- Concepto de
inmigración - Causas de las migraciones
recientes en Argentina y hacia Argentina - La herencia, el pasado o el
olvido - Los inmigrantes en
Argentina - Los migrantes
modernos - Las migraciones
limítrofes y el mercado laboral - La situación entre
Argentina y España - Innovación social y
migraciones: los argentinos en España
(resumen) - Conclusión
- Bibliografía
Argentina siempre ha sido un país receptor de
migración de todo tipo y de cualquier
país.
Antiguamente esta situación era aceptada
plenamente por la sociedad; pero
en la actualidad parece ser que este hecho se esta
revirtiendo.
Muchas personas culpan a los inmigrantes por la falta de
trabajo; y
otros simplemente los discriminan; ¿será esta una
forma de ocultar o no querer ver que el problema reside en
nuestro país? ¿O quizá será
más fácil culpar a los demás antes de
mirarnos a nosotros mismos?
En el presente informe se trata
de explicar cuales fueron las principales corrientes migratorias
que llegaron al país, como se las recibió y cual es
la condición actual de las nuevas corrientes migratorias
llamadas "migrantes limítrofes".
Además se presenta un análisis en como cambió la
funcionalidad del país, de ser un país que
atraía población a ser un país expulsador
de la misma, mostrando la relación con su progenitor
(España), las causas que llevan al
éxodo de la población y como influye la crisis
económica en los cambios de hábitos de las
personas.
Llegada a un país de personas extranjeras con el
propósito de establecerse en él como residentes
permanentes. La inmigración es un fenómeno que se
ha dado a lo largo de toda la historia de la humanidad, de
ahí que pueda decirse que el ser humano es una especie
migratoria, sin embargo, hay determinados periodos en los que
dichos movimientos se intensifican y adquieren gran importancia
por razones económicas, políticas,
demográficas, de índole religioso, social o las
motivadas por catástrofes naturales. La inmigración
constituye una de las primeras preocupaciones a escala mundial,
tanto en el contexto de los países de origen como en los
países de destino.
En los últimos años la inmigración
se ha convertido en un problema social y político muy
delicado, creándose en muchas ocasiones un sentimiento de
"psicosis
migratoria" que ha derivado en numerosas ocasiones en lamentables
manifestaciones de rechazo y xenofobia.
Unas 120 millones de personas viven fuera de su país de
origen.
Migrar viene del indoeuropeo meigw,
que significaba cambiar, moverse, ir. De allí pasó
al latín migrare, con el significado de cambio de
domicilio; por extensión, se aplica el término a
los traslados de poblaciones.
Nómada es una palabra griega que
significa pastor. Pastores o nómades, migran detrás
de sus animales.
La noción exacta y actual de emigración,
en general, tiene dos referentes direccionales:
– Emigración en sentido estricto,
cuando se busca significar la salida de personas o grupos de un
país o región.
– Inmigración, noción
relacionada con la recepción de población externa
en un país o región determinado.
Ambas tienen su origen en el régimen de libertad
instaurado a partir de la revolución
francesa, con el reconocimiento de los derechos del hombre y del
ciudadano y entre ellos el de emigrar, consagrados en la constitución del 31 – X –
1791.
Con anterioridad, no se podía hablar de las
formas modernas de emigración, que requieren como notas
definitorias para la existencia plena del fenómeno, estar
en un marco aunque sea imperfecto de libertad.
En la Conferencia
Internacional de Emigración, celebrada en Roma en el
año 1924, se definió al emigrante como "todo
ciudadano que se expatria por razones de trabajo, o
acompaña, o va a unirse con familiares ya emigrados, o el
emigrado que retorna a la nueva condición en el
país extranjero al que había antes migrado…"
y como inmigrante a "alguien extranjero que arriba a un
país buscando trabajo y con la intención de
establecerse en él, presumiblemente, en forma
permanente.
– Migraciones golondrinas, fue la forma
popular como se ha designado a las migraciones temporarias.
Posiblemente fue el escritor Victor Gálvez, el que les dio
el apelativo, pues decía en 1888, "Hay extranjeros que
se asemejan a las golondrinas, son aves de paso,
vienen cuando el invierno está en sus bolsillos y han
cosechado frutos en formas de pesos o especulaciones o
concesiones…"
Migrar no es una especialización tardía en
la evolución
humana, como pudo ser la posición erguida, sino, por
el contrario, está profundamente vinculada al instinto
animal, grupo
biológico al que pertenecemos, y es por ello que todos los
animales de distintas maneras y formas, en todos los tiempos, han
migrado y lo siguen haciendo, especialmente las aves, por la
libertad que les otorga la capacidad de volar, que nosotros
poseemos, pero sólo en orden al pensamiento o
al espíritu…
CAUSAS DE LAS
MIGRACIONES RECIENTES EN ARGENTINA Y HACIA
ARGENTINA:
Dentro de los movimientos migratorios mas recientes
destacamos que se sucedieron por razones vinculadas a las
transformaciones económicas del país y la crisis
recesiva que afecta a la economía en su
conjunto; lo cual implica movilidades a distancias mas cortas
(migraciones limítrofes); donde los factores de tal
comportamiento
tienen que ver con una función
netamente material (ingresos);
aceptación social, conducta
cultural, idioma, etc.
