"….templos cívicos en donde la sociedad
burguesa deposita lo más sagrado que posee, es decir, las
reliquias heredadas de un pasado que no es suyo, en esos lugares
sagrados del arte, donde
algunos elegidos acuden a alimentar una fe de virtuosos mientras
que conformistas y falsos devotos van a cumplimentar un ritual de
clase,
palacios antiguos o grandes mansiones históricas a los que
el siglo XIX ha agregado edificios imponentes"….
Pierre Bourdieu.
- Resumen
- Ciudad y
Educación - Patrimonio de y para
todos - Historia e
Identidad - Cultura y
Desarrollo - Notas
El Patrimonio Cultural se ha ido constituyendo en un
importante recurso educativo, sin embargo, se requiere una
problematización más profunda de este
fenómeno. El presente artículo es una
reflexión que posee como propuesta la discusión del
concepto
tradicionalista de patrimonio y su necesaria ampliación
conceptual para la incorporación de nuevas miradas y
acciones en el
plano de su uso educativo e identitario.
Cuando se habla de la ciudad como recurso educativo o
espacio patrimonial, inmediatamente se piensa en los edificios
que la conforman, fundamentalmente históricos,
públicos, religiosos y de alguna belleza
arquitectónica importante. Los programas
educativos y las políticas
culturales centran su atención en ellos, cuentan su historia, realizan programas
de conservación y difusión. En la búsqueda
de legitimación a través de la
utilización de determinados espacios, el Estado y
las personas sacralizan funciones y
jerarquías que, por otra parte, permiten legitimar o
excluir otros usos.
Este simple hecho conlleva una serie de apreciaciones
sobre patrimonio y educación, en lo
concreto,
expresa las visiones hegemonizantes en el ámbito cultural,
al considerar como objeto de patrimonio y educación,
sólo a estas construcciones que conforman, " ese conjunto
de bienes ….
que nos identifican como nación
o como pueblo es apreciado como un don, algo que recibimos del
pasado que no cabe discutirlo. Las únicas operaciones
posible- preservarlo, restaurarlo, difundirlo-….. , a casi
nadie se le ocurre pensar en las contradicciones sociales que
expresan". (1)
Incluso cuando se mira detrás de sus fachadas,
sólo se ve a sus creadores, hombres públicos
importantes : arquitectos, constructores, intelectuales,
políticos, científicos, sin querer, en algunos
casos, se hace parte de un discurso
cultural y una visión de patrimonio excluyente, de
concepciones elitistas y conservadoras. Nada o muy poco se
menciona sobre quienes aportaron con su trabajo
manual a la
creación de estas obras, sólo son caracterizados
como una masa anónima, pues, " el patrimonio es el lugar
donde mejor sobrevive hoy la ideología de los sectores
oligárquicos, es decir, el tradicionalismo
sustancialista", (2) ellos construyeron estos edificios y hoy
ellos conforman la política cultural
para su preservación y difusión, ejemplificador es
el caso de las fundaciones o corporaciones culturales, de
empresarios a título personal y de
empresas
nacionales o transnacionales a título institucional. Son
estos grupos los que
han fijado, " el alto valor de
ciertos bienes culturales : los centros históricos de las
grandes ciudades, la música
clásica, el saber humanista". (3) La jerarquía del
tiempo real
(histórico), no ha sido transformada significativamente
por la jerarquía simbólica del patrimonio,
compartida por diferentes sectores sociales, por el contrario
creemos que la ha institucionalizado y transformado en
perenne.
Frente a esto último, la reflexión esta
centrada en ¿ qué sucede con el patrimonio de los
otros grupos
sociales?, pareciera que estos no crearon nada, pues nada de
ellos se conserva, y si estos crearon algo, no se ha deseado
conservar, "los bienes reunidos en la historia por cada sociedad
no pertenecen a todos aunque parezcan de todos", (4) es decir, lo
que observamos y estudiamos nos pertenece en cuantos herederos de
un lugar común, sobre todo si consideramos al patrimonio
como herencia
cultural, sin embargo, sabemos que las herencias muchas veces, no
se reparten equitativamente y en el caso de una nación
esta no es la excepción. Podemos recorrer y visitar los
palacetes residenciales del siglo XIX, nos admiraremos de su
belleza y refinamiento, "El Palacio Cousiño", es un
ejemplo evidente de lo dicho; pero nos sucede algo similar con
otros edificios, que para cualquiera de nosotros, ejemplifican
todo un icono incuestionable del país, tal es el caso del
Palacio de La Real Audiencia, actual sede del Museo
Histórico Nacional, difícil resulta establecer las
contradicciones que encierra, sin embargo, interesante es saber
que en ese lugar se implementaba la tortura a hombres y mujeres
del bajo pueblo, tal, como lo ejemplifica el siguiente relato : "
Visto por los dichos señores la negativa del reo se le
hizo el tercero, y último apercibimiento sobre que diga la
verdad de lo que pasó, y so la pena de tormento a que
está apercibido y condenado = Dijo que no tiene más
que decir que lo que tiene declarado que la Reina de los cielos
le ha de ayudar; con lo cual se concluyó esta diligencia
en esta Real Audiencia". (5) Cuando se asume el carácter patrimonial de un bien cultural,
ya sea inmueble, mueble o intangible, se deben explicitar todos
los elementos que incluyen las dimensiones de su realidad. En el
caso del patrimonio urbano no sólo se trata de resaltar su
parte turística, "de la postal", estos espacios deben
constituir verdaderos recursos
culturales y educativos, desde una perspectiva integradora y
constructora del desarrollo
personal y social.
