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Cáncer de lengua



    1. Explicación de las
      etapas
    2. Detección del
      cáncer oral
    3. ¿Qué es el
      cáncer de lengua?
    4. ¿Cuál es la causa
      de un cáncer de lengua?
    5. ¿Cuáles son los
      síntomas de un cáncer de
      lengua?
    6. ¿Cómo se
      diagnostica el cáncer de lengua?
    7. ¿Cuál es el
      tratamiento de un cáncer de lengua?
    8. ¿Qué es la
      radioterapia?
    9. Cáncer y
      quimioterapia
    10. Anexos
    11. Conclusión
    12. Bibliografía

    Introducción

    ¿Qué es el cáncer
    del labio y la cavidad oral?

    El cáncer del labio y la cavidad oral es una
    enfermedad en la cual se encuentran células
    cancerosas (malignas) en los tejidos del labio
    o de la boca. La cavidad oral incluye las dos terceras partes
    delanteras de la lengua, las
    encías superiores e inferiores, el recubrimiento interior
    de las mejillas y los labios (la mucosa bucal), el suelo de la boca
    debajo de la lengua, la parte superior ósea de la boca (el
    paladar duro) y el área pequeña situada
    detrás de las muelas del juicio (el trígono
    retromolar).

    Los cánceres de la cabeza y el cuello se
    encuentran con mayor frecuencia en personas que tienen más
    de 45 años.

    El cáncer del labio es más común en
    los hombres que en las mujeres y tiene mayor probabilidad de
    desarrollarse en personas de piel clara que
    han estado muy
    expuestas al sol. El cáncer de la cavidad oral es
    más común en personas que mastican tabaco o fuman
    pipa.

    Usted deberá acudir a un médico si tiene
    alguna protuberancia en el labio, la boca o las encías,
    una llaga que no sana en la boca, o si sangra o siente dolor en
    la boca. Otro signo de cáncer de la boca o de las
    encías es el que las dentaduras postizas dejen de sentar
    bien. A menudo el cáncer de la cavidad oral y del labio
    los encuentran los dentistas al examinar los dientes.

    Si usted tiene síntomas, el médico le
    examinará la boca empleando un espejo y luces. El
    médico puede indicar que le hagan radiografías de
    la boca. Si se encuentra algún tejido anormal, el
    médico tendrá que cortar un pedazo y observarlo con
    el microscopio para
    determinar la presencia de células cancerosas. Este
    procedimiento
    se conoce como biopsia. A usted se le dará una sustancia
    que le dormirá esa parte de la boca por un rato (un
    anestésico local) para que no sienta dolor. El
    médico también palpará la garganta en busca
    de protuberancias.

    Sus posibilidades de recuperación
    (pronóstico) dependerán de si el cáncer se
    encuentra en los labios o en la boca, de si se encuentra
    solamente en los labios o la boca o se ha diseminado a otros
    tejidos (la etapa del cáncer), y de su estado general de
    salud.


    EXPLICACION DE LAS ETAPAS

    Etapas del cáncer del labio y
    la cavidad oral

    Una vez que se encuentre el cáncer del labio y la
    cavidad oral, se harán otras pruebas para
    determinar si las células cancerosas se han diseminado a
    otras partes del cuerpo. Este proceso se
    conoce como clasificación por etapas. El médico
    necesita conocer la etapa de la enfermedad para planificar el
    tratamiento adecuado. Para el cáncer del labio y la
    cavidad oral se emplean las siguientes etapas:

    Etapa I

    El cáncer no mide más de 2
    centímetros (cerca de 1 pulgada) y no se ha diseminado a
    los ganglios linfáticos del área (los ganglios
    linfáticos son estructuras
    pequeñas en forma de frijol que se encuentran en todo el
    cuerpo y cuya función es
    producir y almacenar células que combaten las
    infecciones).

    Etapa II

    El cáncer mide más de 2
    centímetros, pero menos de 4 (menos de 2 pulgadas) y no se
    ha diseminado a los ganglios linfáticos del
    área.

    Etapa III

    Se da una de estas situaciones:

    El cáncer mide más de 4
    centímetros.

    El cáncer tiene cualquier tamaño pero se
    ha diseminado solamente a un
    ganglio linfático situado en el mismo lado del cuello
    que el cáncer. El
    ganglio linfático que tiene cáncer no mide
    más de 3 centímetros (poco más de
    una pulgada).

    Etapa IV

    Se podría dar cualquiera de las siguientes
    situaciones:

    El cáncer se ha diseminado a los tejidos
    situados alrededor del labio y de
    la cavidad oral. Los ganglios linfáticos del área
    pueden o no tener cáncer.

    El cáncer tiene cualquier tamaño y se ha
    diseminado a más de un ganglio
    linfático en el mismo lado del cuello donde está
    el cáncer, a ganglios
    linfáticos de uno o ambos lados del cuello, o a
    cualquier ganglio linfático
    que mida más de 6 centímetros (más de 2
    pulgadas).

    El cáncer se ha diseminado a otras partes del
    cuerpo.

    DETECCION DEL
    CANCER
    ORAL

    Dorso de la lengua

    Con la lengua del paciente en posición
    descansada, y la boca parcialmente abierta, inspeccione el dorso
    de la lengua de alguna inflamación, ulceración,
    recubrimiento, o variación del tamaño, color y textura.
    También tenga en cuenta cualquier cambio en el
    patrón de la papila que cubre la superficie de la lengua y
    examine la punta de la lengua. El paciente deberá protruir
    la lengua, y el examinador deberá tener en cuenta
    cualquier anormalidad en la movilidad o posicionamiento.

    Margen lingual
    izquierdo

    Con la ayuda de espejos, inspeccione los márgenes
    laterales derecho e izquierdo de la lengua.

    Margen lingual derecho

    Raspando la punta de la lengua con un pedazo de gasa
    ayudará a la protrusión completa y permitirá
    el examen de los aspectos posteriores de los bordes laterales de
    la lengua.

    Lengua ventral

    Examine la superficie ventral. Palpe la lengua para
    detectar crecimientos.

    Piso

    Con la lengua aún elevada, inspeccione el piso de
    la boca buscando cambios de color, textura, hinchazones u otras
    anormalidades en la superficie.

    Cáncer de lengua

    ¿Qué es el
    cáncer de lengua?
    Consiste en la
    transformación maligna de las células que forman la
    lengua.
    La lengua está compuesta de tejidos de distinta naturaleza:
    epitelio que tapiza la superficie, epitelio que forma
    glándulas salivares y receptores del gusto,
    músculos y nervios. Cada uno de estos tejidos puede sufrir
    transformación maligna y dar lugar a un cáncer de
    lengua. Cada uno de estos tipos de tumores tiene una evolución, tratamiento y pronóstico
    distinto.

    ¿Es frecuente el cáncer de
    lengua?
    La respuesta es clara: no. No existen datos oficiales
    de la incidencia del cáncer de lengua en España,
    pero se estima que este tipo de cáncer supone
    aproximadamente el 6% de los cánceres en general y el 30%
    de todos los cánceres de cabeza y cuello. La India es el
    país del mundo donde hay una mayor incidencia de
    cáncer de lengua y Francia es el
    país de la Unión
    Europea donde es más frecuente. Es dos veces
    más frecuente en hombres que en mujeres. En los
    últimos 20 años está igualándose esta
    proporción debido al aumento del consumo de
    tabaco entre las mujeres.
    Los tipos de cáncer de lengua más frecuentes
    son:

    • El carcinoma epidermoide (transformación
      maligna del epitelio de superficie) que supone el 95% de los
      casos.
    • El carcinoma adenoide quístico
      (transformación maligna del epitelio que forma
      glándulas salivares).

    ¿Cuál es la
    causa de un cáncer de lengua?
    Hay dos causas
    fundamentales en la aparición de un carinoma epidermoide
    de lengua:

    • El tabaco:
      el 95% de los pacientes que desarrollan un cáncer de
      lengua son consumidores de tabaco.
    • La irritación mecánica crónica.

    El tabaco es el factor de riesgo más
    importante en la aparición de un cáncer de lengua.
    El riesgo de aparición de dicho cáncer va en
    progresión con la intensidad del consumo de tabaco.
    El alcohol
    es un factor favorecedor de la aparición de dicho
    cáncer pues fomenta la acción
    cancerígena del tabaco. Por tanto, la unión de
    tabaco y alcohol
    aumenta 15 veces el riesgo de sufrir un cáncer de
    lengua.
    Una mala higiene
    buco-dental y prótesis o
    dientes en mal estado que rozan constantemente en la lengua
    pueden originar una úlcera que no cura y que se
    constituye, en muchos casos, en la lesión previa a la
    aparición de un cáncer de lengua.
    Existen otros factores que favorecen la aparición del
    cáncer de lengua como las infecciones por virus,
    hongos y
    lesiones de origen autoinmune (liquen plano).
    En el carcinoma adenoide quístico no existe una clara
    asociación entre un factor causal y la aparición de
    este tipo de cáncer.

    ¿Cuáles son los síntomas de un
    cáncer de lengua?
    Cualquier úlcera o
    herida de la lengua, que no duele, pero que no cura en 15
    días, en un paciente varón, fumador y bebedor, con
    una higiene dental deficiente o alguna pieza en mal estado o
    prótesis que roza, debe ser motivo de consulta con el
    médico y subsiguiente valoración por el
    especialista. Cuanto antes consulte el paciente, mayores
    posibilidades de curación.
    Pueden aparecer otros síntomas como: dolor local, dolor de
    oído,
    dolor en la mandíbula y bulto en el cuello. La
    aparición de estos síntomas suele estar asociada a
    lesiones grandes y, por tanto, de peor
    pronóstico.

    ¿Cómo se
    diagnostica el cáncer de lengua?
    El
    médico general debe ver la lesión y palparla.
    Cualquier lesión de lengua dura a la palpación y
    que no cura en 15 días debe ser remitida al especialista.
    El carcinoma adenoide quístico puede crecer como un bulto
    de características benignas.
    Cualquier lesión en la lengua que tenga las
    características antes mencionadas o produzca dichos
    síntomas es susceptible de ser sometido a biopsia.

    La biopsia consiste en la toma de un trozo del tejido lesionado
    con anestesia local con el fin de analizarlo al microscopio y
    determinar si estamos ante un cáncer de lengua y, si se
    confirma, de que tipo de cáncer se trata.

    ¿Cuál es el tratamiento de un
    cáncer de lengua?
    Los tumores pequeños (de
    menos de 4 cm) pueden ser tratados bien con
    cirugía o bien con radioterapia, con el mismo
    resultado.
    El buen pronóstico de estos enfermos no obvia el
    seguimiento a que deben ser sometidos por el alto riesgo de
    metástasis en el cuello e incluso en otros órganos
    del cuerpo. Este axioma se aplica fundamentalmente al carcinoma
    adenoide quístico.
    Los tumores grandes (más de 4 cm) deben ser tratados con
    cirugía y radioterapia postoperatoria. El tratamiento
    quirúrgico que se dispensa a estos pacientes es muy
    agresivo y mutilante, por lo que debe fundamentarse en un buen
    apoyo psicológico al enfermo, explicar claramente al
    paciente la intervención que va a sufrir y, por parte del
    cirujano, tener un buen entrenamiento
    quirúrgico para la reconstrucción estética de los pacientes.
    Algunos autores utilizan la radioterapia y la quimioterapia antes
    de la cirugía con el fin de disminuir el tamaño del
    tumor y realizar una intervención menos agresiva. Este
    tratamiento es discutido por algunos autores. La opinión
    personal del
    autor es contraria a este procedimiento. La razón estriba
    en que nunca la reducción del tamaño puede variar
    los límites de
    la operación. Si fuera así, dejaríamos algo
    de tumor residual, lo cual es de pronóstico infausto para
    el paciente.

    ¿Cuál es el resultado del tratamiento
    del cáncer de lengua?
    El dato de peor
    pronóstico previo al tratamiento es la presencia de
    metástasis en el cuello.
    No sabemos porqué, pero los pacientes menores de 45
    años tienen peor pronóstico que los pacientes de
    mayor edad.
    La causa más frecuente de muerte en los
    pacientes con cáncer de lengua es la reaparición
    del tumor en la lengua o la aparición de metástasis
    en el cuello. Al 57% de los pacientes tratados con éxito
    les puede suceder esto.
    En tumores pequeños, el control local de
    la enfermedad se produce en el 80% de los pacientes. Entre el 50
    y 70% de los enfermos tratados sobreviven a los cinco años
    del tratamiento.
    En tumores grandes, el control local de la enfermedad se produce
    en el 50% de los pacientes. Entre el 20 y el 40% de los pacientes
    sobreviven a los cinco años del tratamiento.

    ¿Cuáles son los últimos avances en
    el cáncer de lengua?
    Actualmente las investigaciones
    intentan desentrañar el mecanismo genético que
    origina el cáncer de lengua. Sabemos que la
    alteración del oncogén supresor que codifica para
    la proteína p53 está muy relacionado con la
    aparición de muchos de los carcinomas epidermoides de
    cabeza y cuello. Además están involucrados otros
    genes como el erb-b1 y el c-myc.
    Cada vez hay más evidencia que las infecciones virales
    pueden tener un papel en el origen de un cáncer de lengua.
    El virus más
    frecuentemente encontrado en estos tumores es el virus del
    papiloma humano (HPV-16).
    Futuras investigaciones desvelarán la causa y el mecanismo
    de origen del cáncer de lengua y esto nos permitirá
    aplicar tratamientos más eficaces y menos
    agresivos.

    ¿Qué es la
    radioterapia?
    La radioterapia consiste en dirigir
    rayos de alta frecuencia a una zona cuyo tamaño y volumen se
    determinan por adelantado. La radioterapia es, por tanto, un
    tratamiento local.

    En la radioterapia los rayos lesionan deliberadamente
    los tejidos que se pretende eliminar, generalmente tumores
    malignos.

    Cuando se efectúa un escáner o
    una radiografía también se usan rayos, pero
    éstos son de una energía muy débil (para no
    dañar los tejidos) comparados con los que se usan en la
    radioterapia. En la radioterapia, estos rayos tienen una
    energía mucho mayor y lesiona deliberadamente los tejidos
    que se pretende eliminar, generalmente tumores malignos. Estos
    rayos son emitidos por unas máquinas
    especialmente diseñadas para este fin.
    Los rayos están compuestos por fotones o
    partículas. Los tipos de rayos y sus propiedades
    varían según los distintos tipos de
    partículas usadas para la radioterapia. Algunos rayos
    actúan a distancias muy cortas (unos pocos
    milímetros) y otros a distancias más largas (unos
    pocos centímetros). Esto hace posible a los médicos
    adaptar el tratamiento dependiendo del volumen que se debe tratar
    y de la profundidad a la que está el tumor, preservando a
    la vez los tejidos sanos que lo rodean.
    Los diferentes tipos de rayos utilizados por los radioterapeutas,
    agrupados bajo el nombre de radiaciones ionizantes, son
    principalmente:

    • Los rayos
      X
    • Los rayos gamma
    • Con menos frecuencia, los protones y los
      neutrones.

    ¿Para qué sirve la
    radioterapia?
    Todos los órganos de nuestro cuerpo
    están formados por millones de células. Para
    mantener la correcta función de nuestros órganos,
    las células deben renovarse de forma regular.

    En condiciones normales esta renovación
    está controlada de forma muy estrecha. Pero si ciertas
    células escapan a este control y empiezan a multiplicarse
    sin freno, se forma un cáncer.
    La radioterapia hace entonces posible la destrucción
    selectiva de las células cancerosas, mediante la ruptura
    de sus cromosomas
    principalmente. En los tumores que se conocen como
    radiosensibles, las células cancerosas tienen una
    sensibilidad mayor a la radiación
    (mayor vulnerabilidad a la misma) que las células normales
    que las rodean. Lo cual hace posible matar a las células
    cancerosas sin dañar las células sanas que rodean
    al tumor.

    ¿Cuáles son los diferentes tipos de
    radioterapia?
    Se distinguen:

    • La radioterapia externa: los rayos son emitidos por
      una fuente que está en el exterior de la persona.
    • La radioterapia interna: los rayos son emitidos por
      una fuente radioactiva introducida en el interior del cuerpo.
      Este tipo de radioterapia se denomina
      braquiterapia.

    ¿Cuándo se utiliza la
    radioterapia?
    La radioterapia se usa en muchos
    cánceres. Generalmente en etapas tempranas, cuando el
    cáncer está localizado, y se administra como
    complemento a la cirugía y a veces, a la quimioterapia. En
    este caso, se habla de la radioterapia
    con un fin curativo.
    En los estadios más avanzados del cáncer, la
    radioterapia es paliativa. Ya no existe la posibilidad de
    erradicar por completo el cáncer, pero sí de
    suavizar los dolores inducidos por el tumor o sus
    metástasis.
    Como regla general, la radioterapia actúa de forma
    más rápida que la quimioterapia en los tumores
    radiosensibles, incluso cuando éstos son quimiosensibles
    (vulnerables a fármacos anticancerosos).

    Con la radioterapia uno puede:

    • Curar algunos cánceres.
    • Aliviar determinados síntomas causados por el
      tumor o sus metástasis y por tanto, mejorar la calidad de
      vida de la persona.
    • Mejorar los resultados de otros tratamientos
      utilizados (ya sea quimioterapia o cirugía).

    ¿Qué puede hacer uno mismo?
    Hay
    ciertos detalles que uno mismo puede hacer y que ayudarán
    al éxito del tratamiento:

    • Comer y descansar: durante el tratamiento con
      radioterapia, el cuerpo utiliza más energía de lo
      habitual, y es posible sentirse cansado. Comer evitando
      adelgazar y dormir suficientemente durante la noche
      ayudarán a aliviar el cansancio.

    .Hay que ser extremadamente cuidadoso con la piel en
    el área de tratamiento. Evitar usar ropa ajustada,
    así como jabones, desodorantes, perfumes o
    cosméticos sin consultar con el médico.
    Éste probablemente recomendará una loción
    hidratante que deberá aplicarse con frecuencia. Se debe
    proteger el área de tratamiento de los rayos del sol. No
    frotar ni aplicar bolsas de frío o calor en el
    área tratada.

    • Consultar cualquier nuevo medicamento que vaya a
      tomar con el médico, pues hay determinados
      fármacos que pueden aumentar la sensibilidad de la piel
      a la radiación.

    ¿Cuál es el seguimiento después
    de la radioterapia?
    Unas semanas después de la
    terapia, el médico pedirá una radiografía o
    un escáner de la zona irradiada para evaluar la respuesta
    a la misma. El médico que indicó el tratamiento de
    radioterapia programará visitas periódicas,
    conforme sea necesario. El cuidado posterior, además de
    verificar los resultados del tratamiento, también puede
    incluir tratamientos adicionales para el cáncer,
    rehabilitación y asesoramiento.

    Cáncer y
    quimioterapia

    ¿Qué es la quimioterapia?
    En el
    término quimioterapia se recoge todo tratamiento utilizado
    para matar las células cancerosas por medio de
    fármacos administrados por vía intravenosa (a
    través de las venas), o por la boca. Los medicamentos
    utilizados para este propósito son numerosos. Se agrupan
    por su modo de acción sobre las células
    cancerosas.

    Los médicos prescriben diferentes combinaciones
    de fármacos que se dan al mismo tiempo para
    tratar el tumor. El término quimioterapia no se aplica a
    un tipo específico de medicamento, sino al tratamiento en
    general.
    La quimioterapia utilizada varía dependiendo del tipo de
    cáncer que se debe tratar. Ciertos tratamientos se dan
    frecuentemente en el tratamiento de determinados cánceres.
    Los médicos utilizan hoy en día nombres con muchas
    abreviaturas para indicar el tipo de fármacos incluidos en
    estos tratamientos.

    ¿Para qué sirve la
    quimioterapia?
    Todos los órganos de nuestro cuerpo
    están formados por pequeñas unidades denominadas
    células. Para mantener la correcta función de
    nuestros cuerpos, las células se deben renovar de una
    forma regular. En condiciones normales, este proceso de
    renovación está sometido a unos controles
    estrictos, pero puede ocurrir que ciertas células escapen
    de este control y comiencen a proliferar sin freno, formando un
    tumor. En este caso, las células se convierten en
    células cancerosas.
    Las células cancerosas se pueden diseminar desde su lugar
    de origen, a través de los vasos sanguíneos o
    linfáticos (atravesando ganglios) hasta llegar a otros
    órganos, donde forman nuevos nódulos tumorales
    llamados metástasis.
    Ya que la mayoría de los fármacos usados en la
    quimioterapia se administran por vía intravenosa, pueden
    destruir las células cancerosas en el tumor inicial y en
    las metástasis.
    La quimioterapia puede, por tanto:

    • Curar algunos cánceres.
    • Prevenir que las células de un tumor formen
      metástasis.
    • Disminuir los síntomas asociados con el
      cáncer, y mejorar la calidad de
      vida.

    ¿Cómo se elige la
    quimioterapia?
    La elección del tipo de
    quimioterapia se hace de acuerdo a criterios relativamente
    precisos. Ciertos fármacos son más efectivos que
    otros para tratar determinados tumores. Por tanto, en el
    tratamiento de dichos tumores se utilizarán estos
    fármacos, aunque a menudo, se usa una asociación de
    varios fármacos.
    La asociación de varios fármacos para matar las
    células cancerosas a través de distintos mecanismos
    previene que las células desarrollen resistencias
    al tratamiento. Se obtiene así una mayor eficacia.
    La elección de un régimen de quimioterapia
    está en función de:

    • El tipo de cáncer
    • La parte del cuerpo en la que el cáncer se
      desarrolla
    • Los efectos del cáncer en el
      organismo
    • El estado general del paciente.

    ¿Cómo se administra la quimioterapia y
    con qué frecuencia?
    La quimioterapia requiere a
    veces hospitalización durante varios días, aunque
    generalmente se puede hacer de forma ambulatoria durante medio
    día. Muchos pacientes que reciben quimioterapia siguen
    trabajando y llevando una vida normal.
    La quimioterapia se hace generalmente cada tres o cuatro semanas,
    durante uno o más días. Sin embargo, esto puede
    variar dependiendo de:

    • El tipo de cáncer
    • Los objetivos
      del tratamiento
    • El tipo de fármacos utilizados
    • Los efectos indeseables del tratamiento.

    ¿Cómo se aplica la
    quimioterapia?
    La mayoría de los medicamentos que
    se incluyen se administran por vía intravenosa (por las
    venas) a través de un sistema de goteo.
    El médico puede usar una vena en el brazo o un
    catéter central. Existen dos modelos
    básicos de catéteres centrales.

    Método porth-a-cath
    Uno de ellos es el que se llama comúnmente porth-a-cath,
    que está localizado en una vena del tórax y se
    coloca con anestesia general. Este catéter está
    conectado a un pequeño depósito (de 1 cm de
    diámetro aproximadamente) que se coloca debajo de la
    piel, a la altura de la clavícula, y que uno pincha con
    una aguja a través de la piel. El porth-a-cath se puede
    usar incluso durante años si es necesario.
    También es posible utilizarlo para sacar sangre.

    Catéter de Hickman
    Otro modelo de
    catéter central es el catéter de Hickman, que
    también se coloca conectado a una vena del tórax,
    pero su extremo exterior acaba en dos conductos que quedan
    colgando por delante del pecho, y no bajo la piel.

    Usar uno u otro modelo es indiferente generalmente, pues
    son iguales en la función para la que son
    necesarios.

    ¿Cuáles son los efectos indeseables de
    la quimioterapia?
    Los efectos indeseables varían de
    acuerdo con el tipo de medicinas utilizado y de la intensidad del
    tratamiento. A veces, una modificación de las cantidades y
    de la frecuencia de administración hacen posible modular alguno
    de estos efectos.

    ¿Cómo se hace el seguimiento de la
    quimioterapia?
    El paciente estará controlado
    constantemente por el médico de forma regular, para
    evaluar la respuesta al tratamiento y los efectos adversos del
    mismo.
    El médico pedirá de forma regular análisis de sangre (dos o tres veces al
    mes, por lo general). Este análisis de sangre hará
    posible controlar:

    • La fórmula sanguínea, con la que se
      determina el recuento de glóbulos rojos, blancos y
      plaquetas.
    • Los parámetros bioquímicos
      básicos, que miden los iones en sangre y permiten, entre
      otras cosas, comprobar el funcionamiento del
      riñón.
    • El perfil hepático, que hace posible comprobar
      el correcto funcionamiento del hígado.

    Anexos

     Conclusión

    La medida más eficaz en la prevención del
    cáncer es la eliminación del consumo de tabaco, ya
    que el 30% de las muertes por cáncer son producidas por su
    consumo. El control de la dieta también reduce la
    mortalidad: disminuir la ingesta calórico para evitar la
    obesidad,
    reducción de las calorías procedentes de la grasa a
    un 20% de la dieta, reducción del consumo de carnes rojas,
    aumento de la ingesta de fibra (cereales, frutas y verduras) y
    alimentos
    protectores (con contenido en vitaminas C y
    A, verduras como el repollo, la coliflor, el brócoli o las
    coles de Bruselas).

    Debe limitarse el consumo de alimentos ahumados, en
    salazón o ricos en nitritos, así como el consumo de
    alcohol.

    Bibliografía

    www.google.com

    www.netdoctor.es

     

     

     

     

    Autor:

    Néstor Sanz

    República Bolivariana de Venezuela

    Ministerio de educación y
    Deporte

    Mérida estado Mérida

    U.E Las tapias

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