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¿Cómo lograr la calidad de la educación?




Enviado por alexortiz2004



    1. Tendencias actuales acerca de
      la calidad de la educación y su evaluación en las
      instituciones educativas
    2. Evaluación de la calidad
      en américa latina
    3. Presupuestos teóricos
      acerca de la evaluación de la calidad en los sistemas
      educacionales
    4. Calidad y calidad
      educacional
    5. Evaluación interna y
      externa: funciones de la evaluación
    6. Indicadores de calidad
      educacional
    7. Evaluación de la
      eficiencia externa como evaluación
      externa
    8. Bases del aseguramiento de la
      calidad de la educación
    9. Dimensiones gerenciales de la
      calidad educacional
    10. Consideraciones
      finales

    "Educar es depositar en cada hombre toda la obra
    humana que le ha antecedido, es hacer a cada hombre resumen del
    mundo viviente hasta el día en que vive, es ponerlo a
    nivel de su tiempo para que flote sobre él y no dejarlo
    debajo de su tiempo, con lo que no podrá salir a flote.
    Es preparar al hombre para la vida."

    José Martí
    Pérez.

    No se equivocó José Martí al
    definir el concepto de Educación con tanta claridad y
    trascendencia, y yo diría que educar es algo más
    que preparar al hombre para la vida, educar es la vida
    misma.

    Según la UNESCO la educación está
    llamada a devenir cada vez más una empresa que trate de
    liberar todas las potencialidades creadoras de la conciencia
    humana. En nuestros días centenares de millones de hombres
    se encuentran paralizados en dos componentes de su praxis
    creadora: la acción y la reflexión. Una
    visión deformada del hombre y del universo, la ignorancia,
    la violencia y la psicosis colectiva de que son objeto,
    desarrolla en ellos una interacción mutuamente destructora
    de la acción y reflexión crítica.

    ¿Cómo resolver este problema?

    ¿Cómo lograr que el proceso educacional
    favorezca a la obtención de nuevos valores espirituales
    socialmente significativos?

    ¿Cómo lograr esa personalidad creadora, o
    sea, integral, en la que no se divorcie la mano de la mente, ni
    la escuela de la vida?

    Por supuesto que todos estamos de acuerdo lo anterior se
    logra sencillamente elevando la calidad de la
    educación.

    Sin embargo existe un bajo nivel de logros en el
    aprendizaje, sobre todo en las áreas de Matemáticas
    y Ciencias Naturales, una dicotomía entre lo instructivo y
    lo educativo y un divorcio entre lo cognitivo y lo afectivo en el
    proceso de enseñanza – aprendizaje.

    A partir de este análisis surgen otras
    interrogantes:

    ¿Cómo lograr que el estudiante aprenda a
    aprender?

    ¿Cómo lograr formar en el estudiante una
    cultura general integral en la que el componente
    axiológico adquiera una relevancia de primer
    orden?

    ¿Cómo puede la educación crear los
    valores de esa personalidad?

    ¿Qué acciones y estrategias
    didácticas se requieren para que el estudiante sea parte
    activa de su propia formación?

    ¿Pueden formarse estudiantes afectivos con una
    cultura ciudadana si los docentes no lo somos?

    ¿Qué valores debe reflejar el docente en
    su actividad pedagógica?

    ¿Cómo organizar la actividad
    pedagógica para que se logren altos índices de
    calidad educacional?

    ¿De qué forma se puede lograr una mejor
    relación de la educación con la realidad de la
    sociedad?

    ¿Cómo es posible preparar mejor al
    individuo para enfrentar las dificultades que le presenta esa
    propia sociedad en que debe desenvolverse?

    Las respuestas a las interrogantes anteriores giran en
    torno al concepto de Calidad de la Educación.

    Y para hablar de calidad de la educación pienso
    que es primordial tener una adecuada conceptualización del
    término.

    TENDENCIAS
    ACTUALES ACERCA DE LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN Y SU
    EVALUACIÓN EN LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS (Arabel
    Moráguez Iglesias).

    Muchas personas piensan que la evaluación de la
    calidad de la educación o calidad de los sistemas
    educacionales es una terminología moderna, sin embargo, en
    la praxis, no ha sido así.

    Para hablar de la calidad de la educación en su
    génesis debemos remontarnos a los albores de la humanidad,
    ya que la educación siempre estuvo ligada a la necesidad
    del hombre de perpetuar sus conocimientos empíricos
    transmitidos de padres a hijos y de abuelos a nietos, por lo que
    este proceso siempre ha estado presente en la vida del
    hombre.

    Desde la antigüedad, en China, en la
    dinastía Han (206 hasta 188 a.n.e) existían
    escuelas y había funcionarios estatales para inspeccionar
    las mismas. De igual forma ocurrió en Grecia, India, y se
    sabe que los romanos se ocupaban de supervisar las escuelas en la
    antigüedad.

    En la América precolombina había unas
    escuelas para las que iban a ser mujeres del Inca, que se
    ocupaban de prepararlas para las labores
    domésticas.

    Pero si se analiza el porqué de estos
    inspectores, censores o la razón de ser de estos
    inspectores, censores o "curadores", se comprende que está
    determinada por la necesidad de comprobar si lo que se
    debía enseñar se hacía bien o no, lo cual
    constituyó una forma elemental de evaluación de la
    calidad, acorde a los paradigmas de la época.

    La Iglesia representó un papel fundamental en la
    Edad Media, con una enseñanza orientada hacia sus
    intereses religiosos, por lo que para ello empleaba un
    funcionario dedicado a inspeccionar sus escuelas.

    A lo largo de todos estos siglos se ha vinculado la
    evaluación a la aplicación de exámenes, de
    lo que existen innumerables referencias en relación con
    los exámenes y sus reglamentaciones en las universidades
    medievales. A estas normas y reglamentos, que se habían
    divulgado entre 1540 y 1599, se incorpora el fundamento
    teórico y metodológico del insigne pedagogo Juan
    Amos Comenius (1657), a través de su Didáctica
    Magna.

    En nuestros días, para nadie resulta nuevo
    entender la relación entre educación y sociedad;
    sin embargo se desconocía en épocas pasadas y esto
    se explica porque, las fuerzas que determinan el desarrollo
    social son al mismo tiempo las fuerzas motrices del proceso
    histórico.

    El desarrollo de las fuerzas productivas ha generado el
    desarrollo del proceso histórico de la humanidad, por lo
    que las raíces del proceso histórico deben
    buscarse, en primer término, en el ámbito de la
    producción material.

    Este desarrollo constante, aparejado a los nuevos
    descubrimientos científicos, obligó al hombre a
    seguir perfeccionando los sistemas educacionales, como una
    necesidad social.

    Con La Revolución Francesa (1789-1794), cuando en
    Francia se instauró la República, la
    educación alcanza una mayor masividad y deja de ser un
    privilegio de la Iglesia.

    Posteriormente hay un hecho significativo con respecto
    al control del sistema educativo en Francia, y es el hecho de
    emitirse la Ley Guizot (1833), a través de la cual se
    norma toda una serie de parámetros que se controlan en las
    escuelas, no sólo desde el punto de vista administrativo,
    puramente, sino también de la gestión, el ambiente
    escolar, la preparación del docente y, por consiguiente,
    el desarrollo o calidad de las clases.

    Esta Ley marca un hito en lo que pudiera llamarse el
    control de la calidad educacional, porque ella influyó en
    otros países entre ellos Cuba, que en 1914 dicta la
    Circular 70 (Reglas para la Inspección Pedagógicas
    de las Escuelas Públicas de la Nación), que toma
    como punto de referencia.

    A principio del siglo XIX aparecieron los primeros
    indicadores: gastos escolares, tasas de abandono o de
    promoción, junto con los primeros test estandarizados de
    concepción psicométrica.

    Ralph Tyler fue uno de los pioneros en el concepto
    moderno de evaluación educativa (1950) que, aunque con un
    enfoque conductista, aportó los rasgos que hasta hoy
    caracterizan a la evaluación en contenido y
    extensión.

    A finales de los 80 y durante la década actual se
    han aunado esfuerzos por parte de los distintos países,
    fundamentalmente desarrollados, a través de instituciones,
    centros y organismos, entre otros, para evaluar los sistemas
    educativos.

    Para evaluar la calidad de la educación en el
    mundo se han seguido tres corrientes fundamentales: corriente
    eficientista
    de la calidad, corriente de la pertinencia
    social
    y la corriente integral e integradora de la
    calidad.

    La primera es la más predominante en la
    conceptualización de la calidad de la educación y
    considera a ésta referida a la eficiencia del proceso
    y/o producto
    educativo a partir de objetivos
    curriculares
    formulados como actitudes y capacidades
    observables.

    Para los seguidores de esta corriente, calidad es el
    sinónimo de eficiencia, donde el interés
    está centrado en la medición del rendimiento y los
    factores que influyen en él giran alrededor de los
    métodos de enseñanza.

    El segundo criterio es la pertinencia social, la
    cual parte del supuesto de que la calidad de la
    educación está cultural, social y
    políticamente condicionada
    y centra el problema en la
    demanda.

    De ahí que no sea un modelo universal, ya que no
    puede servir a cualquier sociedad en un tiempo
    históricamente determinado. Como criterio para evaluar la
    calidad considera la Relevancia, y la
    Pertinencia.

    La tercera corriente o la corriente integral e
    integradora de la calidad
    es la que el autor considera
    más ajustada al objetivo del presente libro, debido a que
    esta trata de fusionar las dos corrientes anteriores, no
    de una forma ecléctica o como una suma de corrientes
    sino tomando lo mejor de cada una de ellas: de la
    eficientista
    , porque está caracterizada por el
    carácter individualista de la evaluación
    de la
    calidad, que es necesaria porque la apropiación de los
    conocimientos de los estudiantes ocurre de forma individual; de
    la segunda, por ser ésta de carácter social y
    solidaria
    y porque la educación es un atributo
    netamente social y para interés de una sociedad
    históricamente determinada
    .

    EVALUACIÓN
    DE LA CALIDAD EN AMÉRICA LATINA

    En América Latina la diversidad y multiplicidad
    de experiencias es una constante desde los años setenta:
    Chile (desde 1972), a través del PER y SIMCE,
    México (1978), a través de los Cursos Comunitarios;
    Colombia (1979), mediante el ICOLPE; Perú (1984), con el
    PRONE; y Argentina (1994), lo cual indica que todos estos
    países están trabajando, desde hace varios
    años, en la evaluación de la calidad
    educacional.

    El primer aspecto acordado en la Declaración de
    Quito (1991), por los Ministros de Educación de
    América Latina y el Caribe, convocados por la UNESCO en la
    IV Reunión de Comité Regional Intergubernamental
    del Proyecto Principal de Educación, fue:

    "para superar la crisis económica e incorporar
    al mundo como protagónicos activos los países de la
    región, éstos necesitan robustecer su
    integración regional a sus vínculos bilaterales,
    invertir prioritariamente en la formación de sus recursos
    humanos y fortalecer su cohesión social. Sin
    educación de calidad no habrá crecimiento,
    equidad, ni democracia. Por esta razón la
    educación debe ser objeto de grandes consensos regionales
    que garanticen el compromiso de toda la sociedad para la
    formación de sus futuras generaciones y la continuidad de
    las políticas y programas puestos en marcha para el logro
    de estos objetivos"
    .

    Resulta obvio que en esta declaración o acuerdo
    hay dos elementos claves para el desarrollo de la
    educación en la región: que ésta sea
    equitativa y la necesaria evaluación de la calidad de los
    sistemas educacionales.

    La obra de Martí es muy rica y extensa, por lo
    que, por razones obvias, se va a exponer un extracto de lo que
    sintetiza el ideario pedagógico martiano, para su
    posterior reflexión:

    "Educar es depositar en cada hombre toda la obra
    humana que le ha antecedido: es hacer a cada hombre resumen del
    mundo viviente, hasta el día en que vive: es ponerlo a
    nivel de su tiempo, para que flote sobre él, y no dejarlo
    debajo de su tiempo, con lo que no podrá salir a flote; es
    preparar al hombre para la vida"

    Resulta evidente que en este pensamiento de nuestro
    Apóstol se percibe la profundidad de sus ideas sobre la
    educación: la educación para la vida, la cual tiene
    amplia vigencia en Colombia: de modo que se debe enseñar
    al hombre a que comprenda su época, que sea capaz de ser
    dinámico y creativo para que pueda "salir a flote" en la
    solución de problemas sociales en que vive.

    Martí precisó, también, las
    características generales de la educación,
    planteó que ésta debía ser obligatoria,
    estatal, laica, para todos, conforme con la época,
    objetiva, científica, desarrolladora y vinculada al
    trabajo.

    En esta etapa colonial no existió un mecanismo o
    sistemas de indicadores que permitiera evaluar la calidad de la
    educación, en específico la eficiencia externa, de
    las escuelas.

    PRESUPUESTOS
    TEÓRICOS ACERCA DE LA EVALUACIÓN DE LA CALIDAD EN
    LOS SISTEMAS EDUCACIONALES: EVALUACIÓN DE LA EFICIENCIA
    EXTERNA

    Conceptos básicos:

    En este epígrafe el autor expondrá sus
    reflexiones acerca de las premisas conceptuales y
    metodológicas basado en los conceptos de:
    educación, evaluación, calidad, calidad de la
    educación, los paradigmas o criterios sobre los cuales se
    sustentará la propuesta, así como los indicadores
    más empleados en la evaluación de la calidad,
    definiendo cuáles serán aquellos que el autor
    considera "pertinentes" y por qué.

    Pero… ¿qué es educación?
    ¿Qué elementos o factores la condicionan?; es por
    ello importante dejar bien definido este concepto, y a partir de
    éste analizar cuáles serán los indicadores,
    dimensiones y variables más empleados en el ámbito
    internacional y nacional, que permitan evaluar la eficiencia
    externa de las escuelas.

    Definición de
    Educación:

    Del Diccionario Enciclopédico Hispano- Americano
    de Ciencias, Artes, Literatura. Tomo VIII Edit. Montaner y
    Simón, plantea:

    • EDUCACIÓN (del lat.
      Educatîo): f. Acción, o efecto de educar. Crianza,
      enseñanza y doctrina que se dan a los niños y a
      los jóvenes.

    Más adelante plantea la diferencia
    semántica entre instrucción y educación, por
    lo que dice:

    (…) la educación comprende el
    perfeccionamiento de las facultades morales, intelectuales y
    física del hombre, y la instrucción no es
    más que el desarrollo de las facultades intelectuales…,
    la educación exige el equilibrio del desarrollo de las
    tres facultades y un grado de desenvolvimiento que no es siempre
    el mismo, sino que ha de determinarse según la
    situación del educado y cuya instrucción sea muy
    limitada, y por el contrario, otro muy instruido y cuya
    educación sea deficiente, por haber roto el equilibrio
    entre su facultad intelectual, física y sobre todo
    moral"

    En este concepto hay un elemento muy importante y es
    buscar un equilibrio entre estos tres aspectos: moral,
    intelectual y físico del hombre para hablar,
    verdaderamente, de la educación de los jóvenes.
    Más tarde se complementará la idea a partir de
    otras reflexiones.

    En el Diccionario de la Real Lengua Española se
    plantea:

    • EDUCACIÓN. (Del latín
      educatîo, – onis) f. Acción y efecto de
      educar
      // 2. Crianza y doctrina que dan a los niños y
      a jóvenes // 3. Cortesía, urbanidad.
    • EDUCACIONAL. adj. Perteneciente o relativo a
      la educación.
    • EDUCAR. (del latín educâre.) tr.
      Dirigir, encaminar, doctrinar // 2. Desarrollar o
      perfeccionar las facultades intelectuales y morales del
      niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios,
      ejemplos.

    La segunda definición de la palabra educar es la
    que más se aproxima al concepto que sustenta el
    Diccionario Enciclopédico Hispano – Americano, pero
    apuntando que en esta última no contempla el aspecto
    físico, tan importante, debido a que se necesita formar
    jóvenes con mentes y cuerpos sanos, de aquí que el
    aspecto físico, en el concepto de educación, sea
    necesario.

    El pedagogo cubano Héctor Valdés define la
    educación como el proceso conscientemente organizado,
    dirigido y sistematizado sobre la base de una concepción
    pedagógica determinada, que se plantea como un objetivo
    más general la formación multilateral y
    armónica del educando para que se integre a la sociedad en
    que vive y la transforme: El núcleo esencial de esa
    formación ha de ser la riqueza moral"

    De las definiciones analizadas es, precisamente, el que
    emite Héctor Valdés la más acertado, ya que
    la educación no puede ser un proceso espontáneo;
    por el contrario, debe estar organizado, dirigido y sistematizado
    sobre la base de una concepción pedagógica
    determinada, y no de ninguna otra, cuya finalidad o meta es la
    formación multilateral y armónica del
    educando.

    Así que se considera la amplitud de esta idea
    debido a que contempla no sólo el perfeccionamiento de las
    facultades morales, intelectuales y físicas del hombre,
    sino también la política e
    ideológica.

    De esta forma, cuando se habla de formación
    multilateral y armónica se está expresando la idea
    del equilibrio que debe existir en cada uno de estos componentes
    de la formación del hombre.

    Y por último expresar que esta formación
    tiene como núcleo básico o eje esencial la riqueza
    moral y debe tener como objetivo: integrarlo a la sociedad en que
    vive, para que contribuya a la transformación de
    ésta. Esta última reflexión constituye el
    pilar fundamental del ideario pedagógico
    martiano.

    LA EDUCACIÓN ES TODO PROCESO CONSCIENTE,
    ORGANIZADO, DIRIGIDO Y SISTEMATIZADO SOBRE LA BASE DE UNA
    CONCEPCIÓN PEDAGÓGICA DETERMINADA QUE SE PLANTEA
    COMO FIN: LA FORMACIÓN MULTILATERAL Y ARMÓNICA DE
    LAS FACULTADES MORALES, INTELECTUALES, FÍSICAS E
    IDEOLÓGICAS DEL EDUCANDO, PARA QUE SE INTEGRE A LA
    SOCIEDAD EN QUE VIVE Y LA TRANSFORME, CONSTITUYENDO SU
    NÚCLEO ESENCIAL: LA RIQUEZA MORAL Y LA
    FAMILIA.

    Como se aprecia en esta definición, es muy
    importante recabar en el papel de la familia y el hogar en la
    formación de las nuevas generaciones, ya que de todos es
    conocido que un ambiente familiar adecuado, sobre patrones
    morales de educación formal basados en el amor y respeto
    de todos y cada uno de sus miembros, propicia un clima favorable
    para la educación de nuestros hijos en las
    escuelas.

    CALIDAD Y CALIDAD
    EDUCACIONAL:

    Es importante, antes de definir el concepto de calidad
    educacional, dejar definido el de "calidad" en su
    concepción general, para luego entrar en la particular; es
    decir la "calidad educacional".

    Del Diccionario de la Real Academia Española se
    define como calidad:

    • CALIDAD. (del latín
      qualitas-âtis) f. Propiedad o conjunto de propiedades
      inherentes a una cosa, que permiten apreciarla como
      igual, mejor o peor
      que las restantes de su
      especie.

    Por otra parte, Daniel Gallo considera la calidad como
    un conjunto de características de la producción y
    los servicios que determinan su aptitud para satisfacer los
    requisitos exigidos de acuerdo al uso o aplicación
    previsto.

    O lo que plantea Ruth Rodríguez, como conjunto de
    propiedades y características de un producto o servicio
    que determinan su aptitud para satisfacer las necesidades
    establecidas implícitas.

    Pedro Lafourcade considera que es la calidad de ese algo
    que permiten apreciarlo como igual, mejor o peor que otras
    unidades de su misma especie. Siendo en esencia un concepto
    evaluativo averiguar la calidad de ese algo que exige constatar
    su naturaleza y luego expresarlo de modo que permita una
    comparación.

    En todas estas definiciones hay un elemento común
    y es que la calidad de algo se refiere a un conjunto de
    propiedades o características de ese algo, que permiten
    apreciarla.

    Pero se sabe que la calidad de algo es un concepto
    subjetivo de la realidad objetiva que se evalúa, por
    consiguiente, está en función de los paradigmas
    imperantes en un momento histórico determinado.

    Debido a ello, lo que para nosotros puede constituir hoy
    la calidad de algo, quizás mañana (o en un futuro,
    posiblemente, no muy lejano) este mismo objeto no presente la
    misma calidad, ya que los paradigmas por lo que se evalúa
    dicho objeto hayan cambiado.

    CALIDAD DE ALGO SE REFIERE AL CONJUNTO DE PROPIEDADES
    DE ESE ALGO QUE LO PERMITEN APRECIAR COMO IGUAL, MEJOR O PEOR QUE
    OTRAS UNIDADES DE SU MISMA ESPECIE, ACORDE A LOS PARADIGMAS DE LA
    SOCIEDAD EN UN MOMENTO HISTÓRICAMENTE DETERMINADO, POR LO
    QUE CONSTITUYE, EN ESENCIA, UN CONCEPTO EVALUATIVO: AVERIGUAR LA
    CALIDAD DE ALGO EXIGE CONSTATAR SU NATURALEZA, Y LUEGO,
    EXPRESARLO DE MODO QUE PERMITA UNA
    COMPARACIÓN.

    Tomando como sustento la definición anterior de
    calidad se analizará la definición de "calidad de
    la educación".

    Hablar de este tema resulta bastante polémico
    debido a que existen diversos criterios al respecto.

    De la literatura consultada se observó que
    algunos autores conceptúan la calidad de la
    educación como multidimensional, otros resaltan su
    condición de producto histórico, están los
    que la ven desde el ámbito de los factores de calidad, por
    sus dimensiones (Schiefelbein, 1970); por lo que se puede
    presuponer que una inmensa mayoría de autores han
    considerado distintas dimensiones al fenómeno de la
    "calidad de la educación".

    Existen tres tendencias al abordar este tema: la que
    procura discutirla o definirla en forma constitutiva o
    conceptual, o lo que es lo mismo, definirla teóricamente;
    la segunda, trata de definirla operacionalmente y la tercera
    elude definirla.

    Cuando se establece una definición de un
    concepto, este lleva implícito un conjunto de operaciones
    lógicas como son: definir, caracterizar, ejemplificar,
    dividir, limitar y generalizar; los cuales permiten conocerlo con
    profundidad. Por consiguiente, si no existe la suficiente
    claridad acerca de la esencia de la definición del
    concepto: "educación de calidad", poco puede
    hacerse para diseñar un adecuado sistema que permita
    evaluarlo.

    Toda educación es portadora de una determinada
    calidad, que es inherente al ser del objeto: en
    este caso la educación; y esta calidad puede ser mayor o
    menor en la medida que sus características se acerquen o
    alejen de los paradigmas filosóficos, pedagógicos,
    psicológicos y sociológicos que imperen en una
    sociedad históricamente concreta.

    Además, la educación no sólo debe
    posibilitar el dominio de un "saber", sino también
    el de un "saber hacer" y "saber ser", que en la
    totalidad conforman a un hombre más integral, con un
    conjunto de cualidades positivas de la personalidad, que lo
    identifiquen con su cultura, creencias, ideología, en fin,
    con su identidad nacional.

