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Desarrollo Organizacional e Inteligencia Cognitiva: La Toma de Decisiones en las Empresas




Enviado por odicoaching



    "Abstract de conferencia de
    Eric Gaynor Butterfield en "Jornada de Desarrollo
    Organizacional", Argentina 2001) –
    www.theodinstitute.org

    Habiendo culminado el ciclo de autores y expertos
    notables en el área de Cambio y
    Desarrollo
    Organizacional con orientación hacia lo social / emocional
    hemos recibido pedidos en The Organization Development Institute
    International, Latinamerica de propietarios de empresas privadas
    nacionales y también de directivos y ejecutivos de
    corporaciones multinacionales, con el propósito de que les
    podamos facilitar expertos que se hayan relacionado desde el
    punto de vista cognitivo – racional.

    La toma-de-decisiones está al corazón
    mismo de las organizaciones
    como también en los individuos y los grupos. Es el
    timón y la brújula
    con que todo organismo se maneja y la enorme importancia de ellas
    radica en las consecuencias que producen sobre esos mismos
    organismos.

    La importancia y naturaleza
    compleja de la toma-de-decisiones es puntualizada por el
    historiador de los Estados Unidos de
    Norteamérica Lynn T. White, Jr. (1907-1987) al destacar la
    importancia de las ciencias del
    comportamiento
    señalando que incluso las decisiones cuantitativas son
    también, de una manera u otra, cualitativas ("Technology
    assessment from the stance of a medieval historian"-
    1974).

    Nadie mejor que Kenneth J. Arrow ("The limits of
    organization" – 1974) en su calidad de
    economista para dejar bien en claro la importancia que tiene el
    proceso
    decisorio "en grupos de trabajo" sobre
    la performance organizacional. Arrow señala que "El
    propósito de las organizaciones es explotar el hecho de
    que muchas decisiones (casi podríamos decir todas)
    requieren de la participación de muchas personas para el
    logro de efectividad".

    Y el notable psicólogo suizo – Carl Gustav
    Jung – destaca como la calidad de las decisiones tienen de
    alguna manera un "límite" pues la racionalidad es de
    alguna manera "limitada" como manifiestan James March &
    Herbert Simon ("Organizations"; Wiley & Sons – 1958),
    ya que están presente tanto los aspectos conscientes como
    inconscientes ("The aims of psychotherapy" – 1931): "Las
    grandes decisiones implícitas en la vida humana tienen
    como regla general mucho más que ver con los instintos y
    otros misteriosos factores inconscientes que con aspectos
    conscientes y una razonabilidad bien intencionada".

    El sociólogo norteamericano W. I., Thomas
    ("Primitive behavior" – 1937) destaca la relación
    existente entre las decisiones y las acciones y
    como aquéllas operan "antes" sobre éstas
    últimas. Más aún, es común que la
    misma decisión es precedida por una definición de
    la situación, que es muy similar a una interpretación o un punto de vista que
    eventualmente ejerce el actor, que se relaciona con un
    patrón de comportamiento en particular.

    Existen muchas definiciones sobre lo que son las
    decisiones. En nuestro caso hemos preferido acompañar el
    concepto de
    decisión a partir de la posición de Alvar O. Elbing
    ("Behavioral decisiones in organizations"; Scott, Foresman &
    Co. – 1970) quien señala que el proceso de
    toma-de-decisiones recién comienza cuando una
    situación es percibida bajo un "estado de
    desequilibrio". Y es desafortunado que se preste tan poca
    atención al hecho de "porqué es" que
    ciertas situaciones son percibidas que están en
    desequilibrio mientras que otras no lo son. Es por ello que
    nuestra posición – a diferencia de otros
    especialistas en la materia
    – parten del supuesto que la existencia de un problema es
    prácticamente la base desde donde se origina la presencia
    del desequilibrio. Afortunadamente nos sentimos cómodos
    puesto que el notable especialista en los procesos de
    cambio individual y organizacional (Edgar Schein; Organization
    Development Journal) nos acompaña en nuestra hipótesis básica. La tan
    común posición de algunos consejeros y counselors
    que suponen que el crecimiento está basado en hacer lo que
    produce "el mayor y mejor placer" a veces no tiene en cuenta
    ésta hipótesis
    "inicial" que es la que realmente moviliza la acción
    hacia una dirección contraria de la
    actual.

    Los tomadores-de-decisión solamente pueden
    dedicarse a adoptar decisiones en la medida que los problemas son
    realmente percibidos por él como reales problemas y,
    más aún, estén dentro de su alcance en
    cuanto a capacidad, responsabilidad, conocimiento e
    interés.

    En este sentido sería de suma utilidad a los
    directivos, gerentes, ejecutivos y profesionales de empresas que
    dediquen algo más de su tiempo y
    energías a tratar de aprender en base a que es que decide
    lo que tiene que resolver y más importante aun,
    cuáles son las señales
    que me dan alguna pista respecto de situaciones, procesos y
    acciones en desequilibrio.

    Todas las personas tenemos un marco de referencia y la
    palabra "marco" es correcta porque aunque creemos que estamos
    cambiando continuamente gran parte de nuestros comportamientos
    están encuadrados dentro de ese marco como si fuera el
    marco de una foto. Y así de rígidos nos comportamos
    en una gran porción de cada uno de nuestros días, a
    pesar de que creemos que no es así. El inmenso
    número de comportamientos "automáticos" son una
    contundente prueba de ello. Por lo tanto es muy importante que el
    gerente,
    directivo y ejecutivo como así también el consultor
    a asesor parta de ésta posición donde podemos decir
    que la mayor parte de las "personas están congeladas"
    (Eric Gaynor Butterfield: "Congreso de Desarrollo Organizacional"
    – 1999).

    Estos comportamientos automáticos de la mayor
    parte de las personas también se presentan dentro del
    mundo organizacional donde ellos operan. El comportamiento
    automático de una persona que toma
    una ducha y se baña antes de ir al trabajo guarda una
    fuerte similitud con los comportamientos automáticos
    secuenciales que ellos mismos realizan en el día a
    día dentro del ámbito de su trabajo. Ninguna
    persona se ducha y baña "después de haberse
    vestido", y ésta decisión programada y
    automática es ejercida sin haber dedicado tiempo "objetivo" para
    decidir si era mejor o peor bañarse antes o después
    de vestirse. En el trabajo se
    dan también estos tipos de comportamiento, dentro de
    distintas unidades de negocio, entre los miembros de un mismo
    grupo de
    trabajo, al relacionarse con miembros externos como lo son los
    Clientes y los
    proveedores,
    entre otros. Y casi podemos afirmar que este marco de referencia
    que cada uno de nosotros desarrolla en un esfuerzo por "hacer
    más sencilla nuestra propia toma-de-decisión" se
    encuentra construido por nuestro propio "tablero de control" /
    "Sistema de
    información gerencial" / "management information
    systems" o el nombre que ustedes quieran asignarle.

    Este tablero de control se desarrolla en base a
    "estímulos que estamos en condiciones de anticipar" y que
    podemos llegar a denominar – siguiendo a otros autores
    – como "estímulos estructurados". Un
    "estímulo estructurado" es el que tiene el Gerente de
    Presupuesto de
    una empresa al
    analizar los desvíos existentes entre los gastos reales y
    los que se habían presupuestado originalmente. Un
    estímulo estructurado tiene que ver con las diferencias
    entre las ventas del
    año pasado en comparación con las ventas de este
    año, y, por lo general, la mayor parte de las personas
    estamos acostumbrados a vivir con estos desvíos. Incluso
    muchos sistemas de
    control por excepción y las bases mismas de la
    dirección por objetivos
    (Peter F. Drucker: "The practice of management"; Harper & Row
    – 1954) encuentran su sustento en el hecho que las
    anticipaciones de estímulos (especialmente si uno ha
    participado en el proceso de anticipación de ellos)
    reducen el dolor (Donald W. Cole & Eric Gaynor Butterfield:
    "Suicidio
    profesional o asesinato organizacional"; The Organization
    Development Institute International, Latinamerica –
    2005)..

    También existen una multiplicidad de
    "estímulos que no estamos en condiciones de anticipar" a
    los que le podemos dar el nombre de "estímulos
    no-estructurados". Muchas veces no tenemos pistas ni
    señales que nos alertan respecto de la posible existencia
    de un problema. En realidad uno de los trabajos que debieran
    adoptar los directivos, gerentes, ejecutivos y profesionales es
    la capacidad de desarrollar sistemas de
    alerta nuevos a través de nuevas señales.
    Así como el conductor de un auto ha aprendido que una
    señal amarilla en el cruce de una calle le anticipa la
    necesidad de frenar, los ejecutivos en las empresas deben
    protegerse de futuros dolores de cabeza para lo cual se hace
    imprescindible desarrollar alertas orientado hacia la
    reducción de estímulos no-estructurados. Los
    procesos de socialización de las personas cuando
    éstas recién ingresan a una nueva empresa,
    requieren el desarrollo de nuevas competencias en
    el profesional que ha ingresado a la
    organización. Ignorar estas señales, que por lo
    general no son ni manifiestas ni obvias, puede reducir
    enormemente la supervivencia y vinculación de la persona
    con la empresa
    (Donald W. Cole y Eric Gaynor B. – ya citados).