Aunque también y en su mayor parte los migrantes
argentinos se dirigen hacia países mas desarrollados; es
decir países centrales (Europa;
USA)
Los factores económicos mas directos son la
devaluación; la apertura de ciertos
mercados; el
crecimiento de flujos
migratorios transfronterizos y con el, el fácil
contrabando.
LA HERENCIA, EL
PASADO O EL OLVIDO:
La Argentina, país de inmigrantes, que vinieron
escapando del hambre, la miseria y la persecución,
migraciones producto de la
violencia
social. Violencias muchas veces acalladas, no pensables, no
pensadas e inducidas a ser olvidadas.
Se ha hablado de este fenómeno como
"inmigración de retorno" para aquellos que emigran a los
países de origen de sus antepasados. Esta
emigración evoca aquella otra, emigración que puede
ser potencialmente enriquecedora y siempre constituye una
experiencia potencialmente traumática.
La migración implica un proceso de
duelo que se apuntala en la manera como se transitaron los duelos
en los antepasados. En la cadena transgeneracional lo no
pensable, los eslabones faltantes se presentan como fantasmas que
re-surgen y dan cuenta de lo "olvidado".
Una migración tendrá más
posibilidades de ser enriquecedora si el emigrante no "olvida" la
pertenencia e identidad que
recibió de sus ancestros.
En los últimos años, a partir del
’80 ha tenido lugar una corriente migratoria considerable
de Argentina a distintos países de Europa, Israel, USA. etc.
Esta emigración presenta características diferentes
a las de la década anterior, presentada en su
mayoría por motivos políticos. En democracia,
coincidiendo con una profundización de la crisis
económica general, donde en particular la clase media es
la que emigra.
Antiguamente, se hablaba de una migración que era
plenamente recibida proveniente de países centrales;
desarrollados; y con un alto nivel cultural. En la actualidad
esta situación está totalmente revertida; los
migrantes provienen en su mayoría de países
subdesarrollados formando parte de una migración no
deseada.
En la actualidad la migración se produce en
función del disbalance entre países de origen y
receptores; proviene de países con economías en
recesión y posee, básicamente las
características de mano de obra de baja
calificación.
La migración reciente está formada
básicamente por migrantes limítrofes o
latinoamericanos; que parte de un fenómeno social
vinculado a la
pobreza.
La Argentina ha sido tradicionalmente un país
receptor de población migrante. Tanto las poblaciones que
provenían de Europa, como las latinoamericanas
representaron siempre una contribución positiva para
superar los cíclicos desajustes del mercado de
trabajo.
Pero en la actualidad cabe plantearse una pregunta:
¿Los argentinos somos racistas? Los reiterados ataques a
miembros de la comunidad
boliviana pusieron sobre el tapete el tema de la xenofobia en la
sociedad Argentina.
Una posible respuesta a ese interrogante la dio
Raúl Zaffaroni, interventor del Instituto Argentino contra
la Xenofobia y la Discriminación (INADI), cuando se
reunió con 300 familias de bolivianos que trabajan en
quintas del Gran Buenos Aires para
escuchar sus reclamos.
En esa oportunidad, y frente a relatos escalofriantes
que dan cuenta de una realidad que incluye desde insultos hasta
torturas, el funcionario dijo que tenía "una enorme carga
de vergüenza" por los hechos y les aseguró que "no
todos los argentinos somos así".
La reiteración de estos casos ya provocó
la reacción de la comunidad de quinteros bolivianos, cuyos
miembros decidieron armarse para enfrentar la ola de ataques
racistas que vienen sufriendo. Esto pone en evidencia que muchas
veces la sociedad no termina de adaptarse a la migración
reciente y que tampoco puede aceptar plenamente a estas sociedades.
Finalizando el siglo XX Argentina comenzó a mirar
a los "nuevos" como una desgracia no merecida. Al punto que
algunos políticos en busca del voto del resentimiento,
alguna organización gremial y funcionarios ligados
al negocio de la inmigración se ocuparon durante los
últimos años de generar una visión negativa
de la inmigración, pese a que si hay una Nación
que mucho le debe a ella es precisamente Argentina. Según
aquella perspectiva, los migrantes serían los responsables
del desempleo, de la
carencia de servicios de
salud o incluso
de inseguridad
publica, lo que no es cierto.
También en lo atinente al grado de
alfabetización de los que recién llegan, los
estudios realizados por la Unión Obrera de la Construcción y la Universidad de
Buenos Aires, han valorado positivamente a estos inmigrantes. Su
grado de alfabetización puede ser calificado como de
superior al que tenían los españoles e italianos de
las anteriores migraciones, siendo por ejemplo que los peruanos
tienen en el sector de la construcción una
valoración social semejante a la que se observa en otras
actividades. Ocurre lo propio con la colectividad boliviana,
dedicada a la actividad fruti hortícola donde el aporte de
su mano de obra en zonas cercanas y de abasto de la Ciudad de
Buenos Aires ha sido crucial. Mientras que, entre los migrantes
de la Europa del Este, más de la mitad tiene título
universitario de grado.
El Censo Nacional, indica la cantidad de
población extranjera en Argentina, según sus
nacionalidades de origen, que arrojó una población
total de 32.615.528 habitantes.
Extranjeros residentes | |||
Extranjeros totales | 1655473 | ||
América paises limitrofes | 665011 | América paises no limitrofes | 39802 |
Bolivia | 146.460 | Peru | 16.634 |
Brasil | 34.850 | Resto | 23.168 |
Chile | 247.679 | ||
Paraguay | 265.522 | ||
Uruguay | 135.858 | ||
Sin especificar | 46.642 | ||
Resto del Mundo | |||
Europa | 677.223 | Asia | 32.719 |
Alemaña | 15.605 | China | 4.352 |
España | 226.029 | Corea | 10.105 |
Francia | 6.541 | Japón | 5.741 |
Italia | 329.894 | Libano | 3.180 |
Polonia | 28.933 | Siria | 4.827 |
Yugoslavia | 12.958 | Resto | 4.514 |
URSS | 7.443 | Paises s/esp | 84.731 |
Resto | 40.770 | Ignorado | 20.356 |
Africa | 2.193 | Oceania | 729 |
LAS
MIGRACIONES LIMÍTROFES Y EL MERCADO LABORAL:
Estudios oficiales demuestran que los inmigrantes no
inciden en la desocupación. Son muchos los que aseguran
que los inmigrantes de países limítrofes son
responsables de la falta de trabajo en el país. Estudios
oficiales demuestran que la incidencia de esos grupos en los
índices de empleo que
brinda el INDEC son mínimos. Por otra parte, el trabajo que
realizan es altamente precario y la legislación, puesta en
vigencia en la época de la dictadura, los
deja claramente desamparados.
Los orígenes de las migraciones hacia la
Argentina, fueron en especial la italiana y española.
Actualmente se trata la discriminación de los inmigrantes, en parte
tratando de cuestionar el mito del
crisol de razas. Por la extensión refiere sólo a
los modernos migrantes de países vecinos, mientras los
argentinos hoy lo hacen hacia Europa y EEUU, en busca de mejor
destino.
Se tratan las motivaciones de aquellos, organizaciones,
problemas
políticos y económicos en los países de
origen y de acogida. Para concluir la
comunicación con los migrantes modernos, su
problemática y posibles soluciones.
Un informe realizado por el Centro de Estudios Legales y
Sociales (CELS) destaca que en los últimos años se
ha desarrollado en la Argentina un discurso
fuertemente "antimigratorio", principalmente promovido desde la
esfera del poder estatal.
Aunque este discurso no es nuevo, resurge en distintos momentos,
cuando el entonces presidente Carlos Menem
habló de la "avalancha de inmigrantes de comunidades que
vinieron de otros países a trabajar en Argentina y que han
quitado lugares de trabajo a los argentinos".
Este tipo de mensajes son recibidos y generalmente
aceptados por la opinión
pública, aunque recientes investigaciones
sobre el mercado laboral y los inmigrantes reflejan la
ínfima influencia de los trabajadores migrantes en las
tasas de desocupación.
Por otra parte, las provincias con mayor índice
de desocupación son aquellas que tienen escasa cantidad de
inmigrantes, como Corrientes, Chaco y La Pampa. Asimismo, en
provincias como Salta, limítrofe con Bolivia, se
observa que la participación de los inmigrantes en el
mercado de trabajo es solo del 3,4 por ciento de la
población laboral activa.
Una encuesta
realizada en 1999 por el Instituto Nacional de Lucha contra la
Discriminación y la Xenofobia (INADI) señala que el
85 por ciento de los entrevistados piensa que los inmigrantes
causan desempleo, y solo el 12,5 piensan que no provocan los
actuales índices de desocupación. Las cifras
reafirman que el discurso político genera una tendencia
xenófoba en las clases
sociales, en especial en los estratos más bajos de la
sociedad.
Según los informes del
INDEC para 1999, las ocupaciones que más concentran a los
inmigrantes son el servicio
doméstico, que ocupa el 60 por ciento de todos los
inmigrantes en el mercado laboral, la construcción, que
ocupa, a su vez, el 45 por ciento de los trabajadores migrantes,
y las industrias
manufactureras, que ocupa al 17 por ciento. Estos datos son
reveladores para determinar la calidad del
empleo al que acceden los inmigrantes y la causa por la cual el
índice de desocupación de este grupo es menor que
el de los nativos.
Por otra parte, los trabajos a los que acceden los
inmigrantes están, en muchos casos, marcados por la
explotación laboral y la reducción a servidumbre,
facilitada por el desamparo y la discriminación que
generan leyes como la de
Migraciones. Es claro que los ciudadanos argentinos gozan de una
mayor protección frente a este tipo de abusos.
El discurso público irresponsable que inculpa a
los inmigrantes como factor determinante del crecimiento de la
desocupación produce una modificación en la
actitud de la
población nativa frente a esos grupos y crea las
condiciones para el surgimiento de actitudes
xenófobas. Los brutales ataques sufridos por quinteros
bolivianos son el resultado vergonzoso de la propagación
de ese discurso.
La verdadera situación laboral de los inmigrantes
puede observarse claramente en los casos de personas que ofrecen
su mano de obra realizan trabajos precarios por sueldos
extremadamente bajos y en condiciones infrahumanas y Obviamente,
trabajan sin ningún tipo de garantías ni cobertura
médica.
Además existen diferencias apreciables
según en lo que refiere al nivel educativo, al tipo de
ocupación y a la rama de actividad; por
ejemplo:
Los uruguayos tienen mayor nivel educativo al de los
demás migrantes limítrofes y se destacan en
actividades ligadas al comercio o
la
administración. Los paraguayos, según el
sexo se
dedican al servicio doméstico o a la
construcción.
LA SITUACIÓN
ENTRE ARGENTINA Y ESPAÑA :
AYER Y HOY:
Todos nosotros somos, de alguna manera, descendientes de
aquellos inmigrantes que un buen día decidieron emprender
viaje hacia nuestro país, y sembraron en estas tierras las
bases sobre las cuales construyeron sus familias.
Durante cerca de 300 años, lo que constituye al
actual territorio Argentino fue una colonia dependiente de
España donde Buenos Aires era la sede de actividades de
importación y exportación.
Después de la independencia
política de España; Argentina paso a depender
de las grandes potencias de dominio del
mercado mundial.
En el siglo XIX, la creciente demanda
externa de producción de agropecuarios produjo la
habilitación de todas las tierras aptas para la
explotación agrícola – ganadera;
simultáneamente se alentó la inmigración
externa para cubrir el déficit de mano de obra y se
realizaron fuertes inversiones en
ferrocarriles; tranvías; gas; electricidad y
edificios públicos.
En general, el fuerte impacto inmigratorio que
recibió el país entre 1870 y 1930 se asentó
en el litoral, especialmente en Buenos Aires. El censo de 1914
muestra que en
Buenos Aires (ciudad) tres de cada cuatro residentes varones
entre 25 y 29 años eran extranjeros.
La inmigración masiva que llegó al país a
partir de la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del siglo XX
es uno de los hechos que más incidió en la
conformación de la Argentina moderna. Sabido es que esta
tierra fue un
imán para millones de personas que, provenientes sobre
todo del continente europeo, vinieron atraídos por las
posibilidades de trabajo y de progreso que ella les brindaba. En
tal sentido, Argentina estuvo con Estados Unidos
entre los países que más inmigrantes
recibió.
Cuando la Argentina comenzó su formidable
expansión de 1880 en adelante se había propuesto
ser la Europa en América. Pasado casi un siglo y cuarto, han
cambiado los sujetos del poder y el contenido de los discursos,
empero quien antaño pagó el precio para
esa ocupación territorial, los inmigrantes.
Pero actualmente el mundo ha cambiado merced a la
globalización y esa Europa de la generación de
1880 es un sueño que se desmorona.
Antiguamente Los inmigrantes trabajaban generalmente en
el campo como peones o arrendatarios.
Respecto de la presencia italiana en Argentina
Probablemente los genoveses fueron los primeros italianos
asentados en Buenos Aires; si nos remontamos a 1810 había
42 de ellos en la ciudad, años después con motivo
de las sangrientas revueltas de 1820 y 1821 ya incorporada
Génova al Reino de Cerdeña, se asilaron muchos en
las Provincias Unidas del Río de la Plata, más
precisamente en la Boca del Riachuelo por entonces puerto de
ultramar, donde constituyeron una población exclusivamente
de ligures. En 1838 cerca de ocho mil poblaban sus costas, tres
mil de los cuales se dedicaban a la navegación.
En esa época el puerto de Buenos Aires estaba
bloqueado por la flota francesa
De esta forma los genoveses convirtieron al hoy
pintoresco barrio de La Boca, en un pequeño puerto
italiano, con sus típicas casas de madera y chapa
multicolores
Por otra parte, la elite porteña había
sufridos cambios importantes merced a la conquista del desierto,
hasta los años 1880 en poder del indio, haciendo fortuna
los terratenientes.
Para ese entonces la economía de Argentina
había caído bajo la influencia de
compañías comerciales y de transporte con
base en la Gran Bretaña.
Entre 1876 y 1976, hubo un desplazamiento humano
increíble, emigrando desde Italia
aproximadamente 25 millones de personas, parte de las cuales se
radicaron en nuestro país. De esta forma la nación
empezaba a crecer de forma tal que produjo un gran
entrecruzamiento de razas.
En el periodo 1871-1900 llegaron a la Argentina
2.700.000 inmigrantes, de los cuales se radicaron 1.700.000, pues
muchos de ellos eran los denominados golondrinas, que luego de
levantar las cosechas, regresaban a sus lugares de origen,
convertidos en obreros temporarios. En el periodo 1900-1914
llegaron otros 3.100.000, de los que se radicaron, por la misma
causa, sólo la mitad.
En el referido Censo la población de la
República era de 7.900.000 habitantes, de los cuales el 43
por ciento eran extranjeros, de ellos el 50,1 por ciento
italianos, el 20,2 por ciento españoles, el 9,6 por ciento
franceses y el 3,2 ingleses.
Tampoco son ajenas a este fenómeno migratorio las
penurias en el campo por la falta de moneda, a punto que con la
ganancia de los emigrados se pagaban los arriendos
agrícolas.
En síntesis
los flujos migratorios pueden ser divididos de la siguiente
manera:
- 1857-1874: lento pero ininterrumpido aumento
de la inmigración, a excepción de 1871, que
correspondió a la epidemia de fiebre amarilla
que asoló la Ciudad de Buenos Aires. - 1875-1880: Se caracteriza por ser un periodo
de crisis económica e inestabilidad política por la
federalización de la Ciudad de Buenos Aires, con
enfrentamientos militares y la campaña al desierto. Hubo
un decrecimiento de la tasa migratoria, con 249.090 entradas y
116.348 salidas, de lo que resulta un saldo de 132.742
inmigrantes residentes. - 1881-1889: Constante aumento de inmigrantes,
cuyo total es de 979.256 personas, permaneciendo 824.595.
Sólo en el año de 1889 ingresaron
260.909. - 1890-1903: La crisis económica
Argentina de 1990 produce una depresión con 1.369.290 entradas y
842.043 salidas, lo que arroja un saldo de 527.247 inmigrantes
radicados en el periodo señalado. - 1904-1913: Marca el
periodo expansivo de los inmigrantes. 2.895.025 entradas contra
1.356.875 salidas, con un saldo de 1.538.240
En 1914, el 10 por ciento de los habitantes (829.701),
eran españoles. A partir de la década de 1930 en el
Río de la Plata, Buenos Aires y Montevideo,
recibían al igual que Brasil, y
México,
proporciones menores de emigrantes hispanos.
Después de 1930, prácticamente cesó
la inmigración Europea y se acentuó la
inmigración interna.
La Dirección Nacional de Migraciones
determinaba que La llegada de inmigrantes a la Argentina, desde
fines del siglo XIX, consignó dos tipos de registros
oficiales: libros de
desembarco y expedientes, a partir de los cuales se elaboraron
oficialmente las estadísticas, proyecciones y estrategias de
las sucesivas políticas migratorias durante el
período de la inmigración masiva.
Estos documentos
constituyen el patrimonio
histórico de la Dirección Nacional de Migraciones,
cuya organización, conservación y difusión
es prioritaria dentro de las actividades que desarrolla el Museo
Hotel de
Inmigrantes.
Las primeras listas de pasajeros conservadas en la
Dirección Nacional de Migraciones son los "Registros
General de los Inmigrantes", confeccionados por los empleados de
la Dirección General de
Inmigración.
A partir de 1888 se coleccionan las listas de
pasajeros confeccionadas a bordo por el capitán del buque,
en planillas que deben responder a los requerimientos de la
autoridad
Argentina, con mención expresa de la ley de
inmigración.
Los datos de los pasajeros que se consignan en estas
planillas son: apellido, nombre, clase en que viaja, sexo, edad,
estado civil,
ocupación, religión,
instrucción (si sabe leer y escribir), nacionalidad.
A partir de 1923, las listas incluyen la provincia o
comuna de residencia, información sobre los idiomas que habla el
inmigrante, su estado físico, y eventuales permanencias
anteriores en la Argentina.
Los expedientes, cuyo origen data de 1900,
están conformados por una serie de documentos, referidos a
cada uno de los barcos que arribaba al país, cuya
confección se iniciaba desde el puerto de
embarque.
La documentación que contienen es la
siguiente:
- Partes consulares: documento expedido por el
cónsul argentino en el puerto de embarque, en el que
certifica que el barco se encuentra en condiciones de zarpar, o
proseguir, rumbo a la Argentina. - Declaración jurada del capitán del
barco: en la que declara conocer la ley de inmigración
argentina y sus prescripciones. - Listas de pasajeros
- Acta de visita e inspección
marítima
Allí se dejaba constancia de que tanto el
barco como los pasajeros cumplían con las prescripciones
de la ley argentina
Permisos especiales, infracciones a la ley de
inmigración u otras novedades: Son documentos que llevan
la firma del respectivo director o encargado de
inmigración, que registran casos particulares tales como
permisos de desembarco a sexagenario o mujeres solas, captura de
rufianes, barcos infractores, etc.
Luego las condiciones de migración con
España fueron más flexibles en donde se firmaron
con el correr de los años una serie de acuerdos y tratados que
garantizaban el libre paso de personas sin necesidad de
visas.
Esa historia hizo que en el año 2000 residieran
en la Argentina 254.073 españoles, según datos de
la Dirección General de Ordenación de las
Migraciones, dependiente del Ministerio de Trabajo y Asuntos
Sociales del Reino de España.
Hoy en día la situación de agrava debido a
la gran cantidad de migrantes Argentinos escapando de la crisis
económica . En los últimos meses, y a pesar del
acuerdo sobre supresión de visados de entrada entre ambos
países, funcionarios policiales españoles, en forma
arbitraria, vienen impidiendo la entrada de un número
creciente de ciudadanos argentinos y los devuelven a nuestro
país, sin posibilidad de recurso ni defensa
alguna.
La situación descripta no sólo constituye
una afrenta a los tradicionales lazos de amistad entre
ambas naciones. Vulnera también acuerdos bilaterales
suscriptos a lo largo de más de un siglo.
Ellos son:
- El Tratado de Reconocimiento, Paz y Amistad, del 21
de septiembre de 1863 - El Convenio de Emigración del 18 de octubre de
1948 - El Convenio de Doble Nacionalidad, del 14 de abril de
1969 - Y, finalmente, el Tratado General de
Cooperación y Amistad entre el Reino de España y
la República Argentina, del 3 de junio de
1988
Todos ellos obligatorios para los dos estados. Como es
obvio, ninguno de ellos prevé que su cumplimiento
estará sujeto a la voluntad del gobierno de
turno.
En líneas generales, esos tratados establecen los principios de
cláusula de nación más favorecida, libre
emigración, vigencia de derechos preexistentes y criterio
de reciprocidad, en orden a facilitar la realización de
actividades económicas por cuenta propia o ajena en pie de
igualdad con
los nacionales del Estado de acogida. Y obligan a los gobiernos
de uno y otro país a facilitar el establecimiento y el
trabajo de los nacionales del otro país
El más reciente, suscripto en 1988, determina en
su artículo 8 que "cada parte otorgará a los
nacionales de la otra facilidades para la realización de
actividades lucrativas, laborales o profesionales, por cuenta
propia o ajena, en pie de igualdad con los nacionales del Estado
de residencia, siempre que se hubieran concedido los permisos de
trabajo o residencia necesarios para el ejercicio de dichas
actividades. La expedición de los permisos de trabajo
será gratuita".
Las restricciones y la discriminación que pesan
sobre los argentinos tienen, entonces, una fuerte carga
simbólica. Y nos agravian, porque la inmigración
española es indisociable de la construcción de la
ciudadanía Argentina.
El control
migratorio empezó a endurecerse a principios de
septiembre.
Este es un endurecimiento muy grave en la actitud de las
autoridades para aplicar los controles cada vez más
estrictos contra los inmigrantes
La tolerancia con
que se trataba a los argentinos parece haber llegado a su fin.
"La grave crisis económica está empujando a miles
de personas a emigrar y además hay que tener en cuenta que
los trámites legales para conseguir permisos de trabajo y
residencia se dilatan durante muchos meses.
Fuentes oficiales especulan con que el año pasado
entraron 150.000 argentinos a España por el aeropuerto de
Madrid.
¿Cuántos volvieron? ¿Cuántos se
quedaron como turistas hasta que a los 90 días se les
venció la autorización y ahora son clandestinos,
"sin papeles"?
Hay millares de argentinos en esa situación, atrapados en
el corralito de la Ley de Extranjería y los rigores del gobierno
español
contra los inmigrantes. Y siguen llegando todos los
días.
MIGRAR DE LA ARGENTINA HOY:
Miles de personas hacen cola ante los consulados de
España en Argentina, pero también en los de Italia
y México, para escapar de un país sacudido por una
grave crisis económica. Las encuestas
muestran que el 30% de los argentinos se marcharía si
pudiera de un país golpeado por una tasa de paro del
16%.
Hacerse con un pasaporte europeo es la mejor vía
de escape para los descendientes de los emigrantes que llegaron a
principios de siglo a una tierra promisoria para huir del hambre.
La diáspora económica afecta
también a otros países de América
Latina, como Colombia,
Venezuela y
Ecuador. En
este último país han emigrado en los últimos
cuatro años medio millón de personas.
Unas 1.000 personas acuden diariamente al consulado para
tramitar la nacionalidad española, obtener un visado o
pedir información para desplazarse a la tierra de
sus progenitores. Pasados los tiempos de dictadura e hiperinflación que provocaron el
último éxodo, el modelo
económico imperante alimenta una nueva oleada
migratoria
Las encuestas apuntan que el 30% de los argentinos se
iría del país si pudiera.
De 10.600 pasaportes concedidos en 1998 se ha pasado a
cerca de 20.000para fines del 2000, según las
últimas estimaciones. Sólo en noviembre (2000) se
entregaron 1.718 documentos.
Las estadísticas de los visados expedidos en el
mismo periodo muestran un incremento del 77%: de 1114 a 1971
entre los años 1998 y 2000. El promedio actual es de 60
visados al día.
España es hoy, para muchos argentinos,
sinónimo de prosperidad y trabajo, frente a las
estrecheces y dificultades que padece un gran número de
argentinos como consecuencia de la peor recesión de la
última década. Las cifras hablan por sí
solas: 2,1 millones de desempleados -cerca del 16% de la
población activa- y un aumento de la pobreza
después de 10 años de fiebre privatizadora que ha
modernizado el país al elevado precio de eliminar miles de
puestos de trabajo.
Argentina fue, a principios del siglo XX, la tierra
promisoria para decenas de miles de emigrantes españoles e
italianos. Hoy vive una increíble paradoja: es una
nación que dispone de recursos
naturales interminables, que atrae la confianza de las
mayores empresas
españolas, que han invertido miles de millones de
dólares, y, sin embargo, para muchos ciudadanos, no hay
futuro donde la situación en Argentina es fatal: no hay
trabajo, los chicos no tienen ningún futuro. A veces
suelen preguntarse ¿Hay Posibilidades de mejora? Y la
mayor parte de las respuestas concluyen en que si mejora,
pasarán unos cuantos años. Otra pregunta frecuente
es creer en el futuro de un país que ha pasado por tantas
situaciones malas donde es muy difícil recuperarse y por
sobre todas las cosas volver a confiar en un gobierno benigno
.
Lo que se está viviendo podría llegar a
ser un éxodo en toda regla. Aunque en Argentina hay
253.000 ciudadanos con pasaporte español, pero no son
todos los que están. Las autoridades consulares aseguran
que otros 250.000 al menos podrían recuperar la
nacionalidad española por ser hijos, nietos o bisnietos de
españoles.
Ante tantas palabras desalentadoras todavía
algunos piensan que tarde o temprano, uno vuelve donde
están sus raíces.
Pero siendo objetivos hay
que tener en cuenta que la expedición de pasaportes ha
aumentado en un 15% respecto del año pasado.
En Argentina hay 600.000 ciudadanos con pasaporte
italiano; casi la mitad, en Buenos Aires.
El cónsul Palladino estima que, más que de
un éxodo real, hay que hablar "de un éxodo virtual,
mental más que físico, porque, al fin y al cabo, no
sabemos cuántos son los que finalmente se van".
Las consultas para emigrar también han aumentado
en el consulado de México.
su verdadero objetivo es ir
a Estados Unidos, y México es tan sólo un punto de
tránsito. Toda América Latina nos utiliza como
puente, lo que genera una corriente de emigración muy
fuerte".
INNOVACIÓN
SOCIAL Y MIGRACIONES: LOS ARGENTINOS EN ESPAÑA
(RESUMEN)
Las migraciones provocan innovaciones en variados
aspectos, grupos, comunidades, valores
En muchos de estos casos, esta transformación se
ha debido a la corriente del multiculturalismo que propone otra
forma de entender la convivencia de los grupos
diferentes.
Los inmigrantes argentinos que se instalaron en los
países de la Unión
Europea han promovido cambios sociales por la necesaria
interacción con los grupos
sociales. La innovación tiene otra doble lectura
posible, los cambios sociales en los otros y los cambios que se
producen en el individuo y en
su comunidad. No es una parte la que cambia, sino todas las que
conviven en interacción
En un estudio comparativo o por contraste con otros
colectivos de migrantes extra-europeos, los argentinos se
caracterizan por pasar desapercibidos.
La innovación se produce en todos los sentidos y
afecta a todas las personas que conviven en espacios
determinados.
CARACTERÍSTICAS DE LOS INMIGRANTES
ARGENTINOS:
Se ha insistido en las diferencias entre colectivos de
inmigrantes según diversos orígenes o según
el sexo mayoritario.
Estas diferencias no sólo residen en la
antigüedad de la migración, sino también en
aspectos socio-profesionales o demográficos que distinguen
a los colectivos según lugar de origen. Las
características destacadas de los inmigrantes argentinos
que han residido o todavía lo hacen en países de la
Unión Europea, se basan en su ascendencia europea, su
situación legal y relaciones con la administración y a una visión de
pertenencia de clase, diferente a otros colectivos.
Caracterizar a los argentinos como grupo significa
distinguirlos por aquellos aspectos que no se asemejan al
conjunto de extranjeros y, en este caso, condicionan las
innovaciones que, como colectivo, pueden promover.
En primer lugar, los argentinos que fueron entrevistados
descendían todos de migrantes europeos
Tampoco hay que olvidar la importancia de las redes migratorias, tanto en
el pasado como en el presente, incluso por encima de
consideraciones estrictamente económicas.
Los argentinos que venían a Europa tenían
contactos familiares, personales o profesionales de gente que los
podía ayudar, sobre todo en el momento de la
llegada.
En trabajos sobre migraciones, se destaca la mayor
calificación de muchos migrantes respecto a los puestos
que ocupan en el país de destino.
En el caso de los argentinos entrevistados, todos
tenían instrucción universitaria, incompleta o
completa, de primero o segundo ciclo. Eso los sitúa en
puestos cualificados, fuera del sector agrario o del servicio
doméstico, ocupación mayoritaria de otros
colectivos.
En esta medida, los argentinos no vienen a ocupar los
empleos de la base que son abandonados por la población
local debido a su mayor capacitación, sino que tienen un perfil
similar y por eso, pueden competir con ella.
En resumen, como perfil de los argentinos residentes en
España se pueden destacar varias características
que los distinguen de los otros colectivos de inmigrantes
extra-europeos.
En primer lugar, sus orígenes están en
Europa, por lo que por su aspecto no se los distingue de los
locales.
En segundo lugar y derivada de la anterior, su
situación legal, en general depende de sus
orígenes, por lo que resultan privilegiados respecto de
otros colectivos.
En tercer lugar, existieron variadas situaciones con la
administración, pero no problemas o
situaciones de enfrentamiento con las autoridades, debido sobre
todo, a que pasaban desapercibidos. En cuarto lugar, su educación, su
aspecto, eran signos de
clases más favorecidas que otros colectivos, por lo que
recibieron un trato preferencial o al menos considerado, lo que
contribuyó a evitar problemas o conflictos.
Se ha dicho desde el inicio, que las
características del colectivo argentino en España,
de perfil diferente al conjunto de latinoamericanos y de los
inmigrantes extra-europeos, deben promover una interacción
diferente en una sociedad que hasta hacía poco expulsaba
población y que por esa razón tenía lazos
con personas españolas radicadas en la
Argentina.
Con Latinoamérica se produce una
relación de ida y vuelta, en mayor o menor grado, pero que
casi no ocurre con personas de otros continentes
Se podría decir que los argentinos que residen en
España promovieron el trato con personas de cultura
diversa, en la medida en que estaban relativamente habituados a
tratar con personas de diversos orígenes, aunque casi
todos europeos. En segundo lugar, el logro de su
aceptación, también implica la promoción en la aceptación de los
otros, que vienen después, aunque en una medida
reducida.
Según declaraciones propias, los argentinos que
vivieron en países de la Unión Europea se vieron
sorprendidos por una relativa uniformidad de las sociedades.
Acostumbrados a una experiencia más variada y a un
país en el que conviven personas de distintos
orígenes, las sociedades europeas les parecieron
relativamente homogéneas, sobre todo en lo que se refiere
a la población del país. Reconocieron las culturas
locales, del pequeño país y no del estado donde
habitaban. Pero la percepción
provenía de la falta de mezcla de la población
local o del contraste que ofrecían respecto a la sociedad
de donde provenían.
Eso los lleva a familiarizarse y relacionarse con
personas de muy diversos orígenes.
La experiencia de la diversidad y del intercambio
promueve la repetición o reedición de algunos
aspectos de la sociedad argentina. Por una parte, los argentinos
se relacionan en el trabajo y en la esfera pública con la
población local. Por la otra, en la esfera privada, tienen
amigos y frecuentan personas tanto de la sociedad de acogida,
como extranjeros.
El hecho de que el entorno social valore o no una
profesión, puede influir en la decisión de las
personas de permanecer o partir. Si se proviene de una sociedad
donde la actividad profesional que se ejerce está valorada
positivamente y se habita una en que no lo está, la
decisión de quedarse
Las aportaciones de los psicólogos y psiquiatras
argentinos en España, provienen de una primera oleada
migratoria, por el deterioro de su situación profesional
en la Argentina
Las migraciones argentinas más tempranas se
inician en la década del setenta, cuando los otros
colectivos de sudamericanos o de África del Norte no
presentaban flujos importantes en el sur. Los argentinos llegaron
a representar a uno de cada tres sudamericanos en España,
en la década de los ochenta, aproximadamente. Sin embargo,
frente a los europeos, principales y primeros inmigrantes
extranjeros residentes en España, nunca tuvieron
suficiente peso.
Otros contingentes de latinoamericanos, también
han tendido a diferenciarse de colectivos no muy bien valorados
por la sociedad y a construir una imagen propia de
perseverancia y trabajo
Hay tantas migraciones como razones para migrar. Existen
razones políticas y razones económicas; razones
personales, afectivas o familiares. Dentro de estas
últimas, las de promoción profesional identifican a
muchos migrantes de países centrales, sobre todo europeos
dentro del continente, cualquiera fuera el destino, como no
migrantes .
Se dice que migran los pobres, pero también hay
migraciones de personas cualificadas, de profesionales y
directivos o personal de
empresa que
eligen el cambio de residencia como un sistema de
promoción, dentro de una empresa o con
el objetivo de mejorar su trayectoria personal. Ellos
también son migrantes económicos, aunque el
imaginario colectivo difícilmente tienda a identificarlos
como tales.
Algunas migraciones son definitivas; otras
transitorias.
Pueden ser también internas o externas, pero
siempre suponen un cambio de residencia; un cambio de
hábito; de costumbres; requiere una adaptabilidad social y
supone cambios en el migrante tanto personales como
familiares.
En Argentina las migraciones más recientes se
produjeron por la crisis económica; la inestabilidad
social, la reseción y la falta de oportunidades dentro del
mercado laboral Nacional.
Muchos argentinos buscan en la migración nuevos
horizontes; mejores condiciones de vida; acceso al mercado
laboral y mejores condiciones para su familia.
Muchos, quizá intentan escapar de la crisis con
la esperanza de encontrar en otro país mejores
oportunidades o quizá hallar en el lo que su país
natal no le puede brindar; aunque en algunos casos estas
ilusiones no siempre se cumplen y tienen que vivir en malas
condiciones hasta poder adaptarse socialmente y conseguir un
trabajo fijo.
Generalmente los primeros en partir son los hombres en
busca de trabajo y un lugar digno en donde alojar a su familia;
aunque muchos también son jóvenes que no tienen
posibilidades laborales dentro de su país natal; esperando
una oferta y
oportunidades de trabajo y con la ilusión de regresar a
ver a su familia.
Muchos de ellos o la gran mayoría no regresa, o
por lo menos no lo hace de inmediato; ya que por mas que consigan
trabajo ; los salarios no le
alcanzan para comprar el pasaje de avión; o bien se les
hace muy difícil pedir licencias laborales a poco tiempo de
estar empleados.
Muchas veces irse de su país natal en una
decisión difícil para muchos y hasta llega a ser
doloroso; porque implica desvincularse por completo de sus
afectos mas allegados.
Pero sin embargo Los movimientos migratorios sucedieron
y se seguirán dando con el correr de los
años.
- Aranovich y Quitarra de Maguitman.
Concentración urbana y macrocefalismo Argentino.
pp233-241 - Roberto Tenencia. 1999. Formas tradicionales y
novedosas en la migración limítrofe reciente
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Autor:
Méndez, Maria de los A.
2003
Departamento de Geografía y
Turismo
Universidad Nacional del Sur