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Contribución al conocimiento de la abundancia y frecuencia de uso del hábitat



Partes: 1, 2, 3, 4, 5

    1. Resumen
    2. Area de
      estudio
    3. Metodología
    4. Resultados
    5. Discusión
    6. Situación
      actual del P.N. Aguaro-Guariquito
    7. Propuesta de
      manejo
    8. Conclusiones
    9. Recomendaciones
    10. Bibliografía

    RESUMEN

    Durante el año 1999 se realizó un trabajo de
    investigación con la finalidad de estimar
    índices de abundancia poblacional del delfín de
    río Inia geoffrensis en dos sistemas
    fluviales del Parque Nacional Aguaro-Guariquito, estado
    Guárico, Venezuela y la frecuencia con la cual esta
    especie utiliza los hábitats disponibles.

    La información básica recabada
    contribuiría a diseñar planes de manejo para la
    conservación de estos delfines.

    El trabajo de
    campo tuvo inicio en el mes de enero y se desarrolló
    bimensualmente en seis períodos. En cada salida se
    invirtieron 2 – 4 días efectivos de campo.

    La abundancia se estimó mediante un índice
    en el que se relacionó el número de individuos
    observados con los kilómetros de río recorridos
    (ind/km). Para esto se realizaron un total de 25 transectas
    fluviales, 17 en el sistema Aguaro y
    8 en Guariquito-Apurito durante el transcurso del
    estudio.

    Se compararon los índices de abundancia obtenidos
    en un sistema con respecto al otro, por período de
    muestreo,
    mediante la prueba no parámetrica de Kruskal-Wallis
    (a =0,05).

    Se estableció cuál tipo de hábitat
    era el más utilizado por Inia con base en la
    frecuencia con la cual fueron observados en cada uno.

    Para caracterizar parcialmente los sistemas fluviales
    estudiados se fijaron 4 localidades de muestreo ubicadas de norte
    a sur en cada uno, denominadas A1 a A4 en Aguaro y G1 a G4 en
    Guariquito-Apurito, tomando como referencia las variables
    físico-químicas, velocidad de
    corriente, transparencia, pH, oxígeno
    disuelto, sólidos totales y descarga (Q).

    Adicionalmente, se colectaron muestras de vegetación acuática que, en conjunto
    con la recopilación de bibliografía acerca de la
    ictiofauna y vegetación del parque, contribuyeron a la
    caracterización de los sistemas.

    Por último, se aplicó una encuesta para
    estimar cuáles son las amenazas potenciales que pueden
    afectar a las toninas en el parque.

    La abundancia en el sistema Aguaro fue relativamente
    alta durante la época de sequía (1,29 ± 0,14
    ind/km) y transición (1,44 ind/km), pero decayó
    considerablemente en la época lluviosa (0,7 ± 0,18
    ind/km).

    En el Guariquito-Apurito los índices de
    abundancia promedio fueron similares en sequía (0,19
    ± 0,16 ind/km) y lluvias (0,19 ± 0,07
    ind/km).

    Al realizar el análisis no paramétrico de
    Kruskal-Wallis, se encontró que existían
    diferencias estadísticamente significativas entre ambos
    sistemas. El Aguaro presentó mayores índices de
    abundancia que el Guariquito-Apurito (H=8,3077; p=0,0040; N=12).
    Igual resultado se obtuvo durante la época de
    sequía (H=3,857; p=0,0495; N= 6), mientras que en la
    época de lluvias no se encontraron diferencias (H=2,4;
    p=0,1213; N=4).

    Se estableció que el hábitat más
    utilizado por las toninas en el área de estudio durante el
    tiempo que
    duró la investigación fueron los pozos dentro del
    canal principal. En el sistema Aguaro, el 100% de las
    observaciones (14) se realizaron en hábitats con estas
    características, mientras que en Guariquito-Apurito solo
    el 20% (1 observación) se produjo en localidades de
    este tipo, 40% (2 observaciones) en canal principal y 40% (2
    observaciones) en localidades con características
    intermedias.

    Los tramos estudiados en los sistemas fluviales
    seleccionados, presentaron en toda su extensión, amplias
    variaciones en las características
    físico-químicas, tanto de una localidad a otra,
    como de una época a otra.

    En el sistema Aguaro, la velocidad de corriente
    incrementó de la época de sequía (0,03
    ± 0,05 m/s) a la de lluvia (0,09 ± 0,06 m/s) al
    igual que la descarga (6,25 ± 8,36 m3/s en sequía y
    54,72 ± 47,59 m3/s en lluvia). La transparencia se
    incrementó de sequía (63,40 ± 56,02 cm) a
    lluvias (150,38 ± 65,41 cm), mientras que, la
    concentración de sólidos disueltos en agua
    disminuyó (162,40 ± 147,98 mg/l en sequía a
    44,38 ± 19,62 mg/l en lluvia). El pH disminuyó
    ligeramente de la época de sequía (5,87 ±
    0,87) a la de lluvia (5,15 ± 0,68), mientras que la
    concentración de oxígeno disuelto se redujo
    aproximadamente a la mitad (6,23 ± 1,84 mg/l en
    sequía a 3,83 ± 2,12 mg/l en lluvia).

    En el Guariquito-Apurito, las tendencias de los
    parámetros físico-químicos fueron similares
    al Aguaro. La velocidad de corriente incrementó de la
    época de sequía (0,23 ± 0,13 m/s) a la de
    lluvia (0,40 ± 0,28 m/s) al igual que la descarga (116,39
    ± 132,34 m3/s en sequía a 434,31 ±
    323,06m3/s en lluvia). La transparencia se incrementó de
    sequía (10,40 ± 1,74 cm) a lluvias (38,63 ±
    26,08 cm), mientras que, la concentración de
    sólidos disueltos en agua disminuyó (350,50
    ± 61,01 mg/l en sequía a 117,88 ± 46,46 mg/l
    en lluvia). El pH disminuyó ligeramente de la época
    de sequía (7,25 ± 0,25) a la de lluvia (6,15
    ± 0,28), mientras que la concentración de
    oxígeno disuelto se redujo mas de la mitad (4,90 ±
    1,74 mg/l en sequía a 2,13 ± 1,48 mg/l en
    lluvia).

    Con base en la bibliografía y observaciones
    directas realizadas en el campo, se pudo determinar que en el
    P.N. Aguaro-Guariquito existe gran biomasa y riqueza
    íctica (289 especies), las cuales constituyen presas
    potenciales para las toninas, así como también un
    número considerable de familias (18) y especies (25) de
    plantas
    acuáticas que proveen refugio para peces y
    toninas durante todo el año.

    Los resultados de la encuesta realizada y las
    observaciones de campo indicaron que la principal amenaza para
    las toninas en el parque, es la degradación del
    hábitat, reflejado en la deforestación de las márgenes de
    ríos para establecer cultivos dirigidos a cubrir las
    necesidades de los pobladores de los caseríos;
    tráfico frecuente de embarcaciones con motor, que
    incrementan la contaminación sónica y riesgos de
    arrollamiento para las toninas, entre otras.

    El sistema Aguaro presentó mayores índices
    de abundancia de toninas que el Guariquito-Apurito durante el
    período de estudio.

    Los índices de abundancia registrados en el
    sistema Aguaro durante las épocas de sequía y
    lluvias fueron mayores que los registrados en el
    Guariquito-Apurito.

    Los hábitats más utilizados por las
    toninas en el P.N. Aguaro-Guariquito durante el estudio fueron
    los pozos dentro del canal principal. Estos hábitats se
    observaron con mayor frecuencia en el sistema Aguaro, sin
    embargo, no existió relación entre las variables
    físico-químicas evaluadas y la presencia de
    toninas. Inia geoffrensis explotó hábitats
    con un amplio intervalo de condiciones y utilizó una misma
    zona del ambiente
    acuático por períodos prolongados de tiempo aun
    cuando se produjeron cambios significativos en las
    características de las aguas.

    El área de estudio puede considerarse compleja
    desde el punto de vista hidrológico, debido a que, la
    estacionalidad climática generó cambios
    considerables en las condiciones físico-químicas de
    los cuerpos de agua estudiados y en la dinámica de flujo de los
    ríos.

    La abundancia y riqueza de especies de plantas
    acuáticas incrementa considerablemente durante la
    época de transición y lluvias, sobre todo en las
    áreas inundables.

    La principal amenaza para las toninas en el área
    de estudio es la degradación del hábitat como
    consecuencia de los efectos de sistemas de riego, uso de
    fertilizantes y/o pesticidas, deforestación de las riberas
    de los ríos y tráfico de embarcaciones a
    motor.

    En el P. N. Aguaro-Guariquito, el sector donde se
    ubicó la localidad A4 (sistema Aguaro) y la región
    correspondiente al río Guariquito (sistema
    Guariquito-Apurito) no reúnen condiciones adecuadas para
    la supervivencia de las toninas durante la época de
    sequía, pero si en lluvias, mientras que, los sectores
    donde se ubicaron las localidades A1, A2 y A3 (sistema Aguaro)
    reúnen condiciones favorables durante todo el año
    para la supervivencia de estos delfines.

    1.
    INTRODUCCION
    .

    Los animales
    pertenecientes al Orden Cetácea derivaron de mamíferos primitivos que abandonaron
    la tierra
    durante el período Cretáceo (Watson, 1985). Incluye
    tres subórdenes, Archaeoceti, actualmente extinto,
    Mysticeti, que abarca a las verdaderas ballenas y Odontoceti el
    cual comprende a todas las formas con dientes (Perrin, 1989
    citado por da Silva, 1995). A su vez, este último Suborden
    está dividido en cuatro Superfamilias, de las cuales la
    Platanistoidea incluía a los delfines fluviales (Watson,
    1984). No obstante, Barnes, Domning y Ray (1985 citados por da
    Silva, 1995) y Gaskin (1985 citado por da Silva, 1995)
    señalaron que la similaridad en forma y función
    observada en estas especies, probablemente esta relacionada a la
    convergencia evolutiva por vivir en el mismo tipo de
    hábitat, antes que a la divergencia a partir de un
    ancestro común, por lo que la Superfamilia ha sido
    dividida en tres Familias (da Silva, 1995).

    Platanistidae, representada por los delfines del
    río Ganges Platanista minor y Platanista
    gangetica
    , en la India (Perrin,
    1989 citado por da Silva, 1995).

    Pontoporiidae, dividida en dos Subfamilias; Lipotinae
    con una especie, Lipotes vexillifer, en el río
    Yangtze (China) y
    Pontoporinae, también con una especie Pontoporia
    blainville,
    está localizado en la costa
    atlántica Suramericana (Argentina, Brasil, Uruguay) (da
    Silva, 1995).

    Iniidae, incluye una especie, Inia geoffrensis,
    conocida como tonina (Venezuela), boto (Brasil) y bufeo o bufeo
    colorado (Perú y Colombia).
    Presenta amplia distribución en las cuencas de los
    ríos Amazonas y Orinoco, donde es endémica. Ha sido
    reportada en diferentes sistemas fluviales de Perú,
    Bolivia,
    Ecuador,
    Brasil, Venezuela, Colombia y Guyana. (Layne, 1958; Pilleri,
    1969; Meade y Koehnken, 1991; Reeves y Leatherwood, 1994a; Vidal,
    Barlow, Hurtado, Torre, Cendón y Ojeda, 1997; Linares,
    1999).

    Pilleri y Gihr (1977) dividieron el género en
    dos especies, Inia boliviensis en los ríos del
    sistema Beni en Bolivia e Inia geoffrensis en las cuencas
    de los ríos Amazonas y Orinoco. A su vez, dividieron esta
    última en dos subespecies, Inia geoffrensis
    geoffrensis
    e Inia geoffrensis humboldtiana. Casinos y
    Ocaña (1979) consideraron que no existían
    diferencias taxonómicas suficientes para realizar tales
    divisiones. No obstante, la condición de subespecie es
    generalmente utilizada, e incluye a Inia geoffrensis
    boliviensis
    (Bolivia), I.g. geoffrensis, en la cuenca
    del Amazonas e I.g. humboldtiana, reportada para la cuenca
    del Orinoco (Trebbau y Van Bree, 1974; Grabert, 1984; Sylvestre,
    1985; Best y da Silva, 1989a; da Silva, 1995).

    Clasificación Taxonómica (da Silva,
    1995).

    Orden: Cetacea

    Suborden: Odontoceti

    Superfamilia: Platanistoidea

    Familia:
    Iniidae

    Género: Inia

    Especie: Inia geoffrensis

    Subespecie: Inia geoffrensis
    boliviensis

    Inia geoffrensis geoffrensis

    Inia geoffrensis
    humboldtiana

    Al menos una subespecie está presente en
    Venezuela Inia geoffrensis humboldtiana, (da Silva, 1995)
    reportada en gran diversidad de microhábitats de las
    cuencas de los ríos Orinoco, Apure, Negro y Casiquiare ,
    al sur del Orinoco, los Llanos y el Sistema Deltaico, entre 0 y
    220 m.s.n.m. (Linares, 1998).

    Viven en aguas dulces o poco salobres, en ríos y
    caños grandes, en aguas someras o profundas, en aguas
    continentales tranquilas, en márgenes con
    vegetación boscosa (Linares, 1998).

    Usualmente es una especie solitaria, pero varios
    ejemplares pueden ser vistos juntos durante la época
    reproductiva, así como a las hembras y sus crías
    (Linares, 1998). Magnusson, Best y da Silva (1980)
    señalaron que grupos mayores de
    3 individuos son excepcionales, mientras que Meade y Koehnken
    (1991), Best y da Silva (1989a, 1993), reportaron que el
    número de individuos en las agrupaciones puede incrementar
    durante actividades de búsqueda de alimento o durante el
    período de cortejo y apareamiento, esto último
    aparentemente sincronizado con la época de aguas bajas en
    los ríos.

    Inia geoffrensis presenta hábitos
    alimentarios generalistas, se alimenta tanto de día como
    de noche de gran variedad de especies de peces (da Silva, 1983,
    1995; Best 1984), también de cangrejos (Pilleri, 1972) y
    tortugas (da Silva, 1982, 1983). La mayor actividad se registra
    entre las 0600 y 0900 h. y las 1500 y 1800 h. (Pilleri, 1969;
    Best y da Silva, 1989b). También puede formar asociaciones
    alimentarias con otras especies tales como el delfín de
    río (Sotalia fluviatilis) y el perro de agua
    gigante (Pteronura brasiliensis) (Defler,
    1983).

    En la actualidad no se conocen los índices
    poblacionales de los delfines de agua dulce y pocos han sido los
    esfuerzos para determinar o estimar su densidad en las
    cuencas hidrográficas de los países
    latinoamericanos. Layne (1958) reportó índices de
    abundancia cerca de Leticia en el Amazonas colombiano. Kasuya y
    Kajihara (1974) señalaron índices cerca de Iquitos
    en el Amazonas peruano. Pilleri y Gihr (1977) reportaron
    índices de abundancia en los ríos Ipurupurú,
    Ibaré e Ichilo, en la cuenca del Amazonas Boliviano.
    Magnusson y col. (1980) señalaron índices
    observados en el río Solimoes, Brasil. Pilleri, Marcuzzi y
    Pilleri (1982) reportaron índices para el canal de
    Casiquiare y los ríos Apure y Orinoco. Vidal y col. (1997)
    presentaron los índices obtenidos para 120 km recorridos
    en el río Amazonas, entre los ríos Atacuari
    (Colombia) y Yavari (Brasil). Carantoña (1999)
    reportó los índices de abundancia obtenidos en el
    Refugio de Fauna silvestre
    Caño Guaritico, Venezuela, mientras que Denkinger (1999)
    comparó la abundancia de toninas en dos ríos de
    aguas negras en la Reserva de producción faunística Cuyabeno,
    Ecuador.

    Los machos adultos pueden alcanzar 255 cm de longitud y
    un peso superior a 160 kg, mientras que para las hembras se han
    reportado tallas cercanas a 200 cm de longitud y pesos
    aproximados a 100 kg (Best y da Silva, 1989b).

    Su coloración puede variar de gris claro a rosado
    brillante según la edad, sexo,
    transparencia, temperatura
    del agua y posiblemente de una localidad a otra (de Miranda,
    1943; Layne, 1958; Trebbau, 1975 citados por Best y da Silva,
    1989b).

    Las crías menores de un año presentan
    color gris
    oscuro, los juveniles gris ligeramente mas claro mientras que los
    adultos, particularmente los machos, pueden presentar color
    rosado uniforme o tener el vientre rosado y el dorso gris (Best y
    da Silva, 1989a y b). Los individuos pueden ser reconocidos por
    la presencia de marcas y
    cicatrices en el dorso, aleta dorsal, patrones de
    coloración y malformaciones del hocico (Trujillo y
    Kendall, 1994).

    La madurez sexual la alcanzan aproximadamente a 198 cm.
    de longitud los machos y 183 cm. las hembras (Best y da Silva,
    1984). Se reproducen estacionalmente con el nivel de las aguas,
    pariendo una cría al final de la estación lluviosa;
    el período de gestación es de unos 10 meses y
    medio, permaneciendo la cría hasta 2 años en
    estrecho contacto con la madre (Linares, 1998). Best y da Silva
    (1984) consideraron que los partos tienen lugar durante los meses
    de mayo y julio en el Amazonas, cuando se presenta el nivel
    más alto de agua en los ríos y el comienzo de su
    declinación, mientras que (Best, 1984) consideró
    que estos tienen lugar durante el período de aguas bajas,
    cuando existe una mayor disponibilidad de alimento.

    Actualmente no existen registros de que
    se produzca depredación natural sobre Inia
    geoffrensis
    , aunque el caimán negro (Melanosuchus
    niger),
    el tiburón toro (Carcarhinus leucas) y
    el jaguar (Panthera onca) pueden ser depredadores
    potenciales en diferentes sectores de la cuenca del río
    Amazonas (Best, 1984 citado por Best y da Silva, 1993). Defler
    (1994) reportó un pequeño jaguar
    alimentándose de los restos de una tonina, con pocas horas
    de muerta, a orillas del río Tuparro (Colombia). No
    obstante, el autor no pudo establecer si ésta fue cazada
    por el jaguar o murió a causa de otro factor.

    Las amenazas inmediatas a que está sometida
    Inia geoffrensis en los ecosistemas
    acuáticos de la cuenca del río Amazonas son, la
    captura y muerte
    accidental en los aparejos de pesca,
    la muerte
    provocada por los pescadores para evitar el daño a
    dichos aparejos, la degradación y pérdida de
    hábitats, colisiones con botes, entre otras (Leatherwood y
    Reeves, 1997; Vidal y col. 1997). Se trata de una especie no
    cazada ni utilizada por el hombre, que
    muy rara vez la atrapa en sus redes para pescar. Goza de
    protección natural en el país, ya que las creencias
    populares la identifican con seres salvadores y beneficiosos al
    hombre, y para
    algunas etnias Amazónicas son sagrados. A nivel
    internacional esta especie es incluida en el Apéndice II
    de CITES (Convención sobre Comercio
    Internacional de Especies Amenazadas de Animales y Plantas
    Silvestres) (Linares, 1998).

    Best y da Silva (1989a) recomendaron la inclusión
    de Inia geoffrensis en la convención sobre
    Conservación de Especies Migratorias de Animales
    Silvestres (CMS) y Perrin y Brownel (1989) sugirieron su
    inclusión en el libro rojo de
    la IUCN (Unión Internacional para la Conservación
    de la Naturaleza)
    como "vulnerable" ya que puede enfrentar un alto riesgo de
    extinción en estado silvestre en el futuro
    inmediato.

    Rodríguez y Rojas-Suárez (1999) incluyeron
    a Inia geoffrensis bajo la categoría de "menor
    riesgo" en el Libro Rojo de la Fauna Venezolana debido a que "su
    área de distribución es restringida, y/o por
    encontrarse presente en pocas localidades, y/o por ser sus
    densidades muy bajas a lo largo de su distribución, por lo
    que el taxón es propenso a los efectos de las actividades
    humanas y se cuenta con indicios claros de amenazas moderadas o
    potenciales."

    Goodland (1980 citado por Best y da Silva, 1989a),
    señaló que no existían razones para creer
    que la distribución de Inia geoffrensis a principios de los
    años ochenta fuese diferente a la encontrada en
    décadas anteriores, ya que no había evidencias de
    explotación sobre esta especie, y la degradación de
    hábitats estaba localizada en zonas reducidas dentro de
    las inmensas cuencas de los ríos Amazonas y Orinoco. Esta
    situación puede haberse modificado en los últimos
    veinte años debido al avance de proyectos
    mineros, madereros y petroleros que se han desarrollado en estas
    cuencas y al incremento del tránsito fluvial de botes y
    barcos a motor.

    Leatherwood y Reeves (1994) señalaron que estas
    actividades antrópicas han generado contaminación sónica y
    disminución de la calidad del agua
    por adición de pesticidas agrícolas y mercurio
    proveniente de la minería.
    Estos autores también consideraron que la construcción de represas puede provocar
    fragmentación de los hábitats y fraccionar las
    poblaciones de delfines en subpoblaciones aisladas reduciendo el
    flujo genético incrementando la probabilidad de
    extinción.

    Tagliavini y Pilleri (1984 citados por Leatherwood y
    Reeves, 1997) reportaron que en los ríos de Ecuador, el
    incremento en el tráfico de embarcaciones a motor y la
    deforestación dirigida a la construcción de
    instalaciones para almacenaje de petróleo, había afectado las
    condiciones de habitabilidad de estos ecosistemas, provocando el
    desplazamiento de los delfines hacia otros
    hábitats.

    Leatherwood y Reeves (1997) reportaron que las toninas
    parecen tolerar los niveles actuales de contaminación
    sónica proveniente del tráfico de embarcaciones en
    sectores del Amazonas Peruano, sin embargo, muestran respuesta de
    huida a embarcaciones con motor que navegan a alta velocidad en
    canales estrechos (menos de 180 mts). Estos autores
    también presumen que existe una frecuencia umbral de paso
    de embarcaciones a través de los canales, la cual, una vez
    alcanzada, los hace inhabitables para los delfines.

    Para Venezuela, existe un plan nacional de
    uso de la tierra que
    incluye un esquema para hacer los ríos Orinoco y Apure
    navegables a lo largo del año, lo cual podría
    involucrar la modificación de rápidos,
    construcción de esclusas y otras actividades que son
    adversas a la vida silvestre acuática (Reeves y
    Leatherwood, 1994).

    La información existente en el país acerca
    de las poblaciones de Inia geoffrensis es dispersa y son
    pocos los estudios realizados en forma detallada. Linares (1998)
    consideró que su población es estable en todo el
    país. No obstante, se desconoce el "status" de Inia
    en los ambientes acuáticos Venezolanos (Carantoña,
    1999).

    Entre los estudios realizados en Venezuela se encuentran
    los de Trebbau (1975) quien realizó observaciones en el
    río Apure y mencionó aspectos de su
    distribución, dieta, variaciones en los patrones de
    coloración en función de la edad y comportamiento
    en campo y cautiverio.

    Schnapp y Howroyd (1992), quienes en investigaciones
    realizadas en los ríos Orinoco y Apure, señalaron
    aspectos de su distribución y ecología,
    además de reportar índices de abundancia relativa
    en el río Apure al Este de San Fernando y en el río
    Apurito, aguas arriba, desde su desembocadura en el Orinoco.
    Adicionalmente, registraron relaciones inversas entre el
    tamaño de grupo de
    toninas y la velocidad de corriente del río.

    McGuire y Winemiller (1998) reportaron aspectos de su
    ecología y distribución en el río Cinaruco,
    en el Parque Nacional Santos Luzardo, estado Apure, y registraron
    tamaños promedio de los grupos observados. Adicionalmente,
    Carantoña (1999) consideró aspectos de su
    ecología en el Refugio de Fauna Silvestre Caño
    Guaritico, estado Apure, donde reportó, abundancia,
    movimientos locales, distribución espacial y estacional de
    los tamaños de grupo, actividad diurna y causas de
    mortalidad.

    En ausencia de leyes
    específicas que protejan al delfín de río en
    Venezuela (Atkins, 1989), el desconocimiento acerca de su
    "status" en nuestros ambientes acuáticos
    (Carantoña, 1999) y el poco conocimiento de sus
    requerimientos de hábitat y dinámica poblacional,
    es necesario generar la información referente a tales
    aspectos en nuestros ríos, con la finalidad de desarrollar
    e implementar programas de
    manejo adecuados para su conservación, en aquellos
    ecosistemas afectados por una actividad antrópica alta
    (Industria,
    Ecoturismo,
    Navegación). Adicionalmente se deben realizar esfuerzos
    dirigidos a incrementar el
    conocimiento de la biología y
    ecología de Inia geoffrensis, así como
    también, determinar las principales amenazas para la
    especie.

    Este trabajo de investigación tuvo como
    finalidad, evaluar aspectos ecológicos de Inia
    geoffrensis
    en el Parque Nacional Aguaro-Guariquito que
    permitieran generar bases para el desarrollo de
    un plan de manejo para su conservación.

    1.2 OBJETIVOS.

    -Evaluar aspectos ecológicos de
    Inia geoffrensis en el Parque Nacional
    Aguaro-Guariquito. Bases para el desarrollo de un plan de manejo
    para su conservación.

    objetivos específicos:

    – Estimar índices de abundancia poblacional de
    Inia geoffrensis en dos sistemas fluviales del Parque
    Nacional Aguaro-Guariquito.

    – Establecer comparaciones entre los índices de
    abundancia de los sistemas estudiados y las épocas de
    sequía y lluvias.

    – Determinar el uso y frecuencia de uso de los
    hábitats por la especie.

    – Registrar parámetros
    físico-químicos que caractericen los ambientes
    acuáticos en diferentes puntos de los ríos
    estudiados.

    – Recopilar la información existente sobre
    inventarios de
    ictiofauna y vegetación acuática que contribuyan a
    caracterizar el hábitat.

    – Identificar posibles amenazas para la población
    de esta especie en la zona.

    2.
    AREA DE ESTUDIO.

    El Parque Nacional (P.N.) Aguaro-Guariquito está
    ubicado en la región centro-sur del Estado Guárico
    (07º 43´ y 08º 53´ N; 66º 18´ y
    67º 12´ W) (Holmquist, 1995) (Fig. 1). Fue creado por
    el decreto Nº 1686 del 7 de marzo de 1974 por el Ejecutivo
    de la Presidencia de la República, sobre una superficie de
    585.750 ha. Esto involucró aproximadamente 90 predios
    rurales, principalmente hatos ganaderos, y más de 40
    caseríos pequeños (MARNR-PDVSA, 1985).
    Posteriormente, en 1993, el parque fue objeto de una
    donación de un lote de terreno por parte de Hylton
    Enterprises Inc. (Virginia) alcanzando un área de 612.150
    hectáreas.

    El área de estudio (Fig. 1) está
    localizada entre 7º 58´ 00´´ y 7º
    43´ 20´´ N y 66º 37´
    30´´ y 66º 22´ 15´´ W, y se
    caracteriza por estar sometida a procesos de
    inundación de más de seis meses durante la
    época lluviosa. Se estudiaron los ríos Apurito,
    Guariquito y Aguaro, los cuales forman límites
    del P.N. Aguaro- Guariquito.

    Fig. 1. Area de estudio y dirección de flujo de los
    ríos.

    2.1 CLIMA.

    De acuerdo con Ewel, Madriz y Tosi (1976), el
    área de estudio corresponde a un Bosque Seco Tropical,
    caracterizado por presentar una marcada estacionalidad con dos
    períodos, uno lluvioso (mayo – septiembre) y otro seco
    (diciembre – abril). La precipitación aumenta gradualmente
    de Norte (1.373,8 mm, Estación Biológica de los
    Llanos) a Sur (1.527,0 mm, Estación Caicara),

    La temperatura media anual también se incrementa
    de Norte (27,2 º C, Estación Biológica de los
    Llanos) a Sur (28,0 º C, Estación Caicara) (MARNR,
    1999).

    2.2 RELIEVE.

    El área del parque se caracteriza por ser
    una extensa altiplanicie (Formación Mesa) basculada en su
    parte Norte e inclinada suavemente hacia el Sur. Las mayores
    altitudes se localizan al Norte, superando los 200 m.s.n.m. donde
    aparecen lomas y taludes de topografía fuerte a suavemente ondulada con
    pendientes entre 3% y 25% producto de la
    acción
    de agentes erosivos. Hacia el Sur, la altitud disminuye hasta los
    40 m.s.n.m. donde predominan las posiciones de
    acumulación, planicies aluviales de explayamiento, de
    desborde, eólicas y fluvio deltáicas, de
    topografía plana y pendiente suave (MARNR-PDVSA, 1985;
    Montes, Sebastiani, Delascio, Arismendi y Mesa, 1986).

