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Pequeña historia de Internet




Enviado por Bruce Sterling



    1. "Internet"

    Hace unos treinta años, la RAND Corporation, la
    primera fábrica de ideas de la América
    de la guerra
    fría, se enfrentó a un extraño problema
    estratégico. ¿Cómo se podrían
    comunicar con éxito
    las autoridades norteamericanas tras una guerra
    nuclear?

    La América postnuclear necesitaría
    una red de
    comando y control enlazada
    de ciudad a ciudad, estado a
    estado, base a base. Pero sin importar cómo esa red estuviera de protegida,
    sus líneas y equipos siempre serían vulnerables al
    impacto de bombas
    atómicas. Un ataque nuclear reduciría cualquier red
    imaginable a pedazos.

    ¿Cómo sería controlada esa red?
    Cualquier autoridad
    central, cualquier núcleo de red centralizado sería
    un objetivo obvio
    e inmediato para un misil enemigo. El centro de la red
    sería el primer lugar a derribar.

    La RAND le dio muchas vueltas a este difícil
    asunto en secreto militar y llegó a una solución
    atrevida. La propuesta de la RAND se hizo pública en 1964.
    En primer lugar, la red *no tendría autoridad central*.
    Además, sería *diseñada desde el principio
    para operar incluso hecha pedazos.*

    Los principios eran
    simples. Se asumiría que una red era poco fiable en
    cualquier momento. Se diseñaría para trascender su
    propia falta de eficacia. Todos
    los nodos en la red serían iguales entre sí, cada
    nodo con autoridad para crear, pasar y recibir mensajes. Los
    mensajes se dividirían en paquetes, cada paquete dirigido
    por separado. Cada paquete saldría de un nodo fuente
    específico y terminaría en un nodo destino. Cada
    paquete recorrería la red según unos principios
    particulares.

    La ruta que tome cada paquete no tendría
    importancia. Solo contarían los resultados finales.
    Básicamente, el paquete sería lanzado como una
    patata de un nodo a otro, más o menos en dirección a su destino, hasta acabar en el
    lugar adecuado. Si grandes porciones de la red fueran destruidas
    eso simplemente no importaría; los paquetes
    permanecerían en la red en los nodos que hubieran
    sobrevivido. Este sistema de
    envío tan arbitrario podría parecer "ineficiente"
    en el sentido usual del término (especialmente comparado
    con, por ejemplo, el sistema telefónico).

    Durante los 60, este intrigante concepto de red
    de conmutación de paquetes descentralizada y a prueba de
    bombas caminó sin rumbo entre el RAND, el MIT
    (Masachussets Institute of Technology) y UCLA (University of
    California in Los Angeles). El Laboratorio
    Nacional de Física (National
    Physical Laboratory) de Gran Bretaña preparó la
    primera red de prueba basada en estos principios en 1968. Poco
    después, la Agencia de Proyectos de
    Investigación Avanzada del Pentágono (ARPA)
    decidió financiar un proyecto
    más ambicioso y de mayor embergadura en los Estados Unidos.
    Los nodos de la red iban a ser superordenadores de alta velocidad (o
    lo que se llamara así en aquel momento). Eran máquinas
    poco usuales y de mucho valor y que
    estaban necesitadas de un buen entramado de red para proyectos
    nacionales de investigación y desarrollo.

    En el otoño de 1969 el primero de esos nodos fue
    instalado en UCLA. En diciembre de ese año había
    cuatro nodos en la pequeña red, que se llamó
    ARPANET después de que fuera promocionada por el
    Pentágono. Los cuatro ordenadores podían transferir
    información sobre líneas dedicadas
    de alta velocidad. Incluso podían ser programados
    remotamente desde otros nodos. Gracias a ARPANET,
    científicos e investigadores podían compartir las
    facilidades de otros ordenadores en la distancia. Era un servicio muy
    útil ya que el tiempo de
    proceso de los
    ordenadores en los 70 era algo muy codiciado. En 1971
    había quince nodos en ARPANET; en 1972, treinta y siete.
    Todo iba perfecto.

    En su segundo año de operatividad, sin embargo,
    algo extraño se hizo patente. Los usuarios de ARPANET
    habían convertido la red en una oficina de
    correos electrónica de alta velocidad subvencionada
    federalmente. La mayor parte del tráfico de ARPANET no era
    el proceso de datos a largas
    distancias. En vez de eso, lo que se movía por allí
    eran noticias y
    mensajes personales. Los investigadores estaban usando ARPANET
    para colaborar en proyectos, intercambiar notas sobre sus
    trabajos y, eventualmente, chismorrear. La gente tenía sus
    propias cuentas
    personales en los ordenadores de ARPANET y sus direcciones
    personales de correo
    electrónico. No es que sólo utilizaran ARPANET
    para la
    comunicación de persona a
    persona, pero había mucho entusiasmo por esta posibilidad
    — mucho más que por la computación a larga distancia.

    Eso no pasó mucho antes del invento de las listas
    de distribución, una técnica de
    emisión de información por ARPANET mediante la cual
    un mismo mensaje se podía enviar automáticamente a
    una gran cantidad de subscriptores. Es interesante que una de las
    primeras listas de distribución masivas se llamara
    "Amantes de la Ciencia
    Ficción" (SF- LOVERS). Discutir sobre ciencia
    ficción en la red no tenía nada que ver con
    el trabajo y
    eso enfadaba a muchos administradores de sistema de ARPANET, pero
    eso no impediría que la cosa siguiera.

    Durante los 70, ARPANET creció. Su estructura
    descentralizada facilitó la expansión.
    Contrariamente a las redes standard de las
    empresas, la
    red de ARPA se podía acomodar a diferentes tipos de
    ordenador. En tanto en cuanto una máquina individual
    pudiese hablar el lenguaje de
    conmutación de paquetes de la nueva y anárquica
    red, su marca, contenidos
    e incluso su propietario eran irrelevantes.

    El estándar de comunicaciones
    de ARPA era conocido como NCP, "Network Contro Protocol", pero
    según pasaba el tiempo y la técnica avanzaba, el
    NCP fue superado por un estándar de más alto nivel
    y más sofisticado conocido como TCP/IP. El TCP
    o "Trasmision Control Protocol," convierte los mensajes en un
    caudal de paquetes en el ordenador fuente y los reordena en el
    ordenador destino. El IP, o
    "Internet Protocol", maneja las direcciones comprobando que los
    paquetes caminan por múltiples nodos e incluso por
    múltiples redes con múltiples estándards —
    no sólo ARPA fue pionera en el stándar NCP, sino
    también Ethernet, FDDI y
    X.25.

    En 1977, TCP/IP se usaba en otras redes para conectarse
    a ARPANET. ARPANET estuvo controlada muy estrictamente hasta al
    menos 1983, cuando su parte militar se desmembró de ella
    formando la red MILNET. Pero el TCP/IP las unía a todas. Y
    ARPANET, aunque iba creciendo, se convirtió en un cada vez
    más pequeño barrio en medio de la vasta galaxia de
    otras máquinas conectadas.

    Según avanzaban los 70 y 80, distintos grupos
    sociales se encontraban en posesión de potentes
    ordenadores. Era muy fácil conectar esas máquinas a
    la creciente red de redes. Conforme el uso del TCP/IP se
    hacía más común, redes enteras caían
    abrazadas y adheridas a Internet. Siendo el software llamado TCP/IP de
    dominio
    público y la tecnología
    básica descentralizada y anárquica por propia
    naturaleza,
    era muy difícil parar a la gente e impedir que se
    conectara. De hecho, nadie quería impedir a nadie la
    conexión a esta compleja ramificación de redes que
    llegó a conocerse como "Internet".

    Conectarse a Internet costaba al contribuyente muy poco
    o nada desde que cada nodo era independiente y tenía que
    arreglárselas con la financiación y los
    requerimientos técnicos. Cuantos más, mejor. Como
    la red telefónica, la red de ordenadores era cada vez
    más valiosa según abarcaba grandes extensiones de
    terreno, gente y recursos.

    Un fax solo es
    útil si "alguien más" tiene un fax. Mientras tanto
    no es más que una curiosidad. ARPANET, también, fue
    una curiosidad durante un tiempo. Después la red de
    ordenadores se convirtió en una necesidad
    importante.

    En 1984 la Fundación Nacional para la Ciencia
    (National Science Foundation – NSF) entró en escena a
    través de su Oficina de Computación
    Científica Avanzada (Office of
    Advanced Scientific Computing). La nueva NSFNET supuso un paso
    muy importante en los avances técnicos conectando nuevas,
    más rápidas y potentes supercomputadoras a
    través de enlaces más amplios, rápidos,
    actualizados y expandidos según pasaban los años,
    1986, 1988 y 1990. Otras agencias gubernamentales también
    se unieron: NASA, los Institutos Nacionales de la Salud (National Institutes
    of Health), El Departamento de Energía (Departament of
    Energy), cada uno manteniendo cierto poderío
    digital en la confederación Internet.

    Los nodos de esta creciente red de redes se
    dividían en subdivisiones básicas. Los ordenadores
    extranjeros y unos pocos americanos eligieron ser denominados
    según su localización geográfica. Los otros
    fueron agrupados en los seis "dominios" básicos de
    Internet: gov, mil, edu, com, org y net. (Estas abreviaturas tan
    sosas pertenecen al estándar de los protocolos
    TCP/IP). Gov, Mil y Edu definen al gobierno,
    militares e instituciones
    educativas, las cuales fueron, por supuesto, las pioneras de la
    ARPANET que comenzó como un experimento de alta
    tecnología en seguridad
    nacional. Com, sin embargo, definía a instituciones
    "comerciales", que enseguida entraron a la red como toros de
    rodeo rodeadas por una nube de entusiastas "orgs" sin
    ánimo de lucro. (Los ordenadores tipo "net" servían
    como pasarelas entre redes).

    La red ARPANET propiamente dicha expiró en 1989
    como víctima feliz de su éxito abrumador. Sus
    usuarios apenas se dieron cuenta, pero las funciones de
    ARPANET no solo continuaron sino que mejoraron firmemente. El uso
    del estándar TCP/IP para redes es ahora algo global. En
    1971, hace 21 años, sólo había cuatro nodos
    en la red ARPANET. Hoy existen decenas de miles en Internet
    esparcidos por cuarenta y dos países y muchos más
    que se conectan cada día. Tres millones de personas,
    posiblemente cuatro, usan esta gigantesca madre-
    de-todas-las-redes.

    Internet es especialmente popular entre los
    científicos y es probablemente su instrumento más
    importante de finales del siglo XX. Las posibilidades de acceso
    tan potentes y sofisticadas que ofrece a datos específicos
    y a la comunicación personal ha
    elevado la marcha de la investigación científica
    enormemente.

    El índice de crecimiento de Internet a comienzo
    de los 90 es espectacular, casi feroz. Se extiende más
    rápidamente que los teléfonos móviles y que
    el fax. El año pasado Internet crecía a un ritmo
    del 20% mensual. El número de ordenadores con
    conexión directa al TCP/IP se ha estado doblando
    anualmente desde 1988. Internet se está desplazando de su
    origen militar y científico a las escuelas de enseñanza básica e institutos, al
    mismo tiempo que a bibliotecas
    públicas y el sector comercial.

    ¿Por qué la gente quiere estar "en
    Internet"? Una de las principales razones es simplemente la
    libertad.
    Internet es un raro ejemplo de anarquía verdadera, moderna
    y funcional. No existe "Internet, S.A." No hay censores
    oficiales, ni jefes, ni junta directiva, ni accionistas. En
    principio, cualquier nodo puede hablar de igual a igual a otros
    nodos siempre que obedezcan las leyes del
    protocolo
    TCP/IP, leyes que no son políticas
    sino estrictamente técnicas.
    (Ha existido controversia sobre el uso comercial de Internet,
    pero esta situación está cambiando según los
    negocios
    proporcionan sus propios enlaces y conexiones).

    Internet también es una ganga. Internet en
    conjunto, a diferencia del sistema telefónico, no cuesta
    dinero
    según las distancias. Y a diferencia también de la
    mayoría de las redes comerciales, no se cobra por tiempo
    de conexión. De hecho, "Internet" de por sí, que ni
    siquiera existe como una entidad, no cobra "nada" por nada. Cada
    grupo de gente
    que accede a Internet es responsable de su propia máquina
    y de su propio trozo de línea.

    La "anarquía" de Internet puede parecer
    extraña o incluso poco natural, pero tiene cierta
    profundidad y sentido. Es como la "anarquía" del idioma
    inglés.
    Nadie alquila el inglés y nadie lo posee. Como
    anglo-parlante, depende de ti aprender hablar inglés
    correctamente y usarlo para lo que quieras (aunque el gobierno
    proporciona fondos para ayudarte a que aprendas a leer y escribir
    algo). Aunque mucha gente se gana la vida usando, explotando y
    enseñando inglés, el "inglés" como
    institución es una propiedad
    pública, un bien común. Mucho de eso ocurre con
    Internet. ¿Mejoraría el inglés si "Idioma
    Inglés, S.A." tuviera un consejo de administración con su director o ejecutivo
    al frente, un presidente y una asamblea? Probablemente
    exsitirían muchas menos palabras en el idioma
    inglés, y muchas menos nuevas ideas.

    La gente en Internet siente que se trata de una
    institución que se resiste a la
    institucionalización. El interés
    pertenece a todos y a nadie.

    A pesar de esto, hay quién tiene intereses en
    Internet. Los negociantes quieren que Internet tenga una base
    financiera. Los gobernantes la quieren más regulada. Los
    académicos la quieren para fines de investigación.
    Los militares para la seguridad. Y así muchos
    más.

    Todas estas fuentes de
    conflicto
    permanenen en torpe equilibrio, e
    Internet, hasta ahora, se mantiene en próspera
    anarquía. Antes, las líneas de alta velocidad de la
    NSFnet eran conocidas como la "espina dorsal de Internet"
    (Internet Backbone), y sus propietarios podían
    señorearse con el resto de Internet; pero hoy existen
    "espinas dorsales" en Canadá, Japón y
    Europa, e incluso
    algunas privadas para el tráfico comercial. Hoy, incluso
    ordenadores domésticos privados pueden convertirse en
    nodos de Internet. Se pueden llevar bajo el brazo. Pronto,
    quizás, en la muñeca.

    Pero, ¿Qué se *hace* en Internet?
    Básicamente, cuatro cosas: correspondencia, grupos de
    discusión, computación a larga distancia y
    transferencia de archivos. El
    correo de Internet es el correo electrónico (e-mail),
    mucho más rápido que el correo postal americano,
    que es llamado despectivamente por los usuarios de Internet como
    "correo caracol" (snail mail). El correo en Internet es algo como
    el fax. Es texto
    electrónico, y no tienes que pagar por él (al menos
    directamente) y es a escala global.
    Por correo electrónico se puede mandar software y algunos
    tipos de imágenes
    comprimidas. Se está trabajando en nuevas formas de correo
    electrónico.

    Los grupos de discusión, o "newsgroups", son un
    mundo aparte. Este mundo de debate y
    argumentaciones se conoce como "USENET". USENET es de hecho
    diferente a Internet. USENET es como una multitud ondulante de
    gente chismosa y con ganas de información que se mueve por
    Internet en busca de barbacoas de patio trasero. USENET no es
    tanto una red física como un conjunto de convenciones. En
    cualquier caso, ahora existen 2.500 grupos de discusión
    separados en USENET y sus mensajes generan unos 7 millones de
    palabras al día. Naturalmente se habla mucho sobre
    ordenadores en USENET, pero la variadad de temas sobre los que se
    habla es enorme, creciendo estos continuamente. En USENET se
    distribuyen varias publicaciones electrónicas gratuitas de
    manera periódica.

    Estos grupos y el correo electrónico están
    disponibles fácilmente, incluso fuera del corazón de
    Internet. Se puede acceder a ellos a través de las
    líneas de teléfono normales, desde otras redes como
    BITnet, UUCP y Fidonet. Los últimos servicios de
    Internet, computación a larga distancia y tranferencia
    de archivos, requieren de conexión directa usando
    TCP/IP.

    La computación a larga distancia fue algo pensado
    para ARPANET y aún se usa mucho, al menos por algunos. Los
    programadores puenden mantener sus cuentas abiertas en poderosos
    super-ordenadores y ejecutar allí sus programas o crear
    otros nuevos. Los científicos pueden usar potentes
    ordenadores desde otros continentes. Las bibliotecas ofrecen sus
    catálogos electrónicos para que se busque en ellos
    gratuitamente. Enormes catálogos en CD-ROM
    están disponibles a través de este servicio. Y
    existe mucho software gratuito al mismo tiempo.

    La tranferencia de ficheros permite a los usuarios
    acceder a máquinas remotas y tomar de ellas programas o
    textos. Muchos ordenadores de Internet – unos dos mil o
    más – permiten que se acceda a ellos de manera
    anónima y que la gente use sus archivos de manera
    gratuita. Esto no es algo trivial, ya que libros enteros
    se pueden transferir en cuestión de minutos. Hoy, en 1992,
    existen más de un millón de ficheros
    públicos disponibles a quién los quiera utilizar (y
    otros millones disponibles a gente con autorización). La
    transferencia de ficheros por Internet se está
    convirtiendo en una nueva forma de publicación, en la que
    el lector copia electrónicamente el texto que desee en la
    cantidad que quiera y de forma gratuita. Nuevos programas de
    Internet, como "archie", "gopher" y "WAIS" se han desarrollado
    para catalogar y explorar esa cantidad de material.

    Esta Internet sin cabeza, anárquica y con
    millones de tentáculos se está extendiendo como el
    pan de molde. Cada ordenador con la potencia
    suficiente es una espora potencial de Internet y hoy los
    ordenadores se venden a menos de 2.000 dólares y
    están disponibles en todo el mundo. La red ARPA,
    diseñada para asegurar el control de una sociedad
    desolada después de un holocausto
    nuclear, ha sido sobrepasada por su hija mutante, Internet, que
    está a fuera de control a conciencia y se
    expande exponencialemente por la aldea global de la post guerra
    fría. La expansión de Internet en los 90 se parece
    a la que sufrió la informática personal en los 70, aunque esta
    es más rápida y más importante. Más
    importante, quizás, porque da a los ordenadores personales
    una imagen de algo
    barato, de fácil acceso y con posibilidades de almacenaje
    a una escala realmente planetaria.

    El futuro de Internet pasa por ser más grande y
    con velocidades exponencialmente mayores. La comercialización de Internet es un tema
    candente hoy día, donde se promete cualquier tipo de
    comercialización salvaje de la información. El
    gobierno federal, agradecido por este éxito inesperado,
    aún tiene mucho que decir en esto. La NREN (National
    Research and Educational Network – Red Nacional de Educación e
    Investigación), fue aprobada en el otoño de 1991
    como un proyecto a cinco años y con un presupuesto de
    dos billones de dólares para que la red troncal de
    Internet fuera actualizada. NREN será unas 50 veces
    más rápida que la red más rápida de
    hoy día permitiendo la transferencia de la Enciclopedia
    Británica en un segundo. Las redes de ordenadores
    permitirán gráficos animados en 3-D, enlaces de
    radio y
    teléfonos móviles a ordenadores portátiles,
    fax, voz y televisión
    de alta definición. ¡Un circo global multimedia!

    O al menos así se espera – y se planea. La
    Internet real del futuro debe soportar pocos parecidos con los
    planes de hoy. Preveer las cosas nunca ha tenido mucho que ver
    con el rápido desarrollo de Internet. Después de
    todo, Internet se parece muy poco a aquellos sombríos
    planes del RAND para el post-holocausto. Esto resulta ser una
    sutil y feliz ironía.

    ¿Cómo se accede a Internet? Bien — si no
    se tiene un ordenador y un modem, hay que
    hacerse con uno. El ordenador puede actuar como una terminal y se
    puede usar una línea de teléfonos ordinaria para
    conectarse a una máquina enganchada a Internet.
    Simplemente esto puede hacer que se tenga acceso a los grupos de
    discusión y a una dirección de correo
    electrónico propia. Merece la pena tener estos servicios —
    aunque sólo con el correo y las noticias no se está
    del todo "en Internet".

    Si está vd. en un campus, la universidad puede
    que tenga "acceso directo" a líneas TCP/IP de Internet de
    alta velocidad. Hágase con una cuenta de Internet en un
    ordenador del campus y será capaz de utilizar los
    servicios de computación remota y la transferencia de
    archivos. Algunas ciudades como Cleveland proporcionan acceso
    gratuito a la red. Las empresas tienen cada vez más
    posibilidades de acceso y están deseando vender esos
    accesos a sus clientes. La
    cuota estándar es de unos 40 dólares al mes —
    más o menos como el servicio de TV por cable.

    Según avancen los 90, encontrar acceso a Internet
    será mucho más fácil y barato. Su facilidad
    de uso también mejorará del salvaje interface
    UNIX del
    TCP/IP a otros muchos más intuitivos y cómodos para
    el usuario, eso es una buena noticia. Aprender Internet ahora, o
    al menos aprender sobre Internet, es para entendidos. Cuando
    cambiemos de siglo la "cultura de
    redes", tal como la "cultura de los ordenadores" antes de esta se
    verá forzada a introducirse en el ámbito de su
    vida.

    2. Más lecturas sobre
    este tema:

    The Whole Internet Catalog & User's Guide by Ed
    Krol. (1992) O'Reilly and Associates, Inc. Una clara introducción sin tecnicismos al negocio de
    la cultura de redes. Muchos libros sobre ordenadores intentan ser
    simpáticos, este libro lo
    consigue.

    The Matrix:
    Computer Networks and Conferencing Systems Worldwide. by John
    Quarterman. Digital Press: Bedford, MA. (1990). Un compendio
    masivo y técnico que detalla el sorprendente alcance y
    complejidad de nuestro recién interconectado
    planeta.

    The Internet Companion by Tracy LaQuey with Jeanne C.
    Ryer (1992) Addison Wesley. Exacta guía de
    educación para Internet con anécdotas de
    experiencias de la vida real en Internet. Prefacio del senador Al
    Gore.

    Zen and the Art of the Internet: A Beginner's Guide by
    Brendan P. Kehoe (1992) Prentice Hall. Breve pero útil
    guía con buenos consejos sobre como utilizar las
    máquinas para hacerse con información. Esta
    guía refleja la maravillosa posibilidad de estar en en la
    red de manera gratuita. Yo hago lo mismo con mis artículos
    de F&SF, incluyendo por supuesto este.

    Traducción de Antonio Montesinos

    (a.monte[arroba]jet.es)

    Publicado originalmente en español en
    Alejandría:

    http://www.web.sitio.net/faq

    Nota del traductor:

    Este texto refleja brevemente y de manera muy clara la
    historia de
    Internet y las herramientas
    más usadas en el momento en que se escribió el
    artículo (1992). Es un texto muy clarificador, sobre todo
    para aquellos que desconocen los orígenes de la red. La
    única aclaración que hay que hacer sobre él
    es que las cifras que aparecen hay que aplicarlas al año
    1992. Cuando se mencionan el número de ordenadores
    conectados, usuarios que utilizan la red, los distintos grupos de
    noticias, precios, etc.
    hay que hacer constar que esas cifras corresponden a ese
    año y que actualmente esas cantidades han variado mucho.
    Por lo demás la calidad del texto
    es excelente.

    Freeware literario — Prohibido su uso
    comercial

    Extraído de LA REVISTA DE
    FANTASÍA Y CIENCIA FICCIÓN, Febrero de
    1993.

    F&SF, Box 56, Cornwall CT 06753 $26/yr USA $31/yr
    other

    F&SF Columna sobre ciencia 5

    Bruce Sterling

    bruces[arroba]well.sf.ca.us.

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