, funcionario o
    empleado público, que aparecer en los medios de
    comunicación siendo criticado o puesto en entredicho y
    dejado en mal predicado, pues su carrera, su prestigio y la
    simpatía, que se supone son los activos de una
    persona en las condiciones y a cargo de una institución
    gubernamental, sufren por esas publicaciones o comentarios.

    Así que la población tiene en sus manos un
    elemento sumamente importante para paliar sus pequeños o
    grandes inconvenientes con dejar en entredicho a dirigentes y
    funcionarios, mientras no se asuma una actitud de
    Estado para darle una completa vuelta a las estructuras que nos
    rigen y conseguir quebrar y salirnos del círculo vicioso
    del subdesarrollo.

    Eso sí todo adentro del marco legal que tenemos.

    Las puertas hay que tocarlas.

    Si no las abren los funcionarios o no nos atienden,
    habrá que botarlas.

    Quién mejor que los habitantes de las poblaciones para
    saber exactamente cuáles y qué son sus prioridades,
    como para que permitamos, como pueblo, que sean los funcionarios
    públicos o los trasnochados Presidentes a los que, en una
    noche de inspiración, se le haya ocurrido que lo mejor
    para equis lugar o pueblo sea tal cosa, sin consultarlo tan
    siquiera con quienes padecen y viven la miseria, los atrasos y
    hasta los abusos.

    Estas cosas son las que por medio de la fiscalización y
    el control ciudadano se pueden evitar.

    El gasto que tiene programado el Gobierno hacer por medio de
    su Presupuesto aprobado en Inversión Social, tiene que estar
    planificado en realidades y no en elucubraciones de funcionarios
    públicos que no conocen el contexto y la naturaleza de los
    lugares.

    Y, volvemos a repetirlo, aquí interviene la comunidad
    por medio de sus representantes y la fuerza de los dirigentes
    para hacer valer sus puntos, necesidades y prioridades.

    A nosotros, los políticos en activo, los que podemos
    llegar a formar parte del Gobierno, desde posiciones altas y
    principalmente al Presidente de la República, nos competen
    dos cosas.

    Una, la más importante, que es lograr la verdadera
    interpretación de los problemas nacionales, estatales,
    regionales, departamentales o de provincia, municipales,
    comunitarios, familiares y personales que se padecen y sufren en
    nuestro país, para entonces planificar debidamente el
    cómo y con qué entrarles.

    Y segundo, llevarlas a cabo.

    La ejecución de las obras, servicios y
    solución a los problemas comunitarios, es la esencia de un
    Gobernante para que por medio de esos frutos pueda ser calificado
    en su función
    para la cual fuimos electos.

    ¿Acaso no recordamos lo que como candidatos prometimos
    a diestra y siniestra?:

    ¿Ya se nos olvidaron esas caras sonrientes, llenas de
    esperanza y de gratitud hacia nuestras peroratas, discursos e
    intervenciones públicas, que vimos personalmente en cada
    una de las miles de personas que nos hicieron el gran favor de
    estar de pie ante nuestras presentaciones públicas en
    plazas, parques, calles, teatros, estadios, mercados y
    viviendas a las que llegamos en busca de su voto y apoyo
    electoral?.

    No podemos dejar de estar en comunión con la
    población.

    Y no podemos dejar que sean otros los que impidan esta
    línea directa de contacto comunitario que conseguimos
    durante las elecciones.

    Pero en primer lugar no debemos permitir que nuestras actitudes,
    olvidos y pedantería, con los humos del poder ya
    mareándonos, nos pongan una venda en nuestros ojos, mente
    y sentimientos, capaz de voltearle la espalda a la sociedad, pues
    el sistema tan débil que nos sostiene en el poder, eso es,
    un hilito delgado y fácil de reventar por cualquier
    manifestación popular en contra nuestra.

    La opinión pública, no lo olvidemos, es el
    sostén de un Gobierno.

    Y cuando la venerada opinión pública se va
    perdiendo y somos sujeto de su crítica
    y de su inconformidad, empecemos a rezar y a orar pues nuestros
    días están contados.

    Pasar a la historia como uno más
    de los corruptos, malandrines y faltos de acciones a favor de la
    población, como que no fue nuestra primera
    intención cuando decidimos luchar por alcanzar la
    Presidencia.

    Y pasar a la historia como el más pura… de los
    Presidentes de nuestro país, por no saber Gobernar,
    interpretar y realizar las funciones que
    como tal nos obliga la Constitución, la moral y la
    parte humana, dependerá del corazón y mente del
    Señor Presidente que en sus manos lo tiene todo,
    absolutamente todo, como para ser tan ingrato y tan poca cosa a
    la hora de ejercer el poder público a favor de ese pueblo
    que lo eligió.

    Un Presidente sólo tiene una razón de existir en
    el ordenamiento legal de un Estado, y esta es la búsqueda
    incesante de soluciones adecuadas para la problemática
    nacional.

    No hacerlo y no encontrar ese camino, despierta una serie de
    suspicacias en el soberano pueblo y deja a tal ingrato personaje
    como un pelele y como un grandísimo tal por cual.

    Los impuestos que
    pagamos los habitantes son precisamente para que el Poder
    Ejecutivo, en la persona del Señor Presidente de la
    República, tenga la disposición de los grandes
    recursos para
    hacer obras y crear las condiciones para la superación
    personal, familiar y comunitaria de la población a la que
    Gobierna.

    El entorno y medio ambiente de un país necesitan de ser
    modificados por medio de Políticas de Estado o
    Políticas Públicas en inversión social,
    pues, sin recursos, el desarrollo integral humano y social de
    nuestros pueblos se sigue posponiendo ad infinitum.

    Pero disponiendo del dinero fresco, producto del
    pago de impuestos, es un pecado no hacer todo lo que está
    al alcance del Gobierno.

    Será cosa indispensable que lo más rápido
    posible se ponga en práctica la Política de
    Descentralización, Desconcentración
    y Modernización del Estado, en nuestros países,
    como la garantía de la ciudadanía en que por fin, y
    sin tanto melodrama o trucos oficiales, desde sus municipios y
    comunidades se generará el desarrollo, el crecimiento y la
    inclusión en la vida nacional.

    Los problemas, dificultades, complicaciones y conflictos que
    padece nuestra población en los lugares en que sobreviven,
    podrán ser tomados en cuenta por las autoridades locales
    para que, con los recursos que el Estado les
    facilite, puedan ellos llevar y hacer efectivo los Planes de
    Desarrollo
    Comunitario previamente planificados.

    La población tiene voz y voto, no sólo durante
    el período de campaña y el día de las
    elecciones, sino que todos los sagrados días de su
    existencia en nuestro país, por lo que Presidentes,
    ministros, secretarios de Estado y los demás medianos
    funcionarios públicos, tienen la harta obligación
    de velar, constantemente, por el bienestar general, la
    superación y el desarrollo.

    Nuestros países, por estar bajo el estigma de tercer
    mundistas y supra subdesarrollados, somos los que más
    debemos estar unidos entre sí para conseguir que la
    Comunidad Internacional, principalmente los que pertenecen al
    Primer Mundo, es decir las naciones súper desarrolladas,
    nos traten como a hermanos menores y nos tiendan las manos para
    ayudarnos a salir de este hoyo profundo en el que cada día
    nos hundimos más y más.

    Aquí también se requiere, por parte del
    Presidente de la República, dos cosas.

    Una, que declare Estado de Calamidad y de Emergencia Nacional
    en nuestro país, pues la pobreza, la
    miseria, el atraso, los abusos y la discrecionalidad, como primer
    producto del subdesarrollo, nos tienen hundidos en las
    desigualdades, exclusiones y discriminaciones, que no nos
    permiten superar y extirpar la corrupción, impunidad,
    incapacidad, desprecio y la indiferencia, que son la base para
    que las constantes violaciones a nuestros derechos individuales
    sean pisoteados y violados día con día, y que nos
    tienen condenados y condenadas a sobrevivir en un clima
    inaguantable de inseguridad, alto costo de vida,
    desempleados, sin ninguna protección como consumidores, y
    en condiciones de insalubridad y de falta de educación sin
    precedentes.

    Y dos, que salga personal y directamente, hasta lograrlo, a
    buscar el apoyo incondicional de los países desarrollados,
    de los organismos multilaterales y de la comunidad internacional,
    pues desde aquí en nuestro respectivo país, solos y
    a la buena de Dios, luego de estos más quinientos
    años de estrecheces en las que nuestros ancestros, abuelos
    y padres sobrevivieron, es un crimen obligarnos a nosotros y a
    nuestros hijos, nietos y futuras generaciones, a seguir
    padeciendo la misma pobreza física, humana y
    emocional heredada y abonada con las alhajas que hemos tenido
    como gobernantes.

