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La globalización: un esquema conceptual




Enviado por Djamel Toudert



     

     

    Abstract

    En nuestra sociedad
    actual, como consecuencia de los efectos de la
    Globalización y del impacto cambiante de las TIC, se
    está generando una brecha digital entre aquellas personas
    que poseen acceso a la información y las que no. Si
    añadimos la velocidad de
    los cambios, podemos ver como esa brecha crece a un ritmo de
    vértigo dejando todavía más aislados
    aquellos países subdesarrollados, donde su principal
    objetivo no es
    poder acceder
    a dicha tecnología y
    conectarse a Internet sino llegar a
    conseguir con que comer cada día. El objetivo del presente
    trabajo es
    plantear los efectos de la Globalización desde tres
    enfoques principales: el tecnológico, el social y el
    económico. Una vez son analizados estos puntos de vista y
    sus consecuencias, se ponen en común todas las ideas a
    través de un mapa conceptual
    que nos permitirá analizar la situación en toda su
    dimensión.

    1. Objeto de
    estudio

    Tenemos ante nosotros uno de los mayores retos de la
    humanidad: la Globalización. Los avances
    tecnológicos (informática, robótica, biotecnología, etc.), la
    internacionalización de las finanzas, los
    sistemas de
    libre
    comercio, así como la expansión de las telecomunicaciones, han dado lugar a este
    fenómeno al que nos enfrentamos.

    Como posteriormente veremos, esto implica, entre otras
    cuestiones:

    • Una mayor especialización en el
      trabajo
    • La integración de los sistemas
      informáticos y de información
    • La gestión de la información como un
      recurso estratégico necesario para generar
      conocimiento
    • La desaparición de barreras geográficas
      y culturales
    • El comercio
      internacional
    • Los flujos transnacionales de capitales (inversión
      extranjera directa; corrientes de mercados de
      capital)
    • Etc.

    Muchos de estos cambios, en mayor o menor medida, ya se
    están produciendo, mientras que otros tantos, algunos de
    ellos desconocidos, los habremos de enfrentar durante los
    próximos años. De esta forma, el proceso de
    Globalización y cambio
    está generando profundas modificaciones en los actuales
    modelos tanto
    sociales, como culturales y económicos.

    De lo apuntado anteriormente puede entreverse que, el
    número de variables,
    conceptos y factores relacionados con la globalización es
    muy elevado. En el presente trabajo se tratará de realizar
    un esquema conceptual de los elementos que consideramos
    están relacionados o afectados de alguna manera por la
    Globalización, de forma tal, que pueda constituir un
    primer punto de partida para posteriores análisis o estudios en los que pueda
    demostrarse, o descartarse, en su caso, esas dependencias con la
    Globalización.

    El resultado del trabajo se presenta en forma de mapa
    conceptual, habiéndose utilizado para su
    elaboración la herramienta informática de libre
    distribución (1). CMap Tools del Institute
    for Human and Machine Cognition, de la University of West
    Florida.

     

    2. Relevancia e interés
    del tema en función de
    los objetivos del
    grupo de
    trabajo

    La relevancia en relación con los objetivos del
    grupo de trabajo GT-1 se considera que viene dada por la
    reflexión que la
    comunicación introduce respecto a la cuestión
    de quiénes son los excluidos dentro del movimiento de
    la globalización y si el acceso a la Tecnologías de
    la Información y la Comunicación (TIC) es una condición
    necesaria y suficiente para superar el gap de la brecha
    digital, puesto que tal y como afirma el Libro Verde
    sobre la Sociedad de la Información de la Comisión
    Europea, hay que permitir el igual acceso a la información
    a toda la población para disponer de una democracia
    verdadera e integradora. Sin embargo, no hay que olvidar que
    mientras la quinta parte del planeta está migrando hacia
    el ciberespacio — hablamos de servicios, de
    la importancia de tener acceso y del decaimiento de la parte
    tangible de los productos y de
    su posesión,– el resto de la humanidad está
    todavía atrapada en un mundo de escasez ?física?.

     

    3.
    Metodología

    3.1
    Introducción

    Muchos cambios históricos, aquellos que modifican
    de verdad nuestros modos de pensar y actuar, se introducen de
    manera sigilosa en la sociedad, de forma gradual. Así, un
    día nos damos cuenta que todo lo que conocíamos
    hace poco más de un año ya forma parte del pasado y
    apreciamos que estamos en un mundo que es totalmente
    nuevo.

    En la década de los noventa el término
    globalización ha ido ganando terreno e intensificando su
    presencia en los análisis descriptivos del contexto en el
    que han de desenvolverse las políticas
    tanto nacionales como transnacionales, y en la reflexión
    sobre el futuro en los ámbitos cultural, económico
    y social.

    En esta nueva era, nos enfrentamos a un mundo de
    símbolos, redes, conexiones, interacción, retroalimentación, en donde la parte
    sólida pierde importancia y en el que tener ?acceso a la
    red? incluso
    llega a ser más interesante, en ocasiones, que tener
    bienes o
    propiedades. De esta forma, el derecho de
    propiedad cede ante el derecho de accesibilidad
    (Cantón, 2002), y los mercados tradicionales se
    están sustituyendo por las redes. Todos estos cambios nos
    indican que estamos en una sociedad informacional o del conocimiento
    donde las ideas son el nuevo motor para el
    crecimiento. Esto es algo que preocupa a todos, y debería
    preocupar más aún a los gobiernos, que deben ser
    responsables de generar el marco adecuado para que los ciudadanos
    no pierdan este tren que circula a gran velocidad.

    ¿Pero qué hacer?, ésta es la
    pregunta clave, puesto que no sólo es cuestión de
    planificar políticas, se trata de inculcar un cambio
    social, un cambio de valores, y
    para que esto tenga lugar la gente debe llevar a cabo una
    renovación intelectual, para así evitar que todos
    estos cambios y retos de la Globalización sean patrimonio
    sólo de un colectivo determinado.

    3.2. Factores de la
    Globalización

    La transformación de la sociedad tradicional
    incide en múltiples aspectos como pueden ser entre otros,
    los hábitos de las personas, su forma de trabajar, el
    ocio, las relaciones
    interpersonales, las comunicaciones, etc., al mismo tiempo que
    introduce nuevos factores determinantes de la competitividad
    de las empresas.

    Aunque podamos dudar a priori si hoy día estamos
    ante una sociedad nueva o la de siempre moviéndose a alta
    velocidad de transformación, sí es verdad que
    está ocurriendo algo más profundo de lo habitual.
    De lo que no cabe duda es que tenemos la obligación de
    renovar nuestros planteamientos. Hoy y en un futuro inmediato, no
    se pueden dirigir empresas, invertir en bolsa, decidir estudios
    o, simplemente, interpretar noticias
    económicas, políticas y sociales sin tratar de
    entender el profundo y acelerado cambio que nos rodea,
    acuñado como globalización, que implica tener en
    cuenta muchos factores, los cuales agrupamos en tres enfoques
    fundamentales: el tecnológico, el social y el
    económico.

    3.2.1. El enfoque tecnológico

    Desde la perspectiva tecnológica, el avance de
    las TIC ha sido decisivo, el aumento de las prestaciones
    en los componentes electrónicos y la bajada de sus
    precios,
    así como la extensión geográfica de las
    redes informáticas, el incremento de su velocidad y el
    abaratamiento también de sus precios, han permitido poner
    al alcance de más personas el acceso a la
    tecnología así como romper las barreras
    geográficas (las variables de longitud han sido
    sustituidas por otras de capacidad como el ?ancho de banda?),
    permitiendo mayor colaboración e integración entre
    estamentos, gobiernos y organizaciones.

    Cabe apuntar, por tanto, que muchas de las
    transformaciones del sistema social,
    cultural y económico tienen lugar con la aparición
    repentina e inesperada de nuevas aplicaciones
    tecnológicas, aunque hay que destacar que en dicho proceso
    de transformación, la tecnología no determina la
    sociedad, sino que la plasma, aunque también hay que
    apuntar que la sociedad tampoco dicta el curso del cambio
    tecnológico, sino que la utiliza (Castells, 1997). En
    definitiva, el resultado vendrá de una interacción
    (compleja) entre tecnología y sociedad.

    Por esto, y aunque se habla de tecnología en
    primer lugar, no hay que olvidar que las TIC como tales son
    sólo herramientas,
    instrumentos que se ponen al alcance de las personas para mejorar
    su calidad de
    vida y que por tanto sería necesario a su vez imponer
    una ética en
    su uso dentro de todo el proceso de
    Globalización.

    3.2.2. El enfoque social

    En el plano de lo social, cabe destacar que una de las
    tendencias de esta nueva sociedad de la información en la
    que vivimos, es la de generar sociedades
    más heterogéneas, menos integradas. Aún
    así, se espera que esta heterogeneidad, que puede ser al
    mismo tiempo compartida por todo el mundo, logre el equilibrio
    entre individuo y
    comunidad.
    Como dice Ernesto Ottone (1996):

    existe un amplio consenso en considerar la educación como
    factor determinante para lograr sociedades auténticamente
    modernas, capaces de conciliar libertad
    individual y sentido de pertenencia y conjugar progreso, equidad y
    democracia

    Por otra parte, Joan Majó (1997) y Juan Luis
    Cebrián (1998) indican que esta heterogeneidad
    conlleva:

    Problemas de exclusión y marginalidad (lo
    que en parte, ya se ha denominado la ?brecha
    digital?).

    Problemas en la diversidad de lenguas y culturas, pero
    con un idioma preponderante, como es el inglés
    que de nuevo genera problemas de
    exclusión.

    Aceleración en la creación de
    conocimientos, lo que produce una sobreabundancia de
    información que nos hace navegar en un mundo
    desestructurado y lleno de incertidumbres, ya que cada vez que
    trabajamos en un tema nunca podemos tener la certeza real de que
    disponemos de toda la información necesaria sobre el
    mismo. En este punto habría que añadir el concepto que
    Pierre Lévy (1998) acuña como "caos y
    confusión en la cibercultura",
    donde hace referencia a que nadie controla nada en Internet: ni
    la validez de los conocimientos, ni su realidad ni tampoco un
    orden eficiente.

    Para que todo esto no se llegue a convertir realmente en
    problemas insalvables, se debería asegurar de antemano un
    nivel satisfactorio de cohesión social; conseguir,
    mantener y difundir el acervo cultural de cada tipo de comunidad;
    incrementar el stock de ?capital social? ? entendido éste
    como el conjunto de normas o valores
    informales que comparten los miembros de un grupo, lo que permite
    su cooperación y la confianza entre los que lo forman en
    el ciberespacio; y promover la convergencia política en la
    necesidad de desarrollar técnicas
    de formación de la ciudadanía para enfrentarse a la nueva era
    de la información.

    Por tanto, una de las cuestiones que cabría
    plantearse ahora es si debe haber alguna entidad que se
    responsabilice de imponer una conducta que
    favorezca el correcto uso de las TIC. Se podría pensar en
    los gobiernos, sin embargo, por un lado, muchas veces el propio
    desconocimiento de los avances tecnológicos hacen que la
    legislación evolucione a un ritmo más lento que la
    propia tecnología, generando vacíos a veces
    peligrosos, mientras que por otro lado, hay que tener en cuenta
    que existen gobiernos no democráticos que cierran las
    fronteras de sus países a las TIC, bajo un mandato
    dictatorial. Estas cuestiones, no hacen más que generar
    mayores disfunciones sociales entre la población
    mundial.

    De forma general, el conjunto de todas estas
    disfunciones sociales a las que hacemos referencia, están
    dando lugar a lo que ya hemos venido denominando como ?brecha
    digital?. Así, al hacer referencia a este término,
    nos referimos a aquellas personas que no se han adaptado (o no
    han tenido la posibilidad) a convivir con las tecnologías
    y sus avances, y para las que operaciones como
    ir al cajero automático de un banco, programar
    un vídeo o conectarse a Internet están muy alejadas
    de sus conocimientos y habilidades o posibilidades.

    Un intento de evaluación
    de la magnitud del término podría venir por la
    medición de la diferencia entre conectados
    a la red y desconectados, tanto a nivel de personas como de
    estados. En este sentido, el informe de
    McConnell International (2), indicaba que el
    análisis de la conectividad por parte de los estados en
    vías de desarrollo es
    fundamental para una adecuada integración con los mundos
    digitales, siendo de especial relevancia para los próximos
    años, la conciencia que
    puedan tomar dichos estados en los procesos de
    este creciente y nuevo analfabetismo
    digital (recordemos que solo alrededor del 6,6% de la
    población mundial está conectada), en los que se
    determinará cuáles de ellos podrán subsistir
    en la Sociedad de la Información y el
    Conocimiento, es decir, en un mundo globalizado.

    Hay que destacar, que el mundo tiene en Internet la
    opción de democratizar la información y el acceso a
    ésta, pero lo que en principio era la mejor posibilidad
    realizable se está transformando en el nuevo limitante, en
    la barrera para el desarrollo, en la herramienta para calificar
    el estado de
    los pueblos.

    Esto lleva a la paradoja de que mientras hoy día
    el número de personas que saben leer y escribir aumenta,
    el número de ?analfabetos funcionales? es cada vez mayor.
    En el estudio ?Literacy skills for the knowledge society?
    de la OCDE (1998) se realizó una encuesta sobre
    las habilidades informacionales de los ciudadanos de 7
    países de la OCDE. Al referirse a las habilidades
    informacionales hace referencia a la cultura
    informacional o alfabetismo funcional. En sus conclusiones se
    puede ver que entre el 25% y el 50% de la población no
    llega al umbral de cultura informacional que se consideraba
    mínimo para desenvolverse entre las exigencias de esta
    nueva sociedad. Otro aspecto destacable del estudio se aprecia
    mediante la existencia de una relación directa entre los
    años de escolarización y el desempeño informacional. Por tanto, para
    dar lugar a una base de ciudadanos bien educados, que será
    la clave del éxito
    futuro de un país, será necesario llevar a cabo
    importantes tareas educativas. Así, destacamos
    además las palabras del premio Nobel de economía en 1992,
    Gary Becker donde afirma que ?la educación es el mejor
    salvavidas de una economía
    ?, afirmación que
    resulta interesante sobre todo en épocas de crisis
    financieras.

    Cabe apuntar al mismo tiempo, que la falta de
    infraestructuras de telecomunicación de algunos
    países menos desarrollados les impide seguir el ritmo
    tecnológico actual, por lo que esta situación nos
    lleva también a la generación de mayores
    diferencias sociales.

    En definitiva, invertir en educación, en
    infraestructuras y en el intento de crear una generación
    emprendedora serán las claves para que estos países
    no se queden descolgados y puedan salir de su pobreza,
    superando la citada brecha o fractura digital.

    En este sentido, existen organizaciones como el Fondo Monetario
    Internacional (FMI), el Banco Mundial
    (BM), que deberían ser responsables de control
    democrático de las grandes decisiones económicas
    mundiales, así como de recomendar políticas de
    ajuste para los Gobiernos. Sin embargo, como es conocido, esas
    instituciones
    son ampliamente cuestionadas por los movimientos
    antiglobalización (Porto Alegre, Brasil; Foro de Barcelona), que consideran
    que ?otro mundo? es posible, un mundo para todos, y no
    sólo para aquellos que ya están instalados en la
    parte próspera del globo.

    3.2.3. El enfoque económico

    Por último, la implantación de las
    nuevas
    tecnologías de la comunicación está
    configurando un nuevo sistema económico. Si la revolución
    industrial, con inventos como la
    máquina de vapor o el ferrocarril, hizo posible la
    consolidación del capitalismo y
    dio origen a la clase obrera,
    la revolución digital ha traído consigo
    la generalización de los intercambios comerciales
    mundiales y la instauración de políticas laborales
    flexibles. La nueva economía ha generado unas expectativas
    enormes, en la medida en que ha permitido aumentar la
    competitividad de muchas empresas, al reducir los costes de
    producción y distribución de los
    artículos elaborados y al incrementar la productividad de
    los trabajadores. Sin embargo, el nuevo paradigma
    económico no está libre de controversias. Mientras
    que algunos especialistas consideran que permitirá gozar
    de un período de prosperidad y de crecimiento
    económico sostenido, otros piensan que ampliará
    las desigualdades entre ricos y pobres.

    La falta de transparencia en los negocios y las
    políticas deficientes, hacen que la actividad
    económica esté dominada por las empresas
    multinacionales, cuyo objetivo es la generación de
    beneficios, y donde las cuales tienen poder para dificultar las
    importaciones de
    otros países menos desarrollados, generando situaciones de
    desempleo y de
    precariedad laboral. Esto, de
    nuevo, marca mayores
    diferencias entre ellos y pone de manifiesto, una vez más,
    la creciente necesidad de una autoridad
    supranacional con jurisdicción planetaria y capacidad
    ejecutiva que sea capaz de poner en marcha, de forma efectiva,
    las regulaciones necesarias para el desarrollo mundial y para
    frenar los efectos indeseados y apuntados de la
    globalización.

    Añadir, en lo que afecta a la faceta
    económica, los problemas que generará, tal y como
    apunta Joan Majó (1997), entre otros, la
    concentración de empresas en el mundo relacionado con la
    información, con el consiguiente incremento de poder,
    económico y social, que adquirirán los nuevos
    grandes grupos mediáticos. La información se
    convierte así en un producto
    más, en una materia prima
    que mueve grandes cantidades de dinero en el
    mundo empresarial. Esto también conlleva nuevos problemas
    sociales como la marginalización de aquéllos
    que no puedan optar a estas nuevas formas de información,
    y por tanto a la profundización de la ?brecha digital?
    entre los que tienen acceso o no a las nuevas tecnologías
    de la información y a los productos de éstas, ya
    que el poder se concentrará en unos pocos grupos
    empresariales.

    Para combatir esta situación, sería
    deseable lograr un alto nivel de cualificación para todos,
    elevar el grado de flexibilidad del sistema
    educativo, concebir como un continuo el trinomio
    educación-formación-empleo,
    potenciar la educación científica, la
    alfabetización tecnológica y la gestión de
    la información así como desarrollar mecanismos de
    formación profesional adaptables a la nueva
    realidad.

    Sin embargo, no debemos pensar que estos movimientos de
    capital son tan contraproducentes, puesto que también
    resultan necesarios para favorecer la mejora de los países
    pobres, sobre todo de aquellos que no pueden desarrollarse
    exclusivamente con el ahorro
    nacional y tienen que poder acceder a las innovaciones
    tecnológicas para ser más eficaces y competitivos y
    lograr de esta forma disminuir su pobreza.

    En definitiva, globalización significa apertura
    económica, intercambio cultural y de capitales. Esto
    potencia sin duda
    a los especuladores que al margen de las necesidades del planeta
    actúan en pro de sus intereses, pero hay que resaltar que
    nadie se ha desarrollado nunca cerrándose al comercio
    internacional, la tecnología o los cambios
    sociales.

    3.3 Planteamiento del enfoque
    conceptual: El mapa mental

    Los mapas
    conceptuales son una herramienta de representación del
    conocimiento. Deben ser leídos de arriba abajo, de los
    conceptos más generales o de orden superior (arriba) a los
    más específicos o de orden inferior (abajo). A su
    vez, los mapas poseen
    intervínculos que muestran las relaciones entre ideas de
    distintos segmentos del mapa. La construcción de éstos es en muchas
    ocasiones reveladora de los marcos de conocimiento que se poseen,
    y permiten la proposición de nuevos significados que
    pueden llevar a descubrir nuevas relaciones en las que nunca nos
    habríamos parado a pensar.

    La puesta en común de las ideas y pensamientos de
    los autores de la presente comunicación, así como
    el conocimiento recogido de una serie de documentos que
    aparecen en la bibliografía y que guardan relación
    con la temática de trabajo, ha permitido el desarrollo de
    un marco cognitivo que se plasma en el mapa conceptual
    adjunto.

    El mapa generado pone de manifiesto su utilidad a la
    hora de intentar identificar los factores que producen la
    fractura o brecha digital, apreciando a su vez, que si
    seleccionamos un concepto y lo intentamos aislar del resto, otros
    tantos se arrastran a su vez debido a los intervínculos.
    Esto nos lleva a pensar que el problema de la fractura digital no
    se ataja actuando sólo sobre un concepto o sobre un
    conjunto de ellos, sino más bien mediante iniciativas de
    carácter general o global.

     

    4.
    Conclusiones

    Estamos ante un cambio acelerado de los procesos
    sociales, culturales y económicos que rigen la actualidad.
    Pero no sólo hay que tener en cuenta estos cambios que
    están sucediendo, sino todo el abanico de posibilidades
    que está por venir como consecuencia de la
    Globalización y los avances tecnológicos, que ya
    representan un proceso imparable.

    Es común encontrar la expresión que
    señala que en el mundo actual ?el cambio es la
    única constante?, es decir, la Globalización es un
    tren donde quedar apeado ahora puede tener consecuencias muy
    graves en un futuro cercano, ya que estamos ante un efecto social
    con dimensiones todavía ocultas.

    Nadie niega, por otra parte, que la tecnología
    avanza a un ritmo de vértigo y que cada vez existen
    más herramientas a nuestro alcance para poder adaptarnos a
    los cambios. Pero por otro lado, se observa que el sistema
    educativo no avanza de la misma manera, es decir, su evolución resulta muy lenta o en ocasiones
    incluso se encuentra estancado en un modelo
    tradicional.

    Por tanto, afirmamos que si esta nueva sociedad del
    conocimiento es un puzzle, la pieza central que es la que
    corresponde a la educación no encaja todavía, y le
    queda mucho camino por recorrer. Todos tenemos algo que decir al
    respecto, ciudadanos, educadores, educandos, etc. pero son los
    gobiernos los principales responsables de esta situación y
    los que deben plantear una remodelación inmediata, radical
    y participativa de todos para hacer cada vez más estrecha
    la brecha que se está generando.

    Invertir, en definitiva, en educación es como
    tener un seguro frente a
    los continuos vaivenes económicos de la
    Globalización y asegura también la continuidad de
    la democracia, fundamental para el correcto desarrollo de la
    economía moderna.

    En todos los puntos tratados en la
    comunicación, hay una cara y una cruz; sin duda
    será la actuación del hombre la que
    dirigirá todas las nuevas posibilidades que se presentan,
    por tanto, la Globalización es ya un proceso irreversible
    y nosotros diremos cuál es su destino.

     

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    Notas

    · [1 ]
    – http://cmap.ihmc.us/

    · [2 ]

    www.mcconnellinternational.com/ereadiness/default.cfm

     

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    Manuel Expósito Langa et al

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