- Sistema de siembra directa.
Definición - Descripción del
sistema - Comparación entre el
sistema convencional y el sistema de siembra directa en cuanto
a pérdida de suelos - Beneficios de una agricultura con
alta cobertura del suelo - Nuevos enfoques (paradigmas)
en la producción agrícola - Efectos de la siembra directa
(sd) en diferentes propiedades del suelo - Situación del sistema de
siembra directa en el mundo - Dificultades y limitaciones en
la adopción de la siembra directa en américa del
sur y cómo han sido superadas - Perspectivas
- El secuestro del carbono y la
siembra directa - Conclusiones
- Bibliografía
1.
INTRODUCCIÓN.
Una de las causas principales de la baja productividad
agrícola en los países en desarrollo lo
constituye la erosión
del suelo (FAO, 1992). En América
Latina, especialmente en las zonas semiáridas y
semihúmedas, existen síntomas comunes de deterioro
del suelo que han sido provocados principalmente por la
intensificación de la producción comercial de cereales,
oleaginosas, y algodón
(Benites et al., 1992).
El empleo de
prácticas de "Labranza Conservacionista" adecuadas puede
detener los procesos de
erosión del suelo en las áreas tradicionales de
producción, y prevenirlos en las zonas de nueva o reciente
expansión agrícola.
En términos generales, la "Labranza
Conservacionista " implica la preservación de los residuos
vegetales de cultivos previos, de ahí que se defina como
cualquier tipo de labranza que mantenga al menos 30 % de la
superficie del suelo cubierta con residuos hasta realizada la
siembra (Mannering et al., 1987). Los residuos protegen el
suelo contra la acción
directa del viento y el agua, lo
que contribuye a reducir o eliminar el encostramiento, sellado y
escorrentía.
La práctica más radical de Labranza
Conservacionista es la denominada Siembra Directa (SD),
también conocida como Labranza Mínima (LM) o
Labranza Cero (Unger et al., 1993). Este sistema de
siembra directa (SSD) constituye una alternativa a la siembra
convencional, la cual nace de la necesidad de encontrar un
sistema sostenible en el tiempo que
asegure, a través del manejo de los suelos, que estos
no perderán su fertilidad ni capacidad productiva y que
las generaciones futuras recibirán suelos capaces de
sostenerlas permanentemente.
Esta búsqueda se basa en la teoría
de que los sistemas
convencionales están deteriorando el medio ambiente
y no son sostenibles. Lamentablemente, se observa como limitante
común para introducir esta tecnología en la
mayoría de los países latinoamericanos el alto
costo de los
equipos especiales para este sistema de labranza.
La Siembra Directa como un sistema de cultivo, no debe
asociarse con el término que profesionalmente se conoce
como lo contrario al transplante, o sea, a la siembra de la
semilla directamente en el campo adonde se le va a cultivar hasta
la cosecha, ya que no corresponde exactamente con la forma en que
se le emplea en lo que se llama el Sistema de Siembra
Directa.
Los seguidores del sistema están tan convencidos
por sus bondades y resultados que en muchos casos consideran que
la Siembra Directa es la única forma de conseguir una
agricultura
productiva sostenible en el tiempo.
Esto se debe a los resultados que han logrado y que en
muchos casos son impresionantes. Estos logros han sido
conseguidos a través de mucho esfuerzo y no pocos fracasos
en el camino por parte de los propios agricultores.
A pesar de esto, no se debe ser tan categórico y
concluyente ya que pueden haber situaciones que necesitan de
soluciones
distintas, sin embargo, la Siembra Directa parece demostrar que
este es uno de los caminos correctos en la solución del
significante problema existente actualmente sobre la notoria
degradación de los suelos que es necesario
revertir.
Palabras claves:
Siembra directa; conservación de suelos;
erosión; labranza conservacionista; agricultura
sostenible.
2. SISTEMA DE
SIEMBRA DIRECTA. DEFINICIÓN.
El Sistema de Siembra Directa (SSD) se ubica dentro del
concepto de la
agricultura sostenible, definida como aquella que procura
establecer una productividad alta del suelo permanentemente, a
manera de conservar o restablecer un medio ambiente
ecológico equilibrado (Adelgelmy Kotschi, 1985).
Comprende, además, la viabilidad económica y el
mejoramiento de la calidad de
vida.
El Sistema de Siembra Directa (SSD), también
llamada en español
"Siembra Directa", "Labranza Cero"; "No Tillage Agriculture" en
inglés
o "Plantio Direto" en portugués, es definida por el
Conservation Technology Information Center de EE.UU. como
el sistema de preparación del suelo y de vegetación para la siembra en el que el
‘disturbio’ realizado en el suelo para la
colocación de las semillas es mínimo, ubicando
éstas en una angosta cama de siembra o surco que depende
del uso de herbicidas para el control de las
malezas.
El suelo se deja intacto desde la cosecha hasta una
nueva siembra, excepto para inyectar fertilizantes.
3.
DESCRIPCIÓN DEL SISTEMA.
Tal como indica la definición anterior, el SSD
comprende un conjunto de técnicas
integradas que tienen por objetivo
mejorar las condiciones ambientales (agua –
suelo – clima) para
explotar en la mejor forma posible el potencial genético
de producción de los cultivos. Deben tenerse en cuenta
tres requisitos mínimos:
. Suelo con cero o mínima labranza.
. Rotación de cultivos.
. Suelo cubierto con rastrojos vegetales
permanentemente.
No obstante, el SSD no es un sistema de reglas fijas
sino que debe ser adaptado y enriquecido con las adaptaciones y
experiencias locales. El objetivo principal es mantener o
restaurar de manera natural la vida del suelo, su contenido de
materia
orgánica y sus condiciones físicas, químicas
y biológicas para que pueda ser agrícolamente
productivo y que sea rentable para el agricultor por medio de la
reducción de costos de
cultivo.
Al mismo tiempo se logra la preservación del
medio ambiente al reducirse la emisión de CO2 y la
disminución de la erosión hidráulica y
eólica, además de otros beneficios.
El SSD trata de reproducir en zonas de cultivo los
procesos naturales propios de zonas naturales en donde los
residuos vegetales y animales son
incorporados al suelo de acuerdo a los ciclos naturales en forma
de capas acumulativas.
Por esto, el impulso inicial debe darse en las zonas
tropicales o subtropicales que tienen condiciones ambientales de
humedad y calor para que
los procesos de descomposición se produzcan con cierta
facilidad.
4.
COMPARACIÓN ENTRE EL SISTEMA CONVENCIONAL Y EL SISTEMA DE
SIEMBRA DIRECTA EN CUANTO A PÉRDIDA DE
SUELOS.
Sin dudas, el sistema de siembra directa resulta
sustancialmente más ventajoso y efectivo que el sistema
convencional en cuanto a la pérdida de suelos que se
produce durante la implementación de dicho sistema; todo
ello corroborado en el acápite anterior.
Un ejemplo de ello lo tenemos en el siguiente estudio
realizado en Illinois (Abril, 1973), USA, el cual muestra el efecto
de la labranza cero versus el efecto de la labranza convencional
sobre la pérdida de suelo en un promedio de cuatro
años. (Ver Cuadro # 1).
Cuadro # 1. Efecto de la labranza vs. labranza
convencional sobre pérdida de suelo por erosión
(1969-1972).
Fuente: Gard, Illinois, Abril
1973.
5. Beneficios de una
agricultura con alta cobertura del suelo.
Los sistemas de labranza conservacionista del suelo y la
siembra directa ofrecen numerosas ventajas que no pueden ser
obtenidas con la labranza intensiva. Estas ventajas han sido
resumidas de la siguiente forma:
- Necesidades menores de mano de obra.
- Economía de tiempo.
- Menor desgaste de la maquinaria.
- Economía de combustible.
- Aumento de la productividad a largo
plazo. - Mejoramiento de la calidad del
agua superficial. - Disminución de la erosión.
- Mayor retención de humedad.
- Aumento de la infiltración de agua en el
suelo. - Disminución de la compactación del
suelo. - Mejoramiento de la estructura
del suelo. - Aumento de la vida silvestre.
- Menor emisión de gas
carbónico a la atmósfera. - Reducción de la polución del aire.
6. Nuevos
Enfoques (Paradigmas) en
la Producción Agrícola.
Sistemas tradicionales de uso agrícola con
laboreo intensivo tienen como resultado (en los trópicos y
subtrópicos), la degradación y la pérdida de
productividad de los suelos. Esto tiene como consecuencia
la pobreza, el
éxodo rural, el aumento de poblaciones marginales y los
conflictos
sociales.
Si se pretende ofrecer a los agricultores y campesinos y
sus familias una posibilidad de sobrevivencia digna en el campo y
si se procura practicar una agricultura sostenible, deberá
cambiarse el enfoque de uso y manejo del suelo.
A continuación se presentan los enfoques antiguos
y actuales (paradigmas) y se analizan las consecuencias de estas
dos formas de manejo del suelo.
ENFOQUE ANTIGUO. | ENFOQUE ACTUAL. |
|
|
CONSECUENCIAS DE LA PREPARACIÓN DEL | CONSECUENCIAS DE LA SIEMBRA DIRECTA Y DE LA |
|
|
EFECTOS EXTERNOS DE LA | EFECTOS EXTERNOS DEL SISTEMA DE |
RESULTADO: | RESULTADO: |
Explotación del suelo = | Utilización racional del suelo. |
7. Efectos de la
Siembra Directa (SD) en diferentes propiedades del
suelo.
- Efecto de la SD en las propiedades
químicas del suelo.
La Siembra Directa, en comparación con la
preparación convencional de los suelos, tiene efectos
positivos en las propiedades químicas más
importantes del suelo. Bajo el sistema de Siembra Directa se
registran mayores valores de
materia orgánica, nitrógeno, fósforo,
potasio, calcio, magnesio, como también mayores valores de
pH y mayor
capacidad de intercambio catiónico, pero menores tenores
de Al (Sidiras y Pavan, 1985; Derpsch et al., 1986; Lal 1976:
Lal, 1983; Crovetto, 1992).
- Efecto de la SD en las propiedades
físicas del suelo. - Bajo el sistema de la Siembra Directa, en
comparación a la preparación convencional, se
registran mayores tasas de infiltración (Roth, 1985), lo
que lleva a una drástica reducción de la
erosión. Las investigaciones
a campo muestran que en Siembra Directa se miden mayores
tenores de humedad y temperaturas más bajas del suelo
(Kemper y Derpsch, 1981, Sidiras y Pavan, 1986). Al mismo
tiempo se registra una mayor densidad del
suelo (Lal, 1983; Derpsch, et al., 1991), la cual algunos
científicos califican como negativa. En el Paraguay,
Brasil y
Argentina sin embargo, a pesar de la mayor densidad de los
suelos bajo Siembra Directa, se logran mayores rendimientos con
este sistema. - Efecto de la SD en las propiedades
biológicas del suelo.
Dado que no se utilizan implementos que destruyen los
"nidos" y canales que construyen los microorganismos, se registra
una mayor actividad biológica bajo el sistema de Siembra
Directa. Además, los microorganismos no mueren de hambre
bajo este sistema (como en el caso de los suelos descubiertos de
la agricultura convencional), porque siempre se encuentran
sustancias orgánicas en la superficie que proveen los
alimentos
necesarios. Finalmente, las condiciones más favorables de
humedad y temperatura
también tienen un efecto positivo en la vida de los
microorganismos del suelo. Por ello, en el sistema de Siembra
Directa se registran más lombrices, más
artrópodos (acarina, colémbolas, insectos),
más microorganismos (rizobios, bacterias y
actinomicetos), así como también hongos y
micorrizas (Kemper y Derpsch, 1981, Kronen, 1984, Voss y Sidiras,
1985).
8. SITUACIÓN
DEL SISTEMA DE SIEMBRA DIRECTA EN EL MUNDO.
Desde sus inicios en la década de 1970, la
práctica del SSD en el mundo se ha venido incrementando
rápidamente en varios países, lo que ha permitido
ir ganando más experiencia sobre el tema.
En la siguiente tabla aparece la situación que en
el 2000/2001 existía en el mundo respecto al área
agrícola existente con la aplicación des sistema de
siembra directa.
Tabla # 1 Situación general de la siembra
directa en el mundo (Has).
PAÍS | 2000/ 2001 |
EE.UU. | 21.120.000 |
Brasil | 13.470.000 |
Argentina | 9.250.000 3) |
Australia | 8.640.000 4) |
Canadá | 4.080.000 5) |
Paraguay | 960.000 6) |
México | 650.000 7) |
Bolivia | 350.000 8) |
Venezuela | 150.000 9) |
Chile | 100.000 10) |
Colombia | 70.00011) |
Uruguay | 50.00012) |
Otros | 1.000.00013) |
Total | 59.890.000 |
Datos de 1999 – 2000. Varios
autores.
Sin embargo, en algunos casos, como en Brasil hubieron
agricultores que abandonaron su práctica, principalmente
por la falta de maquinaria apropiada para hacer la siembra en
predios con extensiones grandes y también porque no
encontraban los resultados esperados ya sea por las condiciones
especiales de sus predios o por errores. La falta de maquinaria
se solucionó con la aparición en Brasil de
fábricas de sembradoras principalmente capaces de sembrar
grandes extensiones sobre suelos sin labranza y cubiertos de paja
(Residuos vegetales).
9. Dificultades
y limitaciones en la adopción
de la siembra directa en América
del Sur y cómo han sido superadas.
9.1 Máquinas
adecuadas.
Solamente en 1975 fueron construidas las primeras
máquinas para siembra directa en Brasil, de tal forma que
muchos agricultores se iniciaron en este sistema, transformando
sus máquinas convencionales. Las primeras máquinas
construidas en el Brasil, basadas en el azadón rotativo
(Howard Rotacaster) eran lentas y los agricultores quedaron muy
contentos cuando máquinas más rápidas y
perfeccionadas, basadas en el triple disco aparecieron en el
mercado en 1976.
La importación de máquinas ha sido
virtualmente imposible en el Brasil y difícil en otros
países debido a los altos impuestos.
La producción de máquinas especializadas
comenzó mucho más tarde en otros países de
América Latina como Argentina y México.
Hoy en día, aproximadamente 15 industrias en
Brasil y unas 30 en Argentina están construyendo
máquinas de siembra directa para medianos y grandes
productores.
Para agricultores mecanizados, pequeños o
medianos, se recomienda que compren una máquina multiuso,
adecuada para granos gruesos (soja, maíz,
sorgo, girasol), con espaciamientos mayores entre líneas y
al mismo tiempo adecuadas para granos finos (trigo, avena,
centeno y cultivos de abonos verde en general) con espaciamientos
estrechos entre líneas. La falta de consideración
de este aspecto, coloca a los agricultores que no tienen capital
suficiente para comprar dos máquinas, en situación
difícil.
Por lo general estos agricultores optan por una
máquina de granos gruesos y se ven por lo tanto
imposibilitados de sembrar cultivos como el trigo o los abonos
verdes, dificultando la realización de rotaciones
adecuadas de cultivos. Dejar el terreno en descanso en el
invierno en el Sur de Brasil o Paraguay tiene como resultado una
alta infestación de malezas y altos costos para
eliminarlas.
9.2 Herbicidas adecuados.
Los primeros años de adopción de la
siembra directa en América del Sur fueron especialmente
difíciles, porque los únicos herbicidas disponibles
eran Paraquat y 2,4-D. El azadón salvó muchos
cultivos de un fracaso en esa época.
Al inicio de la década de 1980, el número
de herbicidas disponibles para el sistema había crecido a
tal punto, que resultaba difícil saber las propiedades de
los distintos productos
disponibles en el mercado. Los únicos que en esa
época ofrecerían informaciones sobre las
características de los diferentes productos eran las
propias compañías que los producían. Esto
hacía muy difícil para los agricultores identificar
y encontrar los productos que necesitaban.
Dos publicaciones escritas en el inicio de la
década de 1980 (Rodríguez y Almeida, 1998; Lorenzi,
1994), ambas ahora en su cuarta edición, ayudaron a los productores y
técnicos a disponer de más información sobre el control de malezas en
siembra directa permitiendo que un mayor número de
agricultores adoptara este sistema.
La producción y disponibilidad de una mayor
variedad de herbicidas más eficientes, junto con una mayor
diversidad de máquinas de siembra directa más
eficientes, disponibles en Brasil y Argentina, ha llevado a un
crecimiento sin precedentes de la siembra directa en
América del Sur.
9.3 Cambio
mental.
Un cambio mental de agricultores, técnicos,
extensionistas e investigadores, distanciándose de
operaciones de
preparación degradantes del suelo y cambiando hacia
sistemas de
producción agrícola sustentables como la
siembra directa fue necesario para obtener cambios en actitudes de
los agricultores.
Mientras la cabeza permanezca convencional
será muy difícil implementar una siembra directa
exitosa a nivel de agricultor. Hemos aprendido, que si el
agricultor no realiza un cambio mental radical en su cabeza y
mente, nunca será capaz de hacer funcionar la
tecnología en forma adecuada. Hemos encontrado que esto no
es solamente verdadero para agricultores, sino también
para técnicos, extensionistas y para
investigadores.
