Wickham-Bonassie: Continuidad y discontinuidad en el cambio de la esclavitud a la servidumbre.
- Wickham: La transición
vista como continuidad. - Bonnassie: de la esclavitud a la
servidumbre, un proceso histórico
discontinuo. - Conclusiones.
- Bibliografía
En este trabajo
intentaremos presentar una lectura del
momento histórico que lleva de la esclavitud a la
servidumbre como un proceso
problemático que ha permitido su consideración
desde dos posturas antagónicas: la postura continuista de
Wickham y la postura discontinuista de Bonnassie. Sin desatender
las coincidencias que estos autores presentan, en particular como
representantes del marxismo
actual, haremos hincapié en las descripciones del proceso
histórico que en ambos autores llevan a fundamentar
posiciones tan contrarias.
Wickham: La
transición vista como continuidad.
Wickham realiza en su artículo una doble crítica
al marxismo tradicional: por un lado, crítica su postura
evolucionista con respecto al pasaje de un modo de producción a otro, que vuelve al proceso
histórico discontinuo; y por otra parte, la postura
eurocentrista que utiliza para estudiar Occidente y Oriente y que
le permite hablar de un modo de producción esclavista y de
un modo feudal en Occidente, y de un modo de producción
antiguo en Oriente.
En virtud de esta crítica, propondrá como
solución —sin abandonar los supuestos
metodológicos del marxismo — la noción de
modo de producción tributario que le permite reformular el
modo de producción antiguo (romano) y el modo de
producción feudal como subtipos en un único y
continuo proceso, que permitiría abarcar también al
modo de producción antiguo (oriental).
Las transiciones que funcionarán como el pasaje
entre estos subtipos o submodos de producción dentro de un
mismo modo de producción más abarcativo
serán:
1) el pasaje del impuesto a la
renta;
2) el pasaje del Estado
tardorromano a los estados germánicos;
3) el pasaje del esclavismo a la
servidumbre dominical.
Estos pasajes no pueden ser descritos uno
independientemente de los otros, sino que están mutuamente
coimplicados entre sí.
Centrado en el estado de
Dioclesiano, Wickham hace un desplazamiento hacia una Roma no
expansionista donde encontramos el modo de producción
antiguo no explotador, de donde se pasa con la expansión
en los siglos II y I a.C., a una preponderancia del modo
esclavista en el marco de un modo antiguo que pasa a ser
explotador.
En este momento la riqueza de las ciudades pasa a
fundarse en el tributo de los propietarios del campo y en las
ciudades sometidas, generando una red de
tributación basada en la relación
urbano/rural.
Con la desaparición de la gran hacienda
esclavista, los esclavos, transformados en tenentes y los
tenentes libres (coloni), controlaban la tierra y el
propio proceso de producción.
Pasada la crisis del
siglo II, Dioclesiano reestructura el Estado, el cual
seguirá basado en la recaudación como coexistencia
de impuesto y renta, independientemente del modo de
relación entre los propietarios y sus tenentes.
El impuesto lo pagaban los propietarios y los colonos,
en especie o en moneda y se basaba en la producción. La
renta la pagaba los propietarios de tierras y era en moneda. El
impuesto y no la renta era la base de la recaudación
estatal.
El sistema
económico tardorromano se basaba en la tributación
como forma de extraer el excedente, existiendo un dominio
económico absoluto del Estado que se apoyaba en un sistema
de comercio a
larga distancia en el cual dicho Estado era el cliente. El
Estado dominará el comercio hasta el período
carolingio.
El impuesto era utilizado básicamente para
mantener al ejército, aunque también servía
para mantener a la burocracia, el
aprovisionamiento de las provincias, las obras públicas y
las reservas de grano.
Con las invasiones bárbaras de los siglos IV y V
cambia el dominador pero no la estructura del
Estado que sigue recaudando impuestos; por lo
tanto, la visión de este proceso, apoyado en la
relación impuesto (modo de producción
antiguo)/renta (modo de producción feudal), le permite a
Wickham sostener un desarrollo
histórico continuo, a diferencia de otras visiones, en
particular la del marxismo clásico.
Entre el 400 y el 600 la estructura estatal occidental
colapsa, siendo más fuerte la coexistencia entre un estado
antiguo y una relación territorial feudal que lleva a la
contradicción entre intereses públicos y privados
en la clase
dirigente del imperio. La necesidad de evadir la fuerte
tributación que exigía el Estado hará elegir
las estructuras
feudales que eran la alternativa presentada por los reinos
bárbaros, frente a los intereses públicos excesivos
de un estado tardorromano.
Frente a la alternativa imperial tributación y
guerra, y la
alternativa bárbara evasión y estabilidad, tanto
aristocracia como campesinado eligen a esta
última.
En este punto aparece un círculo vicioso, por un
lado decrece el pago de impuestos y por lo tanto el Estado romano
pierde su peso económico; por el otro, aumenta la propiedad
privada, con lo cual los señores tienen más peso
económico pero evaden aún más los
impuestos.
Círculo viciosos e invasiones bárbaras
ayudan a fomentar la caída del Imperio. Las invasiones
bárbaras llegarán a romper la estructura política del Imperio
tardorromano pero no su estructura económica, que como
vimos anteriormente, será tomada y repetida por los reinos
bárbaros. Por lo tanto, no puede pensarse que los reinos
bárbaros fueron elegidos como alternativa sólo para
no pagar impuestos.
En el Estado de Dioclesiano el impuesto servía
básicamente para sostener el ejército. Pero, en los
nuevos estados germanos, el ejército se basaba en la
propiedad de la tierra.
Por lo tanto, se suprimía el gasto más
importante del Estado y consecuentemente el impuesto principal,
en este momento podemos hablar del pasaje del impuesto a la
renta, como una acentuación del modo de producción
feudal, aunque se mantenga la tributación con un menor
peso relativo.
Se produce un cambio ideológico sobre la
visión de la tributación que responde a una
realidad donde el impuesto pierde peso económico en virtud
de que el ejército se estableció en la tierra,
la
administración de los reinos bárbaros era
rudimentaria en comparación con el Estado tardorromano,
las vastas tierras fiscales reales alcanzaban para solventar la
economía
regia. Ya en el período merovingio, la noción de
tributación adquiere un sentido negativo como
excensión con la cual se alcanzaba objetivo
políticos.
En el período carolingio, la noción de
tributación será resignificada.
Esta descripción de los dos pasajes —de
tributo a rente, y, de Estado romano a estados
germánicos— le permite a Wickham sostener que la
formación social feudal no es un mero reemplazo del modo
de producción antiguo por el modo de producción
feudal, en tanto que, entre los siglos IV al VIII, se puede
apreciar la coexistencia de ambos modos, en la medida en que la
extracción del excedente se produce tanto a través
de los impuestos (destinados a un poder
público distante, mediatizado a través de los
municipios), y de la renta (destinada a un señor inmediato
absentista). Por lo tanto, el campesino
mantiene por un lado, relaciones privadas inmediatas con el
señor, y relaciones
públicas, mediatizadas por el municipio, con el
Estado.
Entre el Estado dioclesiano y esta formación
social feudal, se ha producido una inversión de términos. En el primer
caso, la coexistencia de submodos antiguos y feudales era
dominada por el modo antiguo romano. En el segundo, se
acentúa cada vez más el modo de producción
feudal.
Descriptos los pasajes económico y
político, estamos en condiciones de dar cuenta del pasaje
de la esclavitud a la servidumbre.
Los estados germánicos pierden el control sobre las
relaciones sociales: dejan de regular la aristocracia y se les
escapa la adscripción de los campesinos a la
tierra.
Entre el siglo V y el VI, se rompe el poder del Estado
sobre las relaciones de producción en la Galia y en
Italia: tener la
tierra ya no era el medio para tener poder, sino que tener la
tierra era el poder mismo. El balance entre el Estado y la
propiedad privada de la tierra, se desequilibró en contra
del Estado.
Si bien la idea de un Estado hegemónico
(universalización) permanece como valor e
imagen hasta
el siglo XI, el Estado pierde fuerza porque
pierde tierras. Ya en este siglo lo público se disuelve en
lo privado conformándose un sistema feudal
vasallático.
Este sistema feudal-vasallático se apoyó
en la igualdad de
base económica entre el rey y la aristocracia, por lo
tanto, el poder real se basó en una lealtad
aristocrática que había que comprar generalmente a
través de tierras, dándose un nuevo círculo
vicioso que lleva a la pérdida de poder estatal.
Simultáneamente pierde los lazos con el
campesinado.
Después del imperio carolingio nos encontramos
con unidades políticas
pequeñas, con un desequilibrio entre la ideología hegemónica y el poder
feudal, con relaciones feudales que basaban tanto la
política como la economía en la posesión de
la tierra.
Si bien la caída del Estado romano había
favorecido al campesinado al reemplazar impuesto por rentas, a
partir del Estado carolingio se extienden las relaciones sociales
feudales en un sometimiento y explotación del campesinado,
esto debilita el concepto antiguo
de esclavitud. A diferencia de los marxistas tradicionales, para
Wickham la transición —mediante la práctica
de prestación de trabajo— de la esclavitud a la
servidumbre dominical, no es la característica
básica del pasaje del modo antiguo al feudal, es un
fenómeno marginal.
El modo de producción feudal englobó a los
antiguos tenentes, libres o no libres, que pagaban rentas o que
hacían prestaciones
de trabajo.
Para Wickham cabe distinguir los procesos
norte/sur; en el sur el status de esclavo era una
categoría legal que no incluía la prestación
de trabajo, sino altas rentas. Desaparece entre los siglos IX y
X. En el norte, existió una dependencia servil equivalente
a la prestación de trabajo. En este caso no es el caso el
que asciende a tenente, sino el coloni que desciende a
esta categoría.
Bonnassie: de la
esclavitud a la servidumbre, un proceso histórico
discontinuo.
Bonnassie parte de la pregunta "blochiana" por
qué, cuándo y cómo terminó la
esclavitud antigua. Esta pregunta le permite revisar y discutir
las respuestas al problema del pasaje de antigüedad al
feudalismo dadas
por los marxistas clásicos, y por los marxistas franceses.
Pero además revisará toda la tradición
francesa sobre esta problemática.
En términos generales, criticará en el
marxismo clásico la idea de modo de producción como
síntesis de los romano y lo
germánico y en los marxistas franceses, que
explicarían el pasaje en virtud del desarrollo
técnico y de las revueltas de siervos, su crítica
se centrará en el problema de la
cronología.
En este punto para Bonnassie, no puede hablarse de un
fin del esclavismo, sino de diferentes rupturas dentro del mismo
modo de producción esclavista.
Mayoritariamente, los historiadores han considerado tres
causas de la desaparición del esclavismo: la religiosa, la
militar y la económica. La religiosa es prontamente
descartada (en particular por Duby y Fossier).
La Iglesia no
sólo no favorece la manumisión, sino que justifica
la esclavitud y se sirve abundantemente de ella. La militar se
volvió cada vez menos determinante, es considerada
sólo una de las fuentes de la
esclavitud.
Por su parte, el factor económico se centra en la
noción de costo de
producción: la explotación directa sobre la
base de familias serviles ya no es más rentable; su
reemplazo por tenentes en mansos serviles será una etapa
esencial en el deterioro de la esclavitud antigua. Este pasaje,
en Bloch, se explica en un marco recesivo de la Alta Edad Media,
pero las investigaciones
históricas posteriores demostrarán que ocurre en un
marco de crecimiento.
Para Bonnassie, contestar las preguntas cuándo,
cómo y por qué finalizó la esclavitud
antigua implica, metodológicamente:
1) establecer un corpus documental;
2) apoyarse sobre investigaciones
regionales;
3) comprender la servidumbre feudal en un marco
comparativo que incluya las formas de servidumbre anteriores y
posteriores, en virtud de esto busca una definición de
esclavitud multidimensional, no sólo jurídica y
económica, sino también y básicamente
antropológica.
Apoyándose en los textos de las monarquías
bárbaras definirá al esclavos como una bestia
parlante a la que puede castigársele (golpes, azotes,
mutilaciones y muerte), y
sobre el que caen prohibiciones y prescripciones
sexuales.
La no humanidad del esclavo consiste en no poder tener
propiedades y no tener derechos sobre sus hijos: es
un ser desocializado cuya producción y reproducción quedan bajo el control de
otro.
Los factores religioso y militar son retomados por
Bonnassie para justificar un cambio en la visión sobre el
esclavo que contribuirán a su desaparición. Si bien
la religión
considera que la esclavitud es una sanción a los pecados
cometidos por los hombres caídos en ella; el hecho de que
los esclavos permanecieran dentro de la comunidad
cristiana permite un acercamiento en virtud de la conciencia de
sí entre pobres (último escalón de la
sociedad) y
esclavos (al margen de la comunidad social).
El factor militar es considerado uno de tantos, junto
con la miseria, las deudas, las condenas judiciales, etc., de la
caída de un hombre en la
esclavitud. Este proceso de desocialización se da en el
mismo territorio cultural. El cambio de visión consiste en
que el esclavo ya no es el extranjero, sino que pude ser el
vecino o el pariente.
Desde el punto de vista económico Bonnassie
destacará dos aspectos: el crecimiento
económico, que conlleva a la expansión agraria;
y el desarrollo técnico como consecuencia de la crisis de
la esclavitud. Ambos aspectos se dan en los alodios, de modo
marginal al poder señorial.
La expansión agraria comienza a manifestarse
entre los siglos VII y VIII con el crecimiento de las
roturaciones, que conlleva la movilidad de una gran cantidad de
mano de obra, proceso contradictoria a la explotación
esclavista, favoreciendo la creación de alodios campesinos
y la atomización del gran dominio.
Este proceso es contrarrestado por la fuerza del
señor que reabsorbe los alodios a sus dominios instalando
tenentes, colonos e imponiendo nuevas cargas (banales) a estos
campesinos, antes libres.
Por último Bonnassie establece una nueva
cronología donde destaca diversos momentos de
finalización del esclavismo, o secuencias dentro del mismo
modo de producción de Estado fuerte esclavista y crisis
del esclavismo:
- Estado dioclesiano.
- Primera fase de crisis esclavista (siglo V,
invasiones bárbaras). - Esclavitud bárbara (siglos VI y
VII). - Segunda fase de crisis (crisis ideológica que
une esclavos y pobres; y el despegue
económico). - Imperio carolingio (estado esclavista donde permanece
la crisis ideológica). - Crisis de los siglos X y XI, donde se da la
extinción final del esclavismo en virtud de todos los
factores: la ideología, el progreso técnico y la
expansión agraria.
Por lo tanto para él, el pasaje de modo de
producción esclavista al modo de producción feudal
no es un proceso histórico continuo, sino que se presenta
un hiato cronológico a fines del siglo X y comienzos del
XI en la Europa
meridional, donde una sociedad jurídicamente libre de la
esclavitud y en vías de una emancipación de la
clase campesina, es contraatacada por las cargas del
señorío banal que provocan una nueva servidumbre
por la cual los campesinos libres de los alodios se transforman
en siervos.
En el norte este proceso será más lento,
debido a que la servidumbre fue impuesta tardíamente y
persiste. Es así que en esta zona encontraremos una
continuidad entre esclavitud y servidumbre.
Si bien un mismo movimiento
acercaría a Wickham y a Bonnassie en virtud de la
crítica que hacen a posiciones tradicionales que explican
la problemática de la transición entre
antigüedad y feudalismo, particularmente al marxismo
tradicional, al que ambos le critican la noción de
feudalismo como síntesis entre los romano y lo germano, y,
aún considerando que finalmente la cronología
propuesta por ambos es muy cercana, ambos autores se diferencian
esencialmente en:
A Bonnassie no parece importarle el pasaje del modo
antiguo al feudal, sino que centra su texto en
las causas de la finalización del esclavismo y la
aparición de la servidumbre dominical. No hay en el
texto razones para suponer que él considere que el
pasaje de la esclavitud a la servidumbre sea la
característica esencial que defina el pasaje de un
modo de producción a otro. Por lo tanto, le
importará una visión antropológica del
esclavo que lo llevará a considerar los factores
religiosos y militares como factores de cambio de
representación que contribuyen a la
desaparición del esclavismo.Y si bien considera los factores económicos,
no lo hará para mostrar una continuidad en la
estructura económica de los diferentes Estados
—aunque coincida con Wickham en el rol capital
del Estado para el funcionamiento del sistema
esclavista—, sino para explicar la desaparición
de la esclavitud en virtud del factor de los cambios en las
fuerzas productivas.- Para Wickham el pasaje de la esclavitud a la
servidumbre es un fenómeno marginal que
resultaría consecuencia de los pasajes económicos
y políticos de los dos subtipos occidentales del modo de
producción tributario, el antiguo y el feudal: el pasaje
impuesto/renta, y el pasaje Estado tardorromano/estados
germanos. - Pero la diferencia más importante reside en la
visión de este proceso histórico. Wickham
presenta una posición continuista que pretende reforzar
en virtud de la reformulación de los modos antiguo y
feudal como subtipos de un modo de producción tributario
mucho más abarcativo. Para Bonnassie hay un proceso
discontinuo entre la ruptura del orden esclavista y la nueva
sociedad feudal cuyo pasaje vendría dado por una
Revolución.
Esta disparidad en las posturas puede ejemplificarse
claramente con la lectura
que ambos hacen de Marc Bloch. Si para Wickham los tenentes
serían un momento que expliquen la transición
entre el modo antiguo y el feudal, para Bonnassie en Bloch se
destaca la existencia de un hiato cronológico a finales
del siglo X y a comienzos del XI; y lee a Bloch como un
representante de la posición discontinuista que el
pretende continuar.
WICKHAM, Chris: "La otra transición". En:
Studia Histórica, Salamanca, 1989. [Material de la
Cátedra]
BONNASSIE, Pierre: "Supervivencia y
extinción del régimen esclavista en Occidente en la
Alta Edad Media
(ss. V-XI)". Tomado y traducido de: Cahiers de Civilisation
Medievales, XXVIII, 1985. [Material de la
Cátedra].
Sergio Pablo Güenaga