    El sistema informal
    / social es la principal fuente de los estímulos no-
    estructurados y esto hace que sea necesario que los directivos,
    gerentes y ejecutivos esté sumamente alerta a ellos a
    través de todo tipo de pistas y señales como si se
    tratara de luces amarillas y anaranjadas (las rojas posiblemente
    no le den suficiente tiempo para resolver satisfactoriamente algo
    que ha sucedido y que tiene consecuencias disfuncionales para la
    empresa).

    Aunque parezca paradójico el sistema de
    toma-de-decisiones que tiene una muy fuerte base racional, se
    dispara en gran medida a través de los sentimientos y las
    emociones y
    como la persona es capaz de relacionarse con sus propios
    sentimientos y emociones. Alvar Elbing (ya citado) sugiere como
    primer paso la habilidad de identificar y aceptar nuestros
    propios sentimientos, algo que no es tan fácil y sencillo
    como uno puede suponer, incluyendo tres fases del proceso de
    auto-conciencia:

    1. Saber y reconocer lo que uno está
    sintiendo

    2. Identificar la probable causa y el referente de
    nuestros sentimientos.

    3. Expresar y manifestar nuestros sentimientos en el
    momento adecuado.

    No es ningún trabajo sencillo el de analizar
    nuestro propio comportamiento, es decir ser sujetos de nuestra
    propia observación objetiva. George Lomard
    ("Self-awareness and the scientific method"; Science –
    1960) define a la observación "como la capacidad de
    discriminar / distinguir entre lo que la realidad realmente es y
    la realidad como uno mismo la ve".

    Los primeros pasos en todo proceso de toma de decisiones
    son los más importantes y existen algunos importantes
    obstáculos que se presentan inicialmente. Los más
    corrientes y comunes (Alvar Elbing – ya citado)
    son:

    • La tendencia a responder con una evaluación de manera
      inmediata
    • Poder diferenciar las experiencias de manera que uno
      distinga la diferencia entre aprender una experiencia respecto
      de aprender "desde" (o como resultado de) una
      experiencia
    • La tendencia hacer uso de soluciones
      que están "disponibles". La clásica frase de "si
      tenemos un martillo es problema que veamos a los problemas como
      un clavo".
    • La tendencia a reaccionar en base a como se nos
      presenta el problema. El médico no solamente toma en
      cuenta lo que el paciente "le dice" sino que realiza sus
      propias investigaciones
    • La tendencia a orientar y dirigir las decisiones
      hacia un único objetivo
    • La tendencia a confundir los síntomas con los
      problemas
    • La tendencia a no prestar debida consideración
      a lo que hemos observado y "archivado" como
      no-solucionable
    • La tendencia a mirar hacia un "referente"
    • La tendencia a responder de manera
      automática

    Todos estos aspectos deben ser considerados en la
    primera fase de la toma de decisiones. Es importante que el
    gerente sepa distinguir entre el desequilibrio que representa una
    manera de llamar su atención respecto del hecho de que
    algo nada mal, del problema en sí mismo. Podemos sugerir
    que el proceso de toma-de-decisiones se inicia al percibir que
    algo está mal y de que existe un problema a resolver, es
    decir que vivimos una situación fuera de equilibrio, y
    que por lo tanto se requiere de una decisión que permita
    restablecer la situación original de equilibrio. Elbing
    (ya citado) nos alerta de que usualmente existe una tendencia en
    la toma de decisiones dentro de las organizaciones a poner foco
    en la situación y no tanto respecto de la percepción
    del mismo.

    Como hemos visto la percepción de desequilibrio
    representa el primer paso en la toma-de-decisiones y dentro de
    ella la "observación de cómo está uno mismo"
    es de vital importancia. No queremos dejar de enfatizar la
    importancia de esta necesidad de desarrollar nuestra propia
    capacidad de observarnos ya que usualmente existe una tendencia
    bastante generalizada a creer que la etapa de diagnóstico es el primer paso en el proceso
    de resolución de problemas o toma de
    decisiones.

    Comenzamos con una descripción de expertos en organizaciones,
    instituciones
    y empresas que han privilegiado lo racional. Y nada mejor que
    hacerlo con Michel
    Crozier.

    • Crozier, Michel

    Michel Crozier ha liderado proyectos de
    cambio y trabajado con muchas empresas públicas y
    organismos gubernamentales en su país de nacimiento,
    Francia,
    estando expuesto también a diversas experiencias en
    organizaciones como resultado de sus años de residencia en
    los Estados Unidos de Norteamérica. Una diferencia notable
    de Crozier respecto de otros practitioners y consultores de
    empresas reside en que su visión de las organizaciones
    burocráticas es distintiva; para Michel las burocracias no
    son meramente organizaciones racionales de tipo
    monolítico, sino más bien entidades donde existe
    una continua interacción entre los participantes
    organizacionales y la entidad misma.

    Estas organizaciones se caracterizan por tener y gozar
    de una estabilidad importante durante muchos de sus años
    de existencia que se ven modificados durante un período
    muy corto de tiempo caracterizado por algún tipo de
    crisis que
    gatilla la necesidad de un cambio
    organizacional. Durante muchos años la organización opera como si existiera dentro
    de un contexto estable, con reglas y normas que no se
    modifican mayormente, y los conflictos
    pueden llegar a ser barridos debajo de la alfombra. Pero esta
    "calma chicha" lo único verdadero que hace es presagiar
    una explosión, y, por consiguiente las crisis son vistas
    como elementos necesarios que permiten potenciar y hacer emerger
    la transformación organizacional. En esos momentos de
    crisis aparecen figuras que comienzan a reemplazar informalmente
    las reglas y normas establecidas, en la medida que las fuerzas a
    favor del cambio empiezan a tener un mayor peso relativo. La
    figura que surge es la que Michel denomina como "reformador
    autoritario" que sobresale más allá de las rutinas,
    reglas y normas durante ese momento de crisis, para lograr un
    nuevo arreglo organizacional. De todas maneras no
    deberíamos ser totalmente críticos del modelo
    burocrático ya que, según Michel, jamás ha
    existido tanto cambio y a tan alta tasa de cambio como la que
    vivimos hoy día, y especialmente dentro de organizaciones
    grandes.

    Existen diferencias entre la organización
    burocrática francesa y la de los Estados Unidos de
    Norteamérica que Michel Crozier saca a la luz. Dentro de
    todo este panorama Michel es optimista sugiriendo que el sistema
    de administración
    pública en Francia junto con su sistema de castas,
    puede reformarse a través de diversos mecanismos y
    privilegiando entre éstos el reclutamiento
    / selección de
    personal como asimismo a través de los programas de
    entrenamiento.
    Un punto que Crozier sugiere tengan en cuenta todos aquellos que
    están involucrados en alguna manera en cambio y desarrollo
    organizacional – sustentado en los juegos de
    poder que
    existen en las entidades burocráticas – son los
    "juegos de poder" que frenan el desarrollo de la
    organización.

    Estos "juegos de poder" como los denomina Michel Crozier
    se basa en un conjunto de juegos ensamblados que guardan
    preponderancia por encima del "diseño
    organizacional" que los directores tienen en su cabeza (mejor
    dicho su mente). A través del juego se
    canalizan relaciones de poder dentro de la organización
    algo que March & Simon ("Organizations"; Wiley and Sons -.
    1958) tratan de un modo algo diferente, pero al que
    también le prestan atención. El concepto de
    inducements-contributions juntamente con el de racionalidad
    limitada (de James March y Herbert Simon) guarda cierta
    relación con la concepción de Crozier, ya que los
    distintos participantes organizacionales y sus respectivas sub-
    unidades y sub-grupos se entretienen en juegos donde se
    distribuyen el poder por encima de la distribución formal de poder que previeron
    los que están en la cúspide de la pirámide.
    Estos juegos de poder donde existe una multitud de coaliciones
    tanto formales como informales entre superiores, subordinados,
    contratados, tercerizados, clientes, proveedores, profesionales,
    expertos, consultores, entre otros llegan a conformar lo que
    Michel Crozier llama –sarcástica e
    irónicamente – el "modelo estratégico de la
    empresa".