La siembra directa es tan diferente del sistema
convencional y pone todo "cabeza abajo", que cualquier persona que
quiera tener éxito
con esta tecnología tiene que olvidar prácticamente
todo lo que ha aprendido sobre labranza convencional. Al mismo
tiempo uno debe estar constantemente preparado para aprender
nuevos aspectos de este sistema de producción. Antes de
cambiar su sembradora el agricultor deberá cambiar su
mente para que el sistema funcione.
9.4 Conocimiento.
La falta de conocimientos técnicos apropiados y
adecuados al sitio sobre el sistema de siembra directa ha sido
probablemente la mayor limitación para la difusión
del sistema en algunos países y regiones de América
Latina.
El mayor cambio que un agricultor tiene que enfrentar
cuando se mueve del sistema convencional al sistema de siembra
directa probablemente sea el control de malezas. Para estar en
condiciones de manejar esta nueva situación el agricultor
tiene que tener buen conocimiento especialmente sobre herbicidas,
malezas y tecnología de aplicación.
- El conocimiento y la información es la
principal limitación a la adopción de la siembra
directa en la mayoría de los países. La
información debe ser relevante, actual, apropiada al
sitio, verdadera y útil si es que se pretende generar
impacto entre los agricultores. - El primer paso antes de cambiar el sistema de
producción e iniciar la siembra directa debería
ser que agricultores, investigadores, técnicos y
extensionistas mejoren sus conocimientos sobre todos los
aspectos del sistema. - La superioridad del sistema de siembra directa sobre
la preparación convencional ha sido en general probada
bajo una gran variedad de condiciones en todo el mundo. Ahora
es necesario, desarrollar y adaptar el sistema localmente y
asegurarse de que la tecnología funcione bien bajo las
condiciones ambientales y socio- económicas de cada
lugar. - Necesitamos aprender cuáles suelos no son
apropiados o tienen limitaciones para aplicar el sistema y
cómo podemos sobreponernos a esas
limitaciones. - También tenemos que saber que existen otras
limitaciones para la adopción bajo condiciones locales
(ej: máquinas, herbicidas abonos verdes adecuados,
rotaciones adecuadas, conocimiento) y también estar
conscientes de eventuales limitaciones socio-económicas,
y encontrar formas de sobreponernos a esas
limitaciones. - La actitud "no
va a funcionar" no ayuda a resolver problemas en siembra
directa! Si es que estamos conscientes sobre el hecho de que la
siembra directa es un sistema de producción
agrícola verdaderamente sustentable en la agricultura
extensiva de los trópicos y subtrópicos, entonces
tendremos que encontrar formas de sobreponernos a los problemas
y a las limitaciones. - No deberíamos preocuparnos por rendimientos
menores en el sistema de siembra directa, mientras tengamos
retornos económicos mayores. - El control de la erosión, la mejoría de
las condiciones químicas, físicas y
biológicas del suelo, los costos menores de maquinaria,
la reducción en los costos de la mano de obra y horas
tractor, el poder
realizar los trabajos en el momento oportuno, los retornos
económicos más altos y otros beneficios del
sistema, deberán garantizar un crecimiento continuo de
la siembra directa permanente en la mayoría de las
regiones del mundo.
11. EL
SECUESTRO DEL
CARBONO Y LA SIEMBRA DIRECTA.
Muchas veces se habla del Secuestro de Carbono y la
Siembra Directa, pero no siempre se sabe a ciencia cierta
a que nos referimos o como funciona este proceso. Al
respecto, conviene aclarar algunos conceptos básicos antes
de profundizar en el tema.
La actividad humana a lo largo de su historia ha ido
incrementando la concentración de algunos gases en la
atmósfera los cuales son responsables del llamado
"efecto
invernadero", con el consiguiente aumento de la
temperatura media de la atmósfera.
Para entender este proceso conviene comenzar repasando una
ley de
física que dice que "todos los cuerpos emiten
radiaciones cuya longitud de onda en inversamente proporcional a
la temperatura del cuerpo". Simplificándolo, un cuerpo
que tenga alta temperatura emitirá radiación de
onda corta; en tanto, que un cuerpo con menos temperatura
emitirá radiación de onda larga. Siguiendo con el
razonamiento, la radiación solar es de onda corta, y logra
atravesar la atmósfera, ya que los gases presentes son
transparentes a este tipo de radiación.
