Presentación
El interés
por indagar el carácter geoeconómico de la biodiversidad
de América
Latina y la proyección de fuerza
hemisférica sobre espacios ecológicamente
relevantes nace, entre otros puntos, a partir de la
consideración del actual desarrollo
tecnológico. Se trata de un grado de innovación tal, que se asegura que estamos
en un nuevo proceso de
revolución
tecnológica en la que se identifican cuatro frentes: la
electroinformática, los nuevos materiales/nanotecnología, las nuevas
energías y la ingeniería
genética/biotecnología.
La investigación detrás del presente
texto, se
centra en uno de dichos frentes: la biotecnología.
Entendida de la manera más sencilla como la
aplicación comercial de técnicas
de ingeniería genética,
se perfila, hasta ahora, como la más importante dentro de
esta nueva revolución, dado el impacto que tiene en una
diversidad de ramas productivas e improductivas. Por ejemplo, en
la producción de alimentos,
medicamentos, plásticos,
fibras, aceites, químicos, etcétera; o en la
innovación de armas
quimicobiológicas.
En ese contexto, las tecnologías que encabezan la
actual revolución tecnológica (que comienza desde
finales del siglo XX) y que son precisamente las que hacen uso de
los recursos bióticos del planeta, configuran a
éstos como riqueza estratégica para el avance de
los capitales de alta tecnología. Por lo
anterior, los capitalistas involucrados en el negocio, tratese de
alta tecnología o sólo intermediarios, vienen
"robandose" esa riqueza, valiendose de mecanismos legales de
propiedad
intelectual para hacer válida su propiedad
privada.
En dicho escenario, es necesario analizar desde lo
geoeconómico y lo geopolítico, el fundamento
estratégico de la biodiversidad en América Latina
(AL), sus particularidades, problemáticas y alternativas.
Este tipo de análisis, cobra mayor relieve si se
considera que EUA es el principal promotor de tales
tecnologías, y más aún si se le analiza de
cara al reciente intento de profundización de la integración hemisférica de la
región como parte de la proyección global de los
intereses estratégicos y empresariales de EUA
(refiérase al Plan Puebla
Panamá
y el ALCA). Por lo
anterior, el presente análisis se considera esencial para
contribuir en la construcción alternativa de una
visión latinoamericana, para los latinoamericanos, que de
cuenta de las peculiaridades de la región,
potencialidades, limitantes y contradicciones. Es decir, se trata
de pensar dicha problemática desde el papel que juega AL
como una de las zonas con mayor diversidad biológica y
cultural del planeta, característica que coloca a la
región como uno de los principales focos rojos de
apropiación de ese recurso y que viene generando un nuevo
ordenamiento, uso y conservación de los espacios y
territorios.
Para perseguir tal fin, el de la construcción de
una visión latinoamericana, no sólo frente a los
dilemas que presenta el carácter geoeconómico y
geopolítico de la biodiversidad, investigaciones
interdisciplinarias sobre las diversas problemáticas y
potencialidades de AL, no sólo son obligadas, sino
urgentes, sobre todo si se considera el escenario de fuerzas
contradictorias globales, en el que AL, no sólo es un
actor que juega un papel fundamental, sino que además debe
tomar cierta postura y acciones.
Prólogo
Como se indicaba, la biodiversidad se ha convertido en
un instrumento fundamental de disputa entre los capitales
biotecnológicos, ya que a partir de su uso se abre la
posibilidad de alterar el sistema
alimenticio, la ciencia
médica y sus avances, la innovación de armas
biológicas y nuevos materiales, el equilibrio
ecológico, el sistema jurídico internacional,
etcétera. En este sentido, para la explotación de
la biodiversidad mundial y de ahí del desarrollo de la
biotecnología dentro de un escenario "globalizado", los
capitalistas y los Estados nacionales, se ven obligados a
construir un sistema de
información global que les permita moverse mejor y
más rápidamente a través de una
visualización del espacio y territorios en los cuales se
ha venido y viene materializando la dinámica del capitalismo de
principios del
siglo XXI. Lo anterior responde al hecho de que el espacio
geográfico no es una masa homogénea de agua y
tierra, al
contrario, la distribución de las diferentes riquezas
naturales (minerales,
hidrocarburos,
agua dulce, biodiversidad, etc.) se encuentra concentrada en
algunas regiones del planeta.
Es decir, se ha generado una disputa entre los nuevos
capitalistas que nacen dentro del carácter
ecológicamente destructivo del patrón
técnico todavía dominante a principios del siglo
XXI, y un nuevo patrón tecnológico que se viene
dibujando con el avance de nuevas
tecnologías mejor adaptadas al ahorro de
energía, control y
preservación ecológica. Los capitales involucrados,
se ven entonces envueltos en una carrera por monopolizar la mayor
diversidad posible de germoplasma, y por lo tanto en una intensa
y exhaustiva búsqueda, recolección, compra, robo y
patentamiento -biopiratería- de la diversidad
biológica del planeta –biopatentes- (incluyendo
muestras de células y
tejidos de
seres humanos). Para lo cual, han venido montando un sistema
mundial de biopiratería, a la par de un sistema
mundial de patentes que les permita apropiarse legalmente de
esta riqueza, considerada ahora como
estratégica.
En tal esenario, es claro que América Latina,
vista desde los ojos de EUA, se perfila como la primera reserva
terrestre de biodiversidad en el mundo "dentro de su espacio
natural" -sobre todo cuando la cuenca Amazónica es,
según Myers, el epicentro de biodiversidad terrestre del
planeta; a la par de que el resto de países
latinoamericanos se ubican en las primeras posiciones a nivel
mundial según la cantidad de biodiversidad en
relación a la extensión de sus territorios-. Tal
hecho llama la atención sobre todo cuando EUA es el
principal impulsor de la biotecnología a nivel mundial,
aunque no sea el único.
Por lo tanto, como se verá más adelante,
es fundamental dar cuenta del papel que juega América
Latina (AL) como una de las regiones con mayor biodiversidad en
el orbe en un escenario mundial de creciente avance de las
tecnologías biogenéticas. Sólo a partir de
esta exploración, se pueden revisar los mecanismos de
apropiación de la biodiversidad (biopiratería) en
AL por parte de las corporaciones multinacionales, los Estados
nacionales del centro y de la periferia, Institutos de
investigación y demás actores involucrados en el
desarrollo y explotación de la biotecnología e
industrias
afines. Igualmente posibilitará definir hasta
dónde, los proyectos de
"conservación y desarrollo
sustentable", por mencionar algunos, sirven a la
conservación de la biodiversidad y hasta dónde son
funcionales a la apropiación de ese recurso por parte de
actores involucrados en el negocio de la biotecnología
sobre todo aquellos que son originarios de los países
capitalistas centrales y que operan en la región. Cabe
señalar el partículas caso de EUA, única
potencia que,
para su ventaja, de frente a la competencia
inter-capitalista, cuenta además, con una vasta
proyección de fuerza militar sobre áreas
ecológicas relevantes como las del Sur-Sureste de México,
Centroamérica y la Amazonia Colombiana y Peruana,
resultado de un largo proceso de dominación militar de la
región.
Para redondear este acercamiento, a partir de revisar el
sistema de propiedad intelectual y sus tendencias a nivel
internacional que en los últimos años han venido
"ayudando" a la legitimización de la biopitatería,
habría que puntualizar esa dinámica en AL:
refiérase al caso de las biopatentes y las políticas
para la construcción de "corredores biológicos" o
para el manejo de recursos
naturales (específicamente biodiversidad y agua)
impulsadas por el Banco Mundial,
la ONU/GEF, e
incluso del Departamento de Estado de EUA
y otras agencias gubernamentales de ese país.
Finalmente, hay que colocar la investigación
dentro del esenario contemporaneo para la región como
parte de dinámicas globales. Es decir, retomar el estudio
previo como fundamento para revisar si la política y la
geopolítica de la ecología, en el caso
específico de la biodiversidad, constituye lo que parece
ser la "versión verde" del proyecto
hemisferico de EUA para constituir a AL como el "espacio natural"
a su disposición, ello al conectarlo con el Plan Puebla
Panamá y el Área de Libre Comercio de
las Américas -ALCA-.
HACIA UN SISTEMA MUNDIAL DE BIOPIRATERIA Y DE
BIOPATENTES
Hoy en día, como se mencionaba, la biodiversidad
se ha convertido en una riqueza estratégica a explotar,
donde lo estratégico se define a partir de su control.
Ello se debe a que los capitales ponen en juego su
hegemonía mundial, proceso en el que los capitales
"contaminantes " y los capitales biotecnológicos se ven
involucrados en una carrera por controlar esta nueva y singular
veta de riqueza. Es decir, se ven envueltos en una carrera por
monopolizar la mayor diversidad posible de germoplasma, y por lo
tanto en desenfrenada búsqueda, recolección, compra
y robo de la diversidad biológica del planeta y de su
conocimiento.
Para lograrlo, las altas cúpulas de las grandes
corporaciones multinacionales (CMNs) y los Estados
Nacionales Centrales (ENCs) representantes de la lógica
del capitalismo, vienen montando dos líneas de acción
por demás complejas. Por un lado, la construcción
de un Sistema de Bioprospección Mundial, y por el
otro, resulta necesario desarrollar un Sistema Mundial de
Propiedad Intelectual que penetre las oficinas de patentes
nacionales y que permita en un solo movimiento
hacer válida la propiedad privada en todo el mundo. Esto
último viene redefiniendo el sistema mundial de Derecho Internacional
Público, inaugurando una nueva especialidad conocida
como Derecho Génico y que se refiere justamente a
los lineamientos legales que establezcan un derecho -privado-
sobre la vida (véase más adelante).
En este contexto, habría que explicitar que la
vinculación Estado-Empresa/CMNs ha
sido y es fundamental, especialmente en la proyección de
poder imperial
sobre las economías más débiles y sobre las
clases vulnerables, tanto de los ENCs como los Estados Nacionales
Periféricos (ENPs). Por ello resulta falsa
la creencia de que las CMNs se han erigido como un actor
autónomo en las relaciones económicas
internacionales. Este discurso
ofrece una interpretación equívoca ya que
virtualmente todas las CMNs del mundo, lejos de ser "stateless
corporations", operan desde una base nacional, desde un marco de
referencia altamente funcional a los intereses privados
nacionales, en estrecha relación con un Estado (caso
formidable el de EUA), que las regula y las protege, que las
subsidia de diversas maneras, ya sea por medio de un alto
gasto
público, por la vía de intensas relaciones
bélico-industriales o por medio del despliegue de
instrumentos de proyección diplomático/militar y/o
económico/institucional , como el Banco Mundial, el
FMI o el
BID.
No es casual, la forma ni el ritmo creciente con que se
realizan los contratos de
bioprospección en el mundo, ni el empuje por parte de
organismos e instituciones
nacionales e internacionales como el Departamento de Defensa de
EUA (DdD), la OMC o la ICBG
–International Cooperative Biodiversity Group- para
homogenizar, subordinar e integrar las principales oficinas de
patentes del planeta, a modo de un sistema internacional
(véase más adelante).
- Hacia un sistema mundial de
biopiratería
Los proyectos de bioprospección que permitan
explorar e investigar selectivamente la biodiversidad con la
finalidad de hallar recursos genéticos y
bioquímicos comercialmente valiosos, para luego
patentarlos, dependen del conocimiento de las comunidades rurales
e indígenas, las que desde el precapitalismo han
construido una relación íntima con la naturaleza. A
este proceso de apropiación de la biodiversidad y su
conocimiento se le conoce como
biopiratería.
El término de "biopiratería" fue ideado en
1993 por Pat Mooney, presidente de RAFI (Rural Advancement
Foundation International –ahora ETC Group-) y se refiere,
en sus propias palabras a, "…la utilización de los
sistemas de
propiedad intelectual para legitimizar la propiedad y el control
exclusivos de conocimientos y recursos biológicos
sin reconocimiento, recompensa o protección de las
contribuciones de las comunidades indígenas y campesinas,
por lo que la bioprospección no se puede ver más
que como biopiratería."
En este sentido, la biopiratería no sólo
como una mera conceptualización analítica, sino
como una concepción política, únicamente se
puede entender como mecanismo de enriquecimiento capitalista, de
acciones ecocidas y antítesis de la
sustentabilidad. Así, mientras la existencia
indígena se basa en los cambios ecológicos
generados por su relación con la naturaleza, la sociedad
capitalista se fundamenta en los cambios económicos de los
mercados (de la
tasa de ganancia). Por lo que no es por casualidad, sino
causalidad que el
conocimiento de las mencionadas comunidades, basado en el
flujo libre y en la posibilidad de esas culturas de vivir como
tales, sea un instrumento estratégico para los Capitales
que rastrean el planeta en busca de sustancias activas y material
genético, ya que les facilita y reduce el gasto que ello
implica. Panorama en el que las CMNs se encuentran en una gran
disyuntiva: por un lado necesitan robarse el conocimiento
indígena, y por otro lidiar con el proceso de
exclusión y exterminio de las culturas y comunidades
indígenas del orbe, contradicción que se profundiza
cada vez más.
Pero yendo más a fondo, la lógica
despilfarradora y destructiva de los capitalistas, totalmente
irresponsable y que ha caracterizado la historia del capitalismo,
ahora enfrenta dos situaciones complejas. Por un lado, la elite
capitalista está persiguiendo, a través de su
poder, intereses contradictorios, caso evidente el de los
capitales contaminantes y biotecnológicos. Mientras que
por el otro, se puede constatar que los capitalistas en su
conjunto se ven forzados (en el largo y mediano, pero
crecientemente en el corto plazo) a dar salida a la crisis global
que han generado, de manera que "garanticen", bajo su
lógica, su propia existencia. O sea, mediante un proceso
irracional y contradictorio en el que los atomizados capitalistas
o grupos de ellos
actúan bajo la "racionalidad" de una inmediata
valorización de su capital. Ambos
factores, frente a los márgenes bioquímicos del
planeta y los límites
sociales que se vienen agudizando, sitúan al capitalismo
en el dilema de su propia existencia, pero también de la
humanidad. Lo anterior resulta indudablemente importante para los
sujetos que peleamos por la conciencia, es
decir, para los hombres y mujeres revolucionarios, ya que al
concretizar nuestra relación con la naturaleza y con el
resto de sujetos en el proceso de trabajo, somos
la sinergia
potencial de resistencia que
puede dar vida a una armonía
ecológica-social.
En este contexto, que sin duda alude al patrón
tecnológico en construcción y que hace uso de la
biodiversidad (biotecnología, nanotecnología,
nuevos materiales, etc.), es necesario recuperar el
conocimiento precapitalista de ese recurso ahora
estratégico, proceso desde luego siempre mediado bajo la
lógica del capital para que sea redituable.
A partir de esto, se puede entender la lógica de
los derechos de
autor y de mejoradores de plantas, las
patentes, las marcas
comerciales, los diseños industriales y los secretos
comerciales, como los principales mecanismos que los capitalistas
han implementado desde los inicios de la modernidad para
controlar las innovaciones tecnológicas y con ello
asegurarse las ganancias extraordinarias generadas. Esto
se materializa en la construcción de un sistema legal de
patentes a nivel planetario, que como su forma más
refinada y para el caso de la biotecnología, permita a los
capitales "recuperar" o mejor dicho robar el conocimiento
milenario que aún conservan las comunidades
agrícolas e indígenas.
En el mismo tenor se imprime la Convención sobre
Diversidad Biológica (CBD) que entró en vigencia en
diciembre de 1993. En ella, se establece que "los Estados tienen
derechos
soberanos sobre sus materiales biológicos, y que dichos
recursos ya no están a la libre disposición
de otros." No obstante, lejos de ser un esfuerzo multilateral
para apoyar la conservación y el uso sustentable de la
biodiversidad –idea que está vendiendo la CBD-,
claramente promueve el concepto de
bilateralismo para su acceso privado. Estos contratos o acuerdos
bilaterales, conocidos como "acuerdos de bioprospección",
consolidan el hecho de que la biodiversidad ya no está a
la libre disposición de otros, sino sólo y
exclusivamente de algunos. Además, este estatuto
"nacionaliza" las miles de muestras provenientes de la periferia
que están contenidas en los Bancos de
Germoplasma y Jardines Botánicos de los ENCs, y por lo
tanto las hace patentables a su favor. Por si fuera poco, la CBD
también reconoce y "alienta" el uso del "conocimiento, las
innovaciones y las prácticas de las comunidades
indígenas y locales" (Artículo 8(j)).
- El carácter geopolítico de los Jardines
Botánicos y los Bancos de Germoplasma.
Es de vital importancia diferenciar los canales mediante
los cuales las CMNs y los ENCs vienen controlando la
biodiversidad mundial, proceso en el que se pueden apuntar dos
tipos de acumulación: in situ (Áreas
Protegidas y regiones aún no protegidas de gran
biodiversidad) y ex situ (Jardines Botánicos y
Bancos de Gemoplasma). Espacialmente ubicamos en los ENPs el 83%
de los recursos bióticos in situ y de su
conocimiento, mientras que sólo el 17% está en los
ENCs. En relación contraria, la biodiversidad ex
situ, se concentra en un 75% en los ENCs y el resto en los
ENPs. Con esta última forma de acumulación, los
ENCs se liberan de limitantes espaciales, políticas,
sociales, de interés nacional y de propiedad intelectual.
Ello convierte al monopolio
ex situ como socialmente expoliador, económicamente
injusto y ecológicamente suicida.
Los primeros BsG aparecen dentro del aparato militar
de EUA, siendo el Instituto de Patología de las
Fuerzas Armadas el más grande del mundo. Fueron los
militares quienes comenzaron a investigar y manipular
muestras virales y bacteriológicas para el desarrollo
de armas. Ante la necesidad de acumular la mayor cantidad de
germoplasma por parte de la Industria
ya no sólo militar, sino también
biotecnológica, se crean los primeros BsG
Internacionales.Para "llenarlos" de manera rápida y
creciente, la industria biotecnológica
formalizó el proceso mediante la complejización
de las patentes incluyendo en el "trámite" el
depósito del material biológico, generando con
ello un foco geoeconómico y geopolítico, al
convertirlos en espacios de disputa, especulación y
renta.Los BsG son regulados internacionalmente por el
tratado de Budapest, administrado por la World Intellectual
Property Organization. Concentrados, desde 1981, en
sólo 26 instituciones en 15 países, han sido
reconocidos oficialmente para el propósito de procesos
de patentes. Los BsG contienen muestras biológicas
obtenidas a nivel mundial. Mas no causa sorpresa, que la
abrumadora mayoría de instituciones que preservan
estos recursos estén ubicadas en los ENCs.Para subrayar la importancia de los BsG,
bastaría con señalar que hoy en día
cuentan con más de 6 millones de muestras
únicas, de las cuales, cerca de 500,000 están
en la red de
bancos genéticos de la CGIAR (Consultative Group on
International Agricultural Research). De igual manera, el BsG
más grande del mundo, el American Type Culture
Collection (ATCC), ubicado en Maryland, EUA, ya en 1992
almacenaba el 41% (17,724 depósitos) de todos los
microorganismos depositados con propósitos de procesar
patentes.- Bancos de Germoplasma (BsG)
- Jardines Botánicos (JBs)
De los 1500 JBs del mundo, cerca de 3 cuartas partes
están en los ENCs. Mantienen muestras de la gran
mayoría de los taxones de los Jardines de la
periferia. Si bien todos los JBs son repositorios de germoplasma,
alrededor de la mitad están activos en su
conservación a través de la acumulación y
reproducción deliberadas de colecciones de
un género,
especie en particular, u otra aglomeración de taxones
útiles para algún propósito en particular
(e.g. "Hierbas Chinas" o "Flora de la Selva, Costa
Rica").
Norte, incluyendo Europa | Sur | |
Número de Jardines | 70% | 30% |
Número de Accesiones | 72% | 28% |
Número de Taxones | 86% | 14% |
Colecciones de Germoplasma | 80% | 20% |
Fuente: RAFI, "Empresas
Farmacéuticas hacen ofertas por las colecciones de los
jardines Botánicos del Norte en un Intento de Eludir la
Convención de Biodiversidad". RAFI, Communique.
Jul/Agst, 1996.
De acuerdo a un estudio del Secretario General de la
Asociación Internacional de Jardines Botánicos, 120
JBs de los ENCs mantienen colecciones conocidas de especies
cultivadas para la producción de alimentos, fibra,
aceites, etc.; mientras que otros 170 –también de
ENCs- tienen colecciones conocidas de especies medicinales y
forestales, además de otro tanto que contienen numerosas
plantas nativas y colecciones de plantas provenientes de los
ENPs.
El redescubierto interés de la Industria
Farmacéutica por las colecciones de germoplasma de los
JBs, se acentuó precisamente en un momento en que en el
mundo, especialmente en la Europa del Este y la antigua
Unión Soviética, se están teniendo
dificultades para encontrar fondos para mantener adecuadamente
las colecciones. Ello ha beneficiado a dicha Industria,
específicamente la de EUA, la cual está invirtiendo
bajo la condición de acceder a tales
colecciones.
- El papel de las Áreas Protegidas como
fuente de biodiversidad in situ.
La importancia de las áreas naturales protegidas
(ANPs), aún por encima de la de los JBs y los BsG, se
debe, de entrada, a que la biodiversidad ex situ pierde la
cualidad de unidad que tiene la in situ. Ello pareciera
irrelevante para la Industria Biotecnológica, sin embargo,
esta última contiene implícitamente información central que determina las
características de las estructuras
moleculares que componen las distintas formas de vida.
Además, su importancia para dicha Industria radica
esencialmente, como ya se mencionó, en el conocimiento de
las comunidades rurales e indígenas que "coinciden"
espacialmente con las regiones megadiversas del orbe. En los
análisis de Conservation International (CI) se proponen 12
centros megadiversos en el planeta, de los cuales 9
también lo son culturalmente. Igualmente coinciden las 233
ecoregiones planteadas por WWF (World Wide Fund for Nature) de
las cuales cerca del 80% son habitadas por población indígena, al menos la
mitad de las tres mil etnias del planeta. Según datos de Toledo,
hoy en día existen alrededor de 10 mil ANPs en más
de 160 países con una extensión cercana a los 650
millones de hectáreas (5% de la superficie del orbe), pero
es de esperarse que entre el 12 y 20% del planeta, actualmente
habitado por indígenas, próximamente sea
considerado reserva
ecológica. En América Latina, al menos el 80%
de las áreas protegidas están habitadas por esas
culturas.
En este sentido y dado lo estratégico de este
conocimiento, resulta obvia la intencionalidad del reciente
cambio de
diseño
de las ANPs, el cual ahora incluye activamente a las comunidades
indígenas y campesinas. A diferencia del modelo
popularizado y copiado de EUA (Parque Nacional de Yellowstone)
que consideraba, entre otras características, la
existencia y protección del área sin gente, pero
sobre todo sin su participación. El nuevo modelo permite
por un lado conservar las características centrales de la
diversidad in situ, y por otro, también abre paso a
la privatización de los puntos de mega
biodiversidad del mundo, dando las condiciones necesarias para un
fácil acceso a ésta y su conocimiento. Desde
aquí se puede visualizar cómo es que la
mayoría de las ONGs, instituciones y organismos
internacionales avocados a lo que ellos llaman "la
conservación y el desarrollo sustentable", y que
están involucrados de una u otra forma en el avance
biotecnológico, más bien son pantalla del proceso
de explotación de los recursos bióticos planetarios
por el Capital. Aunque hay excepciones.
En este sentido, los capitalistas involucrados en el
desarrollo de la biotecnología, vienen instalando un
Sistema de Biopiratería Mundial cada vez más
complejo en el que se involucran más y más
protagonistas, todos ellos financiados por los grandes capitales
del actual patrón tecnológico y del que se viene
configurando. Los primeros actores van desde biopiratas
independientes a proyectos de conservación
ecológica (base de la pirámide). Después,
nos topamos con institutos de investigación, empresas
privadas y ONGs que pueden trabajar en conjunto o separadas.
Seguido veremos, en algunos casos, a otros agentes como lo son
laboratorios privados que obtienen sustancias activas
provenientes de las muestras biológicas entregadas por
algún otro intermediario. En otros, podemos identificar a
las CMNs implicadas en el desarrollo biotecnológico, que
al final de la cadena, reciben por uno u otro camino lo que
"pagaron" inicialmente para "conservar" el medio
ambiente, pago concretado en los montos entregados a ONGs,
como es el caso espectacular de CI por el número de
empresas que la apoyan. Estas últimas, sólo dejan
administrar sus recursos "invertidos" a los "conocedores" o
más bien a los autores intelectuales
de la biopiratería.
Como puede verse, los nuevos grupos del capital
ambientalista (impulsados por el capital
biotecnológico), vienen buscando de múltiples
maneras una "alianza" que les permita acceder a la biodiversidad
y su conocimiento para hacer uso de ellos y complejizar la
creación de la masa y tasa de plusvalía. Pero, dado
que el proceso antes descrito no resulta difícil de
descifrar, se ha venido promoviendo fuertemente la idea de que la
diversidad biológica autopague su
conservación.
En México, de las 386 áreas naturales
protegidas (7% del territorio nacional) sólo 123 son
responsabilidad de la nación,
el resto está en manos de ONGs y el capital privado
nacional e internacional. Según datos de algunas
publicaciones, tal es el caso de Los Ajos que recibe apoyo
del gobierno de los
EUA; El Vizcaíno lo apoya el gobierno español y
CI, además de CMNs como Ford; Montes Azules de CI y
empresas privadas como Pulsar, Río Lagartos de
Bimbo. Chinchorro de AHMSA, Izta-Popo de
Nestlé; El Golfo de California, El Corredor
Biológico Mesoamericano del GEF-BM (Fondo para el
Medio Ambiente
Mundial y el Banco Mundial); La Sierra Gorda del GEF-PNUD;
El Triunfo el GEF-BM y Grupo
Ecológico Sierra Gorda; Los Tuxtlas, La Chinantla, La
Montaña de Guerrero del GEF y PAIR (Julia Carabias).
El Carricito Huichol de Pronatura, Calakmul
de Unidos para la Conservación y Asociación Sierra
Madre (Robles Gil quien tiene estrecho vínculo con CI);
El Edén, Yum Balám y la Alfredo V.
Bonfil reciben apoyos privados.
El caso peculiar de Conservation International
(CI).
La "conocedora" CI , que opera en más de 23
países y que tiene acuerdos con los que recaba más
de 83 mil millones de dólares anuales para sus proyectos
de conservación/biopiratería en el mundo para
numerosas CMNs como Monsanto, Intel, Pulsar, Hyseq, Bristol
Squibb, Shaman y Dow Agrosciences, entre otras, es quien
"casualmente" idea el concepto de Corredor
Biológico, refiriéndose con ello a la
integración de las distintas ANPs en una gran faja que
concentre las regiones prioritariamente megadiversas de los
distintos biomas que
integran el planeta, y que desde luego incluya activamente los
asentamientos indígenas y campesinos que colindan o se
encuentran dentro de estas ANPs. Así, en un encadenamiento
de ANPs que se despliega a lo largo y ancho de varios Estados
Nacionales (en su mayoría periféricos), cada
Corredor implica una homogenización de las
políticas, licencias y demás mecanismos para
acceder y proteger la biodiversidad, e incluye a varios
organizadores como CI (ligados a los ENCs, las CMNs y el Banco
Mundial/GEF) que se encargan de enganchar los asentamientos
indígenas para "vincularlos" al proyecto. De igual modo,
reúne equipos de biólogos, etnobotánicos, y
demás especialistas para realizar un estudio pormenorizado
de la riqueza biológica y su conocimiento, supuestamente
para poder llevar a cabo el proyecto de
conservación.
Son nueve los corredores biológicos que se
están pensando a nivel planetario: En América, el
Corredor de la Sierra de Nevada, el de América del Sur y
el ya conformado Corredor Mesoamericano. En Europa, el del
Mediterráneo. En África el del Golfo de Guinea y el
de Mozambique. En Asia, el de
Indonesia y el del Océano Índico. Finalmente,
distribuido a lo largo y ancho del Pacífico, el Corredor
de las Filipinas, Polinesia y Micronesia.
Este proceso (conformación de corredores
biológicos) ya comienza a concretizarse a partir del
diseño del estatuto legal del Corredor Mesoamericano
puesto en marcha en octubre de 2000, el cual recibió del
GEF, ello como parte del programa
presupuestal otorgado a la región del año 2000 al
2007, la suma de 15.2 millones de dólares para su
diseño y administración que casualmente quedó
en manos de CI. En otras palabras, se han iniciando los primeros
pasos legales para construir un sistema de corredores
bióticos a escala mundial,
que sea funcional al sistema de bioprospección
internacional como necesidad del nuevo patrón
tecnológico que comienza a perfilarse; y que al mismo
tiempo,
delimitando las áreas de conservación "permita" dar
salida a la devastación ecológica que ha generado
el capital a lo a largo de su historia.
- El Corredor Biológico Mesoamericano
(CBM)
El CBM se remonta a la Second Tuxtla Summit
Meeting, celebrada en San José, Costa Rica en 1996,
donde los presidentes de los países centroamericanos y de
México se comprometieron a establecer un Sistema
Regional Mesoamericano de ANPs, zonas de contención y
corredores biológicos (CBM).
En un documento del Banco Mundial (BM) del 6 de
noviembre del 2000 (Reporte No. 23132-ME) titulado "Project
Appraisal Document on a Proposed Grant From Global Environment
Facility Trust Fund in the amount of SDR 11.5 millions to
National Financiera, S.N.C. for a Mesoamerican Biological
Corridor Project", claramente se describe con lujo de detalle la
concepción del BM sobre el Corredor Biológico
Mesoamericano (CBM), específicamente en cuanto a la
región del sureste mexicano.
En ese documento se señala que el BM, a
través del GEF y con la aceptación de los ENPs
involucrados, acordó destinar en un inicio 90.05 millones
de dólares para el proyecto del CBM a lo largo de siete
años divididos en dos fases. La primera de cuatro y la
segunda de tres años con fecha de término tentativa
para el 30 de junio de 2008. Los gobiernos locales
aportarían 66.99 millones, los co-financiadores
internacionales 2.44 (cuyos nombres no aparecen en dicho
reporte), el IBRD 4.25, el GEF a nivel local 9.02 y a nivel
internacional 5.82 (con un total de l4.84), la CONABIO l.24 y
otros "beneficiarios" locales 0.28 e internacionales 0.01 (con un
total de 0.29).
El proyecto consiste de cuatro componentes: 1)
diseño del corredor, 2) su integración a programas de
desarrollo, 3) el uso sustentable de la biodiversidad, y 4) la
coordinación y manejo del
proyecto.
En el diseño y monitoreo de corredores el
presupuesto
estimado asciende a 5.91 millones de dólares, en la
integración del CBM a los programas de desarrollo local a
71.72, en el uso sustentable de la biodiversidad a 9.3l, y para
el manejo y coordinación del proyecto a 3.10
millones.
Tales componentes corresponden a la visión e
interés del BM sobre la biodiversidad, incluyendo la
diversidad agrícola. Claramente ese ente especifica la
importancia de dicha veta de riqueza que se concentra en el CBM.
En el reporte del BM antes mencionado, se señala que en
México el Corredor cubre cuatro Estados: Campeche,
Yucatán, Quintana Roo y Chiapas, en
los cuales se encuentran las zonas de bosque húmedo de
Tehuantepec y Yucatán, los bosques secos de
Yucatán, los humedales de Quintana Roo y las selvas
nebulosas de Chiapas (éstas corresponden solo al 1% del
territorio nacional y concentra el 10% de la diversidad floral
del país). Asimismo se indica que la península de
Yucatán concentra en algunas zonas más de 900
especies de plantas y 200 de animales por
hectárea de bosque, además de que se sabe que hay
más de 70 especies de anfibios y reptiles, 320 de
pájaros y 120 de mamíferos solamente en la Península,
de las cuales un número importante son
endémicas.
Considerando que el CBM también incluye a los
países centroamericanos, lo que significa que
espacialmente el Corredor se extiende desde el sureste de
México hasta el Tapón de Darién, la
diversidad biológica y cultural que ahí se
encuentra es aún mucho mayor. Formado, además del
sureste de México, por Panamá, Costa Rica,
Honduras, Nicaragua, El Salvador y Belice, "…la región
se extiende sobre 102 millones de hectáreas donde habitan
64 millones de personas de las cuales casi la mitad vive en el
campo, alrededor del 40% trabaja en la agricultura y
18% es indígena. Pero la más destacable y
compartida seña de identidad es
que más del 60% de los mesoamericanos son pobres,
miserables en medio de una alucinante riqueza biológica:
1,797 especies de mamíferos; 4,153 de aves; 1,882 de
reptiles; 944 de anfibios; 1,132 de peces; 75 mil
861 de plantas, e incontables microorganismos, figuran en el
opulento Corredor Biológico".
Sin embargo, el CBM más allá de ser un
proyecto que busque proteger y preservar la biodiversidad de la
región, más bien se perfila claramente como la
versión medio ambiental del Plan Puebla Panamá, ya
que de fondo busca el saqueo de la biodiversidad y su
conocimiento. Ello queda claro cuando en el reporte del Banco
Mundial se señala que, "…la variación
genética de las especies es de particular interés,
sobre todo en el sureste de México." De igual modo, apunta
la importancia de "rescatar la diversidad agrícola, la que
campesinos e indígenas de México y Mesoamerica han
domesticado en un gran número de especies y conservado una
importante variedad genética de las mismas."
Más aún, tal proceso de apropiación
de los recursos naturales, diseñando bajo la lógica
capitalista de un supuesto escenario "win-win" en cuanto a
su manejo, se presenta bajo la imagen de
programas de desarrollo sustentable, todos parte del proyecto del
CBM. Entre esos, cabe mencionar los que se enfocan al
análisis de los impactos positivos y negativos del
programa sobre la biodiversidad, al desarrollo de estrategias de
integración para el uso de la biodiversidad, al
diseño de estrategias que aseguren el autofinanciamiento a
largo plazo de la biodiversidad, entre otros. Todos las
anteriores, como se venia señalando, apuntan a las
actividades concretas de biopiratería que el BM ha
planeado para la región. En ese panorama, las actividades
del "uso sustentable de la biodiversidad" que el BM ha tomado
seriamente en cuenta, se refieren puntualmente a la
investigación sobre plantas
medicinales y demás biodiversidad con potencial
comercial. Por ello, dicho ente ha especificado en su informe
actividades de clasificación y definición de
especies, inventarios,
descripción de componentes de substancias
activas, establecimiento de métodos
para su extracción, procesamiento, certificación y
acceso al mercado, entre
otras. Todas sintetizadas en un Sistema de Información
Geográfica que integre lo ecológico,
biológico y socio-económico de la región
mesoamericana. Además, a puesto sus ojos en los recursos
forestales, fibras, chicle, biodiversidad endémica y
agrícola, plantas ornamentales, resinas, agua y otros
recursos estratégicos como los minerales.
En este contexto el papel de Conservartion International
entra en juego. Según el mencionado informe del BM, "…el
Proyecto será evaluado y monitoreado por expertos
internacionales después de la ejecución de la
primera fase, para formular recomendaciones hacia la
transición a la siguiente." Tales expertos no pueden ser
otros que CI. Esta ONG, "amiga de
la naturaleza" y colaboradora cercana del BM, desde hace varios
años administra la reserva de la biosfera de
Montes Azules (Chiapas) y demás ANPs que "administra" el
BM en México y Centroamérica, lo que la hace
"conocedora de la región".
También, según dicho informe, las
actividades de evaluación
y monitoreo que serán concentradas en un el sistema de
información geográfica, servirá para
preparar y procesar reportes periódicos para el BM y los
distintos responsables de los ENPs que forman el CBM.
- El CBM-México
El CBM-México está integrado por cinco
intra-corredores biológicos que conectan ANPs ya
existentes. Absorberá cinco de diez ANPs del país
que financia el GEF/ BM (Sian Ka’an, Calakmul Montes
Azules, Río Lagartos, El triunfo), así como otros
proyectos del BM como el de Desarrollo del México Rural
en Áreas Marginales Protegidas, el de Productividad
Agrícola (que opera en el sureste del país,
para supuestamente incrementar la productividad de
maíz,
fruta, café y
ganado) y el referente al Manejo de Recursos Forestales,
Comunidades Productivas y Agua.
Los principales actores del CBM-México son: NAFIN
que fue designada por el gobierno de México para ser el
agente financiador del proyecto, la CONABIO como agencia
ejecutadora y un Comité Técnico que regule
el proyecto el cual está formado por representantes de
INE, la PROFEPA y el secretario ejecutivo de la CONABIO.
Finalmente un plenum que conforme el Consejo Nacional del
CBM-México estará compuesto por 19 miembros: 4 del
gobierno federal, 2 de la CONABIO, 1 de la Comisión
Nacional de Áreas Protegidas, 4 de los Gobiernos
Estatales, 2 académicos, 2 de ONGs, 2 de la Sociedad Civil y
2 de la Iniciativa Privada. De éstos sólo tres (uno
de la SEMARNAP, la CONABIO y otro de la Sociedad Civil),
conformarán el Comité Ejecutivo del Consejo
Nacional y serán quienes representen al CBM-México
en las reuniones generales de representantes de los distintos
países que conforman el CBM.
Según el BM, la CONABIO a través de su
secretaria ejecutiva y bajo la dirección del Comité Técnico
está encargada de sacar el proyecto adelante a
través de la estructuración de un directorio local
que dicha dependencia gubernamental diseñe, lo que
significa que la CONABIO tiene el control de quiénes
tendrán acceso al proyecto y en qué medida.
Asimismo es responsable de todas las actividades
ecológicas y biológicas en la región sureste
del país y que ha diseñado en cuatro programas
operacionales. El primero no se menciona en el informe
(¿Por qué?), el No. 2 se refiere a los ecosistemas
costeros, marinos y de agua dulce a lo largo de los corredores
que conectan áreas protegidas de importancia global. De
igual modo el No. 3 se concentra en los ecosistemas forestales
mexicanos y alude virtualmente a todos los corredores
individuales propuestos y que en conjunto forman el
CBM-México. Finalmente el No.4 pone sus ojos en los
ecosistemas montañosos específicamente del Estado
de Chiapas.
En el mismo tenor, la responsabilidad del Gobierno
mexicano, según el BM es:
- la fuerte consolidación de la SEMARNAP
recientemente creada (1994) - un cambio estratégico para el incremento de la
descentralización del manejo del medio
ambiente hacia los estados y municipios (que permita la
relación BM-municipio) - el desarrollo de un modelo integral de desarrollo
sustentable con enfoque regional (PRODERs), y - el incremento de la participación
pública.
En este contexto, afirma el BM, la SEMARNAP ha venido
desarrollando instrumentos legales consecuentes con la
implementación de la estrategia del
CBM, todos bajo las denominaciones de conservación,
diversificación de su uso sustentable, valoración
de la biodiversidad y el manejo de su conocimiento e
información. Pero señala que el gobierno mexicano
adicionalmente deberá, "…enfrentar el reto de establecer
mecanismos efectivos de coordinación institucional entre
las agencias públicas en los diferentes niveles de
gobierno para un mejor manejo del medio ambiente". O sea que el
programa puesto en marcha en 1998 de Bases de
Colaboración Inter-institucional por parte de la
SEMARNAP, la SAGAR, la SEDESOL, la SCT y la SRA debe ser
modificado para anexar dependencias adicionales: la SEP (que
maneja cuestiones de propiedad intelectual), la SSA (que ayude en
las actividades de biopiratería en busca de sustancias
medicinales) y la SECOFI (para establecer mecanismos de comercio de
recursos naturales).
No por casualidad, la Semarnap, siguiendo los
lineamientos del BM, en septiembre de 2001, propuso ante el
Congreso su proyecto de transferir áreas naturales
protegidas a Estados y ONGs a fin de que se hagan cargo de su
administración y conservación,
argumentando la falta de recursos.
Por todo lo anterior, es obvia la visualización
del espacio como fuerza productiva estratégica por parte
del BM, sobre todo porque se enfoca en implementar mecanismos que
promuevan la relación entre el Banco y los territorios, lo
que deja fuera de la jugada al Estado (Federal) y permite
acuerdos ventajosos para el BM y las CMNs. No por nada el BM
señala la importancia de "…mejorar la
conservación a través del sistema nacional de ANPs
(SINAP), la promoción del uso sustentable de especies
vegetales y animales con un mejoramiento de su manejo y acceso al
mercado, y sobre todo la conservación y el uso sustentable
para el desarrollo territorial." Así, el CBM no puede ser
visto de otra manera más que como un proyecto de saqueo
acordado e incluso parcialmente financiado y llevado a cabo por
la elite capitalista de los propios ENPs. El BM claramente
está dando el primer paso para la construcción de
un sistema de biopiratería continental subordinado a los
intereses de EUA y sus CMNs involucradas en el negocio de la
biotecnología, donde el siguiente corredor seguramente
será el epicentro biológico del planeta: el
Corredor de América del Sur.
- Hacia un sistema mundial de patentes: el caso de
las biopatentes.
En la carrera para promover mecanismos exclusivos para
recompensar a los "inventores" de nuevos productos y
procesos biológicos, los Estados Nacionales, los
organismos políticos y las grandes CMNs, se ven
forzosamente involucrados en la construcción de un
Sistema Mundial de Propiedad Intelectual. Ello debido a
que para los Capitales, el objeto técnico en
cuestión (la biodiversidad y la biotecnología)
afecta la gestión
general de toda la biosfera y de ahí a todos los procesos
mundiales de producción primaria y crecientemente de la
secundaria.
En este sentido, EUA y otros países
industrializados han presionado agresivamente en los años
recientes para "armonizar" internacionalmente las leyes de
Propiedad Intelectual, a modo de homogenizar los distintos
lineamientos, regulaciones y procedimientos; y
sobre todo para hacer valer las patentes en todo el mundo. De
esta manera, ya no sería necesario presentar las
solicitudes de patentes en cada una de las oficinas de los
diferentes países: una sola solicitud aplicable en la
Oficina de
Patentes de EUA o en la de la Unión
Europea, sería valida simultáneamente en varios
países, y sobre todo en los ENPs. La meta entonces,
es incorporar a todos los países del orbe en un sistema
único de patentes.
Lo anterior responde a que históricamente las
leyes de propiedad intelectual se basan en el principio de
soberanía nacional, por lo que cada
país determina sus propios métodos para reconocerla
y/o protegerla. Esto limita el robo de la biodiversidad y su
conocimiento. También obstaculiza el control de nuevas
tecnologías por parte de los capitales involucrados en su
desarrollo.
Todo lo anterior apunta hacia un proceso de
perfeccionamiento y complejización de la propiedad privada
en el mundo bajo su modalidad de Propiedad Intelectual que se
intenta formalizar en un Sistema Mundial.
A pesar de los requerimientos básicos para
patentar, existe en las leyes de esta materia una
doctrina bien establecida por la cual los "productos de la
naturaleza" no son patentables. No obstante, antes de 1980, la
mayoría de los ENPs, así como muchos ENCs,
habían optado por no reconocer patentes sobre
alimentos, medicinas u otros productos considerados como
necesidades humanas básicas. Después de esa
década, el sistema judicial de los EUA dio un giro a esta
doctrina, por medio de su nueva versión del requisito que
interpreta que los productos de la naturaleza…"sin
modificación del hombre"… no
pueden ser patentados. Promovió así las
biopatentes, dando la propiedad exclusiva de genes,
plantas, animales y material genético humano, a las CMNs y
actores propios de los Estados Nacionales (universidades,
institutos, etc.) que por primera vez los aíslen,
purifiquen, modifiquen y manipulen.
Durante la Ronda de Uruguay del
Acuerdo General sobre Aranceles y
Comercio –GATT (1986-1994), hoy OMC-,
los Derechos de Propiedad Intelectual (TRIPs) se convirtieron en
objeto de negociación en el contexto del comercio
internacional. Fue EUA quien peleó su inclusión
en la agenda, bajo presiones de la industria farmacéutica
y semillera, cuyos representantes redactaron el texto que
sirvió para su discusión y negociación.
Finalmente EUA ganó el forcejeo y el acuerdo sobre TRIPs
se convirtió en 1995 el tercer pilar del régimen
mundial del comercio (exceptuando el artículo 27.3(b) el
cual aún está pendiente), junto a bienes y
servicios.
Como resultado, los integrantes del Comité sobre TRIPs,
cuyos miembros se leen como "el quién es quién" de
las 500 empresas más grandes del mundo de Fortune, obligan
a los países signatarios del GATT a adoptar legislaciones
mínimas de Propiedad Intelectual respecto a plantas y
microorganismos dentro de los siguientes 5 a 15
años.
Paralelamente la WIPO (Organización Mundial para la Propiedad
Intelectual) tiene como objetivo
promover la cooperación entre países en el
trámite de patentes y establece convenios y tratados que
intentan solventar las diferencias entre los regímenes
jurídicos de cada país. Ello parte de la
condicionalidad de los ENCs hacia la periferia a través de
las negociaciones de la deuda y su servicio, cuyo
pago puede ser directa o indirectamente en especie, ahora
también en biodiversidad y su conocimiento incluyendo de
ser posible sus respectivos Derechos de Patente, proceso que se
logra a partir de una desregulación de las inversiones en
la periferia (Acuerdos Multilaterales de Inversiones, AMI) para
que los capitales puedan libremente invertir en sectores
estratégicos como lo son Institutos de
Investigación, JBs, BsG, etc.
Con este Sistema complejo de Propiedad Intelectual, lo
que se perfila es la ampliación del control de las CMNs
sobre el mercado mundial. Su contraparte implica que la periferia
no espere con ello ninguna seguridad,
mayores inversiones, transferencia de tecnología de punta
y mucho menos un mayor crecimiento
económico. Más bien la contribución de
la periferia al subsidio de la investigación y desarrollo
(I&D) de los ENCs aumentará, en un esquema de Derechos
de Propiedad Intelectual más sofisticado que
consolidaría el abismo tecnológico existente entre
ambos, en términos de un escaso acceso a la
tecnología de vanguardia,
así como en la disposición de información
científica por parte de los ENPs.
Aún más complejas resultan las acciones
directas que aplican los ENCs para penetrar las estructuras
nacionales periféricas de manera que puedan acceder y
apropiarse de sus recursos. Destacan, entre otros, los casos de:
1) las modificaciones al artículo 27 Constitucional en
México impulsadas por el Banco Mundial, referentes a la
propiedad de la tierra y de
ahí redefiniendo el acceso a sus recursos; 2) las nuevas
regulaciones para el acceso a los recursos genéticos en
Costa Rica, expresas en su "Ley de
Biodiversidad" impulsada por InBio; y 3)el caso del decreto MP
2052 en Brasil que deja
en manos de un Consejo Ministerial el acceso y uso de sus
recursos, impulsado por Novartis y Bioamazonia.
Por todo lo anterior, es evidente que el proceso de
"globalización" de un sistema mundial
homogéneo de patentes se está convirtiendo en la
punta de lanza de las grandes CMNs para monopolizar el desarrollo
del patrón tecnológico en construcción.
Sumando además el creciente y complejo proceso de
biopiratería a nivel planetario, solapado e incluso
impulsado por los distintos ENPs, y que adquiere fuerza a partir
de los intereses geopolíticos y geoeconómicos que
mueve. Es de esperarse que ambos fenómenos, que se
intensificaron en los últimos años del siglo XX, lo
hagan aún más en los primeros años del siglo
XXI. No es casual que, según datos de RAFI, el ritmo de
biopatentes sea cada vez mayor, donde el 90% son controladas por
las grandes CMNs. En 1980 el número de patentes por
año era de 10,000, ya para 1999 era de 176,000. De los 6
millones de patentes que existen, cerca de 3 millones
corresponden sólo a materiales biológicos.
Tan sólo en 1990 el total de ganancias generadas por el
cobro de licencias de patentes fue de 15 mil millones de
dólares, para 1998 se había alcanzado la cifra de
100 mil millones y se calcula que para el 2005 aumente a medio
billón de dólares por año.
LA BIOPIRATERIA EN
MÉXICO
Ante la magnitud de la biopiratería en el mundo,
el caso de mi país, resulta central dada la considerable
magnitud de su diversidad biológica y cultural, por lo que
dedicaré este apartado para presentar el caso.
Es importante, entonces, destacar la riqueza del
país tanto biológica como cultural ya que alberga entre
el 8 y el 12 % del total de las especies del planeta, se
coloca entre el cuarto y quinto lugar de diversidad
biológica y concentra una gran diversidad cultural
distribuida a lo largo y ancho del territorio nacional (sexto
lugar del mundo), desde las vastas zonas áridas del
noroeste hasta los bosques tropicales húmedos del sureste.
Lo anterior en parte se debe a la peculiar posición
geográfica del país, donde se intersectan
diferentes regiones biogeográficas continentales y
mundiales: la región biótica neártica y
neotropical.
Biodiversidad de México
Especies | No. de Especies | Total Mundial | Lugar de México en el |
Mamíferos | 449 * | 4,170 | 2º |
Aves | 1,150 * | 9,198 | 20º |
Anfibios | 282 ** | 4,184 | 4º |
Reptiles | 717 *** | 6,300 | 1º |
Mariposas | 2,052 **** | 4º | |
Plantas vasculares | 25,000 ***** | 250,000 | |
Algas macroscópicas | 1,500 a ***** | ||
Briófidas | 2,000 b ***** | ||
Pteridiófitas | 1,500 c ***** | ||
Total | 29,650 **** |
Fuente: CONADE, 1992: 61.
* El primer lugar en el mundo lo ocupa Indonesia con 515
especies.
** 63% son endémicas en nuestro
país
*** 80% son endémicas en México (574
especies)
**** 52 especies pertenecientes a la familia
papilionidae y 2,000 diurnas
***** Se calcula que a esta cifra se podrían
incorporar de 25,000 a 30,000 que faltan por estudiar.
Asimismo, México es uno de los principales
centros de domesticación de plantas cultivadas del planeta
(una de las regiones del planeta también conocidas como
centros Vavilov). Cerca del 25% del total de especies de plantas
superiores que hay en el país posee algún uso.
Sobresalen el maíz, frijol, chile, aguacate, jitomate,
amaranto, calabaza, cacao, tabaco y la
vainilla. También es el caso del sahuhui, la chía,
el haba, el guaje, el camote, la yuca, jícama, el girasol;
numerosas frutas (piña, chirimoya, anona, papaya, zapote
negro y blanco, etc.), estimulantes como el maguey pulquero, el
peyote y el tolache; fribras vegetales (distintas variedades de
henequén e izote), entre otras variedades. En general, de
acuerdo con la CONABIO (Comisión Nacional para el Estudio
y Uso de la Biodiversidad. México, 1994), la diversidad de
alimentos que se consumen en México se sustenta en
más de un centenar de plantas cultivadas, 600 especies de
plantas silvestres, 300 de peces, moluscos y crustáceos y
más de 100 de insectos.
Es por todo lo anterior, que en la actualidad son las
sociedades
rurales, y en particular las indígenas, quienes han y
siguen preservando el germoplasma no sólo vegetal (que
constituye la mayor parte de los alimentos básicos que se
consumen en el país), sino la totalidad del que
está presente en el medio que las rodean.
Así, de manera contrastante, encontramos que el
territorio concentra una amplia variedad de recursos naturales:
suelos, agua,
flora y fauna. La
coincidencia entre las regiones culturalmente más diversas
y ricas en germoplasma vegetal y animal, al igual que en el resto
del mundo, no es casual sino causal. Se ha calculado que las
áreas habitadas por pueblos indígenas albergan
entre el 55 y 60 por ciento del total nacional, cifra que
considera exclusivamente las especies de flora y fauna
continentales. Ello explica la razón por la que estos
grupos
sociales son núcleos de un diversificado acervo de
conocimientos y saberes asociados con los ciclos de la naturaleza
y las propiedades de la flora y la fauna silvestre, aspectos
inherentes a su concepción del mundo de carácter
precapitalista.
Considerado lo anterior y siendo vecino de EUA, el
principal promotor de la biotecnología y
biopiratería a nivel mundial, México se ha
convertido en un país ejemplar para montar muchas de las
variantes más sofisticadas y agresivas del robo de
biodiversidad. En este panorama, destacan cuatro contratos de
bioprospección que, como principalmente Casifop y RAFI lo
han denunciado, conforman "la punta del iceberg"mexicano. En su
documento, La Biopiratería en México: la punta
del iceberg, se señalan los siguientes cuatro
contratos aquí retomados y ampliados:
- Sandoz (Novartis) – Unión de Comunidades
Forestales Zapotecas y Chinantecas (Uzachi) de la Sierra de
Juárez en Oaxaca - ICBG/Zonas Áridas (Bioactive agents from
dryland plants in Latin America), el Jardín
Botánico y la Facultad de Química de la UNAM
– Universidad
de Arizona, Luisiana y Perdue/AmericanHome Products y American
Cyanamid - ICBG Maya – Colegio de la Frontera
Sur- Universidad de Georgia/Molecular Natural
Limited - Instituto de Biotecnología de la UNAM –
Diversa
Caso a
Dado el grado de confidencialidad de los proyectos, lo
poco que se sabe es que respecto al contrato de
Sandoz (ahora Novartis), ERA y la Uzachi –Bio Lead
Project-, es que éste forma parte de un programa
internacional de investigación de Novatis que se
desarrolló también en Panamá y la India. A
diferencia de los otros proyectos, en este caso no participaron
universidades o centros de investigación mexicanos
–pese a que fue propuesto inicialmente al Instituto
Politécnico Nacional y la UNAM-. El contrato se
firmó directamente con una asociación civil
consultora, ERA, y una asociación de comunidades
indígenas, la Uzachi. Los términos del contrato
incluyen el establecimiento de un laboratorio en
Sierra Juárez, y la capacitación
de personal para trabajar en él con el fin de enviar
cada año 2 mil muestras al laboratorio de Sandoz en Suiza.
El laboratorio le costó 50 mil dólares a Sandoz,
multinacional que también pagó 10 mil
dólares anuales por las muestras (una vez recibidas), los
salarios de los
técnicos y los costos de
administración y asesoría. El contrato
también estipula que si se desarrolla algún
fármaco a partir de muestras eviadas, se le pagaría
un monto fijo y único a la Uzachi de entre 1 a 2 millones
de dólares, dependiendo del valor
comercial del mismo, ello sin haber ningún acuerdo de pago
de regalías. Al parecer, formalemente terminó en
1999 y extrajo miles de muestras de hongos micro y
macroscópicos de la Sierra Norte de Oaxaca a lo largo de
dos años (al menos 3,000 muestras por año). El
objetivo central fue identificar componentes activos
prioritariamente para posibles curas del Sida y
Cancér, entre otros usos, e incluye las especies de hongos
comestibles de las localidades donde se desarrollo la
investigación, así como de especies forestales no
maderables. En total se calcula entre nueve y diez mil muestras
de hongos micro y macroscópicos.
Caso b
En el caso de American Cyanamid, filial de American Home
Products, están involucradas las universidades de Arizona,
Luisiana (G.W. Hansen´s Disease Center) y Perdue, asimismo
la Facultad de Química y el Jardín Botánico
de la UNAM. Según los informes del
proyecto, ese conjunto de contratos se formalizan en 1992, con la
CBD impulsada por el Banco Mundial y patrocinada por el GEF. El
proyecto incluye además de los copartícipes
mexicanos, a los de Argentina y Chile: el Instituto Nacional de
Tecnología Agrícola de Argentina, la Universidad de
Patagonia
(Argentina) y la Universidad Pontífice Católica de
Chile.
El proyecto, para la fracción de México,
al mando del Dr. Robert Bye -parte del cuerpo administrativo y
docente de la UNAM-, está recolectando muestras de cactus,
xerófitas y otras plantas de los desiertos de los Estados
de Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Durango, San Luis Potosí,
Puebla, Nuevo León, Oaxaca y Chiapas. Obtuvo de 1993 a
1997 alrededor de 3 mil 500 extractos, renovándose el
contrato hasta el 2003.
Lo más riesgoso de este acuerdo en el caso de
México, es el libre acceso a los Bancos de
Información Genética del Jardín
Botánico de la UNAM. Según el propio ICBG, el Dr.
Bye, "…está desarrollando las bases de datos
más grandes de todo el proyecto de las zonas
áridas, sobrepasando las expectativas que se tenían
para los tres países en su conjunto". Esto se debe a que
hoy en día las CMNs farmacéuticas y químicas
pueden construir compuestos activos a partir de la
búsqueda de estructuras moleculares ad hoc a un uso
específico. Como resultado, las Bibliotecas de
Químicos Originales (Novel Chemical Libraries)
se han convertido en un negocio importante en el que la
mayoría de las CMNs involucradas, como Diversa y CombiChem
por mencionar algunas, son estadounidenses.
No sorprendería que Bye tenga además
acceso a la base de datos
del Herbario Nacional, administrado también por la UNAM, y
mucho menos que la incluyera en el sistema de información
que está preparando para el ICBG. Lo anterior es grave, ya
que según datos de Patricia Dávila (Jefa del
Departamento del Instituto de Biología de la UNAM),
en México cerca del 55 al 60% de las especies de los
herbarios mexicanos son endémicas, colocándose en
los primeros lugares de entre los demás Jardines de la
periferia.
Caso c
El proyecto entre el ICBG Maya, el Colegio de la
Frontera Sur (COLMEX), la Universidad de Georgia y la empresa
inglesa Molecular Natural Limited, firmado en 1998, de igual
modo, busca sustancias activas (especialmente para la industria
farmacéutica), pero se centra en el Estado de
Chiapas. Lo crítico radica en que bajo el mando del Dr.
Brent Berlin, de la U. de Georgia, se está haciendo uso
del conocimiento y la mano de obra de las comunidades locales. A
pesar de que el proyecto se firmó en 1998-99, las
investigaciones etnobotánicas de Berlin en la
región vienen desde 1987, cuando inició un estudio
de la Medicina
Etnobotánica Maya. Brent publicó en 1996 un
libro que
describe pormenorizadamente el uso médico de la
biodiversidad de Chiapas, su localización y abundancia.
Dicha publicación la llevó a cabo junto con Elois
Berlin, y un equipo grande de botánicos,
farmacólogos, antropólogos y etnobotánicos
de la U. de Georgia, el Colmex, la Academia de Ciencias de
California (Berkeley), la Universidad de Idaho, el Instituto
Smithsoniano y el Instituto Mexicano del Seguro
Social.
El proyecto de biopropección está buscando
validar el patentamiento de las investigaciones añejas de
Berlin, mediante la reciente solicitud de comercializar los
componentes activos que supuestamente apenas van a extraer. Sin
embargo, también se trata de reconfirmar el trabajo de
Berlín pero ahora a nivel molecular. Hasta 1999
había recolectado casi 6 mil muestras tan sólo en
comunidades como Chenalhó, Oxchuc, Tenejapa y Las
Margaritas. Se instalaron JBs por regiones. El total de Jardines
del Proyecto es cerca de 15 y 16, de los cuales 4 están
completos y el resto aún están recabando
muestras.
Caso d
Este contrato vigente desde 1998, fue realizado entre la
UNAM mediante el Instituto de Biotecnología y la empresa
Diversa. Jorge Soberón M., actual secretario ejecutivo de
la CONABIO –Comisión Nacional para el conocimiento y
uso de la Biodiversidad-, aprobó dicho Proyecto de
"bioprospección comercial" a cambio de que el Instituto de
Biotecnología recibiera el equipo necesario para que
maquilara muestras biológicas. Diversa pretende
encontrar organismos que viven en condiciones extremas de los que
se puedan obtener sustancias activas de gran potencial
económico. Se le conoce como la empresa que logró
el primer acuerdo de bioprospección en EUA en 1997
(Yellowstone National Park), ha reclamado 700 patentes de
enzimas y
tiene acuerdos con Hoffmann-La Roche, Dow Chemical Co., Sigma,
entre otras. El acuerdo le permite a Diversa tener acceso a las
ANPs de México, incluyendo las llamadas "reservas de la
biosfera" de propiedad y uso exclusivo de la Federación,
además de que se da por aceptado el derecho a patentar en
otros países la biodiversidad mexicana dado que no existe
en nuestro país legislación alguna al respecto. Lo
más grave radica en los contratos o acuerdos paralelos que
tiene Diversa. Tal es el caso del que tiene con Celera, empresa
responsable del desciframiento del genoma humano. Basta con
revisar su página de internet para confirmar que
han acordado descifrar distintos genomas y patentar los
genes únicos que se llegaran a encontrar en la
"Biblioteca
Genética" de Diversa. Coordinado a tal acuerdo, hay otro
que llama la atención: el celebrado entre Celera y los
Laboratorios Sandía. Esta última es una
institución esencialmente militar encargada de algunas de
las investigaciones de alta confidencialidad del
Pentágono. Por lo que podríamos afirmar que la UNAM
está maquilando, en términos de ingeniería
genética (biomaquila), muestras biológicas
mexicanas con potencial comercial a 50 dólares cada una,
según el contrato firmado. Así, se ceden todos los
Derechos de Patente a Diversa, la que a su vez los puede
transferir a "otros", incluyendo el DdD de los EUA.
Aunque estos cuatro contratos destacan por ser los de
mayor envergadura, no son las únicas actividades de
biopiratería en el país. Son tan sólo la
punta del iceberg mexicano, porque hay otros casos como el de
Savia/Pulsar que lleva varios años en Montes Azules
(Chiapas) operando con el apoyo de la Secretaría del Medio
Ambiente, CI, algunos biólogos, ecólogos y
biotecnólogos de la UNAM, -probablemente en
colaboración con Brent Berlín-. Igualmente se sabe
que han estado presentes en los Estados de Oaxaca y Chiapas,
etnobotánicos y biólogos de Japón y
de Alemania, sin
embargo no hay documentación que avale las denuncias
indígenas al respecto.
- Algunas precisiones respecto a la
Biopiratería en AL y el mundo y alternativas de
contratendencia
Desde hace varios años, múltiples empresas
y CMNs involucradas en biopiratería, así como en el
desarrollo de las tecnologías que hacen uso de la
biodiversidad, han descalificado las denuncias y críticas,
aludiendo que muchos "Acuerdos de Bioprospección" son de
carácter estrictamente científico, y en el caso de
ser de carácter comercial, argumentan que la moderna forma
de extraer y usar la biodiversidad comienza a ser pagada y por lo
tanto se vuelve generadora de recursos para los ENPs. Esto
mediante "repartos de beneficios" en forma dineraria, equipo
técnico, calificación científica, programas
de desarrollo
social/ambiental, entre otros.
Lo que nunca se dice es que, en caso de ser de
carácter científico, generalmente están
involucrados no sólo Institutos de Investigación,
sino también empresas y CMNs, lo que deja a su arbitrio el
uso exclusivamente científico o no, de las muestras y
conocimiento obtenidos. En el caso de ser comercial, hasta hoy en
día, según RAFI, no se ha registrado en el mundo un
solo pago por regalías, aunque sí se hayan
acordado y otorgado el soporte técnico necesario
para extraer la riqueza biológica planetaria.
Lo anterior responde a un proceso complejo: Por un lado
resulta indispensable otorgar los medios
técnicos para extraer la biodiversidad, convirtiendo a los
propios ENPs, justamente los que son saqueados, en
biomaquiladores al servicio de los ENCs. Por otro lado y dado el
intenso proceso de fusiones entre
las CMNs y las empresas vinculadas al desarrollo
biotecnológico, resulta difícil seguir el camino de
los recursos biológicos extraídos, ruta que es
aún más enmarañada dada la dificultad para
determinar qué productos están siendo usados,
debido al intrincado proceso bioindustrial.
Como respuesta al complejo escenario descrito a lo largo
del presente artículo, la resistencia aislada
frente a estos capitales, sobre todo cuando se trata de
comunidades indígenas, es una batalla difícil, si
no es que perdida. Considérese el caso clásico
entre Costa Rica y Merck, donde esa CMN, además de haber
adquirido el apoyo del Estado, su capital sobrepasa el PIB de dicho
país y tiene más abogados de los que ahí se
forman. Entonces, ¿cómo pueden las comunidades
agrícolas e indígenas costarricenses aisladas dar
una pelea efectiva?
La alternativa está primero, en la
construcción de un tejido social fuerte y organizado que
se conecte con lo local (ciudad/campo) y lo nacional, y
qué mejor si se liga a lo internacional. Necesariamente
como segundo punto, la construcción social de una
alternativa, debe a la vez vincular e incidir en el Estado, como
se muestra en la
experiencia histórica mexicana del proceso de la
nacionalización de las empresas petroleras, para dar
cuenta del peso que puede y debe adquirir la dinámica
social sobre la estructura
gubernamental. Por ello se requiere cautela para no caer en el
error de tomar como positiva la propuesta de otorgar a los
indígenas derechos sobre el uso y manejo de sus recursos,
la que se ha hecho en distintos ENPs. Para que fuese socialmente
positiva, tendría y tiene que ser entendida, asumida y
respetada por los distintos "actores sociales" como derechos
colectivos y no individuales. Algo que no se ha logrado en
México por los vacíos presentes en la aprobada
Ley de Derechos Indígenas en Abril del 2001. Esa
Ley deja a las comunidades defensivamente débiles y
asiladas frente al mercado que de antemano presupone la
cancelación de la colectividad. Permitiéndole a las
CMNs insertar a las comunidades en esa lógica a
través de contratos individuales, basándose en su
concepción de concebir los derechos colectivos como
individuales y entonces "privados", de manera que tales CMNs se
colocan en una posición ventajosa. Por lo anterior,
habría que desmontar la idea de la supuesta "neutralidad"
del mercado, para poder medir la correlación real de
fuerzas entre capitalistas y la resistencia.
En este tenor, no hay que perder de vista que el papel
central de las luchas indígenas y campesinas en distintas
partes del mundo como impulsoras iniciales de una
concientización social. Tampoco hay que desestimar que su
lucha tiene un límite en donde es necesario que nos
incluyamos los distintos miembros del sujeto social
proletario.
El subcomandante zapatista Marcos lo plantea
así,
"…nosotros nos quedamos sin salidas, la única
forma de hacernos fuertes era salir, era caminar, pero no
teníamos ningún pie, teníamos la voz y la
mirada pero teníamos que llevar esa voz y esa mirada a
donde fuera escuchada y a donde esa mirada tuviera
dirección, entonces tuvimos que pedir prestados los pies
de otros. A la hora que tuvimos que pedir prestados esos pies
de otros tuvimos que construirlos porque no existían
entonces empezamos a hablar, a hablarle al otro empezamos a
darle un rostro, el que otros le negaron. Empezamos a llamarlos
y pediéndoles que fueran los pies…ese muñeco se
encuentra con el problema de que los pies dicen que quien manda
es la cabeza ,la historia esta hecha así, lo que no
ocurre es que los pies manden a la cabeza, pero la cabeza necia
con que los que tienen que mandar son los pies. Finalmente, la
cabeza dice lo que todos están pensando y nadie se
atreve a decir, que en el recorrido se dan cuenta que el mundo
esta de cabeza, que tiene el que no necesita y el que necesita
no tiene nada. Finalmente ese día, mañana, llegan
al lugar donde éste se puede voltear de un lado para
otro, y a la hora de que el mundo se voltea, los pies descubren
que eran la cabeza y la cabeza se da cuenta que nunca dejo de
ser un pie…"
Por lo tanto, la sociedad, en conjunto a un Estado que
responda a sus intereses colectivos, definirían el rumbo
Nacional de los recursos –no sólo
bióticos-, haciendo frente y desplazando a las
oligarquías nacionales y a las estructuras de poder de los
Estados Nacionales hegemónicos y sus CMNs. Tal
sería el fundamento de la resistencia en el plano regional
e internacional.
-Conclusión-
Los argumentos antes mencionados, son resultado de la
irreductible diversidad biológica y cultural del mundo,
como límites a un Sistema que ha creado riqueza pero
también miseria (objetiva y subjetiva), y que nos lleva a
buscar en contracorriente una alternativa. Así, la salida
estaría en articular leyes, códigos y biodiversidad
viviente, BsG y ecosistemas, saberes locales y formales; pero por
encima de todo, colocando como punto clave de partida al
territorio concreto, pues
en última instancia la biodiversidad se pierde in
situ y se restituye in situ. El proceso empieza y
termina en el ecosistema,
donde el eje articulador no está en el Capital sino en la
capacidad autogestiva de la Nación
y entonces de sus comunidades, hecho que implica de entrada una
nueva racionalidad ecológica, con nuevas formas de acceso,
propiedad, uso y manejo de los recursos
bióticos.
Gian Carlo Ramos