    Así que aquí están y estos son o
    deberán ser los argumentos para utilizar en la
    próxima campaña electoral.

    Y lucirnos como los nuevos generadores de riqueza,
    superación y desarrollo sostenido.

    ¿Qué tal?.

    Ya está trillado eso de ofrecer soluciones y parches en
    la inseguridad, en el desempleo o en
    cualquier otra de las derivaciones de la problemática
    económica que hemos y estamos padeciendo.

    ¿Quién nos creerá que nosotros sí
    podemos en donde todos los demás presidentes han
    fallado?.

    Pero si basamos nuestro Programa
    Electoral y Político, en un eventual Gobierno que
    haríamos, en estas dos propuestas, declarar el Estado de
    Emergencia Nacional y comprometernos a salir en busca de los
    recursos, apoyo y auxilio de la Comunidad Internacional,
    téngalo usted por seguro que la población puede
    empezar a soñar con un futuro como el que siempre hemos
    merecido todos.

    ¿Qué le parece?.

    Sólo le recuerdo, si es usted el que tiene a bien
    seguir mi consejo y logra que cuaje esta promesa electoral y es
    electo Presidente, que los derechos de
    autor abarcan la utilización de todos y cada uno de
    los capítulos y partes de este maravilloso manual.

    No olvide que la reproducción, total o parcial, así
    como electrónica, y la utilización para
    fines personales de este librito, con los cuales usted o
    cualquiera de los que hagan uso de la magia aquí encerrada
    logren llegar a las deliciosas mieles del poder público,
    tiene que ser debidamente compensada.

    ¡Cuidado y omite este pequeño detalle!.

    O.K.

    Me quedo confiado y tranquilo en su buena fe y en que
    podré ser tomado en cuenta y que podré estar
    fácilmente a la par del próximo Señor
    Presidente.

    ¿Verdad?.

    Le vuelvo a recordar que la ingratitud se paga con creces.

    LOS
    TEMIBLES MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL

    Que no son ni buenos ni malos, todo depende del cristal con
    que los miremos y de las consecuencias, buenas, malas o regulares
    que nos afecten, luego de ser tomados en cuenta por ellos, como
    noticia, comentarios, editoriales, chistes, bromas, burlas y
    programas o
    publicaciones especiales que nos dediquen.

    La palabra temible no la uso aquí en el sentido
    peyorativo que algunos ineptos, obscuros, largos, pícaros
    y malandrines de la política la entienden, pues para ellos
    los medios de comunicación, aparte de meterse en lo que no
    les importa, de hablar puras pajas y de inventarse toda una serie
    de hechos sólo para vender y colocarse en mejores lugares
    que su competencia, no sirven ni siquiera para anunciarse porque
    son muy pocas las personas que ven televisión, oyen radio o peor aún
    que leen periódicos y revistas.

    No.

    Dejar sentado este calificativo de temible, cuyo sentido, o el
    sentido que le quise dar, no es otro que el de terrible, eso es
    lo que significan o deben significar para los seres humanos que
    se meten a cosas de grandes, es decir a ser figuras
    públicas.

    Y un político, ganador, perdedor o en la lucha por
    conseguir éxitos, eso es lo que es.

    Y no digamos ya como Presidente, ministros y altos
    funcionarios públicos.

    Cualquier cosa que digamos, hagamos o sugiramos será
    trasladada a la opinión pública por los chicos y
    chicas que se dedican a reportear, a cazar noticias y a conseguir
    reacciones.

    Y por supuesto que como no pueden imprimir, transmitir o
    comunicar todo el contenido de nuestras declaraciones,
    extractarán lo que para cada uno de ellos, sus jefes y el
    director, crean es lo que hay que resaltar en la nota.

    Y por supuesto que las notas, mientras mejor presentadas,
    más resumidas y condensadas se presenten a la
    consideración de la opinión pública, en esa
    medida los medios consiguen mantener la atención y hasta
    la admiración en las personas que les hacen el favor de
    comprar el
    periódico o la revista que
    editan, así como escuchar y ver los radioperiódicos
    y los tele noticiarios.

    Todos buscamos, en nuestras variadas actividades, cualquiera
    que estas sean, ser los mejores, los que vendamos más y
    los más prestigiosos.

    Y los medios de comunicación no son la
    excepción.

    Por eso hay que tomar en cuenta un montononón de
    asuntos con ellos y con sus miembros.

    No en balde se les conoce como el Cuarto Poder.

    Y si hacemos una reflexión sobre el siguiente
    estribillo nos será de mucha utilidad al
    respecto.

    Cuando un periodista o medio de comunicación
    está preso o limitado en sus funciones, el pueblo
    está preso con él y limitado en su desenvolvimiento
    ciudadano.

    Y otra cosa que no debemos olvidar es que ellos, como
    instituciones que son, y nosotros como seres humanos, metidos a
    políticos, nos diferenciamos en dos cosas.

    Una, es que ellos, los medios y periodistas, cuando nosotros
    entreguemos el poder, nuestros cargos y obligaciones, siguen en
    sus funciones y continúan informando, comentando y
    haciendo reportajes.

    Y la otra es que, como funcionarios públicos, estamos
    obligados a cumplir y hacer que se cumpla la Constitución,
    las leyes, normas y
    moralidad en nuestro país, y la libre emisión del
    pensamiento,
    así como el libre acceso a las fuentes de
    información son garantías sagradas
    que debemos cumplir y fortalecer por el mismo bien de nuestra
    democracia.

    Los periódicos del país, juntos, son
    leídos por cientos de miles de paisanos en nuestro
    respectivo país. Cada habitante de la nación
    escucha varias horas diarias las estaciones de radio. Varios
    millones de ciudadanos, incluyendo a sus familias, ven la
    televisión nacional o el cable todos los
    días.

    Que no se nos olviden nunca esos datos.

    Así que no hay más que portarnos bien para
    evitar que en cualquiera de las fiscalizaciones populares,
    comunitarias o de los ágiles reporteros y de los medios de
    comunicación, nos agarren con los calzones en las manos
    haciendo porquerías, triquiñuelas con los dineros
    del pueblo o cosas inmorales.

    El pobre de Bill Clinton, por olvidarse de estas nimiedades, y
    por quitarse las tensiones que provocan el cargo de Presidente,
    puso e hincó a la Mónica en menesteres quita
    estrés y
    lo pillaron y se lo llevó Judas al pobrecito.

    No hay satisfacción más grande, para nosotros
    los que nos dedicamos a la vida política de nuestro
    país, que aparecer en los medios de comunicación
    social pues, con foto a color, grandes
    desplegados y comentarios de nuestras altruistas actividades, o
    con declaraciones por la televisión, el cable o por las
    emisoras de radio, podemos estar seguros que los paisanos que nos
    oyen, leen y ven quedarán con la boca abierta por los
    conceptos tan vanguardistas que manifestamos.

    Pero ni Dios lo quiera y salimos en los medios con notas,
    comentarios o informaciones perjudiciales, negativas y hasta
    extremistas, sobre nuestra vida, actos y hechos públicos,
    y no importa si son ciertos o puros inventos de
    algún baboso tales publicaciones, la cosa es que ya nos
    llevó la grandiosa…, pues la impresión que queda
    en la mente y sentimientos de los que se enteran de tales cosas,
    embustes o verdades a medias o enteras, no es otra que
    compararnos con otros políticos que actuaron igual que
    como hoy nos presentan.

    Todo aquello que sale publicado como noticia, comentario,
    reportaje o crítica, quienes se enteran asumen que es
    verdad pues, si los impresiona sentimental y emocionalmente,
    primero lo aceptan como real, luego lo procesan para
    después transmitirlo, de boca en boca lleno de los
    detalles personales, la sal y pimienta que siempre le ponemos a
    los chismes y chismorreos de barrio, hasta convertirlo en un
    hecho que juramos nos consta.

    El problema no es de los medios ni de los periodistas, es de
    las personas públicas y de los políticos que no
    supieron o no saben que el secreto es sencillo.

    El comportamiento
    adecuado, apegado a la ley, a lo moral y a lo estrictamente
    profesional, en nuestros campos, es el antídoto a las malas noticias sobre
    nosotros.

    No hay nada más bochornoso que ser noticia o comidilla
    en comentarios y en editoriales.

    Claro que podemos también salir en la sección de
    obituarios y en las esquelas.

    Pero si por alguna razón nos toman en cuenta para
    sacarnos como noticia, y ésta es perjudicial para
    nosotros, ya nos llevó la tristeza.