    Michel Crozier pone bien en claro que todos los que
    participan de este modelo estratégico lo hacen hasta
    cierto punto; todos tienen "su límite". Todos ellos se
    distribuyen el poder pero son conscientes que por sobre todo "la
    organización" debe seguir existiendo. Las luchas en los
    "juegos de poder" se refieren a distintas posiciones que adoptan
    los participantes organizacionales pero estas luchas se
    caracterizan por no ser de vida o muerte, ya que
    existen muchos mecanismos sutiles de apropiarse de poder sin
    matar al contrario (ver material adicional en el Libro del Dr.
    Donald Cole y Eric Gaynor titulado: "Suicidio Profesional o
    Asesinato Organizacional"; The Organization Development Institute
    International – 2005)

    Nuevamente vuelve a coincidir el trabajo de James March
    y Herbert Simon con el de Michel Crozier cuando éste
    último señala que "el nivel de incertidumbre incide
    sobre el poder". En un "study case" importante realizado en una
    industria
    tabacalera Crozier sustentó la posición mencionada.
    Personal de
    mantenimiento
    estaba en condiciones – y así lo hizo – de
    parar totalmente la fábrica haciendo dependientes a toda
    la empresa del ejercicio de esta muy pequeña
    dotación de empleados. El personal de mantenimiento
    tenía un conocimiento sumamente puntual respecto de "como
    hacer andar las máquinas"
    que no era enseñado ni compartido con otras personas de la
    empresa y entonces, a su discreción regulaban la marcha de
    la entidad hasta el punto de paralizarla totalmente. Esto
    sucedió hace unos 60 años en Francia y tenemos
    ejemplos con líneas aéreas de aviación donde
    los pilotos y personas a cargo de los instrumentos pueden llegar
    a paralizar totalmente la empresa. (durante un trabajo de
    consultoría en la Argentina donde una
    empresa tenía un alto nivel de dependencia de cierto
    grupo, el propietario, al participarle yo la experiencia de
    Crozier me manifestó que esto no es muy probable que
    suceda en este país ya que gran parte de los especialistas
    no conoce su propio trabajo …y además no se los puede
    despedir con lo que se generaliza la ignorancia).

    Existe una manera de reducir la incertidumbre y esa es a
    través de normas, reglas y procedimientos y
    esto se encuentra "democráticamente distribuido en toda la
    organización" cubriendo tanto a superiores como a
    subordinados, donde éstos últimos las rechazan
    porque reducen su grado de discrecionalidad, pero por otro lado
    las fomentan ya que también reducen el nivel de
    discreción de sus superiores.

    Resumiendo podemos decir que Michel Crozier coincide
    grandemente con nuestro punto de vista que sostiene que las
    organizaciones burocráticas son entidades donde "los
    gerentes miran para arriba esperando instrucciones de la
    dirección superior que nunca llegan … y para peor estas
    instrucciones deben ser cumplidas y obedecidas por los
    subordinados de los gerentes, que tienen realmente poco
    interés en cumplirlas".

    Michel Crozier: "The bureaucratic phenomenon"; Tavistock
    Publications – 1964

    Michel Crozier: "Comparing structures and comparing
    games" en European contributions in organization theory –
    1976.

    • Lindblom, Charles E.

    Charles Lindblom ("Usable knowledge: Social science and
    social problem solving" Yale University Press – 1979) forma
    parte del selecto grupo de académicos e investigadores que
    ven a las organizaciones como unidades cognitivas que a su vez
    están compuestas por distintos participantes
    organizacionales que actúan en base a su particular forma
    de toma-de-decisiones. En este proceso de inter-relación
    mutua entre el individuo y la
    organización surge la importancia del proceso de
    toma-de-decisiones y también de aquellos-que toman-las
    decisiones.

    En alguna medida Lindblom concuerda con Herbert Simon y
    James March ("Organizations"; ya citado) respecto de que el
    management y también la toma de decisiones, no llega a ser
    racional. Como economista y también estudioso de ciencias
    políticas que privilegian el enfoque
    "macro", Charles Lindblom muestra como el
    enfoque racional deductivo (que considera ideal y que se presenta
    en el manejo de la economía) tiene que
    tener en cuenta una multiplicidad de variables de
    alta complejidad que a su vez interactúan todas entre
    ellas y requieren que uno vaya a la misma raíz de la
    situación / problema. El enfoque deductivo presta fuerte
    atención a los valores y
    a su aplicación, y como resultado de ello acota lo que "se
    trata", y nos llevaría a un "enfoque sinóptico"
    para la toma de decisiones. Lamentablemente no es común
    encontrar aplicaciones del mismo dentro del ámbito
    organizacional o empresarial, y Lindblom sugiere que esto se debe
    tanto al proceso de toma de decisiones que está presente
    en las empresas y además por los mismos
    tomadores-de-decisiones.

    Como el método
    ideal-racional-deductivo no se practica en las empresas debido a
    lo arriba mencionado y también a otros factores (lucha
    cuerpo-a-cuerpo y de resistencia entre
    personas y entre grupos / unidades), se tiene que producir un
    proceso de acomodación – que no necesariamente tiene
    que ver con la reconciliación – que da origen a lo
    que Lindblom denomina "ajuste mutual partisano", con su
    característica de resistencia. Pero aunque tuviera bien en
    claro todos los valores de los
    distintos intereses en juego no podría darles un ranking
    en base a su importancia.

    Pero por otro lado – y a diferencia del enfoque
    del economista o estudioso de ciencias políticas – el
    administrador
    dentro de la empresa se maneja usualmente con un esquema menos
    complejo donde los objetivos son más bien sencillos y el
    mercado aunque
    turbulento, puede ser predecible en gran medida. Esto nos
    llevaría a una serie de alternativas que pueden manejarse
    razonablemente bien, especialmente teniendo en cuenta que muchas
    situaciones "se repiten" con cierta asiduidad llevándonos
    a tomar decisiones que, dentro de ciertos parámetros son
    razonablemente racionales, aunque limitados. Herbert Simon
    ("Administrative Behavior"; Macmillan – 1960 / "The new
    science of management decision"; Harper & Row – 1960)
    sugiere que los que toman decisiones en las empresas deben
    adaptarse en su accionar diario dentro de las organizaciones a
    actuar teniendo en cuenta sus propias limitadas capacidades para
    tomar decisiones. Y Lindblom no deja de destacar la importancia y
    mutua relación que existe entre los valores y los hechos,
    haciendo necesario por ello que los valores sean acotados para
    los tomadores-de-decisiones (Edgar Schein: "Organizational
    Psychology"; Prentice Hall – 1980) ha hablado bastante
    sobre este tema haciendo sugerencias sutiles para el
    management).

    Teniendo en cuenta todos estos factores Charles Lindblom
    sugiere que la estrategia para
    la toma de decisiones que usualmente está en vigencia
    dentro del mundo organizacional, no es el que el mismo define
    como enfoque sinóptico. Según Lindblom la
    estrategia que está en vigencia es la que el denomina
    "estrategia incremental desunida" (strategy of disjointed
    incrementalism). Bajo esta estrategia los tomadores de decisiones
    no parten de cero sino de una realidad que existió
    previamente en la vida del tomador-de-decisión. A este
    enfoque Charles le ha dado el nombre "comparaciones limitadas en
    un orden sucesivo" (successive limited comparisons).

    En la mente del tomador-de-decisiones se tienen en
    cuenta pequeños aumentos relacionados con procesos que no
    están coordinados y entre sí y que por lo general
    están desconectados. Este enfoque "incrementalista"
    – que tiene vigencia en distintas áreas de las
    ciencias del comportamiento de los individuos dentro de las
    organizaciones (ver el libro del Dr. Donald Cole y Eric Gaynor:
    "Suicidio Profesional y Asesinato Organizacional", The O. D.
    Institute International – 2004), comete el tremendo error de no
    distinguir entre lo incremental y lo no-incremental. Y resumiendo
    podríamos llegar a decir que limitados decididores
    organizaciones y limitados procesos de toma de decisiones pueden
    llegar a funcionar cuando en lugar del enfoque de "raíz" a
    que hace mención Charles Lindblom (ver más arriba)
    es reemplazado por el enfoque de "sucursal" (branch).

    El "incrementalismo desunido" hace que la toma de
    decisiones dentro de las organizaciones se caracterice por poner
    foco a las enfermedades del día
    que no están necesariamente relacionados con los sub
    –objetivos departamentales y menos aún con los
    objetivos organizacionales. Y elige las siguientes
    características que están presentes en el
    "incrementalismo desunido":

    • se realizan análisis marginales,
    • que están basados en un número limitado
      de alternativas,
    • donde en lugar de que los medios se
      ajusten a los fines son los fines que se ajustan a los
      medios,
    • orientados a reconstruir, es decir, en el mejor de
      los casos volver a la situación original
    • a través de pasos en secuencia que castigan un
      enfoque holístico
    • que identifican y priorizan las situaciones de
      enfermedad de las cuales hay que alejarse en lugar de
      concentrarse en los objetivos a alcanzar, y
      finalmente
    • es un enfoque fragmentado con coordinación solo parcial

    Si tuviéramos que encontrar una
    característica común al "incrementalismo desunido"
    podrías elegir la "reducción de tamaño"
    puesto que se busca:

    1. limitar la información a tener en cuenta
    2. restringir la memoria
      total evocando solamente algunas partes "que creemos
      importantes"
    3. se reduce el número de opciones al existir
      dificultades para procesar y evaluar integralmente la
      situación
    4. se reduce el horizonte a tener en cuenta
    5. se limita el tiempo que se pone a disposición
      para la toma de decisiones

    En la vida diaria de la organización esto
    significa que todo aquello que no es tenido en cuenta ahora, se
    puede manejar más adelante. La famosa frase de "resistencia al
    cambio" es un buen reflejo del "incrementalismo desunido"
    (que es muy usual en la boca de los consultores).

    En la carrera de escapar del enfoque sinóptico
    racional-deductivo los gerentes optan por la estrategia
    (limitada) de incrementalismo desunido. En situaciones de cambio
    relativamente bajo puede dar ciertos resultados ya que de todas
    maneras las consecuencias del mismo son de corto alcance. Algo
    que deben tener en cuenta todos los practitioners, consultores,
    agentes y facilitadores de cambio dentro del mundo organizacional
    y empresarial es la sugerencia que hace Charles Lindblom cuando
    señala que es razonablemente posible realizar cambios
    rápidamente tanto como resultado de pequeños
    cambios sucesivos con alta frecuencia como así
    también se adoptan cambios drásticos con pasos
    menos frecuentes o asiduos. Y también deben tener en
    cuenta los directores y gerentes de empresa de que el enfoque
    sinóptico puede frenar a los tomadores de decisiones de
    iniciar todo tipo de acción lo que significa una
    paralización total de la empresa. Se espera que el lector
    avezado pueda manejar efectivamente estas dos dimensiones
    eficientemente, en beneficio tanto de los participantes
    organizacionales como de la organización.

    • March, James E.

    Ha sido profesor de
    Management en la Universidad de
    Stanford, California que combinó con sus fuertes intereses
    en toma de decisiones en las organizaciones en la Universidad de
    Carnegie-Mellon. Siempre mantuvo lazos muy estrechos con otros
    dos estudiosos en lo cognitivo: Richard Cyert y Herbert Simon
    estando ambos también en la Universidad de
    Carnegie-Mellon.

    El componente artístico se destaca en éste
    excelente investigador en Ciencias del Comportamiento con una
    fuerte especialización en toma de decisiones. Lo
    poético, el juego / entretenimiento, la exploración
    de alternativas aparentemente "tontas" junto con inconsistentes
    opciones, son un sello que distingue el genio de James
    March.

    March ("Decisions and Organizations", Blackwell –
    1988) sugiere que – en el mejor de los casos – lo que
    realmente existe en la vida de las empresas es lo que el mismo
    define como "anarquía organizada", donde los procesos
    decisorios entran por lo general en alguna de éstas cuatro
    categorías :

    1. Otra forma de cuasi-resolución de problemas
      es a través de un mecanismo por el cual se llega a una
      solución por medio de lo que March denomina "nivel
      aceptable"; se toleran las diferencias y a veces el nivel de
      tolerancia
      puede tener que ver con como está distribuido el poder
      dentro de la empresa. Dentro de la cuasi-resolución de
      problemas existe otra forma que March denomina "prestando
      atención a los objetivos en forma secuencial". Esto es
      muy común que suceda en los proyectos nuevos donde se
      da consideración a alguna fase que, una vez concluida
      nos permite mover a la siguiente. Es muy común que
      empresas se embarquen en un programa
      donde se promociona un "saldo de stock" y que luego se
      encuentren en una situación incómoda por
      alguno de los dos motivos: o porque se quedan sin stock muy
      rápidamente y no pueden satisfacer todos los
      requerimientos de los Clientes o sino, o por no poder salir
      del "stock en tiempo". El método de prestar
      atención a los objetivos en forma secuencial se
      presenta cuando los conflictos que surgen por distintos
      objetivos no pueden ser resueltos.

    2. Cuasi-resolución de conflictos que es lo que se
      da con mayor frecuencia estando relacionados con la naturaleza
      política
      de las organizaciones no encontrándose una
      resolución del problema. Por ello se trata de mecanismos
      de cuasi-resolución que posibilita vivir con los
      problemas siendo uno de ellos el mecanismo de "racionalidad
      local". Cada uno de los departamentos de la organización
      satisface los objetivos (en realidad son sub-objetivos
      organizacionales) locales, es decir, de su propia unidad. El
      departamento de compras pone
      foco en "como comprar", el departamento de recursos
      humanos en "como reclutar personal", y el departamento de
      ventas en "como vender" y los comportamientos de éstas
      unidades son racionales pero solamente en términos de
      ellos mismos. Estas aparentes decisiones racionales resultan
      ser inconsistentes cuando se requiere alta interdependencia
      entre departamentos como por ejemplo cuando la dirección
      de marketing
      solicita dinero
      adicional a la gerencia de
      Presupuesto para una promoción que no está incluido en
      el presupuesto de la empresa.
    3. Es muy común que como resultado de los dilemas
      que surgen por la toma de decisiones, se resuelvan los mismos
      por el método de "evitar la incertidumbre". En realidad
      mucho de lo que sucede dentro del mundo corporativo y que
      está fuera de los mercados
      monopólicos u oligopólicos es realmente incierto.
      Las empresas no están seguras ni de su nivel de ventas,
      ni del mix de ventas de sus distintos productos y
      servicios,
      ni de los impuestos que
      otros quieren trasladarle, ni del costo
      laboral que
      puede verse fuertemente influenciado por organismos de
      regulación externos. Por lo tanto la "política
      del avestruz" puede resultar sumamente práctica; al no
      verse el problema supuestamente este no existe. Los lobbies que
      realizan las empresas con los gobernantes de turno son uno de
      los mecanismos que usan las organizaciones, y también lo
      es el hecho de adjudicar contratos
      exclusivos a ciertos Clientes como el establecimiento de
      órdenes de compra abiertas anuales por ciertos
      volúmenes relativamente grandes.
    4. Otro método es el que James March denomina
      "límites en la búsqueda" (search is
      problemistic). Es cierto que un problema origina una
      búsqueda hacia la solución, pero es muy
      común que suceda que cuando uno cree que tiene una
      solución, uno detenga la búsqueda. Se prioriza la
      información urgente por sobre la información
      relevante y no siempre se discrimina correctamente entre ambas.
      En este trajinar por una solución es probable que se
      asocie el problema con la historia anterior y se
      evoque una solución … que fue aplicada anteriormente
      para una situación y un momento distinto. Proposiciones
      creativas e innovadoras que son necesarias en mercados
      turbulentos donde los cambios requeridos son de carácter transformacional, quedan
      rezagados, por decir lo menos. Las empresas comerciales muchas
      veces eligen la promoción desde adentro con el
      propósito de "no hacer olas" dentro de la
      organización. El servicio de
      correos de los Estados Unidos de Norteamérica tiene un
      sistema de promoción de personal que está basado
      fundamentalmente en la propia planta actual de
      personal.
    5. Otra manera de reducir la anarquía
      organizacional es a través del aprendizaje
      organizacional (ver también a Peter Senge: "La quinta
      disciplina"). Muchas veces dentro de las
      empresas las cosas funcionan bajo el postulado de "poner la
      carreta en marcha sin acomodar los melones" asumiendo que los
      mismos se van a ordenar con la marcha de la carreta. Muchas
      empresas tienen un sistema de iniciación para el
      personal nuevo que ha sido contratado que se basa en el
      principio "o nada o se ahoga" (ver a Edgar Schein ya
      citado).

    La anarquía organizada es una
    característica que está presente dentro de todo
    arreglo organizacional, aunque es cierto que no todo el tiempo,
    lo que hace que existan algunos límites a dicha
    anarquía organizada. Los límites están
    establecidos por tres características principales las
    cuales son:

    • la organización llega a conocer sus objetivos
      solamente cuando está en marcha

    – como su propia tecnología no es realmente conocida, los
    mismos procesos no son tampoco conocidos y el aprendizaje
    se realiza en gran medida por el método de la especie
    animal conocido como "prueba y error"

    • los que realmente participan (y se presentan a las
      reuniones de comité, por ejemplo) tienen que ver con lo
      que sucede y con lo que se cambia y modifica.

    El monumental trabajo de James March con su
    extraordinaria dosis artística llega a sugerir que la toma
    de decisiones es tan "no-racional" que puede llegar a ser
    comprendido como una pintura, poema
    o novela famosa.
    La carencia de racionalidad de parte de los distintos
    participantes organizacionales sumado a los cambios turbulentos
    en el mercado hacen que no solamente las personas no lleguen a
    comprender lo que hacen sino que tampoco las organizaciones
    mismas creen si es que lo que hacen tiene algún tipo de
    sentido. Para March existen límites en cuanto a la
    racionalidad en la toma de decisiones tanto desde lo cognitivo
    como desde lo político y organizacional. Y lo que sucede
    como uno de los motores
    principales de ésta limitada racionalidad tiene que ver
    con el fenómeno de "atención"; las personas no
    prestan atención y como resultado de ello la
    atención resulta ser un recurso escaso con el cual tienen
    que lidiar las organizaciones de todas maneras. Consiguientemente
    se atiende solamente "una parte" en el proceso de toma de
    decisiones, y muchas veces la focalización en algo impide
    ver "lo otro", sugiriendo James March que "toda entrada
    representa una salida que no siempre es la mejor". La
    combinación de una "atención" escasa sumada a la
    limitada capacidad cognitiva nos lleva a un hecho concreto que
    es definido como de "racionalidad limitada".

    Para hacer las cosas aún peor existen lo que
    James March denomina preferencias erráticas que resulta de
    la combinación de:

    1. las personas cambian lo que tienen en su mente
      respecto de lo que quieren
    2. incluso sabiendo lo que quieren pueden llegar a
      ignorar sus propias preferencias
    3. pueden seguir el consejo de otros o referirse a sus
      propias preferencias en forma ambigua lo cual también
      altera su decisión

    En una expansión de su trabajo original – y
    en forma conjunta con Cyert – ambos autores (R. M. Cyert
    & J. G. March: "A behavioral theory of the firm";
    Prentice-Hall – 1963) sugieren que como consecuencia de la
    sumatoria de los límites cognitivos de racionalidad con
    los límites políticos una empresa no es más
    que una coalición política con múltiples
    objetivos en permanente cambio. La coalición está
    conformada por distintos actores como ser accionistas,
    proveedores, clientes, órganos de recaudación tanto
    impositiva como previsional, brokers de seguros,
    empleados, gerentes entre otros. Todos ellos tienen sus
    preferencias respecto de lo que la organización
    debería ser y buscan alcanzar sus sub-objetivos que pueden
    estar en conflicto con
    otros sub-objetivos e incluso en contra de los propios objetivos
    de la empresa. Por lo tanto encontramos en forma continua dentro
    de ésta coalición política una forma
    organizacional a la que se llega como consecuencia de procesos de
    negociación y regateo, y esto hace que se
    reduzca en gran medida la anarquía
    organizacional.

    Pero surge un dilema muy importante que James March lo
    pone en términos de comparar los "inducements
    organizacionales" con las contribuciones de los participantes
    organizacionales. Y todo lector avezado debe tener en cuenta que
    los inducements organizacionales pueden salir del aspecto
    cuantitativo y tener dentro de sí mismo componentes
    cualitativos; pero éste no es el caso de los miembros
    organizacionales que deben realizar aportes /
    contribuciones.

    Otro aporte de importancia es el hecho que James March y
    Herbert Simon echaron por tierra una
    concepción que ha tenido – y sigue teniendo –
    mucha vigencia. Nos referimos al supuesto básico de la
    escuela conocida
    bajo el nombre de Relaciones
    Humanas que sugiere que a mayor nivel de satisfacción
    (por parte del empleado) como variable independiente hemos de
    alcanzar una mayor eficiencia o
    productividad
    (variable dependiente) organizacional. De aquí en
    más – por lo menos conceptualmente – March
    & Simon dejaron bien en claro que esta relación no es
    cierta sino que mas bien puede verse al revés; una persona
    productiva es muy probable que esté satisfecha / contenta.
    El componente práctico del monumental trabajo de James
    March y Herbert Simon publicado bajo el título
    "Organizaciones" y editado por Wiley & Sons en 1958 fue
    tomado por Frederick Herzberg ("Work and the nature of man";
    World Publishing Co. – 1966 / "One more time: How do you
    motivate employees?; Harvard Business Review – 1968/ y con B.
    Mausner & B. Snyderman: "The motivation to work"; Wiley
    – 1959) quien ha ido un paso más allá
    identificando las fuerzas motivadoras y distinguiéndolas
    de los componentes higiénicos, que aunque importantes no
    tienen una implicancia directa en la productividad.
    Aparentemente, y siguiendo a March & Simon los niveles de
    satisfacción en el trabajo están mas bien
    relacionados con una "baja rotación de personal" y un
    "bajo nivel de ausentismo" con lo que resulta importante
    distinguir al empleado que concurre a la organización del
    empleado que realmente produce.

    El componente creativo – y en parte
    sarcástico de James March – juntamente con la
    colaboración de otros dos estudiosos (Cohen y Olsen; ver
    March & J. P. Olsen: "Ambiguity and choice in organizations";
    Bergen – 1976) sugieren la existencia de un "modelo
    organizacional denominado tacho de basura", con
    el cual se han hecho famosos. Este tacho de basura recibe
    tanto soluciones como problemas que tiran allí los
    miembros organizacionales a medida que ellos se van generando.
    Para James March resulta sumamente paradojal que:

    1. las personas luchan dentro de la empresa por
      participar en la toma de decisiones … pero no llegan a hacer
      uso de dicha participación
    2. las personas solicitan información … que luego
      no usan

      A los ojos super-alertas de James March todo esto le
      resulta sumamente curioso, por decir lo menos. Y entonces
      sugiere que una decisión es el resultado de las
      relaciones entre participantes organizacionales, problemas,
      soluciones, métodos de elección y opciones a
      seguir. A su vez las decisiones son alcanzadas como
      consecuencia de tres rutas principales:

      1. por resolución, a través de un
        proceso especialmente diseñado al que se le dedica
        un tiempo razonable
      2. por vía veloz, cuando las decisiones son
        tomadas muy rápidamente
      3. al vuelo, que se suscita cuando el planteo del
        problema original "se ha ido o ha volado" reconociendo una
        elección que puede tomarse pero que no soluciona
        absolutamente nada.
    3. luchan durante el debate sobre
      qué decidir … pero no tienen interés en hacer
      un seguimiento para ver si la decisión ha sido
      implementada

    Según James March la mayor parte de las
    decisiones tomadas dentro de la "anarquía organizacional"
    tiene que ver con las rutas b. y c. arriba descriptas.

    Como punto final nada mejor que citar una de las frases
    magistrales de James March como cuando señala que "una
    organización es una colección de elecciones en la
    búsqueda de problemas, temas y sentimientos que a su vez
    están en la búsqueda de situaciones decisorias y
    soluciones que buscan temas para las cuales esperan tener una
    respuesta, y donde los que toman decisiones están
    interesados en tener un trabajo".

    *** James March y Herbert Simon dedicaron muchas
    energías hacia el análisis de la burocracia y
    pusieron foco en las disfunciones de la misma en su tratado
    "Organizaciones" del año 1958. Y nada mejor que acudir a
    estos autores para conocer en mayor detalle los límites de
    la organización burocrática.

    Max Weber ("The
    theory of social and economic organization"; Free Press –
    1947) e intenta demostrar que la organización
    burocrática es una respuesta racional a las complejidades
    que se presentan en el accionar diario de las empresas. Mas
    puntualmente, trata de mostrar como la organización
    burocrática logra superar los límites
    computacionales que tienen las personas para la toma de
    decisiones u otras formas alternativas de organización
    como ser la especialización, la división del
    trabajo, entre otras. No existe duda alguna que Weber va
    más allá del modelo "mecanicista", ya que entre
    otras cosas, estudia con detalle la relación entre la
    persona y su rol. Pero sin embargo, Weber percibe a la burocracia
    como un sistema adaptativo para hacer uso de habilidades
    especializadas, y pasa por alto algunos aspectos relacionados con
    el carácter del organismo humano.

    Y es interesante destacar que cuando nos alejamos de
    Weber y tenemos en cuenta a otros estudiosos más recientes
    de la burocracia nos encontramos con que éstos prestan
    atención a las "consecuencias no-anticipadas" de los
    miembros organizacionales. Tal es el caso de R. K. Merton ("The
    unanticipated consequences of purposive social action" – 1936),
    de A. W. Gouldner ("Patterns of industrial bureaucracy"; Glencoe
    – 1954 / "Theoretical requirements of the applied social
    sciences" – American Sociological Review – 1957) y
    también de Philip Selznick ("TVA and the grass roots";
    Berkeley – 1949), quienes hacen mención a muchas de las
    consecuencias disfuncionales de la burocracia. Estos estudiosos
    sugieren que el hecho de operar bajo el modelo "mecanicista"
    puede llegar incluso a perpetuar el modelo "mecanicista"
    aún más. Los modelos de
    estos autores muestran ciertos aspectos similares en particular
    al identificar como variable independiente los procedimientos
    organizacionales y la forma en que estos controlan el
    comportamiento individual. Parece ser que los procedimientos
    organizacionales tienen consecuencias para los líderes
    pero al mismo tiempo se dan algunas consecuencias disfuncionales
    para la organización.

    Merton ("Bureaucratic structure and personality"; Social
    Forces – 1940) presta atención a las disfunciones en
    el aprendizaje organizacional. Sugiere que los participantes
    organizacionales aprenden respuestas a situaciones similares que,
    bajo otras condiciones, resultan inapropiadas para la
    organización. Una variable independiente y de suma
    importancia para Merton es la "mayor demanda de
    control" que exigen los que están al tope de la
    organización lo que a su vez impacta sobre una mayor
    confiabilidad de comportamiento y "respondabilidad". Esto se pone
    en marcha dentro de las empresas a través de
    procedimientos estandarizados los que a subes impactan
    negativamente. Entre los aspectos negativos Merton hace
    mención a la reducción en la cantidad de relaciones
    personalizadas, la internalización de reglas y normas en
    contra de los objetivos organizacionales, y una
    simplificación en la categorización para la toma de
    decisiones lo que a su vez impacta sobre una menor
    búsqueda de soluciones alternativas. E incluye una serie
    de ejemplos de consecuencias disfuncionales en las relaciones con
    los Clientes, los que han sido notorias en organizaciones "de
    servicio" y entes gubernamentales.

    Selznick (ya citado – 1949) se diferencia de Merton
    (quien elige la variable mayor control) y presta atención
    a la delegación de autoridad. La
    delegación tiene una multitud de consecuencias, entre
    ellas, la de hacer necesario más y mejor entrenamiento en
    competencias especializadas. Estas competencias especializadas
    tienden a disminuir la diferencia entre los objetivos
    organizacionales y los logros personales, fortaleciendo
    aún más la delegación. Al mismo tiempo la
    delegación resulta en mayor departamentalización y en un aumento de la
    "bifurcación de intereses" entre las distintas
    sub-unidades de la empresa. A su vez el entrenamiento conlleva
    mayor competencia lo
    que va a ocasionar mayores gastos en "cambios de personal" y esto
    lleva a una mayor diferenciación aún. La
    bifurcación de intereses aumenta el conflicto entre las
    distintas sub-unidades organizacionales lo que hace aún
    mayor la diferencia entre los objetivos de la empresa y el
    desarrollo de carrera de los participantes organizacionales. Para
    hacer las cosas peor, las distintas sub-unidades organizacionales
    empiezan a desarrollar ideologías para cada una de sus
    unidades.

    El modelo de Gouldner (1954 – ya citado) se
    asemeja en alguna medida al de Merton y Selznick. Al igual que
    Merton, Gouldner está interesado en el impacto de las
    normas y reglas burocráticas sobre el funcionamiento
    organizacional. Intenta demostrar como una técnica de
    control diseñada para mantener el equilibrio de un
    sub-sistema altera el equilibrio del sistema en su
    conjunto.

    Gouldner sugiere que la creación de reglas y
    normas en el trabajo dan "pistas" de acción a los
    participantes organizacionales que se apartan de los objetivos de
    la empresa y de lo que intentan los que están en la
    cúspide de la pirámide. Los miembros
    organizacionales aprenden lo que es el mínimo aceptable
    comportamiento. Esta performance "mínima aceptable" es
    considerada como un fracaso por los superiores, lo que a su vez
    conlleva una "supervisión más estrecha" que
    aumenta el grado de tensión dentro del grupo de trabajo, y
    altera finalmente el "equilibrio original que se esperaba
    conseguir a través de la implementación de reglas y
    normas".

    James March y Herbert Simon señalan a otros
    autores: R. Bendix ("Bureaucracy: The problem and its setting";
    American Sociological Review – 1947), R. Dubin ("Decision making
    by management in industrial relations"; American Journal of
    Sociology – 1949), y P. M. Blau ("The Dynamics of Bureaucracy";
    Chicago – 1955), críticos del sistema burocrático.
    Lo importante y destacable para March y Simon se basa en que los
    tres autores principales a que hemos hecho mención
    anteriormente (Merton, Selznick y Gouldner) exhiben consecuencias
    disfuncionales para las organizaciones que adoptan un arreglo de
    tipo burocrático.

    • Simon, Herbert A.

    Tanto James March como Herbert Simon en su monumental
    trabajo titulado "Organizaciones" (1958 – Wiley and Sons)
    describen una señal necesaria de alerta ante el enfoque de
    la organización burocrática de Max Weber. En
    dicho trabajo los dos autores resumen una infinidad de trabajos
    de campo y de investigación que los lleva a concluir
    respecto de los aspectos disfuncionales de la burocracia. Ambos
    autores muestran como las inadecuaciones de la burocracia pueden
    – paradójicamente – ser tanto una razón
    para su perpetuidad como para sus eficiencias.

    James March como Herbert Simon son dignos pioneros del
    movimiento
    cognitivo en las organizaciones. Para James March una
    organización es una colección de opciones frente a
    problemas, temas y sentimientos que buscan decisiones para
    situaciones en el ambiente,
    donde se dan soluciones en la búsqueda de temas para las
    cuales pueden llegar a ser las respuestas, donde tomadores de
    decisión están en la búsqueda de un trabajo.
    Por otro lado Herbert Simon sugiere que la tarea de administración es tal que el individuo
    pueda acercarse lo más posible y en lo más
    práctico, hacia la racionalidad en su toma de decisiones
    (en términos de los objetivos
    organizacionales).

    Simon es un distinguido científico en lo
    político y lo social y sus aportes han tenido una fuerte
    influencia en varias disciplinas. Comenzó su tarea en
    la
    administración pública y en
    investigación operativa, y como consecuencia de su rol en
    múltiples universidades pudo integrar distintos aspectos
    de la administración. En la Universidad de
    Carnegie-Mellon en Pittsburg profundizó en lo relacionado
    con la toma-de-decisiones, haciendo uso de las computadoras
    como un medio de simular el pensamiento
    humano. En 1978 le fue concedido el Premio Nobel en
    Economía .. tomando como base entre otras cosas sus
    importantes contribuciones en micro-economía (ver libro :
    "Organizaciones" , 1958 de Wiley and Sons).

    Para Herbert Simon el gerenciamiento es sinónimo
    de toma-de-decisiones habiendo puesto foco en como se toman las
    decisiones en la práctica y como pueden éstas
    decisiones llegar a ser más efectivas. Sugiere que en el
    proceso general de toma-de-decisiones existen tres etapas
    principales :

    1. Encontrando ocasiones en las cuales exista una
      decisión a tomar, lo que podemos asociar con una
      actividad de inteligencia en el sentido
      militar.
    2. Inventando, desarrollando y analizando posibles
      cursos de acción, lo que podría denominarse
      como una actividad de diseño.
    3. Eligiendo un curso particular de acción de
      todas las opciones posibles, representando una actividad "de
      opción / elección" u "optativa".

    Simon sugiere que la actividad de inteligencia por lo
    general antecede a la de diseño, y a su vez ésta se
    da antes de la elección, pero esto no es tan simple
    secuencialmente y no siempre puede darse bajo este esquema. Lo
    que si es absolutamente seguro dentro del
    modelo de Herbert Simon que toda la actividad gerencial
    está embebida de la toma-de-decisiones.

    La pregunta básica que se formula Simon es la
    siguiente: ¿En basé a qué toman las
    decisiones los administradores? La teoría
    económica tradicional se basa en un supuesto donde
    el hombre es
    hedonista y que el mismo está sustentado en su
    racionalidad. Los economistas tienen para ello un modelo del
    "hombre
    económico" que elige racionalmente el mejor curso
    alternativo de acción posible con el propósito de
    maximizar sus rendimientos, modelo éste que por supuesto
    se aleja de la realidad, ya que sabemos muy bien que existe un
    elemento no-racional en el pensamiento y los comportamientos de
    las personas. En base a ello la necesidad de una teoría
    administrativa existe justamente porque hay límites
    prácticos a la racionalidad humana. A su vez, estos
    límites en cuanto a la racionalidad no son
    estáticos ya que dependen del contexto organizacional
    dentro del cual se desarrolla la decisión individual.
    Consiguientemente la tarea de "administrar" está
    fuertemente ligada al diseño de un contexto organizacional
    donde el individuo puede acercarse a la racionalidad en la toma
    de decisiones, y que este acercamiento sea práctico en
    términos de los objetivos organizacionales.

    Como consecuencia de sus hipótesis Herbert Simon
    propone un modelo del "hombre administrativo" en reemplazo del
    "hombre económico". Mientras que el hombre
    económico maximiza al seleccionar el mejor curso de
    acción de todas las opciones posibles, el hombre
    administrativo simplemente "satisface" en su esfuerzo por
    acercarse a una decisión que es suficientemente
    satisfactoria. Según Simon en su actuar en el día a
    día el gerente busca tomar y adoptar decisiones dentro de
    un rango de alternativas satisfactorias que no necesariamente son
    las alternativas óptimas, y esto a su vez, tiene
    implicancias más allá de los individuos lo que
    significa en la práctica que también las
    organizaciones solamente llegan a satisfacer sus objetivos lejos
    de su optimización.

    En términos personales podríamos decir que
    si tuvieran que hacer una torta de cumpleaños para uno de
    sus hijos harían una "torta que pudiera ser comida" y NO
    una torta que sea enormemente disfrutada y recordada por los
    compañeros de su hijo (quizás por ello sea notable
    la excelente predisposición que tienen los gerentes a
    "delegar" en otros tareas que resultan triviales). Observando
    este fenómeno en términos organizacionales y desde
    el punto de vista de los negocios
    podemos decir que en el proceso de gerenciamiento dentro de las
    empresas no se busca "maximizar la utilidad" sino tener una
    utilidad razonable, en lugar de pagar un precio
    óptimo hablan de un precio justo y en lugar de vender al
    mejor precio las ventas son realizadas a "un precio que termine
    de una buena vez con este stock".

    En términos de Herbert Simon la experiencia de
    los gerentes, sus títulos y Diplomas en las mejores
    Universidades, los Cursos de post-grado no son suficientes para
    maximizar la toma de decisiones. Más aún, Simon
    señala asimismo que en términos de "novedad" tanto
    situacional como temporal en cuanto a los procesos de productos y
    servicios, el gerenciamiento puede operar inteligentemente pero
    han de ser menos efectivos y eficientes. Esto conlleva una
    consideración muy importante ya que pone a la
    organización en una situación riesgosa cuando la
    "tasa de cambio relativa es alta".

    Al analizar el proceso de toma de decisiones
    organizacional que se realiza dentro de un contexto cambiante, a
    veces por ser reactivo a lo que sucede en el mercado y otras
    veces cuando la empresa toma iniciativas y actúa
    pro-activamente, Herbert Simon realiza una distinción
    identificando dos polaridades: las decisiones pueden ser
    programadas y también no-programadas, las cuales no
    necesariamente son mutuamente excluyentes.

    Las decisiones programadas se asemejan a lo que en gran
    medida ocurre dentro de las organizaciones mecanicistas en
    términos de Burns & Stalker (1961) o en la
    organización burocrática racional de Max Weber
    (1947). Este tipo de decisiones programadas se basan en el hecho
    que son repetitivas y responden a rutinas en el día a
    día de las operaciones
    dentro de la empresa. Esto hace que, ante una nueva acción
    repetitiva de algo que se ha hecho en el pasado no genera la
    necesidad de una nueva decisión. Las organizaciones
    mecanicistas hacen esfuerzos muy grandes por desarrollar
    mecanismos de rutinización (y también de control) y
    sus consecuencias disfuncionales ya han sido mencionadas
    largamente. En realidad si la mayor parte de las decisiones de
    management fueran simplemente programadas se requeriría
    menos tiempo de los gerentes in-situ. De esto hablaremos
    más adelante ya que es un tema de suma importancia en la
    realidad actual empresarial.

    Cuando se confronta una situación nueva y que es
    no-estructurada o también bajo situaciones donde no surge
    claramente una única mejor opción (algo que fue de
    gran preocupación para Frederick Taylor unos 40
    años antes) nos encontramos ante una decisión
    no-programada. Ante este tipo de situación que es la
    característica actual empresarial, la organización
    por más esfuerzo que haga para encontrar una respuesta en
    su historia organizacional o individual, es muy posible que no
    encuentre la solución óptima. No es ninguna
    casualidad que ante este tipo de situaciones, de Cambio y
    Desarrollo Organizacional, las empresas "traigan" recursos externos
    a la organización como un medio de asistencia y ayuda.
    Aquí se aplica la hermosa frase de Maslow cuando
    señala que "si lo que tenemos para resolver un problema es
    un martillo, pues hemos de ver casi todo como un clavo". Por lo
    tanto la mejor forma de no ver tantos "únicos" clavos es
    contar con un kit mas completo de herramientas
    … y los consultores y sus empresas consultoras son muy buenos
    para mostrar esto, independientemente de los resultados que
    después han de alcanzar – o mejor dicho, no
    alcanzar.

    Existen muchas técnicas
    que han surgido y tomado un nuevo giro en el siglo XX tales como
    investigación operativa, procesamiento electrónico
    de datos,
    tecnología informática, simulación
    computarizada, análisis
    matemático, comunicación digital las cuales
    inicialmente fueron utilizadas para actividades rutinarias y
    operaciones programadas que fueron de aplicación para el
    personal administrativo principalmente. Pero con el transcurso
    del tiempo cada vez más y más se incorporan nuevos
    elementos de apreciación para operaciones que en el primer
    ciclo son no-programadas inicialmente y que cada día se
    van transformando en operaciones programadas para su segundo
    ciclo. Eric Gaynor Butterfield (Congreso mundial de the
    Organization Development Institute en Zimbabwe, 1999) hace
    referencia a este hecho que lo trata aplicado especialmente a los
    "Profesionales" que componen un porcentaje sumamente importante
    de la planta de personal de las grandes corporaciones. Hoy
    día las grandes corporaciones multinacionales están
    en condiciones de realizar reducciones importantes de la fuerza total
    de profesionales ya que la "discrecionalidad" en la toma de
    decisiones está en franca declinación y hace
    innecesario a sus "Diplomados". Este fenómeno es tratado
    en detalle por el Dr. Donald Cole y Eric Gaynor en el
    libro:"Suicidio Profesional o Asesinato Organizacional" –
    The O. D. Institute International – 2004; aquí queremos
    honrar a Herbert Simon por su papel de iluminador al
    respecto.

    Y consideramos que no hay mejor final que reproducir el
    sentido de algunas palabras del genio de Herbert Simon cuando
    señala que la empresa del futuro ha de operar sobre la
    base de decisiones programadas que a su vez son tomadas en la
    oficina
    automatizada que está a su lado. Y recordar que esto fue
    expresado "a otros" alrededor de 1960 !

    • Tannenbaum, Arnold S.

    Para una persona que comenzó y terminó sus
    primeros estudios formales dentro de las ciencias duras (al
    graduarse en la Universidad de Purdue como ingeniero
    eléctrico) llegar a ser reconocido dentro de las ciencias
    sociales como lo ha logrado Arnold Tannenbaum, no es algo
    sencillo. Pero su conversión como psicólogo social
    desempeñándose más tarde como investigador,
    consultor, profesor y practitioner y como un miembro del
    Institute for Social Research (líder
    en investigación
    social), lo catapultan como uno de los principales exponentes
    de los modelos participativos dentro de las organizaciones. Y la
    riqueza extraordinaria del trabajo de Arnold Tannenbaum ("Social
    Psychology of the work organization"; Tavistock – 1966 /
    "Control in Organizations"; McGraw-Hill – 1968 /
    "Controversies about control and democracy in organizations"; The
    international Yearbook of organizacional democracy – 1986)
    se basa, entre otros aspectos, en la multitud y variedad de
    arreglos organizacionales donde se han desarrollado investigaciones a
    los cuales hay que sumar una multitud de culturas y
    países.

    Pero la contribución que hace Arnold Tannenbaum
    privilegiando el enfoque participativo dentro de las empresas va
    un poco más allá de otros importantes exponentes de
    ésta orientación (Rensis Likert "New patterns of
    management"; McGraw-Hill – 1961), Donald Cole (ya citado),
    Carl Frost "The Scanlon plan"; MSU
    – 1974) en el sentido que descubre una aparente paradoja a
    través de sucesivos trabajos de campo y de
    investigación : "Cuando la gerencia opera en forma
    participativa aumenta su grado total de control sobre sus
    subordinados al ceder parte de su autoridad." Y esto posiblemente
    haya surgido cuando descubre que los sindicatos
    más efectivos son aquellos donde tanto los sindicalistas
    como otros miembros tenían ambos – al mismo tiempo
    – mayor influencia.

    Parecía que la participación social dentro
    de una organización se empezaba a comportar de una manera
    especial produciendo un impacto particular sobre el grado de
    control; el control parecía ser un producto o
    servicio elástico donde todo el mundo podría llegar
    a tener más. De allí en más las
    organizaciones tienen que dejar de pensar en que lo que uno gana
    el otro lo tiene que perder; además la torta (recursos a
    obtener) ya no es fija sino que es variable, de modo que todos
    los que están dentro de un sector industrial pueden ganar
    más , siempre que la torta total se agrande.

    Para Arnold Tannenbaum el control es un proceso por el
    cual una persona o un grupo de personas influye sobre otra
    persona u otros grupos con lo cual consiguiente cumplimiento (en
    términos de Amitai Etzioni: "Modern Organizations";
    Prentice Hall – 1964) de la "otra parte".

    Dos son las preguntas principales a las que Arnold
    Tannebaum intenta encontrar respuesta. La primera de ellas tiene
    que ver con que grado de influencia tiene alguien en particular y
    la segunda se relaciona con cuánto cree que debiera tener.
    Un hallazgo importante que encontró Tannenbaum en sus
    investigaciones se relaciona con la "pendiente en la cantidad de
    control", pudiendo ser la misma pronunciada o no, en
    relación con la otra variable estudiada que son los
    "niveles jerárquicos" divididos en gerentes, supervisores
    y empleados. La pendiente ideal – siguiendo a Arnold
    Tannebaum – es aquella que no es muy pronunciada que se
    caracteriza por tener los niveles inferiores un grado de
    participación bastante cercano a las otras dos
    jerarquías. Aquí surge una nueva hipótesis :
    es posible que el efecto de "mayor influencia" reduzca en alguna
    medida los aspectos negativos que originan las jerarquías
    dentro de la organización.

    Arnold Tannenbaum encontró evidencias
    sumamente parecidas a la de los padres fundadores en Desarrollo
    Organizacional. El mundo de los negocios en los años 60 y
    70 del siglo pasado criticó muy duramente a algunos
    practitioners, académicos e investigadores en Desarrollo
    Organizacional, sobre la base de un enfoque blando de poca
    utilidad para el mundo de los negocios y empresarial. Por ejemplo
    se mencionaba a Chris Argyris como un propulsor de un movimiento
    que el mundo empresarial llegó a denominar como movimiento
    evangelizador. En aquél entonces muchos de los trabajos de
    expertos en cambio y desarrollo organizacional se realizaron en
    entidades sin fines de lucro con fines y orientaciones sociales.
    La excelencia como consecuencia de los resultados obtenidos por
    las prácticas de agentes de cambio especializados en
    desarrollo organizacional hizo que el mundo empresario
    "revisara sus palabras" y volviera los ojos a estas personas
    – que a través del desarrollo organizacional –
    lograban mejores resultados a través de incentivos "no
    monetarios" a los que estaban acostumbrados los participantes
    organizacionales de las empresas privadas. Arnold Tannenbaum
    encontró algo muy parecido: la productividad en
    organizaciones y entidades sin fines de lucro con miembros que
    son "voluntarios" es más alta que la de personas pagadas
    dentro de las empresas del sector industrial. Y esto lo explica
    Tannenbaum bajo los términos que en este tipo de
    organizaciones, y con el enfoque participativo es posible que
    "todos" en general aumenten su grado de influencia como resultado
    de la participación.

    La aparente paradoja – que hoy es adoptada en
    forma bastante generalizada ante la multitud de evidencias
    – donde los trabajadores y empleados pueden tener mayor
    grado de control y "además" también pueden tener
    mayor control los supervisores y gerentes, se vive como una
    concreta realidad. El control no es un juego basado en el proceso
    de "suma 0"; todos pueden sumar. Debemos tener en cuenta que el
    que lidera es también liderado – bajo este esquema
    participativo – y que además se siente cómodo en
    ésta situación.

    En cambio el líder autoritario que opera bajo una
    visión de (suma 0) percibe que la torta es fija y que no
    se puede aumentar. Ante esta percepción, el líder
    autoritario para ganar necesita aumentar su control
    "sacándole" parte del control que tiene de por sí
    el subordinado. Resulta fácil advertir, especialmente para
    aquellos que están involucrados en procesos de cambio y
    desarrollo organizacional, que de ésta manera se agregan
    obstáculos en el camino hacia la eficiencia empresarial,
    por decir lo menos.

    Y una advertencia importante para aquellos que practican
    la demagogia organizacional. Parece ser que la eficiencia
    empresarial está más relacionada con aumentar el
    grado de control (influencia) de todos los participantes
    organizacionales en lugar de distribuir y democratizar el control
    entre todos a través de las distintas jerarquías.
    Bajo esta última opción, que es adoptada por
    practitioners a nivel macro lo que usualmente se consigue es
    igualar para abajo. La famosa práctica empresarial de
    "power equalization" se ha visto de ésta manera atacada
    muy fuertemente desde su propio corazón.

    • Vroom, Victor H.

    Durante la existencia de Victor Vroom ha estado presente
    una temática particular donde combina dos variables que
    muestran fuerte presencia en el comportamiento individual y
    organizacional y en especial en la relación que mantienen
    los individuos dentro de las organizaciones. Dichas variables
    son:

    1. toma de decisiones, y
    2. participación

    Desde su misma finalización de estudios de
    doctorado estas variables han estado presentes; su
    disertación – al igual que otros estudios de campo y
    trabajos de investigación – mostraron evidencia
    donde la participación del personal en la
    toma-de-decisiones produce consecuencias positivas tanto sobre
    las actitudes como
    sobre la
    motivación. Pero la singularidad de la tesis de Victor
    Vroom ("Some personality determinants of the effecfts of
    participation"; Prentice-Hall – 1960 / "A new look at
    managerial decision making" – 1974 / con P. W. Yetton:
    "Leadership and decision making"; University of Pittsburg –
    1973 / y con A. G. Jago: "The new leadership: managing
    participation in organizations"; Prentice-Hall – 1968))
    muestra algo nuevo, ya que, como variable interviniente tenemos
    ciertas características personales de las personas. Las
    personas autoritarias y que tienen bajas necesidades de "independencia"
    no son afectadas significativamente por la oportunidad de
    participar mientras que aquellos no-autoritarios y con una fuerte
    orientación hacia la independencia- autonomía
    consiguen a través de la participación en la toma
    de decisiones una mayor motivación
    y mejor actitud del
    personal con impacto positivo en la eficiencia
    organizacional.

    En trabajos posteriores – y en colaboración
    con Yetton – se expandió el alcance del trabajo
    original y se estudió además el impacto en la
    participación de los subordinados. Quizás
    inspirados en el excelente trabajo de Rensis Likert, Vroom y
    Yetton distinguieron distintos perfiles en la relación
    superior-subordinado donde la variable participación
    tenía una mayor o menor influencia (En su trabajo original
    Rensis Likert hacía mención a cuatro estilos pero
    después lo hizo extensivo a cinco). Dos de los estilos
    respondían a procesos autocráticos, dos a procesos
    consultivos, y el restante a procesos grupales (o trabajo en
    equipo).

    Y a continuación de la distinción arriba
    expuesta Vroom y Yetton se formularon dos preguntas
    principales:

    1. A su vez ésta pregunta nos lleva a la
      siguiente:

    2. ¿Qué proceso (de los cinco arriba
      mencionados) es el que debieran usar los gerentes para
      aumentar la eficiencia organizacional?
    3. ¿Cuál es el proceso para la toma de
      decisiones que realmente usan en el día los gerentes
      en las empresas?

    Resulta claro que la primera pregunta es de tipo
    prescriptiva (más cerca de una fórmula o una
    receta) mientras que la segunda es mayormente
    descriptiva.

    El trabajo de Vroom y de Yetton representa una
    contribución muy importante y distintiva al distinguir
    tres clases de consecuencias que influyen sobre la eficiencia en
    la toma de decisiones y ellas son:

    1. El grado de racionalidad implícita en la
      decisión
    2. El nivel de aceptación o de compromiso de
      parte de los subordinados a efectos de ejecutar la
      decisión eficientemente.
    3. La cantidad de tiempo que es necesaria para tomar una
      decisión.

    Como consecuencia de ello se está en condiciones
    de desarrollar un modelo decisorio donde quedaría definido
    cuál es el proceso decisorio a usarse, de modo que podamos
    alcanzar en el mínimo de tiempo una "calidad decisoria"
    que es aceptable. Lo interesante del modelo es que muestra como
    cada uno de los perfiles en la relación
    superior-subordinado puede ser aplicado en ciertas
    circunstancias, teniendo las opciones de: autocracia, consultivo
    y grupal. Ahora bien, la frecuencia con que cada una de ellas
    debiera ser usada ha de depender sobre el tipo de decisiones que
    el gerente debe tomar. Este modelo normativo-prescriptivo sugiere
    que todos los gerentes deben operar "a través" de todos
    los rangos.

    En relación a la segunda pregunta que tiene que
    ver con lo descriptivo, el trabajo de Vroom se basó en dos
    metodologías y un hallazgo importante es el que muestra
    que tiene mucho más sentido hablar de situaciones
    participativas o autocráticas que hablar de gerentes
    autocráticos o participativos. Trabajando durante un
    programa de desarrollo de Líderes, Vroom comparó
    los procesos de decisión que el tenía previstos en
    su modelo normativo respecto de los que ejecutaban los mismos
    gerentes. Es interesante destacar que el modelo presenta mayores
    variaciones en la toma de decisiones para cada problema
    situacional que lo que usualmente hace el gerente "típico"
    durante una jornada de trabajo. Vroom sugiere – como
    consecuencia de su modelo – que durante la toma de
    decisiones el gerente orientado hacia la eficiencia
    organizacional debería entrenarse para ser más
    autocrático y además más participativo, de
    acuerdo con el problema que confronta.

    Gracias por compartir.

    Eric Gaynor Butterfield

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