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Colón en los primeros años del siglo XX




Enviado por Guada Aballe



    1. Lecturas para la
      escuela
    2. Miscelánea
      colombina
    3. El descanso
      final
    4. Bibliografía

    INTRODUCCIÓN

    No cabe duda alguna que Cristóbal Colón es
    una figura histórica interesante y fuente de debate,
    polémica y distintas miradas sobre su accionar
    histórico.

    Aunque los cuestionamientos a su obrar y el papel de que
    desempeñó a causa de su llegada a América
    en 1492 son más recientes, las elucubraciones en torno a su origen
    y lugar de sepultura son más que centenarias.

    Desarrollaremos en este trabajo la
    visión de Colón ofrecida en las primeras
    décadas del siglo XX en las escuelas argentinas a
    través de textos escolares y algunas controversias que por
    aquellos días se suscitaron acerca de su origen y
    sepultura.

    DESARROLLO

    1-LECTURAS PARA LA
    ESCUELA

    En los albores del siglo XX los textos escolares
    argentinos eran unánimes en cuanto a la evaluación
    de la trayectoria del histórico navegante y su
    proyección a través de los siglos.

    Se destacan la trascendencia del descubrimiento, la
    heroicidad del navegante, lo aventurado de su empresa, la
    perseverancia demostrada, etc.

    Esta valoración puede apreciarse en los textos
    ofrecidos a los alumnos en los ejemplos que damos a
    continuación

    En varios países de América se ha
    fijado como "día de la raza" el 12 de Octubre,
    aniversario del descubrimiento del nuevo mundo.
    Celébrase con este motivo el acontecimiento
    histórico de mayor trascendencia en la vida de la
    humanidad, cual fue el hallazgo de un continente ignorado, y al
    mismo tiempo se
    rememoran los hechos realizados por la raza latina en el
    constante desenvolvimiento de la civilización.
    (
    Mazzanti & Mario Flores, p 205)

    "Colón las descubrió y más
    tarde se les dio el nombre de América. En ella, se
    formaron después varios países, entre otros, el
    nuestro.

    El 12 de octubre se festeja el descubrimiento
    de América y el nacimiento de estas naciones que,
    por ser de una misma raza, son hermanas". (
    Stagnaro, p
    94)

    "Comenzó Cristóbal Colón por
    descubrirla el 12 de octubre de 1492 y Solís por entrar
    al Río de la Plata en 1516"
    (Mercante, 1926,
    p116)

    Don Cristóbal era recordado a través del
    verso, en este caso en el poema de Rubén
    Darío "Canto a la Argentina".

    "Te saluda el divo Cristóbal

    Príncipe de las
    Carabelas"


    Y en este otro titulado "Colón" de Guillermo
    Matta

    A la marcha veloz del pensamiento

    obstáculos el mundo pone en
    vano;

    solo el débil se abate al
    sufrimiento,

    el genio es invencible y soberano.

    Colón, Colón, renueva tu
    ardimiento.

    Ven, ya te espera el hemisferio
    indiano,

    y en frágil nave, desafiando el
    viento

    hiende en pos de tu gloria el
    océano.

    Tu genio, el globo misterioso
    abarca;

    de pie sobre el timón, audaz
    piloto,

    siempre al oeste, siempre va tu
    barca.

    ¡Oh gozo! ¡oh triunfo! En el
    confín remoto

    naciendo el alba entre
    arreboles, marca

    la extensa playa de ese mundo
    ignoto.

    El tema se trabajaba en todos los grados de la educación primaria
    de acuerdo a la edad de los alumnos; por ejemplo para los
    niños
    de primer grado se sugería como dictado:

    "América fue descubierta por
    Cristóbal Colón el 12 de octubre de 1492. La
    reina de España,
    Isabel la Católica, prestó ayuda a Colón
    para realizar sus viajes".

    (Stagnaro, p 94)

    Y como actividad manual hacer tres
    barquitos con papel que representes las tres carabelas,
    también dibujar las banderas argentina, española e
    italiana.

    Un relato descriptivo del descubrimiento puede leerse en
    el libro "Pleno
    día", en una lectura
    titulada "San Salvador":

    Eran las primeras horas de la madrugada del
    día 12 de octubre de 1492. Las sombras de la noche no
    habían desaparecido del todo. Un marinero, de vista
    penetrante, miraba fijamente el horizonte. La Pinta
    seguía navegando y, mientras avanzaba, el rostro del
    hombre
    reflejaba una extraña ansiedad. Quería estar
    seguro, bien
    seguro de que sus ojos no le engañaban.

    De repente lanzó un grito formidable que
    resonó en la carabela:
    Tierra!
    ¡Sí! ¡Tierra se ve!¡Arriba
    compañeros; estamos salvados!

    La alegría no tuvo límites.
    El capitán de La Pinta ordenó que se disparase un
    cañonazo. Era para anunciar a los tripulantes de la
    Santa María y de La Niña que algo extraordinario
    había ocurrido.

    Pronto se reunieron las tres carabelas y pusieron
    la proa hacia la isla, que ya se veía
    claramente.

    El mar estaba tranquilo y el cielo sin una nube.
    Los marineros echaron un bote al agua y a
    él bajó Colón, ricamente vestido de
    terciopelo rojo. Iba acompañado por los capitanes de La
    Pinta y La Niña, algunos oficiales y varios marineros.
    Llevaban estandartes y banderas
    españolas.

    Cuando el bote se acercó a la orilla
    saltaron todos a tierra. Hacía tres meses que no
    veían ni pisaban ninguna. Colón se
    arrodilló y besó la arena del suelo,
    imitándole sus compañeros. Con los ojos llenos de
    lágrimas exclamó:

    -¡Gracias, Dios mío! ¡Tu
    protección nos ha salvado!-Por eso bautizaron con el
    nombre de San Salvador a la isla.

    Esa isla, habitada por indios que miraban
    asombrados a los españoles, fue la primera tierra de
    América descubierta por Colón.

    Como curiosidad, señalaremos que al margen de la
    vida escolar, los días 18 y 19 de septiembre de 1918 se
    exhibió en tres cines la película "La vida de
    Cristóbal Colón y el descubrimiento de
    América", presentada como el acontecimiento grande de la
    cinematografía y la página más genial en la
    historia del
    mundo; con una recomendación para las familias:

    PARA LOS PADRES: Fiel reproducción del verdadero
    argumento

    PARA LAS MADRES: Ejemplo de abnegados sacrificios de
    la Reina Isabel

    PARA LOS NIÑOS: Agradable lección de
    Historia que jamás olvidarán.

    Por las mismas fechas de la exhibición del filme,
    se hablaba del lamentable destino del monumento a Colón.
    Se decía que la colectividad italiana había
    levantado una suscripción para erigir una estatua a
    Cristóbal Colón, la cual estuvo a cargo del
    escultor Arnaldo Zocchi pero que no se erigió en el lugar
    pensado (frente a la casa de gobierno) porque
    el presidente Sáenz Peña no quería tener
    allí el monumento para no tener obstruida la perspectiva.
    Partes del monumento estuvieron un tiempo olvidados en Paseo
    Colón y Alsina "donde comen y duermen numerosos
    atorrantes".
    (Revista
    Popular, 1918, septiembre 16)

    2-MISCELÁNEA
    COLOMBINA

    Las polémicas en torno al origen de Colón
    y sus primeros años de vida tienen más de cien
    años; teorías
    diversas, disparatadas e inverosímiles vieron la luz aunque los
    trabajos más serios de las primeras décadas del
    siglo XX señalaban que había nacido en
    Génova:

    "Cristóbal Colón nació,
    probablemente en Génova, ciudad de Italia, a fines
    del año 1446"

    (Henriques Figueira, 1914, p 227)

    "Cuna de Cristóforo Colombo, el hecho de que el
    maravilloso almirante fuese descubridor de América, es
    un fasto que él solo, podría cubrir de
    gloria-como los cubre-no digamos a una ciudad; sino a una
    nación, a un pueblo, a una
    raza"

    (Caras y Caretas, 1935, 12 de octubre)

    No vale la pena detallar todas y cada una de las
    teorías insólitas que surgieron alrededor del
    nacimiento de Don Cristóbal en los primeros años
    del siglo XX, pero si hacia 1907 el historiador gallego De la
    Riega intentaba probar que Colón había nacido en
    Pontevedra, las discusiones dentro de la misma Italia no estaban
    tranquilas.

    En Génova, dos casas se disputaban el honor de
    haber sido cuna de su nacimiento y dos iglesias de su bautismo:
    Santo Stefano y S.S. Anunziata.

    Santo Stefano,
    Génova

    .

    Iglesia de la
    Anunziata, Génova.

    En 1909 había en la ciudad de Pelgri una
    "calavera de Colón" y en Bugiasco por lo menos ocho. Y
    hasta aparecieron supuestos familiares: Fernando Colombo y su
    esposa, propietarios de la casa que Wagner tuvo en Roma,
    decían ser descendientes del famoso Almirante.

    Fernando Colombo y su esposa en
    1909

    Y como si esto fuera poco, existió un libro
    editado por la casa Adriano Salani en Florencia en 1907 titulado
    "Vita e viaggi di Cristoforo Colombo" y cuyo autor era Cesare
    Causa, tenía ilustraciones de lo más curiosas donde
    se podía ver a Colón de poncho y a caballo
    recorriendo las tierras, repartiendo a las mujeres
    indígenas vidrios, espejos, tijeras, toallas y jabones y
    lo más insólito: ¡Colón dirigiendo la
    construcción de modernas casas con cemento
    armado, piedra, madera y
    cal!

    Ilustración del libro de Cesare
    Causa

    "Sin embargo, suponiendo que Cristóforo
    Colombo sea quien tuvo la bondad de sacarnos del misterio,
    convengamos en que somos con él muy
    desagradecidos"

    "De todo esto resulta en que lo único que
    todos los historiadores están de acuerdo, es que
    Colón murió hace mucho tiempo".

    (Caras y Caretas, 1909, 9 de octubre)

    3-EL DESCANSO
    FINAL

    La ubicación exacta de la tumba de Don
    Cristóbal Colón comenzó a discutirse desde
    que en 1877 se descubrieron en la Catedral de Santo Domingo unos
    restos humanos que podrían corresponder al
    Almirante

    Don Cristóbal Colón falleció en
    Valladolid el 20 de mayo de 1506. En 1537 su nuera María
    de Rojas y Toledo envió los restos de Cristóbal
    Colón junto a los de Diego(esposo de María e hijo
    de Cristóbal) a la catedral de Santo Domingo.

    Y todo hubiese terminado allí con Colón y
    su hijo descansando juntos en la catedral nombrada si no hubiesen
    ocurrido diversas vicisitudes que hasta el día de hoy son
    motivo de debate.

    Pero más de cien años después las
    señas que podían indicar el lugar de descanso final
    de Colón habían desaparecido: se había
    ordenado que se borrasen todas las señales
    de las tumbas de los Colón que se encontraban en la
    Catedral por temor a las invasiones inglesas.

    La tumba de Colón volvió a despertar
    interés
    cuando en el año 1783 el capitán general Don
    Isidoro Peralta, para satisfacer los deseos del publicista
    francés Moreau de Saint Mery que quería datos de la tumba
    de don Cristóbal; pidió informes a
    tres dignatarios de la Catedral (José Núñez
    de Cáceres, Manuel Sánchez y Pedro Galves) que
    habían intervenido en el descubrimiento casual de
    bóvedas de miembros de la familia
    Colón.

    Ellos certificaron por escrito el 30 de enero que
    "habiendo sido derribado el Santuario de esta Santa Iglesia
    Catedral Metropolitana, en 30 de enero último, para
    construirlo de nuevo, se ha encontrado del lado de la tribuna en
    donde se canta el Evangelio, y cerca de la puerta por donde se
    sube á la escalera de la sala capitular, un cofre de
    piedra, hueco, de forma cúbica y de cerca de una vara de
    alto, en el cual se halla una urna de plomo, un poco
    dañada, que contenía varios huesos humanos.
    Hace algunos años que por una causa igual, lo que
    certifico, se encontró del lado de la Epístola,
    otra caja de piedra semejante: y según la tradición
    comunicada por los viejos del país, y un capítulo
    del Sínodo de esta Santa Iglesia Catedral, la caja del
    lado del Evangelio se considera que contiene los huesos del
    Almirante D Cristóbal Colón, y la del lado de la
    Epístola los de su hermano, sin que se haya podido
    averiguar si son los de su hermano D Bartolomé ó
    los de D. Diego Colón, hijo del Almirante".

    Presbiterio de la catedral de Santo
    Domingo hacia 1540

    1-Posible bóveda de Cristóbal
    Colón.

    2-Bóveda que sería abierta por los
    españoles en 1795 (¿Diego Colón?)

    3-Bóveda donde serían hallados los restos
    de Luis Colón.

    4-Angulo de la peana del altar mayor.

    5-Escaleritas para subir al Presbiterio.

    6-Pared remate del Presbiterio: 82 a 83 cm de alto sobre
    el piso del resto de la capilla mayor.

    7-Parte de la capilla mayor no ocupada por el
    Presbiterio.

    8-Puerta que conducía a la
    sacristía.

    9-Puerta que llevaba a la sala capitular.

    10-Término de la capilla mayor.

    11-Tribuna del Evangelio.

    12-Tribuna de la Epístola.

    Pasó el tiempo, en 1795 España
    cedió la isla de Santo Domingo a Francia y a
    Don Gabriel del Aristizábal, el teniente general de la
    Real Armada, se le había ocurrido trasladar los restos de
    Colón a Cuba porque no
    quería dejar bajo otra bandera aquellos restos.

    No había lápidas ni señales que
    indicaran el lugar exacto y para la desenterrarlos se basaron en
    la tradición que decía "que los despojos de
    Cristóbal Colón habían sido depositados en
    el presbiterio de la catedral, del lado del Evangelio, en el
    lugar donde solía colocarse el solio
    arzobispal".

    Por lo tanto, se iniciaron los trabajos de
    búsqueda, se encontró una urna con restos, se
    supuso que pertenecían al Almirante y se trasladaron a
    Cuba.

    Esa urna no tenía inscripción alguna en su
    tapa ni tampoco en los costados de la caja y el acta labrada por
    José Hidalgo, escribano de la Real Audiencia de Santo
    Domingo, indica que:

    "En 20 de diciembre de 1795 se abrió una
    bóveda que estaba sobre el presbiterio, al lado del
    Evangelio, pared principal y peana del altar mayor, que tiene
    como una vara cúbica, y en ella se encontraron unas
    planchas como de tercia de largo, de plomo, indicantes de haber
    habido caja de dicho metal, y pedazos de huesos de canillas y
    otras varias partes de algún difunto, que se recogieron
    en una salvilla y toda la tierra
    que con ellos había, que por los fragmentos con que
    estaba mezclada, se conocía ser despojos de aquel
    cadáver".

    Ese "algún difunto" se pensó que era
    Colón y se obró en consecuencia. "Aquel
    cadáver" fue llevado a Cuba y de allí a
    Sevilla.

    Presbiterio de la catedral en el
    año 1795

    1-Posible bóveda de Cristóbal
    Colón.

    2-Bóveda abierta por los españoles.
    (¿Diego Colón?)

    3-Bóveda de Luis Colón.

    4-Angulo de la peana del altar mayor.

    5-Puerta que conducía a la
    sacristía.

    6-Puerta que lleva a la sala capitular.

    7-Término de la capilla mayor.

    8-Tribuna del Evangelio.

    9-Tribuna de la Epístola.

    10-Escalera del Prebisterio.

    Muchos años después, en el mes de abril de
    1877, se iniciaron una serie de trabajos de reparación en
    la catedral de Santo Domingo: supresión del coro, cambio del
    pavimento del templo, modificaciones en el altar, situar
    detrás del mismo el nuevo coro. Para todo ello,
    había que extender el presbiterio y se decidió
    rebajarlo 70 cm para ponerlo a la altura conveniente.

    El 14 de mayo trataron de abrir una puerta tapiada que
    comunicaba la capilla mayor con la sacristía del lado
    derecho y se notó un hueco en la pared a la derecha de la
    puerta que se trataba de rehabilitar. Perforaron y vieron una
    bóveda que guardaba una caja metálica con huesos
    los cuales estaban a la vista por hallarse rota la
    caja.

    El canónigo Billini, responsable de la dirección de los trabajos, ordenó
    que se cerrara hasta que llegase el Obispo que estaba de viaje.
    Taparon el sitio con una cortina y otros objetos.

    Mientras tanto, el historiador Carlos Nouel
    solicitó permiso para ver la urna y leyó en la
    caja la inscripción "El Almirante Luis Colón, Duque
    de Veragua, Marques de" (se supuso Jamaica).

    El 18 de agosto regresó el Obispo y el 1 de
    septiembre invitó a cónsules, autoridades civiles y
    militares para presenciar el reconocimiento de Luis
    Colón.

    Monseñor Coccía dispuso tras el
    reconocimiento que se examinara el sitio que la tradición
    señalaba como sepultura de Cristóbal Colón
    para asegurarse que:

    1-Se habían exhumado sus restos.

    2-Se ubicase a Diego Colón, hijo del
    Almirante.

    El 8 de septiembre se reiniciaron las excavaciones
    dirigidas por Billini. Se excavó enfrente de la puerta que
    daba a la sala capitular y se encontró una sepultura que
    era del brigadier Juan Sánchez Ramírez,
    capitán general de Santo Domingo, muerto el 12 de febrero
    de 1811.

    El día 9 cavaron junto a una pared encontrada el
    día anterior en el sitio que decía la
    tradición. Hallaron una bóveda vacía
    (dónde había estado la caja
    trasladada en 1795).

    El día 10 continuaron los trabajos,
    cavándose en el espacio comprendido entre la bóveda
    encontrada y la pared lateral del presbiterio; hallándose
    otra bóveda con una caja dentro. De inmediato Bellini
    suspendió todo y mandó llamar al Obispo, al
    ministro del Interior y al Cónsul italiano. Frente a todos
    se abrió el hoyo, la caja de metal estaba colocada sobre
    dos ladrillos y tenía polvo en la tapa. No obstante se
    pudo leer que decía "Primer Almirante "
    abreviado.

    Presbiterio de la catedral en
    septiembre de 1877

    1-Posible bóveda de Cristóbal
    Colón.

    2-Bóveda abierta por los españoles en 1795
    (¿Diego Colón?)

    3-Bóveda de Luis Colón.

    4-Angulo de la peana del altar mayor.

    5- Puerta que conducía a la
    sacristía.

    6- Puerta que llevaba a la sala capitular.

    7-Término de la capilla mayor.

    8- Tribuna del Evangelio.

    9-Tribuna de la Epístola.

    10-Escalera del Presbiterio.

    11-Sepultura de don Juan Sánchez
    Ramírez.

    Ante la sorpresa se llamó a personalidades, se
    cerró la catedral, se procedió a labrar acta.
    Retiraron la caja de plomo de la bóveda, se dispararon
    veintiún salvas de cañón por la
    Artillería de la Plaza, repicaron campanas, tocó la
    banda militar. Se reunieron en la Sacristía para reconocer
    los restos contenidos en la caja que medía 42 cm de largo,
    21 cm de profundidad y 20,5 cm de ancho.

    La inscripción en la tapa decía "D de la
    A. Per Ate". En el interior se encontró la siguiente
    inscripción: "Illtre y Esdo Varón Dn
    Cristóval Colón"; dentro había restos
    humanos: un fémur deteriorado, peroné, radio,
    clavícula ,costillas completas e incompletas, algunas
    vértebras y otros fragmentos de huesos.

    Inscripción exterior de la tapa
    de la caja.

    Inscripción del interior de la
    caja
    .

    Para conocer en detalle lo que ocurrió ese
    día, se trascribe a continuación el acta completa,
    respetando la ortografía original.

    ACTA DEL 10 DE SEPTIEMBRE DE 1877

    En la ciudad de Santo Domingo a diez de Septiembre
    del año mil ochocientos setenta i siete. Siendo las cuatro
    de la tarde, previa convocatoria dirijida por el
    Ilustrísimo i Reverendísimo Señor Doctor
    Fari Roque Cocchia, Obispo de Orope, Vicario i Delegado
    Apostólico de la Santa Sede en las Repúblicas de
    Santo Domingo, Venezuela i
    Haití, asistido del Presbítero Frai Bernardino
    d’Emilia, Secretario del Obispado; del Señor
    Canónigo Penitenciario honorario, Rector i Fundador del
    Colejio "San Luis Gonzaga" i de la Casa de Beneficencia,
    Misionero Apostólico, Presbítero Don Francisco
    Javier Billini, Cura interino de la Santa Iglesia Catedral, i del
    Presbítero Don Eliseo J’andoly, teniente cura de la
    misma, se reunieron en la Santa Iglesia Catedral los
    señores Jnral Don Marcos A Cabral, Ministro de lo Interior
    i Policía; Licenciado Don Felipe Dávila
    Fernández de Castro, Ministro de Relaciones Exteriores,
    Don Joaquín Montolío, Ministro de Justicia e
    Instrucción Pública; Jral Don Manuel A
    Cáceres, Ministro de la Hacienda i Comercio, i
    Jral Don Valentín Ramírez Baez, Ministro de
    Guerra y
    Marina; los ciudadanos General Don Braulio Alvarez, Gobernador
    Civil i Militar de la Provincia Capital,
    asistido de su Secretario Don Pedro Ma Gautier; los Honorables
    miembros de Ilustre Ayuntamiento de esta Capital Ciudadano Juan
    de la C. Alfonseca, Presidente i Ciudadanos Don FélixBaez,
    Don Juan Bautista Paradas, Don Pedro Mota, Don Manuel
    María Cabral, Don José María Bonetti,
    Rejidores; el Ciudadano Jeneral Don Francisco Hungría
    Chala, Comandante de Armas de esta
    Capital; los Ciudadanos Don Félix Mariano Lluveres,
    Presidente de la
    Cámara Legislativa, i Don
    Francisco Javier Machado, diputado a la misma Cámara,; los
    miembros del Cuerpo Consular acreditado en la República,
    Señores Don Miguel Puo, Cónsul de S. M. el
    Emperador de Alemania, Don
    Luis Cambiaso, Cónsul de S. M., el Reui de Italia, Don
    José Manuel Echeverri, Cónsul de S. M.
    Católica el Rei de España, Monsieur Aubin
    Defourgerais, Cónsul de la República Francesa,
    Mister Paul Jone, Cónsul de la República de los
    Estados Unidos
    de Norte América, Don José Martín Leyba,
    Cónsul de S. M. el Rei de los Países Bajos, i Don
    David Coen, Cónsul de S. M. la Reina del Reino Unido de la
    Gran Bretaña; los Ciudadanos Licenciados en medicina i
    cirujía, Don Marcos Antonio Gómez i Don José
    de Jesús Brenes; el Ingeniero civil Don Jesús Ma
    Castillo, Director de los trabajos de dicha Catedral; el
    Sacristán Mayor de la misma, Don Jesús Ma Troncoso.
    i los infrascritos Notarios Públicos, Don Pedro Nolasco
    Polanco, Don Mariano Montolío i Don Leonardo Delmonte i
    Aponte, siendo á la vez el primero interino de la Curia, i
    el segundo titular del Ayuntamiento de esta
    Capital.

    El Ilustrísimo Señor Obispo, en
    presencia de los Señores arriba designados, i de una
    numerosa concurrencia, expuso:
    Que hallándose en en
    reparación la Santa Iglesia Catedral, bajo la
    dirección del Reverendo Canónigo Don Francisco
    Javier Billini, i habiendo llegado a su noticia que según
    la tradición, i no obstante lo que aparece de documentos
    públicos sobre la traslación de los restos del
    Almirante Don Cristóbal Colón a la ciudad de la
    Habana, en el año de mil setecientos noventa i cinco,
    dichos restos podían existir en el lugar donde
    habían sido depositados, señalándose como
    tal el lado derecho del presbiterio, debajo del sitio ocupado por
    la silla episcopal; deseando esclarecer los hechos que la
    tradición había llevado hasta él,
    autorizó al Reverendo Canónigo Billini, por su
    pedimento, para que hiciese las esploraciones del caso; i
    practicándolo así en la mañana de este
    día, con dos trabajadores, descubrió á la
    profundidad de dos palmos, poco más o menos, un principio
    de bóveda, que permitió ver una parte de una caja
    de metal; que inmediatamente el referido señor
    canónigo Billini mandó al sacristán mayor,
    Don Jesús Ma Troncoso, que pasase al Palacio Arzobispal a
    dar conocimiento a
    S. S. Ilustrísima del resultado de las investigaciones,
    al mismo tiempo que lo participaba al Señor Ministro de lo
    Interior, suplicándole su asistencia sin pérdida de
    tiempo: que acto continuo S. S. Ilustrísima se
    trasladó a la Santa Iglesia Catedral, donde
    encontró a los Sres D. Jesús Ma Castillo, injeniero
    civil, encargado de las
    reparaciones de este templo, i a
    los dos trabajadores que custodiaban, en compañía
    del canónigo Billini, la pequeña excavación
    que se había practicado, al mismo tiempo que llegaba el
    Señor Don Luis Cambiaso, que había sido llamado por
    el citado canónigo Billini; que cerciorado personalmente
    de la existencia de la bóveda, así como de que
    contenía una caja a que se refería el
    canónigo Billini, i descubriéndose una
    inscripción en la parte superior de lo que parecía
    ser la tapa, dispuso dejar las cosas en el estado en
    que se encontraban, i cerrar las puertas del templo, confiando
    las llaves al Reverendo Canónigo Billini;
    proponiéndose invitar, a como lo hizo a S. E. El Gran
    Ciudadano, Presidente de la República, Jeneral D.
    Buenaventura Baez, su Ministerio, el Cuerpo Consular i
    demás autoridades civiles i militares espresadas en cabeza
    de este acto, con el fin de proceder con toda la solemnidad
    debida a la estracción de la caja, i dar toda la
    autenticidad requerida al resultado de la investigación, i habiendo dado aviso a la
    autoridad, por
    orden de esta se pusieron guardias municipales a cada una de las
    puertas cerradas del templo.

    Su Señoría Ilustrísima, colocado
    en el Presbiterio, junto a la excavación principiada, i
    rodeado de las autoridades arriba mencionadas, i de un concurso
    numerosísimo, compuesto de personas de todas condiciones,
    abiertas todas las puertas del templo, hizo continuar la
    escavación, quitándose una lápida que
    permitió estraer la caja, que tomada i presentada por su
    Señoría Ilustrísima, resultó ser de
    plomo. Dicha caja se exhibió a las autoridades convocadas,
    i luego se llevó procesionalmente en el interior del
    templo mostrándola al pueblo.

    Ocupada la cátedra de la nave izquierda del
    templo por su Señoría Ilustrísima: el
    Reverendo Canónigo Bellini portador de la caja; el
    Ministro de lo Interior, el Presidente del Ayuntamiento i dos de
    los notarios públicos, signatarios de este acto; Su
    Señoría Ilustrísima abrió la caja i
    exhibió al pueblo parte de los restos del ilustre
    jenovés, el Grande Almirante Don Cristóbal
    Colón, Descubridor de la América. Adquirida de una
    manera incontestable la veracidad del hecho, una salva de veinte
    i un cañonazos disparados por la Artillería de la
    Plaza, un repique jeneral de campanas, los acordes de la banda de
    música
    militar, anunciaron á la ciudad tan fausto y memorable
    acontecimiento.

    Seguidamente las autoridades convocadas se reunieron
    en la Sacristía del Templo, i procedieron en presencia de
    los infrascritos Notarios públicos, que dan fe, al examen
    i reconocimiento pericial de la caja i su contenido; resultando
    de este examen, que dicha caja es de plomo, está con
    goznes, i mide cuarenta i dos centímetros de largo, veinte
    i un centímetros de profundidad i veinte i medio de ancho;
    conteniendo las inscripciones siguientes: en la parte posterior
    de la tapa D de la A. Per Ate.-En la cabeza izquierda C.-En el
    costado delantero C.-En la cabeza derecha A.-Levantando la tapa
    se encontró en la parte interior de la misma tapa en
    caracteres góticos alemanes, cincelada, la
    inscripción siguiente: Illtre y Esdo Varón Dn.
    Cristóbal Colón, i dentro de la referida caja los
    restos humanos, que examinados por el Ldo. en Medicina i
    cirugía D. Marcos Antonio Gómez, asistido por el de
    igual clase
    Señor Don José de Jesús Brenes, resulta ser:
    Un fémur deteriorado en la parte superior del cuello, o
    sea entre el gran trocánter i su cabeza.-Un peroné
    en su estado natural.-Un rádio también
    completo.-Una clavícula completa.-Un cúbico.-Cinco
    costillas completas y tres incompletas.-El hueso sacro en mal
    estado.-El cóxis.-Dos vértebras lumbares.-Una
    cervical i tres dorsales.-Dos calcáneos.-Un hueso del
    metacarpo.-Otro del metatarso.-Un fragmento del frontal ó
    coronal, conteniendo la mitad de una cavidad orbitaria.-Un tercio
    medio de la tibia.-Dos fragmentos más de tibia.-Dos
    astrágalos.-Una cabeza de homóplato.-Un fragmento
    de la mandíbula inferior.-Media cabeza de húmero
    constituyendo el todo trece fragmentos pequeños, i veinte
    i ocho grandes, existiendo otros reducidos a
    polvo.

    Además se encontró una bala de plomo
    del peso de una onza poco mas o menos i dos pequeños
    tornillos de la misma caja.

    Terminado el examen de que se ha hecho
    mención, las autoridades eclesiásticas, civiles i
    el Ilustre Ayuntamiento determinaron cerrarla i sellarla con los
    restos respectivos i depositarla en el santuario de Regina
    Angelorum, bajo la responsabilidad del referido Señor
    Canónigo Penitenciario Don Francisco Javier Billini, hasta
    que otra cosa se determine: procediéndose en seguida a
    poner dichos sellos por Su Señoría
    Ilustrísima, los Señores Ministros, los
    Señores Cónsules i los infrascritos notarios; i en
    última, determinaron llevar dicha caja a la mencionada
    Iglesia de Regina Angelorum triunfalmente acompañada de
    las tropas veteranas de la Capital, baterías de
    Artillería, música i cuanto podía dar realce
    i esplendor a dicho acto, para lo que se hallaba preparada la
    población, como se notaba del gran
    jentío que llenaba el templo i la plaza de la Catedral, de
    lo que damos fe, lo mismo que de haber sido firmada la presente
    por los señores que arriba se expresan i otras personas
    notables.

    Fari Roque Cocchia, de la Orden de los Capuchinos,
    Obispo de Orope, Delegado Apostólico de Santo Domingo,
    Haití i Venezuela, Vicario Apostólico de Santo
    Domingo.- P. Frai Bernardino d’Emilia, Capuchino,
    Secretario del Excelentísimo Delegado i Vicario
    Apostólico.- Francisco X Billini.- Eliseo J’andoli,
    teniente Cura de la Catedral.- Marcos A Cabral, Ministro de
    Estado en los despachos de lo Interior i Policía.- Felipe
    Dávila Fernández de Castro, Ministro de Estado en
    los Despachos de Relaciones Exteriores.- Joaquín
    Montolío, Ministro de Justicia e Instrucción
    Pública.- M. A Cáceres, Ministro de Estado en los
    despachos de Hacienda i Comercio.-Valentín Ramírez
    Baez, Ministro de Guerra y Marina.-Braulio Alvarez, Gobernador de
    la Provincia.-Pedro Ma Gautier, Secretario.- Juan de la C.
    Alfonseca, Presidente del Ayuntamiento.- Rejidores, Félix
    Baez- Juan Bautista Paradas-Manuel Ma. Cabral B.-P.
    Mota.-José M. Bonetti.- Francisco Ungría Chala,
    Comandante de Armas.- Félix Mariano Lluveres, Presidente
    de la Cámara Legislativa.- El Cónsul de
    España, José Manuel Echeverri.-Luigi Cambiaso, R.
    Console de S. M. il Re d’Italia.-Miguel Pou, Der
    Kónsul des Deutschen Reiches.- Pul Jones, United States
    Consul.- D. Coen, British Vice-Cónsul.-J. M. Leyba,
    Cónsul Neerlandés.-A. Aubin
    Defourgerais,
    Vice-Cónsul de France.- Jesús Ma. Castillo,
    Ingeniero civil.-El Licenciado en medicina i cirujía, M.
    A. Gómez.- El Licenciado en medicina i cirugía, J.
    J. Brenes.- El Sacristán Mayor, Jesús Ma
    Troncoso.-A. Lacairac.-M. M. Santamarina.-Domingo
    Rodríguez.-Manuel de Jesús García.-Enrique
    Peinado.-Federico Polanco.-Lugardis Olivo.-P. Mr
    Consuegra.-Eugenio de Marchena.-Valentín Ramírez,
    hijo.-F. Perdomo.-Joaquín Ramírez Morales.-Amable
    Damirón.-Jaime Ratto.- Pedro N. Polanco, Notario
    Público.- Leonardo Delmonte i Aponte, Notario
    Público.-Mariano Montolío, Notario
    Público.

    REFLEXIÓN

    ¿Es posible que Diego Colón, el hijo mayor
    de Don Cristóbal, haya sido llevado a La Habana y luego a
    Sevilla?

    Es posible y si así fue, no se puede acusar de
    mala fe. No había lápida ni seña alguna
    exterior en 1795 y la tradición no recordaba que en lugar
    de una, había dos bóvedas con dos
    restos.

    BIBLIOGRAFÍA

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    Stagnaro, Gotardo. El día de la raza. En La
    escuela
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    La tumba definitiva de Colón. (1907, octubre 12)
    PBT, pp 23-33.

     

    Guada Aballe

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