Lo que significa el capital intelectual en el nuevo paradigma global
- Resumen
- Concepto y antecedentes de la
globalización - Globalización y
pensamiento único - El capital intangible en la era
tecnológica actual - El capitalismo
global - La democracia
global - Bibliografía
La fase actual del capitalismo
está basada en el predominio del capital
intelectual o intangible, como factor de producción portador de ventajas
competitivas. Dentro del intangible encontramos la capacidad de
utilización de los mitos
culturales que forman parte del concepto
genérico de "globalización". Comparamos el discurso
global con el discurso del progreso para ilustrar que todo
sistema
productivo requiere la existencia de lo que Marx
denominó "superestructura". Dicha superestructura
actúa como un activo intangible de las grandes
multinacionales.l progreso para ilustrar qeu e producción;
lo que dice ser y, desde ese punto de vista, esclarecer el papel
que desempeña la palabra glisteme lo bal"nte hablar de "io
Internacional Nuestro Patrimonio;
Palabras clave: Globalización, pensamiento
único, capitalismo global, capital intelectual, democracia
global.alizaciave: ;
Cuando este trabajo se
presentó no era tan frecuente hablar de "capitalismo
global", en vez de "globalización". Digamos que lo
anti-globalización no vendía, por parafrasear el
título de un libro
reciente. El propósito de este trabajo es establecer una
diferenciación entre lo que el capitalismo es y lo que
dice ser y, desde ese punto de vista, esclarecer el papel que
desempeña la palabra globalización, en
comparación con lo que realmente significa o
debería significar el término
"globalización". lo que dice ser y, desde ese punto de
vista, esclarecer el papel que desempeña la palabra
glisteme lo bal"nte hablar de "io Internacional Nuestro
Patrimon�
La palabra "globalización", que viene de "global"
¾ y ésta a su vez, de
globo¾ sugiere de inmediato la
mundialización de un determinado fenómeno. La
palabra "mundialización" también se usó para
designar el proceso
histórico que nos ocupa, pero pronto quedó
desbordada por el significado actual de éste. La
dimensión geográfica del término pronto se
extendió a un ámbito conceptual más acorde
con el uso corriente del término "global".
La mundialización de las actividades
económicas empezó a tomar cuerpo a fines del siglo
XV, es decir, a continuación del descubrimiento de
América, pero la ampliación de dicha actividad
a ámbitos distintos del económico ha ido
necesitando una nueva terminología.
La actualmente denominada globalización no
sólo constituye una etapa lógica
en la expansión geográfica de los ecosistemas
humanos, sino una tendencia paralela a la universalización
entre las personas de una suerte de conciencia
humana. Sin embargo, hay dos matices de este fenómeno que
se pueden empezar a discutir: Primero, si realmente se trata de
un fenómeno nuevo o de una innovación meramente semántica en un fenómeno conocido;
segundo, si ese proceso ha culminado o se halla simplemente en
una de sus etapas finales.
El ser humano se ha caracterizado siempre como especie
global; ha asegurado su supervivencia como animal no
especializado, de forma que ésta no depende de su afinidad
con un nicho ecológico concreto. Si
se hace memoria de
cómo se vivieron otros procesos
históricos, como la formación de imperios o rutas
comerciales intercontinentales, las cruzadas, el descubrimiento
de las "Indias Occidentales", la
Ilustración, la Revolución
Industrial, etc., en todos ellos se proclamó
insistente y triunfalmente el advenimiento de una etapa final,
deseable, inevitable y universal. Todos esos momentos
históricos fueron, sin embargo, las fases precedentes del
que ahora vivimos, según se enumera en un trabajo previo
de Pérez:
Tabla Etapas Históricas del | |||
Tipo predominante de | Periodo de | Fases | Cronología |
Comercial | 1470-1770 | Viejo colonialismo | 1490-1790 |
Industrial | 1770-1870 | Colonialismo moderno | 1790-1890 |
Financiero | 1870-1970 | Imperialismo | 1890-1990 |
Tecnológico | c. 1970 | capitalismo global | c. 1990 |
Fuente: Pérez Serrano (2001)
La integración
económica, la cooperación multilateral y la
creación de entes y políticas
supranacionales, la generalización de las
tecnologías de la información y las comunicaciones, el comercio
electrónico, todo eso está globalizado; forma parte
del fenómeno, pero estos elementos no son tan recientes
como la propia palabra "globalización".
Hace más de un siglo que las crisis y
recesiones económicas tienen repercusión mundial,
varias décadas que existen mercados externos
de divisas y
capitales y empresas
transnacionales. Hace varias guerras que
los mercados interiores se quedaron pequeños para el
capital industrial y financiero.
Por su parte, las nuevas
tecnologías, no son una causa, sino más bien
una necesidad del panorama económico y político
mundial actual. Entonces ¿Cuáles son sus rasgos
característicos? ¿Tal vez se trata de la creciente
intensidad con que se dan fenómenos que ya eran conocidos?
Evidentemente, todo periodo histórico se solapa con el
anterior, hasta que llega un momento en que claramente se
invierte la preeminencia entre unos y otros mecanismos de
poder. Existen
al menos tres particularidades del panorama actual del desarrollo
humano:
- La globalidad de la fase capitalista actual no viene
referida solamente a su dimensión geográfica,
sino a la variedad de ámbitos en que proyectan las
mismas relaciones sociales y de producción. No se trata
ya de un forcejeo entre la oferta y la
demanda en
el mercado de
factores (capital y trabajo) y productos (y
servicios),
sino de planteamientos estratégicos en todos los
frentes. Una realidad estresante. - En el ámbito científico, el estudio de
una realidad como la
globalización impone una nueva perspectiva que
rebasa las pretensiones de la desfasada interdisciplinariedad y de la
multidisciplinariedad en boga. Cualquier estudio de variables
económicas, de procesos políticos, de
razonamientos jurídicos, etc. implica preguntarnos por
nuestra propia naturaleza,
situarnos en nuestro ecosistema.
Para alcanzar a comprender cualquier fenómeno actual,
debe estudiarse dentro de la globalización, el nuevo
paradigma supradisciplinar. - La naturaleza de este fenómeno tiene un
sustrato material o, en términos económicos,
real, pero también forma parte de este sistema social,
como ocurrió otros anteriores, la creación de un
mito o
ficción acerca de su propia naturaleza.
La globalización (en su precedente
francófono, "mundialización"), como
expresión actual del capitalismo, dispone de todos los
recursos y de la
enorme experiencia acumulada por este sistema a través de
los siglos. Su potencial destructivo es inmensamente superior al
que poseyó en sus orígenes el imperialismo
y, no obstante, éste llevó la muerte a
casi setenta millones de personas en dos devastadoras guerras
mundiales y ocasionó pérdidas incalculables en la
multitud de conflictos
localizados que jalonaron el último siglo.
El concepto de globalización no es algo
intrínsecamente malo ni bueno. Es la cualidad de
algún otro fenómeno, cuando adquiere dimensiones
mundiales o generales. Éste último puede ser
beneficioso o pernicioso para la humanidad y para algunos
intereses peor o mejor que para otros.
Los grupos
contestatarios que se hacen llamar "anti-globalización"
son más bien anticapitalistas, antifascistas, etc. La
globalización es, sin lugar a dudas, una realidad, con una
base material, cimentada en la economía real y una
vertiente cultural, caracterizada por un tipo nuevo de capital
económico que es capaz de otorgar hegemonía a
una empresa o
un país.
Pero la realidad ha ido construyendo su propio mito, una
versión más defendible de sí misma,
indispensable para el proceso de acumulación y
concentración del capital global. De la
globalización como mito hablaremos en el siguiente
apartado.
Julio Pérez Serrano identifica el 1973 como
"año cero de la globalización" (Pérez,
2002). En ese año tienen lugar una serie de
acontecimientos en apariencia dispares e inconexos, que marcan
una inflexión en la configuración de la sociedad
occidental actual. Estos hechos, de índole política y a la vez
económica, tienen lugar en muy pocos meses y en lugares
muy distantes del planeta. Pérez destaca tres de
ellos:
- El 11 de septiembre, Augusto Pinochet lidera un golpe
militar que instaura la dictadura en
Chile y crea las condiciones socio-económicas y
políticas necesarias para aplicar, por primera vez en la
historia, las
teorías elaboradas por los economistas de
la Universidad
de Chicago (Friedman, Hayek y otros): el denominado neoliberalismo, que pone el énfasis en la
"competitividad" y devuelve al "mercado" las
parcelas que el keynesianismo había dejado bajo la
protección del Estado; - El 20 de diciembre, el Almirante Luis Carrero Blanco,
presidente del gobierno
de España, muere víctima de un
atentado reivindicado por ETA. Pérez identifica esta
acontecimiento "como el verdadero inicio de la
transición a la democracia en España".En este mismo año, ocurrieron otros hitos
importantes para comprender la "transición" del
paradigma "neoliberal" al paradigma "global" - También en octubre, los miembros de la
Organización de Países Exportadores de
Petróleo (OPEP)
redujeron la producción de crudo en respuesta a la
victoria israelí en la guerra del
Yom Kipur, ocasionando una crisis económica "global" y
un fenómeno nuevo: La estanflación. - El 23 de octubre, se constituyó en Tokio la
Comisión Trilateral ¾
EE.UU., Europa y
Japón¾ , verdadera
patronal global, con miembros destacados como Henri Kissinger.
Desde el principio de una época conocida como
‘Guerra
Fría’, elementos institucionales
representativos de intereses capitalistas occidentales han
celebrado convenciones y constituido foros y organizaciones
destinados a planificar de forma centralizada la
implantación de un entorno cultural favorable a sus
opciones estratégicas a largo plazo y a la
perpetuación del modelo hoy
vigente. La influencia de la Trilateral aún no se ha
podido medir, pero su significación cualitativa es la
institucionalización de una cultura
global pro-capitalista. Según Tamames, "Jimmy Carter [y
más tarde, Reagan] fue elevado a la Presidencia de
Estados
Unidos por decisión sabiamente orquestada de la
Trilateral". - A lo largo de 1973, el Sistema Monetario
Internacional (SMI), basado en el denominado "patrón
dólar", se deshizo definitivamente, al anunciar Nixon en
febrero la segunda devaluación del dólar y permitir
las autoridades de los demás países la libre
fluctuación de sus divisas. - Un magnate altruista funda, ese mismo año la
primera organización contestataria de carácter global, precursora de los
actuales movimientos anti-globalización:
Greenpeace. - Se crea el protocolo de
Internet.
Hoy las tecnologías, puestas a disposición
del capital financiero permiten, por ejemplo, comprar sin
dinero una
gran cantidad de mercancía, títulos negociables o
incluso inmuebles situados en un país lejano y venderlo a
futuro simultáneamente en el mismo mercado con un margen
de beneficio por segundo extraordinario. Esta forma de arbitraje eleva
el valor de los
activos, por la
mera promesa de revender más caro, sin añadir
ningún valor. Por eso adultera la labor medieval del
intermediario de mercancías entre puntos
distantes.
Las legislaciones fiscales favorecen cada vez más
la inmovilización de recursos financieros en los mercados
financieros nacionales, lo cual alimenta la burbuja
financiera (por ejemplo, la última reforma del IRPF
realizada en España por el Partido Popular).
Pero para el gran capital, estos mercados se han quedado
pequeños. Los denominados euromercados de capitales y de
divisas son tierra de
nadie; ningún gobierno puede regularlos; es como hacer
transacciones a bordo de un barco pirata.
El poder de estos capitales se demostró en las
denominadas "tormentas monetarias" padecidas en la Unión
Europea en 1992 y 1994, que fueron provocadas, según
los mejores expertos, por fondos de inversión japoneses y
norteamericanos.
