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Aprendizaje significativo y vivencial: ¿Cómo motivar al estudiante para que aprenda en la clase?




Enviado por alexortiz2004



    1. Aprendizaje
      significativo
    2. Tareas de enseñanza y
      tareas de aprendizaje
    3. Metodología del
      aprendizaje significativo

    APRENDIZAJE
    SIGNIFICATIVO:

    Ausubel publica en 1963 su obra "Psicología del
    aprendizaje verbal significativo". Su teoría acuña
    el concepto de aprendizaje significativo para distinguirlo del
    repetitivo o memorístico y señala el papel que
    juegan los conocimientos previos del estudiante en la
    adquisición de nuevas afirmaciones.

    Estima que aprender significa comprender y para ello es
    condición indispensable tener en cuenta lo que el
    estudiante ya sabe sobre aquello que se quiere enseñar.
    Propone la necesidad de diseñar para la acción
    docente lo que llama organizadores previos, una especie de
    puentes cognitivos, a partir de los cuales los estudiantes puedan
    establecer relaciones significativas con los nuevos contenidos.
    Defiende un modelo didáctico de transmisión –
    recepción significativa, que supere las deficiencias del
    modelo tradicional, al tener en cuenta el punto de partida de los
    estudiantes y la estructura y jerarquía de los
    conceptos.

    Para Ausubel lo fundamental, por lo tanto, es conocer
    las ideas previas de los estudiantes. Propone para ello la
    técnica de los mapas conceptuales que es capaz de detectar
    las relaciones que los estudiantes establecen entre los
    conceptos. Por medio de la enseñanza se van produciendo
    variaciones en las estructuras conceptuales a través de
    dos procesos que se denominan diferenciación progresiva y
    reconciliación integradora.

    La diferenciación progresiva significa que a lo
    largo del tiempo los conceptos van ampliando su significado
    así como su ámbito de aplicación. Con la
    reconciliación integradora se establecen progresivamente
    nuevas relaciones entre conjuntos de conceptos. Las personas
    altamente inteligentes parecen caracterizarse por tener
    más conceptos integrados en sus estructuras y poseer mayor
    número de vínculos y jerarquías entre
    ellos.

    Ausubel planteó que las tres condiciones
    necesarias para que se produzca un aprendizaje significativo
    son:

    • Que los materiales de enseñanza estén
      estructurados lógicamente con una jerarquía
      conceptual, situándose en la parte superior los
      más generales, inclusivos y poco
      diferenciados.
    • Que se organice la enseñanza respetando la
      estructura psicológica del estudiante, es decir, sus
      conocimientos previos y sus estilos de aprendizaje.
    • Que los estudiantes estén motivados para
      aprender.

    La teoría de Ausubel aportó ideas muy
    importantes como la del aprendizaje significativo, el
    interés de las ideas previas y las críticas a los
    modelos inductivistas. Sin embargo, se ha criticado por varios
    autores su reduccionismo conceptual y el modelo didáctico
    que defiende la transmisión – recepción. Muchos
    investigadores cuestionan la pertinencia de su aplicación
    en edades tempranas.

    Driver y Gil (1986), critican este modelo porque
    consideran que no es capaz de resolver los problemas asociados a
    la persistencia de los errores conceptuales o concepciones
    alternativas o creencias.

    Dada la abundancia de las teorías de la
    enseñanza, hemos de seleccionar aquella que por su
    amplitud comprensiva, relevancia y significatividad, facilite las
    bases necesarias para entender la acción didáctica,
    como actividad interactiva. Desde esta concepción la
    enseñanza es un proceso de interrelación y
    clarificación continua entre docentes y estudiantes en el
    marco de un clima social generado por estos protagonistas dentro
    de un contexto comunitario, en el que se manifiestan una serie de
    problemáticas que el estudiante debe resolver.

    Conceptualización del aprendizaje como proceso
    cognitivo – afectivo

    El aprendizaje ha sido definido de muchas maneras y
    éstas varían según el enfoque o la
    teoría de donde provenga la definición.

    Para las teorías del condicionamiento, el
    aprendizaje es una asociación entre dos eventos, o el
    resultado de una asociación entre un estímulo y una
    respuesta, que sigue las reglas del condicionamiento.

    Para las teorías cognitivas, es un proceso mental
    por el cual se adquieren o reestructuran los conocimientos; es el
    resultado de un proceso de reorganizaciones que hacemos sobre
    nuestro conocimiento con el fin de alcanzar la comprensión
    de un fenómeno.

    Para las teorías contextuales – culturales, el
    aprendizaje es un proceso de transformación interna,
    mediado por el contexto socio – cultural. Es el proceso de
    adquirir o asimilar la cultura a través de la actividad y
    de la influencia del entorno natural y socio – cultural del
    individuo.

    A partir de estas teorías, se han dado diversas
    definiciones que facilitan la comprensión del concepto de
    aprendizaje.

    Para Hurlock el aprendizaje es "el desarrollo que se
    produce por el ejercicio y por el esfuerzo por parte del
    individuo. Por medio del aprendizaje el individuo realiza cambios
    en su estructura física y en su conducta y adquiere
    competencia en el uso de sus recursos hereditarios." (Hurlock,
    1966).

    Por ejemplo, si el niño aprende una postura
    corporal incorrecta, puede provocar acortamientos musculares o
    algún problema específico como una
    escoliosis.

    Asimismo, si un niño hemipléjico aprende a
    pararse poniendo más peso en su pierna no afectada e
    intenta marchar desde esta posición (arrastrando su lado
    hemipléjico), aprenderá a caminar con
    claudicación (cojera), la cual será muy
    difícil de corregir más adelante. A no ser que
    tenga oportunidades para aprender, muchos de sus potenciales
    hereditarios nunca alcanzarán su desarrollo
    óptimo.

    Por ejemplo, un niño puede tener una gran aptitud
    para la música debido a su organización
    neuromuscular superior, pero si se le priva de oportunidades para
    practicar y formarse sistemáticamente, no alcanzará
    su potencial hereditario.

    Papalia define el aprendizaje como "un cambio
    relativamente permanente en la conducta que resulta de la
    experiencia. Esta experiencia puede tomar la forma de estudio,
    instrucción, exploración, experimentación o
    práctica." (Papalia, 1995)

    Por ejemplo, los niños en el periodo
    sensoriomotor aprenden de lo que ven, oyen, saborean, tocan,
    huelen y exploran. De esta manera, aprenden cómo es un
    ave, la suavidad de sus plumas, el sonido que emiten, el
    número de patas que posee, cómo camina, cómo
    vuela.

    También la experiencia proviene de la
    interacción entre un estudiante y un educador (profesor,
    auxiliar pedagógica, instructor, compañero de aula,
    amigo del barrio, familia, o el autor de un texto
    determinado).

    Klein define el aprendizaje como "un cambio
    relativamente permanente de la conducta, debido a la experiencia,
    que no puede explicarse por un estado transitorio del organismo,
    por la maduración o por tendencias de respuesta innatas."
    (Klein, 1994).

    Esta definición de aprendizaje tiene tres
    componentes importantes: en primer lugar, el aprendizaje refleja
    un cambio en el potencial de una conducta, lo cual no equivale a
    la realización de la misma, en segundo lugar, los cambios
    en el comportamiento producidos por el aprendizaje no siempre son
    permanentes, por ejemplo, como consecuencia de una nueva
    experiencia puede que una conducta previamente aprendida no
    vuelva a producirse; y en tercer lugar, los cambios en la
    conducta pueden deberse a otros procesos distintos del
    aprendizaje, tales como la motivación o la
    maduración y el desarrollo, aunque el aprendizaje estimula
    el desarrollo y viceversa.

    Tomilson define el aprendizaje como "un proceso mediante
    el cual cambian las capacidades (aprendizaje cognitivo) o las
    tendencias (aprendizaje motivacional), como resultado de una
    acción o de una experiencia." (Tomilson, 1984).

    Dentro del aprendizaje cognitivo se incluyen los
    contenidos (conocimientos), el aprender que 6 x 3 = 18, y los
    procesos (habilidades), el aprender como hacer
    cometas.

    El aprendizaje motivacional hace referencia a la
    adquisición de preferencias, de valores, de tendencias a
    actuar, a reaccionar, pensar, juzgar; es el aprender a huir
    frente a los ladrones, por ejemplo.

    El aprendizaje también puede definirse como un
    cambio de actitud. Para que se produzca deben participar en el
    proceso los tres componentes de la actitud: el cognoscitivo
    (saber), el afectivo (ser) y el comportamental (saber
    hacer).

    Si sólo se tiene en cuenta el aprendizaje de un
    componente, se pueden generar problemas, de esta manera, si solo
    se trabaja el componente cognoscitivo descuidando los otros dos,
    se crean personas que saben mucho, pero nunca llevan a la
    práctica su conocimiento, ni comprenden el impacto que
    éste puede tener en las demás personas.

    Por ejemplo, aprenden las razones por las cuales no debe
    contaminarse la tierra, pero como el conocimiento es
    teórico no los conduce a sentirse responsables por el
    planeta, ni a una acción coherente al respecto.

    Por otro lado, si solo se trabaja el componente
    afectivo, resultan personas emocionales, intuitivas, pero que
    carecen de una sustentación teórica que justifique
    las acciones que realizan.

    Por ejemplo, las personas paternalistas que dan el
    pescado porque sienten compasión, pero no enseñan a
    pescar.

    Por último, si solo se trabaja el componente
    comportamental se logran personas que hacen muchas cosas pero no
    reflexionan sobre ellas y no se percatan de su impacto en los
    demás.

    Por ejemplo, una persona que aprende dinámicas de
    grupo, al realizar un trabajo con la comunidad, se dedica a hacer
    cuantas dinámicas ha escuchado decir que funcionan, las
    que ha leído, las que ha vivido, pero no tiene claridad en
    el por qué las elige, qué piensa obtener con ellas,
    cuándo no debe aplicarlas, ni cuál es el impacto de
    las mismas en la comunidad.

    Good entiende el aprendizaje como "un cambio
    relativamente permanente en la capacidad de ejecución, el
    cual ocurre por medio de la experiencia." (Good,
    1995).

    La experiencia puede implicar interacción abierta
    con el ambiente externo o puede implicar procesos cognoscitivos
    como la reflexión interna sobre experiencias anteriores o
    la manipulación de conceptos abstractos.

    Ahora bien, para que un cambio se califique como
    aprendizaje debe ser "producto de la experiencia o
    interacción del individuo con su entorno." (Woolfolk,
    1996).

    Los cambios que se deben más a la
    maduración, como el cambio de voz en los adolescentes, o
    que son resultado de una enfermedad, un accidente o de una
    situación fisiológica, no se consideran
    aprendizaje, aunque en la manera como se responde a estas
    situaciones sí influye el aprendizaje.

    Brenson define el aprendizaje como "una realidad co –
    creativa en la que cada uno de los que interviene (educador –
    estudiantes) aporta algo. El conocimiento resultante es nuevo,
    varía del conocimiento que se poseía y del que
    aportaron las personas implicadas." (Brenson, 1994).

    Con base en esto, puede decirse que el aprendizaje es un
    acto completamente personal, por este motivo la persona que
    enseña lo promueve, lo induce, lo facilita; pero el que
    aprende es quien lo produce y por tanto lo construye.

    El aprendizaje es "un proceso que se desarrolla en el
    individuo; los educadores no pueden forzarlo, ni imponerlo, ni
    realizarlo por los estudiantes, pero si pueden facilitarlo y
    potenciarlo mediante las condiciones adecuadas." (Tausch,
    1981).

    Según Vela (1998), el aprendizaje también
    puede definirse como un proceso de interacción entre el
    sujeto y los objetos (estos últimos pueden ser concretos o
    virtuales, personas o cosas), el cual modifica o transforma las
    pautas de conducta del sujeto y en alguna forma, a los objetos
    mismos.

    En un intento atrevido de integrar todas estas
    definiciones, Sarmiento plantea que el aprendizaje es "un proceso
    de cambio que se produce en el individuo, en sus capacidades
    cognitivas, en la comprensión de un fenómeno
    (componente cognoscitivo), en su motivación, en sus
    emociones (componente afectivo) y/o en su conducta (componente
    comportamental), como resultado de la acción o experiencia
    del individuo, la apropiación del contexto sociocultural,
    las reorganizaciones que se hacen sobre el conocimiento, y/o la
    asociación ente un estímulo y una respuesta."
    (Sarmiento, 1999).

    Según nuestro enfoque pedagógico, el
    aprendizaje es considerado como un proceso de
    modificación relativamente permanente del modo de
    actuación del estudiante, que modela y remodela su
    experiencia en función de su adaptación a los
    contextos en los que se concreta el ambiente con el que se
    relaciona, ya sea en la escuela o en la comunidad;
    modificación que es producida como resultado de su
    actividad y su comunicación, y que no se puede atribuir
    solamente al proceso de crecimiento y maduración del
    individuo.

    La resolución de problemas escolares como
    metodología para el aprendizaje
    significativo:

    La resolución de problemas escolares es una de
    las vías más utilizadas en función de lograr
    la apropiación creativa de los conocimientos por parte de
    los estudiantes.

    La resolución de problemas comprende un conjunto
    de estrategias metodológicas mediante las cuales el
    profesor no comunica los conocimientos de forma acabada sino en
    su propia dinámica y desarrollo, plantea a los estudiantes
    situaciones problémicas de aprendizaje que les interesen y
    que los lleven a buscar vías para la solución de
    proyectos pedagógicos y tareas docentes ya sea en la
    escuela o en la propia sociedad.

    La resolución de problemas dinamiza la
    formulación de interrogantes de vida, que se estructuran
    como unidades de trabajo académico desde las que se
    convoca al estudio y a la investigación de las distintas
    disciplinas y saberes en una estrecha relación con las
    necesidades, sentires y urgencias de la vida
    cotidiana.

    Este tipo de estrategia metodológica se basa en
    la solución de las contradicciones inherentes a la
    ciencia, las cuales, una vez transformadas desde el punto de
    vista metodológico, se llevan al aula en la
    organización de la área.

    Se basa en la preparación del estudiante en el
    proceso de enseñanza aprendizaje, pero desde el campo de
    actuación futura, es decir, el proceso de
    apropiación de los conocimientos por parte de los
    estudiantes se realiza desde la vida y la sociedad, lo cual
    potencia en mayor medida el aprendizaje vivencial y
    desarrollador.

    La utilización de problemas escolares en el aula
    de clases implica asumir el saber en su contexto
    científico.

    Los profesores desempeñan un papel fundamental,
    son los encargados de dirigir el proceso de aprendizaje de los
    estudiantes y es necesario que vinculen los contenidos con la
    realidad de la sociedad.

    La resolución de problemas escolares se
    estructura mediante la integración de la actividad
    reproductiva, productiva y creativa del estudiante, quien debe
    sentir que necesita los conocimientos, no sólo que el
    profesor se lo diga, sino que él descubra que debe ampliar
    sus conocimientos, ya que no posee recursos para solucionar
    determinado problema que ha descubierto o se le ha
    planteado.

    En el proceso de enseñanza – aprendizaje los
    estudiantes, guiados por el docente, afrontan la solución
    de problemas nuevos para ellos, a causa de lo cual aprenden a
    adquirir conocimientos de manera independiente, a emplear dichos
    conocimientos y a dominar la experiencia de la actividad
    creativa.

    La resolución de problemas es una técnica
    de enseñanza aplicable en cualquier área. Uno de
    los fines básicos de la docencia es brindar las
    condiciones adecuadas para que los estudiantes logren
    aprendizajes significativos. Al respecto, los métodos y
    las técnicas didácticas son importantes, pero deben
    ser seleccionados en forma racional y crítica, esto es,
    debemos saber qué aprendizajes queremos lograr, con
    qué posibilidades del estudiante contamos (conocimientos,
    habilidades, afectividad, actitudes), con qué instrumentos
    materiales contamos, por qué escogemos tal o cual
    técnica y qué podemos esperar de ella.
    También es importante establecer una relación entre
    el método y los conceptos de aprendizaje, de conocimiento,
    de ciencia y, en última instancia, con la
    concepción del mundo y del hombre que
    sostenemos.

    ¿Es posible enseñar a pensar?. Pensamiento
    no es simplemente recuerdo, imaginación, creencia,
    intuición, opinión, aún cuando pensar
    implique recurrir a todas esas operaciones. El pensamiento
    incluye muchos aspectos, como el pensamiento reflexivo
    (consideración activa, persistente y cuidadosa de una
    creencia a partir de los fundamentos que la sustentan y de las
    posteriores conclusiones hacia la cual tienden), el pensamiento
    creador (producción de algo nuevo, único,
    original), el pensamiento crítico (un pensamiento
    reflexivo que cuestiona argumentos en base a ciertos
    fundamentos), y aún el pensamiento científico (un
    pensamiento creador, riguroso y metódico).

    Cuando nos preguntamos si se puede enseñar a
    pensar, a primera vista respondemos que no: muchos docentes creen
    que pensar es algo tan natural como respirar y digerir, que
    cualquiera piensa y que por tanto es innecesario aprender a
    hacerlo. Es verdad que la capacidad de pensar es natural, pero
    esa capacidad puede desarrollarse mediante su
    aprendizaje.

    También debemos preguntarnos si vale o no la pena
    tratar de mejorar el pensamiento, y la respuesta es sí,
    habida cuenta de los evidentes beneficios que trajo para la
    humanidad el pensamiento reflexivo, por ejemplo, a partir de los
    resultados de la ciencia.

    Tareas de
    enseñanza y tareas de aprendizaje:

    Las tareas de enseñanza son
    aquellas desarrolladas por los docentes con el objetivo de
    dirigir, de manera óptima, el proceso autónomo y
    consciente de construcción de conocimientos, habilidades y
    valores por parte de los estudiantes, en cuyo orden y
    organización se evidencia el método empleado por
    éstos para estructurar el proceso.

    La actuación metodológica de los docentes,
    que se materializa al desarrollar estas tareas, se
    instrumentará a través de procedimientos,
    técnicas y recursos didácticos, que se estructuran
    en función de los medios materiales y del repertorio
    cognitivo – instrumental de que disponga.

    Las tareas de enseñanza devienen particiones que
    se realizan a la actuación que, en general, realiza el
    profesor para dirigir el proceso de aprendizaje, tomando como
    indicador fundamental, el cumplimiento de objetivos parciales
    dentro del proceso de enseñanza – aprendizaje que se
    desarrolla específicamente en la clase. Ello presupone que
    al analizar el sistema de tareas empleadas, no deben aparecer
    discontinuidades en dicha actuación y que globalmente este
    sistema apunte al cumplimiento de un objetivo, que a su vez,
    integre los que orientaron a cada una de las tareas por separado.
    Su carácter elemental dentro del proceso de
    dirección del aprendizaje está dado, además,
    en que las acciones que permiten desarrollarlas cumplen la
    condición de ser las necesarias y suficientes para lograr
    el objetivo parcial que la orienta.

    La finalidad de las tareas de enseñanza es
    dirigir el aprendizaje de los estudiantes para que su
    actuación en el contexto comunitario esté en
    correspondencia con las exigencias de la sociedad, por lo que
    deben estar dirigidas a promover su actuación en el
    contexto educativo, a un nivel productivo o creativo. De
    ahí que estén relacionadas con la formación
    de conceptos o con la actualización y
    sistematización de conocimientos y habilidades de modo
    general.

    Como parte de las tareas de enseñanza que
    desarrollan los docentes, está el diseño,
    adecuación, contextualización o, simplemente, la
    utilización de las ya existentes, de actividades
    destinadas a promover la construcción autónoma y
    consciente del sistema cognitivo – instrumental de cada
    estudiante, las que se conceptualizarán como tareas de
    aprendizaje.

    Las tareas de aprendizaje son aquellas que
    promueven en los estudiantes una actuación encaminada a
    construir autónoma y conscientemente, un repertorio
    cognitivo – instrumental que le permita desempeñarse
    eficientemente en determinados contextos.

    Para dirigir la actuación de los estudiantes
    hacia la formación de conceptos, tanto por vía
    inductiva como deductiva, es frecuente la utilización de
    preguntas, que estructuradas atendiendo a los procesos del
    pensamiento y a la lógica de la ciencia, los guíen
    hacia tal objetivo. Dichas preguntas devienen
    instrumentación de los procedimientos que utiliza el
    profesor en la formación de conceptos. Lo anterior
    justifica que estas preguntas clasifiquen como tarea de
    aprendizaje, propias de esta etapa primaria en la
    construcción de conocimientos y habilidades. O sea,
    aquellas preguntas que con carácter de necesidad y
    suficiencia utiliza el profesor para encauzar la formación
    de un concepto, devienen tarea de aprendizaje.

    Esta construcción se complementa con la
    aplicación de éstos a la solución de
    problemas, como mejor criterio de que se poseen. Ello hace que
    sea tradicional la sistematización de éstos, a
    través de la resolución, tanto de ejercicios, como
    de problemas. Ejercicios y problemas completan la
    clasificación hecha de tareas de
    enseñanza.

    Ahora, ¿qué elementos distinguen los
    ejercicios de los problemas?

    A grandes rasgos puede decirse, que tal
    distinción está dada por la subdivisión del
    nivel aplicativo, en reproductivo y productivo. Durante la
    resolución de ejercicios, prima la reproducción de
    los conocimientos y habilidades, durante la resolución de
    problemas, su aplicación.

    Un análisis más profundo de esta
    distinción se realizará tomando como indicador
    fundamental el proceso de resolución: Al resolver un
    determinado problema se recurre a operaciones ya pre – existentes
    y a conocimientos que rebasan el marco de los términos que
    proporciona el problema en cuestión, mas lo que en este
    sentido se hace tiene siempre su razón de ser en el
    análisis del problema que se trate. En el proceso del
    pensar, esos factores externos de que se hecha mano se unen con
    los términos del problema, o sea, siendo consecuentes con
    los presupuestos psicológicos asumidos, el proceso de
    resolución de problemas presupone tanto la
    aplicación del patrimonio instrumental de cada estudiante
    como la actualización del mismo.

    Presupone además, actualización de
    conocimientos, ya que esta implica el análisis tanto del
    problema como de los conocimientos que pueden ser tomados en
    consideración, presupone el acto sintético de
    relacionar el problema y los conocimientos, y el análisis
    tanto de los términos del problema como de los
    conocimientos que se usan para la solución del
    mismo.

    La exigencia de los problemas no está relacionada
    sólo con la esfera cognitivo – instrumental, como se ha
    hecho explícito. El proceso de resolución de
    problemas exige, además, direccionalidad en la
    actuación de los estudiantes: precisión de
    objetivos, propósitos firmes y motivaciones relacionadas
    con los contenidos de los mismos.

    La diferencia esencial que puede establecerse entre
    ejercicios y problemas radica, precisamente, en que los primeros
    no exigen actualización del patrimonio cognitivo –
    instrumental del sujeto que se implica en su solución, ni
    precisa de un alto nivel de direccionalidad en la
    actuación. Su objetivo fundamental es la
    sistematización del sistema de acciones y operaciones
    necesarias para la ejecución de una determinada
    acción, y así llevar la operación hasta el
    nivel de habilidad.

    El análisis de los indicadores tomados para
    clasificar la tarea de aprendizaje de carácter aplicativo,
    en ejercicio o problema, evidencia que la misma resulta relativa,
    ya que, como apuntan varios autores (Rodríguez
    Expósito, F., 2002; Pozo y Gómez Crespo, 2001), tal
    distinción no sólo depende de sus
    características propias, sino del sistema cognitivo –
    instrumental que posee quien la enfrenta. "Una tarea es meramente
    repetitiva (ejercicio) o novedosa (problema) en función no
    sólo de sus propias características sino de los
    conocimientos de la persona que se enfrenta a ella" (Pozo y
    Gómez Crespo, 2001).

    El proceso de solución de problemas exige de la
    integración entre teoría y práctica, por lo
    cual, para que las tareas de aprendizaje preparen a los
    estudiantes para ello, éstas deben propiciar, tanto una
    actuación encaminada a obtener el producto material como
    resultado del cambio de aquellos objetos externos sobre los que
    se actúa (tareas de aprendizaje prácticas); como a
    obtener los conocimientos, no como resultado de haber variado los
    propios objetos, sino de su modelación por el sujeto, y de
    extraer de ellos la información nueva (tareas de
    aprendizaje teóricas).

    A pesar de la distinción realizada, la tarea (sea
    de enseñanza o de aprendizaje), sigue
    considerándose como célula del proceso
    (Álvarez de Zayas, C. M., 1999), ahora con la
    particularidad, que las primeras lo son del proceso de
    dirección del aprendizaje y las segundas, de aprendizaje
    como tal. Aunque como se argumentará posteriormente,
    existen como unidad y lucha de contrarios, en su relación
    dialéctica.

    En la tarea de aprendizaje está presente un
    objetivo, el que se traza cada estudiante una vez que ésta
    se le presenta, mediado por sus motivaciones e intereses, por la
    satisfacción o autorregulación de cada uno de ellos
    en la ejecución de la tarea. Hay un sistema cognitivo –
    instrumental a construir, bien a través de aquellas
    destinadas a la formación de conceptos, o a la
    sistematización de conocimientos y habilidades construidos
    a un nivel primario.

    El modo en que cada estudiante ejecuta las acciones que
    conducen a la solución de la tarea, evidencia el
    método seguido por éste. Este método, en un
    inicio, puede imitar al del profesor, pero a medida que el
    estudiante construye su sistema cognitivo – instrumental, lo
    puede utilizar con independencia y versatilidad en la
    solución de nuevos problemas.

    La enseñanza, como proceso de dirección
    del aprendizaje, que está integrada por tareas que
    desarrollan los docentes (tareas de enseñanza), es guiada
    por un objetivo, de aquí que en éstas esté
    presente un objetivo, derivado del primero. Hay también un
    sistema de conocimientos y habilidades, del que en gran medida,
    depende la efectividad con que se dirija el aprendizaje, y que,
    unido a las motivaciones, intereses, nivel de satisfacción
    con la labor que realiza, configura el estilo pedagógico
    del docente.

    El método se manifiesta en las acciones a
    través de las que el docente ejecuta su actuación,
    el que se instrumenta a partir de procedimientos, técnicas
    y recursos didácticos.

    Requerimientos metodológicos de las tareas de
    enseñanza y de las tareas de aprendizaje
    vivencial:

    Para hacer que las tareas de aprendizaje se planteen
    como problemas en vez de ejercicios y para que tiendan a promover
    una actuación que modele la de los estudiantes en su
    contexto de actuación, integrando teoría y
    práctica, se ofrecen a continuación varios
    criterios, resultado de la sistematización teórica
    realizada con la literatura científica que se
    consideró pertinente (Pozo y Postigo, 1994 citados por
    Pozo y Gómez Crespo, 2001; Rodríguez Rebustillo,
    M., Moltó Gil, E. y Bermúdez Serguera, R., 1999;
    Gil Pérez, D. 1999):

    • Plantear tareas abiertas, que admitan varias
      vías posibles de solución o incluso varias
      soluciones posibles, potenciando la emisión de
      hipótesis y la adopción de sus propias
      decisiones sobre el proceso de resolución.
    • Modificar el formato o definición de los
      problemas, evitando que el estudiante identifique una forma
      de presentación con un tipo de problema.
    • Plantear las tareas, no con un formato
      académico, sino ubicadas en sus futuros contextos de
      actuación, en la vida y la sociedad, con lo cual deben
      adquirir significado para los estudiantes.
    • Que su proceso de resolución exija la
      integración coherente de teoría y
      práctica, evitando que las tareas prácticas
      aparezcan como ilustración, demostración o
      ejemplificación de unos contenidos previamente
      presentados a los estudiantes.
    • Que exijan la utilización de métodos,
      procedimientos y un sistema cognitivo – instrumental
      característico de los hombres de su futuro contexto de
      actuación; así como de medios técnicos
      (materiales, instrumentos, dispositivos), propios de ese
      contexto.
    • Por su parte, las tareas de enseñanza que
      deben desarrollar los docentes para dirigir un proceso de
      aprendizaje autónomo y consciente, vivencial y
      desarrollador se caracterizarán por:
    • Encauzar la formulación de conceptos, a
      través del correspondiente sistema de
      preguntas.
    • Promover la emisión de hipótesis por
      parte de los estudiantes acerca de las posibles vías
      de solución de la tarea planteada.
    • Encauzar la construcción de conocimientos y
      habilidades, que permitan el empleo de métodos,
      procedimientos y medios característicos del futuro
      contexto comunitario del estudiante.
    • Fomentar la cooperación entre los
      estudiantes en la realización de la tarea, así
      como incentivar la discusión y los puntos de vista
      diversos.
    • Proporcionar a los estudiantes la
      información que precisen durante el proceso de
      solución, realizando una labor de apoyo, dirigida
      más a hacer preguntas y fomentar en los estudiantes el
      hábito de preguntarse, que a dar respuestas a sus
      preguntas.
    • Posibilitar la autorregulación de los
      estudiantes durante el proceso de solución de la
      tarea, haciéndolos conscientes de los conocimientos y
      habilidades que poseen.
    • Valorar la reflexión y profundidad de las
      soluciones alcanzadas por los estudiantes y no sólo la
      rapidez con que son obtenidas.

    Relación entre tareas de enseñanza y
    tareas de aprendizaje

    El proceso pedagógico en general y el de
    enseñanza – aprendizaje en particular, pueden ser vistos
    como una serie sucesiva de tareas (docentes, según
    Álvarez de Zayas, C. M., 1999), lo cual justifica la
    distinción hecha entre las tareas que desarrollan
    profesores y estudiantes (tareas de enseñanza y tareas de
    aprendizaje, respectivamente), en su relación
    dialéctica.

    El proceso de enseñanza – aprendizaje presupone
    una complementación entre tareas de enseñanza y de
    aprendizaje. Desde el punto de vista temporal, éstas
    pueden desarrollarse simultáneamente o no. Durante el
    proceso de formación de conceptos, por ejemplo, es
    frecuente que el profesor, por vía inductiva o deductiva,
    guíe los procesos del pensamiento de los estudiantes a
    través de preguntas que realiza y que, en este caso,
    estructuran la tarea de enseñanza que desarrolla. Pero,
    simultáneamente, los estudiantes responden a estas
    preguntas y van construyendo teóricamente los
    conocimientos.

    Algo similar ocurre cuando se planifica la
    realización de actividades experimentales abiertas, para
    las cuales se debe promover una actuación de los
    estudiantes encaminada a la emisión de hipótesis,
    análisis de los medios con que cuenta para actuar y la
    conformación de las acciones que le permitirán
    resolver el problema experimental planteado. En tal sentido, el
    profesor debe diseñar problemas y preguntas, que
    guíen la actuación de los estudiantes, que es el
    resultado de su implicación en la realización de
    una tarea de aprendizaje, mientras que a la actuación del
    profesor concierne la ejecución de tareas de
    enseñanza.

    Cuando se trata de promover en los estudiantes, durante
    un determinado período de la clase, una actuación
    que transcurra en un nivel de familiarización,
    comprensión o reproducción, prima en el mismo el
    desarrollo de tareas de enseñanza exclusivamente. Durante
    la sistematización de conocimientos y habilidades, con la
    resolución de ejercicios y/o problemas, predomina la
    actuación independiente de los estudiantes, por lo que las
    tareas que se desarrollan son, básicamente, tareas de
    aprendizaje.

    METODOLOGÍA
    DEL APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO:

    La dirección de un proceso, como es el proceso de
    enseñanza – aprendizaje, tiene que partir de la
    consideración de una metodología integrada por
    etapas, eslabones o momentos a través de los cuales
    transcurre el aprendizaje. Estas etapas no implican una estricta
    sucesión temporal de pasos, por el contrario se superponen
    y se desarrollan de manera integrada, no es un algoritmo, aunque
    en determinado momento prevalezca uno de ellas.

    Las etapas de la metodología constituyen estadios
    de un proceso único y totalizador que tienen una misma
    naturaleza, dada por su carácter de proceso consciente
    (Dr. Homero Fuentes). Las etapas de la metodología del
    aprendizaje significativo, problémico y desarrollador
    son:

    I.- Motivación:

    La motivación es la etapa inicial del
    aprendizaje, consiste en crear una expectativa que mueve el
    aprendizaje y que puede tener origen interno o externo. La
    motivación se logra planteando el problema.

    Mediante la categoría motivación del
    contenido se identifica aquella etapa del proceso en la cual se
    presenta el objeto a los estudiantes, promoviendo con ello su
    acercamiento e interés por el contenido a partir del
    objeto. En esta etapa la acción del profesor es
    fundamental, es quien le presenta al estudiante el objeto y el
    contenido preferentemente como un problema que crea una necesidad
    de búsqueda de información, donde partiendo del
    objeto de la cultura, se promueve la motivación en los
    estudiantes. En esta parte del proceso se da la dialéctica
    entre objetivo – objeto – método, que el método
    adquiere la dimensión de promover la motivación,
    como síntesis de la relación dialéctica
    entre en el objetivo y el objeto.

    Para que un nuevo contenido cree necesidades,
    motivaciones, tiene que estar identificado con la cultura,
    vivencia e interés del estudiante y sólo así
    creará las motivaciones y valores que le permitan
    constituir un instrumento de educación. Motivar al
    estudiante es significar la importancia que tiene para él
    la apropiación del objeto de la cultura para la
    solución de los problemas y establecer nexos afectivos
    entre el estudiante y el objeto de la cultura, para lo cual, el
    profesor ha de referirse y recurrir a la cultura que el
    estudiante ya tiene.

    Lo anterior requiere de que previamente se logren nexos
    afectivos entre el profesor y los estudiantes y transferir estos
    al contenido, pues en definitiva el estudiante con lo que trabaja
    es con el contenido.

    La motivación como eslabón se caracteriza
    por lo fenoménico, lo descriptivo, lo externo con que se
    muestran los objetos, buscando sus relaciones internas con los
    intereses de los estudiantes.

    II.- Comprensión:

    La comprensión es la atención del
    estudiante sobre lo que es importante, consiste en el proceso de
    percepción de aquellos aspectos que ha seleccionado y que
    le interesa aprender.

    Conjuntamente con la motivación se tiene que
    desarrollar la comprensión del contenido, pues para que un
    contenido sea sistematizado se requiere de comprenderlo y
    comprender las vías para ello. Mediante la etapa de la
    comprensión del contenido se le muestra al estudiante el
    modo de pensar y actuar propios de la ciencia, arte o
    tecnología que conforman el objeto de la cultura siguiendo
    el camino del conocimiento, esto es, del problema a las
    formulaciones más generales y esenciales (núcleo de
    la teoría) y de estas a otras particulares y así
    finalmente a la aplicación de dichas formulaciones, o sea,
    siguiendo una vía, una lógica, que en dependencia
    de la ciencia, puede ser inductivo – deductiva, de
    análisis – síntesis, hipotético –
    deductiva.

    Si bien en la motivación se plantea el peso del
    profesor en el proceso, en la comprensión hay un mayor
    equilibrio entre ambos, profesor y estudiantes. En la
    comprensión del contenido se desarrolla la
    dialéctica entre objeto – contenido – método,
    desarrollando el análisis del objeto se estructura el
    contenido, procurando cumplir con:

    • Fortalecer el carácter razonable del contenido
      que se debe asimilar, lo que exige que los procedimientos que
      el profesor tenga que emplear sean de carácter
      esencial.
    • Los conocimientos a utilizar pueden ser a partir de
      una explicación por el docente, pero puede plantearse de
      búsqueda, lo que se lleva a cabo en la propia
      solución del problema, siendo ésta última
      alternativa la más preferible.

    El método adquiere una dimensión
    más, la que lo vincula al sujeto, a su comprensión.
    Pero al mismo tiempo esta dimensión le confiere al
    contenido, su vínculo con el sujeto, del cual es
    inseparable, por ello el contenido como configuración no
    se agota en el diseño sino que requiere ser llevado a la
    dinámica del proceso.

    La necesidad (del problema) encuentra su
    realización en el ejercicio, en la explicación, en
    el diálogo, en la conversación, como tarea
    específica a desarrollar conjuntamente por el docente y
    los estudiantes.

    El estudiante mediante su participación que es
    aún limitada, hace suya la necesidad y comprende,
    primeramente en un plano muy general, pero que continúa en
    un proceso de sistematización, que como una espiral
    ascendente se va produciendo.

    La comprensión como proceso se dirige al detalle,
    a la esencia de los objetos y fenómenos, buscando su
    explicación. En este sentido la comprensión sigue
    un camino opuesto al de la motivación aunque ambos se
    complementan.

    III.- Sistematización:

    La sistematización es la etapa crucial del
    aprendizaje, aquí es donde el estudiante se apropia de los
    conocimientos, habilidades y valores. La sistematización
    se produce cuando el objeto de la cultura transformado pasa al
    interior del estudiante y se perfecciona el aprendizaje
    (apropiación del contenido).

    En esta etapa consideramos un complejo proceso en el que
    el estudiante desarrolla el dominio del contenido que le fue
    inicialmente mostrado y que comprendió en un
    carácter primario, pero que además el proceso ha de
    ocurrir de forma tal que ese contenido se va enriqueciendo, dicho
    en otras palabras, en el proceso de aprendizaje el contenido, a
    la vez que se asimila, se enriquece, lo cual significa que su
    caracterización no puede ser dada solamente por la
    asimilación como indicador de la marcha del
    proceso.

    El considerar la asimilación como indicador tiene
    un enfoque fundamentalmente psicológico. Esto ha sido
    tratado por renombrados autores como N. F. Talízina (1984
    – 1986), quien, sin embargo no caracteriza el proceso de
    aprendizaje de manera completa al sólo verlo desde la
    asimilación del sujeto obviando lo referente al
    enriquecimiento del objeto y a la connotación que este
    propio proceso tiene para el estudiante.

    Desde el punto de vista didáctico C.
    Álvarez (1996) introduce como indicador la profundidad,
    que permite caracterizar la riqueza, multilateralidad y
    complejidad con que se aborda el contenido.

    Como en el proceso de enseñanza – aprendizaje el
    contenido a la vez que se asimila se enriquece, esto significa
    que la caracterización del proceso no es solo por la
    asimilación ni por la profundidad por separado sino que
    ambos indicadores se integran, en un proceso que debe ser capaz
    de desarrollar capacidades lo cual es posible si logra que el
    enriquecimiento en el objeto se produzca a medida que el
    estudiante se enfrente a nuevos problemas que permitan no
    sólo asimilar un esquema generalizado o guía para
    la acción sino que los construya en la medida que se
    enfrenta a nuevos problemas, cada vez con más riqueza, con
    más complejidad a la vez que los va asimilando.

    Luego, el proceso se tiene que producir siguiendo unas
    etapas tales como: planteamiento del problema,
    ejercitación y aplicación – transferencia en
    objetos cada vez más complejos y que ese incremento en la
    profundidad se lleve junto con la asimilación del
    contenido.

    En los inicios de esta etapa el estudiante ha de contar
    con el apoyo externo dado por el profesor, que le aporta
    información a la vez que le crean interrogantes, se
    promueve la búsqueda gradual, como continuación de
    la etapa anterior, dado que ninguna etapa tiene frontera
    rígida, sino que se superponen.

    Aquí se tiene en consideración los
    enfoques psicológicos de la asimilación, que han
    tenido repercusión en la didáctica a partir de los
    trabajos de N. F. Talízina (1984), donde se plantea que en
    una primera etapa, material o materializada, el estudiante
    dispone del apoyo externo real o modelado del objeto para aplicar
    el contenido en la solución del problema. En este caso
    entendemos que han de ser en objetos muy simples y que a medida
    que se asimilan se van enriqueciendo, a la vez que se pasa a la
    etapa del lenguaje donde el estudiante sin el apoyo externo pueda
    enfrentar situaciones conocidas o ligeramente diferentes, hasta
    llegar a la etapa en que pueda enfrentar situaciones nuevas con
    sus conocimientos y habilidades.

    Esto hay que comprenderlo como un proceso en el cual, se
    da una relación dialéctica entre la
    asimilación del contenido por el sujeto y el
    enriquecimiento en el objeto (de la cultura), con lo que se va
    desarrollando la capacidad de aplicar sus conocimientos y
    habilidades.

    El dominio se da en el sujeto (estudiante) cuando
    asimila un determinado contenido que es expresión del
    objeto de la cultura, pero que si no tenemos en cuenta
    cuál es ese objeto, en cuánto el contenido como
    modelo se acerca al objeto con toda su riqueza, hablar en
    términos solo de dominio puede ser de nada o de algo tan
    elemental y simple que no nos permite actuar en la
    realidad.

    Si bien la asimilación es un proceso continuo,
    que se puede dirigir, el hombre de manera espontánea en su
    aprendizaje asimila, no ocurre igual en el proceso de
    profundización y enriquecimiento en el objeto, este
    proceso es más a saltos y requiere de alcanzar
    gradualmente determinado dominio en un determinado nivel de
    profundidad. Para caracterizar la apropiación del
    contenido, el logro del objetivo, en el proceso de aprendizaje se
    requiere de una caracterización más integral que la
    que da la asimilación o la profundidad por sí
    solos.

    El parámetro que caracteriza de manera más
    completa no es la asimilación, se requiere de la
    profundidad gradual del objeto, lo que podemos representar en dos
    ejes, quedando como resultado la sistematización. De un
    lado la mayor independencia, en el dominio que se va alcanzando y
    de otra la profundidad, solo la conjunción de ambos
    conduce a una sistematización, como proceso continuo,
    determinado fundamentalmente por la
    asimilación.

    Debemos ver la sistematización en dos niveles
    aunque en esencia es una, por una parte de manera ascendente y
    continua integrando la asimilación y la profundidad, y la
    que se produce a saltos cuando se integran a los nuevos
    contenidos otros anteriores, formándose sistemas
    más generales y esenciales.

    En esencia en ambos casos se produce un acercamiento a
    la realidad, el objeto real, que se debe producir a lo largo del
    proceso. El primero es en el tema, con los contenidos propios del
    tema, en el segundo es de tema a tema, de área a
    área, es la integración en el año en la
    disciplina, en lo académico, lo laboral, lo investigativo,
    aquí se tiene una influencia decisiva del profesor cuando
    de manera directa o inducida logra que el estudiante retome
    contenidos anteriores, integrándolos, revelando nexos y
    relaciones esenciales, estableciendo comparaciones y
    abstracciones, buscando otros nuevos que permitan
    generalizar.

    La sistematización se determina por el grado de
    generalidad de los problemas, que puede enfrentar el estudiante
    en las que aplicando los conocimientos y habilidades de una
    determinada rama del saber, los métodos científicos
    de investigación y los métodos lógicos del
    pensamiento.

    En la sistematización del contenido se desarrolla
    la dialéctica entre objetivo – contenido – método,
    como se analizó anteriormente constituye la esencia de la
    dinámica del proceso y se corresponde con la segunda ley
    pedagógica, por lo tanto, el proceso se tiene que producir
    siguiendo unas etapas tales como: planteamiento del problema,
    ejercitación, aplicación, transferencia en objetos
    cada vez más complejos y que ese incremento en la
    profundidad se lleve junto con la asimilación del
    contenido

    IV.- Transferencia:

    La transferencia permite generalizar lo aprendido, que
    se traslade la información aprendida a varios contextos e
    intereses. Es la ejercitación y aplicación del
    contenido asimilado a nuevas y más variadas situaciones
    problémicas.

    V.- Retroalimentación:

    La retroalimentación tiene que ver con el
    desempeño del estudiante, es el proceso de
    confrontación entre las expectativas y lo alcanzado en el
    aprendizaje.

    En esta etapa se compara el resultado con respecto a las
    restantes configuraciones del mismo, esto es, el resultado
    valorado respecto a los objetivos, al problema, al método,
    al objeto y al contenido y esta presente a todo lo largo del
    proceso. La retroalimentación se efectúa mediante
    la evaluación del proceso.

    La evaluación si es vista de manera estrecha se
    interpreta como la constatación del grado de cumplimiento
    o acercamiento al objetivo y se puede identificar como un aspecto
    dentro del proceso, pero la evaluación en su sentido
    más amplio debe comprender el grado de respuesta que el
    resultado da en correspondencia al problema, al objeto, al
    contenido y al método, entonces sí se evalúa
    el proceso en todas sus dimensiones.

    En resumen, la evaluación expresa la
    relación entre el proceso y su resultado (lo real
    alcanzado), o sea, el acercamiento al logro en sus diferentes
    dimensiones cognoscitiva, procedimental y actitudinal, que
    caracterizan lo complejo de este proceso.

    La evaluación esta presente a todo lo largo de
    todo el proceso y como medida se da de manera estática,
    pero la evaluación como un proceso participativo y
    desarrollador de capacidades ha de ser dinámica,
    moviéndose con el propio proceso y se va dando en la misma
    medida que el estudiante desarrolle su aprendizaje, en la
    comunicación que se establece en el propio proceso. La
    evaluación retroalimenta la propia concepción del
    mismo, la reajusta, la reorienta.

    Las etapas de esta metodología se dan en unidad
    como un todo que si bien tienen momentos en los que prevalece una
    u otra según la lógica del propio proceso, siempre
    hay alguna manifestación de ellas en los diferentes
    momentos a lo largo del proceso.

    En estas etapas el docente utiliza diversos tipos de
    tareas en las que el estudiante desarrolla una variedad de
    actividades:

    • Actividades de motivación para el nuevo
      contenido.
    • Actividades de exploración de los
      conocimientos previos.
    • Actividades de confrontación de ideas del
      docente y de los estudiantes.
    • Actividades de construcción
      conceptual.
    • Actividades de socialización.
    • Actividades de control.
    • Actividades de evaluación y
      autoevaluación.
    • Actividades de proyección.

    La ejecución de estas actividades permite
    estructurar didácticamente el siguiente procedimiento
    metodológico para dirigir un aprendizaje significativo,
    problémico y desarrollador (decálogo
    didáctico):

    1.- Planteamiento del problema (pregunta
    problematizadora).

    2.- Orientación hacia el logro.

    3.- Descubrimiento de los conocimientos previos de los
    estudiantes (nivelación y habilitación).

    4.- Motivación hacia el contenido.

    5.- Presentación del contenido: desarrollo de
    procesos de actividad y comunicación.

    6.- Potenciación de la estructura conceptual de
    los estudiantes.

    7.- Revelación de la contradicción
    inherente a la situación problémica de
    aprendizaje.

    8.- Actuación de los estudiantes (oral y/o
    escrita).

    9.- Obtención del producto científico
    final (aprendizaje).

    10.- Evaluación del nivel de aprendizaje de los
    estudiantes.

    Ejercicio No. 1:

    PROFESORA "A" y PROFESORA "B"

    Cinco preguntas que se hace la profesora
    "A"

    • ¿Qué creo conveniente
      que aprenda un alumno de esta edad y con este nivel de
      competencia?
    • ¿Cómo puedo planear
      un programa de estudios apropiados para este
      alumno?
    • ¿Cómo puedo
      inculcarle una motivación para que aprenda este
      programa?
    • ¿Cómo puedo
      instruirlo para que adquiera los conocimientos que
      debe?
    • ¿Cuál será la
      mejor forma de hacer un examen que verifique estos
      conocimientos?

    Cinco preguntas que se hace la profesora
    "B"

    • ¿Qué quiere aprender
      este alumno, que temas le interesan?
    • ¿Cómo puedo
      orientarlo para que los medios, personas, experiencias, etc,
      le ayuden a encontrar las respuestas que le
      interesan?
    • Cómo puedo crear un clima psicológico
      en el que el alumno se sienta "libre" para ser curioso,
      cometer errores y aprender?
    • ¿Cómo puedo brindarle
      diferentes estrategias de aprendizaje para que aprenda por
      sí mismo?
    • ¿Cómo puedo ayudarle a
      evaluar sus propios progresos y fijar futuros logros de
      aprendizaje?

    Ejercicio No. 2:

    Analiza el cuadro que se te ofrece a
    continuación y responde:

    1. ¿Qué problemas pudiera ocasionar cada
    uno de los aspectos de la situación con respecto a la
    educación de la personalidad del educando?

    2. ¿Qué contradicciones son las que a tu
    juicio se observan en cada aspecto y en sentido
    general?

    3. Selecciona una de esas contradicciones y ejemplifica
    cómo crees que podría tener
    solución.

    4. Realiza un resumen de aquellos rasgos esenciales del
    proceso de enseñanza – aprendizaje que más se ven
    afectados en la situación presentada. Argumenta
    convenientemente la selección efectuada.

    5. Plantea otros problemas que pudieran
    presentarse en el proceso de enseñanza – aprendizaje
    vivenciados o no en tu práctica educativa.

    CUADRO DE ANÁLISIS PARA EL
    EJERCICIO:

    CONFORMARNOS CON QUE EL
    NIÑO…..

    O ASPIRAR A QUE CUANDO
    ADULTO….

    Se mantenga sentado y quieto durante largas
    horas.

    Sea dinámico, activo y entusiasta al
    realizar una tarea.

    Memorice aunque a veces no entienda.

    Reflexione, analice, sea crítico y
    creativo.

    Necesite una disciplina coercitiva y
    presión externa para actuar dentro de las
    normas.

    Sea conscientemente disciplinado y
    combativo.

    Preste una atención dispersa a
    estímulos fundamentalmente auditivos.

    Se concentre y organice bien sus
    tareas.

    Espere que sus responsabilidades y sus
    decisiones la tomen siempre los adultos.

    Sea responsable y tenga capacidad para
    decidir.

    Se relacione poco con sus
    compañeros.

    Tenga un alto sentido de la
    colectividad.

     

     

    Autor:

    Alexander Luis Ortiz Ocaña

    CENTRO DE ESTUDIOS

    PEDAGÓGICOS Y DIDÁCTICOS

    CEPEDID

    BARRANQUILLA

    2005

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