    Es por ello que nos identificamos plenamente con la
    primera tendencia: definir la calidad de la
    educación:

    "CALIDAD DE LA EDUCACIÓN, SE REFIERE A LAS
    CARACTERÍSTICAS DEL PROCESO Y A LOS RESULTADOS DE LA
    FORMACIÓN DEL HOMBRE, CONDICIONADOS HISTÓRICA Y
    SOCIALMENTE, Y QUE TOMAN UNA EXPRESIÓN CONCRETA A PARTIR
    DE LOS PARADIGMAS FILOSÓFICOS, PEDAGÓGICOS,
    PSICOLÓGICOS Y SOCIOLÓGICOS IMPERANTES EN LA
    SOCIEDAD QUE SE TRATE"
    .

    TODA EDUCACIÓN ES PORTADORA DE UNA DETERMINADA
    CALIDAD, QUE ES INHERENTE AL SER DEL OBJETO: EN ESTE CASO, EN LA
    EDUCACIÓN LA CALIDAD PUEDE SER MAYOR O MENOR EN LA MEDIDA
    QUE SUS CARACTERÍSTICAS SE ACERQUEN O ALEJEN DE LOS
    PARADIGMAS FILOSÓFICOS, PEDAGÓGICOS,
    PSICOLÓGICOS Y SOCIOLÓGICOS QUE IMPEREN EN UNA
    SOCIEDAD HISTÓRICAMENTE CONCRETA.

    LA EVALUACIÓN DE LA CALIDAD (Arabel
    Moráguez Iglesias):

    El Diccionario de la Real Academia Española, se
    define:

    • EVALUACIÓN: (de evaluar) f.
      Valuación.
    • EVALUAR: fijar por cálculo el valor o
      el precio de una cosa o de un conjunto de bienes.

    De esta definición se considera que para evaluar
    hay que fijar un valor, un patrón; pero sería
    adecuado analizar lo que plantean algunos especialistas al
    respecto.

    Existen muchos autores, que al igual que en el concepto
    de calidad de la educación no la definen conceptualmente,
    sino que la dan funcionalmente.

    Otro grupo es el que se ocupa de definirla como el
    proceso que permite determinar en qué grado han sido
    alcanzados los objetivos educativos propuestos.

    Son numerosos los especialistas que en el campo de la
    evaluación consideran que se trata de un proceso de
    planear, obtener y suministrar información
    útil para la toma de decisiones
    (Stufflebean y
    Skinfield, 1987).

    Pero en estos criterios se podrá preguntar:
    ¿Qué es una información útil?
    ¿Hay información inútil? ¿Lo que es
    útil para unos puede ser inútil para otros? Resulta
    evidente que con los criterios anteriores quedan brechas que no
    permiten adoptar este criterio.

    Alejandro Tiana (1996) considera que:

    "Una evaluación es un juicio hecho sobre un
    dato o conjunto de datos con referencias a determinados valores
    de referencia, por lo que la evaluación, si se quiere
    considerar como un elemento útil para la política y
    la administración de la educación, no puede
    apoyarse en prejuicios o posiciones ideológicas. Si
    la evaluación implica juicio, éste debe resultar de
    observaciones concretas basadas en normas y valores lo más
    objetivos posibles"

    La Educación es un instrumento del Estado para
    formar a las nuevas generaciones con una concepción
    política, acorde a los intereses del mismo (función
    político-ideológica de la Educación) y
    ¿cómo es posible que esta evaluación no se
    apoye desde posiciones ideológicas? Entonces se puede
    preguntar ¿a quiénes y para quiénes se
    está educando?

    De la bibliografía consultada por el autor acerca
    de este concepto se puede afirmar que la mayoría de los
    autores plantean como elementos indispensables en el proceso de
    evaluar, y con los que el autor se identifica por constituir
    estos elementos un sistema bien articulado, que no puede existir
    uno sin el otro, y porque lleva implícito el desarrollo
    dialéctico sobre la realidad objetiva que se
    evalúa.

    Estos elementos indispensables son:

    • Se emite un juicio de valor.
    • Es un sistema de recogida, procesamiento y toma de
      decisiones, con el objetivo de transformar.
    • Se compara con un patrón, acorde a los
      paradigmas políticos y sociales de un país,
      región, en un momento históricamente
      determinado.
    • La información debe ser objetiva para que
      ésta sea válida y fiable.

    Por todo ello el autor considera que la
    definición de Scriven (1967) es la que más se
    ajusta a todas las características anteriores, y
    será el concepto que el mismo asumirá entre los
    presupuestos teóricos de la propuesta:

    "LA EVALUACIÓN CONSISTE EN UN PROCESO
    SISTEMÁTICO DE RECOGIDA DE DATOS, INCORPORADO AL SISTEMA
    GENERAL DE ACTUACIÓN EDUCATIVA, QUE PERMITE OBTENER
    INFORMACIÓN VÁLIDA Y FIABLE PARA FORMAR JUICIOS DE
    VALOR ACERCA DE UNA SITUACIÓN. ESTOS JUICIOS, A SU VEZ, SE
    UTILIZARÁN EN LA TOMA DE DECISIONES CON OBJETO DE MEJORAR
    LA ACTIVIDAD EDUCATIVA VALORADA"

    EVALUACIÓN INTERNA Y EXTERNA:
    FUNCIONES DE LA EVALUACIÓN:

    La evaluación es un medio o una vía
    única que permite mejorar y perfeccionar racionalmente las
    dificultades presentadas en el proceso o culminación de
    las distintas etapas sobre las que se evalúa, permite la
    toma de decisiones fundamentadas de datos válidos y
    fiables en dos momentos: formativa y sumativa, de cuyos procesos,
    ya explicado en el epígrafe anterior, se basan en algunas
    funciones las cuales serán objeto de análisis en
    este epígrafe. Los dos momentos son:

    • La evaluación formativa, que pretende conocer
      las dificultades que presenta un proceso
      educativo para facilitar la ayuda más
      adecuada.
    • La evaluación sumativa que permite formar
      criterios de valor acerca de los productos
      terminados, con lo cual es posible darle continuidad o eliminar
      determinados elementos del sistema.

    Por otro lado, José Luján (1996), Julio
    Puente (1996) y otros autores consultados, consideran,
    además de las dos anteriores, que la evaluación
    puede ser externa e interna, donde:

    Evaluación externa:

    Es aquella que se hace con la finalidad de rendir cuenta
    o la llamada "acountability" de un centro, y se apoya en el
    control, en la medida del grado de consecución de los
    objetivos propuestos y se centra en los productos obtenidos. Y
    es, por lo general, realizada por agentes externos a la identidad
    que se evalúa.

    Este tipo de evaluación (externa) es necesaria
    para una mejora sustancial de la calidad de la enseñanza,
    ya que el evaluador externo goza siempre de un punto de vista
    privilegiado, ya que su distancia efectiva y su independencia de
    criterios respecto del resultado, su amplitud de puntos de
    referencias, entre otros, posibilita que sea más objetiva
    la evaluación de un objetivo determinado, de un centro
    escolar.

    Evaluación interna:

    Es aquella que se interesa por el funcionamiento del
    centro escolar en condiciones normales inmersa en su entorno
    específico y que permitan la adopción de medidas
    encaminadas a la optimización de la institución
    escolar. Esta evaluación es realizada, por lo general, por
    un personal no ajeno a la institución escolar

    Rosales considera que este tipo de evaluación
    (interna) es preferible a la externa; criterio con el que
    discrepamos ya que ambos tipos de evaluaciones deben
    complementarse.

    A partir del análisis de varias
    bibliografías consideramos adoptar el criterio emitido por
    un colectivo de pedagogos cubanos en el Seminario Nacional para
    Dirigentes, Metodólogos… (Febrero, 1984; 1. parte),
    donde se plantean las cinco funciones de la evaluación,
    que es aplicable a la evaluación institucional o
    evaluación del sistema educativo, y que el autor asume
    como parte de los presupuestos teóricos de la propuesta,
    siendo estas:

    Función instructiva.

    A través de ésta se puede comprobar el
    grado de fijación de los conocimientos y habilidades de
    los estudiantes, no sólo como producto sino también
    como proceso; aquí se puede apreciar una de las
    discrepancias del modelo de Luján Castro referido
    anteriormente. Todo lo cual permite hacer las correcciones
    necesarias a los errores cometidos, lo que facilita mejorar cada
    uno de los componentes de dicho proceso o resultado.

    Función educativa.

    Permite comprobar cómo cada estudiante, profesor
    y cuadro de dirección de un centro cumple con su deber
    social: sentido de la responsabilidad, valores humanos,
    educativos y políticas, entre otros, lo cual permite
    valorar, no sólo los procesos sino también los
    resultados en este sentido.

    Función
    diagnóstica
    .

    Mediante ésta se revelan los logros y
    deficiencias del sistema educativo, centro o instancia evaluada,
    a través de las técnicas e instrumentos evaluativos
    utilizados, no sólo a través del proceso sino
    también de los resultados.

    Esta función permite, además, realizar
    pronósticos, y determinar sobre la base de qué
    dirección u objetivo hay que dirigir la acción
    educativa – cuando se habla de acción educativa,
    ésta lleva implícita la acción instructiva y
    educativa propiamente-.

    Permite obtener una información cualitativa y
    cuantitativa acerca del objeto evaluado que facilite, de una
    forma más racional, la introducción o no de las
    correcciones necesarias en el sistema de trabajo a lo largo del
    proceso o al final de éste.

    Función de desarrollo.

    El cumplimiento de las tres funciones anteriores
    conlleva al perfeccionamiento y desarrollo del sistema, objeto de
    la evaluación. Una evaluación es
    pedagógicamente adecuada cuando estimula el desarrollo
    ulterior de los alumnos, profesores y dirigentes escolares, es
    decir, cuando se convierte en un elemento promotor de
    éste.

    Función de control.

    Los resultados de las comprobaciones y evaluaciones
    reflejadas en las notas o controles es la que permiten a los
    profesores, funcionarios, dirigentes, organismos y entidades
    productivas, entre otras, sobre la base de este conocimiento,
    hacer un análisis de los resultados que se van obteniendo
    en el sistema de enseñanza y educativo.

    Por otra parte, estos resultados constituyen elementos
    fundamentales en el análisis de programas y planes de
    estudio, como parte del continuo perfeccionamiento del sistema
    educacional (Seminario a Dirigentes, Metodólogos,
    1984).

    La evaluación de los sistemas educativos es un
    sistema que tiene implícitas estas cinco funciones, pero
    que éstas no se pueden llevar a cabo de modo intuitivo o
    improvisado sino que deben ser planificadas y ejecutadas (tenerse
    en cuenta en el plan de supervisión educativa para la
    enseñanza) y seguir el siguiente proceso:

    • Diseño del plan evaluador (por las
      razones antes expuestas).
    • Recogida y análisis de los
      datos.
    • Valoración y divulgación de las
      conclusiones
      . De manera que cada evaluador, claustro,
      comunidad, entidad productiva, conozcan sus potencialidades y
      debilidades, entre otras, y tomen conciencia de su papel
      protagónico para tomar las decisiones que permita
      adecuar o ajustar los planes educativos de forma
      desarrolladora.

    INDICADORES DE
    CALIDAD EDUCACIONAL

    Internacionalmente se considera a un sistema educacional
    de mayor calidad cuando éste lleve implícitos dos
    elementos fundamentales: la equidad, o lo que es lo mismo, que
    éste sea para todos, y el cumplimiento de los distintos
    indicadores que contemplan la calidad de la educación,
    como puede ser la efectividad, pertinencia,
    eficacia.

    Se habla de evaluar la calidad a partir de un
    determinado número de indicadores, pero…,
    ¿qué es un indicador?

    Tiana (1996) entiende por indicador un dato o una
    información (general, aunque no forzosamente de tipo
    estadístico), relativos al sistema educativo o algunos de
    sus componentes capaces de revelar algo sobre su funcionamiento o
    su salud.

    Casanova plantea: "(…) llamamos indicador de
    calidad educacional a la descripción de una
    situación, factor o componente educativo en su estado
    óptimo de funcionamiento."

    Luís Campistrous y Celia Rizo, presuponen que
    indicador, en el contexto de la investigación educativa,
    se utiliza para redefinirse en una variable que indica el valor
    de otra; se da por supuesto que los valores de la variable
    utilizada como indicador se determinan de una forma más
    directa y evidente que la de la otra variable (Campistrous,
    1998).

    Guerra (2000) considera como indicador de calidad:
    "es aquel componente que debe ser considerado para evaluar de
    forma objetiva el proceso o el producto de un sistema educativo,
    que revela algo de su desempeño y cuyo resultado de
    evaluación permite considerar alternativas para
    mejorarlo"

    En estas definiciones se pueden apreciar claramente los
    elementos comunes:

    • Que es una información o dato:
      estadístico o no.
    • Que se refiere al sistema educativo (objeto de
      estudio) o algunos de sus componentes; es decir, que puede ser
      el todo o la parte.
    • Que deben revelar algo acerca de su funcionamiento o
      estado; o sea, cómo marcha o cómo
      concluye.

    Del concepto de Tiana se puede apreciar que éste
    no especifica el tipo de evaluación: proceso o producto,
    que sí lo especifica Guerra (Op. cit.), la que plantea que
    deben revelar algo sobre su funcionamiento.

    Otra insuficiencia, de la definición de Tiana es
    que no le da una dirección a la revelación, que
    dice deben tener los indicadores, ya que ésta debe tener
    una dirección; que sí lo plantea Guerra, cuando
    expresa que: "(…) cuyo resultado de evaluación
    permite considerar alternativas para mejorarlo
    (…)"

    A partir de las definiciones anteriores consideramos
    pertinente definir INDICADOR DE CALIDAD
    EDUCATIVA:

    ES AQUEL COMPONENTE, DATO, O INFORMACIÓN, DE
    TIPO ESTADÍSTICO O NO, RELATIVO AL SISTEMA EDUCATIVO O
    ALGUNOS DE SUS COMPONENTES EN SU ESTADO ÓPTIMO DE
    FUNCIONAMIENTO QUE DEBEN SER CONSIDERADOS PARA EVALUAR DE FORMA
    OBJETIVA EL PROCESO Y/O EL PRODUCTO DE UN SISTEMA EDUCATIVO O
    COMPONENTE DE ÉL, QUE REVELA ALGO DE SU DESEMPEÑO O
    RESULTADO DE CUYA EVALUACIÓN PERMITE CONSIDERAR
    ALTERNATIVAS PARA MEJORARLO.

    Estos indicadores deben caracterizarse de forma tal que
    permitan establecer un patrón para ser comparado y que de
    acuerdo con los distintos autores consultados, éstos
    deben:

    1. Establecerse niveles intermedios y bajos para
      facilitar la medición.
    2. Partir de la identificación de las prioridades
      institucionales (pertinente), entidades educativas, en
      estudiantes caso, escuelas politécnicas industriales, a
      largo, mediano y corto plazo. Tener en cuenta la
      planeación, los recursos financieros, humanos y
      materiales.
    3. Un sistema de control y evaluación de las
      actividades y demás, que permita retroalimentarse en
      todo momento, a fin de tomar alternativas para mejorar el
      proceso o el producto (ser objetivas).
    4. Evitar los sesgos personales y efectos de halos para
      la selección y diseño de los mismos.
    5. Deben ser claros, precisos y no deben dar lugar a
      ambigüedades.

    EVALUACIÓN DE LA EFICIENCIA EXTERNA
    COMO EVALUACIÓN EXTERNA

    La mayoría de los autores consultados plantean la
    complejidad y variedad de criterios que existen a la hora de
    definir determinados indicadores de calidad, (Soler Fierrez,
    1979), (Castro Pimienta, 1996), (Casassús, 1997),
    (Lafourcade, 1998), (Valdés, 1998), (Toranzos, 1999b), y
    (Luján, 1996ª y 1996b), entre otros. No obstante, lo
    complejo y escabroso que resulta establecer definiciones en esta
    dirección por ser un concepto no unívoco, el autor
    considera pertinente definir la variable eficiencia externa
    o impacto educacional
    que se toma como campo de
    acción en este libro.

    Del Diccionario de la Real Academia Española se
    define:

    • EFICIENCIA. (Del lat. Efficientîa): f.
      Virtud y facultad para hacer una cosa.
    • EFICIENCIA: Fil. La eficiencia es el poder
      producir efectos
      (…)
    • EFICIENTE. (Del lat. Efficîens,
      efficîentis): adj. Dícese de la causa que obra y
      hace una cosa.
    • EFICACIA. (Del lat. Efficâcîa): f.
      Virtud, actitud, actividad, fuerza y poder para
      obrar.
    • EXTERNO, NA. (Del lat. Externus): adj.
      Dícese de lo que obra o se manifiesta a lo
      exterior
      y en comparación o contraposición
      con lo interno.

    A partir de las definiciones anteriores, si se
    reflexiona la acepción del vocablo "eficiencia externa",
    se puede presuponer que ésta es la virtud o facultad de
    poder producir efectos a lo exterior, o el efecto externo que
    produce una cosa.

    Por otra parte se define impacto:

    • IMPACTO. (Lat. Impactus). M. Choque de un
      proyectil en el blanco. //2. Huella que él deja.
      (Diccionario Enciclopédico Universal Marín,
      1990)
    • IMPACTO. (Lat. Impactus). M. Choque de un
      proyectil en el blanco. //2. Huella que él deja. //3.
      Choque violento de un objeto con otro. //4. En el boxeo,
      puñetazo. // 5. Figurado. Efecto,
      sensación o impresión intensa producida en
      alguien o algo como consecuencia de un suceso o acción.
      (Diccionario Enciclopédico SALVAT, 1982)

    Del análisis de ambos conceptos generales,
    resulta obvio que la acepción de esta palabra emitida por
    el SALVAT es la que más se puede ajustar al objetivo del
    presente trabajo, es decir, que la palabra impacto
    será considerada como el efecto, sensación o
    impresión intensa producidas en alguien o
    algo como consecuencia de un suceso o acción. Pero que su
    vez, este concepto se asemeja al concepto de
    eficiencia.

    Otros autores relacionan la eficiencia externa como la
    rentabilidad económica de la educación (De la
    Orden, 1986), (Ahumada, 1992), (Pérez Callejas, 1993),
    entre otros; por otra parte, otros tantos la ven como un proceso
    de entrada y salida en un proyecto educativo, (Briones, 1995),
    (Gento Palacio, 1998), (Riaño, 1998).

    Al analizar estas concepciones diferentes se pueden ver
    dos elementos comunes en las mismas: un proceso de entrada
    (input) y salida (output) y establecer una comparación
    desde el punto de vista económico, de la rentabilidad del
    sistema educativo.

    Aquí se parte de los conceptos de eficiencia que
    emite el Diccionario de la Real Academia Española y del
    concepto de impacto que presupone Guillermo Briones (1995) cuando
    plantea que:

    "La evaluación del impacto es la que trata de
    establecer el logro de los objetivos del programa. Se denomina
    también, evaluación de resultados. De esta
    evaluación, que casi siempre se acompaña de la
    evaluación de procesos, debe distinguirse la
    evaluación de efectos entendida como la
    determinación de las consecuencias que puede producir un
    programa en su población o en el entorno por el hecho de
    haber logrado los resultados buscados."

    De la definición anterior es importante dejar
    claro que la evaluación del impacto, al
    igual que la evaluación de la eficiencia
    externa
    es una evaluación de resultados,
    acompañada de una evaluación de procesos que
    converge en la determinación de consecuencias que puede
    producir un sistema educativo en su entorno
    social.

    Por otra parte Samuel Gento (1998) emite una
    valoración desde el punto de vista funcional de la
    variable impacto, y expresa: "(…) Los indicadores de
    evaluación del impacto pondrán de manifiesto los
    efectos que un producto produce en el ámbito de incidencia
    de sus resultados. Para llevar a cabo esta estimación
    habrá que contar con la opinión de representantes
    del entorno físico, social y organizativo del plan
    mismo."

    Aunque Briones y Gento no dan la definición de
    impacto, sí hacen una explicación funcional
    de los que ellos entienden como tal, aspecto éste con lo
    cual nos identificamos, por las siguientes razones:

    • Dejan bien establecido el tipo de evaluación
      que contempla la evaluación por
      resultados
      .
    • No ven a este tipo de evaluación (externa)
      como un ente independiente, por el contrario, consideran que
      siempre se debe de acompañar de la
      evaluación de procesos.

    ¿Cómo se puede dar la evaluación de
    un resultado, si no se sabe cómo, a través de
    qué vías y procedimientos, entre otros, se llegan a
    determinados resultados?

    Este tipo de evaluación se basa en cómo la
    determinación de consecuencias, que puede producir un
    proyecto educativo en su entorno, desde el punto de vista social,
    económico y político, permite arribar a los
    resultados buscados.

    Estos factores que conforman la evaluación de
    la eficiencia externa o impacto constituyen una
    unidad dialéctica, ya que no se pueden excluir una de otra
    y a su vez cada uno se interrelacionan dialécticamente, lo
    que permiten evaluar un proceso o un producto, al concluir una
    etapa, período, entre otros. De aquí que se
    considere a estos factores como un
    sistema.

    INDICADORES GENERALIZADOS DE LA
    CALIDAD:

    • Desarrollo integral de los
      estudiantes.
    • Satisfacción de las necesidades de los
      estudiantes.
    • Acceso al patrimonio cultural.
    • Excelencia académica del
      profesor.

    FUNDAMENTOS DE LA CALIDAD
    (UNICEF):

    • Rendimiento académico de los
      estudiantes.
    • Participación activa y creadora de los
      estudiantes.
    • Libertad del estudiante en su
      trabajo.
    • Maestría profesional del
      docente.

    ENFOQUES DE LA
    CALIDAD:

    CONDICIONES SOCIOPSICOPEDAGÓGICAS PARA
    ALCANZAR ALTOS NIVELES DE CALIDAD:

    • Atención al desarrollo de los niños
      desde que la madre esté embarazada.
    • Atención a la salud infantil en toda
      edad.
    • Preparación de los docentes y de sus
      formadores.
    • Desarrollo cultural de la familia,
      preocupación por la preparación de sus hijos y
      vínculo con la escuela.
    • Costumbres de crianza y cuidado, hábitos de
      lectura y televisión educativa.
    • Condiciones de las escuelas, clima, materiales
      escolares, horario de clases, labor de los directores de
      grupos, trabajo de las organizaciones
      estudiantiles.

    BASES DEL
    ASEGURAMIENTO DE LA CALIDAD DE LA
    EDUCACIÓN:

    GERENCIA EDUCATIVA:

    Dirección y cumplimiento del fin y los objetivos
    de la Educación mediante el liderazgo pedagógico de
    un proceso integrador.

    DIRECCIÓN DEL APRENDIZAJE:

    Remodelación del proceso de enseñanza –
    aprendizaje.

    DIMENSIONES
    GERENCIALES DE LA CALIDAD EDUCACIONAL:

    • Condiciones de vida e higiénico
      materiales.
    • Vinculación con la familia y la
      comunidad.
    • Organización escolar.
    • Clima.
    • Resultados de su gestión
      (impacto)

    A continuación explicaremos brevemente cada
    una de estas dimensiones y los indicadores que las
    componen:

    CONDICIONES DE VIDA E HIGIÉNICO –
    MATERIALES:

    • Adecuado estado constructivo y de conservación
      de la escuela.
    • Inexistencia de hacinamiento en las aulas y en otros
      locales de la escuela.
    • Adecuada ventilación e iluminación de
      los diferentes locales.
    • Existencia de agua en las diferentes instalaciones de
      la escuela que la requieran.
    • Adecuadas condiciones higiénicas y de
      limpieza.
    • Cuidado del medio ambiente en la escuela. Iniciativas
      en la ornamentación y cuidado de los
      jardines.
    • Existencia del mobiliario necesario y que tenga
      condiciones aceptables.
    • Cuidado de la propiedad social y personal en la
      escuela.
    • Adecuada disciplina. Métodos persuasivos y de
      autodirección.
    • Correcta presencia personal, modales y tono de voz de
      docentes y estudiantes.
    • Existencia de un Proyecto Educativo Institucional
      (PEI) coherente e integrador.

    VINCULACIÓN CON LA FAMILIA Y LA
    COMUNIDAD:

    • Incorporación de la familia y las
      instituciones socializadoras de la comunidad al proceso
      pedagógico, en la planeación y desarrollo de la
      vida de la escuela en todas sus dimensiones y en especial en el
      trabajo preventivo y comunitario.
    • Desarrollo de actividades conjuntas que favorezcan el
      desarrollo integral de los estudiantes como parte del Proyecto
      Educativo Institucional (PEI).
    • Organización de actividades dentro y fuera de
      la escuela para promover el desarrollo cultural de los
      estudiantes, de sus familiares y de la comunidad.

    ORGANIZACIÓN ESCOLAR:

    • Adecuada estructura de dirección con estilos
      participativos (adaptabilidad, flexibilidad y
      creatividad).
    • Carácter sistémico del funcionamiento
      de los órganos de dirección y
      académicos.
    • Horario adecuado a las características de la
      escuela.
    • Buena asistencia y puntualidad de estudiantes y
      trabajadores.
    • Adecuada utilización de los recursos
      materiales, humanos y financieros.
    • Participación de docentes y estudiantes en la
      organización y ejecución de las diferentes
      actividades.
    • Incorporación de las organizaciones
      estudiantiles y sindicales a la vida de la
      institución.
    • La existencia de normas que regulan la vida de los
      estudiantes y trabajadores en la escuela.
    • Adecuadas normas de comportamiento y buenas
      relaciones interpersonales.

    CLIMA:

    • Ambiente escolar acorde con las exigencias sociales,
      costumbres y tradiciones.
    • Ambiente de respeto, pero a la vez agradable, de
      armonía, distensión y cooperación entre
      todos, que genere vivencias de satisfacción, de
      motivación, de compromiso y de pertenencia.
    • Participación en la toma de decisiones,
      criterios y puntos de vista sobre las actividades a realizar y
      sus resultados.

    RESULTADOS DE SU GESTIÓN (IMPACTO): (Arabel
    Moráguez Iglesias)

    • Resultados de los índices de cobertura,
      escolarización, retención escolar, continuidad de
      estudios y repitencia.
    • Resultados de los índices de asistencia
      escolar y laboral, puntualidad, promoción, eficiencia
      interna y exámenes internos y externos.
    • Entrega pedagógica integral de los estudiantes
      de un grado a otro (empalme didáctico) y su efecto
      psicopedagógico.
    • Grado de instrucción, educación y
      desarrollo alcanzado por los estudiantes en función de
      los logros (cognoscitivos, procedimentales y actitudinales),
      indicadores de logros y estándares básicos
      establecidos para cada área del
      conocimiento.
    • Clima psicológico, de trabajo y
      colaboración entre los estudiantes y el personal de la
      escuela.
    • Percepción de los estudiantes, docentes, otros
      trabajadores y familiares sobre la gestión de la
      escuela.
    • Formación de las competencias básicas
      (interpretativa, argumentativa, propositiva), laborales y
      ciudadanas.
    • Reconocimiento en la comunidad de la labor de la
      escuela como principal centro promotor de la cultura en su
      entorno.

    A partir de las reflexiones anteriores, donde se tuvo en
    cuenta: las definiciones de eficiencia externa; las
    distintas definiciones de impacto, y las
    características, desde el punto de vista funcional de esta
    variable; la revisión bibliográfica consultada al
    respeto, y de nuestra propia praxis, se considera pertinente
    definir a la variable eficiencia externa o impacto
    educacional como
    :

    LA INCIDENCIA QUE TIENE EL SISTEMA EN OTRO SISTEMA:
    ECONÓMICO, CULTURAL, SOCIAL Y POLÍTICO DE FORMA
    DESARROLLADORA Y SE SUSTENTA DESDE EL PUNTO DE VISTA FUNCIONAL EN
    UN FACTOR BÁSICO: ES UNA EVALUACIÓN DE RESULTADOS,
    ESTABLECIDAS POR CINCO DIMENSIONES, PARA LA EDUCACIÓN
    TÉCNICA Y PROFESIONAL: EFECTO ACADÉMICO, EFECTO
    EDUCATIVO, EFECTO LABORAL, EFECTO SOCIAL Y EFECTO FAMILIAR, PARA
    LA DETERMINACIÓN DE EFECTOS Y CONSECUENCIAS QUE PUEDE
    PRODUCIR UN PROYECTO EDUCATIVO EN SU ENTORNO.

    Esta variable se sustenta por cinco dimensiones para la
    Educación Técnica, Tecnológica y
    Profesional, siendo éstas:

    • Dimensión efecto académico:
      logros de los objetivos académicos, que contempla seis
      indicadores:
    1. Indicadores de eficiencia interna (efecto
      académico: logros de los objetivos
      académicos)
      , que permitirán valorar, a escala
      de intervalo, cuál es el grado de comportamiento de cada
      uno de los indicadores de eficiencia considerados, siendo
      estos: tiempo promedio que requiere la
      institución para graduar a un estudiante; por ciento de
      retención y de alumnos de una cohorte que
      abandonan el sistema; escolaridad media de los alumnos
      que abandonan el sistema; tanto por ciento de alumnos
      egresados
      de un nivel que ingresan en el otro; tiempo de
      agotamiento de la cohorte;
      eficiencia interna total
      del sistema y eficiencia interna en el tránsito
      de una cohorte normal.
    2. Nivel de actualidad técnica o
      tecnológica de los estudiantes
      , que permitirá
      valorar cuál es el grado de preparación
      técnica y tecnológica de los estudiantes de las
      escuelas politécnicas.
    3. Nivel de desarrollo de habilidades
      profesionales
      , que considerará valorar el grado de
      desarrollo de habilidades profesionales de los
      estudiantes.
    4. Capacidad de solución ante los problemas
      técnicos y tecnológicos, así como el nivel
      de creatividad
      , se podrá valorar el grado de
      solución de problemas técnicos y
      tecnológicos, así como el grado de creatividad de
      los estudiantes.
    5. Nivel de profesionalidad alcanzado por los
      estudiantes
      , que permitirá valorar el grado que
      asume teórica y prácticamente la necesidad de
      resolver los problemas con calidad y ahorro de
      recursos.
    6. Nivel de actualización política,
      donde se debe valorar el grado de preparación
      política e ideológica que tienen los estudiantes
      manifestados en sus normas de conducta y
      planteamientos.
    • Dimensión efecto educativo, que
      contemplan diez indicadores:
    1. Nivel cultural alcanzado por los estudiantes.
      Donde se considere a un técnico o profesional que
      manifieste, en su quehacer laboral y personal, adecuados rasgos
      de sensibilidad ante la cultura en sus distintas
      manifestaciones. Pero además, que en esta cultura
      esté implícito un sentimiento ante la
      protección del medio ambiente, que le permita la
      búsqueda de soluciones tecnológicas y
      alternativas que no agredan o afecten al ecosistema.
      Aquí se debe tener en cuenta el nivel de
      comprensión que tienen los estudiantes que le permita
      leer un material con un nivel adecuado de comprensión,
      captando ideas e implicaciones, relacionando lo que se lee con
      el contexto no escrito: conocimiento del mundo.
    2. Grado de orientación valorativa positiva
      alcanzado hacia las cualidades de la personalidad, adecuados
      rasgos de educación formal y formación de
      valores, expresados en una conducta deseable de acuerdo al
      modelo de profesional que se pretende formar, acorde a las
      exigencias sociales del momento.

    Hábitos de conducta y modos de convivencia de
    valores universales deseables, que para la Educación
    Técnica, Tecnológica y Profesional se establecen
    priorizar, siendo estos:

    1. Organizado: cualidad de orden en el espacio,
      tiempo, estructura social y en la secuencia de
      actividades.
    2. Responsable: persona que cumple en tiempo y
      con calidad las misiones, tareas o compromisos y asume las
      consecuencias de sus actos.
    3. Respetuoso: forma adecuada de comportarse con
      las personas, honrar a los demás.
    4. Colectivista: incorporación al grupo
      para realizar conjuntamente las actividades docentes y
      laborales con la mayor armonía.
    5. Honesto: la sinceridad, la actuación
      sin dobleces, ocultamientos, engaños ni
      encubrimientos.
    6. Laborioso: amor al trabajo, demostrado en el
      mismo.
    7. Independiente: que obra con
      independencia.
    8. Sencillo: llano, cordial, modesto, humilde,
      austero
    • Dimensión efecto laboral, que considera
      cuatro indicadores:
    1. Autovaloración y valoración de
      cómo ha sido el grado de atención de las
      entidades productivas hacia los estudiantes que realizan las
      prácticas de la carrera y preprofesionales
      , en este
      indicador se valora si la atención de las entidades
      productivas en las prácticas de la especialidad y
      preprofesionales ha sido la adecuada, atendiendo a:
      ubicación apropiada, por especialidad, de cada
      estudiante en los puestos de trabajo; asignación de
      tareas técnicas y tecnológicas concretas y
      mensurables en cada estudiante; asignación de personal
      de experiencia para que atiendan (como instructor, en forma de
      apadrinamiento) a los estudiantes en cada puesto de
      trabajo.
    2. Autovaloración y valoración del
      nivel de integración alcanzado entre las escuelas
      politécnicas y las entidades productivas
      ,
      aquí se valora cómo ha sido el nivel de
      coordinación e integración entre las escuelas
      politécnicas industriales y las entidades productivas,
      atendiendo a: si se establece el plan de producción y/o
      servicio para las prácticas de la carrera y las
      prácticas preprofesionales a realizar por los
      estudiantes, si se controla adecuadamente el trabajo de
      éstos por ambas entidades (profesor-instructor), si se
      ejecuta y evalúa una tarea integradora para cada
      estudiante en dichas prácticas, si se han efectuados
      actividades de capacitación entre ambas partes a fin de
      lograr un buen nivel de actualización
      teórico-práctica entre ambas.
    3. Aporte económico del trabajo realizado en
      las prácticas de la especialidad y las prácticas
      preprofesionales por los estudiantes
      , donde se valora
      cómo ha sido el aporte económico del trabajo
      realizado por los estudiantes en las prácticas de la
      especialidad y las preprofesionales, en valores y
      especies.
    4. Aporte científico-técnico del
      trabajo realizado en las prácticas de la carrera y las
      prácticas preprofesionales por los estudiantes
      ,
      aquí se tendrá en cuenta si los estudiantes han
      presentado trabajos a forum de ciencia y técnica y
      piezas de repuesto, o han dado solución a problemas
      técnicos y/o tecnológicos que puedan aportar
      ahorro de energía, materia prima, protección
      ambiental, iniciativas, entre otros.
    • Dimensión efecto social, que considera
      tres indicadores:
    1. Criterio de los profesores, organizaciones
      políticas y sindicales de las entidades productivas y
      los propios estudiantes, acerca del nivel de preparación
      técnica, actualización tecnológica y grado
      de comportamiento social que tienen de los estudiantes de las
      escuelas politécnicas.
      Donde se debe valorar, por
      cada uno de los factores u organizaciones antes mencionados,
      cuál es el nivel alcanzado por los estudiantes, acorde a
      la preparación técnica, actualización
      tecnológica y grado de comportamiento social en la
      escuela politécnica evaluada.
    2. Criterio de vecinos, organizaciones
      políticas y de masa de la comunidad donde está
      enclavada la escuela politécnica.
      En este indicador
      se debe valorar por cada uno de los factores u organizaciones
      antes mencionados: el apoyo de la escuela (profesores y
      estudiantes) en actividades de la comunidad (recogidas de
      materia prima, actividades deportivas, políticas,
      culturales y de prestación de servicio, entre otras);
      grado de comportamiento social de los estudiantes en la
      comunidad; si se considera a la escuela politécnica un
      centro de transformación cultural para la
      comunidad.
    3. Criterio que tienen los trabajadores, personal
      técnico y directivos de las entidades productivas acerca
      de la calidad de los egresados de las escuelas
      politécnicas.
      Aquí se debe valorar
      cuáles son los criterios que tienen cada uno de los
      factores antes mencionados de las entidades productivas, acerca
      de la calidad de los técnicos que se gradúan en
      las escuelas politécnicas, atendiendo a: desarrollo de
      habilidades profesionales, nivel de actualización
      tecnológica, nivel cultural, político y de
      formación de valores.
    • Dimensión efecto familiar, con un
      indicador:
    1. Criterios que tienen, de la escuela
      politécnica, los padres y familiares de los estudiantes
      de estos centros.
      Para valorar este indicador se
      deberá tener en cuenta: si el centro trabajó en
      estrecha colaboración con los padres durante el curso,
      si éste ha contribuido positivamente a la
      formación de su hijo y si los padres han estado
      informados, sistemáticamente, de la situación de
      su hijo durante el curso escolar.

    CONSIDERACIONES
    FINALES:

    La calidad de la educación responde a la tarea
    del educador como agente socializador. Esto quiere decir que el
    análisis de la calidad educativa es imposible al margen de
    la actividad del maestro y de las investigaciones
    pedagógicas, que constaten la labor educacional y
    propongan vías para su perfeccionamiento mediante el
    diálogo y la participación comunitaria.

    La participación es una necesidad
    intrínseca del hombre, porque se realiza, se encuentra a
    sí mismo; por tanto negársela es impedir que lo
    haga. No participar significa dependencia, la aceptación
    de valores ajenos, y en el plano educativo implica un modelo
    verbalista, enciclopedista y reproductivo, ajeno a lo que hoy
    día se demanda.

    Las soluciones educativas no deben reducirse al marco de
    la escuela sino acceder a la comunidad, a la familia, al mundo
    productivo, ya que el carácter de la escuela no
    sólo refleja la sociedad en que está inserta sino
    que constituye el centro cultural más importante de la
    comunidad y un potencial de transformación de la misma y
    de elevación de la calidad educativa, para lo cual es
    necesario promover un compromiso a nivel de base en lo que
    respecta a la responsabilidad profesional del docente.

    Esto implica que los métodos de trabajo que
    utiliza el docente no deben divorciarse de los
    científicos, es decir, debemos asumir una posición
    científica en el trabajo por la calidad educacional, no se
    debe divorciar la docencia de la investigación, ya que
    esto traería un retroceso en el camino del desarrollo
    educativo y por tanto de la calidad educacional.

    ¿Qué debe hacer entonces la escuela, la
    familia, la sociedad, la comunidad y el docente para alcanzar
    altos índices de calidad educacional?

    La interrogante queda planteada de
    forma infinita.

     

     

     

     

    Autor:

    Alexander Luis Ortiz Ocaña

    CENTRO DE ESTUDIOS

    PEDAGÓGICOS Y DIDÁCTICOS

    CEPEDID

    BARRANQUILLA

    2005

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