- Abstract
- Planteamiento del
problema - Justificación
- Objetivos
- Marco de
referencia - Referencias
al estudio - Reflexión
metolodógica - Discusión de
resultados - Conclusiones
- Aportes y
recomendaciones - Referencias
- Anexos
Este estudio de tipo cualitativo se propone investigar
acerca del fenómeno de las ciberparejas
en relación con los significados que estas construyen en
torno a su
vínculo afectivo; las preguntas que guían la
investigación son: ¿Cómo
significa cada miembro de la ciberpareja al otro y a la
ciberrelación?, ¿Cómo el lenguaje
digital y analógico se expresa en la relación
afectiva de pareja que se sostiene por medio de la
comunicación escrita que se da en el correo
electrónico?, y ¿Cómo puede construirse
y mantenerse una relación a través de un
sólo medio: la comunicación por CMC?, las cuales nos
invitan a comprender los significados que construyen las
ciberparejas heterosexuales acerca de su relación afectiva
sostenida a través del contacto por correo
electrónico, teniendo en cuenta que el ciberromance es una
nueva forma de relación que ha tenido auge en el siglo XX
a partir de la revolución
tecnológica, llevando a la confrontación de nuevos
contextos relacionales como lo es Internet.
El problema de esta investigación se aborda desde
el socioconstruccionismo como base epistemológica,
teniendo en cuenta que se realiza un proceso
comprensivo que permite acceder a las experiencias de los
protagonistas y a la construcción de los significados en torno a
su relación afectiva sostenida a través del correo
electrónico por Internet Se realiza un recorrido
temático desde la psicología y otras
disciplinas pertinentes, en los cuales se aborda Internet como un
medio de comunicación, las relaciones
humanas y los significados que en ellas se construyen, y
finalmente las relaciones amorosas desde diferentes
autores.
En el proceso investigativo se utilizan como técnicas
de investigación los relatos de vida, grupo de
discusión y material documental, las cuales son trabajadas
con 3 ciberparejas contactadas a través de los café
Internet. La información obtenida se organiza en
matrices
deductivas e inductivas que permiten realizar un análisis categorial y su posterior interpretación.
Dentro de los resultados rescatamos la importancia de la
comunicación digital en el correo electrónico para
la construcción de las relaciones afectivas mediatizadas
por computador,
así como que la realidad, tal como se la experimenta,
siempre ha sido virtual, lo que hace a las ciberparejas ser tan
humanas como las parejas tradicionales con la diferencia que
éstas van acorde con la revolución
tecnológica.
Palabras Clave: Comunicación escrita,
Comunicación Mediada por Computador, afectividad,
significados, Internet, ciberrelación,
socioconstruccionismo.
Acariciando con Palabras: el Juego de estar
Cerca y Lejos
"No le tema al cambio ni a lo
novedoso, la cultura no se
encuentra en un estado fijo
sino que cambia continuamente, lenta pero firmemente, siendo
capaz de reaccionar y adaptarse, de igual forma como usted lo
puede hacer".
Esta es una invitación
para el lector a que disfrute de una novedosa
investigación que relaciona la tecnología con la
psicología, despertando el interés en
torno a la Internet como un contexto social que posibilita la
construcción de nuevas relaciones y vínculos
afectivos perdurables en el tiempo6
, los cuales traspasan la distancia geográficaQ , brindando la posibilidad de "descubrir el
alma del
otro", ya que en esta nueva cultura llamada cibercutura, lo
físico se desplaza por lo espiritual o la parte interna
del ser humano en los cuales se encuentra los sentimientos,
pensamientos, emociones,
características de personalidad,
entre otros.
Es de nuestro interés que el
lector conozca sobre los amores "virtuales" que están de
modaC , encontrando las
múltiples posibilidades que ofrece este espacio imaginario
en el cual participan personas "reales" con identidades que son
validadas en el contexto, construyendo nuevos significados en
torno a las relaciones afectivas y de pareja. De esta forma, se
buscó realizar una comprensión de los significados
que construyen las ciberparejas heterosexuales acerca de la
relación afectiva sostenida a través del correo
electrónico, ahondando en las expectativas que se tienen
de la relación y del otro, así como la manera en
que la comunicación analógica y digital es
expresada en este tipo de relaciones, y los significados que se
construyen en torno al afecto.
Comprendemos al mundo y a nosotros
mismos, como un producto de un
intercambio histórico cultural, lo cual determina la forma
en que concebimos la realidad y construimos el sentido que le
damos a la vida, por esto nuestra base epistemólogica es
el socioconstruccionismo o construccionismo social el cual se
fundamenta en la premisa de que los seres humanos crean y
construyen dinámicamente a partir del lenguaje su
realidad personal
orientándose hacia una comprensión significativa
del mundo en el que viven. Este marco epistemológico se
complementa con el disciplinar en cuanto se tratan los medios de
comunicación: , las
relaciones humanas¤
¤ y los significados
que se construyen en ellas, y la afectividad¤ , permitiéndonos
así tener una comprensión macro del problema de
investigación.
C C
Dentro de esta investigación
usted encontrará estrategias de
tipo cualitativo que son trabajadas a través de Internet,
siendo este el contexto en el cual los protagonistas vivencian su
relación afectiva de pareja, teniendo en cuenta que como
dice Taylor (1996) "la
investigación cualitativa respeta el marco
de referencia del otro", al igual que respeta el significado que
las ciberparejas dan a su lenguaje 7 y nos invita a participar en
él.
Dentro de los
resultados rescatamos la importancia de la comunicación
digital en el correo electrónico. para la construcción de las
relaciones afectivas mediatizadas por computador, así como
que la realidad, tal como se la experimenta, siempre ha sido
virtual, lo que hace a las ciberparejas ser tan humanas como las
parejas tradicionales con la diferencia que éstas van
acorde
con la revolución
tecnológica. Comprendemos cómo a pesar de la
distancia, las ciberparejas "se acarician con las palabras" en un
juego donde la imaginación y la creatividad
toman protagonismo.
Esperamos que esta
investigación permita generar reflexiones y abrir su marco
de referencia hacia nuevos contextos; de esta forma lo invitamos
a que siga explorando este nuevo contexto relacional. J
Atentamente Las
Investigadoras
"Son pocas las investigaciones
realizadas en español ya
que en la práctica de Internet se domina el inglés
o se apaga la
computadora"
Juan Manuel Arce
Hasta la fecha, la mayoría de las investigaciones
que relacionan la Psicología y la Internet son aquellas
desarrolladas en Telesalud, y se han focalizado en la
satisfacción del paciente o del terapeuta con la
tecnología, más que con la efectividad de la
tecnología en los servicios que
se brindan; son varios los estudios que han investigado distintas
cuestiones referentes a la Telesalud. May, C.R. y Cols en 1999
realizaron un estudio acerca del uso de la videoconferencia como
vínculo, para tratar a sujetos con trastornos relacionados
con depresión
y ansiedad; Callahan E.J. y Cols en 1998 evaluaron el nivel de
satisfacción de los pacientes con la telemedicina
como vehículo para ofrecer consultas de salud mental a
pacientes en atención primaria; Mair, F. y Whitten, P.
en el 2000 realizaron una revisión sistemática de
la literatura
acerca de la satisfacción del paciente con la telemedicina
(Mariani, 2000).
A partir de un grupo de estudio en donde se trataban
temas de Internet con relación a la psicología,
creado en el primer semestre de 2001 en la Universidad Santo
Tomás, grupo del cual nosotras las investigadoras
hacíamos parte, encontramos que son tan solo dos las
investigaciones de pregrado en Colombia que
relacionan la psicología y las TIC
(Tecnologías de Información Computarizada); en
Bogotá fue realizada en la Universidad Santo Tomás
por Gómez y Velázquez (2000) y en Bucaramanga no
tenemos referencia de esta investigación ya que supimos de
ella a partir del grupo de estudio (comunicación personal,
Abril 30 de 2001). De igual forma son pocas las investigaciones
realizadas en español ya que en la práctica de
Internet "se domina el inglés o se apaga la computadora"
(Arce, 2001), existiendo así una imposibilidad de
participar en investigación internacional si no se escribe
y lee en inglés, aunque participen franceses, alemanes,
italianos o colombianos.
Como investigadoras colombianas, sentimos así la
necesidad de construir conocimientos nuevos en torno a este
fenómeno que nos da la posibilidad de relacionar la
psicología con la informática, involucrando un interés
personal que nace a partir de nuestra experiencia al querer saber
si es posible tener un romance por medio de la Internet, el cual
satisfaga las expectativas de cada uno de los sujetos.
Ahora, Colombia se encuentra en el reto de crear
más, introducirse en la cibersociedad que hoy se ha
generado, resignificar conceptos y dar "la batalla" en los
términos igualitarios que hoy se pueden manejar en el
mercado de
Internet.
Cuando se habla de resignificar conceptos se está
hablando de una sociedad que
se encuentra en continuo cambio, más aún cuando la
llegada de las TIC revolucionan el mundo y sus significados. Para
algunos autores como Gergen (1996), los significados se definen
en términos de lo individual surgiendo de simbolizaciones
internas, sin ignorar la existencia de un mundo externo para cada
sujeto, el cual brinda la posibilidad de realizar consensos a
partir del lenguaje. Si el significado fuera preeminentemente un
proceso de establecimiento de la intersubjetividad,
seríamos incapaces de comunicar; pero en vez de la
subjetividad individual, existe la exposición
de la comprensión humana a través del lenguaje,
razón por la cual lo pertinente sería estudiar la
relación humana y los contextos en la que esta se
desenvuelve siendo en este caso las relaciones de pareja con
relación a Internet.
«Jamás tanto de cerca arremetió
lo lejos». Este verso de Cesar Vallejo parece escrito a
la medida de la forma de amor
más novedosa: el amor
virtual, el amor entre personas que jamás se han
encontrado cara a cara o que, aún conociéndose
personalmente y limitados por la distancia u otras circunstancias
a encuentros esporádicos, mantienen viva su
relación por medio de la comunicación mediatizada
por computadora (CMC).
Nos interesamos en este fenómeno cuando hace
aproximadamente 2 años entramos por casualidad a una
página en Internet llamada www.amigos.com la cual ofrece
la posibilidad de conocer personas en cualquier parte del mundo
con quienes se pueden establecer vínculos de amistad, romance
y hasta un posible matrimonio. Por
curiosidad, ingresamos a esta página y llenamos una
solicitud con datos generales,
perfil del solicitante y características de la persona deseada;
inicialmente no esperábamos respuesta de algún
interesado y menos aún con las características
buscadas. Fue una sorpresa cuando recibimos varios correos a los
pocos días de nuestro ingreso, situación que nos
generó ansiedad y temor ya que era novedoso intentar
conocer a una persona sin tener contacto físico, poder mirar
sus ojos, y ver si estos dicen la verdad. Desde entonces
comenzamos a escuchar y a conocer acerca de romances a
través de la Internet y nos dimos cuenta que éstos
son más frecuentes de lo que creíamos.
Realmente los amores virtuales están de moda y no
sólo entre los adolescentes
que navegan el cyberespacio con tanta o mayor facilidad con que
los adultos entramos a un café; quien no los practica
tiene amigos o parientes que mantienen relaciones computarizadas
o ha leído sobre parejas que se conocieron en
Internet.
El auge de este tipo de relaciones es tal, que ha
originado nuevos mercados en
Internet. Como dijo Susana Finquelievich (1998), "Los amantes
virtuales con problemas
pueden acudir a un consultorio sentimental especializado donde
una orientadora aconseja cómo asegurar la continuidad de
un romance electrónico o romper otro sin más
consecuencias que cambiar su dirección de E-mail. Para los que no son
duchos en la seducción escrita, se ofrecen «Cartas de amor en
las que usted sólo tiene que llenar los espacios en
blanco». Otros servicios, tanto pagos como gratuitos,
proponen amores virtuales entre personas del mismo sexo, imágenes
eróticas o pornográficas, agendas de encuentros
electrónicos, envío de postales
animadas y cantadas al objeto de los desvelos, envío de
ramilletes de flores virtuales, y hasta videntes online para
predecir el porvenir de las relaciones en el
cyberespacio".
La influencia de la informática en la sociedad es
tal que se puede considerar que desde la ciencia y
el arte, hasta el
amor y la guerra, la
computadora vale para todo, y está provocando una
auténtica revolución del conocimiento,
revolución que llevara a la humanidad a pasar de ser la
sociedad postindustrial a la sociedad de la información
(Joyanes, 1997).
La sociedad de la información, la
revolución del conocimiento y la aparición del homo
digital (citado por Joyanes, 1997), se relaciona directamente con
la aparición de la gran red llamada Internet con sus
autopistas de comunicación y servicios tales como correo
electrónico, transferencia de archivos
(FTP), grupos de
noticias,
servicios de información interactiva como "la
telaraña mundial" www, sesiones de trabajo en
computadoras
remotas (Telnet),
servicios interactivos multiusuarios, y servicios de
búsqueda de información.
Para el actual estudio escogimos el correo
electrónico ya que permite la confección del
hipertexto epistolar de las relaciones amorosas facilitando la
construcción del vínculo afectivo a través
de la distancia; parejas de todo el mundo han llegado a
concretarse en la red a través de la metáfora, el
envío de tarjetas, flores,
dibujos,
regalos que estimulan un estilo de relación tan vigente
para el siglo XXI. El correo electrónico es el medio
más adecuado para la simulación
y para el desarrollo de
la escritura de
los vinculantes, ya que es fuente de confesiones o de descarga de
emotividades. El escribir en soledad permite expresar
pensamientos, acciones,
deseos y sentimientos que probablemente en las interacciones cara
a cara serían inexistentes. Es aquí donde los
amantes comienzan el juego de "acariciarse con palabras" un juego
de seducción escrita donde las palabras están
cargadas de emociones, significados y sentidos.
El e-mail permite construir espacios en los que se puede
expresar intimidad como en los confesionarios, ya que no existe
inhibición al hacerlo. Por ello es a la vez placentero e
inquietante el juego de las relaciones amorosas que consiste en
despertar la atención y mantenerla. La aproximación
a la realidad evoluciona a medida que las personas relatan tanto
sus fantasías como la vida cotidiana, al mismo tiempo que se
desarrollan las atracciones eróticas. Se construye un
vínculo afectivo que al parecer posibilita suplir la
necesidad de completud (Thomas, 1999) y mermar la ansiedad de
separación (Bowlby, 1995) que experimentan los seres
humanos desde su origen.
Por otra parte, Bruner (1996) plantea que "el concepto
fundamental de la psicología humana, es el de
significado y los procesos y
transacciones que se dan en la construcción de
éste" (p.47); esta convicción se basa en dos
argumentos relacionados entre sí. El primero es que, para
comprender al hombre es
necesario comprender sus experiencias y sus actos moldeados por
estados intencionales. El segundo, es que esos estados
intencionales solo pueden plasmarse desde la interacción con la cultura, la cual
funciona como entramados de significación que definen la
"realidad visible" del ser humano (citado por Bruner,
1996).
De esta manera, podría pensarse que las
ciberparejas construyen sus significados en torno a su
vínculo a partir de su interacción con la cultura,
la cual concibe las relaciones cara a cara como las que permiten
construir una "verdadera" relación de pareja; sin embargo,
no deja de ser inquietante para la
investigación
actual, qué tan "reales o virtuales" son las
relaciones de pareja, cuando hace algunas décadas, las
parejas de amantes establecían su relación por
medio de epístolas (cartas) sin tener acceso al contacto
cara a cara, y cuando de igual forma, se realizan
virtualizaciones del otro a partir de contactos
físicos.
Este estudio se propone investigar acerca del
fenómeno de las ciberparejas en relación con los
significados que estas construyen en torno a su vínculo,
para lo cual se plantean los siguientes interrogantes:
¿Cómo se da el proceso de enamoramiento en las
parejas de cibernautas a través del correo
electrónico?, ¿Cómo se maneja el no
compartir espacios físicos en una relación de
pareja de cibernautas?, ¿Cómo comprenden la
sexualidad las
parejas cibernautas?, ¿Qué significado tiene para
una pareja de cibernautas basar su relación afectiva en la
comunicación escrita?, ¿Cómo se comprende el
significado de compromiso?, ¿Cómo significa cada
miembro de la ciberpareja al otro y a la ciberrelación?,
¿Cómo el lenguaje digital y analógico se
expresa en la relación afectiva de pareja que se sostiene
por medio de la comunicación escrita que se da en el
correo electrónico?, ¿Estas relaciones proporcionan
estabilidad emocional a sus integrantes?, y finalmente
¿Cómo puede construirse y mantenerse una
relación a través de un sólo medio: la
comunicación por CMC?. Estas preguntas conducen a una
pregunta global que enmarca esta investigación:
¿Qué significados construyen las parejas
heterosexuales de cibernautas acerca de la relación
afectiva sostenida a través del correo
electrónico?
Al dar respuesta a esta pregunta, esperamos construir
una nueva versión de las relaciones de pareja, en un nuevo
contexto como lo es Internet, dándonos así la
posibilidad de trabajar desde lo psicológico con esta
población, no siendo excluyentes por el
desconocimiento de nuevos significados creados por nuevas
culturas que nos tocan y nos cuestionan tanto como seres humanos,
como profesionales de la salud.
"La humanidad, se enfrenta a la
más profunda conmoción social
y reestructuración creativa de
todos los tiempos"
Alvin Tofler
A raíz de los acelerados cambios que se han
estado produciendo a través del tiempo, es importante
resaltar a las nuevas
tecnologías como uno de los factores que más
están influyendo en los múltiples aspectos de la
vida humana.
Según Alvin Tofler (1980), quién
estudió la nueva civilización que emergía en
nuestras vidas a principio de los ochenta, la humanidad se
enfrenta a la más profunda conmoción social y
reestructuración creativa de todos los tiempos.
Esta nueva civilización ha llevado a que las
personas se vean enfrentadas a nuevos contextos como Internet y a
posibilitar en éste nuevas formas de interacción,
por medio del Chat,
Correo-E, Vídeo Conferencias, Tablones de Anuncios, entre
otros. A partir de estas formas de interacción, las nuevas
tecnologías han dado lugar a dos perspectivas de la manera
como se comprenden las relaciones
interpersonales; una de ellas apunta a la preocupación
por la posible alienación del ser humano, al encontrar en
Internet el único espacio para relacionarse con otros. En
este sentido, la psicología y la psiquiatría
relacionan la patología con la práctica social de
establecer relaciones interpersonales por medio de Internet. Por
el contrario, la otra perspectiva se fundamenta en que Internet
permite nuevas formas de interrelacionarse sin establecer
criterios de normalidad o anormalidad, asumiendo esta
práctica como un contexto que posibilita conocer personas
distantes geográficamente, sin desplazamiento
físico, limitante que anteriormente dificultaba establecer
nuevos vínculos sociales.
Esta última perspectiva permite a la
psicología ver a la Internet como un contexto social que
posibilita un intercambio cultural, emocional, intelectual y
relacional, donde el ser humano construye nuevas formas de
relacionarse con otros sujetos. "La computadora está
sometida al hombre, primera verdad que parece olvidarse hoy
día hasta el punto que se invierte los factores; los
riesgos para
las libertades no vienen de la máquina sino de los hombres
que se sirven de ella. No es el cuchillo el responsable del
asesinato sino la mano que lo maneja" (citado por Joyanes, 1986,
p. 169).
El auge de las ciberrelaciones es tal, que ha originado
nuevos mercados en Internet; los anuncios en la prensa escrita
que ofrecen posibilidades de formar parejas fueron frecuentes en
la última década, pero más reciente es el
remplazo por Internet, que es el lugar por excelencia de los
ofrecimientos de sitios que facilitan relaciones
afectivas.
Las formas de potenciales encuentros amorosos son
diversas; puede ocurrir que exista una comunicación en un
chat, que al principio intercambien mensajes públicos y
posteriormente lleguen a los privados. Con el tiempo las comunicaciones
se hacen más personales y comprometidas. Alguno de los
componentes comienza a utilizar términos como: querido,
cariño. La intimidad llega al tema del sexo. Para que el
intercambio y para que la relación posea duración
en el tiempo, se necesita conocerse de otra manera, puede ser una
llamada telefónica, el envío de fotografías
o el uso del correo electrónico.
De igual forma, la comunicación se resignifica en
el ciberespacio ya que en las relaciones cara a cara predomina el
lenguaje no verbal o analógico, porque se tiene la
posibilidad de ver al otro, de percibir sus gestos, los tonos de
voz, la mirada y su aspecto físico que en conjunto dicen
más que las palabras, constituyéndose de vital
importancia para la construcción de la relación. En
el actual problema de investigación se le da importancia a
la comunicación analógica en el lenguaje
escrito.
A partir de lo mencionado anteriormente, ésta
investigación se ve de gran importancia para la disciplina en
cuestión y para la sociedad, al entender que es un
fenómeno en el que poco se ha ahondado y que nos abre la
posibilidad de explorar una realidad en donde las relaciones de
pareja cobran nuevos significados.
Encontramos que el sujeto aislado tiene dificultades
para construir significados ya que ello exige de otro y de una
relación; ahora, una de las relaciones entre seres humanos
que más ha causado curiosidad y que ha sido objeto de
varios estudios durante décadas, es la relación de
pareja, la cual ha tenido que ser resignificada desde la sociedad
a partir de los cambios suscitados por y en esta. Mucho se ha
trabajado e investigado sobre las relaciones de pareja, el
romanticismo y
el amor, pero poco de su nueva relación con las TIC y las
CMC, más aún cuando las cifras crecen en el tema
del ciberamor, ciberparejas y ciberromances.
Específicamente en lo que atañe a la
psicología, nos interesa estudiar los significados que
construyen las ciberparejas acerca de la relación afectiva
sostenida por medio del correo electrónico, y lo que las
lleva a vivenciar sentimientos y emociones, generando así
comportamientos que se basan en una experiencia de vida y de
pareja; esta es una nueva forma de relacionarse y de entrar en
contacto con el otro, que probablemente resignificaría los
conceptos tradicionales que se manejan de pareja
actualmente.
La psicología no puede negar el fenómeno
de las CMC, ya que en el contexto de Internet se encuentran
nuevas realidades, que indudablemente nos llevan a construir
criterios de abordaje psicológico; para esto es importante
conocer éstas nuevas realidades, estudiando al
fenómeno y a las personas involucradas en la
situación, ya que el ser humano en su esencia social no
puede ser aislado de su contexto de vida, particularmente en la
cotidianidad. Es la comprensión de este fenómeno lo
que nos posibilita realizar el aporte desde la psicología,
en la reflexión que se ha dado en torno a Internet como
fenómeno cultural, en tanto que se constituye en un
espacio social de construcción de sentidos de lo humano;
de igual forma dar continuidad a la investigación en este
campo la cual comenzó con el proyecto
denominado El Chateo Como Una Forma De Recrear Las Relaciones
Interpersonales (Gómez y Velásquez, 2000)
realizado hace tan solo 2 semestres en la facultad de
psicología de la USTA en Colombia; de esta forma queremos
mantener el interés por explorar este contexto,
permitiendo a la disciplina ampliar su campo de acción.
Objetivo General
Comprender los significados que construyen las
ciberparejas heterosexuales acerca de su relación afectiva
sostenida a través del contacto por correo
electrónico.
Objetivos
Específicos
Identificar las expectativas que cada miembro de la
ciberpareja otorga al otro y a la relación basada en la
comunicación escrita por correo
electrónico.
Describir la forma como se expresa el lenguaje
analógico y digital en la relación afectiva de
pareja que se sostiene por medio de la comunicación
escrita que se da en el correo electrónico.
Analizar los significados que las ciberparejas
construyen en torno a las características teorizadas de
afecto.
REFLEXIÓN
EPISTEMOLÓGICA
"La construcción del mundo tiene
lugar no dentro de la mente del observador
sino en las formas de
relación"
Latour
El problema de esta investigación se
abordará a partir del socioconstruccionismo y de la
hermenéutica, permitiendo así
entender el proceso de construcción de nuevas realidades
dadas desde el contexto histórico cultural, en el que se
resignifica constantemente la realidad cotidiana.
Se retoma el socioconstruccionismo social en tanto
permite reconocer que es por medio del intercambio social que se
construye el comportamiento. Comprendemos el mundo y a nosotros
mismos, como un producto de un intercambio histórico-
cultural, lo cual determina la forma en que concebimos la
realidad y construimos el sentido que le damos a la vida; esto,
mediado por el dialogo que
entablamos y compartimos junto a los que nos rodean, de acuerdo a
la forma en que establecemos patrones de relación que
posibilitan atribuir significados, lo que a su vez surge de la
pragmática social en que participamos, de los modos
específicos de vida y de los rituales de intercambio en
los que nos involucramos.
De igual forma, se comprende el fenómeno desde
los planteamientos de la Hermenéutica, teniendo en cuenta
que ésta es una herramienta que nos permite conocer la
realidad, validar diversas voces e "indagar en lo que tiene un
sentido múltiple" (Gadamer, 1992); el problema del sentido
múltiple se plantea en consideración de un conjunto
donde están articulados acontecimientos, personajes,
instituciones
y realidades naturales o históricas, es decir, todo un
conjunto significante, que para ésta investigación
se constituye en una realidad histórica de la era
tecnológica llamada la Internet y las ciberparejas que en
ella se construyen.
Como un producto histórico – cultural que
somos, en nuestro rol de investigadoras queremos defender dos
premisas básicas. La primera es que al aproximarnos al
objeto de indagación, no lo hacemos en forma desprevenida,
sino que dicho acercamiento parte de un interés personal,
lo cual implica un saber previo. La segunda premisa consiste en
que al constituirnos como observadores, a su vez participamos del
fenómeno que observamos, contribuyendo a su
construcción.
A partir de esto, definimos nuestra postura como de
carácter cualitativo, por lo que nuestro
ejercicio se dirige hacia la comprensión más que a
la explicación, lo que indica que nuestro interés
es captar los significados que construyen y comparten los sujetos
en torno a las relaciones de pareja que se dan a partir del
contacto por medio del correo electrónico, realidad que
hoy día entendemos como una realidad histórica que
es "validada y transformada por los mismos sujetos" (Bonilla,
1997, p. 52).
Teniendo en cuenta la anterior reflexión, se hace
explícito que partimos de una postura comprensiva,
entendiendo lo comprensivo como la capacidad de indagar acerca
del fenómeno, encontrando su justificación y
naturaleza; la
comprensión da cuenta del todo, es decir que une y trata
de abarcar el sentido del todo más allá de su
interacción con otros, lo cual implica "ver la realidad a
través de los ojos del grupo humano que está siendo
estudiado".
Así, la hermenéutica complementa lo
anterior al tener como objetivo
indagar en la realidad los significados existentes, "sacando a la
luz el
significado oculto, lo todavía no iluminado" (citado por
Gádamer 1992), teniendo en cuenta que la existencia humana
es un proceso ontológico, de apertura, de
comprensión y un elemento constitutivo del "ser en el
mundo".
En el ejercicio Hermenéutico, el interés
principal se enfoca en la comprensión del lenguaje debido
a que el mundo que cada cual construye, lo hace desde el
lenguaje. Para la Hermenéutica es indispensable tener en
cuenta ciertas condiciones para abordar el objeto de estudio, las
cuales se basan en la posibilidad de que los investigadores
construyan una realidad con los protagonistas, en una
interacción sujeto – sujeto.
En esta perspectiva y desde el socioconstruccionismo, es
claro que no podemos entender los actos humanos sin penetrar en
los subyacentes sistemas de
significados de los que se derivan (Gergen, 1996), lo cual nos
lleva a asumir una postura intersubjetiva, teniendo claro que la
relación con el objeto no puede ser considerada más
que mediatizada por la relación del sujeto con otros, y
que la existencia es dependiente de las operaciones de
distinción del observador sin poderse separar el sujeto
del objeto, pues un observador no tiene base operacional alguna
para efectuar observaciones o planteamientos acerca de objetos,
entidades o relaciones como si estos existiesen
independientemente de lo que él haga, lo que en nuestra
investigación nos da la posibilidad de construir con las
ciberparejas como grupo humano eje del estudio, una
reflexión en torno a esta práctica y a su vez, nos
permite vernos como investigadores usuarios de
Internet.
La base epistemológica de la actual
investigación, el construccionismo social, es un discurso
participativo en el que las personas se van experimentando a
sí mismas en sus correspondencias, reordenadas y
explicadas en los siempre inacabados argumentos; actuamos siempre
"desde y hacia contextos" de una realidad social implicativa en
la que las personas producen esos contextos (citado por Bruner,
1998). El enfoque construccionista atraviesa la
investigación, puesto que es uno de los resultados
más sugestivos del pensamiento,
invita al análisis reflexivo de la vida cultural y
proporciona nuevas formas de conciencia que
ponen determinadas líneas de razonamiento en tela de
juicio e introducen nuevas concepciones y prácticas. El
construccionismo social rechaza el dualismo sujeto-objeto en la
presunción de que el
conocimiento es una representación exacta del mundo,
se desplazan del mundo mental para centrarse en el dominio de lo
social. La construcción del mundo tiene lugar no dentro de
la mente del observador sino en las formas de relación
(citado por Bruner, 1998).
Describiremos ahora la forma en que surgió el
paradigma
socioconstruccionista y las bases que lo sustentan. El
socioconstruccionismo hace parte de los paradigmas
emergentes que son considerados matrices, ideas claras, abiertas
y circulares; aquí el sujeto es activo. El
construccionismo social se apoya en una posición
filosófica muy distinta de los caminos que otros han
seguido para abordar el nuevo paradigma. Se basa en los
pragmatistas norteamericanos sobre todo en William James, John
Dewey y George Herbert Mead. También se apoya en los
trabajos de la última época de Wittgenstein,
particularmente en su énfasis en los "juegos del
lenguaje" y en su énfasis en que las reglas no son algo
diferenciado de la actividad misma. El tercer punto de apoyo del
construccionismo social es la teoría
de los sistemas (citado por Gergen, 1996)
El aporte de muchos autores como Watzlawick, recoge
aspectos del enfoque sistémico y la cibernética de segundo orden; Gergen, quien
habla acerca de las narrativas, con las cuales construimos nuevas
realidades que son dadas en contextos histórico-culturales
y por medio de ellas damos cuenta de nuestra realidad cotidiana;
Maturana y Varela quienes aportan lo biológico referido a
la percepción y memoria y que
dicen que "el yo se construye a partir de los tus" y Bruner e
Ibáñez quienes introducen el diálogo y
señalan que todo está en el lenguaje y las
conversaciones que se crean a partir de ellas, "no hay
construcción en el monologo".
De tal forma, el socioconstruccionismo o
construccionismo social, se fundamenta en la premisa de que los
seres humanos crean y construyen dinámicamente su realidad
personal y de esta forma se orientan activamente hacia una
comprensión significativa del mundo en el que viven, en
donde no se tiene acceso directo a cualquier realidad externa,
sino que genera múltiples realidades que son transformadas
continuamente, construcción dada a partir del lenguaje. De
acuerdo con esto, lo social para los seres humanos se constituye
en el lenguaje, en el que se crean a sí mismos; es decir,
éste es generativo, crea realidades y posibilita la
acción, permitiendo así que se conecte con la
acción, posibilitando una comprensión nueva de la
acción humana, en la que los actos
lingüísticos permiten reconstruir la acción
humana en términos lingüísticos (Bruner,
1998).
Para el construccionista las concepciones del sujeto se
derivan del proceso social y la relacionalidad precede a la
individualidad. El reto construccionista, por consiguiente es
moldear una realidad de cualidad relacional, inteligibilidades
lingüísticas y prácticas asociadas que
ofrezcan una nueva potencialidad a la vida cultural. A
través de la coordinación relacional, nace el lenguaje,
y a través del lenguaje adquirimos la capacidad de
hacernos inteligibles. Así pues, la relación
sustituye al sujeto como unidad fundamental de la vida
social.
En Internet, específicamente en la
utilización del correo electrónico, se maneja lo
lingüístico como una forma de crear y recrear las
relaciones interpersonales (Gómez y Velásquez,
2000) dando cuenta de la acción humana en términos
de un proceso relacional y de la representación de los
lenguajes disponibles en la esfera pública. De esta forma,
en la actual investigación las ciberparejas crean y
construyen dinámicamente su realidad personal,
construcción dada a partir del lenguaje, tal y como el
socioconstruccionismo lo plantea.
REFLEXIÓN DISCIPLINAR E
INTERDISCIPLINAR
A continuación se realizará un recorrido
por los diferentes temas (resaltados en cursiva), desde la
psicología y otras disciplinas pertinentes, los cuales
permiten comprender de manera integral los aspectos que conforman
el problema de esta investigación.
Para dar inicio a este recorrido se trata en primera
instancia el tema de Internet como el medio de
comunicación y el contexto que permite la
construcción de relaciones sin fronteras
geográficas, a partir de los diferentes servicios que
éste ofrece; este tema se trabaja desde los planteamientos
Marc Auge, Bertrand Guille, Marshall cLuhan, Santiago Chelala y
Luis Joyanes entre otros.
Internet a su vez está inmerso en el
ciberespacio en donde encontramos un lenguaje que permite
a los navegantes comunicarse sin perder los espacios emocionales
que son fundamentales en las relaciones; este ciberlenguaje esta
contextualizado en una cibercultura que da unos
parámetros para expresarnos por las CMC.
Dentro de este contexto social denominado Internet,
abordaremos la construcción de las relaciones
humanas, lo cual contempla los significados
abordados desde Jerome Bruner; los conceptos compartidos que a
partir del lenguaje verbal y no verbal o
analógico trabajados por Mauricio Andolfi, y de la
narración (retomada también desde
Bruner), se constituyen para construir la
relación afectiva la cual a su vez les sirve como
contexto.
Las relaciones humanas se viven de una forma
narrativa y por lo tanto es el intercambio humano el que
da al lenguaje su capacidad de significar: es aquel el que
posibilita las relaciones que en el problema de ésta
investigación se trabaja como relaciones
afectivas, retomadas desde los planteamientos de John
Bowlby, Erich Fromm, Nelly Rojas y Florence Thomas, autores que
han estudiado las relaciones cara a cara; y Susana Finquelievich
y Apolonia del Brutto quienes abordan las ciberrelaciones. Como
complemento a estas relaciones, se hará mención a
la sexualidad desde los planteamientos de Lucía
Nader.
Se espera que al terminar este recorrido temático
se pueda tener una comprensión más clara de los
elementos constitutivos del problema sujeto a
investigación.
La Internet: Contexto de
Comunicación y Relación
"La computadora está sometida al
hombre, primera verdad que parece olvidarse hoy en día,
hasta el punto que se invierten los factores.
Los riesgos para las libertades no
vienen de la máquina
sino de los hombres que se sirven de
ella.
No es el cuchillo el responsable del
asesinato, sino la mano que lo maneja"
Bertrand Guille
Los Medios de Comunicación han
influido en el desarrollo del ser humano como ser social al
posibilitar el compartir información, expresar emociones,
multiplicar conocimientos y establecer normas que
permitan la convivencia en sociedad; de esta forma, el ser humano
encuentra cada vez más diferentes formas de comunicarse
con otro y establecer nuevas relaciones (McLuhan, 1996, p.
78).
En sus inicios la comunicación humana estaba
mediada por el señalamiento para referirse a los objetos
que rodeaban al hombre en su espacio inmediato; luego se
utilizó el dibujo para
hacer entender a otros lo que el ser humano individual
producía por medio del pensamiento. La expresión
onomatopéyica fue el comienzo de la comunicación
oral; la imitación de sonidos de la naturaleza y de los
sonidos que entre los mismos sujetos producían, fue el
inicio para que el hombre se
refiriera a objetos no presentes, desarrollando así
códigos lingüísticos. Pero aún
así el hombre se veía limitado por tiempo y la
memoria; las tradiciones se perdieron en el tiempo, pues la memoria
sólo recogía aquello que era considerado como lo
más significativo y se distorsionaban los mensajes
originales.
El lenguaje escrito trascendió el tiempo y el
espacio, dando lugar a la posibilidad de comunicar sin las
implicaciones de la presencia física; luego la
imprenta hace
posible la comunicación entre escritor y lector distantes
en el espacio y el tiempo, pues era posible llegar a cualquier
lugar con el texto escrito
(Gómez y Velásquez, 2000). Así, los medios de
comunicación escrita avanzaron y se desarrollaron
hasta lo que hoy conocemos como "medios
electrónicos de comunicación"; éstos
medios son entendidos como canales por los se intercambia
información, trascendiendo el espacio y el tiempo. Con
ellos hemos trascendido igualmente nuestros sentidos; con la
información que los medios electrónicos de
comunicación nos brinda, cualquiera de nuestros sentidos
puede sugerir respuesta, como por ejemplo la sudoración,
el asombro y los comportamientos en general (McLuhan, 1996, p.
25).
Dentro de los medios de
comunicación electrónica, la Internet ha sido uno de los
medios que mayor aceptación tiene en la actualidad, "ya
que es de carácter mundial, interactivo y
multimediático, que transforma nuestra cultura, la forma
de interactuar con otros, disolviendo las fronteras de la
identidad"
(Gómez y Velásquez, 2000, p.33).
El origen de Internet se remonta a 1969 cuando la
Agencia de Investigación Avanzada (ARPA) del Departamento
de Defensa de los Estados Unidos, puso en marcha el proyecto
ARPANET, una red de
datos para unir "supercomputadoras" de aquella época
dedicadas a proyectos
nacionales de investigación. Durante los años
setenta, ARPANET adopta el protocolo
TCP/IP
(Transmission Control
Protocol/Internet Protocol) y el creciente número de
usuarios lleva a crear muchos de los servicios actualmente
disponibles en Internet. A comienzos de la década de los
ochenta, surgen en Estados Unidos
otras redes
científicas tales como 4CSNET (Computer Science Net),
BITNET (red de IBM); estas utilizaron el protocolo TCP/IP lo que
posteriormente dio lugar a que en 1983 nazca Internet como red de
interconexión entre ARPANET, CSNET Y MILNET (con fines
militares), a las que posteriormente se irían
añadiendo otras redes de Estados Unidos y de otros
países, hasta llegar a lo que hoy en día conocemos
como la red internacional Internet. Actualmente éste
presta servicios tales como transferencia de archivos (FTP),
grupos de noticias, servicios de información interactiva
como "la telaraña mundial" www, sesiones de trabajo en
computadoras remotas (Telnet), servicios interactivos
multiusuarios, servicios de búsqueda de información
y correo electrónico (Joyanes, 1997), el cual es
privilegiado en la actual investigación, ya que permite la
confección del hipertexto epistolar de las relaciones
amorosas en Internet.
El correo electrónico es el medio
más adecuado para la simulación y para el
desarrollo de la escritura de los vinculantes, ya que es fuente
de confesiones o de descarga de emotividades. El escribir en
soledad permite expresar pensamientos, acciones, deseos y
sentimientos que probablemente en las interacciones cara a cara
serían inexistentes. Es aquí donde los amantes
comienzan el juego de "acariciarse con palabras" un juego de
seducción escrita donde las palabras están cargadas
de emociones, significados y sentidos.
El e-mail permite construir espacios en los que se puede
expresar intimidad como en los confesionarios, ya que no existe
inhibición al hacerlo. Por ello es a la vez placentero e
inquietante el juego de las relaciones amorosas que consiste en
despertar la atención y mantenerla. La aproximación
a la realidad evoluciona a medida que las personas relatan tanto
sus fantasías como la vida cotidiana, al mismo tiempo que
se desarrollan las atracciones eróticas.
Internet es definida como "La Red de Redes" (Chelala,
1997), y como "La Autopista de la Información".
Efectivamente, Internet es una Red de Redes porque está
hecha a base de unir muchas redes locales de ordenadores, o sea
de unos pocos ordenadores en un mismo edificio o empresa.
Además, ésta es "La Red de Redes" porque es la
más grande. Prácticamente todos los países
del mundo tienen acceso a Internet. En algunos, como los del
Tercer Mundo, sólo acceden los multimillonarios y en otros
como USA o los países más desarrollados de Europa, no es
difícil conectarse.
Por la Red Internet circulan constantemente cantidades
increíbles de información. Por este motivo se le
llama también La Autopista de la Información. Hay
50 millones de "Internautas", es decir, de personas que "navegan"
por Internet en todo el Mundo. Se dice "navegar" porque es normal
el ver información que proviene de muchas partes distintas
del Mundo en una sola sesión.
Lo anteriormente expuesto es el punto de vista
técnico de la red de redes, existiendo de igual forma un
punto de vista social en donde se trabaja el universo
relacional del sujeto, como la suma de todas las relaciones que
éste percibe como significativas y que posibilita
construir multiplicidad de significados, contribuyendo
sustancialmente a su propio reconocimiento y a su imagen de
sí mismo (Sluzky, 1994, p. 42).
Internet posibilita un espacio humano que da lugar al
ciberespacio y en el cual se construye la
relación.
Al hablar de ciberespacio nos vemos en la necesidad de
tocar sus dos componentes: ciber y espacio,
entendiendo ciber como un prefijo que tiene su origen en la
cibernética y por lo cual denota la relación
hombre-máquina (Mayo, 1994, p.24), que en este caso
hablaría del hombre en relación con los medios de
comunicación siendo Internet uno de ellos.
Por otra parte, según la visión citada por
Marc Augé (1998), se propone el espacio como "…un lugar
practicado….un cruce de elementos en movimiento…"
(p. 83). Los seres humanos son quienes transforman el espacio en
un espacio humano, al poder construir en la interacción
con el otro una relación cargada de emociones, sentidos,
significados, pensamientos y demás que están
contemplados en el plano mental, afectivo y social (Merani, 1979,
p. 85).
Igualmente en Internet los espacios se construyen a
partir de la interacción con otros independientemente del
tiempo; sin embargo, no todos los espacios o lugares dan la
posibilidad de la interacción con otros, o la
construcción de "espacios compartidos", ya que hay lugares
que se asemejan mas a un no-lugar (Augé, 1998) pues se
muestra al
navegante y a su entorno en un vínculo efímero,
pasajero y de consumo.
El ciberespacio en Internet es un microcosmos digital y
social en el que no existen fronteras, distancias ni autoridad
central, en el que es posible construir un mundo de significados.
Es accesible a cualquier persona que tenga una computadora
personal equipado con modem, y conectado a un teléfono además de disponer de los
programas
(software) adecuados (Joyanes, 1997, p.16).
Al no existir fronteras, distancias ni autoridad
central, y al construirse nuevos significados al interior del
ciberespacio, la cultura también adquiere otro
significado, connotándose como una cultura única
dentro de la Red de Redes.
La cultura es un conjunto de ideas basadas en el aprendizaje de
símbolos, que funcionan como mecanismos de
control, como entramados de significación que definen la
"realidad visible" y las formas de interacción marcando
una distinción entre lo público y lo privado;
funcionan como planes, recetas, fórmulas, reglas e
instrucciones (Gertz, 1988).
La cultura no se encuentra en un estado fijo sino que
cambia continuamente, lenta pero firmemente. Es más, a
medida que la cultura es también capaz de reaccionar y
adaptarse, este proceso de cambio puede ser interrumpido por
cambios en el entorno cultural; de esta forma, la escena cultural
es muy diversa y existen muchas interacciones factibles entre
sociedad y la informática. Las tecnologías de la
información, en mayor grado que otras, tienen efectos
directos e indirectos en nuestro trabajo, en la educación, en el
ocio, en las comunicaciones, en las vidas públicas y
privadas, en el deporte, en las bellas artes,
etc., y es por esto que influye directamente en los cambios
culturales y sociales que hacen del ser humano un ser social y
cultural cambiante y adaptable (Joyanes, 1997).
De esta forma, La cibercultura se constituye en una
colección de productos
culturales que sin fronteras geográficas, se reúnen
en el ciberespacio en Internet. Es en este ciberespacio que se
posibilitan nuevas formas de interacción que convoca
intereses comunes, múltiples voces y formas de ver la
vida, que bajo la tolerancia y el
compartir con otros, confluyen en una cibercultura amplia,
extensa, fluctuante y dinámica, que le permite estar en constante
transformación.
La Construcción de las Relaciones
Humanas
"Nuestra forma de vida adaptada
culturalmente
depende de significados y conceptos
compartidos"
Jerome Bruner
La participación del hombre en la cultura y la
realización de sus potencialidades mentales, hacen que sea
imposible construir la psicología basándose
únicamente en el sujeto, ya que éste está en
permanente participación con ésta. Como dice Bruner
(1998) "la psicología se encuentra tan inmersa en la
cultura que está organizada en torno a procesos de
construcción y utilización del significado,
que conectan al hombre con la cultura. De esta forma el
significado se hace público y compartido; nuestra forma de
vida, adaptada culturalmente depende de significados y conceptos
compartidos, y depende también de formas de discurso
compartidas que sirven para negociar las diferencias de
significado e interpretación" (p.
29).
El significado es un fenómeno mediado
culturalmente cuya existencia depende de un sistema previo de
símbolos compartidos; la cultura es la que confiere
significado a la acción. Los significados culturales son
los que guían y controlan nuestros actos (Bruner, 1996, p.
48).
No cabe duda de que el significado que los participantes
en una interacción cotidiana atribuyen a la mayor parte de
los actos, depende de lo que dicen mutuamente antes, durante o
después de actuar. El significado de la palabra se
encuentra poderosamente determinado por el tren de acción
en el que ocurre.
Los actos del habla y sus implicaciones representan muy
notablemente la fusión de
los tres marcos de referencia, en función de
los cuales puede comprenderse el lenguaje. El primer marco,
conocido como el sintáctico, se basa en el criterio de la
construcción correcta a partir de las reglas gramaticales.
El segundo es el semántico que se basa en el sentido y el
referente, o lo que quiere decir la expresión. El
último de los marcos es el pragmático que tiene que
ver con el uso que las personas hacen del lenguaje (Bruner, 1998,
p. 93).
Un acto de habla desde luego es un medio convencional
para encarnar una intención en un mensaje; si los actos
del habla son un rasgo universal del lenguaje (o del uso del
lenguaje), parece razonable suponer que el desarrollo de la
sintaxis, la semántica y aún el léxico,
obedecería a la necesidad de señalar intenciones en
el lenguaje.
Durante los últimos 30 años, los
investigadores de la mente han concentrado sus esfuerzos en
restaurar el contexto comunicativo en el análisis del
significado teniendo en cuenta que las emisiones
lingüísticas encarnan muchas mas intenciones que la
mera referencia (Bruner, 1996, p. 72).
La "realidad psicológica" de las estructuras
lingüísticas residiría en el alcance de lo que
deseáramos tener en cuenta en el carácter del
lenguaje como fenómeno; los rasgos distintivos del sistema
de sonidos que constituye un lenguaje están determinados
por el conjunto limitado de fonemas empleados en la
construcción de la unidad superior siguiente, los
morfemas. Y la morfología
está determinada por los usos a los cuales se aplican los
morfemas para formar lexemas o palabras. Las palabras a su vez
son describibles formalmente por las funciones que
realizan en las oraciones; las oraciones, a su vez, adquieren su
significación a partir del discurso en que están
incluidas. El discurso está regido por las intenciones
comunicativas de los hablantes, las cuales están regidas
por las necesidades transaccionales de la cultura (Bruner, 1998,
p. 89).
"El concepto fundamental de la psicología humana,
es el de significado y los procesos y transacciones que se
dan en la construcción de éste" (Bruner; 1996, p.
47); esta convicción se basa en dos argumentos
relacionados entre sí. El primero es que, para comprender
al hombre es necesario comprender sus experiencias y sus actos
moldeados por estados intencionales (deseos, creencias y
esperanzas). El segundo, es que esos estados intencionales solo
pueden plasmarse desde la interacción con la cultura en
términos de significación individual o de la
simbolización interna del mundo externo.
Esto se complementa a su vez con lo mencionado por
Gergen (1996), quien plantea que los significados se definen en
términos de lo individual surgiendo de simbolizaciones
internas, sin negar la existencia de un mundo externo para cada
uno dependiendo de los consensos que se realicen a partir del
lenguaje. Si el significado fuera preeminentemente un proceso de
establecimiento de la intersubjetividad y la lógica,
seríamos incapaces de comunicar; pero en vez de la
subjetividad individual, existe la exposición de la
comprensión humana a través del lenguaje,
razón por la cual lo pertinente sería estudiar la
relación humana y los contextos en la que esta se
desenvuelve siendo en este caso las relaciones de pareja con
relación a Internet.
Desde esta posición básica, los
especialistas derivan no simplemente un "problema del
significado", sino un conjunto de enigmas interrelacionados y
profundamente sugestivos. Entre los más destacados:
¿Cómo es que el mundo externo llega a tener un
significado para el sujeto? (problema de la epistemología), ¿Cómo podemos
dar cuenta de lo que parecen ser diferencias entre las personas
en el significado de los acontecimientos? (psicología
cultural), ¿De qué modo el significado individual
llega a expresarse en el lenguaje? (psicolinguistica). Intentando
no entramparse en esta cuestión, se deriva el significado
en relación con otros, siendo la principal pregunta el
¿cómo podemos percibir o comprender los
significados de cada uno de nosotros, para lograr comunicarnos y
comprendernos mutuamente?. Con independencia
de las soluciones que
den al "problema del significado", finalmente se llegará a
la conclusión de no poder explicar sin pensar el
significado en relación con otros.
Ningún significante por sí mismo es
informativo, sino que es el proceso comunicativo el que genera
significado. Cuando el significante se encuentra a la luz
reflejada de otros significantes, alcanzamos una claridad
momentánea.
Es el yo consciente el que puede significar, y es el yo
el que viabiliza el significado a través de las palabras y
escritos. "Conocer las intenciones de otro" desde este punto de
vista es acceder a la subjetividad del otro o a su sistema
simbólico. Comprender a otro es ir más allá
de la superficie visible hasta penetrar en el interior del otro,
comprender lo que el otro "quiere decir" o intentar
subjetivamente a través de sus palabras y
escritos.
Significar en un momento en el tiempo, es siempre una
tosca reconstrucción del pasado insertada precariamente en
la realización del momento presente; de un modo más
personal, a cada nueva relación la propia identidad lleva
a una relación metafórica con la propia identidad
pasada: una traslación del yo a partir de un contexto
previo a uno nuevo en el que las acciones anteriores, ahora
repetidas, adquieren nuevos significados. En este sentido, cada
instrumento cultural para generar significado (palabras, gestos,
imágenes y demás) está sujeto a una
recontextualización múltiple (Gergen,
1996).
Los "significados negociados" (Bruner, 1998, p. 59) que
según los antropólogos sociales y los
críticos culturales, son esenciales para la conducta de una
cultura, son posibles gracias al aparato narrativo de que
disponemos para hacer frente simultáneamente a la
normatividad y excepcionalidad. La psicología
social recurre a la narración y a la
interpretación narrativa para lograr este tipo de
significados.
Los significados negociados son la posibilidad de
interpretar lo inusual y lo excepcional para que sea comprensible
a una cultura. A través del lenguaje y de los relatos
explicamos las conductas usuales e inusuales del ser humano
otorgándole significado.
La mayoría de nosotros iniciamos nuestros
encuentros con los relatos de la infancia; a
través de los cuentos de
hadas, los cuentos populares y los relatos de familia,
recibimos las primeras exposiciones organizadas de la
acción humana. Contamos extensos relatos sobre nuestras
infancias, nuestras relaciones con los miembros de nuestra
familia, nuestros años en el colegio, nuestro primer
lío amoroso, el desarrollo de nuestro pensamiento sobre un
tema dado, y así sucesivamente, hasta poder también
crear relatos de situaciones venideras; en cada caso utilizamos
la forma de relato para identificarnos con otros y a nosotros
mismos. Tan predominante es el proceso de relato en la cultura
occidental, que Bruner (1996) ha ido tan lejos como para sugerir
una propensión genética a
la comprensión narrativa. Ya esté
biológicamente preparada o no, difícilmente podemos
menospreciar la importancia de los relatos en nuestras vidas y la
medida en la que sirven de vehículos que nos permiten
hacernos inteligibles.
Decir que contamos relatos para hacernos comprender, no
es ir demasiado lejos; no solo contamos nuestras vidas como
relatos sino que también existe un sentido importante en
el que nuestras relaciones con otros se viven de una forma
narrativa. "Las personas conceden significado a sus vidas y
relaciones relatando su experiencia" (citado por Gergen, 1996);
el intento de articular los principios
universales de lo justo y del bien, que se sitúan por
encima y al margen del tumultuoso intercambio cotidiano, es
también errático. Al fin y al cabo, todo cuanto es
significativo, proviene de las relaciones, y es en el interior de
este donde se forjará el futuro.
Las exposiciones narrativas están incrustadas en
la acción social; hacen que los acontecimientos sean
socialmente visibles y establecen característicamente
expectativas para acontecimientos futuros. Dado que los
acontecimientos de la vida cotidiana están inmersos en la
narración, se van cargando de sentido relatado: adquieren
la realidad de "un principio", de "un punto grave", de "un
climax", de un "final", y así sucesivamente. De esta
forma, la narración se convierte en el vehículo a
través del cual la realidad de la vida se hace manifiesta.
En un sentido significativo, vivimos mediante
narraciones.
Las narraciones del yo no son posesiones
fundamentalmente del sujeto sino de las relaciones: son producto
del intercambio social. En efecto, ser un yo con un pasado y un
futuro potencial no es ser un agente independiente, único
y autónomo, sino estar inmerso en la interdependencia. En
nuestra experiencia del yo y de los demás nos parece
encontrar no una serie de momentos discretos indefinidamente
yuxtapuestos, sino secuencias globales dirigidas a metas. Tal
como muchos historiógrafos han
sugerido, las explicaciones de la acción humana
difícilmente pueden proceder sin una incrustación
temporal. Comprender una acción es, en realidad, situarla
en un contexto de acontecimientos precedentes y
consecuentes.
Las narraciones son recursos
conversacionales, construcciones abiertas a la
modificación continuada a medida que la interacción
progresa. Los especialistas que se interesan por las narraciones
se dividen netamente sobre la cuestión del valor de
verdad: muchos son los que sostienen que las narraciones tienen
el potencial de transmitir la verdad, mientras que hay otros que
sostienen que las narraciones no reflejan sino que construyen la
realidad. El primer enfoque considera la narración como
conducida por hechos, mientras que el último, en general,
sostiene que la narración es una organización del hecho o incluso, una
producción del mismo.
La mayoría de historiadores, biógrafos y
empiristas, comprensiblemente hacen hincapié en las
posibilidades de transmitir la verdad que tiene la
narración. Existen límites en
nuestro dar cuenta de los acontecimientos a través del
tiempo, pero no pueden hacerse remontar ni a las mentes en
acción, ni a los acontecimientos mismos; más bien,
tanto en la ciencia como
en la vida cotidiana, los relatos hacen las veces de recursos
comunitarios que la gente utiliza en las relaciones vigentes.
Desde este punto de vista, las narraciones, más que
reflejar, crean el sentido de "lo que es verdad". En realidad,
esto es así a causa de las formas de narración
existentes que "cuentan la verdad" como un acto inteligible
(Gergen, 1996).
Desde un punto de vista construccionista, la
multiplicidad narrativa es importante primeramente a causa de sus
consecuencias sociales. La multiplicidad se ve favorecida por la
variada gama de relaciones en las que las personas están
enredadas y las diferentes demandas de contextos relacionales
diversos. Tal como aconsejaba Wittgenstein "piensa en las
herramientas
de una caja de herramientas: hay un martillo, alicates, una
sierra, un destornillador, una regla, un tarro de cola, … Las
funciones de las palabras son tan diversas como las funciones de
estos" (citado por Gergen, 1996). En este sentido, las
construcciones narrativas son herramientas esencialmente
lingüísticas con importantes funciones sociales.
Dominar diversas formas de narración, intensifica la
propia capacidad para su conexión ("problema del
significado").
Para manejar fructíferamente la vida social, uno
tiene que ser capaz de hacerse inteligible a través de la
narración, como una identidad perdurable, integral o
coherente; para ser capaz de mostrar al nivel más personal
que el amor, el compromiso paternal, la honestidad y los
ideales morales no se han quebrado con el paso del tiempo,
aún cuando su apariencia externa sea sospechosa, puede ser
esencial proseguir una relación. En las relaciones
íntimas, las personas a menudo quieren conocer si los
otros "son lo que aparentan" ó si determinadas
características duran a través del tiempo; una
vía importante de expresar esa seguridad es la
narración de estabilidad (una narración que vincula
los acontecimientos de tal modo que la trayectoria del sujeto
permanece esencialmente inalterada en relación a una meta
o resultado; no cambia sustancialmente). En este sentido, los
rasgos personales, el carácter moral y la
identidad personal, ya no son tanto construidos en la vida
social, como sí lo son a partir de los resultados de la
propia relación.
La actividad humana fundamental de la
construcción de significados a través de la
narrativa, es el evento más significativo del
construccionismo social. "nos revelamos a nosotros mismos en cada
momento de la interacción, por medio de las continuas
narraciones que intercambiamos con los otros" (Lax. 1996; citado
por Gergen; 1996). Es decir, la construcción del ser
persona es una forma narrativa que se autoorganiza en las
instancias sociales, que son un fluir constante. "Una narrativa
es un sistema constituido por "actores" o personajes, "guiones"
(incluyendo conversaciones y acciones) y "contextos" (incluyendo
escenarios donde transcurre la acción, historias y
contextos previos), ligados entre si por la "trama narrativa", es
decir por un conjunto de conectores lógicos
explícitos e implícitos que establecen la
relación entre actores, guión y contexto de modo
tal que todo cambio en los actores cambia el guión (y
viceversa), todo cambio en el contexto cambia la naturaleza del
guión y los actores (y viceversa), etc." (citado por del
Brutto, 1999). Es una secuencia de eventos
integrados o no en la vida cotidiana que va poblando los discursos que
se dinamizan en el tiempo y en las particularidades que
acompañan estos actos.
Tal como debiera ser evidente, uno tiene que estar
preparado en la mayoría de las relaciones para dar cuenta
de sí mismo, tanto en el sentido de mostrarse
inherentemente inestable como el de soportar el cambio. Uno tiene
que ser capaz de mostrar que siempre ha sido el mismo y
seguirá siéndolo, aunque siga mejorando. Lograr
este tipo de fines diversos es primeramente un asunto de negociación del significado de los
acontecimientos entre sí.
Las narraciones son una manera de usar el lenguaje ya
que es en éste donde se construyen y se desarrollan, y
adquieren un sentido especial cuando son involucradas en
función de una relación. A través del
lenguaje transmitimos a los demás nuestros pensamientos,
emociones, percepciones, etc. Como dice Gergen (1996) "en efecto
el mundo se refleja en nuestra conciencia y podemos compartir
nuestra experiencia consciente a través del medio
lingüístico".
Hace más de dos milenios en que la cultura
occidental se viene basando en una serie de supuestos
interrelacionados entre sí sobre la naturaleza del
lenguaje (conjunto de sonidos articulados o/y
símbolos con el que el hombre manifiesta lo que piensa o
siente). Un primer supuesto es que la lengua
(lenguaje propio de un pueblo o comunidad)
constituye el vehículo principal a través del cual
los hombres se representan mutuamente el mundo. La importancia
del lenguaje en el cumplimiento de esta función,
está estrechamente vinculada a un segundo supuesto
según el cual la lengua es el vehículo principal
que permite comunicar a los demás los contenidos
mentales.
La primera forma de comunicación de nuestra
especie y de cada uno de nosotros como sujetos, es siempre la
oral (en el sentido de hablar en una situación cara a
cara): sonidos intercomunicados, producidos e interpretados por
nuestros cuerpos. El lenguaje construye el mundo, no lo
representa, ya que tiene un efectivo aspecto formativo; la
función primaria del lenguaje es la construcción de
mundos humanos. La comunicación se torna así en un
proceso constructivo, no un mero carril conductor de mensajes o
de ideas, ni tampoco una señal indicadora del mundo
externo (citado por Gergen, 1996). Es claro que vivimos inmersos
en el lenguaje, no hay nada fuera de él y si lo hay no nos
es posible conocerlo (Gadamer, 1975).
La interactividad (término que nace de las
relaciones sociales en la Internet) de los foros de
comunicación, producción y también
interacción, es pública; aparentemente en ella se
pierden las diferencias de sexo y de género.
Para que exista interactividad cara a cara ó por medio de
las CMC, los usuarios tienen que aportar algo al sistema
interactivo. En las relaciones sociales de La Red al igual que en
la sociedad los usos del lenguaje son fundamentales ya que a
partir del uso del lenguaje es posible conocer a las personas y
éstas se conocen mediante el lenguaje que
utilizan.
Hay quienes afirman que las comunicaciones vía
Internet, que los chats lines llevan a una lengua internacional
perfecta. Los chats y el correo-e inventan formas de
comunicación, simbolismos culturales, que tienden a
homogeneizar las interactividades dispersas. Expresiones
abreviadas, caritas que expresan alegrías, dolor,
soledades, amistades, son elementos de un intercambio elemental;
pero es necesario su conocimiento para entrar en las salas de
chats de usuarios experimentados, incluso hay en
divulgación hasta un diccionario de
las simbologías; de esta manera es importante conocer la
cibercultura para entrar a hacer parte de ella.
En la historia de la literatura,
las palabras fueron disparadoras de las relaciones y situaciones
más extrañas que hemos podido imaginar. La
literatura popular, el folletín en el Río de la
Plata, fue quizás el antecedente más
verosímil de las relaciones de amor en la Internet. Las
palabras escritas necesitan ser precisadas de otra forma a las
que son emitidas cuando hablamos. Aunque pueden existir
confusiones, una potencial relación de afectos puede
sostenerse hasta que alguien descubra las contradicciones
psicológicas de los mensajes o hasta que el encuentro se
efectúe cara a cara.
El lenguaje de la Internet en las relaciones privadas
abandona todo los cánones de linealidad para convertirse
en multilinealidad, en nodos, en nexos, en redes. El soporte es
el de una naturaleza que revoluciona el mundo de los sentidos y el
de la cultura. A diferencia de una obra literaria, el hipertexto
de los diálogos entre los amantes de la Internet nos
acerca al mundo de la acción; cada relación, cada
frase en la búsqueda de palabras clave decide los
intereses de las conversaciones; son focos de
diálogos.
Los textos de los correos electrónicos reconocen
una pretendida linealidad de actividades. El encuentro fortuito
entre amantes o potenciales amantes reconvierte la
recepción de los textos. En el correo-e, la
recepción es fundamental, ya que el receptor o la
receptora del e-mail es el que construye los nexos entre los
textos. Tanto el chat como los e-mails poseen en común que
receptores como emisores de los hipertextos pueden dar como
finalizada la historia textual o la relación social cuando
ellos lo crean necesario.
En relación con el uso del lenguaje en la
Internet, es de igual importancia mencionar que así como
este medio de comunicación electrónica posibilita
acortar distancias con la
globalización de las fronteras y del tiempo,
también genera un nuevo fenómeno como lo es la
resignificación del lenguaje
analógico en la comunicación no verbal.
Comunicar es una condición innata en la vida del
ser humano y de las relaciones sociales; sin embargo, cuando
hablamos de comunicación a menudo pensamos
automáticamente en el lenguaje verbal, ignorando otras
formas en las que el ser humano comunica.
Si aceptamos con Watzlawick como principal axioma de la
comunicación que en toda situación de
interacción todo el comportamiento tiene valor de
mensaje, de todo ello deriva la imposibilidad de no comunicar
aunque nos esforzáramos por hacerlo (citado por Andolfi,
1977).
Es en esta instancia cuando necesariamente tenemos que
aceptar que además del lenguaje verbal existe el lenguaje
analógico o no verbal el cual incluye no solamente los
movimientos del cuerpo, sino también la utilización
del espacio personal e interpersonal, la gestualidad, la
expresión del rostro, el tono de la voz, las pausas, la
secuencia, el ritmo, y la cadencia de las palabras
mismas.
Está claro que una vez definido el contexto en el
que ocurre una determinada interacción, la
comunicación analógica puede contradecir, confirmar
o complementar la comunicación verbal.
Pero como el ser humano no solamente se comunica cara a
cara, sino que desde décadas atrás los sujetos
utilizan diferentes estrategias para acortar distancias hasta
llegar a lo que hoy en día conocemos como
Comunicación Mediada por Computadora; actualmente no es
necesaria la presencia física, y la comunicación
analógica se amplía y comienza a contemplar otras
variables
anteriormente no mencionadas.
Por ejemplo, desde décadas atrás hasta la
actualidad, la carta se ha
convertido en el medio de comunicación más habitual
para evitar el desplazamiento físico; anteriormente la
carta era
enviada por correo tradicional, implicando el tiempo de recorrido
de un lugar distante a otro, permitiendo analizar otras variables
analógicas.
Con la aparición de la carta, las personas
comienzan a pensar en que el emisor no solamente transmite
información por medio de su grafía, sino que
también comunica con las palabras que escoge y que dan
cuenta de la relación, con la cantidad del contenido, con
el tiempo que se toma el receptor para una nueva
contestación o con el silencio mismo.
Siempre que las personas se comunican entre sí,
informan al otro no sólo en términos de contenido,
sino también en términos de relación, lo
cual significa que toda comunicación afirma algo
también a propósito de la relación entre
quien la emite y el que la recibe; es entonces de esperar que el
aspecto de contenido y el de relación coexista y sea
complementaria, integrando las dos formas de lenguaje.
Finalmente, como dice Maurizio Andolfi (1977) "cuanto más
sana sea la interacción, tanto más la
definición de la relación se correlacionará
de un modo fluido y abierto con el cambio del contenido; cuanto
más perturbada sea una interacción, tanto
más se caracterizará por tensiones constantes para
definir la naturaleza de la relación, mientras el aspecto
de contenido resultará cada vez menos importante"
(p.42).
Los indicadores
comunicacionales tanto verbales como no verbales, aparecen en
cualquier contexto en el que tienen lugar una interacción.
En el caso de la comunicación en Internet, ésta se
encuentra mediatizada por la computadora lo cual ha generado que
los cibernautas empleen otro tipo de códigos
característicos de la cibercultura para expresar las
emociones, siendo los emoticones uno de los códigos que da
cuenta del lenguaje no verbal complementando y dando un sentido
especial al lenguaje escrito en el correo
electrónico.
De igual forma, los mensajes no verbales que se
comunican por medio del contacto físico no se pueden
reemplazar en la utilización del correo
electrónico, y los participantes de la relación
buscarán un contacto que permita que la corporalidad del
otro afirme los mensajes verbales preexistentes.
Las relaciones son construidas en el
lenguaje a partir de las narrativas, no solamente con el lenguaje
verbal, sino como se contemplaba anteriormente, con la
comunicación analógica, teniendo presente que la
función primaria del lenguaje es la construcción de
mundos humanos.
La comunicación se torna así en un proceso
constructivo; la actividad humana fundamental de la
construcción de significados se da a través del
lenguaje, de la narrativa, y es el evento más
significativo del construccionismo social. Nos revelamos como
personas sociales en el momento de la interacción y del
intercambio de narraciones.
Si uno cree que la unidad central de la sociedad es el
yo individual, entonces las relaciones serían por
definición estratagemas artificiales, trabajadas y
dañinas; si se realizaran esfuerzos por hacer parte de una
relación o de un entramado de relaciones,
resultaría desagradable o extenuante, y se
invitaría al sujeto a que los abandone y vuelva al estado
originario de aislamiento.
Bellah y sus colegas al igual que los psicólogos
Sarnoff y Sarnoff, llegaron a la conclusión de que
instituciones como la comunidad y el matrimonio están
profundamente amenazadas por la perspectiva individualista
(citado por Gergen, 1996); de igual forma encontramos que en la
realidad de la tecnología, la Internet permite una
alienación del ser humano cuando ha abandonado los
esfuerzos por formar relaciones que le permita interactuar con
otro. Sin embargo, la Internet también facilita que el
cibernauta establezca y mantenga relaciones duraderas en el
tiempo, con personas de diferentes países y culturas, en
algunos de los casos, ampliando así su red social, sin
ignorar que este es tan solo uno de los medios que la sociedad
ofrece para la interacción y construcción de
relaciones interpersonales.
Página siguiente |