Monografias.com > Administración y Finanzas > Marketing
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Señor Cliente, ¿Qué precio tiene su lealtad




Enviado por galonso



    1. Recordando pilares
      olvidados
    2. Conocer al
      cliente
    3. Entonces necesito del
      CRM…
    4. ¿Quiere otro
      ejemplo?
    5. Los programas de
      "fidelización"
    6. Esto es valor
    7. Ejemplos mucho más simples
      de lo que NO es fidelización
    8. Es
      decir…
    9. Bibliografía
      recomendada

    Si nuestros clientes cada
    vez cuentan con mayores opciones,
    si se multiplican rápidamente los mensajes que
    reciben
    y si no tenemos nada mejor que ofrecer,
    ¿por qué nos van a seguir
    comprando?

    Introducción

    Desde los tiempos del "maximarketing" de Rapp y Collins
    o cuando se comenzó a hablar del marketing
    relacional, del marketing de base de datos (¿?)
    y de todos los demás ("¿?" otra vez), se empezaron
    a sentar las bases de lo que desde hace unos años
    conocemos como CRM (Customer Relationship Management) o
    Gerenciamiento/Administración de las Relaciones con los
    Clientes (algo así como GRC o ARC vendría a ser en
    nuestro idioma, pero no creo que interese demasiado).

    Herramientas, conceptos, "estrategias" o
    como queramos llamarlo, el CRM
    sacó a relucir y, en algunos casos, según el
    interlocutor, hasta tomándolo como idea propia, la
    necesidad de identificar los gustos y preferencias de los
    consumidores, para así conocerlos mejor y estar en mejores
    condiciones para satisfacerlos primero y para fidelizarlos
    luego… ah, no le parece demasiado nuevo, ¿no?
    Bueno, a mí tampoco…

    Recordando pilares olvidados

    Si usted pertenece al mundo del marketing y los
    negocios,
    tendrá muy en claro que lo más importante es el
    cliente
    . Quiero decir, por más que luego en la
    práctica usted esté en condiciones de atenderlo
    mejor o peor, quiero creer que al menos sí tiene claro que
    sin clientes, usted no tiene negocio… Eso sí
    está claro, ¿no?

    Pero eso usted ya lo sabía. Sin ir más
    lejos, cuando empezó con su empresa, comercio o
    emprendimiento, tenía muy en claro que lo más
    importante en ese momento era conseguir el primer cliente
    y que le siga comprando… y luego el segundo… y que
    le siga comprando… y así… hasta que en
    algún momento, probablemente, también se haya dado
    cuenta de que valía la pena intentar venderle más a
    los clientes que había conseguido, bah, me imagino que se
    habrá dado cuenta, por algo ya eran sus
    clientes…

    Entonces, si usted atravesó un proceso
    más o menos parecido al descripto, es muy posible que nos
    entendamos mejor a partir de ahora.

    Retomando, si usted ya reconocía la importancia
    de sus clientes y vislumbraba el valor de
    lograr que le sigan comprando, entonces ya estaba pensando en
    trabajar para su fidelización, y fíjese que
    le estoy hablando de cuando usted empezó, así que
    esto de la fidelización del cliente parece que no es
    materia
    nueva.

    Pero ahora aparece la pregunta que, posiblemente,
    también se haya hecho en algún momento:
    ¿cómo puedo hacer para retener y vender
    más a mis actuales clientes?
    Bueno, a partir de ahora
    sí que el tema se vuelve un poco más complejo,
    fundamentalmente, porque el escenario para hacer negocios hoy,
    ya no es el mismo que tiempo
    atrás
    , es más, dependiendo cual sea el mercado en el
    cual su empresa participa, es posible que el escenario de hoy sea
    muy distinto al escenario de ayer, así de simple y
    así de complicado.

    Conocer al cliente

    Ni más ni menos. A partir de ahí es que
    podemos hacer marketing y justamente ese era y es el camino para
    intentar fidelizar a sus clientes actuales e intentar venderles
    más, eso hay que hacer: conocerlos.

