Monografias.com > Administración y Finanzas > Finanzas
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Relevancia de la política de dividendos en el valor bursátil de las empresas a través de los modelos de Gordon y Lintner




Enviado por rmosqueda



     

     

    Resumen

    I.
    Introducción

    II. Generalidades sobre la
    política de dividendos

    2.1. Financiamiento utilizando las
    utilidades retenidas

    2.2. El costo de financiarse
    por las utilidades retenidas

    2.3. Objetivos perseguidos
    por la política de dividendos

    III. Valoración
    empresarial

    3.1. Administración
    basada en el valor de la empresa

    3.2. Principales
    métodos de valoración
    empresarial

    3.3. Modelos de
    valorización que se basan en la información
    contable histórica

    3.4. Modelos de flujo
    de efectivo descontado

    3.5 Métodos de
    Valoración bursátil

    3.6. El valor
    bursátil de la empresa y la teoría de
    expectativas

    3.7. Teoría de las
    expectativas

    IV. Influencia del dividendo en el
    valor de las acciones

    4.1. Teoría residual o
    de irrelevancia de los dividendos

    4.2. El efecto
    clientela

    4.2 El contenido informativo
    de los dividendos

    V. Los Modelos de Gordon y Lintner
    y otros estudios de relevancia de los
    dividendos

    5.1. El Modelo de Gordon
    (MG)

    5.2. El Modelo de
    Lintner

    5.3. Estudios sobre la relevancia de
    los dividendos

    VI. Estudio empírico sobre
    la relevancia de los dividendos en las empresas mexicanas
    cotizadas en Bolsa de Valores

    6.1. Objetivo del estudio de
    campo

    6.2. Descripción del problema
    e hipótesis de trabajo

    6.3. Elementos de
    estudio

    6.4. Período de estudio o
    ventana de tiempo

    6.5.
    Metodología

    6.6. Resultados

    VII. Conclusiones

    VIII. Fuentes
    Bibliográficas complementarias

    IX. Cuadros

     

    Resumen.

    Nos dimos a la tarea de explorar y analizar los
    elementos de la política de dividendos que incorporan
    Gordon y Lintner en sus modelos para determinar el
    valor económico-bursátil; para luego aplicarlos a
    un grupo de
    empresas cotizadas en la Bolsa Mexicana de Valores. Con
    esto, no sólo determinamos la importancia de los
    dividendos sobre el precio de las
    acciones, sino
    también la capacidad para medir la gestión
    eficiente por parte de los antedichos modelos. Los resultados
    sugieren que el mercado de
    capitales mexicano si toma en cuenta la política de
    dividendos, sobre todo a partir de su comportamiento
    histórico.

    Abstract.

    We explored and analyzed the elements that are
    considered by the Gordon and Lintner Models into
    the design of the Dividend Policy. After that, we applied those
    models at a group of Mexican Firms listed in the Mexican Stock
    Exchange. So, we point out the relevance of the Dividend Policy
    into the price of shares and the capacity of the Models to
    determinate the performance firms. The results suggest that the
    Mexican Shares Market takes as a reference the dividend overall
    in its historical comportment.

    Palabras clave: Política de dividendos. Modelos
    de valoración. Gobierno
    corporativo. Relevancia de los dividendos.

     

    1. La correcta gestión de las empresas es un
      factor capital
      para la incorporación de valor económico en las
      organizaciones; los socios esperan un
      incremento en su riqueza, expresada en el capital contable y
      se que materializaría en los dividendos que les son
      repartidos en función del resultado. Las utilidades
      se convierten, pues, en un elemento objetivo y
      coherente por el que los socios juzgarán la
      actuación del administrador
      para un periodo determinado.

      Ahora bien, cuando la empresa
      cotiza en bolsa los objetivos
      corporativos se reorientan para satisfacer condiciones
      más específicas, como lo son enviar buenas
      señales (información) al mercado de
      capitales y esperar un incremento en el precio de sus
      acciones. Un aumento en las utilidades supone un aumento en
      los dividendos a distribuir y, consecuentemente, se
      esperaría un incremento en el precio de las
      acciones.

      También es cierto que las empresas cotizadas
      tratan de mejorar su imagen en el
      mercado a través de políticas administrativas congruentes
      con los deseos de los inversionistas; así, la
      política de dividendos, que son las acciones por las
      que el consejo de administración determina la
      cuantía y la forma de los dividendos,
      constituiría un elemento indispensable para enviar
      buena información al mercado accionario.

      Dentro de esta teoría hay dos cuestiones en pugna. A
      pesar de que hay una teoría clásica que
      determina la posibilidad de que los dividendos no son
      relevantes para los inversores, la teoría financiera
      no ha podido establecer de manera concluyente la importancia
      de los dividendos en el precio de las acciones. Segundo, que
      aún dentro de la teoría que se decanta por la
      relevancia de los dividendos subyacen dos fuertes corrientes;
      la primera de ellas definida por Gordon (1959) que
      determina que el comportamiento histórico de los
      dividendos es el que incide en el precio actual de la
      acción; en contrapartida,
      Lintner (1956) nos dice que son los dividendos futuros
      los que interesan al inversionista, pues son las expectativas
      las que importan al momento de tomar decisiones.

      Según se advierte la relevancia de los
      dividendos es una cuestión metodológica que
      trataremos de esclarecer. Así, el objetivo de este
      documento es explorar y analizar los elementos de la
      política de dividendos que incorporan Gordon y
      Lintner en sus modelos para determinar el valor
      económico-bursátil en un grupo de empresas
      cotizadas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV en delante);
      en consecuencia, determinaremos no sólo la importancia
      de los dividendos sobre el precio de las acciones, sino
      también la capacidad para medir la eficiencia de
      la gestión de los antedichos modelos.

      Para lograr nuestro objetivo nos valdremos de dos
      apartados metodológicos; en el primero hacemos un
      estudio teórico de los elementos y factores que sirven
      de base en la política de dividendos en su
      aproximación financiera. En el segundo apartado, de
      naturaleza
      empírica, utilizamos la metodología de carteras y la
      técnica estadística de Pearson para
      medir la relevancia de los dividendos en al
      conformación del precio de las acciones. Dado que nos
      valdremos de la correlación de Pearson, fue
      preciso contrastar la información utilizando los
      estadísticos t-student para determinar si son o
      no nulas. De no transmitirse nueva información al
      mercado de capitales, el valor medio de las rentabilidades
      será estadísticamente igual a cero, contrario a
      esto se entenderá como una incorporación en los
      precios de
      las acciones de nueva información.

      Consecuentemente la hipótesis central se basa en las
      asimetrías de la información y establecemos que
      "los directivos hacen uso de los dividendos para transmitir
      información al mercado sobre las expectativas futuras
      de las empresas y, en la medida en que la información
      transmitida por los anuncios de dividendos no sea esperada
      por el mercado, es decir, sea novedosa, producirá
      cambios significativos en los precios de las
      acciones".

      Para alcanzar nuestros propósitos partimos
      este trabajo en
      seis apartados. En el siguiente capítulo se describen
      y analizan los aspectos generales que utilizan las empresas
      para definir sus políticas de dividendos, lo cual
      incluye la forma y cuantía de los dividendos. Ya en el
      segundo capítulo nos dedicaremos a determinar los
      principales mecanismos que existen para valorar empresas
      así como la utilidad que
      tiene la valoración de empresas, particularmente para
      las tareas de inversión en cartera o compra de
      acciones.

      El tercer apartado trata de las principales teorías acerca de la importancia
      (relevancia) que tienen los dividendos en la
      valoración de las empresas como consecuencia de haber
      incidido sobre el precio de las acciones. De esta suerte, el
      cuarto capítulo se dedica a contrastar el efecto que
      tiene una determinada política de dividendos sobre el
      valor de las empresas; para ello nos valemos de los modelos
      antedichos que asumen que el nivel de dividendos afecta
      directamente a las expectativas de los inversionistas pues,
      de alguna forma, un dividendo conservador significa un
      crecimiento o utilidades contables, de igual forma,
      conservadoras. Finalmente, el último apartado se deja
      para las conclusiones finales y las recomendaciones que se
      derivan, principalmente, del estudio empírico
      caracterizado por técnicas estadísticas.

       

    2. Introducción

      La política de dividendos es la acción
      formal de la empresa por
      la que se determina la forma y cuantía en la que se
      repartirán las utilidades mediante los pagos que se
      hacen a los accionistas (esto es, los dividendos) y las
      ganancias que se reinvertirán en la empresa. En
      consecuencia, la política de dividendos debe
      considerar y analizar la relación existente entre la
      distribución de las ganancias como
      dividendos y las utilidades retenidas.

      Esta política deberá seguirse siempre
      que se decida en torno a la
      distribución de dividendos (ver el cuadro 1) y
      deberá plantearse a partir de los dos objetivos
      básicos: Maximizar los rendimientos de los
      propietarios de la empresa y proporcionar suficiente financiamiento. Así, la forma y
      cuantía depende de una serie de factores, tanto
      económicos como administrativos, incluso
      estratégicos, máxime si la empresa emisora de
      las acciones cotiza en bolsa. En efecto, la política
      de dividendos está estrechamente relacionada con las
      actividades de financiamiento de la empresa que
      buscará que el dividendo no suponga un costo
      financiero muy alejado del que pagaría por utilizar
      otras fuentes de
      financiamiento. Queda claro, los accionistas de la
      empresa exigirán cierto rendimiento sobre los recursos
      monetarios que han invertido en la empresa y el pago de
      dividendos en efectivo, que reduce el monto de las utilidades
      retenidas, cumple con esta exigencia (véase figura
      A).

