Monografias.com > Educación
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Notas sobre escuela y comunidad



     

    1. Tomar a lo local como ámbito de
    intervención es una novedad y en cierta medida un
    desafío y una ruptura en la lógica
    tradicional de los sistemas
    educativos (SE). Estos existen como sistema nacional
    y como conjunto de instituciones
    situadas en el territorio. Pero según el modelo ideal
    que presidió su conformación histórica no
    son instituciones verdaderamente "territorializadas", sino
    eslabones de una cadena homogénea porque tiene una
    función
    homogeinizadora. Es el sistema el que "inventa y da forma" a su
    territorio y no éste el que la "informa".

    2. La estructura del
    sistema
    educativo y la relación entre sus elementos es
    jerárquica como en el ejército. Cada
    establecimiento mantiene intercambios no con sus pares en un
    territorio, sino con la superioridad (normalmente a través
    de los supervisores). En el SE existe una división del
    trabajo de
    supervisión y control cuyas
    áreas o circunscripciones no se corresponden
    necesariamente con las regiones definidas ni desde un punto de
    vista administrativo (por ejemplo, el municipio) ni
    socioeconómico, ni cultural o ecológico.

    3. La comunidad local
    (allí donde ésta existe) no es una unidad presente
    en la estructura orgánica de la
    organización escolar. En cambio se
    suele hablar de la "comunidad escolar" para hacer referencia al
    conjunto de relaciones que mantienen los docentes, la
    autoridades, los alumnos y sus familias en cada establecimiento
    escolar. Pero también decimos que la escuela (en verdad
    debería decir, un grupo de
    escuelas) está inserta en otra comunidad mayor,
    generalmente, un grupo humano definido por sus bases
    geográficas de residencia y dotados de una identidad, una
    historia y un
    conjunto de representaciones comunes (aspiraciones, problemas,
    etc.).

    4. El uso reiterado y un tanto inconsciente del
    término comunidad obliga a hacer algunas precisiones
    conceptuales con el fin de clarificar los razonamientos.
    Según una distinción clásica en la sociología occidental, una comunidad se
    diferencia de una sociedad en la
    medida en que la primera la relación social se inspira en
    el sentimiento subjetivo (afectivo o tradicional) de los
    partícipes de constituir un todo. En cambio, se llama
    sociedad a una relación social en que la actitud en la
    acción
    social se inspira en una compensación de intereses por
    motivos racionales (de fines o de valores) o
    también en una unión de intereses con igual
    motivación. Como tal, la sociedad puede
    descansar en un acuerdo o pacto racional, por declaración
    recíproca. En el origen de la sociedad está la
    socialización o asociación, mientras
    que en el de la comunidad está la comunión. Esta
    distinción será retomada y retocada muchas veces a
    lo largo de la teoría
    sociológica. La tradición enseñará
    que mientras la sociedad es una relación social que surge
    de un pacto o contrato, de un
    momento constitutivo consciente, la comunidad es un todo ya dado
    donde la membrecía no es una cuestión de
    elección y deliberación. Desde esta perspectiva la
    comunidad no tiene necesariamente que ser local. Pero la
    evidencia explica que muchas comunidades tienen una fuerte base
    espacial y territorial, en la medida en que ésta facilita
    el desarrollo de
    lazos afectivos y la reproducción de una tradición. Por
    último la comunidad enfatiza las características
    comunes o compartidas de los elementos que la constituyen. Por lo
    tanto el todo existe "antes" que cada una de las partes y muchas
    veces se le asigna un valor o una
    "dignidad"
    mayor. En una comunidad entendida como tipo ideal, es decir, como
    concepto, el
    todo está por encima del individuo.
    Desde esta perspectiva se suele decir que este tipo de
    relación social es propia de las sociedades
    más "tradicionales", mientras que en las más
    "modernas" predominan relaciones donde los individuos tienen
    mayor autonomía y en cierta medida se "liberan" de las
    presiones que el "todo" ejerce sobre cada uno de ellos. En una
    "sociedad" moderna (como por ejemplo en una gran ciudad) los
    individuos no sólo están más libres de las
    determinaciones (familiares y "comunitarias") sino que
    también están más solos y librados a si
    mismos. De modo que el paso de la "comunidad" a la "sociedad"
    tendría consecuencias en cierta medida contradictorias
    (autonomía y al mismo tiempo
    abandono).

    5. El lector debe recordar que comunidad y sociedad son
    conceptos que no remiten directamente a realidades compactas. En
    verdad debemos decir que ambas características
    típicas están siempre están presentes en
    mayor o menor media en toda relación social. Por lo tanto,
    ante una configuración social particular (un pueblo, una
    ciudad, una unidad territorial determinada) es preciso determinar
    cuál es el peso relativo que tiene una u otra forma para
    caracterizar al conjunto. De esta manera, la comunidad y la
    sociedad serían como dos polos ideales que delimitan un
    campo donde se sitúan las unidades sociales realmente
    existentes. Desde esta perspectiva es posible observar que en las
    sociedades contemporáneas el componente afectivo (o
    comunitario) está cada vez más presente incluso en
    sociedades jurídicamente calificadas como anómimas
    creadas explícitamente para perseguir un interés
    específico. Incluso una relación social de
    clientela, como el clientelismo político, si se mantiene
    en el tiempo tiende a crear lazos de identificación
    afectiva que trasciende la simple dimensión instrumental o
    el interés de alcanzar fines determinados.

    6. Yo tiendo a creer que hoy el concepto de comunidad,
    al menos en su uso más habitual, se refiere a un conjunto
    de relaciones en contextos territorialmente situados y limitados
    que ponen a un conjunto de agentes en situación de
    proximidad (este es significado que se asigna al término
    en la tradición cultural anglosajona). Sobre estas bases
    objetivas se genera una serie de sentimientos, afectos e
    identificaciones que van más allá del
    interés, el cálculo y
    el intercambio racional. Pese a ello el término
    también se usa para remitir a un conjunto de relaciones
    sociales más amplias y complejas y anónimas como
    cuando se habla de "la comunidad nacional nacional" o "la
    comunidad de los médicos del país x".

    7. El SE tradicional es un sistema que tiende a la
    autonomía y al encierro, con pocos dispositivos que
    favorezcan el intercambio con otras instancias sociales, locales
    o nacionales. El SE se autoabastece y es como una especie de
    fortaleza protegida contra las influencias que provienen del
    interior. Es preciso comprender la lógica y función
    de este encierro, que permanece en las cosas de la escuela (el
    edificio escolar, los reglamentos, etc.) y en las mentalidades de
    los docentes y de los agentes externos (las familias, los
    municipios, las asociaciones empresarias y profesionales, las
    otras instituciones de otros niveles del SE, etc. etc. La escuela
    lleva las marcas de su
    origen (mediados del siglo XIX). En efecto, fue concebida como
    una avanzada, una especie de fortaleza desde donde se
    expandía la "civilización". El aislamiento era el
    efecto de dos factores combinados: su carácter "sagrado" y la necesidad de
    preservarla de las influencias nocivas del ambiente.

    8. Hoy no están dadas las condiciones sociales
    que presidieron la construcción de la escuela "templo". La
    masificación de la pobreza y su
    escolarización creciente define otro escenario, más
    fragmentado, con una escuela fuerte (en todo sentido) para las
    élites y una escuela de masas cada vez más
    multifuncinal y mas pobre y por lo tanto con cada vez mayores
    dificultades para desarrollar conocimientos poderosos en las
    personas. Este contexto signado por necesidades múltiples
    e insatisfechas obliga a la apertura de la escuela a las
    familias, a la "comunidad" (y a otros programas
    sociales públicos y privados), muchas veces para proveerse
    de insumos básicos y mínimos tales como el mantenimiento
    del edificio escolar, que ya no pueden ser garantizados por el
    presupuesto del
    Estado. En
    contextos caracterizados por situaciones masivas de pobreza,
    exclusión y dominación social la escuela sola no
    puede enseñar y al mismo tiempo asumir la responsabilidad de garantizar la existencia de las
    condiciones sociales y culturales del aprendizaje Las
    experiencias se multiplican, los muros se derrumban, los límites se
    vuelven difusos, la escuela se despedagogiza: Hoy la escuela de
    los sectores populares del campo y la ciudad es más
    multifuncional que nunca… y esto complica mucho las cosas de la
    política y
    la definición y medición de lo que es una buena escuela.
    Hoy la escuela alimenta, contiene, asiste, cura…. sin renunciar
    a seguir enseñando y desarrollando el aprendizaje.
    Esta es la tragedia de la escuela de los más pobres: es
    cada vez más demandada y cada vez más subdotada y
    por lo tanto impotente para cumplir con su misión
    específico e intransferible de transmitir el capital
    cultural más valioso acumulado por la humanidad y cada vez
    más central en el desarrollo de las sociedades
    contemporáneas.

    9. ¿De qué manera se realiza esta apertura
    de la escuela? Para responder en parte me propongo compartir con
    ustedes un esquema para distinguir distintas modalidades de
    intervención de actores externos a la vida de la escuela.
    Quizás una revisión de las distintas acepciones o
    dimensiones que tiene el concepto de participación puede
    ayudarnos en esta tarea. Tengo la esperanza que esta conciencia y
    respeto por las
    diferencias nos ayude a evitar el uso acrítico de este
    término políticamente correcto pero muchas veces
    estéril en el plano estrictamente
    práctico.

    10. Les propongo que distingamos tres tipos ideales de
    participación: a) al primero lo denomino
    estructural y tiene que ver con un hecho sociológico
    fundamental, que está más allá de cualquier
    voluntarismo: el aprendizaje no se compra hecho, sino que es
    coproducido en un equipo de producción donde interviene el aprendiz y
    su familia, los
    docentes, los recursos
    pedagógicos e institucionales, etc. etc. En este campo
    como en el de la salud, no existe una clara
    distinción entre oferta y demanda
    educativa, sino que ambas dimensiones del servicio
    aparecen fuertemente entrelazadas. Este dato fundamental muchas
    veces no es tenido en cuenta cuando se habla de
    participación en los procesos e
    instituciones educativas y en general complica la vieja
    discusión acerca de los factores que intervienen en la
    producción de una "buena educación".

    b) El segundo es el contributivo Aquí la
    participación refiere a una contribución. Se dice
    que determinada comunidad participa en las cosas de la escuela
    cuando aporta dinero,
    trabajo y otros recursos a la institución escolar. Este
    es el contenido que tiene la participación en el uso
    corriente que se hace de este término en la
    tradición escolar. La institución de la
    cooperadora escolar expresa bien esta dimensión
    restringida del concepto.

    c) El tercero es el político. Este es el
    sentido más fuerte del concepto de participación.
    Se dice que un actor individual o colectivo participa en
    determinado campo de actividad social o institucional cuando
    forma parte y por lo tanto interviene en los procesos
    decisionales básicos que determinan su
    orientación y su rumbo. En este caso participar tiene
    que ver con no sólo aportar recursos, sino decidir
    acerca de su uso. Pero también quiere decir que se
    participar en el gobierno de una
    institución tanto como elector o como representante y de
    esta manera contribuir a decidir el sentido, las finalidades y
    objetivos
    que vale la pena perseguir. Llamamos política a esta
    dimensión, porque tiene que ver con la
    construcción y el manejo del poder en las
    instituciones.

    11. Hechas estas aclaraciones conceptuales podemos
    encarar el examen de algunas políticas
    educativas recientes, en especial políticas denominadas de
    equidad. Puede
    parecer contradictorio pero, en cierta medida, y precisamente en
    nombre de la necesidad de compensar diferencias (darles
    más a quienes menos tienen), durante la década de
    los años 90's se desarrollaron nuevas ofertas educativas
    especialmente dirigidas a los grupos
    sociales más excluidos de la sociedad. Pero
    aquí hay una paradoja sobre la cual hay que reflexionar:
    mientras que la oferta
    educativa tradicional se hace cargo de casi la totalidad de los
    costos que
    implica el servicio, las nuevas formas se basan en una especie de
    alianza entre recursos públicos y recursos
    comunitarios.

    12. Mientras en la oferta tradicional "el Estado hace
    todo" y coloca a niños y
    familias en situación de consumidor
    clásico, la Educación
    Comunitaria y los Programas Compensatorios en casi todos los
    países de América
    Latina, y en especial en las áreas rurales tiende a
    borrar las fronteras entre oferta y demanda
    escolar en lo que respecta a la provisión de los insumos
    básicos de la escuela. Está pendiente hacer un
    cálculo acerca del valor de la inversión que hacen las comunidades
    más pobres (en las ciudades y sobre todo en las
    áreas rurales) para sostener la educación
    pública que reciben sus hijos y compararla con la que
    hacen otros usuarios del sistema educativo público.
    Podríamos decir que aquí estamos ante una
    situación de injusticia. Pero también es cierto
    que, de no mediar cambios en las relaciones de poder entre los
    grupos
    sociales, ésta es la única chance que tienen los
    más pobres para satisfacer las necesidades básicas
    de aprendizaje de sus hijos.

    12. Una segunda y última observación que quiero hacer tiene que ver
    con el carácter individual o colectivo de la
    participación. En verdad esto tiene que ver con la
    respuesta que se dé a la pregunta acerca de quiénes
    son los que participan. En la mayoría de los casos la
    escuela tradicional tiende a privilegiar la relación
    individualizada con los padres y madres de familia. Las
    relaciones familia-escuela tienden a desarrollarse conforme a un
    modelo que tiene las siguientes características
    básicas: la participación que más se
    favorece es de tipo individual, limitada en cuanto a su esfera,
    campo y peso y tiende a manifestarse en una situación de
    poder asimétrica, donde la institución escolar
    ejerce un papel dominante. Esta es la experiencia más
    frecuente en relación con las tradicionales cooperadoras
    escolares.

    13. Sin embargo en América
    Latina existen programas innovadoras en materia de
    nuevas articulaciones
    entre escuela y comunidad. A modo de ejemplo, pueden citarse el
    AGE (Participación de las Asociaciones de Padres de
    Familia en la Gestión
    Escolar) y RED (Reconocimiento al
    Desempeño Docente), que administra el
    CONAFE de México.
    Ambos constituyen esfuerzos sistemáticos y relativamente
    extensos (van más allá del experimento limitado) de
    apertura de espacios institucionalizados de participación
    colectiva de las familias y las comunidades en la gestión
    de los centros educativos.

    El AGE busca "dar voz y voto" en la escuela a las
    instituciones que representan el interés colectivo de las
    familias de una comunidad determinada mediante la
    asignación a las mismas de un fondo financiero equivalente
    en el 2000 a aproximadamente 500 dólares por año.
    Estos recursos deben ser usados de la siguiente manera: 50% para
    materiales
    didácticos y 50% para gastos de
    infraestructura (mantenimiento edilicio).

    Los recursos se asignan a la Asociación de Padres
    de Familia, que por lo general se constituye para tal efecto. La
    Asociación define, conjuntamente con las autoridades
    escolares, el destino de los recursos y se hace responsable de
    rendir cuentas ante
    la
    administración. Este programa
    contempla una capacitación a los padres de familia, a
    cargo de los supervisores correspondientes.

    Otro mecanismo, quizás más poderoso que el
    anterior es el programa RED (sistema de reconocimiento al
    desempeño docente). Este delega a la Asociación de
    Padres de Familia la facultad de ejercer un control sobre la
    asistencia del docente a la escuela. Su certificación es
    una condición necesaria para que éste pueda gozar
    del estímulo monetario establecido. El maestro rural firma
    un convenio con la comunidad mediante el cual asume determinados
    compromisos que van más allá de la simple
    asistencia. En especial, se obliga a realizar actividades de
    extensión a la comunidad (al menos una vez por semana) y a
    prestar servicios de
    apoyo pedagógico a alumnos con dificultades, fuera del
    horario escolar establecido. De esta manera, la comunidad de
    alguna manera asume en sus manos funciones de
    gestión y control del trabajo docente, que en el sistema
    urbano "normal" es una tarea asumida por personal
    especializado (la supervisión escolar). Habría que
    ver en qué medida esta capacidad asignada a la comunidad
    puede ser utilizado como recurso para incrementar su influencia
    en aspectos sustantivos de los procesos escolares.

    14. Por otro lado, la existencia misma de "la comunidad"
    como configuración social y como unidad de pertenencia
    relativamente "no electiva" que provee una "identidad" a las
    personas que habitan en un determinado territorio, es
    típica de los contextos de vida rurales donde actúa
    el CONAFE. Sin embargo, las evidencias que
    pudimos reunir indican que las capacidades que tienen las
    comunidades para participar en acciones
    colectivas no es la misma en todos los contextos, sino que
    varía en función de determinadas condiciones
    sociales, históricas y culturales específicas. Por
    lo tanto, la participación real de las familias en
    programas educativos es siempre el resultado de un encuentro
    entre las posibilidades y estímulos ofrecidos desde las
    políticas públicas y las características
    sociales y culturales de las comunidades, las cuales son
    extremadamente variables y
    diferenciadas.

    Estas políticas, que se proponen movilizar a la
    población beneficiaria e institucionalizar
    su participación en los asuntos de la escuela, surgen de
    la propia incapacidad del servicio público para
    implementar controles eficaces y eficientes de los procesos y
    productos
    escolares. Los clásicos mecanismos encargados del control
    escolar (la función de inspección y
    supervisión escolar) no funcionan cuando se trata de
    establecimientos situados en territorios muy alejados de los
    centros administrativos urbanos.

    15. Contra los usos y abusos de la participación
    puede ser útil tener en cuenta algunos argumentos. El
    primero puede servir para responder a ciertas expectativas que se
    expresan en fórmulas tales como, "tenemos que participar
    en todo", "todos tienen que participar y similares. Esta demanda
    excesiva de participación es materialmente imposible. En
    verdad, las democracias modernas funcionan en base al mecanismo
    de la representación que organiza la participación
    en función de un mecanismo de división del trabajo
    político. En verdad una sociedad sería ingobernable
    si todos participáramos en todos los ámbitos de la
    vida política. Por otro lado, sería una
    participación imposible. A esto se agrega que la
    participación, si quiere ser algo más que una
    consigna vacía ( y políticamente correcta) tiene
    que tener en cuenta que supone la existencia de determinadas
    condiciones sociales que no están siempre presentes en
    todos los actores sociales tales como el recurso tiempo y los
    recursos expresivos (para tomar parte en procesos decisionales
    sobre temas específicos por lo menos se requiere información, conocimientos y competencias
    expresivas (muchas veces se participa opinando, argumentando,
    razonando, etc.). Por lo general, quienes son más
    convocados a "participar" son los grupos sociales más
    subordinados y por lo tanto excluidos de estos recursos
    estratégicos, lo cual no deja de ser
    paradójico.

    16. Por último también podrían
    hacerse algunas reflexiones críticas acerca de un
    término que usamos en forma un tanto irreflexiva. Se dice
    que muchos programas de desarrollo local, con su correspondiente
    componente participativa tiene por función "empoderar"
    (por lo general traducimos incorrectamente empowerment por
    empoderamiento e inventamos el verbo empoderar) a los grupos o
    comunidades locales o a determinadas asociaciones que representan
    intereses locales específicos.

    Sólo con fines polémicos me permito hacer
    formular una adevertencia: deberíamos sospechar de toda
    política de empoderamiento…. cuando proviene del polo
    dominante de una relación social. Sólo me permito
    recordar que la historia enseña que cualquier
    modificación en el equilibrio de
    fuerzas, en cualquier campo social es siempre el resultado de la
    lucha, es una conquista de los dominandos y nunca una
    concesión graciosa de los dominantes. Lo mismo sucede
    cuando desde el poder se decide "decretar" la "autonomía"
    de las instituciones educativas. En la mayoría de los
    casos, esta nueva división del trabajo (que muchas veces
    adquiere las formas de la descentralización) corresponde a los
    intereses de los dominantes y no a una demanda de las
    instituciones (o de los territorios locales). También esta
    política es sospechosa, en especial cuando la
    autonomía como "autorización" y como
    asignación de competencias y responsabilidades no va
    acompañada de una cesión de recursos de diverso
    tipo (financieros, tecnológicos, culturales, etc.).
    Autonomía sin recursos es abandono cuando no un puro y
    simple engaño. Pero esto es harina de otro costal y
    merecería otra discusión que no es posible
    desarrollar en esta ocasión.

     

    Notas

    1, E Documento presentado en el Seminario
    Internacional Alianzas e Innovaciones en Proyectos
    Educativos de Desarrollo Local. Reflexiones desde la Iniciativa
    Comunidad de Aprendizaje. IIPE/UNESCO, Buenos Aires, 20
    de Mayo de 2004.

     

    Emilio Tenti Fanfani

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter