Estudio de las "condiciones de posibilidad" de una alternativa comunista
1.
2. Del cero al infinito.
El erial de la pax-americana
3. Epílogo
"Si, pues, ha de haber un principio práctico
supremo y un imperativo categórico con respecto a la
voluntad humana, habrá de ser tal que, por la
representación de lo que es fin para todos necesariamente,
porque es fin en sí mismo, constituya un principio
objetivo de la
voluntad y, por lo tanto, pueda servir de ley
práctica universal. El fundamento de este principio es: la
naturaleza
racional existe como fin en sí mismo. Así se
representa necesariamente el hombre su
propia existencia, y en ese respecto es ella un principio
subjetivo de las acciones
humanas. Así se representa, empero, también para
mí vale; es, pues, al mismo tiempo un
principio objetivo, del cual, como fundamento práctico
supremo, han de poder
derivarse todas las leyes de la
voluntad. El imperativo práctico será, pues, como
sigue: obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu
persona como
en la persona de cualquier otro, siempre como un fin al mismo
tiempo y nunca meramente como un medio. Vamos a ver si esto puede
llevarse a cabo."
Kant, E.: Fundamentación de la metafísica
de las costumbres.
El trabajo es un
esbozo, es decir, un marco que quiere establecer (intentando
aplicar un bisturí al mundo aberrante actual) las
"condiciones de posibilidad" de la acción
revolucionaria, lo que en términos de Gramsci
serían las condiciones que debe reunir en nuestros tiempos
la conquista de la hegemonía comunista.
Intento decir a los escépticos y reaccionarios de
toda laya que se les llena la boca con el fin de las
ideologías (será de las suyas) que la fruta
está cada vez más "madura" pero,
trágicamente, no tenemos la mano que la recoja para que no
se pudra.
¿Qué hacer?
"¿Cómo califica usted que George W. Bush,
sin mediar provocación alguna, y sólo sobre la base
de afirmaciones falsas, envíe un ejército a invadir
una nación
extranjera; y luego, sin ningún intento de negociar una
rendición, realizar un arresto, o juzgar a los dirigentes
de una nación
y presentar alguna evidencia de sus crímenes, ofrece
recompensas multimillonarias por sus cabezas, confía en
colaboradores y espías para perseguirlos y luego los
arrincona y los hace volar por los aires en sus hogares, en su
propio país? "
Douglas Valentine: " Una nación de asesinos",
Rebelión, 1 de agosto de 2003 http://www.rebelion.org
Hay que eliminar el derrotismo, hay que dejar de llorar
por una supuesta pérdida del sujeto activo (el
príncipe gramsciano, el partido obrero tradicional) y
dedicarse a reconstruirlo de nuevo sin cejar nunca en el
empeño. Verbigracia: llevar la filosofía a la
práctica, que es el "imperativo categórico" de
nuestros días y la principal enseñanza marxiana. Habría que
empezar "deconstruyendo" algunos tópicos paralizantes. El
derrotismo contemplativo de tantos intelectuales
orgánicos se basa en que nada se puede hacer ya para
combatir, o siquiera erosionar, el poder atronador del capital. Desde
la pérdida del partido-encarnación del movimiento
comunista queda demostrada (en su burda opinión) la
inevitable égida indefinida del capital, convirtiendo
así el medio en fin, y quedándose "sin neuronas" de
paso certificando la defunción del movimiento
revolucionario mundial para poder dedicarse a regar los jardines
bien vallados de sus "adosados" académicos.
Pero la historia es tozuda, y
muestra
palmariamente que el "príncipe" era sólo el
instrumento, el agente de intervención en un determinado
momento histórico en el que se podían identificar
proletariado occidental y clase
explotada "par excellence", y formar así un bloque
histórico homogéneo para librar una batalla
fratricida contra el capitalismo
decimonónico. Esa lucha acabó en derrota, pero hizo
tambalearse al gigante: en 1919 había soviets en Alemania,
consejos obreros en Italia, ascenso
vertiginoso del fascismo, una
larga etapa revolucionaria en Méjico y, lo más
importante: una lejana revolución
comunista en la Rusia zarista.
Y diez años después, el colapso capitalista de
1929. El enemigo del capitalismo no sólo está
fuera, también acecha el corazón
del proceso de la
acumulación de capital, que se tambalea hasta que llega su
"salvavidas" eterno: el
Estado.
Así pues: guerra al
derrotismo. El que se quede en esas lamentaciones en realidad
está deseando que se alejen esos tiempos convulsos, y que
se pierdan en la historia feliz del "nuevo orden mundial" del
capital, declinando así compromisos más peligrosos
para la rentabilidad
de sus carteras bursátiles. Ellos son los que Lenin
llamaba renegados.
Lo único cierto es que el sujeto activo ha
mutado, no se ha esfumado del teatro
dramático de la historia, y sería mucho más
"comprometido" dedicarse a estudiar esas condiciones de
existencia y desarrollo del
nuevo "príncipe", que estar aporreando la puerta de los
popes académicos y periodísticos en busca de
prebendas, y escribiendo luego (muy sesudamente, con "negros" y
becarios abundantes) sobre el desconcierto de estos tiempos sin
valores
morales, cuando son ellos los que los pervierten. Esos
impostores que prefieren esconderse "debajo de la pluma", no vaya
a ser que pierdan sus privilegios y su posición social,
escucharán algún día a ese pueblo al que
dicen conocer tanto y dar tantos útiles consejos:
"¡…Impostores, no os necesitamos!".
Dejemos que la realidad les remueva sus poltronas. Hay
que recordarles una vez más que el capital crea a su
enterrador, y quizás entre ellos alguno caiga en el lado
de los enterrados en lugar de ese difunto proletariado cuyas
cenizas desearían esparcir a los cuatro
vientos.
La historia no ha terminado, y ya decía Rosa
Luxemburgo que el proletariado era el único
ejército que podía permitirse perder todas las
batallas antes de ganar la guerra.
Y sin embargo, se mueve…..
"Veamos ahora cómo ha de exponerse y
representarse en la realidad el concepto del
trabajo enajenado, extrañado.
Si el producto del
trabajo me es ajeno, se me enfrenta como un poder extraño,
entonces ¿a quién pertenece?
Si mi propia actividad no me pertenece; si es una
actividad ajena, forzada, ¿a quién pertenece
entonces?
A un ser otro que yo.
¿Quién es ese ser? "
Carlos Marx,
"Manuscritos económico-filosóficos",
1844
Si cumplimos ese imperativo práctico que
distingue a "los que van en serio" (en términos de
Sacristán) de los que se dedican a practicar la
escisión teórico-práctica (clave del
pensamiento
metafísico que nos rodea pretende separar, diferenciar
planos, pagar la hipoteca del adosado mientras se escriben tochos
académicos sobre el "desconcierto" de la izquierda, el
aburguesamiento del trabajador occidental, y demás
memeces) entonces contemplaremos como las miserias humanas cada
vez son más mundiales (lo que por cierto pondría a
Marx en el buen camino, contra los referidos sepultureros
renegados)pero también veremos que la clase explotada
actual dispone de una herramienta que facilita la
comunicación de una manera impensable hace tres
lustros (internet).
El bloque histórico de nuestro tiempo se
está cociendo, aunque muy embrionariamente, en esas
movilizaciones millonarias y sorprendentes que utilizan la
red para dar
aldabonazos contra el "nuevo orden mundial" (Seattle,
Génova, Porto Alegre, etc.)
Ya no es el proletariado urbano europeo (que
objetivamente vive de la explotación de su alter-ego
tercermundista y además está atrapado entre el
contrato
basura y el
pavor al paro) sino una
infinidad de explotados a lo largo de la faz de la tierra, muy
fragmentada, eso sí, por las tácticas disolventes
del capital, cuyo denominador común continúa siendo
(ahora como dos siglos atrás), su condición de
víctimas de los violentos coletazos del capital, del
expolio de sus medios de
producción, de las multinacionales
genocidas y de su sed de exprimir al máximo el trabajo
humano para convertir cualquier cosa en mercancía, en
inflar su cuenta de resultados y los dividendos accionariales de
los parásitos rentistas de Wall Street. Mercancía
por otro lado nada abstracta, ya que se trata del robo de trabajo
humano concreto que
contiene. En eso tenía razón el viejo
Proudhon.
El capital es un "moloch" cuyo rastro destructor deja a
su paso miseria, hambre, corrupción, guerras y toda
clase de sufrimiento humano genérico, ahora más que
nunca, pero a la vez, según el clásico paso
marxiano, crea a su sepulturero, aunque este no sea el minero del
Lancashire, sino el quechua del Perú o el guerrillero
indonesio.
En la ciudad, en el campo, en la selva amazónica,
surgen por doquier, a pesar de la imagen armonista
de los "tomados" mass-media, movimientos insurgentes que desde
que el hombre existe,
luchan por una vida humana.
No más humana, sólo categóricamente
humana: ¡qué poca cosa y qué jodida!.
Así que lo que nos toca a los que pretendemos ir en serio
es poner manos a la obra para coordinar (otra vez la red) esas
erupciones de humanidad doliente y darles las herramientas
para mitigar su sufrimiento.
2. Del cero al infinito. El
erial de la pax-americana
"El Pentágono también se está
expandiendo hacia lugares de ultramar y roles previamente no
imaginados Actualmente hay sobre 100 bases militares de EEUU
alrededor del mundo, y operaciones
militares en curso en Iraq,
Afganistán, el Cuerno de África, Colombia, la ex
Yugoslavia, Corea del Sur, las Filipinas, y en antiguas
repúblicas de la ex URSS, tales como Georgia. Los
últimos detalles, descubiertos por el Wall Street Journal
el 10 de junio, incluye planes para aumentar las fuerzas de EEUU
en Djibuti en el Cuerno de África a través del Mar
Rojo, del Yemen, estableciendo bases semi-permanentes "de
avanzada" en Argelia, Marruecos y posiblemente en Túnez, y
pequeñas estructuras en
Senegal, Ghana y Mali, que puden ser usadas para intervenir en
los países ricos en petróleo del África del Oeste,
particularmente Nigeria. Bases similares-o como algunos las
llaman "plantitas de lilas"-ya se conciben o se están
expandiendo en el norte de Australia, Tailandia, Singapur, las
Filipinas,Kenya, Georgia, Azerbajan, a través del Asia Central,
Polonia, Rumania, Bulgaria, Qatar, y aún Vietnam e Iraq.
Las nuevas repúblicas de la antigua Asia Central
Soviética y los antiguos satélites
soviéticos en Europa Oriental
son fuertes magnetos de atracción para la presencia
militar de EEUU, y una mirada al mapa mostrará que EEUU
está cercando sistemáticamente a China.
Todavía más, las misiones militares del
Pentágono están marginando a las
diplomáticas del Departamento de Estado, con
oficiales militares de alto rango que tienen mayor influencia y
recursos que el
embajador norteamericano (Boston Globe, June 8,
2003)".
André Gunder Frank, "Golpe de Estado
en Washington" Junio 2003.
El avance esencial que representó el marxismo
respecto de los movimientos emancipatorios utópicos
anteriores fue la exigencia de "conocer al enemigo", es decir, en
lugar de proponer recetas mágicas para salvar a la
humanidad o de intentar convencer al poder de sus errores (ya no
son los tiempos del "querer saberlo todo" de Fourier, Owen o
Saint-Simon),
se ha de estudiar su estructura y
las bases de su dominación, para así desarrollar la
táctica revolucionaria más conveniente en este
momento histórico. Ésta es la tan mal entendida
pretensión "científica" del marxismo, que no
consiste en hacer predicciones quinielísticas sobre el
futuro humano, ni en construir modelos
primitivos para explicar hasta el último detalle la
formación de los precios en el
mercado, sino en
aplicarle el bisturí de la ciencia
(con minúsculas), es decir, de la razón humana, al
mundo realmente existente para construir una vez más una
alternativa comunista (alternativa, puesto que reconocemos que
siempre existe la otra posibilidad, la barbarie, en medio no hay
nada).
Y el bisturí penetra hondo, porque ahora sabemos
cuántos millones de hambrientos "cuesta" un billonario de
Wall Street, sabemos que el mundo actual está bajo la
férula de unas pocas corporaciones multinacionales,
sabemos del complejo militar-industrial genocida montado para
controlar el suministro de petróleo y
materias primas a escala mundial,
sabemos que la llamada "economía de la
información" no es más que un nuevo
paso en la dirección de suprimir cada día
más el trabajo "vivo" por el "muerto", esto es lo que
implica la supuesta revolución tecnológica de la
informática: toneladas de tiempo de trabajo
muerto por el trabajo acumulado que es el capital, trabajo "vivo"
contra trabajo "muerto"; verbigracia: el hombre es un lobo para
el hombre.
Este proceso cava su propia fosa, es el caballo de Troya
del capital, ya que seca la fuente de la que mana su poder (la
fuerza humana
de trabajo) pero, sin embargo, vemos por doquier como el monstruo
se retuerce para evitarlo, monopolizando cada vez más
sectores productivos, [por cierto, resucitando una vez más
al viejo Marx, que se retorcerá en su tumba viendo como
sus "herederos" se devanan los sesos con estériles y
estúpidas discusiones bizantinas sobre la vigencia de sus
ideas. Si pudiera, seguro que les
daría con la tesis XI en la
cabeza], desmantelando estados del "bienestar" keynesianos,
hundiendo los precios de las materias primas, empobreciendo y
esclavizando al mal llamado tercer mundo, utilizando con descaro
el poderío militar, dinamitando ecosistemas y
capas de ozono mientras algunos hablan de desarrollo
"sostenible", otra laya reformista que no ve que lo que define a
este monstruo es que es anárquico e insostenible, y cada
vez lo será más.
¡Basta ya de parches y de engañar al
pueblo, sólo un modo de producción comunista
será "sostenible"!
En fin, dando estertores de moribundo. Eso sí,
cuánto más moribundo más peligroso (vuelve a
estar ahí, sin enemigo estalinista, la amenaza
nuclear).
Pero el limón no se puede exprimir "ad eternum" y
frente a este panorama desolador, el gigante tiene en realidad
los pies de barro. Las vías de agua se
agrandan y amenazan con hundir la nave: el actual imperialismo
se basa, como siempre, en la insoluble contradicción entre
el trabajo "vivo" (cada día más escaso en nuestro
"primer mundo") y el trabajo "muerto". Esta es la gran antinomia
derivada de la llamada, ortodoxamente, creación de
demanda
efectiva; es decir, cómo realizar la plusvalía
limitando al mínimo el precio de la
fuerza de trabajo (y también su valor: cada
vez es más "barato" mantener a un currante).
La "huida hacia adelante" del capital está clara
y es la misma de siempre: aumentar la explotación,
subyugar al Estado a sus designios manipulando con métodos
fascistas y corruptelas múltiples la farsa parlamentaria
de nuestros días, movilizar capitales especulando
delirantemente, como en los mercados de
futuros de materias primas. En los del petróleo se
"descuenta" una intervención militar a unos meses vista en
tal o cual país productor si interesa a las "Cuatro
grandes hermanas" (British Petroleum, Exxon-Mobil, Shell y
Chevron-Texaco) para especular con la subida consiguiente del
precio del petróleo. Éste es el trasfondo de la
criminal guerra "preventiva" contra los blancos
geo-estratégicos de las petroleras, que prosigue
reforzando al máximo la maquinaria bélica e infla
el déficit americano hasta el infinito para tratar de
matar (nunca mejor dicho) dos pájaros de un tiro: inyectar
demanda efectiva en la economía americana con el
desarrollo explosivo de la industria
militar y los sectores claves dependientes de ella (incluida la
investigación científica y
técnica que, como es bien sabido, ha estado detrás
de todas las innovaciones tecnológicas de nuestro tiempo,
empezando por Internet), y controlar el suministro del "oro negro" a
escala mundial.
Se trata de asegurar un petróleo abundante y
barato para el consumo
interno mientras se vende al resto del mundo a precios
astronómicos, con las tensiones intra-imperialistas que
vemos a diario por el control de esos
recursos estratégicos y con el riesgo enorme de
explosión de la burbuja especulativa que sirve de
andamiaje a esta salvajada.
Ahí están los ejemplos de la llamada
contabilidad
"creativa", es decir, mentirosa, los mercados de futuros antes
citados, y la "bomba de relojería" que representa el
sector de la construcción basado en el crédito
hipotecario barato. Otra vez la obsesión por la demanda
como ocurrió en la expansión económica
"interminable" de los años 50-60 fundada en el
petróleo barato y en las ventas a
plazos de bienes de
consumo duradero.
Además, cada vez está más claro el
riesgo de guerras imperialistas por la necesidad de financiar con
capital extranjero el mastodóntico déficit
americano, capital inexistente desde las crisis
conjuntas de la "locomotora" alemana tras la unificación y
de la economía asiática (Japón y
los dragones: Vietnam, Corea y Tailandia). Ellos fueron los
principales suscriptores de bonos del tesoro
americano para financiar su deuda estructural.
Así pues, la huida hacia adelante del
imperialismo yanqui consiste en sustituir el obligatorio recurso
a la financiación extranjera, tratando infructuosomente de
controlar su déficit astronómico, por un control
absoluto del oro negro a nivel mundial, manipulando el precio a
través de las Grandes Hermanas y de los ataques militares
a países productores no demasiado sumisos. (Insisto en
proponer que el ataque "preventivo" a Irak estaba
fijado desde al menos un año antes por las Grandes
Hermanas, manipulando los mercados de futuros de petróleo
para favorecer la subida del precio, y controlar a
continuación el baratísimo petróleo
iraquí).
No será casual que los jerarcas yanquis y las
petroleras formen un tándem perfecto, un binomio criminal
cuyo "teatro de operaciones" es el mundo entero.
Así pues, nada nuevo bajo el sol, pero el
cero ya quedó muy atrás y el infinito hay que
construirlo cada vez con más urgencia, en frase del poeta:
"el infinito todavía no ha sido procesado".
¿Cómo hacerlo?
"Todo aquel que habla, calla o realiza una acción
cualquiera por un libre mandato del alma,
sueña con los ojos abiertos".
Fragmento de la Ética de Spinoza.
Volvemos al principio: El imperativo "categórico"
de nuestros días nos obliga a pugnar por encontrar la
"fusión"
entre los coletazos y estertores del imperialismo, y las
"condiciones de posibilidad" de la lucha revolucionaria. Por mor
de brevedad enunciaremos algunos atisbos tácticos que
permitan, más temprano que tarde, la reconstrucción
de una alternativa comunista al "reino del capital", sin olvidar
nunca que el monstruo agoniza pero en su muerte nos
puede llevar a todos por delante.
· Fomentar el uso masivo de Internet, una
herramienta que se puede volver contra el poder militar que la
creó y conectar a los revolucionarios de todo el mundo,
para discutir tácticas de lucha comunes "puenteando" a las
burocracias partidarias y sindicales. La simiente está ya
delante nuestro en todas las movilizaciones concertadas en la red
contra la OMC, el FMI, y
demás agencias del crimen
organizado del capital.
· Internacionalismo: recuperar el ideal
clásico de la unión de los explotados en una
única organización a escala mundial,
descentralizada y fraterna, que seleccione y coordine objetivos de
lucha y que comparta información tendente a desenmascarar
las tácticas del imperialismo actual.
Por lo demás, es vital acometer el estudio de las
actuales condiciones objetivas de la valorización del
capital y de la acumulación del mismo a escala mundial,
para así tratar de adecuar las luchas a las realidades y
hacerlas así más eficaces.
· Estudio de la bomba de relojería del
déficit americano y de la debilidad estructural de su
economía, de la guerra genocida permanente emprendida por
el binomio militar-pretolero, de la dependencia capital del
petróleo por parte de las multinacionales, que incluso
quieren controlar en su voracidad los desarrollos
tecnológicos de las fuentes de
energía llamadas alternativas. La crisis crónica de
las economías alemana y japonesa y su implicación
mencionada con la deuda americana. Fomento de la resistencia (no
desconexión, sino conexión revolucionaria a
través de Internet del 90% de explotados de este "valle de
lágrimas"), denuncia del parasitismo de las burocracias
sindicales y políticas,
creación de nuevos instrumentos de organización
(llámense redes, movimientos de lucha,
etc.), denuncia de la sangrante apología del capital que
realizan impunemente los mass-media y del crimen ecológico
cuya entidad real sólo comenzamos a atisbar.
En fin, arduas tareas que nos quedan por delante a los
que, siguiendo a los clásicos que desde hace milenios
buscan acabar con la destrucción progresiva del ser humano
y de su planeta, nosotros decimos bien alto: "Socialismo o
barbarie, en medio no hay nada". Que no lleguemos demasiado
tarde.
Imperativo categórico actual: Fusión de la
acción racional (uso de internet, internacionalismo,… en
fin, la praxis) y del
estudio de las "condiciones de posibilidad objetivas" del
comunismo en
nuestros días.
Vamos a ver si esto puede llevarse a cabo.
Alfredo Apilanez
aapilanez[arroba]yahoo.com