    Y los medios de comunicación nada tienen que ver con
    nuestra buena o mala reputación.

    Se supone que los medios profesionales, independientes,
    honrados y dignos, como lo son la gran mayoría de ellos,
    al igual que las personas que le dan vida a estas empresas, eso
    mismo son.

    Normalmente los propietarios, socios y condueños eligen
    una Junta Directiva, un Comité o Grupo Editorial y luego
    un Director, gerente y
    jefes de información, redacción y cuanta sección se les
    ocurra tener, eso depende del tamaño,
    especialización y deseos de quienes toman las
    decisiones.

    Y normalmente también, todos ellos son profesionales de
    amplia experiencia, pues todo el andamiaje de una empresa
    comercial, que en el fondo de las cosas eso es lo que son los
    medios de comunicación social, descansa en la capacidad
    desplegada por los ejecutivos y, si hay parcialidad,
    pérdida de rumbo y de usar los medios para fines que no
    son los propios, con toda seguridad el medio que equivoca su
    camino sucumbe más temprano que tarde.

    Ejemplos hay muchísimos como para no tenerlos presentes
    y evitar esa tentación de desvirtuar el profesionalismo,
    ética y
    moral que deben tener, como condiciones ineludibles, los
    periódicos, las revistas, programas noticiosos
    transmitidos por radio, televisión, cable e Internet, y
    ser utilizados para intereses personales o gremiales, ajenos a
    los empresariales, perdiendo la brújula y
    la dirección correctas.

    No hay peor actitud que reaccionar con el hígado.

    Pero es verdaderamente terrible cuando lo hacemos contra
    periodistas y medios de comunicación, así como
    contra los comentaristas, editorialistas y los que emiten su
    opinión por cualquier medio.

    Ahí sí que lucimos como lo peor y, si algunos no
    sabían de nosotros, con esas patanerías,
    prepotencia y abusivez, quedamos retratados como viles.

    La democracia se sustenta y se fortalece, en un enorme
    porcentaje, por el comportamiento apropiado, positivo y
    solucionador de problemas de las personas que tienen a su cargo
    instituciones, organismos y oficinas públicas y del
    Estado.

    Pero se fortalece completamente cuando los medios de
    comunicación, como brazo social de la población,
    asumen con seriedad su papel para informar, velar, fiscalizar y
    mantener ojo al Cristo en los chicos y chicas que ocupan cargos
    de elección o de selección en el Estado, lo que de
    alguna manera, y por el temor a ser descubiertos, a quedar en
    entredicho o desprestigiados, detiene y desalienta cualquier
    intención pícara y corrupta de y en los
    políticos.

    Por supuesto que no todos comprenden estas cosas y
    valiéndoles veinte las funciones de los medios y de la
    opinión pública, muchos meten la mano en la gaveta,
    hacen negocios turbios, concesionan servicios y otorgan favores
    espléndidos a cuates, amigotes, familiares y compadres, y
    cuando son expuestos a la luz
    pública por los medios, le echan la culpa al amarillismo
    que los caracteriza para vender la cochinada que publican
    diariamente.

    ¡Qué bárbaros!.

    No hay consejos apropiados para tratar a periodistas,
    propietarios, socios, directivos, jefes y directores de los
    medios de comunicación, como no sean los mismos que
    debemos tener para con otras personas e instituciones.

    Ante todo el respeto por su trabajo.

    Sin medios de comunicación que sean canales para
    informar de esas negativas acciones y sin comentaristas o
    investigaciones periodísticas que saquen a
    la luz tales desmadres cometidos contra personas del pueblo, esos
    abusivos y corruptos siguen la fiesta sin limitaciones.

    ¿No le parece que lo mejor es la plena libertad en los
    medios de comunicación social para que las expresiones
    puedan llegar sin cortapisas hasta la población quien, en
    último y primer caso, es quien juzga y decide qué
    comprar para leer, qué estación de radio escuchar y
    qué canal de televisión sintonizar para ver?.

    Y si ya es fácil de comprobar que tal o cual medio no
    es más que uno abusivo, mentiroso, amarillista y
    denigrante, la gente lo desecha inmediatamente.

    Así que tranquilos que los mecanismos populares de
    control y fiscalización, para los medios de
    comunicación a los que se les va la onda muy seguido,
    también existen, funcionan y son implacables.

