(Párrafos extraídos del
informe)
3. Chantajes sobre los
gobiernos
6. Esterilizaciones ocultas en los
alimentos
7. Esterilizaciones ocultas en las
vacunaciones
2. ¿Quién hay
detrás de los programas de planificación
familiar?
3. ¿Quién está
detrás de todo esto?
4. La industria químico –
farmacéutica
5. Las instituciones y asociaciones
privadas
6. Las agencias gubernamentales
estadounidenses
7. Suborganizaciones de las Naciones
Unidas
8. Las principales organizaciones
económicas mundialistas
El problema no es la superpoblación. Ni tampoco
lo es el de los recursos
planetarios como se pretende que creamos.
En 1974, el Consejo de Seguridad
Nacional de los Estados Unidos,
dirigido por Henry Kissinger, durante el mandato
del presidente Nixon, adoptó como directriz oficial de los
Estados Unidos el memorándum de seguridad nacional 200
(National Security Memorandum-200
(NSSM-200)). El NSSM-200 permaneció en secreto durante
años y sólo se dio a conocer al público en
1991. En él se afirmaba que «el crecimiento de la
población de trece naciones grandes del
Tercer Mundo es una amenaza para la seguridad nacional de los
Estados Unidos».
Os preguntaréis: ¿por qué el
crecimiento de la población en el Tercer Mundo es una
amenaza para la seguridad nacional de los Estados
Unidos?
Ese mismo documento lo explica claramente:
«La localización (por
parte de los estados del Tercer Mundo) de reservas
conocidas de minerales de la
mayor calidad, favorece una mayor dependencia de
las regiones industrializadas respecto a los estados menos
industrializados… Es posible que empresas
extranjeras sean expropiadas o sometidas a intervenciones
arbitrarias: a través de acciones de
los gobiernos, conflictos
laborales, sabotajes o desordenes civiles. Con ello, la llegada
de materia prima
se vería comprometida. A pesar de que la presión
demográfica no constituye el factor determinante, los
peligros serán menores si se reducen las condiciones de
crecimiento de la población.
Queda claro en el NSSM-200 que el control de las
materias primas y de las reservas minerales del Tercer Mundo es
el interés
de la estrategia de
seguridad de los Estados Unidos. La amenaza contra este
interés del crecimiento de la población, en
realidad, es una coartada para encubrir la amenaza real: los
estados del Tercer Mundo (especialmente los que tienen una
población creciente y desigualdades también
crecientes) podrían rebelarse contra el robo de minerales
y materias primas que llevan practicando desde hace más de
un siglo Estados Unidos y otros estados.
El presidente de los Estados Unidos, Lyndon Johnson,
resumió ingenua y acertadamente la situación en un
discurso
pronunciado en Alaska, ya en noviembre de 1966: «Existen 3
mil millones de personas en el mundo y solamente 200 millones son
nuestras. Tenemos una desventaja de 15 a 1. Si la fuerza tuviera
razón, inundarían Estados Unidos y se
llevarían lo que tenemos. Nosotros tenemos lo que
quieren»
Es decir, «el enemigo es el mundo entero».
Johnson advirtió que «si no lo hacemos bien, se
abalanzarán sobre nosotros para quitarnos lo que es
nuestro».
Esta amenaza para los intereses de los Estados Unidos de
los estados pobres actualmente se ha convertido sólo en
una parte del problema.
Hoy en día, los Estados Unidos poseen una
población que es menos de un 5% de la población
mundial, y además son incapaces de alimentarla y de cubrir
sus necesidades fundamentales
En realidad, hoy el enemigo no sólo son los
estados pobres del Tercer Mundo y del sur, sino también
los pobres de los estados ricos, que van en aumento. Incluso en
la propia cuna del Imperio. En ambos casos, se trata de
excedentes de población y se establecen estrategias para
suprimirlos.
Pero la orientación racista de los programas de
control de la población no deja lugar a dudas de que hay
algo más en este asunto que el control de los recursos
planetarios.
Desarrollaremos y documentaremos el contenido racista y
eugenésico de los programas de control de la
población en futuros trabajos.
La amenaza del crecimiento de población no
sólo se afronta con programas directos de anticonceptivos y de esterilización, sino
chantajeando a los estados con el arma que suponen los programas
de ayuda y alimentos.
Alan Gregg, de la Fundación Rockefeller, dijo:
«La superpoblación es un cáncer; nunca he
oído que
un cáncer se curara alimentándolo
».
El documento NSSM-200 también plantea que
hay que chantajear a los estados del Tercer Mundo fomentando el
hambre y otros métodos,
como estimular revueltas populares: «El arma de los
alimentos debe ser utilizada. Los gobiernos del Tercer Mundo que
no se sometan voluntariamente al programa de
reducción de población, deberán ser forzados
a esa sumisión por estos medios:
denegarles el crédito
por parte del FMI, incitar a la
rebelión a la población hambrienta, etc.
».
En la misma línea, Erhlich proponía ya en
1967: «Negar toda ayuda ajena a un país de
población creciente, el cual creemos que no hace un
esfuerzo máximo para limitar su
población.
Llegando inclusive a «cambios de soberanía», una forma
«delicada» de hacer referencia a los siniestros
métodos, que son conocidos: promocionar sangrientos golpes
de estado para
implantar gobiernos títeres terroristas o simplemente
fomentar la guerra; en
ambos casos, con la ventaja adicional de aumentar las ventas de
armamento.
Estos problemas en
los que se centran muchas ONGs ocultan el problema real, que es
la diferencia en la distribución de los ingresos y el
reparto desigual de la riqueza.
El orden mundial no pretende en modo alguno eliminar
la pobreza,
que él mismo genera, sino eliminar a los pobres que le
incomodan y que sobran.
Las medidas de control de la natalidad y la epidemia de
SIDA deben ser
entendidas en este marco.
Estrategia de control
demográfico.
Marketing social en los medios de
comunicación del mundo desarrollado.
La estrategia de «acusar a la
víctima» ha sido difundida y sigue
difundiéndose a través de los medios de
comunicación convencionales, donde se martillea con
los argumentos de que la población del Tercer Mundo es un
peligro para occidente; especialmente para la seguridad nacional
de los Estados Unidos. Mayor cara dura es presentar a los estados
pobres como responsables de la destrucción de los recursos
naturales, que esquilman los estados
desarrollados.
Por dar sólo un ejemplo actual, citaremos a una
publicación supuestamente defensora de las etnias y del
Tercer Mundo:
«En el año 2050, la población de
la Tierra
superará los 10.000 millones, con la consiguiente
destrucción de los recursos naturales renovables y
el agravamiento de los problemas de contaminación
ambiental». (El texto y el
remarcado son de la publicación Diario 16, suplemento
Mestizaje, 17 de marzo del 2000).
Lo mismo se hace en asociaciones y medios de comunicación, incluso los presentados como
ecologistas. Por ejemplo, el
príncipe Felipe de Inglaterra,
presidente del World Wildlife Foundation, en un programa de
televisión
del 7 de abril de 1989 acusaba a «los agricultores modernos
de ser los responsables de la explosión
demográfica». Según él, «la
agricultura es
la locomotora que alimenta más y más gente, y eso
es un crimen». Reconoce que «seria posible alimentar
a 10.000 millones de personas», pero afirma que «eso
sería irresponsable con la naturaleza». Y con la excusa de proteger la
naturaleza, la estrategia que defiende, junto con organizaciones
mundialistas como la Trilateral y el Banco Mundial,
es la reducción de la producción agrícola y, en
consecuencia, de la población hasta dejarla en unos 2.000
millones de personas3.
Se está abogando por un genocidio de 2.500 millones de
personas, que son las que según el embajador de los
Estados Unidos en el Estado
español
sobran en el mundo. (Citado en «Autogestión»,
número 10, de El País 9 de septiembre del 1994,
página 27).
3. Chantajes sobre los
gobiernos.
Los sistemas de
coacción son sencillos:
El Banco Mundial, el
Fondo Monetario
Internacional y otras organizaciones mundialistas privadas
supeditan la ayuda financiera a los estados del Tercer Mundo, si
estos estados son capaces de llevar a cabo las políticas
demográficas dictadas por estos organismos.
Por ejemplo, si un estado no lleva a cabo el cupo
impuesto de
esterilizaciones que le son anualmente designadas, se le retira
la ayuda. Esto justifica y explica las esterilizaciones sin el
consentimiento de miles, e incluso millones de mujeres anualmente
en el Tercer Mundo.
La estrategia de los organismos internacionales,
frecuentemente camuflada de ayuda al Tercer Mundo, se basa en el
chantaje, practicado sobre la ayuda en dinero o en
alimentos a cambio de
esterilización y de otras medidas eugenistas.
En 1967, la concesión de ayudas alimentarias ya
había sido prácticamente reducida a casos de
grandes hambrunas o catástrofes naturales, bajo la
condición de que los gobiernos de los respectivos estados
tomarán medidas de control de población; lo que
significa, concretando, que la gente que padece hambre no recibe
de comer si no se deja esterilizar9.
Coacciones directas a la
población.
Los datos son
importantes para comprender la falacia esgrimida por los
eugenistas de que las esterilizaciones fueron
voluntarias.
Incluimos más datos sobre este punto en el
capítulo de la esterilización porque los
engaños y coacciones a los que son sometidas las mujeres
del Tercer Mundo para que se dejen esterilizar o utilicen
anticonceptivos son variados. Se les prometen miserables
compensaciones en dinero y créditos;
Inversamente, si no aceptan esterilizarse se las amenaza
con negarles la construcción de una carretera, la entrega
de alimentos en una catástrofe, o se les ponen
limitaciones en la escolarización de sus hijos y en la
asistencia sanitaria. (Ver otros ejemplos en el capítulo
de esterilización).
Incluso en los sitios donde no se recurre directa o
visiblemente a la coacción para que las mujeres consientan
una injerencia de la fecundidad, tampoco puede hablarse de una
decisión libre. El método
más difundido para la imposición de programas de
control de población es la
motivación mediante prestaciones
materiales.
Las mujeres dispuestas a limitar su fecundidad reciben una
cantidad de dinero, ropa o créditos. Las parejas que
recurren a la planificación
familiar reciben créditos y medios de
producción bajo condiciones muy favorables. También
en este caso se trata de una forma de chantaje, aunque a primera
vista no lo parezca.
La píldora anticonceptiva y el dispositivo
intrauterino (DIU) han sido estudiados en un artículo a
parte.
La píldora.
En los años 50 y 60 del siglo XX, en Puerto Rico se
realizaron los primeros experimentos con
la píldora anticonceptiva, el dispositivo intrauterino y
la espuma vaginal a través de la
organización puertorriqueña de planificación familiar Asociación
pro Bienestar de la Familia,
junto con el consorcio farmacéutico Searle and
Co.
El DIU.
Los laboratorios Searle retiraron el DIU (Copper 7 y
Cooper T) del mercado en
Estados Unidos, porque sus gastos en el pago
de las indemnizaciones aumentaban. Es decir, que los efectos
secundarios del DIU eran confirmados ante los tribunales de
justicia, y
previsiblemente lo que tendrían que gastar en indemnizar a
las víctimas de sus productos iba
a ser más que lo que ganaban
comercializándolos.
Searle había defendido los dispositivos con
éxito
en ocho pleitos y perdido dos, aunque había 300 pleitos
pendientes.
A finales de 1985, la multinacional Monsanto
absorbió a Searle. Searle no podía conseguir
seguros que le
cubrieran de los potenciales riesgos de
estos dos productos. Y hay que tener en cuenta que las
compañías de seguros tienen los mejores expertos en
evaluación de riesgos (por la cuenta que
les trae…).
Las ventas de los dispositivos, sólo en Estados
Unidos, proporcionaron unos 11 millones de dólares en
1985, mientras que los costes legales de tan sólo 4
pleitos de los centenares pendientes, fueron de l millón y
medio de dólares. Searle decidió retirarse del
mercado de Estados Unidos.
En otros estados, organizaciones de mujeres como la
Fertility Action de Nueva Zelanda, han pedido que el Copper 7 sea
retirado. Tienen reclamaciones de decenas de mujeres que han
sufrido problemas.
Añadamos que, en Brasil, la
«Asociación para el Bienestar de la Familia»,
una organización brasileña de
planificación familiar BEMFAM, filial de la IPPF
(International Planned Parenthood Federation), puso a las mujeres
el dispositivo intrauterino DIU, cortándoles luego el
hilo, indispensable para su extracción. A causa de ello,
sólo se podía sacar el dispositivo a través
de una operación quirúrgica, que ninguna mujer estaba en
condiciones de pagar. Las mujeres quedaban así
prácticamente esterilizadas.
Contraceptivos inyectables.
El acetato de medroxy-progesterona (DMPA),
comercializado como Depo-Provera en Estados Unidos y como
progevera en el Estado español, es un contraceptivo de
progesterona inyectable (cada 3 meses), extensamente utilizado en
muchos estados.
Añadamos que la amenorrea puede persistir durante
18 o más meses después de suspender la
administración de este contraceptivo, como reconoce su
fabricante (catálogo de especialidades
farmacéuticas editado por el consejo general de colegios
de farmacéuticos, Madrid
1995).
Entre estos fármacos, los más conocidos
son el Depo-Provera (depo-progevera), comercializado por el
laboratorio
Upjohn, y el Net-En, del consorcio Berlinés
Schering.
«Les comunico que ya no tienen ustedes malaria,
sino SIDA».
Alto riesgo de
cáncer
Conocido y ensayado desde 1963, el DMPA se reveló
muy cancerígeno en el animal, produciendo, en
concreto,
tumores mamarios.
Entre el 40% y el 70% de las mujeres que usan
anticonceptivos Depo-Provera o Net-En padecen alteraciones del
ciclo
menstrual, que van desde menstruaciones muy complicadas hasta
la ausencia completa de las mismas. Las alteraciones del ciclo se
mantienen incluso un año después de haber dejado el
fármaco. Existen indicios de que debilita, sobre todo, el
sistema
inmunológico de la
mujer.
Puede afectar a la salud de los hijos nacidos
después de su uso.
El depo progevera, según un estudio realizado en
Gran Bretaña, disminuye la densidad
ósea en ciertas partes del cuerpo a niveles por debajo de
los de las otras mujeres menopáusicas, y podría ser
un factor de riesgo para la osteoporosis en
el futuro.
Según un estudio publicado en la Revista de la
Asociación Médica Americana (JAMA), el depoprovera
dobla el riesgo de cáncer de
mama entre las mujeres que lo han tomado durante menos de
cinco años.
Uno de estos experimentos fue realizado en 942 enfermas
de los hospitales de Tennesse (Estados Unidos). Pequeño
detalle: 181 de ellas eran enfermas mentales. El director del
hospital psiquiátrico se justificó diciendo que
había utilizado el producto a fin
de «evitar problemas y detener la menstruación por
razones higiénicas». Se sobreentiende que los
«problemas» eran los embarazos de las reclusas que,
al parecer, mantenían relaciones
sexuales con los otros enfermos o con el personal
sanitario.
Este caso es conocido porque provocó un
escándalo. Una comisión senatorial hizo una
encuesta, e
incluso la muy ortodoxa revista inglesa Nature se vio
obligada a hablar de ello.
Pero esto no es lo peor. Esta tímida
experimentación en occidente contrasta, como es habitual,
con la criminal experimentación a gran escala que se
realiza impunemente en el Tercer Mundo.
Un trabajo
publicado en 1977 denunciaba que este producto se había
administrado a más de medio millón de mujeres en
más de 57 estados subdesarrollados.
A principios de los
años 80, alrededor de cuatro millones de mujeres
recibían en el Tercer Mundo la inyección de tres
meses, pese a que la Depo Provera estaba prohibida como
anticonceptivo en los Estados Unidos, por el alto riesgo de
cáncer que genera. Pese a que en Estados Unidos existe la
prohibición de exportar medicamentos que no han sido
autorizados en el país, Upjohn pasa por alto este
reglamento, haciendo producir Depo Provera por firmas filiales en
el extranjero.
En la práctica se le pone a las mujeres la
inyección sin que ellas tengan conocimiento
de que se trata de un anticonceptivo, como ocurre, por ejemplo,
en El Salvador.
Los laboratorios han ejercido presiones para que sea
aceptado en occidente, fundamentalmente para blanquear su
utilización en el Tercer Mundo.
El súbito cambio de parecer que sufrió la
FDA (Food and Drug Administration, Estados Unidos) fue provocado
por dos estudios, uno de Nueva Zelanda y otro de la
Organización Mundial de la Salud; ambos llegaban a la
conclusión de que el contraceptivo no incrementaba el
riesgo de cáncer.
No obstante, un análisis más exhaustivo de los datos
muestra que el
riesgo, en realidad, se duplicaba en los primeros cinco
años de consumo de la
hormona, y después descendía.
Los investigadores admitían que Depo-Provera
(DMPA) podía acelerar la generación y el
crecimiento de tumores. Si es así, su potencia debe ser
mucho más fuerte de lo que creen los médicos,
porque una sola inyección parece ser capaz de afectar al
crecimiento de los tumores durante los cinco años
siguientes. En marzo de 1995, un estudio de la OMS
(Organización Mundial de la Salud), admitía que el
DMPA multiplica por 2 el riesgo de ser víctima de un
cáncer de mama en el curso de los 5 primeros años
de utilización y que acelera el desarrollo de
los cánceres ya latentes.
Paradójicamente, este contraceptivo inyectable es
ampliamente utilizado por la Organización Mundial de la
Salud para estimular una esterilización
«reversible» en el Tercer Mundo.
Estos datos deben ser considerados como un
mínimo, ya que la política habitual de
estos experimentos es sistemáticamente ocultada, como en
el caso del Norplant.
En el Estado español, el depo progevera se
comercializa sin que se mencione el cáncer
entre sus efectos secundarios. Además, tampoco se menciona
la disminución de la densidad ósea y el riesgo de
osteoporosis ni otros de sus efectos secundarios.
Los fuertes efectos secundarios de estos fármacos
provocaron que muchas mujeres de los estados de los tres
continentes se negaran a seguir usándolos. Dejaban de
presentarse en los centros de salud o de planificación
familiar donde se suministraban las inyecciones9.
Se hizo entonces necesario investigar métodos de mayor
duración.
Norplant.
El Norplant, de los laboratorios American Home Products
y Roussel, es un anticonceptivo implantable que contiene
levonorgestrel y que dura 5 años*.
La Organización Mundial de la Salud estima que, gracias a
sus esfuerzos, 9 millones de mujeres de 90 estados ya han
utilizado este método iniciado en los años
60.
Norplant y Norplant 2 se colocan en forma de
cápsulas debajo de la piel, en la
parte anterior de la articulación del codo, y se espera
que tengan un efecto anticonceptivo de cinco años. Estas
cápsulas hormonales no pueden ser retiradas por las
propias mujeres, pues corren el peligro de provocarse heridas y
adherencias. Aún así, siempre hay mujeres que
intentan extirpárselas, principalmente, por causa de los
inmensos efectos secundarios que les obligan a
padecer9.
Centenares de mujeres han declarado tener alteraciones
provocadas por la utilización de los implantes
contraceptivos Norplant. Por ejemplo, 675 mujeres del estado de
Washington (Estados Unidos) que habían utilizado el
Norplant, se pusieron en contacto con la oficina del
consejo jurídico con intención de introducir una
demanda de
indemnización a los laboratorios productores.
Entre los efectos secundarios se encuentran sobre todo
hemorragias intermenstruales, embarazos extrauterinos,
pérdida de cabello y aumento de la pilosidad
facial.
El Norplant provoca alteraciones del ciclo menstrual en
el 70% de las mujeres. La menstruación puede ausentarse
completamente durante varios años; pero también
puede durar hasta 90 días, lo que conduce a un incremento
considerable de los casos de anemia.
Aparecen trastornos psíquicos y, como en el caso de las
inyecciones anticonceptivas, también aquí hay
indicios de que se debilita el sistema inmunológico de la
mujer.
Pero estos efectos secundarios no son los únicos.
Un estudio realizado en mujeres norteamericanas demostró
que el 40 por ciento de las que lo tomaban sufrían
alteraciones visuales y dolores de cabeza, y un 8% ceguera por
tumores cerebrales que comprimían el nervio
óptico.
Esto resulta bastante increíble. Especialmente si
tenemos en cuenta la política de ocultación
sistemática de efectos secundarios que se sigue en el
Tercer Mundo.
A pesar de todas estas barbaridades, un grupo de
consulta de la OMS afirmó que el Norplant es efectivo,
reversible y apropiado para su uso en humanos, cuando las
pruebas ya
habían tenido lugar en 25 estados y afectado a más
de 25.000 mujeres.
Un informe oficial de 1993 sobre el Norplant cuando
ya había sido experimentado en más de 40 estados
del Tercer Mundo, lo calificaba de «eficaz, aceptable y sin
efectos secundarios».
El documento oficial del DIMED (Departamento de
Vigilancia Sanitaria) detalla el tipo de irregularidades
encontradas: a las mujeres no se les informa de que el
fármaco todavía no tenía licencia y que no
era recomendado por el gobierno; no se
les decía que su eficacia era
incierta y que podían darse efectos secundarios a esperar
o inesperados; los médicos participantes no informaron al
DIMED de los efectos tóxicos o adversos. Es preciso que
los médicos firmen los Términos de Responsabilidad cuando emprendan las pruebas de
Norplant; 28 médicos no los firmaron, 16 de las firmas no
eran legibles y 22 estaban fechados con anterioridad a la
autorización oficial para iniciar las pruebas.
Sólo en Brasil se ha logrado esterilizar entre 20
y 25 millones de mujeres. Mientras, para negociar la deuda externa, el
Fondo Monetario Internacional le impone a Brasil programas de
reducción de la natalidad más fuertes como
cláusula imprescindible.
6. Esterilizaciones ocultas en
los alimentos.
Guatemala.
En 1984, el obispo guatemalteco Gerardo Flores
denunció la
contaminación de alimentos con sustancias
anticonceptivas y esterilizantes; había sido un regalo de
los Estados Unidos para repartir entre la población
más pobre.
7. Esterilizaciones ocultas
en las vacunaciones.
Estas vacunas
antiembarazo pueden ser combinadas, sin dificultades y de manera
disimulada, con otras vacunas como, por ejemplo, la del
tétanos.
Prescindiendo de los enormes efectos secundarios que
también comportan estos métodos
anticonceptivos, en el futuro se podría esterilizar a
millones de mujeres sin su conocimiento y sin su consentimiento.
Esta suposición parece confirmarse no sólo por las
experiencias anteriores con los métodos puestos en
práctica por los responsables de la política de
control de población, sino también por algunas
declaraciones concretas realizadas por los expertos competentes.
Así, por ejemplo, David Griffin, colaborador de la OMS,
manifestó en 1987:
«Los embarazos reiterados son como epidemias. Y,
para evitar epidemias, la vacuna anticonceptiva se presenta como
un arma muy atractiva que tiene que ser integrada en el arsenal
actual de armas».
Mientras se trabaja en ellas, se han dado ya casos en los que se
introdujeron productos anticonceptivos y esterilizantes en las
vacunas convencionales.
La asociación Human Life International ha
denunciado que la introducción de HCG en las vacunaciones
también se ha comprobado en México,
Nicaragua e India. Las
primeras sospechas se dieron en 1994 en México.
Esto implica una corrupción
de toda la estructura
sanitaria del estado y de los organismos internacionales
implicados en la promoción de la vacunación, entre
los que se encuentra la OMS.
El Dr. Stephen Mumford, del «Centro para la
investigación de población y
seguridad» y fundador de la Asociación
Norteamericana denominada «Salud familiar
internacional», es un entusiasta promotor de un
método aún más bárbaro: la
esterilización química.
Este método consiste en introducir en el
útero un fármaco que produce una grave inflamación del endometrio que llega a
bloquear la entrada de las trompas de falopio.
Los antecedentes nazis.
Hace unas décadas, los predecesores nazis de
Linderman hacían lo mismo con las «razas
inferiores». Y no penséis que se trata sólo
de una ocurrencia mía.
Clauberg, célebre ginecólogo alemán
de fama internacional, puso a punto un método de
esterilización que respondía a los criterios del
Tercer Reich: ¿cómo esterilizar a millones de
individuos de las «razas inferiores» y de
prisioneros, especialmente rusos, con un mínimo de
esfuerzo, tiempo y
gastos?». La técnica consistía en inyectar en
el útero un medicamento irritante de su invención,
que debía obstruir las trompas. Este método
compitió con otras barbaridades, como la
irradiación de los genitales (a dosis de hasta 550 Rads,
que origina necrosis y ulceraciones supurantes), y lo hizo
ventajosamente contra la esterilización con fitoterapia
(Caladium seguinum) y la castración
quirúrgica21.
El método de Clauberg era, esencialmente, el
mismo que el «descubierto» por el Doctor Stephen
Mumford, y que está utilizando la asociación
nortearnericana denominada «Salud Familiar
Internacional» actualmente en el Tercer Mundo.
La única diferencia es que los norteamericanos y
la industria
multinacional no han perdido la guerra y, por lo tanto, pueden
hacer impunemente las mismas atrocidades por las que los
criminales nazis fueron condenados en Nuremberg por
crímenes contra la humanidad.
Informe completo primera parte
http://www.free-news.org/aembid10.htm
http://free-news.org/index.htm
Alfredo Embid.
«En la madrugada del 6 de noviembre de 1976, el
pueblo de Uttawar en Haryana (India) fue invadido por 700
policías que tomaron a 550 hombres y se los llevaron. El
pueblo, habitado por 8.000 musulmanes de la comunidad meo,
había rechazado la entrada a todo empleado de
planificación familiar… El inspector general de la
policía que autorizó la incursión dijo que
era necesario como medida de seguridad, pues se sospechaba que en
el pueblo se mantenían enlaces con Pakistán; pero,
de hecho, había sido informado de la actitud de los
habitantes del pueblo hacia la esterilización y dijo que
los hombres arrestados serían sometidos a la
esterilización forzosa… En todo el estado de Haryana,
los autobuses eran desviados hacia los campamentos y se
esterilizaba a los pasajeros. De los pueblos y las estaciones de
autobuses y ferrocarril se recogía a la gente por la
fuerza para llevarla a los campos de planificación
familiar y esterilizarla…
2. ¿Quién hay
detrás de los programas de planificación
familiar?
Para hacerse una idea de quiénes son estos
energúmenos hay que saber quién es su fundador. El
Doctor Stephen Mumford, un médico racista y nazi del
«Centro para la Investigación de Población y
Seguridad». Es un entusiasta promotor de un método
más bárbaro todavía: la
esterilización química, que pretende haber
inventando, a pesar de que los médicos nazis ya lo
habían hecho décadas antes que
él.
El apoyo y la promoción del Norplant no ha venido
sólo de los laboratorios que lo fabrican. También
viene de organizaciones privadas, tales como «Salud
Familiar Internacional» y el «Consejo de
Población», así como de agencias
gubernamentales norteamericanas tales como la AID y la
«Food and Drug Administration» (FDA), que lo
autorizó como un medicamento seguro en 1989.
Su propagación tiene también como responsable a la
Organización Mundial de la Salud, que lo ha promocionado
en el Tercer Mundo afirmando «que es efectivo, reversible y
apropiado».
El ejemplo del Norplant nos lleva desde los laboratorios
farmacéuticos hasta asociaciones gubernamentales
norteamericanas de ayuda y asociaciones privadas racistas, cuyas
actividades son aceptadas por los organismos de control de
fármacos norteamericanos (FDA) y organismos
internacionales como la OMS.
3. ¿Quién
está detrás de todo esto?
Recapitulemos los responsables, o los que se benefician,
de las barbaridades criminales que hemos ido citando a lo largo
de la primera parte de este trabajo.
Las fuentes de
información fundamentales de este capítulo no
están siempre citadas para no cargar el texto de excesivas
notas.
4. La industria
químico-farmacéutica.
En primer lugar, aparentemente está implicada la
industria químico-farmacéutica, que se aprovecha de
las políticas de control de la natalidad. El Tercer Mundo
se convierte, así, en un buen campo de pruebas para sus
productos y, secundariamente, en un campo privilegiado para la
venta de material
anticonceptivo.
Los laboratorios que se benefician de estos programas
son:
Upjohn. | Depoprovera (Depoprogevera en el Estado |
Roussel. | Norplant. |
American Home | Norplant. |
Syntex y otros | Píldora |
Las organizaciones de control demográfico y la
industria farmacéutica trabajan mano a mano en el
desarrollo de nuevos métodos anticonceptivos más
eficaces, independientemente de que también sean
más peligrosos para la salud de las mujeres.
Los programas de planificación familiar en el
Tercer Mundo ofrecen a la industria farmacéutica un enorme
campo de ventas y experimentación para anticonceptivos que
en los estados industrializados han sido prohibidos, como las
píldoras altamente dosificadas, o abandonados como el
Depoprovera o el Norplant, a causa de sus efectos secundarios.
Además, se ahorran costes significativos, ya que una gran
parte de la investigación sobre anticonceptivos
está en manos de fundaciones privadas, como por ejemplo el
«Population Council» (Consejo de
Población).
La T de cobre
desarrollada por el Consejo de Población (PC), fue
comercializada mundialmente por la UNFPA (Fondo de
Población de las Naciones
Unidas).
Otro ejemplo que muestra los estrechos vínculos
que hay entre las organizaciones internacionales es la comercialización mundial de la
píldora anticonceptiva por medio de los programas de
planificación familiar. La IPPF (asociación
internacional de las organizaciones privadas de
planificación familiar) es una de las mayores
distribuidoras de la píldora anticonceptiva a nivel
mundial.
Muchas veces, este material ha sido rechazado en el
Primer Mundo por perjudicial, pero es vendido y utilizado sin
información sobre sus contraindicaciones y
gravísimos efectos secundarios en el Tercer Mundo, gracias
a la corrupción de los organismos sanitarios
locales, empezando por el Ministerio de Sanidad y siguiendo con
organismos tales como las agencias de control de los
medicamentos.
A estos hay que añadir los laboratorios que
fabrican los productos para la esterilización
química y la introducción de productos
esterilizantes en alimentos y vacunas.
5. Las instituciones
y asociaciones privadas.
En primer lugar, tenemos las instituciones y
asociaciones privadas que originan las políticas
despobladoras y eugenistas. Cronológicamente, la
intervención directa del gobierno de los Estados Unidos
fue posterior, aunque es preciso reconocer que esta
distinción es algo artificial. Las organizaciones
privadas, (es decir, oficialmente no dependientes de gobiernos)
están ligadas a las empresas, bancos y
gobiernos por medio de una enmarañada red de acuerdos,
financiaciones e intereses comunes. Y lo mismo sucede con las
organizaciones internacionales, que trataremos más
adelante.
En muchos casos, estas asociaciones provienen de
asociaciones racistas y eugenistas, tal y como demostraremos en
otro trabajo posterior.
La International Planned Parenthood Federation
(IPPF)
La Federación Internacional de
Planificación Familiar es la más
antigua.
La IPPF representa la fusión del
movimiento
eugenésico y del movimiento de control de natalidad con un
compromiso serio de prevención de la multiplicación
de los «indeseables».
La International Planned Parenthood Federation (IPPF), a
mediados de los años 1980, tenía ya 119 estados
afiliados.
La Federación Internacional de
Planificación Familiar actúa como una
organización coordinadora de las diferentes organizaciones
nacionales de planificación familiar (en Alemania, por
ejemplo, el Ministerio Federal de Cooperación
Económica y Técnica -BMZ-). Hoy en día, es
la mayor agencia privada internacional en el campo del control de
la población.
Sus actividades incluyen diversas estrategias de control
de la población, como difundir el Norplant, desarrollar
programas piloto de prueba de dispositivos intrauterinos y
programas de esterilización.
El Population Council (PC)
Fundado en 1952, el Consejo de la Población
norteamericano es otra de las organizaciones más
importantes. Fue establecido con objeto de crear una base
respetable para estudios de población, con su consejo de
expertos en demografía y especialistas en la
política de población. Fue fundada por John D.
Rockefeller III.
Tiene como presidente de la junta directiva y principal
ideólogo a McGeorge Brundy, «decano» del
«Eastern Establishment», asesor de seguridad nacional
en los sesenta y autor del genocidio de las «aldeas
estratégicas» en la guerra de
Vietnam.
La prioridad en control de la población y las
propuestas para un genocidio de los excedentes están
claras. Para conseguir ese objetivo, el
informe recomienda diversas estrategias.
El informe también recomienda programas de
coacción, que denomina «Programas de Fomento».
Hemos tratado este tema anteriormente.
Salud Familiar Internacional (FHI) de Estados
Unidos.
La FHI fue fundada por el médico nazi Stephen
Mumford del «Centro para la Investigación de
Población y Seguridad», promotor de la
esterilización química.
Mantiene un programa de investigación de la
Fertilidad Internacional (IFRP). Su presupuesto se
basa en fondos de la AID y la industria
farmacéutica.
Esta organización tiene fuertes lazos con la
industria farmacéutica. Está implicada en el
falseamiento de los datos sobre el Norplant, como ya hemos
explicado anteriormente en este trabajo.
La Asociación por la Esterilización
Voluntaria.
Esta asociación parte de la idea
eugenésica de que hay una «raza pura». Se
fundó en 1937 con el nombre de «Human Betterment
Association of America»; luego se llamó
«Birthright». Recibe fondos de Warren
Buffett.
La «Negative Population
Growth».
Esta organización va más allá.
Promueve la reducción a gran escala de la
población, incluso a no más de la mitad
actual.
La Fundación Norteamericana para la Reforma de
la Inmigración.
La «Federation of American Inmigration
Reform» (FAIR) de descaradas tendencias racistas, quiere
impedir que entren a Estados Unidos emigrantes y refugiados
pobres. Warren Buffett, implicado en la financiación de
diversas asociaciones eugenistas, también da dinero a este
programa.
La FAIR también está implicada en la
financiación de programas de esterilización
química.
El Comité de Crisis de
Población.
El PCC fue fundado en 1963. Se financia sólo con
fondos privados: Draper, Moore e industria
farmacéutica.
Es esencialmente un grupo político de
presión independiente del gobierno de los Estados Unidos,
y representa ampliamente los intereses de los grandes negocios y de
la industria de los Estados Unidos. Presiona a los gobiernos del
Tercer Mundo para que acepten varias medidas de control de la
población. Bajo tratados
comerciales, obliga a los estados firmantes a realizar el control
de población que creen más oportuno.
Programa para la Introducción y
Adaptación de Tecnología
anticonceptiva
Cuenta con fondos de la AID y de la industria
farmacéutica.
Otras asociaciones implicadas
Hay otras organizaciones involucradas en el control de
la población, la mayoría de ellas con base en los
EEUU. Algunas están apoyadas por el gobierno, mientras que
otras están fundadas por socios privados como Ford,
Rockefeller, Hewell, Huge More, etc.
Esas asociaciones son:
- Servicio Internacional de
Población. - Centro de Recursos de la
población. - Asistencia Internacional de Planificación
Familiar. - La «Tierra
Futura» (fundada por la AID). - Desarrollo Asociado.
- Sistema de Salud Westinghouse.
- Church World Service, etc.
Y las que desconocemos…
6. Las agencias
gubernamentales estadounidenses.
La AID (Agency for International Development) fue
fundada en 1966. Depende del Ministerio de Asuntos Exteriores
norteamericano. El departamento involucrado es la Oficina de
Población.
Básicamente, depende de fondos del gobierno de
los Estados Unidos. Es el mayor patrocinador en solitario hoy en
día.
Esta agencia, que supuestamente ayuda al desarrollo de
los estados subdesarrollados, está a la cabeza de los
organismos encargados de la planificación familiar y del
eugenismo.
Sus actividades son emprender y apoyar los programas de
control de la población a través de su Oficina de
Población. También dirige los fondos directamente a
los gobiernos del Tercer Mundo que aceptan sus condiciones, que
siempre son reducir la población. Otras organizaciones,
que trabajan en el mismo sentido, reciben dinero de la
AID.
La AID también provee de fondos a organizaciones
eugenistas y despobladoras, así como a varias
universidades en los Estados Unidos. Cada una recibe alrededor de
dos millones de dólares anualmente para estudios de
población.
La Oficina de Océanos y Asuntos
Internacionales, Científicos y del Medio
Ambiente.
Esta oficina fue creada en 1975 por Henry Kissinger para
gestionar la política demográfica en el seno del
Consejo Nacional de Seguridad y del Departamento de Estado. Tiene
la misión de
supervisar las transferencias de tecnología al Tercer
Mundo y reducir la población del planeta.
Instituto Nacional de los Estados Unidos para la
Salud de los Niños y
el Desarrollo
Humano.
Este instituto fue fundado a finales de los años
1960. El departamento involucrado es el Centro de
Investigación de la Población.
Su presupuesto depende del fondo del gobierno de los
Estados Unidos.
Es una organización gubernamental
específicamente encargada de la tarea de hacer
investigación y desarrollo de nuevos anticonceptivos para
los programas de control de la población.
Los Centros de Control de Enfermedades de Atlanta
(CDC).
Los CDC llevan años inventando epidemias
inexistentes, como la gripe del cerdo… y pidiendo más
dinero de los contribuyentes al Congreso.
Finalmente, han conseguido participar en el diseño
de una epidemia de SIDA, que nunca existió, y convencer a
todo el planeta de que tienen que temerla.
Mención especial merece el EIS (Epidemic
Intelligence Service), el servicio de
inteligencia
de epidemias (la CIA médica para los amigos), que depende
directamente de los CDC. Fue fundado en 1951 y dirigido por A.
Langmur, un energúmeno que había sido consejero del
departamento de guerra química y biológica del
Departamento de Defensa de los Estados Unidos.
Sus miembros están infiltrados en todos los
organismos médicos nacionales e internacionales,
incluyendo la propia OMS. También están colocados
en cargos de control de los principales medios de
comunicación, como, por ejemplo, Lawrence Altman,
escritor, médico jefe del New York
Times.
El EIS está implicado desde los años 1960
en los programas de control de la población de la
International Planned Parenthood Federation (Federación
Internacional de Planificación Familiar
-IPPF-).
Los CDC financian además el Consejo Nacional de
la Raza, el Centro para las Opciones de Población y
docenas de asociaciones, aparentemente independientes, que apoyan
la hipótesis oficial del SIDA.
En Octubre de 1985, un congreso organizado por Joseph
McCormick, agente del Epidemic Intelligence Service de los CDC en
Bangui, República Centroafricana, estableció que se
aceptase la definición del SIDA en el Tercer Mundo sin
tests, con sólo algunos síntomas indiferenciables
de los producidos por las enfermedades de la
pobreza57.
McCormick obtuvo la colaboración de la OMS, a la que
convenció para promover su programa58.
Ese mismo mes, curiosamente, algunos responsables del SIDA de la
OMS fueron sustituidos por agentes del CDC, tales como el Doctor
Jonathan Mann, lo que coincidió con un cambio de actitud
de la OMS respecto al SIDA59.
Ver los detalles más adelante en el apartado de la
OMS.
La Administración de Alimentos y
Fármacos (FDA).
Resaltemos que su criminal aceptación del AZT
para tratar a los diagnosticados de SIDA no responde a una
cuestión básica: ¿cómo es posible que
no aceptaran el AZT hace 30 años como quimioterapia para
el cáncer por ser demasiado tóxico, aún con
las prevenciones que se adoptan en la quimioterapia, y lo
recomienden para tratamientos indefinidos ahora?. Téngase
en cuenta que la quimioterapia para el cáncer se da con
cuentagotas, se hacen análisis después de cada
ciclo para comprobar su grado de toxicidad, etc.
No hay nunca respuesta. No puede haberla, excepto
una.
7. Suborganizaciones de las
Naciones Unidas.
United Nations Fund of Population Activities
(UNFPA).
El Fondo de Población de las Naciones Unidas fue
fundado en 1969 con la estrecha colaboración del Banco
Mundial2.
Su presupuesto, al principio, dependía de los fondos
gubernamentales de los Estados Unidos; ahora también
depende de Japón y
Europa
Occidental.
La UNFPA, nominalmente, figura como la
suborganización de las Naciones Unidas, pero, en la
práctica, es un instrumento del Banco Mundial y de la
Agencia Internacional de Desarrollo norteamericana. Fue fundada
para encubrir las intromisiones de los Estados Unidos en materia de
población en los estados del Tercer Mundo. Hoy en
día es uno de los mayores organizadores de la
política de despoblación.
La Organización Mundial de la Salud
(OMS).
La Organización Mundial de la Salud (OMS), para
empezar, no ha denunciado las políticas eugenistas
criminales, como se supone que debería haberlo hecho, ya
que se nos presenta como la máxima instancia internacional
sobre el tema de la salud.
La OMS tiene un presupuesto que es sólo el
equivalente al de un gran hospital; el resto depende de la
denominada «financiación externa», es decir,
de la industria médico-farmacéutica-química
y de otras instituciones político-financieras. Eso explica
su participación directa en los programas de control de la
población.
En 1988, la UNFPA junto con el Banco Mundial, empezaron
a respaldar económicamente a la Unidad de
Investigación Contraceptiva (HRP) dentro de la
OMS.
La OMS impulsó el «Special Program for
Research Development and Research Training in Human
Reproduction» (WHO-HRP) (Programa especial para la
investigación del desarrollo e investigación del
aprendizaje de
la reproducción humana). Este programa de
investigación participa de manera determinante en el
estudio de nuevos anticonceptivos de larga duración. Es
financiado por los gobiernos de los estados industrializados y
también por el UNFPA y por el Banco Mundial.
En efecto, los gobiernos también se muestran
más dispuestos a permitir que una organización de
la ONU realice
pruebas con las mujeres de su estado que a su realización
por parte de unas industrias
farmacéuticas que se han ganado a pulso una mala
reputación en todo el mundo.
Un primer resultado de esta investigación fue el
desarrollo de los implantes hormonales Norplant y Norplant
2.
La OMS ha sido denunciada por su participación en
los programas de vacunación con productos abortivos
ocultos66,
67.
En un principio, la OMS negó que las vacunas del
tétanos utilizadas en Filipinas, México, Nicaragua
e India, tuviesen HCG abortiva oculta, pero frente a las pruebas
irrefutables presentadas por las mujeres, con análisis de
sangre
incluidos, no tuvo más remedio que admitir que la HCG,
efectivamente, se encontraba presente en las vacunas, aunque
«en dosis pequeñas», pretextando que
«debía provenir del proceso
productivo», es decir, una tomadura de pelo.
Esta campaña fue realizada por la OMS en
colaboración con la Fundación Rockefeller, el Banco
Mundial y el «Population Council68».
Pero lo que es todavía más grave es que la
OMS ha colaborado en el fraude de la
epidemia de SIDA en África.
La OMS ha dado el visto bueno, ha aceptado y
promocionado la impresentable definición del SIDA en el
Tercer Mundo. La OMS participa en el genocidio que implica el
invento de la epidemia de SIDA en África72.
8. Las principales
organizaciones económicas mundialistas.
El Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional.
El Banco Mundial fue fundado en 1945. Sólo siete
estados en total poseen e1 46% de sus votos. Desde finales de los
años 1960, se convirtió en una de las piezas claves
del control de población.
En 1968, con la presidencia del Banco Mundial en manos
de R. McNamara (ex-ministro de Asuntos Exteriores de Estados
Unidos), se estrechó la vinculación entre control
de población y programas de ayuda al desarrollo de las
Naciones Unidas, sus agencias y el Banco Mundial.
En su discurso de toma de posesión de la
presidencia del Banco Mundial en 1968, McNamara declaró:
«El Banco Mundial hace saber a los estados en desarrollo
que el rápido crecimiento demográfico les impide su
desarrollo potencial y que se deben buscar posibilidades para
financiar tanto programas de colaboración conjunta como
otros programas de investigación, de cara a disponer de
medios de planificación familiar más
eficientes».
Debido a la influencia sobre los fondos de desarrollo,
el Banco Mundial es capaz de influir en la política de
población del Tercer Mundo. Hoy en día, es uno de
los mayores partidarios de los esquemas de mercadotecnia
social de anticonceptivos y de los sistemas de incentivos y
coacciones para establecer el control de la población en
el Tercer Mundo.
El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional
(FMI) siguen las mismas estrategias: supeditan sus
«ayudas» y créditos a condiciones de control
demográfico, tal y como hemos mencionado
anteriormente73.
¿Cómo lo hacen? Es muy
sencillo:
Se otorgan créditos sin interés y a 50
años de plazo a los estados, a condición de que
desarrollen programas de planificación familiar a
través del Departamento de Nutrición y
Población dependiente del Banco Mundial.
Plantean métodos de coacción encubierta,
como el siguiente, sobre todo aplicado en Asia: financiar
cooperativas
de mujeres con la condición de no tener hijos y
favoreciendo a las solteras. Las cooperativas son instaladas en
medio de zonas deprimidas en las que el agricultor se empobrece
día a día, mientras los miembros de estas
cooperativas ven mejorar su nivel de vida.
Hay que saber que, además de las condiciones
despobladoras que imponen el FMI y el Banco Mundial, para otorgar
créditos al Sur hay otras condiciones
estrictas:
Los receptores «tienen que promover una economía de mercado,
pagar estos créditos en monedas fuertes e incrementar las
exportaciones».
Imponen chantajes a los gobiernos del Tercer Mundo. Por
ejemplo, un documento de la Conferencia
Episcopal filipina, presentado en Bangkok en junio de 1989,
denuncia que el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y
la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional
(USAID) han chantajeado al gobierno para que acepte el proyecto
denominado «Planificación de los Nacimientos
III» de 1988, que incluye la esterilización de
mujeres y hombres. «La política de reducir el
crecimiento de nuestra población, -denuncian los obispos
filipinos-, ha sido impuesta a nuestro gobierno por el Banco
Mundial y el Fondo Monetario Internacional, como condición
para la concesión de fondos destinados al
desarrollo». La Conferencia Episcopal filipina define estas
campañas, patrocinadas por el Banco Mundial, el Fondo
Monetario Internacional y la USAID como «imperialismo
contraceptivo en nuestro país».
Alfredo Embid.
providalv[arroba]xaire.com