- 1 La Catedral y
el Bazar - 2 El correo
tenía que llegar - 3 La importancia de
contar con usuarios - 4 Libere rápido
y a menudo - 5 ¿Cuándo
una Rosa no es Rosa - 6 Popclient se
convierte en Fetchmail - 7 El crecimiento de
Fetchmail - 8 Algunas lecciones mas
extraídas de Fetchmail - 9 Condiciones
necesarias para el Estilo del Bazar - 10 El contexto social
del software libre - 11
- 12 Otras
Lecturas - 13 Epílogo:
Netscape Adopta el Bazar - 14 Versión y
actualizaciones
Analizo un exitoso proyecto de
software libre
(fetchmail), que fue realizado para probar deliberadamente
algunas sorprendentes ideas sobre la ingeniería de
software sugeridas por la historia de Linux. Discuto
estas teorías
en términos de dos estilos de desarrollo
fundamentalmente opuestos: el modelo
catedral de la mayoría de los fabricantes de
softaware comercial contra el modelo bazar del mundo
Linux. Demuestro que estos modelos parten
de puntos de vista contrapuestos acerca de la naturaleza de
la tarea de depuración del software. Posteriormente,
hago una argumentación, a partir de la experiencia de
Linux, de la siguiente sentencia: "si se tienen las miradas
suficientes, todas las pulgas saltarán a la vista''. Al
final, sugiero algunas fructíferas analogías con
otros sistemas
autoregulados de agentes egoistas, y concluyo con una somera
exploración de las implicaciones que pude tener este
enfoque en el futuro del software.
Linux es subversivo. ¿Quién hubiera
pensado hace apenas cinco años que un sistema operativo
de talla mundial surgiría, como por arte de magia,
gracias a la actividad hacker desplegada en ratos libres
por varios miles de programadores diseminados en todo el planeta,
conectados solamente por los tenues hilos de la Internet?
Lo que si es seguro es que yo
no. Cuando Linux apareció en mi camino, a principios de
1993, yo tenía invertidos en UNIX y el
desarrollo de software libre
alrededor de diez años. Fui uno de los primeros en
contribuir con GNU a mediados de los ochentas y he estado
aportando una buena cantidad de software libre a la red, desarrollando o
colaborando en varios programas
(NetHack, los modos VC y GUD de Emacs, xlife y otros) que
todavía son ampliamente usados. Creí que
sabía cómo debían hacerse las
cosas.
Linux vino a trastocar buena parte de lo que
pensaba que sabía. Había estado predicando durante
años el evangelio UNIX de las herramientas
pequeñas, de la creación rápida de
prototipos y de la programación evolutiva. Pero también
creía que existía una determinada complejidad
crítica, por encima de la cual se
requería un enfoque más planeado y centralizado. Yo
pensaba que el software de mayor envergadura (sistemas
operativos y herramientas realmente grandes, tales como
Emacs) requería construirse como las catedrales, es decir,
que debía ser cuidadosamente elaborado por genios o
pequeñas bandas de magos trabajando encerrados a piedra y
lodo, sin liberar versiones beta antes de tiempo.
El estilo de desarrollo de Linus Torvalds ("libere
rápido y a menudo, delegue todo lo que pueda, sea abierto
hasta el punto de la promiscuidad") me cayó de sorpresa.
No se trataba de ninguna forma reverente de construir la
catedral. Al contrario, la comunidad Linux
se asemejaba más a un bullicioso bazar de Babel, colmado
de individuos con propósitos y enfoques dispares
(fielmente representados por los repositorios de archivos de
Linux, que pueden aceptar aportaciones de quien sea), de
donde surgiría un sistema estable y
coherente únicamente a partir de una serie de
artilugios.
El hecho de que este estilo de bazar
parecía funcionar, y funcionar bien, realmente me
dejó sorprendido. A medida que iba aprendiendo a moverme
en ese medio, no sólo trabajé arduamente en
proyectos
individuales, sino en tratar de comprender por qué el
mundo Linux no naufragaba en el mar de la confusión, sino
que se fortalecía con una rapidez inimaginable para los
constructores de catedrales.
Creí empezar a comprender a mediados de
1996. El destino me dio un medio perfecto para demostrar mi
teoría,
en la forma de un proyecto de software libre que trataría
de realizar siguiendo el estilo del bazar de manera consciente.
Así lo hice y resultó un éxito
digno de consideración.
En el resto de este artículo
relataré la historia de este proyecto, y la usaré
para proponer algunos aforismos sobre el desarrollo real del
software libre. No todas estas cosas fueron aprendidas del mundo
Linux, pero veremos como fue que les vino otorgar un sentido
particular. Si estoy en lo cierto, le servirán para
comprender mejor qué es lo que hace a la comunidad
linuxera tan buena fuente de software; y le ayudarán a ser
más productivo.
Desde 1993 he estado encargado de la parte
técnica de un pequeño ISP de acceso gratuito
llamado Chester County InterLink (CCIL), en West Chester,
Pennsylvania (fui uno de los fundadores de CCIL y escribí
su original software BBS multiusuario, el cual puede verse
entrando a telnet://locke.ccil.org
. Actualmente soporta más de tres mil usuarios en 19
líneas). Este empleo me
permitió tener acceso a la red las 24 horas del día
a través de la línea de 56K de CCIL, ¡de
hecho, prácticamente él me lo
demandaba!.
Para ese entonces ya me habí habituado al
correo
electrónico. Por diversas razones fue difícil
obtener SLIP para enlazar mi máquina en casa
(snark.thyrsus.com) y CCIL. Cuando finalmente pude lograrlo,
encontré que era particularmente molesto tener que entrar
por telnet a locke
cada rato para revisar mi correo. Lo que quería era que
fuera reenviado a snark para que biff(1) me notificase cuando
llegara.
Un simple redireccionamiento con sendmail no iba a
funcionar debido a que snark no siempre está en
línea y no tiene una dirección IP estática.
Lo que necesitaba era un programa que
saliera por mi conexión SLIP y trajera el correo hasta mi
máquina. Yo sabía que tales programas ya
existían, y que la mayoría usaba un protocolo simple
llamado POP (Post Office Protocol,
Protocolo de Oficina de
Correos), de tal manera que me cercioré que el servidor POP3
estuviera en el sistema operativo BSD/OS de
locke.
Necesitaba un cliente POP3; de
tal manera que lo busqué en la red y encontré uno.
En realidad hallé tres o cuatro. Usé pop-perl
durante un tiempo, pero le faltaba una característica a
todas luces evidente: la capacidad de identificar las direcciones
de los correos recuperados para que las respuestas pudieran darse
correctamente.
El problema era este: supongamos que un tal
monty en locke me envia un correo. Si yo lo jalaba desde
snark y luego intentaba responder, entonces mi programa de
correos dirigía la respuesta a un monty inexistente
en snark. La edición
manual de las
direcciones de respuesta para pegarles el
‘@ccil.org’, muy pronto se volvió algo muy
molesto.
Era evidente que la computadora
tenía que hacer esto por mí. (De hecho, de acuerdo
con RFC1123, sección 5.2.18, sendmail debería de
estarlo haciendo.) ¡Sin embargo, ninguno de los clientes POP lo
hacía realmente! Esto nos lleva a la primera
lección:
1. Todo buen trabajo de
software comienza a partir de las necesidades personales del
programador. (Todo buen trabajo empieza cuando uno tiene que
rascarse su propia comezón)
Esto podría sonar muy obvio: el viejo
proverbio dice que "la necesidad es la madre de todos los
inventos".
Empero, hay muchos programadores de software que gastan sus
días, a cambio de un
salario, en
programas que ni necesitan ni quieren. No ocurre lo mismo en el
mundo Linux; lo que sirve para explicar por qué se da una
calidad
promedio de software tan alta en esa comunidad.
Por todo esto, ¿pensaran que me
lancé inmediatamente a la vorágine de escribir, a
partir de cero, el programa de un nuevo cliente POP3 que
compitiese con los existentes? ¡Nunca en la vida!
Revisé cuidadosamente las herramientas POP que
tenía al alcance, preguntándome
"¿cuál se aproxima más a lo que yo
necesito?", porque
2. Los buenos programadores saben qué
escribir. Los mejores, que reescribir (y
reutilizar).
Aunque no presumo ser un extraordinario
programador, he tratado siempre de imitar a uno de ellos. Una
importante característica de los grandes programadores es
la meticulosidad con la que construyen. Saben que les
pondrán diez no por el esfuerzo, sino por los resultados;
y que casi siempre será más fácil partir de
una buena solución parcial que de cero.
Linus, por ejemplo, no intentó escribir
Linux partiendo de cero. En vez de eso, comenzó por
reutilizar el código
y las ideas de Minix, un pequeño sistema operativo (OS)
tipo UNIX hecho para máquinas
386. Eventualmente terminó desechando o reescribiendo todo
el código del Minix, pero mientras contó con
él le sirvió como una importante plataforma de
lanzamiento del proyecto en gestación que posteriormente
se convertiría en Linux.
Con ese espíritu, comencé a buscar
una herramienta POP que estuviese razonablemente escrita para ser
usada como plataforma inicial para mi
desarrollo.
La tradición del mundo UNIX de compartir
las fuentes
siempre se ha prestado a la reutilización del
código (ésta es la razón por la que el
proyecto GNU escogió a UNIX como su OS base, pese a las
serias reservas que se tenían). El mundo Linux ha asumido
esta tradición hasta llevarla muy cerca de su
límite tecnológico; posee terabytes de
código fuente que estámn generalmente
disponibles.Así que es más probable que la
búsqueda de algo bueno tenga mayores probabilidades de
éxito en el mundo Linux que en ningúotro
lado.
Así sucedió en mi caso.
Además de los que había encontrado antes, en mi
segunda búsqueda conseguí un total de nueve
candidatos: fetchpop, PopTart, get-mail, gwpop, pimp, pop-perl,
popc, popmail y upop. El primero que elegí fue el
‘fetchpop’, un programa de Seung-Hong Oh. Le agregue
mi código par que tuviera la capacidad de reescribir los
encabezados y varias mejoras más, las cuales fueron
incorporadas por el propio autor en la versión
1.9.
Sin embargo, unas semanas después me
topé con el código fuente de
‘popclient’, escrito por Carl Harris, y
descubrí que tenía un problema. Pese a que fetchpop
poseía algunas ideas originales (tal como su modo
demonio), sólo podía manejar POP3, y estaba escrito
a la manera de un aficionado (Seung-Hong era un brillante
programador, pero no tenía experiencia, y ambas
características eran palpables). El código de Carl
era mejor, bastante profesional y robusto, pero su programa
carecía de varias de las características
importantes del fetchpop que eran difíciles de implementar
(incluyendo las que yo mismo había
agregado).
¿Seguía o cambiaba? Cambiar
significaba desechar el código que había
añadido a cambio de una mejor base de
desarrollo.
Un motivo práctico para cambiar fue la
necesidad de contar con soporte de múltiples protocolos. POP3
es el protocolo de servidor de correos que más se utiliza,
pero no es el único. Fetchpop y otros no manejaban POP2,
RPOP ó APOP, y yo tenía ya la idea vaga de
añadir IMAP (Protocolo de Acceso a Mensajes por Internet,
el protocolo de correos más poderoso y reciente)
sólo por entretenimiento.
Pero había una razón más
teórica para pensar que el cambio podía ser una
buena idea, algo que aprendí mucho antes de
Linux:
3. "Contemple desecharlo; de todos modos
tendrá que hacerlo." (Fred Brooks, The Mythical Man-Month,
Capítulo 11)
Diciéndolo de otro modo: no se entiende
cabalmente un problema hasta que se implementa la primera
solución. La siguiente vez quizáas uno ya sepa lo
suficiente para solucionarlo. Así que si quieres
resolverlo, disponte a empezar de nuevo al menos una
vez.
Bien, me dije, los cambios a fetchpop fueron un
primer intento, así que cambio.
Después de enviarle mi primera serie de
mejoras a Carl Harris, el 25 de junio de 1996, me entere que
él había perdido el interés
por popclient desde hacía rato. El programa estaba un poco
abandonado, polvoriento y con algunas pulgas menores colgando.
Como se le tenían que hacer varias correcciones, pronto
acordamos que lo más lógico era que yo asumiera el
control del
proyecto.
Sin darme cuenta, el proyecto había
alcanzado otras dimensiones. Ya no estaba intentando hacerle unos
cuantos cambios menores a un cliente POP, sino que me
había hecho responsable de uno; y las ideas que
bullían en mi cabeza me conducirían probablemente a
cambios mayores.
En una cultura del
software que estimula el compartir el código fuente,
ésta era la forma natural de que el proyecto evolucionara.
Yo actuaba de acuerdo con lo siguiente:
4. Si tienes la actitud
adecuada, encontrarás problemas
interesantes.
Pero la actitud de Carl Harris fue aún
más importante. Él entendió
que
5. Cuando se pierde el interés en un
programa, el último deber es heredarlo a un sucesor
competente.
Sin siquiera discutirlo, Carl y yo sabíamos
que el objetivo
común era obtener la mejor solución. La
única duda entre nosostros era si yo podía probar
que el proyecto iba a quedar en buenas manos. Una vez que lo
hice, él actuó de buena gana y con diligencia.
Espero comportarme igual cuando llegue mi
turno.
3 La importancia de contar
con usuarios
Así fue como heredé popclient.
Además, recibí su base de usuarios, lo cual fue tan
o más importante. Tener usuarios es maravilloso. No
sólo porque prueban que uno está satisfaciendo una
necesidad, que ha hecho algo bien, sino porque, cultivados
adecuadamente, pueden convertirse en magníficos
asistentes.
Otro aspecto importante de la tradición
UNIX, que Linux, de nuevo, lleva al límite, es que muchos
de los usuarios son también hackers, y, al estar
disponible el código fuente, se vuelven hackers muy
efectivos. Esto puede resultar tremendamente útil
para reducir el tiempo de depuración de los programas.
Copn un buen estímulo, los usuarios diagnosticarán
problemas, sugerirán correcciones y ayudarán a
mejor los programas mucho más rápido de lo que uno
lo haría sin ayuda.
6. Tratar a los usuarios como colaboradores es
la forma más apropiada de mejorar el código, y la
más efectiva de depurarlo.
Suele ser fácil subestimar el poder de este
efecto. De hecho, es posible que todos continuásemos
desestimando la capacidad multiplicadora que adquiriría
con el número de usuarios y en contra de la complejidad de
los sistemas, hasta que así nos lo vino a demostrar
Linus.
En realidad, considero que la genialidad de Linus
no eradica en la construcción misma del kernel de Linux,
sino en la invención del modelo de desarrollo de Linux.
Cuando en una ocasión expresé esta opinión
delante de él, sonrió y repitió quedito una
frase que ha dicho muchas veces: "Básicamente soy una
persona muy
floja que le gusta obtener el crédito
por lo que, realmente, hacen" los demás. Flojo como una
zorra. O, como diría Robert Heinlein, demasiado flojo para
fallar.
En retrospectiva, un precedente de los métodos y
el éxito que tiene Linux podría encontrarse en el
desarrollo de las bibliotecas del
Emacs GNU, así como los archivos del código de
Lisp. En contraste con el estilo de construcción catedral
del núcleo del Emacs escrito en C, y de muchas otras
herramientas de la FSF, la evolución del código de Lisp fue
bastante fluida y, en general, dirigida por los propios usuarios.
Las ideas y los prototipos de los modos se rescribían tres
o cuatro veces antes de alcanzar su forma estable final. Mientras
que las frecuentes colaboraciones informales se hacían
posibles gracias a la Internet, al estilo
Linux.
Es más, uno de mis programas con mayor
exito, antes
de fetchmail, fue probablemente el modo VC para Emacs, una
colaboración tipo Linux, que realice por correo
electrónico conjuntamente con otras tres personas, de las
cuales solamente he conocido a una (Richard Stallman) hasta la
fecha. VC era una front-end para SCCS, RCS y posteriormente CVS,
que ofrecía controles de tipo "al toque" para operaciones de
control de versiones desde Emacs. Era el desarrollaba de un
pequeño y, hasta cierto punto, rudimentario modo sccs.el
que alguien había escrito. El desarrollo de VC tuvo
éxito porque, a diferencia del Emacs mismo, el
código de Emacs en Lisp podía pasar por el ciclo de
publicar, probar y depurar, muy
rápidamente.
(Uno de los efectos colaterales de la política de la FSF de
atar legalmente el código a la GPL, fue que se
volvió más difícil para la FSF usar el modo
bazar, debido a su idea de que se debín de asignar
derechos de
autor por cada contribución individual de más
de veinte líneas, a fin de inmunizar al código
protegido por la GPL de cualquier problema legal surgido de
ley de
derechos de
autor. Los usuarios de las licencias BSD y del MIT X Consortium
no tienen este problema, debido a que no intentan reservarse
derechos que cualquiera intente poner en duda.)
Las publicaciones rápidas y frecuentes del
código constituyen una parte crítica del modelo
Linux de desarrollo. La mayoría de los programadores, en
los que me incluyo, creía antes que era una mala
política involucrarse en proyectos más grandes
triviales, debido a que las primeras versiones, casi por
definición, salen plagadas de errores, y a nadie le gusta
agotar la paciencia de los usuarios.
Esta idea reafirmaba la preferencia de los
programadores por el estilo catedral de desarrollo. Si el
objetivo principal era que los usuarios vieran la menor cantidad
de errores, entonces sólo habí que liberar una vez
cada seis meses (o aún con menos frecuencia) y trabajar
como burro en la depuración en el ínterin de las
versiones que se saquen a la luz. El
núcleo del Emacs escrito en C se desarrolló de esta
forma. No así la biblioteca de
Lisp, ya que los repositorios de los archivos de Lisp, donde se
podían conseguir versiones nuevas y en desarrollo del
código, independientemente del ciclo de desarrollo del
Emacs, estaban fuera del control de la FSF.
El más importante de estos archivos fue el
elisp de la Universidad
Estatal de Ohio, el cual se anticipó al espíritu y
a muchas de las características de los grandes archivos
actuales de Linux. Pero solamente algunos de nosotros
reflexionamos realmente acerca de lo que estábamos
haciendo, o de lo que la simple existencia del archivo
sugería sobre los problemas implícitos en el modelo
de desarrollo estilo catedral de la FSF. Yo realicé un
intento serio, alrededor de 1992, de unir formalmente buena parte
del código de Ohio con la biblioteca Lisp oficial del
Emacs. Me metí en broncas políticas
muy serias y no tuve éxito.
Pero un año después, a medida que
Linux se agigantaba, quedo claro que estaba pasando algo distinto
y mucho más sano. La política abierta de desarrollo
de Linus era lo más opuesto a la construcción
estilo catedral. Los repositorios de archivos en sunsite y tsx-11
mostraban una intensa actividad y muchas distribuciones de Linux
circulaban. Y todo esto se manejaba con una frecuencia en la
publicación de programas que no tenía
precedentes.
Linus estaba tratando a sus usuarios como
colaboradores de la forma más efectiva
posible:
7. Libere rápido y a menudo, y escuche a
sus clientes.
La innovación de Linus no consistió
tanto en esto (algo parecido había venido sucediendo en la
tradición del mundo UNIX desde hacía tiempo), sino
en llevarlo a un nivel de intensidad que estaba acorde con la
complejidad de lo que estaba desarrollando. ¡En ese
entonces no era raro que liberara una nueva versión del
kernel más de una vez al día! Y, debido a que
cultivó su base de desarrolladores asistentes y
buscó colaboración en la Internet más
intensamaente que ningún otro,
funcionó.
¿Pero cómo fue que
funcionó? ¿Era algo que yo podía emular, o
se debía a la genialidad única de
Linus?
No lo considero así. Está bien,
Linus es un hacker
endiabladamente astuto (¿cuántos de nosotros
podrían diseñar un kernel de alta calidad?). Pero
Linux en sí no representa ningún salto conceptual
sorprendente hacia delante. Linus no es (al menos, no hasta
ahora) un genio innovador del diseño
como lo son Richard Stallman o James Gosling. En realidad, para
mi Linus es un genio de la ingeniería; tiene un sexto sentido para
evitar los callejones sin salida en el desarrollo y la
depuración, y es tipo muy sagaz para encontrar el camino
con el mínimo esfuerzo desde el punto A hasta el punto B.
De hecho, todo el diseño de Linux transpira esta calidad,
y refleja un Linus conservador que simplifica el enfoque en el
diseño.
Por lo tanto, si las publicaciones frecuentes del
código y la búsqueda de asistencia dentro de la
Internet no son accidentes,
sino partes integrales del
ingenio de Linus para ver la ruta crítica del
mínimo esfuerzo, ¿qué era lo que estaba
maximizando? ¿Qué era lo que estaba exprimiendo de
la maquinaria?
Planteada de esta forma, las pregunta se responde
por sí sola. Linus estaba manteniendo a sus
usuarios-hackers-asistentes constantemente estimulados y
recompensados por la perspectiva de tomar parte en la acción
y satisfacer su ego, premiado con la exhibición y mejora
constante, casi diaria, de su trabajo.
Linus apostaba claramente a maximizar el
número de horas-hombre
invertidas en la depuración y el desarrollo, a pesar del
riesgo que
corría de volver inestable el código y agotar a la
base de usuarios, si un error serio resultaba insondable. Linus
se portaba como si creyera en algo como esto:
8. Dada una base suficiente de desarrolladores
asistentes y beta-testers, casi cualquier problema puede ser
caracterizado rápidamente, y su solución ser obvia
al menos para alguien.
O, dicho de manera menos formal, "con muchas
miradas, todos los errores saltarán a la vista". A esto lo
he bautizado como la Ley de Linus.
Mi formulación original rezaba que todo
problema deberá ser transparente para alguien. Linus
descubrió que la personas que entendían y la que
resolvían un problema no eran necesariamente las mismas,
ni siquiera en la mayoría de los casos. Decía que
"alguien encuentra el problema y otro lo resuelve". Pero el punto
está en que ambas cosas suelen suceder con gran
rapidez.
Aquí, pienso, subyace una diferencia
esencial entre el estilo del bazar y el de la catedral. En el
enfoque estilo catedral de la programación, los errores y
problemas de desarrollo son fenómenos truculentos,
insidiosos y profundos. Generalmente toma meses de
revisión exhaustiva para unos cuantos el alcanzar la
seguridad de que
han sido eliminados del todo. Por eso se dan los intervalos tan
largos entre cada versión que se libera, y la inevitable
desmoralización cuando estas versiones, largamente
esperadas, no resultan perfectas.
En el enfoque de programación estilo bazar,
por otro lado, se asume que los errores son fenómenos
relativamente evidentes o, por lo menos, que pueden volverse
relativamente evidentes cuando se exhiben a miles de entusiastas
desarrolladores asistentes que colaboran al parejo sobre cada una
de las versiones. En consecuencia, se libera con frecuencia para
poder obtener una mayor cantidad de correcciones, logrando como
efecto colateral benéfico el perder menos cuando un
eventual obstáculo se atraviesa.
Y eso es todo. Con eso basta. Si la Ley de
Linus fuera falsa, entonces cualquier sistema suficientemente
complejo como el kernel de Linux, que está siendo
manipulado por tantos, debería haberse colapsado en un
punto bajo el peso de ciertas interacciones imprevistas y errores
"muy profundos" inadvertidos. Pero si es cierta, bastaría
para explicar la relativa ausencia de errores en el código
de Linux.
Despu&aecute;s de todo, esto no debí
parecernos tan sorpresivo. Hace algunos años los
sociólogos descubrieron que la opinión promedio de
un numero grande de observadores igualmente expertos (o
igualmente ignorantes) es más confiable de predecir que la
de uno de los observadores seleccionado al azar. A esto se le
conoce como el efecto Delphi. Al parecer, lo que Linus ha
demostrado es que esto también es valedero en el
ámbito de la depuración de un sistema operativo:
que el efecto Delphi puede abatir la complejidad
implícita en el desarrollo, incluso al nivel de la
involucrada en el desarrollo del núcleo de un
OS.
Estoy en deuda con Jeff Dutky ,
quien me sugirió que la Ley de Linus puede
replantearse diciendo que "la depuración puede hacerse en
paralelo". Jeff señala que a pesar de que la
depuración requiere que los participantes se comuniquen
con un programador que coordina el trabajo, no
demana ninguna coordinación significativa entre ellos. Por
lo tanto, no cae víctima de la asombrosa complejidad
cuadr&acaute;tica y los costos de
maniobra que ocasionan que la incorporación de
desarrolladores resulte problemática.
En la práctica, la pérdida
teórica de eficiencia debido
a la duplicación del trabajo por parte de los
programadores casi nunca es un tema que revista
importancia en el mundo Linux. Un efecto de la "política
de liberar rápido y a menudo" es que esta clase de
duplicidades se minimizan al propagarse las correcciones
rápidamente.
Brooks hizo una observación relacionada con la de Jeff: "El
costo total del
mantenimiento
de un programa muy usado es típicamente alrededor del 40
por ciento o más del costo del desarrollo.
Sorpresivamente, este costo está fuertemente influenciado
por el número de usuarios. Más usuarios detectan
una mayor cantidad de errores." (El subrayado es
mío).
Una mayor cantidad de usuarios detecta más
errores debido a que tienen diferentes maneras de evaluar el
programa. Este efecto se incrementa cuando los usuarios son
desarrolladores asaitentes. Cada uno enfoca la tarea de la
caracterización de los errores con un bagaje conceptual e
instrumentos analíticos distintos, desde un ángulo
diferente. El efecto Delphi parece funcionar precisamente
debido a estas diferencias. En el contexto específico de
la depuración, dichas diferencias también tienden a
reducir la duplicación del trabajo.
Por lo tanto, el agregar más beta-testers
podría no contribuir a reducir la complejidad del
"más profundo" de los errores actuales, desde el punto de
vista del desarrollador, pero aumenta la probabilidad de
que la caja de herramientas de alguno de ellos se equipare al
problema, de tal suerte que esa persona vea claramente el
error.
Linus también dobla sus apuestas. En el
caso de que realmente existan errores serios, las
versiones del kernel de Linux son enumeradas de tal manera que
los usuarios potenciales puedan escoger la última
versión considerada como "estable" o ponerse al filo de la
navaja y arriesgarse a los errores con tal de aprovechar las
nuevas características. Esta táctica no ha sido
formalmente imitada por la mayoría de los hackers de Linux,
pero quizá debían hacerlo. El hecho de contar con
ambas opciones, lo vuelve aún más
atractivo.
5 ¿Cuándo
una Rosa no es Rosa?
Después de estudiar la forma en que
actuó Linus y haber formulado una teoría del por
qué tuvo éxito, tomé la decisión
consciente de probarla en mi nuevo proyecto (el cual, debo
admitirlo, es mucho menos complejo y
ambicioso).
Lo primero que hice fue reorganizar y simplificar
popclient. El trabajo de Carl Harris era muy bueno, pero
exhibía una complejidad innecesaria, típica de
muchos de los programadores en C. Él trataba el
código como la parte central y las estructuras de
datos como un
apoyo para éste. Como resultado, el código
resultó muy elegante, pero el diseño de las
estructuras de datos salió ad hoc y feo (por lo
menos con respecto a los estándares exigentes de este
viejo hacker de Lisp).
Sin embargo, tenía otro motivo para
reescribir, además de mejorar el diseño de la
estructura de
datos y el código: El proyecto debía
evolucionar en algo que yo entendiera cabalmente. No es nada
divertido ser el responsable de corregir los errores en un
programa que no se entiende.
Por lo tanto, durante el primer mes, o algo
así, simplemente fui siguiendo los pormenores del
diseño básico de Carl. El primer cambio serio que
realicé fue agregar el soporte de IMAP. Lo hice
reorganizando los administradores de protocolos en un administrador
genérico con tres tablas de métodos (para POP2,
POP3 e IMAP). Éste y algunos cambios anteriores muestran
un principio general que es bueno que los programadores tengan en
mente, especialmente los que programan en lenguajes tipo C y no
hacen manejo de datos dinámicamente:
9. Las estructuras de datos inteligentes y el
código burdo funcionan mucho mejor que en el caso
inverso.
De nuevo, Fred Brooks, Capítulo 11:
"Muéstreme su código y esconda sus
estructuras de datos, y continuaré intrigado.
Muéstreme sus estructuras de datos y generalmente
no necesitaré ver su código;
resultará evidente.''
En realidad, él hablaba de "diagramas de
flujo" y "tablas". Pero, con treinta años de
cambios terminológicos y culturales, resulta
prácticamente la misma idea.
En este momento (a principios de septiembre de
1996, aproximadamente seis semanas después de haber
comenzado) empecé a pensar que un cambio de nombre
podría ser apropiado. Después de todo, ya no se
trataba de un simple cliente POP. Pero todavía
vacilé, debido a que no había nada nuevo y
genuinamente mío en el diseño. Mi versión
del popclient tenía aún que desarrollar una
identidad
propia.
Esto cambio radicalmente cuando fetchmail
aprendió a remitir el correo recibido al puerto SMTP.
Volveré a este punto en un momento. Primero quiero decir
lo siguiente: yo afirmé anteriormente que decidí
utilizar este proyecto para probar mi teoría sobre la
correción del estilo Linus Torvalds. ¿Cómo
lo hice? (podrían ustedes preguntar muy bien). Fue de la
siguiente manera:
1. Liberaba rápido y a menudo (casi nunca
dejé de hacerlo en menos de diez días; durante los
períodos de desarrollo intenso, una vez
diaria).
2. Ampliaba mi lista de analistas de versiones
beta, incorporando a todo el que me contactara para saber sobre
fetchmail.
3. Efectuaba anuncios espectaculares a esta lista
cada vez que liberaba una nueva versión, estimulando a la
gente a participar.
4. Y escuchaba a mis analistas asistentes,
consultándolos decisiones referentes al diseño y
tomándolos en cuenta cuando me mandaban sus mejoras y la
consecuente retroalimentación.
La recompensa por estas simples medidas fue
inmediata. Desde el principio del proyecto obtuve reportes de
errores de calidad, frecuentemente con buenas soluciones
anexas, que envidiarían la mayoría de los
desarrolladores. Obtuve crítica constructiva, mensajes de
admiradores e inteligentes sugerencias. Lo que lleva a la
siguiente lección:
10. Si usted trata a sus analistas
(beta-testers) como si fueran su recurso más valioso,
ellos le responderán convirtiéndose en su recurso
más valioso.
Una medida interesante del éxito de
fetchmail fue el tamaño de la lista de analistas beta del
proyecto, los amigos de fetchmail. Cuando escribí esto,
tenía 249 miembros, y se sumaban entre dos y tres
semanalmente.
Revisandola hoy, finales de mayo de 1997, la lista
ha comenzando a perder miembros debido a una razón
sumamente interesante. ¡Varias personas me han pedido que
los dé de baja debido a que el fetchmail les está
funcionando tan bien que ya no necesitan ver todo el
tráfico de de la lista! A lo mejor esto es parte del ciclo
vital normal de un proyecto maduro realizado por el método de
construcción estilo bazar.
6 Popclient se convierte
en Fetchmail
El momento crucial para el proyecto fue cuando
Harry Hochheiser me mandó su código fuente para
incorporar la remisión del correo recibido a la
máquina cliente a través del puerto SMTP.
Comprendí casi inmediatamente que una
implementación adecuada de esta característica iba
a dejar a todos los demás métodos a un paso de ser
obsoletos.
Durante muchas semanas habí estado
perfeccionando fetchmail, agregándole
características, a pesar de que sentía que el
diseño de la interfaz era útil pero algo burdo,
poco elegante y con demasiadas opciones insignificantes colgando
fuera de lugar. La facilidad de vaciar el correo recibido a un
archivo-buzón de correos o la salida estándar me
incomodaba de cierta manera, pero no alcanzaba a comprender por
qué.
Lo que advertí cuando me puse a pensar
sobre la expedición del correo por el SMTP fue que el
popclient estaba intentando hacer demasiadas cosas juntas.
Había sido diseñado para funcionar al mismo tiempo
como un agente de transporte
(MTA) y un agente de entrega (MDA). Con la remisión del
correo por el SMTP podría abandonar la función de
MDA y centrarme solamente en la de MTA, mandando el correo a
otros programas para su entrega local, justo como lo hace
sendmail.
¿Por qué sufrir con toda la
complejidad que encierra ya sea configurar el agente de entrega o
realizar un bloqueo y luego un añadido al final del
archivo-buzón de correos, cuando el puerto 25 está
casi garantizado casi en toda plataforma con soporte TCP/IP?
Especialmente cuando esto significa que el correo obtenido de
esta manera tiene garantizado verse como un correo que ha sido
transferido de manera normal, por el SMTP, que es lo que
realmente queremos.
De aquí se extraen varias lecciones.
Primero, la idea de enviar por el puerto SMTP fue la mayor
recompensa individual que obtuve al tratar de emular
conscientemente los métodos de Linus. Un usuario me
proporcionó una fabulosa idea, y lo único que
restaba era comprender sus implicaciones.
11. Lo más grande, después de
tener buenas ideas, es reconocer las buenas ideas de sus
usuarios. Esto último es a veces lo
mejor.
Lo que resulta muy interesante es que usted
rápidamente encontrará que cuando esta
absolutamente convencido y seguro de lo que le debe a los
demás, entonces el mundo lo tratará como si usted
hubiera realizado cada parte de la invención por si mismo,
y esto le hará apreciar con modestia su ingenio natural.
¡Todos podemos ver lo bien que funcionó esto para el
propio Linus!
(Cuando leía este documento en la Conferencia de
Perl de agosto de 1997, Larry Wall estaba en la fila del frente.
Cuando llegué a lo que acabo de decir, Larry dijo con voz
alta: "¡Anda, di eso, díselos, hermano!" Todos los
presentes rieron porque sabían que eso también le
había funcionado muy bien al inventor de
Perl)
Y a unas cuantas semanas de haber echado a andar
el proyecto con el mismo espíritu, comencé a
recibir adulaciones similares, no sólo de parte de mis
usuarios, sino de otra gente que se había enterado por
terceras personas. He puesto a buen recaudo parte de ese correo.
Lo volveréa a leer en alguna ocasión, si es que me
llego a preguntar si mi vida ha valido la pena
:-).
Pero hay otras dos lecciones más
fundamentales, que no tienen que ver con las políticas,
que son generales para todos los tipos de
diseño:
12. Frecuentemente, las soluciones más
innovadoras y espectaculares provienen de comprender que la
concepción del problema era
errónea.
Había estado intentando resolver el
problema equivocado al continuar desarrollando el popclient como
un agente de entrega y de transporte combinados, con toda clase
de modos medio raros de entrega local. El diseño de
fetchmail requería ser repensado de arriba abajo como un
agente de transporte puro, como eslabón, si se habla de
SMTP, de la ruta normal que sigue el correo en
Internet.
Cuando usted se topa con un muro durante el
desarrollo -cuando la encuentra difícil como para pensar
mas allá de la corrección que sigue- es, a menudo,
la hora de preguntarse no si usted realmente tiene la respuesta
correcta, sino si se está planteando la pregunta correcta.
Quizás el problema requiere ser
replanteado.
Bien, yo ya había replanteado mi problema.
Evidentemente, lo que tenía que hacer ahora era (1)
programar el soporte de envío por SMTP en el controlador
genérico, (2) hacerlo el modo por omisión, y (3)
eliminar eventualmente todas las demás modalidades de
entrega, especialmente las de envío a un
archivo-buzón y la de vaciado a la salida
estándar.
Estuve, durante algún tiempo, titubeando en
dar el paso 3; temiendo trastornar a los viejos usuarios de
poclient, quienes dependían de estos mecanismos
alternativos de entrega. En teoría, ellos podían
cambiar inmediatamente a archivos .forward, o sus equivalentes en
otro esuema que no fuera sendmail, para obtener los mismos
resultados. Pero, en la práctica, la transición
podría complicarse demasiado.
Cuando por fin lo hice, empero, los beneficios
fueron inmensos. Las partes más intrincadas del
código del controlador desaparecieron. La
configuración se volvió radicalmente más
simple: al no tratar con el MDA del sistema y con el
archivo-buzón del usuario, ya no había que
preocuparse de que el sistema operativo soportara bloqueo de
archivos.
Asimismo, el único riesgo de extraviar
correo también se había desvanecido. Antes, si
usted especificaba el envío a un archivo-buzón y el
disco estaba lleno, entonces el correo se perdía
irremediablemente. Esto no pasa con el envío vía
SMTP debido a que el SMTP del receptor no devolverá un OK
mientras el mensaje no haya sido entregado con éxito, o al
menos haya sido mandado a la cola para su entrega
ulterior.
Además, el desempeño mejoró mucho (aunque uno
no lo notaráa en la primera corrida). Otro beneficio nada
despreciable fue la simplificación de la página del
manual.
Más adelante hubo que agregar la entrega a
un agente local especificado por el usuario con el fin de manejar
algunas situaciones oscuras involucradas con la asignación
dinámica de direcciones en SLIP. Sin
embargo, encontré una forma mucho más simple de
hacerlo.
¿Cuál era la moraleja? No hay que
vacilar en desechar alguna característica superflua si
puede hacerlo sin pérdida de efectividad. Antôine
de Saint-Exupery (un aviador y diseñador de aviones,
cuando no se dedicaba a escribir libros
clásicos para niños)
afirmó que
13. "La perfección (en diseño) se
alcanza no cuando ya no hay nada que agregar, sino cuando ya no
hay algo que quitar."
Cuando el código va mejorando y se va
simplificando, es cuando sabe que está en lo
correcto. Así, en este proceso, el
diseño de fetchmail adquirió una identidad propia,
diferente de su ancestro, el popclient.
Había llegado la hora de cambiar de nombre.
El nuevo diseño parecía más un doble del
Sendmail que el viejo popclient; ambos eran MTAs, agentes de
transporte, pero mientras que el Sendmail empuja y luego entreg,
el nuevo popclient jala y después entrega. Así que,
después de dos arduos meses, lo bautice de nuevo con el
nombre de fetchmail.
Allí me encontraba con un bonito e
innovador diseño, un programa que sabía funcionaba
bien porque lo utilizaba diariamente, y me enteraba por la lista
beta, que era muy activa. Esta gradualmente me hizo ver que ya no
estaba involucrado en un hackeado personal trivial,
que podía resultar útil para unas cuantas personas
más. Tenía en mis manos un programa que cualquier
hacker con una caja UNIX y una conexión SLIP/PPP realmente
necesita.
Con el método de expedición por SMTP
se puso adelante de la competencia, lo
suficiente como para poder convertirse en un "matón
profesional", uno de esos programas clásicos que ocupa tan
bien su lugar que las otras alternativas no sólo son
descartadas, sino olvidadas.
Pienso que uno realmente no podría imaginar
o planear un resultado como éste. Usted tiene que meterse
a manejar conceptos de diseño tan poderosos que
posteriormente los resultados parezcan inevitables, naturales, o
incluso predestinados. La única manera de hacerse de estas
ideas es jugar con un montón de ideas; o tener una
visión de la ingeniería suficiente para poder
llevar las buenas ideas de otras personas más allá
de lo que sus propios autores originales pensaban que
podían llegar.
Andrew Tanenbaum tuvo una buena idea original, con
la construcción de un UNIX nativo simple para 386, que
sirviera como herramienta de enseñanza. Linus Torvalds llevó el
concepto de
Minix más allá de lo que Andrew imagino que pudiera
llegar, y se transformó en algo maravilloso. De la misma
manera (aunque en una escala menor),
tomé algunas ideas de Carl Harris y Harry Hochheiser y las
impulsé fuertemente. Ninguno de nosotros era
"original" en el sentido romántico de la idea que
la gente tiene de un genio. Pero, la mayor parte del desarrollo
de la ciencia, la
ingeniería y el software no se debe a un genio original,
sino a la mitología del hacker por el
contrario.
Los resultados fueron siempre un tanto
complicados: de hecho, ¡justo el tipo de reto para el que
vive un hacker! Y esto implicaba que tenía que fijar
aún más alto mis propios estándares. Para
hacer que el fetchmail fuese tan bueno como ahora veía que
podía ser, tenía que escribir no sólo para
satisfacer mis propias necesidades, sino también incluir y
dar el soporte a otros que estuvieran fuera de mi órbita.
Y esto lo tenía que hacer manteniendo el programa sencillo
y robusto.
La primera característica más
importante y contundente que escribí después de
hacer eso fue el soporte para recabado múltiple, esto es,
la capacidad de recoger el correo de los buzones que
habían acumulado todo el correo de un grupo de
usuarios, y luego trasladar cada mensaje al recipiente individual
del respectivo destinatario.
Decidí agregarle el soporte de recabado
múltiple debido en parte a que algunos usuarios lo
reclamaban, pero sobre todo porque evidenciaría los
errores de un código de recabado individual, al forzarme a
abordar el direccionamiento con generalidad. Tal como
ocurrió. Poner el RFC822 a que funcionara correctamente me
tomó bastante tiempo, no sólo porque cada uno de
las partes que lo componen son difíciles, sino porque
involucraban un montón de detalles confusos e
interdependientes entre sí.
Así, pues, el direccionamiento del recabado
múltiple se volvió una excelente decisión de
diseño. De esta forma supe que:
14 Toda herramienta es útil
empleándose de la forma prevista, pero una *gran*
herramienta es la que se presta a ser utilizada de la manera
menos esperada.
El uso inesperado del recabado múltiple del
fetchmail fue el trabajar listas de correo con la lista guardada,
y realizar la expansión del alias en el lado del
cliente de la conexión SLIP/PPP. Esto significa que
alguien que cuenta con una computadora y
una cuenta de ISP puede manejar una lista de correos sin que
tenga que continuar entrando a los archivos del alias del
ISP.
Otro cambio importante reclamado por mis
auxiliares beta era el soporte para la operación MIME de 8
bits. Esto se podía obtener fácilmente, ya que
había tenido cuidado de mantener el código de 8
bits limpio. No es que yo me hubiera anticipado a la exigencia de
esta característica, sino que obedecía a otra
regla:
15. Cuándo se escribe software para una
puerta de enlace de cualquier tipo, hay que tomar la
precaución de alterar el flujo de datos lo menos posible,
y ¡*nunca* eliminar información a menos que los receptores
obliguen a hacerlo!
Si no hubiera obedecido esta regla, entonces el
soporte MIME de 8 bits habría resultado difícil y
lleno de errores. Así las cosas, todo lo que tuve que
hacer fue leer el RFC 1652 y agregar algo de lógica
trivial en la generación de encabezados.
Algunos usuarios europeos me presionaron para que
introdujera una opción que limitase el número de
mensajes acarreados por sesión (de manera tal que pudieran
controlar los costos de sus redes telefónicas
caras). Me opuse a dicho cambio durante mucho tiempo, y aun no
estoy totalmente conforme con él. Pero si usted escribe
para el mundo, debe escuchar a sus clientes: esto no debe cambiar
en nada tan sólo porque no le están dando dinero.
8 Algunas lecciones
mas extraídas de Fetchmail
Antes de volver a los temas generales de
ingeniería de software, hay que ponderar otras dos
lecciones específicas sacadas de la experiencia de
fetchmail.
La sintaxis de los archivos rc incluyen palabras
clave opcionales "de ruido" que son
ignoradas totalmente por el analizador de sintaxis. La sintaxis
tipo inglés
que estas permiten es considerablemente más legible que la
secuencia de pares palabra clave-valor
tradicionales que usted obtiene cuando quita esas palabras clave
opcionales.
Estas comenzaron como un experimento de madrugada,
cuando noté que muchas de las declaraciones de los
archivos rc se asemejaban un poco a un minilenguaje imperativo.
(Esta también fue la razón por la cual
cambié la palabra clave original del popclient de
"servidor" a "poll").
Me parecía en ese entonces que el convertir
ese minilenguaje imperativo más tipo inglés lo
podía hacer más fácil de usar. Ahora, a
pesar de que soy un partidario convencido de la escuela de
diseño "hágalo un lenguaje",
ejemplificada en Emacs, HTML y muchas
bases de
datos, no soy normalmente un fanático de la sintaxis
estilo inglés.
Los programadores han tendido a favorecer
tradicionalmente la sintaxis de control, debido a que es muy
precisa, compacta y no tienen redundancia alguna. Esto es una
herencia
cultural de la época en que los recursos de
cómputo eran muy caros, por lo que la etapa de análisis tenía que ser la más
sencilla y económica posible. El inglés, con un 50%
de redundancia, parecía ser un modelo muy inapropiado en
ese entonces.
Este no es la razón por la cual yo dudo de
la sintaxis tipo inglés; y sólo lo menciono
aquí para demolerlo. Con los ciclos baratos, la fluidez no
debe ser un fin por sí misma. Ahora es más
importante para un lenguaje el ser conveniente para los humanos
que ser económico en términos de recursos
computacionales.
Sin embargo, hay razones suficientes para andar
con cuidado. Una es el costo de la complejidad de la etapa de
análisis: nadie quiere incrementarlo a un punto tal que se
vuelva una fuente importante de errores y confusión para
el usuario. Otra radica en que al hacer una sintaxis del lenguaje
tipo inglés se exige frecuentemente que se deforme
considerablemente el "inglés" que habla, por lo que la
semejanza superficial con un lenguaje natural es tan confusa como
podría haberlo sido la sintaxis tradicional. (Usted puede
ver mucho de esto en los 4GLs y en los lenguajes de
búsqueda en bancos de datos
comerciales).
La sintaxis de control de fetchmail parece
esquivar estos problemas debido a que el dominio de su
lenguaje es extremadamente restringido. Está muy lejos de
ser un lenguaje de amplio uso; las cosas que dice no son muy
complicadas, por lo que hay pocas posibilidades de una
confusión, al moverse de un reducido subconjunto del
inglés y el lenguaje de
control real. Creo que se puede extraer una lección
más general de esto:
16. Cuando su lenguaje está lejos de un
Turing completo, entonces el azúcar
sintáctico puede ser su amigo.
Otra lección trata de la seguridad por
obscuridad. Algunos usuarios de fetchmail me solicitaron cambiar
el software para poder guardar las claves de acceso encriptadas
en su archivo rc, de manera tal que los crackers no pudieran
verlos por pura casualidad.
No lo hice debido a que esto prácticamente
no proporcionaría ninguna protección adicional.
Cualquiera que adquiera los permisos necesarios para leer el
archivo rc respectivo sería de todos modos capaz de correr
el fetchmail; y si por su password fuera, podría sacar el
decodificador necesario del mismo código del fetchmail
para obtenerlo.
Todo lo que la encriptación de passwords en
el archivo .fetchmailrc podría haber conseguido era una
falso sensación de seguridad para la gente que no
está muy metida en este medio. La regla general es la
siguiente:
17. Un sistema de seguridad es tan seguro como
secreto. Cuídese de los secretos a
medias.
9 Condiciones necesarias
para el Estilo del Bazar
Los primeros que leyeron este documento,
así como sus primeras versiones inacabadas que se hicieron
públicas, preguntaban constantemente sobre los requisitos
necesarios para un desarrollo exitoso dentro del modelo del
bazar, incluyendo tanto la calificación del líder
del proyecto como la del estado del código cuando uno va a
hacerlo público y a comenzar a construir una comunidad de
co-desarrolladores.
Esta claro que uno no puede partir de cero en el
estilo bazar. Con él, uno puede probar, buscar errores,
poner a punto y mejorar algo, pero sería muy
difícil originar un proyecto en un modo semejante
al bazar. Linus no lo intentó de esta manera. Yo tampoco
lo hice así. Nuestra naciente comunidad de desarrolladores
necesita algo que ya corra para jugar.
Cuando uno comienza la construcción del
edificio comunal, lo que debe ser capaz de hacer es presentar una
promesa plausible. El programa no necesita ser
particularmente bueno. Puede ser burdo, tener muchos errores,
estar incompleto y pobremente documentado. Pero en lo que no se
puede fallar es en convencer a los co-desarrolladores potenciales
de que el programa puede evolucionar hacia algo elegante en el
futuro.
Linux y fetchmail se hicieron públicos con
diseños básicos fuertes y atractivos. Mucha gente
piensa que el modelo del bazar tal como lo he presentado, ha
considerado correctamente esto como crítico, y luego ha
saltado de aquí a la conclusión de que es
indispensable que el líder del proyecto tenga un mayor
nivel de intuición para el diseño y mucha
capacidad.
Sin embargo, Linus obtuvo su diseño a
partir de UNIX. Yo inicialmente conseguí el mío del
antiguo popmail (a pesar de que cambiaría mucho
posteriormente, mucho más, guardando las proporciones, de
lo que lo ha hecho Linux). Entonces, ¿tiene que poseer
realmente un talento extraordinario el líder-coordinador
en el modelo del bazar, o la puede ir pasando con tan sólo
coordinar el talento de otros para el
diseño?
Creo que no es crítico que el coordinador
sea capaz de originar diseños de calidad excepcional, pero
lo que sí es absolutamente esencial es que él (o
ella) sea capaz de reconocer las buenas ideas sobre
diseño de los demás.
Tanto el proyecto de Linux como el de fetchmail
dan evidencias de
esto. A pesar de que Linus no es un diseñador original
espectacular (como lo discutimos anteriormente), ha mostrado
tener una poderosa habilidad para reconocer un buen diseño
e integrarlo al kernel de Linux. Ya he descrito cómo la
idea de diseño de mayor envergadura para el fetchmail
(reenvío por SMTP) provino de otro.
Los primeros lectores de este artículo me
halagaron al sugerir que soy propenso a subestimar la
originalidad en el diseño en los proyectos del bazar,
debido a que la tengo en buena medida, y por lo tanto, la tomo
por sentada. Puede ser verdad en parte; el diseño es
ciertamente mi fuerte (comparado con la programación o la
depuración).
Pero el problema de ser listo y original en el
diseño de software se tiende a convertir en hábito:
uno hace las cosas como por reflejo, de manera tal que parezcan
elegantes y complicadas, cuando debería mantenerlas
simples y robustas. Ya he sufrido tropiezos en proyectos debido a
esta equivocación, pero me las ingenié para no
sucediera lo mismo con fetchmail.
Así, pues, considero que el proyecto del
fetchmail tuvo éxito en parte debido a que contuve mi
propensión a ser astuto; este es un argumento que va (por
lo menos) contra la originalidad en el diseño como algo
esencial para que los proyectos del bazar sean exitosos.
Consideremos de nuevo Linux. Supóngase que Linus Torvalds
hubiera estado tratando de desechar innovaciones fundamentales en
el diseño del sistema operativo durante la etapa de
desarrollo; ¿podría acaso ser tan estable y exitoso
como el kernel que tenemos hoy en realidad?
Por supuesto, se necesita un cierto nivel
mínimo de habilidad para el diseño y la escritura de
programas, pero es de esperar que cualquiera que quiera
seriamente lanzar un esfuerzo al estilo del bazar ya esté
por encima de este nivel. El mercado interno
de la comunidad del software libre, por reputación, ejerce
una presión
sutil sobre la gente para que no inicie esfuerzos de desarrollo
que no sea capaz de mantener. Hasta ahora, esto parece estar
funcionando bastante bien.
Existe otro tipo de habilidad que no esta asociada
normalmente con el desarrollo del software, la cual yo considero
que es igual de importante para los proyectos del bazar, y a
veces hasta más, como el ingenio en el diseño. Un
coordinador o líder de proyecto estilo bazar debe tener
don de gentes y una buena capacidad de comunicación.
Esto podría parecer obvio. Para poder
construir una comunidad de desarrollo se necesita atraer gente,
interesarla en lo que se está haciendo y mantenerla a
gusto con el trabajo que se está desarrollando. El
entusiasmo técnico constituye una buena parte para poder
lograr esto, pero está muy lejos de ser definitivo.
Además, es importante la
personalidad que uno proyecta.
No es una coincidencia que Linus sea un tipo que
hace que la gente lo aprecie y desee ayudarle. Tampoco es una
coincidencia que yo sea un extrovertido incansable que disfruta
de trabajar con una muchedumbre, y tenga un poco de porte e
instintos de cómico improvisado. Para hacer que el modelo
bazar funcione, ayuda mucho tener al menos un poco de capacidad
para las relaciones sociales.
10 El contexto social
del software libre
Bien se ha dicho: las mejores hackeadas
comienzan como soluciones personales a los problemas cotidianos
del autor, y se se vuelven populares debido a que el problema
común para un buen grupo de usuarios. Esto nos hace
regresar al tema de la regla 1, que quizá puede
replantearse de una manera más
útil:
18. Para resolver un problema interesante,
comience por encontrar un problema que le resulte
interesante.
Así ocurrió con Carl Harris y el
antiguo popclient, y así sucede conmigo y fetchmail. Esto,
sin embargo, se ha entendido desde hace mucho. El punto
interesante, el punto que las historias de Linux y fetchmail nos
piden enfocar, está en la siguiente etapa, en la de la
evolución del software en presencia de una amplia y activa
comunidad de usuarios y co-desarrolladores.
En The Mythical Man-Month, Fred Brooks
observó que el tiempo del programador no es fungible; que
el agregar desarrolladores a un proyecto maduro de software lo
vuelve tardío. Expuso que la complejidad y los costos de
comunicación de un proyecto aumentan como el cuadrado del
número de desarrolladores, mientras que el trabajo crece
sólo linealmente. A este planteamiento se le conoce como
la Ley de Brooks, y es generalmente aceptado como
algo cierto. Pero si la Ley de Brooks fuese general,
entonces Linux sería imposible.
Unos años después, el clásico
de Gerald Weinberg La Psicología de la
Programación de Computadoras plantea, visto en
retrospectiva, una corrección esencial a Brooks. En su
discusión de la "programación sin ego", Weinberg
señala que en los lugares donde los desarrolladores no
tienen propiedad
sobre su código, y estimulan a otras personas a buscar
errores y posibles mejoras, son los lugares donde el avance es
dramáticamente más rápido que en cualquier
otro lado.
La terminología empleada por Weinberg ha
evitado quizá que su análisis gane la
aceptación que merece: uno tiene que sonreír al
oír que los hackers de Internet no tienen ego. Creo, no
obstante, que su argumentación parece más valida
ahora que nunca.
La historia de UNIX debió habernos
preparado para lo que hemos aprendido de Linux (y lo que he
verificado experimentalmente en una escala más reducida al
copiar deliberadamente los métodos de Linus). Esto es,
mientras que la creación de programas sigue siendo
esencialmente una actividad solitaria, los desarrollos realmente
grandes surgen de la atención y la capacidad de pensamiento de
comunidades enteras. El desarrollador que usa solamente su
cerebro sobre un
proyecto cerrado está quedando detrás del que sabe
como crear en un contexto abierto y evolutivo en el que la
búsqueda de errores y las mejoras son realizadas por
cientos de personas.
Pero el mundo tradicional de UNIX no pudo llevar
este enfoque hasta sus últimas consecuencias debido a
varios factores. Uno era las limitaciones legales producidas por
varias licencias, secretos e intereses comerciales. Otra (en
retrospectiva) era que la Internet no estaba todavía
madura para lograrlo.
Antes de que Internet fuera tan accesible,
había comunidades geográficamente compactas en las
cuales la cultura estimulaba la "programación sin ego" de
Weinberg, y el desarrollador podía atraer
fácilmente a muchos desarrolladores y usuarios
capacitados. El Bell Labs, el MIT AI Lab, la Universidad de
California en Berkeley son lugares donde se originaron
innovaciones que son legendarias y aún
poderosas.
Linux fue el primer proyecto de un esfuerzo
consciente y exitoso de usar el mundo entero como un nido de
talento. No creo que sea coincidencia que el período de
gestación de Linux haya coincidido con el nacimiento de la
World Wide
Web, y que Linux haya dejado su infancia
durante el mismo período, en 1993-1994, en que se vio el
despegue de la industria ISP
y la explosión del interés masivo por la Internet.
Linus fue el primero que aprendió a jugar con las nuevas
reglas que esa Internet penetrante hace
posibles.
A pesar de que la Internet barata es una
condición necesaria para que evolucionara el modelo de
Linux, no creo que sea en sí misma una condición
suficiente. Otros factores vitales fueron el desarrollo de un
estilo de liderazgo y el
arraigo de hábitos cooperativos, que permiten a los
programadores atraer más co-desarrolladores y obtener el
máximo provecho del medio.
Pero, ¿qué es el estilo de liderazgo
y qué estos hábitos? No pueden estar basados en
relaciones de poder, y aunque lo fueran, el liderazgo por
coerción no produciría los resultados que estamos
viendo. Weinberg cita un pasaje de la autobiografía del
anarquista ruso del siglo XIX Kropotkin Memorias de un
Revolucionario, que está muy acorde con este
tema:
"Habiendo sido criado en una familia que
tenía siervos, me incorporé a la vida activa, como
todos los jóvenes de mi época, con una gran
confianza en la necesidad de mandar, ordenar, regañar,
castigar y cosas semejantes. Pero cuando, en una etapa temprana,
tuve que manejar empresas serias y
tratar con hombres libres, y cuando cada error
podría acarrear serias consecuencias, yo comencé a
apreciar la diferencia entre actuar con base en el principio de
orden y disciplina y
actuar con base en el principio del entendimiento. El primero
funciona admirablemente en un desfile militar, pero no sirve
cuando está involucrada la vida real y el objetivo
sólo puede lograrse mediante el esfuerzo serio de muchas
voluntades convergentes."
El "esfuerzo serio de muchas voluntades
convergentes" es precisamente lo que todo proyecto estilo Linux
requiere; mientras que el "principio de orden y disciplina" es
efectivamente imposible de aplicar a los voluntarios del
paraíso anarquista que llamamos Internet. Para poder
trabajar y competir de manera efectiva, los hackers que quieran
encabezar proyectos de colaboración deben aprender a
reclutar y entusiasmar a las comunidades de interés de un
modo vagamente sugerido por el "principio de entendimiento" de
Kropotkin. Deben aprender a usar la Ley de
Linus.
Anteriormente me referí al efecto Delphi como
una posible explicación de la Ley de Linus. Pero existen
analogías más fuertes con sistemas adaptivos en
biología y
economía
que se sugieren irresistiblemente. El mundo de Linux se comporta
en muchos aspectos como el libre mercado o un sistema
ecológico, donde un grupo de agentes individualistas
buscan maximizar la utilidad en la
que los procesos
generan un orden espontáneo autocorrectivo más
desarrollado y eficiente que lo que podría lograr
cualquier tipo de planeación
centralizada. Aquí, entonces, es el lugar para ver el
"principio del entendimiento".
La "función utilidad" que los hackers de
Linux están maximizando no es económica en el
sentido clásico, sino algo intangible como la
satisfacción de su ego y su reputación entre otros
hackers. (Uno podría hablar de su "motivación
altruista", pero ignoraríamos el hecho de que el altruismo
en sí mismo es una forma de satisfacción del ego
para el altruista). Los grupos
voluntarios que funcionan de esta manera no son escasos
realmente; uno en el que he participado es el de los aficionados
a la ciencia
ficción, que a diferencia del mundo de los hackers,
reconoce explícitamente el "egoboo" (el realce de la
reputación de uno entre los demás) como la
motivación básica que está detrás
de la actividad de los voluntarios.
Linus, al ponerse exitosamente como vigía
de un proyecto en el que el desarrollo es realizado por otros, y
al alimentar el interés en él hasta que se hizo
autosustentable, ha mostrado el largo alcance del "principio de
entendimiento mutuo" de Kropotkin. Este enfoque
cuasieconómico del mundo de Linux nos permite ver cual es
la función de tal entendimiento.
Podemos ver al método de Linus como la
forma de crear un mercado eficiente en el "egoboo", que liga, lo
más firme posible, el egoísmo de los hackers
individuales a objetivos
difíciles que sólo se pueden lograr con la
cooperación sostenida. Con el proyecto de fetchmail he
demostrado (en una escala mucho menor, claro) que sus
métodos pueden copiarse con buenos resultados.
Posiblemente, lo mío fue realizado de una forma un poco
más consciente y sistemática que la de
él.
Muchas personas (especialmente aquellas que
desconfían políticamente del libre mercado)
podrían esperar que una cultura de individuos
egoístas que se dirigen solos sea fragmentaria,
territorial, clandestina y hostil. Pero esta idea es claramente
refutada, por (por poner un ejemplo) la asombrosa variedad,
calidad y profundidad de la documentación de Linux. Se da por un hecho
que los programadores odian la documentación:
¿cómo entonces los hackers de Linux generan tanta?
Evidentemente, el libre mercado en egoboo de Linux funciona mejor
para producir tal virtuosismo, que los departamentos de
edición, masivamente subsidiados, de los productores
comerciales de software.
Tanto el proyecto de fetchmail como el del kernel
de Linux han demostrado que con el estimulo apropiado al ego de
otros hackers, un desarrollador/coordinador fuerte puede usar la
Internet para aprovechar los beneficios de contar con un gran
número de co-desarrolladores, sin que se corra el peligro
de desbocar el proyecto en un auténtico relajo. Por lo
tanto, a la Ley de Brooks yo le contrapongo lo
siguiente:
19. Si el coordinador de desarrollo tiene un
medio al menos tan bueno como lo es Internet, y sabe dirigir sin
coerción, muchas cabezas serán, inevitablemente,
mejor que una.
Pienso que el futuro del software libre
será cada vez más de la gente que sabe como jugar
el juego de
Linus, la gente que deja atrás la catedral y abraza el
bazar. Esto no quiere decir que la visión y la brillantez
individuales ya no importen; al contrario, creo que en la
vanguardia del
software libre estarán quienes comiencen con visión
y brillantez individual, y luego las enriquezcan construyendo
positivamente comunidades voluntarias de
interés.
A lo mejor éste no sólo es el futuro
del software libre. Ningún desarrollador comercial
sería capaz de reunir el talento que la comunidad de Linux
es capaz de invertir en un problema. ¡Muy pocos
podrían pagar tan solo la contratación de las
más de doscientas personas que han contribuido al
fetchmail!
Es posible que a largo plazo triunfe la cultura
del software libre, no porque la cooperación es moralmente
correcta o porque la "apropiación" del software es
moralmente incorrecta (suponiendo que se crea realmente en esto
último, lo cual no es cierto ni para Linus ni para
mí), sino simplemente por que el mundo comercial no puede
ganar una carrera de armamentos evolutiva a las comunidades de
software libre, que pueden poner mayores órdenes de
magnitud de tiempo calificado en un problema que cualquier
compañía.
Este artículo fue mejorado gracias a las
conversaciones con un gran número de personas que me
ayudaron a encontrar los errores. En especial, agradezco a Jeff
Dutky dutky[arroba]wam.umd.edu, quien sugirió el
planteamiento de que "la búsqueda de errores pude hacerse
en paralelo" y ayudó a ampliar el análisis
respectivo. También agradezco a Nancy Lebovitz
nancyl[arroba]universe.digex.net por su sugerencia de emular a
Weinberg al imitar a Kropotkin. También recibí
críticas perspicaces de Joan Eslinger
wombat[arroba]kilimanjaro.engr.sgi.com y de Marty Franz
marty[arroba]net-link.net de la lista de Técnicos
Generales. Paul Egger eggert[arroba]twinsun.com me hizo ver el
conflicto
entre el GPL y el modelo de bazar. Estoy agradecido con los
integrantes de PLUG, el Grupo de Usuarios de Linux de Filadelfia,
por convertirse en el primer público para la primera
versión de este artículo. Finalmente, los
comentarios de Linus Torvalds fueron de mucha ayuda, y su apoyo
inicial fue muy estimulante.
He citado varias partes del clásico de
Frederick P. Brooks The Mythical Man-Month debido a que en
muchos aspectos, todavía se tienen que mejorar sus puntos
de vista. Yo recomiendo con cariño la edición del
25 aniversario de la Addison-Wesley (ISBN 0-201-83595-9), que
viene junto a su artículo titulado Ninguna Bala de
Plata.
La nueva edición trae una invaluable
retrospectiva de veinte años, en la que Brooks admite
francamente ciertas críticas al texto original
que no pudieron mantenerse con el tiempo. Leí por primera
vez la retrospectiva después de que estaba esencialmente
terminado este artículo, y ¡me sorprendí al
encontrar que Brooks le atribuye a Microsoft
prácticas semejantes a las del bazar!
La Psicología de la Programación
de Computadoras de Gerald P. Wienberg (Nueva York, Van
Nostrand Reinhold, 1971) introdujo el concepto infortunadamente
denotado de "programación sin ego". A pesar de que
él estaba muy lejos de ser la primera persona en
comprender la futilidad del "principio de orden" fue
probablemente el primero en reconocer y argumentar el tema en
relación con el desarrollo del software.
Richard P. Gabriel, al analizar la cultura de UNIX
anterior a la era de Linux, planteaba la superioridad de un
primitivo modelo estilo bazar en un artículo de 1989:
Lisp: Buenas Noticias,
Malas Noticias y Cómo Ganar en Grande. Pese a estar
atrasado en algunos aspectos, este ensayo es
considerado correcto en algo por los admiradores de Lisp (entre
quienes me incluyo). Uno de ellos me recordó que la
sección titulada Lo Peor es Mejor predice con gran
exactitud a Linux. Este artículo está disponible en
la WWW en
http://alpha-bits.ai.mit.edu/articles/good-news/good-news.html.
El trabajo de De Marco y Lister, Peopleware:
Productive Projects and Teams (Nueva York; Dorset House,
1987; ISBN 0-932633-05-6) es una joya que ha sido subestimada;
fue citada, para mi fortuna, por Fred Brooks en su retrospectiva.
A pesar de que poco de lo que dicen los autores es directamente
aplicable a las comunidades de software libre o de Linux, su
visión sobre las condiciones necesarias para un trabajo
creativo es aguda y muy recomendable para quien intente llevar
algunas de las virtudes del modelo bazar a un contexto más
comercial. Este documento esta disponible en http://www.agorics.com/agorpapers.html
13 Epílogo: Netscape Adopta el
Bazar!
Es un extrañ sentimiento el que se percibe
cuando uno comprende que está ayudando a escribir
historia…
El 22 de Enero de 1998, aproximadamente siete meses
después de que publiqué este artículo,
Netscape Communications, Inc. anunció planes para
liberar
la fuente del Netscape Communicator. No
tení idea alguna de que esto iba a suceder antes de la
fecha de anuncio.
Eric Hahn, Vicepresidente Ejecutivo y Director en
Jefe de Tecnología en
Netscape, me mandó un correo electrónico poco
despu&es del anuncio, que dice textualmente: “De parte de
todos los que integran Netscape, quiero agradecerle por habernos
ayudado a llegar hasta este punto, en primer lugar. Su
pensamiento y sus escritos fueron inspiraciones fundamentales en
nuestra decisión.''
La siguiente semana, realicé un viaje en
avión a Silicon Valley como parte de la invitación
para realizar una conferencia de todo un día acerca de
estrategia (el 4
de febrero de 1998) con algunos de sus técnicos y
ejecutivos de mayor nivel. Juntos, diseñamos la estrategia
de publicación de la fuente de Netscape y la licencia, y
realizamos algunos otros planes que esperamos que eventualmente
tengan implicaciones positivas de largo alcance sobre la
comunidad de software gratuito. En el momento que estoy
escribiendo, es demasiado pronto para ser más
específico, pero se van a ir publicando los detalles en
las semanas por venir.
Netscape está a punto de proporcionarnos
con una prueba a gran escala, en el mundo real, del modelo del
bazar dentro del ámbito empresarial. La cultura del
software gratuito ahora enfrenta un peligro; si no funcionan las
acciones de
Netscape, entonces el concepto de software gratuito puede llegar
a desacreditarse de tal manera que el mundo empresarial no lo
abordará nuevamente sino hasta en una
década.
Por otro lado, esto es también una
oportunidad espectacular. La reacción inicial hacia este
movimiento en
Wall Street y en otros lados fue cautelosamente positiva. Nos
están proporcionando una oportunidad de demostrar que
nosotros podemos hacerlo. Si Netscape recupera una parte
significativa del mercado mediante este movimiento, puede
desencadenar una revolución
ya muy retrasada en la industria del software.
El siguiente año deberá demostrar
ser un período muy interesante y de intenso aprendizaje.
$Id: cathedral-bazaar.sgml,v 1.39 1998/07/28
05:04:58 esr Exp $
Expuse 1.17 en el Linux Kongress, realizado el 21
de Mayo de 1997.
Agregue la bibliografía el 7 de Julio
de 1997.
Puse la anécdota de la Conferencia de
Perl el 18 de Noviembre de 1997.
Sustituí el término de “software
gratuito'' por el de “fuente abierta'' el día 9 de
Febrero de 1998 en la versión 1.29.
Agregué la sección “Epílogo:
Netscape Adopta el Bazar!'' el día 10 de Febrero de 1998
en la versión 1.31.
Eliminé la gráfica de Paul Eggert sobre
GPL vs. Bazar como respuesta a argumentos reiterados por parte de
RMS el día 28 de Julio de 1998.
En otras revisiones he incorporado cambios
editoriales menores y corregido algunos detalles.
Traducción: José Soto
Pérez
FCFM-BUAP