    Entonces otra vez volvemos al tema del CRM,
    aunque no vamos a tratarlo como algo novedoso, sino que vamos a
    analizarlo desde su esencia misma, esa esencia que tiene que
    ver con trabajar, dedicarse y esforzarse todo el día y
    todos los días para conocer mejor a los clientes
    , para
    aprovechar cada interacción, cada visita a nuestros
    locales, cada llamado telefónico, cada momento de verdad,
    para tomar información acerca de cada uno de ellos,
    pensando siempre en su utilización para la posterior
    construcción de una oferta mejor,
    adaptada y personalizada a cada uno de ellos
    . Ahora sí
    se dio cuenta de aquella complejidad de la cual le hablaba, estoy
    seguro (bueno,
    casi).

    Es así, pensémoslo desde otro punto de
    vista, ¿a qué personas usted es fiel,
    leal?

    Bueno, ya le hice muchas preguntas, voy a responder por
    mí: yo soy fiel a las personas que me conocen, que me
    entienden, que se preocupan por mí, que están
    pendientes de lo que necesito, que me ayudan, que me quieren, es
    decir, básicamente, yo soy fiel y leal a quiénes
    hacen que mi vida sea más fácil y más linda.
    ¿Me sigue?

    ¡Claro que me sigue! Usted ya se habrá dado
    cuenta que así nos comportamos los seres humanos y somos
    justamente seres humanos los que compramos… y todo eso es
    lo que pretendemos de alguien para entregarle nuestra fidelidad,
    nuestra lealtad, entonces, para lograr eso, para alcanzar ese
    nivel de conexión, lo que hay que hacer es saber todo lo
    que podamos acerca de nuestros clientes, qué les gusta,
    qué no les gusta, dónde prefieren pasar sus
    vacaciones, dónde estudian, qué estudian,
    dónde trabajan, cuál es su ocupación,
    cómo está compuesta su familia,
    cuál es su nivel de ingresos
    ¿todo eso? Sí, todo eso y mucho
    más…

    Entonces necesito del CRM…

    Bueno, no… en realidad, si usted ya
    entendió todo lo anterior, ya está pensando en
    "modo CRM". Es decir, el primer paso ya está
    dado.

    Todo parece indicar, entonces, que si disponemos de la
    mayor cantidad de información relevante (dependiendo de
    cada caso determinada información será más o
    menos relevante) acerca de nuestros clientes, los conocemos
    mejor, los entendemos mejor, podremos estar más cerca de
    identificar lo que ellos necesitan, podremos ayudarlos
    mejor… ¿podremos lograr que se vuelvan fieles y
    leales a nuestra empresa, a nuestra marca, a nuestro
    producto?

    No tengo una respuesta definitiva que lo tranquilice, lo
    que sí puedo decirle es que si usted trabaja para lograr
    todo eso, parte del camino ya lo tiene allanado.

    Otro tema importantísimo que no puedo pasar por
    alto es lo que usted quizás ya se está preguntando:
    ¿cómo hacer para retener, procesar y analizar tanta
    información? Bueno, entonces, sigamos hablando de
    CRM…

    De un tiempo a esta parte, con el constante y cada vez
    más vertiginoso avance de la tecnología, distintas
    empresas
    desarrolladoras de software han venido tomando
    nota de esta necesidad de las empresas de conocer a sus clientes
    y han puesto manos a la obra (¿Será esto
    también un ejemplo de CRM?… Creo que también
    tiene algo de "Inteligencia
    comercial", aunque no vamos a hablar de eso ahora).

    De esta manera, hoy las empresas y comercios disponen de
    herramientas
    de software que contribuyen al procesamiento y ordenamiento de
    tanta información
    para que la misma esté
    disponible en tiempo y forma, porque claro, es posible que mi
    vecino de la pizzería de la esquina sepa que a mí
    me gusta la pizza "napolitana" y con ajo, pero seguramente es
    algo más complicado que un vendedor de Ona Saez de
    Unicenter Shopping tenga a mano cual fue mi última compra
    y en qué local la realicé efectivamente.
    ¿Para qué querría un vendedor de Ona Saez
    saber cuál fue mi última compra? Y… para
    conocerme mejor y para todo lo que veníamos hablando,
    ¿me explico?

    Entonces, ahora sí, a ver si nos queda claro:
    CRM es un concepto, extremadamente valioso y de gran
    utilidad para
    alcanzar la fidelización y lealtad de nuestros clientes,
    pero no es un software, no es un programa de
    computadora,
    aunque sí es verdad que estos programas
    contribuyen a hacer más eficiente la gestión
    del CRM.

    ¿Quiere otro ejemplo?

    Perfecto, acá tenemos un ejemplo bien breve,
    antes de retomar el tema de fidelización de clientes:

    Seguramente usted habrá oído
    hablar o usted mismo se habrá referido a lo que conocemos
    como "historia
    clínica"… ¡Sí, exactamente!
    ¿Recuerda que su médico de cabecera, su
    oftalmólogo, el pediatra de sus hijos, su
    odontóloga, todos llevaban (y llevan calculo) un registro de todo
    lo que iba aconteciendo con su salud? ¿Recuerda?
    Bueno, ese trabajo de
    registro, de almacenamiento,
    permitía luego al profesional, en su próxima
    visita, estar al tanto de cuáles eran sus dolencias,
    cuál la última receta que le había expedido
    y sabía también qué era lo que tenía
    que preguntarle luego de saludarlo: "¿Cómo se
    siente de la gripe?" ¿Usted no sentía acaso que su
    médico lo conocía y se preocupaba por su salud?
    ¿No le cuesta mucho cambiar de médico? Bueno, de
    eso se trata.

    Salvando las distancias, trabajando con un enfoque de
    CRM, la "historia clínica" de cada uno de nuestros
    clientes es la que contiene la información de la
    cuál disponemos para servirlos mejor.

    (Solo por si se quedó pensando: su médico
    no hace CRM… bueno, no sé…)

    Los programas de
    "fidelización"

    Ahora bien, sin perjuicio de todo lo anterior,
    también existen una cantidad importante de lo que se
    conoce como programas de fidelización, de beneficios o
    de incentivos
    , como por ejemplo: "Club de beneficios La
    Nación", "American Express Membership
    Rewards", "YPF Serviclub", "Paseo Comafi" (Banco Comafi),
    "Discoplus" (Supermercados Disco) o la pronta a desaparecer
    tarjeta "Travelpass", por citar solo algunos.

    En alguna medida, estos y/u otros "programas de
    fidelización" pueden contribuir a la
    retención de clientes y en algunos casos incluso
    también a la captación de nuevos, pero
    prestemos especial atención a las palabras utilizadas,
    hablamos de "retención" y "captación"… no
    estuvimos hablando de "fidelización"
    ¿Entonces?

    Claro, le explico: si bien existen distintos modelos y
    mecanismos según se trate el programa al cual nos
    refiramos, seguramente usted ya conoce más o menos como
    funcionan.

    El cliente compra nafta o usa su
    tarjeta de crédito
    y "suma puntos" (o "millas") que luego serán canjeados en
    algún momento por alguno de los "maravillosos premios" que
    la empresa que
    organiza o participa del programa pone a su
    disposición…

    Entonces, luego de sucesivas compras y
    millas/puntos acumulados, uno, en condición de cliente,
    accede "feliz" a su "set de cuchillos para el asado", "juego de
    toalla y toallón para la playa" (seguramente con la marca
    patrocinante bien grande y visible) o pasaje "gratis" a
    algún destino elegido… y ciertamente, no
    está mal
    , solo que no me atrevo a decir que,
    efectivamente, se trate de fidelización.

    Es decir, estos programas, seguramente y como le
    decía antes, pueden contribuir como incentivo al
    consumo o a la
    retención de clientes
    , ya que "si deja usted de
    comprarnos no suma puntos (por ejemplo) y queda más lejos
    del premio aspirado", entonces, es "conveniente" seguir comprando
    esa marca… o también es posible que usted pueda
    transferir sus consumos a una de sus tarjetas de
    crédito porque es a través de la cual puede sumar
    "millas" para ese ansiado viaje… o, siempre que no se le
    termine antes, cargar combustible en la estación de
    servicio "$ 6
    = 1 punto" (ahí donde cargo yo habitualmente), pero,
    insisto, no estoy seguro de estar hablando de
    fidelización, es más, en ocasiones hasta se parece
    más a una "coima"… o a un "soborno", si
    quisiéramos ubicarnos en un extremo exageradamente
    crítico
    .

    De todas formas, no está mal y no es "trampa".
    Tampoco se puede subestimar al cliente. El cliente,
    conciente o inconcientemente, siempre termina comprando donde su
    percepción de valor, arroja la mejor
    ecuación en su beneficio. Siempre.

    Esto es valor

    (Sí, sí, ya sé que le sonó
    conocido… es cierto, lo tomé
    prestado…)

    De fidelización estábamos hablando y a
    esta altura ya es una necesidad para mí decirle que
    aquello de conocer los gustos y preferencias de sus
    clientes y todo eso, también reviste una gran utilidad
    para la construcción de un programa o para la
    ejecución de acciones que
    sí podamos llamar de fidelización, pero, claro,
    para ello debemos estar atentos, muy atentos y ser capaces de
    identificar las verdaderas motivaciones e intereses de los
    clientes
    , debe tratarse de algo que nos ayude a construir una
    propuesta de valor única y diferencial… debe
    tratarse de algo que solo nosotros podamos ofrecerles o,
    mejor dicho, debe tratarse de algo que, efectivamente, logre que
    el cliente sienta que, reconociendo sus necesidades y deseos
    inscriptos en un plano simbólico, nos preocupamos
    por él, que lo cuidamos, que nos esforzamos por conocerlo
    y servirlo mejor que nadie, entonces, ahora sí, estaremos
    hablando de fidelización.

    Ejemplos mucho más simples de lo que NO es
    fidelización

    Me parece importante en esta parte compartir con usted
    un par de experiencias personales que entiendo pueden
    ayudar a la contextualización de lo que quiero
    transmitirle… porque a veces no alcanza con las buenas
    intenciones
    , un programa o acción
    de fidelización debe responder a una estrategia,
    contar con una táctica definida y una correcta y
    pertinente ejecución, de lo contrario, no será
    suficiente para lograr los objetivos que
    se persigan.

    Caso: "La Parrilla
    del Niño Julio"

    Es posible que en ocasiones en su casa pase lo mismo que
    en la mía, por ejemplo, usted y su mujer llegan
    cansados de su jornada laboral y no
    están dispuestos a cocinar, entonces, recurren a
    algún servicio de delivery que les permita resolver la
    cena sin mayor esfuerzo, bueno, en mi caso suele ser así y
    uno de esos servicios de
    delivery que solemos utilizar es el de la parrilla
    mencionada.

    Lo particular de este caso, es que aproximadamente 10
    minutos antes o después del último bocado el
    teléfono suena y alguien de "La
    Parrilla…" pregunta del otro lado "¿está
    conforme con su pedido?", hasta ahí todo parece positivo,
    ¿verdad?

    Bien, podría ser positivo ciertamente, si no
    fuera porque en uno de esos "momentos de verdad" algo del pedido
    no había estado del
    todo bien y cuando respondí a la pregunta de rigor, nada
    reconfortante tuvieron para decirme del otro lado…
    (además, ¿a usted le gusta que lo llamen por
    teléfono mientras está cenando?)

    Otra vez: No alcanza con las buenas intenciones. Se
    requiere estrategia, táctica y una adecuada
    implementación.

    Caso:
    "Banco Galicia"

    Una de mis tarjetas de crédito es del Banco
    Galicia y fue emitida en mis épocas de estudiante, hace
    más o menos unos diez años, y, a pesar de otros
    tantos productos que
    utilicé y utilizo del banco, solo en una única
    ocasión y al poco tiempo de obtener la tarjeta, decidieron
    aumentar mi límite de crédito y compra.

    A decir verdad, no es la tarjeta que utilizo con mayor
    regularidad, pero hace no mucho tiempo tenía intenciones
    de aprovechar un descuento que ofrecía Falabella como
    afiliado al programa de beneficios del Banco Galicia, así
    que llamé al banco para gestionar un aumento del
    límite de crédito y compra…

    Para mi sorpresa, la señorita que tan amablemente
    me atendió me explicaba y detallaba toda una serie de
    trámites que yo debía realizar, documentación mediante, para poder
    concretar la gestión exitosamente.

    Pero el punto del ejemplo no es solamente lo engorroso
    del procedimiento,
    sino que es sabida la competitividad
    propia del sector bancario y más específicamente la
    constante "guerra" por
    obtener clientes del banco vecino, llamándolos para
    ofrecerles nuevas cuentas y
    tarjetas de crédito (sin ir más lejos, hace unas 2
    horas me llamaron del Banco HSBC para "duplicar con productos del
    banco los límites de
    mis tarjetas"), lo cual nos permite pensar que los bancos
    deberían estar más que atentos en cuidar y
    satisfacer a sus clientes.

    Otra vez: Resulta fundamental conocer cada vez
    mejor a los clientes para así estar en condiciones de
    satisfacerlos cada vez mejor. No alcanza con lanzar un programa
    de beneficios, si luego el cliente no puede aprovecharlo de la
    mejor manera.

    Hacer CRM no es contar con un software con
    información del cliente y no saber cómo
    aprovecharla o simplemente no hacerlo.

    Es decir…

    Luego de haberme acompañado a lo largo de estas
    páginas, usted ya debe haberse dado cuenta que casi todos
    los programas de beneficios o de incentivos pueden
    resultar más o menos imitables, pero quizás
    ya comparta conmigo que ni los puntos ni los "sets de cuchillos"
    compran la fidelidad o lealtad de su cliente, sencillamente
    porque la fidelidad y la lealtad no son valores en
    venta
    , sino que resultan un premio y un reconocimiento. Un
    premio y un reconocimiento que generalmente entregamos a
    quiénes saben estar siempre cerca de nosotros,
    entendernos, tratarnos bien y hacer nuestra vida más
    fácil
    .

    (Ah, me gustaría poder
    decirle como fidelizar a sus clientes, pero para eso
    tendría que conocerlos un poco)

    Bibliografía recomendada

    • Marketing Avanzado – Alberto Levy
    • Marketing Estratégico – Alberto
      Wilensky
    • La Tercera Ola – Alvin Toffler
    • The Experience Economy – Joseph Pine – James H.
      Gilmore
    • El ¿Nuevo? Marketing de la Experiencia –
      White Paper – Gustavo Alonso
    • El Sentido de lo Humano – Humberto
      Maturana

     

    Gustavo Alonso

    es Licenciado en Administración, especializado en Marketing,
    graduado en la Universidad de
    Buenos Aires.
    Es profesor de la
    materia "Comercialización" en la misma casa de
    estudios. Es Fundador y Director General de Time to Market
    (www.timetomkt.com.ar), firma de consultoría y soluciones de
    marketing.

    Prohibida su reproducción total o parcial sin
    aprobación expresa del autor.

    Gustavo Alonso – Todos los derechos reservados –
    2005 ©

    Consultas / Comentarios / Sugerencias /
    Experiencias:

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter