La hipertensión arterial es la elevación
de la presión
arterial por encima de determinados valores
establecidos como "normales".
Aunque años atrás se consideraban cifras
variables
según los grupos de edades,
en la actualidad todo sujeto (excepto niños)
al que se le comprueban cifras de 140 mm Hg o más de
presión sistólica y/o 90 mm Hg o más de
diastólica, al menos en tres ocasiones, se diagnostica
como hipertenso.
No se trata sólo de una enfermedad, sino que
constituye, además, un factor de riesgo
establecido de otras enfermedades de mayor
letalidad, que afectan al individuo y a
grandes poblaciones, los más importantes factores de
pronóstico de la esperanza de vida.
Desde la antigüedad se sabe que hay circunstancias
de la vida que generan emociones y
comportamientos de una cualidad e intensidad tal que pueden
afectar la salud de las
personas y provocar enfermedades.
En el siglo XIX se analiza el estrés y
su relación específica con enfermedades
orgánicas. A partir del año 1932 con los estudios
realizados por Walter Connon, comienza a tratarse con mayor
sistematicidad la influencia de los agentes estresores en la
aparición de patologías.
Sobre este vínculo estrés –
hipertensión, han sido realizados numerosos estudios.
Está claro que los factores emocionales están entre
otros en la base de la tensión arterial elevada, el
debate se
centra en la actualidad acerca de si son las tensiones mismas que
se viven o la forma en que se afrontan, lo que ejerce un efecto
nocivo.
Los conocimientos actuales sugieren que el sistema nervioso
simpático tiene una participación definitiva en la
hipertensión primaria o esencial.
En varias investigaciones
se ha concluido que aquellos individuos con cifras más
elevadas de tensión arterial sufren más problemas para
solucionar las situaciones de conflicto y
mayor dificultad para resistir la influencia de agentes
estresores que cotidianamente actúan sobre
ellos.
Esta enfermedad ha sido tratada con terapias
convencionales sobre la base de fármacos, con los
consiguientes riesgos de
efectos secundarios, por lo que en la actualidad se buscan
alternativas en la medicina
natural y tradicional que disminuyan estos
riesgos.
Uno de los tratamientos de la medicina
natural que cobra cada día más importancia es la
Terapia Floral. La terapia floral es vibracional,
bioenergética y su objetivo es
restaurar el equilibrio
emocional. No tiene efectos nocivos como otros medicamentos
hipotensores.
En el mundo existen diversos sistemas
florales, todos los cuales ejercen su acción
sobre la base del mismo principio, entre los más
difundidos se encuentra el elaborado por el Dr. Edward Bach, que
es el más utilizado en el sistema de salud
de nuestro país.
La alta prevalencia de hipertensión arterial
esencial en nuestra área de salud y los riesgos de la
medicación nos han motivado a realizar este trabajo
utilizando la terapia floral en pacientes portadores de
hipertensión esencial, previa valoración de estos
por el clínico y cardiólogo del área de
salud.
Proponiéndonos como objetivo atenuar los
índices de hipertensión arterial esencial en el
Policlínico Docente "Alcides Pino Bermúdez"
aplicando la Terapia Floral como tratamiento.
La investigación se enmarca en un estudio
observacional referido a la hipertensión arterial esencial
y el uso de la terapia floral en el tratamiento de la enfermedad.
Para ello se estudió la población de 12 consultorios del
Policlínico "Alcides Pino Bermúdez" del municipio
Holguín en el período comprendido del 2 de abril
del 2001 al 31 de mayo del 2002, realizando un muestreo
intencional para obtener una muestra
específica y con ello concretar un estudio de
casos.
En un inicio la población la constituyó el
total de pacientes del área de salud determinada
diagnosticados 9651 pacientes hipertensos mayores de 15
años de los que fueron seleccionados 464 hipertensos
esenciales elegidos entre ellos 27 pacientes hipertensos por
"estrés laboral", que no
aceptaban la enfermedad y/o no realizaban tratamiento
medicamentoso disciplinadamente, que referian manifestaciones
clínicas psicológicas. (Previa valoración
con el cardiólogo y el clínico).
Para la recolección de los datos se
elaboró una encuesta
según los objetivos
trazados tambien se utilizó la historia clínica
individual de cada paciente.
Se les aplicaron: el test
psicométrico ROTTER , por la psicometrista, al inicio y
final de la investigación para evaluar esferas de conflictos y
Test de preservación de capacidades adaptativas para
determinar los niveles de vulnerabilidad antes los agentes
estresores, donde se incluyen varios aspectos que indican la
capacidad de adaptación ante los estresores
cotidianos.
Consideramos hipertensión arterial esencial
cuando existen cifras elevadas según los criterios
establecidos en el programa
nacional.
Pero que es ligera y/o lábil sin otras
complicaciones.
Al grupo de
hipertensos se le tomó la tensión arterial
semanalmente por el médico o laenfermera, con el mismo
equipo, en consultorio durante 8 meses para valorar la evolución de su enfermedad y su
relación con el tratamiento con la terapia
floral.
Para la toma de la presión arterial, el paciente
descansó como mínimo 10 minutos antes, sin haber
fumado, ni ingerido café
por lo menos 30 minutos antes, en posición sentado con el
brazo desprovisto de ropa y apoyado. Se utilizó
esfigmanómetro aralioide y estetóscopo
chino.
Se consideran como compensados los que evolutivamente
mantuvieron cifras de tensión arterial inferiores a 140/90
mm Hg durante los 4 meses posteriores al tratamiento en el 100%
de las tomas y descompensados si después de 4 meses de
tratamiento presentaron cifras iguales o superiores a 140/90 mm
Hg.
Al valorar la escolaridad nos basamos en el nivel
terminado, comenzando desde la primaria hasta la
universitaria.
En la ocupación tuvimos en cuenta los obreros,
dirigente, jubilados y amas de casa.
Debemos destacar que otra variable que controlamos fue
la "suspensión" de otros medicamentos manteniendo los
pacientes sólo con terapia floral.
Al describir la muestra según la edad, observamos
que predominó la edad entre 30 y 39 años que
representa el 44,44 % El sexo
predominante fue el femenino con un 59,26 %). La ocupación
de mayor porcentaje fueron los obreros con 66,67 % y el nivel de
escolaridad predominante fue el preuniversitario con 55,56
%.
Al analizar el estado de
compensación observamos que antes del tratamiento el 88.89
% de los pacientes estudiados, se encontraban descompensados, y
al concluir el mismo el por ciento de los que compensados se
elevó a 92,59.
Consideramos que la Terapia Floral en el caso de los
compensados influyó en el restablecimiento de su
equilibrio bio-energético emocional. En la bibliografía consultada, no
encontramos estudios realizados similares al nuestro, que nos
permitieran comparar los resultados.
Según el test ROTTER al final del estudio se
produjo una disminución en las esferas de conflictos con
relación a lo registrado al inicio del mismo. Consideramos
que también esto se logra, pues la Terapia Floral
contribuyó al equilibrio emocional de los
individuos.
Las manifestaciones clínicas referidas más
observadas al inicio del estudio fueron los trastornos del
sueño (insomnio), el miedo y ansiedad, las cuales al igual
que todas las otras mostraron una notable disminución al
final del estudio.
Al analizar la distribución según el nivel de
vulnerabilidad, teniendo en cuenta la preservación de
capacidades adaptativas ante los agentes estresores, observamos
que al inicio del estudio existía un alto nivel con un
70,37 %, el cual disminuyó hasta el 3,70 %, mientras que
el nivel bajo aumento de un 7,41 % a un 88,89 %.
Estévez Báez en su estudio sobre la
evaluación del estrés en pacientes
hipertensos mediante el sistema "Neuro-Omega" coincide con
nosotros, al evidenciar la importancia del estrés en su
vinculación con la hipertensión arterial al igual
que otra bibliografía revisada.
Podemos concluir que la Terapia Floral se muestra como
un tratamiento eficaz en la compensación de pacientes con
hipertensión arterial esencial.
Pues al restablecer el equilibrio
bio-energético-emocional en el paciente, este se encuentra
en mejores condiciones para enfrentar los factores que provocan
la patología.
- Ampliar la utilización de la terapia floral
por el médico de familia. - Profundizar en las características
psicológicas de estos pacientes. - Continuar el trabajo
en otros grupo.
- Bach Eduard. Los remedios Florales del Dr. Bach.
Editorial Pensamiento
Sao Paulo 1997. - Bach Eduard. El Sistema de las Esencias Florales.
Editorial Editorial Vissencia. - Branquinha E. A. Terapia Original con as esencias
florais du Bach. Sao Paulo Editora Pensamiento
1981. - Blome Catz. La Curación por las Flores de
Bach. Ediciones Robin Book. Barcelona España
1993. - Colectivo de autores. Hipertensión esencial.
Clínicas médicas de Norteamérica. Edit.
Científico técnica. 1988. Pág
941-952. - Debs Pérez G, De La Noval García R,
Dueñas Herrera A, Rodríguez Martorell F.
Criterios, actitudes y
creencias sobre la hipertensión arterial en el municipio
10 de Octubre. Rev. Cub med. Gen. Integral 1996;12(2):
pág 120-21. - Estévez Báez R, .. Evaluación
del estrés en pacientes hipertensos mediante el sistema
"Neuro Omega". Rev Cub Med. Militar 1993; 22
pag:87-97. - Hernández Mesa N, Arias calderón J.
Stress, rev Cub
Med Gen Integral 1992; 8(3): 261-270. - Kawada H. Respuesta circulatoria plasmática
frente a una situación de estrés mental enjovenes
con dos tipos distintos de hipertensión arterial. Anal
Cir Cardiovascular 1995; 1(1): 9-16. - Lee Torres Carmen. Las flores de Bach. Tratammiento
de estadops emocionales. 3ra edición. Edit Kinesis. Venezuela
1994. - Macías Castro I. Epidemiología de la
Hipertensión Arterial. Act Med Hospital Clínico
Quirúrgico Hnos Amejeiras 1998: 7(1). - Morales Calatayud, F. El Estrés
psicológico en el riesgo de enfermar. Su atención en el nivel primario. Rev. Cub
Med Gen Integral 1991, 7(1):28,38. - Mosiff Hadad A. La hipertensión arterial en la
comunidad.
Rev Cub Med 1990; 19(3): 309-317. - Programa Nacional de Prevención, Diagnóstico, Evaluación y Control de
la Hipertensión Arterial. MINSAP Cuba
1998. - Sheffer Mechthil. La Terapia original con las
esencias florales de Bach. Brasil.
Editorial Pensamiento 1998.
Lic. María Julia Castellanos
Tamayo
Dr. Alexander Fernández
Portelles