    Si se corre la voz, entre la población, que equis medio
    es uno parcial, mentiroso y abusivo, RIP para esa empresa.

    Recordemos que los políticos y las gallinas, como lo
    dijo un expresidente colorido y folclórico que tuvimos en
    Guatemala, el General Don Miguel Idígoras Fuentes, dijo
    él que se parecían porque un rato están
    arriba y otro abajo, y que la caca de las que están arriba
    cae sobre las de abajo, pero rápido las de abajo trepan y
    zurran a las que antes lo hacían en las otras.

    No nos olvidemos que cuando pasemos a formar parte de la
    población civil, despojados de poder, mando y de los miles
    de millones de dinero en los presupuestos
    que manejamos, somos sujetos al abuso y prepotencia de los nuevos
    gobernantes los que, sin medidas correctivas ni de
    fiscalización, y los medios de comunicación ese
    papel juegan entre otros, podemos ser masacrados por los que
    recién se acaban de subir a la estaca del poder y de la
    Presidencia de la República.

    Lo mismo que la manera en qué seremos recordados, para
    bien o para mal, por la historia, los comentarios,
    habladurías y chistes y chismes, tienen su asiento en la
    formación de opinión pública que se vaya
    dando de nuestra función como servidores.

    Y con los ejemplos de ciertos tipos que luego de pasar por la
    Presidencia hoy nosotros mismos los asociamos con masacres, robos
    descarados, prepotencia, abusos, homosexualismo, parranderos,
    borrachotes, abusadores y pega mujeres, negociadores, nuevos
    ricos, estafadores, malandrines y pésimos gobernantes, eso
    nos debería de detener o por lo menos hacer pensar dos
    veces en una profunda meditación al respecto, o mediana no
    importa, lo justo es que hagamos un alto y pensemos en la manera
    en que queremos ser recordados por las personas de nuestra
    generación, por la historia y por las futuras
    generaciones.

    Hemos tenido excelentes gobernantes que recordamos como
    paladines en la justicia, en
    la
    educación o en haber revolucionado el contenido social
    de nuestros países.

    Claro y por supuesto que ninguno de ellos hizo lo suficiente
    como para hoy gozar del desarrollo, del progreso, de la
    superación y de la riqueza, como sí la gozan otros
    ciudadanos de otras latitudes y países.

    Un Presidente, cuando lo seamos, que no se nos olvide esto que
    decimos, debe tener la capacidad de continuar comunicando sus
    mensajes; y decimos continuar porque si ganamos la
    elección fue por la capacidad de persuasión que le
    imprimimos a la campaña y persuasión no es otra
    cosa que la soltura para intercomunicarnos con los votantes, la
    población y en general con medio mundo.

    Es decir que en la oficina de
    Comunicación Social de la Presidencia de la
    República descansa la responsabilidad de la imagen, figura
    y carisma del Jefe de Estado, de su Gobierno y de cada uno de los
    funcionarios públicos que conforman el Equipo de Trabajo
    del Señor Presidente.

    Pero no para mentir, hacer trucos, menoscabar la integridad de
    los periodistas y reporteros, ni la de los columnistas,
    editorialistas o los que emiten su libre opinión, ni mucho
    menos para apabullar con medios propios la inteligencia de los
    habitantes.

    La armonía entre el Presidente y la oficina
    pública de comunicación social, con los seres
    humanos que conforman los medios de comunicación del
    país, sin importar su tamaño, ingerencia o
    importancia, debe ser la prioridad del Primer Mandatario y su
    Gobierno.

    Y esa armonía y basándose en el buen desempeño y a escuchar y dejarse empapar de
    los comentarios adversos y de la crítica constructiva, que
    además, como lo hemos venido diciendo, es gratis, valiosa,
    imparcial y por sobre todo directa y sin ningún tamiz del
    quedar bien de muchos de los que nos acompañan en la
    aventura de hacer Gobierno, nos permitirá ir rectificando
    el rumbo de la nave que los que votaron por nuestra opción
    nos dieron para que por medio de ella condujéramos a toda
    la nación hacia el desarrollo, la paz, la justicia, la
    libertad, la seguridad y por sobre todo al fortalecimiento de la
    democracia y del estado de derecho.

    ¿Será mucho pedir?.

    No lo creo.

    GUILLERMO RUANO GONZÁLEZ

    Investigador, Asesor y Consultor en Ingeniería
    Política y Comunicación.

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter