- 1. La sociedad del
conocimiento - 2. La política
de formación y empleo en la unión europea y su
incidencia en la formación
profesional - 3. El sistema de
formación permanente aplicado en
España - 4. Las
tecnologías de información y
comunicación y la formación profesional
específica - Bibliografía
- Notas
La progresiva implantación de las
tecnologías de información y comunicación en el sistema
económico incide positivamente en el nivel educativo de la
Formación Profesional al favorecer su reconocimiento
social por las nuevas oportunidades de empleo y de
cualificación que ofrece.
La vinculación de la Formación Profesional
al sistema de Formación Permanente vigente en España, a
través del mutuo reconocimiento de certificaciones de
grados educativos y de experiencia laboral,
así como su participación en las medidas de apoyo y
de implantación de calidad de la
Unión
Europea contribuye eficazmente a reforzar su
valoración social.
1. LA SOCIEDAD DEL
CONOCIMIENTO
Cuando se utiliza la expresión sociedad de la
información y del conocimiento se está queriendo
describir un nuevo tipo de sociedad en la que se manifiestan
cambios significativos en la estructura
económica y en la estructura
social de los países de economía avanzada,
así como de los países de economía
dependiente.
En la estructura económica, el trasvase del
protagonismo del sector industrial al sector servicios y la
dependencia creciente de la actividad económica y social
de las tecnologías de información y
comunicación (TIC), la
utilización creciente de estas tecnologías en la
relación entre oferta y demanda
de productos y
servicios condiciona la existencia de nuevos perfiles laborales y
nuevas oportunidades de empleo.
En la estructura social, los efectos presentan una doble
trayectoria: En las sociedades
desarrolladas la consolidación de la movilidad social
basada en la educación, la
adaptación de sus contenidos y la exigencia creciente de
formación permanente, así como las oportunidades
que brindan las herramientas
multimedia en su
aplicación a los procesos de
aprendizaje.
En las sociedades dependientes, el incremento de los riesgos de
exclusión y el aumento de la desigualdad junto con las
oportunidades de superar antiguos desfases
históricos.
Los cambios mencionados afectan directamente a la
política
de educación
y formación, cuyo principal objetivo es
ampliar las oportunidades de la población y extender los beneficios de la
calidad de
vida, que proporciona el
conocimiento y las capacidades orientadas al desempeño laboral y a las actividades
relacionadas con el tiempo de
ocio. Estos objetivos
tienen una especial incidencia en la Formación Profesional
Específica, ya que esta modalidad de enseñanza nace y se configura en un tipo de
sociedad plenamente industrial, que ha incorporado
progresivamente especialistas de nivel medio en tareas operativas
muy definidas adaptadas a los procesos de producción y de distribución. La actividad laboral de estos
especialistas se ha visto afectada por las innovaciones
tecnológicas, que sustituyen parte de las tareas
operativas y obligan al aprendizaje de su mantenimiento
y a la ampliación de su potencial de aplicación,
especialmente en el sector Servicios, que es el más
dinámico en la creación de empleo.
Así, de los diez millones de empleos que se han
creado en la Unión Europea en los últimos cinco
años, el 90 por ciento se ha con- centrado en el sector
servicios 1. Un sector de actividad que requiere
numerosos perfiles profesionales de nivel medio, en los que la
utilización de programas
informáticos con diversos grados de complejidad es
creciente, y en el que se incrementan progresivamente los
sistemas de
comunicación.
Al nivel general los efectos de la extensión
tecnológica se suelen asociar al proceso de
concentración económica configurándose un
nuevo escenario de actuación económica y social que
recibe el nombre de globalización.
Sus manifestaciones han sido examinadas por las ciencias
sociales desde una triple consideración: • La
primera, está representada por quienes aceptan el proceso
de concentración y creciente dependencia de las
economías al nivel mundial como principio de orden
natural, considerando las transformaciones del sistema de
producción y el funcionamiento de los mercados como
consecuencias ineludibles a las que no es posible presentar
respuestas alternativas.