    2.3 GEOLOGIA.

    En el área del parque se pueden observar
    afloramientos de las formaciones Chaguaramas y Mesa además
    de sedimentos recientes hacia el centro y Sur. La
    formación Chaguaramas corresponde al período
    Oligoceno-Mioceno y se ubica al Norte del parque en capas
    delgadas que pueden alcanzar los doce metros de espesor. La
    litología de esta formación se compone de
    conglomerados, areniscas, lutitas, arcillas y capas de lignito.
    Los conglomerados constan de guijarros de 5 a 25 cm conectados
    con arenas de grano fino y óxidos de hierro y
    aluminio (Roa,
    1981; MARNR-PDVSA, 1985; Zinck y Urriola, 1970 citados por Montes
    y col. 1986).

    La formación Mesa aflora en la región
    central del parque en grandes manchas, compuesta por granos,
    guijarros, peñas y peñones con intrusiones de
    arcillas puras y arcillas arenosas cubiertas superficialmente por
    una costra dura ferruginosa bien cementada. La litología
    esta formada por depósitos horizontales deltáicos y
    palustres de origen diverso.

    Al Sur, ésta formación decrece en espesor
    y se compone de gravas y arenas principalmente. En general se
    trata de sedimentos sueltos cuya superficie está cubierta
    por una masa pétrea compuesta por conglomerados de grano
    fino a medio, bien cementados y muy ferruginosos (MARNR-PDVSA,
    1985).

    Los sedimentos recientes se presentan al Sur del
    área del parque como resultado del arrastre de grandes
    volúmenes de material de las partes altas hasta las
    riberas de los ríos Aguaro y Guariquito (MARNR-PDVSA,
    1985).

    2.4 GEOMORFOLOGIA.

    Existen dentro del parque las tres unidades
    naturales que caracterizan los llanos, como son:

    Llanos altos, donde predomina la altiplanicie
    (Formación Mesa) caracterizada por una topografía
    plana a ligeramente ondulada donde se desarrolla una red hidrográfica
    densa de tipo dendrítico. Ocupan una franja que va desde
    el límite Norte del parque hasta aproximadamente la cota
    de los 100 m.s.n.m. (MARNR-PDVSA, 1985).

    Llanos intermedios, constituidos por una planicie
    aluvial de explayamiento, de topografía plana. Ocupan
    desde la cota de los 100 m.s.n.m. hasta los 40 m.s.n.m.
    aproximadamente, línea convencional que indica la
    permanencia de las aguas en la unidad de tres a seis meses
    (MARNR-PDVSA, 1985).

    Llanos bajos, representados por una planicie aluvial de
    desborde originada por represamiento y desbordamiento de los
    principales ríos localizados en el parque. Una de las
    características más importantes de esta unidad son
    las inundaciones periódicas anuales, las cuales se
    prolongan cuatro o cinco meses posterior al inicio de la
    época lluviosa. Estas inundaciones se deben a la
    topografía plana y al alto volumen de
    precipitación. Esta unidad ocupa desde la cota de los 40
    m.s.n.m. hasta el límite Sur del parque (Sarmiento y
    Monasterio, 1969; MARNR-PDVSA, 1985; Montes y col.
    1986).

    2.5 CUENCAS Y RED DE
    DRENAJE
    .

    El levantamiento de la altiplanicie (Formación
    Mesa) ha provocado que los cursos de agua fluyan hacia el Sur del
    parque. Las principales cuencas que lo drenan son: la del
    río San José y la del río Guariquito por el
    lindero Oeste y Aguaro por el lindero Sur-Este. Además,
    los ríos Mocapra, San Bartolo, y Faldiquera en la
    región central, confluyen en el Guariquito y el Apurito
    antes de su desembocadura en el Orinoco (MARNR-PDVSA, 1985;
    Montes y col. 1986).

    En las cuencas altas, localizadas al Norte y Nor-Este
    del parque, se presenta un patrón de drenaje
    dendrítico denso, por estar sus cabeceras asentadas sobre
    la Formación Mesa, cuya constitución facilita la acción de
    las aguas.

    La erosión de
    las cabeceras determina diferentes grados de disección en
    estas cuencas, desde restos de mesas conservadas, rodeadas por
    grandes taludes, hasta áreas extremadamente disectadas
    donde los procesos erosivos prácticamente han cesado.
    Hacia los bordes de la altiplanicie, los drenajes se concentran
    en un cauce, entallado y delimitado por paredes verticales
    (MARNR-PDVSA, 1985; Montes y col. 1986).

    Las cuencas medias se caracterizan por ser áreas
    principalmente de acumulación de sedimentos, producto del
    cambio brusco
    de pendiente lo cual hace que los ríos se explayen y
    depositen gran parte de su carga de sedimentos. Los cursos de
    ésta sección presentan numerosos brazos o
    caños que se llenan totalmente durante la temporada
    lluviosa y debido a su topografía plana o suavemente
    ondulada, la delimitación entre una cuenca y otra es
    imprecisa (MARNR-PDVSA, 1985; Montes y col. 1986).

    Las cuencas bajas se caracterizan por presentar un
    patrón de drenaje desordenado con muchos efluentes y
    presencia de lagunas, afectadas por inundaciones estacionales de
    más de seis meses (MARNR-PDVSA, 1985; Montes y col.
    1986).

    2.6 HIDROLOGIA.

    Entre las principales cuencas que drenan el P.N.
    Aguaro-Guariquito se encuentran:

    2.6.1 Río Guariquito.

    Es el río de mayor extensión del
    parque ( > 150 km.). Se origina en
    la Laguna de Los Aceites y morichales cercanos a la Mesa de
    Becerra. Su curso es de carácter permanente y recibe aguas del
    Caño El Caballo y los ríos San José,
    Mocapra, San Bartolo y Faldiquera, que aumentan considerablemente
    su caudal.

    El tramo inferior de este río no se encuentra
    definido ya que forma una red compleja de caños y brazos
    que desembocan en el Apurito y este a su vez en el Orinoco
    (Montes y col. 1986). Es un cuerpo de agua navegable durante todo
    el año y presenta bosques con poca intervención
    humana en sus orillas. Posiblemente presenta altos niveles de
    contaminación ya que en su cuenca media y alta recibe
    afluentes que provienen de sistemas de producción
    agrícola cercanos a la ciudad de Calabozo, estado
    Guárico (Rodríguez, 1996).

    2.6.2 Río Aguaro.

    Es la vertiente mas oriental del parque, se
    origina de numerosos morichales tales como: Morrocoy, Palenque,
    Aguaro y Mariota. Pasa a través de la laguna de El Socorro
    y luego confluye con el río Apurito. Presenta un curso
    semipermanente en particular en las zonas superiores, en las que
    se reduce a pozos y pequeños cursos de agua durante la
    temporada seca (Montes y col. 1986). En su cuenca alta predominan
    concreciones ferrosas denominadas localmente "arrecifes" o
    "ripiales" y presenta aguas cristalinas relativamente
    ácidas con elevada velocidad de corriente.

    En su cuenca media y baja el sustrato es arenoso con
    sectores donde predomina el fango y materia
    orgánica en descomposición, por lo que sus aguas
    contienen mayor carga de sedimentos y materia orgánica
    (Rodríguez, 1996). En la cuenca alta y media predominan
    plantas acuáticas sumergidas, mientras que en la cuenca
    baja plantas flotantes y/o emergentes (Rodríguez,
    1996).

    2.6.3 Río Apurito.

    Este río presenta aguas blancas con alto
    contenido de sedimentos al igual que la mayoría de los
    ríos provenientes de las regiones andinas que drenan a
    través de los llanos occidentales. Es un curso de agua de
    aproximadamente 50 kilómetros de longitud originado en la
    confluencia de los ríos Guariquito y Caujarito (7º
    49´ 00´´ N, 66º 30´ 30´´
    W), el cual recibe el aporte de un solo tributario por su margen
    derecha, el Caño Cara, antes de desembocar en el
    río Orinoco (7º 39´ 45´´ N,
    66º 20´ 00´´ W). Es considerado un brazo
    del río Apure.

    Sus riberas presentan gran deforestación debido a
    la siembra de cultivos anuales (algodón
    y maíz
    principalmente) y recibe efluentes agrícolas de los
    sistemas de
    producción asociados a sus riberas (Rodríguez,
    1996).

    2.7 VEGETACION.

    MARNR-PDVSA (1985), clasificó la
    vegetación del P.N. Aguaro-Guariquito con base en su
    fisonomía en sabana y bosque, con ciertos tipos
    intermedios entre ambas. En cada una diferenció
    comunidades caracterizadas por su estructura,
    periodicidad y especies dominantes, representadas por:

    1. Vegetación herbácea (Sabana abierta o
    inarbolada).

    2. Vegetación arbórea (bosque, bosque de
    galería y morichales).

    3. Vegetación mixta (sabana con chaparro, sabana
    arbolada con matas y matorral).

    Montes y col. (1986), clasificaron la vegetación
    del parque en función de los paisajes fisiográficos
    en 7 unidades:

    1. Altiplanicie o Mesa.

    2. Valle encajado.

    3. Planicie de explayamiento.

    4. Planicie eólica.

    5. Planicie de desborde.

    6. Planicie deltaica.

    7. Afloramiento de la montaña de
    Guardajumo.

    En cada una de estas clasificaciones se describen con
    diferente grado de complejidad y detalle la ubicación,
    distribución y extensión de cada unidad de
    vegetación, así como también su
    composición florística.

    En general, el paisaje del parque está dominado
    por sabanas abiertas y sabanas arboladas y con matas, donde
    pueden observarse especies como el chaparro manteco (Birsonima
    crassifolia
    ), paja saeta (Trachypogon sp.), alcornoque
    (Boudichia virgilioides), chaparro (Curatella
    americana
    ); morichales, donde predominan la palma de moriche
    (Mauritia flexuosa) y el junco (Cyperus
    articulatus
    ); bosques semideciduos y de galería, en
    los que se observan especies como samán (Pithecellobium
    saman
    ), caro (Enterolobium cyclocarpum) y ceiba
    (Ceiba pentandra) (MARNR-PDVSA, 1985; Montes y col.
    1986).

    La vegetación que se establece en los cuerpos de
    agua, de carácter permanente, se desarrolla en dos tipos
    de condiciones y puede clasificarse en;

    a-) léntica, se presenta en aguas tranquilas como
    lagunas y prestamos y

    b-) lótica, presente en caños, ríos
    y quebradas donde el agua se
    renueva constantemente (Flores, 1984; Montes y col.
    1986).

    2.8 FAUNA.

    El MARNR-PDVSA (1985) caracterizó la fauna
    silvestre del P.N. Aguaro-Guariquito, en función de las
    diferentes especies de animales presentes en ambientes similares
    cercanos al parque.

    La mayoría de los trabajos de
    investigación recientes se han realizado en el área
    de ictiología (Machado-Allison, Lasso y
    Royero-León, 1993; Taphorn, 1995; Rodríguez, 1996;
    Hurtado, Taphorn y Rodríguez, 1997).

    La fauna del parque se caracteriza por presentar una
    gran diversidad íctica, entre la que se pueden citar
    varias especies de pavones (Astronotus sp y
    Cichla sp.), la cachama (Colossoma macropomum),
    caribes (Serrasalmus sp.), palambras (Brycon sp.),
    payaras (Anostomus sp.), curito (Hoplosternum
    littorale
    ), corronchos (Hypostomus plecostomus),
    (MARNR-PDVSA, 1985; Taphorn, 1995; Rodríguez, 1996;
    Hurtado y col. 1997).

    La herpetofauna está representada por anfibios
    como el sapo granuloso (Bufo granulosus), la rana
    platanera (Hyla crepitans), rana cabeza pequeña
    (Hyla microcephala) y varias especies de ranas del
    género Leptodactylus sp. (MARNR-PDVSA,
    1985).

    Entre los reptiles se encuentran lagartijas
    (Gymnophthalmus speciosus, Cnemidophorus
    lemniscatus
    ), mato de agua (Tupinambis
    nigropunctatus
    ), iguana (Iguana iguana), baba
    (Caiman crocodylus), caimán (Crocodilus
    intermedius
    ), anaconda (Eunectes murinus), tortuga
    arrau (Podocnemis expansa), tortuga matamata (Chelus
    fimbriatus
    ) y galápago (Podocnemis vogli)
    (MARNR-PDVSA, 1985).

    La avifauna está caracterizada por especies como
    el alcaraván (Burhinus bistriatus), perico cara
    sucia (Aratinga pertinax), garzón soldado
    (Jabiru mycteria), gabán (Mycteria
    americana
    ), caricare (Polyburus plancus), guanaguanare
    (Larus atricilla), garza real (Casmerodius albus),
    garza resnera (Bubulcus ibis), garza chusmita (Egretta
    thula
    ) (MARNR-PDVSA, 1985).

    En el grupo taxonómico de los mamíferos es
    posible encontrar cachicamo sabanero (Dasypus sabanicola),
    jaguar (Panthera onca), cunaguaro (Leopardus
    pardalis
    ), báquiros (Tayassu sp.),
    chigüire (Hidrochaerus hidrochaeris), ardillas
    (Sciurus granatensis), mono araguato (Alouatta
    seniculus
    ) mono capuchino (Cebus sp.) y
    mamíferos acuáticos como el perro de agua
    (Pteronura brasiliensis) (MARNR-PDVSA, 1985).

    3.
    METODOLOGIA
    .

    El trabajo se realizó bimensualmente durante el
    año 1999 y se distribuyó en seis períodos de
    muestreo, durante los cuales se invirtieron 2 – 4 días
    efectivos de campo. Las fechas en las cuales se realizaron los
    muestreos fueron 20 y 22 de enero, 5 a 7 de marzo, 4 a 6 de mayo,
    3 a 6 de julio, 8 a 10 de septiembre y 11 a 13 y 16 de noviembre
    (Tablas 2 y 3).

    Normalmente, el clima del parque
    se divide en época de sequía (diciembre – abril) y
    época lluviosa (mayo – septiembre), pero, debido al
    retraso del período de lluvias, se consideró como
    época de sequía desde enero hasta mayo, de
    transición julio y época de lluvias desde
    septiembre a noviembre. Los sistemas estudiados (Aguaro y
    Guariquito-Apurito) y los puntos de muestreo se seleccionaron
    durante la salida preliminar realizada en enero de 1999 tomando
    como criterio la presencia o ausencia de toninas en los
    ríos.

    En el sistema Aguaro se recorrieron 20 km. (2
    transectas) en enero; 28 km. (3 transectas) en marzo; 25 km. (3
    transectas) en mayo; 25 km. (3 transectas) en julio y 30 km. (3
    transectas) los meses de septiembre y noviembre (Fig. 2; Tabla
    2).

    En el sistema Guariquito-Apurito, se recorrieron 25 km.
    (1 transecta) en enero; en los meses de marzo y mayo 50 km. (2
    transectas), y en julio, septiembre y noviembre 50 km. (1
    transecta) (Fig. 2; Tabla. 3).

    Fig. 2. Transectas realizadas en el
    área de estudio y períodos (meses) de muestreo en
    que fueron recorridas.

    3.1 INDICES DE ABUNDANCIA
    POBLACIONAL.

    La abundancia de las toninas se estimó a
    través de un índice en el que se relacionó
    el número de individuos observados con los
    kilómetros de río recorrido (ind/km) (Pilleri y
    Gihr, 1977; Magnusson y col. 1980). Se realizaron 25 transectas
    fluviales, 17 en el sistema Aguaro, para un total de 163 km
    recorridos y 8 en el sistema Guariquito-Apurito, para un total de
    275 km. (Fig. 2; Tablas. 2 y 3). Durante el recorrido de las
    transectas se contaron todos los individuos observados. En cada
    transecta se invirtió aproximadamente diez minutos de
    observación por kilómetro de recorrido. Tales
    transectas se recorrieron utilizando un bote de aluminio de 4,5
    m. de longitud con motor fuera de borda de 25 HP manteniendo una
    velocidad promedio de 22.5 km/h.

    Durante los meses de enero y marzo se contó con
    la presencia de cuatro observadores, mientras que para los meses
    restantes se contó con tres observadores, incluyendo al
    conductor del bote, ubicados a una altura aproximada de 1,20 m.
    sobre la superficie del agua.

    La presencia de toninas se evidenció por
    observación directa de partes del cuerpo sobre la
    superficie del agua (exposición
    de melón, aletas dorsales, pectorales y/o caudales) o de
    manera auditiva (bufeo) (Layne, 1958; Pilleri, 1969; McGuire y
    Winemiller, 1998).

    En cada observación se detuvo la marcha por
    aproximadamente 5 minutos, con la finalidad de realizar una mejor
    determinación del número de individuos presentes.
    Una observación se definió como la detección
    de una o más toninas en un área determinada. En los
    puntos donde se observaron toninas se registraron las coordenadas
    geográficas utilizando para esto un aparato
    geoposicionador por satélite (G.P.S).

    3.2 COMPARACION DE LA ABUNDANCIA
    POBLACIONAL.

    Para establecer comparaciones entre los
    índices de abundancia de los sistemas estudiados y las
    épocas de sequía y lluvia se realizaron pruebas
    estadísticas no paramétricas,
    específicamente la de Kruskal-Wallis, a = 0,05 (Siegel, 1956; Sokal y Rohlf,
    1979).

    3.3 USO Y FRECUENCIA DE USO DE LOS
    HABITATS.

    Layne (1958), Best y da Silva (1989a), da Silva (1995)
    señalaron que los hábitats mas frecuentados por los
    delfines en las cuencas del Amazonas y el Orinoco son: Canal
    principal, Pozo dentro del canal principal, Sabana inundada,
    Bosque inundado, entre otros.

    Para determinar que hábitats fueron los mas
    utilizados por Inia y en que frecuencia se clasificaron
    los hábitats potenciales en cuatro tipos en función
    de la velocidad de corriente y el tipo de vegetación
    en:

    Canal principal: caracterizado por presentar
    velocidades de corriente suficiente para producir turbulencia
    evidente, y vegetación arraigada al fondo resistente a la
    descarga hidráulica.

    Pozo dentro del canal principal: caracterizado
    por presentar velocidad de corriente baja o nula y
    vegetación arraigada o flotante, representada por
    géneros como Salvinia, Echinodorus, Eichornia,
    Nymphea
    y Ludwigia (Montes y col. 1986).

    Sabana inundada: caracterizada por presentar
    velocidad de corriente baja o nula y vegetación
    característica de sabanas inarboladas o arboladas, con
    predominio de especies de gramineas y ciperáceas
    representadas por los géneros Trachypogon, Axonopus,
    Bulbostilis,
    entre otras y especies arbóreas como
    Curatella americana, Bowdichia virgilioides y Byrsonima
    crassifolia
    (Montes y col. 1986).

    Bosque inundado: caracterizado por presentar
    velocidad de corriente baja o nula y vegetación
    característica del bosque de galería representadas
    por especies como Lecythis ollaria, Pterocarpus podocarpus,
    Pithecellobium saman,
    (Montes y col. 1986).

    La presencia de cinco toninas o más en un
    hábitat determinado por un tiempo de 30 min., fue el
    criterio utilizado para definir que el mismo era utilizado por la
    especie para una actividad en particular. Cuando estos casos se
    hicieron presentes, se registraron parámetros
    físico-químicos directamente en el lugar y se
    tomaron muestras de agua, utilizando el procedimiento
    descrito en la sección 3.4, para ser posteriormente
    analizadas.

    Los lugares donde se observaron toninas se ubicaron de
    acuerdo a la clasificación preestablecida en un mapa de la
    zona.

    El uso de los hábitats se determinó de
    acuerdo a la frecuencia con que se observaron delfines en cada
    uno de ellos. Las observaciones sólo pudieron ser
    realizadas en aquellas áreas que presentaban
    características de Canal principal y Pozo dentro del canal
    principal, debido al difícil acceso y condiciones
    limitadas para la navegación que presentaban los
    hábitats de Sabana y Bosque inundado.

    Para determinar el grado de relación entre, el
    número de toninas y las variables
    físico-químicas medidas en las localidades donde se
    produjeron las observaciones, se realizó un
    análisis de correlación no paramétrico de
    Spearman a = 0,05 (Siegel, 1956; Sokal
    y Rohlf, 1979).

    3.4 CARACTERIZACION FISICO-QUIMICA DE LOS
    AMBIENTES ACUATICOS.

    Para la caracterización
    físico-química de los
    ambientes en cada sistema fluvial, se fijaron cuatro localidades
    o puntos de muestreo para determinar sus tendencias a lo largo de
    los sistemas. Tales puntos se localizaron aproximadamente
    equidistantes en los cincuenta kilómetros preestablecidos
    para realizar las transectas. En el sistema Aguaro las
    localidades se denominaron A1, A2, A3 y A4 mientras que en el
    sistema Guariquito-Apurito fueron denominadas G1, G2, G3 y G4,
    ubicadas en ambos de norte a sur (Fig. 3). En cada localidad se
    tomaron muestras únicas o por triplicado dependiendo del
    parámetro a determinar.

    La actividad de toma de muestras se llevó
    a cabo durante la realización de los conteos de delfines.
    Cada vez que se arribó a uno de los puntos preestablecidos
    para determinar parámetros físico-químicos,
    se detuvo el bote por un tiempo aproximado de 45 minutos durante
    los cuales se procedió a tomar las muestras necesarias
    para caracterizar el sistema, tales como:

    -Velocidad superficial de la corriente, (3
    réplicas) determinada registrando el tiempo que tardaba un
    flotador de goma de 61,86 g. en desplazarse una distancia
    conocida (Franco y col. 1989).

    -Transparencia vertical del agua, (3 réplicas)
    determinada utilizando un disco de Secchi.

    -pH de muestras de agua colectadas a 1 m. de
    profundidad, (1 réplica) determinado utilizando un
    pH-metro marca Orion
    modelo SA
    250.

    -Oxígeno disuelto, (3 réplicas) utilizando
    la metodología descrita por Franco y col.
    (1989).

    -Sólidos disueltos y en suspensión, (1
    réplica) determinados mediante la metodología
    empleada por Sánchez (1990) utilizando para esto una
    balanza marca Sartorius (0,0001 g).

    -Temperatura del agua, medida en el sitio a una
    profundidad sub-superficial de 40 cm utilizando un
    teletermómetro.

    -Profundidad del cauce, utilizando una cuerda
    graduada.

    Fig. 3. Localidades donde se tomaron
    muestras de parámetros físico-químicos con
    la finalidad de caracterizar los ambientes
    acuáticos.

    La determinación del pH y la
    concentración de oxígeno disuelto se realizaron en
    el campo al finalizar los recorridos de las transectas, con la
    finalidad de disminuir errores.

    Adicionalmente se registraron características
    organolépticas del agua (sabor, color, olor), que
    contribuyeron a caracterizar los sistemas.

    A los datos
    provenientes de las mediciones de campo, se les aplicó la
    prueba estadística no paramétrica de
    Kruskal-Wallis a = 0,05 (Siegel, 1956;
    Sokal y Rohlf, 1979).

    3.5 VEGETACION ACUATICA.

    Se recopiló la bibliografía acerca de
    inventarios de vegetación acuática de la zona que
    contribuyeran a caracterizar parcialmente el hábitat. En
    este aspecto, el material es escaso, solo se localizaron los
    trabajos de MARNR-PDVSA (1985) y Montes y col. (1986).

    Adicionalmente, a lo largo de las transectas fluviales
    recorridas en el área de estudio se colectaron muestras
    botánicas. Estas muestras fueron prensadas y preservadas
    en bolsas plásticas con alcohol al 70%
    para evitar la descomposición del material y el
    daño de las partes blandas (flores y frutos). Todas las
    muestras fueron posteriormente secadas en una estufa.

    Para cada muestra se
    registró sistema fluvial, coordenadas geográficas,
    fecha de colección, nombre y número de colector,
    hábito, color de las flores (si estaban presentes) y las
    hojas (en caso de tener un color particular) y
    características ecológicas del lugar donde se
    realizó la colección.

    Las especies colectadas en el parque fueron depositadas
    en el Herbario Nacional de Venezuela (VEN) y en el Museo de
    Historia Natural
    La Salle (MHNLS) (Anexos 1a y 1b).

    3.6 AMENAZAS POTENCIALES.

    Las amenazas potenciales se detectaron mediante
    observación directa del hábitat ocupado por los
    delfines durante el recorrido de las transectas, y en
    conversaciones con los pescadores, guardaparques y habitantes de
    los caseríos ubicados dentro del área de
    estudio.

    Adicionalmente se realizó una encuesta (Anexo 2)
    durante los meses de enero y noviembre a personas habitantes de
    los caseríos de Garcitas y Médanos de Gómez
    ubicados dentro del parque.

    4.
    RESULTADOS.

    4.1 INDICES DE ABUNDANCIA
    POBLACIONAL.

    En toda el área estudiada se realizaron 39
    observaciones, de las cuales 24 correspondieron al sistema Aguaro
    y 15 al Guariquito-Apurito, para un promedio de 6,5 observaciones
    por mes (período) de campo. Se detectaron desde individuos
    solitarios hasta agrupaciones de 25 toninas. La frecuencia con la
    cual fueron observados los diferentes tamaños de grupo se
    resumen en la Tabla 1. El mayor número de observaciones se
    realizaron durante el mes de julio (11) y el menor en noviembre
    (4).

    Tabla 1. Número de individuos por
    observación en cada sistema durante los diferentes
    períodos de muestreo.

    Número de individuos por
    observación

    Sistema

    mes

    1

    2

    3

    4

    5

    7

    8

    9

    10

    12

    15

    20

    25

    ene

    1

    1

    1

    1

    1

    mar

    1

    1

    1

    1

    Aguaro

    may

    1

    1

    1

    jul

    1

    1

    1

    1

    2

    1

    sep

    1

    1

    nov

    1

    1

    1

    ene

    Guariquito –

    mar

    1

    1

    Apurito

    may

    2

    1

    1

    jul

    1

    1

    1

    1

    sep

    2

    1

    1

    nov

    1

    %

    17,9

    7,7

    15,4

    7,7

    10,3

    5,1

    12,8

    2,6

    10,3

    2,6

    2,6

    2,6

    2,6

    4.1.1 INDICES DE ABUNDANCIA POBLACIONAL EN EL
    SISTEMA AGUARO.

    El mayor número de toninas (36) se observó
    durante el mes de julio, mientras que los menores registros (17)
    se produjeron en septiembre (Tabla 2).

    En el sistema Aguaro los índices de abundancia
    poblacional durante la época de sequía (enero,
    marzo mayo) disminuyeron de enero (1,45 ind/km, en 20 km) a marzo
    (1,18 ind/km, en 28 km) incrementando levemente en el mes de mayo
    (1,24 ind/km, en 25 km). En julio (época de
    transición) los valores
    fueron 1,44 ind/km, en 25 km. y en la época de lluvia se
    registraron valores de
    0,57 ind/km (30 km recorridos) en septiembre y 0,83 ind/km (30 km
    recorridos) en noviembre (Tabla 2).

    Los mayores índices de abundancia se registraron
    durante los meses de enero (1,45 ind/km) y julio (1,44 ind/km), y
    los menores en el mes de septiembre (0,57 ind/km) (Tabla 2; Fig.
    4).

    Fig. 4. Variación de los índices de
    abundancia poblacional en función

    de la profundidad en el sistema
    Aguaro.

    En la fig. 4 se observa que durante la época de
    sequía, se registraron los mayores índices de
    abundancia con cierto grado de fluctuación, en
    transición, los índices incrementaron levemente en
    conjunto con el nivel de las aguas y en lluvia, tales
    índices experimentaron un descenso
    considerable.

    4.1.2 INDICES DE ABUNDANCIA POBLACIONAL EN EL
    SISTEMA GUARIQUITO-APURITO.

    En este sistema, el mayor número de individuos se
    observó en el mes de julio (20 toninas), mientras que los
    menores registros se produjeron en noviembre (7 toninas) (Tabla
    3).

    Los índices de abundancia se incrementaron
    durante la época de sequía, desde enero a mayo
    (enero, 0 ind/km, en 25 km; marzo, 0,26 ind/km en 50 km; mayo,
    0,30 ind/km en 50 km). Continuaron aumentando levemente en la
    época de transición (julio, 0,40 ind/km en 50 km),
    y en la época de lluvias se registraron valores de 0,24
    ind/km (50 km recorridos) en septiembre y 0,14 ind/km (50 km
    recorridos) en noviembre (Tabla 3; Fig. 5).

    Los mayores índices de abundancia se registraron
    durante el mes julio (0,40 ind/km de 25 kilómetros
    recorridos) y los menores en noviembre (0,14 ind/km de 25 km
    recorridos) (Tabla 3; Fig. 5).

    Fig. 5. Variación de los
    índices de abundancia poblacional en
    función

    de la profundidad en el sistema
    Guariquito-Apurito.

    En la fig. 5 se observa que durante la
    época de sequía, se registraron los mayores
    índices de abundancia con ciertas fluctuaciones, salvo en
    el mes de enero, en transición, los índices
    incrementaron en conjunto con el nivel de las aguas y en lluvia,
    tales índices experimentaron un descenso considerable.

    Partes: 1, 2, 3, 4, 5

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