Los profesionales del área de la salud presentan indicadores de estrés ocupacional más
altos que otro tipo de profesionales, repercutiendo ello en la
satisfacción laboral y en su desempeño en el trabajo. En la presente
investigación se
plantearon tres objetivos fundamentales:
Identificar los niveles de estrés por especialidad
médica, identificar diferencias sexuales en las fuentes de estrés
ocupacional y determinar la asociación entre estrés
ocupacional y satisfacción laboral. La muestra fue de 52 médicos de
diferentes especialidades y 21 estudiantes del último
año de medicina. Se administraron dos
instrumentos: el SATRA que mide satisfacción laboral y el
ETRA que mide estrés ocupacional. Para el análisis de los datos, se generaron tres grupos de comparación:
estudiantes en el área de emergencia, internistas y
especialistas. Los resultados indicaron que: (a) No existen
diferencias significativas entre los grupos de comparación
en estrés total, sin embargo, se encontró que los
estudiantes presentaron puntajes más altos que los
internistas en la dimensión de estrés denominada
Interferencia en el Desempeño de las Funciones, y estos últimos
también resultaron más bajos que los especialistas, (b)
Para la muestra total el aspecto más estresante es la
Interferencia en el Desempeño de Funciones, seguida por
Sobrecarga de Trabajo, Conflicto en las Relaciones Interpersonales y
finalmente Conflicto de Roles, (c) No se encontraron diferencias
entre mujeres y hombres en estrés ocupacional, (d) El
estrés está asociado negativamente con la
satisfacción laboral y (e) Los estudiantes que laboran en el
área de emergencia están más insatisfechos en el
trabajo que los otros dos grupos de comparación. Los
resultados se discuten a la luz de las implicaciones del
estrés para los trabajadores de los servicios de salud pública.
Palabras clave: Estrés ocupacional,
satisfacción laboral, médicos, estudiantes,
internistas, especialistas.
Abstract
Physician’s occupational stress and job satisfaction in
the University Hospital of the Andes, Mérida Physicians
report higher levels of occupational stress than others professionals
which influences their job satisfaction and work performance.
This study had three main objectives: Identify the stress level
by medical specialty, identify sexual differences in the sources
of stress, and determine the relation between stress and job
satisfaction. The sample was made up of fifty two physicians with
different medical specialties and 21 medicine students enrolled
in the last year of their career. For analysis, they were divided
into three groups: Students working in the emergency area,
internists, and specialists. The results showed: (a) No
significant difference among the groups on general stress, but,
it was found that students were higher on the factor interference
of functions; (b) for the complete sample, interference of
functions was the highest stressor followed by work overload,
conflicting interpersonal relationships, and role conflict; (c)
no sexual differences were found between women and men in
occupational stress; (d) stress was negatively associated with
job satisfaction, and (e) Students working at the emergency area
were less satisfied than the other groups. Results are discussed
at the light of the implications of stress for the workers in the
public health services.
Key words: Occupational stress, job satisfaction,
physicians, students, internists, specialists.
La presente investigación ha sido realizada con la
finalidad de profundizar en el estudio del estrés y la
satisfacción laboral en una muestra de médicos que
laboran en el Instituto Autónomo Hospital Universitario de
los Andes (IAHULA) de la ciudad de Mérida-Venezuela.
Investigaciones realizadas durante la última
década indican que en los profesionales de la salud el
estrés es más alto que el de otras ocupaciones
(Moreno-Jiménez y Peñacoba 1999). Este resultado no es
de extrañar si se consideran las tareas específicas que
deben afrontar diariamente estos profesionales: atender al dolor
y a la muerte, emergencias que
implican decisiones en las que la vida esta en juego y la sobrecarga de
responsabilidades son algunas de ellas.
También es de interés el análisis del
estrés en función de las diferentes
especialidades médicas. Pareciera que el tipo de enfermo y
el tipo de atenciones y cuidados que deben ser ofrecidos
constituyen una fuente de estrés. Aunque la
investigación es dispersa, los principales hallazgos indican
que los psiquiatras, los profesionales que trabajan en unidades
de cuidados intensivos, los que atienden a pacientes con SIDA y los médicos en
formación o residentes suelen ser los más vulnerables
al estrés (Linn y Zerpa 1984, Hamberger y Stone
1983).
Por otra parte, se reportan diferencias en las fuentes
de estrés según el sexo. Richarsdsen y Burke
(1991) encontraron que en las mujeres, debido a los
múltiples roles que cumplen, los niveles de estrés son
mayores que en los hombres, constituyendo las interferencias en
el desempeño de funciones la principal fuente. Así
mismo, se ha encontrado que las mujeres señalan mayor
número de eventos estresantes que los
hombres (Greenglass y Noguchi 1996).
Entre los variados aspectos psicosociales que se generan
como consecuencia del estrés, es de central interés en
la presente investigación, la satisfacción con el
trabajo. Los resultados en esta dirección son
contradictorios. En algunos casos el alto estrés está
asociado a una disminución en la satisfacción en el
trabajo; mientras que en otros, a pesar del estrés, los
médicos se sienten satisfechos con las tareas que
desempeñan (Revicki 1985).
Partiendo de estos análisis las siguientes
preguntas guiaron la presente investigación:
¿Cuáles son las principales fuentes de estrés en
los médicos que trabajan en el Hospital Universitario de los
Andes? ¿Existen diferencias en estrés laboral según
la especialidad médica? ¿Existen diferencias en las
fuentes de estrés entre mujeres y hombres? ¿Cuál
es la asociación existente entre estrés ocupacional y
satisfacción laboral? ¿Existen diferencias en
satisfacción laboral según la especialidad
médica?
El estrés: Consideraciones
generales
El término estrés ha sido usado para referirse
a una variedad de fenómenos. Cuando se aplica a los
individuos, ha sido definido de numerosas formas. De acuerdo con
Houston (1997) estas definiciones pueden ubicarse en tres grandes
categorías: (A) Definiciones basadas en estímulos, las
cuales se enfocan hacia los elementos o estímulos
desencadenantes de disrupción del funcionamiento. A estos
estímulos se les denomina estresores y son percibidos como
amenazantes o dañinos y productores de tensión. Estas
definiciones han sido criticadas bajo la premisa que las personas
responden diferencialmente a la misma situación
potencialmente estresante. (B) Las definiciones basadas en
procesos intervinientes
enfatizan algún tipo de proceso que ocurre entre la
situación estímulo y la respuesta potencial a la
situación. En esta definición se asume que el
estrés esta determinado por la apreciación o evaluación cognitiva que
hace la persona de la relación entre
las exigencias exteriores, sus demandas personales y su capacidad
para manejar, mitigar o alterara esas demandas en beneficio de su
bienestar. (C) Las definiciones basadas en la respuesta se
centran en el estado o condición de
estar disturbado.
Esta aproximación considera el resultado de los
aspectos objetivos del estresor, las diferencias individuales y
los posibles procesos intervinientes. El énfasis es puesto
en la respuesta al estresor.
Lazarus (1991) propone que el estrés es un proceso
complejo, multivariado y representativo de un sistema de retroalimentación.
Específicamente, es definido como la interacción entre el
individuo y su entorno
evaluado por él como abrumador, excediendo sus propios
recursos y dañando su
bienestar. En esta definición se asume que el estrés
está determinado por la apreciación o evaluación
cognitiva que hace la persona de la relación entre las
exigencias exteriores, sus demandas personales y su capacidad
para manejar, mitigar o alterar esas demandas en beneficio de su
bienestar (Lazarus y Folkman 1984). Mas recientemente, Sarafino
(1997) señala que el estrés "es la condición que
resulta cuando las transacciones persona-ambiente llevan al individuo a
percibir una discrepancia entre las demandas de la situación
y los recursos de sus sistemas biológico,
psicológico y social" (p. 70).
La evaluación de los eventos como estresantes
depende de dos factores, aquellos relacionados con la persona y
los relacionados con el ambiente. Los factores personales
incluyen características intelectuales, motivacionales
y de personalidad. Un ejemplo tiene
que ver con la autoestima: las personas que
poseen una autoestima alta, generalmente piensan que cuentan con
los recursos para enfrentar las demandas que requieren de las
fortalezas que ellos poseen. Si ellos perciben un evento como
estresante pueden interpretarlo como un reto más que como
una amenaza. Desde el punto de vista motivacional, las personas
con alta motivación de logro parecen
estar mejor equipadas para evaluar los eventos amenazantes como
retadores; de hecho la investigación nacional ha demostrado
que a mayor motivación al logro menor
estrés en el trabajo (Salom y D’Anello 1992). En
cuanto a lo que hace a una situación estresante, se han
señalado algunas características de los eventos. Entre
ellos destacan: la eminencia del evento, las transiciones vitales
(casarse, iniciar una carrera, ser padre), la ambigüedad, la
indeseabilidad de la situación y la incontrolabilidad
personal sobre el evento
(Sarafino 1997).
Estrés ocupacional en los servicios de
Salud
El estrés en el trabajo se ha convertido en una
característica común de la vida moderna. Los resultados
de una encuesta aplicada a 28.000
trabajadores de 215 organizaciones en los estados Unidos revelaron una
poderosa asociación del estrés ocupacional con
deficiente ejecución en el trabajo, problemas de salud agudos y
crónicos y "burnout" en los empleados
(Williams y Cooper 1998).
Casi todas las personas en algún momento
experimentan estrés que se relaciona con sus ocupaciones.
Frecuentemente estas situaciones estresantes son menores y de
corta duración y por tanto tienen poco impacto sobre la
persona. Pero para muchos otros, el estrés es continuo y por
periodos largos de tiempo. En la literatura se han resaltado algunos factores
que hacen al trabajo estresante: el estudio de los factores de
estrés en las diversas profesiones se suele efectuar
atendiendo a los factores organizacionales y laborales según
los diferentes modelos que se han presentad.
Dentro del ámbito organizacional los estresores mas citados
en la literatura (ver Moreno-Jiménez y Peñacoba 1997)
han sido: El conflicto de roles, entendido como la coexistencia
de exigencias opuestas y de difícil conciliación,
requeridas en la realización del trabajo.
Este tipo de estresor se expresa en el área de
salud de diferentes maneras. Socialmente se le exige al
médico la máxima competencia en el ejercicio de
sus funciones, sin embargo, las necesidades urgentes de los
pacientes, la competencia profesional, el cumplimiento de las
responsabilidades civiles y sociales y, la disponibilidad de
la familia del enfermo,
tienden a generar situaciones conflictivas. Otras veces las
prioridades del equipo de salud no coinciden, especialmente entre
enfermeras y médicos.
La ambigüedad de rol, se entiende como la
incertidumbre generada por la tarea y/o los métodos de ejecutarla. A
veces no se sabe si se están cumpliendo las exigencias
requeridas y si se podrá responder a las expectativas. En la
práctica médica, este suele manifestarse en la
incertidumbre proporcionada por los diagnósticos y la
toma de decisiones.
También suele expresarse en las situaciones de emergencia
cuando la incertidumbre es mayor y en el solapamiento, en la
práctica, entre los roles de enfermería y
médico.
La sobrecarga de trabajo, se refiere al exceso de
trabajo y a la incapacidad de cumplir las tareas en el tiempo
propuesto. La falta de tiempo para acometer todas las tareas
exigidas al personal médico es una de las causas más
señaladas en la literatura especializada.
Las relaciones interpersonales, están dadas por las
relaciones sociales y de interacción que se desarrollan
entre los miembros del equipo de trabajo. En el ambiente de salud
se ha encontrado que en ocasiones la interacción con
pacientes, familiares y con los mismos miembros del personal
constituye una fuente de estrés para el personal
médico.
Otras fuentes de estrés reportadas en los servicios
de salud son: infrautilización de las habilidades, presión económica, la
preocupación y el miedo a la mala práctica, la
interferencia laboral con la vida familiar y las practicas
administrativas (Moreno y Peñacoba 1997).
Estrés ocupacional y Satisfacción
laboral
La satisfacción en el trabajo ha sido definida de
diferentes maneras y con distintos énfasis. Algunos la
definen como una reacción afectiva inestable e inmediata
ante el ambiente de trabajo (Porter, Steers y otros 1994). Este
tipo de definición le da especial importancia a las
condiciones o características contextuales del trabajo y
hace referencia a respuestas inmediatas ante estímulos
específicos del trabajo.
Locke (1976) pionero en el estudio de la
satisfacción laboral la define como un estado emocional positivo
reflejado en una respuesta positiva ante una situación de
trabajo. En esta definición también se enfatizan los
factores situacionales, pero incluye además factores
disposicionales. Decker y Borgen (1993) señalan que el grado
de satisfacción esta determinado por el "encaje entre el
ambiente de trabajo y las necesidades expectativas del
trabajador" (p. 473). Salom y D’Anello (1992) proponen una
definición diferente, por cuanto enfatiza la
satisfacción intrínseca derivada del trabajo mismo como
una totalidad.
Específicamente se refiere a "los sentimientos
positivos de agrado y disfrute por la realización del
trabajo que genera envolvimiento" (p. 86). Los dos sentimientos
(agrado y disfrute) involucran aspectos diferentes, el agrado
tienen que ver con la sensación perceptual de tipo
contemplativo según la cual a uno le gusta o le es grato
algo. El disfrute implica un componente volitivo de
intencionalidad conductual, según la cual la persona tiene
que interactuar con el objeto del disfrute, vivenciándolo.
El instrumento para medir satisfacción laboral (SATRA)
recoge los diferentes aspectos de esta visión.
De acuerdo con el modelo desarrollado por Arnold
(1960) y Lazarus (1968), existe una relación estrecha entre
satisfacción y estrés. Específicamente se plantea
que una persona percibe una demanda proveniente del medio,
evalúa si esa demanda es una oportunidad o MedULA, Revista de Facultad de
Medicina, Universidad de Los Andes. Vol. 9
Nº 1-4. 2000. (2003). Mérida. Venezuela. 7 una amenaza.
Si la evaluación es positiva, se produce satisfacción y
el proceso se detiene. Si la evaluación es negativa, se
produce insatisfacción, un estado de displacer del cual la
persona quiere escapar. Habrá una evaluación secundaria
para determinar si tiene capacidad y recursos para enfrentar o
manejar la demanda. En caso afirmativo, no experimentara
estrés. En caso negativo, aparecerá el estrés
generando diferentes posibilidades de enfrentamiento (luchando,
escapando, evitando).
Partiendo de estos supuestos teóricos se espera una
asociación negativa entre estrés y satisfacción.
De hecho, la mayoría de los hallazgos de investigaciones en el área
del trabajo van en esta dirección. Por ejemplo, en un
estudio conducido por Decker y Borgen (1993) con una muestra de
249 trabajadores de 75 diferentes ocupaciones se encontró
una asociación negativa entre estrés en el sitio de
trabajo y la satisfacción laboral. Investigaciones
realizadas en Venezuela han confirmado dicha asociación
negativa.
Salom y D’Anello (1992) estudiaron el estrés
y la satisfacción en el trabajo en una muestra de 62
trabajadores de una planta química. Los resultados arrojaron una
correlación de -.53 entre ambas variables.
Muestra
Para la selección de la muestra se
utilizó el muestreo no-probabilístico
por conveniencia (Polit y Hunsler 2000). Aunque al principio se
había seleccionado una muestra de 150 médicos que
laboran en el IHULA, solamente hubo voluntad de
participación de 73, lo cual representa el 49% de la
muestra. De estos, 38 eran de sexo masculino y 35 del
femenino.
Profesionalmente distribuidos de la siguiente manera: 21
estudiantes del ultimo año de medicina, y 52 médicos de
8 diferentes especialidades: 19 Internistas, 5 Psiquiatras, 8
Radiólogos, 3 Neumonólogos, 5 Médicos Cirujano, 2
Pediatras, 10 Cardiólogos. Todos con un promedio de 33
años de edad.
Instrumentos
Escala ETRA (Romero García 1991). Mide estrés
en el trabajo. Consta de 16 ítemes escritos en formato tipo
Likert de seis puntos que van de completo desacuerdo (1) a
completo acuerdo (6). Contiene cuatro (4) componentes de cuatro
(4) ítemes cada uno. a) Sobrecarga en el trabajo, b)
Relaciones interpersonales, c) Conflicto de roles y d)
Interferencia en el desempeño de Funciones. La confiabilidad
fue determinada mediante los índices de Spearman-Brown y
Cronbach, resultando ambos altos y significativos (.84 y .81
respectivamente).
Escala SATRA (Romero García y Salom de Bustamante
1992). Mide la satisfacción en el trabajo.
Consta de doce ítemes escritos en formato Likert de
seis puntos derivados factorialmente mediante el método de componentes
principales. La confiabilidad fue determinada mediante los
índices Spearman- Brown y Cronbach, resultando ambos
significativos (.71 y .69 respectivamente). Como indicados de
validez convergente presenta una correlación de .46 con
actitud hacia el trabajo y
como indicador de validez discriminante presenta una
correlación de -.53 con estrés.
Para responder a la primera interrogante referente a las
principales fuentes de estrés ocupacional se utilizó el
análisis de varianza de una vía. Los resultados
reflejaron diferencias significativas F(3,73) = 65.6, p<.000.
Igualmente, las comparaciones de cada par de medias también
revelaron diferencias significativas entre todas (p<.05).
Así, la interferencia en el desempeño de las funciones
es el principal factor de estrés, seguido por la sobrecarga
en el trabajo, luego los problemas en las relaciones
interpersonales y por ultimo el conflicto de roles (Tabla
1).
Tabla 1. Medias y desviaciones
estándar para cada fuente de estrés
La respuesta a la interrogante referida a las
diferencias en estrés laboral según la especialidad
médica fue respondida comparando las especialidades en cada
factor de estrés utilizando el análisis de varianza.
Los resultados indicaron que solamente en el factor
Interferencias de Funciones existen diferencias significativas F
(2,70) = 4.20, p<.01. Específicamente, el grupo de estudiantes presenta
mayor estrés debido a la interferencia de funciones que los
internistas (p<.03). A su vez, los especialistas presentan
puntajes más altos que los internistas (p<.05) (ver Tabla
2).
Al explorar las diferencias de género en las fuentes de
estrés laboral mediante la prueba "t" de Student se
encontró que no existen diferencias significativas entre
ambos sexos.
Tabla 2. Medias y desviaciones
estándar para el factor Interferencia de
funciones
Respecto a la cuarta interrogante de la
investigación, tal como se esperaba, los datos indicaron una
asociación moderada, negativa y significativa entre
estrés y satisfacción en el trabajo, r = -.38.
(p<.01). Finalmente, se encontraron diferencias en
satisfacción laboral según la especialidad médica
F (2,70)=5.18<.008. Las comparaciones múltiples indicaron
que los estudiantes que laboran en emergencia presentan menor
satisfacción en el trabajo que los especialistas (p<.006)
(ver Tabla 3).
Tabla 3. Medias y desviaciones
estándar en Satisfacción en el trabajo
En cuanto a los estresores, se encontró que la
interferencia en las funciones es el más impactante, seguido
por la sobrecarga en el trabajo, problemas en las relaciones
interpersonales y finalmente el conflicto de roles. La
interferencia de funciones implica la interrupción de lo que
se está haciendo. Es probable que en el medio asistencial,
específicamente en el HULA, las demandas impuestas por la
multiplicidad de tareas a cumplir no puedan ser desempeñadas
en el tiempo previsto y los médicos no cuentan con los
recursos personales para establecer control sobre ello.
Así mismo, el componente organizativo puede no ser
el que garantice una adecuada eficiencia desencadenándose
así malestar y estrés en el personal. Fue precisamente,
en el factor de Interferencia en el desempeño de Funciones
que se encontraron diferencias entre los grupos.
Específicamente, el grupo de estudiantes que labora en el
área de emergencia fue el que presentó mayores
índices de estrés, seguido por el grupo de
especialistas y finalmente los internistas. Este hallazgo refleja
la vulnerabilidad ante el estrés de los estudiantes
residentes ante situaciones de alta demanda (Linn y Zeppa 1994;
Hamberger y Stone 1983).
En concordancia con la literatura especializada (ver
Richarsdsen y Burke 1991) se esperaba que las mujeres reportaran
mayores niveles de estrés, sin embargo, los datos no
arrojaron diferencias significativas entre los sexos. Este es un
aspecto que merece mayor investigación a fin de determinar
bajo que condiciones las diferencias por sexo pueden
emerger.
También se encontró que mientras mayores los
niveles de estrés menor es la satisfacción en el
trabajo. Esta asociación era esperable y apoya los hallazgos
ofrecidos por investigaciones anteriores (Decker y Borgen 1993;
Salom y D´Anello 1992; Mantilla y Lameda 1996). En la medida
que los médicos perciben que no cuentan con los recursos
personales y ambientales para responder a las demandas de sus
funciones y, sienten estrés, en esa medida su descontento
con las tareas que ejecutan será mayor. Ya Cooper, Routh y
Faragher (1989) habían reportado que la interferencia de
funciones y las constantes interrupciones en el trabajo eran
estresores altamente predictivos de la insatisfacción
laboral en médicos generales. Finalmente, se encontró
que el grupo de estudiantes está más insatisfecho en el
trabajo que el grupo de especialistas. Si son los estudiantes que
laboran en la sección de emergencia los que presentan mayor
grado de estrés, no es de extrañar que también
sean los más insatisfechos. Estudios previos (Revicki,
Whitley y Gallery 1993) han sugerido que uno de los factores que
funciona como recurso de control del estrés en médicos
residentes es el apoyo social de los compañeros y la clara
delimitación de funciones que favorezcan el desempeño
eficiente; aspecto este a ser tomado en consideración como
medida preventiva del estrés.
Es importante resaltar la necesidad de que los
médicos desarrollen una mayor disposición a colaborar
en este tipo de investigación en el campo de la psicología de la salud. La muestra
inicial estaba conformada por 150 médicos, pero, debido a la
negativa a participar del 51%, la muestra quedó reducida a
73. Las razones pueden ser justificaciones personales
válidas, pero inválidas desde la perspectiva de avance
de la ciencia en nuestro
país.
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Etana Marcano (2) y Jean Carlos Guerra (2)
(1) Profesor asociado Centro de
Investigaciones Psicológicas. Facultad de Medicina.
Universidad de Los Andes.
(2) Estudiante de 3er. año de Medicina. Universidad
de Los Andes.