- 1. Introducción:
De La Red como metonimia a La Red como
metáfora - 2. Los mecanismos de
participación: Entre lo individual y lo
colectivo - 3. La esfera "virtual".
Relaciones entre territorios - 4. Redes enredadas.
Oportunidades perdidas - Notas
ABSTRACT
El presente trabajo
pretende analizar el impacto del uso de Nuevas
Tecnologías de la Información y la
Comunicación en la realidad social del pueblo
granadino de JÚN. Para ello se presentan los resultados de
la investigación llevada a cabo en esta
localidad entre los meses de Noviembre del 2003 y Mayo del 2004,
que incluyó el seguimiento (cualitativo y cuantitativo) de
los procesos de la
prueba de voto telemático antes, durante y después
del 14 de Marzo. Dicha investigación forma parte de los
trabajos del proyecto
multidisciplinar VOTESCRIPT que tras desarrollar un sistema de
votación, dedica sus esfuerzos a identificar los
requisitos y características necesarios para el diseño
de una plataforma telemática segura de participación y
votación ciudadana. Los resultados de este trabajo
describen los modos en que las nuevas tecnologías, en vez
de promover nuevas formas que impliquen el desarrollo
cualitativo de la participación, pueden suponer la
profundización de dinámicas de
individualización. El caso del municipio granadino de
Jún, nos servirá para analizar este aspecto.
También se prestan a reflexión la relación
de la esfera de las TICs con el territorio en el que se
implementan y las redes sociales que lo habitan. Se valoran
también otras cuestiones tales como el significado del
software libre
o las redes de wireless en la
puesta en marcha de procesos participativos. El presente texto no
podría haber sido escrito sin el trabajo y
participación en la investigación de las siguientes
personas: * Guillermo Sánchez. * David Tapiador. * Laura
Vazquez
1. Introducción: De La Red como metonimia a La Red
como metáfora
"La red no es un instrumento de democracia
(puede serlo, pero sólo marginalmente).
(…).
Repensar la idea de democracia puede derivar de una
invención paradigmática, que a su vez deriva del
modelo de la
red,
pero no será la consecuencia mecánica de una difusión
cuantitativa de las redes."
F. Berardi, Bifo.
Este trabajo no pretende ser sólo un repaso de la
investigación que realizamos en el municipio de Jun, por
todos conocido como el "municipio tecnológico", con el fin
de evaluar el sentido real de eso que se ha venido en llamar
tele-democracia. Pretende configurar una serie de hipótesis para el debate dentro
del contexto especifico en el que toma sentido, que es este
Congreso. Así, a partir de los resultados de dicha
investigación, y de los problemas o
potencialidades detectados, plantearemos elementos que
consideramos esenciales para hablar de participación o de
democracia cuando hacemos uso de estos significantes para
acompañarlos de conceptos traídos desde la
telemática.
"La cuestión de la democracia es una
cuestión en buena medida de ámbitos,
tamaños, escalas y sus interrelaciones" (VILLASANTE:
1995: 139), señalaba hace casi diez años este
autor. El problema al que nos enfrentamos es que todas estas
interrelaciones, en ocasiones, están mediadas o conducidas
por un elemento o mecanismo que es el que constituye el sentido
último del proceso. Este
elemento es al que nos referimos cuando hablamos de metonimia. Si
volvemos la vista atrás a cuando estábamos en el
colegio, podremos recordar que la metonimia es una figura
lingüística que señala que la
parte es tomada por el todo, que "se queda más en los
campos de la literalidad"(MORALES, A: 2002: 45). A esta
figura, oponemos la de la metáfora, que sirve para
realizar operaciones de
"deslizamiento del sentido literal al sentido figurado (…)
es capaz de extender el vocabulario, proporcionando una
guía para nombrar objetos." (1) .
¿Por qué realizar esta operación?
Al hablar de tele-democracia, democracia digital (2) ,
ciber-democracia, o cualquier otro termino que se nos ocurra,
jugamos a un juego
peligroso, que es el de hacer que el mecanismo a través
del cual se desarrollan determinados procesos (la red), sea la
medida del interés
real y de la radicalidad en términos de democracia de
dichos procesos. Es más interesante, jugar con la red como
metáfora, para, a partir de ese uso, valorar cuales son
los ámbitos, las escalas, las personas y las
interrelaciones, que se ven implicadas alrededor del uso de un
determinado dispositivo. Elementos que parecen periféricos ante la centralidad del tan
cacareado uso de las nuevas tecnologías, pero que son los
constitutivos de las formas de
gobierno.
Por lo tanto, no será tanto a la
composición de un aparataje tecnológico a lo que
prestaremos atención. Las redes a partir de las cuales
empezaremos a plantear las hipótesis
anteriormente mencionadas, serán otras, y otros los
tejidos.
2. Los mecanismos de
participación: Entre lo individual y lo
colectivo.
"Escuchar significa tener la necesidad de la
contribución del otro".
F. Tonucci.
Quizás, uno de los aspectos más
importantes a considerar cuando se habla de la
implementación de sistemas de
participación, además del grado de innovación cualitativa que suponen en el
ejercicio de la gestión
de lo público, tiene que ver con la idea de la co-evolución. Es decir, con el modo en que se
da, o no, una cierta interacción entre dicho sistema y el
territorio en el que se inserta, o en el manejo de determinadas
herramientas
(cuestiones estas, que consideraremos posteriormente). Otro
aspecto en el que nos vamos a centrar ahora, es el modo en que
coevoluciona con las formas pare-existentes de
participación, y con las redes de sociabilidad del
municipio.
Respecto a la primera cuestión, estas
declaraciones pueden situarnos en un punto de partida
interesante:
"(…) hace unos años, hubo una coordinación de los distintas
áreas que había: pues de gente joven, de los
mayores que estaban el aula de adultos, de las
mujeres…
Pues para hacer una serie de actividades, de semana
cultural, y tal, una manera más… Y bueno, pues hubo un
momento de un cierto florecimiento del movimiento
participativo y de la sociedad civil,
(…)"
Encontramos que hace tiempo (antes
de que en Aún se invirtieran tantos esfuerzos en el
desarrollo de las nuevas tecnologías de la comunicación), existían ciertos
procesos de participación que, tenían la
particularidad de conformar bloques de una enorme diversidad en
cuanto a la edad y al género,
que confluían en intereses comunes, como el del desarrollo
de actividades culturales.
Además, se movilizaban algunos sectores o
espacios que en los últimos tiempos adolecen de esas
energías, es el caso del aula de adultos, que registraba
recientemente poca participación, o de los jóvenes,
muchos de ellos inmersos en una dinámica de distanciamiento progresivo de
la localidad hacia Granada. Distanciamiento provocado,
precisamente, por la escasez de
actividades culturales o espacios acordes a sus intereses, como
podemos observar aquí:
"Porque hay mucha gente joven de que se va a
Granada, de tener que irse a Granada.
Porque si aquí hubiera…
algo"
(Grupo de
discusión)
O, como señalan los propios
jóvenes:
"Hay falta de espacios"
(Taller con jóvenes)
Asumiendo también que la responsabilidad de estos temas recaía
en
"Nosotros mismos porque no nos movemos para que lo
hagan,
y el Ayuntamiento porque no se molesta en
pensarlo"
(Taller con jóvenes)
Posteriormente, muchos de ellos señalaban que la
puesta en marcha de formas de participación a
través de Internet, no les estaba
tomando en consideración, siendo ellos uno de los
colectivos que por cercanía al desarrollo de las TICs
podía tener más interés por formar parte de
estos procesos. El hecho en si, servía para llamar la
atención sobre la escasa o nula comunicación entre
las instituciones
municipales y los jóvenes, pero también resaltaban
que deseaban procesos de participación acordes con sus
inquietudes y sus formas particulares de actuar (frente a la
posibilidad de que los mecanismos de participación
tendieran a homogeneizarse a partir del uso de la red). La
referencia histórica a la que aludían como ejemplo,
era cuando se reunieron con otros jóvenes y algunos
mayores para limpiar un terreno lleno de hierbas y matorrales, de
forma que lo acondicionaron para poder hacer un
uso deportivo de él, acondicionamiento que, según
ellos, no encontró respuesta posterior por parte del
ayuntamiento para mantener el cuidado de este terreno o
promoverlo de otra manera.
Volviendo al tema que nos ocupaba, si atendemos a otra
declaración, que se refiere a estos procesos nos
encontramos con que
"(…) dificultades y problemas por parte del
Ayuntamiento, que en alguna medida pues trata de controlar
todas las cosas que surgen para que no se les escapen y no sean
elementos críticos y tal, ¿no? Una
concepción estrecha que se tiene de la vida digamos, de
los responsables municipales… Pues condujo, o ha conducido a
en los últimos años, en ese sentido haya habido
una parálisis de esto."
(Entrevista)
En definitiva, aquello pre-existente al sistema de
participación a través de Internet,
desapareció, de modo que, fenómenos de
agregación colectiva que contaban con una gran diversidad
de actores, y, por lo tanto, de demandas, fueron cayendo en el
olvido, mientras que algunas de las personas que participaban de
aquellos hechos responsabilizan directamente al Ayuntamiento de
crear una política cultural que
fomenta la figura de los meros usuarios frente a otras formas de
gestión de los servicios
culturales a las que se les supone una mayor creatividad, y
que, sobre todo, no encuentran canales de expresión en la
actualidad a través de los sistemas de
participación implementados.
Entonces, ¿cuáles son las posibilidades de
participación que existen actualmente en el municipio de
Jun? Y ¿cuáles son los elementos a los que vamos a
prestar una mayor atención?
En primer lugar, a través del portal de
"teledemocracia", existe la posibilidad de mandar recomendaciones
para el orden del día de los plenos del Ayuntamiento y de
mandar correos electrónicos al propio pleno que
serán contestados en el mismo pleno o posteriormente, en
el caso de ser contestados.
A la hora de analizar esta cuestión nos
enfrentamos con uno de los elementos clave para hablar sobre el
qué entendemos por participación. La
cuestión fundamental es que estos canales de
emisión de propuestas plantean un problema esencial que
rodea a muchas de las iniciativas de consulta o
participación que se están poniendo en marcha,
contando con un soporte telemático.
Este problema es que desarrollan pautas de
individualización de la participación. La manera en
que se desarrollan estos sistemas, no permite poner en marcha
prácticas de debate y discusión colectiva. La
participación se limita a ser, en primer lugar, una
sugerencia que se envía para el orden del día del
Pleno. Sugerencia que formalmente ha de ser incluida, pero que de
facto origina discrepancias entre las redes locales sobre si es
tenida en cuenta o no. Como en tantas otras experiencias
similares, se echa en falta mecanismos telemáticos de
seguridad que
garanticen técnicamente la seguridad y privacidad del
proceso. De esta manera, otro de los requisitos esenciales para
hablar de democracia participativa, es la existencia de una gran
transparencia en las decisiones que se toman, no se cumple. Como
nos encontramos aquí:
"Cuando se produjo el Pleno aquel, eh… yo en
concreto
mandé varios mensajes, mensajes que no se tuvieron en
cuenta en el Pleno. No sé por
qué(…)"
(Entrevista)
Pero, el problema esencial, es que no existe
ningún procedimiento
habilitado para que dicho orden del día pueda ser sometido
a un debate público realmente colectivo.
Deberíamos considerar que "desde el plano individual,
una mayor interpretación en el intercambio de
significados sobre la realidad social (…) propicia un cierto
tipo de conciencia
compartida; donde desde perspectivas diferentes de
participación se puede llegar a crear una conciencia
colectiva, desde la información de unos a otros sobre sus
percepciones de la realidad. Esta participación, trabaja
desde procesos de construcción social de la realidad (…),
pero también de de-construcción e la medida en que
permite poner en cuestionamiento los sistemas individuales de
significación." (ENCINA, ROSA: 2004:
21-22).
Así, esos procesos de intercambio de significados
y sentidos sobre la realidad que vivimos, y, por lo tanto, sobre
los temas que nos interesan, no se produce, de forma que el grado
de participación se limita a una mera comunicación,
bidireccional con fortuna, entre el ciudadano y la
administración.
El otro sistema de participación (3) ,
consiste en correos electrónicos enviados antes y durante
del Pleno, y que, supuestamente, se deberían de leer en el
mismo. Aquí son varias las cuestiones a considerar. La
primera de ellas tiene que ver con la naturaleza de
los sistemas de participación que se ponen en marcha y su
adecuación a las redes convivenciales de los habitantes de
la localidad. Si atendemos a los resultados de las encuestas
realizadas el día de la votación electrónica (14 de marzo) y las realizadas
casi dos meses después, vemos que la cifra de personas que
han hecho uso de este mecanismo, "alguna vez" es escasa (hablamos
de 9% en el primer momento y del 10% en el segundo), mientras que
la cifra de quienes lo hacen habitualmente se reduce aún
más, siendo del 2% en ambos casos.
A esto, hemos de añadir, que este sistema de
participación esta poco extendido por esas redes
convivenciales, ya que más del 70% de la población (4) no conoce a nadie que
haya hecho uso de este mecanismo. También nos encontramos
con que el mecanismo no cuenta con la legitimidad suficiente,
dado que el índice de respuesta a los correos no suele ser
muy amplio, produciéndose un efecto a nivel de
comunicación similar al que se señala en esta
entrevista:
"Entonces, en la medida en que la gente
después vea que eso no tiene eco,
o sea, que vea que son mensajes del cual no tiene
eco,
pues claro, es como si estuvieses hablando con
la tierra,
¿no?"
(Entrevista)
Cuantitativamente, nos encontramos con que en la fecha
de las elecciones (con mayoría de las encuesta
realizadas a pie de urna electrónica), el índice de
personas que había recibido respuesta a sus correos en el
pleno era del 10,6%, y el de quienes la habían recibido
posteriormente era del 22,2%. En la segunda ronda de encuestas,
era el 11,4% quienes respondían que su correo se leyó y
respondió en el pleno, mientras que el porcentaje de
quienes enviaron un correo, pero no les fue respondido, aumentaba
del 60,1% al 71,4%; con lo que la confianza respecto a estos
sistemas no parece verse lo suficientemente reforzada como para
motivar a su uso cotidiano.
Volviendo a la cuestión de la transparencia
anteriormente señalada, no queda claro cual es el
mecanismo a través del cual son seleccionados los correos
que son leídos en el pleno. A partir del ejercicio de
observación del equipo (5) , se
constata que es la persona del
primer teniente de Alcalde quien, sin orden previo alguno
(6) , selecciona los correos que han de ser leídos.
También observamos un defecto de forma en la publicidad de la
que gozan estos correos dado que llegan directamente al correo
electrónico del Primer Teniente de Alcalde el cual los
presenta al Pleno de concejales desde su portátil. Esta
circunstancia provoca que dichos correos se conviertan en un
elemento legitimador del orden y contenido del debate, lo cual
hace que un mecanismo innovador de participación ciudadana, pueda verse
afectado por una ordenación partidismo. Esta falta de
normativización y transparencia en la aplicación de
las TICs a la política, deviene en una merma de la
potencialidad de dicha herramienta.
Además coincidiendo con los problemas observados
en la configuración del orden del día mediante las
peticiones a través de Internet, la herramienta del
envío de correos la pleno ni introduce ni habilita
mecanismos de interacción y debate reales entre la
ciudadanía y los grupos del
Ayuntamiento. El elemento a analizar, dentro de este
epígrafe, tiene que ver con los procesos mediante los
cuales se crean los escenarios públicos de decisión
y, sobre todo, de establecimiento de cuales son las
problemáticas a tratar y desde donde. "La
cuestión por tanto, habría que centrarla no tanto
en cuantos han participado en las respuestas, sino en la
elaboración de las preguntas. Es decir, cómo ha
sido la agenda del proceso y quienes son los que la han ido
definiendo y realizando (…) La tele-democracia puede ser un
instrumento muy interesante, pero cuando, previamente a las
consultas, sean democrático-participativas las formas de
elaboración de las preguntas." (VILLASANTE: 2003:
64-65).
En el caso de la localidad de Jún, el problema
principal es que no existen dichas "consultas", es decir, el uso
de sistemas telemáticos, no añade ningún
nuevo elemento de participación o debate, que implique la
capacidad de configurar los temas que se van a debatir desde
procesos complejos que tengan en cuenta las necesidades de la
población y el modo en que se generan, sino que se centra
en una dinámica de reforzar uno de los mecanismos
esenciales de la democracia representativa, que es, precisamente,
la labor de los representantes en el pleno. Se desarrolla un
relato que permite ampliar el grado de legitimación de la acción
pública, en la medida en que se han abierto canales para
que los ciudadanos vuelquen sus demandas de modo que
habrían de ser debatidas por la clase
política.