Cuando llegan al suelo los rayos son absorbidos,
produciendo su calentamiento. Luego, en función a
su temperatura, el suelo emite radiación de onda larga
hacia la atmósfera. Pero, a diferencia de lo que
ocurría con los rayos solares, algunos gases presentes
(como el dióxido de carbono) son opacos a este tipo de
rayos, reflejándose y volviendo al suelo. Dado que la
concentración de este tipo de gases viene aumentando, el
efecto final es que al no permitir la salida de la
irradiación emitida por el suelo haga un efecto de espejo,
recalentando la atmósfera.
Por lo tanto, resulta crucial que existan actividades
que sean capaces de captar CO2 del aire y secuestrarlo
en el suelo, para tratar de llevar la concentración de
CO2 en la atmósfera a sus niveles normales,
revirtiendo el proceso. En este sentido, la forestación y
la Siembra Directa (SD) son ejemplos de prácticas
secuestradoras de carbono.
11.1 EL ROL DE LA AGRICULTURA Y EL CASO DE LA SIEMBRA
DIRECTA.
Las plantas
naturalmente realizan, en presencia de luz solar, un
proceso denominado fotosíntesis mediante el cual generan los
diferentes tejidos que las
forman. Para ello toman agua y nutrientes del suelo, y
dióxido de carbono de la atmósfera. Cuando mueren,
los restos vegetales (ricos en carbono) quedan sobre la
superficie del suelo y son descompuestos por diferentes
organismos en forma sucesiva.
En este proceso biológico de
transformación, parte de ellos pasan a formar la materia
orgánica del suelo. En consecuencia, la materia
orgánica se convierte en un reservorio de carbono, ya que
este elemento estaba presente como parte constitutiva de las
plantas.
Este proceso natural, que ocurre en una pradera, en un
bosque o en el jardín de una casa puede ser modificado por
la actividad humana. Históricamente, agricultura es
sinónimo de labranzas. Es más, actualmente el 95%
del total de la superficie mundial bajo producción
agrícola se realiza en labranza convencional.
Así analizada la agricultura puede ser vista (y
de hecho lo es) como una actividad netamente emisora de
CO2. Al roturar en forma recurrente el suelo la
agricultura tradicional promueve (por un lado) una
oxigenación violenta y (por otro) deja expuesta fracciones
lábiles de la materia orgánica a la acción
de la biomasa microbiana. Y, si bien es cierto que parte de ese
carbono vuelve a través de los rastrojos, el balance final
de C en el suelo es negativo.
Esto provoca una disminución de los tenores de
materia orgánica, la cual se pierde en forma de
CO2 a la atmósfera, con resultados negativos
para la productividad del suelo y para el ambiente en su sentido
más amplio.
Sin embargo, en los últimos 20 años la Siembra
Directa ha aparecido en escena, planteando sistemas productivos
agropecuarios no sustentados en la necesidad de las labranzas.
Manejada criteriosamente (esto es con rotación de cultivos
y reposición de nutrientes) la SD contribuye a aumentar
los porcentajes de materia orgánica del suelo,
favoreciendo el secuestro de carbono y mitigando; en
consecuencia, el efecto invernadero. Los residuos de los cultivos
al no ser perturbados son descompuestos lentamente por los
organismos del suelo, haciendo que se acumule materia
orgánica. Por otro lado, la ausencia de laboreo no solo
hace que esa materia orgánica no caiga
drásticamente, sino que propicia su aumento.
11.2 BIOMASA MICROBIANA EN SIEMBRA DIRECTA Y SU
RELACIÓN CON EL SECUESTRO DE CARBONO.
El tipo de labranza ha demostrado tener un gran efecto
sobre la distribución de los residuos y nutrientes
en el suelo. La implementación de la siembra directa
tiende a mejorar las propiedades biológicas,
químicas y bioquímicas de los suelos, y cambia la
composición, distribución y actividades de las
comunidades microbianas (Deng y Tabatabai, 1997; citado por
Montero y Sagardoy, 2001). Al respecto, Montero (2001)
realizó un estudio con el objetivo de estudiar durante dos
años los niveles y tendencias microbiológicas de un
suelo con 6 y 9 años bajo SD y cultivado con maíz y
soja.
Durante el período de estudio, se observó una
tendencia creciente, tal que existió un aumento de hasta
219 % en el C microbiano a los 21 meses de iniciado el estudio.
Simultáneamente, los cultivos de maíz y soja
promovieron incrementos de 28 % y 12 %en los contenidos de
materia orgánica (Fig. 4). Esto reflejó la
respuesta de la biomasa microbiana a la acumulación de
sustrato carbonado que se produce, a través de los
años, en los suelos superficiales tratados con SD y
manejados adecuadamente (Kandeler et al. , 1999a,
1999b).
Resultados similares fueron observados por McCarty et
al. (1998) quienes registraron, después de tres
años de aplicar SD, un aumento del 33 % en el C microbiano
presente en el perfil superficial (0-2,5 cm) de un suelo franco
arcilloso cultivado con maíz, en Maryland (Estados
Unidos).
En conclusión, mencionan Montero y Sagardoy
(2001) los cultivos de maíz y soja realizados durante dos
años en un suelo Argiudol típico que tenía
seis y nueve años de cultivo de trigo y soja bajo SD,
mostraron un efecto positivo sobre la microbiología del suelo superficial. La
rotación de cultivos mencionada suministró
adecuadas cantidades y calidades de residuos y otros materiales
orgánicos porque, además de promover aumentos en
los contenidos de materia orgánica, estimuló
significativamente los niveles de C de la biomasa microbiana.
Además, se observó que el suelo del lote con
más años de SD liberaba menores niveles de
CO2 . Esto sugiere una protección contra el
ataque microbiano de la materia orgánica y favorece el
secuestro de C en el suelo.
11.3 BONOS DE
CARBONO.
Hay algunos indicios que indican que sería
posible que en un futuro cercano los productores que secuestran
carbono vía SD reciban una retribución por su
servicio. Al
respecto, es factible que se establezca un sistema de comercialización de créditos de carbono. Algunas
compañías de energía han comenzado a comprar
y negociar bonos de carbono en algunos casos. Como ejemplo,
empresas
eléctricas de América del Norte y Europa que
están pagando a productores de Canadá, y Estados
Unidos (Pacífico Noroeste y Texas) entre 3 y 4 U$S/acre
(entre 7.5 y 10 U$S/ha) por secuestrar carbono.
Pero incluso, si no hubiera pagos por el secuestro de carbono, el
aumento de materia orgánica que se logra es un negocio en
sí mismo, debido al impacto positivo que su incremento
posee sobre diversas propiedades edáficas que influyen en
la productividad de un suelo.
El sistema de siembra directa permite iniciar una
etapa de mejoramiento de la calidad de los suelos incrementando
el stock de COS – lo cual aumenta la fertilidad, mejora la
economía
del agua y disminuye drásticamente la tasa de
erosión.
La SD incrementa la cantidad de carbono del suelo y
produce cambios en la calidad de la materia orgánica con
tendencia a aumentar las fracciones gruesas, especialmente en
los suelos con menor contenido relativo de materiales
finos.
La rotación de cultivos es capaz de suministrar
adecuadas cantidades y calidades de residuos y otros materiales
orgánicos, además de promover aumentos en los
contenidos de materia orgánica, así como
estimular significativamente los niveles de C de la biomasa
microbiana.
la SD contribuye, además de aumentar los
porcentajes de materia orgánica del suelo, favorecer el
secuestro de carbono y por tanto mitigar; en consecuencia, el
efecto invernadero.
La implementación de sistemas de Siembra
Directa (SD) es una alternativa tecnológica que controla
con gran efectividad la erosión, considerado éste
como el principal factor degradante de los suelos.
La práctica de la SD se ha venido expandiendo
por el mundo desde sus inicios, sobre todo en países
altamente industrializados.
Debido a la preparación del suelo y bajo
condiciones tropicales y subtropicales, la materia
orgánica generalmente se mineraliza a tasas mayores que
las posibilidades de reposición, resultando en
contenidos decrecientes de materia orgánica en el suelo
y en una disminución del rendimiento de los cultivos a
través del tiempo.
Las altas intensidades de lluvias que prevalecen en
los trópicos están generalmente asociadas
(inclusive en terreno casi plano) con pérdidas de suelo
mayores que la regeneración natural, resultando en
degradación química, física y
biológica del suelo y en una disminución del
rendimiento de los cultivos a través del
tiempo.
