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- 2. Más lecturas
sobre este tema
1. "Internet"
Hace unos treinta años, la RAND Corporation, la
primera fábrica de ideas de la América
de la guerra
fría, se enfrentó a un extraño problema
estratégico. ¿Cómo se podrían
comunicar con éxito
las autoridades norteamericanas tras una guerra
nuclear?
La América postnuclear necesitaría
una red de
comando y control enlazada
de ciudad a ciudad, estado a
estado, base a base. Pero sin importar cómo esa red estuviera de protegida,
sus líneas y equipos siempre serían vulnerables al
impacto de bombas
atómicas. Un ataque nuclear reduciría cualquier red
imaginable a pedazos.
¿Cómo sería controlada esa red?
Cualquier autoridad
central, cualquier núcleo de red centralizado sería
un objetivo obvio
e inmediato para un misil enemigo. El centro de la red
sería el primer lugar a derribar.
La RAND le dio muchas vueltas a este difícil
asunto en secreto militar y llegó a una solución
atrevida. La propuesta de la RAND se hizo pública en 1964.
En primer lugar, la red *no tendría autoridad central*.
Además, sería *diseñada desde el principio
para operar incluso hecha pedazos.*
Los principios eran
simples. Se asumiría que una red era poco fiable en
cualquier momento. Se diseñaría para trascender su
propia falta de eficacia. Todos
los nodos en la red serían iguales entre sí, cada
nodo con autoridad para crear, pasar y recibir mensajes. Los
mensajes se dividirían en paquetes, cada paquete dirigido
por separado. Cada paquete saldría de un nodo fuente
específico y terminaría en un nodo destino. Cada
paquete recorrería la red según unos principios
particulares.
La ruta que tome cada paquete no tendría
importancia. Solo contarían los resultados finales.
Básicamente, el paquete sería lanzado como una
patata de un nodo a otro, más o menos en dirección a su destino, hasta acabar en el
lugar adecuado. Si grandes porciones de la red fueran destruidas
eso simplemente no importaría; los paquetes
permanecerían en la red en los nodos que hubieran
sobrevivido. Este sistema de
envío tan arbitrario podría parecer "ineficiente"
en el sentido usual del término (especialmente comparado
con, por ejemplo, el sistema telefónico).
Durante los 60, este intrigante concepto de red
de conmutación de paquetes descentralizada y a prueba de
bombas caminó sin rumbo entre el RAND, el MIT
(Masachussets Institute of Technology) y UCLA (University of
California in Los Angeles). El Laboratorio
Nacional de Física (National
Physical Laboratory) de Gran Bretaña preparó la
primera red de prueba basada en estos principios en 1968. Poco
después, la Agencia de Proyectos de
Investigación Avanzada del Pentágono (ARPA)
decidió financiar un proyecto
más ambicioso y de mayor embergadura en los Estados Unidos.
Los nodos de la red iban a ser superordenadores de alta velocidad (o
lo que se llamara así en aquel momento). Eran máquinas
poco usuales y de mucho valor y que
estaban necesitadas de un buen entramado de red para proyectos
nacionales de investigación y desarrollo.
En el otoño de 1969 el primero de esos nodos fue
instalado en UCLA. En diciembre de ese año había
cuatro nodos en la pequeña red, que se llamó
ARPANET después de que fuera promocionada por el
Pentágono. Los cuatro ordenadores podían transferir
información sobre líneas dedicadas
de alta velocidad. Incluso podían ser programados
remotamente desde otros nodos. Gracias a ARPANET,
científicos e investigadores podían compartir las
facilidades de otros ordenadores en la distancia. Era un servicio muy
útil ya que el tiempo de
proceso de los
ordenadores en los 70 era algo muy codiciado. En 1971
había quince nodos en ARPANET; en 1972, treinta y siete.
Todo iba perfecto.
En su segundo año de operatividad, sin embargo,
algo extraño se hizo patente. Los usuarios de ARPANET
habían convertido la red en una oficina de
correos electrónica de alta velocidad subvencionada
federalmente. La mayor parte del tráfico de ARPANET no era
el proceso de datos a largas
distancias. En vez de eso, lo que se movía por allí
eran noticias y
mensajes personales. Los investigadores estaban usando ARPANET
para colaborar en proyectos, intercambiar notas sobre sus
trabajos y, eventualmente, chismorrear. La gente tenía sus
propias cuentas
personales en los ordenadores de ARPANET y sus direcciones
personales de correo
electrónico. No es que sólo utilizaran ARPANET
para la
comunicación de persona a
persona, pero había mucho entusiasmo por esta posibilidad
— mucho más que por la computación a larga distancia.
Eso no pasó mucho antes del invento de las listas
de distribución, una técnica de
emisión de información por ARPANET mediante la cual
un mismo mensaje se podía enviar automáticamente a
una gran cantidad de subscriptores. Es interesante que una de las
primeras listas de distribución masivas se llamara
"Amantes de la Ciencia
Ficción" (SF- LOVERS). Discutir sobre ciencia
ficción en la red no tenía nada que ver con
el trabajo y
eso enfadaba a muchos administradores de sistema de ARPANET, pero
eso no impediría que la cosa siguiera.
Durante los 70, ARPANET creció. Su estructura
descentralizada facilitó la expansión.
Contrariamente a las redes standard de las
empresas, la
red de ARPA se podía acomodar a diferentes tipos de
ordenador. En tanto en cuanto una máquina individual
pudiese hablar el lenguaje de
conmutación de paquetes de la nueva y anárquica
red, su marca, contenidos
e incluso su propietario eran irrelevantes.
El estándar de comunicaciones
de ARPA era conocido como NCP, "Network Contro Protocol", pero
según pasaba el tiempo y la técnica avanzaba, el
NCP fue superado por un estándar de más alto nivel
y más sofisticado conocido como TCP/IP. El TCP
o "Trasmision Control Protocol," convierte los mensajes en un
caudal de paquetes en el ordenador fuente y los reordena en el
ordenador destino. El IP, o
"Internet Protocol", maneja las direcciones comprobando que los
paquetes caminan por múltiples nodos e incluso por
múltiples redes con múltiples estándards —
no sólo ARPA fue pionera en el stándar NCP, sino
también Ethernet, FDDI y
X.25.
En 1977, TCP/IP se usaba en otras redes para conectarse
a ARPANET. ARPANET estuvo controlada muy estrictamente hasta al
menos 1983, cuando su parte militar se desmembró de ella
formando la red MILNET. Pero el TCP/IP las unía a todas. Y
ARPANET, aunque iba creciendo, se convirtió en un cada vez
más pequeño barrio en medio de la vasta galaxia de
otras máquinas conectadas.
Según avanzaban los 70 y 80, distintos grupos
sociales se encontraban en posesión de potentes
ordenadores. Era muy fácil conectar esas máquinas a
la creciente red de redes. Conforme el uso del TCP/IP se
hacía más común, redes enteras caían
abrazadas y adheridas a Internet. Siendo el software llamado TCP/IP de
dominio
público y la tecnología
básica descentralizada y anárquica por propia
naturaleza,
era muy difícil parar a la gente e impedir que se
conectara. De hecho, nadie quería impedir a nadie la
conexión a esta compleja ramificación de redes que
llegó a conocerse como "Internet".
Conectarse a Internet costaba al contribuyente muy poco
o nada desde que cada nodo era independiente y tenía que
arreglárselas con la financiación y los
requerimientos técnicos. Cuantos más, mejor. Como
la red telefónica, la red de ordenadores era cada vez
más valiosa según abarcaba grandes extensiones de
terreno, gente y recursos.
Un fax solo es
útil si "alguien más" tiene un fax. Mientras tanto
no es más que una curiosidad. ARPANET, también, fue
una curiosidad durante un tiempo. Después la red de
ordenadores se convirtió en una necesidad
importante.
En 1984 la Fundación Nacional para la Ciencia
(National Science Foundation – NSF) entró en escena a
través de su Oficina de Computación
Científica Avanzada (Office of
Advanced Scientific Computing). La nueva NSFNET supuso un paso
muy importante en los avances técnicos conectando nuevas,
más rápidas y potentes supercomputadoras a
través de enlaces más amplios, rápidos,
actualizados y expandidos según pasaban los años,
1986, 1988 y 1990. Otras agencias gubernamentales también
se unieron: NASA, los Institutos Nacionales de la Salud (National Institutes
of Health), El Departamento de Energía (Departament of
Energy), cada uno manteniendo cierto poderío
digital en la confederación Internet.
Los nodos de esta creciente red de redes se
dividían en subdivisiones básicas. Los ordenadores
extranjeros y unos pocos americanos eligieron ser denominados
según su localización geográfica. Los otros
fueron agrupados en los seis "dominios" básicos de
Internet: gov, mil, edu, com, org y net. (Estas abreviaturas tan
sosas pertenecen al estándar de los protocolos
TCP/IP). Gov, Mil y Edu definen al gobierno,
militares e instituciones
educativas, las cuales fueron, por supuesto, las pioneras de la
ARPANET que comenzó como un experimento de alta
tecnología en seguridad
nacional. Com, sin embargo, definía a instituciones
"comerciales", que enseguida entraron a la red como toros de
rodeo rodeadas por una nube de entusiastas "orgs" sin
ánimo de lucro. (Los ordenadores tipo "net" servían
como pasarelas entre redes).
La red ARPANET propiamente dicha expiró en 1989
como víctima feliz de su éxito abrumador. Sus
usuarios apenas se dieron cuenta, pero las funciones de
ARPANET no solo continuaron sino que mejoraron firmemente. El uso
del estándar TCP/IP para redes es ahora algo global. En
1971, hace 21 años, sólo había cuatro nodos
en la red ARPANET. Hoy existen decenas de miles en Internet
esparcidos por cuarenta y dos países y muchos más
que se conectan cada día. Tres millones de personas,
posiblemente cuatro, usan esta gigantesca madre-
de-todas-las-redes.
Internet es especialmente popular entre los
científicos y es probablemente su instrumento más
importante de finales del siglo XX. Las posibilidades de acceso
tan potentes y sofisticadas que ofrece a datos específicos
y a la comunicación personal ha
elevado la marcha de la investigación científica
enormemente.
El índice de crecimiento de Internet a comienzo
de los 90 es espectacular, casi feroz. Se extiende más
rápidamente que los teléfonos móviles y que
el fax. El año pasado Internet crecía a un ritmo
del 20% mensual. El número de ordenadores con
conexión directa al TCP/IP se ha estado doblando
anualmente desde 1988. Internet se está desplazando de su
origen militar y científico a las escuelas de enseñanza básica e institutos, al
mismo tiempo que a bibliotecas
públicas y el sector comercial.
¿Por qué la gente quiere estar "en
Internet"? Una de las principales razones es simplemente la
libertad.
Internet es un raro ejemplo de anarquía verdadera, moderna
y funcional. No existe "Internet, S.A." No hay censores
oficiales, ni jefes, ni junta directiva, ni accionistas. En
principio, cualquier nodo puede hablar de igual a igual a otros
nodos siempre que obedezcan las leyes del
protocolo
TCP/IP, leyes que no son políticas
sino estrictamente técnicas.
(Ha existido controversia sobre el uso comercial de Internet,
pero esta situación está cambiando según los
negocios
proporcionan sus propios enlaces y conexiones).
Internet también es una ganga. Internet en
conjunto, a diferencia del sistema telefónico, no cuesta
dinero
según las distancias. Y a diferencia también de la
mayoría de las redes comerciales, no se cobra por tiempo
de conexión. De hecho, "Internet" de por sí, que ni
siquiera existe como una entidad, no cobra "nada" por nada. Cada
grupo de gente
que accede a Internet es responsable de su propia máquina
y de su propio trozo de línea.
La "anarquía" de Internet puede parecer
extraña o incluso poco natural, pero tiene cierta
profundidad y sentido. Es como la "anarquía" del idioma
inglés.
Nadie alquila el inglés y nadie lo posee. Como
anglo-parlante, depende de ti aprender hablar inglés
correctamente y usarlo para lo que quieras (aunque el gobierno
proporciona fondos para ayudarte a que aprendas a leer y escribir
algo). Aunque mucha gente se gana la vida usando, explotando y
enseñando inglés, el "inglés" como
institución es una propiedad
pública, un bien común. Mucho de eso ocurre con
Internet. ¿Mejoraría el inglés si "Idioma
Inglés, S.A." tuviera un consejo de administración con su director o ejecutivo
al frente, un presidente y una asamblea? Probablemente
exsitirían muchas menos palabras en el idioma
inglés, y muchas menos nuevas ideas.
La gente en Internet siente que se trata de una
institución que se resiste a la
institucionalización. El interés
pertenece a todos y a nadie.
A pesar de esto, hay quién tiene intereses en
Internet. Los negociantes quieren que Internet tenga una base
financiera. Los gobernantes la quieren más regulada. Los
académicos la quieren para fines de investigación.
Los militares para la seguridad. Y así muchos
más.
Todas estas fuentes de
conflicto
permanenen en torpe equilibrio, e
Internet, hasta ahora, se mantiene en próspera
anarquía. Antes, las líneas de alta velocidad de la
NSFnet eran conocidas como la "espina dorsal de Internet"
(Internet Backbone), y sus propietarios podían
señorearse con el resto de Internet; pero hoy existen
"espinas dorsales" en Canadá, Japón y
Europa, e incluso
algunas privadas para el tráfico comercial. Hoy, incluso
ordenadores domésticos privados pueden convertirse en
nodos de Internet. Se pueden llevar bajo el brazo. Pronto,
quizás, en la muñeca.
Pero, ¿Qué se *hace* en Internet?
Básicamente, cuatro cosas: correspondencia, grupos de
discusión, computación a larga distancia y
transferencia de archivos. El
correo de Internet es el correo electrónico (e-mail),
mucho más rápido que el correo postal americano,
que es llamado despectivamente por los usuarios de Internet como
"correo caracol" (snail mail). El correo en Internet es algo como
el fax. Es texto
electrónico, y no tienes que pagar por él (al menos
directamente) y es a escala global.
Por correo electrónico se puede mandar software y algunos
tipos de imágenes
comprimidas. Se está trabajando en nuevas formas de correo
electrónico.
Los grupos de discusión, o "newsgroups", son un
mundo aparte. Este mundo de debate y
argumentaciones se conoce como "USENET". USENET es de hecho
diferente a Internet. USENET es como una multitud ondulante de
gente chismosa y con ganas de información que se mueve por
Internet en busca de barbacoas de patio trasero. USENET no es
tanto una red física como un conjunto de convenciones. En
cualquier caso, ahora existen 2.500 grupos de discusión
separados en USENET y sus mensajes generan unos 7 millones de
palabras al día. Naturalmente se habla mucho sobre
ordenadores en USENET, pero la variadad de temas sobre los que se
habla es enorme, creciendo estos continuamente. En USENET se
distribuyen varias publicaciones electrónicas gratuitas de
manera periódica.
Estos grupos y el correo electrónico están
disponibles fácilmente, incluso fuera del corazón de
Internet. Se puede acceder a ellos a través de las
líneas de teléfono normales, desde otras redes como
BITnet, UUCP y Fidonet. Los últimos servicios de
Internet, computación a larga distancia y tranferencia
de archivos, requieren de conexión directa usando
TCP/IP.
La computación a larga distancia fue algo pensado
para ARPANET y aún se usa mucho, al menos por algunos. Los
programadores puenden mantener sus cuentas abiertas en poderosos
super-ordenadores y ejecutar allí sus programas o crear
otros nuevos. Los científicos pueden usar potentes
ordenadores desde otros continentes. Las bibliotecas ofrecen sus
catálogos electrónicos para que se busque en ellos
gratuitamente. Enormes catálogos en CD-ROM
están disponibles a través de este servicio. Y
existe mucho software gratuito al mismo tiempo.
La tranferencia de ficheros permite a los usuarios
acceder a máquinas remotas y tomar de ellas programas o
textos. Muchos ordenadores de Internet – unos dos mil o
más – permiten que se acceda a ellos de manera
anónima y que la gente use sus archivos de manera
gratuita. Esto no es algo trivial, ya que libros enteros
se pueden transferir en cuestión de minutos. Hoy, en 1992,
existen más de un millón de ficheros
públicos disponibles a quién los quiera utilizar (y
otros millones disponibles a gente con autorización). La
transferencia de ficheros por Internet se está
convirtiendo en una nueva forma de publicación, en la que
el lector copia electrónicamente el texto que desee en la
cantidad que quiera y de forma gratuita. Nuevos programas de
Internet, como "archie", "gopher" y "WAIS" se han desarrollado
para catalogar y explorar esa cantidad de material.
Esta Internet sin cabeza, anárquica y con
millones de tentáculos se está extendiendo como el
pan de molde. Cada ordenador con la potencia
suficiente es una espora potencial de Internet y hoy los
ordenadores se venden a menos de 2.000 dólares y
están disponibles en todo el mundo. La red ARPA,
diseñada para asegurar el control de una sociedad
desolada después de un holocausto
nuclear, ha sido sobrepasada por su hija mutante, Internet, que
está a fuera de control a conciencia y se
expande exponencialemente por la aldea global de la post guerra
fría. La expansión de Internet en los 90 se parece
a la que sufrió la informática personal en los 70, aunque esta
es más rápida y más importante. Más
importante, quizás, porque da a los ordenadores personales
una imagen de algo
barato, de fácil acceso y con posibilidades de almacenaje
a una escala realmente planetaria.
El futuro de Internet pasa por ser más grande y
con velocidades exponencialmente mayores. La comercialización de Internet es un tema
candente hoy día, donde se promete cualquier tipo de
comercialización salvaje de la información. El
gobierno federal, agradecido por este éxito inesperado,
aún tiene mucho que decir en esto. La NREN (National
Research and Educational Network – Red Nacional de Educación e
Investigación), fue aprobada en el otoño de 1991
como un proyecto a cinco años y con un presupuesto de
dos billones de dólares para que la red troncal de
Internet fuera actualizada. NREN será unas 50 veces
más rápida que la red más rápida de
hoy día permitiendo la transferencia de la Enciclopedia
Británica en un segundo. Las redes de ordenadores
permitirán gráficos animados en 3-D, enlaces de
radio y
teléfonos móviles a ordenadores portátiles,
fax, voz y televisión
de alta definición. ¡Un circo global multimedia!
O al menos así se espera – y se planea. La
Internet real del futuro debe soportar pocos parecidos con los
planes de hoy. Preveer las cosas nunca ha tenido mucho que ver
con el rápido desarrollo de Internet. Después de
todo, Internet se parece muy poco a aquellos sombríos
planes del RAND para el post-holocausto. Esto resulta ser una
sutil y feliz ironía.
¿Cómo se accede a Internet? Bien — si no
se tiene un ordenador y un modem, hay que
hacerse con uno. El ordenador puede actuar como una terminal y se
puede usar una línea de teléfonos ordinaria para
conectarse a una máquina enganchada a Internet.
Simplemente esto puede hacer que se tenga acceso a los grupos de
discusión y a una dirección de correo
electrónico propia. Merece la pena tener estos servicios —
aunque sólo con el correo y las noticias no se está
del todo "en Internet".
Si está vd. en un campus, la universidad puede
que tenga "acceso directo" a líneas TCP/IP de Internet de
alta velocidad. Hágase con una cuenta de Internet en un
ordenador del campus y será capaz de utilizar los
servicios de computación remota y la transferencia de
archivos. Algunas ciudades como Cleveland proporcionan acceso
gratuito a la red. Las empresas tienen cada vez más
posibilidades de acceso y están deseando vender esos
accesos a sus clientes. La
cuota estándar es de unos 40 dólares al mes —
más o menos como el servicio de TV por cable.
Según avancen los 90, encontrar acceso a Internet
será mucho más fácil y barato. Su facilidad
de uso también mejorará del salvaje interface
UNIX del
TCP/IP a otros muchos más intuitivos y cómodos para
el usuario, eso es una buena noticia. Aprender Internet ahora, o
al menos aprender sobre Internet, es para entendidos. Cuando
cambiemos de siglo la "cultura de
redes", tal como la "cultura de los ordenadores" antes de esta se
verá forzada a introducirse en el ámbito de su
vida.
2. Más lecturas sobre
este tema:
The Whole Internet Catalog & User's Guide by Ed
Krol. (1992) O'Reilly and Associates, Inc. Una clara introducción sin tecnicismos al negocio de
la cultura de redes. Muchos libros sobre ordenadores intentan ser
simpáticos, este libro lo
consigue.
The Matrix:
Computer Networks and Conferencing Systems Worldwide. by John
Quarterman. Digital Press: Bedford, MA. (1990). Un compendio
masivo y técnico que detalla el sorprendente alcance y
complejidad de nuestro recién interconectado
planeta.
The Internet Companion by Tracy LaQuey with Jeanne C.
Ryer (1992) Addison Wesley. Exacta guía de
educación para Internet con anécdotas de
experiencias de la vida real en Internet. Prefacio del senador Al
Gore.
Zen and the Art of the Internet: A Beginner's Guide by
Brendan P. Kehoe (1992) Prentice Hall. Breve pero útil
guía con buenos consejos sobre como utilizar las
máquinas para hacerse con información. Esta
guía refleja la maravillosa posibilidad de estar en en la
red de manera gratuita. Yo hago lo mismo con mis artículos
de F&SF, incluyendo por supuesto este.
Traducción de Antonio Montesinos
(a.monte[arroba]jet.es)
Publicado originalmente en español en
Alejandría:
http://www.web.sitio.net/faq
Nota del traductor:
Este texto refleja brevemente y de manera muy clara la
historia de
Internet y las herramientas
más usadas en el momento en que se escribió el
artículo (1992). Es un texto muy clarificador, sobre todo
para aquellos que desconocen los orígenes de la red. La
única aclaración que hay que hacer sobre él
es que las cifras que aparecen hay que aplicarlas al año
1992. Cuando se mencionan el número de ordenadores
conectados, usuarios que utilizan la red, los distintos grupos de
noticias, precios, etc.
hay que hacer constar que esas cifras corresponden a ese
año y que actualmente esas cantidades han variado mucho.
Por lo demás la calidad del texto
es excelente.
—
Freeware literario — Prohibido su uso
comercial
Extraído de LA REVISTA DE
FANTASÍA Y CIENCIA FICCIÓN, Febrero de
1993.
F&SF, Box 56, Cornwall CT 06753 $26/yr USA $31/yr
other
F&SF Columna sobre ciencia 5
Bruce Sterling
bruces[arroba]well.sf.ca.us.