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Topolobampo, historia de una utopía




Enviado por nacho_lagarda



    1. Albert R.
      Owen
    2. Glosario

    " Dejé mis cobijas y anduve
    entre el monte hasta llegar hasta la orilla de la playa. ¡
    Que panorama! ¡Todo un mar encerrado! Dije entre mí:
    si por la mañana encuentro un canal de entrada profundo y
    seguro desde
    el Golfo de California, aquí sobre esta bahía,
    será el sitio de una gran ciudad metropolitana. Sobre este
    mar, en donde no se encuentra hoy una vela, navegarán los
    barcos de todas las naciones y sobre estas llanuras
    vivirán felices muchas familias. El australiano
    llegará hasta aquí para encontrarse con el europeo,
    que vendrá cruzando el continente por ferrocarril desde el
    Atlántico".

    Albert K. Owen ( 1872 )

    A principios del
    siglo XIX, los reformadores europeos, buscando implantar sus
    teorías
    sociales, lejos de la influencia de la vieja sociedad
    europea, conservadora y tradicionalista, emigraron a los EE.UU.
    De esta manera, llegaron al continente americano las corrientes
    de pensamiento
    filosófico y la
    organización social más avanzadas de la
    época.

    Así llegaron todas las sectas derivados del
    protestantismo, con los irlandeses arribó el catolicismo,
    llegaron también los grupos de
    librepensadores discípulos de los enciclopedistas, los
    utopistas y demás reformadores.

    Fue entonces que se iniciaron los primeros ensayos de
    socialismo
    utópico, tales como la comunidad
    New harmony de Robert Owen (1826);
    Icaria de Etiene Cabet (1848) y
    Oneida de John Humprhey Noyes (1840). Surgió
    también un movimiento de
    contenido religioso llamado Evangelio Social Cristiano o
    Social Gospel que " proponía la
    fundación de comunidades o asociaciones en donde se
    practicara la hermandad entre los hombres, el amor en vez
    de la competencia y la
    rivalidad, la ayuda mutua y la cooperación en lugar de la
    lucha por la existencia…;
    se proponía la
    huída hacia las localidades más alejadas de las
    grandes urbes donde los problemas
    aparecían con brutalidad descarnada, para organizar una
    vida cristiana de acuerdo con el modelo
    patriarcal"
    ( Gill 1982)

    El movimiento utopista buscaba la solución a los
    problemas
    sociales en el falansterio * , en el aislamiento, en
    la fuga y el refugio en el desierto, mientras que los
    materialistas preconizaban la lucha enfrentándose a la
    realidad y al capitalismo en
    las fábricas de las grandes urbes.

    El triunfo del norte sobre el sur, en la guerra de
    secesión de EE.UU. fue el triunfo del capitalismo sobre el
    feudalismo. El
    capitalismo industrial se hallaba en pleno período de
    expansión por lo que era necesario explorar las
    posibilidades económicas de los estados del sur, es decir
    rumbo a México.

    El primer paso consistía entonces en abrir rutas
    de penetración económica y política,
    aprovechando la invención del ferrocarril..

    Un grupo de
    inversionistas, dueños del Ferrocarril Denver- Río
    Grande , concibieron la idea de construir una línea
    férrea desde un punto de la frontera sur
    con México, hasta el centro de la República
    Mexicana, para lo que organizaron una expedición para
    localizar el trazo del futuro ferrocarril. Participaron en ella
    el Gral. William J. Palmer, Mr. H.C. Hunt, Gobernador de Colorado
    y un grupo de técnicos en la materia.

    Partieron en 1870 de Colorado Springs, pasando por Santa
    Fe, El Paso y Chihuahua para dar por terminado su periplo en
    Querétaro.

    El resultado de la gira fue tan satisfactorio que
    decidieron planear la construcción de una línea que
    también uniera el centro de México con su
    país, pero por el pacífico. Comisionaron para
    explorar la ruta al Ingeniero Albert K. Owen, un joven de 23
    años, pero con experiencia en la construcción de
    ferrocarriles.

    De Querétaro, Owen marchó solo hacia el
    pacífico recorriendo toda la costa durante un año,
    tiempo en el
    cual aprendió español y
    entabló amistad con un
    joven general mexicano llamado Manuel González. En 1871
    llegó a Mazatlán donde se entrevistó con el
    Cónsul de su país Benjamín R. Carman, a
    quien le confió sus planes. Carman le habló de un
    lugar mas al norte, donde unos mineros norteamericanos que
    tratando de regresar a su país por mar, siguieron durante
    días una recua de mulas cargadas de oro hasta
    tropezarse con un hermoso puerto, rodeado de altas
    montañas y " resguardado de todos los vientos" donde las
    mulas fueron descargadas a un barco contrabandista, que
    zarpó rápidamente a Inglaterra,
    burlando al fisco.

    Un año después, al anochecer del 28 de
    septiembre de 1872, Owen en compañía del Ing. Fred
    G. Fitch, después de recorrer a caballo 300
    kilómetros, llegó a la bahía que Carman le
    había descrito y que los nativos llamaban Ohuira ( lugar
    encantado en lengua
    cahíta). Owen no pudo dormir esa noche y despertó
    para quedar deslumbrado por el lugar, el reflejo de la luna sobre
    el agua de la
    bahía era un espectáculo impresionante, al frente
    el mar tranquilo y hacia atrás una planicie inmensa y una
    soledad sin fin.

    Se imaginó la bahía cruzada por barcos de
    todo el mundo, y en la planicie una gran ciudad rodeada de
    chimeneas de fábricas, una urbe moderna, como la mas
    moderna de su país, con parques y alamedas y edificios de
    muchos pisos donde habitara una multitud cosmopolita.

    Se olvidó del proyecto original
    del ferrocarril del pacífico, ahora su proyecto
    tendría otro sesgo; arrancaría del dentro de USA,
    probablemente de Kansas, cruzaría Missouri y Texas para
    luego cruzar la Sierra Madre occidental hasta llegar a
    Topolobampo, acortando 600 millas de distancia y abaratando el
    costo de el flete
    de las mercancías.

    Había encontrado lo que buscaba: un gran puerto
    de condiciones excepcionales para el tráfico
    marítimo internacional. Si aquel mar interior tuviera una
    salida al golfo de california – se dijo a si mismo –
    Topolobampo sería el asiento de una metrópoli
    internacional, una puerta natural que comunicaría al
    oriente con el occidente, un sitio perfecto para el intercambio
    comercial entre todos los pueblos del mundo.

    En aquella época, el comercio
    marítimo entre el Atlántico y el Pacífico se
    realizaba por el Cabo de Hornos, pues todavía no se
    abría el Canal de Panamá.,
    por lo que un ferrocarril saliendo desde Kansas City y que
    terminara en Topolobampo, ahorraría 600 millas de
    distancia entre las zonas industriales del centro y este de USA y
    el océano pacífico.

    Se comisionó a Fitch para que levantara los
    planos de aquellas tierras, en tanto que Owen viajaba a su
    país en busca de dinero para el
    financiamiento
    de su fantástica obra.. Pasó siete años en
    busca de dinero con resultados infructuosos, hasta que en 1879 se
    presentó ante Porfirio Díaz para presentarle su
    proyecto, quien aceptó sus planes y le otorgó las
    concesiones correspondientes, pero no pudo concretar nada por
    múltiples razones, entre ellas un naufragio en las costas
    del golfo de México del que milagrosamente salió
    vivo.

    No fue hasta 1882 cuando ocupó la presidencia su
    viejo amigo Gral. Manuel González, que obtuvo la
    concesión para construir un ferrocarril y construir su
    soñada ciudad utópica.

    Hasta entonces pudo echar a andar su idea. Fitch
    trazó el proyecto de la ciudad a la que llamó
    Carman City, en honor al
    cónsul que le había dado a conocer el lugar, pero a
    Owen no le gustó y cambió el proyecto a un estilo
    mas españolizado, con plazas y calles transversales y le
    cambió el nombre a Ciudad González,
    en honor a su amigo y protector y cuando Díaz
    perdió el poder y con
    él el de González, le cambió el nombre a
    Pacific City.

    Owen organizó entonces el reclutamiento
    de los colonos de su ciudad ideal, con el llegaron obreros,
    artesanos, agricultores, artistas, científicos,
    profesionistas, catedráticos universitarios, maestros de
    escuela,
    periodistas, y hasta políticos. El ensayo de
    Owen no se basaba solamente en la buena voluntad de los miembros
    de la comunidad, sino que se apoyaba en una estructura
    semicapitalista, en una sociedad llamada The Credit Foncier
    of Sinaloa,
    que lanzó acciones al
    mercado, pensando
    que algún día podrían cotizarse en la
    bolsa de
    valores.

    El plan de Owen
    consistía en la organización de la sociedad, sobre la base
    de la supresión de la propiedad
    privada de la tierra y de
    los medios de
    producción, la supresión de la
    moneda, sustituyéndola por una emisión de "crédito
    por el trabajo".
    Las casas se construirían de manera colectiva, y
    poseídos a perpetuidad, se construirían
    también caminos, escuelas, hospitales, bibliotecas,
    universidades, fábricas, sistemas de
    irrigación, etc.Los colonos producirían todo lo
    necesario para subsistir y los sobrantes serían
    exportados.

    El ferrocarril a través de la Sierra de Chihuahua
    sería construido por todos y sería operado
    también de manera colectiva.

    Topolobampo sería una ciudad de trabajo donde
    quedarían excluidos los holgazanes, cada colono
    haría el trabajo que le señalara el Consejo de
    Administración de la colonia, de acuerdo a
    sus facultades., dentro de los límites de
    la ciudad, no se permitiría el establecimiento de empresas
    dedicadas a la explotación el trabajo manual o el
    esfuerzo intelectual ajeno. Las salas de conferencias
    podrían ser utilizadas por predicadores de todas las
    doctrinas sociales.

    Las operaciones
    comerciales e industriales podrían realizarse con bonos de la
    Credit Foncier. La religión sería
    un asunto privado da cada individuo.
    Todo pertenecería a todos: fábricas, talleres,
    comercios, teatros, los servicios
    públicos serían administrados por la
    colectividad, en beneficio de todos.

    Todas las actividades estarían regidas por diez
    departamentos administrativos:

    1.- escuelas,

    2.- calles y jardines,

    3.- restaurantes comunales,

    4.- mercados y
    comercio,

    5.- teatros y salas de conferencias,

    6.- agricultura,

    7.- muelles y almacenes,

    8.- orden económico interno,

    9.- orden económico externo,

    10.- relaciones con el gobierno
    mexicano.

    Los jefes de cada departamento formarían el
    Consejo de Administración de la comunidad y
    podrían ser removidos en cualquier momento.

    The Credit Founcier of Sinaloa
    lanzó al Mercado 200, 000 acciones de 10 dólares
    cada una, donde cada una correspondía a otros tantos "
    créditos al trabajo".

    Para dar a conocer sus ideas, Owen fundó el
    periódico The Credit Founcier of Sinaloa
    , que se editaba en Hammonton, New Jersey. La
    publicación tuvo efectos positivos para Owen, y muchas
    familias liquidaron sus negocios para
    adquirir acciones de The Credit Founcier of
    Sinaloa.
    Y empezaron a llegar a Pacific
    City
    los primeros contingentes de colonos. Owen se
    desconcertó, no tenía previsto tal éxito
    de su aventura y la ciudad no estaba preparada con servicios como
    agua, casas,
    etc.

    La gente improvisó chozas y empezaron a traer
    agua desde varias millas de distancia, unos organizaron la
    escuela y el geólogo Edwards Daniels organizó la
    Academia de Ciencias de
    Topolobampo donde estudiaba y clasificaba la flora y la fauna local. Los
    indígenas veían con simpatía la labor de los
    colonos y les ayudaban en lo que podían.

    Para prevenir una crisis de
    alimentos, los
    colonos le rentaron a Don Zacarías Ochoa, un rico
    hacendado de los Mochis, mil acres en el predio La Logia
    localizado cerca del poblado y algunos colonos se trasladaron al
    lugar a ocuparse en la agricultura.

    Con el tiempo La Logia se convirtió en el
    corazón
    de la colonia, llegando a incluso a darse una verdadera
    cooperación entre los colonos y los hacendados vecinos.
    Incluso Don Porfirio Díaz le recomendó al
    Gobernador de Sinaloa; Mariano Martínez de Castro ayudar a
    los colonos en lo que fuera posible.

    La flamante sociedad sin clases progresaba. Las instituciones
    culturales florecieron como el Liceo de la Juventud, El
    Centro Cultural de las Damas, el Garden Club, la Sociedad
    Pomológica y un grupo de Teatro.

    En marzo de 1889 se inició una nueva etapa en la
    vida de la colonia, con la llegada de Christian B. Hoffman, un
    próspero industrial de Kansas que se mostró
    interesado en la reforma social. La presencia de Hoffman dio un
    nuevo impulso a la colonia, se realizaron obras de
    irrigación, y se crearon industrias
    adaptables al medio.

    Owen había conseguido del gobierno mexicano una
    concesión para construir un canal y extraer agua del
    Río Fuerte, entre él y el Ing. Eugen A.H. Tays
    planearon el proyecto de canal al que llamaron Los Tastes. Mismo
    que los colonos construyeron a pico y pala.

    El día 2 de julio de 1892, el Ing. Tays
    abrió la compuerta del canal y ese día que
    debió haber sido el principio de la consolidación
    de la comunidad, fue en realidad el principio del fin de la
    utopía. El germen del capitalismo que había
    introducido Hoffman se empezaba a desarrollar.

    El grupo que llegó con él, planteó
    el problema de la propiedad individual de la tierra. Y
    exigían la revisión del programa de
    "integral cooperatión". Owen se opuso
    terminantemente y sus partidarios se agruparon en la parte baja
    del canal. Los partidarios de Hoffman se habían reservado
    1,700 acres que dividieron en parcelas de 5 a 40 acres
    .

    Los partidarios de Hoffman llamaron "santos" a los de
    Owen y éstos a su vez llamaron " Kikers" a los de Hoffman.
    Las dificultades entre los grupos se agravaron cuando se dio la
    polémica de quien debería de administrar las aguas
    del canal y las cuotas que deberían de pagar cada grupo.
    Las dificultades de la colonia trascendieron al mundo y el
    millonario suizo Michael Flurscheim, propuso una reunión
    en Nueva York para lograr un entendimiento.

    Owen insistía en mantener el control de la
    tierra y el agua, puesto que el era el concesionario. Ante su
    intransigencia Hoffman decidió abandonar la colonia.
    Vendió sus acciones y no volvió a ocuparse de
    ella.

    Mientras tanto, otros problemas se sumaban a los ya
    existentes, el canal había sido construido defectuosamente
    y el agua no fluía por la compuerta por lo que se tuvo que
    instalar una bomba. La situación se complicaba y los
    colonos no soportaban la presión.

    Un nuevo percance les ocurrió a los colonos en
    1893, habiendo instalado un aserradero, decidieron construir sus
    casas al estilo norteamericano, por lo que decidieron transportar
    1,075 troncos desde la sierra a través de la corriente del
    río Fuerte, pero estos no pudieron ser controlados y
    pararon en las aguas del Golfo de California. Además de
    estos problemas, las pugnas entre los "kikers" y los "santos" se
    agravaban .

    Una última calamidad se abatió sobre los
    colonos, cuando habían entregado a Owen el dinero para
    que pagara al gobierno mexicano las tierras ocupadas, pero este
    que tenía una urgencia de dinero para la
    construcción del ferrocarril, no hizo el pago respectivo y
    como no la habían pagado el gobierno se la adjudicó
    a Benjamín Francis Johnston, quien fue en ultima instancia
    quien al poco tiempo acabó y se benefició con la
    utopía socialista.

    Los colonos una vez que perdieron sus tierras,
    emprendieron el viaje de regreso a su país y algunos de
    ellos se quedaron en esas tierras adaptándose a la forma
    de vida de los mexicanos y dando origen a muchas familias que hoy
    en día pueblan esa región.

    El geólogo Eduards Daniels explicó alguna
    vez la razón del fracaso de la utopía " La
    dificultad central de la colonia socialista de Topolobampo
    consistió en que allí había demasiados
    intelectuales;
    muchos planeadores y muy pocos trabajadores"

    Owen fue el último de su estirpe. Su experimento
    murió con el siglo, heredando a las nuevas generaciones la
    lección objetiva de su fracaso. Con el de Topolobampo se
    cerraba el ciclo de las utopías montadas por el socialismo
    cristiano y se entraba plenamente en el siglo del materialismo y
    del socialismo científico.

    Los objetivos
    iniciales de la colonización del valle del Fuerte fueron
    los de abrir tierras a la agricultura, construir un ferrocarril
    transcontinental que uniera la costa atlántica
    norteamericana con el Pacífico y la apertura de un puerto
    comercial. Aunque el proyecto fracasó, pues ni el
    ferrocarril ni el puerto se concluyeron, el trabajo de los
    colonos heredó condiciones para un crecimiento
    agrícola que transformó la región en pocos
    años.

    El carácter utópico de esta empresa no solo
    estribó en la inviabilidad económica de sus metas,
    sino en la ideología igualitaria y la
    organización cooperativista en que se sostuvo. No
    sólo buscaba la eficacia
    productiva con la colonización del Valle, sino la distribución equitativa de los frutos del
    trabajo, un proyecto cultural y educativo integral, en fin, una
    propuesta social que se inscribe en las corrientes del socialismo
    utópico.

    La colonia socialista dejó una herencia
    importante en la región: una cultura del
    trabajo, una incipiente infraestructura agrícola, el
    acondicionamiento del puerto de Topolobampo, pero sobre todo una
    ilusión de grandeza de los norteños de Sinaloa, que
    un siglo después desenterraron la utopía y
    convirtieron en el valle del Fuerte en una de las zonas
    agrícolas mas productivas del país.

    ALBERT R. OWEN

    (1847 – 1916 )

    Albert K Owen nació el 20 de mayo de 1847 en
    Chester, Delaware Country, Pennsilvania. Hijo de Harriet Moffit y
    del doctor cuáquero Joshua K Owen que había servido
    como jefe de Cirujanos en el cuerpo de Voluntarios durante la
    guerra civil a las órdenes del Gral. Ben Butler. Joshua K.
    Owen había sido amigo de Abraham Lincoln y del Gral.
    Ulises S. Grant. Fue criado en el seno de un hogar
    cuáquero, donde siempre se habló de fraternidad
    humana y de desprecio a los valores
    materiales
    frente a los espirituales.

    Había en su hogar una gran biblioteca con
    libros
    científicos y religiosos, un piano, un parque privado
    donde la familia
    Owen mimaba abejas y flores, árboles
    y pájaros y un acuario donde los peces y las
    plantas marinas
    provocaban dulces disquisiciones sobre la creación del
    mundo.

    Al quedar viudo su padre llevó consigo a sus dos
    hijos –Albert y Alfred– a través del territorio
    norteamericano, ya fuese en los campos de batalla durante las
    ofensivas del ejército del norte o en el territorio de los
    indios, durante las expediciones de conquista del
    oeste.

    Antes de los 15 años Albert K supo de las
    jornadas mortales a través de los desiertos ; de las
    noches frías pasadas al pié de los cactos, sobre el
    suelo
    traicionero plagado de serpientes venenosas, escorpiones y
    tarántulas, escuchando a su alrededor el aullido de los
    coyotes y las narraciones de los soldados acerca de las
    crueldades de los indios sioux, kiowas, navajos y comanches,
    coleccionadores de cabelleras rubias.

    El muchacho de 10 años acompañó a
    su padre en los combates, incorporado al ejército del
    Potomac ; participó en la ofensiva del Gral Grant
    sobre Richmond y en la captura del ejército rebelde del
    Gral Robert E Lee. En sus primeros años la educación de
    Albert K estuvo al cuidado de su padre. Posteriormente, al
    terminar la guerra, fue enviado a estudiar a Pennsilvania donde
    cursó la carrera de ingeniero civil. En abril de 1866 el
    padre y sus hijos embarcaron para Europa en viaje
    de estudio.

    Recorrieron todos los países europeos y parte del
    cercano Oriente. Tres mil millas de esta peregrinación
    fueron cubiertas a pie "para observar mejor la vida de los
    pueblos que visitaban". El padre y Alfred regresaron a los EE UU
    pero Albert K decidió quedarse para visitar detenidamente,
    a pie, por supuesto, Inglaterra, Irlanda y Escocia. Dos meses
    más tarde regresaba a los EE UU para iniciar, a los 19
    años de edad, sus actividades profesionales como Jefe de
    Planeación del ferrocarril de Chester
    Creek. Poco después se le encomendaba la
    realización del Plano Regulador de la ciudad de Chester lo
    que le permitió adquirir experiencia en los problemas de
    urbanización.

    De allí Albert K pasó a Colorado para
    encargarse del trazo del ferrocarril Clear Creck Canyon. Su
    capacidad, su talento y su magnética personalidad
    atrajeron la atención de los magnates ferrocarrileros
    que lo incorporaron a la expedición organizada para abril
    rutas en México. En 1875 Albert K conoció en New
    Jersey al matrimonio Edward
    y Marie Howland, socialistas, discípulos del utopista
    Francois Fourier, que habían residido muchos años
    en París e, inclusive, habían participado en
    algunos de los falansterios comunalistas creados en Francia a
    mediados del siglo XIX.

    El matrimonio Howland inició a Owen en los
    misterios de la nueva filosofía social. Las bellas
    teorías encontraron un campo abonado en la mente fecunda
    del inquieto constructor de ferrocarriles. Albert K a partir de
    entonces bebió literalmente en todas las fuentes del
    pensamiento social de la época ; es indudable que
    conoció el marxismo y las
    obras de Engels, así como las de los socialistas
    cristianos, pero no se decidió por ninguna de esas
    doctrinas sino que prefirió construir su propia
    filosofía. Owen, pese a su tesis de
    cooperación era rabiosamente individualista.

    Sus estudios, sus observaciones, sus deducciones, dieron
    como fruto un libro,
    Integral Co-operation, en el que presentaba su plan para
    reorganizar la sociedad, consistente en sustituir el sistema de libre
    empresa por el de la cooperación integral.

    Owen sostenía que los dos problemas principales
    de la organización social eran el de la producción
    y el de la distribución y que los dos deberían ser
    sueltos simultáneamente ; la misión de
    los socialistas __decía__ debe ser la de llevar al
    ánimo del pueblo y de todas las clases
    sociales la convicción de que en la resolución
    del segundo término del problema (la distribución)
    está el secreto del éxito y que para ello es
    necesario fundar industrias cooperativas
    y, en general, imponer un orden de equidad en
    todos los asuntos de la humanidad. Influído evidentemente
    por su maestro, Robert Owen, Albert K estuvo convencido desde el
    principio, como antecesor, de que México era el sitio
    ideal para poner en práctica su teoría,
    pero en todo México no había un lugar más
    adecuado para su proyecto que Topolobampo, donde se podría
    disponer de un suelo virgen cruzando por el poderoso río
    Fuerte, de la riqueza de la sierra de Chihuahua, de un buen
    clima y, sobre
    todo, se estaría lejos de las influencias perturbadoras de
    los grandes centros comerciales y políticos del
    mundo.

    Murió tranquilamente en Nueva York en 1916,
    mientras cultivaba rosas en su
    jardín.

    GLOSARIO

    FALANSTERIO:
    (fr. phalantère)
    m. En el furierismo, alojamiento de una
    falange.
    2  p. ext. Alojamiento colectivo para numerosa
    gente.

    Furierismo:

    m. Utopía social de Fourier (1772-1837) que,
    basándose en la atracción ejercida entre los
    hombres por las pasiones, aspira a una organización
    armónica de la sociedad, resultante de la
    combinación de las mismas libremente satisfechas.
    El núcleo social de este sistema es la falange, conjunto
    de individuos que, reunidos de acuerdo con sus inclinaciones,
    habitan un falansterio.

     falange
     (gr. phálanx; doble etim. palanca)
    f. Cuerpo de infantería de los griegos, pesadamente armada
    y formada en líneas compactas.
    2  Cuerpo de tropas numeroso.
    3  fig. Conjunto numeroso de personas unidas en cierto orden
    para un mismo fin.
    4  anat. Hueso largo y pequeño de los dedos de la
    mano o del pie; esp., el que se articula con el metacarpiano o
    metatarsiano: primera, segunda y tercera ~, falange, falangina y
    falangeta.

    BIBLIOGRAFÍA

    Gill Mario, 1983. La
    Conquista del Valle del Fuerte
    . Universidad
    Autónoma de Sinaloa. Colección Rescate

    Ibarra Escobar Guillermo, 1994.
    Contribuciones a la Historia del Noroccidente
    Mexicano.
    Universidad Autónoma de Sinaloa.
    Memoria del
    VIII Congreso Nacional de Historia Regional

    Nakayama Antonio, 1982. Sinaloa, un
    bosquejo de su historia.
    Congreso del Estado de
    Sinaloa y Confederación de Asociaciones Agrícolas
    del estado de Sinaloa.

    Sinagawa Montoya Herberto, 1986. Sinaloa,
    Historia y Destino
    . Editorial Cahita, Culiacán,
    Sinaloa.

    Por:

    Ignacio Lagarda Lagarda

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