Se realizó un estudio transversal en el
Consultorio Nº 40 de la Clínica Estomatológica
Provincial Docente de Camagüey "Ismael Clark y
Mascaró" en el segundo trimestre del año 2001, con
el objetivo de
determinar la prevalencia de los factores de riesgo periodontales
en la Comunidad, por la
importancia que tiene su determinación para emplearlos en
la medición de las necesidades de atención. La muestra estuvo
constituida por 150 pacientes comprendidos entre las edades de 15
a 59 años, los que fueron escogidos del universo.
Se aplicó una encuesta en la
que se utilizaron algunos de los criterios de un perfilograma de
riesgo creado para estos fines, en el cual se recogen factores
como la edad, número de dientes, condiciones de higiene bucal,
bolsas periodontales, sangramiento al sondeo, tabaquismo,
diabetes mellitus
y nivel sociocultural. También se determinó el tipo
de enfermedad periodontal y la relación que tienen con
ellas los factores de riesgos.
Después de analizar cada uno de ellos se coincide
con la mayoría de los autores que expresan la influencia
negativa de estos en la salud periodontal de la
población.
Los indicadores de
riesgo que predominaron en el grupo
estudiado fueron: la higiene bucal deficiente, el sangramiento
gingival y la edad. La patología periodontal que
predominó fue la gingivitis marginal crónica.
Existió una correlación entre los factores de
riesgo y la enfermedad periodontal.
La enfermedad periodontal es tan antigua como la
humanidad. Existen documentos de
diferentes épocas de la antigüedad que hablan de
ella, así como de las causas y necesidad de su
tratamiento. Prácticamente toda la población
mundial está afectada por una u otra forma de
periodontopatías. (1, 2, 3, 4, 5)
Muchos científicos han dedicado miles de horas al
estudio de los factores etiológicos que provocan la
enfermedad periodontal, así como al de los mecanismos
etiopatogénicos y los efectos que estos provocan en los
tejidos
periodontales. Se ha hablado durante todos estos años del
papel de los factores locales como iniciadores de estas enfermedades, y cómo
los factores sistémicos han agravado o modificado el papel
de los anteriores, oponiéndose a ellos la respuesta
defensiva del huésped. (3, 4, 5, 6)
La Periodoncia moderna enfoca estos problemas bajo
un prisma nuevo, el de los llamados factores de riesgo, para el
inicio y progresión de la enfermedad periodontal. (6, 7,
8)
Los factores de riesgo son atributos o
características que confieren al individuo un
grado variable de susceptibilidad para contraer enfermedades o
para que su salud sufra alteraciones. Se clasifican en:
biológicos, sociales, económicos, ambientales, de
comportamiento, atención a la salud e
integración. (7)
El conocimiento
de esto es útil para establecer planes de atención
primaria y organizar la asistencia preventiva de un modo
más eficiente, lo cual puede desarrollarse tanto en la
comunidad como en instituciones
de salud, etc. Es adecuado especificar, en el mayor detalle, el
tipo de daño
para el cual se busca un factor o grupos de
factores de riesgo. (7, 8)
Una de las formas de medir la presencia de los factores
de riesgo es a partir de un perfilograma y en esta investigación, utilizamos el del Dr.
Agustín Zerón (9). El perfilograma de riesgo tiene
la ventaja de darnos un puntaje para cada factor, por lo que
resulta más factible para el estomatólogo detectar
el grado de riesgo que presenta el paciente.
Los factores de riesgo pueden ser locales o
sistémicos. Dentro de estos se tienen en cuenta el estado de
la higiene bucal, las obturaciones defectuosas, el sangramiento
gingival, las malposiciones dentarias, los puntos de contactos
deficientes, el empaquetamiento de alimentos, el
número de dientes presentes, las bolsas periodontales, el
hábito de fumar, etc. (8, 9, 11, 12, 13, 14)
La higiene bucal es el factor de riesgo más
importante en el origen y evolución de las periodontopatías.
Cuando esta es deficiente existen acúmulos de placa
bacteriana la cual, al envejecer, cambia su contenido microbiano
hacia formas más patógenas y al no ser eliminadas
se calcifican provocando el cálculo,
que al ser duro, irritante y rugoso, retiene más placa
bacteriana. La enfermedad periodontal es una consecuencia directa
de la mala higiene bucal, lo que se demuestra en estudios
realizados. (3, 4, 5, 8, 9, 12)
El número de dientes presentes es un indicador
que se relaciona con la distribución de las cargas oclusales. Los
pacientes que tienen ausencia de dientes no reemplazados pueden
presentar una serie de cambios que favorecen el inicio y
evolución de la enfermedad periodontal, entre los que
podemos mencionar: la pérdida de la continuidad, el
empaquetamiento de alimentos, las desarmonías oclusales y
otros. (3)
Las bolsas periodontales y el sangramiento al sondeo son
un signo clínico de importancia por su frecuencia y su
significado, pues cuando estos están presentes existe la
certeza de que hay actividad bacteriana. Las lesiones activas
sangran muy fácilmente al sondaje o de forma
espontánea, las bolsas contienen residuos de
microorganismos y sus productos,
también placa dental, fluido gingival, restos de
alimentos, mucina, saliva, células
epiteliales descamadas y leucocitos. (4, 5, 6, 12, 14)
La edad es otro factor a tener en cuenta, pues tanto la
frecuencia como la gravedad de las parodontopatías se
incrementa con la misma por el efecto acumulado de
destrucción parodontal. Es un antecedente determinante en
el desarrollo de
los factores de riesgo. (3, 9, 12)
Otros indicadores a estudiar son la recesión
periodontal y las furcas involucradas; pero por ser campo de la
atención secundaria no se aborda en el tema. (4,
5)
Los factores de riesgo sistémicos han sido
recientemente confirmados por una serie de estudios
longitudinales, dentro de los cuales la diabetes mellitus, los
factores genéticos y las condiciones sistémicas
asociadas con la reducción del número de función
neutrófila son importante. Otros factores como el
hábito de fumar y el nivel sociocultural tiene un lugar
relevante. (6, 7, 8, 9, 11, 14)
El hábito de fumar es un importante factor de
riesgo. El cigarro contiene sustancias potencialmente
tóxicas y la nicotina es una de las que más
daño puede causar tanto al organismo en general como a los
tejidos bucales en particular, alterando la respuesta del
huésped.
Hay mayor destrucción del periodonto en pacientes
fumadores que en los que no lo son. (15, 16, 17, 18)
La Diabetes Mellitus es otro factor de riesgo
importante, sobre todo en pacientes con pobre control
glucémico y hábito de tabaquismo.
Esta enfermedad por sí sola no provoca gingivitis
ni periodontitis, pero sí modifica la reacción
inflamatoria del periodonto, así como garantiza el avance
de la enfermedad periodontal ante los irritantes locales. (4, 5,
6, 12, 19, 20)
En estudios recientes se ha comprobado que la
periodontitis es más grave en pacientes diabéticos
que en los que no lo son, con igualdad de
presencia de irritantes locales. Los del Tipo I
insulino-dependientes presentan un cuadro clínico
más severo. (6, 12, 19, 20, 21).
A partir de la década del 50 se estudia la
relación del nivel sociocultural con la enfermedad
periodontal, y es en el año 1956 que se expresa que la
gravedad de la afección aumenta en los grupos
socioeconómicos más bajos. (14, 22)
En 1960 se obtienen resultados semejantes en una
investigación realizada en Estados Unidos
(3), la que se corresponde con bibliografías consultadas
que plantean que las periodontopatías son frecuentes en la
población rural. (14, 26, 22)
Si se relaciona el nivel socioeconómico bajo con
la tensión y el estrés y
los efectos que esto genera en el periodonto, se observará
una tendencia al aumento de hábitos lesivos como el
apretamiento dentario o bruxismo, disminuyendo además la
respuesta inmune y aumentando el deseo de fumar. Todo esto genera
daños que si se suman a los agentes antes mencionados,
conformará lo que conocemos como fumador estresado. (23,
24)
De todo lo anteriormente expuesto podemos sacar una
importante conclusión: siempre que trabajemos en la
detección y control de los factores de riesgo, estamos
haciendo prevención. (1, 7, 25, 26)
Nuestro país ha acogido con entusiasmo una nueva
estrategia a
favor de la salud, el bienestar y la mejoría de la
calidad de
vida, conformando así el movimiento de
municipios saludables cuyo objetivo primordial es maximizar la
salud y para ello es indispensable reconocer los factores de
riesgo que afectan a una comunidad. (27)
Nuestra Clínica Estomatológica,
haciéndose eco de lo planteado en la Carpeta
Metodológica, trabaja en la detección de los
mismos. La Carpeta Metodológica es un documento rector en
la prestación de los servicios de
salud que hace alusión a la vinculación en la
práctica de actividades preventivas y curativas, haciendo
énfasis en evitar enfermedades y mantener el estado de
salud. Nada más importante para esto que controlar y
eliminar los factores de riesgo. La O.M.S. plantea que se deben
realizar encuestas para
determinar la situación de la salud bucodental y las
necesidades de tratamiento en colectivos y poblaciones. (28,
29)
Solventar problemas de manera socializada no es algo
nuevo ni importable, es más bien algo que se fue perdiendo
y urge retomarlo con la implantación de una
Estomatología General Integral, donde el Médico de
la Familia y
su equipo, el estomatólogo, el individuo y la comunidad,
son pilares de gran importancia y responsabilidad con el único fin de elevar
el estado de salud de la población. (29)
Todo lo anteriormente expuesto, es lo que nos ha
motivado a realizar esta investigación en el Consultorio
Nº 40 del Área Oeste.
General:
Determinar la presencia de los factores de riesgo
periodontal y su relación con las periodontopatías
en el Consultorio Nº 40.
Específicos:
- Identificar los factores de riesgo del grupo
estudiado según perfilograma. - Determinar la prevalencia de la patología
periodontal. - Correlacionar los factores de riesgo con la
enfermedad periodontal.
Se realizó un estudio de tipo transversal en el
consultorio No. 40 que atiende la Clínica
Estomatológica "Ismael Clark y Mascaró", el mismo
se llevó a cabo en el segundo trimestre del año
2001.
El universo estuvo conformado por un total de 385
habitantes. La muestra estuvo integrada por 150 personas
seleccionadas de forma aleatoria dentro del universo y el
tamaño de la misma se halló en el programa
estadístico EPIDAT.
Se consideró una prevalencia del objeto de
estudio de un 80 %, aceptando un valor absoluto
de 5, con una confiabilidad del 95 %.
Los pacientes fueron examinados en su hogar e incluidos
en el estudio según los criterios establecidos.
Criterios de Inclusión
- Todos los individuos de 15 a 59 años de ambos
sexos pertenecientes al consultorio No. 40 y que estuvieron de
acuerdo con participar en la investigación.
Criterios de Exclusión
- Todas las personas de ambos sexos comprendidas entre
las edades de 0 a 14 años, 60 y más. - Personas con menos de 7 dientes y edentes
totales. - Personas en cuyas superficies dentales presentes no
se pudieron valorar el grado de higiene bucal del IHB-S de
Greene y Vermillon . - Personas que no cooperaron.
A todos los pacientes seleccionados se le informó
en qué consistía el estudio, contando con su
aprobación.
Se realizó una encuesta que recogía
algunos aspectos del perfilograma de riesgo del Dr.
Agustín Zerón (9). En la misma se recogieron
factores como la edad, No. de dientes presentes, higiene bucal,
bolsas periodontales, sangrado al sondeo, tabaquismo, diabetes
mellitus, nivel sociocultural y el tipo de parodontopatía.
(Anexo 1)
A cada uno de estos factores se le dio una serie de
valores (0, 1,
2) dentro del perfilograma, de acuerdo a las
características de cada uno. ( Anexo 2)
0- No presenta factor de riesgo.
1- Presenta bajo riesgo.
2- Presenta alto riesgo.
Para identificar el estado de la higiene bucal se
utilizó el IHB-S de Greene y Vermillon. (3, 4)
Para determinar la prevalencia de la patología
periodontal se utilizaron los criterios del IP de Russell.
(3, 4)
Se aplicó la encuesta, se realizó el
interrogatorio y examen bucal a cada persona incluida,
utilizando luz natural,
espejo bucal y sonda periodontal de la OMS.
Se anotaron en la encuesta los resultados obtenidos. Los
datos
recogidos fueron recopilados y analizados en una computadora
PENTIUM y el
paquete de programa estadístico MICROSTAT, se hicieron las
pruebas de
estadística
descriptiva con distribución de frecuencia en valores
absolutos, estadística inferencial mediante tablas de
contingencia con pruebas de la hipótesis de proporciones y pruebas de Chi
cuadrado.
Se consideró un nivel de significación
estadística de un 0.05 lo cual equivale a una
confiabilidad del 95 %.
Al analizar el comportamiento de la muestra según
sexo (Cuadro
1). Se pudo observar que de 150 habitantes, 99 correspondieron al
sexo femenino para un 66 % y 51 al sexo masculino para un 34 %.
Consideramos que estos resultados se debieron al predominio del
sexo femenino en este consultorio y son inversos a los de un
trabajo
realizado en otros consultorios de la clínica por Vara y
colaboradores sobre factores de riesgo. (30)
En el Cuadro 2 se muestra el comportamiento del grupo
estudiado según edad. Por la alta prevalencia de las
periodontopatías en las personas mayores de 35
años, la muestra fue dividida en mayores de 35 y menores o
igual a 35 según perfilograma.
Se observó que hubo mayor cantidad de personas en
el grupo de menor o igual a 35 años, para un número
de 90, lo que representa el 60%. Consideramos que esto se
debió a un predominio de este grupo etáreo en el
consultorio.
Si se analiza la puntuación asignada a este grupo
según perfilograma de riesgo, se puede inferir que existe
un mayor riesgo en los iguales o menor de 35 (9), porque la
enfermedad periodontal es acumulativa, comienza en edades
tempranas y aumenta con la edad (4, 5), lo que coinciden con un
estudio realizado por el Dr. Seguí (22) y otros autores
(31, 32).
La mayoría de las personas estudiadas
tenían más de 20 dientes en la cavidad bucal
(Cuadro 3), para un total de 109 (72, 67 %) debido a que las
personas en su mayoría estaban en el grupo de menor edad,
por lo que fueron valorados de bajo riesgo en el perfilograma y
estaban menos expuestos a los cambios que pueden ocurrir cuando
hay gran cantidad de dientes ausentes.
Lo anterior se plantea por el colectivo de autores (3) y
otros (4, 5, 12).
La higiene bucal de las personas estudiadas se
representa en el Cuadro 4. Se pudo encontrar que de 150 personas
estudiadas 67 presentaron higiene bucal mala para un 44, 67 % y
le siguió la higiene bucal regular con 43 casos para un
28, 67 %.
En el estudio realizado se consideró que aunque
se le ha dado atención a esta población en promoción de salud y tratamientos
preventivos–curativos, el mensaje educativo no ha sido
asimilado en su totalidad y en los exámenes realizados se
detectó que tenían deficiencias en el cepillado
correcto de algunas zonas de la cavidad bucal. Los que
presentaron higiene bucal mala fueron valorados como alto riesgo
en los valores
del perfilograma.
Estos resultados son similares a los de otros estudios
realizados, donde se detectó higiene bucal mala en gran
cantidad de personas y que demostraron que la enfermedad
periodontal está estrechamente asociada con la mala
higiene bucal. (12, 33, 34, 35, 36, 37, 38)
En el Cuadro 5 se observa la presencia de bolsas
periodontales de más de tres mm en el grupo estudiado.
Predominaron la no presencia de las mismas para un 78, 67%, las
menos profundas en el 17, 33 %, y las de 5 mm o más en el
4%.
Se consideró que esto fue debido al control de
los factores locales realizado por el estomatólogo en el
consultorio, los cuales son muy importantes en el inicio y
progresión de la enfermedad periodontal, entre los que se
encuentran la caries dental, la placa dentobacteriana, el sarro,
las obturaciones defectuosas, los hábitos lesivos, etc.
(4,5).
Esto, aparejado a una posible mayor resistencia del
hospedero, a la edad, a la existencia de más reacciones de
síntesis y anabólicas, justifican la
poca presencia de bolsas en este grupo. Albandar (32) y otros
autores encontraron en poblaciones adultas gran cantidad de
bolsas periodontales. (12, 14)
El sangramiento al sondeo en el grupo estudiado (Cuadro
6) se presentó en 61 personas para un 40,67 %. La
presencia de este factor nos indicó que había
actividad bacteriana en los tejidos periodontales, por lo que
obtuvieron mayores valores en el perfilograma lo que
conllevó a considerarlas de alto riesgo.
Estos resultados coinciden con estudios realizados por
Albandar JM, en el que más de la mitad de la
población estudiada presentó sangramiento gingival.
(33)
En el Cuadro 7 se observa el comportamiento del
hábito de fumar. Predominó la población que
no fumaba para un 68,67 %, pues solamente ejercían este
hábito el 18 % menor o igual a 10 cigarros diarios y el 13
% consumían más de 10 cigarros diarios. De este
grupo estudiado se consideró con alto riesgo el grupo que
fumaba más cantidad de cigarrillos.
Nuestros resultados fueron bajos en el consumo de
tabaco lo que se
debió al predominio del sexo femenino en la muestra, a las
características de la población según edad y
a los esfuerzos que ha hecho el Ministerio de Salud
Pública en la divulgación de lo dañino
de este hábito. Por el contrario en otros estudios de
factores de riesgo realizados hay gran cantidad de fumadores (15,
39), al igual que el desarrollado por la Dra. Vara y
colaboradores en nuestra comunidad donde más del 45 % de
la población fumaba y predominaron fumadores de más
de 10 cigarrillos diarios. (30)
No existen dudas acerca de los efectos del tabaco sobre
las estructuras
bucales pues la nicotina es una sustancia muy tóxica,
además conocemos que al fabricar el cigarro se agregan
determinadas sustancias con el objetivo de darle bouquet, sabor y
de esas sustancias aun no se conocen sus efectos nocivos. (39,
40)
En el Cuadro 8 se ve representado el factor Diabetes
Mellitus en la muestra estudiada. Se encontraron dos casos del
tipo II para un 1,33 % los que se consideraron controlados
según interrogatorio y opinión del Médico de
la Familia,
fueron evaluados de bajo riesgo en el perfilograma. Hubo pocos
casos por las características de la población
según la edad. Esta enfermedad es muy común en
nuestro país y se considera en el mundo actual un factor
de riesgo importante que se relaciona con la enfermedad
periodontal.
Estos resultados coinciden con estudios ya mencionados
sobre factores de riesgo en los consultorios 12 y 18 de nuestra
comunidad donde solo dos pacientes estaban afectados
(3o).
En el Cuadro 9 se observa el comportamiento del nivel
sociocultural en la muestra estudiada. Se encontró un
predominio del nivel medio ( 73,33 %), le siguió el bajo
(18,67 %) y hubo muy pocas personas con nivel alto.
Estos resultados son reflejo de la característica
de esta población, su nivel de vida, condiciones de la
vivienda, higiene, comportamiento social, nivel cultural, etc. El
nivel sociocultural bajo fue considerado de alto riesgo. Estos
resultados presentan semejanzas con un estudio llevado a cabo en
consultorios de esta Clínica Estomatológica (30) y
con un otro realizado por el Dr. Seguí R. (22)
En cuanto a la prevalencia de la patología
periodontal en el grupo estudiado (Cuadro 10) la mayoría
de las personas presentaron gingivitis para un número de
78 casos que representó el 52 %, le siguió la
periodontitis con 32 casos para un 21,33% y solo el 26, 67 % de
la muestra estaba sana. Estos resultados se relacionan con la
características de esta población según
edad, ya que la enfermedad destructiva crónica aumenta en
los mayores de 35 años, lo que coincide con otros estudios
de prevalencia realizados. (5,12)
En el cuadro No. 11 se refleja la correlación de
los factores de riesgo con la enfermedad periodontal. Se
observó que de las 67 personas que tuvieron higiene bucal
mala, presentaron gingivitis 47 y tuvieron periodontitis 20; con
respecto a las que presentaron higiene bucal regular se
encontró que de 43 casos se afectaron por gingivitis 31 y
por periodontitis 12.
Las 40 personas que presentaron higiene bucal buena no
padecían la enfermedad. Se pudo analizar en nuestro
estudio que las personas con peor higiene bucal fueron las
más afectadas, por lo que se plantea que existe
dependencia estadística significativa entre este indicador
y esta enfermedad (P=5.30 E-13). Numerosos estudios realizados
por Fernández Parra A. (35) y otros autores coinciden con
estos resultados. (35, 36, 37)
Al analizar el sangrado al sondeo se observa que fueron
afectadas por este factor 61 personas, de estas 47 presentaron
gingivitis y 14 peridontitis. Se debe aclarar que hubo pacientes
afectados por periodontopatías que no presentaban
sangramiento, por tener su encía características de
fibrosas.
En este estudio el sangrado al sondeo estuvo asociado
con algún tipo de enfermedad, lo que coincide con lo
planteado por algunos autores como Albandar J M (33) y otros, que
aseguran que el mismo esta presente cuando hay algún grado
de inflamación en los tejidos periodontales
(4, 5, 12). Existen dependencia estadística significativa
entre este factor y la enfermedad periodontal . (P=5.021
E-10)
Se observó que la presencia de la enfermedad
periodontal avanzaba con la edad, ya que la mayor cantidad de
personas con igual o menos de 35 años presentaron
gingivitis, para un total de 59 y los que tenían
más de 35 años presentaron mayor cantidad de
personas con periodontitis con 24 casos, se demostró que
la enfermedad periodontal fue menos severa en las personas
más jóvenes y más severa en las de mayor
edad.
Hay dependencia estadística significativa entre
la edad y esta enfermedad (P=5.06 E-6). Estos resultados
coinciden con estudios realizados por Fenesy K E(6) y otros
autores. (14, 30, 31)
Las personas con mayor números de dientes
tuvieron predominio de gingivitis con 63 casos, mientras que las
que tenían menos o igual a 20 dientes estuvieron
más afectadas por periodontitis para un número de
19.
Estos resultados se debieron a las
características del grupo estudiado según edad,
donde los de menor edad presentaron mayor número de
dientes presentes. Lo anterior concuerda con lo planteado por
Carranza F A, de que a mayor número de dientes presentes,
menor severidad de la enfermedad periodontal (4, 5, 12). Hay
dependencia estadística significativa entre el
número de dientes y esta enfermedad.
(P=2.664E-5)
El resto de los factores de riesgo fueron analizados,
pero no presentaron significación estadística en la
correlación con la enfermedad periodontal.
- Todos los factores de riesgo analizados estaban
presentes en el grupo estudiado con predominio de la higiene
bucal deficiente, el sangramiento gingival y la
edad. - La enfermedad periodontal estuvo presente en
aproximadamente las tres cuartas partes de la población
estudiada, la patología que predominó fue la
gingivitis marginal crónica. - Entre los factores de riesgo estudiados y la
enfermedad periodontal hubo una correlación directamente
proporcional y fueron significativos los indicadores edad,
número de dientes presentes, higiene bucal deficiente y
sangramiento gingival.
El equipo de salud y el estomatólogo deben trazar
nuevas estrategias con
vistas a disminuir los factores de riesgo encontrados y utilizar
técnicas novedosas de educación para la
salud que permitan una mejor comunicación con la comunidad, con el fin
de obtener mejores resultados en la prevención de la
enfermedad periodontal.
Dra. Paz Latorge Elvia I.