Debido a que la degradación de la materia
orgánica y/o la erosión no puede ser evitada
cuando el suelo es arado o preparado mecánicamente, la
sustentabilidad de la producción agrícola no
puede ser alcanzada mientras se prepara el suelo en los
trópicos. La arada y la preparación mecánica del suelo son antagónicos
al uso sostenible de la
tierra.
La Siembra Directa en cantidades razonables de
residuos vegetales en general mejora las características
químicas, físicas y biológicas del suelo,
tornando posible una agricultura sostenible.
La preparación mecánica del suelo resulta en emisiones
inaceptables de dióxido de carbono (CO2) a la
atmósfera y en vez del carbono ser depositado en el
suelo aumentando su fertilidad, el revolvimiento del suelo
contribuye al efecto invernadero y al calentamiento global del
planeta.
- La utilización del sistema de Siembra Directa
con cobertura permanente del suelo no solamente mejora la
calidad del suelo para el agricultor, sino mejora el medio
ambiente para todos. - La Siembra Directa sobre residuos de cultivos
anteriores o sobre abonos verdes en combinación con
rotaciones adecuadas de cultivos, es el sistema de
producción del futuro si es que realmente se procura
poner en práctica una agricultura
sostenible.
- Crosby, Y,H. 2001 ¿Alternativa para la
sostenibilidad de la agricultura peruana? Ministerio de
Agricultura del Perú. - Crovetto, C., 1992. Rastrojos sobre el suelo. Una
introducción a la cero labranza.
Editorial Universitaria, Santiago, 301pp. - Crovetto, C., 1992: Rastrojos sobre el suelo. Una
introducción a la cero labranza. Editorial
Universitaria, Santiago, Chile. - Derpsch et al., 1986: Results of studies made from
1977 to 1984 to control erosion by cover crops and no- tillage
techniques in Paraná, Brazil. Soil & Tillage
Research, 8, p 253-263. - Derpsch et al., 1991: Controle da erosão no
Paraná, Brasil: Sistemas de cobertura do solo, plantio
direto e preparo conservacionista do solo. Deutsche
Gesellschaft für Technische Zusammenarbeit (GTZ), TZ-
Verlag, Rossdorf. - Gil, R, L; Albornoz, A, 1994. Adaptación
experimental para una sembradora de siembra directa.
Anzoátegui, Venezuela. - ISTRO, 1997: International Soil Tillage Research
Organization (ISTRO), INFO- EXTRA, Vol. 3 Nr° 1, Enero
1997. - Kemper, B., Derpsch, R., 1981: Results of studies
made in 1978 and 1979 to control erosion by cover crops and no-
tillage techniques in Paraná, Brazil. Soil and Tillage
Research, 1, 253 – 267. - Kronen, M., 1984: Der Einfluß von
Bearbeitungsmethoden und Fruchtfolgen auf die
Aggregatstabilität eines Oxisols. Z. f. Kulturtechnik und
Flurbereinigung, 25, 172 – 180. - Lal, R., 1976: No- tillage effects on soil properties
under different crops in Western Nigeria; Soil. Sci. Soc. Am.
J.; 40, 762- 768. - Lorenzi, H., 1994: Manual de
identificação e controle de plantas daninhas,
plantio direto e convencional, 4ª edição,
Editora Plantarum, Nova Odessa, Brazil, 299 pp - Rodríguez, B.N., Almeida, F.S., e 1998:
Guía de herbicidas. 4ª Edição,
Editora dos autores, Londrina 1998, 648 pp - Roth, C. H., 1985: Infiltrabilität von
Latossolo- Roxo- Böden in Nordparaná, Brasilien, in
feldversuchen zur Erosionskontrolle mit verschiedenen
Bodenbearbeitungssystemen und Rotationen. Göttinger
Bodenkundliche Berichte, 83, 1 – 104. - Sidiras, N., Pavan, M.A., 1985: Influencia do sistema
de manejo do solo no nivel de fertilidade. R. bras. Ci. Solo,
9, 249 – 254. - Sidiras, N., Pavan, M.A., 1986: Influencia do sistema
de manejo na temperatura do solo. R. bras. Ci. Solo, 10, 181 –
184. - Voss, M., Sidiras, N., 1985: Nodulação
da soja em plantio direto em comparação com
plantio convencional. Pesq. agropec. bras., 20, 775 –
782.
Edenys Miranda Izquierdo
Ing. Agrónomo
Universidad de Pinar del Río "Hnos Saíz
Montes de Oca", Cuba
Fecha de confección: 15 de Noviembre de
2005