      Resultados de diversos estudios sobre las empresas
      que cotizan en Bolsa de
      Valores sugieren que el reparto de dividendos puede
      influir en el precio de la acción y, por lo mismo, la
      política de dividendos obedecería más
      bien a cuestiones de carácter estratégico que a
      alguna directriz interna. En su obra, Gitman advierte
      que el nivel esperado de dividendos en efectivo es la
      variable de rendimiento más importante, y es partir de
      ella con lo que los accionistas y los inversionistas en el
      mercado determinan el valor de las acciones. Luego entonces,
      será en función del rendimiento esperado el
      inversionista comprará acciones de la empresa dado que
      las ganancias esperadas superarían a lo que
      obtendría por otras inversiones. Como se observa, la
      decisión de comprar acciones se basará en la
      promesa (expectativas) de obtener/generar cierto nivel de
      utilidades. A la capacidad de la empresa por transmitir
      buenas señales (aumento de utilidades por ejemplo) se
      le conoce como valor informativo.

       

      Figura A.

      Fuente: Mosqueda [1999]

      En síntesis, las expectativas que
      transmiten las empresas al proyectar sus utilidades, por
      ejemplo, lejos de ser consideras como un indicador objetivo,
      deben ser consideradas como una promesa o generador de
      expectativas; de ahí que los dividendos constituyan,
      al final, en un indicador más objetivo de la "salud
      económico-financiera" de la empresa que emite las
      acciones. Los dividendos se los considera, pues, como un
      indicador que afecta al precio de las acciones; si el
      dividendo aumenta (o coincide con el importe estimado por el
      accionista) se esperaría un aumento (o mantenimiento) en el precio de las
      acciones.

       

      Cuadro 1. Tipos de
      dividendos

      Tipo de dividendo

       

      Característica

      Razón de pago

      Un porcentaje de las utilidades del periodo se
      reparte y se capitaliza el resto.

      Rendimiento mínimo

      Definición de un dividendo fijo que
      garantice una rentabilidad sobre la inversión
      del accionista.

      Dividendos regulares bajos y
      adicionales

      Cantidad periódica por acción y
      se complementa con dividendos adicionales si los
      resultados lo permiten.

      Dividendos residuales

      Se reparten dividendos después de todos
      los compromisos legales. Se recurren a menudo a este
      tipo de dividendo como una forma de reemplazo o
      adición de los dividendos en
      efectivo.

      Fuente: Elaboración propia

      2.1. Financiamiento
      utilizando las utilidades retenidas

      Las utilidades retenidas son consideradas como una
      fuente de financiamiento interno porque el pago de utilidades
      en la forma de dividendos repercute en una reducción
      del efectivo. Al decretarse y pagarse los dividendos a una
      fecha determinada se afecta negativamente al cash flow
      (flujo de
      efectivo), y, a fin de aumentar nuevamente los activos al
      nivel que hubiera prevalecido de no haberse pagado los
      dividendos, la empresa puede optar por: a) obtener una deuda
      adicional, o b) un financiamiento de capital.

      Dado que el financiamiento por utilidades retenidas
      supone una erogación en efectivo es importante
      determinar no sólo su cuantía sino contrastarle
      contra otras fuentes de
      financiamiento. Luego, el flujo de efectivo se verá,
      invariablemente, afectado por la política de
      dividendos; si se decide renunciar a pagar dividendos y
      distribuir las utilidades retenidas, la empresa no se
      vería obligada a generar o provisionar una cantidad
      específica de fondos o eliminar ciertas fuentes de
      financiamiento. Vemos, pues, cómo la decisión
      de dividendos es realmente una decisión financiera, ya
      que pagar un dividendo directamente afecta el costo de
      financiamiento de la empresa. En este sentido, se puede
      pensar que el rendimiento que se dé al accionista
      equivalga al tipo de interés bancario o a alguna otra medida
      similar, tal como el tipo de interés de la deuda
      pública. En todo caso, el tipo de descuento que se
      ha de utilizar es el costo del capital. Al usar como tipo de
      descuento el costo del capital nos aseguraremos de que
      sólo se aceptarán proyectos que
      ofrezcan rendimientos superiores a los costos
      financieros de la empresa.

       

      2.2. El
      costo de financiarse por las utilidades
      retenidas

      En términos generales, suele ser bastante
      fácil estimar el costo de los créditos si se toma como elemento el
      tipo de interés; en contrapartida, el costo del
      financiamiento por utilidades retenidas es más
      complicado. Así, es común que se utilicen
      modelos o fórmulas financieras para simplificar las
      tareas de determinación del costo financiero. La
      característica fundamental de estos métodos es que se centran en determinar
      el costo en función del valor descontado (ajustado a
      la inflación) de los dividendos esperados (dividendos
      futuros).

      Así, la fórmula general para
      determinar el valor de la empresa (asumiendo que el valor
      depende de las Utilidades retenidas ajustadas y,
      consecuentemente, de los dividendos) puede expresarse con la
      siguiente igualdad
      que lo ajusta a partir del costo de financiarse por esta
      vía:

      (1)

      donde Uret es el valor de las utilidades retenidas,
      D, es el dividendo esperado en el período t y Cpc es
      el costo ponderado de capital de las utilidades retenidas. El
      problema que plantea esta fórmula es la
      estimación de los
      valores de D, a perpetuidad. Una manera de hacerlo es
      suponer que los dividendos crecerán a una tasa de
      crecimiento (g) para siempre y una fórmula útil
      para calcularlo por el Modelo Gordon que se centra en
      el valor de una renta vitalicia creciente. Dada la
      importancia de este modelo
      dedicaremos un epígrafe posterior para su análisis y desarrollo.

       

      2.3.
      Objetivos perseguidos por la política de
      dividendos

      La teoría clásica nos dice que el
      plan de
      acción a seguirse en materia de
      dividendos debe formularse teniendo en mente dos objetivos
      básicos interrelacionados. Es preciso señalar,
      según hemos visto en páginas previas, que el
      cumplimiento de estos objetivos tiene que cumplirse sin dejar
      de tomar en cuenta las restricciones que limitan las
      alternativas disponibles; los objetivos a los que nos
      referimos son: La maximización de la riqueza del
      socio, y la adquisición de financiamiento
      suficiente

      Medir el impacto de los dividendos sobre el precio
      de las acciones posibilita a la empresa a medir el costo
      financiero de financiarse con utilidades no distribuidas.
      Así, aceptando que una disminución en el precio
      de la acción viene de decisiones sobre los dividendos
      es admitir un aumento en el costo financiero por la
      emisión de acciones. Recordemos que, si bien es un
      costo para la empresa, el dividendo representa, desde el
      punto de vista del inversionista, el rendimiento que la
      empresa emisora está dispuesta a pagar a los tenedores
      de sus acciones. Para calcular este rendimiento existen
      varios métodos, uno de los más utilizados es a
      través de las utilidades por acción, esto
      es:

      (2)

      En donde, Cf es el costo de financiarse
      por acciones, UPA es la utilidad por acción (se
      obtiene de dividir la utilidad neta entre el número de
      acciones) y Pit es el precio de la acción i
      en el momento t (que corresponde al precio de
      mercado).

       

    3. Generalidades sobre la
      política de dividendos

      El valor comercial de un negocio debe determinarse
      en cualquier situación pero se hace indispensable en
      ciertos casos como ingreso o retiro de socios de entidades no
      inscritas en la bolsa de valores y en general, en
      transacciones de compraventa, así como en la evaluación de la gestión de
      la
      administración cuando el objetivo básico de
      los propietarios es maximizar el valor que la empresa tiene
      para ellos; asimismo en las tareas de análisis e
      interpretación de la situación
      financiera del negocio y cuando se analiza el esfuerzo al
      emprender un negocio una
      empresa.

       Para darle el valor a un negocio se puede
      recurrir a elementos cuantitativos y cualitativos, partiendo
      de aquellos cuantificables como son el balance
      general, estado de
      resultados, la información sobre proyección
      de ingresos y
      costos. En este sentido la información contable tiene
      como característica el agrupar cuentas
      cuya cifra son una combinación entre el pasado,
      presente y futuro, la cantidad que arroja como resultado no
      puede ser el valor comercial de la empresa. Entonces, si el
      sistema de
      información contable no dice en realidad
      cuánto vale un negocio el valor económico del
      negocio dependerá del método utilizado, y de los objetivos
      perseguidos con la valoración.

      Ahora bien, con independencia de la subjetividad en que puede
      caer la valoración de la empresa, pues depende del
      método utilizado, es necesario contar un indicador que
      mida el valor económico del negocio para tomar
      decisiones en materia de: a) estrategias de fusión
      (comprar una empresa) o escisión; b) detectar y
      corregir posibles fallas administrativas, c) establecimiento
      de acuerdos de compraventa, d) capitalización de una
      empresa, e) obtención de líneas de
      financiamiento, f) valoración de paquetes
      accionariales minoritarios, g) suspensiones de pagos, o
      incluso g) para mejorar la posición financiera
      estratégica de la empresa. En nuestro caso nos
      centraremos en la administración basada en el valor de la
      empresa para mejorar la posición financiera dado su
      efecto en el precio de las acciones.

       

      3.1.
      Administración basada en el valor de la
      empresa

      El hecho de que el valor de la empresa dependa de
      los dividendos futuros no implica que la empresa tenga que
      pagar dividendos en el presente. Por lo mismo, si se asume
      que el adquirente de una acción está comprando
      una expectativa de dividendos, se está diciendo que la
      política de dividendos es esencial para aumentar el
      valor de la empresa. De aquí subyace la clásica
      idea de que "un peso de dividendos vale lo mismo que dos en
      reservas". Ahora bien, si las utilidades retenidas son
      reinvertidas en la empresa en nombre de los accionistas con
      el objetivo de crear mayores dividendos o retenciones en el
      futuro, la anteriormente asumida preferencia por los
      dividendos no es tan obvia.

      Como sabemos, los accionistas reciben sus
      rendimientos a través de los dividendos y de las
      ganancias de capital, por lo que el rendimiento obtenido por
      una acción a lo largo de un período anual viene
      dado por la siguiente expresión:

      (3)

      donde D1 representa el dividendo del
      período, P1 es el precio al final del
      período y P0 el precio al comienzo del
      mismo. Por otra parte, el primer sumando de la
      ecuación de la derecha indica el "rendimiento sobre
      dividendos", y el segundo el "rendimiento sobre las ganancias
      de capital".

      La pregunta que debemos hacernos es: ¿pueden
      los directivos aumentar los rendimientos totales de los
      accionistas manipulando la política de dividendos?
      Para contestarla observemos la expresión que calcula
      el valor de la empresa:

      (4)

      en la que V es el valor de la empresa; FC, es el
      flujo de
      caja del período; A, las nuevas inversiones
      realizadas en el período; y ko el costo
      medio ponderado del capital. Si la empresa genera flujos de
      caja positivos (FC), los directivos podrán tomar la
      decisión de repartir una parte en forma de dividendos
      y retener el resto para emplearlo en la empresa. De esta
      forma, el análisis sobre una empresa no finaliza
      cuando se distribuye el informe y
      se comenta con inversores e interesados. El proceso de
      valoración es continuado, ya que las cotizaciones
      varían todos los días según se muestra en la
      figura B. Aunque esta gráfica es demasiado simplista
      sobre lo que debería pasar en un comportamiento
      racional del mercado, puede servir como resumen de pauta de
      comportamiento.

       

      Figura B. Proceso de valoración
      continuada

      Fuente: Santodomingo, 2000

       

      3.2. Principales métodos de
      valoración empresarial

      Existen elementos de juicio "objetivos" a partir de
      los cuales se podrá establecer un valor referencial de
      la empresa. Dichos elementos de juicio tienen que ver con
      parámetros obtenidos de la información
      económica disponible, por ejemplo cotización de
      las acciones en el mercado de
      valores, estados
      financieros, estimación de flujos de efectivo pro
      forma, nivel de endeudamiento, etc. En todo caso, se puede
      sostener que la teoría financiera divide los
      métodos para valorar una empresa en tres grupos:

      a) Modelos de valorización que se basan en la
      información contable histórica;

      b) Modelos de acuerdo al flujo de efectivo
      descontado, y

      c) Métodos de Valoración
      bursátil.

       

      3.3.
      Modelos de valorización que se basan en la
      información contable histórica.

      A este grupo pertenecen los métodos que
      utilizan razones
      financieras tradicionales como los modelos combinados,
      tales como las razones de rentabilidad, el ratio
      Tobin, el modelo EVA, etc. Como se deduce, el valor de
      la empresa queda sujeto al comportamiento histórico
      del negocio que queda registrado en los estados financieros.
      No debemos olvida que si la empresa cotiza en bolsa lo que
      realmente le da valía no es su valor histórico
      sino el valor económico que tendrá
      (expectativas).

      Normalmente el cálculo en este tipo de enfoques se
      basa en las cifras contenidas en el balance general y,
      particularmente, en un primer acercamiento en el capital
      contable del negocio; es que como punto de referencia el
      capital contable es el valor de la empresa de interés
      para los inversionistas, puesto que representa el dinero
      invertido en la empresa (activos, At) y la riqueza que ha
      generado ésta y que les correspondería en un
      momento determinado. Respecto a la cifra de "accionistas",
      hay también que hacer ajustes con relación al
      capital sin desembolsar para determinar el capital contable
      (CC). De esta forma tendríamos una nueva
      ecuación:

      CC = At – Pasivos ±
      Ajustes (5)

       

      3.4. Modelos de flujo de efectivo
      descontado.

      Una característica afín en este tipo
      de técnicas de valoración es que el
      cálculo del valor de la empresa, que en principio debe
      coincidir con el valor de la acción; el proceso se
      realiza a partir del valor actual de los resultados que se
      espera genere la empresa durante un determinado horizonte
      temporal. Conceptualmente es el método más
      correcto. Si bien se basa en el descuento de rentas futuras
      al momento de la valoración; lo que cambia
      sustancialmente respecto al modelo de dividendos, por
      ejemplo, es lo que se descuenta y el concepto de
      valor de empresa.

      En principio, ¿qué toma en cuenta el
      modelo? Para entender lo que debemos descontar al valorar la
      compañía, hay que comprender la base del
      sistema de
      valoración. El analista intenta valorar el total del
      activo, al que más tarde restará el pasivo para
      obtener el capital contable. Por lo tanto, habrá que
      descontar un flujo anual que sirva para remunerar tanto a los
      accionistas como a los deudores, ya que de él luego
      restará las deudas. Este proceso nos llevará a
      determinar los fondos generados para remunerar ambas partes,
      o sea, es el margen operativo (antes de gastos
      financieros), ajustado por impuestos,
      sumándole las partidas virtuales (ya que no son una
      salida en efectivo), y restándole inversiones y
      variación del capital de
      trabajo, esto queda reducido a:

      (6)

      Donde CFL es el cash flow
      libre de caja; UAI representa a las Utilidades antes de
      impuestos; t son los impuestos operativos pagados
      (impuestos sobre la renta); A son las depreciaciones;
      Inv considera las inversiones hechas en el período y
      ∆Kt es la variación en el capital de
      trabajo.

      Así, podemos conocer el cash
      flow libre o flujo de caja, antes de gastos
      financieros y dividendos con el objeto de determinar la
      capacidad remunerativa de los recursos ajenos y propios
      comprometidos en la empresa analizada. O sea que el
      CFL debe entenderse como la capacidad de la
      empresa para pagar su deuda y devolver el valor a los
      accionistas. Pero no sólo eso, el CFL mide
      el valor de cada proyecto a
      través de la cantidad de liquidez que genera a lo
      largo de su vida. De esta forma, el modelo estima que mayor
      será el valor cuanto mayor sea el CFL
      generado cada año. En definitiva, lo que se valora son
      las cantidades que dará el negocio en el futuro,
      restándole lo que adeuda y eso es lo que
      vale.

      Sin embargo, lejos de haber un consenso sobre la
      forma en que habrá de determinarse el valor de la
      acción usando este indicador, las ecuaciones
      para determinarlo varían en función de la
      concepción del flujo de efectivo y del establecimiento
      del horizonte temporal, cosa nada sencilla. Así por
      ejemplo, el modelo CFD puede expresarse de manera
      sintética como:

      ( 7 )

      en este caso, Pt es el precio
      estimado del título en el momento t; T es el
      horizonte de valoración;
      rε
      es la tasa de descuento o costo de capital;
      E(Qt+k /
      Zt) representa a los cash flows esperados
      correspondientes al momento t+k con la
      información Zt disponible en el
      momento t; VT representa al valor residual
      de la inversión al final del horizonte temporal de
      valoración T.

      Sin embargo, aún quedarían varias
      cuestiones por aclarar en la igualdad (7). Primero, el valor
      residual o VT es una cuestión aún pendiente de
      solución por parte de la teoría
      económica financiera. En la práctica y con
      restricciones teóricas muy significativas, las
      empresas han venido adoptando una solución más
      simplista, como la de considerar cierto número de
      años en función de las características
      del sector para solucionar el problema de definición
      del horizonte temporal. Así, en sectores competitivos,
      el tiempo
      debería oscilar entre 3 y 5 años; mientras que
      para sectores estables, entre 6 y 10 años ha sido el
      criterio prudente.

      En segundo término tenemos que r, como se ha
      planteado en este modelo, es una variable ciertamente
      arbitraria que tomará sus valores dependiendo de las
      funciones que
      se le añadan. Así, una empresa
      hipotética que se plantea acometer cinco proyectos de
      igual grado de riesgo que
      han sido jerarquizados según su tasa interna de
      rendimiento (TIR) de mayor a menor.

      Mascareñas sintetiza este problema, y estima
      que el costo para la empresa será aquel que incluya el
      rendimiento esperados por los inversores más el costo
      de participación de los intermediarios y descuente las
      utilidades provenientes de la desgravación fiscal,
      incluso que el costo de capital sea contemplado como una
      función de la estructura
      financiera de la empresa (figura C). Partiendo de estas
      importantes acotaciones, el costo promedio de capital (es
      decir, r) puede calcularse a partir de la composición
      de la deuda de la firma descontando el impuesto, y
      que se podría representar como:

      (8)

      donde rw es el costo promedio de
      capital o tasa de descuento del proyecto,
      wD es la proporción de deuda en la
      estructura de capital objetivo,
      τ representa el impuesto sobre
      la renta, rD sería el costo de
      la deuda, wp es la proporción de
      acciones preferentes en la estructura de capital objetivo,
      rp representa el costo por las acciones
      preferentes, we es la proporción de
      recursos propios en la estructura de capital objetivo, y
      re es el costo de la cifra de
      accionistas.

       

      3.5. Métodos de
      Valoración bursátil

      Estos métodos se basan en la Teoría
      relacionada con el precio de mercado de las acciones; su
      importancia radica para las empresas que cotizan pues es el
      valor bursátil del negocio en el que está
      interesada la gerencia.
      El principio básico de estos métodos se centra
      en el precio futuro de las acciones cotizadas (valor); a este
      grupo pertenecen los modelos como el Modelo de
      valoración de activos (CAPM), Modelo de arbitraje
      (ATP), y el método basado en los dividendos, entre
      otros.

      Figura C. Diagrama
      causal del costo de capital

      Fuente: Mascareñas, 2002

      Ahora pues, no debe confundirse el valor
      bursátil de una empresa con su valor de mercado. El
      valor bursátil de una empresa es la cotización
      de la acción en un momento futuro t, multiplicado por
      el número de acciones, y una acción no tiene
      por qué cotizar exactamente a su valor, ya que siempre
      habrá inversionistas dispuestos a vender un poco antes
      cuando la rentabilidad marginal se reduce.

      Si bien el precio de mercado de una acción
      refleja su valor cuando la negociación afecta a pequeños
      paquetes, cuando el número de títulos conlleva
      la toma de control de
      una empresa, el precio resultante se incrementa debido a que
      el control tiene un precio. Luego, el valor de mercado
      (VM) de una empresa que cotiza en Bolsa puede
      expresarse como la suma de estos dos componentes: el valor
      bursátil (VB), y el valor complementario de
      control (VC):

      VM = VB +
      VC (9)

      en este caso, al igual que sucede con los modelos
      econométricos de valoración de empresas, la
      variable a explicar es la cotización de la
      acción referida a un determinado momento o
      período de tiempo, que multiplicada por el
      número de acciones genera el valor bursátil,
      estimador del valor de mercado de las empresas.

      Ahora bien, si se pretende explicar los valores
      bursátiles en contextos temporales prolongados y
      diferentes, adquiere pleno sentido la consideración de
      las variables
      macroeconómicas incluidas en el segundo grupo. La
      fórmula general econométrica para determinar el
      valor bursátil se define como:

      VB = bo +
      b1V1 + b2V2 + …
      + bnVn +
      ε (10)

      donde: VB es el valor bursátil
      medio del último trimestre; bi son los
      coeficientes de la regresión; Vi son las
      variables explicativas (i = 1,2,…, n);
      ε es el error o
      perturbación aleatoria (residuo). Asimismo, este tipo
      de modelos considera que la información sobre las
      variables explicativas es válida para justificar el
      comportamiento del mercado durante el período
      siguiente a su publicación y hasta el momento en que
      aparezca una nueva información sobre dichas variables.
      Por lo que la variable "valor bursátil" debe
      entenderse como la media del último período del
      año de cierre del ejercicio, en función de los
      datos
      definitivos de ese ejercicio y será válida
      durante el ejercicio siguiente, aunque las empresas que
      cotizan en Bolsa presentan información contable
      provisional con carácter trimestral y semestral. Sobre
      esta cuestión, el investigador o analista, es preciso
      mantenga un criterio consistente respecto a la prorrata
      seleccionada a lo largo del horizonte temporal de investigación.

       

      3.6. El valor bursátil de la
      empresa y la teoría de expectativas

      Hay distintos modos de llevar a cabo la
      valoración y al final lo que se hace es comparar la
      cotización de la acción con la
      valoración del capital contable. Hay que tener en
      cuenta que esto es lo que realmente cotiza en bolsa,
      sólo que ajustado por las percepciones del mercado. La
      capitalización de una compañía, o
      número de acciones por cotización, representa
      este concepto. Así, el precio futuro de las acciones
      se convierte en el elemento central para determinar el valor
      bursátil de la empresa, precio que depende de factores
      internos a la
      organización, como a elementos del entorno,
      incluso a factores psicológicos.

      En este sentido, el precio de la acción
      dependerá de las señales o noticias
      que la empresa transmita al mercado, esto es lo que dice la
      teoría de expectativas. Desde este enfoque el anuncio
      de buenos resultados será tomado en cuenta por los
      inversionistas (descuentan la información) quienes
      demandarán las acciones y, con ello, se
      incrementará el precio de la acción. Pero no
      sólo en anuncio de buenas noticias incide en el
      precio, el historial de la empresa también es
      importante.

      De lo anterior se deduce un problema de
      información; si la información favorable
      repercute positivamente en el precio de la acción,
      todas las empresas emisoras tienen motivos suficientes para
      enviar siempre información buena, incluso
      falseándola. Al respecto existe una teoría
      intermedia que nos dice que el mercado no se cree toda la
      información. De resultas, la teoría financiera
      tiene el compromiso de identificar qué
      información es descontada por el mercado y cuál
      no; lo cual permitirá encontrar los sistemas
      de gestión más eficientes porque son los que
      favorecen directamente a los indicadores que el mercado toma en cuenta. En
      líneas siguientes nos permitimos analizar los factores
      que inciden en el valor (precio futuro) de las acciones, lo
      cual nos permitirá medir el peso específico de
      los dividendos en las tareas de valoración
      empresarial.

       

      3.7. Teoría
      de las expectativas

      La denominada teoría de las expectativas
      parte de la idea de que lo importante en la Economía, no es tanto lo que sucede
      actualmente, como lo que se espera que suceda. Esto es, en la
      fecha en que la empresa realiza el anuncio de los dividendos
      a repartir, el mercado ya se ha formado una expectativa sobre
      los mismos, y se ha basado en las estimaciones del mercado
      sobre las utilidades de la compañía, sobre sus
      oportunidades de inversión y sobre sus planes de
      financiación. Luego, la expectativa que el mercado
      tiene sobre dichos dividendos se verá reflejada
      automáticamente en el precio de las acciones de la
      empresa.

      Así que si cuando se produce el anuncio de
      los dividendos, éstos coinciden con lo esperado por el
      mercado, no se producirá ninguna variación en
      el precio de los títulos. Pero, si se anuncia
      más de lo esperado el precio ascenderá y si se
      anuncia menos el precio descenderá.

      Supongamos que el mercado espera un dividendo mayor
      del actual debido a que opina que la empresa tiene unas
      mayores expectativas de beneficios. Ello haría
      ascender el precio de la acción antes del anuncio del
      reparto de dividendos y reduciría, consecuentemente,
      el rendimiento sobre el dividendo
      (D1/P0). Pero si llegado el momento,
      dicho aumento en el dividendo no se produce, el mercado lo
      interpretará como malas noticias, el precio de la
      acción descenderá, aumentándose el
      rendimiento sobre el dividendo. En resumen, si existe una
      diferencia entre el dividendo anunciado y el esperado, lo
      más probable es que asistamos a una variación
      en el precio de la acción.

       

    4. Valoración
      empresarial
    5. Influencia del dividendo
      en el valor de las acciones

    Con todo, los dividendos constituyen un factor
    importante en la determinación del precio de las acciones
    en los llamados mercados
    emergentes, pues la rentabilidad de las acciones, en los
    últimos años, ha estado basada
    principalmente en las fluctuaciones de precios, situación
    que se contradice con las características del mercado
    accionario de ser un mercado perdurable y que fomenta las
    inversiones de mediano y largo plazo, en la cual se basa el
    análisis de precios (véase figura D).

    Figura D.

    Fuente: Elaboración propia

    Los anteriores comentarios no son concluyentes; dentro
    de la teoría financiera existen dos posturas extremas, una
    de ellas señala que los dividendos son un factor
    importante en la determinación del precio de las acciones;
    por el contrario, está la teoría marginalista que
    nos dice que los dividendos no son importantes en la toma de
    decisiones de los inversionista y, por ende, no repercuten en
    el precio de las acciones. Y no es que los dividendos no sean
    importantes, sino que la teoría financiera no ha terminado
    por demostrar cabalmente ni una ni otra postura por lo que el
    administrador financiero deberá estar en una postura
    intermedia, por la que se debe valorar la política de
    dividendos con mucho cuidado (véase la figura
    E).

      

    Figura E.

    Fuente: Elaboración propia

    En todo caso, valorar al negocio a través de los
    dividendos es la primera aproximación fundamental a la
    valoración de una empresa en función de lo que
    será capaz de generar en el futuro. Se basa en el concepto
    de capitalización (descuento) de rentas futuras, es decir,
    de calcular cuánto vale hoy el dinero y
    dentro de tres años, por ejemplo. El antecedente al modelo
    de dividendos descontados es atribuido a Williams quien
    caracteriza el precio de una acción como el valor
    actualizado de los dividendos futuros por el período de
    vida de la empresa, en donde el valor terminal es igual al valor
    de liquidación de los dividendos. Siguiendo con la
    nomenclatura
    de Jiménez et al. podemos definir el precio de una
    acción como el valor actualizado de los dividendos, o
    sea:

    (11)

    en donde Pt es el precio de una acción
    en el momento t; la tasa de retorno requerida queda
    representada por r;
    E[dt+k] representa la
    estimación en el momento t de los dividendos
    anuales que se abonarán en los años futuros; y
    T es la vida esperada de la empresa (con frecuencia
    T~ ∞). Dado que los dividendos es la única
    variable de la que depende el valor de una empresa, es un
    planteamiento difícil de sostener por dos importantes
    restricciones.

    El argumento en que se basa la importancia de los
    dividendos, es que los inversionistas son impacientes y con
    aversión al riesgo, quienes prefieren los dividendos lo
    más cercano posible en el tiempo. Esta idea fue expresada
    en 1933 por John E. Kirshman quién decía que
    si existían dos acciones, con idénticas ganancias,
    proyecciones y antecedentes, pagando una, más dividendos
    que la otra, es indudable que la que paga más dividendo
    obtendrá un precio más elevado, ya que los
    accionistas prefieren los valores actuales a los
    futuros.

     

    4.1.
    Teoría residual o de irrelevancia de los
    dividendos

    En un mercado en el que existan costos de emisión
    de acciones, a la empresa le resulta más caro el dinero
    recabado a través de la emisión de acciones que el
    que consigue vía beneficios retenidos. El efecto de los
    costos de emisión es eliminar la indiferencia existente
    entre emitir acciones para financiar los pagos por dividendos y
    la financiación interna. Por dicha razón, los pagos
    de dividendos sólo se producirán si las utilidades
    no se utilizan íntegramente para propósitos de
    inversión, esto es, sólo cuando haya "utilidades
    residuales" después de fijar la política de
    inversiones de la empresa. Por eso esta política recibe el
    nombre de teoría de los dividendos residuales, que
    podríamos desglosar en los siguientes puntos:

    1. Mantener constante el ratio de endeudamiento para los
      proyectos de
      inversión futuros.
    2. Aceptar un proyecto de
      inversión sólo si su valor actual neto es
      positivo.
    3. Financiar la parte del desembolso de los nuevos
      proyectos procedente de las acciones ordinarias, primeramente
      utilizando financiamiento interno y cuando éste se
      agote, a través de la emisión de nuevos
      títulos.
    4. Si quedase algún financiamiento interno sin
      aplicar después de asignar los proyectos de
      inversión, se distribuirá vía dividendos.
      En caso contrario no habrá pago de
      dividendos.

     

    Bajo esta teoría se tiende a considerar que los
    dividendos no son importantes, esto es, que el valor de la
    empresa nada tiene que ver con su política de dividendos.
    Esto mismo estimaron Miller y Modigliani (MyM) que
    se convertiría en el argumento más general sobre la
    irrelevancia de los dividendos. Afirman que, conociendo la
    decisión de inversión de la empresa, la
    razón de pago de dividendos no es más que un
    detalle. De esta forma, el efecto de los pagos de dividendos
    sobre la riqueza de los accionistas queda compensada exactamente
    por otros medios de
    financiamiento.

    En otras palabras, MyM estiman que se produce una
    declinación en el precio del mercado de la acción
    debido a que el financiamiento externo compensa exactamente el
    pago del dividendo (otras tasas en el mercado que ofrecen mejores
    rendimientos que los dividendos). Por tanto, se asume que al
    accionista le resulta indiferente el pago de dividendos o la
    retención de utilidades con las posteriores utilidades de
    capital. Este estudio pionero –que sugiere que los
    directivos de las empresas pueden emplear los anuncios de
    dividendos para transmitir información al mercado –,
    ha resultado ser el punto de partida para numerosos estudios que
    intentan contrastar el denominado efecto informativo de los
    anuncios de los dividendos en el mercado de capitales.

    Asimismo en su argumentación defienden que el
    valor de una empresa no depende de su estructura financiera ni de
    su política de dividendos, sino de las utilidades
    esperadas, para cada clase de
    riesgo. El mencionado modelo considera que el riesgo de un valor
    y, en consecuencia, su rendimiento a medio y largo plazo
    están directamente relacionados con su sensibilidad a los
    cambios no pronosticados en una serie de variables. Esto parece
    congruente cuando en la práctica las decisiones de
    inversión dependen también de la inflación,
    del nivel de producción industrial, del grado en que
    aumentan los tipos de interés al elevarse el riesgo de los
    créditos y del aumento en los tipos de
    interés.

    En efecto, conforme a esta teoría, cambios en la
    política de dividendos no afecta al precio de las acciones
    por el efecto clientela que provoca y de haber un cambio
    positivo, éste se atribuye no a la política de
    dividendos sino al contenido informativo de los dividendos, temas
    que describiremos en seguida. Por tanto, la empresa no debe
    instrumentar mecanismos de control sobre la política de
    dividendos.

     

    4.2. El
    efecto clientela

    Como consecuencia de que los dividendos no son
    relevantes para el precio de las acciones nace un efecto
    clientela. Esto significa que una empresa atraerá a los
    posibles accionistas cuyas preferencias con respecto al pago y
    estabilidad de los dividendos correspondan al nivel de pago y
    estabilidad que la empresa observe.

    En otras palabras, es el efecto que produce sobre el
    valor de la empresa el hecho de que se traigan accionistas cuyas
    preferencias con respecto a las normas y
    estabilidad de los dividendos correspondan a los de la empresa,
    esto es posible, según MyM, porque los accionistas suelen
    obtener lo que esperan y los cambios en las políticas de
    dividendos no afectan al valor de la empresa.

     

    4.3. El
    contenido informativo de los dividendos

    Si los dividendos no producen efecto en el precio de la
    acción, y se observa un cambio positivo es atribuible no
    al dividendo en sí, sino al contenido informativo de
    dividendos con respecto a las utilidades futuras.

    Así pues, con una variación en el importe
    del dividendo la empresa estaría adelantando la
    generación de utilidades futuras, en consecuencia, los
    tenedores de las acciones aumentarían el precio de las
    acciones con base a las expectativas de utilidades futuras. En
    efecto, Weston y Copeland consideran que
    habrá que aprender de las distintas políticas de
    dividendos, pues los dividendos no brindan más que
    señales acerca de la forma en la cual se puede transmitir
    la información al mercado. El anuncio de que una empresa
    ha decidido incrementar los dividendos por acción puede
    ser interpretado por los inversionistas como una buena noticia,
    puesto que la existencia de dividendos más altos por
    acción implica que la empresa considera que los futuros
    flujos de efectivo serán los suficientemente grandes como
    para apoyar un nivel de dividendos alto.

     

    1. Un supuesto importante de la teoría de MyM es
      que la política de dividendos no afecta a la tasa de
      rendimiento requerida de los inversionistas de acciones
      (Ke). Para Gordon y Lintner esto no
      es así, sino que ke aumenta al reducirse la
      tasa de reparto de utilidades debido a que, desde el punto de
      vista de los inversionistas, los pagos vía dividendos
      son más seguros que
      los que provienen vía ganancias de capital. Esto es,
      desde el punto de vista del accionista, el valor de un peso
      de dividendos es mayor que el de uno de ganancias de capital
      por ser el rendimiento sobre los dividendos más
      seguro que la
      tasa de crecimiento de los mismos.

       

      5.1. El Modelo de
      Gordon (MG)

      A grandes rasgos, el MG es uno de los métodos
      más utilizado por los administradores y gerentes
      financieros para evaluar el valor teórico de la
      empresa. Parte de la idea de que la política de
      dividendos sí afecta al valor de las acciones de la
      empresa, para ello, acepta que el valor de la empresa es
      igual al valor actual de todos los dividendos futuros que se
      paguen durante la vida de la empresa, que se supone sea
      infinita. Así pues, el hecho de observar a la empresa
      como un todo en el tiempo, sea el que mayor aplicación
      tenga para los administradores financieros.

      El MG parte de la situación de una empresa en
      el instante actual: t = 0, e intenta averiguar qué
      destino debe darse, en el contexto de un horizonte de
      planificación ilimitado, al resultado
      neto después de impuestos; esto es, si debe repartirlo
      en forma de dividendos o si es mejor retenerlo en el interior
      de la empresa para financiar ulteriores procesos
      de inversión.

      La expresión básica del MG, para
      calcular el valor de la empresa en un momento determinado,
      es:

      P=
      D0(1+g)1/(1+Ke)1
      +
      D0(1+g)2/(1+Ke)2
      + …. + D0(1+g)µ /(1+Ke)µ
        (12)

      Donde:

      P = Precio por acción de acciones
      comunes.

      Di(i= 1, ) µ
      = El dividendo por acción previsto en el
      año i.

      Ke = Tasa de capitalización de
      capital contable.

      g = Utilidades anuales previstas y tasa de
      crecimiento del dividendo

      El valor de las acciones de esta empresa en el
      mercado, inmediatamente después de repartir en el
      instante inicial el dividendo Do, se
      obtendrá, como ya sabemos, capitalizando la corriente
      futura de dividendos a la tasa k libre de riesgo, ya
      que nos movemos en una situación de mercado de
      capitales perfecto, con certidumbre, sin inflación,
      etc., tasa que representa la rentabilidad que se
      podría obtener en el mercado financiero.

      El valor actual de la acción es igual al
      dividendo esperado al final del período dividido por
      la tasa de retorno requerida por los accionistas menos la
      tasa de crecimiento de las ganancias. Cualquier empresa que
      aumente la tasa de rendimiento de sus inversiones, r,
      conseguirá aumentar el valor de sus acciones. Los
      cambios en la tasa de retención de beneficios afectan
      tanto a la cuantía del dividendo como a la tasa de
      crecimiento de las ganancias.

      Una asunción importante de este modelo es que
      asume que los dividendos y las utilidades crecen en igual
      proporción. Los tratadistas financieros consideran
      esta suposición es cierta solamente en casos en que
      una empresa distribuya anualmente un porcentaje fijo de sus
      utilidades, es decir una razón de pagos fijos. Si se
      supone una tasa de crecimiento constante se obtiene la
      expresión del valor teórico de una
      acción de capital:

      (13)

       

      El problema al utilizar este modelo está en
      la dificultad de calcular la tasa de capitalización
      contable (Ke) y las utilidades con su tasa de
      crecimiento. Un mecanismo habitual es calcular la tasa
      de capitalización del capital contable utilizando los
      rendimientos por utilidades (inversa de la razón
      precio-utilidades), o sea, las utilidades por acción
      divididas entre el precio en el mercado por
      acción.

      Otra manera de calcular dicha tasa es sustituir los
      datos del dividendo histórico, precios de la
      acción, tasas de crecimiento y utilizando la tasa de
      capitalización con base histórica que resulte
      al para el precio de los valores, será determinado
      como:

      {P(1+Ke) / (1+g)} – P = D0 –
      {D0(1+g)µ /(1+Ke)} µ (14)

      Luego, la tasa de crecimiento del dividendo puede
      encontrarse utilizando los valores históricos del
      dividendo por acción para calcular la tasa compuesta
      de crecimiento anual. El MG que capitaliza los rendimientos
      futuros de la empresa durante una vida supuestamente
      infinita, es el método más correcto
      teóricamente ya que considera a la empresa como un
      negocio en marcha y no utiliza valores de activos o precios
      en el mercado como anexos en el proceso de valuación.
      En lugar de ello, supone que el valor de la empresa es igual
      al valor descontado de todos los rendimientos
      futuros.

       

      5.2. El Modelo de
      Lintner

      Lintner, que realizó este modelo a
      través de una serie de entrevistas con directivos, llegó a la
      conclusión de que la mayoría de las empresas
      tienen unas tasas "marco" (de referencia) de reparto de
      dividendos a largo plazo a las que suelen ajustarse. Todo
      ello porque dichos ejecutivos partían de la base de
      que los accionistas tenían derecho a una parte
      razonable de las utilidades de la empresa, así como
      que preferían un crecimiento constante de los
      dividendos, esto es, aunque las utilidades creciesen
      fuertemente, los dividendos crecerían un ritmo
      más lento, con el objeto de evitar recortes de los
      mismos en los años en los que la utilidad fuese menor
      del esperado.

      Así, una empresa que permanece siempre fiel a
      sus razones financieras objetivo de pago de dividendos
      siempre tendrá que cambiar su cuantía si
      cambian las utilidades o ganancias. Sin embargo, según
      los aspectos anteriores, los directivos creen que los
      accionistas prefieren una progresión estable de los
      dividendos, y por tanto, si las circunstancias permiten
      garantizar un gran incremento de los dividendos, no
      ofrecerán más que parte del nivel al que tiende
      el ratio objetivo.

      Por lo mismo, los dividendos dependerán en
      parte de las utilidades actuales de la empresa y en parte del
      dividendo del año anterior que, a su vez, depende de
      las utilidades y del dividendo del año precedente. O
      sea:

      (15)

       

      donde ∆Dt es la variación de
      los dividendos (Dt – Dt-1); b, es la
      tasa objetivo de reparto de los beneficios; UPA es la
      utilidad por acción; β es el coeficiente de
      velocidad
      de ajuste de los dividendos con respecto al crecimiento de
      los dividendos.

      En resumen, la mayoría de las
      compañías tienden a adoptar unas tasas "marco"
      de reparto de beneficios relativamente estables, aunque, por
      otra parte, es preciso señalar que existe una gran
      dispersión de dichas tasas lo que muestra que las
      empresas no dudan en seguir distintas estrategias de
      distribución de dividendos. En resumen, la
      mayoría de las compañías tienden a
      adoptar unas tasas "marco" de reparto de utilidades
      relativamente estables, aunque, por otra parte, es preciso
      señalar que existe una gran dispersión de
      dichas tasas lo que muestra que las empresas no dudan en
      seguir distintas estrategias de distribución de
      dividendos.

       

      5.3. Estudios sobre la
      relevancia de los dividendos

      La discusión acerca si la decisión de
      dividendos transmite o no información al mercado sigue
      siendo uno de los temas más controvertidos dentro de
      las finanzas
      empresariales. Al respecto, las investigaciones empíricas realizadas
      durante los últimos años no sólo son
      concluyentes sino que resultan claramente contradictorias.
      Nos encontramos así con dos posiciones doctrinales
      diferentes: la hipótesis de
      neutralidad de los dividendos y la hipótesis de
      relevancia de los mismos.

      Son múltiples los modelos
      teóricos que explican la relación entre la
      política de dividendos y el valor de las acciones a
      partir de la situación informativa en el mercado, y de
      un amplio abanico de soluciones
      que convierten al tema que nos ocupa en un rompecabezas, en
      un rompecabezas cuyas piezas no acaban de encajar
      perfectamente entre sí. Uno de los argumentos
      teóricos para recomponer este rompecabezas es el que
      atañe a su contenido informativo y a la posibilidad de
      la política de dividendos de ser tomada en cuenta por
      los inversionistas al momento de decidir sobre retener
      acciones o comprarlas.

      Dentro de los defensores de la política de
      dividendos, destacan los estudios de Albouy y
      Durand entre otros. Estos estudios son sólo una
      muestra de todos los que se han realizado desde que MyM
      lanzaron su hipótesis de la irrelevancia de la
      política de dividendos. A lo largo de todos ellos se
      ha demostrado que los investigadores han sido incapaces de
      aislar el efecto de la política de dividendos sobre
      los precios de las acciones. Aunque sobre horizontes
      temporales bastante grandes parece detectarse una ligera
      ventaja de las empresas que reparten dividendos bajos, las
      cuales parecen conseguir unos mayores precios relativos para
      sus acciones. En un trabajo de 1971, Ross
      demostró que un incremento de los dividendos pagados
      (o en el uso de deuda) de empresas norteamericanas, puede
      presentar una señal confiable y precisa para el
      mercado sobre la mejoría de las perspectivas de la
      empresa.

      En todo caso, a la luz de dichos
      experimentos
      no se detecta un camino por el cual la empresa pueda hacer
      variar el precio de sus acciones a través de la
      política de dividendos. Ahora bien, la incapacidad de
      los investigadores para conectar la rentabilidad sobre los
      dividendos con la rentabilidad de los títulos ha
      relegado a la política de dividendos a la
      posición que le corresponde en la jerarquía de
      las decisiones empresariales. Posición que está
      bastante por debajo de las decisiones de
      inversión.

      Por lo tanto, la gerencia de una empresa no
      está justificada en renunciar a inversiones rentables
      para satisfacer las posibles demandas de los inversores en
      orden a un aumento de los dividendos. En efecto, si los
      dividendos influyen sobre los precios de las acciones
      será, probablemente, debido a que los inversores
      desean minimizar o diferir el pago de impuestos, así
      como minimizar los costos de agencia. Pues, si la
      teoría de las expectativas se cumple, permitirá
      a la directiva de la empresa evitar sorprender a los
      accionistas cuando se produzca la decisión sobre los
      dividendos. Igualmente, la política de dividendos
      puede ser tratada como un residuo a largo plazo
      después de que la gerencia estime las necesidades de
      inversión a largo plazo. Ello, a su vez,
      permitiría establecer una tasa de reparto de
      beneficios "marco" sobre la que ceñirse.

       

    2. Los Modelos de Gordon y
      Lintner y otros estudios de relevancia de los
      dividendos
    3. Estudio empírico
      sobre la relevancia de los dividendos en las empresas mexicanas
      cotizadas en Bolsa de Valores

    En lo que sigue desarrollaremos nuestro caso
    práctico sin otra pretensión que demostrar la
    posible relevancia de los dividendos en la conformación
    del precio de las acciones de empresas de los sectores "comercio" e
    "industria
    extractiva" que cotizan en la bolsa mexicana de
    valores.

     

    6.1. Objetivo del estudio
    de campo

    Con las generalidades antedichas, el presente apartado
    tiene por objeto el estudio empírico del efecto que una
    política de dividendos sobre el precio de las acciones de
    empresas de los sectores Comercio e Industria Extractiva
    cotizadas en la Bolsa Mexicana de Valores. Para lograr nuestro
    propósito nos valdremos de los modelos desarrollados tanto
    por Gordon como por Lintner, y con ello determinar
    cuál de estos modelos es mejor (está mejor
    especificado) dado el acercamiento entre el precio y el precio
    futuro de la acción (también llamado
    valor).

     

    6.2. Descripción del problema e hipótesis
    de trabajo

    Según hemos visto, la discusión acerca si
    la decisión de dividendos transmite o no
    información al mercado sigue siendo uno de los temas
    más controvertidos dentro de las finanzas empresariales,
    esto es, de que si un determinado nivel de dividendo influye o no
    el precio de las acciones. Al respecto, las investigaciones
    empíricas realizadas durante los últimos
    años no sólo no son concluyentes sino que resultan
    claramente contradictorias. El problema radica, pues, en
    determinar cuál enfoque sería el mejor para el
    mercado bursátil mexicano; esto es, si resulta más
    conveniente el modelo que basa sus estimaciones en la
    información histórica o, por el contrario, aquel
    otro que parte de estimaciones futuras. Esto es importante porque
    mercados de valores de países como México se
    caracterizan por una alta volatilidad de sus acciones y,
    consecuentemente, los inversionistas podrían preferir un
    tipo de información para conformar sus decisiones de
    inversión.

    Para encontrar la relevancia de la política de
    dividendos partimos de la hipótesis central que se basa en
    las asimetrías de la información y establecer que:
    "Los directivos hacen uso de los dividendos para transmitir
    información al mercado sobre las expectativas futuras de
    las empresas y, en la medida en que la información
    transmitida por los anuncios de dividendos no sea esperada por el
    mercado, es decir, sea novedosa, producirá cambios
    significativos en los precios de las acciones".

    Con todo ello, no sólo pretendemos demostrar la
    importancia de la política de dividendos en el valor de
    las empresas mexicanas, sino que habremos de determinar la
    robustez de los métodos tradicionales de Gordon y
    de Lintner para determinar de manera precisa el valor
    bursátil y su correlación con el precio de las
    acciones.

     

    6.3. Elementos de
    estudio

    La muestra

    Por la disponibilidad de información contable se
    eligió como colectivo de estudio a las empresas de los
    sectores "comercio" e "industria extractiva" que cotizan en la
    BMV. En lo particular, escogimos a las empresas que satisficieron
    las siguientes restricciones:

    * Una vez elaborada la base de datos
    general, se eliminan aquellos casos en los que las acciones no
    cotizaron en el período de publicación. Así
    como aquellos anuncios que coincidieron con el inicio de
    ampliaciones de capital o con el pago de dividendos. Cuando se
    anuncia en una misma sesión dos dividendos por parte de la
    misma empresa, uno complementario y otro a cuenta se toma como un
    solo.

    * Asimismo que estuvieran publicados y disponibles, de
    manera continua, los estados contables de cada empresa de la
    muestra, mismos que fueron extraídos y cotejados del
    documento denominado "forma 10-K" disponible en la página web
    de la bolsa de valores así como en la propia URL de la
    empresa emisoras.

    * Que los estados financieros de los ejercicios que se
    comparan estuviesen auditados sin salvedades y disponibles en la
    BMV para los años que se contrastan.

    * Que las empresas no hubiesen suspendido pagos,
    quebrado o desaparecido en los ejercicios empleados en la
    comparación.

    * Que contaran con todos los datos relativos a los
    precios de las acciones.

     

    Fuentes de Información.

    i) Respecto a la recopilación de la
    información contable y financiera de las empresas de los
    sectores comercio e industria extractiva se siguió el
    siguiente procedimiento:

    * Para la obtención de los precios de las
    acciones y cuantía de los dividendos por emisora
    utilizamos el «Anuario Bursátil e Indicadores
    Bursátiles» de la BMV.

    * Referente a la información
    macroeconómica, ésta se obtuvo vía internet de la base de datos
    "Indicadores Económicos, financieros y bursátiles"
    del Banco de
    México.

    * La información contable proviene de los
    «Reportes trimestrales», «Informes
    anuales» y/o «Formato 10-K» publicados por las
    empresas emisoras y disponibles en el URL de cada empresa y, en
    menor alcance, en la URL (o página web) de la propia
    BMV.

    * Los ratios estándar fueron recogidos de la
    información proporcionada por la empresa
    Economática y completada por los que publica la
    Comisión Nacional Bancaria y de Valores. En todo caso,
    elegimos el ratio estándar más
    conservador.

    ii) En cuanto al comportamiento de los dividendos
    (importante para determinar su influencia en el precio de las
    acciones) tuvimos que clasificarles conforme a la teoría
    clásica, esto es, se clasificaron los anuncios
    distinguiendo dentro de cada tipo, de aumento, disminución
    o de mantenimiento (respecto al período anterior)
    según sean a cuenta o complementarios y se separaron los
    correspondientes al sector bancario del resto de empresas porque
    las políticas financieras en el sector bancario obedece a
    directrices distintas al resto de las empresas.

     

    6.4. Período de
    estudio o ventana de tiempo

    Por las dificultades para obtener la información
    conforme se ha comentado en párrafos anteriores, se
    optó por establecer la ventana de estudio, o
    período de tiempo, en los años que van del
    año 2000 al año 2002. En cuanto al anuncio de
    dividendos nos valemos de la información disponible en la
    BMV emitida en el Reporte Anual de cada una de las emisoras; en
    todo caso, observamos el comportamiento del dividendo de manera
    trimestral porque cómo mínimo las empresas emisoras
    están obligadas a definirlo para esas fechas.

     

    6.5.
    Metodología.

    La contrastación de la reacción de las
    cotizaciones de los títulos con distinta rentabilidad por
    dividendos ante anuncios de cambios en los mismos, se realiza
    sobre un conjunto de 14 empresas admitidas a cotización
    oficial en la Bolsa Mexicana de Valores y que repartieron
    dividendos de forma periódica durante el período
    comprendido entre el 1 de enero del 2000 y el 31 de diciembre del
    2002.

    La investigación empírica se realiza para
    un grupo de empresas formada por los sectores de comercio e
    industria extractiva en un intento de conocer los efectos que las
    características específicas de estos sectores
    pudieran tener sobre la relevancia de la decisión de
    dividendos. De esta suerte, el análisis de los cambios en
    los precios de las acciones (rentabilidad por acción) ante
    los diferentes anuncios de pago de dividendos pretende evaluar el
    efecto informativo que subyace a dichos anuncios (ver figura
    F).

    En principio, esperaríamos que los resultados
    proporcionados por los modelos coincidieran (anticiparan) con el
    precio futuro de las acciones. Así, a mayor valor
    bursátil esperamos un incremento en el precio de las
    acciones y, en consecuencia, estamos deduciendo la relevancia de
    los dividendos. Para medir esta relevancia verificamos si una
    mejora (aumento) en el valor bursátil de la empresa
    repercute en un aumento en el precio de la acción emitida
    (rentabilidad) esto es:

    (17)

     

    En donde, Pit es el precio de la
    acción i en el trimestre t; Pit-1 es el
    precio de la acción i en el trimestre anterior o previo
    (t-1). En nuestro caso RPit le
    identificamos invariablemente como
    ∆Rrit.

    Figura F. Metodología de
    estudio

    Fuente: Elaboración propia

    Así, para fortalecer las inferencias por las que
    se mediría el grado de certeza de los modelos en
    mención, fue necesario medir el grado de
    correlación que existe entre éstos y los precios de
    las acciones. Dado que nos valimos de la metodología
    propuesta por Pearson, fue preciso contrastar la
    información utilizando los estadísticos
    t-student para determinar si son o no nulas. De no
    transmitirse nueva información al mercado de capitales, el
    valor medio de las rentabilidades será
    estadísticamente igual a cero, contrario a esto se
    entenderá como una incorporación en los precios de
    las acciones de nueva información.

    Ahora bien, la estimación de la reacción
    de los precios ante anuncios de dividendos requiere previamente
    identificar y seleccionar las fechas de anuncio y descuento de
    dividendos. Para hacer un trabajo de análisis adecuado de
    las reacciones de los precios de las acciones ante anuncios de
    dividendos, y con ello detectar el efecto informativo de los
    mismos, es preciso que dirijamos el análisis al componente
    no esperado de los dividendos porque esta parte sorpresiva no
    estaría incorporada en el precio de la acción y
    sería producida por un determinada política de
    dividendos.

     

    6.6.
    Resultados

    Empresas analizadas

    Los resultados, una vez aplicados los filtros
    anteriormente señalados para elegir a las empresas de la
    muestra se compendian en el cuadro 2, esto es, tras eliminar a
    las empresas con problemas de
    continuidad comercial o de información contable. La
    muestra quedó comprendida por sólo 14 empresas
    distribuidas en los sectores de industria extractiva y comercio.
    Un factor relevante del presente estudio es que el 35% de las
    empresas de la muestra están incluidas en el IPC-35
    (índice representativo del mercado bursátil
    mexicano, Índice de Precios y Cotizaciones).

    Cuadro 2. Empresas pertenecientes a la
    muestra

    Elaboración propia con datos de la BMV

     

    Comportamiento de la Política de
    dividendos

    La presente información se desprende de la
    sección titulada "Información financiera" de los
    documentos
    denominados "Reporte Anual" que cada empresa emisora que pone a
    disposición de los inversores y que se publicó
    durante los años 2000 al 2002.

    El cuadro 3 muestra las publicaciones de anuncios
    dividendos de las empresas de la muestra para el período
    2000-2002, que suman 168. De estos anuncios de dividendos, 31 son
    anuncios de aumento (esto es, se ha experimentado un aumento en
    los dividendos), 64 anuncios de mantenimiento (no han experimento
    movimiento los
    dividendos) y 73 de éstos son de disminución (han
    disminuido la cuantía en el pago de dividendos). Por
    sectores industriales podemos observar en el cuadro 4 que 36
    anuncios son de la industria extractiva, en tanto que el resto,
    132, son anuncios del sector comercio.

    Cuadro 3. Clasificación de los Anuncios de
    Dividendos

    Cuadro 4. Distribución de
    los anuncios de dividendos por actividad

    Por sector, la figura G nos muestra, para los
    años estudiados, que los dividendos de la industria
    extractiva muestran mayor variabilidad respecto al comportamiento
    de los dividendos en el sector comercio o que el comportamiento
    del promedio general de la Bolsa Mexicana de Valores.

    Asimismo, en un primer acercamiento la figura H sugiere
    que los dividendos muestran un comportamiento distinto al de las
    acciones. Sin embargo, este comportamiento nos dice nada respecto
    a la influencia de los dividendos en el precio de las acciones,
    pues debemos recordar que el mercado actúa con cierto
    retrazo/ adelante respecto a las noticias que se transmiten; algo
    que dentro de la literatura financiera se
    conoce como retardo en el descuento de la información. En
    efecto, todo parece sugerir que la noticia de pagar más,
    de pagar menos, o de mantener el dividendo es tomada en cuenta
    por los inversionistas con cierto retardo/adelanto. Por lo mismo,
    creemos oportuno analizar la relación dividendo-precio de
    la acción a través de la técnica
    estadística Pearson, que determinará no
    sólo el grado de correlación entre la
    política de dividendos (actividad capaz de capturar la
    eficiencia administrativa) y el precio de las acciones (a
    través de la rentabilidad de las acciones), sino que
    podremos identificar el que sería el mejor modelo de
    valoración de los dividendos.

    Figura G. Comportamiento de los dividendos por
    sector

     

    Elaboración propia con datos de la BMV

    Análisis estadístico
    descriptivo

    Los cuadro 5, 6, 7 y 8 muestran el cálculo de la
    rentabilidad de las acciones (siguiendo un modelo de
    rentabilidades residuales), de la rentabilidad de los dividendos;
    de los que desprenderemos la información para realizar el
    análisis estadístico básico.

    Según se muestra en el cuadro 9 la rentabilidad
    de las acciones, y la rentabilidad de los dividendos a
    través de los dos modelos utilizados muestran un
    comportamiento muy distinto del que destacamos; la rentabilidad
    de las acciones y la rentabilidad a través de
    Lintner tienen una media negativa que contrasta con el
    alto valor mostrado por Gordon. Esto, sugiere que la
    información histórica tiene mayor peso que la
    información actual y que la información
    proyectada.

     

    Figura H. Comportamiento general de los
    dividendos frente al rendimiento de las acciones

    Sin embargo, la información histórica
    muestra mayor nivel de dispersión (97.360), lo cual no
    viene más que a decirnos que esta información
    requeriría de mayores ajustes para lograr un
    análisis estadístico más preciso, tal y como
    lo demuestra el elevado nivel de curtosis (48.465). Sin embargo,
    en este primer acercamiento trabajaremos con la
    información antes enunciada dado que el mecanismo de
    correlación por Pearson no precisa de
    información ajustada o deflactada, como tal es el caso de
    trabajar con modelos de regresión
    lineal.

    Grado de correlación de los modelos con el
    precio de las acciones

    Según ya hemos indicado; para determinar la
    posible correlación entre la política de dividendos
    con el precio de las acciones fue preciso traducir el precio en
    su rentabilidad y, de igual forma, a los dividendos en su
    rentabilidad. Así, para convertir el precio de las
    acciones utilizamos el modelo de rentabilidades residuales
    propuesto en la ecuación (17); para encontrar la
    rentabilidad de los dividendos según el modelo de
    Gordon nos valimos de la fórmula general de
    rendimiento, en tanto que el rendimiento de los dividendos cuando
    utilizamos a Lintner, éste se obtiene de manera
    directa. Hecha la aclaración, procedimos a correlacionar
    las rentabilidades entre sí, de lo desprendemos lo
    siguiente (mirar cuadro 10):

     

    1. Cuando valoramos a la política de dividendos
      por medio de Gordon se obtiene un mayor grado de
      correlación y significatividad; estos resultados
      sugieren que el mercado de capitales mexicano si toma en cuenta
      la política de dividendos pero a partir de su
      comportamiento histórico.
    2. El modelo de Lintner nos dice que las
      expectativas en los cambios en los dividendos son importantes e
      influyen en el precio de las acciones, aunque en menor grado
      que el comportamiento histórico.
    3. Como era de esperar no se aprecia correlación
      entre los modelos de valoración de los dividendos. Esto
      es conveniente para este tipo de estudios pues, en caso de que
      si se apreciara la dicha correlación, estaríamos
      infiriendo que el método histórico depende de la
      valoración prospectiva y también en sentido
      contrario.
    4. Según los resultados, el administrador
      debería valerse del Modelo de Gordon, más
      que del Modelo de Lintner, para decidirse sobre la forma
      y cuantía de los dividendos a distribuir, esto es, de la
      política de dividendos.
    5. Pese a los hallazgos, creemos que éstos deben
      tomarse con toda cautela pues queda pendiente encontrar el
      grado de determinación de los modelos (a través
      de R2) y de su coeficiente de respuesta (ERC), pues
      hay otras variables que también inciden sobre el precio
      de las acciones. De ahí que sugiramos, en una segunda
      investigación, retomar los planteamientos, limitantes y
      recomendaciones para desarrollar esta relación a
      través de mecanismos econométricos.

     

    1. A lo largo de este trabajo se pudo observar que la
      política de dividendos depende de varios factores,
      dentro de los que se incluye el valor de la empresa cuando
      ésta cotiza en bolsa. Fue, precisamente, este aspecto
      el que nos sirvió de base para demostrar el peso
      específico de los dividendos en la asignación
      del precio por parte del mercado (dado un aumento en la
      demanda de
      las acciones). Es que la cosa no queda muy clara dentro de la
      teoría financiera y de gobierno
      corporativo.

      Hay teorías que nos dicen que los dividendos
      no tienen influencia en el precio de las acciones, sobre todo
      porque el mercado no descuenta cualquier información y
      porque los compradores de acciones buscan la ganancia no
      vía dividendos sino a través de revender la
      acción en el mercado secundario (Teoría
      marginalista). La política de dividendos es
      irrelevante porque no tiene efecto sobre la riqueza de los
      accionistas en un mundo sin impuestos, información
      asimétrica o costos de agencia y de
      transacción. El valor de la empresa depende
      sólo de la distribución de futuros cash flows
      procedente de los proyectos de inversión. La clave del
      argumento de Modigliani y Miller es que las
      decisiones de inversión son completamente
      independientes de la política de dividendos. La firma
      puede pagar cualquier nivel de dividendos que desee sin
      afectar las decisiones de inversión.

      En contrapartida, ha partir del estudio de se ha
      conformado un grupo de tratadistas que son de la idea de que
      los dividendos sí influyen en el precio de las
      acciones, porque los inversionistas le toman como un punto de
      referencia para calcular los posibles rendimientos. Dentro de
      este grupo encontramos dos principales corrientes; una de
      ellas que nos dice que es el comportamiento histórico
      el que importa (Gordon), y otra que establece que son
      las expectativas en los dividendos lo que influye en las
      decisiones de los inversionistas (Lintner).

      Una deficiencia de estos planteamientos, y que se
      traslada a nuestro estudio empírico, es que analizan
      el comportamiento de los dividendos en un mundo sin
      impuestos. Como se sabe, los rendimientos o ganancias
      obtenidas vía dividendos quedan sujetos a una
      retención del impuesto sobre la renta. De cualquier
      forma, siguiendo esta línea argumental, nuestro
      trabajo contrastó la hipótesis del contenido
      informativo de los dividendos. La relevancia de la nueva
      información que la política de reparto puede
      transmitir al mercado modificará las expectativas que
      sobre el valor de las acciones tienen los inversionistas
      externos, en el caso de que esta información sea
      significativa y no haya sido descontada con
      anterioridad.

      Para demostrar la relevancia de los dividendos en el
      mercado de capitales mexicanos nos valimos de un estudio
      estadístico y tomando como referencia los resultados
      del trabajo de Espitia y Ruiz que se basa en
      las asimetrías de la información, esto es, que
      no toda la información llega en la misma forma a los
      inversionistas quienes la descuentan con cierto
      retardo/adelanto, y, precisamente por esto los dividendos
      influirían en el precio de manera
      retardada/adelantada. Después de aplicar la
      metodología empírica a un grupo de 14 empresas
      cotizadas en la Bolsa Mexicana de Valores para los
      años 2000 al 2002, descubrimos que la hipótesis
      de trabajo resultó ser cierta, dado que:

      Según los resultados, el administrador
      debería valerse del Modelo de Gordon,
      más que del Modelo de Lintner, para decidirse
      sobre la forma y cuantía de los dividendos a
      distribuir, esto es, de la política de dividendos.
      Así pues, el anuncio de aumento de dividendos contiene
      información relevante para el mercado, en éste
      el anuncio de pago de dividendos aporta información
      significativa al mercado, o transmiten información
      nueva por el inversionista, y por consiguiente, influya en el
      precio de las acciones. Así pues, cuando valoramos a
      la política de dividendos por medio de Gordon
      se obtiene un mayor grado de correlación y
      significatividad; estos resultados sugieren que el mercado de
      capitales mexicano si toma en cuenta la política de
      dividendos pero a partir de su comportamiento
      histórico. Por su parte, el modelo de Lintner
      nos dice que las expectativas en los cambios en los
      dividendos son importantes e influyen en el precio de las
      acciones, aunque en menor grado que el comportamiento
      histórico.

      Y como era de esperar no se aprecia
      correlación entre los modelos de valoración de
      los dividendos. Esto es conveniente para este tipo de
      estudios pues, en caso de que si se apreciara la dicha
      correlación, estaríamos infiriendo que el
      método histórico depende de la
      valoración prospectiva y también en sentido
      contrario.

      Sin embargo, y pese a los hallazgos, creemos que
      éstos deben tomarse con toda cautela pues queda
      pendiente encontrar el grado de determinación de los
      modelos (a través de R2) y de su
      coeficiente de respuesta (ERC), pues hay otras variables que
      también inciden sobre el precio de las acciones. De
      ahí que sugiramos, en una segunda
      investigación, retomar los planteamientos, limitantes
      y recomendaciones para desarrollar esta relación a
      través de mecanismos econométricos.

       

    2. CONCLUSIONES
    3. Fuentes
      Bibliográficas complementarias
    1. Bierman, Harold. Planeación Financiera Estratégica.
      CECSA. México. 1984. pp. 111-127
    2. Black, f. y Scholes, M. "The effects of Dividend
      Yield and Dividend policy on Common Stock Prices and reutrns".
      Journal of Financial Economics, vol. 1, 1973. pp.
      1-22.
    3. Brealey, Richard y Myers, Stewart. Fundamentos de
      Financiación Empresarial
      . McGraw Hill. Madrid.
      1988.
    4. Brennan, M. "A Note on Dividend Irrelevance and the
      Gordon Valuation Model". Journal of Finance, nº 26.
      Diciembre. 1971. pp. 1115-1122.
    5. Deewenter, K.L. y Warther, V.A.. "Dividens, Asymetric
      Information, and Agency Conflicts: Evidence from a Comparison
      of the Dividend Policies of Japanese and U.S. Firms".
      Working Paper. University of Washington.
      1997.
    6. Fama, E.F.; Fisher,L., Jensen,M.C. y Roll, R. " The
      Adjustment of Stock prices to New information". International
      Economic review, vol. 10, 1969. pp.1-21.
    7. Giner, E. y Salas, V. "Explicaciones Altenartivas
      para la política de dividendos: análisis
      empírico con datos empresariales españoles".
      Investigaciones Económicas, vol.19, nº3, 1995, pp.
      329-348.
    8. Goodhart, Hill. "Dividend Dilemma". Corporate
      Finance. Marzo; 1991. pp. 17-21.
    9. Gropelli, A., y nikbakht,E. Finance.
      Barron´s. Nueva York. 1990.
    10. Hackett, John. "Dividend Policy" en ALTMAN, Edward:
      Handbook of Corporate Finance. John Wiley. Nueva York. Cap. 13.
      1986.
    11. Hess, Patrick. "The Dividend Debate: 20
      Years of Discussion", en STERN, Joel y CHEW, Donald: The
      Revolution in Corporate Finance. Basil Blackwell. Oxford. 1987.
      pp. 310-319.
    12. Higgins, R. "The Corporate Dividend-Saving Decision".
      Journal of Financial and Quantitative Analysis. Nº
      7. Marzo; 1972, pp. 1527-1541
    13. Hogg, Neil. "Decisiones Empresariales basadas en
      Modelos Financieros" Financial Time. 2001. pp.
      34-42
    14. Martin, J., Petty J., Keown A. y Scott D. Basic
      Financial Management
      . Englewood Cliffs (NJ), Prentice Hall.
      1991.
    15. Mascareñas, Juan. Fusiones y Adquisiciones
      de Empresas
      . McGraw Hill. Madrid. 2000 (3a ed.)
    16. Mccabe, G. "The Empirical Relationship Between
      Investment and Financing: A New Look". Journal of Financial
      and Quantitative Analysis
      nº 14. Marzo; 1979, pp.
      119-135
    17. Miller, Merton y Scholes Myron: "Dividends and Taxes:
      Some Empirical Evidence". Journal of Political Economy.
      nº 90. Diciembre.1983, pp. 1118-1141.
    18. _, Merton (1987): "Can Management Use Dividends to
      Influence the Value of the Firm?" en Stern Joel y Donald Chew:
      The Revolution in Corporate Finance. Basil Blackwell. Oxford.
      1987. Pp. 299-303
    19. Pike, Richard y Richard Dobbins. Investments
      Decisions and Financial Strategy
      . Philip Allan. Oxford.
      1986.
    20. Rozeff, Michael: "How Companies Set Their
      Dividend-Payout Ratios". En STERN, Joel y CHEW, Donald: The
      Revolution in Corporate Finance. Basil Blackwell. Oxford. 1987.
      pp. 320-326.
    21. Schall, Lawrence y Charles Haley. Introduction to
      Financial Management
      . McGraw Hill. Nueva York.
      1991.
    22. The economist. "Dividends’ end". The
      Economist
      . Enero 12, 2002. p. 76.

     

    1. Cuadros:

    Cuadro 5. Variación de los dividendos (en
    porcentajes)

     

     

    Cuadro 6. Distribución de rentabilidades por
    acción y empresa emisora

     

     

     

    Cuadro 7. Concentrado de la Rentabilidad de los dividendos
    a través del Modelo de Gordon

     

     

    Cuadro 8. Concentrado de Rentabilidad de los
    dividendos a través del Modelo de Lintner

     

    Cuadro 9

     

     

    Cuadro 10.

     

    Dr. Rubén M. Mosqueda Almanza *

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter