Monografias.com > Arte y Cultura
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Arte Bizantino



    1. ¿Qué se
      entiende por arte bizantino?
    2. Características de la
      arquitectura bizantina
    3. Principales iglesias
      bizantinas
    4. La escultura y la pintura
      bizantina
    5. Con qué decoraban las
      iglesias bizantinas
    6. Conclusión
    7. Bibliografía
    8. Anexos

    Introducción

    El arte es una
    expresión del hombre en
    sociedad.
    Es un medio de comunicación que refiere sucesos e
    ideologías, comunicando al hombre con el hombre, en
    un mismo tiempo y
    espacio o a través del tiempo y el espacio.
    Pero el arte también puede comunicar al hombre con aquello
    en lo que cree.
    En este sentido, el hombre que lo crea, no lo considera arte,
    sino objeto de culto y veneración.
    Así deben entenderse la mayoría de las
    representaciones del arte
    bizantino.
    Los motivos religiosos permeaban todo el arte en Bizancio.
    Estaban dentro de los templos en las paredes o como objeto
    específico del culto a través de estatuas o
    también como pequeños y portátiles objetos
    de veneración a los que se les conoce con el nombre de
    Iconos.

    En general, existen tres tipos de imágenes
    cristianas: la imagen de culto,
    la imagen descriptivo – narrativa y la imagen de
    devoción.
    Las imágenes de culto son aquellas a través de las
    cuales la divinidad se personaliza en el mundo, son
    únicas, pertenecen al ámbito de las apariciones y
    los milagros y ocupan lugares preponderantes en los santuarios
    que generalmente están dedicados a estas
    imágenes.
    Las descriptivo – narrativas, transmiten un mensaje relacionado
    con la doctrina, con la historia sagrada, con la
    teología y con los dogmas de la fe cristiana.
    Las de devoción representan también a la divinidad
    pero generalmente son reproducciones de las imágenes de
    culto o de personajes asociados a la devoción
    católica como santos, diferentes advocaciones de la virgen
    o las personas de la santísima trinidad y pertenecen al
    ámbito personal.
    El arte de Bizancio que se conserva, pertenece en su
    mayoría a las imágenes descriptivo – narrativas y a
    las imágenes de devoción, aunque también se
    conservan imágenes de emperadores.
    Es del arte Bizantino de donde surgen modelos para
    toda la Edad
    Media.
    Entre otras cosas, se representa en Bizancio por primera vez a la
    corte angelical.
    El arte Bizantino dentro de los templos, fue realmente una
    teología en imagen, ya fuera en pintura o en
    mosaico y se convirtió en un maravilloso
    espectáculo para impresionar el alma.
    La imagen Bizantina fue la prolongación del dogma, y el
    desarrollo de
    la doctrina en el arte Bizantino tenía carácter de libro sagrado
    de amena lectura.
    Se ha dado por categorizar al arte Bizantino en tres "edades de
    oro",
    independientes de la epoca "iconoclasta" del siglo VIII en la que
    un grupos de
    personas se oponían a la existencia de cualquier tipo de
    imagen religiosa.
    La pugna entre iconódulos (a favor de las imágenes)
    e iconoclastas (destructores de imágenes) dio como
    resultado que en el año 754, todo el arte fuera prohibido
    en la iglesia
    oriental.
    Sin embargo, esta limitación fue de corta duración
    y ya para el siglo IX, el arte volvía a estar presente
    como instrumento de catequización y vehículo de
    devoción.
    En la primera etapa del arte Bizantino (siglo VI), los temas
    iconográficos son:
    Cristológicos y mariológicos que recorren la vida,
    pasión y muerte de
    cristo y la vida de la Virgen
    María.
    El tema fundamental era la "deesis" o sea, la
    representación del padre eterno o cristo
    acompañados de la Virgen y San Juan.
    También se representan vírgenes con el niño
    de frente, con los ojos agrandados y dolorosos.
    Los temas teológicos y las escenas bíblicas, se
    representan de forma hierática y están realizados
    con fines didácticos.
    También se representa a los emperadores de manera
    realista.

    En general, existen tres tipos de imágenes
    cristianas: la imagen de culto, la imagen descriptivo – narrativa
    y la imagen de devoción.
    Las imágenes de culto son aquellas a través de las
    cuales la divinidad se personaliza en

    El mundo, son únicas, pertenecen al ámbito
    de las apariciones y los milagros y ocupan lugares preponderantes
    en los santuarios que generalmente están dedicados a estas
    imágenes.

    Las descriptivo – narrativas, transmiten un mensaje
    relacionado con la doctrina, con la historia sagrada, con la
    teología y con los dogmas de la fe cristiana.
    Las de devoción representan también a la divinidad
    pero generalmente son reproducciones de las imágenes de
    culto o de personajes asociados a la devoción
    católica como santos, diferentes advocaciones de la virgen
    o las personas de la santísima trinidad y pertenecen al
    ámbito personal.
    El arte de Bizancio que se conserva, pertenece en su
    mayoría a las imágenes descriptivo – narrativas y a
    las imágenes de devoción, aunque también se
    conservan imágenes de emperadores.
    Es del arte Bizantino de donde surgen modelos para toda la Edad
    Media.
    Entre otras cosas, se representa en Bizancio por primera vez a la
    corte angelical.
    El arte Bizantino dentro de los templos, fue realmente una
    teología en imagen, ya fuera en pintura o en mosaico y se
    convirtió en un maravilloso espectáculo para
    impresionar el alma.
    La imagen Bizantina fue la prolongación del dogma, y el
    desarrollo de la doctrina en el arte Bizantino tenía
    carácter de libro sagrado de amena lectura.
    Se ha dado por categorizar al arte Bizantino en tres "edades de
    oro", independientes de la epoca "iconoclasta" del siglo VIII en
    la que un grupos de personas se oponían a la existencia de
    cualquier tipo de imagen religiosa.
    La pugna entre iconódulos (a favor de las imágenes)
    e iconoclastas (destructores de imágenes) dio como
    resultado que en el año 754, todo el arte fuera prohibido
    en la iglesia oriental.
    Sin embargo, esta limitación fue de corta duración
    y ya para el siglo IX, el arte volvía a estar presente
    como instrumento de catequización y vehículo de
    devoción.
    En la primera etapa del arte Bizantino (siglo VI), los temas
    iconográficos son:
    Cristo lógicos y mariológicos que recorren la vida,
    pasión y muerte de cristo y la vida de la Virgen
    María.
    El tema fundamental era la "deesis" o sea, la
    representación del padre eterno o cristo
    acompañados de la Virgen y San Juan.
    También se representan vírgenes con el niño
    de frente, con los ojos agrandados y dolorosos.
    Los temas teológicos y las escenas bíblicas, se
    representan de forma hierática y están realizados
    con fines didácticos.
    También se representa a los emperadores de manera
    realista.

    1)
    ¿Qué se entiende por arte bizantino?

    El arte bizantino es una expresión
    artística que se configura a partir del siglo
    VI fuertemente enraizada en el mundo
    helenístico como continuador del arte paleocristiano
    oriental. En sus primeros momentos se consideró como el
    conservador natural en los países del
    Mediterráneo oriental del

    Imperio Romano, siendo transmisor de formas
    artísticas que influyen poderosamente en la cultura
    occidental medieval. Los períodos del arte bizantino se
    ajustan, como es natural, a las grandes fases de su historia
    política.

    2) Escriba 4
    características de la arquitectura
    bizantina.

    a) mantuvo varios elementos tales como materiales
    (ladrillo y piedra para revestimientos exteriores e interiores de
    mosaico), arquerías de medio punto, columna clásica
    como soporte, etc.

    b) también aportaron nuevos rasgos entre los que
    destaca la nueva concepción dinámica de los elementos y un novedoso
    sentido espacial.

    c) su aportación más importante, el
    empleo
    sistemático de la cubierta abovedada, especialmente la
    cúpula sobre pechinas, es decir, triángulos esféricos en los
    ángulos que facilitan el paso de la planta cuadrada a la
    circular de la cúpula. Estas bóvedas
    semiesféricas se construían mediante hiladas
    concéntricas de ladrillo, a modo de coronas de radio decreciente
    reforzadas exteriormente con mortero, y eran concebidas como una
    imagen simbólica del cosmos divino.

    d) Otra aportación de gran transcendencia fue la
    decoración de capiteles, de los que hubo varios tipos;
    así, el de tipo teodosiano es una herencia romana
    empleado durante el siglo IV como evolución del corintio y tallado a
    trépano, semejando a avisperos; otra variedad fue el
    capitel cúbico de caras planas decorado con relieves a dos
    planos.

    3) Cuales son las
    principales iglesias bizantinas.

    Entre sus iglesias tenemos: santa Sofía, Baco,
    Santa Irene, Santos Apóstoles de Constantinopla, San
    Juan de Éfeso, San Vital, y la iglesia de San Apolinar
    Nuevo.

    4) Realiza una
    síntesis de la escultura y la pintura
    bizantina.

    a) La pintura: los artistas bizantinos aprendieron otra
    vez, estudiando los antecedentes clásicos, la
    representación de figuras vestidas en el estilo de
    paños o pliegues mojados. También intentaron
    sugerir la valoración de luces y sombras que crea la
    ilusión de espacio tridimensional y da vida a la
    superficie pintada. Sin embargo, las imágenes religiosas
    sólo se aceptaban si la figura humana no se representaba
    como una presencia física
    tangible.

    Los artistas bizantinos resolvieron este problema por
    medio de la abstracción, es decir, por medio de
    diseños planos que conservaran el interés
    visual de la composición mientras evitaban cualquier
    modelo
    concreto y con
    ello cualquier apariencia corporal. De este modo establecieron
    convencionalismos para la representación de la figura
    humana que perduraron en los restantes siglos del arte
    bizantino.

    b) La escultura: La plástica escultórica
    bizantina supuso la culminación del arte paleocristiano,
    manteniendo sus técnicas y
    su estética de progresivo alejamiento de las
    cualidades clásicas: la mayor rigidez, la
    repetición de modelos estereotipados, la preferencia del
    bajorrelieve a las obras de bulto redondo y el uso de materiales
    ricos (marfil)
    que proporcionan pequeñas piezas, son los caracteres
    más destacados de la estatuaria bizantina de la primera
    etapa.

    Tras la sistemática destrucción del
    período iconoclasta hay una vuelta al culto de las
    imágenes, pero para no caer en la idolatría y por
    influjo de las nuevas corrientes islámicas desaparece la
    figura humana en la estatuaria exenta.

    Las obras más destacadas son las labores
    ornamentales de los capiteles con motivos vegetales y animales
    afrontados como son los de San Vital de Rávena o los
    sarcófagos de la misma ciudad en los que se representan
    los temas del Buen Pastor.

    Pero las obras capitales de la escultura bizantina son
    las pequeñas obras, dípticos y cajas, talladas en
    marfil, destacando el díptico Barberini, Museo del Louvre,
    del siglo V, o la célebre Cátedra del obispo
    Maximiano, en Rávena, tallada hacia el año 533
    sobre placas de marfil con minuciosa trabajo.

    5) Con qué
    decoraban las iglesias bizantinas.

    Se decoraban las iglesias con pinturas de cristo o de la
    virgen las figuras de Cristo
    con barba partida y edad madura (modelo siríaco) y
    de la Virgen que se presenta bajo diversas advocaciones
    (Kyriotissa o trono del Señor en la que sostiene sobre sus
    piernas la Niño, como si fuera un trono; Hodighitria, de
    pie con el Niño sobre el brazo izquierdo mientras que con
    el derecho señala a Jesús
    como el camino de salvación – es el modelo
    desarrollado en el gótico -; la Theotokos, o Madre de
    Dios, ofrece al Niño una fruta o una flor; la
    Blachernitissa o Platytera con una aureola en el vientre en el
    que parece el Niño indicando la maternidad de la
    Virgen).

    Abundante empleo del dorado que ejercerán un
    marcada influencia en las obras góticas de Cimabue, Duccio
    y otros pintores italianos

    a las diferentes partes del templo: el
    Pantocrátor (Cristo en Majestad bendiciendo) en la
    cúpula, el Tetramorfos (cuatro evangelistas) en las
    pechinas, la Virgen en el ábside, los santos y temas
    evangélicos en los muros de las naves.

    La iglesia mantiene un sutil eje longitudinal,
    conformado por dos semicúpulas ue flanuean a la
    cúpula central por las galerías laterales, ue
    enmascaran los ermes contrafuertes ue sustentan el peso de la
    estructura.

    De este modo se consiguió un espacio de
    apariencia mágica, dispersado en los bordes mediante
    exedras, nichos aruerías dominado por la cualidad material
    de la luz.

    Conclusión

    La evolución de este arte paleocristiano
    motivará el nacimiento del Arte Bizantino. Pero la gran
    novedad estriba en que el arte Bizantino mantuvo también
    importantes rasgos de la cultura greco-latina, pudiendo
    considerarse un arte puente entre la antigüedad y el futuro
    Renacimiento.
    Bizancio apenas creó valores nuevos
    pero supo asimilar y fundir las influencias que llegaron desde
    oriente y occidente. Grabar considera al arte bizantino el
    "cristiano por excelencia, por su seriedad devota y solemne, por
    su apartamiento del mundo". Entre los siglos V y VII se
    desarrollará la llamada Primera Edad de Oro bizantina,
    relacionada con la obra de Justiniano.
    Los siglos IX al XII verán la Segunda Edad de Oro,
    separadas ambas por el período iconoclasta donde las
    imágenes estarán prohibidas y el arte vivirá
    un periodo de decadencia.

    La arquitectura bizantina va a mantener la grandeza
    romana y la elegancia griega, utilizando el elemento oriental
    como aglutinante. La cúpula sobre pechinas, el ladrillo
    como material, las bóvedas de aristas o la suntuosidad
    decorativa serán algunas de sus principales
    características. La planta favorita es la de cruz griega,
    envuelta en un espacio cuadrangular que permita el uso y disfrute
    de cúpulas y bóvedas.

    Su edificio más significativo es la iglesia -hoy
    mezquita- de Santa Sofía de Constantinopla, levantada en
    tiempos de Justiniano, quien pronunció una frase
    significativa cuando se acabó: "Salomón, te he
    vencido" en referencia a haber superado el mítico templo
    de Jerusalén construido por Salomón.
    Lo más sorprendente de la iglesia es su espectacular
    cúpula de 31 metros de diámetro cuyos empujes se
    contrarrestan con dos bóvedas de cuarto de esfera que
    descansan en otras bóvedas.

    Este reparto de presiones permite alcanzar una
    sensación de ligereza en la construcción inigualable, a lo que
    contribuyen los dos pisos de arquerías que se hallan bajo
    los dos arcos formeros de la nave. Justiniano también
    mandó construir la iglesia de los Santos Sergio y Baco con
    planta octogonal y dos pisos o el desaparecido templo de los
    Santos Apóstoles, con planta de cruz griega y cinco
    cúpulas. En Ravena se desarrolló otro importante
    centro de arquitectura bizantina al ser esa ciudad capital del
    exarcado.

    En esa ciudad se construyeron las iglesias de San Vital
    -con planta de cruz griega- y San Apolinar in Classe y San
    Apolinar el Nuevo -donde se empleó la planta basilical que
    fue dividida en tres naves a través de columnas-,
    destacando la bella decoración de mosaicos en estas dos
    últimas. El movimiento
    iconoclasta motivará el escaso desarrollo de la escultura
    bizantina; sólo conservamos algunos ejemplares de
    pequeño tamaño como placas de marfil formando
    dípticos o trípticos, entre las que destaca la
    Cátedra de Maximiliano.

    A partir del siglo IX la iconografía bizantina
    aumentará con nuevas escenas del ciclo evangélico o
    de la Virgen. Quizá sea el mosaico el verdadero
    protagonista en la decoración, superando a la pintura.
    La pobreza de
    los materiales constructivos exige la utilización de un
    revestimiento que otorgue riqueza a la edificación, y ese
    es el mosaico.

    En la primera etapa será Ravena el lugar
    más destacado con las excelentes representaciones de San
    Apolinar el Nuevo, San Apolinar in Classe o el Baptistero de los
    Arrianos, llenando de color sus
    paredes, destacando las excelentes procesiones de doncellas y
    santos que se dirigen a presentar sus respetos al Niño
    acompañado de la Virgen.

    La segunda etapa incorpora novedades
    iconográficas como el Tetramorfos -las figuras o los
    símbolos de los cuatro Evangelistas- o el
    Pantocrátor -Cristo omnipotente-. Los mismos colores vibrantes
    y encendidos que caracterizan al mosaico se encuentran
    también en la pintura, apareciendo una importante escuela de
    miniaturistas e iluminadores de libros.

    Bibliografía

    www.monografias.com

    www.google.com

    www.encarta.com

    Anexos

     

     

     

    Autor:

    Néstor Sanz B.

    Republica Bolivariana de Venezuela

    Ministerio de Educación y
    Deporte

    Mérida estado
    Mérida

    U.E Las Tapias

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter