A pesar de la abundancia de medios de
información disponibles, el pueblo de
Estados Unidos
es uno de los peor informados del mundo. La cantidad de canales
de televisión, de radios, de
periódicos, no se traduce en calidad de la
información. Todo lo contrario, los medios masivos de
acceso público, mantienen a la población manipulada y
desinformada.
Esto se confirma una vez más a raíz del
devastador paso del huracán Katrina, un huracán
revelador de las desigualdades sociales y raciales
todavía imperantes en el país del norte. En estos
días se han producido hechos de censura que violan incluso
el primer artículo de la carta magna de
Estados Unidos, relativo a la libertad de
expresión. Lo interesante es que el trabajo
sucio de censura no lo hace el gobierno, sino
los propios medios de información masiva, comprometidos
hasta el tuétano con el poder
político y económico. No tenemos, por ejemplo, la
cifra oficial de muertos. Las fuentes
oficiales siguen hablando de 200 a 300 muertos, mientras fuentes
independientes que han recogido testimonios en Louisiana y en
Mississippi, afirman que son más de mil, muchos
más. ¿Lo sabremos algún
día?
En días pasados, durante un concierto para las
víctimas de Katrina, transmitido en vivo por la cadena NBC
el músico rapero Kanye West acusó al Presidente de
Estados Unidos: "George Bush no se preocupa por los ciudadanos de
raza negra". Y acusó también a los grandes
medios de información, de promover una imagen negativa
de la población negra:"Cuando se ve a una familia negra, es
que están saqueando; pero cuando se muestra a una
familia blanca, se dice que están buscando comida".
La NBC cortó el micrófono inmediatamente
después de que el músico mencionó a Bush, y
en la repetición del programa para la
costa oeste, tres horas más tarde, dejó por fuera
sus comentarios.
Los casos de censura en las grandes redes de medios de Restados
Unidos son cada vez más frecuentes. En todas las emisiones
en vivo, hay gente que tiene el dedo puesto sobre una tecla para
cortar los micrófonos de quienes se atreven a hacer
críticas al gobierno. Es más, ahora las emisiones
de los grandes eventos
transmitidos por televisión, como el Oscar hacen con un
retraso de cinco segundos, para dar tiempo a
bloquear los micrófonos. De esa manera, se pretende
impedir que algunos cineastas progresistas aprovechen sus
momentos estelares para criticar al presidente de Estados Unidos,
como lo hizo Michael Moore hace dos años.
La autocensura de las grandes redes de
información (más bien de desinformación) ha
sido muy evidente a lo largo de la guerra de
ocupación en Irak. Durante
mucho tiempo se escondió la cifra real de soldados de
Estados Unidos que habían muerto, e incluso había
un acuerdo tácito para no mostrar los ataúdes que
eran descargados de los aviones que regresaban a Estados Unidos.
Las fotos de
los soldados gringos torturando a iraquíes encapuchados,
se conocieron a través de Internet, antes de que se
hicieran públicas en los medios tradicionales. A
raíz de ello el Secretario de Defensa, Donald Rumsfeld,
prohibió a los soldados usar teléfonos celulares
con cámaras digitales.
Internet es el único resguardo de la libertad de
información en Estados Unidos, sencillamente porque
nadie puede controlar la red. Hay sitios web mantenidos
por organizaciones
independientes, que ofrecen análisis críticos e informaciones
que jamás se verán en CNN y en otras grandes redes,
a menos que ya no haya manera de esconderlas. Recomiendo, entre
muchos otros, los siguientes: ,
Democracy
Now, Greg
Palast, IndyMedia,
y Media
Channel.
La alianza entre CNN y las cadenas de televisión
de Estados Unidos y el gobierno de ese país ha sido
impresionante desde el principio de la guerra de ocupación
en Irak. Si hacemos memoria,
recordaremos esas pantallas llamativas que mostraba CNN, haciendo
aparecer los ataques gringos como una guerra santa a favor de la
humanidad. El tono fue bajando poco a poco, en la medida en
que la guerra fue perdiendo popularidad, pero aún hoy, el
apoyo de las grandes redes a la política de
agresión de Bush es notorio. No hay independencia
de opinión en las grandes redes de información de
Estados Unidos, lo que hay es mucha autocensura. CNN se ha
convertido en una pálida imagen de lo que anunciaba ser 25
años atrás, cuando comenzó. Hoy no es
más que una repetición de las mismas noticias cada
hora, 24 horas al día. Lo triste es que esas son las
noticias internacionales que muchos canales de televisión
de Latinoamérica usan en sus
informativos.
Otro ejemplo interesante de desinformación y
ocultamiento tiene que ver con lo que sucedió el 11 de
septiembre del 2001, cuando se produjo el ataque de las torres
gemelas en New York, y del Pentágono en Washington.
Hasta ahora el gobierno de Bush se ha negado a proporcionar la
lista de víctimas del Pentágono. Hay seria dudas de
que un avión se hubiese estrellado contra la sede del
poder militar de Estados Unidos. El único video que se ha
dado a conocer, deja muchas dudas. No se encontraron restos del
avión y los daños producidos no corresponden a los
que hubiera causado un avión de esa envergadura. Varios
libros, entre
ellos el de Thierry Meyssan "La gran impostura", afirman que no
se trató de un avión Boeing 757 de pasajeros el que
chocó contra el Pentágono. El misterio se
mantiene y hace que surjan alrededor del 11 de septiembre las
tesis
más descabelladas: el complot judío, ataque de
extremistas de Estados Unidos, etc.
Podemos ir aún más atrás en el
tiempo para analizar la cobertura que se dio a dos de las muchas
invasiones de Estados Unidos: la de Panamá y
la de Granada. En el primer caso, se ha ocultado hasta hoy el
número de víctimas civiles de las bombas gringas;
los panameños afirman que son más de 4 mil, el
doble de los que murieron en las torres gemelas en New
York. ¿Y eso no es terrorismo
contra la población civil? El otro ejemplo es la "heroica"
invasión de Granada, donde el ejército de la
potencia militar
más grande del mundo, "derrotó" a los granadinos.
El argumento fue que los cubanos pretendían construir un
aeropuerto militar para agredir a Estados Unidos, y que los
estudiantes gringos de una escuela
internacional en Granada corrían peligro. Una semana
más tarde, se confirmó que el aeropuerto que
estaban construyendo los cubanos en cooperación con el
gobierno de Granada, no tenía fines militares, pero esa
noticia salió en un pequeño recuadro en una
página interior de los diarios, mientras que la noticia de
la invasión ocupó las primeras planas.
La historia de la "democracia"
estadounidense está plagada de hechos de censura,
autocensura y desinformación que no difieren mucho de los
que hemos conocido en nuestros países en épocas de
dictadura
militar.
Alfonso Gumucio D.