La segunda opción está asumida por quienes
al presentar las transformaciones del sistema, destacan los
evidentes costes y los posibles riesgos de la
globalización, al tiempo que manifiestan los
beneficios derivados de las tecnologías de
información y comunicación (TIC), cuando se
orientan a resolver los graves problemas
históricos de la desigualdad económica y social (De
la Dehesa, G.: 2000) 2.
Finalmente, existe una tercera perspectiva que adopta
una postura crítica
con relación a los efectos negativos que pueden derivarse
de un mercado global
que destruye las estructuras
defensivas de los distintos grupos
sociales e impone la lógica
universal del máximo beneficio con sus efectos de mayores
desequilibrios (Bourdieu, P: 2000) 3.
Los tres enfoques reseñados coinciden en otorgar
un peso significativo y fundamental a las tecnologías
(TIC) ya que permiten una interconexión entre entidades y
personas, así como la posibilidad de adoptar decisiones en
plazos de tiempo muy breves. La aplicación de estas
tecnologías en el ámbito educativo supone ampliar
los conocimientos y desarrollar nuevas capacidades individuales
orientadas a la cualificación profesional.
Ahora bien, la capacidad tecnológica de disponer
de información y facilitar la
comunicación no produce conocimientos si no se
encuentra acompañada de otras medidas. El conocimiento es
resultado ordenado de informaciones dispersas, que se orienta a
un fin explicativo. Supone manejar modelos,
establecer prioridades y aplicar valores de
referencia.
La disponibilidad de las técnicas
informáticas permite acumular, ordenar e incorporar
continuamente la nueva información que genera nuevos
conocimientos y capacidades.
Desde una perspectiva general, la relación entre
las tecnologías de la información y la
generación de conocimiento puede producirse siempre que se
adopten de manera conjunta tres tipos de iniciativas:
— Vincular la existencia y la utilización
de las Tecnologías de Información y
Comunicación a las Políticas
de Educación y de Formación.
— Extender de modo universal la educación y
adoptar planteamientos de formación permanente.
— Implicar la utilización de estas
tecnologías en el desarrollo
educativo y formativo.
El esquema parte de una visión integradora cuyo
objetivo último es ampliar las oportunidades sociales de
la población en general y de cada persona en
particular, considerando el concepto de
oportunidad como una ampliación de las opciones y una
disminución de los obstáculos que dificultan la
integración de cada individuo en
las nuevas pautas de actuación y la mutua
aceptación de cada grupo de
población en el conjunto de la sociedad.
¿Cómo afecta la presencia de las
Tecnologías de Información y Comunicación a
la Formación Profesional? Cabe señalar los
efectos derivados de la adopción
de medidas políticas en el marco de alcance nacional y en
las directrices que emanan de la Unión Europea. Desde un
punto de vista más inmediato se han producido cambios
significativos en el contenido y la proyección laboral de
la Formación Profesional, que conviene señalar: A)
El primer efecto a destacar es el que se refiere a las nuevas
especialidades en el área de electrónica y telecomunicaciones, así como la
transversalidad de conocimientos y destrezas relacionadas con las
tecnologías informáticas, que se requieren en el
conjunto de todas las ramas que integran las familias
profesionales.
La incorporación de las tecnologías de
Información y Comunicación puede comprobarse al
examinar los contenidos y materias del Catálogo de
Títulos existente en la Nueva Guía de la
Formación Profesional (2001).
B) En el mercado de
trabajo se
aprecia de forma creciente la presencia de nuevos empleos
relacionados con las telecomunicaciones y la informática, vinculados a los niveles medio
y superior de la Formación Profesional. Puede ser
ilustrativo examinar la siguiente relación de ofertas de
trabajo, que figuraban en la prensa durante la
primera quincena de septiembre del 2001.
Esta triple relación puede ser representada
gráficamente en forma de triángulo en el que se
integra la acción
conjunta de las tres iniciativas citadas:
C) Finalmente, una consecuencia de alcance general es la
integración de la Política Educativa y de la
Política Formativa en un Programa General
de Formación Profesional, que contempla la
interrelación y la acción conjunta de las tres
vías de acceso a la formación profesional, por
medio del mutuo reconocimiento de títulos y certificados
de profesionalidad, basado en módulos que pueden agregarse
y prolongarse a lo largo de la vida laboral. La
integración, ya iniciada al nivel institucional, es una
tarea de largo plazo, en la que se está consolidando un
vocabulario común. Un ejemplo que pone de relieve la
efectividad práctica de este proceso de integración
es el empleo del término competencias, que se
definen como conjunto de conocimientos, habilidades y destrezas
profesionales vinculadas al desempeño profesional de cada
título y a los requerimientos del ejercicio profesional.
Es un término que se ha incorporado progresivamente desde
la práctica
profesional a la enseñanza y su significado es
compartido en los tres subsistemas de formación
profesional.
2. LA POLÍTICA DE FORMACIÓN Y EMPLEO EN
LA UNIÓN EUROPEA Y SU INCIDENCIA EN LA FORMACIÓN
PROFESIONAL
Desde que España viene participando en la
política de cohesión de la Unión Europea se
ha beneficiado de la actuación adoptada por la
Comisión a favor de la formación y del empleo,
participando de modo preferente en la distribución de
ayudas del Fondo Social Europeo y en el desarrollo de un conjunto
de medidas basadas en cuatro principios
fundamentales de actuación: – Cooperación
entre las instituciones
de la Unión Europea y los países miembros, e
intercambio permanente de propuestas y prácticas entre los
países.
– Definición de objetivos prioritarios
destinados a grupos de
población y áreas territoriales
desfavorecidas.
– Planificación programada en periodos
plurianuales y presentación anual de los resultados
alcanzados.
– Adicionalidad de los recursos
financieros de la Unión Europea y los presupuestos
asignados en cada país miembro.
El Fondo Social Europeo es el principal instrumento de
la Unión Europea para el desarrollo de los recursos
humanos y la mejora del funcionamiento del mercado de trabajo
dentro de los países miembros con el objetivo de conseguir
un espacio homogéneo de cohesión social
4. Hasta ahora España ha sido un país
beneficiario de las ayudas de los Fondos Estructurales. Durante
el periodo temporal de aplicación del Segundo Programa
Operativo del Fondo Social Europeo, de 1994 a 1999, el 30 por
ciento de las aportaciones totales recibidas para el desarrollo
de infraestructuras, inversiones
productivas y recursos humanos, que se gestionan a través
de los fondos FEDER, FSE, FEOGA, IFOP), procedían del
F.S.E. De los ciento cincuenta y seis mil millones de Ecus, a
precio de
1995, que recibió España durante los seis
años, tres de cada diez ecus fueron destinadas a las
actuaciones programadas por el Fondo Social Europeo. Por su parte
el Consejo Europeo a través de los Planes de Empleo,
implantados en cada país miembro a partir de 1997, ha
establecido un conjunto de iniciativas para potenciar el mercado
de trabajo, que periódicamente se revisan y
actualizan.
Una parte considerable de la política de
formación adoptada en España se explica desde su
pertenencia a la Unión Europea. En el desarrollo de las
políticas de formación y empleo se observa una
doble tendencia: a) Desde 1985 hasta 1995, la preferencia en el
gasto asignado ha sido atender al desempleo, es
decir, las llamadas políticas pasivas de empleo. B)
Desde 1996 se ha producido un cambio de
tendencia, incrementándose las denominadas
políticas activas, concediéndose prioridad a
la política de formación.
En las políticas de formación se contempla
un conjunto de programas y medidas que siguen dos tipos de
criterios: adquirir competencias claves, a través
de los Programas de Inclusión Social y de Garantía
Social; y desarrollar competencias complementarias, por
medio de Programas de Adaptación y de Previsión de
nuevas demandas de cualificación.
Al tiempo que se favorece la creación de un
sistema articulado de cualificación laboral promoviendo el
reconocimiento de la experiencia laboral y el desarrollo de las
certificaciones.
El marco establecido para la política europea de
recursos humanos ha establecido la doble referencia de
competitividad empresarial y empleabilidad: La
competitividad
empresarial suele identificarse como la gestión
adecuada de las competencias
básicas distintivas de la empresa, entre
las que se incluyen las estratégicas (habilidad para
construir el proyecto
imaginado), las tecnológicas (saber concebir y llevar a la
práctica), las personales (conocimientos, habilidades y
actitudes
coordinadas para alcanzar objetivos) y las organizativas
(estructuras y procedimientos
que favorecen la adaptación de la empresa a las
exigencias del entorno). La empleabilidad se define como
la capacidad de la persona activa para desarrollar sus
competencias personales en un empleo o en una actividad
profesional, que satisfaga sus necesidades profesionales,
económicas, de promoción y desarrollo a lo largo de su
vida.
Las actuaciones dirigidas a favorecer la competitividad
y la empleabilidad se vinculan con la política de
educación y de formación, como
instrumentos que garantizan la adaptación de las unidades
productivas a las competencias del mercado y la ampliación
de la capacidad de las personas para acceder a las nuevas
oportunidades de empleo y desarrollo laboral. La propuesta de una
formación permanente y de un aprendizaje continuado,
dirigido a las personas y a las organizaciones
empresariales, se ha generalizado como una exigencia derivada de
la ampliación de los mercados y de nuevas oportunidades de
empleo relacionadas con el desarrollo de las tecnologías
de información y comunicación (TIC).
En términos generales, cabe afirmar que la
evolución experimentada en la
dimensión de los diferentes niveles de educación y
formación de la sociedad española en los
últimos diez años ha sido de claro
crecimiento.
Algunos datos pueden
corroborar esta expansión.
Así, por ejemplo, los datos comparados de la
Encuesta de
Población Activa del segundo trimestre nos muestran que
entre 1987 y 1998 se ha producido: – Una disminución
del grupo de población que declara haber alcanzado el
nivel de estudios primarios. Del 44 por ciento que figuraba en
1987, se ha pasado al 25 por ciento en 1998.
– El porcentaje de titulados universitarios se ha
duplicado en el conjunto de la población activa. En las
estadísticas europeas sobre estudiantes
universitarios España se sitúa en segundo lugar,
por debajo de Finlandia, alcanzando un porcentaje del 18 por
ciento.
– Una tendencia que contrasta con la
situación de la formación profesional que sigue
teniendo una débil representación en el conjunto
del sistema
educativo.
Uno de los objetivos pendientes de alcanzar es conseguir
un mejor equilibrio en
la distribución de las preferencias educativas que
muestra la
población.
En el momento actual el avance logrado en la
extensión de la educación requiere verse
correspondido con un esfuerzo máximo por posibilitar la
aplicación y el uso de las tecnologías de
información y comunicación, siguiendo las
recomendaciones del acuerdo adoptado por el Consejo Europeo en
sus reuniones de Lisboa (2000) y de Estocolmo (2001)
5: Modernizar el modelo europeo
y alcanzar el objetivo estratégico de convertirse en la
economía basada en el conocimiento más competitiva
y dinámica del mundo, capaz de crecer
económicamente de manera sostenible con más y
mejores empleos y con mayor cohesión
social.
3. EL SISTEMA DE
FORMACIÓN PERMANENTE APLICADO EN
ESPAÑA
El sistema de Formación Permanente, que desde los
años noventa se viene aplicando en España, se
sustenta en una doble actuación:
1) Las acciones de
Formación Ocupacional dirigidas a la población
desempleada que se prepara para realizar una actividad laboral y
se gestionan desde las administraciones autonómicas, ya
que las transferencias desde el Instituto Nacional de Empleo a
las distintas administraciones autonómicas se han
realizado casi en su totalidad.
2) Las acciones de Formación Continua, que se
orientan a la población empleada para adaptar sus
competencias a las nuevas exigencias del mercado de trabajo y de
las unidades productivas. Una parte sustancial de su
gestión se realiza por la Fundación para la
Formación Continua, que es una entidad en la que
participan la
Administración y los agentes sociales firmantes de los
Acuerdos Nacionales de Formación Continua.
Tanto la Formación Ocupacional como la
Formación Continua son complementarias de la
Educación Reglada y constituyen el sistema de
Formación y Cualificación Profesional vigente en
España.
La integración entre los tres subsistemas de
formación profesional es un objetivo de largo alcance
basado en la correspondencia entre niveles de conocimientos y
competencias adquiridas, que requiere convalidaciones y
equivalencias entre ellos. El Instituto Nacional de las
Cualificaciones, constituido en 1999 (R.D. 375/1999) tiene como
tarea fundamental aportar transparencia y eficacia al
actual sistema de cualificación y conseguir una
relación de continuidad entre el reconocimiento educativo
y el reconocimiento productivo.
El Sistema Nacional de Cualificaciones, previsto por el
Programa Nacional de Formación Profesional, está
llamado a ser un importante mecanismo que permita a la
población activa identificar más fácilmente
las cualificaciones que pueden utilizar y sus vías de
obtención.
Para su desarrollo resulta necesario contar con un
sistema integrado de información y orientación
profesional, que coordine la información actualmente
dispersa entre distintas administraciones y entidades, haciendo
asequible al usuario un servicio de
orientación sobre las oportunidades de desarrollo laboral
y las posibles alternativas de itinerarios profesionales, que
presenta la reciente evolución del empleo en la
economía y sociedad española.
La evolución muestra una doble tendencia: La
primera, vinculada a las nuevas oportunidades de empleo que
están ligadas a conocimientos y habilidades
tecnológicas, que requieren nuevos técnicos y
especialistas.
También cabe incluir los nuevos yacimientos de
empleo, que están relacionados con las actividades del
sector servicios y su aplicación a las actividades del
medio ambiente
y del ocio, así como los servicios sociales de proximidad
y apoyo en la vida diaria.
La segunda tendencia recoge las ocupaciones derivadas de la
estructura de empleo tradicional de nuestro sistema productivo,
que suelen ser la referencia del actual sistema educativo y en el
que se aprecia una falta de correspondencia entre la entidad y
diversidad de la cualificación educativa y las ofertas de
empleo existentes.
En un futuro inmediato el mayor volumen de empleo
se concentrará en aquellas ocupaciones que, junto con la
especialización, ofrezca una amplia base generalista para
garantizar a la población activa la posibilidad de
polivalencia y de movilidad. Es previsible que, a tenor del
comportamiento
experimentado en el mercado de trabajo durante los últimos
cinco años 6, el nivel de formación
requerida se localice mayoritariamente en los estudios de nivel
medio: grado medio y superior de Formación Profesional,
Diplomaturas e Ingenierías Técnicas.
Por lo que atañe a la Formación
Profesional Específica, el Proyecto de Ley
Orgánica de la Formación Profesional pretende
reforzar los grados medio y superior de la Formación
Profesional con la incorporación de nuevas especialidades
y títulos que incrementen la participación del
alumnado en Formación Profesional y cubrir la demanda de
este tipo de profesionales que reflejan los Informes
más recientes 7. La reforma, actualmente en
curso, afecta tanto a la estructura como a la concepción
de la Formación Profesional y entre las medidas
contempladas se encuentra la de potenciar la relación
entre el sistema de enseñanza y el sector productivo y la
coordinación entre este nivel de
Formación Profesional y el sistema de Formación
Permanente, considerando que ambos persiguen el mismo objetivo de
obtener un conjunto de competencias transversales y
específicas.
Las líneas de actuación que se establecen
en cada ámbito de los subsistemas de formación
profesional se identifican con dos conjuntos de
acciones: 1) Con relación a la Formación
Profesional Específica: • Desarrollo de servicios de
Orientación profesional.
• Incorporación de especialistas al
desarrollo y evaluación
de los módulos prácticos y formalización de
las prácticas profesionales en unidades de crédito
integradas en el sistema de enseñanza.
• Extensión del sistema de Formación
Reglada a distancia.
• Implantación de los centros de innovación y desarrollo de la
formación.
• Adecuación de los recursos humanos y de
las infraestructuras actuales a las nuevas exigencias.
• Desarrollo de las Comisiones de Formación
Profesional por Comunidades Autónomas.
2) Por lo que se refiere a la Formación
Permanente, las acciones a desarrollar se enmarcan en un doble
sistema de gestión que distingue entre Formación
Ocupacional y Formación Continua. En ambos casos
están previstas una serie de acciones: • Conocer y
anticipar las demandas del sistema productivo.
• Establecer las Acciones Formativas en el marco de
Programas de Cualificación que garanticen un nivel de
empleabilidad.
• Prestar una particular atención a aquellos colectivos de personas
con especiales dificultades de inserción o
reinserción laboral.
• Potenciar los Centros Nacionales de
Formación Permanente y mejorar los medios de
formación a distancia.
• Equiparar el actual Repertorio de Certificados de
Profesionalidad con los Títulos Oficiales actualmente
existentes.
La gestión y la asignación presupuestaria
para el desarrollo de las acciones mencionadas se encuentran
diferenciadas en dos modelos basados en el orden de prioridad
establecido entre la población desocupada que busca la
inserción o reinserción laboral y la
población ocupada que quiere mantener o mejorar su puesto
de trabajo.
4. LAS TECNOLOGÍAS DE INFORMACIÓN Y
COMUNICACIÓN Y LA FORMACIÓN PROFESIONAL
ESPECÍFICA
Si se comparan distintos indicadores de
tecnologías de la información y de las comunicaciones
que aparecen en las estadísticas de la Unión
Europea, se aprecia un desfase entre la situación que
ofrece España y la media de los países
comunitarios. Así, por ejemplo, en el presente año
el número de Servidores
Web por cada
cien habitantes en España es de 0,4 mientras que en la
Unión Europea son 2,0. También el número de
usuarios españoles de Internet representa un 19
por ciento, mientras que la media comunitaria de usuarios se
sitúa en un 41 por ciento 8.
El esfuerzo a realizar en actuaciones dirigidas a
resolver el actual desfase de la sociedad española con
relación al uso y aplicación de las
tecnologías de información y comunicación
exige identificar dos líneas de acción: La
primera se dirige al fomento de la investigación y desarrollo en estas
tecnologías de manera que se produzca una
disminución de la dependencia existente. La segunda
línea de acción se orienta a la
alfabetización tecnológica de amplias capas de
población por medio de campañas divulgativas y
cursos de formación.
En ambos casos se requiere la coordinación de
diferentes instancias administrativas y la colaboración de
la iniciativa privada. Los Informes que se vienen publicando
sobre la penetración de las nuevas
tecnologías en la economía española
9 suelen insistir sobre esta cuestión referente
a la integración y coordinación de las aplicaciones
y de los efectos acumulados de las tecnologías de
información y comunicación, TIC, sobre el
crecimiento, cuando hay una coordinación efectiva de las
instituciones educativas y de las unidades que operan en el
tejido productivo, tanto en el sector privado como en el sector
público.
Un reciente Informe sobre
Necesidades de Empleo y Formación en las Nuevas
Tecnologías de la Información y las Comunicaciones
10 pone de manifiesto como la dinámica de las
nuevas tecnologías afecta a todo tipo de sectores y
regiones, destacando las actividades relacionadas con las
entidades financieras, servicios profesionales y Administración
Pública.
Aparte de las necesidades de formación de los
utilizadores de estas nuevas tecnologías, sólo en
términos de especialistas en tecnologías de la
información se prevé un déficit sobre la
demanda potencial que puede evaluarse en cien mil personas
durante los tres próximos años. Y por cada empleo
de especialista generado en el sector se necesitan crear
aproximadamente un empleo y medio en otros sectores utilizadores
de especialistas y otros tantos adicionales capacitados en TIC.
En total más de tres puestos de trabajo en otros sectores
que deben tener formación específica en TIC por
cada uno de los productores directos de estas
tecnologías.
A tenor de la relación entre el empleo generado
por las TIC y los niveles formativos requeridos para cubrirlo que
se viene produciendo en los países tecnológicamente
más avanzados, una parte considerable de los especialistas
que deberán ser formados para cubrir en España el
déficit actual y el que puede generarse en el corto plazo,
deberán proceder de los niveles de Formación
Profesional, ya que una demanda creciente del empleo generado
por las Tecnologías de Información y
Comunicación tienen que ser satisfechas por estos
profesionales de nivel intermedio.
El objetivo es hacer de la Formación Profesional
una alternativa atractiva y viable para la población
escolar, que ha mostrado hasta ahora una clara preferencia por la
formación universitaria como vía de movilidad y
promoción social, de tal modo que se produce un claro
desequilibrio entre la formación de los niveles medios con
su correspondencia laboral y los niveles de formación
superior con sus equivalentes en el mercado de
trabajo.
Para realizar este cambio resulta imprescindible llevar
a cabo un esfuerzo de difusión selectiva en el conjunto de
la sociedad española de tal modo que se conozcan y
difundan las nuevas oportunidades de desarrollo profesional
vinculadas al conocimiento de las tecnologías de
información y comunicación y los niveles de
Formación Profesional. Y al mismo tiempo aplicar una serie
de acciones específicas, tanto sobre los contenidos
(renovación e incorporación de materias) como de
metodologías y medios instrumentales para ser aplicados en
la docencia.
Las experiencias de éxito
que se vienen aplicando en los países de la Unión
Europea, establecen un marco de referencia comparativa que puede
ser la mejor garantía de acierto en los objetivos a
conseguir, cuando se inicia la discusión parlamentaria del
Proyecto de Ley Orgánica de la Formación
Profesional.
En la revisión de experiencias y propuestas
internacionales que recoge el Informe de CEPREDE para cubrir el
déficit de formación tecnológica que la
sociedad española presenta, se ofrecen a
continuación las más destacables por su interés y
política de integración: – La OCDE en su
estudio: «Information Technology Outlook 2000» cita
varias líneas de actuación, entre ellas la mejora
de la información sobre el mercado de trabajo TIC y su
difusión para guiar la elección de estudios a los
futuros profesionales.
– La Unión Europea en su informe
«eEurope 2002» propone la iniciativa e-Learning,
basada en el programa especial de investigación sobre
tecnologías de la sociedad de la información,
dirigida a adaptar el sistema educativo a la nueva
economía y fomentar la creación de asociaciones
entre las autoridades públicas y la industria.
El conjunto de iniciativas adoptadas por los principales
organismos internacionales, los gobiernos nacionales, regionales
y locales se caracterizan por la coincidencia de una serie de
requisitos: – Énfasis en la dimensión local y
regional y el consiguiente reflejo de las necesidades a corto y
medio plazo de los mercados laborales locales.
– Cuidadosa selección
de candidatos con arreglo a su nivel educativo general, las
habilidades personales y su grado de motivación.
– Implicación activa del sector privado en
el contenido de programas y colaboración efectiva en la
colocación.
– Control de
calidad sobre los contenidos y los procesos de
aplicación de la formación.
– Certificación de la formación
recibida basada en la calidad y el reconocimiento efectivo de su
calidad entre las empresas.
En concreto la
Iniciativa europea de e-Learning se incluye dentro de la
política de Formación Profesional de la que forman
parte un conjunto de Acciones Específicas, integradas en
los Programas Sócrates,
Leonardo da
Vinci y Juventud,
según se detallan en el siguiente cuadro.
La difusión de las herramientas multimedia que
requiere el proceso de aprendizaje en red se encuentra
acompañada de dos propuestas complementarias. La primera
es la de orientación y asesoramiento, que supone
disponer de una información cualificada y actualizada de
las tendencias del empleo en el medio y en el largo plazo. La
segunda se refiere a la búsqueda de correspondencias entre
los distintos medios de acceder a una cualificación a
través de las certificaciones.
Dentro de la política europea dirigida a la
Formación Profesional, otras actuaciones se enmarcan en
una relación de Acciones Específicas, que bajo
denominaciones relacionadas con el contenido básico que
las integran, recogen las principales líneas de la
política formativa basadas en la calidad de los programas
y de los procesos de aprendizaje, en la movilidad de profesores y
alumnos, en la enseñanzas de las lenguas y finalmente en
el intercambio de experiencias.
También la iniciativa privada se ha sumado a la
recuperación de la imagen social de
la Formación Profesional con la puesta en marcha de un
Proyecto de Orientación profesional, el Programa Fidias,
que pretende descubrir el talento de los jóvenes que
estudian Formación Profesional a través de contratos de
prácticas en más de treinta empresas, y a los que
se les ofrece una formación complementaria por medio de
seminarios presenciales y a distancia, especialmente dirigidos a
identificar y desarrollar habilidades de relación
interpersonal y de comunicación 11.
A modo de síntesis, la utilización
creciente de las tecnologías aplicadas a la
información y comunicación y su aplicación
generalizada en todos los ámbitos de la vida
económica y social, pueden ser una oportunidad para
otorgar el reconocimiento social debido a la Formación
Profesional, ya que actualmente existe en el mercado de trabajo
una demanda de especialistas de nivel medio insuficientemente
satisfecha, y una previsión de nuevas demandas en el medio
y largo plazo.
La incorporación de los conocimientos y
habilidades técnicas ya se ha iniciado en el actual
sistema de enseñanza de Formación Profesional de
manera transversal y específica en las distintas
especialidades y titulaciones existentes, pero la nueva Ley
Orgánica de Formación Profesional proyectará
una imagen más equilibrada entre los niveles de
educación y las opciones posibles en el mercado de
trabajo, ya que potenciará la calidad requerida en el
periodo de preparación y afianzará el grado de
cualificación vinculado al desempeño de la
actividad laboral de estos profesionales y
especialistas.
La política de empleo y formación
permanente que se viene aplicando en España contribuye al
reconocimiento institucional de la Formación Profesional,
considerando su integración en un sistema de
certificaciones mutuamente dependientes.
También en el ámbito de la Unión
Europea se ha puesto en marcha un importante número de
programas para favorecer el intercambio de profesorado y alumnado
entre los países miembros y compartir el desarrollo
aplicado de sus experiencias.
Por último, la iniciativa privada se ha sumado al
objetivo de calidad de la Formación Profesional con
propuestas de orientación profesional y la
incorporación de prácticas en las
empresas.
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Editorial, Madrid.
3. El sociólogo y las transformaciones recientes
de la economía en la sociedadª Libros del
Rojas, Universidad de Buenos Aires.
4 Comisión de las Comunidades Europeas (2001)
Comunicación ´Apoyo prestado por el Fondo Social
Europeo a la estrategia europea de Empleoª
Bruselas.
5 Consejo Europeo (2000): ´Conclusiones de la
Presidencia ª Lisboa 23 y 24 de Marzo. Y Consejo Europeo
(2001): ´Conclusiones de la Presidencia Estocolmo 23 y 24
de Marzo.
6. De la Torre, I. (2000): ´Formación y
Orientación para el Empleoª Revista
Mº TAASS., Nº 21, Madrid.
7. La consultora Data Corporatión en la Cumbre de
Nuevos Empleos y Nuevas Tecnologías celebrada en Madrid en
marzo del 2001, estimaba para España un deficit acumulado
de 100.000 profesionales de nivel medio para el año 2003,
calculado a partir del nÿmero de empleos no cubiertos en
Europa, cifrado en 1,2 millones durante 1999, por falta de
profesionales en tecnologías de la Información y
Comunicación.
8. Cahiers BEI (2001) ´European economic growth:
the impact of new technologiesª vol. 6, Nº 1
Luxemburgo.
9. COMUNIDAD DE MADRID y CEPREDE:
´Penetración Regional de la Nueva
Economíaª Consejería de Economía e
Innovación Tecnológica. Octubre 2001,
Madrid.
10. CEPREDE (2001) Informe presentado en la Cumbre de
Nuevos Empleos y Nuevas Tecnologías, Madrid.
11. Para ampliar la información puede consultarse
la página: www.proyectofidias.com
Isabel de la Torre Prados (*)
(*)Universidad Autónoma de
Madrid.