Como hemos podido ver antes, dichos canales no cuentan
con un uso determinante, ni tampoco con excesiva confianza, pero,
sobre todo, son canales que refuerzan la cuestión de la
participación como una iniciativa meramente individual,
que depende incluso de la capacidad de acceso a las nuevas
tecnologías. Individual en el sentido de que no existe
ningún proceso de interacción real con el ciudadano
que emite sus demandas o preguntas, salvo una respuesta
coyuntural, sin un debate completo. Individual también, en
las formas en las que se plantea, pues tampoco se promueve el
intercambio con/entre el resto de la ciudadanía a
través de sistemas acordes a las características de
esta, ni se abren canales que permitan introducir la diversidad
en las problemáticas a tratar.
El uso de la red, no permite generar precisamente eso,
redes ciudadanas, ni se adapta a las redes convivenciales
existentes, precisamente por eso, porque se centra en cuestiones
meramente de participación de carácter individual y de refuerzo del
imaginario de los ciudadanos como meros usuarios de los servicios
municipales.
Dentro de este ámbito, el ejemplo más
evidente es el del voto a través de Internet,
móviles o pantallas táctiles. "El voto no es
algo individual (…) el voto se elabora a partir de una serie de
estereotipos que están presentes en las redes
cotidianas" (VILLASANTE: 1995: 126), mientras que el sistema
de participación que se implementa, no hace sino reforzar
su característica de proceso individual, alejado de las
redes que le dan sentido.
Se establecen una serie de mecanismos que, para
analizarlos, podemos hacer uso de esta sugerencia: "Si se da
una definición filosófica de la velocidad, se
puede decir que no es un fenómeno, sino la relación
entre fenómenos (…) se puede incluso llegar más
lejos y decir que la velocidad es un medio. No es simplemente un
problema de tiempo entre dos puntos, es un medio que esta
provocado por el vehículo (…) La velocidad, proporciona
qué ver. No permite simplemente llegar más
rápido al punto de destino, sino que también
proporciona qué ver y concebir." (VIRILIO:1999:
16-23).
La velocidad en el voto, que puede hacerse desde casa, o
a través del teléfono móvil, presenta el sentido
desplazado de este proceso, este mismo autor señalaba que
una de las cuestiones que se pueden oponer a la democracia es la
velocidad. Precisamente porque esta ayuda a determinar el sentido
y la naturaleza de los procesos, y el qué podemos esperar
de los mismos.
Un caso ejemplar tiene que ver con la
"des-burocratización" de los servicios que se prestan
desde el Ayuntamiento. La innovación parece consistir
únicamente en el hecho de poder gestionar determinados
documentos a
través de herramientas como la firma electrónica u
otras sin necesidad de desplazarse hasta el mismo edificio. Pero
sin embargo, y ante la ausencia de numerosos servicios en la
localidad, el sistema puesto en marcha, no ayudada a reflexionar
sobre cuales son los servicios que se prestan desde el
ayuntamiento, simplemente se centran en un elemento de la forma.
Un elemento que, de nuevo, se centra en el papel de los
ciudadanos como meros usuarios de un servicio menos
burocratizado, sin incrementar las capacidades de estos para
gestionar lo público. Véase como ejemplo esta
declaración a la pregunta de que significa "democracia
digital":
"Bueno, pues hombre, que
ya no vuelva el dicho de Larra de "vuelva usted mañana",
sino que cambie a "se lo hacemos sobre la
marcha".
Una ganancia de tiempo, rapidez,… poder
realizarlo a cualquier hora del día.
Porque hoy los horarios burocráticos de este
país están muy encasillados"
(Entrevista)
Mientras que al preguntar sobre el modo en que se toman
las decisiones
"La toma de
decisiones está muy bien regulada.
Hoy por hoy, aquí existen unos ciudadanos
que elegimos primero a nivel municipal como concejales y ellos
toman las decisiones"
(Entrevista)
Otro de los elementos a través de los cuales se
revela esta individualización es la consideración
que se hace del mecanismo con respecto al resto de los
ciudadanos, al cómo puede incrementar las posibilidades de
actuación de los demás y como esto influye en
nuestras propias posibilidades de configurar o participar de
entornos más democráticos. Como decía Von
Foerster es necesario actuar de modo que incrementemos las
posibilidades de actuación de los demás, un
"imperativo", que no hace sino situarnos en la cuestión de
la pertenencia de los individuos en un contexto relacional, en un
ecosistema que
necesita incrementar su diversidad a partir del desarrollo de
estas posibilidades.
Si atendemos a las encuestas, en un primer momento, de
las personas que volverían a votar con un sistema
así (7) , sólo el 30%, aproximadamente,
opinaba que, de ese modo, la participación
aumentaría, mientras que algo más del 43% pensaba
que implicaría una disminución del grado de
participación; con lo que encontramos que existe un amplio
porcentaje de gente que optaría por una posibilidad de
participación, que reduciría la
participación de los demás. De forma que no parece
que la implementación de estos sistemas de voto, consiga
desarrollar una cierta "solidaridad" con
las personas con las que se convive, si no que predomina una
consideración meramente utilitarista e individual de la
participación.
Otro de las cuestiones a analizar es el modo en que el
voto realizado a través de las TICs, afecta a las pautas
de sociabilidad que se asocian con el hecho concreto del
día de las elecciones, o como la introducción de
dichas tecnologías en la vida cotidiana afecta a los
comportamientos de algunos actores:
a) Respecto a lo primero, en el caso del recurso a las
TICs como herramientas para la votación, encontramos
posturas discursivas que señalan que
"Yo veo bien que vote por Internet alguien que sea
de Jún y que quiera votar y no pueda venir, que lo haga
por el ordenador.
Pero los que estamos aquí yo no lo veo
bien."
(Grupo de discusión)
"Bueno, vamos a ver, que yo digo que esa
opción, a lo mejor en otras circunstancias hay gente que
lo usaría, pero aquí, yo creo, que la gente lo
vive más y le gusta ir a votar y juntarse con la gente y
con éste y con el otro… Y la gente: Ah,
¿Quién hay en la mesa? Pues éste o el
otro… Y está cerquita, no se tiene que desplazar
muy lejos. Yo, yo le veo poco uso, por eso."
(Grupo de discusión)
"De forma que son fiestas. Y de hecho en los
pueblos, y máxime en los pueblos pequeños, la
gente se acerca a las mesas electorales con cierta
alegría."
(Entrevista)
Si atendemos a los resultados de las encuestas, en el
primer momento, parece existir una cierta contradicción
con estos discursos, ya
que un 47,2% de las mujeres, y un 43,6% opta por la comodidad de
la opción del voto por móvil, frente a la
más tradicional, mientras que sólo el 11,1% de las
mujeres y el 17,9% de los hombres, opta por acercarse a votar al
colegio electoral y así disfrutar de la
compañía y la relación de sus vecinos. Algo
similar ocurre con la posibilidad de votar desde casa mediante
Internet, con porcentajes de 33% frente al 11,1% en el caso de
las mujeres y del 46% frente al 17,9%.
Pero, en la segunda vuelta de las encuestas, la
situación se invierte en gran medida. En el caso de las
mujeres, es el 40,4% quienes prefieren acercarse a votar por
cuestiones de relaciones y sociabilidad, frente al 26,9% que
continuaría priorizando el uso del móvil. Los
porcentajes son similares en el caso de Internet, ya que el 25,3%
prefiere la opción del voto telemático, frente al
44,1% que prefiere el colegio electoral. En el caso de los
hombres sería el 36% y el 30,7% quienes mantendrían
la preferencia por el voto por Internet o por móvil,
respectivamente, mientras que el 37,5% prefería acercarse
al colegio frente a la votación por Internet, y el 38,5%
frente al móvil.
Las diferencias son bastante más evidentes en el
caso de las mujeres, pero si observamos que en ambos grupos se da
un descenso en las preferencias por las TICs a la hora de votar,
y un aumento del deseo de mantener las particularidades que a
nivel de sociabilidad se mantiene ante un día tan
concreto. Este cambio de
actitud viene
a corroborar anteriores observaciones de experiencias de voto
telemático. El día de la propia experiencia los
índices de aceptación del sistema (reflejados en
varias partes del cuestionario)
son tremendamente altos, y pasado un tiempo de reflexión
estos bajan. Desarrolladas en detalle en el informe sobre
Jún, son varias las consideraciones a tener en cuenta, y
que en este texto resumiremos brevemente:
El día de la votación (ya de por si
festivo (8) ) adquiere nuevas dimensiones que lo hacen
particular. El pueblo goza de reconocimiento exterior, hay
medios de
comunicación diversos (prensa, radio, televisión), hay un notorio despliegue
material (carpas, ordenadores….), se percibe la presencia de
personas (aparentemente importantes) y ajenos al pueblo
(académicos universitarios, políticos, comerciales
de diversas empresas, casi
todos de rigurosa chaqueta y corbata) (9) .
Por otra parte, el ciudadano se sitúa ante el
reto de votar por ordenador, una máquina con la cual la
mayoría no está familiarizada (10) . El
conseguir hacerlo supone el reconocerse capaz, tener la habilidad
de manejar el ordenador (con la presión
añadida de saberse observado, evaluado). En definitiva
cabe afirmar que ese momento es vivido por gran parte de los
votantes como un éxito
que supone un aumento de la auto estima. Una sensación que
enmascara realidades objetivas (anotadas y medidas por el grupo
de investigación). Por ejemplo, la dificultad que tuvieron
para votar, la auto evaluación
sobre si podrían hacerlo solos o el tiempo tardado,
(11) muestran ciertos grados de distorsión, que
afecta a la valoración del sistema. El estudio muestra (en
varios aspectos) que tras superar la prueba se evalúa
más positivamente al sistema, que pasado un tiempo de
reflexión (de casi dos meses) durante el cual afloran las
dudas y los peros.
b) Otro aspecto fundamental en el ámbito de la
sociabilidad, nos remite a las consecuencias de la
introducción de las TICs y CMCs (12) en la vida
cotidiana, dibujando un telón de fondo que sobrepasa al
día concreto de la experiencia.
Encontramos que respecto a las modificaciones en las
pautas de sociabilidad, son los niños
quienes parecen ser los actores más vulnerables ante la
entrada de las nuevas tecnologías.
"Hay mucho niños que con el ordenador se
están haciendo sedentarios, al igual que con las
videoconsolas…"
(Grupo de discusión)
"Que yo no me he comprado el ordenador por culpa de
mi hijo, porque yo sé que si compro un ordenador mi hijo
ya ni se relaciona con la gente. Y yo le he dicho: no compro un
ordenador por tu culpa. Entonces estamos haciendo mucho
niño sedentario. Digo que lo estamos haciendo. Porque con
las videoconsolas, con televisión, con ordenador….
Ya… entonces lo tienen todo en la casa. Ya no quieren
salir porque… ya no quiere jugar…"
(Grupo de discusión)
"El niño se hace autista, el niño se
hace, pues precisamente se olvida de lo que es el
exterior"
(Entrevista)
También se les percibe como el grupo más
vulnerable frente a la información a la que pueden acceder
en Internet.
"A la hora de poner, le hemos puesto sus claves
para que no entre en programas que
no tiene porque entrar. Yo estoy hablando de mi pequeño,
que tiene doce y va a cumplir 13 años. Tampoco es tan
pequeño, pero bueno…
Que es que Internet es un mundo."
(Grupo de discusión)
La preponderancia de argumentos femeninos a la hora de
destacar estas cuestiones relativas a la sociabilidad y las
formas de votación, el ocio y el aprendizaje de
los niños, resulta especialmente importante si la
comparamos con los resultados obtenidos en la
investigación que este grupo realizo el curso pasado en
Hoyo de Pinares, relativa a una prueba de votación
electrónica.
En dicha investigación aparecían
argumentos muy similares y un especial cuidado por la permanencia
de "viejas" formas de sociabilidad, que tienen que ver con el
contacto físico, con la ocupación de los espacios
públicos, con los juegos
cooperativos,… en definitiva, con formas de dialogo lejanas
de las promovidas por los desarrollos dominantes del espacio
virtual. Véanse referencias como estas (13)
:
En primer lugar respecto al voto a través de
soporte telemático y sus consecuencias relativas a la
sociabilidad:
Para las mujeres, sin embargo, la dimensión
pública del ejercicio del voto es evocada con
"nostalgia" como momento de sociabilidad especialmente
apetecible: "te arreglas para ir a votar, y media
mañana por ahí, y te vas a tomar el
vermouth….Y nada, vamos a ver quién ha
ganao…". En contraste con esto, el voto desde casa
dibuja un panorama negativamente connotado: "te quedas en
casa, estás con la bata y dices: "pues venga, a
quién voy a votar, pues a fulano", y ya está, ya he
ido". Para algunas, si la casa "ya se [les] caía
encima", ahora puede llegar a convertirse "en una
jaula"".
O respecto a las costumbres de convivencia, las pautas
de ocio y los contenidos de Internet:
"(…) una afirmación irrumpe creando
consenso:"con esto de la tecnología, todo lo
que sea relacionarse cada vez es más difícil".
Los hábitos de los hijos, radicalmente distintos de los de
la generación de las madres, son objeto de todo tipo de
críticas (que varían en función de
la edad de los niños): comunicarse a través del
móvil y no personalmente, no estar en la calle, no
gustarles los juegos y juguetes
creativos sino sólo "los de botón", no
relacionarse en pandilla sino "de dos en dos", etc
provocan que los niños sean menos sociables, más
dependientes de los padres, más
individualistas."
""Las cosas malas que hay en Internet", en
referencia explícita a las páginas
pornográficas, es el tercer gran inconveniente detectado
por las entrevistadas a la hora de hacer un balance de las
relaciones de sus hijos con el mundo de Internet y que llegan a
sugerir la introducción de algún tipo de norma o
restricción legal que impidiese el acceso de los menores
a ciertos contenidos o páginas. De esta manera, la
conclusión a la que se llega es la de que "la
tecnología, como todo, puede ser buena o no, dependiendo
de cómo se use"".
Si atendemos a alguno de los ámbitos donde las
TICs podrían constituir uno de los elementos clave a la
hora de poner en marcha procesos de participación, el
colegio podría ser uno de estos. Planteamos esta
hipótesis porque las entrevistas
realizadas muestran que alrededor del colegio y del proceso
educativo se dan determinadas circunstancias que consideramos
merece la pena destacar. Sobre todo en la medida en que puedan
servir como sugerencia sobre prácticas de
participación relacionadas con Internet.
En primer lugar esta el problema al que se enfrenta el
profesorado y su escasa capacitación para adaptarse a los cambios
en la
educación y la pedagogía que suponen las nuevas
tecnologías.
"Porque al profesorado le cuesta trabajo. En parte,
por lógica, porque si tú no has
utilizado esa herramienta pues entonces ya de por sí,
necesitas un aprendizaje de
esa herramienta, y no solo el aprendizaje de esa herramienta
sino que también necesitas una reflexión sobre el
uso de esa herramienta, una didáctica sobre cómo tienen que
utilizarse."
(Entrevista)
"Hoy por hoy tenemos que reconocer una cosa: que un
porcentaje altísimo del profesorado no está
capacitado, ni preparado, para enseñar al
alumno."
(Entrevista)
Además implicaría a otro de los actores
sobre el que más intereses o miedos se concentran a la
hora de hablar de Internet, la infancia. De
forma que este aprendizaje participativo de y desde las TICs,
podría resultar una intervención adecuada ante las
cuestiones planteadas anteriormente sobre los cambios en las
pautas de sociabilidad y aprendizaje. Incluso fomentando
prácticas y aprendizajes que ya se están dando en
la propia localidad:
"Luego también otra de las cosas que
nosotros aprovechamos mucho es que también el ordenador
lo trabajen cooperativamente (…)Yo pienso que el hecho de que
se trabaje, igual que en el trabajo tradicional de la escuela,
pues muchas veces se ha olvidado ese trabajo de
colaboración, y ese trabajo de equipo, y hemos hecho un
trabajo muy individualizado, pues en el ordenador hay que
evitar también ese riesgo. Y
utilizar el ordenador también de una forma cooperativa
y cooperadora, que el niño no vea pues como que es el
cerrarse en si mismo y tener como único interlocutor a
la pantalla."
(Entrevista)
Por último, y no por ello más importante,
este proceso de discusión, práctica y debate,
incorporaría a uno de los actores a los que aún se
les concede una cierta capacidad de implicarse en procesos de
participación: el AMPA
"Pero lógicamente en el último
año que es el que yo me voy a referir ha habido una
buena participación y colaboración con el centro.
De forma que lo mismo el centro colabora con ellos, siempre
estamos abiertos a la colaboración; o bien ellas
colaboran con el centro y además claramente están
interesadas en que funcione."
(Entrevista)
"En el momento en que tú les demandas suelen
ser muy activos. Le
demandas y tienen asistencia, todos participan. Hay una gran
actividad."
(Entrevista)
Se trataría de implicar a actores interesados en
estos fenómenos, pero que no cuentan con las capacidades
necesarias como para intervenir en ellos, fomentando posibles
formas de cooperación, de redes, entre dichos
grupos.
"Todavía, sin embargo, pues como te
decía, aquí el nivel de la población
ordinaria del pueblo pues no hay, ahora mismo, suficiente
capacidad por parte de los padres para que tengamos una mayor
actividad desde el colegio en este tipo de
cosas."
(Entrevista)
Este último punto se refería a algunos de
los elementos que han de tenerse en cuenta para poner en marcha
estrategias de
participación que tengan en los soportes
informáticos uno de sus componentes esenciales. Partir de
las necesidades que aparecen con más frecuencia (como el
tema de los aprendizajes y la sociabilidad) y de acores con
capacidad inicial para implicarse en base a dichos intereses
(como las AMPAS y el profesorado), son cuestiones básicas,
para recuperar la sugerencia que aquí se plantea: "
existen muchos barrios donde la vida social y comunitaria es
prácticamente inexistente, (…) En esta situación
aún es más necesario que la escuela recupere la
dimensión social y comunitaria de la educación.
Así, la escuela puede ser el instrumento más
útil para vertebrar el territorio (…)Vila,
Ignasi: "La dimensión social y comunitaria de la
educación". Pag 35",ya que, como veremos
posteriormente, la introducción de las TICs no ha cumplido
con esa necesaria función de vertebrar
territorios.
3. La esfera "virtual".
Relaciones entre territorios
"No existe una práctica social que sea
diferente de una práctica ambiental"
E. Gudynas, G. Evia.
A la hora de hablar de participación, resulta
necesario atender a los diferentes soportes de esta.
Anteriormente hemos hablado de una serie de redes convivenciales
que no terminaban de encontrar espacio de expresión en la
esfera telemática (salvo determinadas redes, aquellas de
carácter más clientelar), ahora nos centraremos en
la relación entre ese confuso espacio de lo virtual, y el
tantas veces olvidado espacio del territorio.
Parafraseando, o adaptando la distinción que
Alicia Lindón (14) establece entre el
territorio como la manera en que queda organizada la
experiencia sensible y la territorialidad, como el modo en
que las personas se relacionan con ese soporte, podemos trasladar
esa distinción a lo telemático como el
conjunto de herramientas de telecomunicación e informática que configuran tanto el
ciberespacio como la infoesfera y la telematicidad como la
forma en que las personas se incorporan, interpretan, construyen
y en definitiva dan sentido a esas herramientas..
Aunque sea aquí donde la enunciamos, esta
división es una constante en todo este trabajo. La
cuestión a plantear aquí es si existe algún
tipo de relación entre territorio y territorialidad con
las otras dos categorías y, en caso de existir, como
afecta a la participación.
En primer lugar es necesario situarse en nuestro marco
de referencia, la localidad de Jún, y, especialmente en
los cambios que esta registrando en los últimos
años.
"El pueblo, es un pueblo en
crecimiento.
Tiene un crecimiento muy significativo en los
últimos años. En sólo diez o doce
años, el pueblo ha triplicado el número de
habitantes, de censados que existía".
(Entrevista)
"En los próximos años las
perspectivas que hay de creación de nuevas
urbanizaciones prácticamente duplicarán el
número de habitantes que actualmente
tiene."
(Entrevista)
Todas estas declaraciones, nos ayudan a situarnos ante
uno de los problemas fundamentales que se viven en Jún
para desarrollar procesos de participación y debate, sus
dinámicas de crecimiento, a lo que hay que añadir
las tensiones existentes entre los habitantes de algunos de sus
núcleos de población.
"Falta de respeto
entre los recién llegados al pueblo ("foráneos")
y los que ya viven aquí (calificados como
"ignorantes")"
(Taller DAFO)
"(…) de alguna forma en el pueblo también
hay una, no digamos una situación de fuerte
tensión, ni cosas de estas, pero sí que hay una
clara división entre el habitante del pueblo y los
nuevos habitantes del pueblo. Primero porque
geográficamente, y territorialmente están
separados, segregados. Es decir, hay una segregación
espacial de los entornos que cada uno habita, también
los propios hábitos de vida en el pueblo son
diferentes…"
(Entrevista)
La expansión de Jún, construida de manera
caótica, acompaña esa segregación de
hábitos, y de habitantes, con la escasez de servicios y
equipamientos que cumplan con la función de establecer
determinados tejidos sociales a través de su
uso.
"Luego en una población de este…
digamos, tan cercana a Granada, con muy escasos servicios de
otro tipo pues hace que la gente aquí viva una parte de
su vida, que es lo que es la vida interna de la casa y no viva
la vida colectiva."
(Entrevista)
"A la vez, lo que nota, digamos este nuevo
habitante, es un poco la escasa dotación de servicios,
¿no?"
(Entrevista)
"Sí, no… ha cambiado en que han hecho
muchas casas y ya está, pero nada más. En
cuestión servicios…"
(Grupo de discusión)
La construcción de urbanizaciones con poca
consideración por las condiciones ambientales de la zona
(véase, como el ejemplo más significativo la
cuestión del agua), no ha
configurado un sistema de alojamientos interconectado, sino que
ha desarrollado barrios con fuertes separaciones entre ellos y
con divisiones que van más allá de lo
físico, algo que añadido a la ausencia de elementos
que puedan sedimentar formando algún sistema de lo
común, impide construir algún tipo de proyecto de
participación municipal.
Decimos esto porque las pautas "virtuales" de
participación que se han ido constituyendo, no han tenido
este elemento en cuenta. La cuestión a considerar es si
deberían de hacerlo o, por el contrario, nos encontramos
ante una nueva posibilidad (la que nos ofrecen las TICs) que nos
permite obviar esta diferencia. Desde estas líneas, la
hipótesis es que no es posible, y que es un importante
error tratar de obviar los marcos de convivencia físicos a
través de los cuales se constituyen las cosmovisiones
sobre los otros habitantes del territorio.
Illich en su obra La Convivencialidad,
señalaba que para que una herramienta pueda ser
considerada como "convivencial", es decir, que permita aumentar
las posibilidades de contacto y cooperación entre las
personas, ha de cumplir con un requisito esencial, que es el de
garantizar determinadas cotas de autonomía para los
sujetos que la utilizan.
Pero el problema epistemológico con el que nos
enfrentamos es que la noción de autonomía "(…)
no se relaciona con la antigua noción de libertad, que
era de algún modo inmaterial y desligada de las
constricciones y contingencias físicas. Por el contrario,
ésta es una noción estrechamente ligada a la de
dependencia, y la de dependencia es inseparable de la
noción de autoorganización. Von Foerster,
había señalado desde el principio la paradoja de la
autoorganización. Decía que la auto-organización significa obviamente
autonomía, pero un sistema auto-organizador es un sistema
que debe trabajar para construir y reconstruir su
autonomía y que, por lo tanto, dilapida energía. En
virtud del segundo principio de la termodinámica, es necesario que ese sistema
extraiga energía del exterior; es decir, que para ser
autónomo hay que depender del mundo externo. Y sabemos,
por lo que podemos observar, que esta dependencia no es
sólo energética, sino también informativa,
pues el ser vivo extrae información del mundo exterior a
fin de organizar su comportamiento
(…) en la autonomía, pues, hay una profunda
dependencia energética, informativa y organizativa con
respecto al mundo exterior. Es por eso que,
sistemáticamente, yo no hablo de auto-organización,
sino de auto-eco-organización en función del
principio de Von Foerster según el cual la
auto-organización es dependiente. Y, claro está,
sabemos que depende de nuestro medio
ambiente, ya sea biológico, meteorológico,
sociológico o cultural…" (MORÍN: 1994:
69).
Siguiendo a Julio Alguacil, "(…) el hecho de
identificarse con una comunidad, y
sentirse parte de un territorio, o viceversa, es lo que permite
establecer procesos que impliquen a los ciudadanos a participar
activamente por la comunidad y su entorno."(ALGUACIL: 2000:
162). Con lo que parece evidente que la herramienta, en este caso
los sistemas telemáticos de participación, han de
tener en cuenta el ecosistema en el que se insertan. No
sólo a nivel relacional, donde han de trabajar con la
diversidad de redes sociales que habitan ese lugar, sino que no
puede separarse del territorio en todos los sentidos.
Desde su estructuración física, las
cuestiones medioambientales, las identidades cotidianas asentadas
en determinados barrios,…
Configurar modelos de
participación que no tengan en cuenta el espacio en el que
se insertan, implica que no facilitan la comprensión del
mismo. Si nos remitimos a algunos de los ejemplos más
destacados en los últimos años, veremos como las
divisiones del territorio son un elemento esencial sobre el que
trabajar. Tomaremos como ejemplo el caso del Presupuesto
Participativo de la localidad de Las Cabezas de San Juan, en
Sevilla.
En el caso de las Cabezas de San Juan, cada una de las
asambleas de barrio decide cuales son las obras más
importantes dentro de cada barrio, con lo que ya se desarrolla un
proceso previo de discusión que ayuda a conocer mejor el
contexto que se habita. Seleccionadas las obras, los diferentes
representantes de las asambleas barriales visitan en un mismo
día todos los barrios, con lo que van conociendo lo que
pasa en ellos y a los propios residentes de esos barios. Una vez
visitadas (proceso en el cual cada asamblea barrial explica a las
demás las razones de su elección), se votan las
diferentes obras (no se puede votar a las del propio barrio) y se
selecciona un orden de prioridad a cubrir por el
presupuesto.
De esta forma, no sólo se trabaja sobre el propio
territorio y su complejidad, sino que la división entre
barrios se interpreta de otra manera, de un modo más
cooperativo, tal y como decía De Certeau, se trata de
metaforizar el orden, hacerlo "funcionar en otro registro".
Así, partiendo de la identificación que se genera
dentro de los barrios, aprehendieron el orden existente en la
localidad como uno de sus núcleos de trabajo, pero le
dieron el sentido del reconocimiento y la cooperación, no
de la separación, "lo desviaron sin abandonarlo"
(15) .
En el caso que nos ocupa, podemos arrojar otra
hipótesis para el debate. De nuevo, hay que enfrentarse a
la relación entre el territorio y lo telemático, y
la integralidad de las prácticas de participación.
Jún, aun siendo un municipio de pocos habitantes, tiene
graves problemas medioambientales. El caso de la escasez de agua
(y el problema añadido de la calidad de esta)
en algunas de las zonas construidas sin tener en cuenta las
condiciones del terreno, o en las que están construyendo,
es quizás el ejemplo más paradigmático. Pero
hay otros muchos que se pueden exponer, como es el caso de
determinadas explotaciones y las consecuencias que están
teniendo en la degradación del territorio, la existencia
de torres de alta tensión no sólo cerca, sino
dentro de las parcelas,… etc.
En definitiva, nos encontramos con un municipio que se
dice participativo, que tiene graves problemas a nivel
medioambiental los cuales, constituyen elementos de conflicto
entre barrios, como podemos ver en esta
declaración:
"Yo, hace poco iba en el autobús, perdonad,
y había allí una chica de Jún, que luego
me he enterado que vivía allí, pues iba en el
autobús, y se enfadó conmigo.
¿é? Pues porque vivo en los
Morquiles, y que por culpa de los Morquiles iba a subir
el agua una
barbaridad."
(Grupo de discusión)
La cuestión a debatir es la integralidad de los
modelos de participación, y a partir de donde se
constituye la misma. El mecanismo puesto en marcha, no tiene en
cuenta problemas reales del pueblo, como la ausencia de
equipamientos, la relación de subordinación con
Granada dentro de la conformación del imaginario de
quienes habitan Jún, la propia cuestión
medioambiental, así como otras cuestiones. No existe
espacio para debatir sobre estas cuestiones y, mucho menos para
desarrollar intervenciones participativas en las
mismas.
Así, lo telemático, evidencia no tener
ningún tipo de relación con el territorio y sus
problemas, ni con los modos de vida que se estructuran (o, mejor
dicho, se des-estructuran) en torno a el.
Desarrollar modelos de entender Internet como un espacio a partir
del cual poder desarrollar líneas de participación,
se puede mostrar ineficaz sino asume el espacio físico de
quienes lo utilizan como el marco desde el que partir para
implementar líneas de participación, que puedan
tener en la red uno de sus elementos, pero no la totalidad de
ellos. Parece que no existe ningún tipo de
coevolución entre el "esfuerzo" por desarrollar sistemas
de participación y el hecho concreto de que Jún se
desarrolle de una manera más ecológica, con lo que
este objetivo,
central para hablar de democracia participativa, no se
cumple.
Desde estas líneas, consideramos que la
intervención a la que debería de lanzarse el
Ayuntamiento, sería la de poner en marcha una Agenda 21,
de manera que se asumieran en primera línea los problemas
de calidad medioambiental del pueblo, dentro de una perspectiva
que tuviera en cuenta el desarrollo de canales de
participación acordes con la composición del
pueblo, y que permitieran trabajar según perspectivas de
calidad de
vida que recuperen la propia capacidad de sus habitantes de
dotarse de identidades compartidas y de desarrollar proyectos en un
municipio que se desplaza progresivamente a ser un barrio
dormitorio de Granada compuesto por núcleos habitacionales
desconectados y enfrentados.
4. Redes enredadas.
Oportunidades perdidas
"Un puente es un puente sólo cuando lo cruzan
las personas"
J. Cortázar.
El modo de considerar un problema, depende de las redes
en las que nos movamos y de la capacidad que tengan esas redes
para expresarse, para analizar esa problemática, "por
ello se han de poner los medios para
conocer tanto las representaciones colectivas como las estructuras
grupales que se articulan en torno a una determinada
problemática social" (MARTÍN, MONTAÑES Y
GUTIÉRREZ :2002:152). La
"explotación"(IBAÑEZ:1991), tiene que ver
con tratar algo de modo que se agota en la medida en que ya no
puede seguir produciendo, ya no puede seguir siendo fuente. En
este caso, el modo en que se organiza el
conocimiento sobre una determinada herramienta
telemática, implica explotación en la medida en que
niega a numerosos grupos y, por ende, a numerosas
prácticas, la capacidad de determinar cual puede ser su
relación con dicha herramienta, arrojando diversidad sobre
su uso e implicaciones, de ser fuente de diversidad. La
explotación explica , pero, al reducir la diversidad de
redes que participan en esa explicación, lo hace a
través de la operación de simplificar lo
complejo.
Una cuestión que queremos destacar aquí es
la que marca la
relación entre lo telemático y la telematicidad que
definíamos anteriormente: tanto por la definición
que se hace de las implicaciones de la instalación y el
uso de un determinado soporte telemático, como por el modo
en que se organiza dicha utilización, toda forma de
relación con estos soportes crea determinadas
tipologías de redes sociales en el manejo de los recursos que
ofrecen, que a su vez, serán redes que planteen de manera
diferente su relación con esas herramientas.
Esta concepción ha sido contrastada desde hace
tiempo en diversas experiencias que han puesto en marcha
tecnología y redes sociales: "Esta experiencia,
desarrollada en barrios de clase baja, tenía como objetivo
fundamental la reconstrucción del tejido social. Restaurar
el sentimiento de comunidad, el sentido de lo común, era
el punto de partida para solucionar la diversidad de problemas
que acarreaba su situación social, económica y
cultural, siendo los beneficios telemáticos (acceso a
Internet, aprendizaje de aplicaciones, desarrollo de capacidades
artísticas, participación vecinal en la
coordinación de iniciativas y actividades comunales,
etc…) herramientas que se generaron y retroalimentaron en el
proceso hacia la consecución de dicho objetivo. Bajo esta
perspectiva las TICs recuperan plenamente su papel de
instrumento, de medio para la revitalización social y
dejan de convertirse en un fin en si mismo sin planes concretos
de beneficio social." (CARRACEDO, 2002:60)
De nuevo podemos volver a Ivan Illich (16) . Si
antes nos ocupábamos de la paradójica
relación que con la autonomía tienen los soportes
para la participación, ahora hemos de ocuparnos del modo
en que se configuran estas. Para ello, el concepto, o
mejor, la dicotomía, a partir de la cual analizar ese
proceso, es la de habilitante-inhabilitante.
Un proceso inhabilitante, es aquel que no permite la
participación de quienes van a utilizar una herramienta,
más que como meros usuarios, sin tener en cuenta todos los
elementos que la componen. "Inhabilitante en el sentido de que
impide la verdadera participación de sus habitantes
(incapacitados para ser ciudadanos) al dar soluciones
simples a problemas complejos, ocultando (o considerando
irrelevante) la información que permitiría a los
ciudadanos valorar en su integralidad las repercusiones de
determinadas acciones. Tan
inhabilitante será el técnico que se abroga la
decisión sobre la solución de un problema, como
aquél que elude presentar al cuerpo social las
implicaciones que implican ciertas decisiones."
(HERNÁNDEZ AJA: 2003: 253) .
El proceso ya resultó inhabilitante en el caso de
la votación electrónica, donde se obvió el
problema existente a nivel de seguridad y transparencia, derivado
de lo que había sido la aplicación de un mecanismo
de votación que no había tenido en cuenta el
software con el
que contaba la población del pueblo (17)
.
Más evidente se hace el proceso inhabilitante en
otros dos casos, donde se han perdido una serie de oportunidades
de profundización en prácticas de
participación ciudadana. Nos referimos a la
implantación de sistemas de wire-less (Internet por radio,
literalmente "sin cables", también conocido por "el
wifi"), y la apuesta por generalizar el uso de software
libre.
Estas dos son cuestiones que entendemos como
fundamentales a la hora de hablar de democracia digital. El modo
en que se han tratado de poner en marcha en Jún, revela
algunos errores, que tratamos de señalar en este trabajo a
fin de convertirlas en sugerencias para futuras experiencias.
Más allá de señalar meros formalismos
técnicos que conllevan procesos de
individualización, según nuestra
investigación, estos proyectos contenían una
potencialidad, a la que habría que haber prestado mayor
atención.
El caso de esta localidad, es un reflejo claro de
cómo el desarrollo de Internet se construye desde un
intento de estar "cercanos a los tiempos que corren", evidenciado
en las declaraciones de sus representantes. Estas siempre
están formuladas, inmersas en temores históricos a
la forma en que muchas regiones de Andalucía se han
quedado fuera de varios de los procesos de "desarrollo
tecnológico", algo que se trata de evitar que suceda de
nuevo.
El problema reside en que la implantación de las
dos cuestiones a las que hemos hecho referencia anteriormente,
son un ejemplo de cómo se repiten pautas de ese
desarrollismo, que olvida que las redes sociales preexisten a la
Internet y son esas las que le dan sentido. De este modo, el
ciberespacio puede actuar sobre estas redes, ampliándolas,
sometiéndolas a debate,… pero la dificultad surge cuando
se entiende que ha de precederlas. Así, la herramienta no
es un instrumento con capacidad de adaptarse "a exigencias
diferentes, producto de
una modernización de la cual parece posible participar
simplemente aprendiendo funciones y
procedimientos
estandarizados" (CAGLIARDONE, GERACI: 2004: 32).
¿De qué estamos hablando realmente cuando
decimos que esos dos procesos se han conformado de manera
inhabilitante?, volviendo a los dos autores que acabamos de
citar, nos referimos a la ausencia de procesos "en grado de
promover la apropiación de las tecnologías por
parte de sus usuarios y de aprovechar su flexibilidad" (IBID:
32). La cuestión de la apropiación de las
tecnologías tiene que ver con "un proceso complejo en
el que el sujeto se hace asimismo a través de sus propias
acciones en el marco de la vida cotidiana" (MONTAÑES,
ALGUACIL: 2004: 64), conformando una serie de prácticas de
identificación donde se generan oportunidades de
"producción de significados; un
fenómeno social de interacción y
comunicación, que dota a los individuos de capacidad para
interpretar el mundo que les rodea"(ENCINA, ROSA:2004: 30), y
"dar sentido (en sus dos acepciones: encaminar en una dirección y hacerlo inteligible) desde/en
lo colectivo a sus acciones." (IBID: 29). Con lo que la
práctica inhabilitante se va a revelar a partir de estas
cuestiones.
En el caso del software libre, el intento de generalizar
su uso en Jún, como en muchas otras cuestiones, tiene que
ver con una operación por parte de la administración de distribución masiva de unidades de
"Guadalinex", el sistema de Linux que se crea
desde/para Sevilla. El caso es que esta distribución a
gran escala, de la que
se beneficia el municipio, y que por una parte es una
práctica recomendable, en el pueblo de Jún se
traduce en el titulo de este epígrafe, y que llamamos una
oportunidad perdida.
Expliquemos en que sentido fue una oportunidad perdida.
El grupo de investigación, en principio desarrollando una
I.A.P., inició una serie de talleres de
introducción al Software Libre en los que se repartieron
simuladores de la distribución Knoppix, donde se
detectó cierto potencial participativo. De hecho fue la
única iniciativa exitosa en atraer a talleres
creativo-participativos a parte del sector juvenil. Estudiada la
situación de redes (técnicas y
sociales) de Jún el equipo formula una propuesta basada en
apoyar la vocación de Jún como "municipio
tecnológico" y que tenía como vértices el
software libre y las redes wireless:
Nuestro equipo contactó a una empresa de
programadores de Madrid
(http://www.xsto.info) y les convenció para
desarrollar gratuitamente una adaptación del
sistema operativo
GNU/Guadalinex de la Junta de Andalucía al pueblo de
Jún (tarea que en el mercado tiene
precios no
inferiores a 20 millones de pesetas) (18) . El objetivo
era usar como excusa la configuración particular de ese
sistema operativo (elección de iconos, selección
de utilidades principales, etc.) para organizar talleres de
participación del conjunto del pueblo en una tarea
común. Con dos beneficios iniciales: a) Iniciar procesos
de socialización y participación entre
los habitantes de los distintos barrios y b) dar voz y voto al
propio pueblo de Jún en la definición de "lo que
se ve", de la interfaz gráfica del sistema operativo
que habría de estar presente en el Ayuntamiento, Aula de
informática, casa de cultura,
colegio, domicilios, etc. Hacer realidad la democracia digital;
la participación ciudadana en la definición de los
elementos que presentan a Jún como "municipio
tecnológico".
Esta propuesta recibió el visto bueno de las
autoridades municipales. Tanto es así que miembros del
ayuntamiento asistieron a uno de los talleres de S.L. donde
quedaron impresionados por el funcionamiento del Linux knoppix (a
destacar que la aplicación OpenOffice de Linux, permite
la lectura de
los ficheros con extensiones .doc). Tanto es así que
deciden la migración
inmediata (no se informó a la persona encargada de
los cursos de "alfabetización digital") de los ordenadores
del ayuntamiento de Jún a Guadalinex, al objeto,
entendemos, de seguir en la "vanguardia"
tecnológica, valorando la repercusión
mediática y la rentabilidad
política (sobre todo dentro de la Autonomía de
Andalucía) de esta medida por encima de la potencialidad
social de un proceso colectivo como el propuesto
inicialmente.
Decíamos oportunidad perdida, porque en lugar de
generar su propia adaptación del sistema operativo y de
desarrollar procesos de aprendizaje real sobre el significado del
software libre y sus programas, la extensión
(imposición) de esta práctica se hace sin permitir
la participación ciudadana, sin estimular "un tipo de
utilización capaz de motivar un uso crítico en las
actividades cotidianas" (CAGLIARDONE, GERACI: 2004: 32). Como
se afirma en esta entrevista:
"Es decir, yo pienso que en la medida que el
ciudadano normal pueda conocer, practicar y utilizar estas
tecnologías pues también tendrá capacidad
para responder más libremente al uso que se haga, que se
hagan de ellas."
(Entrevista)
Se obvia esa posibilidad de dotar de sentido al uso de
un determinado sistema operativo, haciendo inteligible, dentro de
operaciones que permitieran que el diseño de una
determinada modalidad de software libre, su significado para la
localidad. Vuelve a aparecer como un fenómeno
esencialmente individualizador, sin tener en cuenta que la
cuestión de la circulación libre de conocimientos,
puede ser una oportunidad para promover precisamente eso, la
circulación de saberes sobre el pueblo de manera
cooperativa. Promover la puesta en marcha de estrategias
colectivas que hubieran tomado el diseño de un sistema
propio de Jún como la excusa perfecta para debatir sobre
el lugar que habitan. Así cómo volcar en ese
diseño sus opiniones sobre las problemáticas
cotidianas que les toca vivir. Una oportunidad perdida para
Jún, también en lo estrictamente
tecnológico, porque entendemos que la propuesta del
equipo, en cuanto que implica a la población hubiera
devenido en un mayor desarrollo de las capacidades y
potencialidades (individuales y colectivas) de las
población de del pueblo de Jún.
De nuevo la coevolución entre las
dinámicas del municipio y los soportes telemáticos
es precaria, y sin capacidad de generar o alterar redes
sociales.
Algo similar ocurre con la implementación de las
redes de wireless. Ante un territorio donde los núcleos
poblacionales están desconectados, este sistema
podría haber permitido trabajar procesos que fomentaran,
en cierta medida, la pertenencia a un espacio público
común, desde la diversidad de cada uno de los barrios que
componen Jún. Cómo hubiera sido posible, la
cuestión hubiera sido trabajar, en primer lugar el modo en
que se percibe dicha desconexión entre territorios y ver
cuales son los espacios que median entre ellos. Así se
pondrían en marcha procesos de debate sobre como conectar
lo desconectado desde una mera excusa que es la
instalación de un soporte inalámbrico para la
navegación. También se podría haber
trabajado con el significado de determinados espacios
públicos donde se instalarían los repetidores. La
propuesta consistía en organizar una installparty, un
día de encuentro en el cual los habitantes
acudirían con dos objetivos:
fabricar antenas para la
recepción de la señal de wireless (bricolaje de
ordenadores) y adecuar sus computadoras a
este ámbito, abriendo un espacio de foros. Paralelamente
se hubiera explicado y asistido a quien quisiera en la
migración de sus ordenadores a Linux. En definitiva, se
trata de pensar, previamente, en como se organiza la vivencia del
espacio, para, desde ahí, organizar procesos que
permitieran el desarrollo de aprendizajes sobre la
tecnología y el territorio necesarios para poner en marcha
estrategias de planificación participativa con visos de
integralidad.
Una ventaja añadida de este proceso, hubiera
permitido, poner en marcha una difusión global de la
tecnología wireless donde el coste de las instalaciones
queda reducido a niveles irrisorios (al margen de los precios de
mercado (de la instalación y sobre todo la cuota mensual
de mantenimiento
del wireless)). Una organización de las redes y la
tecnología participativa que hubiera permitido desterrar
del imaginario local la sospecha de que ciertas autoridades
municipales se benefician especialmente de iniciativas
tecnológicas, sospechas que dentro de un pueblo
pequeño están a la orden del día siendo un
elemento de crispación política y fractura de lo
común.
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fecundos: Participación y Calidad de Vida". En Arenillas
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·
Ibáñez, Jesús, 1994: "El regreso del
sujeto"Ed. Siglo XX1, Madrid.
· Illich,
Ivan, 1981: "Profesiones Inhabilitantes", Ed. Blume,
Madrid.
·
Lindón, Alicia, 2000: "Del campo de la vida
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(Coord.): La vida cotidiana y su espacio-temporalidad, Ed
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2000, pp 7-18
·
Martín, Pedro, Montañés Manuel,
Gutiérrez Virginia, 2002: "La planificación
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y experiencias". En Blanco, Ismael y Gomá Ricard (coords):
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· Morales
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·
Morín, Edgar, 1994: "La noción de sujeto", en
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· Villasante,
Tomas R.,1995: "Las Democracias Participativas", Ed HOAC,
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· Villasante,
Tomás R., 2003: "Qué son las Democracias
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· Virilio,
Paúl, 1999: "El cibermundo, la política de lo
peor", Ed. Cátedra, Madrid.
· Von
Foerster, Heinz, 1996: "Las Semillas de la Cibernética", Ed Gedisa,
Barcelona.
· [1]
– P. Ricoeur (1975) "La metáfora viva", Ed.
Europa, Madrid
citado en MORALES: 2002: 32
· [2]
– Entendemos por democracia digital, las
diversas realidades y prácticas organizativas en la
gestión de los recursos (virtuales o geográficos)
que le son comunes a la población (ya sea en
ámbitos institucionales o no), siempre que el uso de
herramientas informáticas o telemáticas esté
presente en alguna medida o forma a lo largo del
proceso.
· [3]
– Existe otra cuestión a destacar, pero no podemos hablar
de participación, ya que se trata de la posibilidad de ver
los plenos a través de Internet, lo cual nos puede sugerir
figuras con un carácter positivo, como la de la
transparencia, o negativas como la del espectador/usuario, pero
es difícil que nos remita a procesos de
participación.
· [4]
– 70,7% en el primer caso, y 71,6 en el segundo.
· [5]
– Plenos observados durante la investigación, desde
Noviembre del 2003 a Mayo del 2004.
· [6]
– Existe, habitualmente, un punto en el orden del día del
pleno, que remite a la lectura de los
correos enviados (y seleccionados), pero que no se suele cumplir
estrictamente.
· [7]
– En la primera ronda de encuestas (día de las
elecciones), el 86,7% de las personas encuestadas afirmaba que
volvería a votar así, mientras que en la segunda
ronda (meses después), esta cifra se había reducido
al 22%.
· [8]
– Como muestran nuestros estudios, tanto cualitativos como
cuantitativos gran parte de la legitimidad de las instituciones y
del Estado se
basan en el imaginario colectivo creado en torno al acto de votar
y la parafernalia que lo acompaña. Este es un dato
fundamental con diversas implicaciones políticas
y frecuentemente obviado en los discursos que apuestan por una
rápida introducción del voto desde casa.
· [9]
– Hemos de señalar que la experiencia que tuvo lugar en
Jun, incorporó las recomendaciones del equipo VOTESCRIPT e
intentó emular las condiciones sociopolíticas de
votación (por ejemplo de privacidad) y huir del modelo "de
pan y circo" que se ha observado en otras experiencias con catas
de vinos o dulces de la zona, o carpas de varias empresas
vendiendo computadoras, conexiones preferentes de ADSL,
repartiendo CDs, camisetas, mochilas, gorras, etc… Un espacio
mediado por lo comercial, alejado del entorno que encontramos en
un colegio electoral, y que desde una perspectiva
politológica hace saltar no pocas alarmas.
· [10]
– Ver los problemas asociados a la Estratificación Digital
(CARRACEDO, JD 2002).
· [11]
– Este es un dato curioso ya que la inmensa mayoría de los
encuestados estimaba a la baja el tiempo invertido en votar
(cronometrado por el équipo), dividiendolo por varios
enteros. Sintomáticamente está tendencia se agudiza
entre ciertos sectores de la población (edades
medias-altas o niveles de formación bajos). La fuerza social
del ideologema del progreso también se constata en el
siguiente dato: la inmensa mayoría consideraba el tiempo
invertido en votar (desde el momento que estaba en frente del
ordenador hasta que terminaba de votar), era inferior o igual al
que necesitaba para votar por papel (desde que le tocaba el turno
hasta que terminaba).
· [12]
– Comunicaciones
Mediadas por Computadoras
· [13]
– Se trata de extractos del informe.
· [14]
– LINDÓN: 2000:15.
· [15]
– Citado en REGUILLO, R: 2000: 77.
· [16]
– ILLICH: 1981.
· [17]
– El sistema de votación diseñado por Indra tan
solo corría en Windows XP,
siendo este absolutamente minoritario en el pueblo.
· [18]
– 20 millones de pesetas son aproximadamente 124.000
euros.
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gobernado por la siguiente Licencia de Creative Commons:
ver http://creativecommons.org/licenses/by-nc/2.0
Alfredo José Ramos Pérez // Jose
David Carracedo Verde