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Aportes para el estudio de una elite dependiente y privilegiada a la vez




Enviado por Alicia Benítez



     

     

    Abstract

    La comunidad morisca en los reinos ibéricos del siglo
    XVI era un grupo social coaccionado por
    la aplicación de políticas reales
    restrictivas a todas sus libertades. Éstas necesitaban la
    mediación de sectores minoritarios de moriscos para su
    puesta en acción, quienes
    cumplían la función de ser correas de
    transmisión de las decisiones monárquicas y fueron
    indispensables para ello.

    Dicho grupo, al que sin duda se puede calificar de
    elite, tuvo la particularidad de encontrarse en una posición
    de bisagra debido a que por un lado estaba en una situación
    subordinada y dependiente respecto de la corona, de sus
    funcionarios y de miembros de la elite cristiana y por otro, se
    hallaba en una situación de privilegio al interior de la
    minoría.

    A partir del análisis crítico de
    los abordajes realizados por diversos historiadores se
    intentarán realizar algunos aportes metodológicos para
    avanzar en el estudio de la misma, especialmente de su
    inserción social y de sus relaciones con el poder y la cultura política hegemónica.

     

    A modo de
    introducción

    Al igual que en otras sociedades, las autoridades
    del Antiguo Régimen se preocupaban por el "gobierno" de la sociedad en su conjunto pero
    éste "… no es monopolio de las autoridades
    regias, sino que está ampliamente distribuido y compartido
    entre los diferentes cuerpos que componen la
    ‘república’…"
    (1). A lo largo del siglo
    XVI la monarquía hispánica
    contuvo en su interior a una comunidad musulmana minoritaria
    sometida (2) , identificada claramente como distinta, y para
    gobernarla se vio en la necesidad de utilizar un grupo
    intermediario que aplicara sus políticas. Si se acepta la
    propuesta formulada desde la teoría política (3)
    , según la cual en todo grupo humano de cierta densidad demográfica, el
    gobierno siempre es ejercido por una minoría, aunque
    varíen las formas de reclutamiento de la misma o
    los mecanismos de su legitimación, se puede
    intentar analizar a la comunidad musulmana-mudéjar-morisca
    de estos reinos en el largo siglo que va desde el inicio de la
    conquista del reino nazarí en 1482 hasta la expulsión
    fuera de la península ibérica en 1609/14, más
    específicamente a la minoría que dentro de ella asume
    un rol dirigente. Para ello es necesario establecer tres
    períodos delimitados por importantes puntos de
    inflexión dentro de estos largos cien años; 1º) el
    inicio de la guerra de conquista en el
    año 1482 hasta las conversiones forzosas de 1501 en el reino
    de Granada, que implicó la pérdida oficial de su
    condición islámica; [esta decisión tuvo sus
    consecuencias definitivas con los bautismos forzosos de Castilla
    en 1502, Navarra en 1526, Valencia en 1521 y finalmente
    Aragón y Cataluña en 1526 (4) ]; 2º) desde los
    bautismos masivos hasta la finalización de la guerra de las
    Alpujarras en 1570 y 3º) desde el desplazamiento de la
    población granadina al
    interior de la península hasta su expulsión fuera de
    ella. Para realizar esta tarea se recorrerá la producción
    historiográfica de varios historiadores dedicados a esta
    temática y se analizarán fuentes editas.

    En este trabajo se realizará un
    acercamiento a algunos de los aportes realizados desde la
    teoría política y desde la sociología para analizar
    las características de los sectores minoritarios que dentro
    de la comunidad morisca granadina cumplieron el rol de ser
    correas de transmisión de las políticas reales. Se
    entiende que para analizar a este grupo islamita dirigente es
    necesario recorrer cada una de estas etapas porque en cada una de
    ellas adquieren características distintas. Para analizar la
    situación en que se encontraban los líderes musulmanes,
    en el primer período estudiado, y comprender las acciones que realizaron
    resultan apropiados los aportes de Max Weber. El análisis se
    realizará sobre la comunidad musulmana del reino
    nazarí, dentro de sus límites geográficos
    hasta 1570.

    Según este autor líder es toda persona que presenta alguna de
    las siguientes características o una combinación de
    ellas: tiene relevancia e influencia en su comunidad, es capaz de
    establecer relaciones de fidelidad, puede ejercer el poder
    necesario para imponer condiciones (5). Este grupo asienta su
    legitimidad en características racionales pues
    "…descansa en la creencia de la legalidad de ordenanzas
    estatuidas y de los derechos de mando…
    " (6) , en derechos
    de mando tradicionales que se basan "… en la creencia
    cotidiana en la santidad de las tradiciones que rigieron desde
    lejanos tiempos y en la legitimidad de los señalados por esa
    tradición para ejercer la autoridad
    " (7) y en sus
    cualidades carismáticas porque realizan una "…entrega
    extraordinaria a la santidad, heroísmo o
    ejemplaridad…
    " (8). El avance cristiano en la guerra
    combinado con las luchas intestinas del reino nazarí
    aislaron a muchas localidades, en la tierra de Málaga por
    ejemplo, donde sus dirigentes actuaron de acuerdo a criterios
    personales enfrentando a los castellanos o pactando con ellos.
    Sin embargo ambas conductas tuvieron como elemento común
    hacerlo en situación de incomunicación con sus pares
    musulmanes frente a la Corona y la sociedad cristianas. Con
    aporte de los estudios realizados por José Antonio
    López de Coca Castañer y el soporte teórico de Max
    Weber se sostiene la
    hipótesis
    según la cual, en la primera etapa,
    los dirigentes de la sociedad musulmana actuaron en soledad
    frente a la corona castellana durante la guerra
    .

    La teoría política ha demostrado que el
    gobierno en una sociedad siempre es ejercido por una
    minoría. Pero las circunstancias particulares hacen variar
    sus formas de reclutamiento y de legitimación; además
    dependiendo del ejemplo analizado cambia su forma de
    reclutamiento o la forma de legitimarlo (9). Si además se
    acepta la propuesta de Wilfredo Pareto y se denomina elite a
    dicho grupo (10) ; es posible analizar con estos conceptos la
    segunda etapa. La elite, gubernamental según Pareto,
    está conformada por un grupo minoritario que dentro de una
    sociedad asume las tareas de gobierno y ejerce el poder
    político, quienes poseen aquellas cualidades socialmente
    reconocidas según la época, a través de las cuales
    se legitima su función de dirección. Según
    Gaetano Mosca esas cualidades han sido las mismas a lo largo de
    la historia, a saber: riqueza,
    mérito personal, los saberes (entre los
    que ubica a la religión), la pertenencia a ciertas
    familias con reconocimiento social, el valor militar; aunque no
    siempre se combinan de la misma forma (11). Según Yannuzzi
    estas combinaciones diferentes producen resultados diversos donde
    prevalecen los valores dominantes (12).
    Siguiendo esta lectura, de Gaetano Mosca y
    Wilfredo Pareto, se puede rescatar la importancia que asumen las
    condiciones subjetivas en las posibilidades ciertas de aspirar al
    poder. Aquella coincide con éstos al utilizar el
    término aristocracia en su sentido etimológico, "los
    mejores
    " (13).

    Al analizar la segunda etapa se encuentra que éstas
    fueron altamente significativas. Los alguaciles y algunos
    notables musulmanes debieron actuar en circunstancias
    extremadamente difíciles. La actitud asumida por cada uno
    de los líderes frente a los cristianos tuvo consecuencias
    directas en la conformación de la nueva elite
    correspondiente a la segunda etapa, como se verá. La guerra
    liquidó a muchos líderes musulmanes locales y
    acabó con la elite nazarí, conformada por una
    minoría de familias relacionadas entre sí por lazos de
    parentesco, poseedoras de importantes recursos económicos y
    sustentadas sobre relaciones de dependencia que las unían a
    numerosos grupos humanos. Luego de la
    caída de Granada se formará una nueva que estará
    compuesta por antiguos dirigentes y por otros nuevos originarios
    de las capas inferiores de la sociedad musulmana promovidos por
    los Reyes Católicos debido a su actividad colaboracionista.
    Por lo tanto se sostiene la hipótesis según la
    cual, en la segunda etapa, la elite nazarí sufrió una
    profunda transformación ocasionada por la conquista
    castellana que implicó su desestructuración y
    descomposición; y que se formó una nueva y distinta de
    la anterior.

    La tercera de las etapas indicadas se inició con el
    traslado de la mayoría de la población morisca al
    interior de la península en condiciones extremadamente
    difíciles, en las cuales la monarquía ya no necesitaba
    –dentro de esta minoría- a un grupo ejecutor de sus
    políticas (14). En esta situación las estructuras de la comunidad
    morisca se desarticularon y el rigor necesario para aplicar dicha
    medida hizo innecesaria la actividad de un grupo intermediario.
    Es por esto que se plantea la hipótesis según la cual en
    este último período la aristocracia morisca granadina
    perdió su condición de elite respecto de esta comunidad
    conversa.

     

    El ejercicio del liderazgo musulmán y la
    descomposición de la elite nazarí

    A pesar de heroicas acciones de resistencia llevadas adelante por
    los habitantes de algunas villas y por algunos grupos de
    combatientes, la guerra de conquista tuvo un desarrollo favorable a los
    cristianos, especialmente desde que utilizaron la pólvora en
    los sitios a las localidades musulmanas. Por otro lado la
    dinastía nazarí se encontraba desde hacía tiempo en un estado profunda decadencia,
    que en lo político se expresaba en desgarradoras luchas
    intestinas.

    Durante la guerra, o sea entre la captura cristiana de
    la Alhama en febrero de 1482 hasta la toma de Granada en 1492, se
    pueden encontrar dos alas, tendencias o actitudes dentro del grupo
    dirigente musulmán. La primera estuvo integrada por aquellos
    líderes que pelearon abiertamente en la misma contra los
    cristianos y la segunda por quienes apelaron a la negociación con la
    corona.

    Los alguaciles de las distintas villas asumieron
    actitudes diferentes; algunos enfrentaron a los cristianos y
    otros pactaron con el enemigo y entregaron sus plazas. Para
    comprender esto es necesario tener presente que los
    parámetros de referencia de la sociedad política
    nazarí se hallaban completamente desdibujados y que tomaron
    sus decisiones acompañados solamente por sus vecinos,
    aislados del apoyo y contención del antiguo aparato de
    gobierno musulmán. En ese contexto, la elite como grupo se
    descompuso y algunos poderosos adquirieron la simple
    condición de líderes.

    Entre los primeros se encuentran los alcaldes de las
    localidades de Málaga, Álora, Coín, Marbella y El
    Burgo, todas pertenecientes a la tierra de Málaga, que
    pelearon en la batalla de Lopera en septiembre de 1483 (15) ,
    luego de la cual todos fueron apresados menos el de Vélez
    Málaga, que murió; también se puede incluir en
    este grupo al alcalde, El Zegrí, de Ronda que escapa de los
    castellanos para dirigirse a la ciudad de Málaga donde
    dirigirá la resistencia (16) , a pesar de haber recibido
    importantes ofertas reales para que se declarase vasallo de los
    Reyes Católicos.

    Otros líderes asumieron una posición distinta.
    Algunos sostuvieron una política negociadora durante la
    guerra; un claro ejemplo de esto fue Alí Dordux, quien
    durante el sitio a Málaga (17) propuso negociar con la
    corona, solicitó el estatuto de mudéjar para la
    población malagueña y su establecimiento en Coín,
    hecho que le permitió obtenerlo sólo para sí y
    para un reducido número de familiares y clientes.
    Luego fue nombrado por los reyes cadi mayor de todos los moros de
    la tierra y más tarde del obispado. Estaba capacitado para
    percibir derechos y salarios relativos a su cargo;
    sin embargo su competencia quedaba limitada a
    casos civiles y no alcanzaba a la resolución de asuntos
    entre cristianos y moros. Como juez supremo de los mudéjares
    actuó en repetidas ocasiones a título de abogado
    defensor de sus correligionarios ante la corona. Fue el encargado
    de cobrar impuestos tales como la
    almaguana, alfitra y alacer, que requerían encabezamiento
    previo. En 1492 fue nombrado "cogedor" de las pagas de la guarda
    costera, donde se destacó debido al enorme respeto que por él
    sentían los musulmanes. Fue muy bien pagado con casas y
    heredades en Málaga y su término, gozó de por vida
    de una suma de veinte mil maravedíes, situadas sobre las
    rentas de Casarabonela (18). A pesar de su acercamiento a los
    reyes, Dordux nunca aceptó bautizarse; antes prefirió
    elegir la emigración, que su muerte no le permitió
    realizar. Este segundo grupo reemplaza al anterior y funda su
    legitimidad, en parte, en sus aspectos carismáticos pero
    sobre todo al recibir su designación como autoridad
    dominante del nuevo poder (19) surgido de la victoria obtenida
    por los cristianos en el campo de batalla.

    Es difícil indicar un punto exacto del inicio de
    relaciones con los cristianos de este conjunto de dirigentes
    musulmanes, sí puede decirse que a medida que los cristianos
    lograban controlar una localidad en la cual quedaba
    población musulmana, establecían lazos con algunas
    personas o grupos colaboracionistas y los instituían como
    las nuevas autoridades. Este fenómeno ha sido relevado por
    el José E. López de Coca Castañer para la tierra
    de Málaga y se entiende que a partir del mismo puede
    generalizarse un procedimiento que consistió
    primero en reemplazar a los alguaciles y nombrar como tales a
    personas de inferior nivel social y de asegurarle los medios económicos
    necesarios para imponerse al resto de la población. Gozaron
    sucesivamente de diversas prebendas como ropas de lujo, fanegas
    de trigo y cebada y especialmente bienes inmuebles; se les
    adjudicó tierras que otros miembros de la comunidad
    habían dejado vacantes en circunstancias siempre
    difíciles. La concesión de mercedes de tierras se
    generalizó en la década de 1490 (20).

    Mientras los musulmanes mantuvieron la categoría de
    mudéjares (21) -en esa década tensa que fue desde la
    firma de las capitulaciones de Granada y otras localidades hasta
    los bautismos forzosos y voluntarios de 1500, período en el
    cual vencedores y vencidos dirimieron continuamente las
    condiciones de dominio y sometimiento – los
    grupos dirigentes de la comunidad musulmana pasaron por
    situaciones de validación permanente.

    Los antiguos líderes musulmanes sufrieron distintas
    suertes como la muerte, la reducción a
    la esclavitud, el cautiverio, la
    emigración al norte de África, el desarraigo y exilio
    interno, etc.. En general no resultaban confiables a sus
    majestades. La corona pretendía mantener el sistema tributario nazarí
    y asegurar un flujo continuo de fondos hacia sus arcas. (22)
    Muchos de ellos aprovecharon en reiteradas oportunidades su
    posición recientemente adquirida en beneficio propio y en
    perjuicio de la comunidad que encabezaban. Se desarrollaron
    así situaciones de extrema crueldad, de exacciones
    exageradas, de abusos personales, etc. Algunos de ellos fueron
    cuestionados, repudiados por su colaboracionismo y en algunos
    casos separados temporalmente de sus funciones por revueltas locales o
    por manejos burocráticos del mismo Dordux (23). Los
    integrantes de este último grupo logran ejercer su
    dominación sobre los otros musulmanes porque la corona los
    designa, los avala respaldando sus acciones y los gratifica con
    dones.

    Puede observarse en los diez años de guerra de
    conquista cómo la sociedad cristiana fue subsumiendo en su
    interior y de diversas maneras a la sociedad musulmana vencida.
    Los sectores colaboracionistas de la comunidad musulmana fueron
    indispensables en este proceso de sometimiento. Puede
    recuperarse un aspecto del planteo realizado por Fernand Braudel
    según el cual Granada presentaba una situación
    colonialista luego de la conquista cristiana (24). También
    puede establecerse una comparación con el fenómeno
    similar de los curacas en el mundo andino, como otro sector que
    posibilitó la aplicación de las políticas de los
    conquistadores cristianos.

    Según indican algunos historiadores, desde 1484 la
    tierra malagueña se encontraba sin dirigentes (25) ; antes
    de la caída de la ciudad de Granada una parte significativa
    de la elite granadina partió hacia el norte de África e
    inmediatamente después la corona facilitó la
    emigración de la mayoría (26) dejando a esta comunidad
    casi sin cuadros dirigentes y en una posición muy
    desventajosa para negociar (27). Atendiendo a esta situación
    se propone la idea de que la elite nazarí sufrió un
    proceso de descomposición que le impidió actuar como
    grupo, y como dirección política de la sociedad
    derrotada. En estas condiciones los líderes islamitas
    actuaron en forma aislada, inconexa, quedando solos frente al
    poder monárquico.

     

    La conversión forzosa y
    la necesidad de instituir una nueva elite

    La rebelión del barrio granadino del Albaicín
    en 1499, su represión y el posterior bautizo forzoso de su
    población fueron seguidas por las revueltas en la Alpujarra
    y en las sierras de Almería, que duraron hasta febrero del
    1500 e incluyeron a los habitantes de la alquería de la Vega
    y de Güejar. En estas circunstancias, la tierra de
    Málaga permaneció en tensa calma. Pero con importantes
    excepciones: los sucesos de sierra Bermeja, donde los
    mudéjares mataron unos clérigos y se produjo una
    espiral de violencia que incluyó
    represión cristiana, la muerte a manos de los musulmanes de
    Alonso de Aguilar, uno de sus principales personeros reales de la
    zona, el refugio de la población en la mencionada sierra, la
    resistencia y finalmente la aceptación por parte del rey
    Fernando para que emigren solamente con lo puesto al norte de
    África.

    Si bien en enero del 1500 la reina Isabel escribió
    a Alí Dordux informándole que no era su voluntad
    bautizar por la fuerza y lo confirmó nuevamente por
    escrito tres semanas más tarde, una vez controlados los
    focos rebeldes, recibió junto a su esposo las bulas papales
    que les garantizan los dos tercios de los diezmos a pagar por los
    futuros bautizados. Los reyes se decidieron por presionar a la
    comunidad mudéjar y la conversión general se
    inició en el mes de julio del 1500 (28).

    En esta coyuntura la corona desarrolló una
    política bastante onerosa de "halagos y dones" hacia algunos
    dirigentes musulmanes, que consistió en nuevas entregas de
    paños y sedas y en la concesión de otros alguacilazgos.
    Se los solía acompañar con exenciones fiscales y
    mercedes. Como parte de este proceso se reemplazaron las
    capitulaciones pactadas durante la conquista por otras nuevas –
    según López de Coca Castañer los reyes
    católicos…" no tenían un plan preestablecido para la
    elaboración de los nuevos contratos feudales
    "… (29) –
    pero todas tenían en común la desaparición del
    sistema fiscal nazarí y su
    reemplazo por el castellano. El bautismo,
    además, implicaba que oficialmente esta población era
    cristiana – por lo tanto que pasaba a ser objeto de control por parte de la
    Inquisición – que sus mezquitas se transformarían en
    iglesias, que su hábitos cotidianos marcados por el
    islamismo debían cambiar.

    Un caso especial de este grupo es el hijo de Dordux, que
    se llamaba Mohamad el Dordux como mudéjar, quien al
    convertirse en el verano del 1500 estimuló con su ejemplo la
    realización de bautizos colectivos. Fue desheredado por su
    padre y tomó el nombre de Fernando de Málaga. La corona
    anuló esta decisión argumentando que el bautismo se
    hizo por servicio de Dios y de los
    reyes. Lo nombraron regidor perpetuo de Málaga, y le
    otorgaron una renta de veinte mil maravedíes y otros veinte
    mil por la desaparición de su cargo de cadí mayor de
    los mudéjares de la tierra (30). Este caso puede ser un
    ejemplo de aquellos se convirtieron y trataron de vivir de
    acuerdo a la nueva fe, realizando un corte con su pasado
    inmediato; manteniendo así su ubicación social.
    Debieron ser especialmente cuidadosos, pues su exposición social era mucho
    mayor que el de otros sectores de la sociedad, por lo tanto las
    expresiones exteriores de la fe cristiana debían ser
    precisas y claras, no debían dejar lugar a dudas puesto que
    la Inquisición los observaba y además deseaba sus
    bienes; por otro lado, la mayoría de los moriscos los
    miraban con benevolencia o con recelo. Otros asumieron
    públicamente su nueva religión, pero sólo en sus
    expresiones exteriores; en la intimidad siguieron fieles al
    Islam.

    En la corona de Aragón, hacia 1526, se repitieron
    algunas situaciones en la transición de mudéjares a
    moriscos. El rey presionó a la comunidad para la
    conversión y se atrajo a algunos notables musulmanes.
    Éstos provenían de los sectores acomodados y eran
    políticamente moderados (31) , se bautizaron y estimularon a
    los sectores bajos de la población a seguir su
    ejemplo.

    Para este momento histórico, puede concluirse que
    la elite musulmana del reino nazarí precedente a 1482
    había desaparecido como tal. Muchos desaparecieron en la
    guerra de conquista, en las rebeliones del Albaicín, de
    Sierra Bermeja y de la Sierra del Espadán. Otros emigraron
    al norte de África durante la guerra, luego de la toma de
    Granada –en 1492- y durante la primera década del
    siglo XVI. Si además se considera a aquellos originarios de
    sectores subalternos de la sociedad musulmana que fueron
    promovidos a dirigentes y sostenidos como tales por la Corona,
    debido a su actividad colaboracionista. Se encontrará que la
    elite morisca, hacia fines de la segunda década del
    quinientos, era un nuevo grupo conformado por los descendientes
    de algunos notables precedentes a 1482 y por los recién
    llegados al estatus de privilegio.

    Esta nueva elite se diferenció del resto de la
    comunidad morisca producto de un proceso de
    estratificación e integración a la
    aristocracia granadina (32). La posesión de importantes
    capitales, el nombramiento en cargos administrativos y
    políticos y una significativa aculturación fueron
    elementos claves de esta transformación (33). Sus
    integrantes recibieron, entre otros beneficios, mercedes reales
    (34) y la sexta parte de los sesenta mil ducados de la farda de
    la Casa real (35) , de la que en 1564 los más acaudalados
    moriscos estaban exentos (36). Este servicio era estimado por
    delegados de la comunidad –los seyses- y era recaudada por
    miembros notables de la comunidad. Además "…muchos de
    los moriscos más importantes se casan con cristianas
    …"
    (37).

    Aún coincidiendo con Bernard Vincent quien afirma
    que "…la aristocracia morisca leal a la corona nunca
    perdió la relación con la comunidad
    …" y que
    ésta "…consideró siempre a los miembros de los
    grandes linajes como sus líderes naturales, tan prestigiosos
    como antaño
    …" (38) se entiende que los elementos
    arriba mencionados condujeron a un proceso de extrañamiento
    de la mayoría morisca humilde y sufrida.

    Entre 1526 y 1555, existía una abundante
    legislación restrictiva de las prácticas y hábitos
    culturales de la comunidad morisca granadina; sin embargo la
    Corona no presionó para que fuera aplicada. Estos notables
    desempeñaron un importante rol en este período
    aperturista (39). Pero el sínodo provincial de Granada de
    1565 (40) marcó un cambio en la política de
    tolerancia y pidió que se
    aplicaran con rigor las ordenanzas existentes. La asamblea de
    teólogos, juristas y militares reunida en Madrid en 1566 se
    pronunció en el mismo sentido (41).

    Parte de la elite convertida reclamó por su derecho
    a ser cristianos con características especiales, es decir
    trataban de mantener algunos signos de su identidad cultural; pero en
    una monarquía que utilizaba a la religión para
    definirse y diferenciarse era imposible discernir entre creencias
    religiosas y diversidades culturales. Además la
    Inquisición comenzaba a perseguirlos, porque aunque hubieran
    recibido el bautismo como elección para no morir (como en
    Valencia), de todas maneras se lo consideraba válido y ella
    podía controlar que su nueva fe fuera respetada y de no ser
    así se los castigaba ejemplarmente.

    En 1567 la corona articuló los medios necesarios
    para aplicar las restricciones a las expresiones culturales, los
    reclamos que se elevaron a la Audiencia de Granada fueron
    rechazados y la ejecución de esta pragmática sería
    una de las principales causas de la rebelión de Alpujarras.
    La comunidad de origen musulmán movilizó a sus figuras
    representativas, se dirigió al rey. En el memorial del
    caballero morisco Francisco Núñez Muley del año
    1567 (42) se explicó con sumo detalle cómo las
    costumbres no implicaban las creencias; que los cristianos viejos
    variaban las suyas según el lugar donde se encontraban y no
    por eso dejaban de serlo y que por lo tanto, ellos tenían el
    derecho de mantener sus costumbres de provincia, inclusive
    para que la sociedad no se perjudicara económicamente. Un
    ejemplo de ello eran los inconvenientes que causaba a los
    moriscos que se dedicaban a la producción y comercialización de la
    seda la obligatoriedad de usar el castellano en sus transacciones
    comerciales. Es decir aquí encontramos a los moriscos en un
    punto de retroceso con respecto a 1491 donde defendían su
    fe, o a 1501 cuando aceptaban el bautismo para seguir viviendo,
    ahora sólo pedían mantener sus particularidades, no ser
    pasados por la maquinaria de los aparatos estatales y salir
    moldeados en cuerpo, alma y vida cotidiana.
    Apelaron a sus recursos económicos, a otorgar subsidios a la
    corona, "sobornos"; pero sólo consiguieron retrasar las
    políticas homogeneizadoras. Quedaba en evidencia que en esa
    sociedad que se estaba reorganizando no había lugar no solo
    para minorías mediadoras, sino para minorías de
    ningún tipo. Además entre 1559 y 1568 una importante
    cantidad de tierras pasaron de manos moriscas a cristianas (43).
    Todos estos elementos abonaron el terreno de conflictos y la rebelión
    estalló en la Nochebuena de 1568 (44).

    A mediados del siglo XVI la corona de Castilla
    tenía conflictos en distintos frentes, en Alemania donde firma de Lutero
    la Paz de Augsburgo con los seguidores en 1555 y en el
    Mediterráneo los musulmanes venían tomando posiciones y
    practicaban el bandidaje en las costas andaluzas con gran
    impunidad, esto además
    era aprovechado por muchos moros residentes en la península
    para emigrar hacia el norte de África. En Italia definía su pulseada
    con Francia por el predominio
    europeo, hasta que en la Paz de Crépy en 1544 Francisco I
    renunció a sus aspiraciones sobre Flandes, Artois y
    Nápoles. Se producía una combinación de enemigos
    externos claramente definidos por la fe con enemigos internos
    también definidos por la fe; si la comunidad morisca
    nítidamente expuesta por su lengua, sus ritos religiosos,
    su vestimenta, su alimentación, etcétera además
    se resistía a perder estas características sus
    posibilidades de seguir existiendo como tal dentro de una
    sociedad que cerraba sus filas aferrándose a la
    religión católica eran cada vez menores.

    Frente al hecho consumado de la rebelión "…
    Cada linaje, en bloque, escogió fidelidad al gobierno
    establecido o a la revuelta
    …" (45). Según Enrique
    Soria Mesa (46). "…Sólo los clanes alpujarreños se
    rebelaron abiertamente con el monarca de Habsburgo
    …" (47).
    La aristocracia granadina estaba internamente estratificada;
    algunos en posiciones muy encumbradas y otros eran simples
    hidalgos. En general respondieron a la Corona, pues la
    conservación de su reciente ubicación social
    dependía de su fidelidad a la misma. El odio incubado por la
    mayoría de la población morisca se expresó en la
    destrucción de muchas de las propiedades rurales de estos
    principales (48) y quienes se pusieron al servicio de la Corona
    superaron en su desempeño a los soldados
    de Felipe II (49).

    El 1º de noviembre de 1570, la Corona comenzó
    a trasladar masivamente a la población morisca hacia el
    interior de Castilla, instrumentando así un método definitivo de
    represión de la rebelión. Sin embargo se ocupó de
    eximir de la medida a treinta dos familias (50) que habían
    demostrado una vez más su fidelidad, esta vez en los
    álgidos momentos de la guerra civil. Se presentó
    así una nueva situación; por un lado, esta elite
    dirigente se encontró sin su base social alterándose
    "…profundamente las condiciones en que se establecía el
    acuerdo tácito entre elites conversas y la Corona
    …"
    (51). Por otro lado la gran masa morisca partió al exilio
    interno nuevamente descabezada, pues los dirigentes de la
    rebelión habían sido eliminados en la guerra civil y
    los notables fieles a la Corona quedaron en Granada exentos del
    desarraigo.

     

    Del exilio interno a la
    expulsión

    A lo largo del año 1570 se realizaron varios
    traslados forzosos de población morisca granadina. La medida
    se implementó con éxito y Felipe II
    quedó satisfecho. Unos meses más tarde, cuando sus
    tropas no podían vencer definitivamente en la cruel guerra
    civil, recurrió a una solución alternativa para
    finalizar el conflicto: trasladar
    masivamente a los conversos sublevados hacia el interior de
    Castilla (52). Las características y vicisitudes de este
    movimiento humano de grandes
    proporciones han sido estudiadas por Bernard Vincent
    (53).

    A partir de este momento la comunidad morisca granadina
    se desarticuló; pues su elite y su base social se separaron
    definitivamente. Como ya ha sido planteado, la elite granadina
    fiel a la Corona fue eximida de esta medida. Esta decisión
    real tuvo varias consecuencias relevantes; la primera evitarles
    las penurias y el sufrimiento del destierro, la segunda quitarles
    su condición de elite respecto de la mayoría morisca.
    Dado que una elite es un grupo minoritario destacado dentro de
    otro más numeroso, con el que comparte características
    significativas. En esta nueva situación los linajes exentos
    del traslado dejaron de ser portadores de esta condición
    (54). De allí en más iniciaron un proceso de
    redefinición de su identidad.

    Al finalizar la guerra la Corona tuvo cierta
    desconfianza de algunos linajes (55) , incluso
    "…confiscó muchas haciendas…, devolviendo sólo
    parte o trocándolas en modestas pensiones vitalicias
    …"
    (56). Sin embargo una parte importante de ellos superó este
    momento difícil y logró recuperarse; pues algunos
    aumentaron sus propiedades inmuebles luego del traslado forzoso
    (57). Las estrategias matrimoniales fueron
    uno de los medios a través de los cuales construyeron una
    nueva identidad luego de 1570; profundizando así un proceso
    iniciado tiempo atrás. Casaron con otros miembros
    distinguidos del grupo converso pero también lo hicieron con
    importantes familias cristianas viejas (58). A lo largo del siglo
    XVI se definieron como conversos de moros cuando les era
    conveniente en el reparto tributario (59). A fines del
    seiscientos, la Corona presionó (60) a estas familias,
    cuando su política se orientaba ya a la expulsión
    definitiva de la masa morisca. Pero la mayoría de estos
    linajes lograron eximirse de esta medida final (61). Incluso
    algunos se mimetizaron como cristianos viejos (62)

    Por su lado la mayoría de la población morisca
    fue trasladada a diversos puntos de la península, en
    condiciones límites para la subsistencia humana, es así
    como murieron muchas personas antes de llegar a destino y cuando
    lo lograron se encontraban en condiciones lamentables. Una vez
    reubicados quedaron en el triángulo formado por Sevilla,
    Toledo y Murcia (63). Se entiende que la dispersión, la
    pérdida de sus bienes materiales, de su libertad, de sus vínculos
    personales –a veces hasta los más próximos-
    explican que en ese momento histórico este grupo social no
    contaba con una elite. Porque en estas condiciones de deterioro
    extremo, el grupo como tal se estaba desdibujando. Por estos
    motivos se entiende que la población morisca granadina
    trasladada hacia Castilla, luego de la guerra de las Alpujarras,
    no contó con la existencia de una elite mediadora entre ella
    y las autoridades cristianas.

     

    Palabras
    finales

    Quedan muchas aristas sin tratar, por ejemplo un
    desarrollo más profundo de las condiciones sociales de la
    comunidad morisca trasladada hacia el oeste y norte de
    Andalucía y hacia Castilla, de las formas de organización que desarrolla
    en esas circunstancias y de las maneras cómo se relaciona
    con las autoridades reales.

    En cuanto a las hipótesis planteadas en la introducción pueden
    confirmarse algunas afirmaciones, por ejemplo que entre 1482 y
    1492 la sociedad musulmana fue descabezada y quedó
    acéfala, por muerte, pérdida de libertad o
    emigración de buena parte de sus líderes. Estas
    circunstancias hicieron que la elite islamita como tal se
    descompusiera y que los líderes locales actuaran aislados
    del marco contenedor del aparato administrativo y político
    del reino nazarí, el que a su vez atravesaba profundas
    luchas intestinas. A partir de la caída en manos cristianas
    de Granada en 1492, la aristocracia granadina sufrió un
    proceso de recomposición dirigido y estimulado por los Reyes
    Católicos. Esta regeneración tuvo su punto de
    inflexión en 1501 cuando debieron elegir entre la
    emigración o el bautismo; luego del mismo los notables
    bautizados se constituyeron en correas de transmisión de las
    políticas reales.

    Sobre el período comprendido entre 1501 y 1570
    puede afirmarse que fue el de existencia más plena de la
    aristocracia morisca. Reconocida, y muchas veces odiada por la
    amplia masa islamita subyugada, fue la encargada de estimar y
    recaudar tributaciones, de negociar postergaciones en la
    aplicación de la legislación restrictiva y a caballo de
    estas funciones acumuló un gran capital en bienes materiales y
    relaciones sociales. Entre 1526 y 1565 la monarquía no
    presionó con dureza a la comunidad morisca para que
    abandonara sus prácticas culturales, pero cuando en 1567 la
    política real cambió se inició un proceso de
    separación definitiva entre la elite morisca y su base
    social; pues los principales linajes moriscos granadinos se
    mantuvieron fieles a la Corona en la guerra de las
    Alpujarras.

    En la última etapa de este siglo largo estas
    familias se reubicaron como parte de la aristocracia cristiana.
    Algunos como simples hidalgos y otros emparentados con relevantes
    linajes cristiano viejos. Utilizaron su condición de
    conversos de moros cuando ésta les benefició en las
    obligaciones fiscales; pero en
    buena medida a principios del siglo XVII eran
    parte de la aristocracia castellana.

    (*) Trabajo presentado como ponencia en el X: Congreso
    Interclaustros de Historia, 2005, Facultad de Humanidades de
    Rosario.

     

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    Notas

    1. Pg. 12 (Guerra, F. X. : 1998).
    2. He desarrollado este concepto en "Algunas
      consideraciones sobre el concepto de moriscos" (inédito)
      presentado en II Jornadas Interinstitutos de Formación
      Docente en Historia: Historia y sociedad en el mundo
      contemporáneo; Rosario, 2003.
    3. Pg. 3 y siguientes (Yannuzzi, M. : 2000).
    4. Pg. 108 y siguientes (Ladero Quesada, M. A. :
      2001).
    5. Pg. 172 (Weber, M.:2004).
    6. Pg. 172 (Weber, M.:2004).
    7. Pg. 172 (Weber, M.:2004).
    8. Pg. 172 (Weber, M.:2004).
    9. Pg. 12 "…Hemos querido demostrar que, en cualquier
      agregado humano que haya alcanzado cierto grado de cultura,
      existe una minoría dirigente, que se recluta de modos
      diversos, pero siempre fundada en la posesión de las
      múltiples y variadas fuerzas sociales; o sea de aquellas
      cualidades que, según el tiempo y el lugar, dan a los
      individuos que las poseen, prestigio moral y preeminencia
      intelectual y económica, y proveen los modos de dirigir la
      voluntad de los otros
      " Gaetano Mosca citado por (Yannuzzi,
      M. : 2000 ).
    10. Pg. 11 "…Tenemos dos capas en la población:
      1º la capa inferior, la clase ajena a la
      elite: por el momento no investigaremos qué
      influencias puede ejercer en el gobierno; 2º la capa
      superior, la elite que se divide en dos partes (a) la
      elite gubernamental; (b) la elite no
      gubernamental…" Wilfredo Paretto citado por (Yannuzzi, M. :
      2000 ).
    11. Pg. 12 "… Los diferentes criterios según los
      cuales se reclutan las distintas clases políticas
      ‘no parecen’ nunca aplicarse en forma exclusiva;
      (por el contrario) se acoplan, se entretejen, se combinan de
      mil maneras, según el nivel de civilización de un
      pueblo…" Gaetano Mosca citado por (Yannuzzi, M. :
      2000).
    12. Pg. 12 "… Esta diversidad de
      combinaciones… produce resultados distintos, reacomoda estos
      valores, atribuyéndoles
      posiciones relativas diferentes, a partir de lo cual se
      redefine su importancia…." (Yannuzzi, M. : 2000).
    13. Pg. "… si pensamos en el término aristocracia
      –tal como lo definen Pareto o Mosca, retomando su sentido
      etimológico-, nos aseguramos de captar los mejores
      elementos para cada momento histórico,…" (Yannuzzi, M. :
      2000).
    14. Pg. 170 y siguientes (Soria Mesa, E. :
      1995).
    15. Pg. 60 (López de Coca Castañer, J.
      E. :1977).
    16. Pg. 67 (López de Coca Castañer, J.
      E. :1977).
    17. Pg. 68 (López de Coca Castañer,
      J.E. : 1977).
    18. Pg. 198 (López de Coca Castañer;
      J. E.: 1977).
    19. Pg. 43…"Poder significa la probabilidad de imponer la
      propia voluntad, dentro de una relación social, aún
      contra toda resistencia y cualquiera sea el fundamento de esa
      probabilidad. Por dominación debe entenderse la
      probabilidad de encontrar obediencia a un mandato determinado
      entre personas dadas;… EL concepto de poder es
      sociológicamente amorfo. Todas las cualidades imaginables
      de un hombre y toda suerte de
      constelaciones posibles pueden colocar a alguien en la
      posición de imponer su voluntad en una situación
      dada. El concepto de dominación tiene, por eso que
      ser más preciso y sólo puede significar la
      probabilidad de que un mandato sea obedecido"… (Weber,
      M.:2004).
    20. Pg. 76 y 77 (López de Coca
      Castañer, J. E. :1977).
    21. Pg. 3 "…en los analistas árabes,
      diligentes consignadores de las cosas de nuestro país,
      hallamos con frecuencia en uso los términos
      dájala (…) y mudejalat (…), que terminan
      el acto de entrar en tratos y conferencias con alguno,
      aplicándose alternativamente, ya á las alianzas de
      los caudillos árabes con los reyes cristianos, ya á
      la sumisión de los súbditos rebeldes, y á las
      veces también á la unión, acomodamiento y
      auxilio que se prestaban los asociados…." (Fernández y
      González, Francisco :1985) Se acuerda con Mercedes
      García Arenal en que a pesar de su antigüedad, el
      análisis del autor sigue manteniendo relevancia debido a
      su lucidez y claridad.
    22. Pg. 77 (López de Coca Castañer,
      J.E.: 1977).
    23. Pg. 584 a 588 (López de Coca Castañer,
      J.E.: 1977) en A.C.M., libro 7º del
      Repartimiento, fols. 19 –26.
    24. Pg. 628 Tomo I"…el español se encontraba
      allí, como el francés en Argel, el holandés
      Batavia o el inglés en Calcuta, en
      el corazón de una empresa colonial, …"
      (Braudel:1953).
    25. Pg. 60 "… padece de una acefalía militar que
      indudablemente repercute en la posterior y escasa resistencia
      que muchos lugares van a ofrecer, pues los musulmanes no
      podían competir con los castellanos a la hora de cubrir
      sus cuadros de mando…." (López de
      Coca Castañer, J.E.: 1977).
    26. Pg. 51 "… tras la emigración de las clases
      dirigentes en su casi totalidad, los musulmanes ‘se
      verán privados de cuadros dirigentes, quedando inermes en
      lo sucesivo y expuestos a toda clase de presiones por parte de
      los vencedores" López de Coca Castañer y a Acién
      Almansa-" citado por en (Soria Mesa, E. : 1992). Pg. 205 "…La
      sociedad morisca granadina es, según generalmente se
      admite, una sociedad decapitada. Después de los episodios
      de la Reconquista (1483-1492) y del levantamiento de los
      musulmanes, acentuado por la conversión forzosa
      (1499-1502), se produjeron dos grandes corrientes de
      emigración hacia África del Norte…." (Vincent, B. :
      1985).
    27. Pg. 39 "… al facilitar la emigración
      especialmente al Norte de África, de muchos personajes
      destacados y trocando muchos de los que quedaron en
      instrumentos suyos, con el fin de organizar un poder
      político subordinado, el cual, como intermediario pudiera
      encargarse de los asuntos internos <de los
      mudéjares> y, simultáneamente, ostentara la
      representación ante los nuevos gobernantes…"
      (García Pedraza, A. : 1995). Pg. 206 "…pero otros
      escogieron deliberadamente adherirse a la causa cristiana. Los
      últimos esfuerzos de los reconquistadores fueron
      singularmente facilitados por las divisiones que minaban a sus
      adversarios. De esta forma permaneció en su puesto una
      micro-sociedad prestigiosa y acaudalada…." (Vincent, B. :
      1985).
    28. Pg. 193 (López de Coca Castañer,
      J.E.: 1993-1994).
    29. Pg. 197 (López de Coca Castañer,
      J.E.: 1993-1994).
    30. Pg. 221 (López de Coca Castañer, J.E.:
      1977).
    31. Pg. 24 "… E. Ciscar y R. García Cárcel
      han demostrado que los delegados musulmanes emanaban de las
      clases acomodadas, políticamente moderadas. Por su parte,
      algunos notables como Hazentala, alcadi de Val del Chelva, o
      Abdala Abenamir, rico vecino de Benaguacil, recibieron del
      monarca sustanciosas recompensas por su colaboración a la
      tarea de la conversión…."; (Domínguez Ortiz, A./
      Vincent, B. : 1984).
    32. Para ver este proceso remitirse a Antonio
      Domínguez Ortiz y Bernard Vincent Historia de los
      moriscos. Vida y tragedia de una minoría
      pg. 19 y
      siguientes; Bernard Vincent Andalucía en la Edad
      Moderna: Economía y Sociedad
      ; Enrique Soria Mesa "La
      asimilación de la elite morisca en la Granada cristiana.
      El ejemplo de la familia Hermes", "Entre moros y
      oscuros labradores cristianos. Un itinerario familiar morisco:
      Los Granada Venegas de Monachil (SS. XVI-XVIII)", "De la
      conquista a la asimilación. La integración de la
      aristocracia nazarí en la oligarquía granadina.
      Siglos XV-XVII" y Amalia García Arenal "La
      asimilación del morisco Don Gonzalo Fernández el
      Zegrí : edición y análisis de su
      testamento".
    33. Pg. 54 "… los Zegríes parecen muy aculturados
      y mantienen pocos vínculos con la comunidad morisca. No
      les preocupa la suerte de ésta y el partido a tomar en el
      momento decisivo no constituye ningún problema para
      ellos…" Bernard Vincent citado en (Soria Mesa, E :
      1992).
    34. Pg. 53 "…Las propias conversiones de muchos de
      ellos, antes de las forzosas de 1500, son igualmente un
      elemento más de separación entre la comunidad y sus
      elites…. Está claro que existe una estrecha
      relación entre la conversión de la aristocracia
      musulmana y la concesión de mercedes…." (Soria Mesa, E.
      : 1992).
    35. Pg. 105 "…Las tres fardas también sirvieron
      para recompensar los buenos y leales servicios de los cristianos
      viejos y de los moriscos. En realidad, 10.000 de los 60.000
      ducados del servicio de la Casa Real eran reservados para ser
      distribuidos en forma de gratificaciones. Los beneficiados eran
      en su gran mayoría moriscos notables encargados de la
      derrama de las fardas…." (Vincent, B. : 1985).
    36. Pg. 107 "…Hemos visto que los cristianos viejos
      estaban exentos de la farda, pero la cuestión que se
      plantea es saber si todos los moriscos la pagaban. Parece que
      no…. Sabemos, sobre todo, que en 1564 fueron consentidas
      varias exenciones, más o menos a unas doscientas personas,
      entre las cuales se encontraban los moriscos más
      acaudalados…. (Vincent, B. : 1985).
    37. Pg. 207 (Vincent, B. : 1985).
    38. Pg. 211 (Vincent, B. : 1985).
    39. Pg. 30 "… La relativa tolerancia concedida a los
      moriscos en 1526 se inserta en el contexto de una política
      que Pierre Chaunu ha calificado de aperturista y que se
      orientaba también hacia los erasmistas y los
      judeoconversos…." (Domínguez Ortiz, A. – Vincent,
      B. : 1984).
    40. Pg. 32 "… las resoluciones de esta asamblea son de
      importancia capital, porque rompen deliberadamente con la
      línea seguida hasta entonces por los prelados. A
      través del texto de nueve
      artículos reclamaban la aplicación de todas las
      cédulas promulgadas y cuya aplicación había
      quedado en suspenso desde 1511. Dejaban de emplearse los
      términos evangelización, predicación,
      catequización
      y sólo se hablaba de
      represión…." (Domínguez Ortiz, A. – Vincent,
      B. : 1984).
    41. Pg. 33 "… La invocación de los prelados fue
      oída, puesto que la asamblea…. hizo suyas casi todas las
      peticiones y añadió la prohibición de todos los
      libros árabes en un
      espacio de tres años…." (Domínguez Ortiz, A.
      – Vincent, B. : 1984).
    42. Pg. 47 y siguientes (García Arenal, M. :
      1996).
    43. Pg. 31 "… Los moriscos granadinos tuvieron aún
      más la sensación de ser expoliados cuando, entre 1559
      y 1568, se procedió, bajo la dirección de un oidor de
      la chancillería de Valladolid,…, a la revisión de
      los límites de las fincas y de los títulos de
      propiedad; si no los
      tenían, caso frecuente sufrían una multa, y si no lo
      pagaban su tierra era confiscada y revendida…."
      (Domínguez Ortiz, A. – Vincent, B. :
      1984).
    44. Pg. 33 "… Los moriscos dieron el paso decisivo con
      el levantamiento de 24 de diciembre de 1568…."
      (Domínguez Ortiz, A. – Vincent, B. :
      1984).
    45. Pg. 46 (Domínguez Ortiz, A. – Vincent, B.
      : 1984).
    46. Pg. 54 (Soria Mesa, E. : 1992).
    47. Pg. 172 (Soria Mesa, E. : 1995).
    48. Pg. 276 Refiriéndose a la función como
      veinticuatro de Granada de Francisco el Zegrí; "…Esta
      actividad es el origen del odio que le tiene los moriscos.
      Durante la guerra sus propiedades rurales son quemadas. Al
      final del conflicto, Francisco el Zegrí está
      prácticamente arruinado…." (Vincent, B. :
      1985).
    49. Pg. 172 "…Los más destacados de estos
      cristinas nuevos cooperaron activamente con las autoridades
      castellanas, incluso superaron en celo a los soldados de Felipe
      II…." (Soria Mesa, E. : 1995).
    50. Pg. 274 (Vincent, B. : 1985).
    51. Pg. 172 (Soria Mesa, E. : 1995).
    52. Pg. 225 "…no pudiendo encontrar una salida a la
      guerra por el simple medio de las armas, las autoridades
      recurrieron a la solución de reserva… la
      deportación general de los moriscos sometidos y pese a
      todo cómplices de los que continuaban la lucha.." y Pg.
      237 "… No sabían cómo terminarla, cuando la
      situación internacional no les permitía esperar
      más…" (Vincent, B. : 1985).
    53. Pg. 215 ‘La expulsión de los moriscos del
      Reino de Granada y su reparto en Castilla’ en (Vincent,
      B. : 1985).
    54. Pg. 172 "…El principal perjuicio les venía del
      hecho de que, expulsada la población morisca del reino de
      Granada tras 1570, su papel como intermediarios había
      desaparecido…." (Soria Mesa, E. : 1995).
    55. Pg. 172 "…muchos de estos linajes fueron
      contemplados con cierta sospecha por parte de las autoridades
      castellanas…." (Soria Mesa, E. : 1995).
    56. Pg. 173 (Soria Mesa, E. : 1995).
    57. Pg. 169 "…Estas posesiones <refiriéndose a
      las propiedades de Alfonso Venegas> se vieron incrementadas
      gracias a la Repoblación del reino de Granada tras la
      guerra y expulsión de los moriscos…." (Soria Mesa, E. :
      1995).
    58. Pg. 162 "…Los ‘poderosos caballeros
      Granadas’, distinguidos en 1643 con el título de
      marqueses de Campotejar, se convirtieron en una gran familia de
      la aristocracia castellana, enlazando con las más
      destacadas familias de la elite de la Monarquía…" (Soria
      Mesa, E. : 1995). Pg. 165 "… brillantes estrategias
      matrimoniales que durante dos siglos desarrolló esta
      familia <Venegas> en orden a incrementar su poder,
      riqueza y prestigio…." (Soria Mesa, E. : 1995).
    59. Pg. 175 "…Las conexiones familiares con los grandes
      linajes conversos de poco servían ya, pues más
      convenía, a la hora de alegar servicios prestados a la
      Corona tener sangre mixta…" (Soria Mesa,
      E. : 1995).
    60. Pg. 176 "… por esos años se produce una
      ofensiva contra las familias moriscas que habían
      permanecido en el reino…" (Soria Mesa, E. :
      1995).
    61. Pg. 176 "…casi todas las grandes estirpes
      consiguieron sobrevivir a la nueva prueba de fuego que
      significaron las expulsiones finiseculares… y a la definitiva
      de 1609…" (Soria Mesa, E. : 1995).
    62. Pg. 176 "…Linajes notoriamente moriscos se
      convierten, por mor de las declaraciones interesadas de los
      testigos, en antiguas alcurnias castellanas, cristiano viejas,
      limpias de toda mala raza…." (Soria Mesa, E. : 1995). Pg. 657
      "… la realidad descubre un encubrimiento, una mentira
      orquestada, permitida y, porqué no, incluso fomentada por
      el poder central. Se trata de disimular las evidencias conversas,
      haciéndose pasar por cristianos viejos, falseando para
      ello genealogías, testificaciones, documentos…." (Soria Mesa, E.
      :—-).
    63. Pg. 241 (Vincent, B. : 1985).

     

    Alicia Benítez

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