Nuestra propuesta, apunta entonces hacia otro
ámbito de un mismo debate, esta
tiene que ver con el reconocimiento de un uso social del
patrimonio asumiendo un nuevo marco conceptual del mismo, porque
esta ahora, este ha sido considerado como un ámbito de
injerencia de especialistas o eruditos, " el patrimonio,
cualquiera que sea, no puede ser un lastre, algo a lo que uno
deba aferrarse por tradiciones obsoletas o concepciones elitistas
y conservadoras. La comunidad debe
usarlo, si no lo usa, si no está vivo, sino se inserta en
su día a día , no le pertenece y entonces otros se
apropiarán de él, serán otros los que nos
manipulen con él". (6) En la ciudad han convivido por
muchos años los distintos grupos sociales, sin embargo
sólo se preservan, conservan y poseen carácter de
recursos educativos, los edificios habitados y usados por un solo
grupo social,
la oligarquía, aun en el caso de los edificios
públicos, estos eran preferentemente espacios de
encuentro, trabajo y ejercicio de acción
política de la elite. Los otros sectores sociales, no
poseían identidad y capacidad de acción
independiente, esto debido a que su rol en la sociedad
pública y sobre todo privada era servir y trabajar para
sus patrones, de tal forma que estos espacios no le
pertenecían, en ellos encontraremos rasgos limitados de su
identidad.
Sin embargo, los cambios históricos fueron
limitando la dependencia y subordinación de los sectores
populares de la elite, desde cierto momento histórico, "
en la segunda mitad del siglo pasado ( XIX), cambios sustanciales
en los sectores populares supusieron el abandono de la identidad
tradicional, propia y atribuida, del "roto" y la asunción
de una nueva, la de "trabajadores", o quizá " clase
obrera". (7) Esta nueva realidad, conformada fundamentalmente, de
un lado, por la creciente migración
rural-urbana, y por otro, la acción modernizadora de una
próspera oligarquía, que instauró tendencias
al " consumo
conspicuo, el ideal del refinamiento y la formación de
lugares exclusivos, (significando que) , aunaron sus fuerzas en
orden a consolidar una identidad de clase de rasgos claramente
discernibles y, en consecuencia, capaz de agrupar a los miembros
de la oligarquía, al tiempo que los segregaba del resto de
la sociedad citadina". (8) La ciudad propia, decente y cristiana
como la llama el Intendente de Santiago Benjamín
Vicuña Mackenna, (9) convivirá con la ciudad de los
pobres.
En este proceso, se
establecerán espacios propios de habitabilidad de los
pobres, algunos todavía mostrando en su génesis la
dependencia de la elite en lo económico y legal, pero
fundamentalmente en el ámbito de la planificación urbana, al ser considerados
para tal efecto por la misma oligarquía que los excluye de
otros lugares y usufructúa de forma mercantil con la
propiedad de
la tierra,
(10) tal es el caso de los conventillos, sin embargo, otras
formas, como los ranchos y las populosas poblaciones callampas de
mediados del siglo XX, son resultado de creaciones,
planificaciones y reivindicaciones que muestran una identidad
como sector social diferenciado de la elite.
Poco a poco vemos surgir espacios creados por los
pobres, su reconocimiento como tales, se enmarca en la nueva
perspectiva de patrimonio y en el uso social de este, que quiebre
el viejo esquema de, " Artesanos y espectadores : ¿ son lo
únicos papeles asignados a los grupos populares en el
teatro de la
modernidad? Lo
popular suele asociarse a lo premoderno y lo subsidiario….En el
consumo , los sectores populares estarían siempre al final
del proceso , como destinatarios , espectadores obligados a
reproducir el ciclo del capital y la
ideología de los dominadores". (11) Considerar los
espacios de los pobres, y todo el proceso de construcción social y política que
ello significó, es el paso para contribuir a una
concepción del patrimonio integradora, es decir conformar
políticas culturales inclusivas, donde estos grupos son
activos y no
meros espectadores como dice García Canclini.
Establecer acciones que apuntan al reconocimiento de los
espacios de los pobres, es reconocerlos como agentes sociales
importantes. En estas acciones, se esta dando una estrategia para
luchar contra la pobreza, " un
sujeto social se constituye tanto en el plano de las situaciones
reales o materiales
como en el de la cultura,
sencillamente porque ambos son dos dimensiones de una
única realidad". (12) Los lugares de vivencia de la
pobreza, son
significativos, en tanto testimonios de las arbitrariedades
sociales y culturales, muchos de estos espacios, fueron lugares
de insalubridad, hacinamiento, centros de degeneramiento e
injusticia social, pero también espacios de convivencia
solidaridad,
acción comunitaria y política, como se expresa en
diarios, revistas y monografías de la época. La
elite, manifiesta su preocupación por los problemas
ambiéntales y como estos producían un efecto nocivo
en el pueblo, "… , es tal la fuerza del
mal; tan inmenso es el número de conventillos insalubres
que existen en nuestra capital que es preciso esperar
algún tiempo aún para ver relegados a la historia
estos focos de enfermedades y vicios". (13)
Las publicaciones de los trabajadores, muestran
preocupación por resaltar las injusticias de la clase
gobernante y el sistema en
general, como lo expresa Luis Emilio Recabarren, en una carta publicada
en el
periódico La Reforma, de Santiago en 1907 : "
Así como se obliga al patrón a pagar una tarifa
mínima y a mantener un horario de 8 horas, también
se puede obligar al propietario a fijar un límite en el
arriendo de piezas y casas"…Luego agrega,… "para que el
proletariado chileno se oriente en esta nueva lucha y entre a
ella para combatir la desenfrenada usura de los propietarios (!)
de la tierra". (14)
Quedan de manifiesto las distintas visiones frente a una misma
situación social, sólo el considerar estas
diferentes realidades y visiones permite configurar una sociedad
con memoria social en
tanto constructora de identidad.
¿Cual es la razón para establecer el
carácter patrimonial de los espacios de los pobres?, la
respuesta, posee dos variantes, una, es la que plantea
Maximiliano Salinas en su artículo, ¿ Quién
cuenta la historia?, ¿quién cuenta en la historia?,
" La tarea del futuro es que cuentan la historia los niños y
jóvenes, las mujeres, los trabajadores y los
indígenas y los mestizos. ….Por ese lado habría
que contar otras muchas y ocultas historias de nuestro real e
intrincado mestizaje cultural….. En fin hay que hacer hablar a
los sujetos que tienen otra visión de la Historia,
más concreta y básica, de necesidades
básicas, que la de los administradores de una Historia
prestada"; (15) el contar esa otra Historia debe hacerse desde
sus (nuestros) espacios propios, tanto simbólicos como
concretos, la otra, es considerar a los sectores populares como
creadores, sujetos productores de cultura e Historia, no se trata
de repetir formulas paternalistas, que identifican lo popular
como sólo, y todo, lo subalterno, donde el " peso de la
degradación cae sobre lo popular y su poder
interpretativo queda denegado, por tratarse de una excusa de
sobrevivencia, cuyo ropaje es el turismo o el museo que viste
al interior de las escrituras oficiales, para que éstas no
lo desvasten y refunden. Así, el imaginario de la victima
lo convierte en una pieza a proteger, guiar, salvar y dirigir".
(16) No es conservar espacios de la nostalgia, que representan un
pasado ya muerto, el reconocimiento que planteamos debe ser
activo, de sentido de vida, de una visión amplia de
cultura, considerándola, en última instancia, el
centro de todo desarrollo
humano, y al PATRIMONIO, los testimonios valorados de esta
cultura.
Clarificador es el concepto de cultura con el cual
trabajan en el Programa de
Naciones Unidas
para el Desarrollo, ( PNUD), "El desarrollo humano entraña
necesariamente una preocupación por la cultura- la forma
en que las personas deciden vivir juntas-, porque es la
sensación de cohesión social basada en la cultura y
en los valores y
creencias compartidos lo que plasma el desarrollo humano
individual. Si la gente vive bien junta, si coopera de manera de
enriquecerse mutuamente, amplia sus opciones individuales. De
esta forma, el desarrollo humano se preocupa no sólo por
la gente como individuos, sino además por la forma en que
estos interactúan y cooperan en la comunidades". (17)
Recuperación y resignificación de los espacios de
la ciudad, barrios, poblaciones y plazas, etc. como espacios
vitales de comunidad por una vida digna y la lucha por una
identidad, por un patrimonio propio, no asignado e impuesto desde
fuera, como única y hegemónica realidad.
Para concluir, hablarles del caso de un barrio en el
centro de la Ciudad de México,
Tepito, veinte años lucharon contra los alcaldes y los
urbanizadores para que no les destruyeran el barrio, organizados
lograron, que la UNESCO, lo declarase patrimonio de la humanidad.
" Es un barrio con casas al estilo de conventillo con patio
central; un barrio viejo y desconchado en el cual sus habitantes
viven, en primer lugar, de eso que los mexicanos llaman platica,
la conversación, el diálogo, y
en segundo lugar, de reciclar los desechos de la cultura
industrial tecnológica". (18) Por esto es que decimos que
los pobres no sólo viven en la ciudad, por cierto desde
mucho tiempo, sino que fundamentalmente la recrean y producen,
con sus carencias materiales e ilimitadas creatividad e
imaginación.
En definitiva, los testimonios generados por los
sectores populares, se trata de, " acumularlos
históricamente (sobre todo cuando sufren pobreza o
represión extremas), volverlos base de un saber objetivado
( relativamente independiente de los individuos y de la simple
trasmisión oral), expandirlo mediante una educación
institucional y perfeccionarlos a través de la investigación y la experimentación
sistemática", (19) sólo de esa forma podemos hablar
de un uso social del Patrimonio como creador de identidad, que
represente a todas las comunidades del país.
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* Artículo
publicado en www.revistapraxis.cl;
Nº 3, noviembre 2003. ISSN: 0717-7488.
1 .
García Canclini, Néstor. " Culturas
Híbridas, estrategias para entrar y salir de la
modernidad". Ed. Grijalbo. México, D.F. (1989). pp
150.
2 .
Idem.
3 .
Idem.
4 . Ibid.
pp 181.
5 . En
este estudio se menciona la existencia de una sala " donde
está el potro de dar tormento", Arancibia, C, Cornejo, J,
González, C. " Tortura Judicial en la Real Audiencia de
Santiago de Chile", en Revista de
Historia Social y de las Mentalidades. USACH. Chile, Santiago
(2000). pp 143.
6 .
Resumen del texto final de
la Reunión Internacional de Expertos en Patrimonio
Cultural y Natural. Convenio Andrés Bello. Colombia,
Santafé de Bogotá. ( 1999). pp 7.
7 .
Romero, Luis Alberto. "¿Que hacer con lo pobres?, Elite y
sectores populares en Santiago 1840-1895’’. Ed.
Sudamericana. Chile, Santiago (1997). pp 193.
8 .
Vicuña, Manuel. " El París Americano, la
oligarquía chilena como factor urbano en el siglo XIX".
Ed. Universitaria. Chile, Santiago. (1996). pp 49.
9 .
Véase, de Ramón, Armando, " Santiago de Chile
(1541-1991), Historia de una sociedad urbana". Ed. Sudamericana.
Chile, Santiago (2000). pp 147.
1 0 . Veáse, Salazar, Gabriel. "
Labradores, Peones y Proletarios, formación y crisis de la
sociedad popular del siglo XIX". Segunda Edición, LOM
Ediciones. Chile, Santiago (2000). pp 236-241.
1 1 . García Canclini, N. Op
cit. pp 191.
1 2 . En internet, www.naya.ar Ciudad
virtual de Antropología y Arqueología. "Sectores
populares identidad". Por Erica Lander. pp 1.
1 3 . Lira Infante, Alejo. "La
Habitación Popular". Editorial Imprenta y
Encuadernación Chile. Santiago, Chile (1912). pp
7.
1 4 . Cruzat, Ximena, Devés,
Eduardo. " Recabarren, escritos de prensa" Tomo 2. Ed. Nuestra
América-Terra Nova. Chile, Santiago (1986). pp
90.
1 5 . Salinas Campos, Maximiliano. "
¿ Quién cuenta la Historia?, ¿ quién
cuenta en la Historia?. Revista Patrimonio Cultural. DIBAM.
Santiago, CHILE. Julio (2000). pp 22-23.
1 6 . Ossa, Carlos. " Yo no quiero ser
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1 7 . Citado en Programa de Naciones
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1 8 . En internet, www.naya.ar. Ciudad
virtual de Antropología y Arqueología.
"Dinámicas Urbanas de la Cultura", por Jesús
Martín Barbero. pp 5.
1 9 . García Canclini,
Néstor. Op. Cit. pp 183.
Luis Alegría Licuime (*)
(*) Profesor
Departamento Educativo Museo Histórico
Nacional