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Crítica apriorística de relaciones públicas (página 3)




Enviado por Leo Araya.



Partes: 1, 2, 3

"…el
obrero de 1830 es capaz de revelarse si se bajan los salarios,
pues, concibe fácilmente una situación en que su
mísero nivel de vida se ve menos bajo que el que se le
quiere imponer, pero no se representa sus sufrimientos como
intolerables: se acomoda a ellos, no por resignación,
sino porque le faltan la cultura y la
reflexión necesarias para hacerle concebir un estadio
social en que esos sufrimientos no existan, entonces, no
actúa. Dueños de Lyon, a raíz de un
motín, los obreros de la Croix-Cousse no saben que hacer
con su victoria, se vuelven a sus casas, desorientados, y al
ejercito regular no les cuesta sorprenderlos. Sus desdichas no
les parecen "habituales" sino, más bien, naturales, son,
eso es todo. Constituyen la condición del obrero, no las
desprende, no las ve a clara luz y, por
consiguiente, se las integra a su ser, sufre, sin considerar su
sufrimiento ni conferirle valor:
sufrir y ser son para él la misma cosa, su sufrimiento
es el puro tenor efectivo de su conciencia,
pero él no lo contempla…"

Ningún estado de
hecho, estructura
política,
filosófica, económica, psicológica es
suficiente de motivar por sí misma ningún acto.
Todo acto es una proyección del para-sí de algo que
no es, en concreto, esa
es la conciencia de ausencia, de falta, de ayuno que tiene, pero
conciencia de ausencia; la fuerza que el
para-si realiza sobre su en-si es el acto movilizador, que
según miles y miles de condiciones, posibilita un
mi-yo-en-el-mundo, la ausencia de una mirada del para-si hacia
algún punto en situación, es la nihilización
misma de este punto en situación, este punto no existe,
por simple ausencia de cosa-informatizada-estática-de-mi-para-si que no puede
producir una cosa-informatizada-siendo-mi-sentido.

La idea de que hay malos que
manejan a la gente buena, y ésta, por buena, es manipulada
por los malos, no sólo me parece repugnante desde el punto
de vista intelectual, sino, que además, crea una falsa
idea de lo que es la manipulación, como si ésta se
tratara de unas pinzas con las cuales se las condujera a las
personas de un lugar a otro con tanta facilidad.

No digo que existen ciertos
condicionamientos con los que esta alegoría pareciera ser
cierta, pero, me parece que es apenas más sutil que una
ilusión. Si una mujer, al saber
de un futuro encuentro, se maquilla y se embellece para
gustar-me, ¿es ella la que manipula ciertas técnicas
para llamar mi atención, o soy yo, que al verla tan
esmerada en su apariencia, develo que esta mujer esta lista para
mi? No me atrevería a llamarle manipulaciones encontradas,
esta mujer, al que mi para-si ha descubierto como sentido de
búsqueda, es encontrada por mis sentidos como
cosa-informatizada-posible-de-posesión, y esto produce mi
acto de apropiación, he sido yo
cosa-informatizada-posible-de-posesión para sus sentidos,
y es en este conocimiento
de nuestras faltas, a modo
de ausencias o carencias, que nos ha sido posible la
posesión. Las realidades son únicas y personales, y
donde la esclavitud de
decisión está dada, en general, por una
moda actitud hacia
el esfuerzo intelectual.

El mundo no tiene sentido
sino en la medida que soy "en" sentido del mundo. Y esto es algo
importante para las Relaciones
Públicas: "si los individuos plantean sus situaciones
como reales, son reales sus consecuencias"
, y es justamente porque las situaciones
son reales en la medida en que un cualquier
mi-yo-estático-de-cosa-informatizada, crea realidad al ser
el sentido "en" esta realidad, por lo tanto la objetividad y la
subjetividad son simples entes categorizadores que juegan en el
plano de la moral, de
la ética,
de la legalidad,
más, no son parte de la potencia creadora
del ser, a modo de,
cosa-informatizada-siendo-mi-sentido.

Explicado de otra manera,
cualquier ha-saberse, independientemente de mi finalidad, y aun,
suponiendo la posibilidad de una no-finalidad, este ha-saberse,
es sabido de manera subjetiva por su receptor, sin posibilidad de
una segunda opción. El tema de la intencionalidad en lo
referido a lo ha-saberse no concluye, por supuesto, acá,
porque, y conociendo la independencia
de lo ha-saberse, independencia dependiente de las independencias
de los yoes-con, es que mi intencionalidad en lo ha-saberse puede
no estar dirigida a que mi público capte lo ha-saberse de
una manera que yo lo deseo de antemano, pero si, y por lo menos,
mi intencionalidad debe estar dirigida a que mi público no
capte lo que no quiero que capte, pues, para que no caiga en el
error, y para que lo ha-saberse no produzca, o mejor dicho, para
que los yoes-con no produzcan con este ha-saberse una interpretación errónea, es que yo,
ya no dirigiendo mi intencionalidad hacia lo que proyecto, por lo
menos, debo intencionar lo ha-saberse para que no caiga en la
interpretación errónea, es decir, mi fuerza
persuasora centrada no en el objetivo, si
no más bien, en los no-objetivos.

Otra cosa importante para
agregar sobre la libertad es,
el tiempo-de-libertad, y tiempo-de-libertad tomando
como parámetro el momento en que el individuo
decide, en su libertad, actuar de manera liberadora sobre un
obstáculo, y es que todo hombre en su
existencia está condenado a esta libertad, pero claro, se
puede objetar, ¿es que a veces elegimos sin libertad?, y
esto parecería ser una contradicción, pues,
¿cómo puedo elegir en ausencia de libertad?, pues
bien, estrictamente podemos decir que donde hay elección
hay libertad, por lo tanto es contradictorio hablar de ausencia
de libertad, pero, esto si tomáramos la libertad de manera
realista donde la libertad es una cosa ideal en-sí a la
cual puedo llegar, pero, la libertad vista desde la humanidad, de
su mundanidad, no es así, y ¿por qué no es
así? Pues porque para decidir tiene que haber primero
conocimiento, no basta con un sabido ni mucho menos con un
no-conocido, y este conocimiento debe ser de dominio del
sujeto cognoscente, a modo de apercibido, y es así donde
la libertad de decisión ante la cosa-situación
comienza a dar frutos.

El tiempo-de-libertad de
estudiar una cosa-situación es el
conocimiento del no-conocimiento, pues esto es que, en mi
tiempo-de-libertad, elijo libremente investigar o no investigar
la cosa-situación, pues es en este caso que mi
conocimiento de no-conocimiento es justamente el conocimiento que
subyace cómplice a la elección en mi
tiempo-de-libertad de la cosa-situación de futuro
estudio.

Ahora bien, mi
no-conocimiento de conocimiento ante mi cosa-situación,
abruma mi yo-estático-de-mí, en la situación
de mi yo-con cosa-situación haciendo que esta
elección, este elegir, devenga en cualquier posibilidad de
no-conocimiento del sujeto cognoscente. Pues bien, entonces, es
que digo que existe una libertad, y ésta es la de la
elección, y en esta libertad es que radica casi toda la
mundanidad, si puedo elegir soy libre, y esto es más
complejo; porque, pudiendo tener libertad de elección,
¿puedo elegir lo que elijo con libertad?, pues la
respuesta es sí, pero, ¿a costa de qué?,
pues a costa de hacer subyacer el conocimiento de la
cosa-situación.

Y este "a costa de"
¿qué significa? Pues significa un esfuerzo del
sujeto cognoscente, una actitud de conocimiento donde el sujeto
trasciende; este trasciende como a priori de su experiencia
sensible, y contempla la cosa-situación para conocerla, el
sujeto embarazado de duda, gesta en su interior contemplativo de
cosa-situación en
su-yo-estático-de-cosa-situación, para dar a luz la
razón de su conocimiento, y en su libertad de
elección, desembarazarse de su libertad de
lo-elegido.

Para ser más
concretos, supongamos un ha-saberse como, "libertad condicional
para Maria Julia", supongamos también dicha libertad
condicional ajustada a derecho, y digamos que de parte del
gobierno tenemos
el objetivo que con este ha-saberse, no se genere turbulencias de
masas repudiantes y que pase desapercibido para la opinión
pública. Pues bien, Relaciones Públicas tiene
su ha-saberse y su objetivo, sabemos que Relaciones
Públicas debe generar que este ha-saberse tenga la
mínima trascendencia, entonces, aprovechando la
situación, aprovechando el entorno, Relaciones
Públicas recomienda que este ha-saberse, esta
liberación se produzca aprovechando la libertad de un
tercero conocido como "Omar", estimando que la atención
pública se volcará más hacia la
liberación de este "Omar", y quedará en segundo
plano lo ha-saberse "Maria Julia", objetivo cumplido, claro que
vale aclarar que esto es mucho más complejo que este
ejemplo, y que puede planearse con mayor comodidad en Estados
más previsibles que el nuestro. Ahora bien, evaluando los
yoes-con lo ha-saberse, y haciendo coincidir liberación A
y liberación B, los sujetos cognoscente tienen libertad
de, y a modo de masas repudiantes, elegir cuál despreciar
más, pero, ¿cómo juega lo "a costa de"?,
pues, su libertad de elegir ha sido respetada, ahora bien,
¿el conocimiento de cosa-situación es, un
conocimiento, un no-conocimiento o un sabido?

Y esta respuesta sólo
puede darse en el foro íntimo de cada sujeto
cognoscente, esta actitud de los sujetos para develar la
cosa-situación está fuera de toda posibilidad de
coacción externa, es el individuo en su sentir su
yo-estático-de-cosa-situación en su
tiempo-de-libertad de libre elección.

Ahora voy a pasar a un
ejemplo de cómo, la cosa-situación que para todos
es igual, en realidad es distinta para cada yo-con, y de
cómo en un lugar de diversión nocturna para
jóvenes juega lo ha-saberse de Relaciones Públicas.
Tomando en cuenta a la sociedad
mendocina, en un boliche de la zona de chacras acá en
Mendoza, a este boliche no lo voy a identificar por razones
obvias.

Las formas de "control social" o
de "enajenación" o de manipulación que
encontré fueron muy variadas. Por ser uno de los boliches
denominados "top", "nice" o "cool" me encontré con un
lugar rebalsado de clientes y sobre
todo de chicas; una de las características principales es
que muchas de ellas eran de las consideradas "las más
lindas", ese tipo de chicas que físicamente están a
tono con la denominación de belleza esperada por la
sociedad. Mucha gente piensa, y de manera errónea, que la
forma de control de "calidad" de la
clientela de ese tipo de lugares para jóvenes se da de
manera prejuiciosa y activa en la puerta de los locales con el
denominado "peinado", (suerte de separación de paja y
trigo) que realizan los porteros del lugar.

Si bien conozco de lugares
donde esas prácticas se dan activamente, no era en este
caso el modus operandis del lugar. Sólo el denominado
"peinado" se hacia efectivo en la mujeres y hombres si estos no
cumplían con una determinada edad o si la ropa no estaba
limpia y ordenada, sin importar marcas o
tendencias en la moda. Aclarado este punto, comienzo mi relato de
por qué se encontraba tanta homogeneidad a simple vista
dentro de este boliche si el acceso no estaba restringido, por
supuesto las respuestas son variadas y trataré de
enunciarlas de manera muy sencilla. Pero antes me referiré
a cuales son algunas de las motivaciones por las cuales una
persona hace
pertenencia en una disco:

  • Aumentar el amor
    propio o la confianza de uno mismo
  • Librarse de trastornos
    emotivos
  • Reducir la ansiedad o la
    tensión
  • Hacer valer la
    independencia propia
  • Sentirse
    descansado
  • Librarse del
    dolor
  • Intensificar las
    emociones
  • Aumentar la
    energía o resistencia
  • Hacer que lo acepten a
    uno como parte del grupo
  • Ganarse la
    admiración o el reconocimiento de los
    amigos
  • Sobreponerse a la
    timidez
  • Huir de la soledad, de
    los problemas
    del hogar
  • Entrar en comunicación con los
    demás
  • Reducir el
    tedio
  • Conocer algunas facetas
    de la propia personalidad
  • Satisfacer la
    curiosidad

Como vemos son muchas las
características que conllevan a una elección, pero
debo aclarar que la
motivación que con más frecuencia
estudié es la de búsqueda de status, que este lugar
daba a sus clientes. Y esta urgencia de un status determinado es
la necesidad primordial que este boliche satisfacía, una
suerte de mi-yo-en-el-mundo-deseado.

Ahora sí me
internaré en algunas consideraciones de aspectos que
ayudaban a conseguir este efecto que los mismos clientes
denominaban "gente linda".

La arquitectura era
una de las claves, como ya dijimos la gente de este lugar como
máxima carencia mostraba una necesidad de alto status y de
fama local, como primer medida tenemos entonces un lugar con
bastante iluminación y haciendo foco en los lugares
más visibles y altos de la disco, lugares como la barra
principal, elegida por los hombres seguramente como muestra de
poder
económico, ya que las dos primeras horas después de
la apertura es el lugar indicado para hacer sociales ,y por
supuesto, ser visto, por las mujeres que se encuentran en una
especie de coqueteo (no baile) con su publico ocasional,
mostrando que están disponibles, pero eso si, la actitud
es siempre de desinterés general, actitud que debemos
prestarle mucha atención ya que se ha logrado que el
mostrarse desinteresado del mundo también sirva como arma
de seducción.

La consigna es "tengo todo
controlado, pensado, por eso no me intereso" y esto vale tanto
para hombres y mujeres. Volviendo a la arquitectura y, sumando la
iluminación, el efecto visual que se produce cuando uno
ingresa al local es el de un verdadero paraíso de gente
hermosa, tal vez como lo hayan soñado algunos integrantes
del WASP o NAZIS, la raza perfecta, la cultura mendocina deseada
está ahí, a simple vista. El juego de poder
y seducción está armado, las fichas
están en el tablero, sólo hay que saber moverlas
para sentirse parte del glamour de la noche donde todos somos
iguales, iguales y perfectos.

Ahora, ¿qué
pasa en ciertos lugares vecinos en espacio pero extranjeros en
iluminación? La vidriera de los desposeídos, los
menos privilegiados de la herencia genética,
en resumen, los feos y feas que llenan las estadísticas y los espacios menos
generosos, las penumbras del glamour del sábado por la
noche. ¿Hablamos del "peinado"? esta discriminación es natural, funciona sola,
no se hace en la puerta, no es malintencionada por los
dueños del lugar que gozan con la diferencia social, se da
sola, sola y naturalmente por los miembros de estas dos
masificaciones muy distintas, naturalmente si una chica se siente
fea se va a separar y elegir "libremente" lugares donde se sienta
más protegida, esos lugares los da justamente un desnivel
de 20 cms, y la mágica luz contaminada de penumbras aunque
suene increíble.

Este boliche no estaba lleno
de "gente linda" como se pensaba, es que no cualquiera
está preparado psicológicamente para ser centro de
atención, (a menos que medie un desinhibidor como el
alcohol), otra
cosa habitual que pasa es que la persona que no se siente a gusto
en un lugar no regrese más, pero, no es la idea de
ningún empresario que
esto suceda, lo que se intenta es recrear un ambiente donde
cada uno pueda sentirse lo mejor posible, y para algunos es estar
y no ser "demasiado" vistos. ¿Es ésta una
práctica calificable de aberrante por parte de algunos
empresarios?

La respuesta creo es no,
sólo muestran o destacan una parte de la realidad y
"ocultan" otra que los que no están interesados en
recorrer nunca encontrarán; la arquitectura, el
día, la noche también nos dan una forma de
manipulación natural, en la que nada podemos hacer porque
es inherente a nuestra naturaleza.

Qué es lo que pretendo
mostrar, pues, y está claro, mi yo-con involucrado en
lo-que-me-rodea genera una conducta de
respuesta libre de cada individuo, y para Relaciones
Públicas ¿cuál es lo ha-saberse? Pues vamos
a ejemplificar con objetivos empresariales, y verán que en
este caso Relaciones Públicas transmite lo ha-saberse
desde lo en-el-mundo que se genera.

El objetivo principal de
Relaciones Públicas en este caso es, como el de cualquier
empresa,
lograr ganancia, y también, pero principalmente, que lo
ha-saberse sea sabido con la intención que antes preveo,
lo ha-saberse en estos casos para Relaciones Públicas es,
"este es mi lugar", o sea, mi-yo-en-el-mundo deseado. El juego
comienza con la intención del lugar, su objetivo, a saber,
si el objetivo del lugar es generar un lugar con estatus, debo
intencionar mi lo ha-saberse a esa relación de los
yoes-con, y lo que significa lugar con estatus en público
en pareja de más de 25 años, público en
pareja de menos de 25 años, gente sola de menos de 25
años, gente sola de más de 25
años.

El objetivo puede ser el de
no parejas, o sea, público que se manifiesta en grupos, con todas
las variantes anteriores, cambia también mi estructura
edilicia interna y estilos de música entre otros.
Si en cambio quiero
lugares populares, cambia la estructura funcional desde la
disposición interna de los escenarios, la
iluminación, los mensajes, la música; si quiero
lograr un lugar de relaciones pasajeras y ocasionales,
también tengo que hacer cambios en la
estructura.

Todas estas formas de
"manipulación", y sólo visto desde lo edilicio,
música, y luces, o sea, creando ambientes, pueden generar
en el público deseado la intención que busca
Relaciones Públicas con su objetivo lo ha-saberse, y sin
decir una palabra, es decir, que le doy al público lo que
pretende encontrar. Y entiendo que pueda objetárseme que,
lo que esos lugares ofrecen es, pura "irrealidad", y me veo
forzado a responder, lo que los públicos buscan en su
mayoría es, y justamente, "irrealidad", (entendida como
"lo distinto, fuera de lo común").

Pero ahora es que voy a
tratar de que entiendan que tan incontrolable es esto, y de
cuánto, aunque esto mueva a risas, tiene una realidad
bastante parecida a la que se vive en una Universidad. Y
ésta es, el surrealismo
que viven muchos estudiantes a la hora de elegir una carrera,
como profesores saben, y más aquellos que dan clases en
los primeros años, que muchas veces se elige una carrera
por el status que ésta genera, por la fantasía de
ser alguien a partir de un título, por la creencia popular
que ciertas carreras nos harán ricos y
poderosos.

Y ahora, y les traslado mi
inquietud a sus pieles, ¿hasta dónde es responsable
una Universidad de un arquitecto que maneja un taxi?, ¿y
es que acaso podemos denunciar a defensa al consumidor que
después de 5 años de arduo trabajo
universitario, de pagar cuotas o de tener cuantiosos gastos, ser-me
abogado, haber-me como abogado, hace de mí el
mi-yo-en-el-mundo que motivó mis estudios y esfuerzo?
Pues, es que no se puede ser responsable de eso, toda responsabilidad tiene un límite, y es el
límite de la individualidad, comprar un boleto de
lotería es saberse con un X de posibilidades de ganar, sin
embargo, nadie dice, "compre este billete de lotería, casi
seguro no
ganará", cuando Relaciones Públicas se intenciona
con un ha-saberse, no es responsable del acontecer. Por supuesto
que existe una ética
profesional, y esta ética puede llevarnos a no mentir,
a evaluar moralmente los objetivos de la institución a la
que se representa, pero la forma en que una universidad, un
boliche, un candidato político, cuando no miente y cuando
los objetivos no están en contra de la moral, da a
partir de Relaciones Públicas su ha-saberse, el momento de
libre elección del sujeto, en situación de
incorporar lo ha-saberse, su yo-con lo ha-saberse y lo que
éste genere a modo de mi-yo-en-el-mundo, no puede
controlarse de manera definitiva, acabada; existe una
responsabilidad ineludible, una que nos aterra como individuos, y
es la responsabilidad de la libertad, esa de la que no podemos
hacer desaparecer porque nos subyace, esa que es "en" nosotros y
no tiene otra forma de ser-se, sino subyaciendo-me, esa libertad
que me condena a tener cuidado de lo que deseo.

Se hace evidente el vicio al
que incurro al preocuparme demasiado en cierta virtud
ética, y es que no agrega valor al trabajo tener este tipo
de reparos, pero, y siendo que la finalidad del mismo no es
sólo que sea, sino, que pase las revisiones
"técnicas", es que pido disculpa por edulcorar aspectos
técnicos con moralinas circunstanciales. En definitiva,
el hombre es
libre, ¿por libre elección? No. Es libre porque la
libertad le es inherente, le subyace, le es pilar fundamental
para SER, está condenado a serlo, aunque esto parezca una
contradicción, no lo es.

El hombre también es
sus circunstancias, porque son circunstancias del hombre las que
hacen de este hombre, éste, y no otro hombre en lo que
denominamos en-el-mundo. Estas circunstancias ¿puede
elegirlas el hombre?, algunas si, otras no; no puedo elegir el
siglo que vivo, pero puedo "elegir" la forma del ser-me, y cada
forma del ser-se es elegida, consciente o inconscientemente. Y es
que es fundamental dirigirnos una mirada un poco con desprecio,
sin conmiseración, somos esto que somos porque lo estamos
siendo, la vida para el hombre no tiene contemplaciones, no hace
excepciones, nuestra mirada a nosotros mismos y a los que
queremos las edulcoramos y coloreamos para ser-nos soportables;
caer en las aspiraciones del señorito satisfecho es, y en
verdad, una gran tentación, y a pesar de las moralinas de
turno, parte de la libre elección; por lo tanto, puedo
esforzarme en un mundo sin estupidez, pero, hasta incluso este
esfuerzo, tiene su limite, ¿cuál? Pues el de no
terminar siendo-me estupidez.

