Monografias.com > Estudio Social
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Wickham-Bonassie: Continuidad y discontinuidad en el cambio de la esclavitud a la servidumbre.




Enviado por sergio_guenaga67



    1. Wickham: La transición
      vista como continuidad.
    2. Bonnassie: de la esclavitud a la
      servidumbre, un proceso histórico
      discontinuo.
    3. Conclusiones.
    4. Bibliografía

    Introducción

    En este trabajo
    intentaremos presentar una lectura del
    momento histórico que lleva de la esclavitud a la
    servidumbre como un proceso
    problemático que ha permitido su consideración
    desde dos posturas antagónicas: la postura continuista de
    Wickham y la postura discontinuista de Bonnassie. Sin desatender
    las coincidencias que estos autores presentan, en particular como
    representantes del marxismo
    actual, haremos hincapié en las descripciones del proceso
    histórico que en ambos autores llevan a fundamentar
    posiciones tan contrarias.

    Wickham: La
    transición vista como continuidad.

    Wickham realiza en su artículo una doble crítica
    al marxismo tradicional: por un lado, crítica su postura
    evolucionista con respecto al pasaje de un modo de producción a otro, que vuelve al proceso
    histórico discontinuo; y por otra parte, la postura
    eurocentrista que utiliza para estudiar Occidente y Oriente y que
    le permite hablar de un modo de producción esclavista y de
    un modo feudal en Occidente, y de un modo de producción
    antiguo en Oriente.

    En virtud de esta crítica, propondrá como
    solución —sin abandonar los supuestos
    metodológicos del marxismo — la noción de
    modo de producción tributario que le permite reformular el
    modo de producción antiguo (romano) y el modo de
    producción feudal como subtipos en un único y
    continuo proceso, que permitiría abarcar también al
    modo de producción antiguo (oriental).

    Las transiciones que funcionarán como el pasaje
    entre estos subtipos o submodos de producción dentro de un
    mismo modo de producción más abarcativo
    serán:

    1) el pasaje del impuesto a la
    renta;

    2) el pasaje del Estado
    tardorromano a los estados germánicos;

    3) el pasaje del esclavismo a la
    servidumbre dominical.

    Estos pasajes no pueden ser descritos uno
    independientemente de los otros, sino que están mutuamente
    coimplicados entre sí.

    Centrado en el estado de
    Dioclesiano, Wickham hace un desplazamiento hacia una Roma no
    expansionista donde encontramos el modo de producción
    antiguo no explotador, de donde se pasa con la expansión
    en los siglos II y I a.C., a una preponderancia del modo
    esclavista en el marco de un modo antiguo que pasa a ser
    explotador.

    En este momento la riqueza de las ciudades pasa a
    fundarse en el tributo de los propietarios del campo y en las
    ciudades sometidas, generando una red de
    tributación basada en la relación
    urbano/rural.

    Con la desaparición de la gran hacienda
    esclavista, los esclavos, transformados en tenentes y los
    tenentes libres (coloni), controlaban la tierra y el
    propio proceso de producción.

    Pasada la crisis del
    siglo II, Dioclesiano reestructura el Estado, el cual
    seguirá basado en la recaudación como coexistencia
    de impuesto y renta, independientemente del modo de
    relación entre los propietarios y sus tenentes.

    El impuesto lo pagaban los propietarios y los colonos,
    en especie o en moneda y se basaba en la producción. La
    renta la pagaba los propietarios de tierras y era en moneda. El
    impuesto y no la renta era la base de la recaudación
    estatal.

    El sistema
    económico tardorromano se basaba en la tributación
    como forma de extraer el excedente, existiendo un dominio
    económico absoluto del Estado que se apoyaba en un sistema
    de comercio a
    larga distancia en el cual dicho Estado era el cliente. El
    Estado dominará el comercio hasta el período
    carolingio.

    El impuesto era utilizado básicamente para
    mantener al ejército, aunque también servía
    para mantener a la burocracia, el
    aprovisionamiento de las provincias, las obras públicas y
    las reservas de grano.

    Con las invasiones bárbaras de los siglos IV y V
    cambia el dominador pero no la estructura del
    Estado que sigue recaudando impuestos; por lo
    tanto, la visión de este proceso, apoyado en la
    relación impuesto (modo de producción
    antiguo)/renta (modo de producción feudal), le permite a
    Wickham sostener un desarrollo
    histórico continuo, a diferencia de otras visiones, en
    particular la del marxismo clásico.

    Entre el 400 y el 600 la estructura estatal occidental
    colapsa, siendo más fuerte la coexistencia entre un estado
    antiguo y una relación territorial feudal que lleva a la
    contradicción entre intereses públicos y privados
    en la clase
    dirigente del imperio. La necesidad de evadir la fuerte
    tributación que exigía el Estado hará elegir
    las estructuras
    feudales que eran la alternativa presentada por los reinos
    bárbaros, frente a los intereses públicos excesivos
    de un estado tardorromano.

    Frente a la alternativa imperial tributación y
    guerra, y la
    alternativa bárbara evasión y estabilidad, tanto
    aristocracia como campesinado eligen a esta
    última.

    En este punto aparece un círculo vicioso, por un
    lado decrece el pago de impuestos y por lo tanto el Estado romano
    pierde su peso económico; por el otro, aumenta la propiedad
    privada, con lo cual los señores tienen más peso
    económico pero evaden aún más los
    impuestos.

    Círculo viciosos e invasiones bárbaras
    ayudan a fomentar la caída del Imperio. Las invasiones
    bárbaras llegarán a romper la estructura política del Imperio
    tardorromano pero no su estructura económica, que como
    vimos anteriormente, será tomada y repetida por los reinos
    bárbaros. Por lo tanto, no puede pensarse que los reinos
    bárbaros fueron elegidos como alternativa sólo para
    no pagar impuestos.

    En el Estado de Dioclesiano el impuesto servía
    básicamente para sostener el ejército. Pero, en los
    nuevos estados germanos, el ejército se basaba en la
    propiedad de la tierra.

    Por lo tanto, se suprimía el gasto más
    importante del Estado y consecuentemente el impuesto principal,
    en este momento podemos hablar del pasaje del impuesto a la
    renta, como una acentuación del modo de producción
    feudal, aunque se mantenga la tributación con un menor
    peso relativo.

    Se produce un cambio ideológico sobre la
    visión de la tributación que responde a una
    realidad donde el impuesto pierde peso económico en virtud
    de que el ejército se estableció en la tierra,
    la
    administración de los reinos bárbaros era
    rudimentaria en comparación con el Estado tardorromano,
    las vastas tierras fiscales reales alcanzaban para solventar la
    economía
    regia. Ya en el período merovingio, la noción de
    tributación adquiere un sentido negativo como
    excensión con la cual se alcanzaba objetivo
    políticos.

    En el período carolingio, la noción de
    tributación será resignificada.

    Esta descripción de los dos pasajes —de
    tributo a rente, y, de Estado romano a estados
    germánicos— le permite a Wickham sostener que la
    formación social feudal no es un mero reemplazo del modo
    de producción antiguo por el modo de producción
    feudal, en tanto que, entre los siglos IV al VIII, se puede
    apreciar la coexistencia de ambos modos, en la medida en que la
    extracción del excedente se produce tanto a través
    de los impuestos (destinados a un poder
    público distante, mediatizado a través de los
    municipios), y de la renta (destinada a un señor inmediato
    absentista). Por lo tanto, el campesino
    mantiene por un lado, relaciones privadas inmediatas con el
    señor, y relaciones
    públicas, mediatizadas por el municipio, con el
    Estado.

    Entre el Estado dioclesiano y esta formación
    social feudal, se ha producido una inversión de términos. En el primer
    caso, la coexistencia de submodos antiguos y feudales era
    dominada por el modo antiguo romano. En el segundo, se
    acentúa cada vez más el modo de producción
    feudal.

    Descriptos los pasajes económico y
    político, estamos en condiciones de dar cuenta del pasaje
    de la esclavitud a la servidumbre.

    Los estados germánicos pierden el control sobre las
    relaciones sociales: dejan de regular la aristocracia y se les
    escapa la adscripción de los campesinos a la
    tierra.

    Entre el siglo V y el VI, se rompe el poder del Estado
    sobre las relaciones de producción en la Galia y en
    Italia: tener la
    tierra ya no era el medio para tener poder, sino que tener la
    tierra era el poder mismo. El balance entre el Estado y la
    propiedad privada de la tierra, se desequilibró en contra
    del Estado.

    Si bien la idea de un Estado hegemónico
    (universalización) permanece como valor e
    imagen hasta
    el siglo XI, el Estado pierde fuerza porque
    pierde tierras. Ya en este siglo lo público se disuelve en
    lo privado conformándose un sistema feudal
    vasallático.

    Este sistema feudal-vasallático se apoyó
    en la igualdad de
    base económica entre el rey y la aristocracia, por lo
    tanto, el poder real se basó en una lealtad
    aristocrática que había que comprar generalmente a
    través de tierras, dándose un nuevo círculo
    vicioso que lleva a la pérdida de poder estatal.
    Simultáneamente pierde los lazos con el
    campesinado.

    Después del imperio carolingio nos encontramos
    con unidades políticas
    pequeñas, con un desequilibrio entre la ideología hegemónica y el poder
    feudal, con relaciones feudales que basaban tanto la
    política como la economía en la posesión de
    la tierra.

    Si bien la caída del Estado romano había
    favorecido al campesinado al reemplazar impuesto por rentas, a
    partir del Estado carolingio se extienden las relaciones sociales
    feudales en un sometimiento y explotación del campesinado,
    esto debilita el concepto antiguo
    de esclavitud. A diferencia de los marxistas tradicionales, para
    Wickham la transición —mediante la práctica
    de prestación de trabajo— de la esclavitud a la
    servidumbre dominical, no es la característica
    básica del pasaje del modo antiguo al feudal, es un
    fenómeno marginal.

    El modo de producción feudal englobó a los
    antiguos tenentes, libres o no libres, que pagaban rentas o que
    hacían prestaciones
    de trabajo.

    Para Wickham cabe distinguir los procesos
    norte/sur; en el sur el status de esclavo era una
    categoría legal que no incluía la prestación
    de trabajo, sino altas rentas. Desaparece entre los siglos IX y
    X. En el norte, existió una dependencia servil equivalente
    a la prestación de trabajo. En este caso no es el caso el
    que asciende a tenente, sino el coloni que desciende a
    esta categoría.

    Bonnassie: de la
    esclavitud a la servidumbre, un proceso histórico
    discontinuo.

    Bonnassie parte de la pregunta "blochiana" por
    qué, cuándo y cómo terminó la
    esclavitud antigua. Esta pregunta le permite revisar y discutir
    las respuestas al problema del pasaje de antigüedad al
    feudalismo dadas
    por los marxistas clásicos, y por los marxistas franceses.
    Pero además revisará toda la tradición
    francesa sobre esta problemática.

    En términos generales, criticará en el
    marxismo clásico la idea de modo de producción como
    síntesis de los romano y lo
    germánico y en los marxistas franceses, que
    explicarían el pasaje en virtud del desarrollo
    técnico y de las revueltas de siervos, su crítica
    se centrará en el problema de la
    cronología.

    En este punto para Bonnassie, no puede hablarse de un
    fin del esclavismo, sino de diferentes rupturas dentro del mismo
    modo de producción esclavista.

    Mayoritariamente, los historiadores han considerado tres
    causas de la desaparición del esclavismo: la religiosa, la
    militar y la económica. La religiosa es prontamente
    descartada (en particular por Duby y Fossier).

    La Iglesia no
    sólo no favorece la manumisión, sino que justifica
    la esclavitud y se sirve abundantemente de ella. La militar se
    volvió cada vez menos determinante, es considerada
    sólo una de las fuentes de la
    esclavitud.

    Por su parte, el factor económico se centra en la
    noción de costo de
    producción: la explotación directa sobre la
    base de familias serviles ya no es más rentable; su
    reemplazo por tenentes en mansos serviles será una etapa
    esencial en el deterioro de la esclavitud antigua. Este pasaje,
    en Bloch, se explica en un marco recesivo de la Alta Edad Media,
    pero las investigaciones
    históricas posteriores demostrarán que ocurre en un
    marco de crecimiento.

    Para Bonnassie, contestar las preguntas cuándo,
    cómo y por qué finalizó la esclavitud
    antigua implica, metodológicamente:

    1) establecer un corpus documental;

    2) apoyarse sobre investigaciones
    regionales;

    3) comprender la servidumbre feudal en un marco
    comparativo que incluya las formas de servidumbre anteriores y
    posteriores, en virtud de esto busca una definición de
    esclavitud multidimensional, no sólo jurídica y
    económica, sino también y básicamente
    antropológica.

    Apoyándose en los textos de las monarquías
    bárbaras definirá al esclavos como una bestia
    parlante a la que puede castigársele (golpes, azotes,
    mutilaciones y muerte), y
    sobre el que caen prohibiciones y prescripciones
    sexuales.

    La no humanidad del esclavo consiste en no poder tener
    propiedades y no tener derechos sobre sus hijos: es
    un ser desocializado cuya producción y reproducción quedan bajo el control de
    otro.

    Los factores religioso y militar son retomados por
    Bonnassie para justificar un cambio en la visión sobre el
    esclavo que contribuirán a su desaparición. Si bien
    la religión
    considera que la esclavitud es una sanción a los pecados
    cometidos por los hombres caídos en ella; el hecho de que
    los esclavos permanecieran dentro de la comunidad
    cristiana permite un acercamiento en virtud de la conciencia de
    sí entre pobres (último escalón de la
    sociedad) y
    esclavos (al margen de la comunidad social).

    El factor militar es considerado uno de tantos, junto
    con la miseria, las deudas, las condenas judiciales, etc., de la
    caída de un hombre en la
    esclavitud. Este proceso de desocialización se da en el
    mismo territorio cultural. El cambio de visión consiste en
    que el esclavo ya no es el extranjero, sino que pude ser el
    vecino o el pariente.

    Desde el punto de vista económico Bonnassie
    destacará dos aspectos: el crecimiento
    económico, que conlleva a la expansión agraria;
    y el desarrollo técnico como consecuencia de la crisis de
    la esclavitud. Ambos aspectos se dan en los alodios, de modo
    marginal al poder señorial.

    La expansión agraria comienza a manifestarse
    entre los siglos VII y VIII con el crecimiento de las
    roturaciones, que conlleva la movilidad de una gran cantidad de
    mano de obra, proceso contradictoria a la explotación
    esclavista, favoreciendo la creación de alodios campesinos
    y la atomización del gran dominio.

    Este proceso es contrarrestado por la fuerza del
    señor que reabsorbe los alodios a sus dominios instalando
    tenentes, colonos e imponiendo nuevas cargas (banales) a estos
    campesinos, antes libres.

    Por último Bonnassie establece una nueva
    cronología donde destaca diversos momentos de
    finalización del esclavismo, o secuencias dentro del mismo
    modo de producción de Estado fuerte esclavista y crisis
    del esclavismo:

    1. Estado dioclesiano.
    2. Primera fase de crisis esclavista (siglo V,
      invasiones bárbaras).
    3. Esclavitud bárbara (siglos VI y
      VII).
    4. Segunda fase de crisis (crisis ideológica que
      une esclavos y pobres; y el despegue
      económico).
    5. Imperio carolingio (estado esclavista donde permanece
      la crisis ideológica).
    6. Crisis de los siglos X y XI, donde se da la
      extinción final del esclavismo en virtud de todos los
      factores: la ideología, el progreso técnico y la
      expansión agraria.

    Por lo tanto para él, el pasaje de modo de
    producción esclavista al modo de producción feudal
    no es un proceso histórico continuo, sino que se presenta
    un hiato cronológico a fines del siglo X y comienzos del
    XI en la Europa
    meridional, donde una sociedad jurídicamente libre de la
    esclavitud y en vías de una emancipación de la
    clase campesina, es contraatacada por las cargas del
    señorío banal que provocan una nueva servidumbre
    por la cual los campesinos libres de los alodios se transforman
    en siervos.

    En el norte este proceso será más lento,
    debido a que la servidumbre fue impuesta tardíamente y
    persiste. Es así que en esta zona encontraremos una
    continuidad entre esclavitud y servidumbre.

    Conclusiones.

    Si bien un mismo movimiento
    acercaría a Wickham y a Bonnassie en virtud de la
    crítica que hacen a posiciones tradicionales que explican
    la problemática de la transición entre
    antigüedad y feudalismo, particularmente al marxismo
    tradicional, al que ambos le critican la noción de
    feudalismo como síntesis entre los romano y lo germano, y,
    aún considerando que finalmente la cronología
    propuesta por ambos es muy cercana, ambos autores se diferencian
    esencialmente en:

    1. A Bonnassie no parece importarle el pasaje del modo
      antiguo al feudal, sino que centra su texto en
      las causas de la finalización del esclavismo y la
      aparición de la servidumbre dominical. No hay en el
      texto razones para suponer que él considere que el
      pasaje de la esclavitud a la servidumbre sea la
      característica esencial que defina el pasaje de un
      modo de producción a otro. Por lo tanto, le
      importará una visión antropológica del
      esclavo que lo llevará a considerar los factores
      religiosos y militares como factores de cambio de
      representación que contribuyen a la
      desaparición del esclavismo.

      Y si bien considera los factores económicos,
      no lo hará para mostrar una continuidad en la
      estructura económica de los diferentes Estados
      —aunque coincida con Wickham en el rol capital
      del Estado para el funcionamiento del sistema
      esclavista—, sino para explicar la desaparición
      de la esclavitud en virtud del factor de los cambios en las
      fuerzas productivas.

    2. Para Wickham el pasaje de la esclavitud a la
      servidumbre es un fenómeno marginal que
      resultaría consecuencia de los pasajes económicos
      y políticos de los dos subtipos occidentales del modo de
      producción tributario, el antiguo y el feudal: el pasaje
      impuesto/renta, y el pasaje Estado tardorromano/estados
      germanos.
    3. Pero la diferencia más importante reside en la
      visión de este proceso histórico. Wickham
      presenta una posición continuista que pretende reforzar
      en virtud de la reformulación de los modos antiguo y
      feudal como subtipos de un modo de producción tributario
      mucho más abarcativo. Para Bonnassie hay un proceso
      discontinuo entre la ruptura del orden esclavista y la nueva
      sociedad feudal cuyo pasaje vendría dado por una
      Revolución.

    Esta disparidad en las posturas puede ejemplificarse
    claramente con la lectura
    que ambos hacen de Marc Bloch. Si para Wickham los tenentes
    serían un momento que expliquen la transición
    entre el modo antiguo y el feudal, para Bonnassie en Bloch se
    destaca la existencia de un hiato cronológico a finales
    del siglo X y a comienzos del XI; y lee a Bloch como un
    representante de la posición discontinuista que el
    pretende continuar.

    BIBLIOGRAFÍA

    WICKHAM, Chris: "La otra transición". En:
    Studia Histórica, Salamanca, 1989. [Material de la
    Cátedra]

    BONNASSIE, Pierre: "Supervivencia y
    extinción del régimen esclavista en Occidente en la
    Alta Edad Media
    (ss. V-XI)". Tomado y traducido de: Cahiers de Civilisation
    Medievales
    , XXVIII, 1985. [Material de la
    Cátedra].

    Sergio Pablo Güenaga

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter