Las II Jornadas sobre Federalismo,
Descentralización y Municipio se abrieron
con un Foro sobre el
tema : La Crisis del Modelo Centralista de Estado", donde
intervinieron como ponentes el Dr. Allan Randolph
Brewer-Carías, ex Ministro de Estado para la
Descentralización el Diputado Dr. Orlando Contreras
Pulido, Presidente de la Comisión de Reforma de la
Ley
Orgánica del Sufragio; el
Dr. Enrique Salas Romer, ex Gobernador del Estado Carabobo y el
Dr. William Dávila Barrios, actual Gobernador del Estado
Mérida. Actuó como moderador nuestro Director Dr.
Fortunato González Cruz. El evento se realizó en el
Teatro
Universitario "César Rengifo" en la noche del
miércoles 10 de julio, que se encontraba totalmente
lleno.
Los ponentes Allan Brewer Carías y Orlando
Contreras Pulido trajeron escritos que se insertan en otro lugar
en esta revista. La
versión escrita de aquellas intervenciones verbales,
ligeramente corregidas, es la siguiente:
Intervención del Dr. Henrique Salas
Romer
Es de rigor comenzar por agradecer muy sinceramente a
todos los que participan en el Foro Universitario, a la Dirección de Cultura y
Extensión y al Centro Iberoamericano de Estudios
Provinciales y Locales, esta invitación a compartir desde
este balcón de Venezuela una
perspectiva de lo que podemos ser como nación.
Quiero saludar de manera deferente a los miembros del panel, en
especial al Gobernador del Estado Dr. William Dávila
Barrios y a las distinguidas personalidades que se han dado cita
en la noche de hoy.
Hace pocos días, con ocasión de la
conmemoración de un nuevo aniversario del 5 de Julio, en
el Concejo Municipal de Tinaco, hacía un recorrido que me
llevó a establecer un cierto paralelo entre el momento que
vivimos actualmente y el que se vivió en aquella
época. Pensaba en lo difícil que fueron, no tanto
firmar el Acta de la Independencia,
sino los 10 años que transcurrieron luego de su firma
hasta la Batalla de Carabobo cuando quedó decidida la
suerte de nuestro país y de la Gran Colombia.
Nosotros arrancamos el 27 de febrero de 1.989. Somos
hijos del 27 de febrero. Yo soy un hijo del 27 de febrero,
inevitablemente, y pensando en las dificultades que hemos
encontrado en el camino, debe venir a nuestras memorias las
enormes dificultades por las que tuvieron que atravesar nuestros
Próceres para convencer a todo un coloniaje, a toda una
colectividad acostumbrada al coloniaje de que por el camino de la
independencia podíamos tener una vida mejor Nosotros
también tenemos que descubrir la fórmula de alinear
las ideas con los cañones de lograr convencer a la
sociedad civil
venezolana y en especial a los partidos
políticos de que la descentralización es un
buen negocio para nuestro país.
Yo quiero hacer un recorrido muy breve en el marco de
esta reunión, fundamentalmente académica, para
tratar de ver el proceso de
descentralización desde varios puntos de vista con el
ánimo de propiciar una ampliación del diálogo
que seguirá a nuestras intervenciones.
En primer lugar tenemos que admitir, y esto ya lo
adelantó el Dr. Brewer-Carías, que estamos ante un
proceso histórico: podríamos decir que desde la
llegada de los andinos al poder en 1.889
hasta 1.958, se produce una etapa de centralización del poder en el país
que se puede dividir en dos etapas: una que va hasta el
año 28, cuando ocurre la revuelta estudiantil y la otra
que nos lleva hasta el 58. A partir de 1.959 comienza un proceso
de descentralización económica con la
protección de la industria, la
construcción de universidades a lo largo y
ancho del país y las facilidades dadas a la clase media
para que construya sus propias viviendas, lo que va a propiciar
un desarrollo social
que 30 años después va a hacer explosión con
la revuelta del 27 de febrero que pese a sus elementos negativos
: la muerte y
destrucción que sembró, dio pie, a 200 años
de la toma de la Bastilla, al inicio de este proceso de
descentralización política y
administrativa de una manera acelerada.
La descentralización, como también lo
acotaba el Dr. Brewer, es un proceso de ruptura con un viejo
régimen, con una vieja forma de hacer las cosas y en
consecuencia trae consigo un proceso de sustitución de la
ecuación política del país.
Pero éste no es sólo un proceso
Venezolano, es un proceso mundial. A veces perdemos la
perspectiva histórica. En 1989 no sólo se produce
el 27 de febrero sino también la masacre de los
estudiantes en la Plaza Tien An Men en la República
Popular China y la
caída del Muro de
Berlín. Esos tres eventos fueron
expresiones idénticas, guardando las distancias en cuanto
a su importancia y significación, por cuanto todos
constituyeron reacciones del pueblo contra el poder
político centralizado. Las elecciones de diciembre de 1989
en Venezuela, de las cuales van a emerger algunas nuevas figuras,
fueron sólo el preludio de lo que vendría
después con la elección de Violeta Chamorro en 1990
y de Alberto Fujimori en el Perú, echando por tierra o
derrocando lo que habían sido en un caso una estructura
centralizada de poder militarizado y en el otro un partido que
había perdido el sentido de su orientación
histórica. De manera que estamos ante un proceso de
ruptura, en algunos sitios más traumáticos que en
otros pero ese es un elemento que no puede ser desechado de un
análisis.
El otro elemento que quiero traer a colación es
que la descentralización es el reflejo de un proceso de
regeneración y modificación de la esencia del
Estado Nacional. En las democracias más avanzadas existe
un sistema de
capilaridad natural que vincula el ciudadano al gobierno, porque
el sistema democrático en todos esos países
surgió de abajo hacia arriba. En el caso nuestro, como es
sabido, surgió en sentido inverso y los partidos
políticos crearon una estructura capilar llamada
Comités de Base, que sirvieron como factores sustitutivos
de la
organización de la sociedad civil
para darle posibilidades de consolidación no solamente a
sus organizaciones
políticas sino a la democracia en
sí. Un sistema que se nutre no del autoritarismo, no del
poder, sino del balance, del peso y contrapeso de las sociedades
intermedias que participan de la urdimbre social, es un proceso
que llama a la sustitución de un sistema de capilaridad
artificial creado por las organizaciones políticas, por un
sistema de capilaridad real que vincule el ciudadano, sin
intermediación de los partidos políticos, al Estado
y a la gestión
de gobierno. Esto implica la eliminación total del carnet,
que no es o no fue otra cosa que un pasaporte para poder lograr
los favores del Estado.
También el proceso de descentralización
desde el punto de vista nacional tiene una significación
estratégica muy importante, porque luego de distribuidas
las responsabilidades a nivel local y a nivel regional, se logra
la desconcentración de los conflictos.
Muchos de los conflictos que afectaron al gobierno de Carlos
Andrés Pérez y algunos de los que han afectado al
gobierno actual (del Dr. Rafael Caldera) se han agudizado en
virtud de que se expresan como un enfrentamiento directo entre la
sociedad civil, las expresiones sindicales y las expresiones
políticas directamente con el Jefe del Estado
Venezolano.
En sistemas
democráticos avanzados podemos observar que a
través de un proceso de negociación, entendido en el buen sentido
de la palabra, se ha ido distribuyendo el poder, en tres niveles
de gobierno: nivel nacional, nivel regional y nivel municipal. En
Venezuela esto está comenzando a ocurrir, Los conflictos
entre Alcaldes y Gobernadores ocurren en todas partes del mundo
al igual que entre Gobernadores y el Poder Central, como reflejo
de ese proceso de negociación. Lo que si preocupa es que
en ocasiones el Poder Central ha utilizado a los Municipios para
enfrentar las regiones como un mecanismo de presión
política para cercenarles la posibilidad de desarrollo a
los nuevos liderazgos que han surgido al calor del
proceso que estamos describiendo.
Haciendo referencia a la descentralización como
estrategia
regional, es importante señalar que se ha traducido en un
fenómeno político. La elección directa de
Gobernadores y Alcaldes ha permitido que surjan figuras con
legitimidad y con capacidad de torna de decisiones, lo que ha
conducido a una segunda etapa que incluso antecede a la
transferencia formal de competencias:
ésta es la Autonomía de Gestión, que en
muchos Estados y Municipios ha permitido llenar los vacíos
donde antes el Gobierno no estaba presente sin que hubiera una
indebida interferencia de los partidos políticos,
acostumbrados en los últimos lustros a actuar más
como un ejército invasor que como representantes de la
voluntad popular, Finalmente, la transferencia formal de
competencias, divididas entre transferencias exclusivas que por
cierto no pueden ser a su vez transferidas a los Municipios,
porque son exclusivas de los Estados, y competencias concurrentes
en las cuales se ha avanzado menos pero donde también hay
cosas positivas que mostrar.
Haciendo un balance muy rápidamente podemos decir
que el proceso de descentralización ha sido positivo, el
país ha ganado en estabilidad política. El Dr.
Brewer también hacia referencia de ello al señalar
que quizás habríamos perdido la democracia de no
haber existido Gobernadores y Alcaldes electos por voluntad
popular en los momentos de gran incertidumbre y de gran
vacío de poder que se generaron en 1992 y 1993. Asimismo
podemos mencionar que las estadísticas evidencian una mejora
sostenible de los servicios, se
ha reducido la mortalidad infantil y han avanzado los procesos
autogestionarios en materia de
salud
pública.
Respecto a las debilidades de este proceso, he observado
recorriendo el país, que en algunos casos no se ha logrado
la integración de la sociedad civil tal como
se ha podido hacer en Carabobo. A veces ha sido porque el
Gobernador no ha comprendido totalmente la necesidad de actuar
como orquestador de voluntades, pero otras veces han sido los
gremios empresariales y las propias universidades que no han
tomado conciencia de que
el éxito
en estas experiencias regionales va a depender mucho de la
capacidad de agrupamiento que exista de la sociedad civil en
torno al líder,
que electo por la voluntad popular cualquiera sea su tendencia
política, debe ser respaldado y criticado por la sociedad
afectada o influida por su nivel de gobierno. No obstante, el
proceso avanza inexorablemente. Vamos hacia una ruptura limpia.
Ya en 1993 los candidatos presidenciales señalaron un
camino al ser tres de los cuatro hijos del 27 de febrero: el ex
Alcalde de Caracas Claudio Fermín, y los ex gobernadores
Oswaldo Álvarez Paz y Andrés Velásquez; el
único otro candidato, el actual Presidente, venía
de afuera de las organizaciones políticas, de manera que
ahí tenemos retratado un poco las tendencias que
están marcando el proceso de evolución del país.
Ahora, ¿por qué es irreversible el
proceso? El proceso es irreversible porque estamos dentro de
él. Estamos dentro de un proceso mucho más amplio,
que acicateado por la revolución
de las telecomunicaciones nos está llevando
simultáneamente hacia la
globalización y hacia la descentralización.
Vamos al encuentro del mundo y al mismo tiempo al
encuentro del hombre, Es
como el árbol que al echar ramas hunde sus raíces
para cobrar sustento y sustentación. El hombre
moderno lanzado a los espacios inaccesibles del universo por la
revolución de las comunicaciones, busca en el refugio de su patria
chica, en el refugio de su origen étnico, en los valores
fundamentales que han preocupado a la humanidad desde que el
hombre es hombre sobre la tierra, la
esencia de su propia identidad, al
punto de que este proceso ya deja de ser solamente
económico y político para llegar a ser un problema
de carácter existencial. Tenemos que
apurarnos. Y quisiera terminar mi intervención recordando
una frase de Gandhi, no vaya a ser que nos ocurra lo que nos
está advirtiendo el Dr. Brewer, que por no ir
suficientemente rápido podamos perder la democracia que
ganamos. Decía Gandhi a sus seguidores cuando estaban
luchando la independencia de la India,
"Tenemos que apuramos porque el pueblo va
adelante".
Intervención del Dr. William Dávila
Barrios, Gobernador del Estado Mérida
Estamos en medio de un proceso de consolidación
política de la descentralización en el cual se
presentan fenómenos muy interesantes. Creo definitivamente
en la descentralización como un factor condicionante de
sobrevivencia de nuestra democracia, como lo han mencionado el
Dr. Henrique Salas Romer y Allan Brewer-Carías.
Habría que ver de qué manera han tenido influencia
las propias organizaciones políticas en el proceso. Soy de
los que mantengo una posición crítica
constructiva dentro de algunas de esas organizaciones en el
sentido de que se debe descentralizar porque existen dos
Venezuelas: La Venezuela que está en el centro del
país y la Venezuela del interior. Existen dos tipos de
país a mi manera de ver: Una Venezuela que está
progresando y que quiere progresar, y es la que liderizan los
líderes locales, los líderes municipales, los
líderes regionales. Sin embargo este proceso de
descentralización tiene que ver mucho con el aspecto de la
madurez política, de la conciencia, del elemento de
dedicación de los propios dirigentes, una de las cosas que
a mi más me angustia. Lo digo como reflexión por lo
que me toca ser Gobernador en una situación
particularmente su¡ generis como la que estamos viviendo
hoy día, hablamos mucho de descentralización pero
hay dos elementos fundamentales en este proceso, el aspecto legal
y el aspecto financiero.
No puede haber descentralización efectiva en
Venezuela si nosotros tenemos un sistema legal centralista. Es el
viejo conflicto que
ha sucedido en otros países como Estados Unidos
entre el gobierno federal y el centralista, sólo que en
los Estados Unidos la Corte Suprema de Justicia
muchas veces ha determinado a favor de casos que se han ventilado
sobre la base del sistema federal. Yo no sé si aquí
en Venezuela nosotros pudiéramos tener una experiencia
similar; es muy difícil hablar de descentralización
cuando el propio sistema legal nuestro es centralista, cuando la
propia interpretación de nuestros máximos
juristas se hace bajo principios
centralistas y eso que últimamente en la Corte se ha visto
un progreso o una sensación de progreso de tendencia hacia
la descentralización. Repito: es difícil entender a
profundidad un proceso de descentralización si nosotros no
tenemos un régimen legal que efectivamente garantice el
proceso descentralizador porque siempre vamos a tener la
discusión en materia por ejemplo de ejidos y terrenos
baldíos. Tenemos un caso concreto: las
tierras del Instituto Agrario Municipal, son tierras totalmente
abandonadas, las podría tomar la Gobernación, las
podría tomar la Alcaldía; aquí tenemos ya un
juicio que se ventila porque el Poder Central sigue defendiendo
su posición y alega principios de orden jurídico
mientras que nosotros alegamos facultades que son inherentes a
nuestras propias competencias.
El otro elemento es el aspecto financiero. Yo
formé parte de un equipo que fue a Zulia a pelear el
Proyecto de
Ley de Asignaciones Económicas Especiales. El principio
fundamental que defendía y en el que todos coincidimos,
fue el de que no puede haber descentralización si los
Estados no tienen posibilidades de participar en los ingresos que de
la Provincia se lleva el Poder Central, claro que en este caso
hubo un problema particular que es el caso siguiente :
Mérida también es un Estado que tiene su actividad
petrolera y ahí habla otro tipo de intereses ,sin embargo,
nosotros defendimos nuestra posición, pero lo más
importante de todo esto es que si la descentralización no
tiene ese elemento financiero también se convierte en
ficción y en problema.
Ese proyecto de Ley de Asignaciones Económicas
Especiales en un comienzo quizás, es un avance para que
los Estados defiendan sus derechos a la
participación de los ingresos que se generan en sus
propios territorios, y no estoy diciendo incluso lo que
debería decir sobre la capacidad de generación de
recursos propios
que deberían tener las Gobernaciones, no tanto en el caso
de las alcaldías que tiene mayor autonomía y mayor
poder que las propias Gobernaciones pero ese es uno de los
elementos fundamentales que le daría fuerza al
proceso descentralizador.
Recientemente se aprobó la reforma de la Ley del
FlDES y lo que era antes un Fondo se convierte en un Servicio
Autónomo. Es una incoherencia y es algo totalmente
ilógico. Por supuesto que se aumenta el volumen de los
recursos sobre la base de porcentaje del impuesto a la
ventas y
consumo
suntuario, pero se aumenta la participación decisoria de
los que representan el Poder Central versus los que efectivamente
tenemos la capacidad de distribuir mejor esos recursos que son
las Gobernaciones y las Alcaldías. Entonces, algo que ya
existía como Fondo ahora resulta que se convierte en
Servicio Autónomo y con un agravante, y es que el Poder
Central tiene mayoría en la directiva, y es por eso que
uno a veces se pregunta qué es lo que pasa con nuestro
Congreso, porque nos hablan de descentralización y al
mismo tiempo se continúa entrabando el proceso. Yo no he
visto, y aquí hay expertos en Derecho
Administrativo, que exista un Servicio Autónomo con
asamblea, es decir, no se dieron cuenta que la asamblea es una
figura propia de una Compañía Anónima, sino
que dejaron la figura de la asamblea en un Servicio
Autónomo. No tiene sentido, es decir, vemos todavía
como en nuestro país se sigue en esa lucha por ponerle
tranca a ese proceso de descentralización, En la medida
que los Estados y los Municipios tengan la posibilidad de
financiar sus propios proyectos
podrán hacer realidad su desarrollo
autónomo.
Existen otros dos aspectos: El proceso que hubo entre
1989 y el de 1995. Los primeros Gobernadores que resultaron
electos, a la luz de los
primeros intentos legislativos y los Gobernadores y Alcaldes que
hemos resultado electos a partir del 95. Pareciera que a partir
del 95 se da una concepción estratégica que llama
la atención, ya que si nosotros estamos
hablando del fortalecimiento del Estado como institución,
una de las cuestiones que a uno le llama a la reflexión y
que le angustia, es que lo que se está viendo ahora es
todo lo contrario, pues mientras nosotros queremos el
robustecimiento del poder institucional de las gobernaciones,
pareciera que se quiere fortalecer mucho más el poder
institucional de las Alcaldías. El Poder Central
estaría buscando quizás ponerle más tranca a
este proceso de armonización que debe caracterizar la
descentralización en nuestro país. Es una lucha muy
dura, se los digo con plena sinceridad y mi colega Gobernador que
está aquí presente, aunque tuvo éxito en su
Gobernación, sabe lo difícil que es, Haciendo la
distinción entre la descentralización que se sucede
entre Estados cercanos geográficamente al centro y los
Estados que no estamos tan cerca al centro.
Estos últimos tienen que librar una lucha muy
dura porque se van presentando aspectos de diferente naturaleza que
indudablemente van generando ciertas discriminaciones y ciertos
distanciamientos que lo obligan a uno a luchar muy fuerte a la
hora de la distribución de los recursos. Yo creo que
el problema fundamental que tiene ahora la
descentralización en nuestro país es este, ya que
no existe claridad desde el punto de vista legal, no existe
claridad desde el punto de vista financiero, ningún
gobernador en los actuales momentos está tomando
iniciativas serias para asumir transferencias de competencias.
Porque ningún gobernador o ninguna Alcaldía puede
asumir el riesgo de una
carga laboral sin que
exista claridad en la transferencia de recursos, y eso
está sucediendo en los actuales momentos.
Por eso es que nosotros afirmamos que el proceso
descentralizador tiene una tranca hoy día; tiene una
tranca, en materia de salud, en materia de
educación,
en materia de vialidad porque no hay ese elemento legal que
obligue al Poder Central Y lo acaba de decir Allan Brewer, y lo
habló Fortunato González, Otro aspecto que deseo
tocar es el de si se han descentralizado o se han descentrado
servicios. Nosotros tenemos en Mérida el INREVI pero el
Poder Central sigue manteniendo el INAVI, construyendo más
casas que antes, entre comillas, con muchos más recursos
que antes,-eso sí-, para el clientelismo, entonces no
hemos avanzado y por esa razón en estos momentos las
Gobernaciones y las Alcaldías van confrontando problemas
múltiples de esta naturaleza que con mucha timidez van
asumiendo. Porque nadie se va a arriesgar a tener una huelga o a
tener un paro en las
circunstancias económicas que se están viviendo.
Todo esto me lleva a la reflexión y a decir lo siguiente:
La descentralización puede tener éxito en la
medida en que exista una conciencia colectiva y que los
gobernantes locales y regionales tengan su propia estrategia de
desarrollo.
En el caso concreto de Mérida, nosotros lo que
hemos pensado es que el situado constitucional ya no es
suficiente para financiar un proceso de desarrollo regional, por
ello la concepción nuestra es otra, es un Estado promotor,
es un Estado gestor, es un Estado que orqueste diferentes
voluntades y eso tiene su resistencia por
supuesto en las propias organizaciones políticas que
siguen creyendo que equis resultado electoral es el aval para
ciertos criterios clientelares que hoy día no tienen
vigencia. En el caso concreto del Estado Mérida,
planteamos en primer lugar gestar, gestionar, ampliar el rango de
acción,
promover la participación de diferentes sectores de la
comunidad en
medio de sus diferentes estrategias o sus
diferentes proyectos, pero eso si, enmarcado dentro de una
estrategia definida de desarrollo.
En segundo lugar si el Situado no es suficiente para
cubrir esa estrategia financiera nosotros tenemos que buscar
otros recursos. Muy limitadas son las posibilidades de las
Gobernaciones hoy día para generar sus propios recursos,
para ello hemos tenido que recurrir a convenios internacionales
donde la propia Gobernación ha firmado, claro sin vincular
a la República. Respetando la jurisdicción
gubernamental también nos hemos metido en los convenios
internacionales que la República ha firmado, que el Poder
Central ha firmado pero que por incapacidad no ha podido ejecutar
lo que significa cerca de 1.800 millones de dólares que
tiene la República sin ejecutar, pero que están
ahí. Nos hemos metido en eso, hemos adelantado nuestros
proyectos y hemos tenido la suerte de que los mismos han sido
aprobados para contar con recursos que provienen de esos
organismos financieros multilaterales que ya tienen sus convenios
firmados con la República, como fuente alternativa de
ingresos.
En tercer lugar incorporar a la participación a
todos los sectores en las actividades fundamentales de
Mérida, el turismo, y la agricultura,
en este aspecto tenemos una fe muy grande en un proyecto regional
que cuajó como un proyecto legislativo nacional, la Ley
que creó la Zona libre Cultural Científica y
Tecnológica del Estado cuya vigencia comenzó en
medio de un océano, de un desierto, En resumen, nuestra
inquietud fundamental es ¿qué hacemos para
sobrevivir? , para que nuestro Estado eche hacia adelante, cuando
encontramos que desde el punto de vista legislativo y desde el
punto de vista político existe resistencia, existe
tendencia marcada muchas veces a cerrarles el paso a esos avances
que nosotros tenemos desde el punto de vista de la
descentralización y los casos que ya referí son
prueba de ello.
Me parece sumamente importante que esta referencia,
estos ensayos, estas
experiencias, estos foros universitarios se hagan en la
Provincia. Realmente lo aplaudo porque de la provincia es que va
a salir la nueva Venezuela. Estoy convencido de eso. Es desde la
provincia desde donde realmente se van a producir todos los
cambios. Aquí no estamos discutiendo en medio de un mundo
de lamentaciones con pesimismo, estamos discutiendo sobre la base
de algo que nos va a hacer salir adelante, yo aplaudo la idea de
esta organización CIEPROL y de los que componen
su directiva porque es una referencia, es una respuesta que se
está dando a nivel nacional para demostrarle al
país que en la provincia se está pensando, que
efectivamente nosotros estamos saliendo hacia
adelante.
Es una iniciativa que aplaudo porque además estoy
convencido de que en la provincia venezolana es donde
están los líderes de este país, los que van
a competir en las próximas elecciones, los que aspiran a
la candidatura presidencial, de los cuales aquí ya hay un
aspirante (Salas Rómer) y fíjense ustedes que hay
varios que tienen aspiraciones a nivel municipal y a nivel
regional; esta es una demostración que nosotros tenemos
que alentar. Debemos buscar la forma de luchar para que el Poder
Central en todos sus aspectos y en todos sus órdenes
efectivamente se de cuenta que la descentralización es un
proceso histórico que nosotros no podemos detener. Hice
estas reflexiones porque son las que estamos viviendo los
gobernantes. A título de ejemplo, se nos ordena en Caracas
el decreto de aumento de salario, y las
Gobernaciones,- ¡bueno, que paguen!-. Las Gobernaciones y
las Alcaldías tenemos que empezar a formar líos
para que se nos envíe lo correspondiente. i Eso no puede
ser! Llega el momento en que incluso el Situado Constitucional,
en medio de las rigideces presupuestarias que vive el país
se convierte en una carga y es entonces cuando el Poder Nacional,
el Poder Central, comienza a pensar ya en el Situado
Constitucional como una carga y como una posibilidad de financiar
su déficit.
Yo le he dicho al Ministro del Interior en varias
oportunidades, -demuéstreme ministro con
estadísticas ciertas si Gobernaciones y las
Alcaldías han contribuido al déficit Fiscal
más que el despilfarro y desorden administrativo del Poder
Central y no me lo puede demostrar porque no hay estudios serios
que lo demuestren, sino al contrario ; y ese es el problema grave
que nosotros estamos viviendo en los momentos actuales, ya que
posiblemente, en virtud de la situación económica
actual, se ve al Situado Constitucional como una salida par
resolver el déficit, Por supuesto, en técnica pura,
en teoría
pura de descentralización, nosotros podríamos estar
de acuerdo con la eliminación del Situado en la medida que
las reglas del juego cambien,
las Alcaldías y Gobernaciones tengan posibilidad de
generar sus recursos propios y desde el punto de vista legal,
nosotros tengamos su protección.
Pero ¿cuál es el proceso de
descentralizador para hacer sobrevivir la Democracia si las
Gobernaciones no tienen recursos y Alcaldías no tienen
recursos? Estamos creando problemas, estamos generando conflictos
potenciales; de manera, que esta reflexión que hago en
estos momentos no es para desalentar a nadie sino todo lo
contrario, es una lucha extraordinaria, un lucha maravillosa, una
lucha que realmente tiene que darse porque ahí está
el liderazgo.
Dr. Henrique Salas Romer
En Revista virtual Provincia. Universidad de
Los Andes: