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Lo que significa el capital intelectual en el nuevo paradigma global



    1. Resumen
    2. Concepto y antecedentes de la
      globalización
    3. Globalización y
      pensamiento único
    4. El capital intangible en la era
      tecnológica actual
    5. El capitalismo
      global
    6. La democracia
      global
    7. Bibliografía

    Resumen

    La fase actual del capitalismo
    está basada en el predominio del capital
    intelectual o intangible, como factor de producción portador de ventajas
    competitivas. Dentro del intangible encontramos la capacidad de
    utilización de los mitos
    culturales que forman parte del concepto
    genérico de "globalización". Comparamos el discurso
    global con el discurso del progreso para ilustrar que todo
    sistema
    productivo requiere la existencia de lo que Marx
    denominó "superestructura". Dicha superestructura
    actúa como un activo intangible de las grandes
    multinacionales.l progreso para ilustrar qeu e producción;
    lo que dice ser y, desde ese punto de vista, esclarecer el papel
    que desempeña la palabra glisteme lo bal"nte hablar de "io
    Internacional Nuestro Patrimonio;

    Palabras clave: Globalización, pensamiento
    único, capitalismo global, capital intelectual, democracia
    global.alizaciave: ;

    1. Concepto y
      antecedentes de la globalización

    Cuando este trabajo se
    presentó no era tan frecuente hablar de "capitalismo
    global", en vez de "globalización". Digamos que lo
    anti-globalización no vendía, por parafrasear el
    título de un libro
    reciente. El propósito de este trabajo es establecer una
    diferenciación entre lo que el capitalismo es y lo que
    dice ser y, desde ese punto de vista, esclarecer el papel que
    desempeña la palabra globalización, en
    comparación con lo que realmente significa o
    debería significar el término
    "globalización". lo que dice ser y, desde ese punto de
    vista, esclarecer el papel que desempeña la palabra
    glisteme lo bal"nte hablar de "io Internacional Nuestro
    Patrimon�

    La palabra "globalización", que viene de "global"
    ¾ y ésta a su vez, de
    globo¾ sugiere de inmediato la
    mundialización de un determinado fenómeno. La
    palabra "mundialización" también se usó para
    designar el proceso
    histórico que nos ocupa, pero pronto quedó
    desbordada por el significado actual de éste. La
    dimensión geográfica del término pronto se
    extendió a un ámbito conceptual más acorde
    con el uso corriente del término "global".

    La mundialización de las actividades
    económicas empezó a tomar cuerpo a fines del siglo
    XV, es decir, a continuación del descubrimiento de
    América, pero la ampliación de dicha actividad
    a ámbitos distintos del económico ha ido
    necesitando una nueva terminología.

    La actualmente denominada globalización no
    sólo constituye una etapa lógica
    en la expansión geográfica de los ecosistemas
    humanos, sino una tendencia paralela a la universalización
    entre las personas de una suerte de conciencia
    humana. Sin embargo, hay dos matices de este fenómeno que
    se pueden empezar a discutir: Primero, si realmente se trata de
    un fenómeno nuevo o de una innovación meramente semántica en un fenómeno conocido;
    segundo, si ese proceso ha culminado o se halla simplemente en
    una de sus etapas finales.

    El ser humano se ha caracterizado siempre como especie
    global; ha asegurado su supervivencia como animal no
    especializado, de forma que ésta no depende de su afinidad
    con un nicho ecológico concreto. Si
    se hace memoria de
    cómo se vivieron otros procesos
    históricos, como la formación de imperios o rutas
    comerciales intercontinentales, las cruzadas, el descubrimiento
    de las "Indias Occidentales", la
    Ilustración, la Revolución
    Industrial, etc., en todos ellos se proclamó
    insistente y triunfalmente el advenimiento de una etapa final,
    deseable, inevitable y universal. Todos esos momentos
    históricos fueron, sin embargo, las fases precedentes del
    que ahora vivimos, según se enumera en un trabajo previo
    de Pérez:

    Tabla
    1
    :

    Etapas Históricas del
    Capitalismo

    Tipo predominante de
    capital

    Periodo de
    apogeo

    Fases
    históricas

    Cronología

    Comercial

    1470-1770

    Viejo colonialismo

    1490-1790

    Industrial

    1770-1870

    Colonialismo moderno

    1790-1890

    Financiero

    1870-1970

    Imperialismo

    1890-1990

    Tecnológico

    c. 1970

    capitalismo global

    c. 1990

    Fuente: Pérez Serrano (2001)

    La integración
    económica, la cooperación multilateral y la
    creación de entes y políticas
    supranacionales, la generalización de las
    tecnologías de la información y las comunicaciones, el comercio
    electrónico, todo eso está globalizado; forma parte
    del fenómeno, pero estos elementos no son tan recientes
    como la propia palabra "globalización".

    Hace más de un siglo que las crisis y
    recesiones económicas tienen repercusión mundial,
    varias décadas que existen mercados externos
    de divisas y
    capitales y empresas
    transnacionales. Hace varias guerras que
    los mercados interiores se quedaron pequeños para el
    capital industrial y financiero.

    Por su parte, las nuevas
    tecnologías, no son una causa, sino más bien
    una necesidad del panorama económico y político
    mundial actual. Entonces ¿Cuáles son sus rasgos
    característicos? ¿Tal vez se trata de la creciente
    intensidad con que se dan fenómenos que ya eran conocidos?
    Evidentemente, todo periodo histórico se solapa con el
    anterior, hasta que llega un momento en que claramente se
    invierte la preeminencia entre unos y otros mecanismos de
    poder. Existen
    al menos tres particularidades del panorama actual del desarrollo
    humano:

    • La globalidad de la fase capitalista actual no viene
      referida solamente a su dimensión geográfica,
      sino a la variedad de ámbitos en que proyectan las
      mismas relaciones sociales y de producción. No se trata
      ya de un forcejeo entre la oferta y la
      demanda en
      el mercado de
      factores (capital y trabajo) y productos (y
      servicios),
      sino de planteamientos estratégicos en todos los
      frentes. Una realidad estresante.
    • En el ámbito científico, el estudio de
      una realidad como la
      globalización impone una nueva perspectiva que
      rebasa las pretensiones de la desfasada interdisciplinariedad y de la
      multidisciplinariedad en boga. Cualquier estudio de variables
      económicas, de procesos políticos, de
      razonamientos jurídicos, etc. implica preguntarnos por
      nuestra propia naturaleza,
      situarnos en nuestro ecosistema.
      Para alcanzar a comprender cualquier fenómeno actual,
      debe estudiarse dentro de la globalización, el nuevo
      paradigma supradisciplinar.
    • La naturaleza de este fenómeno tiene un
      sustrato material o, en términos económicos,
      real, pero también forma parte de este sistema social,
      como ocurrió otros anteriores, la creación de un
      mito o
      ficción acerca de su propia naturaleza.

    La globalización (en su precedente
    francófono, "mundialización"), como
    expresión actual del capitalismo, dispone de todos los
    recursos y de la
    enorme experiencia acumulada por este sistema a través de
    los siglos. Su potencial destructivo es inmensamente superior al
    que poseyó en sus orígenes el imperialismo
    y, no obstante, éste llevó la muerte a
    casi setenta millones de personas en dos devastadoras guerras
    mundiales y ocasionó pérdidas incalculables en la
    multitud de conflictos
    localizados que jalonaron el último siglo.

    El concepto de globalización no es algo
    intrínsecamente malo ni bueno. Es la cualidad de
    algún otro fenómeno, cuando adquiere dimensiones
    mundiales o generales. Éste último puede ser
    beneficioso o pernicioso para la humanidad y para algunos
    intereses peor o mejor que para otros.

    Los grupos
    contestatarios que se hacen llamar "anti-globalización"
    son más bien anticapitalistas, antifascistas, etc. La
    globalización es, sin lugar a dudas, una realidad, con una
    base material, cimentada en la economía real y una
    vertiente cultural, caracterizada por un tipo nuevo de capital
    económico que es capaz de otorgar hegemonía a
    una empresa o
    un país.

    Pero la realidad ha ido construyendo su propio mito, una
    versión más defendible de sí misma,
    indispensable para el proceso de acumulación y
    concentración del capital global. De la
    globalización como mito hablaremos en el siguiente
    apartado.

    Julio Pérez Serrano identifica el 1973 como
    "año cero de la globalización" (Pérez,
    2002). En ese año tienen lugar una serie de
    acontecimientos en apariencia dispares e inconexos, que marcan
    una inflexión en la configuración de la sociedad
    occidental actual. Estos hechos, de índole política y a la vez
    económica, tienen lugar en muy pocos meses y en lugares
    muy distantes del planeta. Pérez destaca tres de
    ellos:

    1. El 11 de septiembre, Augusto Pinochet lidera un golpe
      militar que instaura la dictadura en
      Chile y crea las condiciones socio-económicas y
      políticas necesarias para aplicar, por primera vez en la
      historia, las
      teorías elaboradas por los economistas de
      la Universidad
      de Chicago (Friedman, Hayek y otros): el denominado neoliberalismo, que pone el énfasis en la
      "competitividad" y devuelve al "mercado" las
      parcelas que el keynesianismo había dejado bajo la
      protección del Estado;
    2. El 20 de diciembre, el Almirante Luis Carrero Blanco,
      presidente del gobierno
      de España, muere víctima de un
      atentado reivindicado por ETA. Pérez identifica esta
      acontecimiento "como el verdadero inicio de la
      transición a la democracia en España".

      En este mismo año, ocurrieron otros hitos
      importantes para comprender la "transición" del
      paradigma "neoliberal" al paradigma "global"

    3. También en octubre, los miembros de la
      Organización de Países Exportadores de
      Petróleo (OPEP)
      redujeron la producción de crudo en respuesta a la
      victoria israelí en la guerra del
      Yom Kipur, ocasionando una crisis económica "global" y
      un fenómeno nuevo: La estanflación.
    4. El 23 de octubre, se constituyó en Tokio la
      Comisión Trilateral ¾
      EE.UU., Europa y
      Japón¾ , verdadera
      patronal global, con miembros destacados como Henri Kissinger.
      Desde el principio de una época conocida como
      ‘Guerra
      Fría’, elementos institucionales
      representativos de intereses capitalistas occidentales han
      celebrado convenciones y constituido foros y organizaciones
      destinados a planificar de forma centralizada la
      implantación de un entorno cultural favorable a sus
      opciones estratégicas a largo plazo y a la
      perpetuación del modelo hoy
      vigente. La influencia de la Trilateral aún no se ha
      podido medir, pero su significación cualitativa es la
      institucionalización de una cultura
      global pro-capitalista. Según Tamames, "Jimmy Carter [y
      más tarde, Reagan] fue elevado a la Presidencia de
      Estados
      Unidos por decisión sabiamente orquestada de la
      Trilateral".
    5. A lo largo de 1973, el Sistema Monetario
      Internacional (SMI), basado en el denominado "patrón
      dólar", se deshizo definitivamente, al anunciar Nixon en
      febrero la segunda devaluación del dólar y permitir
      las autoridades de los demás países la libre
      fluctuación de sus divisas.
    6. Un magnate altruista funda, ese mismo año la
      primera organización contestataria de carácter global, precursora de los
      actuales movimientos anti-globalización:
      Greenpeace.
    7. Se crea el protocolo de
      Internet.

    Hoy las tecnologías, puestas a disposición
    del capital financiero permiten, por ejemplo, comprar sin
    dinero una
    gran cantidad de mercancía, títulos negociables o
    incluso inmuebles situados en un país lejano y venderlo a
    futuro simultáneamente en el mismo mercado con un margen
    de beneficio por segundo extraordinario. Esta forma de arbitraje eleva
    el valor de los
    activos, por la
    mera promesa de revender más caro, sin añadir
    ningún valor. Por eso adultera la labor medieval del
    intermediario de mercancías entre puntos
    distantes.

    Las legislaciones fiscales favorecen cada vez más
    la inmovilización de recursos financieros en los mercados
    financieros nacionales, lo cual alimenta la burbuja
    financiera (por ejemplo, la última reforma del IRPF
    realizada en España por el Partido Popular).

    Pero para el gran capital, estos mercados se han quedado
    pequeños. Los denominados euromercados de capitales y de
    divisas son tierra de
    nadie; ningún gobierno puede regularlos; es como hacer
    transacciones a bordo de un barco pirata.

    El poder de estos capitales se demostró en las
    denominadas "tormentas monetarias" padecidas en la Unión
    Europea en 1992 y 1994, que fueron provocadas, según
    los mejores expertos, por fondos de inversión japoneses y
    norteamericanos.

    Éstos enormes agentes financieros especulaban a
    favor de una divisa (peseta) y en contra de otra (franco
    francés) para que fuera imposible mantener estables las
    paridades dentro de la UE. Ya se tenía la experiencia de
    la trágica desaparición del "dólar verde" de
    la Política Agrícola Común, por tensiones
    entre el franco y el marco, en 1978. Ahora la libre e ilimitada
    circulación de capitales hacía posible un
    "tormento" mucho mayor. Europa tuvo que reaccionar ampliando las
    bandas, exceptuando los criterios de convergencia y ordenando a
    España que suspendiese la libertad de
    circulación de capitales que tan generosamente
    había concedido a los capitales extra-europeos
    (aparentemente injustificada y con una sospechosa
    anticipación de 11 meses a la liberalización
    intra-comunitaria).

    Ahora todos manejamos euros, pero en aquel entonces se
    perdió mucho comercio por riesgo de
    cambio y se
    cuestionaron incansablemente las posibilidades de éxito
    de la unificación monetaria. La tormenta monetaria
    costó bastante dinero a los especuladores, pero por
    algún motivo, estaban dispuestos a asumir el
    riesgo.

    1. La manera en que la "globalización" planifica
      las mentalidades es muy hábil, pues consiste en
      introducir falsos debate y,
      en cada uno de ellos, dejar que cada cual se forme su
      opinión, lo cual emite una impresión de
      diversidad y libertad. Pero afortunadamente ya no son
      importantes los problemas
      que preocupan a los telediarios.

      Atrás quedaron los tiempos del feminismo,
      aunque aún no se haya extinguido la discriminación. Ahora, ser de derechas,
      significa procurar a la mujer
      un 50% de los asientos de los órganos representativos
      de los tres distintos poderes y ser de izquierdas significa
      poner por primera vez a una mujer en
      la vicepresidencia. Bonito gesto el de Bush, al colocar nada
      menos que a una negra como secretaria de estado y portavoz de
      la amenaza bélica permanente.

      Sin embargo, los progresos que en este sentido ha
      realizado la Humanidad en los últimos quinientos
      años han sido objeto de interpretaciones casi siempre
      interesadas por parte de las instancias del poder, que han
      buscado siempre legitimar sus propias actuaciones, no siempre
      justificadas sólo por los condicionantes objetivos
      de la mundialización.

      Por ejemplo, los verdaderos fines de la conquista y
      posterior explotación de los territorios americanos
      por las metrópolis ibéricas se vieron siempre
      enmascarados en un discurso cuya idea fuerza era
      la propagación de la fe cristiana. La
      evangelización fue, así, uno de los primeros
      términos empleados para definir la
      mundialización, ya que poseía la utilidad de
      legitimar la acción interesada de los colonizadores
      recurriendo a valores
      socialmente aceptados.

      El nuevo entramado léxico del paradigma
      denominado ‘global’ viene a sustituir,
      paulatinamente, conforme se configura la decadencia
      soviética y la hegemonía estadounidense, al
      mito anterior, que podemos denominar "del progreso". De forma
      aparentemente casual, han ido cayendo en desuso palabras
      alusivas al propio sistema, porque ya no cumplen la misma
      función (revolución, tradición, justicia
      social, etc.), otras han sufrido en su significado una
      transformación espectacular (solidaridad es el nuevo nombre de la caridad)
      y otras han surgido como de la nada (tolerancia,
      autodeterminación, consenso). Ese nuevo vocabulario
      global ha sido bautizado como "pensamiento
      único".

      Tabla 3. El Paradigma del
      Progreso

      Base

      Instituciones

      Presupuestos

      Medios

      Fines

      Pretexto

      Libertad

      Estado

      Crisis

      Sociedad

      Igualdad

      Sujeto

      Individuo

      Nación

      Guerra

      Pueblo

      Clase

      Proceso

      Capitalismo

      Orden

      Progreso

      Revolución

      Socialismo

      Valores

      Mercado

      Tradición

      Paz

      Justicia

      Planificación

      Mecanismos

      Riqueza

      Autoridad

      Equilibrio

      Democracia

      Desarrollo

      Elaboración propia a partir de Pérez
      (2001)

      La tabla 4 pretende reflejar la gran
      mutación que ha sufrido el discurso político e
      ideológico en las últimas décadas del
      siglo XX. El resultado es, como se ha dicho, la
      conformación de un nuevo paradigma, que hemos
      denominado "global", dado que gira en torno al
      mito de la "globalización". En este caso cabe
      señalar, sin embargo, que este paradigma es
      homogéneo, es decir, no coexisten en él, como
      en el paradigma del "progreso", dos campos semánticos
      enfrentados, dos formas de entenderlo -desde la realidad y
      desde la utopía-, sino que todos los vocablos
      conforman una visión unidimensional del
      fenómeno en torno al cual se articula todo el
      paradigma. Esto ha llevado a algunos autores a emplear el
      término "pensamiento único" para referirse
      tanto a los procedimientos como a las elaboraciones que se
      derivan del empleo del
      paradigma "global".

      Tabla 4. El Nuevo Paradigma
      Global

      Base

      Instituciones

      Presupuestos

      Medios

      Fines

      Pretexto

      Integración

      Intervención

      Bienestar

      Solidaridad

      Unidad

      Sujeto

      Convergencia

      Comunidad
      Internacional

      Medio Ambiente

      Autonomía

      Tolerancia

      Proceso

      Mercado
      Único

      Crisis

      Globalización

      Transición

      Democracia

      Valores

      Competitividad

      Expertos

      Derechos Humanos

      Reforma

      Apertura

      Mecanismos

      Empresarios

      Desarrollo
      Sostenible

      Paz

      Consenso

      Libertad

      Elaboración propia a partir de Pérez
      (2001)

      Con la expresión "pensamiento cero", Emmanuel
      Todd ha etiquetado de forma ocurrente el carácter de
      nuestro entorno cultural inmediato, pues los dogmas que
      imperan ya no definen claramente un planteamiento
      ideológico, sino su ausencia: "reconciliación
      nacional", "tolerancia", "convivencia pacífica",
      "consenso", etc.

      En todos los países occidentales existen dos
      partidos mayoritarios que se disputan el "centro"; los de
      izquierda renuncian al marxismo;
      los de derecha, renuncian a la tradición. Los
      "gurús" de la economía nos advierten
      ¾ como
      heráclito¾ que
      estamos en un entorno frenético, donde lo único
      que permanece es el cambio.

      En las tablas 3 y 4 se ilustra el tránsito de
      un discurso a otro, en el papel de
      superestructura.

    2. Globalización y pensamiento
      único

      Sobre el concepto y modalidades del Capital
      Intangible se ha escrito ya mucho, por eso en esta
      versión del trabajo que hace años presentamos,
      destacaremos únicamente la idea de que, en
      último término, todos los activos incluidos en
      esta categoría están basados en la
      información y el
      conocimiento. rmino, todos los activos que no se incluyen
      en este concepo ya mucho, por eso en est�Por ejemplo, la
      mera existencia de reputación es efecto del conocimiento mutuo y no puede ser
      fácilmente comprobada por un tercero ajeno al
      negocio.

      La obtención de un óptimo
      tecnológico de dimensión en planta
      (apalancamiento operativo) depende fatalmente del
      conocimiento que se tenga acerca de la capacidad de
      absorción del mercado y de los precios de
      los factores. Las rutinas organizativas y los elementos
      motivadores provienen de la experiencia y el mutuo
      conocimiento de los empleados. Las relaciones con agentes
      "frontera"
      (clientes y
      proveedores), bancos,
      Administraciones públicas, etc. tienen una naturaleza
      similar a la cultura organizativa, pero externalizada. La
      imagen y la
      fidelidad del consumidor
      están relacionadas con los resultados de estudios de
      mercadotecnia y las campañas de
      información-sugestión.

      La otra característica que es necesario
      destacar es que todo elemento portador de ventaja competitiva
      con respecto a las demás empresas es, necesariamente,
      un activo intangible. Ahora bien, el hecho de que la ventaja
      competitiva esté basada en la información no
      significa que dicha información sea simétrica y
      veraz. Existen numerosos estudios sobre asimetría de
      la información en el mercado de
      capitales.

      Otra característica muy importante del
      capital basado en el conocimiento es que "el consumo de
      los servicios que generan [los activos intangibles] no
      disminuye significativamente la capacidad para utilizarlos
      nuevamente" (Ruiz Navarro, 1999, p. 14).

      El conocimiento, como recurso específico
      reutilizable en la empresa, a
      diferencia del trabajo no especializado, puede ser acumulado,
      al igual que el capital.

      Al menos en cierta medida, el capital intelectual se
      autofinancia cíclicamente, ya que del conocimiento
      producido no todo se incorpora al producto o
      servicio
      que se vende, sino que se reutiliza en gran medida para el
      incremento de los beneficios futuros, es decir, se
      reinvierte. La gestión
      del conocimiento dentro de la empresa hace
      que éstos sean tanto "acumuladores como productores de
      activos intangibles"

    3. El capital
      intangible en la era
      tecnológica actual
    4. El capitalismo
      global

    Se considera urgente hacer un análisis del "nuevo espíritu del
    capitalismo", al que no hace mucho se bautizó como
    capitalismo global. Nuestro análisis es menos perentorio
    que el que hacía, hace tres años, Joaquín
    Estefanía. Curiosamente, este autor lamenta que sea la
    crítica
    al capitalismo lo que está en crisis y, además, lo
    demuestra, puesto que ya en el 2000 sigue hablando de la
    hegemonía de lo financiero y de segunda revolución
    del capitalismo.

    Justo un siglo después de la última
    revolución industrial, el auge del sector secundario
    llegó a su fin y, en los últimos treinta
    años hemos vivido la era de la información, basadas
    en las tecnologías informáticas. Según
    indican los descensos del NASDAQ y la concentración en los
    sectores informáticos y de comunicaciones, la
    duración de esta nueva fase tecnológica parece
    mucho más reducida; se agota más
    rápidamente; es más volátil. Las
    consecuencias del atentado del 11 de septiembre del 2001 y el
    escándalo de Enron muestran la fragilidad de las bolsas.
    La necesidad de conflictos bélicos, por parte del imperio,
    confirma la entrada en una fase de recesión.

    Las peculiaridades del capitalismo actual con respecto a
    lo que se lleva descrito del imperialismo, se aprecian tanto en
    la relación entre las empresas y los trabajadores, como, a
    escala mundial,
    entre las grandes potencias y los países
    sometidos.

    Ambos niveles de opresión han existido siempre en
    la formación de imperios y los mecanismos de sometimiento
    han sido a veces similares, pero las formas más concretas
    de llevar a cabo dicha dominación han dependido siempre
    del estadio tecnológico que haya dado la hegemonía
    histórica a una nación
    determinada. Existe un nuevo agente que no sabe aún si
    pertenece a la clase opresora
    o a la oprimida: El pequeño negocio.

    Una vez resuelto el dilema del sector
    público y privado, a favor de este último, los
    economistas desvían su atención hacia el "tercer sector", es
    decir, las actividades sin ánimo de lucro, pero no por eso
    sin repercusión en el Producto Nacional.

    Los partidos
    políticos, las asociaciones y otras comunidades
    asimiladas (por ejemplo, las de constitución obligatoria; sin ir más
    lejos, las comunidades de propiedad
    horizontal) constituyen hoy una de los principales fuentes de
    depósitos para los bancos e, indirectamente, una gran
    inyección de flujos financieros para sostener la alta
    volatilidad actual en los mercados bursátiles y de
    divisas.

    1. En el ámbito internacional, la forma
      más tradicional de poder ha sido la amenaza militar.
      Más civilizada era la posibilidad de comprar gobiernos
      o incluso ejércitos o anexionar territorios, mediante
      el pago de un precio
      (Florida o Alaska). Una tercera arma más sofisticada
      es la difusión de predisposiciones culturales
      favorables hacia el país extranjero, entre la población que va a servir de mercado
      exterior. En los tres frentes posee Estados Unidos la
      primacía en el momento actual.

      Por más que el pensamiento único haya
      intentado negar todo indicio de la etapa soviética en
      el panorama global actual, es evidente que la Europa del euro
      no sería hoy una alternativa al imperio yanqui, si no
      hubiese sido escenario del gran reparto entre éste y
      el Este, es decir, entre el capitalismo institucional y el
      socialismo
      real. Europa sería hoy, con toda su amalgama de
      lenguas y razas, un continente balcanizado, a merced del
      Imperio, como lo es América
      Latina, a pesar de su relativa homogeneidad
      cultural.

      La amenaza del COMECON desencadenó un
      Plan
      Marshal y un sucesivo aluvión de ayudas, en el marco
      de la OCDE, que hicieron posible la reconstrucción y,
      sobre todo, la unión actual. El Estado de bienestar
      fue una especie de freno a las tentaciones socialistas y
      creó en Europa Occidental una zona de estabilidad y
      también de seguridad
      y, sobre todo, un mercado. Este mercado tuvo que ser
      disputado y arrebatado al ejército rojo, a partir del
      desembarco de Normandía, en un planteamiento
      estratégico en el que nada importaba que el nazismo se
      encontrase ya vencido y en el que las incipientes
      tecnologías de la información se empezaban a
      poner al servicio del espionaje.

      Tabla 5: Grandes Etapas
      del Ecosistema Humano

      Función
      Clave

      Sistema

      Tipo de
      capital

      Cronología

      Edad

      Geografía de las
      transacciones

      Régimen
      político

      Agricultura

      Esclavismo

      Tierra

      3000 aC

      – S. VIII

      Antigua

      Interregional

      Antiguo

      Régimen

      Feudalismo

      s. IX-1470

      Media

      Intercontinental

      Comercio

      Capitalismo

      Mercantil

      d. 1470

       

      Moderna

       

      Planetaria

      Industria

      Industrial

      d. 1770

      Democracia
      burguesa

      Finanzas

      Financiero

      d. 1870

      Conocimiento

      Global

      d. 1970

      Autoritarismo
      electoral

      Elaboración propia, a partir de Pérez
      (2001).

      Lo que se denomina "capital global" o elemento
      central del capitalismo global es el conjunto de todos los
      tipos anteriores de capital, más el intangible.
      Quienes ocupan hoy los lugares preeminentes en el orden
      social lo hacen por el hecho de que controlan o
      desempeñan funciones
      claves en lo que conocemos como capitalismo financiero o
      imperialismo. Y aunque, por eso mismo, disponen de
      importantes recursos estratégicos y tácticos
      para defender su posición, no es menos cierto que la
      revolución científico-técnica ha
      desplazado claramente la función clave del sector de
      las finanzas
      al del conocimiento y que, paralelamente, el capital
      financiero va cediendo progresivamente su preeminencia al
      capital intangible.

    2. El capitalismo global, como fase posterior al
      imperialismo

      El primer economista que integró el
      fenómeno de la concentración económica
      en el marco de una teoría general sobre la evolución y crisis del sistema
      capitalista fue Karl Marx. Según el autor de El
      capital, la propia lógica del sistema conduce
      necesariamente a la concentración de la propiedad del
      capital productivo en pocas manos. Marx conoció y
      estudió el capitalismo de su tiempo con
      gran rigor analítico. Definió la
      concentración como la unión de unos capitales
      iniciales en un número más reducido. En esta
      obra, se explica el fenómeno como una consecuencia del
      soporte tecnológico de dicho capital, que se dio en
      llamar, entre los clásicos, "economías de
      escala".

      Esto hace, como todos sabemos, que las empresas que
      producen a gran escala puedan vender a precios más
      bajos y expulsen a las pequeñas, haciéndose
      cada vez mayores a expensas de la cuota de mercado que
      éstas dejan.

      La perfección de mercado perjudica
      enormemente a los competidores, hasta el punto de hacerse
      imposible; utópica. En cambio, la solidaridad entre
      empresas beneficia al oligopolio. En múltiples trabajos se
      recomienda la cooperación y en organismos nacionales y
      supranacionales, se potencia.
      La desigual distribución de poder económico
      en todos los sectores ha llegado al punto de que, en pocos
      años, se puede decir que la mediana empresa, tema
      estrella de los estudios empresariales en los ’90, ha
      dejado de existir.

      La concentración de ingentes capitales en los
      centros de poder resulta, por el contrario, altamente
      ineficiente con el entorno de dicho oligopolio, es decir, no
      es nada munificente: la prioridad absoluta para los designios
      imperiales devasta literalmente el tejido productivo en las
      regiones periféricas. Vuelve a aparecer la sombra del
      conflicto
      social.

      Para paliarlo, junto a las funciones de control,
      el ecosistema vigente sitúa como funciones secundarias
      los usos no productivos, principalmente turísticos, de
      todo el espacio disponible, excepción hecha, claro, de
      los terrenos militares. De este modo, en sólo unos
      años, un flujo incesante de sonrientes jubilados
      procedentes de los distintos centros del sistema mundial
      (japoneses, alemanes y norteamericanos) han invadido los
      territorios periféricos, antaño coloniales.
      Las grandes agencias de tour-operadores se han hecho con el
      control de una buena parte de los establecimientos hoteleros
      que, en los últimos años, se han multiplicado
      en América Latina, el Mediterráneo
      y en todo el litoral asiático.

    3. La concentración del capital
      intelectual
    4. La sociedad del conocimiento

    En la reciente historia, se produce una
    "transición desde el dominio
    técnico hacia la dominación social,…
    fenómeno analizado por Pierre Bourdieu." El conocimiento
    es, por lo tanto, instrumento principal de dominación.
    Como diagnosticó Huxley, a principios de los
    50, se nos induce a amar nuestra esclavitud "en
    los actuales estados totalitarios [mediante] los ministerios de
    propaganda,
    los directores de los periódicos y los maestros de
    escuela", pero
    en su época, los métodos
    aún eran toscos.

    El "trabajador de conocimiento" de Drucker no
    sólo participa en la creación de valor
    económico, sino en el mantenimiento
    y justificación de un sistema sociopolítico acorde
    con las nuevas relaciones en el sistema productivo. Su parte en
    el contrato social
    ¾ 'contrato
    global'¾ tiene un componente
    computable en el Valor Añadido agregado o Producto
    Interior Bruto y también le compromete a la custodia y
    salvaguarda del propio contrato.

    Todavía se reverberan las voces de la clase
    obrera y el eco de los soviet, reivindicando el relevo de clase
    histórica, de la burguesía al proletariado. Por
    este motivo y sus implicaciones tecnológicas, la
    reacción del sistema capitalista ha venido consistiendo en
    rediseñar los procesos productivos, a fin de hacerlos
    más intensivos en capital y menos en mano de obra,
    procesos de producción más dispersos y plantas
    más pequeñas. De paso, se mantiene dividido al
    trabajador, físicamente y por
    categorías.

    Paradójicamente, en la etapa actual, el
    conocimiento destaca como recurso productivo, pero como en
    él se basa la dominación de unos sobre otros, los
    más poderosos están interesados en difundir el
    desconocimiento. En un determinado estadio del proceso, la
    desinformación, el entretenimiento y la ignorancia se
    convierten en los cimientos del sistema (sociedad del
    desconocimiento), pero éste ya no puede emplear a
    trabajadores que abunden y, a su vez, manejen información
    valiosa y estén contentos. De nuevo, los medios de
    producción y dominación son utilizados como arma de
    lucha social.

    Si las formas tradicionales de protesta eran los
    piquetes y barricadas, donde los soldadores preparaban
    tirachinas, tubos, blindajes y tornillos, ahora son la piratería cibernética y la formación de
    redes virtuales
    las que están más a mano.

    El correo
    electrónico canaliza el revanchismo islámico,
    la defensa del marxismo, la concienciación racial, etc.
    "Las tradicionales formas de organización y lucha de los
    trabajadores se revelaron obsoletas". El estado
    actual de la dialéctica se sitúa en el intento por
    reprimir este tipo de manifestaciones con igual facilidad que se
    reprimen las de obreros en huelga.

    La especie humana, obviamente, no ha evolucionado al
    mismo ritmo que la terminología oficial y, aunque
    aparentemente, estamos en una nueva época, la percepción
    que tiene la sociedad sobre sí misma y sobre las
    condiciones de vida vienen a ser similares a las de hace un
    siglo.

    En aquella época, se ponía al alcance de
    la élite el psicoanálisis, la relatividad, la
    teoría cuántica, la fenomenología y la lógica de
    Russell, etc., pero las masas estaban extasiadas por los inventos del
    automóvil, la aviación y el cine. La
    civilización occidental tenía la sensación,
    como hoy, de haber tocado techo: No más guerras, ni
    más revoluciones; no más enfermedades, ni más
    despotismo. Algunos preclaros, como Kafka, describieron la
    decadencia de su entorno cultural y la tiranía del
    progreso. La curva de concentración de la riqueza se
    formuló, precozmente, en aquella época. Tras el
    largo paréntesis bolchevique, el capitalismo reciente ha
    retomado aquel punto de vista.

    El gran elemento distintivo de esta nueva sociedad con
    respecto a la de Kafka es el conjunto de ONG, que
    vienen a sustituir al Estado en la búsqueda del bienestar.
    A la vez que transmiten la doctrina "globalizacionista" por el
    mundo, crea considerables oportunidades de negocio a los bancos.
    En muchos casos, sirven a los poderes religiosos para captar al
    seglar e implantan medios para mantener vivo el ejército
    de reserva laboral y el
    mercado consumista en el tercer mundo (en vez de propagar, por
    ejemplo, la eutanasia o la
    anticoncepción).

    La beneficencia del nuevo siglo apenas ha cambiado en
    algo más que en su apariencia progresista. Salvo honrosas
    excepciones, procuran la colocación de personal admitido
    sin procesos de selección
    públicos y fiable. Una excepción notable dentro de
    las Organizaciones No Gubernamentales podría ser el caso
    de Greenpeace, primer movimiento de
    contestación global, también fundada en el
    año 1973.

    1. Capitalismo y democracia es un binomio estudiado en
      múltiples trabajos (desde Schumpeter, 1945)racia es un
      binomioivo intangible. portador de ventaja competitiva con
      respecto a las dem�, hasta el punto de que, en el
      paradigma global, existe la creencia en la equivalencia (o al
      menos, coincidencia) entre el modelo político y el
      sistema económico. Como todas las etapas
      socioeconómicas anteriores de la humanidad, el
      Capitalismo global no sólo tiene Nuevas
      Tecnologías y Nueva Economía, sino que se suele
      acompañar de un sistema
      político propio a la que también se le
      podría llamar "democracia extensiva".

      La Nueva Democracia no surge como una necesidad o
      demanda del pueblo, sino como una imposición o
      injerencia de las grandes potencias a los demás
      países, para favorecer la implantación del mal
      llamado "liberalismo económico". En otras
      ocasiones, el capitalismo prefiere apoyar golpes de estado y
      servirse de regímenes políticos dictatoriales o
      electoralismos títeres.

      Como se ha explicado, el capitalismo global es un
      sistema de economía planificada: Las denominadas
      empresas transnacionales no sólo planifican su
      producción y sus inversiones, sino que intentan ordenar
      –más bien con éxito- las decisiones de
      consumidores, pequeñas empresas y trabajadores. Fijan
      unos estándares o cantidades previstas de
      producción y consumo de factores, pero también
      de demanda, precios de suministradores y, en definitiva,
      decisiones que teóricamente dependen del
      albedrío de otros sujetos.

      A diferencia de los regímenes
      autárquicos y socialistas del pasado, la democracia
      burguesa no tiene legitimidad para decretar dichos
      comportamientos, entre otras cosas, porque debe hacer valer
      el principio de libertad que, desde 1789, le otorgó el
      liderazgo
      histórico. Así pues, opta por planificar
      determinados valores y creencias que va inculcando de forma
      subrepticia y tendenciosa, con apariencia de naturalidad.
      Esta nueva ‘globalidad’ no es tanto una realidad
      geográfica como ideológica, moral.

      La planificación abarca ahora temas
      culturales, religiosos, familiares, etc. El estado de la
      cultura en una sociedad se puede decir que favorece la
      permanencia de unos cuantos poderosos. También es de
      sospechar que, en sentido inverso, son esos poderosos los que
      favorecen una determinada cultura.

      Alabado sea, por tanto, el gran ídolo de la
      cultura global, que es la palabra democracia, cuyo
      significado tiende a reducirse a un mero sinónimo de
      elecciones periódicas, con el matiz de que todos los
      afectados por las decisiones del elegido no tienen derecho a
      votarle en contra (los afganos e iraquíes no votaron a
      Bush, como tampoco a Clinton los kosovares, ni a Bush padre
      los kuwaitíes). Esa votación bipartidista
      presenta escasa alternativa de elección, listas
      cerradas, desinformación y un sinfín de
      despropósitos, que pueden variar, desde la ley
      D’Hont en España, hasta los pucherazos en
      Florida en el 2000. Esta malograda palabra viene
      utilizándose en todos los países como eufemismo
      para "alianza"; si no se está dentro, se es
      anti-democrático; todavía no nos han explicado
      por qué no puede considerarse democrático el
      partido político cuyas actividades han quedado en
      suspenso en el 2002; tampoco se ha analizado si algún
      partido no monárquico podría pasar
      repentinamente a la clandestinidad.

      En la Asociación de Historia Actual (AHA), es
      antiguo el debate acerca de la legitimidad de las instituciones autodenominadas
      "democráticas". El punto álgido de este debate
      se alcanzó cuando se reprodujo un artículo de
      Unidad y Lucha que hablaba de un suceso concerniente a la
      Audiencia Nacional española, publicado también
      en "Historia Inmediata".

      Tres magistrados de la audiencia nacional dejaron
      escapar a un presunto narcotraficante (por no decretar
      prisión preventiva) y son separados del cargo, pero
      finalmente no son procesados. Esta maniobra parece estar
      encaminada a conseguir que unos nuevos magistrados suplentes
      lleguen a condenar a un periodista que antes había
      sido absuelto en varias ocasiones por dichas
      Señorías, por considerar que ejercía su
      libertad de prensa y de
      expresión, pero una y otra vez se le volvía a
      procesar, hasta que esta vez sí se consiguió
      hallarlo culpable. ¿Se trata, por tanto de una forma
      innovadora de recaudación que tiene a su
      disposición el Poder
      Judicial, mediante el cobro de fianzas, una especie de
      extorsión legal?

      Una de las misiones principales de la prensa es
      denunciar. La oveja negra podía tener más o
      menos razón, más o menos fundamentos,
      más o menos objetividad, igual que el resto de la
      prensa. A un conocido periodista de El mundo, invitado por la
      AHA, tuve ocasión de preguntarle qué
      pasaría si ahora le diera a alguien por matar a Pepe
      Rei ¿Tendrían que ir a prisión
      preventiva todos los que le han señalado? No
      halló más respuesta que un reconocimiento
      implícito de subjetividad, cuando alegó que su
      vida corría peligro. Sin embargo, en la mayoría
      de los casos, es también su sueldo el que corre
      peligro. Los posicionamientos periodísticos, como en
      el caso de oveja negra, tienen una vinculación cada
      vez más evidente con las estrategias políticas y los pactos de
      partido.

      Otra pregunta que se me ocurrió formular es
      si ha existido algún periódico o incluso algún
      artículo, desde la denominada "transición", que
      fuera de corte antimonárquico. Lo mismo le
      podría haber preguntado con respecto a la
      creación del "Ducado de Suárez", mediante ley
      singular, en la época socialista, o las prebendas de
      la Iglesia
      Católica. No se le ocurrió otra respuesta que
      achacar la carencia de aquel tipo de publicaciones a que a
      todo el mundo le parece bien la monarquía.

      En esta línea de adulteración del
      concepto de Estado de
      Derecho, las nuevas reformas del código penal y la Ley penal del menor
      suponen un par de pasos involutivos. La libertad de
      expresión, ya no está sólo
      perseguida, sino ya tipificada, aunque no es delito dar
      vivas a Franco o a Pinochet. La reforma es más grave
      en tanto que no sólo agrede a las libertades civiles,
      sino que devalúa nuestra integridad física.
      Determinados asesinos a sangre
      fría son pronto excarcelados por ser menores, pero los
      que arriman fuego a un cajero automático, esos no
      importa tanto que sean menores, van a prisión por
      terroristas. Ahora cada vez existe menos diferencia, desde el
      punto de vista penal, entre quemar un autobús
      vacío ("mobiliario urbano" o con gente; se deja a
      criterio del pirómano.

    2. La democracia
      global
    3. Recapitulación

    En la actualidad, considerar el discurso global como una
    "superestrutura" al estilo marxista parece un sacrilegio, no
    sólo porque lo que representa la muerte de
    marxismo, en los medios de divulgación, sino porque
    estamos desvirtuando, con esto el novedoso y falaz argumento del
    triunfo del Institucionalismo en Economía. El denominado
    pensamiento único no sólo está a
    disposición del poder político, como resulta
    fácil comprobar, sino que si el análisis se afina,
    terminamos descubriendo el interés de
    las grandes empresas en los eslóganes y las
    políticas gubernamentales.

    El voluntariado, el comercio justo o los productos
    ecológicos no sólo son fraudes —salvo
    honrosas excepciones— se carácter laboral, comercial
    y sanitario, sino que responden a las necesidades de mercado de
    las multinacionales.

    Aunque la muerte no hace excepciones, los defensores del
    capitalismo actual aspiran a ser universales (como los anteriores
    sistemas), para
    que no pueda surgir un rival que apoye a los sublevados. Sin
    embargo, el capitalismo global todavía no es universal.
    Los asiáticos viven en sus tradiciones y no adoptan
    los valores
    occidentales, sino que utilizan los instrumentos de nuestro
    sistema, dentro de su lógica cultural. Los países
    árabes padecen el capitalismo global; ven al Imperio como
    un intruso malvado.

    Las inmensas y pobladas regiones pobres del planeta no
    conocen los eslóganes del pensamiento único, porque
    el discurso que se usa aquí en Occidente no puede ser el
    mismo que se les aplique a ellos. Allí se sigue hablando
    de la promesa del paraíso, la amenaza de muerte, la
    felicidad del dinero y la evasión de las
    drogas.

    Pero aunque fuera cierto que el paradigma cultural
    correspondiese con un sistema económico y político
    mundial, el enemigo es ahora la propia ineficiencia del sistema
    capitalista (Galindo, 2005b), es decir, los problemas de medio ambiente
    y de población, que serán tratados en otro
    artículo; la miseria y a la exclusión, la delincuencia,
    etc.

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    Alfonso Galindo Lucas

    Universidad de Cádiz

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