Éstos enormes agentes financieros especulaban a
favor de una divisa (peseta) y en contra de otra (franco
francés) para que fuera imposible mantener estables las
paridades dentro de la UE. Ya se tenía la experiencia de
la trágica desaparición del "dólar verde" de
la Política Agrícola Común, por tensiones
entre el franco y el marco, en 1978. Ahora la libre e ilimitada
circulación de capitales hacía posible un
"tormento" mucho mayor. Europa tuvo que reaccionar ampliando las
bandas, exceptuando los criterios de convergencia y ordenando a
España que suspendiese la libertad de
circulación de capitales que tan generosamente
había concedido a los capitales extra-europeos
(aparentemente injustificada y con una sospechosa
anticipación de 11 meses a la liberalización
intra-comunitaria).
Ahora todos manejamos euros, pero en aquel entonces se
perdió mucho comercio por riesgo de
cambio y se
cuestionaron incansablemente las posibilidades de éxito
de la unificación monetaria. La tormenta monetaria
costó bastante dinero a los especuladores, pero por
algún motivo, estaban dispuestos a asumir el
riesgo.
La manera en que la "globalización" planifica
las mentalidades es muy hábil, pues consiste en
introducir falsos debate y,
en cada uno de ellos, dejar que cada cual se forme su
opinión, lo cual emite una impresión de
diversidad y libertad. Pero afortunadamente ya no son
importantes los problemas
que preocupan a los telediarios.Atrás quedaron los tiempos del feminismo,
aunque aún no se haya extinguido la discriminación. Ahora, ser de derechas,
significa procurar a la mujer
un 50% de los asientos de los órganos representativos
de los tres distintos poderes y ser de izquierdas significa
poner por primera vez a una mujer en
la vicepresidencia. Bonito gesto el de Bush, al colocar nada
menos que a una negra como secretaria de estado y portavoz de
la amenaza bélica permanente.Sin embargo, los progresos que en este sentido ha
realizado la Humanidad en los últimos quinientos
años han sido objeto de interpretaciones casi siempre
interesadas por parte de las instancias del poder, que han
buscado siempre legitimar sus propias actuaciones, no siempre
justificadas sólo por los condicionantes objetivos
de la mundialización.Por ejemplo, los verdaderos fines de la conquista y
posterior explotación de los territorios americanos
por las metrópolis ibéricas se vieron siempre
enmascarados en un discurso cuya idea fuerza era
la propagación de la fe cristiana. La
evangelización fue, así, uno de los primeros
términos empleados para definir la
mundialización, ya que poseía la utilidad de
legitimar la acción interesada de los colonizadores
recurriendo a valores
socialmente aceptados.El nuevo entramado léxico del paradigma
denominado ‘global’ viene a sustituir,
paulatinamente, conforme se configura la decadencia
soviética y la hegemonía estadounidense, al
mito anterior, que podemos denominar "del progreso". De forma
aparentemente casual, han ido cayendo en desuso palabras
alusivas al propio sistema, porque ya no cumplen la misma
función (revolución, tradición, justicia
social, etc.), otras han sufrido en su significado una
transformación espectacular (solidaridad es el nuevo nombre de la caridad)
y otras han surgido como de la nada (tolerancia,
autodeterminación, consenso). Ese nuevo vocabulario
global ha sido bautizado como "pensamiento
único".Tabla 3. El Paradigma del
ProgresoBase
Instituciones
Presupuestos
Medios
Fines
Pretexto
Libertad
Estado
Crisis
Sociedad
Igualdad
Sujeto
Individuo
Nación
Guerra
Pueblo
Clase
Proceso
Capitalismo
Orden
Progreso
Revolución
Socialismo
Valores
Mercado
Tradición
Paz
Justicia
Planificación
Mecanismos
Riqueza
Autoridad
Equilibrio
Democracia
Desarrollo
Elaboración propia a partir de Pérez
(2001)La tabla 4 pretende reflejar la gran
mutación que ha sufrido el discurso político e
ideológico en las últimas décadas del
siglo XX. El resultado es, como se ha dicho, la
conformación de un nuevo paradigma, que hemos
denominado "global", dado que gira en torno al
mito de la "globalización". En este caso cabe
señalar, sin embargo, que este paradigma es
homogéneo, es decir, no coexisten en él, como
en el paradigma del "progreso", dos campos semánticos
enfrentados, dos formas de entenderlo -desde la realidad y
desde la utopía-, sino que todos los vocablos
conforman una visión unidimensional del
fenómeno en torno al cual se articula todo el
paradigma. Esto ha llevado a algunos autores a emplear el
término "pensamiento único" para referirse
tanto a los procedimientos como a las elaboraciones que se
derivan del empleo del
paradigma "global".Tabla 4. El Nuevo Paradigma
GlobalBase
Instituciones
Presupuestos
Medios
Fines
Pretexto
Integración
Intervención
Bienestar
Solidaridad
Unidad
Sujeto
Convergencia
Comunidad
InternacionalMedio Ambiente
Autonomía
Tolerancia
Proceso
Mercado
ÚnicoCrisis
Globalización
Transición
Democracia
Valores
Competitividad
Expertos
Derechos Humanos
Reforma
Apertura
Mecanismos
Empresarios
Desarrollo
SosteniblePaz
Consenso
Libertad
Elaboración propia a partir de Pérez
(2001)Con la expresión "pensamiento cero", Emmanuel
Todd ha etiquetado de forma ocurrente el carácter de
nuestro entorno cultural inmediato, pues los dogmas que
imperan ya no definen claramente un planteamiento
ideológico, sino su ausencia: "reconciliación
nacional", "tolerancia", "convivencia pacífica",
"consenso", etc.En todos los países occidentales existen dos
partidos mayoritarios que se disputan el "centro"; los de
izquierda renuncian al marxismo;
los de derecha, renuncian a la tradición. Los
"gurús" de la economía nos advierten
¾ como
heráclito¾ que
estamos en un entorno frenético, donde lo único
que permanece es el cambio.En las tablas 3 y 4 se ilustra el tránsito de
un discurso a otro, en el papel de
superestructura.- Globalización y pensamiento
únicoSobre el concepto y modalidades del Capital
Intangible se ha escrito ya mucho, por eso en esta
versión del trabajo que hace años presentamos,
destacaremos únicamente la idea de que, en
último término, todos los activos incluidos en
esta categoría están basados en la
información y el
conocimiento. rmino, todos los activos que no se incluyen
en este concepo ya mucho, por eso en est�Por ejemplo, la
mera existencia de reputación es efecto del conocimiento mutuo y no puede ser
fácilmente comprobada por un tercero ajeno al
negocio.La obtención de un óptimo
tecnológico de dimensión en planta
(apalancamiento operativo) depende fatalmente del
conocimiento que se tenga acerca de la capacidad de
absorción del mercado y de los precios de
los factores. Las rutinas organizativas y los elementos
motivadores provienen de la experiencia y el mutuo
conocimiento de los empleados. Las relaciones con agentes
"frontera"
(clientes y
proveedores), bancos,
Administraciones públicas, etc. tienen una naturaleza
similar a la cultura organizativa, pero externalizada. La
imagen y la
fidelidad del consumidor
están relacionadas con los resultados de estudios de
mercadotecnia y las campañas de
información-sugestión.La otra característica que es necesario
destacar es que todo elemento portador de ventaja competitiva
con respecto a las demás empresas es, necesariamente,
un activo intangible. Ahora bien, el hecho de que la ventaja
competitiva esté basada en la información no
significa que dicha información sea simétrica y
veraz. Existen numerosos estudios sobre asimetría de
la información en el mercado de
capitales.Otra característica muy importante del
capital basado en el conocimiento es que "el consumo de
los servicios que generan [los activos intangibles] no
disminuye significativamente la capacidad para utilizarlos
nuevamente" (Ruiz Navarro, 1999, p. 14).El conocimiento, como recurso específico
reutilizable en la empresa, a
diferencia del trabajo no especializado, puede ser acumulado,
al igual que el capital.Al menos en cierta medida, el capital intelectual se
autofinancia cíclicamente, ya que del conocimiento
producido no todo se incorpora al producto o
servicio
que se vende, sino que se reutiliza en gran medida para el
incremento de los beneficios futuros, es decir, se
reinvierte. La gestión
del conocimiento dentro de la empresa hace
que éstos sean tanto "acumuladores como productores de
activos intangibles" - El capital
intangible en la era
tecnológica actual - El capitalismo
global
Se considera urgente hacer un análisis del "nuevo espíritu del
capitalismo", al que no hace mucho se bautizó como
capitalismo global. Nuestro análisis es menos perentorio
que el que hacía, hace tres años, Joaquín
Estefanía. Curiosamente, este autor lamenta que sea la
crítica
al capitalismo lo que está en crisis y, además, lo
demuestra, puesto que ya en el 2000 sigue hablando de la
hegemonía de lo financiero y de segunda revolución
del capitalismo.
Justo un siglo después de la última
revolución industrial, el auge del sector secundario
llegó a su fin y, en los últimos treinta
años hemos vivido la era de la información, basadas
en las tecnologías informáticas. Según
indican los descensos del NASDAQ y la concentración en los
sectores informáticos y de comunicaciones, la
duración de esta nueva fase tecnológica parece
mucho más reducida; se agota más
rápidamente; es más volátil. Las
consecuencias del atentado del 11 de septiembre del 2001 y el
escándalo de Enron muestran la fragilidad de las bolsas.
La necesidad de conflictos bélicos, por parte del imperio,
confirma la entrada en una fase de recesión.
Las peculiaridades del capitalismo actual con respecto a
lo que se lleva descrito del imperialismo, se aprecian tanto en
la relación entre las empresas y los trabajadores, como, a
escala mundial,
entre las grandes potencias y los países
sometidos.
Ambos niveles de opresión han existido siempre en
la formación de imperios y los mecanismos de sometimiento
han sido a veces similares, pero las formas más concretas
de llevar a cabo dicha dominación han dependido siempre
del estadio tecnológico que haya dado la hegemonía
histórica a una nación
determinada. Existe un nuevo agente que no sabe aún si
pertenece a la clase opresora
o a la oprimida: El pequeño negocio.
Una vez resuelto el dilema del sector
público y privado, a favor de este último, los
economistas desvían su atención hacia el "tercer sector", es
decir, las actividades sin ánimo de lucro, pero no por eso
sin repercusión en el Producto Nacional.
Los partidos
políticos, las asociaciones y otras comunidades
asimiladas (por ejemplo, las de constitución obligatoria; sin ir más
lejos, las comunidades de propiedad
horizontal) constituyen hoy una de los principales fuentes de
depósitos para los bancos e, indirectamente, una gran
inyección de flujos financieros para sostener la alta
volatilidad actual en los mercados bursátiles y de
divisas.
En el ámbito internacional, la forma
más tradicional de poder ha sido la amenaza militar.
Más civilizada era la posibilidad de comprar gobiernos
o incluso ejércitos o anexionar territorios, mediante
el pago de un precio
(Florida o Alaska). Una tercera arma más sofisticada
es la difusión de predisposiciones culturales
favorables hacia el país extranjero, entre la población que va a servir de mercado
exterior. En los tres frentes posee Estados Unidos la
primacía en el momento actual.Por más que el pensamiento único haya
intentado negar todo indicio de la etapa soviética en
el panorama global actual, es evidente que la Europa del euro
no sería hoy una alternativa al imperio yanqui, si no
hubiese sido escenario del gran reparto entre éste y
el Este, es decir, entre el capitalismo institucional y el
socialismo
real. Europa sería hoy, con toda su amalgama de
lenguas y razas, un continente balcanizado, a merced del
Imperio, como lo es América
Latina, a pesar de su relativa homogeneidad
cultural.La amenaza del COMECON desencadenó un
Plan
Marshal y un sucesivo aluvión de ayudas, en el marco
de la OCDE, que hicieron posible la reconstrucción y,
sobre todo, la unión actual. El Estado de bienestar
fue una especie de freno a las tentaciones socialistas y
creó en Europa Occidental una zona de estabilidad y
también de seguridad
y, sobre todo, un mercado. Este mercado tuvo que ser
disputado y arrebatado al ejército rojo, a partir del
desembarco de Normandía, en un planteamiento
estratégico en el que nada importaba que el nazismo se
encontrase ya vencido y en el que las incipientes
tecnologías de la información se empezaban a
poner al servicio del espionaje.Tabla 5: Grandes Etapas
del Ecosistema HumanoFunción
ClaveSistema
Tipo de
capitalCronología
Edad
Geografía de las
transaccionesRégimen
políticoAgricultura
Esclavismo
Tierra
3000 aC
– S. VIII
Antigua
Interregional
Antiguo
Régimen
Feudalismo
s. IX-1470
Media
Intercontinental
Comercio
Capitalismo
Mercantil
d. 1470
Moderna
Planetaria
Industria
Industrial
d. 1770
Democracia
burguesaFinanzas
Financiero
d. 1870
Conocimiento
Global
d. 1970
Autoritarismo
electoralElaboración propia, a partir de Pérez
(2001).Lo que se denomina "capital global" o elemento
central del capitalismo global es el conjunto de todos los
tipos anteriores de capital, más el intangible.
Quienes ocupan hoy los lugares preeminentes en el orden
social lo hacen por el hecho de que controlan o
desempeñan funciones
claves en lo que conocemos como capitalismo financiero o
imperialismo. Y aunque, por eso mismo, disponen de
importantes recursos estratégicos y tácticos
para defender su posición, no es menos cierto que la
revolución científico-técnica ha
desplazado claramente la función clave del sector de
las finanzas
al del conocimiento y que, paralelamente, el capital
financiero va cediendo progresivamente su preeminencia al
capital intangible.- El capitalismo global, como fase posterior al
imperialismoEl primer economista que integró el
fenómeno de la concentración económica
en el marco de una teoría general sobre la evolución y crisis del sistema
capitalista fue Karl Marx. Según el autor de El
capital, la propia lógica del sistema conduce
necesariamente a la concentración de la propiedad del
capital productivo en pocas manos. Marx conoció y
estudió el capitalismo de su tiempo con
gran rigor analítico. Definió la
concentración como la unión de unos capitales
iniciales en un número más reducido. En esta
obra, se explica el fenómeno como una consecuencia del
soporte tecnológico de dicho capital, que se dio en
llamar, entre los clásicos, "economías de
escala".Esto hace, como todos sabemos, que las empresas que
producen a gran escala puedan vender a precios más
bajos y expulsen a las pequeñas, haciéndose
cada vez mayores a expensas de la cuota de mercado que
éstas dejan.La perfección de mercado perjudica
enormemente a los competidores, hasta el punto de hacerse
imposible; utópica. En cambio, la solidaridad entre
empresas beneficia al oligopolio. En múltiples trabajos se
recomienda la cooperación y en organismos nacionales y
supranacionales, se potencia.
La desigual distribución de poder económico
en todos los sectores ha llegado al punto de que, en pocos
años, se puede decir que la mediana empresa, tema
estrella de los estudios empresariales en los ’90, ha
dejado de existir.La concentración de ingentes capitales en los
centros de poder resulta, por el contrario, altamente
ineficiente con el entorno de dicho oligopolio, es decir, no
es nada munificente: la prioridad absoluta para los designios
imperiales devasta literalmente el tejido productivo en las
regiones periféricas. Vuelve a aparecer la sombra del
conflicto
social.Para paliarlo, junto a las funciones de control,
el ecosistema vigente sitúa como funciones secundarias
los usos no productivos, principalmente turísticos, de
todo el espacio disponible, excepción hecha, claro, de
los terrenos militares. De este modo, en sólo unos
años, un flujo incesante de sonrientes jubilados
procedentes de los distintos centros del sistema mundial
(japoneses, alemanes y norteamericanos) han invadido los
territorios periféricos, antaño coloniales.
Las grandes agencias de tour-operadores se han hecho con el
control de una buena parte de los establecimientos hoteleros
que, en los últimos años, se han multiplicado
en América Latina, el Mediterráneo
y en todo el litoral asiático. - La concentración del capital
intelectual - La sociedad del conocimiento
En la reciente historia, se produce una
"transición desde el dominio
técnico hacia la dominación social,…
fenómeno analizado por Pierre Bourdieu." El conocimiento
es, por lo tanto, instrumento principal de dominación.
Como diagnosticó Huxley, a principios de los
50, se nos induce a amar nuestra esclavitud "en
los actuales estados totalitarios [mediante] los ministerios de
propaganda,
los directores de los periódicos y los maestros de
escuela", pero
en su época, los métodos
aún eran toscos.
El "trabajador de conocimiento" de Drucker no
sólo participa en la creación de valor
económico, sino en el mantenimiento
y justificación de un sistema sociopolítico acorde
con las nuevas relaciones en el sistema productivo. Su parte en
el contrato social
¾ 'contrato
global'¾ tiene un componente
computable en el Valor Añadido agregado o Producto
Interior Bruto y también le compromete a la custodia y
salvaguarda del propio contrato.
Todavía se reverberan las voces de la clase
obrera y el eco de los soviet, reivindicando el relevo de clase
histórica, de la burguesía al proletariado. Por
este motivo y sus implicaciones tecnológicas, la
reacción del sistema capitalista ha venido consistiendo en
rediseñar los procesos productivos, a fin de hacerlos
más intensivos en capital y menos en mano de obra,
procesos de producción más dispersos y plantas
más pequeñas. De paso, se mantiene dividido al
trabajador, físicamente y por
categorías.
Paradójicamente, en la etapa actual, el
conocimiento destaca como recurso productivo, pero como en
él se basa la dominación de unos sobre otros, los
más poderosos están interesados en difundir el
desconocimiento. En un determinado estadio del proceso, la
desinformación, el entretenimiento y la ignorancia se
convierten en los cimientos del sistema (sociedad del
desconocimiento), pero éste ya no puede emplear a
trabajadores que abunden y, a su vez, manejen información
valiosa y estén contentos. De nuevo, los medios de
producción y dominación son utilizados como arma de
lucha social.
Si las formas tradicionales de protesta eran los
piquetes y barricadas, donde los soldadores preparaban
tirachinas, tubos, blindajes y tornillos, ahora son la piratería cibernética y la formación de
redes virtuales
las que están más a mano.
El correo
electrónico canaliza el revanchismo islámico,
la defensa del marxismo, la concienciación racial, etc.
"Las tradicionales formas de organización y lucha de los
trabajadores se revelaron obsoletas". El estado
actual de la dialéctica se sitúa en el intento por
reprimir este tipo de manifestaciones con igual facilidad que se
reprimen las de obreros en huelga.
La especie humana, obviamente, no ha evolucionado al
mismo ritmo que la terminología oficial y, aunque
aparentemente, estamos en una nueva época, la percepción
que tiene la sociedad sobre sí misma y sobre las
condiciones de vida vienen a ser similares a las de hace un
siglo.
En aquella época, se ponía al alcance de
la élite el psicoanálisis, la relatividad, la
teoría cuántica, la fenomenología y la lógica de
Russell, etc., pero las masas estaban extasiadas por los inventos del
automóvil, la aviación y el cine. La
civilización occidental tenía la sensación,
como hoy, de haber tocado techo: No más guerras, ni
más revoluciones; no más enfermedades, ni más
despotismo. Algunos preclaros, como Kafka, describieron la
decadencia de su entorno cultural y la tiranía del
progreso. La curva de concentración de la riqueza se
formuló, precozmente, en aquella época. Tras el
largo paréntesis bolchevique, el capitalismo reciente ha
retomado aquel punto de vista.
El gran elemento distintivo de esta nueva sociedad con
respecto a la de Kafka es el conjunto de ONG, que
vienen a sustituir al Estado en la búsqueda del bienestar.
A la vez que transmiten la doctrina "globalizacionista" por el
mundo, crea considerables oportunidades de negocio a los bancos.
En muchos casos, sirven a los poderes religiosos para captar al
seglar e implantan medios para mantener vivo el ejército
de reserva laboral y el
mercado consumista en el tercer mundo (en vez de propagar, por
ejemplo, la eutanasia o la
anticoncepción).
La beneficencia del nuevo siglo apenas ha cambiado en
algo más que en su apariencia progresista. Salvo honrosas
excepciones, procuran la colocación de personal admitido
sin procesos de selección
públicos y fiable. Una excepción notable dentro de
las Organizaciones No Gubernamentales podría ser el caso
de Greenpeace, primer movimiento de
contestación global, también fundada en el
año 1973.
Capitalismo y democracia es un binomio estudiado en
múltiples trabajos (desde Schumpeter, 1945)racia es un
binomioivo intangible. portador de ventaja competitiva con
respecto a las dem�, hasta el punto de que, en el
paradigma global, existe la creencia en la equivalencia (o al
menos, coincidencia) entre el modelo político y el
sistema económico. Como todas las etapas
socioeconómicas anteriores de la humanidad, el
Capitalismo global no sólo tiene Nuevas
Tecnologías y Nueva Economía, sino que se suele
acompañar de un sistema
político propio a la que también se le
podría llamar "democracia extensiva".La Nueva Democracia no surge como una necesidad o
demanda del pueblo, sino como una imposición o
injerencia de las grandes potencias a los demás
países, para favorecer la implantación del mal
llamado "liberalismo económico". En otras
ocasiones, el capitalismo prefiere apoyar golpes de estado y
servirse de regímenes políticos dictatoriales o
electoralismos títeres.Como se ha explicado, el capitalismo global es un
sistema de economía planificada: Las denominadas
empresas transnacionales no sólo planifican su
producción y sus inversiones, sino que intentan ordenar
–más bien con éxito- las decisiones de
consumidores, pequeñas empresas y trabajadores. Fijan
unos estándares o cantidades previstas de
producción y consumo de factores, pero también
de demanda, precios de suministradores y, en definitiva,
decisiones que teóricamente dependen del
albedrío de otros sujetos.A diferencia de los regímenes
autárquicos y socialistas del pasado, la democracia
burguesa no tiene legitimidad para decretar dichos
comportamientos, entre otras cosas, porque debe hacer valer
el principio de libertad que, desde 1789, le otorgó el
liderazgo
histórico. Así pues, opta por planificar
determinados valores y creencias que va inculcando de forma
subrepticia y tendenciosa, con apariencia de naturalidad.
Esta nueva ‘globalidad’ no es tanto una realidad
geográfica como ideológica, moral.La planificación abarca ahora temas
culturales, religiosos, familiares, etc. El estado de la
cultura en una sociedad se puede decir que favorece la
permanencia de unos cuantos poderosos. También es de
sospechar que, en sentido inverso, son esos poderosos los que
favorecen una determinada cultura.Alabado sea, por tanto, el gran ídolo de la
cultura global, que es la palabra democracia, cuyo
significado tiende a reducirse a un mero sinónimo de
elecciones periódicas, con el matiz de que todos los
afectados por las decisiones del elegido no tienen derecho a
votarle en contra (los afganos e iraquíes no votaron a
Bush, como tampoco a Clinton los kosovares, ni a Bush padre
los kuwaitíes). Esa votación bipartidista
presenta escasa alternativa de elección, listas
cerradas, desinformación y un sinfín de
despropósitos, que pueden variar, desde la ley
D’Hont en España, hasta los pucherazos en
Florida en el 2000. Esta malograda palabra viene
utilizándose en todos los países como eufemismo
para "alianza"; si no se está dentro, se es
anti-democrático; todavía no nos han explicado
por qué no puede considerarse democrático el
partido político cuyas actividades han quedado en
suspenso en el 2002; tampoco se ha analizado si algún
partido no monárquico podría pasar
repentinamente a la clandestinidad.En la Asociación de Historia Actual (AHA), es
antiguo el debate acerca de la legitimidad de las instituciones autodenominadas
"democráticas". El punto álgido de este debate
se alcanzó cuando se reprodujo un artículo de
Unidad y Lucha que hablaba de un suceso concerniente a la
Audiencia Nacional española, publicado también
en "Historia Inmediata".Tres magistrados de la audiencia nacional dejaron
escapar a un presunto narcotraficante (por no decretar
prisión preventiva) y son separados del cargo, pero
finalmente no son procesados. Esta maniobra parece estar
encaminada a conseguir que unos nuevos magistrados suplentes
lleguen a condenar a un periodista que antes había
sido absuelto en varias ocasiones por dichas
Señorías, por considerar que ejercía su
libertad de prensa y de
expresión, pero una y otra vez se le volvía a
procesar, hasta que esta vez sí se consiguió
hallarlo culpable. ¿Se trata, por tanto de una forma
innovadora de recaudación que tiene a su
disposición el Poder
Judicial, mediante el cobro de fianzas, una especie de
extorsión legal?Una de las misiones principales de la prensa es
denunciar. La oveja negra podía tener más o
menos razón, más o menos fundamentos,
más o menos objetividad, igual que el resto de la
prensa. A un conocido periodista de El mundo, invitado por la
AHA, tuve ocasión de preguntarle qué
pasaría si ahora le diera a alguien por matar a Pepe
Rei ¿Tendrían que ir a prisión
preventiva todos los que le han señalado? No
halló más respuesta que un reconocimiento
implícito de subjetividad, cuando alegó que su
vida corría peligro. Sin embargo, en la mayoría
de los casos, es también su sueldo el que corre
peligro. Los posicionamientos periodísticos, como en
el caso de oveja negra, tienen una vinculación cada
vez más evidente con las estrategias políticas y los pactos de
partido.Otra pregunta que se me ocurrió formular es
si ha existido algún periódico o incluso algún
artículo, desde la denominada "transición", que
fuera de corte antimonárquico. Lo mismo le
podría haber preguntado con respecto a la
creación del "Ducado de Suárez", mediante ley
singular, en la época socialista, o las prebendas de
la Iglesia
Católica. No se le ocurrió otra respuesta que
achacar la carencia de aquel tipo de publicaciones a que a
todo el mundo le parece bien la monarquía.En esta línea de adulteración del
concepto de Estado de
Derecho, las nuevas reformas del código penal y la Ley penal del menor
suponen un par de pasos involutivos. La libertad de
expresión, ya no está sólo
perseguida, sino ya tipificada, aunque no es delito dar
vivas a Franco o a Pinochet. La reforma es más grave
en tanto que no sólo agrede a las libertades civiles,
sino que devalúa nuestra integridad física.
Determinados asesinos a sangre
fría son pronto excarcelados por ser menores, pero los
que arriman fuego a un cajero automático, esos no
importa tanto que sean menores, van a prisión por
terroristas. Ahora cada vez existe menos diferencia, desde el
punto de vista penal, entre quemar un autobús
vacío ("mobiliario urbano" o con gente; se deja a
criterio del pirómano.- La democracia
global - Recapitulación
En la actualidad, considerar el discurso global como una
"superestrutura" al estilo marxista parece un sacrilegio, no
sólo porque lo que representa la muerte de
marxismo, en los medios de divulgación, sino porque
estamos desvirtuando, con esto el novedoso y falaz argumento del
triunfo del Institucionalismo en Economía. El denominado
pensamiento único no sólo está a
disposición del poder político, como resulta
fácil comprobar, sino que si el análisis se afina,
terminamos descubriendo el interés de
las grandes empresas en los eslóganes y las
políticas gubernamentales.
El voluntariado, el comercio justo o los productos
ecológicos no sólo son fraudes —salvo
honrosas excepciones— se carácter laboral, comercial
y sanitario, sino que responden a las necesidades de mercado de
las multinacionales.
Aunque la muerte no hace excepciones, los defensores del
capitalismo actual aspiran a ser universales (como los anteriores
sistemas), para
que no pueda surgir un rival que apoye a los sublevados. Sin
embargo, el capitalismo global todavía no es universal.
Los asiáticos viven en sus tradiciones y no adoptan
los valores
occidentales, sino que utilizan los instrumentos de nuestro
sistema, dentro de su lógica cultural. Los países
árabes padecen el capitalismo global; ven al Imperio como
un intruso malvado.
Las inmensas y pobladas regiones pobres del planeta no
conocen los eslóganes del pensamiento único, porque
el discurso que se usa aquí en Occidente no puede ser el
mismo que se les aplique a ellos. Allí se sigue hablando
de la promesa del paraíso, la amenaza de muerte, la
felicidad del dinero y la evasión de las
drogas.
Pero aunque fuera cierto que el paradigma cultural
correspondiese con un sistema económico y político
mundial, el enemigo es ahora la propia ineficiencia del sistema
capitalista (Galindo, 2005b), es decir, los problemas de medio ambiente
y de población, que serán tratados en otro
artículo; la miseria y a la exclusión, la delincuencia,
etc.
Adams, J. (1999): La próxima guerra
mundial. Buenos
Aires.
Albiñana, A., ed.. (1999):
Geopolítica del caos. Madrid.
Andrews, M. L. A. (1991): El nacimiento de
Europa. RTVE y Planeta. Barcelona.
ASH, T. G. (2000), "El presente como historia".
Claves de razón práctica, 102, p.
26.
Boff, L. (1996): Ecología: grito de la Tierra,
grito de los pobres. Madrid.
Bologna, A. B. (1997), "Los superbloques
económicos: Asia Pacific
Economic Cooperation APEC". Cuadernos Política
Exterior Argentina, Serie Docencia
nº 38, número monográfico.
Bonomelli, G. (1996), "Japón
en el nuevo orden mundial: tendencias en su agenda de
política exterior". Cuadernos de Política
Exterior Argentina, Serie Docencia nº 33,
número monográfico.
Bordieu (1989): La noblesse
d’État. Éditions de Minuit. En Todd
(1998). Op. cit., p. 187.
Canclini, N. G. (1999): La globalización
imaginada. Buenos Aires.
Castells, M. (1997): La era de la
información: economía, sociedad, cultura.
Madrid.
Comunidades Europeas (1994): Europa en un mundo
cambiante. Relaciones exteriores de la Comunidad
Europea. Luxemburgo.
Drucker, P. F. (1989): Las nuevas realidades.
Edhasa.
Erlich, P. R.; Erlich, A. H. (1994): La
explosión demográfica. El principal problema
ecológico. Barcelona.
Estefanía, J. (1995), Frente al pensamiento
único. Madrid.
Estefanía, J. (1996), La nueva
economía. La globalización.
Madrid.
Estefanía, J. (2000): Aquí no puede
ocurrir. Santillana y Suma de Letras. Madrid.
Flores, G.; Luengo, F., coords. (2000): Tras el
Muro: 10 años después de 1989.
Madrid.
Friedman, M. (1966): Capitalismo y libertad.
Madrid, Rialp.
Friedman, M. (1971): Dólares y
déficit. Buenos Aires, Emecé
Editores.
Furet (1995): "El pasado de una ilusión.
Ensayo sobre
la idea comunista en el siglo XX". Fondo de Cultura
Económica. Madrid.
Galbraith, K. (1958): The Affluent
Society.
Galindo Lucas, A. (2001): "Revelaciones del estudio de
las variables de diseño de incentivos",
Alta Dirección, 219.
Galindo Lucas, A. (2001): Libertad de prensa y
estrategia
de aislamiento social, Unidad y Lucha. http://www.h-debate.com/Spanish/historia%20inmediata/anacional/galindo.htm
Galindo Lucas, A. (2005a): "Aspectos de la
valoración de empresas en la Economía de la
información", Alta Dirección, 241 (en
imprenta).
Galindo Lucas, A. (2005b): La Utopía del
Mercado. Una revisión de la Economía
dominante. Eumed.net, Universidad de
Málaga.
Galindo Lucas, A. (2005a): "Miseria Cero,
análisis crítico del activismo solidario, por sus
implicaciones redistributivas, fiscales y sociolaborales ",
Contribuciones a la Economía, julio.
Grant, R. M. (1996): "Toward a Knowledge-Based Theory
of the Firm". Strategic Management Journal, vol.
17 Edición especial de invierno), pp. 109 –
122.
Hall, R. (1992): "The strategic analysis of intangible
resources". Strategic Management Journal, vol. 13, pp.
135-144.
Hall, R. (1993): "A framework linking intangible
resources and capabilities to sustainable competitive
advantage". Strategic Management Journal, vol. 14, pp.
607-618.
Hardoy, J.E.; Satterthwaite, D. (1987): Las
ciudades del Tercer Mundo y el medio ambiente de
la pobreza. Buenos Aires, 1987.
Hobsbawm, E. (1995), Historia del Siglo XX,
1914-1991, Barcelona.
Huntington, S. P. (1997): El choque de las
civilizaciones y reconfiguración del orden mundial.
Barcelona.
Huxley, A. (1969): Un mundo Feliz. Plaza &
Janes. Gavà (Barcelona).
Itami, H. (1987): Mobilizing Invisible Assets.
Harvard University Press. Cambridge y Londres.
Kaplan, R. D. (2000): La anarquía que
viene. Barcelona.
Kissinger, H. A. (2000): American Politics and
American Foreign Policy. Trilateral Commision.
En http://trilateral.org:
9999/annmtgs/trialog/trlgtxts/t54/kis.htm (10/01/02)
Marchesnay, M. (1997): "La moyenne entreprise,
existe-t-elle", Revue Internationale de
Gestion.
Marx, K. (1867): Das Kapital.
Marx, K., Engels, F. (1948): La ideología alemana. Traducción de 1988. L'Eina editorial.
Barcelona.
Meadows, D.N. et al.(1972): The Limits of Growth. A
Report for the Club of Rome´s Projet on the Predicament
of Mankind. Londres.
Mishan, E. J. (1969): Los costes del desarrollo
económico. ORBIS.
Pérez Serrano, J. (1998), La Guerra de
Cuba en la
geopolítica de su tiempo. En: Cuba
en el 98: las últimas campañas.
Cádiz.
Pérez Serrano, J. (2001):
Globalización y pensamiento único: la
utopía perversa. En: Encuentro de Fin de Siglo.
Latinoamérica: utopías, realidades
y proyectos,
Salta (Argentina), Universidad Nacional de Salta
(Argentina), 2001, pp. 51-70.
Pérez Serrano, J. (2002): España en
la encrucijada del capitalismo global. En: Constituciones y
leyes
electorales de Salta. Apuntes para un debate (CD-ROM).
Salta (Argentina), ProESA, Universidad Nacional de Salta
(Argentina), 2002.
Pérez Serrano, J. y Galindo Lucas, A. (2002):
El capital intangible en el nuevo paradigma global II
Seminario
Internacional ‘Nuestro Patrimonio Común’,
Cádiz, 22 a 25 de abril.
Porter, M. E. (1990): The Competitive Advantage of
Nations. Free Press. Nueva York.
Porter, M. E. (1991): "Towards a Dynamic Theory of
Strategy". Strategic Management Journal, 12,
edición especial de invierno, pp. 95-117.
Rousseau, J. J. (1762): El contrato social. M.
E. Editores (1993).
Ruiz Navarro, J. (Coord.), Camelo Ordaz, C., Lorenzo
Gómez, J. D., Martín Alcázar, F. y Valle
Cabrera, R. (1999): Competitividad regional y recursos
intangibles. Un análisis comparado Andalucía –
España. Servicio de Publicaciones de la Universidad
de Cádiz.
Sartori, G. (1997): Homo videns. La sociedad
teledirigida. Madrid
Suárez Suárez, A. S. (1998):
Decisiones óptimas de inversión y
Financiación en la Empresa, 18ª ed.,
PIRÁMIDE, Madrid.
Tamames, R. (1983): Multinacionales, materias
primas y fuentes de energía. Siglo XX. Historia
universal 34. Grupo
16.
Thurow, L. C. (1996), The Future of Capitalism.
New York.
Todd, E. (1998): L’illusion
économique. Essai sur la stagnation des
sociétés developpées. Ediciones
Gallimard. Edición en español por Grupo Santillana,
2001.
Wallerstein, I. (1974): The Modern World-System, I.
Capitalist Agriculture and the Origins of the European
World-Economy in the Sixteenth Century. New York, Academic
Press.
Alfonso Galindo Lucas
Universidad de Cádiz