Cuando una persona ve un
árbol, en realidad no está viendo
cosa-árbol, lo que esta viendo es lo que la
cosa-árbol produce en él, es lo que Russell llama
"realismo
ingenuo", y eso es que, como registra Russell en su "Investigación sobre el significado y la
verdad", " De esta suerte la ciencia
parece estar en guerra consigo
misma: cuando más objetiva se cree ser, se encuentra
más sumida, contra su propósito, en la
subjetividad. El realismo ingenuo conduce a la física, y
ésta, si es verdadera, demuestra que el realismo ingenuo
es falso. Por lo tanto, si el realismo ingenuo es verdadero, es
falso, y por consiguiente, el conductista que piensa estar
registrando observaciones del mundo exterior, está
registrándolas, en realidad, de lo que ocurre dentro de
sí mismo".
Y es que, ya no en el mundo de la ciencia, pero
si en el mundo de la mundanidad, dónde está la
realidad, y pues, la realidad, en este plano, se encuentra en
cómo teatralizo mi realidad, y de cómo mi
público, yo mismo o mi prójimo, da realidad al
espectáculo ingenuo.

En una investigación
realizada sobre chimpancés, donde en un cuarto fue
colocado un ramo de bananas colgando del techo y una escalera
para poder llegar hasta las bananas, cuando fueron introducidos
tres chimpancés en esta habitación, uno de ellos,
al ver las bananas y estudiar cuidadosamente la forma de llegar a
ellas, sube por la escalera y trata de arrancar el racimo de
bananas, y es en ese momento que una lluvia grande de agua
fría les cae a todos los monos mojándolos y
produciendo en ellos una situación no deseada.

Ahora bien, con la
repetición sobre los mismos individuos de estudio se
logró que asociaran el subirse a la escalera para agarrar
las bananas con el baño de agua fría que ninguno
quería, y ante la actitud de alguno de ellos de volver a
repetir la conducta los otros individuos reaccionaban peleando al
primero para que no continuara con la experiencia.

Cuando los investigadores
cambiaron a uno de los integrantes por otro individuo que nada
conocía de las consecuencias de tratar de agarrar esas
bananas, y al descubrirlas trataba de llegar hasta ellas, los
otros dos peleaban y maltrataban al nuevo cohabitante para
impedirle el acceso a esa comida. La experiencia prosiguió
hasta que ninguno de los habitantes de dicho cuarto experimental
conociera realmente el por qué de la prohibición de
comer de "ese" racimo de bananas, habían aprendido a que
no se podía comer de ahí, y respondían
agresivamente a quien tratara de allegarse, y siendo que ninguno
de ellos conocía los efectos que esto produciría,
ya que nunca ellos habían sido mojados por los chorros de
agua. Éste es un claro ejemplo de que el realismo ingenuo
no nos es, a los hombres, de exclusiva propiedad.

Cuando hablamos de lo
ha-saberse en Relaciones Públicas, hablamos de un objetivo
que debe tener un sustento lógico y compartido por la
ética del momento histórico, ya que, y a la larga,
si los individuos no materializan de alguna manera los objetivos
de lo ha-saberse, éste, cae por su propio peso de
indefensión ante la mirada de su
público.

Esto, que a la vista de
lectores distraídos parecería una doble moral, no
lo es, cuando a un niño lo sorprendemos por primera vez
queriendo meter los dedos en los enchufes, podemos y en primer
lugar, decirle que no lo haga porque es peligroso, explicar las
propiedades y leyes de la
electricidad,
y sobre la propensión del cuerpo a ser transmisor de la
misma, causando daños de gran magnitud en órganos
internos con posibilidad de que el niño fenezca si insiste
con su empresa; al sorprenderlo en un segundo intento podemos
argüir a lo ha-saber de Relaciones Públicas poniendo
al individuo en situación, contándole alguna
historia de
niños
que perdieron la posibilidad de jugar, o de que, visitará
a sus tatarabuelos de manera adelantada para que desista de sus
acciones, al
sorprenderlo por tercera vez la coerción (palmada
espontánea y contundente), parece ser un idioma
universal.

En un sentido seminal,
nuestro objeto de estudio, lo "ha-saberse", carece de identidad
fáctica en la transmutación concebida a partir de
la transpolación que significa el ser-se-sabido en los
diferentes entes categorizadores, nuestro ha-saberse no es un
objeto real, en todos los casos nuestro ha-saberse es, y
sólo como objeto de estudio, un objeto ideal como concepto
aristotélico. No con esto quiero adosar a la idea de
concepto que tenía Aristóteles, pero si, a modo de
propedéutica puede sernos de gran utilidad; nuestro
ha-saber siempre es de carácter ideal o de valor, más
nunca, y por defecto, puede serlo de una cosa-real.

El gran problema que se nos
plantea dentro de Relaciones Públicas es que, nuestro
ha-saberse, como cosa, carece de independencia de hecho, la
independencia de nuestro ha-saberse es de naturaleza realista,
pero en relación con el objeto-cognoscente lo ha-saberse
es violado en su virginal estado de ser, la autonomía de
una obra es fragmentada y re-naturalizada en su ser-se a partir
de que el artista la presenta como su ha-saber,
transformándose en su nueva "naturaleza" de ser-se ante la
mirada desvirgante de un nuevo ente, esta desfloración que
padece la obra al ser develada es de una naturaleza
dependiente-independiente del nuevo observador, la independencia
de la obra es de carácter Real, la dependencia tiene un
carácter homo-mensurado.

La importancia que radica
para lo ha-saberse con este conocimiento es que, lo que ponemos
en juego es la "verdad" de nuestro ha-saberse al convertirse en
lo sabido, es por eso que juzgo necesario para el tratamiento de
lo ha-saberse en cuanto a su verdad, un procedimiento
criticista en cuanto a "Teoría del
Conocimiento", la búsqueda del conocimiento, la
búsqueda de nuestro ha-saberse ante la debelación
de éste ante su ente categorizador debe ser puramente
crítico, ya que, y no siendo esto suficiente, encuentro
que esta postura en principio, da mayores expectativas de "vida"
de nuestro ha-saberse tal y como lo concebimos.

El criticismo
metodológico de Relaciones Públicas está
dado a partir del tratamiento de lo ha-saber como supuesto
conocimiento y no-conocimiento; en cuanto lo ha-saberse como
conocimiento-apercibido y como no-conocimiento-apercibido no
radica en mayores problemas ni logros para nuestro tratamiento de
lo ha-saberse, pero, para el conocimiento-no-apercibido, y llamo
a este grupo todo
aquel cúmulo de conocimientos no probados, y para aquellos
no-conocimientos-factibles, en estos casos veo como indispensable
para Relaciones Públicas el tratamiento de estos casos
desde el pragmatismo de
la teorética del conocimiento; la justificación que
encuentro, y que me parece sostiene de manera satisfactoria esta
concepción está dada por la epistemología dialéctica de Juan
Samaja, que sostiene, "El estado justifica la lógica", es una concepción
interesante que nos hace progresar un poco de aquella
concepción kantiana sobre los juicios, pues, si la
homo-mensura es inherente al hombre, y el estado es
esa "res" que nos engloba como seres, es lícito pensar en
un estado-mensura, este concepto de estado de una manera dinámica en cuanto a lo que "estamos", ya
que el estado no significa más que lo que "estamos"
siendo, estamos-siendo-nos estado en cuanto al derecho, en cuanto
a la ciencia, en cuanto a la cívita, en cuanto a la moral
etc.

La idea del estado
justificando la lógica no es más que el hacer-nos a
la lógica, la relación con la lógica es de
tipo dinámica ya que los influjos nos rehacen en esta
dimensión, así como la relación paternal de
Adán con Abel, así como Edipo puede ser hermano de
su hijo, como Borgia padre de su nieto, hacemos la lógica
que nos hace hacer-nos padres, hijos, hermanos y nietos de
ésta; por eso al hablar del ideal de la lógica no
puede confundirse con su justificación. Los
conocimientos-no-apercibidos y los no-conocimientos-factibles,
dada la anterior justificación, son de carácter
valorativos, y sólo justificables por el momento
histórico, por lo que "estamos", el pragmatismo
deberá ser justificado por el objetivo de nuestro
ha-saberse.

El estado del soy es parte
del estado del ser-me, el estado-del-estamos es creado como
acción
recíproca de haberme-en-estamos, por lo que el tratamiento
de lo ha-saberse debe jugar en la lógica del "estamos", y
esto incluso para romper la lógica del estamos, qué
quiero decir con esto, y suena paradójico, la
destrucción de la lógica del estamos, al devenir
una nueva lógica, debe ser abalada in situ por la
lógica anterior, más no por la nueva.

¿A que debemos esto?,
pues a que debemos sernos en la nueva lógica, y esto
necesariamente debe ser captado y aceptado por la lógica
del estarnos anterior. El tratamiento de lo ha-saberse en su
pragmatismo teorético nos encamina al estamos que
justifica su lógica. La controversia puede suscitarse,
ante espíritus amplios, de cómo una nueva
lógica debe ser-se justificada ante la lógica
anterior, pues resulta que sólo hombres de altura pueden
lograrlo sin la previa justificación, pero, para las
masas, aquellas que lejos están de ser-se en la nueva
razón, al no poseer por ellos mismos los elementos
necesarios de la nueva estructura de pensamiento,
es que nuestro ha-saberse debe encontrar justificación en
su primogénito ser-se para llegarles por la emoción
y la sensación a la nueva concepción, ya que, y por
definición, lejos están de comprender los
intrincados mecanismos de la génesis del nuevo ser-se.
Donde hay poco sentido común, es un peligro tener
razón.

Y esto nos induce a la
siguiente afirmación, la del entendimiento de la
lógica del público seleccionado, cuando a Einstein,
ante una conferencia de
prensa sobre
la Teoría
de la Relatividad, los periodistas le proponen que la explique
como para que ellos puedan entenderla y así transmitirla
se dice que contestó: Si yo les explico la
Teoría de la Relatividad para que ustedes la entiendan,
dejaría de ser la Teoría de la Relatividad para ser
cualquier otra cosa.

Pues bien, muchas veces, y en
Relaciones Públicas, vamos a tener un ha-saberse del tipo
al que Einstein se refirió con su "cualquier otra
cosa"
, y es que, lejos de una errónea
interpretación con ápices de moralina intelectual,
muchas veces, algunos temas no son de dominio público y
lejos están de serlo. Para que una persona pueda entender
la Teoría de la Relatividad, necesitaría de
años de estudio y dedicación, condiciones que no
está en la expectativa, y por definición, del
público-masa, con lo cual, y no por desprecio a su
capacidad sino más bien, y justamente por comprender hasta
dónde están dadas sus expectativas de conocimiento,
es que en Relaciones Públicas nuestro ha-saberse debe ser
recreado a lo que están capacitados para
entender.

Saliendo del ejemplo
anterior, y como afirman todos los libros de
Relaciones Públicas, debemos conocer nuestro
público, y ¿por qué?, pues, porque deben
entendernos, porque debemos hacernos entender, y esto es, y en
todos los casos, lograr un bueno producto con
nuestro ha-saber.

De la misma manera debemos
entender la mirada dinámica de las Relaciones
Públicas, si bien podemos definirla desde una
concepción ideal, la fáctica de esta ciencia se da
en la transmutación de su lógica ante su
ha-saberse, la lógica de Relaciones Públicas es
encontrar la lógica, nuestro ha-saberse-manipulado no es
más que, el logro de la construcción de un
ha-saberse-lógico, este "lógico" es clave, y
¿por qué es clave?, pues porque este
"lógico" nos da, y teniendo en cuenta nuestro
público, el carácter de necesario; que algo sea
lógico que sea así, es que sea necesario de ser-se,
debe ser universal, tomando como posible de entender universo a un
público específico, y siendo necesario y universal
es que será verdadero, verdadero en cuanto a que mi
universo lo mensura como tal, pues este sernos-lógica a la
nueva-lógica es el resultado de nuestro
ha-saberse-lógico.

En este caso vemos como la
utilización de estas categorías actuales, lo
Universal, lo Necesario y lo Verdadero son parte de la
concepción lógica actual, y en nuestra estructura
de pensamiento nos parece una imposibilidad que sea de otra
manera, pero, así como el ejemplo del haz de luz mirado
desde distintos observadores no nos proporciona una respuesta a
nuestra lógica universal, necesaria y verdadera, nuevas
lógicas sociales pueden en un futuro imantarnos, y en esos
casos, y para las nuevas generaciones de hombres masa, la
justificación primogénita de ésta
deberá hacerse desde la óptica
de la vieja escuela.

Cuando una persona
está teniendo un estímulo sensorial, están
ocurriendo en su interior dos procesos
teóricamente distinguibles: uno de ellos es el simple
hecho del estímulo llegando a los receptores; el segundo
es este hecho enmascarado de los "concomitantes habituales".
Analicemos en primer lugar, y de manera poco compleja, la llegada
del estímulo.

Cuando vemos un perro, lo que
ocurre es, una refractación de la luz, natural o
artificial, en la cosa-perro, y cuando ésta llega a mis
ojos, una serie de procesos que van desde algún tipo de
excitación de nuestros bastoncillos y conos que, por
algún proceso que no
puedo explicar, lleva esa información hasta alguna parte del cerebro que
produce en nosotros la sensación de ver-perro.

Ahora bien, desde un punto de
vista científico, yo no puedo decir que esta
sensación de ver-perro es, realmente, ver-perro, ya que,
por ejemplo, puedo estar soñando y vivir la
sensación como real, también como juego de espejos
puedo estar viendo reflejos de perro en mi ver-perro,
también puede ser otro animal que por la velocidad de
su traslación y por juego de luces parecía un
perro, más no lo era. La imagen visual
jamás es pura, y creemos lo que en principio vemos en
virtud de la ley de
hábito, o de los concomitantes habituales, y éstas
son, que ver-perro conlleva también la expectación
de habitual de lo que significa el hecho, si vemos un perro, y
éste, sacara de su hocico una lengua de
lagarto, y a partir de nuestra ley de hábito,
¿diríamos que es un perro?, si éste
además cantara como pájaro, podríamos decir
que lo que vemos sensorialmente como ver-perro, es de hecho, un
perro; la respuesta es no.

Cuando vemos un perro,
esperamos verlo en sus actos habituales, y además, tocarlo
y que al tacto parezca perro, que tenga olor a perro, y
escucharlo ladrar como perro. Si alguna de estas concomitantes
habituales fallan, nuestro juicio sobre el objeto-perro del que
estamos siendo objeto de sensación, se corresponde en un
error y en una verificación nueva para un posterior
enjuiciamiento del objeto de estudio, el vivir en un mundo como
el que nos rodea, nos hace tener cierta seguridad de que
los objetos tienen cierta estabilidad, todo este tipo de
expectaciones, pertenecientes a la inducción, se perfecciona en el individuo
por el hábito que transforma la sensación en
experiencia perceptiva, y ésta es, en términos
generales, una creencia dogmática de las personas en lo
que muestra la física y la inducción como
probables, y, difícilmente un individuo, siquiera tenga
conocimiento de los concomitantes habituales que, y como
subjetividad envuelta en el momento de la percepción, juegan un papel
importantísimo como valor inferencial del objeto de
estudio.

Dentro del estudio de
Relaciones Públicas, tanto la ley de hábito, los
concomitantes habituales y los valores de
inferencia de cada uno de estos concomitantes son de una
importancia superlativa, ya que, teniendo nuestro ha-saber, y
cuando hablábamos de tener en cuenta el contexto, ya
éste contexto tiene nombre de peso propio, ley de
hábito, concomitantes y el valor de inferencia de cada uno
de éstas; la importancia radica en que, el ver-perro debe
oler a perro, ser palpado como perro y oído como
perro sino, el objetivo de lo ha-saber cae al no poder ser
sostenido por el público, que las cosas estén
ordenadas de acuerdo a cierta lógica-esperada nos
tranquiliza.

La complejidad que conlleva
la comprensión de estos elementos hace del estudio de
Relaciones Públicas una actividad, como ciencia, de la que
no se pueda generalizar en cuanto al objeto estudiado, cada lo
ha-saber tiene su objetivo, su público, y cada
público, y en general, tiene su "ley de hábito",
con mayor divergencia sus "concomitantes habituales" y en mayor
diversidad aun, el "valor inferencial" con que cada concomitante
habitual contamina por sobre su ley de hábito de cada
hecho.

Existe un dicho popular muy
ilustrativo a éste respecto; " no sólo hay que ser
honrado, hay que parecerlo", en este dicho están
encerradas ciertas estructuras de
pensamientos, hábitos de pensamientos, que valen la pena
analizar por la riqueza de su contenido.

Por ley o definición,
la masa, cuando analiza un tema X, lo hace desde la
superficialidad, y esto es, tomar partido y en desafiante postura
por cualquiera de las aristas de un X como un todo entendido,
comprendido, como un sabido de saberse, y vale preguntarse
¿ desde qué lugar se ampara la masa para defender
su punto de vista? Pues, lo hace desde lo que se le "aparece"
como bien, y esto es, cualquier cosa. Para dar un ejemplo, es muy
sencillo lograr que la masa acompañe cierto tipo de
emprendimientos judiciales, a ejemplificar: que los presos tengan
trabajos forzados. La ley del hábito nos dice que, las
personas que están presas son culpables de algún
hecho aberrante, los concomitantes habituales, grosso modo,
personas de mal trazo, de poca pulcritud, sucios, mal hablados.
Pero, sabemos que no todos son así, por lo tanto, si
presentásemos un reo bien presentado, de buena
dicción y bien perfumado, los valores
inferenciales cambiarían para los receptores de la
masa.

Pero el tema que me suscita
es el siguiente, teniendo en cuenta los concomitantes habituales,
si quisiéramos como parte de un sector del gobierno, por
ejemplo, legalizar los trabajos forzados de los reos con el
pretexto de que trabajen para la sociedad que los mantiene,
¿qué deberíamos hacer?, pues, por
ejemplificar alguna de las acciones, se podría organizar
un motín convenciendo a los reclusos de hacer pedidos
extravagantes y, editar los pedidos hechos ante las
cámaras para luego mostrar esta "realidad" a la masa
expectante frente al televisor. Irritar al hombre masa, teniendo
los medios
adecuados es, en exceso, una tarea relativamente sencilla,
sólo debemos captar la atención de los
individuos-masa, y apelando a la ley del hábito, mostrar
los concomitantes habituales haciendo hincapié en los
valores inferenciales que con mayor facilidad logran la ira de
las masas expectantes, de ésta manera, nuestro ha-saber,
logra el objetivo.

Pero volviendo al hombre
masa, que seguramente estaría convencido de que, la
prohibición de que reos hagan trabajos forzados es para
cuidar a los reclusos, pediría a sus representantes que se
revierta la ley, y esto es, porque la masa actúa sin
pensar, sin pensar bien al menos, y es porque, lejos de proteger
a los reclusos, la prohibición de trabajos forzados en
realidad es, para proteger al ciudadano común. ¿y
cómo, esta ley, defiende al ciudadano común y no al
reo? Pues, porque, las leyes tienen también la función de
protegernos de los gobiernos; ¿cómo es esto?,
¿decimos que hay leyes que nos protegen de los gobiernos a
nosotros?

Pues si, bastaría un
gobierno sin escrúpulos para, y a la hora de necesitar
mano de obra barata para la construcción de una carretera
por caso, inventara causas a dos mil o tres mil hombres de 18 a
35 años para la construcción de una ruta y al
finalizar la obra, dictar el sobreseimiento
de estas personas. Este ejemplo sólo nos ilustra que, en
general, el hombre masa, y la vendita opinión
pública en general, son síntomas de decadencia
intelectual más no, el fruto de un pensamiento minucioso,
fresco y sin estorbos de anomalías de
intuición.

Es importante para Relaciones
Públicas conocer de manera minuciosa la ley de
hábito que se esconde detrás de nuestro ha-saber
para lograr el objetivo planteado, acertar en los concomitantes
habituales y hacer una elección precisa de los valores
inferenciales, de cada concomitantes, es de vital importancia a
la hora de pensar la estrategia de
nuestro ha-saberse, "no sólo hay que ser honrado,
‘también’, hay que parecerlo".

La "ilusión del
movimiento" es
una realidad que debemos tener en cuenta en Relaciones
Públicas. Suponiendo por "esto", cualquier
situación, el cambio es la alteración del "esto",
por surgimiento o desagregación de los diversos
componentes que lo hacen ser, tomando el cambio en
situación de movimiento, el instante de cambio de
componentes suponen otro "esto", que ya no es el mismo, para que
un "esto" sea cambio es necesario un estadio en situación
para ser producido, por lo tanto, como advirtió Sartre, "el
movimiento supone, al contrario, la permanencia, si un esto
debiera a la vez ser trasladado de un lugar a otro sufriendo una
alteración niega el movimiento ya que supone varios estos
en el camino".
La ilusión del individuo que no se
baña dos veces en el mismo rió, sea porque no es la
misma agua, sea porque él ya no es el mismo, produce el
efecto deseado para este sistema, esta
idea de movimiento tranquiliza la masa, y si a esto le agregamos
que esta ilusión de movimiento es realmente vertiginosa,
imposibilitan la contingencia de un "esto"
estático-metamorfoseante, a un "esto" "dinámico"
con imposibilidad de cambio en movimiento pero con la
ilusión de traslado a cambio de no parecer el mismo.
¿Cómo logramos esta idea de movimiento y
velocidad?, no dejando al individuo en situación
estática, todo el sistema, todos los sistemas caen a
pedazos con un individuo en "soledad"; pensar-se, es una manera
estática de un "esto", donde esto es un yo que soy yo,
puesto en situación de estaticidad para analizar-me, a
modo de yo-estático-de-mi-yo.

Pues, para alcanzar los
objetivos de lo ha-saber, muchas veces el estudio de nuestro
público nos impondrá la modalidad de tratamiento de
lo ha-saberse en base a esta ley de "ilusión de
movimiento", y esto es, lograr la sensación en el
individuo de que la corriente ante la que se sumerge es
inevitable y por la cual él cambiará, y esto es,
borrar la característica que nos da lo "estático",
o sea, el individuo en situación "pensante"; como ejemplo
de esto podemos dar el de la moda, en cuanto a mi para-si
nihilizando lo en-el-mundo a partir del "con", en cuanto
teatralización de mi exterioridad, tomando la ley del
hábito en este caso, los concomitantes habituales y el
valor de inferencia, y habiéndonos referenciado en el SER,
TENER y HACER, es que el estudio del logro de mi ha-saber debe
alcanzar la independencia del pensar-se forjando el "así
debe ser". La "ilusión del movimiento" es, en definitiva,
la producción de un en-el-mundo a partir del
"con" de lo irremediable, busca que el individuo lo acepte como
tal, esta voracidad, a modo de velocidad irrevocable, que debe
aceptarse tal y como es y que no produzca un cambio sustancial en
el individuo.

O sea, debo lograr individuos
que acepten el cambio como irremediable, pero, al aceptar este
cambio, el individuo no se ve modificado más que en su
exterioridad, ya que, latente, este individuo seguirá con
la idea del movimiento para así, aceptar la próxima
propuesta de lo en-el-mundo del próximo ha-saberse.
Siguiendo con el ejemplo de la moda, el individuo no cambia por
la nueva vestimenta, sino más bien encontramos la creencia
en una nueva teatralización de su en-el-mundo, esta idea
de cambio a priori, es nuestra ilusión.

Puede objetarse que lo
en-el-mundo realmente cambia en cuanto a lo "como me ven", y esto
es aceptable, pero esta especulación en el individuo es a
priori, a modo de ilusión, donde no necesariamente pueda
darse de hecho, sólo logramos un individuo que se
exterioriza como lo en-el-mundo-que-quiere-ser, pero su ser, no
cambia; fijémonos qué pasa con un militar que viste
su nuevo galardón, su grado superior, existe una
sensación de cambio, y por supuesto vivida como real,
más, sigue siendo el mismo en cuanto quiddidad.

Algunas veces, para
Relaciones Públicas y para su ha-saberse, y al contrario
que "la ilusión del movimiento", encontramos que el cambio
debe producirse a partir de un ha-saber de "Todo está
bien, todo va a seguir igual"; como veremos, no se puede hablar
de Relaciones Públicas si no hablamos de masa, pues,
¿existiría Relaciones Públicas sin la masa?,
pues, no tendría sentido de ser, sería un
sin-sentido; lograr un nuevo en-el-mundo a partir de un "Todo va
a seguir igual" parecería, en esencia, una
contradicción, pero, y como dije antes, así como
Relaciones Públicas es un sin-sentido sin la masa, es
justamente la idea de hombre-masa la que da sentido a esta
representación.

Los cambios bruscos aterran
la estabilidad emocional, psíquica, social etc. del
hombre, por lo que para la construcción de un
ha-saberse-lógico serán necesarias las ideas de
"Todo está bien, todo va a seguir igual", por el contrario
que "la ilusión del movimiento", en ésta, debemos
lograr un cambio real a partir de la creencia de permanencia; en
un ejemplo, a partir de la conmoción que puede generar en
el individuo la idea de "EEUU imperialista", nuestro ha-saberse
debe lograr lo en el mundo a partir de, "Si los argentinos
fuésemos potencia, seriamos peor que los yankees", esto,
juega un doble papel, y veremos; por un lado cambiamos nuestro
yo-con a partir de "nosotros seriamos peores"; y en segundo
lugar, en definitiva, mi yo-en-el-mundo no pondría en
peligro a la humanidad con el potencial armamentístico que
poseen, por lo tanto, y siendo que ellos al menos, no son peores
que yo, tampoco lo harían ellos, logrando el "todo va a
seguir igual".

Existe un cambio real en la
estructura del individuo, "ellos" ya no son tan malos, pero, para
el hombre-masa, no existe conciencia del cambio, sino más
bien, la aceptación de la situación que antes le
aterraba por una aparente tranquilidad. La quiddidad, ahora, se
aparece como "cambiada", pero nos sospechada por el individuo a
partir de su en-el-mundo.

Para algunos tratamientos de
lo ha-saberse, el condimento secreto de Relaciones
Públicas podría ser "la idea de igualdad" en
lo en-el-mundo del individuo, por definición sabemos que
los hombres no son iguales, de ahí la idea de esencia del
individuo, pero, y a veces, deberemos enmascarar lo ha-saberse
bajo este precepto, a saber, "todos somos iguales", aunque
sepamos que no es así, ya que no todos somos iguales ante
el otro, ni ante la ley, ni ante la naturaleza, al menos de
hecho; por ejemplo para Relaciones Públicas internas, es
que debemos forjar algunas veces este modelo; y
qué se puede buscar con la idea de igualdad, pues la
tranquilidad, la paciencia, cierto conformismo en aquellos que ya
dieron su máximo potencial o todos aquellos que no son
"indispensables" por caso, para una organización, se planteará que
dentro de una organización esta idea de descartable es, de
organizaciones
poco comprometidas con su personal, pero, y
lejos de moralinas, sabemos que hay individuos más
difíciles de reemplazar que otros, pues, para los
más "reemplazables", la idea de igualdad ante su
en-el-mundo es de suma importancia para que se sientan
imprescindibles, ya que esto genera ciertas actitudes que
pueden sernos de utilidad.

En cambio, y para otros
sectores u otras situaciones, la idea del "sobresalir" debe
redundar en lo en-el-mundo a partir de su yo-con "empresa" para
lograr colocar al individuo en la situación deseada, esta
idea de "desigualdad" ante lo a sobresalir puede ser atacada
desde distintos puntos, por ejemplo el del status dentro de
la
organización, esta idea de "igualdad" o de
"desigualdad" es alimento para ciertos individuos a partir de su
"con" por nihilización de su para-si de
cosa-situación con la posterior concreción de lo
en-el-mundo por ellos pretendido. La idea de
"igualdad-desigualdad" puede ser utilizado tanto para provocar
como para desestimular ciertos en-el-mundo de los
individuos.

La "idea de libertad" y "la
idea de masa" juegan un papel muy importante en cuanto lo
ha-saberse de Relaciones Públicas, y es que las
posibilidades son múltiples, también como en todos
los casos anteriores, puedo utilizar la "idea de libertad" para
lograr un acto liberador en algún individuo en
situación, pero también puedo lograr una
masificación a partir de la "idea de libertad";
según corresponda, la "idea de masa" puede dejarme ante un
en-el-mundo del cual puedo creer no poder salir, o por el
contrario, justamente este tratamiento puede lograr la
activación del individuo para lograr la "idea de
libertad", la clave está en el estudio del ser-con que
redunde lo en-el-mundo del individuo para, y como resultado de la
tesis previa,
producir un ha-saberse que "garantice" nuestro
objetivo.

Para Relaciones
Públicas las verdades son circunstanciales, y esto,
¿qué quiere decir?, pues, que dependen de las
circunstancias, no más que eso; por supuesto que desde
el universo de
la Filosofía, de la razón, podemos decir,
"Nuestras pasiones son la vegetación que cubre la roca desnuda de los
hechos",
y en este caso Nietzsche nos
daría la razón pero, y muchas veces, el tratamiento
de un ha-saberse deberá verse atraído por el ideal
realista de "la verdad es una".

Y ¿por qué?,
pues, será la masa la que nos justifique algunas veces
este tipo de procedimiento, y es que para algunos objetivos
será necesario que esto sea así; la relatividad de
la verdad muchas veces puede servirnos para lograr en el
individuo una situación de yo-pensando, o sea, un
para-si-estático-de-si a partir del "con" al que fue
expuesto, esta relatividad de lo que denomino "verdad", y por
ejemplo, puedo lograrla por caso, "terrorismo",
si nuestro público fuese el pueblo de los EEUU, pues bien
una verdad "única", "los terroristas quieren aniquilarnos,
o son ellos, o nosotros", pues éste fue el tratamiento de
prensa oficial de este país ante esta situación;
ahora bien, pero con el mismo tema, y teniendo un ha-saber en
nuestro país, "mantener el sentimiento anti-yankee", ante
toda la opinión pública que adhiera a la anterior
postura, el tratamiento de la verdad debería ser de tipo
relativo, o sea, poner al individuo ante otra realidad que
proponga un pensamiento, y sería "8 millones de
niños murieron desde 1990 hasta el 2000 por el bloqueo
americano", esto no hace que una persona cambie su postura contra
el terrorismo, pues lo que hacemos es poner a la presunta
víctima en situación de victimario, al quedar las
dos partes en igualdad de condiciones, atacante-víctima,
logramos en apariencia que los individuos queden replanteando sus
pensamientos.

Una cosa importante para
tener en cuenta, primero, el tratamiento del hecho, segundo, la
sensación del hecho. No es parte de Relaciones
Públicas el tratamiento del "hecho en sí", las
verdades de hecho, y ¿a qué me refiero con esto?,
pues bien, por caso, ante un crimen, ¿quién se
encarga del tratamiento del hecho?, pues la policía, sus
peritos son los que determinan qué paso, un juez determina
lo que ha ocurrido en un hecho; ahora bien, de que se encarga
Relaciones Públicas entonces, pues, del tratamiento de la
sensación del hecho, y es en esto que si existe un
dinamismo del que no podemos despreciar, este dinamismo nos da,
según nuestro ha-saberse, según nuestro
público, la "libertad-determinada" del tratamiento,
"libertad" en el sentido de que no podemos cegarnos ni que las
verdades son únicas ni que son relativas; "determinada" en
el sentido de que es nuestro público quien nos define, nos
devela la mejor manera de presentarlo para lograr los objetivos
de nuestro ha-saberse.

Existen otras prerrogativas
de importancia tales como "El gusto", "El gusto del no gusto",
"El gusto de lo distinto", "La ilusión del orden", "La
ilusión del caos" etc. que son importantes para
profundizar, pero, serán reservados a otros estudios, creo
que por el momento, y para el objetivo de este trabajo, con lo
antes expuesto, es suficiente para entender la
esencia.

Para ir finalizando con este
trabajo, no me quiero guardar una consideración creo
importante, muchas veces he visto y comprobado que la gente, en
su generalidad, la masa, no sabe a qué nos dedicamos,
muchas veces se piensa que el relacionista público es
aquella persona que está para tener siempre una sonrisa,
el que nos palmea y figura en todos los eventos, el que
se codea y conoce los nombres de personas importantes pero, que
no hace "nada", sólo basta un buen traje caro y una linda
corbata para ser relacionista público, estar en todas las
fiestas y conseguir "cositas" para los huéspedes de
nuestra institución, esta es la idea de la generalidad,
ahora bien, esto es una generalidad y esto no me molesta, y
¿por qué no me molesta?, pues, es exactamente esta
visión la que creo necesaria para poder hacer tranquilos
nuestro trabajo, si llegara a conocimiento de la masa el por
qué de nuestra función, si lograran conocer
cuáles son nuestros objetivos, pues nuestro trabajo se
vería afectado por un prejuicio que
nos haría mucho más difícil nuestra labor.
La verdadera razón por la que un relacionista
público debe estar en los rincones que nadie ve es
ésta, si "saben" cuál es nuestro trabajo, y nos ven
cerca del hecho, pues pueden dudar de la "veracidad" de sus
sensaciones, y esto, es un riesgo que no
podemos correr. Que piensen que somos los que tenemos suerte, los
que apenas trabajamos, los que nada podemos decir más que
de obras de teatro,
reuniones, cómo comer, cómo ubicarnos; que
parezcamos los sirvientes mimados de la empresa es
justamente nuestro ha-saber-propio que debemos estimular, los que
"por algo deben estar, más no se por qué", ese es
nuestro primer objetivo en Relaciones Públicas dentro de
nuestra organización ante la masa; los dóciles, los
buenos, y por sobre todas las cosas los "inofensivos"; esta es la
clave para poder caminar la empresa y que la gente no cambie de
tema cuando está desayunando, cuando están en los
baños, esperando para irse o en alguna cena de fin de
año. Deberemos conformarnos con alguna prima a fin de
año, y el guiño de algunos directivos que sí
saben cuál ha sido nuestra función; para el resto,
que sólo les parezcamos buenas personas, está
bien.

En cuanto a la finalidad de
este ensayo, espero
sea de ayuda para estimular nuevas visiones de Relaciones
Públicas en los alumnos y en la currícula de la
carrera, y por sobre todo, provocar una actitud positiva hacia la
investigación de nuestra ciencia.

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Ed. Los Libros del Mirasol. 1964

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"El Conocimiento
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Ed.
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RUSSELL, Bertrand.
"Ensayos
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Ed
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RUSSELL, Bertrand.
"Investigación Sobre el Significado y la
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Ed Losada.
2003

RUSSELL, Bertrand.
"La conquista de
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Ed
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RUSSELL, Bertrand.
"Los Problemas
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Ed Labor. 3° Edición. 1995

RUSSELL, Bertrand.
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no soy Cristiano".
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SAMAJA, Juan.
"Introducción a la Epistemología
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Ed. Lugar. 1994

SARTRE, Jean-Paul.
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10° Edición. 1998

SARTRE, Jean-Paul.
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SCHELER, Max.
"El Puesto del
Hombre en el Cosmos".
Ed. Losada. 21° Edición. 1997

SIPINOZA, Baruch.
"Ética". Ed. Longseller. 2003

 

Leo Araya.

Licenciado en Relaciones
Humanas y Licenciado en Relaciones
Públicas.

Universidad Champagnat
– Mendoza – Argentina.

Partes: 1, 2, 3
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